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Las Parcialidades de Hatun Rukana y Laramati en

el Siglo XVI
(La represión de la campaña anticristiana de 1569 y la descripción
de sus pueblos de 1586).
Edmundo Guillén G.

SUMARIO
Se publica en la primera parte el extracto de la “Visita” del padre
Cristóbal de Albornoz, que relata la represión del movimiento anticristiano en los
pueblos de Hatun Rukana y Laramati en 1569. Esta represión implacable fue un
episodio más de la guerra de reconquista religiosa andina contra la imposición
del cristianismo por los españoles , que debió iniciarse poco tiempo después de
la invasión del Perú, paralelamente y asociada con la guerra de reconquista
política de los incas de Vilcabamba.
En la segunda parte se reproduce el documento sobre la “Descripción de
las parcialidades de Hatun Rukana y Laramati” como una contribución a la
historia regional de ayacucho.

En la década de 1560, se extendió en el repartimiento de Hatun Rukana y


Laramati, región de las “cabezadas” de la provincia de Lucanas (Ayacucho) un
movimiento religioso,-equívocamente llamado Takiy onqoy-cuyos predicadores
proclamaban la guerra Santa contra los españoles y su religión. Este movimiento
ideológico religioso, fue severamente reprimido por el visitador eclesiástico
Cristóbal de Albornoz en 1569 y sus dirigentes castigados con penas afrentosas,
destierros y trabajos forzados en sus respectivas localidades.
La “Descripción...” de los pueblos de estas parcialidades, cuyo texto se
publica, es una de las mejores de su género redactas en 1586 y constituyen un
aporte para la etnohistoria andina: antigua, colonial y contemporánea, porque
sus habitantes mantiene como un remanso de su historia milenaria, sus mitos y
leyendas antiguas y continúan practicando aún los principios humanistas de la
ideología Inka,. Procurando su mutuo bienestar general y compartiendo el
provecho de sus pisos ecológicos de la puna a los bordes de la yunga costeña.
1° La guerra santa contra los españoles
Este epígrafe es a nuestro criterio, quizás el más adecuado para estudiar
desde la perspectiva peruano-andina, diacrónica y sincrónicamente el proceso de
las distintas alternativas de la guerra de reconquista religiosa contra los españoles,
para captar sus objetivos y las estrategias que emplearon para defender sus
creencias y combatir la de las invasores “Cristianoruna” como los tipifica el
cronista Chinchaysuyo Felipe Guaman Poma de Ayala (1936; 911).
Según la “Información”, que mandó hacer en 1570 el canónigo Cristóbal
de Albornoz para probar la importancia de sus servicios religiosos, (L. Millones.
1971; 1/4). Desde diez años atrás, los incas de Vilcabamba habían “sembrado” en
“todo el reino” una “nueva apostasía ” y que lo más “manchado” de ella, en la
jurisdicción y ciudad del Cusco (JSA. 1967. LVI-I; 35). Como se sabe por
documentos coetáneos, Titu Kusi Yupanki gobernaba por estos años el reducto de
Vilcabamba, con el título de Inka y Pontífice del Sol 1 que continuando con los
planes de reconquista de su padre Manko Inka Yupanki, preparaba entonces un
gran alzamiento general para echar a los españoles del Perú.
C. de Albornoz, confirmando este patriótico anhelo de Titu Kusi Yupanki
y Thupa Amaro, dice que:

“Estos ingas siempre desearon bolver a recuperara estos reinos


por los medios posibles, y lo han intentado y, no hallando otro de
más comodidad que su religión y resucitar su predicación,
procuraron indios ladinos criados entre nosotros y los metieron
allá dentro con dádivas y promesas. E a estos los derramaron por
todas las provincias del Piru, con un modo de predicación
rogando y exortando a todos los que le eran fieles a su señor que
creyesen que las guacas bolvían ya sobre sí y llevaban de
vencida al Dios de los cristianos, que hiciezen el dever e que
sacasen a su señor natural de las montañas donde estaba
desterrado. Y trataban del mucho valor que Topa Amaro tenía e
de cómo los honraría, e que creyesen que las guacas estaba ya

1
Diego Rodríguez de Figueroa. 1910; 110. C. De Molina, dice: “Se sospecho” que este
movimiento anticristiano, había salido o “inventado por los hechiceros (por decir sacerdotes)”
que en Vilcabamba tenían los incas (1959; 98), donde según el agustino Calancha, había estado
la “Universidad de la Idolatría”
desenoxadas e cada día enviavan sus mensajes a su señor el inga”
(JSA. 1967. LVI-I; 35, 36).

Entre estas “guacas”,-según el visitador- estaban las más principales y


prestigiosas que habían sido enriquecidas por los incas. De la región quechua:
Chuquimoro, Chuquiguaraca, Apo Llamoca y Sutaya; del Cusco: Coricancha,
Guaynacuri, Nina Soyuma, topa Amaro, Manducalla y muchas más; del Collaop:
Titicaca; de Parinacochas: Sarasara y las principales de las demás provincias de la
que se tenían “noticias que las traían al Cusco” (JSA. 1967. LVI-I; 36) y el
notario apostólico Bartolomé Berrocal,2 que todas ellas sumaban un número de
“sesenta o setenta” guacas aproximadamente, reducidas-erradamente- por otros
testigos a las guacas: Titicaca y Tiaguanaco (L. Millones. 1971; 2/53, 2/129).
El mismo Albornoz, comentando la acción de estos misioneros o
dogmatizadores, refiere que tenían tanto prestigio que con solamente anunciarse
eran recibidos con un: “Género de bayle que intitularon taqui ongo” y tan
persuasivos, que con habilidad hacían apostatar a los que se habían hechos
cristianos predicando la guerra contra el “Dios” de los españoles y alentando la
esperanza de un triunfo próximo , aún en los pueblos que,-por haber sido
“sentidos” como los de Jauja y Andahuaylas- no podían tomar las armas contra
los enemigos. Añade el mencionado visitador, que si algunos resistían a sus
predicaciones, les daban una : “Confacción de maca”, que con “tocar la uña” o
“cualquier bebida”, los hacían “lo que ara baylar y dar con las cabezas por las
paredes” y que por este medio se hacían obedecer y practicar una: “Suma de
ceremonias en sus ritos antiguos” (JSA. 1967. LVI-I; 36; P.S. de Arriaga 1968:
207).
De la posible ideología y ritual de este nuevo movimiento antievangélico
y ritual de este nuevo movimiento antievangélico andino-Inka. Las noticias
fragmentarias que han llegado ante nosotros son de procedencia y tamiz clerical:
parciales; anecdóticas y detractadas por su mentalidad dogmática. El Chantre
Hernando arias, dice que era: “Una manera de idolatría que llaman taquiongo” (L.
2
Este funcionario episcopal, añade la siguientes “guacas” a la relación de C. de Albornoz:
Chimborazo (Quito), Tampu Toco (Pakareq Tampu), Tiawanako (Collao), Qaruarazu (Lucanas-
Chipao) y Caravilca (¿) entre otras “sesenta o setenta guacas” más (L. Millones. 1971; 2/53).
Millones. 1971; 1/1), otros testigos una. “Seta y apostasía” y Cristóbal de
Molina, simplemente una: “Yerronía... que hacían una manera de canto al cual
llaman Taqui ongoy” (1959; 98), nombre postizo, por su analogía con las
características externas del “Taky Onqoy”, la conocida “enfermedad del bayle”,
citada por J. Polo de Ondegardo y Guaman Poma.
Polo (1567) en el texto de la “Instrucción contra las ceremonias y ritos”
dice:

“En algunas partes les da una enfermedad del bayle que llaman
Taqui onco o Cara onco, para cuya cura llaman a los hechiceros o
van a ellos y hacen mil supersticiones, y hechicerías, donde
habían hoy idolatría, y confesarse con los hechiceros y otras
ceremonias diferentes” (RH.1906.I-II; 198).

Guaman Poma, además de estas dos enfermedades, cita las de “Puquio


oncoy y Chirapa oncoy” entre otras que el mes de setiembre, ceremonialmente se
echaba de los pueblos “en todo el reino” (253) y en otro lugar, que el “Taqui
oncoy” lo curaban los hechiceros que hablaban con los demonios (280). C. de
Molina, que esta ceremonia se hacía en el mes de agosto en el Cusco (1959; 44).
El Takiy Onqoy, era pues una enfermedad común y conocida por sus síntomas y
características (Voc. 1586).
J.B. lastres, piensa que el “Taquiy oncoy”, podría ser una enfermedad
piscógena o quizás como el tarantismo en Europa que se curaba con bailes
colectivos o producida según Gutiérrez Noriega por el abuso de la coca que causa
alteraciones sensoriales (1951; 158). Para P. Duviols, su equivalente europeo
podría ser: “La Danza de Saint-Guy” en Francia o el baile de San Vito, que se
presentaba también con trances y convulsiones, parecidas a los afectados por el
Takiy Onqoy o a los que habían bebido la “maca, que eran considerados como
posesos por las guacas al verlos temblar y revolcarse por un tiempo etc. (1977;
135) como lo atestiguan C. de Molina (1959; 101).
Si se confrontan este suceso episódico ocurrido durante la década de 1560,
con los antecedentes políticos militares de los incas, se constata que esta llamada
“nueva seta y aspostasía”-que supone la existencia de otras- fue hito más, en la
guerra prolongada de reconquista iniciada por Manko Inka Yupanki en mayo de
1536 contra los españoles y su religión , para recuperara el poder hegemónico
entre los pueblos del mundo andino. Que en los militares como se sabe, culminó
siglos después con la expulsión de los españoles en 1824 y en lo religioso fracasó
en las primeras décadas del siglo XVII, por la efectiva campaña ideológica
religioso e iconoclasta de los sacerdotes extirpadores de las idolatrías y creencias
andino-incas.

La reacción de la iglesia Inka, debió iniciarse-sino antes- paralelamente a


la guerra de reconquista militar del Perú emprendida por Manko Inka Yupanki. El
hecho que el Papa Inka, Vila Oma, asumiera personalmente al comando del
ejército imperial contra los españoles hijos del diablo (suapaypawawakuna),
explica que no solamente se trataba de una lucha entre dos ejércitos, sino también
de una lucha cósmica: entre el poder de las deidades andinas y el Dios de los
extranjeros. Así lo entendieron los españoles e incas. En Cajamarca el fraile
Valverde, dio gracias a Dios por la victoria alcanzada entre el macabro
espectáculo de muertos y heridos, y los incas creyeron entonces que el “sol” y sus
“Guacas” resentidos con ellos, los habían desamparado en esta tragedia y en los
sucesos posteriores.
Titu Kusi Yupanki, refiere que su padre el Inka, al despedirse de los
pobladores del valle de Tampu (junio de 1537), les reiteró que los españoles. No
eran hijos de “Viracochan” como se decían, sino hijos del “supay” (diablo,
demonio) y peores que ellos por sus “maldades” y les advirtió que no creyesen
en ellos porque eran mentirosos y les aconsejó diciéndoles, no:

“Adoréis a los que adoran,-son unos paños pintados, los cuales


dicen que es Viracochan-y que adoréis como guaca, el qual no es
sino paño; no lo hagáis sino lo que nosotros tenemos, eso tened,
porque como veis las Villcas hablan con nosotros,3 y al Sol y a la
3
La presunta existencia de este “diálogo” de los sacerdotes incas con las guacas,
referido por J. Acosta (1954; 172), Arriaga (1968; 207) y otros cronistas y documentos se
mantenían aún en 1659. M. Rostworowski de Diez Canseco, citado un viejo manuscrito del
villorrio de Acas, dice que el hechicero, para demostrar la superioridad de las guacas sobre la de
los españoles declaró:
Luna véemoslos por nuestros ojos, y lo que es esos dicen no lo
vemos. Bien creo que alguna vez por fuerza o con engaño os han
de hacer adorar lo que ellos adoran: quando más no pudiéresdes,
hacedlo delante dellos, y por otra parte no olvidéis nuestras
ceremonias.
Y si os dixieren que quebrantéis nuestras guacas y esto por fuerza,
mostradles lo que no pudiéres hacer menos, y lo demás
guardadlo, que en ello me dareis a mi mucho contento” (1916;
80).

Esta conseja y advertencia oficial, prueba que la guerra de reconquista


militar estuvo inseparablemente unida a los planes de reconquista religiosa para
restaurara la hegemonía de Tawantinsuyo . esta guerra tuvo así caracteres de una
Iliada, donde los combatientes peleaban apoyados por sus deidades tutelares para
alcanzar la victoria. Los incas, rogaban a su padre el Sol y los españoles
invocando a dios, arremetían a la voz ¡Santiago! A ellos. El triunfo o derrota de
los hombres eran a la vez el triunfo o derrota del poder de sus dioses.

