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La Asociación Internacional para el Estudio del Dolor la define como una «entidad
nosológica distintiva caracterizada por el incesante ardor oral o dolor similar en
ausencia de cambios detectables en las mucosas» y como un «ardor doloroso en
la lengua o en otras membranas mucosas orales», mientras que según el
Subcomité de Clasificación de Cefaleas de la International Headache Society se
trata de una «sensación de ardor intrabucal sin aparentes causas de origen
médico u odontológico», con el nombre de «síndrome de la boca quemante» en el
epígrafe.
II. EPIDEMIOLOGÍA
Los datos de prevalencia del síndrome de boca ardiente son escasos y además
varía mucho de unos estudios a otros. En la población general se estima que
afecta aproximadamente al 3,7%.
El hecho de que su diagnóstico sea dificultoso hace más difícil determinar sus
índices epidemiológicos.
III. ETIOLOGÍA
Otras causas que pueden provocar quemazón son los bordes afilados de los
dientes o la presión de una prótesis dental, así como hábitos parafuncionales que
pueden causar identaciones en el borde de la lengua o lesiones por mordisqueos,
síntomas típicos de personas con mucho estrés. La mucosa también puede
reaccionar de forma alérgica a determinados alimentos o, en casos raros, al
material que utilizan los dentistas para rellenar los empastes dentales.
El paciente refiere dolores o molestias que van alternando entre lengua, paladar,
encías,ansias o labios y que asocian con:
quemazón
lengua reseca o entumecida, picor, hormigueo
encías doloridas e hipersensibles
paladar abrasado/abrasivo, de lija
labios cortados
sabor metálico
V. DIAGNÓSTICO
candidiasis
deficiencias en la secreción salivar
efectos secundarios de medicamentos antidepresivos o IECA
ansiedad o estrés
tratamientos de radioterapia o quimioterapia
alcoholismo
enfermedades del sistema inmunitario (como el síndrome de Sjögren o el
lupus)
diabetes
anemia ferropénica, avitaminosis
insuficiencia renal
VI. TRATAMIENTO
Para controlar las molestias del SAP también se pueden recetar algunos fármacos
que pueden aplicarse de forma tópica, como los desensibilizantes periféricos o
el clonacepam, y por vía oral, como el ácido α-lipoico, anticonvulsionantes y
antidepresivos. Para eliminar la molestia principal de ardor, se puede usar
la capsaicina.
Por otro lado, para el manejo del estrés y la ansiedad puede tener resultados la
terapia cognitiva. Hay que tener en cuenta que en pocas ocasiones desaparecen
las molestias por completo
Para determinar el manejo más adecuado, es prioritario confirmar que la
quemazón no es consecuencia de algún otro factor local o sistémico. Si estos
quedan descartados, los tratamientos estándar actuales proponen, con resultados
dispares:
clonazepam
paroxetina combinada con terapia cognitivo-conductual
lubricantes tópicos con el control de parafunción oral
aplicación de láser con diodo de energía de bajo nivel (47.6% de reducción
media del dolor)
ácido alfalipoico (AAL) y gabapentina (GABA), en combinación o por
separado.
pregabalina
capsaicina, AAL o lisozima-lactoperoxidasa
terapia cognitivo-conductual
terapia cognitivo-conductual + AAL
acupuntura
BIBLIOGRAFÍA