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MODULO 1

UNIDAD 1

El pensamiento, es una dimensión del hombre que lo obliga frente a la inmediatez de


cualquier cosa, a no conformarse con ella sino a buscar su fundamento. El pensamiento da
testimonio de lo que está presente ante él. Ese no conformarse nos crea un asombro que nos
obliga a interrogarnos. Esto constituye la actitud filosófica.

La actitud superficial: actitud de no cuestionarse, de tomar el mundo externo como algo ya


dado, sin interrogar el sentido, el porqué de las cosas. Es el mero transcurrir la vida, sin poner
en juego las preguntas de mi “yo” tiene para hacerle al mundo exterior. -

La actitud profunda: actitud de interrogar al mundo, que se pregunta ¿por qué? ¿para qué?
¿qué sentido tiene el mundo? ¿qué sentido tengo “yo” dentro del mundo?. Es la indagación
respecto de la realidad. Estas preguntas surgen frente a situaciones limite.

que tiene este "INTERROGARSE" nos compromete a nosotros mismos. "PORQUE EXISTEN LAS
COSAS?" Nosotros estamos incluidos en esto, es algo que incumbe profundamente al hombre
y a su actitud profunda. Es la pregunta fundamental de la filosofía. "Porque es en general el
ente y no la nada?". Evidentemente no todos se realizan esta pregunta, no se la formula
cuando el hombre tiene una actitud superficial de las cosas.

Hay ciertas situaciones límites en la vida en las que el hombre se impone esta pregunta.
Algunos de estos momentos límites son la desesperación, alegría, el asombro, el aburrimiento
o la duda. Desesperación frente a la perdida de sentido de nuestra vida y del mundo, ante la
pérdida de un ser querido,

un momento de inmensa alegría, etc. Asombro; platón y Aristóteles decían que el asombro era
el comienzo de la filosofía, asombro de que haya cosas. Aburrimiento; la náusea que
nos producen las cosas cuando estamos aburridos, nos preguntamos con desprecio por
esas cosas y por su absurda existencia. Duda; la filosofía moderna con descartes se
inicia con la duda como método insustituible para transitar el pensamiento filosófico.

ARISTOTELES "El objeto de la filosofía es la TOTALIDAD de las cosas".

En el origen mismo de la filosofía esta reconoce los limites; reconocer que, aunque nosotros la
busquemos, no la poseemos. El filósofo es un amante de la sabiduría y la palabra filosofía
indica este carácter. De modo que en la misma etimología de la palabra filosofía nosotros nos
encontramos con este desear, amar, buscar la sabiduría, precisamente porque no se la posee.
Philia – Sofhia – Amor – Sabiduría.

La presencia dentro del hombre que busca el saber, es el eros filosófico. Eros significa amor. El
amor es entonces el que hace de intermediario entre lo que el hombre tiene y lo que no tiene.
A diferencia de la ciencia, la filosofía no es un saber, sino un amar el saber.

Entre la ciencia y la filosofía hay muchas diferencias. La ciencia se desentiende de la


TOTALIDAD. Dentro del horizonte de TOTALIDAD, recorta un cierto ámbito y lo va a estudiar,
lo separa de todas las cosas para profundizarlo. Este cierto ámbito solo es estudiado si de
antemano se sabe que pueden obtener una respuesta positiva. La ciencia solo trata temas que
tienen soluciones posibles y si ve que un problema no tiene solución lo abandona. En cambio,
la filosofía se ubica en un lugar expectante, no siempre encuentra soluciones a lo que se
plantea y aun así se incita en profundizar cada vez más.

"Mientras la ciencia se mueve dentro de los problemas, la filosofía asume el misterio."

La ciencia pretende la exactitud, si no tiene exactitud deja de lado los problemas. "Lo que no se
puede medir no existe". Mientras esta deja de lado el problema, hay alguien que no puede
dejar de preguntarse por el mismo. No puede cortar esa actitud filosófica de resolver la duda.
El hombre siempre quiere ir más allá. La filosofía es un preguntarse por la TOTALIDAD de las
cosas, su horizonte es el TODO. Puede pensarse que la filosofía es sabiduría, según Pitágoras y
Platón llamarse sabio es excesivo y solo corresponde a la divinidad; el filósofo es un amante
de la filosofía. Aunque el filósofo busca la sabiduría, no la posee, ya que si la poseerían no
sería necesario buscarla. Philia amor, Sophia sabiduría.

"Nos movemos siempre entre cosas y nosotros buscamos lo incondicionado".

Pensar es pensar al Ser como Todo y a cada cosa particular pensarla en relación con ese Todo
y formando una unidad. La idea de TOTALIDAD, según Kant, es legitima idea de la razón a la
cual esta no puede evitar pensar, por más que ya posea un saber sobre ella.

Saber significa tener algo como objeto ante la conciencia y que este esté delante nuestro y se
ofrezca a nuestros ojos para poder verlo de manera inmediata. Siempre en la misma línea que
CONOCER.

Conocer es no conformarse con el contenido sabido, con la simple presencia, sino interrogarse
por ella para comprenderla. Siempre en la misma línea que SABER.

Bacon "saber es poder".

El saber no es respuesta a una situación indiferente, el saber es un preguntar condicionado por


un interés especial. La verdad que el saber busca fue transformándose cada vez más en una
hipótesis de trabajo y medida con el fin del aumento del poder. Estas ideas y conceptos son
instrumentos para la organización, así se afirma la hipótesis que funciona en la práctica es la
verdadera. El pensar es un movimiento perfecto cíclico, ya que a diferencia del que se da en
línea recta y cuyo fin es trascendente (SABER), este postula que cualquier alejamiento de un
punto es también una aproximación a él. Toda su marcha es un volver sobre sí mismo siempre.
No tiene comienzo -ARJE- ni fin- TELOS-. O su comienzo es el fin y el fin su comienzo. El
aspecto que el pensamiento piensa es constante al acto mismo de pensar. El pensar, no solo
piensa en la presencia sino también en la ausencia, evitando que esta caiga en definitivo
olvido. Pensar es pensar el ser como totalidad, pero para nosotros entes finitos, el ser como
totalidad no es una presencia. El ser entonces se hace presente en un ente. Este ser no es
ningún ente particular y es lo indeterminado respecto a cada uno de ellos. Lo que hace que el
ser se determine en una cosa o en otra es la esencia. Pero al salir de indeterminación del ser, la
esencia ya no es más el ser como totalidad sino aquello que era ser y ahora es un ente
determinado. La esencia es lo que era, lo que ha sido. Para imaginar o ver el ser es necesario
no estar vinculado con el tiempo. EL PENSAR NO SOLO DEBE ATENDER AL PRESENTE SINO
TAMBIEN MEMORAR LO AUSENTE.

Solo el silencio puede ser la respuesta que corresponde a la Totalidad

MODULO 1

UNIDAD 2
La actitud del hombre a filosofar nace en Grecia año 500 AC. Los primeros se preguntaban por
el fundamento, por el principio de las cosas, por el origen de ellas, por el ARJÉ. Se debía al
asombro que ellos experimentaban ante la presencia de esas cosas. A los primeros filósofos se
los llamo sabios, aunque estos reconocían los límites de la sabiduría.

Para los griegos, el origen de todas las cosas era la naturaleza, la physis. Según Tales el origen
era el agua, Anaxímenes sostenía que era el aire. Anaximandro decía que el origen de todo
era el Apeiron, lo infinito, según él lo finito aparecía y debía morir para ser purgado y volver a
convertirse en infinito.

Pitágoras fundo una comunidad filosófica, decían que el número constituía la esencia de las
cosas y estas se regía por los números. Los pitagóricos fueron los primeros en hacer progresar
las matemáticas.

Heráclito, no quiso que su pensamiento se divulgara y solo lo compartía con quienes podían
entenderlo. A él le interesaba, como a todos, encontrar un común fundamento, una unidad
origen que se esconde tras la multiplicidad que de ella procede. "todo cambia, nada
permanece' Nunca nos bañamos en un mismo rio, las cosas según este están en continuo
cambio, constante devenir. Ese devenir está regido por la razón, la razón era lo Uno inmanente
en la multiplicidad y el cambio, a este Uno le gusta ocultarse en la diversidad de sus
manifestaciones. Este Uno, es el mismo que se expone en diversas manifestaciones. Se dice
que es inmutable lo que no está sometido a la condición temporal, requisito necesario del
cambio.

Parménides, discípulo de Jenofanes, organizo a su ciudad natal con leyes admirables por toda
la comunidad. Se enfoca en la mismidad del Ser único sin distraer su mirada en las cambiantes
manifestaciones de ese ser único. Para el, el Ser es una Totalidad indivisible, es único e
inmutable, el ser es un eterno presente porque no ha tenido comienzo y no tendrá fin, es
inmóvil porque para que haya movimiento tiene que haber un espacio y no hay nada fuera del
ser porque el ser es todo.

"El pensar es una paradoja, en esta el Ser se muestra en su total verdad".

Anaxégoras, para este el universo se origina en el espíritu.

Leucipo y Demócrito, fundadores de la teoría atomista. Para ellos el Ser uno e inmóvil se
encontraba en el átomo. Este, tenía las características del Ser inmutable con la diferencia que
esta unidad se repetía y se multiplicaba hasta lo infinito.

En la segunda mitad del siglo V a.C. se inicia un movimiento que tiene importancia para el
posterior desarrollo de la filosofía, ese movimiento fue la Sofistica. Los sofistas fueron
maestros que recorrían ciudades griegas enseñando a los jóvenes para que pudieran actuar en
política y dirigir negocios del Estado, educaban futuros conductores del pueblo en creciente
proceso de democratización. Enseñaban el arte de la persuasión. Trataban de restaurar la
physis de las personas, educándola para la conducción política. No se interesaban en
transmitir contenidos del saber, se interesaban en la educación de la destreza para defender
cualquier argumento.

Vendían sus argumentos a los ricos. El sofista afirma o niega sin ningún rigor ni método.
Enseñaban que el hombre individual con su individual razón era la medida de todas las cosas y,
por ello, caían en un total relativismo. Conocimiento relativo fundado en la razón individual.
El escepticismo es una doctrina filosófica que considera que no hay ningún saber firme, ni
puede encontrarse ninguna opinión segura.

Para Sócrates, la razón individual solo era un eco en la razón común, común en todos los
hombres. Nació en Atenas en el año 470 a.C. Se formación fue consecuencia de su experiencia
personal, de su meditar, del trato con otros hombres y cosas. Fue un autodidacta. Recolector
de escritos antiguos como los de Homero, Heráclito y Anaxágoras. Buscaba la verdad y el
conocimiento. Para el solo podría haber conocimiento verdadero, no bastaba con suponer. Se
interesaba por el problema el hombre, de su alma, etc.

El tema de enseñanza de Sócrates era semejante al de los sofistas, se diferenciaba en cosas


importantes. Sócrates creía en el conocimiento universal, fundado por la razón universal a la
cual cada hombre debe seguir. No lo interesaba formar profesionales políticos, sino formar el
alma de los hombres en la ciencia y la virtud. Se dirigía a cualquiera que quiera escucharlo.