En 1541 en el Cusco, se inicia desembozadamente la campaña ideológica e


iconoclasta contra las deidades incas. El Provisor Luis de Morales, refiere que
después de enterrar en “cierto lugar” la momia de Wayna Qhapaq- que la tenían
como “al Sol”- se: “Tiraron muchas piedras que las tenían por dioses de cosas
particulares, y la redonda del Cusco hizo derribar muchas guacas y relicarios y
tras casi momias...” (E. Lisson. 1943. I-3; 82; RACH. No. 2; 225) y se intensificó
después la predicación cristiana contra las creencias andino- Incas. P. Duviols,
con acierto y erudición, trata in extenso este lucha contra la religión oficial Inka y
los cultos regionales y locales (1977; cap. II). Al “Informe” del provisorio
Morales., siguió la “Instrucción de la 1545-1949” redacta da por el arzobispo
Loayza y los concilios limenses de 1551 y 1567, como respuestas a la importancia
y magnitud de la reacción anticristiana de la iglesia Inka y de los sacerdotes de
los cultos regionales, sobre cuyas modalidades de lucha no tenemos noticias

“Lo camaquenes de lo españoles que son los santos que están en las iglesias eran unos palos
pintados y dorados mudos que no hablan ni daban respuestas de lo que preguntaban quando
les hacían sacrificios ” (1983; 11).
directas, sino denostadas por la documentación española (P. Duviols. 1977, cap.
II).
La participación directa o indirecta del gobierno de Vilcabamba en esta
lucha, es indudable. El ultimátum del virrey marqués de Cañete en 1557 a este
reducto peruano para que salga el Inka; la búsqueda de las momias reales, el
ocultamiento de unas y el envío de otras a la ciudad de Lima, demuestran el
interés político y religioso del gobierno colonial a la reacción también política y
religiosa de los incas, guarecidos en el baluarte patriota de Vilcabamba (E.
Guillén Guillén. 19081. RHC. No. 13-14; 61-99; BL: 1983, No. 28; 29-41).
La década de 1560, por la agresividad Inka, fue así un año duro y crítico
para el gobierno colonial. Como se sabe por documentos coetáneos, Titu Kusi
Yupanki, que simultáneamente ejercía el cargo de Inka y pontífice del Sol en
Vilcabamba militar por una parte y por otra de reconquista militar por una parte y
por otra alentó la reconquista religiosa de la iglesia andino-Inka,-iniciada
anteriormente-como lo reseñan documentalmente P. Duviols (1977, cap. II) y N.
Wachtel (1976. IIa. Parte, cap. I.)
A la muerte o asesinato de Sayri Thupa a mediados de 1561, Titu Kusi
Yupanki arreció sus incursiones guerrilleras a los valles de Apurímac y
Urubamba contra los españoles y sus templos, 4 -no obstante las negociaciones
diplomáticas que sostenían con el Virrey conde de Nieva encargado por una
solución pacífica con los incas (E. Guillén Guillén. RHC. 1971 No 10; 48- 93).
En 1964, el gobernador Lope García de Castro, en respuestas a estas
incursiones e informando de los preparativos bélicos a gran escala que el Inka
organizaba en todo el Perú. Trató por todos los medios, dramáticamente y con
habilidad neutralizar los planes patriotas del Inka. En 1565, mientras organizaba
la guerra contra Vilcabamba, envió a Diego Rodríguez de Figueroa a la propia
tierra del Inka a negociar una paz honrosa. Titu Kusi Yupanki, entre la posible
invasión a su territorio o la paz, prefirió la segunda, por las especiales
4
D. Rodríguez de Figueroa, dice los preparativos bélicos del gobernador castro contra
Vilcabamba, fue por los guerrilleros del Inka en sus incursiones a la “tierra de paz” habían:
“Quemado algunas iglesias, rompido las imágenes y quebrado cruces ” y por que Titu Kusi
Yupanki, mandaba a su gente “adorara al sol” siendo cristiano (1910; 108; 109, J. De Matienzo.
1967, cap. XVIII).
circunstancias del momento. De esta manera, por la exitosa negociación
diplomática del gobernador Castro, que culminó con la entrevista de Chukichaka
del Inka con el oidor Juan de Matienzo (junio, 1565), el Inka deshizo la “Liga y
conjuración que tenía hechas con todos los caiques del reino” (J. de Matienzo.
1977; 302).
Aunque Castro culpó después al gobierno de Vilcabamba de instigar las
alteraciones en la lejana gobernación de Yaguar Sonqo y en varias provincias del
Collasuyo,5 al final consiguió disipar la grave crisis provocada por los incas,
accediendo sin regateos a la exigencias políticas y económicas de Titu Kusi
Yupanki en la Capitulación suscrita en el valle de Acobamba el 24 de agosto de
1566, que aparentemente aseguraba la “paz perpetua” entre y españoles (E.
Guillén Guillén. 1971 RHC. No. 10; 48-93).
Estos hechos y la violenta “desestructuración” de la sociedad Inka,-según
las investigación de N. Wachtel- causaron “profundos transtornos” en el mundo
andino, que puso en peligro la estabilidad del gobierno colonial en la referida
década de 1560 (1977. IIIa. Parte, cap. Referida década de 1560 (1977. IIIa.
Parte, cap. I)) y favorecieron los preparativos de Titu Kusi Yupanki para
organizar un gran alzamiento contra los es0pañoles en lo político como en lo
religioso. Según el gobernador Lope García de castro, el Inka-había enviado
emisario para provocar este alzamiento desde “Chile a Quito”6 y de C. de
Albornoz que “derramó” misioneros (kunaq) por todas las “provincias del pirú”
(JSA. 1967. LVI-I; 36) par que predicaran la guerra contra los españoles y su
religión. Se trataba así de un movimiento coherente político y religioso, que se

5
Cartas del gobernador Lope García de Castro al rey. Lima. 6.III, 1965, del 23.IX. 1565
y 10. VI. 1566 (JLPB. 1906. II; 58; 63, N. Wachtel. 1976; 277).
6

El gobernador Castro en su carta al rey de fecha 6.III.1565, le informa de los planes del
Inka para organizar un alzamiento general con la participación de gente de Chile, Tucumán,
Juries y Diaguitas y que tendrían conexión con los conspiradores del valle de jauja (JLPB. 1906.
II; 58).
Según esta carta la versión de C. de albornoz, el movimiento anticristianismo se inició
más o menos 10 años antes de 1570 e insinúan, que la intensificación de la lucha contra los
españoles, debió comenzar inmediatamente después de la salida de Sayri Thupa de Vilcabamba
en 1557 o después de su muerte en 1561. En ambos casos, la fecho de 1565 no guardaría ninguna
relación con la cuestionada cronología de P. Sarmiento de Gamboa, que señala el año 565 d. C.
para el gobierno de Manko Qhapaq (R. Pietschmann. 1964; 83-94).
proponía del Tawantinsuyo, perdido por sus luchas internas que habían provocado
el enojo de sus deidades tutelares y por la fuerza de los invasores extranjeros
apoyados por divinidades poderosas. Es decir, los objetivos de esta lucha eran
concretos. No habían en él promesas de una “edad futura” ni de un “mundo
mejor”, menos aún “vaguedad” en la realización de sus expectativas, que
caracterizan al milenarismo según E. J. Hobsbawm (1968; 83) y M.I. Pereira de
Quiroz (1969; 20).
De las versiones que se conocen, se colige que el tema central de los
llamados dogmatizadores andino-incas fue: alentar la guerra de reconquista
religiosa con el persuasivo argumento-según Albornoz- que las “guacas” ya
“estaban desenoxadas” con los incas (JSA. 1967, LVI-I; 369 y no “resucitadas”
conforme otros testimonios, y que habían llegado el tiempo del desquite o de la
revancha (punchao kutichikuq o ayninkuq) para luchar contra el “Dios” de los
españoles, que había terminado su turno (mita) y que estaba por ser vencido, que
pronto terminaría derrotado (atisqa) y que entonces, las “guacas” andino-incas
reconquistaría el poder y prestigio que antes habían tenido. En esta lucha cósmica
las deidades del olimpo andino representaban el bien contra el demonio encarnado
en los españoles “supayparuna”, mientras, que los enemigos creían luchar los
demonios incas (I. Silverblatt. Allpanchis. 1982. No. 19; 42-43). confirma esta
cosmovisión la cita de N. Wachtel, del siguiente texto del Chilam Balam de
Chumayel:
“solamente por el tiempo loco, por los sacerdotes, que fue
entre nosotros la tristeza, que entró en nosotros el
Cristianismo. Por que los muy cristianos llegaron aquí
con el verdadero Dios; pero ese fue el principio de la
miseria nuestra, el principio del tributo, el principio de la
limosna, la causa de la miseria de donde salió la discordia
oculta, el principio de las peleas con armas de fue, el
principio de la esclavitud por las deudas ,. El principio de
la continuidad reyerta, el principio del padecimiento”
(1973; 76)

Este lamento, concuerda con los términos y sentido de la predicación que


C. de Molina atribuye a los dogmatizadores de las guacas, cuando dice que:
“daban voces invocando la huaca”, con la “piedra en la mano decían al pueblo;
¿Veis aquí amparo y veis aquí al que os hizo, y da salud e hijos y Chacras?
ponedle en su lugar, donde estuvo en tiempo del Inca” (1959; 101), expresando
de este modo de cómo la maldad había llegado al Perú con los invasores y
destruído el bienestar de la sociedad lograda por el Waqchakuyaq Inka. Por
testimonios recogidos por m. Rostoworowski de Diez Canseco, se constata que
aún en 1656, -casi un siglo después- se mantenía la opinión que las “guacas de
los españoles no daban comida” y que éstas eran “incapaces de proporcionar lo
que pedían ” y que en cambio sus guacas tutelares: “les brindaban alimentos,
Tierra y salud” (1983; 11).
En un testimonio (quechua) recogido por Juan Szeminski y Juan Ansio
(Dioses y hombres de Huamanga), en 1981, en la provincia de Víctor Fajardo, que
limita con la de Lucanas. A la pregunta ¿No podrá ser del señor Wamani, su otro
nombre Jesucrito?, respondió el testigo: “El que se llama Jesucristo es venido de
otro sitio, fue traido” por los mistis, si será cierto que es Dios. Aquí en la iglesia
lo adoramos pero nunca nos ayuda, o no sabremos conversarle; pero el señor
Wamani, a cualquier ora nos escucha, es más viviente, más rico y
forzudo...cuando y por que él quiere es que nuestros animalitos, chacritas
producen. Si se enoja también nos castiga (Allpanchis. 1982; No. 19 187-233).
El clérigo Luis de Olivera, desde su perspectiva europea, dogmática y
prejuiciosa, supuso que la “seta y apostasía” que había denunciado se funda en la
creencia que:
“Todas las guacas del reyno quantas avían quemado los cristianos
e destruído avían resucitado y estaban repartidas en dos partes
las una con las guacas Pachacama y las otras con la guaca
Titicaca que eran las dos principales del reino e que estas se veían
juntado para dar batalla a Dios Nuestro Señor al que trayan ya
de vencida y que españoles desta tierra se acabarían presto porque
las guacas les ordenarían enfermedades a todos para matarlos a
todos los cuales estaban enojados con los yndios por que se
avían buelto cristianos q e que si querían los yndios que no les
viniesen enfermedades ni muertes sino toda salud y aumento de
bienes que rregasen del cristianismo nuestro ni comiesen ni se
vistiesen cosas de castlla creyendo que Dios hera poderoso para
aver fecho a Castilla a los españoles e a los mantenimientos que
en Castilla se crían para que las guacas avían sydo poderosas
para aver fecho esta tierra e a los yndios e a los mantenimientos e
a las cossas que en ella se criavan e quel marqués Pizarro quanto
dentró en Caxamalca e venció a los yndios subjetó este rreyno
auían sido por que Dios entonces avían vencido las guacas e pero
que agora todas avían resucitado dalle batalla y vencelle e que
las dichas guacas ya no se encorporaban empiedras ni árboles ni
en fuentes como en tiempo del ynga sino que se metían en los
cuerpos de los yndios y los hacían hablar e de allí tomaron a
temblar diciendo que tenían las guacas en el cuerpo ya muchos
dellos los tomavan y pintaban los rostros con color colorado y
los ponían en unos cercados y allí yuan que dezía que se le auían
metido en el cuerpo y les sacrificauan carneros rropa plata maiz
e otras muchas cosas- los cuales predicaban grandes
abominaciones contra dios Nuestro Señor e contra Nuestra
religión cristiana que por su prolijidad no se escribe..”(Millones
1971: 1/17)

El padre Jerónimo martín, interprete del visitador C. de Albornoz, testigo


presencial de las persecuciones ideológicas religiosos en las provincias de
“Guamanga”, también con su prisma ortodoxo, atribuye a los predicadores de la
“seta” que en sus sermones decían que:
“No creyesen en Dios ny en sus mandamientos ni adorasen en las
cruces ni imágenes ny entrasen en las iglesias ni se confesasen
con los clérigos sino con ellos e que ayuntasen ciertos ayunos
en sus formas e gentilidades que tenyan de costumbre en tiempo
de los yngas ny comiesen sal agi ny mayz ny tinyendo copula
con sus mugeres sino bebiendo una bebida a ellos y le
sofreciesen carneros y otras cosas y que ellos venían a predicar
en nombre de las guacas Titicaca Tiaguanaco y otras guacas
principales desde Reyno que auían en tiempo de los yngas y que a
estas guacas llevan de bencida al Dios de los Cristianos yq ue
faltaba y apoco para vencerlo y otras muchas cosasa y que
adoraban las dichas guacas y baziendo las cerimonyas que los
dichos inventores y maestros de las dichas guacas les decian que
hiziesen les yrian bien en todos sus negocios y tenyan salud
ellos e sus hijos y sus sementseras se darían bien y sino adoraban
las dichas y gucas y hazían las dichas ceremonias y sacrificios
que les predicauan se morirían y andarían las cabezas por el
suelo y los pies arriba y otros se tornarían guanacos venados y
uicuñas y otros anymales y se despeñarían desatinados y que las
dichas guacas harían otro nuevo mundo y otras gentes y que esto
verían ellos como subcedían asi volviendo a las dichas guacas
Tiaguanaco Titicaca y a las demás que los auían enviado cuyos
mensajeros bellos heran y los dichos predicadores aduladores y
maestros dezían las cosas dichas e otras muchas a los dichos
yndios con gran calor de suerte que los oyan les daban crédito
y tenyan por cierto que les decían verdad en todo lo que les
predicaban sobre la dicha seta..” (Millones 1971; 2/109)

