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Prólogo a la segunda edición ...... ................ ............ ................ ......... ...... .... .... .. ............

13

Prólogo a la primera edición ....... .. ................... .. ............ .. ............................... .. .......... 15

Capítulo 1. Geofísica y ciencias de la Tierra ......... .. ................................ .................. 19

1.1. Desarrollo de la Geofísica , 19.-1.2. División de la Geofísica, 22.-1.3. Cooperación inter­

nacional, 23.-1.4. Libros, revistas y congresos, 26. -1.5. Geofísica y sociedad, 30.-1.6. Bi­

bliografía, 32 .

Capítulo 2. Figura de la Tierra y campo de la gravedad .. .. ............ .. ...... .. ............... 37

2.1. Figura de la Tierra , 37.-2.2. Coordenadas y fuerza s derivadas de la rotación , 38.­


2.3. Campo de la gravedad de una Tierra esférica, 40.-2.4. Potencial de la gravedad, 43.­
2.5. Interpretación física de los coeficientes del desarrollo. Aproximación de prime r orden, 45.­
2.6. Forma de la Tierra, 48.-2.7. Aceleración de la gravedad. Fórmula de Clairaut de primer
orden, 51.-2.8. Aproximaciones de orden superior y figuras triaxiales, 53.-2.9. Elipsoides de
referencia y fórmula s de la gravedad, 54.-2.10. Bibliografía , 56.

Capítulo 3. Altitudes y anomalías de la gravedad. El geoide.... ........ ....... ......... ..... 57

3.1. Concepto de altitud. El geoide, 57.-3.2. Anomalías de la gravedad, 62.-3.3. Reduccio­


nes gravim é tricas, aire-libre y Bouguer, 63.-3.4. Determinación del geoide. Fórmul a de Sto­
kes, 66.-3.5. Medidas de geodesia espacial, 70.-3.6. Modelos de la Tierra, 72.- 3.7. Biblio­
grafía, 74.

Capítulo 4. Isostasia. Anomalías regionales y locales .............................. ............... 77

4.1. Isostasia . Las hipótesis de Airy y Pratt, 77.-4.2. Correcciones isostáticas; 81.-4.3. Ano­
malías regionales y estructura de la corteza , 82.-4.4. Interpretación de las anomalías locales,

7
8 Fundamentos de Geofísica

84.-4.5. Anomalías de figura s tridimensionales. Anomalías producidas por una esfe ra, 86.­ Capítulo 12. !
4.6. Anomalías de est ruct uras bidimensionales, 89.-4.7 . Bibliografía , 92.
12.1. Distrib
Capítulo 5. Medidas absolutas y relath'as de la gravedad ................................. .... , 93 moLos, 240.
réplicas y en
dicción de te
5.1. Medid as a bsolutas de la gra ved ad , 93.-5.2. Medidas re lati vas , 96.-5 .3. Observaciones de
la gra vedad sobre móviles, I01.-54. Bibliografía, 103.
Capítulo 13. I
Capítulo 6. Rotación de la Tierra. Satélites artificiales .. .... ............ ' ...... ..... ... .. ,...... 105
13.1. Evolu
6.1. La esfe ra ce leste, 105.-6.2. Rotación y ejes de la Tierra , 107.-6 .3. Precesión de los equi­ mecánico. 2;
noccios, 110.-64 . Órbitas de sa télit es artificiales, 114.-6.5. utació n libre. Movi mi en to de 261.- 13.5 A
Chandler, 117.-6.6. Bibliografía , 118. de sismograr

Capítulo 7. Mareas terrestre ... .... ............ .,............................ ,..... ......... .. .................. . 121 Capítulo 14. I

7.1. El potencial de las mare as, 121.­ 7.2. Altura de la marea estáti ca de equilibrio. 124.­ 14.1 . El caml
7.3. An á li sis de las marea s, 125,- 7.4. Constituyentes principales de las mareas, 127.-7.5. Ma­ magnéticas.
reas terrestres. Números de Lave y Sh ida, 129-7.6. Observaciones y mod e los, 134.-7.7. Fric­ Co ord e nada ~
ción de la marea lunar, 136.-7.8. Bibliografía, 138. 14.6. Coefici,
cional de rd,

Capítulo 8. Propagación de ondas sísmicas .. ....... ,............ ,.... ,........ " ............ ,.. ....... .. 141
Capítulo 1: ,
8.1. Mecá nica de un medio elástico. Ondas intern as, 141.-8.2 . Despl aza mi en tos de la s o ndas
p y S, 146.-8.3. Reflexión y refracción, 149.­ 8.4. Trayec tor ias y ti e mpos de ll egad a, 151.­ 15.1. Variaci
8.5. Propagación en un medio esférico , 160.-8.6. Bibliografía, 165. namo a Uloi[~
cinemático~
fía , 306.
Capítulo 9. Dromocronas y estructura interna de la Tierra ........... ' ... ,.. ', ..... ". ' .. ,.. . 167

9.1. Cort eza y manto superio r, 167.-9.2 . Manto inferior y núcleo, 172.­ 9.3, De nsid ad y pará­ Capítulo 16, (
metros elásti cos, 175.-9.4. Propi ed ades anelásticas, 177.-9.5. E cuación de es tad o y composi­
ción, 179.-9.6. Bibliografía, 181. 16.1. Variac i(
magnéticas, ]
ra. 318.- 16,(
apítulo 10. Ondas superficiales y oscilaciones libres de la Tierra .. .. "" .. .. .. ,.... ,, .. 183 radiaci ones y

10.1. Ondas Rayleigh e n un medio semiinfinito, 183.-10.2. Ond as Love en un medio y una
ca pa, 186.-10.3. Dispe rsión d e ondas. Velocidad de fa se y grupo, 190,-10.4. Modos de las Capítulo 17. (
o nd as Love , 192.-10.5. Ondas R ay leigh en medios estratificados, 194.-10.6. C urvas de dis­
persió n y es truct ura de la Tierra, 195.-10.7. Oscilaciones libres de la Tie rra, 198-10.8. Ate­ 17.1. Medid a
nuación ane lástica, 203.-10,9, Bibliografía, 204. ti vas, 328.-1
magnéticas . .
cicín de ano ll1
Capítulo 11. Paráme tros focales de los terremotos .. ,.. ,.. ,.... """ ........ .. ...... ,.... " .. ,.. .. 207

11.1. Localización y hora origen, 207.­ 11.2. IhteRsidad , magni tud y energía, 209.-11.3. Me­
Capítulo 18. F
canismo \le los terremotos, 215.-11 A. T ensor momento sísm ico y parám etros de fractura,
217 .-11.5. Desp lazamie ntos prod ucid os por una fu ente puntual , 219.-11.6. Determinació n 18.1. Int rodu
de la orientación del plano de Calla, 222.-11.7. Dete rminación del momento y dimensiones ma gnetismo
de l foco, 225.-11.8. Din ámica y complejidad de la fuente sísm ica, 229.-11.9. Bibliografía, de los polos,
231. bliogmfía, 36
índice 9

Capítulo 12. Sismicidad y riesgo sísmico .... ............... ........... ............ ........ ...... .. ........ 233

12.1. Distribu ción es paci a l de los te rremotos, 233.-12.2. Distribuci ó n te mporal de los te rre­
motos, 240.-12.3. Activid ad sísmica. Distribució n (k magnitudes, 240.-12.4. Premonito res,
ré plicas y enjambres de te rre mo tos, 242.-12.5. Pe ligrosid ad y riesgo sísmico, 244.- 12.6. Pre·
dicción de terre motos, 249.- 12.7. Bibli ografía, 250.

