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1-3
No te irrites a causa de los malhechores;
No tengas envidia de los que practican la iniquidad.
Porque como la hierba pronto se secarán Y se marchitarán como la hierba verde.
Confía en el SEÑOR, y haz el bien;
Habita en la tierra, y cultiva la fidelidad.
David, el autor del Salmo, pone en contraste al bueno y al malvado. Pero podríamos caer en
el error de diferenciar de forma incorrecta quien es el bueno y quien no lo es.
Podríamos decir que son buenos todos aquellos que asisten a la iglesia y tienen una biblia
en sus casas. O podríamos pensar que son buenos todos aquellos que hacen obras de
caridad y que los malos, son los delincuentes, los políticos y aquellos que tienen mucho
dinero.
1
El autor del Salmo nos entrega una serie de enseñanzas de orden práctico, pero que nos
permite ver el corazón del autor que forma parte del pueblo de Dios, que ama al Señor, que
intenta seguir sus enseñanzas, pero que ha mirado hacia la vereda de en frente viendo a
quienes han decidido olvidarse de Dios y aún renegar contra Él, prosperan a pesar de vivir
una vida alejada de Dios.
El llamado es a cultivar la fidelidad, eso implica que debemos desarrollar, hacer producir
todo aquello que se relacione con la fidelidad a la lianza que Dios ha hecho con nosotros
por medio de su Hijo, es decir, que debemos dar frutos, debemos crecer y desarrollarnos en
la vida cristiana, a pesar de que ello no siempre traiga prosperidad material.
4-7
Pon tu delicia en el SEÑOR, Y Él te dará las peticiones de tu corazón.
Encomienda al SEÑOR tu camino,
Confía en Él, que Él actuará;
Hará resplandecer tu justicia como la luz, Y tu derecho como el mediodía.
Confía callado en el SEÑOR y espera en Él con paciencia;
No te irrites a causa del que prospera en su camino,
Por el hombre que lleva a cabo sus intrigas.
Él es capaz de prometer a Josué que estará con Él y eso será suficiente para continuar la
conquista de la tierra, a pesar de que había muerto el gran Moisés.
2
Es capaz de hacer cambiar la soledad que sintieron los discípulos, al partir Jesús, y darles
ánimo para continuar la gran comisión, y hacer que el Evangelio sea un reino que no caiga
luego de 2000 años.
Por lo tanto, deleitarnos en el Señor se vuelve la pasión que consume toda nuestra vida, lo
cual implica que moldea los deseos de nuestro corazón. Si nos deleitamos en el Señor
completamente, eso orienta nuestro corazón hacia él y, por ende, la promesa se hace
realidad. No obstante, va a hacerse realidad de esta manera: él nos dará todos los deseos del
corazón que nos permitan disfrutarlo a él plenamente. Él nos dará todos los deseos del
corazón que están arraigados y centrados en él.
Debemos confiar en el Señor, y no irritarnos, o enojarnos a tal nivel que perdamos de vista
las promesas de Dios.
El llamado no es a enojarnos con el pecado ajeno y el propio, sino que el llamado es a que
esas injusticias no nos roben la paz que el Señor ha puesto en nuestros corazones.
8-11
Deja la ira y abandona el furor;
No te irrites, solo harías lo malo.
Porque los malhechores serán exterminados,
Pero los que esperan en el SEÑOR poseerán la tierra.
Un poco más y no existirá el impío;
Buscarás con cuidado su lugar, pero él no estará allí.
Pero los humildes poseerán la tierra Y se deleitarán en abundante prosperidad.
3
12-15
El impío trama contra el justo, Y contra él rechina sus dientes.
El Señor se ríe de él, Porque ve que su día se acerca.
Los impíos han sacado la espada y entesado el arco
Para abatir al afligido y al necesitado,
Para matar a los de recto proceder.
Su espada les atravesará su propio corazón,
Y sus arcos serán quebrados.
El impío, el malvado es alguien que intenta derribar a quien camina en integridad, a quien
decide caminar junto a Dios, que lo ha hecho parte de su pueblo.
La espada y el arco son símbolos de la guerra, pero en especial el arco es uno que sólo se
puede utilizar si se tiene fuerza, así que es una referencia a la fuerza que posee el malvado.
Lo que nos dice el salmista es que toda esa fuerza que le da seguridad al malvado, un día no
estará más.
El salmista, nos dice que es mejor es poseer poco con el temor del Dios, que ganar el
mundo rompiendo las leyes de Dios.
4
Desaparecen, se desvanecen como el humo.
25
Yo fui joven, y ya soy viejo, Y no he visto al justo desamparado, Ni a su descendencia
mendigando pan.