C. de Molina , que debió conocer los originales de la “Visita” de


Albornoz,- ahora perdida7- y tratar con varios de los acusados, con algunas
variantes dice que estos predicadores, por “inventiva” del demonio hacían creer:
“Que todas las guacas del reino, quantas auían los cristianos
derrocado y quemando, auían resucitando y de ellos se auían
hecho dos partes: los unos se auían hechos dos partes: los unos
se auían juntado con la guaca Pachacama y los otros con la
guaca titicay y que todas andauan por el ayre bordeando al dart
batalla adios y uencelles y que ya trayan de uencida y que
quando el marqués entró en esta tierra auía dios vencido a las
guacas y a los españoles a los yndios empero que agora dauan la
buelta El mundo y que dios y los españoles quedarían vencidos
desta ues los españoles muertos y las ciudades dellos anegados y
que la mar auían de crecer y los auían de aogar porque Dellos no
huuiese memoria en esta aportación creyeron que dios nuestro
señor auían hecho a los españoles y a castilla y a los animales y
mantenimientos de Castilla empero que las guacas auían hecho
a los yndios y a esta tierra y a los mantenimientos que de antes
tenían los yndios y así quitauan a nuestro señor su
omnipotencia...las guacas ...auían sembrado muchas chacras de
gusanos para Plantarlos En los corazones de los españoles y
ganados de castilla y los cauallos y también en los corazones de
los yndios que permanecen en el cristianismo...que ya boluían El
tiempo del ynga y que las guacas...se incorporaban ya En los
yndios lo hacían ya hablar .. y así fue que los yndios y lo hacían
ya hablar..y así fue que obo muchos que temblavan y se
rebolcauan por el suelo y otros tirauan de pedradas como
endemoniado haciendo viajes y luego reposauan y llegando a él
con temor y le decían que auían y sentía y respondía que la guaca
ffulana se le auían metido en el cuerpo..s entró en esta tierra auían
(Texto confrontado con el manuscrito fs. 32v.- 34. 1959; 99-100)

7
P. Divuols, con su reconocida diligencia, de clara que no pudo hallar en el Cusco lo originales
de esta “Visita” en el archivo Arzobispal del Cusco. Nosotros también lo buscamos, pero con
igual mala fortuna. Pero confiamos que algún otro estudioso lo hallará en alguna oportunidad y
es posible que su contenido repleante el trabajo sobre este documento.
Ahora bien ¿Qué confiabilidad científica merece este género de
testimonios locales, incompletos, anecdóticos, prejuicios y contradictorios 8 para
un estudio e interpretación de este episódico suceso religioso, sin conocer la
versión e ideología de sus protagonistas? La respuesta es difícil y prematura, con
el riesgo de caer en la especulación de frases sueltas o términos sin la seguridad
de su correcta etimología y significación hecha por los intérpretes ortodoxos. M.
Rostoworowski de Diez Canseco, advirtiendo este peligro señala el: “abismo entre
el pensamiento andino y la fe impuesta por los españoles” y de cómo para
explicar “los principios fundamentales del cristianismo”, adaptaron m palabras,
transformaron ideas y términos acabando por: “Deformar la cosmovisión andina”
(1983; 12).
Luis Millones que publicó estos documentos con cautela plausible, fue 4el
primero en reconocer, las incógnitas que se desprendían de su lectura y las dudas
sobre la correcta significación del vocablo “Taki ongpoy” y “Ayras” (¿) (1973;
90). Sin embargo , pese a estas limitaciones el tema ha cautivado el interés de
antropólogos y etnohistoriadores y, al ensayo de L. Millones han seguido las
“Observaciones” de T. Zuidema (RHC. 1965. No. 1, 136) y después, los eruditos
trabajos de P. Duviols insinuando el meseánismo de este movimiento
“antievangélico” (1977; 8- 133) y de n. Wachtel, que lo define como un
“Movimiento milenarista y meseánico”, porque trascendió a un simple complot
político: “Nace de las creencias profundas vivas entonces entre las masas
indígenas” y con propia “autonomía” que el gobierno de Vilcabamba trató de
aprovechar para sus objetivos bélicos de reconquista (1976; 277; 284; 285).
Posteriormente en varios artículos sugestivos Juan M. Ossio, 9 Marco Curatola10 y
8
Una de estas contradicciones se refiere a la mortalidad o inmortalidad de las guacas
andino-incas. Mientras, que C. de Albornoz, autorizadamente dice que las guacas se habían
“desexonado” con los incas (JSA. 1967. LVI-I; 36), los testigos L. De Olivera. J. Martín y C. de
Molina, atribuyen a los kunaq o predicadores anticristianos la frase que las “guacas habían
resucitado” para luchar contra el Dios de los españoles, contrariando la inmortalidad de las
deidades, más todavía cuando se refieren en otros pasajes que las guacas solamente habían sido
vencidas (atsiqa) por Pizarro en Cajamarca.
9
J.M. Ossio. 1973; XI-XLV; 153-213, RUC. No. 2 1977; 43-58; Allpanchis. 1977, vol. X:
105-113.
10
M. Curatola. Allpanchis 1977: 65-92. lamentamos no conocer su trabajo que estimamos valioso
sobre la: “introduziones allo studio di un culto de cristi: il Taqui Ongo”, su tesisi doctoral aún
inédita. RSP. No. 12. 1977; 55-63.
últimamente Steve Stern11 entre otros. Aunque han sumado nuevos argumentos a
la tesis milenarista del mundo andino- inclusive llevando la información de las
fuentes hasta los límites extremos de su interpretación – han dejado en pie dudas
sobre la concepción milenarista de los testimonios de F. Guaman Poma (1615),
de Fray B. Salinas (1630) y del lienzo de ayacucho (1730?9, más todavía del
fantasmagórico manuscrito anónimo usado por Fernando de Montesinos (16449,
los cuales trataron de adecuar y conciliar dogmáticamente la incierta periocidad
de las cuatro generaciones o edades y la supuesta secuencia de reyes imaginarias,
con la cronología judeocristiana, partiendo de la creación del mundo y del diluvio
universal.
Por ejemplo, Guaman Poma excluyendo de los cuatro edades el tiempo
correspondiente de los “sacharuna. Uchuc ullco” que vieron en nuestro
continente, inicia su cómputo cronológico, después del diluvio universal con la
llegada de los primeros hombres blancos descendientes de Noe (Wari wiraqocha
runa) a la América, diciendo que estos mataron a los habitantes aborígenes y
conquistaron la tierra (1936; 50) hasta la edad de los “Auca runa” (1800 a.C.-300
d.C) haciendo un total desde la primera edad: 5.300 años). Suma después dos
edades para los incas, la quinta : “Inca runa” y la sexta: “Pachacuti runa” (guerra
civil entre Atao Wallpa y Wascar Inka) y cuatro edades restantes, para la
presencia de los españoles en el Perú. La séptima: “Cristiano runa” (invasión
hispana), la octava: “Cristiano pachapi auca tucuscan rrey ninchicmanta..” (la
guerra civil entre españoles ), la novena: “Allintaclla cristiano emperador justicia
alliscan capac apo Sr. Rey..” (Afianzamiento del poder real, al reinado de Felipe
III: 1598..) y décima: “Cristiano cayninchic” (Cristianización del Perú) (1636;
911). De este modo el cronista cristianizado creyó conciliar el relato
etnohistórico de edades pretéritas con las de su tiempo adoptando
dogmáticamente la cronología bíblica, incluyendo en este cómputo a más de 40
presuntos soberanos yaro Willka, con un solo Pachakuti en su lista (Apo
Pachakuti Kuntur Chawa) hasta el advenimiento de los incas en cuya
computación termina por perder la cuenta (J.C. Tello. 1939; 31).

11
S. Stern. Allpanchis. No. 19, 1982; 49-77.
Las cuatro edades, es también presentada por cuatro parejas míticas. Seún
B. Salinas, el capitán Wari Wiraqocha runa, casado con: “Huarmi” y Wari runa,
con: “Pucullo”, el lienzo de Ayacucho (anterior al de copacabana) completando
esta enumeración, que el capitán Wari Wiraqocha rura, casó con “mama
Huarmi”, Wari runa con. “Mama Pucullo”, Purun runa con: “Mama Panchiri
Sisac” y Auca runa con: “Mama Sisac”.
Curiosamente el relato de Guaman Poma y los citados, - en relación al
origen de los incas- están asociados directamente con el mito de Mama Wako, la
mujer hechicera madre de Manko Qhapaq, que por su estratagema y
posteriormente matrimonio con su hijo, dio comienzo al gobierno de los incas.
Mito este, que contrarían diametralmente la versión oficial Inka de la cuatro
parejas “producidas” en Tampu Toqo, declaradas a los cronistas: Pedro Cieza de
León (1550), Juan Batanzos (1555) y Pedro Sarmiento de Gamboa (1572).
En cuanto al manuscrito anónimo adobado por Montesinos, con su
artificiosa relación de reyes y ocho pachacutis antes de los incas, que
promediaban “cinco soles” y “4,00” años desde la creación del mundo y el
diluvio universal (188; 91), carece de inexorable asidero histórico, como la
ingeniosa inventiva del “Pachakuti IX” del ilustre J. Imbilloni (1946), que de
remate añade a Pachakuti Inka Yupanki (el noveno soberano de la lista y con
distinta ubicación en otras crónicas) al que expresamente Montesinos lo excluyó
de su lista, para deducir un presunto milenarismo andino. Igualmente el solitario
e incidental dato de Murúa (1612) sobre los “cuatro soles” desde la creación del
mundo al gobierno de Thupa Inka y el “quinto sol” que debía terminar en 1554
(1962, I, 69) magnifican nuestras dudas, más todavía cuando no hay certidumbre
de las distintas maneras que debieron tener las culturas antiguas y en sus
diversas etapas históricas, para computar los tiempos sin contar las reformas
que hicieran sus gobernantes, como el caso Inka de Pachakuti a medidos del siglo
XV.
El argumento, que el “milenarismo andino”, está asociado al vocablo
Pachakuti, es también cuestionable, por la evidencia confusión entre el vocablo
Pachakuti con el compuesto Pacha y Kuti o el participio Kutiq. Confusión
comprensible como lo hubo entre los términos Tokrikuq y Tukuy rikuq,-ahora
aclarado.
El vocablo Pachakuti, etimológicamente tiene las acepciones de “Gran
destrucción, pestilencia, ruina, pérdida o daño común (Voc. 1608; 2709” o de
“Tiempo de guerra” (Voc. 1812; 142), que cristianizado pasó- por extensión- a
significar también: “fin del mundo” (Pacha cuti pacha ticra. Voc. 1586; 167; Voc.
1608; 270), “Fin del mundo por fuego” (Nina Pachacuti. Voc. 1608; 270), “Juicio
final” (Voc. 1612; 142) y “Fin del mundo por diluvio” (Lloqlla o una Pachacuti.
Voc. 1608; 270, 489).
Sin descartar estas acepciones, el cronista collagua Juan Santa Cruz
Pachakuti es nombre propio y que Inka yupanki lo adoptó en homenaje al kuraka-
de este nombre- que había muerto a su hermano y rival Inka urcon (1968; 2979.
Guaman Poma, además de darle la acepción de “guerra”, concordando con B.
Salinas, refiere que: Inka Yupanki tomó el nombre de “Pachacuti”, por la
hambruna y pestilencia que hubo durante su gobierno.
Para los demás cronistas, el vocablo Pachakuti, -al parecer- es interpretado
como compuestos por las palabras “pacha” y “cuti”, según se desprende de sus
propios testimonios . entiendo de manera general, que este nombre se dio a Inka
yupanki, por las grandes reformas que hizo su gobierno para organizar el
Tawantinsuyo el nuevo Imperio andino, incluso reestructura el calendario de su
tiempo.
Betanzos, dice que: “pachucac” (pachakuti9, significa: “vuelta del tiempo2
(1968; 529, los Quipocamayocs (1543?) : “Movimiento del tiempo” (1920; 199;
sarmiento de Gamboa: “Vuelta de la tierra” (1965; 235); Cabello Valboa (1586):
“Vuelta al mundo”por haber el Inka yupanki, cambiando en la tierra la manera
de vivir de los pueblos; Acosta (15909 por haber reformado el calendario:
“reformador del tiempo” (Lib. VI, cap. III; 184). Garcilaso de la Vega, aclarando
la razón de este nombre, dice que : “pachacutec” es nombre propio de Inka
Yupanki y que el : “segundo pachacutec”, se llamó por haber sido el:
“Reformador del primer reformados” y que al virrey Toledo, le llamaron también
“Pachacutec” por que: “Troco, mudó y revocó muchas leyes y estatutos de los
que este inca estableció” (1963. lib. VI, cap. XXXV; 240; cap. XXVI; 242) y
Cobo (1653)- que compendia informaciones anteriores. Que: “Pachacutic”, se
llamó de este modo porque: “No se le pasó cosa por alto en que no pusiese todo
buen orden y concierto” y añade que significa. “Vuelta del tiempo o del mundo”
(1964. Lib. XII, cap. XII, 78).
Estas referencias entre otras, disipan el artificioso milenio de los
pachacutis del tardío Montesinos , que según afirma tomó sus datos de un
manuscrito anónimo e incierto. Asimismo, insinúan la necesidad de verificar con
otras fuentes confiables de la existencia de una concepción cíclica del Mundo
andino hecha sin distingos prudentes y diacrónismos; para no caer en la riesgosa
generalización geográfica y para escapar ciertamente de la concepción tipológica
europocéntrica del término “milenarismo”.
Ahora bien, en cuanto a las etimologías de las palabras: “Pacha” y “Cuti” o
“Cutini”, los vocabularios autorizados de 1560, 1586 y 1608- para evitar el
estrujamiento de estos términos y del vocablo Pachakuti- consigan las siguientes
acepciones :
Pacha, significa para nuestro caso: “Tiempo, suelo y lugar”, al que
después le dieron por extensión el significado de: “Mundo orbe” (Cayhinantin
mayu pacha. 1608; 679), de cuta esfericidad los incas al parecer no tenían
noticias. Al astrólogo de los movimientos de la tierra, le llamaron: “Pachac
onanchac. 1560; 333” y al movimiento de la tierra, le llamaron de la tierra o del
mundo: “Ticci mayo pacha. 1586; 119” etc.
“Cuti o mitta”, en los vocabularios citados significa: “vez” y “cutini:
volver allá el que vino” (01608; 579 “Cuti cara, tuscu cara: maíz nacido al revés
boca abajo el grano” (1608; 57) y cristianizado: “cutirini, cutiricuni, convertirse a
Dios” (1608, 58).
Como se constata de estas someras referencias etimológicas con sus
adecuaciones al castellano, aún cuando ambas palabras estuvieran unidas,
formando un solo vocablo, resulta difícil inferir su posible acepción de milenio en
la Cosmovisión Inka, menos todavía extenderlo al mundo andino.
Aunque los trabajos eruditos de los investigadores citados, son
contribuciones importantes para aproximarnos tentativamente a la ideología y
cosmovisión del complejo poliétnico y cultural de los andinos-Inka. Sin embargo
hay que reconocer las grandes dificultades que ofrece el conocimiento
antropológico y etnohistórico, del movimiento ideológico religioso-episódico- de
la década de 1560, sin considerar los que le procedieron y los que siguieron
después en el siglo XVII.
Pensamos, que quizás se lograría mayores avances en este tema, si los
estudios partieran desde la perspectiva andina. De la búsqueda directa de
sus“valores y creencias” propias y singulares, como lo es están haciendo J.V.
Murra y M. Rostworowski de Diez Canseco principalmente, en otro género de
investigaciones andinas, sin la preocupación de hallar analogías o respuestas a
esta realidad, en arquetipos modelos del mundo occidental de distinta génesis y
cosmovisión, para no dialogar y creer entenderse por señas como el erudito
griego con el romano.