Capítulo 13. Observación e interpretación sismológica ........ ........ ....... ... ..... ........... 253

13.1. Evo lución hi stó ri ca de la in strum e ntación sismo l.ógica , ?53.- lJ.2. T eo ría del sismóg rafo
mecánico, 254.- 13.3. Sismóg rafo e lectromag né tico, 259. Ij.4. Sis mógra fo de band a· ancha ,
26 1.- 13.5. Acc l róg rafos, 262.- 13.6. Obse rvatorios sismológicos, 262.-13 .7. Interpretació n
de sismograma s, 266.-13.8. Bibli ogra fía, 269.

Capítulo 14. El campo magnético interno de la Tierra .... .. ........... ...... .. ... ... .. ......... . 271

14.1. El campo mag.né tico te rres tre y sus comp o nentes , 271 .- 14.2. Redu cción de las m edidas
magnética s. 274.- 14.3. C amp o mag nético ele un dip o lo , 276.-14.4. El dipolo te rres tr e .
Co ordenadas geo magné ticas, 279.- 14.5 . Análisis armó ni co dé l camp o geo mngné tico, 281­
14.6. Coeficientes del ca mpo de o rige n inte rno , 284. 14.7. E l campo geo mag né tico inte rn a·
cio nal de referenci a. 287.- 14.8. Bibliografía, 292.

Capít ul o 15. Variación . erular. Origen del Olmpo magnético interno ..... ............ 293

15.1. Va riaci ó n sec ular. 293 .-1 5.2. Or igen del eampo mag né ti co inte rn o, 296.- 15.3. La di·
nam o autoindu cida, 299.-1 5.4 . Ele me ntos de ma gn e to hidrodinámica. 301.- 15.5. Mod e los
ein emát icos y diná micos, 303.- 15.6. T eo rías de la va ri ac ió n sec ular , 304.-15.7. Bibliog ra ·
fía , 306.

Ca pítulo 16. Campo magnético externo. Ionosfera y magnetosfera ............. ... .... . 307

16.1. V ariaci o n e ~ de l ca mpo ex tern o, 307.- 16.2. V a ri ac i o ne~ di ari as. 308.-16.3. Torm e nt as
mag.néticas, 312.-1 6.4. Co mposici ó n de la io nosfera , 313. 16.5. Es tru ctura de la magn etosfe·
ra, 318.- ](i.6. Pa rtíc ul as e n e l campo in agné ti co . Dinam o io nos ré rica, 321.-16.7. An ill os de
radiaciones y auro ras, 3 3.- 16.8. Bibliog rafía, 327.

Capílulo 17. Observaciones del ~lmpo magnético terre tre y anomalías ....... .. .. . 327

17. 1. Mc.: did as Qh ~o lut as y relativa s, 327.- 17.2. Vlé tod os clásicos de medidas absoluta s y re la­
ti va' , 328.- 17.3. Métodos modernos de med ida del campo magné tico, 332.- 17.4 . Ano malías
magné ti cas. 338.-17.5. An o malía s de bid as a cuerpos mag netizados, 342.- 17.6. Inte rpre ta·
ci ón de ano ma lías magnéti cas, 3-14.- 17.7. Bibliografía . 345 .

Capítulo 18. Paleomugnetismo ...... ..... .... .. .... ......................... .. .. ........ ........... ..... .. .... 347

IIU . Introd ucció n, 347 .- t8.2. Min erales ma gnéti cos e n las rocas. 349.-1 8.3. Mecani smos de
magncli smo re ma nen te . 351.- 18.4. P o los virtuales pa leo ma gn é ti cos, 356.-1 8.5. Vli graci6n
de los polos ) de los co ntin en tes , 358.-18.6. Inversion es de l ca mp o magn é tico, 360.-1 8.7. Bi·
bliografía , 362.
10 Fundamentos de Geofísica

Capítulo 19. Resistividad de las rocas. Inducción eléctrica .................. .................. 365

19.1. Resist ivid ad y conductividad de las rocas, 365.-19.2. In ducción eléctrica e n la Tierra,
366.-19.3. Método ma gneto-telúrico, 370.-19.4. Co nductividad e n e l in terior de la Tierra,
372.-.1 9.5. Métodos de prospección eléctrica, 374.-19.6 . Bibliografía, 378.

Capítulo 20. Flujo geotérmico .................... ....... ...... .............. .......................... ..... ..... 371

20.1. E quilibrio ad iabático gravitacional, 381.- 20.2. Conducción de ca lo r, 383.-20.3. Fl ujo


periód ico unidimensiona l, 385.-20.4. Soluciones es tacionaria s unidimen sion a les, 387.- 20.5.
Conducció n de calor en una Tierra esférica , 388.-20.6. Co nvección , 391.- 20.7. Medid as de
flujo térmico, 394.-20.8. Bib liografía, 399.

Capítulo 21. Radiactividad, edad y evolución térmica de la Tierra.. .................... . 401

21.1. Elementos radiactivos, 401.-21.2. Leyes de la desintegrac ió n radi ac tiv a, 402.-21.3.


Principios de la geocronología. Series radiactivas , 404.-21.4. Método rubidi o-es troncio (Rb­
Sr), 404 .-21.5. Mé tod o potasio-argón (K4(l-A 40), 406.-21.6. Mé todo ura ni o-thorio-pl omo ,
407.-21.7. La edad de la Tierra , 409.-21.8. Evolución térmica de la Tierra, 409.- 21.9 . Bi­
bliografía, 415.

Capítul o 22. Geodinámica ....... ... ... ............. ........................ .......... ............... ... ............ 417

22.1 . Evolución histórica de las teo rías geodin ámicas, 417.-22.2. Ideas fundamenta les de la
tectónica de placas, 421.-22.3. Naturaleza y procesos de los márge ne s de placas, 425.- 22.4.
Orogénesis y volcanismo, 432.-22.5. D eriva de los continentes, 434.-22.6. Mecani smo de l
movimiento de las placas, 439.- 22.7. Bibliografía , 441.

Apéndice 1: Vectores y tensores ........................... ................ .. .. ........... ................. ...... 443

Apéndice 2: Coordenadas esféricas ............ ..................... ............. ....................... .... ... 449

Apéndice 3: Ecuación de Laplace y armónicos esféricos ....... .. .......... ............ .. ... .... 453

Apéndice 4: Unidades ...................... ................ .. ... ...... .. ..... ,....................... ... ... .... ........ 459

Apéndice 5: Parámetros de la Tierra ......... ......... .... .. ........ .. ............................. .. .. ...... 461

Apéndice 6: Interior de la Tierra ... ..... .. ... .............. ... ..... .. .. ............... ............... ...... .. .. 462

Apéndice 7: Problemas y ejercicios .................. .. .... .. .. ............ ..... ...... .................... .. .. . 465

Índice de materias .. .......... .... .. .. .. .................. .. ........ .. .................... .. .. .. ..................... ...... 471

L
1

La excelente acogida que tuvo la primera edición de Fundamentos de Geofísica


nos ha movido a preparar es ta segunda edición. En su preparación se han corregido
todas las erratas que aparecían en la primera edición y que se nos han hecho llegar
desde diversas fuentes. H emos mantenido el nivel introductorio básico del texto y de
esta forma no se han añadido contenidos más avanzados. La experiencia docente du­
rante C';LOS últimos años nos ha hecho introd ucir una serie de acl araciones y precisio­
nes que mejoran la comprensión del texto. Por otro lado, durante estos diez años des­
de la aparición de la primera edición se han producido importantes avances en
prácticamente todos los aspectos de la Geofísica, sobre tod o en el campo de la instru­
mentación y la observación. En esta nueva edición hemos tratado de recoger de for­
ma breve y asequible estos avances así como se ha puesto al día la bibliografía. El li­
bro, como ya se dijo en el prólogo a la primera edición , está pensado como una
introducción general a la Geofísi ca para alumnos universitarios de lengua española.
Agradecemos a todos los que nos han comunicado correcciones y sugerencias pa ra
esta segunda edición, en especial, E. B uforn, D . Muñoz, M. H erraiz, M. L. Ose te y
J. Téllez, de la U niversid ad Complutense de Madrid; E. Carreño , J . L. Ca turla,
J. M. Martínez Solares, J. Rueda e 1. Socías, del Instituto G eográfico Nacional, Ma­
drid ; M. Sevilla y R . Vieira , Ins tituto de G eodesia y Astronomía, CSIC-UCM ,
Madrid, y E. Suriñach, U niversidad de Barcelona.