Afirmaba que las leyes se fundaban por voluntad de los dioses y como última instancia en la
razón universal. Para el, las leyes eran divinas y debían ser cumplidas. Por eso el ante su
injusta sanción de muerte, rechazo la fuga ofrecida por sus amigos, eludir el castigo era no
respetar las leyes.

Toda enseñanza de Sócrates está orientada a la perfección divina del hombre, este camino
requiere una purificación moral, moral que encamina al bien supremo. La moral socrática esté
orientada a un fin último que es el bien universal. Ese bien es la felicidad. Está orientada al
bien universal mediante el uso de la razón. Es en la razón, el conocimiento y la ciencia donde
la moral encuentra su fundamento. Para el no hay diferencia entre sabiduría teórica y práctica,
ambas constituyen el mismo comportamiento ante la vida, solo debe ser buscada ya que el
hombre no la posee.

El principio de sabiduría consiste en la toma de conciencia de la propia ignorancia, tener


conciencia de esa limitación, conocerse a sí mismo.

Sócrates tenía un método que se dividía en dos partes. La refutación, operación preliminar y
necesaria para que el espíritu pueda dirigirse al descubrimiento de la verdad. La segunda es un
arte que Sócrates heredo de su madre, que era partera, la mayéutica. Este método debe estar
sometido por el ejercicio de la razón. El ayudaba al nacimiento de las ideas, estaba dirigido a
obtener un conocimiento científico, inmutable y universal, volcándose en la conciencia del
hombre preocupándose por su problema moral.

La verdad no puede ser impuesta por el maestro, sino que debe ser reconocida por el alumno.
La verdad debe ser buscada, el maestro solo puede guiarlos con este método.

El Intelectualismo perfectamente se puede aplicar en el ámbito ético, en quienes defienden,


que basta con conocer el bien para realizarlo, y que el mal se produce a causa de la ignorancia,
posición conocida como intelectualismo socrático. El intelectualismo moral socrático identifica
la virtud con el conocimiento.

Para el, la actitud del filósofo era prepararse para la muerte, para él su muerte física fue
menos importante que su muerte moral.

En fin, es en este ámbito moral donde lleva su preocupación científica. Lo que Sócrates
buscaba con todo esto, era la unidad, la esencia y concepto de las cosas que nos permitía
tener una correcta definición de ellas. Esencia, concepto y definición, conceptos claves para
su razonar en la búsqueda de un conocimiento.

"Solo sé que no se nada"

Platón también se encontraba en este ámbito, discípulo de Sócrates. Su vocación se diversifico


desde el principio entre la filosofía y la política. Según este, el filósofo era capaz de encontrar
el bien, por lo tanto, este debía ser el gobernante, aunque este debía huir, ser siempre un
extranjero aun de su propio cuerpo. Alejado del estado por situaciones que lo afectaron, como
la muerte de Sócrates por su injusto juicio, se dedicó a viajar para empaparse de sabiduría. De
regreso a Atenas, fundo la Academia, donde se consagro en la enseñanza. Apelo a los mitos
para compartir sus pensamientos.

Al igual que Sócrates, nunca estuvo conforme con ningún contenido objetivo del saber,
consistía en tener conciencia de su ignorancia, en saber que no sabía nada. También se
demandó la búsqueda de conceptos y definiciones, en donde Sócrates se redujo al ámbito
moral, este se amplió en que estaba más allá del dominio moral. Platón llamo idea a esa
esencia de la cosa. La idea posee el mismo atributo que Parménides intuyo en el Ser, pero en
el caso de Platón no hay una idea única, sino múltiple, hay tantas ideas como seres o cosas.

El número de ideas es igual al de las cosas existentes en el mundo sensible, y las ideas están en
un mundo superior al físico, están en un mundo supra celeste. De este modo vemos dos
mundos, el mundo de las ideas subsistentes y eternas, de la verdadera realidad y por lo tanto
superior. El otro es el mundo que captan los sentidos, el mundo del nacimiento y la muerte. El
de las ideas es el mundo fundante, el del devenir es el mundo fundado que en el otro
encuentra su fundamento.

Para Platón el conocimiento va a estar definitivamente vinculado a las ideas en la medida que
estas son el verdadero ser. El conocimiento en sentido estricto, conocimiento como ciencia,
solo puede ser el conocimiento de las ideas. Para el, el conocimiento es recordar, es actualizar
el conocimiento que el alma ya tenía por estar en contacto con el mundo de las ideas.
Aprender es recuperar los conocimientos.

Platón divide el conocimiento. Ámbito sensible; no puede considerarse un verdadero


conocimiento científico sino solo una opinión, doxa. El otro, el saber del intelecto; nos da un
auténtico saber científico, episteme.

Doxa u opinión; se refiere a dos cosas, uno a las simples imágenes o sombras de las cuales solo
puede haber una conjetura, eikasia (conjeturas). El otro a los objetos materiales, que son
captados por la sensibilidad, la captación sensible de ellos es considerada ajena a toda
demostración y evidente en sí misma, pistis (fe)

Episteme o saber científico; tiene su ámbito de validez en el mundo de las ideas. Y este
conocimiento muestra dos aspectos. Uno es aquel en que la razón busca llegar a una
conclusión a través de imágenes. Es el conocimiento de la razón discursiva, dianoia. La cumbre
del conocimiento está dada por la presencia de la idea de un modo directo e intuitivo en la
inteligencia, noesis (intuición, inteligencia pura).

Alegoría de la caverna; el sentido es claro. La caverna es este mundo, el que nuestros


sentidos perciben. Los prisioneros perciben esos sentidos; las sombras, que son los objetos
que toman por realidad. El hombre que se libera y asciende a la región superior de lo
inteligible es el alma. El sol, que primero enceguece, pero luego su contemplación produce
felicidad, es el bien.

El bien, fundamento de las ideas y de todo lo que existe. El bien no puede ser una esencia, sino
que está más allá de toda esencia, es principio supremo y absoluto. El bien es el gran
conocimiento por el que se interroga todo conocimiento.

La dialéctica es el movimiento de la inteligencia en búsqueda del fundamento del bien. Por


medio de la dialéctica, la inteligencia está en permanente marcha haciéndolo siempre con
criterio unificante. La dialéctica culmina cuando llega el principio absoluto que es razón de
todo, el bien. La dialéctica puede alcanzar la esencia de cada cosa con el uso de la razón y sin el
auxilio de los sentidos, hasta puede alcanzar con la inteligencia la esencia del bien y llegar al
termino de lo intangible.

Alegoría del carro alado; intenta explicar el comportamiento del alma humana. Uno de los
caballos representa la nobleza del alma y su parte racional. El otro caballo representa las
pasiones del alma. El carro deberé ser conducido, aunque se encuentre desbalanceado por dos
caballos totalmente distintos. El carro es el alma, un caballo intenta conducir el carro al mundo
de las ideas, mientras que el otro intenta volver al mundo material y de las pasiones. El ombre
es un ser dominado por este último caballo, su única forma de redención es a través del
conocimiento, llevando una vida libre de pasiones.

El amor, hace que la dialéctica no sea el único en tener la posibilidad hacia el absoluto (el
bien). El amor convierte al hombre en un ser divino, por medio de este se inicia una búsqueda
de sabiduría y logra que se ilumine su saber perdido; amando a un cuerpo bello, luego
comprender que esa belleza se encuentra en todas las cosas, amar más al alma que al cuerpo,
al final contemplar la belleza de las acciones.

La inmortalidad del alma tiene vigencia no en el campo de la realidad sensible, sino en el de


las esencias. El alma es eterna e inmortal. Los griegos creían que el mundo siempre existió, no
creían en la nada, por ende, al tener tan en claro en su conciencia que el mundo y ellos eran
eternos, no tenían la necesidad de explicarlo. La muerte del cuerpo es la liberación del alma,
liberación que no es eterna, puesto que el alma tendrá que renacer en otro cuerpo.

Para Platón el Ser se identifica con el Bien. El ser como fundamento de las cosas tiene la
ventaja de presentarnos algo previo a toda interpretación. La mesa es, la piedra es, etc.
Decimos que todo es, el ser es todo. En cambio, si al fundamento lo llamo de otra manera
(dios, espíritu, bien, etc.) puede interpretarse de otra forma. En cambio, si lo llamo Ser, lo
despojo de toda interpretación, solo queda la pureza de ser fundamento.

Para cerrar con Platón, este propone que el mundo del devenir es contrario al mundo del ser,
por ende, es el mundo del no-ser. Pero el devenir tampoco es la nada, el no-ser absoluto. Se
propone probar entonces, que el no-ser existe. Lo que permite a una cosa ser lo que ella es, y
al mismo tiempo, ser diferente a otras cosas, no-ser otras cosas. El no ser existe y es extensivo
a todas las cosas existentes ya que estas a la par de ser lo que son, no son ninguna otra cosa. El
no-ser no es lo contrario absoluto del ser, pero tampoco es lo mismo que el ser. El no-ser es lo
otro. Entonces, las cosas del devenir no son el Ser, por lo tanto, son el no-ser, sin embargo,
esas cosas existen o sea que el no-ser existe.

Platón cree que el hombre es un ser social por naturaleza. Explica la concepción antropología
y las clases sociales de la república. El estado tiene las mismas necesidades y fines éticos que
el hombre. Cada parte del alma se puede relacionar con una clase social. La parte racional
(Parte superior del alma humana, inmortal y divina. Gracias a ella alcanzamos el conocimiento
y la vida buena vida) con la clase de los gobernantes, el alma irascible (Parte del alma humana
en donde se sitúan la voluntad y el valor) con la clase social de los guerreros, y la concupiscible
(Parte mortal del alma humana responsable de las pasiones, placeres y deseos sensibles) con la
de los artesanos. El filósofo ha de ser gobernante, conocer el bien general, ser filosofo.

Aristóteles nació en el año 384 a.C., fue un estudiante de la Academia Platónica. Si estudio
destacado es la Metafísica. Fue elegido para educar a Alejandro Magno a partir de los 13 años
de edad. Vio en esa oportunidad para llevar la práctica de sus ideas filosóficas y políticas
inculcándoselas al futuro rey. Alejandro Magno unifico los pueblos y razas en un Imperio
único. Solitario y refugiado a causa de que lo persiguieron, reconoció su ignorancia y se
consolidó en el amor hacia el saber y los mitos, creyendo en estos como la última huella de
antiguas sabidurías.

Durante su juventud fue un convencido platónico, sus diálogos muestran una cercanía
profunda a las ideas del maestro. Se mostraba pesimista con respecto a la vida, ya que la
consideraba un desierto de la patria eterna. Aun en vida de Platón, Aristóteles se opuso a la
doctrina de las ideas. Para el, el mundo de las ideas es inútil, cuando por medio de él se
quiere explicar la realidad solo se logra expresar frases

vacías, "es absurdo afirmar que hay otras sustancias además de las que vemos". Lo abstracto
no puede ser lo real, lo real es lo universal en lo particular. Lo universal no puede existir fuera
de los individuos porque lo universal no posee existencia independiente. Lo real es individual
y en este se puede ver lo universal.