2°La represión de la campaña anticristiana en las parcialidades de Hatun


Rukana y Laramati, en 1569.
Mientras el gobierno de castro- como está dicho- lograba en 1566
neutralizar los planes bélicos en Titu Kusi Yupanki en la Capitulación de
Acobamba. El Cabildo eclesiástico del Cusco, alarmado por la denuncia del
vicario de Parinacochas el clérigo Luis de Olivera sobre la existencia de una
“yerronía e idolatría” que se extendía probablemente desde la ciudad de
Chuquisaca a la de Lima.-principal enclave europeo en el Perú. El cabildo
cusqueño de inmediato.- por estar la sede episcopal vacante, nombró al clérigo
Cristóbal de Albornoz, para que con habilidad y persuasión reprimiese a los
dirigentes y corifeos de esta “nueva seta y apostasía” en las provincias del Cusco,
Arequipa y Huamanga, naturalmente en el discreto apoyo militar del gobierno
español (Millones. 1971; 3/ 29) .
Albornoz y su interprete del padre Jerónimo Martín, iniciaron la visita de
Huamanga y sus provincias en 1569 (JSA. 196. LVI-I; 35), entre ésta las de
Soras, Rukana Antamarka, Hatun Rukana y Laramati. Refgiere los testigos que
durante esta campaña contra la ideología religiosa andino-Inka, se destruyeron
más de “veinte y mil guacas” y se castigaron a más de “ocho mil” personas de
esta “seta y apostasía” (millones 1971; 2/20m 2/54) y que los predicadores de las
guacas, para vindicar su prestigio y culto, habían: “Tomado un género de bayle
que intitularon taqui ongo, por otro nombre ayra”12(Albornoz, JSA. 1967. LVI-I;
36).
Según el texto compendioso de esta visita y la declaración de los testigos
C. de albornoz, luego de refutar el error ideológico religioso de los predicadores
o kunaq, mandaba quemar las “guacas” haciéndolas cargar por sus propios
“sacerdotes, ministros y hechiceros” (Millones. 1971; 1/22) y que en lugar de
matarlos para no consagrarlos con un martirologio, utilizó como arma terrible.
Su escanio público para demostrar la falsedad de sus creencias y la impotencia de
sus deidades. Relatan los testigos, que a los presuntos hechiceros o hechiceras,
después de hacerlos caminar encorazados (puestos en la cabeza un cucurucho de
papel pintado) y emplumados, eran trasquilados ya azotados con 50 latigazos y
daba otros castigos a sus cómplices y seguidores.
Entre estas penas, figuran: los destierros a Huamanga y al Cusco, el pago
de cierta cantidad de dinero, los trabajos forzados para la construcción de las
iglesias locales y a servicios personales a los curas doctrineros etc.
Según el padre Pedro Barriga, testigo de estas persecuciones. Uno de los
principales dogmatizadores fue un tal Juan Chono o Choqne, 13 que sostenía: “El
traya consigo” una deidad que “ellos no veían” “Millones. 1971; 3/ 28” y que

12
El “ayra” se bailaba en el pueblo de Aucará y sus comarcas, en el mes de abril, para celebrar
la cosecha del maíz. Ayrihua, es el nombre del mes de abril según el vocabulario de 1608 y
Guaman Poma (1936; 1046) y otros cronistas.
Según el padre. PJ. de Arriaga las “siete cabrillas” llamadas “Onccoy Mitta”, la
adoraban para que no se: “les sequen el maiz. Su fiesta se celebra cerca o el mismo día de la
gran ceremonia del Hábeas. La otra fiesta Ayrihuamita, la hacían en la cosecha del maiz y
entonces bailaban el: “baile de Ayrihua”” (1968; 213, 223).
13

Los testigos no alcanzaron a sorprender la fonética del nombre de este Kunaq, chono podía ser
nombre propio, pero si fuera “Chocna” o “Chocne” como lo descifra L. Millones, podía ser
apodo y no su nombre correcto, una especie de alis, para desprestigiarlo según el vocabulario de
1608 “Chhocni” significa “lagaña o lagañoso” (116) o tal vez Choqni, nombre común en la
localidad.
apresado en localidad de Laramati, fue conducido preso a la ciudad del Cusco. Por
referencias incidentales, se tiene noticias de otros predicadores, pero sin sus
nombres. Por ejemplo, el testigo Pedro de Contreras, dice que vio a dos mujeres
arrepentidas nombrarse: “Santa María y Santa María Magdalena ” (Millones.
1971; 2/46); Diego de Romaní a ciertas mujeres llamadas: “Santa María y Santa
María Magdalena ” (Millones. 1971; 2/62), Juan de Mañueco que el kuraka de su
encomienda apresó a “dos hombres” y los envió a huamanga (Millones. 1971;
2/68) y C. de Molina, más explícitamente que en las parcialidades de “Soras,
Apcara y Lucanas”, se hallaron “gran suma de dogmatizadores y maestros del
taquiongo” y que los más principales fueron :”Dos hombre y una mujer” sin
referirse maliciosamente a sus nombres, para que no quedaran como los héroes
religiosos de estas localidades (Millones. 1971; 1/22).
A pesar de la cautela de los testigos en omitir el nombre de los más
destacados kunaq de este movimiento anticristiano, sin embargo, de la relación
de los kuraka y señores principales castigados en cada parcialidad y pueblos, se
puede identificar a los héroes locales, que soportaron con dignidad y leales a su
ideología, el escanio, el destierro y otras penas, para defender sus creencias
religiosas de la represión ideológica e iconoclasta de los severos y ortodoxos
visitadores españoles.
Pero esta esporádica persecución religiosa de 1569, no puso término a las
ancestrales creencias de estas parcialidades. Se sabe por Guaman Poma, que años
después recorrió los pueblos de esta jurisdicción , que a despecho del celo de los
curas doctrineros, sus habitantes aunque cristianizados seguían severamente a sus
guacas y penates familiares, en sincretismo que dura hasta nuestros días.
En los años posteriores, con el final trágico del primer intento de
reconquista del Perú Inka, destruido el reducto de Vilcabamba y decapitado el
último de nuestros soberanos, Thupa Amaro en 1572. el Perú perdió su soberanía
y fue desecha su dirigencia por el virrey Toledo, hasta que después de varios
intentos de reconquista, consiguió su libertad en 1824 echando a los españoles de
la tierra. Pero en lo religioso, la lucha continuó silenciosa y dramáticamente hasta
las primeras décadas del siglo XVII en las que al parecer terminó la resistencia
organizada de la iglesia andina contra la legión de extirpadores de las idolatrías y
cambiando de estrategia, adoptó conciliadoramente por un sincretismo cósmico
andino-cristiano que perdura con mayor o menor influencia en pleno siglo XX.14
La historia de esta guerra ideológica religiosa, está descrita con erudición
y con acertados análisis, principalmente por P. Duviols en su autorizado libro: “La
destrucción de las religiones andina (durante la conquista y la colonia)” (19779.
Transcribimos a continuación , una reseña ilustrativa del nombre de las
personas que fueron castigadas por visitador Cristóbal de Albornoz en los
pueblos de las parcialidades de Laramati , Hatun Rukana , Hanan Rukana y Hurin
Rukana , que figuran en el extracto de 1584, tomado directamente de los
originales de la visita a estas parcialidades en el citado año de 1569.
Según este documento, las penas más severas y afrentosas se impusieron
a los kunaq o predicadores de las guacas, acusándolos con el estigma de
“hechiceros o hechiceras” , después a los kuraka y a las personas que habían
apostado del cristianismo. En un próximo artículo, juntamente con la
“Descripción...del repartimiento de Rukana Antamarka, aportaremos más datos
sobre la represión ideológica religiosa en los pueblos de esta parcialidad y en la de
Hatun Soras y Hurin Soras.

a. “Provincias de Laramati”: relación de personas castigadas.


1. Predicadores, acusados de presuntos hechiceros y hechiceras: a servir
“perpetuamente” en las iglesias del repartimiento..
Diego Yaure Pedro Guaman Harpi Beatriz guacra ticlla
Francisco Yaure Pedro Angas Vilca más 9 personas.
2. Por apóstatas del cristianismo: a destierro de la localidad a los monasterios
e iglesias de la ciudad de Huamanga.
Pueblo de “caroancho”: Alonso Guaman Vicho, Diego Asto Ananpala,
Diego Aucavincho y tres personas más.
14
En 1976, en la segunda expedición que hicimos para identificar la ciudad de Vilcabamba entre
junio y julio de este año, pudimos observar con sorpresa, una gran imagen del sol hecha de
cartón y platinas en el altar mayor de la iglesia colonial del pueblo de Vilcabamba. Los
pobladores nos dijeron que habían celebrado allí, la fiesta del Intiraymi, de la misma manera
que dentro de la iglesia del pueblo vencido de Lucma.
Pueblos de “Guacguas”: Los kuraka don Antonio caso, don Cristóbal
Paucar Guacho y don Juan Caroancho, Pedro tomayco y agustín Guacra y
12 personas más entre hombre y mujeres.
Provincia de Laramati: Leonor Vilca Chumpi, María Guacama, Pedro
Guaoya y 14 personas, cuyos nombre figuran en el original de la “Visita”.
Pueblo de “Allauca” (Llauta): Pedro Curo y 3 personas.
3. Kuraka y señores principales acusados de “cómplices” de la “seta”:
penados a perder sus “mancebas”.
Don Cristóbal Paucar Cucho(kuraka de Laramati): 14, Francisco
Enesal: 2, don Hernando Quea Condor: 8 , Juan Carua suri 3, don
Diego Guayo Paucar: 5, don Pedro caroa: 5, don Diego Parca: 7, don
Cristóbal Taquia: 4, don Crstóbal Callo: 7, Alonso Guaman: 2,
Francisco Curilla: 3, don Pedro Pomataya: 8, don Antonio Caso: 2 y a
don García Villacallapa: 1 manceba.
4. “Guacas” e “ídolos” destruidos y quemados, durante la “Visita”
Laramati: 10 guacas llamadas Llamoca y Paucani, más 8 cuyos nombres
figuraban en el original de la “VISITA”.
Guacguas: 15 ídolos y guacas, donde “mochaban” (veneraban) los
kurakas don Cristóbal Paucar Cucho, don Joan Caroancho y Antonio
Caso.
Caroancho: 8 ídolos y guacas, mochaderos o adoratorios de don
Cristóbal Callo Pasa y don Pedro Curaca.
Cacha (Ocaña): 17 guacas las que “adoraban” Francisco SS (sic) Poma
Guaman y Diego Pallalos.
Sonconchi: 4 guacas del kuaraka don Francisco Condor , (quemadas).
Uruysa: 7 guacas, también quemadas del kuraka don Diego Goauya
Paucar.

b.- Parcialidad de Hatun Rukana: relación de personas castigadas.


1. Por seguidores de la “seta y apostasía” (hombres y mujeres, muchachos y
muchachas): a la pena de destierra del repartimiento por el término de
“seis años”, algunos de ellos de manera específica.
-Desterrados y entregados a los sacerdotes para su catequización:
Joan Guaoya Gualca Gonzalo Guaman
Francisco Asco Pedro Cuntur.
-Desterrados por seis años del repartimiento: muchachos y muchachas:
Cristóbal Callapa Yauri Alonso Una
Martín Vilcaparirucana Isabel Guaylla
Isabel Choma María Quipima.
Luisa Macuy Francisco Ñusta
Leonor Guaynay. Juana Quispillaoi
Francisco Chuqui Vilca
-Castigados entre las personas sujetas a don Alonso Angasi:
Don Juan Calúhuillo Pedro Alonso Curi Pisara
Isabel Curi Huarmi Don Juan Callapa
Francisco Yayca Juana Curi Huarmi
Alfonso Runa Inés Tintacaras
Inés Guanay Alfonso Pariona
Juana Quipillico Isabel Guanay
Cristóbal Pullca Guaman Catalina Chumpi Halay
Juana Asto Guailla Juan Caquia Gualmi
Juana Astoma Catalina Caraos Toma.
Cristóbal Hacha María Mollolauca
Francisco Asto Rauca Isabel Chumpi Monay.

-Castigados entre las personas a don Alonso Guaman:


Alonso Yauli Mila Pedro Amasi
Leonor Caya Juan Guaman Yamque
Juan Caquia Guarme Ana Casyama
Alonso Asto Juan Hochama
Constanza Caroama Juan Yongari
Luisa Umina Juana Pacuay
Diego Caraguana Isabel Chumbi Monay.