A. U DfAS Y J. MEZCUA
Madrid, 1997

13
t 1
E
E
Sin saber que la búsqueda de las cosas
perdidas está entorpecida por los hábitos
rutinarios y es por eso que cuesta tanto
encontrarlas.

G. GARCÍA MÁRQUEZ. Cien años de soledad.

1.1. Desarrollo de la Geofísica

Muchos de los contenidos científicos de la Geofísica son tan antiguos como la


ciencia misma. Esto no es de extrañar, ya que la Tierra es el primer laboratorio en el
que se realizan observaciones y al que se aplican las teorías científicas. Muchas de las
disciplinas que componen hoy la Geofísica extienden sus raíces hasta los orígenes de
las ciencias en la Antigüedad. Entre los antiguos griegos de los siglos III y rv a. de c.,
como, por ejemplo, Eratóstenes y Aristóteles, por sólo citar a dos, se encuentran ya
cálculos geodésicos del tamaño de la Tierra y discusiones sobre el origen de los terre­
motos. La G eofísica moderna se desarrolla a la par de la ciencia en los siglos XVI
Y XVII con Galileo, Gilbert, Newton, Halley, etc., y progresa juntamente con ella en
los siglos XVIII Y XIX. Sin embargo, el término «Geofísica», de acuerdo con W. Kertz,
aparece por primera vez en 1863 en el tratado de Adolf Mühry B eitraege z ur Geophy­
sik und Klimatographie. Georg von Neumayer, en 1871, define la Geofísica como el
conocimiento de las relaciones físicas de la Tierra. En 1880, el profesor de Geografía
de Kónisberg Karl J. Zóppritz define más concretamente la Geofísica como aquella
parte de las ciencias de la T.i~rra que trata del estudio de la actividad de las fuerzas fí­
sicas responsables del origen, evolución y estructura de la Tierra. La Geofísica para él
llena un vacío existente en las ciencias de la Tierra que entonces constituían la Geo­
grafía y la Geología.
Antes de la generali2;ación del término «Geofísica », los contenidos de esta ciencia
se designaron con otros nombres. A. G. Werner, que procedía de la minería y geolo­
gía, utiliza en 1755 el término «Geognosia», y mucho antes, en el siglo X VII, J. Zahn y
A. Kircher utilizaron el de «GeoscÓpica". Alejandro von Humbolt, al que se le consi­
dera como uno de los padres de la Geofísica moderna y cuya influencia en esta cien­
cia fue muy grande, utilizó el término «Physikalische Geographie» (Geografía Física)
y Franz N eumann el de «Physik der Erde » (Física de la Tierra). A finales del

19
20 Geofísica y ciencias de la Tierra

siglo XVIll y principios del XIX, fuera del ámbito germano, en Francia, encontramos el Como resume
uso del término «Theorie de la T e rre » (Teoría de la Tierra) por De la Metheri e y el Ti erra, para la G
de «Physique du G lobe » (Física del G lobo) por Saigey, término este último que sigue masiado generale
usándose en la actualidad. E n Inglaterra , el profesor de Cambridge W . Hopkins in­ el nacimiento de
troduce en 1838 el término «Physical G eology» (Geología Fisica) para designar la física. Esta cienCl
ciencia que trata de los aspectos fisicomatemáticos de la Geología. texto de S. Gün tl
vista especializad
primera cátedra I
que ocupó Emil ~
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m e ncionar , entre
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Tierra. (Biblioteca del Instituto y Observa tori o de la Ma rin a. San Fernando.) movimiento relal
frecuente, de los
cas o Por otra parl
to de la estructu
Fundamentos de Geofísica 21

Como resume Kertz, al final del siglo XIX, la Física había perdido el interés por la
Tierra, para la Geología los métodos de la Geofísica le eran extraños y sus temas de­
masiado generales y algo parecido le sucedía a la Geografía. Esta situación justificaba
el nacimiento de una ciencia separada con un nombre y contenido específico, la Geo­
física. Esta ciencia queda consagrada definitivamente a finales del siglo XIX con el
texto de S. G ünther Handbuch der Geophysik, publicado en 1887, con la primera re­
vista especializada creada en 1893 por G . Gerland, Beilrage zur Geophysik, y con la
primera cátedra de G eofísica establecida en 1898 en la Universidad de G bttingen y
que ocupó E mil Wiechert.
La tendencia a unificar en una sola ciencia, a la que finalmente se dio el nombre
de G eofísica, los aspectos fisicomatemáticos de los fenómenos relacionados con la
Tierra encuentra desde sus principios el problema de establecer su relación con dos
ciencias más antiguas, la G eografía y la Geología. Ya Günther en el prólogo de su
obra se extiende en este sentido sobre el significado de la Geofísica y su carácter físi­
co en contraste con el carácter más descriptivo de la Geografía y el limitado a los
materiales directamente observables en la superficie de la Tierra y en pequeña esca­
la de la G eología. Sin embargo, la se paración entre G eología y Geofísica no es tan
clara al principio, como lo desmuestran la obra de E . Suess Das Anlitz der Erde, y
M. Neumayr y E . Suess, Erdgeschichte, que tratan igualmente temas de ambas cien­
ci as.
Otro problema es la relación entre la Geofísica y la Geodesia, ciencia con una lar­
ga tradición y vinculada en muchos aspectos a la Astronomía. Sobre este asunto hay
muchas opiniones, aunque se suele vincular a la Geofísica la parte de la Geodesia físi­
ca y G ravimetría.
He mos visto que el inicio de la G eofísica como una ciencia independiente se rea­
liza en la tradición alemana desde la Física y las Matemáticas y de una manera un
tanto desligada de la G eología. Esta desconexión se agudiza en cierta manera duran­
te la primera mitad de este siglo, durante la cual las interrelaciones entre ambas dis­
ciplinas fueron escasas. Esta situación es algo distinta en Estad os U nidos, al estar en
muchas universidades la Geofísica integrada en un mismo departamento junto con
la·' G eología . E l contacto entre ambas di sciplinas es, en efecto , muy necesario. La
parte de la G eofísica que trata de la Tierra sólida necesita del conocimiento detalla­
do de las capas superficiales que aporta la Geología, y su interpretación de la evolu­
ción temporal de las estructuras , y la G eología a su vez necesita de la Geofísica, si no
quiereanclarse en una interpretación meramente cualitativa y descriptiva de los fe­
nómenos geológicos. El geólogo, que estudia una región muy concreta, necesita rela­
cionar sus observaciones con procesos tectónicos y estructuras más amplias y pro­
fundas c\,!ya información le aporta la G eofísica. Afortunadamente, la tendencia
actual es la de un acercamiento de ambas disciplinas, al acentuarse !a matematiza­
ción y el empleo de métodos físicos en el estudio de los problemas geológicos. Baste
mencionar, entre otros, la determinación de la ed ades de estratos y fósiles por mé­
todos radiactivos, el uso del magnetismo remanente de las rocas para determinar el
movimi ento rela tivo de bloques de la corteza terrestre y el empleo, cada vez más
frecuente, de los métodos geofísicos al estudio de los estratos y formaciones geológi­
cas. Por otra parte , al enfrentarse la Geofísica con problemas cada vez más concre­
tos de la estructura y dinámica de la corteza terrestre, necesita para la interpretación
22 Geoffsica y ciencias de la Tierra