"Amigo de Platón, pero más amigo de la verdad"

Grados de conocimiento según Aristóteles;

El conocimiento sensible deriva directamente de la sensación, es inmediato y fugaz,


desaparece con la sensación que lo genera. Nos hacen ver que el fuego es caliente, pero no
nos dicen el porqué de nada. El entendimiento es el nivel más elevado de conocimiento, nos
permite conocer por qué y la causa de los objetos. Surge de la experiencia y se constituye en el
verdadero conocimiento.

El conocimiento sensible es el punto de partida que termina en el saber; Aristóteles distingue 3


tipos de saberes. El saber productivo es el que tiene por objeto la producción o fabricación. El
saber practico, remite a la capacidad de ordenar racionalmente la conducta, tanto pública
como privada. El saber contemplativo, no responde a ningún tipo de interés, representa el
conocimiento más elevado, que conduce a la sabiduría.

El punto de partida del conocimiento lo constituyen la sensación y la experiencia, nos pone en


contacto con la realidad de las sustancias concretas. Pero el verdadero conocimiento es obra
del entendimiento, consiste en el conocimiento de las sustancias, la causa formal, la esencia.
Para Aristóteles la forma, lo universal, se encuentra en la sustancia, por lo que es necesario,
para poder captar la forma, haber captado previamente, a través de la sensibilidad, la
sustancia. A través de un proceso en el que intervienen la sensibilidad, la memoria y la
imaginación; la experiencia actúa sobre la realidad de una sustancia. los sentidos captan la
realidad de la sustancia, mediante la imaginación se elabora una imagen sensible y sobre esta
actúa el entendimiento.
Aristóteles distingue dos tipos de entendimientos. El entendimiento paciente entra en
contacto con la imagen sensible; el entendimiento agente realiza la separación de la forma y la
materia, quedándose con el elemento formal que expresa las características esenciales de un
objeto.

Para Aristóteles, la filosofía era el más elevado y noble saber, pero no era el único.
Consideraba que la experiencia se constituye por el arte y la ciencia, y es por ella que estas
progresan. El arte está referido al hacer cosas, al producir, nace el arte cuando de muchas
observaciones experimentales surge una noción universal sobre los casos semejantes (si un
medicamento curo a muchas personas con flema, ese medicamento debe curar a todos los que
tengan flema). El arte es experiencia del conocimiento de cosas singulares. Un grado más
elevado del saber lo obtenemos por medio de la ciencia. La ciencia demuestra la causa y la
necesidad de la misma sabiendo que de esa causa el efecto no puede ser de otro modo,
Cuando conocemos la causa, el efecto no puede ser de otra manera. No es un descubrimiento
accidental o dado por casualidad como en el arte. Plantearse las dificultades antes de
investigar desconociendo las mismas, es lo que la ciencia hace.

La filosofía hace suyo el estudio de los primeros principios, al ser estos comunes en todas las
ciencias no son objeto de estudio de ninguna en particular. Al ser los primeros principios la
totalidad de las cosas, la filosofía estudia esa totalidad, trata sobre todas las cosas no en lo
que ellas difieren entre sí, sino en lo que ellas tienen en común. El Ser, como coincide en
todas las cosas, es el objeto propio de la filosofía. Las ciencias particulares consideran al Ser
bajo un determinado aspecto y nunca en sí mismo. Considerar al Ser en sí mismo es
privilegio de la filosofía. Como el ente participa del Ser, la filosofía estudia no un ente
determinado, sino al ente en general. La filosofía es ciencia porque establece una relación
entre los principios y el ente.

La ciencia capta el nexo necesario proveniente de una causa, el saber que proporciona no es
opinión sino absoluta certidumbre. La ciencia trata de lo necesario y su ámbito se mueve en lo
universal, ya que lo universal es necesario. Para Aristóteles lo universal es lo que se encuentra
en todos los individuos de un mismo género, estando en los individuos hace falta una
continua experiencia por medio de datos para alcanzar lo universal. Después de un numero
de experiencias hace falta un acto de intuición para que lo universal se presente. Esta
intuición no es suficiente para la ciencia, esta logra su objeto cuando lo universal haga visible
su propia necesidad. Y eso se hace visible mediante la demostración. La demostración es el
desarrollo de un razonamiento, ejercicio de la razón que toma el camino de la lógica.

Por eso la lógica es el método de la ciencia, el silogismo es el único razonamiento riguroso


que permite sacar una conclusión verdadera. El silogismo es una conexión deductiva
necesaria de razonar. (El silogismo consta de tres términos con mutua relación. Si decimos que
el hombre es mortal y Sócrates es hombre; concluimos que Sócrates es mortal debido a que es
hombre). Pero el silogismo no basta, porque si las premisas son falsas la conclusión será falsa.
Para que la conclusión sea verdadera las premisas tienen que ser verdaderas. Estas premisas
son los principios de toda demostración, pero ellos no son objeto de demostración, los
principios sirven de base, pero son indemostrables. Si fuesen demostrables no serían
principios y deberían ser demostrados.

Para Aristóteles la demostración no es el único modo de conocer, sino que la inteligencia


capta de un modo inmediato las verdades inmediatas. Los primeros principios de toda
demostración son mostrables a una intuición de la inteligencia. No son objetos de la ciencia,
sino fundamentos de ella. Cuando la ciencia llega a ese momento, la ciencia se calla, dejando
en evidencia así sus propios límites.

El realismo aristotélico, es un realismo natural. El conocimiento para este sistema se puede


entender como una reproducción de la realidad. Para Aristóteles la inteligencia del hombre
esté dotada de una capacidad grande de llegar hasta las cosas y obtener de ella los contenidos
del conocimiento. Para Aristóteles, las diversas cosas no son sino momentos de una unidad, de
una única realidad, no son sino momentos de la totalidad.

La filosofía es ciencia, el saber que proporciona es riguroso, la filosofía se remonta a los


primeros principios captados por la inteligencia. Asume y trata de aclarar los principios de
todas las ciencias, los principios universales.

Las otras ciencias satisfacen inmediatamente las necesidades vitales del hombre, la filosofía
no, pero es vital para las otras ciencias y nace como una dimensión humana ineludible. El
pensamiento es la más elevada clase de movimiento, no se detiene, es una actividad que sale
del interior y siempre continua. En esa actividad consiste la filosofía para Aristóteles.

Una cosa puede tener un doble significado; por primer modo, nos enfrentamos a su sentido
primario, el sujeto individual, la sustancia o ente (sangre). La sustancia es el ente que no
necesita de otro, PREDICADO ESENCIAL. En segundo grado hay otras cosas que tienen
entidad, las características de las cosas que siempre tienen que ser "el" de algo, eso que está
sobre la sustancia, PREDICADO ACCIDENTAL (el color de la sustancia). Los predicados
esenciales indican lo que la cosa es, la esencia. La esencia es lo que la cosa es, lo que
constituye la cosa y por eso se corresponde con la sustancia. Es de la sustancia, sujeto
individual e independiente, de la que se hace toda predicación posible, en cambio, lo que de
ella se predica no puede tener una existencia independiente, sino que necesita de la
sustancia como sujeto último. A los géneros supremos de la predicación, se les llama
Categoría, que es el predicado que hace referencia a que algo ES sustancia. Categoría es lo que
se predica de una sustancia individual, pero la sustancia puede ser predicado, así que de
todas estas categorías la sustancia es la primera y fundamental, las restantes son modos de
ser o accidentes de la sustancia.

"entre todos los sentidos del ente, es evidente que el ente en sentido primero es la esencia,
que significa sustancia, los otros se llaman entes por ser alguna cosa del ente, como la
cualidad o cantidad"

Solo a la sustancia le corresponde completamente la palabra ente, las demás categorías


tienen entidad solo porque refieren a la sustancia. En la naturaleza las sustancias están
sometidas al devenir, toda sustancia proviene de algo ya que de la nada, nada sale. Eso de
donde proviene la sustancia, se llama materia. La materia es también de lo que está hecha la
sustancia, por lo tanto, está en ella. La forma es lo que le da representación a esa materia. La
materia sin la forma es algo indeterminado, pero nunca llega a no-ser, siempre es un casi-ser,
aunque no la constituya está orientada a ser sustancia.

Otra relación fundamental es la de potencia-acto. Esta relación muestra como las sustancias
cambian y como ellas están en permanente dinamismo, potencia-acto son distintos modos de
ser de la sustancia. El niño en acto está en potencia a ser hombre, hombre en potencia,
cuando se hace hombre es entonces hombre en acto. La potencia siempre va actualizándose a
medida que el acto toma su lugar. El movimiento tiene una meta trascendente a sí mismo, en
cambio, el acto es un movimiento que tiene su fin inmanente en el proceso mismo.
Aristóteles distingue 4 clases de movimiento; generación y corrupción que se refieren a la
sustancia; crecimiento y disminución referidos a la cantidad; alteración como cambio de
cualidad; traslación como desplazamiento de un lugar a otro.

Para que una cosa en potencia pueda actualizarse se necesitan causas que estén en acto;
causa material, causa formal, causa eficiente y causa final.

Causa material; materia, aquello de lo cual una cosa esta hecha y es inmanente a la cosa.

Causa formal; es la forma, la que informa a la materia para que sea determinada sustancia. La
causa formal es inmanente a la sustancia.

Causa eficiente; aquella que da origen al movimiento para que la cosa llegue a ser lo que es.
No es inmanente, es trascendente.

Causa final; razón de fin, aquello con relación a lo cual una cosa es hecha. No es inmanente, es
trascendente.

La causa es causa en movimiento por medio del cual las cosas llegan a ser lo que son. El
movimiento nos conduce al tiempo. La vinculación entre tiempo y movimiento es constante, el
tiempo no existe sin movimiento, pero no son lo mismo. El movimiento es eterno como el
mundo en el que acontece. Este movimiento es infinito. Si el tiempo es la medida del
movimiento, mensurar un movimiento infinito requeriré de un tiempo infinito. Pero si el
tiempo (o infinito) es el número y medida del movimiento (o infinito), requeriré alguien que
cuente y mida este tiempo. El tiempo infinito requeriré una inteligencia infinita que cuente y
mida infinitamente al infinito movimiento. Y como este movimiento infinito es eterno lo que la
inteligencia infinita está haciendo al contarlo y medirlo es poner orden y medida dentro de la
eternidad. La infinitud del movimiento, y la infinitud de su medida, el tiempo, nos conduce
entonces, a la inteligencia infinita, que Aristóteles llama Dios. Todo movimiento tiene su
causa, pero es imposible remontarse hasta el infinito en la serie causal. Por eso hay que
detenerse en la causa primera del movimiento, en un primer motor que mueve sin ser movido,
un motor inmóvil. Este motor tiene que estar en acto para causar todo otro movimiento. Y
como este motor es inmóvil, no tiene mezcla de potencia, es acto puro. Dios para Aristóteles,
es acto puro. El acto puro es perfecto, ya todo está cumplido. Este acto puro no tiene materia,
es inmaterial, ya que la materia es potencia. El acto puro, dios, es eterno, ya que no tiene
comienzo. En el terminan todas las cosas, todos los movimientos. Finalmente es sustancia, ya
que el ente en su total plenitud y perfección es sustancia.