-Castigados entre las personas sujetas a Alonso Pisarecopa:


Juan Guaman María Acoma
Isabel Acoma Pedro Copay
Juana Colcay Isabel Oquima
Francisco Guaman Isabel Chacra
Juana Asto Monay Juan Colcay
Juana Chumpi María Chumpima
Isabel Guayllarauca Isabel Yara
Ana Ñusta Elvira Callama Lancazaras
Catalina Cumpima Alonso Michca
Juana Hachco Juana Asto Cararoa.

-Castigados entre las personas sujetas a Francisco Chávez:


Juan Yamque Guaman Pedro Alonso Pariona
Pedro Chuyco Pedro Auqui Llallico
Miguel Auqui Llallipa Miguel Quispe
Bartolomé Guaylla Luis Malco
Luis Yamque Paucar
Francisco Caroa Coma Martín Pusar
Diego Yaure Manco Pedro Mollo Guamani
Diego Quispe Aymara Luis Guaman Pusa
Diego Sacasa Chipana María Mullo Chumpi
Diego Quiscalla Constanza Carua Chuqui
Juana Chuquilla Juana Culminar
Constanza Checyma Constanza Tioma
Luisa Caroa Acoma Catalina Ñusta
María Ticlla Catalina Chui Astoma
Inés Astomanay Isabel Curi Pillco
Luis Cayoma Elvira Chequea
Leonor Yaucama Catalina Guaylla Cheya
Inés Casima.

-Castigados entre las personas sujetas a don Cristóbal Uchuqui, Antonio


Guaman Lauca, Pedro Caxa y Tomás Vásquez Tomay (parte de ellos
desterrados del repartimiento):
Francisco Pisara Pedro Atalauca
Leonor Aguama Juan Yauri
Alonso Cazaraura María Sucia
Alonso Guaoya Isabel Chumpi
Isabel Mollo Cristóbal Pisac
Ana Checya Bárbola Asto Pillco
Francisco Guaman Asto María Chuquia
Isabel Guaylla Alonso Poma
Ana Chacana Leonor Tinta
Francisco Aucalepo Francisca Monay
Juana Chacray Francisco Carcuama
Juana Caroama
2. Kuaraka y señores principales acusados de cómplices de la “seta”, penados
a perder sus mancebas: Don Francisco Chávez: 4, don Gonzalo Callap: 3,
don Juan Guancari: 6; Juan Uchiqui: 2 mancebas.
Alos siguientes kurakas, les quitaron de tres a cinco “mancebas”:
Don Carlos Quea Poma Don Gonzalo Nina Paucar
Don Francisco Uscapaucar Don Cristóbal Auqui Guaman
Pedro Alonso Pariona Alonso Pisracoma
Don Alonso Liquila Don Juan Yamque Guaman
Don Alonso Chinque Chipana Don Francisco Guaman Aymara
Vasco Xuares masco Don Francisco Yamquepaucar
Don Garica Chunqui Don Francisco Pisari Guancari
Don Juan Vilca Pisari Don Quea Quispe
Don Alonso Guaman Don Juan Pullca
Don Alonso Gualle Don Juan Pillco Rimachi
Don Antonio Guaman Rucana Tomás Vásquez Tomay
Joan Palomino Guaman Don Juan Callapa
Francisco Almazán Don Juan Vilca Pisara.

c. Parcialidades de Hana Rukana: relación de personas castigadas.


1. Kuraca y principales, por “idolatrías” y “encumbridores”: “A penitencias
públicas descalzos y con sogas al pescuezo en una procesión y en ciertas penas
pecuniarias”.
Don Guancari Don Francisco Pisari Guancari
Don Caxa Callapa Don Alonso Guaman
Don Cristóbal Guaman Rauca Don Vasco Suarez Masco
Alonso Martín Pisaracopa Don Yamque Guaman
Pedro Alonso Priona Don Francisco Chávez
Don Gonzalo Callpa Francisco Chávez
Don Cristóbal Chuqui Don Antonio Guaman Lauca
Don Pedro Caxa Tomás Vásquez Tomay

2. predicadores, acusados de presunto “hechiceros y hechiceras”: a ser y


trasquilados, encorazados y emplumados.
Juan Chuqui Vilca Pedro Ticla
Francisco Caquiguamani Cristóbal Canchor
Juan Guaman Isabel Guaylla Chuqui
Alonso Atalauca Yaroguanca Juan Guancari
Maria Lauca Chuqui Gonzalo Guaman Chucuna
Juan Nauinlauca Inés Caquiama
Gonzalo Guaman Chucuna Francisco Pullo
Isabel Caroa Anampa ...Caquia Chipana
...Quispe ...Caquia Chipana
Jerónimo Chuqui Guaranga Juan Pilco Yaure
...Mollo Guamani

3.”Guacas” y “adoratorios” hallados en la “Visita”, cuyos nombres figuraban en


los originales de la misma.
50 ídolos y guacas de don Cristóbal Vichuque y de sus “indios”
40 ídolos del kuraka Tomás Vásquez (Tomay) y “sus indios”
180 guacas e ídolos de don Juan Guancari, don Francisco Pisara Guanca y
Alonso Angasilla
90 guacas e ídolos de Pedro Alonso Pariona, Alonso Martín Yauricopa y
de don Antonio Aymas Yoznos (habían illapas “relámpago truenos
57 guacas de don Francisco Chávez y sus “indios”
30 guacas adoradas por el kuraka don Francisco Almazán Caquia Vilca y
sus “indios”.

d. Parcialidad de Hurin Rukana: relación de personas castigadas


1. Por seguidores de la “seta”: a la pena de azotamiento y trasquilamiento
público y ser “entregados a los curas” para su cristianización y “fábrica de sus
iglesias”.
Diego Guaman Guarcaya Diego Culi Yamque
Martín Marca Guaman Francisco Xulca Guanca
Martín Chuquis Francisco Ancos
Martín Vino Damián Gauaylla Lauca
Pedro Paucachi María Quimina
Damián Tintayaca María Acoma
Isabel Curi Guarmi Damián Mayguay
Isabel Guanay Chuque (Todos muchachos)
Damián Asto Monay Isabel Chimpoma
Francisco Poma

2. Kuraka acusados de idolatrías: a “penitencia” y condenados según las


‘penas que aparece en el original de la “Visita”.
Don Hernando Guaman Aymara Don Francisco Sulca
Don Pedro Cuca Guaman Don Francisco Usca
Paucara Don Juan Guaya Curi Don Francisco Asto
Francisco Guasuo Paucar Don Carlos QuiaPoma
Don Francisco Chuqui Vilca Alonso Guaman Turi
Alonso Usco Yaure Alonso Queachucuna

3.Guacas e ídolos destruidos y quemados durante la “Visita”.


60 guacas de don Francisco Usca Pauca y Fernando Chuqui Paucar
30 guacas de los kurakas don Juan Guaoya Curi, don Antonio Pichataco y
de don Pedro Quro
40 guacas de don Francisco Sulca y de don Juan Camasca
60 guacas del kuraka Carlos Poma
130 guacas de los kurakas don Felipe Guaman Cauma, don José Callpa y
Francisco Chuqui Vilca.

En esta relación hemos mantenido la escritura de la onomástica y


toponímia,-que aparece en la descifración del manuscrito hecho por Luis Millones
(1971)- para su estudio antropológico y etnohistórico de estas parcialidades de la
provincia de Lucanas (Ayacucho), porque los pueblos citados existentes aún y
muchos de sus habitantes siguen usando los mismos nombres que figuraban en la
relación reseñada en esta parte.

3° La “Descripción de la tierra del repartimiento de San Francisco de


Atunrucana y Laramati, encomendado en don Pedro Córdova, jurisdicción
de la ciudad de Guamanga año de 1586.”
a. la “Descripción..”
Este documento, fue actuado en el pueblo de San Francisco de Hatun
Rukana, por el corregidor Luis de Monzón el 12 de febrero de 1586, en
cumplimiento de la Cédula Real del 25 de mayo de 1577, que ordenaba que en
todo el Perú se hiciera una relación y descripción de los pueblos, conforme a un
cuestionario de 50 preguntas, sobre la historia y costumbres, recursos humanos y
naturales etc. Con este propósito el corregidos Monzón, reunió en este pueblo a
los señores principales (kuraka) de Hatun Rukana y Laramati, entre los cuales
comparecieron don Juan Guancarilla (Wankar Illa), don Cristóbal Auchuqui
(Auchuki), don Francisco Hernández y otros más. Los cuales respondieron a las
preguntas del cuestionario delante del cura del pueblo Pedro Gonzáles y mediante
los intérpretes: el español Juan de Arbe y el mestizo Alonso de Badajoz.
Los pueblos que figuraban en esta descripción, están distribuidos en las
“cabezas” de la provincia de Lucanas, entre las quebradas y valles que forman los
afluentes de los ríos Grande y Acarí hasta el límite de la yungas costeña,; en los
mismos lugares en que fueron violentamente reducidos en pueblos por la
administración colonial desde mediados del siglo XVI.
Muchos de estos pueblos trazados según modelos hispano; encerrados
todavía en su mundo ecológico, siguen sobreviviendo como impresionante
remanso etnohistórico. Con sus costumbres y tradiciones antiguas, aferrados a la
ideología humanista “Waqchakuyaq” de los incas. Es decir, luchando en
convivencia fraternal peruanos de estirpe andinas de ascendencia europea en
simbiosis ejemplar. Primero por el bienestar común y el imperio de la justicia;
segundo, contra la agresión geográfica y los desastres telúricos: terremotos,
lloqwlla (avenidas de agua) sequía, y tercero, por el progreso de la tierra entre
otras preocupaciones a despecho de la incuria del estado. En este quehacer
cotidiano, con bucólica alegría siembran y cosechan en ayni (ayuda mutua) o
minga (pedir ayuda a cambio de algo) al compás de sus viejas canciones y
rituales , regateando, precios, trueques y “yapas” en sus ferias dominicales.
Asimismo, en sincretismo cultural y religiosos venerando a sus santos patronos y
pagando ofrendas al “taita wamani” (deidad tutelar). por ejemplo en el flajelo de
las sequías,-como antes a los ídolos- sacan al ahora añ santo más prestigioso del
templo hasta la vera del río para aplacar la presunta “cólera o resentimiento de
Dios”, mientras que una selecta cabalgata de jóvenes en rauda carrera acuden al
mar para llevar sus aguas y mullu (concha de mar9 para ofrecer y aplacar al
“Señor Wamani”15 como sarcástica solución, a la utópica esperanza del amparo
gubernamental del centralismo limeño.

La autarquía, voluntad de poder, iniciativa y mentalidad creadora,


solidaridad social y orgullo telúrico, son entre muchas las virtudes ancestrales que
mantiene el optimismo juvenil de estos pueblos andino-europeos.
Sus habitantes generosos y hospitalarios, comparten sus alegrías
cotidianas con la inventiva de sus adivinanzas (watuchi) 16 con el ingenioso
acierto de sus mutuos apodos, 17 y con atávica pedagógica, enseñan el valor de las
15
En 1950, estando en el fundo de Buena Vista en el valle de Palpa , vimos una rauda
cabalgata dirigirse a las playas de Nasca. Cuando indagamos la razón, se nos dijo entonces que
eran jóvenes que iban a recoger el agua del mar para ofrendar al “señor Wamani”, para que
terminara la sequía que asolaba a los pueblos de esta región. Posteriormente, uno de los
protagonistas, nos refirió que era una medida externa que se practicaba desde la antigüedad. Un
grupo de jóvenes remudando caballos debían recoger agua del mar en una limeta o puyñu
(cantarillo) y mullu para llevar hasta uno de los cerros y dejarlo allí como ofrenda, moviendo la
tapa del puyño o de la limeta con cuidado y nada más que un poco. El mismo nos refirió que
cierta vez, se olvidaron por el apuro de taparla y en ese año hubo grandes lloqllao inundaciones.
Lloqlla, es avenida de agua o diluvio (voc. 1608; 215) y Wayqo, significa: “Quebrada de monte,
hondura entre cerros” según el mismo Vocabulario (191).
16

Proviene del verbo “huatuni” (watuni) “adivinar algo, o conjeturar, o sacar por
discurso, o conjeturas próuidamente” (1608; 189).
En nuestro recorrido por los pueblos de las “cabezas”, inventariamos cierto número de estas
adivinanzas , sobre personas, animales, plantas y cosas en general y otros “pukacha ”
aparentemente “coloradas” dirigidas con fina picardía a la imaginación, con soluciones simples
e inesperadas. Por ejemplo: (traducción aproximada):
-Yaykun lloqsi posoqochinakustin (entra y sale haciendo espuma9; la ponchera.
-Huquin paqchampa hucnin ankallampa (uno arriba y otra abajo9: el tejado.
-Chullalla uchko llapa haripá munanan (un agujero deseado por todos los hombres ), el poncho.
-Llaguachic satichic, llaguachic satichic (se ensaliva y se mete, se ensaliva y se mete9, el hilo
para ensartar la aguja.
-Muyuspalla chichukun (de tanto moverse engruesa la barriga): el huso (la puchka)
Oeqonpim champam champam wayqon halay halay ( a los bordes elevados con vegetación y el
medio o, en la quebrada pelado): el sanqui una cactáceas propia de la región cuyo habitar es la
comarca de Laramate.
-Punchao morcilla tuta lapsu (de día relleno y por la noche flácido); las medias.
-Piña piña payacha kaspi sikicha (anciana muy rabiosa con un pálido debajo): erl ají seco.
17