de sus observaciones la información de los estudios geológicos. Un gran impulso a Parecida a es ~


esta cooperación interdisciplinar se ha logrado con los proyectos internacionales Geofísica (IUOO
Geodinámico y de la Litosfera en los que entre 1970 y 1990 se aunaron esfuerzos de
todas las disciplinas de las ciencias de la tierra para abordar problemas relacionados Geodesia.
con la estructura y dinámica de litosfera, corteza y manto superior de la Tierra. Es Sismología y E
muy posible que con el tiempo la separación tan rígida entre Geofísica y Geología Meteorología
desaparezca en beneficio de unas ciencias de la Tierra unificadas, en las que las dis­ Geomagnetisn
tintas metodologías científicas tengan su aplicación al estudio de los fenómenos rela­ Ciencias física!
cionados con la Tierra. Hidrología ci
Volcanología ¡
1.2. División de la Geofísica La Unión Ge1
netismo, Tecton
Uno de los problemas de una ciencia tan amplia como la Geofísica es el de esta­ tanto, el dar una
blecer un criterio racional para su división. Si en un principio era fácil el considerarla la Física interplaJ
como una única ciencia, el desarrollo de los últimos años hace cada vez menos posi­ Por otro lado, alg
ble el abarcar tanto los campos en los que se ha ido subdividiendo como la diversidad radas, como pued
de los métodos que en cada uno de ellos se utilizan. No solamente los distintos cam­ Una parte im(
pos de la Geofísica se van independizando cada vez más, sino que se van creando recursos minerale
otros nuevos, necesitándose así de nuevas divisiones, como es el caso del Paleomag­ geofísica. La exisl
netismo, la Geocronología y la ciencia del interior de los planetas. Este último tema , la Geofísica en p
el estudio del interior de los planetas, su estructura y dinámica, su atmósfera y su sis­ son muy afortum
micidad, posibles ya gracias a los viajes espaciales, ha planteado la cuestión de hasta ciencia que sea p
qué punto la Geofísica se refiere sólo a la Tierra . surdas. Por ejem~
Manteniéndonos de momento en el estudio de la Tierra, su mismo objeto impone za terrestre perte
sobre la Geofísica una cierta unidad. Todos los procesos y estructuras localizadas des­ petróleo, pertenel
de el centro de la Tierra, hasta el límite exterior de la Magnetosfera, son objeto de es­ aplicada a la bús(
tudio de la G eofísica. Una de las primeras divisiones propuestas por Gutenberg en el con sus revistas e~
prólogo del libro Lehrbuch der Geophysik, publicado en 1929, se basa en los distintos Otra división I
campos de la Física que se aplican a la Tierra sólida, los mares y la atmósfera. La Geo­ la de Geofísica in
física queda de esta forma dividida en capítulos de Mecánica, Gravitación, Electrici­ la Tierra sólida, d
dad , Magnetismo, Óptica, Calor y Composición de la Materia. Más extendida que tico externo, mee
esta división es la que se basa en una serie de distintas disciplinas que se han ido for­ poco de arbitrari2
mando en el seno de la Geofísica. No existe unanimidad de criterios para esta divi­ a otras. No se pm
sión, y algunas disciplinas forman ciencias con entidad propia, como la Geodesía y la todo lo que se ha
Meteorología. Una división incluyendo estas materias es la siguiente: es difícil decidir s
pertenecer a la O
Geodesia y Gravime tría. tienen un peso hi
Sismología. gica. El problem,
Geomagnetismo y Aeronomía. interminables disí
O ceanografía física.
Meteorología.
Geodinámica. 1.3. Cooperació
G eoquímica y Volcanología.
P lanetología. U n factor de !
Prospección Geofísica. ción internaciona
Fundamentos de Geofísica 23

Parecida a esta división es la propuesta por la Unión Internacional de Geodesia y


Geofísica (IUGG) para sus secciones:

Geodesia.
Sismología y Física del interior de la Tierra.
Meteorología y Física de la atmósfera.
Geomagnetismo y Aeronomía.
Ciencias físicas de los océanos.
Hidrología científica.
Volcanología y Química del interior de la Tierra.

La Unión Geofísica Americana (AGU) añade a estas divisiones las de Paleomag­


netismo , Tectonofísica, Planetología y Física solar e Interplanetaria. Es difícil, por
tanto, el dar una división única y algunas de estas disciplinas, como la Geoquímica o
la Física interplanetaria, parecen quedar un poco fuera del ámbito de la Geofísica.
Por otro lado, algunas disciplinas se han desarrollado hasta formar casi ciencias sepa­
radas, como pueden serlo la Oceanografía y la Meteorología.
Una parte importante de la Geofísica la constituye su aplicación a la búsqueda de
recursos minerales, es decir, lo que se suele llamar Geofísica aplicada o Prospección
geofísica. La existencia de esta rama ha llevado a establecer una primera división de
la Geofísica en pura y aplic~da. Tanto la división como los términos empleados/ no
son muy afortunados. No está claro por qué el solo interés económico hace de \una
ciencia que sea pura o aplicada. Este planteamiento lleva a situaciones un tanto ab­
surdas. Por ejemplo, la refracción sísmica para el estudio de la estructura de la corte­
za terrestre pertenece a la Geofísica pura, mientras que si se aplica a la búsqueda de
petróleo, pertenece a la aplicada . Naturalmente, no se puede ignorar que la Geofísica
aplicada a la búsqueda de minerales se ha convertido en una disciplina en sí misma ,
con sus revistas especializadas y sus asociaciones internacionales.
Otra división de tipo muy general y que se ha utilizado, sobre todo en Francia, es
la de Geofísica interna y externa. La primera trata de los fenómenos relacionados con
la Tierra sólida, dejando para la segunda los de la atmósfera , océanos, campo magné­
tico externo, medio interplanetario, etc. En realidad, todas las divisiones tienen un
poco de arbitrarias, ya que es muy difícil poner límites a unas disciplinas con respecto
a otras. No se puede buscar, por tanto, una racionalidad completa en la definición de
todo lo que se ha de incluir en la Geofísica y cómo se ha de dividir ésta. Por ejemplo,
es difícil decidir si el estudio del medio interplanetario o de la actividad del Sol debe
pertenecer a la Geofísica o a la Astrofísica. Muchas veces las inclusiones y divisiones
tienen un peso histórico y no corresponden a una clasificación puramente metodoló­
gica. El problema , además, no es excesivamente importante y podemos dejarlo a las
interminables discusiones de los congresos de las asociaciones científicas.