El hecho de que el acto puro no tenga movimiento, no supone que no tenga actividad. Tiene la
suma actividad, la actividad pura, actividad perfecta. La actividad perfecta que desarrolla el
acto puro es el pensamiento. No se puede pensar sino en lo perfecto. De mismo modo, dios no
puede pensar sino en sí mismo. El pensamiento del pensamiento. Dios es inmanente al mundo
y a los movimientos que transcurren. El mundo es determinación de su inteligencia, por eso en
la realidad no cabe la posibilidad ni el azar, sino la necesidad racional. Las diversas cosas no
son sino momentos de una unidad, de una única realidad; no son sino momentos de la
totalidad. Dios es el movimiento absoluto de la Totalidad, es el principio del movimiento en
esa totalidad, que no es quietud sino devenir. Ya que la totalidad no está en movimiento
porque no se desplaza a otra parte, porque fuera de la totalidad no hay otra parte. El hecho de
que sea inmóvil, no significa que sea inactiva, es la suma actividad, es el acto puro. El acto puro
tiene un movimiento cíclico y eternamente repite su ciclo, repite sus momentos. Es el eterno
retorno.
La ética de Nicómaco, afirma que toda acción humana se realiza con un fin, el fin de la acción
es el bien que se busca. El fin se identifica con el bien. Pero muchas de esas acciones son a su
vez instrumento para conseguir otro fin, otro bien. Aristóteles nos dice que la felicidad es el
bien ultimo al que se aspira por naturaleza. Este bien consiste en actuar en conformidad con la
función propia del hombre. Si sus actos le conducen a realizar esa función, serán virtuosos; por
caso contrario serán vicios que se alejarán de su propia naturaleza y de la felicidad. El hombre
posee dos formas propias de comportamiento, dos tipos de virtudes. Las virtudes éticas
(morales, propias de la parte apetitiva y volitiva de la naturaleza) y las virtudes dianoéticas
(propias de la dianoia, del pensamiento, de las funciones intelectivas del alma).

Existen 3 bienes que nos conducen a la felicidad; la virtud, la prudencia y el placer. También
existen 3 géneros de vida; la vida política, la vida filosófica y la vida del placer. La filosófica se
ocupa de la prudencia y la contemplación de la verdad. La vida política de las nobles acciones,
la virtud. La vida del placer se ocupa del goce y de los placeres corporales.

Se llama justo a lo que preserva la felicidad. La justicia es la virtud por excelencia, en ella están
incluidas todas las demás. La justicia es la encargada de perfeccionar la vida sociopolítica del
hombre. La justicia como virtud es la vertiente ética de lo justo, mediante la cual todos y cada
uno tienen lo suyo y como manda la ley. Constituye una práctica que en sus acciones hace
efectivo lo que es justo. Se llaman justas las acciones que proporcionan y resguardan la
felicidad para una comunidad política. Es la más perfecta virtud porque vela por el bien ajeno,
representa la relación con el otro. La conducta justa, es un término medio entre cometer
injusticia y padecerla. Según Aristóteles, no se puede ser justo sin la capacidad de razonar.

Para Aristóteles, de las cosas justas, unas son por naturaleza y otras por ley. Lo justo por
naturaleza; normas y reglas de conducta que no son específicas para nadie, pero son
observadas en todos. Lo justo por ley; aquello de lo que disponemos y establecemos.

MODULO 2 UNIDAD 3

San Agustín

San Agustín nació el 13 de noviembre del 354 en Tegaste, África. En el año 395 fue obispo de
Hipona. Murió el 28 de agosto del año 430.

Para el pensar mítico, para el pensar de las filosofías orientales, para el pensar griego, el
tiempo es cíclico, entre este y la eternidad no hay diferencia. El tiempo es una sucesión de
momentos y la eternidad la simultanea posesión de ellos. La eternidad, propia del Absoluto, es
pensada como un circulo. Desde perspectiva central, no hay antes ni después, sino total
simultaneidad. Para la perspectiva periférica y finita (la nuestra) la eternidad se nos presenta
en su imagen móvil, así los momentos se nos presentan como anteriores y posteriores. En esta
manera de pensar, los eones circulan rítmicamente en medio de la eternidad.

Para San Agustín, el tiempo es el que todo lo da y todo lo anonada. Rechaza la eternidad del
mundo, piensa que el mundo únicamente puede tener dos orígenes; o bien Dios lo saca de su
propia sustancia por vía de emanación, o lo crea desde la nada. La primera es rechazada por
San Agustín, ya que aceptarla supondría admitir que la sustancia divina se finitiza y se hace
mutable. Además, pondría en duda la libertad divina para crear el mundo. Para el, el mundo es
creación de Dios. Solo existía Dios y la nada, en la misma el creo todo lo que existe.

El primer problema es porque y para que Dios, Ser eterno, creo un mundo temporal. Para San
Agustín el mundo fue creado por la voluntad de Dios y buscar una voluntad no tiene sentido,
ya que la voluntad divina es causa de todo. Es licito imaginar un mundo creado por Dios,
contingente, pero creado desde la eternidad. También es licito suponer que, aunque Dios haya
tenido la voluntad de crear el mundo, no haya actualizado esa voluntad sino con el tiempo.
Para optar por alguna posibilidad, San Agustina muestra a la razón impotente, se debe recurrir
a la fe. Toda creatura tiene principio, el tiempo es creatura, por lo mismo consta de principio
y no es coeterno al Creador (que no tiene principio)

¿Qué hacia Dios antes de haber creado el mundo? ¿Porque permaneció inactivo tanto tiempo?
Como no había respuesta

racional, concluían en que el mundo era eterno. Para responder, San Agustín propone dos
puntos de vista; El primero es que, de Dios, siendo eterno, no puede hablarse ni de antes ni
después, ni de tiempo. Desde el punto de vista de la creatura, desde el momento que
suponemos que ella no existía no es licito hablar ni de antes ni de después, ni de tiempo.

Para san Agustín la creatura no es eterna, eterno es el ser perfecto e inmutable, o sea Dios.
Mediante qué propio de la creatura es su mutabilidad permanente, ser un ente no eterno
sino temporal. Un tiempo perpetuo no es la eternidad. Lo que caracteriza al tiempo es su
existencia fragmentaria y anonadante. Para San Agustín, el mundo no es eterno ni tampoco
tuvo un comienzo. "en el principio" quiere decir que fue hecho con el tiempo, ya que su
creación fue hecho el movimiento mutable.

Entre la eternidad divina y la temporalidad de la creatura existe una relación fundamental; la


sucesión de los instantes en la cual esta transcurre está en forma simultánea en la divinidad.
Cada instante esté en la eternidad. Esto le genera un problema a San Agustín, quien dice que si
nada pasase no habría tiempo pasado y si nada pasara no habría tiempo futuro y si nada
existiese no habría tiempo presente. Pero como puede ser el pasado si ya no es, o como puede
ser el futuro si todavía no es. Y en cuanto al presente, si fuese siempre presente y no pasase a
ser pretérito, ya no sería tiempo y seria eterno. No obstante, la tendencia al no-ser es algo que
nosotros medimos en el tiempo. Es licito, por lo pronto, hablar de extensión de tiempo
refiriéndonos al espacio. "la edad moderna es el tiempo que se extiende desde la caída de
Constantinopla hasta la Revolución Francesa.

Medir el tiempo es reconocer en él una extensión. San Agustín considera al movimiento como
el desplazamiento entre dos puntos del espacio. Así, a un cuerpo que se mantiene inmóvil en
un lugar, se le puede medir el tiempo que dura esa inmovilidad. La conclusión de San Agustín
es que el tiempo no es el movimiento de los cuerpos. Para el, el tiempo no tiene relación con
el movimiento, pero si es algo pasible de ser medido.

Únicamente puede ser medido aquello que tiene una extensión. Como el tiempo puede ser
medido, debe ser una extensión. Sin embargo, la medida que puede aplicarse a esta extensión
no puede identificarse con el tiempo, ya que los tres momentos que constituyen el tiempo
-pasado, presente y futuro- están caracterizados por el no-ser, y lo que no es no puede ser
medido.

Si al tiempo lo consideramos una extensión del alma, advertimos que lo que ya ha pasado
sigue presente en ella en forma de recuerdo y el porvenir está presente como una
expectación. Los momentos del tiempo que tienden a no-ser constituyen en el alma una
actividad que siempre está presente. Para san Agustín, el tiempo está implicado en este
presente, propio de actividad espiritual, y resulta que los tiempos no son tres, sino que solo es
uno, el presente que se diversifica de tres modos distintos; Presente de las cosas pasadas
(memoria), presente de las cosas presentes (visión) y presente de las cosas futuras
(expectación). Según esto, para San Agustín el tiempo se reduce al presente, presente que solo
existe en el alma.

El tiempo, en definitiva, es para San Agustín, la misma actividad del alma. La cual puede
medirse porque siempre esté presente. El tiempo es consecuencia de la finitud del hombre.
Por eso para San Agustín no tiene ningún significado proyectar este antes desde la conciencia
finita del hombre a Dios y preguntarse qué hacía antes de la creación del mundo.

Santo Tomas de Aquino

Exponer la totalidad de su pensamiento seria repetir muchas de las ideas de Aristóteles. Nos
concentramos en señalar ese punto donde se ve su mayor originalidad.

Santo Tomas nació en 1225 en el castillo de Roccaseca, situado en Aquino, cerca de Nápoles.
Estudio con los benedictinos y luego con los dominicos. Fue alumno de Alberto Magno. Dicto
clases en Roma y Paris. Murió en 1274 mientras viajaba para incorporarse al concilio de Lyon.

Distinción entre ser y ente. Ser y ente no deben confundirse; el Ser no es ente, sino aquello por
lo cual el ente es. El Ser, al participar en toda realidad constituye el acto ultimo de esta y es
inmanente a las cosas. "El Ser esta en la realidad y es el acto del ente... como el brillar es el
acto de lo brillante". Pero el Ser no solo está en la realidad, sino que también es íntimo de esta
y su principio formal, el ser es lo más íntimo de cada cosa, lo que más profundamente está en
todas ellas. El ser es único, no puede ser diverso.

Las cosas no se distinguen en si por lo que tienen de Ser, ya que el Ser es siempre el mismo.
Este Ser, al participarse en los entes, no participa su idéntica mismidad, lo cual sería negar la
idea de participación. El Ser se participa diversamente en lo diverso. Aunque el Ser no es
diverso sino único. Por eso, la diversificación no acontece por el Ser (que siempre es el mismo),
tiene que acontecer por algo que se agrega al Ser. Es la esencia la que cumple este agregado y
esta especificación. Las cosas se diferencian, no por el Ser, sino porque este participa
diversamente según sus esencias. El agregado que realiza la esencia en el Ser, en vez de
perfeccionarlo lo limita y lo constituye en un ente determinado. El agregado no significa un
mas, sino un menos.