En general todos los pueblos y aldeas tiene apodos conocidos que de alguna forma
expresan la idiosincrasia de sus pobladores sus virtudes, defectos y costumbres etc. Por ejemplo:
Laramate: sanqui lawa
Llauta: alfalfa merienda
Guaccuas: atarcuello, cerdas , ojal, mati-ratón.
Totora: tinya (pandereta)
Uchuymarca: wischu kachipa
Pirca: Niño Jesús.
Puquio: taqlla lawa, uchko loqo, teqo siqui
virtudes y la iniquidad de los males, en parábolas y relatos aleccionadores donde
desfilan en los recuerdos, por una parte las presuntas aventuras de sus santos
milagrosos y por otra la truculenta andanzas de los “runamios” (brujos
antropófagos), “qalqachas” y “condenados” etc. Más todavía superando a la
selectiva democracia griega, en improvisados parlamentos sin excepción:
hombres, mujeres de todas las edades se reúnen con sus dirigentes patriarcales
para discutir sus problemas y formular entre todos las soluciones más
convenientes para el pueblo o la colectividad como se hacían entre los ayllus
antiguos, en respuestas y reto al centralismo estatal, que a espaldas de esta
realidad palpitante, se debate ofuscado entre las presiones económicas e
ideológicas transnacionales.
Estos pueblos abandonados a su suerte por la incuria republicana.
constituyen sin embargo, las reservas espirituales y humanas del país. De estos
pueblos como de otros perdidos en la soledad de los páramos y en los agrestes
valles interandinos, nacerán- como afirma Luis E. Valcarcel- las nuevas
“corrientes de renovación que trasformen al Perú” (1972; 104) en una Patria
nueva, para que retome su destino histórico como alternativa ideológica nacional,
fundada en los principios del bienestar común y la justicia social que antes
forjaron la grandeza del Perú de los incas e hicieron de él un estado sin el
fantasma del hambre y la dependencia extranjera , en respuesta a su realidad
espacial, poliétnica y a la idiosincrasia de sus gentes en sus archipiélagos
ecológicos.
Ahora bien, la “descripción...” que comentamos, es un documento más de
los muchos que existen en los archivos regionales, nacionales y extranjeros. entre
éstos se hallarán y publicarán alguna vez: las Actas de la reducción de los ayllus
comarcanos en los pueblos ,-que tomaron sus nombres de los santos del día de su
reducción oficial-las “Visitas” y “Revistas” periódicas de carácter fiscal y
Ocaña: tumba chivato.
Otoca: chía bolsa (bolsa de liendres, hgos lawa, caldo de higos)
PalcoÑ: trebol soqui
Sonconchi: sara lawa (caldo de maíz)
Uruysa: weqte (legañoso)
Tambo Quemado: teqo siqui
Molle Pata: mollekachu
administrativo, los juicios de residencia a sus corregidores y en general, los
pleitos sobre el uso de las aguas, pastos y tierras etc., que con la copiosa tradición
oral, el reporte de sus conocimientos técnicos y artesanales, forman las fuentes
importantes para rehacer la historia de los pu7eblos de las cabezadas lucanoicas
n y constituyen ahora, un serio desafío a los profesionales de estoas pueblos, para
que investiguen y estudien estos fondos documentales y cuando menos
recuperen y salven las leyendas y mitos locales que aún sobreviven en peligro
inminente de perderse para la etnohistoria del Perú y del mundo .
b .La huella histórica del Hatun Rukana y Laramati.
Estas parcialidades tienen una larga historia que se pierde en el
“tutayapacha” o “purum pacha” del mundo andino. El curso de su remota
existencia ha quedado impresa en cada uno de sus monumentos arqueológicos,
en sus documentos in en sus valiosas tradiciones orales que todavía palpitan en la
memoria de cada uno de sus habitantes.
Los testimonios arqueológicos dispersos a lo largo y ancho de nuestras
“cabezas”, entre las punas y nevados, quebradas y valles, siguen siendo una
lección perenne y objetiva de o que fueron capaces de hacer los hombres de la
antigüedad con solamente su mentalidad creativa, su sentimiento de solidaridad
humana y su voluntad de poder, para organizarse y sobrevivir desde su lejano
estadio de recolectores y cazadores, al descubrimiento de la agricultura y de ésta-
y también con el uso de su fuerza de trabajo dentro del concepto de justicia social-
a la formación de los grandes núcleos urbanos y organización de los estados
hegemónicos, de los que debieron formar parte en el curso de los siglos, las
parcialidades de Hatun Rukanan y Laramati, con otros más de este espacio
geográfico andino. Estos testimonios arqueológicos están a la vista. del número de
estas ruinas (ñaupa llaqta) conocimos : la de waqra Marka (entre Laramate y
Llauta) situada en la cima de un cerro elevado del mismo nombre, desde cuya
cumbre se otea con nitidez el definido perfil del litoral costeño; la Plaza de
Pampa, detrás de una elevación que domina al pueblo de Laramate; la de Santa
María en la quebrada de Apataque y la de Puca Orqo (alturas de Sacha Pampa)
en la jurisdicción del pueblo de Ocaña. estos vestigios, son nada más que una
mínima parte de los muchos que existen en los valles de esta región. Nuestros
informantes nos hablaron de las ruinas de Ñaupa Llaqta (Ocaña), Llaqwta Llaqta
(Chupancancha9, Ticola, Paria qaqa ( lomas de Locchas), Warankayoq
(qespenqa), Naupa llaqta (Pocpoca), Chullpas de Hulahuato (llauta), Chullpas de
Rumi Michina (caruacucho) y otras en la localidades de Wayunkalla, Qechqalla,.
Suytu Orqo, Illa Wasi, Hatun Tikalka, Chiwita, balconpata y Talale etc. siendo
una de las más importantes la de Mauca Llaqta, en las inmediaciones del cerro
Condorillo (Kuntur Illa) antigua pacarina (origen) y adoratorio de los laramatinos.
En las nacientes del río Pirca, examinas los restos del pueblo colonial de
“Santa Magdalena de Tampu o Uchuy Marka”, su iglesia destruída, su plazuela y
calles y cerca en los falderíos, una impresionante colmena de tumbas (pukullo) a
manera de iglús de cúpulas ahusadas . Entre Pueblo Quemado y la carretera a
Puquio, vimos un gran acueducto subterráneo (pincha) que parecía dirigirse a los
bajíos de la quebrada de Chukimaran y próximo al pueblo de Santa Lucía , la
pukara (fortaleza) de Waman Marka una de las más hermosas y mejor
conservadas de la región. Cerca del pueblo de Lucanas, un Pulapuquio o
Purapuquio , reconocimos los restos, de lo que antiguamente había sido el Tampu
Inka de Hatun Rukana, con sus habitaciones de fina cantería y algunas con
portadas ciclópeas .18 según distintos documentos , Hatun Rukana, era el lugar de
aprovisionamiento y descanso en el camino real (Inka Nan) que viniendo por
Soras, Qepa, Apkara y por los depósitos (qolqa) de Yana Qaqa (páramo de
Wanakopampa), seguía a los llanos de Nasca, antiguamente llamado el valle de
“Caxmalca”.
En las vecinas comarcas de Puquio, hay también vestigios arqueológicos
importantes que examinados: acueductos de ingeniosa hidráulica y andenerías de
suspenso en los falderíos, tumbas con pequeños mehires, restos humanos en la
oquedad de las peñolerías y en el interior de cavernas profundas, que según la
tradición popular corresponderían a los hombres que por salvarse de la “nina
para” (lluvia de fuego ) se escondieron allí donde murieron sofocados por la
“nina wayra” (viento de fuego, después de la gran “lloqlla pachakuti”) que inundó
18
T. Mexía Xespe. Rukanamarka, ciudad megalítica de la vieja nación Rukana. rev.
Chaski. 1941 No. 3.
la región.19 Finalmente en las alturas del pueblo de San Pedro visitamos las
ruinas de Qeqaqa o Naupa llaqta, que por las características de sus construcciones
parecían corresponder al Tampu Inka de Sallqa Rukana.
Para suerte de la arqueología regional, estas ruinas se conservan
virtualmente intactas por temor a la maldición que se cierne sobre las que
intentan buscar sus “tesoros” según la versión generalizadas de los pobladores, el
“hueso de los muertos” (sa’qa’qa) o de los gentiles (gentilpa tullum o Wari
tullum9, se produce en el cuerpo del profanador de sus reliquias milenarias,
causándoles la muerte sino los curan con los ritos conocidos y especiales”20
En la antigüedad pre-incaica, es decir antes que fueran conquistados por
los incas, según el testimonio de los kurakas y los señores principales que
declararon en 1586:
“En cada pueblo había un señor, que ellos llamaban
curaca, al cual no le daban más tributo que comida y leña y
servicio y labrarles sus tierras; y que el principal de esta
provincia se llamaba Condor Curi (Kuntur Qori), que quiere decir
buitre de oro, y este era el principal...Otro principal se llamaba
Yanquilla (Yanke Illa), que no se sabe lo que dice en lengua
española. Otro principal dicen que hubo que se llamó Caxa Angasi
que quiere decir espina azul”

La evolución cultural de estas parcialidades, están asociadas a la


evolución general de las culturas andinas, desde el paleolítico a la formación de

19

Se trata de una tradición Típica andina muy conocida en la provincia de Lucanas y en


otros lugares, para explicar la existencia de restos h8umanos en las cavernas. se cuienta entre
los habitantes que después de la Lloqlla Pachakutri (diluvio9, la gente que se salvó fue
exterminada por una lluvia de fuego los que se refugiaron en las cavernas murieron consumidos
por un viento de candela. según un testimonio recogido por J. Szeminski y J. Ansión, la “nina
Para” fue acusado por la aparición de “dos soles” que quemaron a los “gentiles” más antiguos
que los incas (Ñauparunakuna). (Allpanchis. 1982. No. 19; 187-233).
20

Hay tanta evidencia entre los pobladores sobre esta maldición ; al extremo que varias
personas mostraron al autor sus cicatrices que le dejaron los “huesos del gentil”. Nos dijeron,
que el “hueso les causa tal dolor que podría morir, sino sale a tiempo del cuerpo, mediante
invocaciones y ritos que algunas personas saben hacerlo ” hasta la fecha. Otro testimonio,
recogido por J. Szeminski y J. Ansión, confirmando esta tradición popular en la provincia de
Cangallo , dice: “un día una señora huamanguina hizo sacar restos de estos abuelos . Después
de un tiempo le habían aparecido le ayutullo (hueso de muerto) en la cara, o sea es como una
enfermedad que aparece y se desarrolla en cualquier parte del cuerpo de una persona. La señora
tuvo que hacerse operar en Lima todavía” (Allpanchis. 1982. No, 19; 187-233).
los Estados imperiales y en el curso de su historia milenaria habrían vivido –
dentro de su autarquía- dependiendo siempre de los Estados políticos de turno,
directa o indirectamente recibiendo sus influencias en el curso de su desarrollo
regional y local, en la periocidad de las edades andinas que relata Guaman Poma.

Según este cronista Chinchaysuyo, antes que llegaran los hombres


blancos, el continente americano estaba poblado por los “sacha runa uchuc
ullco”, los cuales fueron muertos por estos descendientes de Noe o Wari
wiraqocha runa (5,000-4,200 a. C.) que vivieron 800 años de la recolección y la
cacería, habitando cuevas y vistiéndose con hojas de árboles o esteras tejidas,
hasta que descubrieron la agricultura.
A ésta siguió la segunda edad de los Wari runa, entre los años 4,200 a
2,900 a.C. y duraron 1,300 años, estos hombres domesticaron las plantas y
animales, trazaron acequias, contuvieron los ríos con represas y construyeron las
primeras andenerías. Y que comenzó con ellos los grandes conocimientos
científicos y técnicos para procurar el bienestar general , mediante la producción
y la productividad , con una organización justa del trabajo ; según la edad, sexo y
capacidad física y mental de las personas.
En la tercera edad, los Purum Auka (gente indómita), tuvieron una
duración de 1.100 años entre los 2.900 a 1.800 a. C. En esta edad, la gente se
multiplico de tal manera que faltaron las tierras de cultivo y empezaron las
guerras entre los pueblos para defender o despojarse sus tierras , aguas y pastos.
La cuarta edad de los Auka runak duró 2.100 años. De 1.800 a. C. a 300
d.C. en este tiempo se organizaron los Estados locales y regionales y comenzaron
las guerras hegemónicas. los pueblos para defenderse , amurallaron sus centros
urbanos y construyeron fortalezas en los cerros (pukara). Para lograr sus
propósitos bélicos, mejoraron la calidad y efectividad de sus armas e igualmente
se desarrolló el poder religioso, la ciencia , la tecnología y el arte. En la región del
Chinchaysuyo se impuso el reino de los Yaro Willka, cuyo apogeo duro hasta que
fueron destruidos y conquistados por los incas. (1936; 48-79; J. C. Tello. 1939,
cap. I.)
Como se constata, Guaman Poma con gran intuición se adelanto en siglos
a las periodificaciones de la evolución de la humanidad hecha por los estudioso
del siglo XIX, con alucinante coincidencia con las periodificaciones que están
desprendiendo, de las actuales investigaciones arqueológicas andinas.
En general, las ruinas que vimos en las parcialidades de los Hatun Rukana
y Laramati. Por la tecnología de sus construcciones, evidentemente corresponden
a distintas ocupaciones culturales, desde la vivienda en los abrigos rocosos a la
construcción de aldeas y centros urbanos o menos grandes. Los vestigios de la
Llaqta o pueblos que visitamos tiene un patrón de ordenamiento y trazo, no son
conglomerados de viviendas espontáneas . Todas ellas tiene plazas, calles
estrechas habitualmente derechas, grandes recintos (kanchas), habitaciones
rectangulares o circulares, construídas con piedras rústicas estucadas de color. En
su perímetros están los depósitos de alimentos (qolqa) y en los falderíos o
quebradas sus necrópolis (chullpa, pucullo), algunas soterradas, hechas de piedras
con varios compartimientos interiores. estas necrópolis corresponden asimismo a
diferentes estilos y técnicas arquitectónicas.
Al parecer las ruinas que visitamos, podrían corresponder a ocupaciones o
influencias Wari y las más recientes, por su cantería a restos de la fugaz
administración incaica.
Sobre la conquista y dominación Inka, según los informes de 1586, el
primer Inka que conocieron fue Thupa Inka Yupanki, que nombró kuraka a
“Guarcar Illa” para que los gobernase en su nombre. de la administración
“Waqchakuyaq Inka”, tenían hasta entonces nostálgicas reminiscencias . Dijeron
que en su tiempo, se habían acabado las guerras que tenían entre ellos , había
justicia, abundancia y todos vivían “en paz” y que cada parcialidad para ser
identificada, tenían sus propios tocados o distintivos que llevaban en la cabeza y
que consistían en hondas (waraka) de lana: “tejidas, cuadradas , tan gordas como
el dedo menor de la mano(Suqlla Rukana), blancas coloradas y negras, cada
guaraca de su color... señal que el Inga les dio para conocerlos sin preguntar de
que provincia eran”. Recordando la tributación que soportaban bajo el dominio
español , también expresaron , que entonces loa Hatun Rukana solamente daban
un tributo de honor: el privilegio de cargar las andas del Inka por : “Toda esta
tierra”.21
De estas breves referencias y de la versiones autorizadas del siglo XVI, se
colige que Pachakuti Inka Yupanki con su hermano Inka Roq’a, conquistado el
territorio Chanka (mediados de 1.400), después de las batallas de Challko Marka y
Soras Marka y apresados sus héroes “Puxaico” y “Guacralla”, el Inka, -llegado el
invierno- acampó esta temporada en el valle de los Soras.22 Desde este lugar envió
dos ejércitos: uno a la región de Guamanga al mando de apo Mayta para rendir a
los Soras y a los otros pueblos comarcanos guarecidos en la pukara de Auki
Marka y el otro, a órdenes de su hermano y capitán general Qhapaq Yupanki para
someter a los señoríos de la costa. Este jefe Inka en su paso a la costa, sometió a
los ayllus y señores de las parcialidades de Hatun Rukana y Laramati entre los
demás de esta región serrana . No se sabe si los Rukana, aceptaron por disuasión ,
pacíficamente el dominio imperial o se unieron a los Soras fortalecidos en Auki
Marka, donde habrían resistido con ellos un largo asedió hasta capitular
honrosamente ante las fuerzas incaicas. 23 Cualquiera que haya sido actitud de los