1.3. Cooperación internacional

Un factor de gran importancia en el desarroJlo de la Geofísica es el de la coopera­


ción internacional. En otros campos de la ciencia es posible el progreso científico rea­
24 Geofísica y ciencias de la Tierra

lizado por grupos aisl ados , aunque esto sea cada vez me nos e l caso, pero en G eofísi­ ace esta asoe
ca, la colaboración intern acion al es completamente necesaria. La comunicación y co­ como palte del
laboración entre los disti ntos obse rvatorios, donde se rea lizan observaciones geofísi­ 1931. este Con
cas, es una condición total mente necesaria para el progreso de esta ciencia. Por esta (ICSU ), órgan
razón, en el desarrollo d e la G eofísica ha jugado y sigue juga ndo un papel muy im­ Asociación 11111
portante la asociació n internacional qu e lleva por nom b re Unión Internacional de montar a la A
Teodesia y G eofísica (JUGG; l ntern a tion al U nion of Gcodesy and Ge ophysics). sung), fundada
Asociación 1111
d Geografía
1901.
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ción de la IUG(
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W orld Dala Cel
FI Gl ' R \ l.2. Jorge Juan y S ~ l1t aci lia (1713-1773) , cosmógrafo y as tró no m o que tomó parte en la e xpedi ­ Otro proyec
ción para medir el arco de me ridian o c:n )'uú y fue el fundador en 1734 de l Ob se rvatorio A stronóm ico de Sup erior, 1963­
M,rrina dc San Fe rnando (Cádiz). to de la natura
Fundamentos de Geofrsica 25

ace esta asociación en 1919, en los años que siguen a la Primera G uerra Mundial,
como parte del entonces también creado Consejo Internacional de Investigaciones. En
1931, este Consejo pasa a formar el Consejo Internacional de Uniones Científicas
(l CSU), órgano del que hoy depende la IU GG . Con anterioridad a 1919, existía ya la
Asociación Internacional de Geodesia, fundada en 1883, y cuyo origen hay que re­
montar a la Asociación Centroeuropea de Geodesia (Mitteleuropaische G radmes­
sung), fundada en P rusia en 1862. También es anterior a la formación de la IUGG la
Asociación Internacional de Sismología, fundada en el Sexto Congreso Internacional
de G eografía de Londres, en 1899, y que celebró su primera asamblea general en
1901.
La IUGG está actualmente compuesta por siete asociaciones: Asociación Int er­
nacional de G eodesia (lAG; International Association of Geodesy), Asociación I n­
ternacional de Sismología y Física del Interior de la Tierra (I ASPEI ' Tnternational
Association of Seismology and ..­P hysics of the Earth Interior) , A sociación InLerna­
cional de Meteorología y Ciencias de la Atmósfera (lAMAS; International Asso­
ciation of M teorology and At'mospheric Sciences) , Asociación Internacional de
Geomagnetismo y Aeronomía (IAG A; International Association of G eomagnetism
and Aeronomy), Asociación Internacional de Ciencias Físicas del Océano (l APSO;
lnternational Association of Physical Sciences of the Oceans), Asociación Interna­
cional de Volcanología y Química del Interior de la Tierra (lA V El; International
Association of Volcanology and Chemistry of the Earth Interior), Asociación Inter­
nacional de Ciencias H idrológicas (IAHS; International Association of Hydrologi­
cal Sciences) .
La IUGG está dedicada al estudio científico de la T ierra y su aplicación a las ne­
cesidades de la sociedad tales como la búsqueda de recursos minerales, la reducción
de los efectos causados por desastres naturales y la preservación del medio ambiente.
Su fin es, como lo expresan sus estatutos, el promover el estudio de todos los proble­
mas que se refie ren a la figura de la Tierra, la física del Globo, los océanos y la atmós­
fera , iniciando, facilitando y coordinando las investigaciones de todos los problemas
de la Geodesia y G eofísica que requieren cooperación internacional. U no de los me­
dios de que se ha servido la IUGG para promover la investigación ha sido el estable­
cer periódicamente proyectos internacionales de cooperación científica. El primero
de éstos, el Año Polar Internacional (1882-1883), es en realidad anterior a la funda­
ción de la IUGG y en él participaron científicos de once naciones. En el segundo Año
Polar Internacional (1932-1933) la participación se dobló a 22 países. De singular im­
portancia fue el proyecto denominado el Año Geofísico Internacional (I GY, Interna­
tional Geophysical Year), que en 1957-58 aunó los esfuerzos de científicos de muchos
países en proyectos conjuntos de investigación relativos a la Tierra entera. El l GY
cooperó eficazmente, entre otras cosas, a la instalación de nuevos observatorios y la
modernización de los métodos de medida y su estandarización. U no de los logros más
importantes fue la adopción de programas de intercambio de datos en todos los cam­
pos de la Geofísica, creándose para este fin los Centros Mundiales de Datos (WDC,
World Data Centers).
Otro proyecto internacional patrocinado por la IUGG fue el Proyecto del Manto
Superior, 1963-1970, cu yos resultados han sido muy importantes para el conocimien­
to de la naturaleza de la corteza y parte superior del manto terrestre. Como conti­
26 Geofísica y ciencias de la Tierra

nuación de este proyecto, se inauguró en 1971, durante la Asamblea General de la lista de los más a
IUGG en Moscú, el Proyecto Geodinámico Internacional, cuyo fin era el estudio de viene dada al fin
los procesos dinámicos de la corteza terrestre, con especial relación a las nuevas teo­ pertinentes de al
rías de la tectónica global. Este proyecto se prolongó hasta 1980 y en su organización E ntre los tex¡
participó la Unión Internacional de Geología, estableciéndose por primera vez a ni­ buch der mathel11
vel internacional una estrecha colaboración entre geofísicos y geólogos. Los resulta­ monum ental Ko'
dos de este proyecto han contribuido de una manera decisiva a nuestro conocimien­ (1889) , de O. Fi~
to de los procesos dinámicos de la corteza terrestre. Los comités nacionales , De principios de
establecidos para llevar adelante este proyecto, sirvieron para fomentar el desarrollo Physique du Glo
de las ciencias de la Tierra en cada país. Para la década de los 80, nuevamente en co­ bro de H. Jeffre:
laboración entre las Uniones de Geodesia y Geofísica y de Geología, se estableció clásico que se ve
un nuevo proyecto internaciona l que llevó por nombre Proyecto de la Litosfera y 1929, B. Gutenij
cuyo fin era el estudio de los procesos y estructura de los cien primeros kilómetros nueve volúmene,
de la Tierra. En este proy..ecto se propusieron también aspectos más prácticos, como más destacados o
son las condiciones geodinámicas relacionadas con los yacimientos de minerales y Dentro de la
las catástrofes naturales. En la actualidad la IUGG colabora activamente en el pro­ Geofísica los vol
grama del Decenio Internacional para la Reducción de Desastres Naturales K. Rawer, public
(IDNDR; International Decade for Natural Disaster Reduction) establecido por las Physics of rhe E
Naciones Unidas para la década de los años 90. Prácticamente todas las asociaciones punto de vista de
de la Unión participan en este proyecto internacional cuyo fin es reducir los efectos mo año aparecel
de las catástrofes naturales. los temas comun
Además de la IUGG, otras asociaciones a nivel más local contribuyen a la comu­ troduction to Ge ~
nicación entre científicos y al desarrollo de la Geofísica. A nivel europeo, conviene En los años s
destacar la Comisión Sismológica Europea, fundada en 1951 , y la Sociedad Geofísica ca, que reflejan
Europea, de más reciente fundación, en 1973. También con ámbito europeo se en­ W. Kertz Einfiih.
cuentra la Unión Europea de Geociencias (EUG; European Union of Geosciences) y 1971 , es una inl
establecida en 1981 como un grupo de estudio de la Asamblea Parlamentaria del considerable infe
Consejo de Europa que incluye a todas las ciencias de la Tierra . Entre las sociedades (1969 1,19772, 19
de ámbito nacional, conviene destacar por el prestigio de sus publicaciones y congre­ Crust (1971 1, 1971
sos la Unión G eofísica Americana (American Geophysical Union, AGU), la Sociedad física y que han r
Sismológica de América (Seismological Society of America, SSA) y la Real Sociedad vel introductorio
Astronómica (Royal Astronomical Society, RAS), con una importante sección de Cara (1989) , Gel
Geofísica. Un reciente proyecto europeo interdisciplinar de ciencias de la Tierra , pro­ physics (1990), Y
puesto por la Fundación Europea de las Ciencias (European Science Foundation, foque distinto al
ESF) con el nombre de Geotransversal Europeo, puede presentarse también como un Geophysics (197'
ejemplo más de cooperación internacional. matemáticos, lo (
Recogiendo l
vel más avanzad
1.4. Libros, revistas y congresos colaboran varios
publicados en 19
El desarrollo de una disciplina científica va unido a la publicación de obras impor­ Entre los libr
tantes, que van marcando , a lo largo del tiempo, su progreso. A continuación da­ Geología convÍ(
remos una breve reseña de los textos generales de Geofísica y su aplicación a la Earth (1970) y el
prospección, que nos parecen más relevantes, sin pretender dar una bibliografía ex­ cias de la Tierra
haustiva. E ntre ellos mencionamos los textos más antiguos, que es interesante cono­ considerar lamb
cer, aunque sean hoy difíciles de encontrar. Al final de este capítulo se presenta una boutry Tectonop
Fundamentos de Geofísica 27