Cuando el Ser no tiene esas limitaciones, es único e ilimitado. Y este Ser, para Santo Tomas, es
Dios. Explica así que para el Dios no tiene esencia, o que su esencia es su mismo Ser sin
ninguna limitación. El Ser único trasciende a todos los entes por el carácter limitativo de la
esencia. Del Ser es posible tener una presencia, pero de él nada puede predicarse. Solo es
captable por nuestro intelecto aquello que tiene una quididad que participa del Ser; pero la
quididad de Dios es el Ser mismo, está por encima del intelecto.

Para Santo Tomas, la esencia muestra su carácter temporal, ya que el tiempo comienza con la
creación. Santo Tomas, dice que el Ser es inmanente a la realidad y está en toda cosa, además
que es único. A su vez, afirma que es necesario que Dios este en todas las cosas íntimamente.
Por otro lado, no admite que Dios este en todas las cosas no como partede su esencia, sino
como causa sin la cual no da ningún efecto. Dios es el Ser de todas las cosas no esencial sino
causalmente.

En definitiva, Santo Tomas de desde su punto de vista griego, al Ser como aquello de lo cual
todo participa y constituyendo básicamente a la realidad: El Ser esta en la realidad. Cuando lo
ve desde el horizonte de la revelación, lo ve como causa de todas las cosas, pero sin estar
absorbido por estas; Dios es el Ser de todas las cosas no esencial sino causalmente.

MODULO 3 UNIDAD 4

Descartes

Descartes nació en Francia en el año 1596, en el seno de una acomodada familia de juristas y
militares. Eludió al deseo paterno de ser militar, fue fiel a su destino de pensador dedicando su
vida no solo al estudio y a la ciencia, sino también a prestar atención y adentrarse en el acto
del pensamiento, supuesto anterior a toda ciencia. Murió el 11 de febrero de 1650.

Con Descartes se inicia la filosofía moderna. Su actitud inicial está orientada a buscar un
fundamento, pero el fundamento por el buscado no es uno considerado como origen de todas
las cosas, busca un fundamento inmediatamente verdadero que funde la verdad de todo
conocimiento. Busca algo de lo cual no pueda dudarse. Para eso, Descartes se adentra
completamente en su propio pensamiento, ya que solo ahí se encuentra la inmediatez de lo
verdadero.

Para Descartes nada puede ser más inmediato al pensamiento que el pensamiento mismo. El
pensamiento tiene como objeto el pensamiento mismo. Para hallar el fundamento de verdad
que busca, Descartes va eliminando todo aquello que no se muestre como inmediatamente
verdadero. Va eliminando todo aquello que se creía saber, pero se muestra como dudoso.
Lleva a cabo este proceso mediante la duda metódica, la duda cartesiana, un medio V un
método para ir haciendo caducar lo que no ofrece certeza, método que permite deshacerse de
las opiniones dudosas y buscar los verdaderos fundamentos desde un punto cero. El método
de la duda está en función de probar las verdades científicas.

Descartes comienza atacando a los sentidos, ya que nos representamos a través de ellos, pero
innumerables veces nos engañan, por lo tanto, no podemos confiar. Por su camino cruzan
diversas cosas que no pueden ser engañosas, como sentir mi cuerpo, aunque luego se da
cuenta de que estas también pueden sentirse en los sueños. La duda fue invalidando todo lo
que se tenía por cierto, pero se encuentra con cosas muy simples en las cuales la duda no era
posible, como el número, la extensión, la figura y otras semejantes. Aun despierto o dormido,
un cuadrado tiene cuatro lados y 2 + 2 es 4.

En el momento en que Descartes comienza a radicalizar la duda ante cosas que parecen
indudables como la matemática, supone de un modo dialectico y metódico la existencia de un
Dios engañador, de un genio maligno que se complace de engañarlo constantemente, quien le
pregunta cosas aparentemente evidentes que son falsas solo para captar su credulidad.
Descartes comienza a dudar de todo, hasta de su cuerpo, creyendo que todo es una ilusión con
fin de engañarlo. ¿Pero qué ocurre cuando se encuentra en un mar de duda? Ocurre que se
encuentra sumergido en sus propios pensamientos. La duda supone el pensamiento, porque la
duda es el pensamiento. Dudar no significa ni una afirmación ni una negación, es una dualidad
del pensamiento. La duda se hace extensiva a todo, pero encuentra sus propios límites en el
acto mismo de pensar, porque si dudo es porque pienso. Su núcleo es el pensamiento. Por eso,
del pensamiento es de lo único que no se puede dudar. Si la duda supone el pensamiento, el
pensamiento supone la existencia.

pienso, luego existo", la primera evidencia que nos ofrece es que ella resiste la hipótesis de un
genio maligno que nos estuviese engañando, ya que para que nos engañe debemos existir. Por
ende, uno es durante el tiempo que dure su pensar. Si pienso, es porque existo. Así Descartes
evidencia su existencia. Este es el primer conocimiento de verdad de Descartes, conocimiento
claro y distinto;

Claro; conocimiento presente y patente ante nuestro espíritu de modo tal que por sí mismo
impone su verdad.

Distinto; conocimiento claro que se distingue perfectamente de otro conocimiento claro.

La metodología seguida por Descartes, lo conduce necesariamente a saber en qué consiste su


existencia. Porque es evidente que existimos, es evidente que pensamos, es evidente que
somos, ¿pero que somos? Somos un ser pensante, una cosa que duda, entiende, concibe,
afirma, niega, quiere, imagina y siente. Claridad y distinción es el criterio de verdad y la
primera regla de su método. El pensamiento es lo primero que se presenta como objeto claro
y distinto, por eso el pensamiento es un hecho del cual hay que partir. Para comprobar al
pensamiento es necesario del pensamiento mismo. El pensamiento es el principio de toda
demostración y es el fundamento de todo conocimiento.

El pensamiento se capta a sí mismo en forma clara y distinta por un acto de intuición que es la
más elevada forma de conocer. La otra forma es la deducción.

Intuición; visión intelectual inmediata e instantánea de cosas simples. En ella no cabe la duda,
por eso es infalible. Es una concepción del puro y atento espíritu.

Deducción; conocimiento igualmente valido, pero que se adquiere mediante un proceso. El


conocimiento que proporciona no se realiza entero en un mismo tiempo, sino en una sucesión
temporal, a lo largo de la cual se va infiriendo una cosa de otra. Al fin de este proceso, el
conocimiento que obtenemos también es un ver del espíritu. El proceso temporal que
requiere, culmina en una intuición.

Según su pensamiento, todo método cartesiano consistirá en ordenar y disponer las cosas de
tal modo que el espíritu vaya descubriendo en ellas alguna verdad. El método debe contar con
cuatro preceptos fundamentales;

1. Aceptar solo aquello que se ve con claridad y distinción

2. Dividir cada dificultad tanto como sea posible para poder resolverlas

3. Hacer una ordenación de los pensamientos, comenzando por los más simples y avanzando a
los más difíciles y complejos

4. Hacer una enumeración prolija, de modo tal que sea imposible omitir nada.

Lo primero que se presenta como claro y distinto son las verdades matemáticas. Descartes
introduce como un modo de radicalizar la duda misma, la hipótesis del genio maligno. Con
esta hipótesis, el criterio de certeza no puede ofrecer un fundamento último de la verdad.
Ahora, es el criterio de certeza el que necesita un fundamento, una garantía ultima. Ese
criterio solo puede ser válido si destruimos la hipótesis del genio maligno y probamos la
existencia de un Dios perfecto que no pueda engañarlo. El criterio de certeza, necesita de un
segundo criterio de certeza, la existencia de Dios. Los griegos intuían que el Ser existía, había
una mostración y no una demostración. Descartes necesita la demostración, bajo el nombre
Dios entiende una sustancia infinita, eterna, inmutable, independiente, omnisciente,
omnipotente, por la cual todo existe y fue creado y producido por él.
Descartes lleva a cabo la demostración de la existencia de Dios. Empieza advirtiendo que en
nuestro pensamiento hay ideas y que estas pueden ser de tres clases; innatas, adventicias y
facticias. Las ideas innatas; parecen nacidas por nosotros, no provienen de los sentidos sino de
la actividad misma del entendimiento. Las ideas adventicias; son aquellas que parecen
extrañas al pensamiento y oriundas de fuera, parecen advenir, provenir de los sentidos. Ideas
facticias; son las hechas o inventadas por nosotros mismos como cuando inventamos las ideas
de sirenas, hipogrifos y otras ficciones semejantes.

Las ideas fácticas deben ser eliminadas porque son pura ficción. Las ideas adventicias
provienen de los sentidos, sentidos que quedaron descalificados de la verdad, no hay garantías
de afirmar que corresponden a la realidad. De este modo solo quedan las ideas innatas.

Descartes emprende su tarea apelando a una distinción escolástica entre realidad formal y
realidad objetiva de las ideas.

La realidad formal es la idea considerada como un modo o una resultante del mismo ejercicio
del pensar. Todas las ideas tienen una idéntica realidad formal. El origen de la realidad formal
de una idea es evidente, se origina en el acto mismo de pensar.

Pero las ideas difieren entre sí en lo que respecta al contenido; difieren en la medida que el
contenido de cada una representa un objeto diferente. Este contenido objetivo, distinto en las
distintas ideas, es la realidad objetiva. Mientras más rico el contenido representado en la idea,
mayor realidad objetiva. Hay mayor realidad objetiva en una idea que representa una mesa
que en otra que representa el color que tiene ella. Para que una idea contenga tal realidad
objetiva en vez de tal otra, debe haberla recibido de alguna causa en la que habrá tanta
realidad formal como hay realidad objetiva en la idea. Si hay algo en una idea que no esté en
su causa, será porque la ha recibido de la nada.

Pero no solo de la nada no puede producirse cosa alguna, sino que lo más perfecto no puede
ser consecuencia y dependencia de lo menos perfecto. Si resulta que encuentro una idea cuya
realidad objetiva es tal que de ningún modo sea causa del pensamiento de Descartes, resultara
que hay alguna otra cosa que ha causado aquella idea. En cambio, si en su pensamiento no
encuentra una idea de ese tipo, no hay argumento que pueda convencerlo que, además de su
pensamiento, exista otra cosa.

Sucede que, en su pensamiento, hay una idea clara y distinta de lo perfecto, esté la idea de
Dios. Uno no puede ser el autor de esa idea, porque su realidad objetiva es infinita y uno es
un ser finito, un ser imperfecto y la prueba de esto es la duda misma. Esta idea de perfecto e
infinito es anterior a la de uno mismo, porque solo relacionándose con la perfección y la
infinidad es que uno puede considerarse finito e imperfecto. La idea de Dios que se tiene en
el Pensamiento, solo puede ser por causa de dios mismo y por el haya sido impresa en
nuestro pensamiento.

El intento de demostrar la existencia de Dios, en las dos variantes analizadas esté fundado en
el principio de causalidad y exige un razonamiento. Este razonamiento siempre fundado en la
idea que nosotros tenemos de la perfección, es el llamado argumento ontológico y pretende
sacar su eficiencia a partir de una idea, del análisis de la idea de perfección.