Aquí un hombre que ha vivido muchos años y ha podido ver una y otra vez, la misma
situación, que el justo, es decir quien ha puesto su confianza en el Señor, jamás ha sido
desamparado.
Hoy se nos dice que producto del endeudamiento del país, vendrán tiempos difíciles y crisis
económicas nos golpearán como país. que muchos con esta enfermedad han aumentado sus
riquezas y el desempleo y crisis social es una constante. PERO la palabra de Dios, nos dice
que nunca seremos desamparados a pesar de lo que ocurra.
NOS HACE FALTA CONVERSAR MAS CON LOS QUE TIENEN MAS AÑOS, somos
una generación en que los jóvenes piensan que tienen todo resuelto y saben la verdad de la
vida, pero debemos conversar con nuestros ancianos y que ellos nos transmitan su
testimonio, su fe, que nos cuenten de la fidelidad del Señor.
5
Ellos son preservados para siempre, Pero la descendencia de los impíos será exterminada.
Los justos poseerán la tierra,
Y para siempre morarán en ella.
La boca del justo profiere sabiduría
Y su lengua habla rectitud.
La ley de su Dios está en su corazón; No vacilan sus pasos.
37-40
Observa al que es íntegro, mira al que es recto;
Porque el hombre de paz tendrá descendencia.
Pero los transgresores serán destruidos a una;
La posteridad de los impíos será exterminada.
Pero la salvación de los justos viene del SEÑOR;
Él es su fortaleza en el tiempo de la angustia.
El SEÑOR los ayuda y los libra;
Los libra de los impíos y los salva,
Porque en Él se refugian.
6
Aquí el salmista, termina haciendo una aplicación práctica para nosotros, al mismo que
partíó el salmo observando y mirando al malvado, y que luego comenzó a enviadiarlo,
envidiar su vida, sus bienes, pero no considerando su mente y corazón.
Ahora lo llama a observar al que es recto, al hombre de paz, al justo, pero ha comenzado a
usar un adjetivo en plural. Dice:
Ya no dice el justo, sino los Justos. Es decir el salmista no está solo, sino que pertenece a la
gran congregación de aquellos que han sido salvados y declarados justos por Dios. Es la
generación de aquellos que han hallado no solo paz en Dios, sino protección y refugio en
tiempos de angustia.
Aplicación
El salmista nos corrige aquello que estamos mirando. Es como si David dijera, dejen de
mirar aquello que no conviene.
RVR1977 2ª Cor 4:18. no poniendo nosotros la mira en las cosas que se ven, sino en las
que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son
eternas.
De qué sirve ser próspero, tener bienes, fama y ser reconocido, si un día Dios nos diga
cuando partamos de este mundo NO TE CONOZCO.
De qué sirve ganar todo el mundo y perder nuestra alma, o que podremos dar a cambio de
nuestra salvación.
El salmista nos llama a disfrutar de Dios, a disfrutar de Él, a llenar nuestra vida de Él.
Pero también el salmista nos dice que no estamos solos en esto efesios 2:13-19
13
Pero ahora en Cristo Jesús, ustedes, que en otro tiempo estaban lejos, han
sido acercados por la sangre de Cristo.
7
14
Porque Él mismo es nuestra paz, y de ambos pueblos hizo uno, derribando la
pared intermedia de separación, 15 poniendo fin a la enemistad en Su carne, la
ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en Él mismo
de los dos un nuevo hombre, estableciendo así la paz, 16 y para reconciliar con
Dios a los dos en un cuerpo por medio de la cruz, habiendo dado muerte en
ella a la enemistad. 17 Y VINO Y ANUNCIÓ PAZ A USTEDES QUE ESTABAN LEJOS, Y PAZ A
18
LOS QUE ESTABAN CERCA. Porque por medio de Cristo los unos y los
otros tenemos nuestra entrada al Padre en un mismo Espíritu.
19
Así pues, ustedes ya no son extraños ni extranjeros, sino que son
conciudadanos de los santos y son de la familia de Dios.
Pero también nos recuerda que estamos unidos a otros que también guardando la fe
demostraron ser hermanos en Cristo. Y somos llamados a imitarlos, así como el Salmista
dice, MIREN AL JUSTO.
Acuérdense de los líderes que les enseñaron la palabra de Dios. Piensen en todo lo
bueno que haya resultado de su vida y sigan el ejemplo de su fe.
MIREN AL JUSTO
Que a pesar de que se le ofrecieron por el mismo diablo todos los bienes y prosperidad de
este mundo, no los deseó.
Nuestro Señor Jesucristo es aquel que debemos mirar en todo momento, sabiendo que sus
promesas eternas, son mejores que los placeres temporales que este sistema nos ofrece.