lista de los más asequibles entre los de carácter general. La bibliografía de cada tema
viene dada al final de los respectivos capítulos y en ella se citan también los capítulos
pertinentes de algunos de los textos generales.
Entre los textos más antiguos de Geofísica se pueden citar los siguientes: Lehr­
buch der malhemalischen und physischen Geographie (1829), de J . C. Schmidt; la obra
monumental Kosmos (1845-1858), de A. von Humboldt; Physics of lhe Earlh's Crusl
(1889), de O. Fischer, y el ya citado de S. Gunther , Handbuch der Geophysik (1898).
De principios de este siglo son las obras Physik der Erde (1911), de M. P. Rudzki, y
Physique du Globe (1923), de C. Maurain . En 1924 aparece la primera edición del li­
bro de H. Jeffreys The Earlh, ils origin, hislory and physical COnSlltUlion) verdadero
clásico que se volverá a publicar en cinco ediciones sucesivas, la última en 1970. En
1929, B. Guten~erg edita Lehrbuch der Geophysik, y entre 1930 y 1939, la serie de
nueve volúmenes del Handbuch der Geophysik, en los que colaboran los geofísicos
más destacados de su tiempo.
Dentro de la obra Handbuch der Physik - Encyclopedia of Physics corresponden a
Geofísica los volúmenes 47, 48 Y 49, de cuya edición se encarga J. Bartels y después
K. Rawer, publicándose entre 1956 y 1972. En 1959 aparece la obra de B. Gutenberg
Physics of lhe Earlh's Inlerior, que trata los diversos campos de la Geofísica desde el
punto de vista de la información que aportan sobre el interior de la Tierra . En el mis­
mo año aparecen Physics and Geology, de Jacobs, Russell y Wilson, con énfasis en
los temas comunes a Geología y Geofísica, y el libro de introducción de B. Howell In­
lroduclion lo Geophysics.
En los años setenta aparecen varios textos generales de introducción a la Geofísi­
ca, que reflejan ya los progresos realizados durante los años sesenta. La obra de
W. Kertz Einführung in die Geophysik, publicada en dos pequeños volúmenes en 1969
y 1971, es una introducción concisa y clara, que a pesar de su poca extensión contienen
considerable información. También conciso es el texto de Stacey Physics of lhe Earth
(19691, 19772 , 19923 ) Y el de Garland Introduclion lo Geophysics, Manlle, Core and
Crusl (1971 t, 19792 ), que constituyen una clara puesta al día de los progresos de la Geo­
física y que han recibido una buena acogida como lo demuestran sus reediciones. A ni­
vel introductorio están también, de Bremaeker, Geophysics. The Earlh Interior (1985) ;
Cara (1989) , Geophysique; Fowler, The Solid Earlh. An Inlroduclion (O Global Geo­
physics (1990), y Poirier, Inlroduclion lo Physics of lhe Earlh 's Inlerior (1991) . Un en­
foque distinto al de estas obras es el de Officer en su libro Inlroduction lo Theorelical
Geophysics (1974), en el que el énfasis se pone en la parte teórica y en los desarrollos
matemáticos, lo que le hace especialmente adecuado para la docencia.
Recogiendo los desarrollos teóricos y los resultados de las observaciones a un ni­
vel más avanzado, se encuentra el tratado editado por Coulomb y Jobert, en el que
colaboran varios autores franceses, Traite de Geophysique Inlerne) en dos volúmenes,
publicados en 1973 y 1976.
Entre los libros modernos que se sitúan en una conjunción entre la Geofísica y la
Geología conviene citar el de Verhoogens, Turner, Weiss, Warhaftig y Fyfe The
Earlh (1970) y el de Press y Siever Earth (1974). Este último trata de enfocar las cIen­
cias de la Tierra en el marco de la tectónica global. Dentro de esta línea, se pueden
considerar también algunos libros de geodinámica o tectonofísica, como el de Lli­
boutry Tectonophysique el Geodynamique; una synlhese Geologie slruclural-Geophy­
28 Geofísica y ciencias de la Tierra

sique inlerne (1982) y el de Turcotte y Schubert, Geodynamics; an application of con­ ción especial las do~
linuous physics lo geological problems (1982). A un nivel más descriptivo y elemental, (1972) y Prospecció~
Gass, Smith y Wilson logran en su libro Understanding the Earth (1971) y su reedi­ E l número actua
ción con el mismo título en 1992 por B rown, H awkesworth y Wilson, una presenta­ completa viene dada
ción clara y amena del estado de las ciencias de la Tierra después de la Tectónica de portancia Jouma! oj;
Placas. se ha desdoblado e
E ntre los textos generales de Geofísica aplicada a la prospeccción, los más anti­ Geophysics, con artí
guos son los de Ambronn, M ethoden der angewandte Geophysik (1926), y Broughton­ publicación rápida; .
Edge y Laby , The principies and praclice y geophysical prospecting (1931). Otras neral sobre congresl
obras ya cIásica ~ son las de Jakosky, Exploration Geophysics (1940); Heiland , im portante es Geo¡;
Geophysical exploralion (1946); Nettleton, Geophysical prospecling for oil (1940); Europea resultado
Cagniard, La prospection geop hysique (1950), y Dobrin, Introduction to geophysical ciety, Journal of Ge.
prospecting (1952). En tre los más modernos conviene destacar Grant y West , Inter­ G eofísica Alemana,
pretation theory in applied Geophysics (1965), y Telford et al., Applied Geophysics fera y océano está 1;
(1976). rias publicaciones n
En español, los textos generales de G eofísica son pocos. El de L. Lozano Intro­ gran difusión , aunqL
ducción a la Geojfsica (1972) es solamente una transcripción de sus notas de clase. traducción al inglés
Traducciones, existen la de H owell, Introducción a la Geofísica (E d. Omega, 1960), y dante literatura geo
las de Smith, Temas de Geofísica (E d. Re verte, 1976), y de G ass, Smith y Wilson, In­ glés y muy difundia
troducción a las Ciencias de la Tierra (E d. Reverte , 1978), ambas de nivel introducto­ amplia difusión son
rio. D e G eofísica aplicada conviene mencionar la obra pionera de G arcía Siñedz Los Planetary Interiors.
métodos Geofísicos de prospección (1928); el de Ramírez y Durán, Nociones de pros­ Más especializad
pección Geofísica (1978). Aunque de carácter más especializado, merecen una men- Geofísica aplicada SI
A pplied Geophysics,
vel es el Bulle/in oJ
también Seismo!ogic
Journal of Seismolo'
nofísica están las re
tema muy actual d6
Computas in Jeas
[era y magnetosfer
Terrestrial Physics y
En España se pL
n a, y por el Institut
xico, por la Unión
tit uto Panamericanc
el Consejo Superior
R vista de Geofísica
O tro factor imp l
nacionales como in l
de estas reuniones t
nas deja ninguna fec
cia las asambleas ge
un verdadero acont
FI G lRA 1.3. Sesión inaugural de la Il Asamblea General de la Unión Internacional de Geodesia y Geofí­ se reú nen las divers o
sica celebrada en Madrid ell de octuhre de 1924 y presidid a por S. M. Alfonso XII. (Fo to Alfo nso.) E uropa la Sociedad
Fundamentos de Geofísica 29