Este argumento supone una distinción que Descartes recibe desde la Escolástica. Es la
distinción entre esencia y existencia, que en la Escolástica estaba en la relación potencia y
acto. En el mundo de las cosas contingentes (que pueden ser o no ser) la existencia no
pertenece necesariamente a la esencia. Podría no haber triángulos, como no hay centauros,
aunque nosotros tengamos una idea de lo que son. Es decir, no pertenece a su esencia existir
necesariamente. ¿Sucede tal cosa con Dios? De ningún modo, no se puede pensar la idea de
perfección sin la existencia porque la existencia es una perfección. Pensar al Ser perfecto sin la
existencia seria como pensar un triángulo sin tres ángulos. La existencia pertenece a Dios de
un modo necesario, es parte de su esencia; su esencia es su existencia. No se es libre de
concebir a Dios sin la existencia, a un ser sumamente perfecto sin una suma perfección, como
se es libre de imaginar un caballo con o sin alas.

Con la demostración, además de Descartes, sustancia pensante, esta Dios, sustancia divina.
No solamente logro esto, sino que también logro la seguridad de que este Dios le garantice la
verdad de todo lo que ve con claridad y distinción.

El criterio de verdad consta de dos momentos; 1) claridad y distinción 2) existencia de Dios


como garantía ultima. Este criterio no tiene error, porque el error no puede radicar en las
ideas. Las ideas siempre son verdaderas cuando las consideramos como puras ideas de nuestro
pensamiento. El error puede surgir cuando le atribuyamos existencia a esas ideas, cuando las
prediquemos de la realidad. "don quijote creía ver gigantes, pero no estaba todavía
equivocado, su error radicaba en afirmar que eran gigantes, cuando eran simples molinos de
viento." el error no existe sino en la predicación, el error existe en el juicio.

Para Descartes, el juicio es un acto voluntario, un acto libre por el cual negamos o afirmamos
una cosa. El juicio se realiza con la colaboración del entendimiento y la voluntad. El
entendimiento es una facultad limitada, dentro de esa limitación es perfecto. En cambio, la
libertad es perfecta e ilimitada, infinita. La voluntad o libertad del albedrio es la idea más
amplia y extensa, la que le hace saber que estamos hechos a imagen y semejanza de Dios. Al
ser más extensa que el entendimiento muchas veces se extiende a cosas que el entendimiento
no ve con claridad y distinción, así emite apresurados e infundados juicios. cae en el error.

¿Existe algo más fuera de las dos realidades existentes? (propio pensamiento y Dios). La
sustancia de los cuerpos es la extensión, la cual no puede ser captada sin una intuición del
pensamiento. La naturaleza del cuerpo no consiste en sus características (peso, color, etc.) sino
en su extensión. En el pensamiento se tiene una idea de cuerpo cuya esencia se ve con claridad
y distinción. Aunque la existencia del cuerpo, fuera de mi pensamiento, no sea evidente, hay
algo que, si es evidente, la inclinación a creer que los cuerpos realmente existen. Esa
inclinación no puede engañar, porque estamos en posesión de un Dios que no puede
engañarnos, un Dios que es garantía de todo lo que vemos con evidencia.

Así nos encontramos en disposición de tres sustancias que se conocen con claridad y
distinción; sustancia pensante, sustancia divina y sustancia extensa. Sustancia es algo que no
necesita de otra cosa para existir. Dios es sustancia divina, la única con total independencia,
pero como las otras sustancias solo dependen de Dios para existir, también son llamadas
sustancias. Spinoza, considera solo sustancia a Dios, pensamiento y extensión solo son
atributos.

A partir de esta rigurosa aplicación del método de Descartes, se inicia el pensar moderno. De
ese primer principio se derivan todas las verdades de todas las ciencias, que no haya muchas
ciencias sino una sola ciencia universal. Todas las ciencias no son otra cosa que la propia
sabiduría humana. El método cartesiano postula captar los lazos que unen entre sí a las
verdades diversas. La posesión de esos lazos nos da una ciencia universal. Y la ciencia que
cumple con esto, actualización misma del método, es la matemática universal.
La ciencia universal o matemática universal supone un género único de realidad y un método
único para tratarla, esta no es otra cosa que la razón misma, que se va desarrollando y
estableciendo sus internas relaciones y conexiones. A esta ciencia, más que los asuntos que
tratan las ciencias particulares, le interesan solamente las diversas relaciones o proporciones
que se hallan en los objetos. El fin de esta no es la pura contemplación, el fin de la ciencia es
conocer la práctica que nos permite ser dueños y señores del mundo.

La construcción racional, la razón misma, está en función de una voluntad de dominio. Usando
la razón, la voluntad interviene en la naturaleza transformándola a las necesidades humanas.
Esta voluntad es mucho más extensa que el entendimiento, no solo se aplica a la voluntad del
hombre, también se aplica al orden racional mismo, expresión contingente de la infinita
voluntad de Dios. Todo lo que el ha creado y todo lo que de él depende está sometido a la
infinita libertad de su voluntad. Todo es como es porque así lo quiere Dios. Frente a esas
verdades, Dios ha dotado al hombre de una razón que sabe amoldarse a ellas.

Hume

Para Hume, no todos los contenidos mentales son ideas. Hume encuentra dos tipos distintos
de contenidos; las impresiones y las ideas. La diferencia que existe entre ambas es
simplemente la intensidad o vivacidad con que las percibimos, siendo las impresiones
contenidos mentales más intensos y las ideas contenidos mentales menos intensos. La relación
que existe entre las impresiones y las ideas es la misma que existe entre un original y su copia,
todas nuestras ideas o percepciones más endebles son copias de nuestras impresiones o
percepciones más intensas. Es decir, las ideas derivan de las impresiones. Las impresiones son
los elementos originarios del conocimiento. De esta manera se extrae el criterio de verdad
según Hume; una proposición será verdadera si las ideas que contiene corresponden a alguna
impresión; y falsa si no hay tal correspondencia.

Las impresiones pueden ser de dos tipos; de sensación y de reflexión.

Las impresiones de sensación; son de causa desconocida, las atribuimos a la acción de los
sentidos, son las que percibimos cuando decimos que vemos, oímos, sentimos, etc.

Las impresiones de reflexión; son las que van asociadas a la percepción de una ida, como
cuando sentimos aversión ante la idea de frio y casos similares.

Las impresiones también pueden clasificarse en simples y complejas.

Las impresiones simples; es la percepción de un color, por ejemplo.

Las impresiones complejas; la percepción de una ciudad.

Las ideas pueden clasificarse en simples y complejas

Las ideas simples; son copia de una impresión simple, como la idea de un color

Las ideas complejas; pueden ser la copia de impresiones complejas, como la idea de la ciudad.
También pueden ser elaboradas por la mente a partir de otras ideas simples o complejas,
mediante la operación de mezclarlas o combinarlas según las leyes que regulan su propio
funcionamiento.

La capacidad de combinar ideas parece ilimitada, pero incluso en nuestras más locas y
errantes fantasías, esa asociación se produce siempre siguiendo determinadas leyes; la de
semejanza, la de contigüidad en el tiempo o en el espacio y la de causa o efecto.
Cuando se remonta a objetos representados en un original, lo hace siguiendo la ley de
semejanza. Si alguien menciona la habitación de un edificio nuestra mente se imagina por las
habitaciones contiguas, espacio. El relato de un acontecimiento pasado nos lleva preguntarnos
por otros de la época, tiempo. Si escuchamos sobre un accidente, es inevitable que se venga a
nuestra mente la pregunta por la causa, o por sus consecuencias, ley causa y efecto.

Son estas tres leyes las únicas que permiten explicar la asociación de ideas, de modo que las
creaciones de la imaginación y las sencillas o profundas elaboraciones intelectuales están
inevitablemente sometidas.

Hume se plantea cuáles son las formas posibles de conocimiento. Todos los objetos de la
razón e investigación humana pueden dividirse en dos grupos; relaciones de ideas y
cuestiones de hecho.

Las relaciones de ideas; las ciencias de la Geometría, Algebra, Aritmética y toda afirmación
que sea intuitiva o demostrativamente cierta. La característica de estos objetos es que pueden
ser conocidos independientemente de lo que exista "en cualquier parte del universo".
Dependen de la actividad de la razón, "el cuadrado de la hipotenusa es igual al cuadrado de los
dos lados de un triángulo rectángulo" expresa una relación, independientemente de que exista
o no exista un triángulo en el mundo. Las proposiciones expresan simple relaciones entre
ideas, el principio de contradicción seria la guía para determinar su verdad o falsedad.

Las cuestiones de hecho; no pueden ser investigadas de la misma manera, ya que lo contrario
de un hecho es siempre posible. No hay contradicción en la proposición "el sol no saldrá
mañana", ni es menos claro que la proposición "el sol saldrá mañana". No se puede demostrar
su falsedad recurriendo al principio de contradicción. Todos los razonamientos sobre
cuestiones de hechos parecen estar fundados en la relación de causa y efecto.

Si estamos convencidos de que un hecho ha de producirse de una determinada manera es


porque la experiencia nos lo ha presentado siempre asociado a otro hecho que le precede o
que le sigue, como su causa o efecto. Por lo tanto, no pueden ser descubiertas por la razón,
sino por la experiencia.

Cuando razonamos y consideramos un objeto o causa, independientemente de cualquier


observación, nunca puede sugerirnos la noción de un objeto distinto.

En resumen, el conocimiento de las relaciones de ideas depende de las operaciones de


entendimiento reguladas por el principio de contradicción. El conocimiento de hechos está
regulado por la experiencia, por la relación causa y efecto.

La relación causa y efecto se había interpretado tradicionalmente bajo la noción del principio
de causalidad, como uno de los principios fundamentales del entendimiento y del que habían
extraído lo fundamental de sus concepciones metafísicas. ¿Pero que contiene exactamente la
idea de causalidad? La relación causal se ha concebido como una "conexión necesaria" entre
la causa y el efecto, de manera que, conocida la causa, la razón puede deducir el efecto que se
seguirá, y viceversa, conocido el efecto, la razón esté en condiciones de remontarse a la causa
que lo produce.

Tenemos dos bolas de billar. Si la primera impacta (causa) a la segunda, que se pone en
movimiento (efecto). Tanto a la causa como al efecto les corresponde una impresión siendo
verdaderas dichas ideas. Estamos convencidos de que, si la primera bola impacta con la
segunda, esta se desplazara al suponer una "conexión necesaria" entre la causa y el efecto.
Pero no hay conexión que le corresponda a esta idea de "conexión necesaria". Lo único que se
observa es la sucesión entre el movimiento de la primera bola y el movimiento de la segunda;
de lo único que tenemos impresión es de la idea de sucesión. Concluimos en que la idea de
que existe una "conexión necesaria" entre la causa y el efecto es una idea falsa. El impulso de
una se acompaña con el movimiento de la otra. Esto aparece ante los sentidos externos. La
mente no percibe ningún sentimiento ni impresión interna de esta sucesión de objetos.
Consecuencia, no existe conexión necesaria. Este convencimiento surge de la experiencia de
observar que los dos fenómenos se producen uno a continuación del otro.

El principio de causalidad solo tiene valor aplicado a la experiencia, aplicado a objetos de los
que tenemos impresiones, solo tiene valor aplicado al pasado; dado que de los fenómenos que
puedan ocurrir en el futuro no tenemos impresión ninguna.

