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Las noches aquí son largas algunas veces, muy largas; pero nada son en
comparación con las inquietas noches y terribles ensueños de aquel tiempo. Su
recuerdo me estremece. Grandes, sombríos fantasmas con maliciosos rostros se
sentaban en los rincones de mi cuarto, y de noche se inclinaban sobre mí
incitándome a la locura. Me cubría los oídos con las manos, pero me gritaban y
me gritaban hasta que el cuarto se estremecía con sus acentos, y por todas partes
oía que en la generación anterior a la suya la locura durmió, pero que su abuelo
había vivido por años con sus manos entre grillos, para evitar que se hiciesen
pedazos. Sabía que decían la verdad, lo sabía bien. Lo había descubierto hacía
años, aunque me lo hicieron ocultar.
3- Lee y analiza un texto narrativo y determina su estructura, etapas, tipos de
narradores y leyes de la narración.
Erase una vez un perrito muy chiquito que se perdió en el bosque y estaba muy
triste porque extrañaba a su mamá. Un día amaneció junto a una gallina y ésta le
preguntó: ¿Quién eres tú? Yo soy Roberto, dijo el capitán. Entonces la gallina lo
corrió de su casa. El perrito se fue muy triste a buscar a su mamá y en la noche
tenía mucho miedo. Al día siguiente amaneció con un búho. ¿Quién eres tú? Le
preguntó el señor búho. Yo soy Roberto, dijo el perrito y el búho lo corrió de su
casa. El perrito se fue muy triste a seguir buscando a su mamá. Llegó otra vez la
noche y Roberto buscó un lugar para dormir. Al día siguiente amaneció con una
mariposa. ¿Quién eres tú? Le preguntó la mariposa, yo soy Roberto, respondió el
perrito. ¿Y qué haces aquí, por qué no estás en tu casa? Preguntó la mariposa.
Me perdí y no sé cómo llegar a mí casa, no sé cómo encontrar a mí mamá,
respondió Roberto. No te preocupes, dijo la mariposa, yo te voy ayudar a
encontrar a tú mamá; ven, vamos a buscarla. La mariposa sabía en qué parte del
bosque vivían, así que no tardaron mucho tiempo para encontrar la casa de la
señora Marta. ¡Por fin llegaba a su casa!
Roberto y su mamá se pusieron muy felices. Ahora sí, pensó Roberto, puedo
dormir tranquilo porque gracias a mi amiga la mariposa, ya nadie me va a correr
de esta casa.
Estructura: interna. Etapa: introducción, desarrollo y desenlace. Tipos de narrador:
Testigo
El grillo maestro
Allá en tiempos muy remotos, un día de los más calurosos del invierno, el Director
de la Escuela entró sorpresivamente al aula en que el Grillo daba a los Grillitos su
clase sobre el arte de cantar, precisamente en el omento de la exposición en que
les explicaba que la voz del Grillo era la mejor y la más bella entre todas las voces,
pues se producía mediante el adecuado frotamiento de las alas contra los
costados, en tanto que los pájaros cantaban tan mal porque se empeñaban en
hacerlo con la garganta, evidentemente el órgano del cuerpo humano menos
indicado para emitir sonidos dulces y armoniosos. Al escuchar aquello, el director,
que era un Grillo muy viejo y muy sabio, asintió varias veces con la cabeza y se
retiró, satisfecho de que en la Escuela todo siguiera cono en sus tiempos.