ción especial las dos obras de Orellana Prospección geoeléctrica en corriente continua
(1972) y Prospección geoeléctrica por campos variables (1974).
E l número actual de revistas de Geofísica es relativamente grande. U na lista no
completa viene dada al final de este capítulo. Entre ellas conviene destacar por L1 im­
portancia Journal of Geophysical Research, publicada por la AGU y que actualmente
se ha desdoblado en tres series. La misma sociedad publica además Reviews of
Geophysics, con artículos de puesta al día; Geophysical Letters, de artículos cortos y
publicación rápida; Tectonics, dedicada a la tectonofísica, y EOS, con información ge­
neral sobre congresos, libros y otros temas de interés para el geofísico. Otra revista
importante es Geophysica/ Journal International, órgano de la Sociedad G eofísica
Europea resultado de la fusión de Geophysical Journal of the Royal Astronomical So­
ciety, Journal of Geophysics, anteriormente Z eitschrift für Geophysik de la Sociedad
Geofísica Alemana, y Annales de G eophysique. D edicada a las ciencias de la atmós­
fera y océano está la revista Annales Geophysicae. n los países del E ste existen va­
rias publicaciones nacionales. La revista rusa Izvestia, sección de Geofísica, es de
gran difusión, aunque poco asequible por razón de la lengua. Existe, desde 1965, una
traducción al inglés publicada en Norteamérica. Del Japón, donde existe una abun­
dante literatura geofísica. citaremos Journal of Physics of the Earth, publicada en in­
glés y muy difundida. Dos revistas relativamente recientes que han alcanzado una
amplia difusión son Earth and Planetary Science Letters y Physics of the Earth and
Planetary Interiors.
Más especializadas y abarcando sólo partes de la Geofísica citaremos algunas. De
Geofísica aplicada son importantes Geophysics, Geophysical Prospecting y Journa/ of
Applied G eophysics. D e sismología, la revista más antigua y que conserva un alto ni­
vel es el Bulletin of the Seismological Society of America. La misma sociedad edita
también Seismological R esearch Letters. R ecientemente se ha empezado a publicar el
Joumal of Seismology. Dedicadas preferentemente a temas de geodinámica y tecto­
no física están las revistas Tectonophysics, Tectonics y Journal of Geodynamics. Al
tema muy actual de la aplicación de la informática a las ciencias de la Tierra está
Computers in Geosciences. Finalmente, para el estudio de los fenómenos de la ionos­
fera y magnetosfera conviene destacar las dos revistas Journal of Atmospheric and
Terrestria/ Physics y Planetary and Space Science.
En España se publica por la Universidad Complutense la revista Física de la Tie­
rra, y por el Instituto G eográfico N< cional, Avances en Geofísica y Geodesia; en Mé ­
xico. por la Unión G eofísica Mexicana, Geofísica Internacional, yen Pe rú, por el Ins­
tituto Panamericano de G eografía e Historia, Revista Geofísica. Desafortunadamen te
el Consejo Superior de Investigaciones Científicas español dejó de publicar en 1992 la
Revista de Geofísica, que se venía publicando desde 1942.
Otro factor importante en el desarrollo de la Geofísica son los congresos, tanto
nacionales como internacionales, y las reuniones y simposios científicos. E l nú mero
de estas reuniones ha aumentado tanto que una lista de los celebrados cada año ape­
nas deja ninguna fecha libre. E ntre estos congresos hay que destacar por su importan­
cia las asambleas generales de rU GG, que se celebran cada cuatro años y representan
un verdadero acontecimiento científico y social. Con más frecuencia, cada dos años,
se reúnen las diversas asociaciones internacionales que forman parte de la rU GG. E n
Europa la Sociedad Geofísica Europea y la Unión Europea de Geociencias se reúnen
30 Geofísica y ciencias de la Tierra

cada año y cada dos años la Comisión Sismológica Europea. Todas estas reuniones tástrofes, como so
atraen un gran número de científicos. A nivel nacional se celebran también reuniones miento han amino
con distinta periodicidad. En España, desde 1973, se reúne cada dos años la Asam­ de las erupciones'
blea Nacional de Geodesia y Geofísica. En mayor número se celebran en diversos lu­ El servicio de
gares reuniones, simposios y conferencias de asistencia limitada y temas muy concre­ mapas magnéticos
tos. La asistencia a los congresos se ha convertido en una obligación de los científicos condiciones de la i
modernos para constatar hacia dónde se dirigen los esfuerzos de la investigación de cial. En realidad , I
los grupos de distintos países, cuáles son los últimos resultados obtenidos y las nuevas enraizado en ella (
técnicas empleadas. Estas novedades, de bido a la lentitud en la publicación, pueden ca en su aplicació
demorarse más de un año en aparecer en las revistas. Así tenemos en es
alemá n «Wetterdi
«Earth Enviromel
1.5. Geofísica y sociedad orientados no sólc
diciones de la atm
Antes de dar por ter minado este pequeño esbozo sobre diversos aspectos de la neral de la socieda
Geofísica, conviene añadir unas ideas sobre su función social. Quizás a algunos les Otro aspecto d
parezca esto fuera de lugar. Sin embargo, de be mos recordar que la ciencia está basa­ ción de los métod
da, como todo cuerpo de conocimientos objetivos, en el fenómeno de la intercomuni­ minerales, petróle
cación humana. Una tendencia, muy extendida hoy entre los filósofos de la ciencia del hombre sobre
moderna, es la de definir la objetividad en términos de inters ubjetividad , es decir, en fuentes más direcl
términos de coparticipación de los mismos conocimientos y experiencias. Una de las queda de otras fu
cualidades fundamentales del observable científico es el que sea público y repetible. importancia Ilos di
La ciencia nace, por tanto , necesariamente dentro de una comunidad humana , a la zas aún escondida:
que podemos llamar la comunidad científica . La ciencia no puede considerarse como E l perfecciona
un fenómeno individual, ya que la objetividad científica sólo queda garantizada en cio de toda la hurr
términos de la publicidad y repetibilidad de las observaciones y los experimentos. llegue pronto a ag
Estas ideas responden al fenóme no interno de la ciencia, y no nos dicen nada to­ las exigencias cad,
davía sobre lo que podemos llamar la función social de la ciencia. Tenemos que dar miento , cada vez r
un paso más, e investigar el papel de la comunidad científica dentro de la comunidad ne un límite al aUl
humana total que llamamos sociedad. La cie ncia no es fruto solamente, ni siquiera nológico y exige l
principalmente, de un afán por el saber puro, sino que está enraizada, más de lo que a como son la energ
veces estamos dispuestos a admitir, en las necesidades y afanes humanos. Toda cien­ cimientos aportad
cia tiene pues una proyección social , lo mismo que tiene una responsabilidad é tica. sica pueden ser de
La proyección social de Geofísica no es difícil de ver, ya que muchos de los fenó­ La creciente r
menos que estudia tienen una relación directa con el bienestar de la sociedad. La Me­ orientación en Gé
teorología está continuamente ofreciendo sus servicios al ciudadano, a la navegación ción de la atmósfe
marítima y aérea, a la previsión de catástrofes como ciclones y tornados, etc. Los te­ erupciones volcán
rremotos son, todavía hoy, una de las catástrofes naturales que causan más pérdidas que la Geofísica t
de vidas y bienes materiales. Baste con recordar los últimos terremotos e n distintas geofísicos de pros
partes del mundo con un elevado número de víctimas y daños. El esfuerzo de la Sis­ macenamiento de
mología por buscar un método eficaz de predicción de este tipo de catástrofes será llama la Geofísica
una aportación incalculable al bien de la sociedad. Aunque este tipo de previsión no los problemas del
es todavía posible, los daños de los terremotos sí pueden aminorarse con la construc­
ción de estructuras resistentes a los movimientos sísmicos. Los esfuerzos en el campo
de la ingeniería sísmica y la preparación de códigos de construcción sismorresistente ·
son una muestra del interés social de esta ciencia. Con relación a algunos tipos de ca­
Fundamentos de Geofísica 31