Contamos con la producción de hechos futuros porque aplicamos la interferencia casual; pero
esa aplicación es ilegítima, la predicción es mera creencia por muy razonable que pueda
considerarse. Dado que la idea de "conexión necesaria" es falta, solo podemos aplicar el
principio de causalidad a aquellos objetos cuya sucesión hayamos observado.

En ningún caso la razón podrá ir más allá de la experiencia, lo que conduce a la crítica de los
conceptos metafísicos (dios, mundo, alma) cuyo conocimiento está basado en la aplicación
ilegitima del principio de causalidad.

KANT

Kant nació el 22 de abril de 1724 y murió en 1804. Tuvo una profunda formación religiosa, él
era de una familia humilde. Se introdujo en el ambiente filosófico y científico de su época, el
periodo de Ilustración, siglo XVIII. Los cambios operados durante el periodo que se inicia en el
Renacimiento, pasan por la Reforma y culminan en el racionalismo del siglo XVII, refluyen en la
Ilustración y recién en ella toma plena conciencia en sí. Esta autoconciencia de los logros
obtenidos en el ámbito de la razón, trata de penetrar y modificar las instituciones, las
costumbres y modos heredados de pensar. En le tarea, la razón acepta que su propia luz
ilumina y aclara.

La ilustración reconoce dos fuentes; el racionalismo del siglo XVII y la ciencia de la


naturaleza, que pretendía invadir todos los órdenes del saber. El racionalismo tiene su origen
en Descartes, en el cual también participan Malebranche, Spinoza y Leibnitz (para ellos la
razón era el lugar de las verdades eternas, lugar común al entendimiento humano y divino. De
la razón todo podía ser deducido). La ilustración hereda este concepto del siglo XVII, pero
introduce modificaciones, la principal consiste en no considerar que todo conocimiento es
solo la deducción de un principio racional. Al lado de la razón, juega la experiencia.

Anterior a Kant, el conocimiento estaba inclinado a posturas en donde el individuo tomaba


una posición pasiva en el acto de captar el mundo exterior, "era el objeto a conocer el que
determinaba las condiciones del conocimiento". Para Kant, el hombre es el polo positivo del
acto de conocer, ya que conocemos el mundo solo a través de estructuras de nuestros
sentidos e inteligencia. De esta manera la realidad la configura el propio sujeto, quien a partir
de una serie de condiciones a priori (apriorismo) determina las condiciones del objeto. Así el
hombre deja de ser un mero receptor y se transforma en un constructor de las imágenes que
aparecen en su mente. El hombre ve el mundo a su manera y aunque coincida con otro (cosa
improbable) no podríamos ver el mundo en sí, ya que es algo externo a nosotros y cuando lo
conocemos y lo introducimos en nuestra mente nos permite construir datos personales. La
ciencia no es conocimiento del mundo en sí, sino del mundo tal y como aparece en nuestra
mente. Esta teoría, según Kant, supone un giro copernicano en la teoría del conocimiento
anterior. A partir de Kant, el hombre ocupa un lugar activo y central sobre el acto de conocer.

La ética Kantiana tiene al deber como concepto central, debe ser formal, debe ser universal y
racional, válida para todos y vacía de contenido. Baso su teoría ética en la creencia de que la
razón debería usarse para determinar cómo debería obrar una persona, como comportarse.
No nos debe decir lo que debemos hacer sino como hemos de actuar, ya que un hombre actúa
moralmente cuando lo hace por deber, la necesidad de una acción por respeto a la ley. Nos
describe 3 tipos de acciones;

Acciones contrarias al deber; acciones inmorales obradas por inclinadas

Acciones conformes al deber; acciones buenas, pero no morales, tienen cierta inclinación
(interés x ejemplo). Acto neutro

Acciones por deber; las únicas que poseen valor moral. Contrariando o sin considerar
inclinaciones.

Deberes perfectos; es siempre verdadero, deber perfecto de decir la verdad, obligación a


nunca mentir.

Deberes imperfectos; permite flexibilidad y aplicarse en un tiempo y espacio particular, no es


obligatorio a donar y ser caritativos en todo momento.

Si surge un conflicto entre deberes, debe seguirse siempre el deber perfecto ya que es más
importante que el deber imperfecto.

La buena voluntad, para Kant es lo único que puede considerarse bueno sin ninguna
restricción, una acción solo es buena si su máxima obedece la ley moral. Para Kant lo único
bueno es la buena voluntad, muestra que cualquier cualidad que es en muchos sentidos
buenas no lo son si no están ajustadas a la buena voluntad. Ésta, no es buena por lo que
efectúe o realice, sino que es buena por sí misma. Una buena voluntad puede
circunstancialmente producir una acción mala o no producir una acción buena, un médico
puede intentar reanimar por buena voluntad y el resultado puede ser negativo. La buena
voluntad es buena independientemente de sus realizaciones, sus resultados son indiferentes.
La ética Kantiana tiene al deber como concepto central, para él, el concepto de buena
voluntad está subordinada al concepto del deber.

Se obra por buena voluntad cuando no se tienen inclinaciones (buenas o malas para uno/s),
sino cuando se limita el "yo" para hacer lugar al ingreso del deber. Esta concepción del deber
no implica que las personas realicen sus tareas de mala gana.

El imperativo hipotético es uno que debemos obedecer si queremos satisfacer nuestros


deseos, ya que solo estamos obligados a obedecerlos si queremos mejorarnos (como ir al
médico).

El imperativo categórico nos obliga a pesar de nuestros deseos, actúa sobre todas las personas
(no mentir), el más importante en la filosofía Kantiana es "obra de tal modo que puedas
querer al mismo tiempo que se torne ley universal', es una regla para medir nuestros actos,
obramos moralmente solo cuando podemos desear que nuestro acto sea válido para todos,
tenga una Máxima valida. ¿Que es bueno para Kant? La buena voluntad

Universalización:

El principio por el cual se realiza un acto es llamado Máxima, fundamento de todo acto, solo
es válida si deseo que la acción sea una ley universal conforme a todos, sin contradecir el
concepto de buena voluntad, ya que una máxima falla cuando no se debe a buena voluntad,
se convierte en contradictoria "es aceptable romper promesas".

Kant creía que la moralidad es la ley objetiva de la razón, las objetivas leyes racionales obligan
acciones racionales. Un ser perfectamente racional debe ser perfectamente moral. Y como los
seres humanos no son perfectamente racionales, debían someter su voluntad a las leyes
racionales objetivas. La ley objetiva de la razón debe ser a priori, las cuales existen
externamente del ser racional.

La humanidad como un fin en sí misma:

Sostiene que los seres racionales nunca pueden tratarse como un medio para un fin; siempre
deben tratarse como fines en sí mismos, lo que requiere que sus motivos razonados deban ser
igualmente respetados. Exige que la respetemos la razón como un motivo en todos los seres, y
un ser racional no puede ser utilizado como un medio ya que estos agentes racionales
siempre desean racionalmente ser un fin y nunca un medio, así que es moralmente
obligatorio que se los trate como tal.

La autonomía kantiana concluye que los agentes racionales están obligados a seguir el
imperativo categórico debido a su voluntad racional, en lugar de cualquier otra influencia.
Toda ley moral motivada por cualquier otra influencia rechazaría el imperativo categórico. Por
eso, la ley moral solo debe surgir de una voluntad racional. Las personas deben reconocer el
derecho de los demás a actuar de manera autónoma, las leyes morales deben ser universales.

Reino de los fines:

Requiere que las acciones se consideren como si su máxima fuese proporcionar una ley para
un hipotético Reino de los fines. Las personas tienen la obligación de obrar bajo principios que
una comunidad de agentes racionales aceptaría como leyes.

MODULO 3 UNIDAD 5

HEGEL

Hegel nación en Alemania, en el año 1770 y murió en 1831. Considerado como un


revolucionario de la Dialéctica. El sistema hegeliano impacto la filosofía continental, en
especial en la filosofía francesa.

Hegel significa la madurez y la síntesis de la historia de la filosofía. En su historia notamos dos


actitudes diferentes:

El origen según los griegos, la naturaleza.

El fundamento, pero no origen de todas las cosas, sino fundamento de verdad según
Descartes, el pensamiento. Yo, una cosa que piensa. Ese yo es lo propio del Espíritu.
Así queda enfrentada la Naturaleza y el Espíritu, ese es el problema de Hegel. En el desarrollo
de Kant, el problema de la relación entre Naturaleza y Espíritu queda sin solución desde que
aquella solo tiene sentido en la medida que es conocida por este.

Para Hegel, la unidad de Naturaleza y Espíritu en el Absoluto, no significa indiferencia ni que


cada uno de ellos debe dejar de ser lo que es. El Absoluto es el fundamento común entre
Naturaleza y Espíritu, pero de modo tal que la diferencia entre estos no queda abolida en
aquel. En la unidad esta la oposición, en la identidad esta la contradicción. Ese Absoluto es el
Todo y el fundamento de todo, está ya actualmente en la contradicción. La contradicción
pertenece al Ser mismo y todas las cosas que participan del Ser participan también de la
contradicción. Todo está contrapuesto, lo que originariamente mueve al mundo es la
contradicción. La contradicción es el principio de todo movimiento y de toda vida. Para Hegel,
la Naturaleza y Espíritu están en el Absoluto no como simple indiferencia, sino en forma
actualmente contradictoria.

Hegel ve en el Absoluto lo que siempre ha sido una propiedad del Espíritu, el ser no solo en-
sí mismo (como la Naturaleza) sino también, para-sí. El poseerse a sí mismo de un modo
inmediato e independiente de cualquier otra cosa, esa inmediatez de no depender de otra
cosa sino estar suelto de todo, que el Absoluto sea Espíritu. El Espíritu es esta unidad consigo
que no necesita de ningún otro, pero no solo es en sí, sino que necesita actualizarse todo lo
que es en sí para hacerlo objeto para sí mismo, para tener autoconciencia, para ser-para-si lo
que es en-sí. El Espíritu para pasar de su en-si a su para-sí, necesita salir de sí mismo y poner
frente a un Otro. Pero este Otro no es distinto del Espíritu porque el Espíritu es Todo. Ese
Otro no ha sido creado por el Espíritu desde la nada, sino que ha emanado de él, es un
despliegue y de él participa. El Espíritu, para irse conociendo, para ir deviniendo de su en-si a
su para-si pone lo Otro. Lo Otro es lo extraño. Al irse desarrollando, el Espíritu va colocando lo
extraño, se va alineando. Considerar al Espíritu únicamente desde su en-si es considerarlo
abstraído, separado de Todo. Para superar la Abstracción, el Espíritu se alinea.

La alineación es la que permite al Espíritu salir de su vacía mismidad. Es el Espíritu mismo el


que deviene otro, crea un ámbito, un mundo.

El Espíritu, al alinearse, sale de su ser-en-si y entra en el ser-ahí (se trata siempre del mismo
espíritu). La alineación tiene para él un sentido positivo y también un sentido negativo.

Es positiva por permitirle al Espíritu pasar de su en-si a su para-si. El Espíritu debe buscarla
aferrándose a ser siempre él mismo en cada uno de los momentos de esa alineación.

