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Pueblo de Colombia -
1. Generalidades
1.1. Presentación de la solicitud
La Corte Constitucional señaló, que la solicitud verbal hecha por una señora
ante una entidad de seguridad social a la cual estaba afiliada para inscribir
como beneficiario de sus servicios a su marido constituía un correcto
ejercicio del derecho de petición. Para la Corte todo tipo de formalismo o
ritualidad destinados a ser observados por las personas que se acercan a las
autoridades con el objeto de obtener reconocimiento, garantía, protección o
efectividad de sus derechos, debe tener asidero legal y ser razonable. En
consecuencia, si no existe una reglamentación de tipo legal, reglamentario o
estatutario que exija la presentación por escrito de una solicitud a
determinada entidad, no puede exigirse a las personas este requisito para
que se verifique el correcto ejercicio del derecho. La ley permite que las
entidades en orden a racionalizar su funcionamiento exijan el
diligenciamiento de formularios para realizar solicitudes.
Sin embargo, en el caso que originó esta tutela, los estatutos de la entidad
no consagraban la obligación de elevar en forma escrita la solicitud de
inscripción de las personas que pretenden ser afiliadas por parte de sus
miembros. Simplemente exigían una serie de documentos que debían ser
presentados al funcionario encargado, quien le daba el trámite
correspondiente. La sencillez de los procedimientos hacía inoficiosa
cualquier solicitud escrita de la afiliación. Precisamente, el funcionario que
atendió a la peticionaria se negó a recibir los documentos debido a que
según la reglamentación de la entidad no era posible que las mujeres
afiliaran a los esposos en los mismos términos en los que los hombres lo
hacen respecto de sus cónyuges o compañeras permanentes. No se puede
sin embargo, deducir de esta situación que la persona no hubiera hecho
ejercicio efectivo de sus derechos, pues había recibido respuesta negativa a
su solicitud. [nota]
En otro caso, La actora señaló que es madre de cinco hijos e indicó que, en
razón de no haber sido atendida en el SISBEN y no haberle sido expedido el
carné que la acredita como afiliada a ese programa, luego de haberlo pedido
en varias oportunidades, se había visto obligada a correr con los gastos de
hospitalización de sus hijos. De acuerdo con la Corte, para solicitar
información sobre el proceso de afiliación al SISBEN, la actora se dirigió
personalmente a las oficinas competentes y formuló, verbalmente, las
respectivas solicitudes. Dicho trámite, no había sido refutado por la parte
demandada ni controvertido por el juez de instancia, y no podía ser
ignorado so pretexto de que no existiera una solicitud por escrito. El
derecho de petición de información no se vulnera exclusivamente cuando el
ciudadano ha formulado, por escrito, la respectiva solicitud. La mencionada
exigencia sirve sí como una prueba irrefutable de la existencia de la
petición, pero no constituye requisito sine qua non para el ejercicio del
derecho. El principio de buena fe impulsa a las autoridades públicas y,
dentro de ellas, a las Cortes a confiar en las afirmaciones de los ciudadanos.
[nota]
2.1. Prontitud en la respuesta
La actora madre de cinco hijos, por cuya subsistencia debía responder, por
lo que decidió recurrir al SISBEN, sin recibir atención, luego de haber
hecho diversas solicitudes de afiliación. Indicó que, en razón de no haber
sido atendida en el SISBEN y no haberle sido expedido el carné que la
acreditaba como afiliada a ese programa, se vio obligada, en varias
oportunidades, a correr con los gastos de hospitalización de sus hijos. Para
la Corte, las relaciones entre los individuos pertenecientes a grupos
marginados o discriminados de la sociedad, acreedores de medidas estatales
de especial protección, y las autoridades públicas responsables de hacer
efectivas esas medidas, hacen surgir una modalidad reforzada del derecho
de petición.