21
Guaman Poma, dice que les llamaban : “Incap chaquin” (1936; 33), Polo de
Ondegardo, que todos: “los anderos del ynga era... de la provincia de los Lucanas” por que
tenían el paso llano (1917; 87), confirman este género de tributo : Garcilaso de la Vega (Lib. VI.
cap. III) y B. Cobo (Lib. XII, cap. XXXIII).
22

P. Sarmiento de Gamboa. 1965, cap. XXXV; 240.


23

P. Cieza de León. 1943, cap. XLVII; 227-230; Cabello Valboa. 1951, cap. XV: 304;
Sarmiento de Gamboa. ¡965, cap. XXXV; 240; Murúa. 1962, cap. XIX; 46; Juan Santa Cruz
Pachacuti. 1968; 299; Relación del valle de Chicha (1558). 1936; 236-246; A. de Herrera 1945,
Dec. V. Lib. III, Cap. XII
El español de Auquimarca (Auki Marka) estaba a 12 leguas de la ciudad de Huamanga
según la probanza de Diego de Silva (R. Porras RNS. . No 15; 1951; 51) y 18 leguas según la
relación de la Villa Rica de Oropesa . es una : “peña grandísima redonda , puesta en un cerro
bajo... una entrada por una estrecha abertura con una escalera hecha a mano...Encima de la
peña hay un llano grande que por algunas partes tiene un tiro de ballesta . Estaban edificadas
muchas casa de buena labor...En la plaza desta peña se levanta un peñasco de altura de una
pequeña lanza, en la cual hay una abertura de altor de un estado y se hace un hueco como
bóveda y de lo alto de ella destila y gotea a prisa agua muy buena” (M. Jiménez de la espada.
1965. I. , 308).
En este lugar se defendieron los Soras y los pueblos comarcanos hasta que capitularon.
En 1554, el capitán D. de Silva se guareció y se defendió del capitán Pizarrista Juan de Acosta.
En 1968, en compañía del arqueólogo Mario Benavides lo buscamos inútilmente en las
comarcas de Vilcasguaman . V. Navarro del Aguila, cita una localidad con este nombre a 7 Km.
al E. de Pomacocha de 1.7000 Km.2 de extensión, que por su topografía y distancia no parece
ser el esquivo Auki Marka.
Rukana, quedaron de todas maneras incorporados al nuevo imperio andino o
Tawantinsuyo, como dependencia del tokrikuq del Wamani (Alconprovincia) de
Willka Waman. desde entonces, las parcialidades de Hatun Rukana y Laramati
con otras de la región, fueron reorganizadas ya adaptadas la administración
“orden” del los incas. Según la política integracionista del Tawantinsuyo, parte de
sus habitantes debieron ser permutados por otros de distintas localidades (mitmaq)
como un a forma de dominación y de transferirse sus conocimientos y practicas
tecnológicas. Por ejemplo etnias de Collao se establecieron en Soras y los
Chillques de Paruro en los ayllus de Qochani, como enclaves incas de stas
localidades. Estas permutas étnicas, explican la sorpresa del corregidor Luis de
Monzón, que dice en 1586:
“En este repartimiento hay muchas diferencias de lenguas,
porque casi cada cacique (kuraka) tiene su lengua aunque
todos hablan y se entiende en la del Inga ; y a la lengua
diferentes de la del Inga en la que se hablan y entienden,
la llaman Hauhasimi (hawasimi que requiere decir lengua
f8uera de la general, que es la del Inga , que todos en
común usan de esta lengua ... y en la que tratan de hablar
con los españoles ”

En cuanto a la penetración española a estas parcialidades, los kurakas de


Hatun Rukana y Laramati, a la pregunta de : “quien fue el descubridor y
conquistador de la dicha provincia y por cuyo mandato se descubrió, y el año del
descubrimiento y conquista ”, cautelosamente respondieron que : Francisco
Pizarro fue el “ primer descubridor de esta tierra” y sin referirse a la matanza que
hiciera en Cajamarca, se limitaron a contestar que en este pueblo había vencido y
muerto al Auki Atao Wallpa y que por este tiempo ( probablemente en febrero
de 1533) ente Tampu de Vilcas ( Willka Waman) habían conocido a “ dos
españoles” que iban al Cusco24 (protegidos por el hermano de Ato Wallpa) y que
desde entonces quedaron por “ amigos” delos invasores sin que nadie viniera a
conquistarlos después. La verdad histórica soslayada por los declarante de 1586,

24
J. A del Busto, en sus eruditas biografías, dice que fueron tres los españoles que
fueron enviados a la ciudad del Cusco: los marineros Pedro Martín Bueno y Pedro Martín de
Moguer, y el sastre Pedro de Zárate (Rev. Historia y cultura (RHA). 1969. No. 3; 57-59.
Humanidades. 1969 NO. 3; 19-27)
es otra. Por varias fuentes documentales sabemos que iniciada la gran guerra de
reconquista peruana en mayo de 1536 para echar a los españoles. Las
parcialidades Rukanas y sus ayllus sin vacilar, se unieron a las fuerzas patriotas de
Manco Inka Yupanki, el joven y valeroso nuevo monarca del Tawantinsuyo.
esta guerra de reconquista, prueba la falsedad de la versión que sostenía
que en el crepúsculo sangriento de Cajamarca,- el 16 de noviembre de 1532- un
puñado de españoles derrumbaron al imperio Inka. lo que ocurrió en este fatídico
día, fue nada más que el final de la rebelión del incauto Atao Wallpa,
impropiamente llamado el último Inka. Se sabe ahora, que el Tawantinsuyo cayó
victima de sus divisiones internas y de la tecnología bélica europea 40 años
después: En 1572. Con la ocupación militar de la ciudad de Vilcabamba y la
decapitación posterior de Thupa Amaro, el último de nuestros incas, el 23 de
setiembre de citado año de 1572 en la plaza del Cusco.
Muerto Atao Wallpa, - el 26 de julio de 1533- por sentencia de Francisco
Pizarro, al que Guaman Poma lo llama con justeza “ Iskay Sonqo” ( dos
corazones, traidor) por haber ordenado la muerte de su regio cautivo faltando a su
palabra. los hijos de Wayna Qhapaq, que estaban en Cajamarca, con Thupa
Wallpa, partieron al Cusco el 11 de agosto de este año. Sin más resistencia que la
del capitán ataowallpista Yucra Wallpa en Vilcas y Vilca Conga. En Jauja murió,
Thupa Wallpa y después en el valle de Xaquizaguana o Sacsaguana, el nuevo Inka
Manko Inka Yupanki se alió con Francisco Pizarro jefe de la hueste extranjera
para asegurara el poder y acabar con el reducto rebelde al mando del capitán
Kiskis.
Es importante aclarar, que por la alianza de Sacsaguana, Pizarro reconoció
el derecho y autoridad del Inka y se comprometió a servirlo contra Kiskis. fue así
como el 15 de noviembre , entró al Cusco Bajo la protección del Inka y como su
“magnífico aliado”-según R. Porras- y no como conquistador, como falsamente
afirmo Pizarro después en la probanza en el pleito con Almagro que también
alegaba haber conquistado la capital del Imperio . aunque esta alianza fue
cuestionada por Vila Oma (el pontífice del Sol) , al final aceptó el convenio
político , que de hecho terminó con la derrota de Kiskis en la batalla de
Maraycalla a fines de mayo de 1534.
En este año, quizás antes el Inka se dio cuenta que sus aliados no eran
los aventureros que había pensado, sino la avanzada de otra potencia militar que
se había infiltrado en el Imperio aprovechando de sus luchas internas y que
pretendían entonces disputarle el dominio de la tierra. De inmediato,-según la
copiosa información que existe – el Inka se preparó para echarlos del Perú .
Lamentablemente descubierto sus planes fue apresado a mediados de 1535 y
después de algunos intentos, logró evadirse al Cusco a mediados de abril de 1536
y después del famoso juramento patriota de calca, en los primeros días de mayo
de este año, puso cerco y atacó la ciudad del Cusco, defendida entonces por más
de 40,000 soldados de sus hermanos y Waypar e Inquill y los más o menos 2000
españoles que habían en la ciudad. (E. Guillén Guillén. 1980. cap. VI; 126-195).
Aunque es posible que los Rukanas, formaran parte de las tropas incas del
Chinchaysuyo que asediaron a la ciudad del Cusco en los primeros días del mes
de mayo de 1536, al mando de Qori Atao y otros capitanes (Titu Kusi yupanki.
1916; 65). Los Rukanas entran en los anales de la historia del Perú, entre mayo y
junio de este año de 1536, por la hazaña que hicieron al aniquilar a la expedición
enemiga del capitán Gonzalo de tapia, que enviada desde Lima para auxiliar a los
españoles del Cusco, fue destruída cuando intentó cruzar su territorio. 25 Así, los
Rukana, defendieron a la patria. por otros documentos se sabe, que la
beligerancia de las parcialidades Rukana continuó hasta 1538, que fue
26
sangrientamente reprimida por el capitán Alonso Álvarez de Hinojosa, enviado
25
R. Levillier. G del Perú . II; 103.
26

Revista de Archivos y Bibliotecas (RAB) 1898. Año I, vol I; 380; 89. Se dice que esta
expedición participó el capitán Juan de Lira y que la patriótica resistencia de los Rukanas, fue
heroica y les dio “muchos trabajos”. También intervino el capitán Diego Gallegos y confirma la
resistencia Rukana (AGI. Lima , 206).
En setiembre de 1537, pasó por la tierra de los Rukana el mariscal Diego de Almagro
con su prisionero el capitán Hernando Pizarro. Confiando en la lealtad de su viejo socio
Francisco Pizarro. La reunión de Mala Fracasó y el mariscal tuvo que regresar huyendo a
protegerse en la ciudad del Cusco. En los primeros meses de 1538, Hernando Pizarro con su
tropa cruzó también el territorio Rukana, dejando una estela de terror y sangre, llevándose a la
gente para cargar su impedimenta militar. es posible que entonces los Rukanas, se defendieran de
tal manera que provocó-después de las derrotas de Almagro en la batalla de las salinas-el envió
de la cita expedición punitiva.
desde el Cusco por Hernando Pizarro , conocido y denunciado como el hombre
más cruel de este apellido.
Aunque no hay información segura de las posteriores actuaciones de las
parcialidades de Laramati y Hatun Rukana, del nombre y número de los
corregidores y encomenderos que las gobernaron.27 Se sabe que en 1554,- sin otra
alternativa-tomaron el partido del rey contra Gonzalo Pizarro, que se alzó para
mantener la inicua explotación de los encomenderos y la impunidad de sus
crímenes (Calvete de la Estrella. 1889. II; 57-80) y en 1533, contra el rebelde
Francisco Hernández Girón, al que según Guaman Poma la derrotaron en
“Wachwapi tienqaqocha” (1936, 431) después de la victoria que había obtenido
contra el realista el mariscal Alonso de Alvarado,-llamado el Atila de los Andes-
por las crueldades que hizo en la sierra central entre fines de 1536 y los primeros
meses de 1537.
Asegurado el poder político del rey. las parcialidades de Laramati y Hatun
Rukana como los demás , quedaron a merced de los enemigos. Se inició desde
entonces, su larga y aprobiosa expiación secular con los otros pueblos del Perú.
repartidos en corregimientos y encomiendas, reducidos violentamente sus ayllus
en pueblos, resultaron sus habitantes las victimas de las codicias y lascivia de los
funcionarios civiles y religiosos, destruídos sus adoratorios, sus ídolos y penates,
según el patético testimonio de Guaman Poma, vivieron bajo el despotismo de:
“seis animales” que comían su pobreza: el tigre (el español del tambo), la zorra (el
padre de la doctrina), el dragón (el corregidor), el león (el comendero), el gato (el
escribano) y el ratón (el kuraka colaboracionista).. de allí la muletilla dolorida de
este trashumante cronista: “La justicia es de palo...” los curacas y funcionarios
son ladrones y putanieros (1936; 607, 608 etc). “y ..no hay remedio”.
Terminado trágicamente el primer intento de reconquista del Perú Inka en
1572, como está dicho, el Perú perdió su soberanía y quedó bajo el dominio de
España el Imperio más extenso y poderoso de Europa.