tástrofes, como son los tsunamis o maremotos, los sistemas de alarma ya en funciona­
miento han aminorado las pérdidas de vidas; y lo mismo puede decirse de la previsión
de las erupciones volcánicas, allí donde existen sistemas de alarma.
El servicio de las observaciones geomagnéticas no se reduce a la confección de
mapas magnéticos, necesarios para la navegación. En el futuro el conocimiento de las
condiciones de la magnetosfera puede ser de gran importancia en la navegación espa­
cial. En realidad , el concepto de servicio no es extraño a la Geofísica, sino quizá más
enraizado en ella que en otras ciencias. No es sin motivo que los Institutos de Geofísi­
ca en su aplicación práctica reciben en todos los idiomas el nombre de «servicios».
Así tenemos en español el «Servicio de Sismología» y el «Servicio Meteorológico», en
alemán «Wetterdienst» y «Erdbebendienst» y en inglés «Meteorological Service» y
«Earth Enviromental Science Service», por sólo citar algunos. Estos servicios están
orientados no sólo a la prevención de catástrofes, sino a la información sobre las con­
diciones de la atmósfera, de la sismicidad, o de otros factores en bien del progreso ge­
neral de la sociedad.
Otro aspecto del interés social de la Geofísica lo constituye el campo de la aplica­
ción de los métodos de prospección, a la búsqueda de nuevos recursos materiales, en
minerales , petróleo, agua, etc., de los que depende el bienestar y aun la supervivencia
del hombre sobre la Tierra. Las necesidades tecnológicas y el agotamiento de las
fuentes más directas de materias primas y combustibles hacen más necesaria la bús­
queda de otras fuentes de riquezas mineralógicas. En este aspecto tienen una gran
importancia los diversos métodos de prospección geofísica, para descubrir las rique­
zas aún escondidas en la corteza terrestre.
El perfeccionamiento de estos métodos, y su aplicación a escala global en benefi­
cio de toda la humanidad , es una de las respuestas al creciente temor de que la Tierra
llegue pronto a agotar sus posibilidades de sostener la creciente población humana, y
las exigencias cada vez mayores de consumo de energía de la tecnología. El convenci­
miento, cada vez más claro, de que vivimos en un sistema de recursos limitados impo­
ne un límite al aumento continuo de gasto de energía impuesto por el desarrollo tec­
nológico y exige una búsqueda de fuentes alternativas de energía. Muchas de éstas,
como son la energía solar, eólica, geotérmica, etc., están fundamentadas en los cono­
cimientos aportados por la Geofísica. Estos nuevos campos de aplicación de la Geofí­
sica pueden ser decisivos en el futuro de la humanidad.
La creciente preocupación por el medio ambiente ha determinado una nueva
orientación en Geofísica hacia estos problemas. El cambio climático, la contamina­
ción de la atmósfera , océanos, ríos y lagos, las catástrofes naturales como terremotos,
erupciones volcánicas y huracanes son algunos de los problemas ambientales en los
que la Geofísica tiene mucho que aportar. Por otro lado, la utilización de métodos
geofísicos de prospección superficial para determinar la contaminación debida al al­
macenamiento de residuos abre nuevas perspectivas que han dado origen a lo que se
llama la Geofísica Ambiental. Cada vez más la Geofísica está orientándose hoy hacia
los problemas del medio ambiente.
32 Geoffsica y ciencias de la Tierra

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Ca o

EL
¿Quién fijó las medidas de la Tierra?

¿Lo sabrías ? ¿Quién tiró el corde l sobre

ella? ¿Sobre qué se afirm aron sus bases?

¿Quién asentó su piedra angul ar?

Libro de Job, cap. 38.

2.1. Figura de la Tierra

El problema de la figura de la Tierra es uno de los más antiguos de la historia de


la ciencia. Las primeras concepciones babilónicas y egipcias representan a la Tierra
como un disco plano cubierto por una bóveda semiesférica a la que están sujetos los
astros. Filósofos y astrónomos griegos de los siglos v y VI a. de C , como Eudoxo,
Anaximandro, etc., y de la escuela pitagórica, entre otros, conside raron ya a la Tierra
como una esfera flotando en el espacio, y Aristarco de Samos (s. III a. de C ) llegó a
medir su tamaño relativo a la Luna. La primera medida de la circunferencia de la Tie­
rra es debida a E ratóstenes (275-194 a. de C ), que midió la difere ncia de latitud entre
Alej andría y Siene (actual Aswan), ciudades situadas aproximadamente sobre un me­
ridiano, y la segunda muy cercana al Trópico. Ob tuvo para la circunferencia de la
Tierra 252.000 estadios (1 estadio aproximadamente 160 m) , cometiendo solamente
un error que se estima aproximadamente en un 16 por 100. O tra medida fue hecha
por P sidonio de Apamea (s. 1 a. de C ) , midiendo la diferencia de latitud entre R o­
das y Alejandría por observaciones astronómicas con un resultado algo menor,
240.000 estadios. E l geógrafo romano Estrabón combinando las medidas de E ratóste­
nes y Posidonio dio un valor mucho menor de 180.000 estadios. Es te valor fue divul­
gado en Occidente durante la Edad Media. Estas medidas estuvieron vigentes hasta
que se realizaron medidas modernas de un grado de latitud a partir del siglo XVI que
finalmente pusieron de manifiesto la elipticidad de la Tierra.
La determinación de la forma en la Tierra puede resolverse desde dos puntos de
vista: uno geométrico, por medición de cadenas de triangulación, y otro dinámico ,
por determinación de su campo gravitatorio. En cuanto al primero, se puede determi­
nar la forma de la Tierra midiendo longitudes de arcos de meridianos y paralelos.
Desde el segundo punto de vista, la observación del campo gravitatorio nos conduce

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