Sin embargo, se deben analizar las otras pretensiones del actor, en cuanto el
accionar de la entidad demandada con relación al derecho a la seguridad
social comprometido, ya que la respuesta dada por el ISS al peticionario no
constituye una solución adecuada a su problema constitucional, sino que
por el contrario, comporta una clara y ostensible violación del derecho a la
seguridad social y a la jurisprudencia de la Corte Constitucional sobre el
tema de los bonos pensionales. La Corte sostiene que los bonos pensionales
deben expedirse inmediatamente para proteger el derecho a la seguridad
social, de quienes han obtenido el derecho a la pensión y por esta omisión
se les esta afectando el mínimo vital.[nota]
Por lo tanto, a la luz de las normas legales y aplicables a éste derecho, debe
entenderse que cuando se hace entrega de la contraseña que tiene una
vigencia y validez de tres (3) meses según lo informado por la demandada,
implícitamente se está indicando al individuo que éste será el término que
se tomará la Registraduría para resolver de fondo y de manera definitiva la
petición de los interesados. Vencido este término deberá procederse a la
entrega del documento definitivo, pues en caso contrario, se estará
vulnerando efectivamente el derecho fundamental de petición. Se considera
que el término de tres (3) meses señalado por la misma entidad, es un
término razonable para la resolución efectiva del derecho de petición
tendiente a la expedición de la cédula de ciudadanía.[nota]
2.2. Resolución de fondo
En todo caso, esa misma normatividad señala que, si pasados tres meses
desde la presentación de la solicitud, la administración no ha dado
respuesta, ha de entenderse que ella ha sido denegada. Esta figura es
conocida con el nombre de silencio administrativo negativo, y su fin es
permitir al solicitante acudir a la jurisdicción contenciosa. Sin embargo,
mientras no se acuda ante el contencioso administrativo para demandar el
acto ficto, producto del silencio administrativo, el solicitante puede hacer
uso de la acción de tutela, para que la entidad resuelva su petición. Esto se
deduce del artículo 40 del Código Contencioso Administrativo y de la
interpretación que ha hecho esta Corporación, en sus distintos fallos sobre
el tema. Por otra parte, el hecho de que en la entidad demandada existiera
un proyecto de resolución, en el que se reconocía la calidad de pensionado
del actor, en nada cambia lo expuesto, pues a él no se le había comunicado
ninguna decisión, que permitiera concluir que su derecho fundamental de
petición no había sido vulnerado.[nota]
En lo que tiene que ver con los libros, papeles y correspondencia del
FOGAFIN se explica que por ser una institución de carácter público sobre
ella recae el principio general que permite a las personas acceder a los
documentos públicos. Este principio no puede entonces invertirse por una
norma legal para establecer una reserva excepcional, La actividad que
desarrollan las instituciones financieras y, en general, las personas y
empresas que actúan en el mercado financiero y en el de valores, es de
interés público (Constitución Política art. 335). La adecuada tutela del
anotado interés, exige conferir a los miembros de la comunidad un derecho
a la información relevante - en términos de mercado - proveniente de
aquéllas.[nota]
1. Corte Constitucional, Sentencia C-053-95
Por otra parte, encontró que la actitud omisiva del Director de la EPS fue
negligente, ya que amparándose en el “fundamento legal” que le otorgaba la
Resolución que le otorga las competencias de ordenar gasto y presupuesto,
no dio traslado a la Dirección Nacional de Cajanal en Bogotá de la petición
elevada por el especialista que valoró a la actora. Fue a partir de la
intervención de la Corte Constitucional, al solicitar la prueba antes
mencionada, que apenas se dio traslado de la actuación judicial instaurada.
Con base en la anterior consideración, la Corte corrió traslado a las
autoridades competentes para que investigaran las posibles faltas
disciplinarias en que pudieron incurrir los servidores públicos obligados a la
prestación de los servicios quirúrgicos requeridos por la actora.[nota]
Narraron los actores que no habían tenido acceso al servicio público de gas
domiciliario y que la empresa no les había resuelto la petición presentada,
ya que colocaron redes de distribución por todo el sector sin llegar a la casa
de los peticionarios. Según la Corte, la acción de tutela resulta procedente
tratándose del derecho de petición que, comprende la posibilidad de
dirigirse, por motivos de interés particular o general, a las autoridades
públicas y, a los particulares, quienes están en la obligación de brindar una
respuesta que además de oportuna debe ser sustancial, es decir, que
verdaderamente resuelva o desate la inquietud formulada sin limitarse a los
aspectos que sean apenas tangenciales a la cuestión planteada. El derecho
de petición procede, tratándose de particulares encargados de la prestación
de un servicio público.[nota]