27
Al parecer, el primer encomendero de la región Rukana, fue un tal Francisco Isásiga,
que figura entre los beneficiados de la repartición de solares en la ciudad de los reyes (Lima)
hecha por Pizarro. este encargo de Pizarro, es posible, porque en Cajamarca estuvieron varios
señores de esta región entre noviembre de 1532 y agosto de 1533. (B. Cobo. Lib. I, cap. VII, 304).
Empero, el Perú, no asumió una actitud conformista y plañidera como
aparece en las historias tradicionales. Sino altiva y serena. Repuesto del
infortunio, continuo la guerra permanente para reconquistar su soberanía y la
vigencia de su ideología cívica y religiosa. La historia de los siglos XVI, XVII y
XVIII, demuestran palmariamente, que pocos pueblos como el Perú, lucharon
con más ahínco y derramaron su sangre a torrentes por su libertad y la de
América, por el respeto a la dignidad humana y la justicia social. Fue el pionero
de la lucha anticolonialista mundial, de la abolición de la esclavitud y contra los
modelos extranjeros o trasnacionales contrarios a su realidad física y la
idiosincrasia poliétnica de sus gentes en el archipiélago ecológico del mundo
andino.
La nueva historia del Perú, esta jalonada por hitos de esta altivez nacional;
el segundo intento de reconquista con Juan santos Atao Wallpa (1742-1752?); el
tercero con los Thupa Amaro (1780-1783); el cuarto con Pumakawa y los
Angulo (1814-1815) que culminó con el quinto intento en 1824, que un puñado de
peruanos y sus fraternales aliados, echaron para siempre a los españoles del Perú y
restauraron su vieja soberanía.
28
En 1583, el “Repartimiento de Laramati y Hatun Rukana”, organizado
por la administración toledana, tenía entonces una población de 15.000 habitantes
y 2.811 tributarios. Sus antiguos ayllus habían sido reducidos en los siguientes
pueblos:
1. San Francisco de Hatun Rukana
2. Santa Catalina de Uruysa
3. San Pedro de Pallco
4. San Pedro de Soncochi
5. San Salvador de Laramati
6. San Miguel de Guaccuas
7. San Pedro de Ocaña (cacha)
8. Concepción de Huasirana
9. Santa Magdalena de Uchuymarca
10. Santiago de Querotampu.
11. San Cristóbal de Uraguasi
12. Santa Lucía de Azqui
13.San Cristóbal de Saysa
28
Cristóbal de Miranda. “Relación de los corregimientos y otros oficios que se proveen en los
reynos del Perú...Los Reyes. Febrero de 1583” (JLPB. I,; 168-280)
14.Santo Tomás de Huanca
15.San Cristóbal de Chupi
16.San Juan de Mallco
17.El nombre de Jesús de Puquio
18.Santa Cruz de Moryompampa (¿?)

c. El peregrinaje de Guaman Poma en los pueblos de las parcialidades


de Hatun Rukana y Laramati.
Parte de la azarosa existencia de este cronista Chinchaysuyo, está unida a
retazos de drama, tragedia y anécdota con su peregrinaje por los pueblos de estas
parcialidades. Sus frases doloridas, sus experiencias locales, su impotencia contra
el abuso y la explotación, constituyen fragmentos para imaginar la vida de sus
habitantes en esta infortunada etapa de la historia Rukana en las primeras
décadas del siglo XVII.
Aunque Guaman Poma, afirma ser natural del pueblo de Sondondo (1094;
1096) y que sirvió al visitador Cristóbal del Albornoz (280) en las extirpación de
las idolatrías y en el castigo de los:
“Demonios de las guacas ydolos de los yndios y los quebró
y quemó y corosó a los hechiceros-y taquioncoy-yllapa-
Chuquiuylla-guacauilca-zara ylla-llama ylla-chirapa-
pachamama-pucyo yaycusca-uacauilca macascan –
oncoycona-sara ormachisca-papa urmachisca -
ayapachasca..”(1936; 280).

Es posible que la ayuda o servicio al visitador Albornoz fuera en otra


jurisdicción, porque no hay en su manuscrito un testimonio seguro que acredite su
participación en la campaña iconoclasta hecha en los pueblos de laramatiu y
Hatun Rukana en 1569.
De la relación de personajes peruanos y españoles que menciona en el
texto de su: “El primer nueva coronica y buen gobierno” (1615) se infiere, que
nuestro cronista, debió recorrer los pueblos de estas parcialidades en fecha
posterior a 1601. es decir, después de su destierro de la ciudad de Huamanga por
la sentencia de 18 de diciembre de 1600. En esta sentencia que despojó sus tierras
en favor de los mitmaq Chachapoya, se afirma que el cronista no se llama
“Felipe” sino “Lázaro”; que es “indio humilde” y no kuraka y que es además
hombre embustero y de “mala inclinación” etc. por estas consideraciones, perdió
sus tierras, tuvo que pagar las costas del juicio y fue condenado a dos años de
ostracismos de la ciudad de Huamanga sin poder asomarse a “seis leguas” a su
redonda y la pena de “doscientos azotes” para su escenario público. 29
Reflexionado sobre la naturaleza y circunstancias políticas que había en
huamanga por entonces,-que individualmente influyeron en la sentencia-en 1969
escribimos lo siguiente:

“Ahora bien, ¿qué confianza histórica merecen los términos de


esta sentencia?” El proceso, ¿No será todo él un amaño para
silenciar al cronista? No lo sabemos. Pero la queja permanente y
la cáustica crítica a la justicia española parece revelar que el
cronista fue víctima de todos aquellos procesos fruto de la
envidia y las rivalidades pueblerinas o de aquellos otros, donde
por presiones políticas se usa la justicia como un instrumento de
represalia para mancillar honras. algo de esto se sospecha en el
indicado proceso, porque de otro modo no se explica tanto
ensañamiento en sus términos para condenar ala altivo cronista ...
¿El, “Indio” pobre y humilde? No. El es don Felipe Guaman
Poma de Ayala: príncipe y señor “hijo y nieto de grandes señores
y reyes” que fueron del Perú..y no hay remedio (Rev. Amaru.
1969. N°. 10; 89-92).

Guaman Poma, en su recorrido trashumante por los pueblos de Hatun


Rukana y Laramati. destila lamento e indignación ante el aprobio y la explotación
que sufrían sus habitantes. Nada escapa a su pluma alterna y rebelde. Su libro
con escritura y dibujos para los que no supieran leer, constituye el secular dedo
acusador contra la corrupción y el abuso de los funcionarios españoles, sus
cómplices y secuaces, que no cumplían con las leyes de profundo contenido
social de la metrópoli. su relato, constituye así el reverso de la versión rosada de
la colonia hecha por las historias hispanófilas. en Guaman Poma, hay entereza
moral, crítica y reconocimiento a la actitud humana. El visitador C. de Albornoz,
lo califica de hombre “temeroso de Dios” y “bravo juez” (676); al encomendero
29
Este documento fue publicado fragmentariamente por el ilustre franciscano fray Pedro
mañaricua. en su transcripción se dice que Guaman Poma fue penado con 200 pesos (Rev.
Huamanga Año XX No. 859 mientras que en la descifración de J.C. Zorrilla con 200 azotes (Rev.
Wamani. No. 1; 1977; 51-64; E. Guillén Guillén Rev. Amaru. No. 10; 1969; 89-92; J. Varallanos.
1979; 213).
don Pedro de Córdova, como a un “buen cristiano”, mientras que al cura de
“Laramati”, lo denuncia y recrimina diciendo que sin “tener minas” con el trabajo
y sudor de los pobres había ganado 12.000 pesos (972) en convivencia con el
salteador de caminos Juan Capcha, kuraka del pueblo de Uruysa (777; 779; 890).
Igual actitud asume con los kurakas y gente principal de los pueblos . Recuerda
con simpatía con simpatía al kuraka de “Laramati” a don Felipe Guancar Illa, a su
hijo Juan y a sus “seg8undas personas” Lope Caruasuri y García Paytan Asnoya
(777; 778), porque buenas personas, al filósofo del pueblo de Uchuy Marka don
Juan Yumpa, que conocía el: “Modo de Andar” del sol y de las estrellas (884) y a
su amigo, el kuraka de Sonqonchi don Francisco Usco (779). pero su lenguaje es
acerbo contra Capacha el kuraka de Uruysa, que lo acusa de enviar a siu gente
para asaltar a los caminantes siendo él una de sus víctimas (777; 890); a Juan Yutu
por tacaño, que teniendo más de 500 cabezas de ganado no le quiso vender un
“almud de maíz por cuatro reales” (891) y contra el idólatra Cristóbal Alcas, que
tenía sus mochadoros o adoratorios de “tacauasi y Haray” en los cerros “Ayapa
llaqtan y ayapapucullum” cerca del pueblo de Uchuymarka y Chilca (893; 894) .
estos son nada más que ejemplos para mostrar la templanza del carácter de
nuestro cronista, que en su manuscrito ha dejado su testimonio con acentos de
indignación, de sátira y lamento y hasta con tierna ingenuidad, con la muletilla de
siempre: “Y...no hay remedio”
De su crítica y sarcasmo, tampoco escapan los pueblos que recorrió con la
pluma en ristre para levantar memoriales contra los curas y los malos
funcionarios. entre estos pueblos figuran los siguientes: Concepción de Guacirana
(846; 890; 905); Otoca en cuyas alturas la gente salteadora de Capcha le robó
“500 pesos” (890); “Urussa” o Uruysa, con sus “cuatro casas” (777; 779; 846;
890; 904; 967); San Pedro de Sonqochi con su amigo el kuraka Francisco Usco
(779); Laramati (779, 846; 1063) y Ocaña (283; 486); Pueblo Quemado o San
Cristóbal de Uraguasi, donde tenía sus chacras (486; 905); San Cristóbal de Chupi
que sus “tributarios” se creían señores (766; 872); Santiago de Queros (672; 1079)
y Santo Tomás de Guanca (1063). En la mayoría de ellos declara con amargura,
que la gente eran “malos cristianos”, reconociendo a la vez que había generosidad
en muchas de sus gentes.
Guaman Poma, vivió principalmente en el repartimiento de Rukana Anta
Marka. entre Aucará, Cabana, Sondondo, Qeqa, Chipao, con sus familiares,
amigos y rivales. Desde la “provincia de los lucanas” con fecha 1° de enero de
1613 (?), escribió al rey Felipe III de España, para hacerle conocer que había
escrito una “historia” con datos extraídos de los “quipos” y con el testimonio de
ancianos “inteligentes” y “dignos de fe”. En esta carta le dice como a un Inka
lejano, que libro ha sido:
“Escrito y debojado de mi mano y engenio para que la
uaridad dellas y de las pinturas y inbinciones y bibuxo a
que su magestad es inclinado haga fácil aquel peso y
molestia de una lectura fatal de enbinción y de aquel
ormaneto y polido estilo...” (1936; 10)

Pero también, para que él se entere de la verdad de los que ocurre en el


Perú, ponga remedio a los daños que causan sus malos funcionarios y los oprobios
que sufren sus habitantes. En otra carta escrita en el pueblo de Santiago de
Chipao-el 14 de febrero de 1615-al rey español, sin ambages y con desenfado le
advierte altivamente:
“A solo V. Magd. incumbe el mirar por ellos... y se duela
de sus miserias calamidades y malos tratamientos y peores
pagas que continuamente reciuen en general de todo
género de gente, tratándolo peor que esclavos uencidos de
Guinea que aún a estos los tratan mejor por costarles
precio que pagan por ellos...”

Termina esta misiva , solicitándoles garantías para que su “coronica


General” llegue a sus manos en “buen recaudo”, en previsión a que sus
funcionarios conociendo su contenido podrían destruirlo.30El pensamiento de
nuestro cronista expuesto en esta carta y en el texto voluminoso de su libro (más
de mil páginas), es claro y aleccionador.- asimismo prueba la entereza y valor
moral para denunciar el infortunio del Perú al mismo Felipe III, diciéndole que
30
GI Lohmann. rev. de Indias. 1945; 325-327, reproducida por R. Porras. 1948; 74 74 y J.
Varallanos. 1979; 208. el original está en Archivo General de Indias (AGI. Lima, 145).
los “desventurados más pobres españoles” que llegaron a la tierra están cobrando
“nuestras pobrezas” y le recuerdan en afirmación nacionalista y profética que:
“No hay encomendero ni señor de la tierra sino son (somos)” nosotros los
propietarios legítimos de la tierra por derecho de Dios y de la justicia y las leyes-y
que los españoles-son extranjeros y mitimays en nuestra tierra en nuestro mando y
señorío que Dios nos dio (957; 958).
Estas lejanas frases admonitivas y de reafirmación nacionalista, de repudio
a la dominación y a los modelos europeos de entonces, y de nostalgia por el
gobierno “Waqchakuyaq” de los incas,-que se preocupó por el bienestar común y
la justicia social para erradicar el hambre. han tenido su eco secular en pleno
siglo XX: en los Tellos, Varcárceles, Arguedas, etc. y en la nueva generación de
antropólogos y etnohistoriadores del mundo andino, cuyas investigaciones y
estudios están dandi una nueva visión del Perú como una continuidad histórica e
ideológica en el espacio y en el tiempo., que con los descubrimientos hechos con
ilustres extranjeros y nacionales, podemos hablar desde las perspectivas del Perú
andino, de sus aportes científicos y tecnológicos milenarios e Inka a la cultura
universal y de una alternativa andina para que el país retome su futuro destino
histórico y sus principios ideológicos humanistas que surgieron de la masa social
y no de la sabiduría de algunos de sus hombres, como respuesta al reto de su
medio geográfico.

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