Es negativa cuando el Espíritu no es ninguno de esos momentos en los que va alineándose. Si


lo fuera, el Espíritu dejaría de ser lo que es y se haría simple.

El Espíritu, tan pronto pone lo Otro debe ir eliminando las diferencias dentro de su
movimiento absoluto. según Hegel, las cosas se originan en el Espíritu y en el Espíritu son
abolidas, este es su inmanente y eterno movimiento, siempre permanece él mismo.

"Las diferencias que son puestas son disueltas tan inmediatamente como han sido puestas y
son puestas tan inmediatamente como han sido disueltas. Lo verdadero y lo real son
justamente este movimiento que gira en sí mismo. En el interior de sí mismo enuncia la
esencia absoluta como Espíritu"

En ese movimiento todos los momentos son la manifestación del Espíritu; de él surgen y en él
se desvanecen. Cada uno de esos momentos es racional y real. Este movimiento no lleva a
nada distinto del Espíritu. "La manifestación es el surgir y el desvanecerse, que en si misma ni
surge n/ se desvanece, sino que es en sí y constituye la realidad y el movimiento de la vida de
la verdad". Las diversas formas del Espíritu no son aniquiladas cuando el Espíritu las
reabsorbe en sí. Esas formas al ser anuladas son simultáneamente conservadas. El Espíritu
fue siempre lo que es ahora y es ahora un concepto más hondamente elaborado de sí mismo.
Las diversas fases del Espíritu, constituyen al Espíritu. La verdad del Espíritu no puede hacer
abstracción de ninguna de aquellas fases. La verdad es el Todo, el todo es el resultado de ese
desarrollo.

Ese resultado al cual llega el desarrollo es el Espíritu mismo. Ese desarrollo consiste en
buscarse a sí mismo, tal que al fin sea un encuentro del origen. Por ello para Hegel la figura de
lo Absoluto es un circulo. Significa un enriquecimiento del Espíritu. Ese enriquecimiento es el
conocimiento, la autoconciencia, el saber absoluto de sí mismo. Durante el proceso, el
Espíritu ha ido conociéndose, ha ido pensando en sí mismo. Según Aristóteles, esta era la
única actividad que realiza Dios. Siendo esta la concepción del Absoluto que tenía Hegel, para
él es ciencia solo en la medida que puede establecer sus proposiciones de modo sistemático y
dentro de un sistema.

El método para conocer el desarrollo del espíritu no puede ser distinto al desarrollo mismo. El
método es el Dialectico, es el Espíritu quien se dialectiza en aquel proceso. La dialéctica
consiste sencillamente en aceptar una ininterrumpida marcha de oposiciones.

En el movimiento dialectico del Espíritu tendríamos, como primer momento, el acto por el cual
éste pone lo Otro. Momento de la Tesis. Esto puesto es lo inmediato, es lo universal que se ha
particularizado. Pero este Otro pierde su inmediatez, su individualidad en el desarrollo y pasa a
ser otra cosa.

La nueva cosa producida es la Antítesis. Ella es lo negativo respecto a lo anterior, pero en


cuanto este negativo se refiere a si mismo también entra en proceso de la negación y se
desemboca en la negación de la negación.

Es el momento de la Síntesis, significa la negación de la Antítesis que, a su vez, era la negación


de la Tesis. La Síntesis no es simple negación de los momentos anteriores, también
superación y conservación de ellos. "Suprimir, conservar y superar"

En definitiva, nada se pierde, todo se conserva a un nivel superar a la inmediatez individual. El


Espíritu va reuniéndose consigo mismo a través de todas las determinaciones que de sí mismo
ha hecho surgir. Esto es lo que significa la Dialéctica, reunir a través de. Al reunir todos los
contrarios se llega a la unidad del Todo. Por eso el Todo admite lo contradictorio; en su
unidad coexisten todos los contrarios.

La Gocia de Hegel es metafísica, porque las categorías del pensamiento son también categorías
del Ser. Y el objeto de la lógica es lo Absoluto. Hegel considera lo Absoluto desde dentro de sus
manifestaciones, desde el Ser que está detrás de todas aquellas manifestaciones. Por esto
estudia a Dios tal como es antes de la creación de toda manifestación. Estudia el pensamiento
puro que va pensándose a sí mismo.

La lógica estudia el pensamiento como lo Absoluto. El pensamiento al pensarse a sí mismo


busca su propio fundamento. La verdad del pensamiento está en la totalidad de él. Su fin es
inmanente a él, un reencuentro con el origen. Busca el fundamento de Todo, del Absoluto.
El Absoluto no es ninguna cosa determinada. Al Absoluto como lo puramente indeterminado.
Cuando pensamos en Absoluto lo pensamos como Ser. Ser es un concepto puramente
indeterminado, a su vez es fundamento de que las cosas sean. El Ser es puro vacío, negación
de todas las cosas, todas las cosas que son determinaciones suyas. Al pensar en Ser, al mismo
tiempo pensamos en la Nada.

El Ser y la Nada son la misma cosa. Esta contradicción que está en el origen de todas las cosas
es el fundamento de la contradicción. Lo que constituye la verdad de la contradicción es el
movimiento que transforma el uno en el otro, movimiento en que cada uno deviene en su
contrario. La verdad es el devenir. El devenir es la Síntesis. Por el devenir se supera la
abstracción del Ser y de la Nada, así se logra el primer concepto concreto. El Absoluto es
proceso.

Si un algo es determinado es porque tiene una cualidad que lo distingue de otro ser. Por su
cualidad, la existencia es algo real. Pero al ser la cualidad lo que determina a la existencia, es
por esa cualidad que la existencia es en sí misma negativa, es negación. Esta negación significa
que la cosa esta dentro de los límites que le marca a su cualidad y no es otra cosa, es diferente
a otra cosa. Por eso, la cualidad es finita. Lo existente (limitado en su cualidad) es algo negativo
y opuesto a otro existente.

Con la muerte, trasciende su propia finitud. Lo otro de lo finito es lo Infinito, lo Infinito es el


destino de todo lo finito. La verdadera concepción de lo infinito exige que éste no sea
considerado como puesto (Otro) frente a lo finito (ya que, si lo infinito esté limitado por lo
finito, dejaría de ser infinito. Esto se llama Infinito Malo). con la muerte, lo finito va más allá de
sí mismo, pero solo para encontrarse de nuevo consigo mismo, lo otro de lo finito es lo infinito.
Por eso, lo infinito no es nada diferente a lo finito, es el reencuentro de éste consigo mismo, su
cumplimiento. Este Infinito, que es el verdadero, debe concebírselo dialécticamente como
realizándose en lo finito.

La mala finitud se representa como una línea recta que progresa indefinidamente. El
verdadero infinito es representado en un círculo.

La teoría de la esencia. El Ser es el que esta como unidad y fundamento detrás de toda
determinación. Antes de ser tal ha sido Ser. La esencia es el mismo Ser refiriéndose y
retornando a sí mismo en cada una de sus determinaciones. El Ser reflejándose a sí mismo en
cada cosa. A través de la esencia el Espíritu va conociéndose a sí mismo. La esencia es la
verdad del Ser, pero es diferente al Ser, no es ser, sino aquello que ha sido Ser.

El Ser se muestra en la esencia, la esencia es una apariencia. En su desarrollo el pensamiento


se encuentra con esta pura apariencia negativa. El pensamiento ve en esa apariencia un reflejo
de sí mismo que le permite retornar y seguir siendo el en cada una de sus apariciones. La
dialéctica de la esencia es la reflexión misma del pensamiento. La esencia como la vemos lleva
en si su propia contradicción. Por eso la esencia se anula y retorna a su fundamento.

La esencia, al anularse y volver a su fundamento, no muere definitivamente, sino que,


adentrándose en su fundamento, renace nuevamente y desde el y con él se identifica. La
esencia deja de ser lo que ella era y se hace fundamento. Pero el fundamento solo puede ser
tal si es fundamento de algo. El fundamento entonces, pone la existencia de ese algo y es
fundamento de ella. En la medida que la esencia existe es una cosa.
La unidad de la esencia y la existencia es la realidad. Lo real, antes de serlo, es posible y lo
posible es la condición de lo real. La realidad está exigiendo la totalidad de condiciones. Si la
totalidad se da, la posibilidad deja de ser posibilidad y se transforma en necesidad. La totalidad
de condiciones está relacionada de forma tal que la realidad es una resultante necesaria. La
verdad de la necesidad no está en las condiciones sino en el resultado.

La relación entre sustancia y necesidad se muestra como una relación causal. La necesidad solo
es necesidad si necesariamente causa algo. La acción reciproca en una actividad que retorna
sobre sí misma. La sustancia es superada por el concepto. El concepto es la verdad de la
sustancia. Como la manera determinada de la sustancia es la necesidad, la libertad se muestra
como la verdad de la necesidad, y como la manera de relación del concepto.

La esencia es la reflexión del sujeto en el objeto de cada una de sus determinaciones. con esta
reflexión el Absoluto obtiene un concepto de sí mismo. El absoluto se posee absolutamente a
sí mismo y llega a su plena identidad por medio de la autoconciencia. La dialéctica del
concepto es la misma que la de la esencia, o sea del Absoluto, pero considerada no desde el
objeto sino desde el sujeto. El concepto es la total vuelta del Absoluto sobre sí mismo, después
de haber puesto la inmediatez del Ser y de haberse visto reflejado en esa inmediatez a través
de la esencia. Ser y esencia se muestran como momentos del devenir del concepto. El
concepto es el fundamento, pero también es el resultado de su propio devenir.

La teoría del concepto se divide en tres partes: la subjetividad, trata al concepto formal; la
objetividad, trata a ese concepto determinado objetivamente; y la Idea, unidad de sujeto y
objeto donde se logra la verdad absoluta.

El concepto es la síntesis de un proceso en el cual la esencia ha negado y superado al Ser, a su


vez la esencia ha sido negada por el concepto, el cual ha estado en la absoluta identidad
consigo mismo desde todas las determinaciones de su autodesarrollo. El concepto puro
aparece como una negación de la negación, como la negatividad misma; como universal.

Esta universalidad es propia del Absoluto. El concepto universal debe ser considerado no como
producto, sino como fundamento (no como abstracto, sino como concreto que funda una
multiplicidad). El concepto es un "universal concreto" que funda lo particular, que se
particulariza en lo particular. El concepto universal, al concebirse particularmente, concibe,
genera una "especia determinada". Lo que diferencia la particularidad de la especia es una
diferencia especifica. El concepto particular se singulariza en los distintos individuos singulares
que componen la especie. Ir de lo universal a lo particular, y de lo particular a lo singular, es
propio del juicio. Por medio del juicio el concepto sigue en su desarrollo esa propia división de
sí mismo.

La verdad del juicio no está en el juicio mismo. Para llegar a la verdad del juicio se acude al
silogismo. Este es un proceso en donde el sujeto y predicado encuentran un término medio
que muestra la razón de su predicación, una mediación racional entre lo universal y lo singular.
Por medio del silogismo los conceptos entran en el sistema de la totalidad. No solo el silogismo
es racional, sino que todo lo racional es silogismo.

A la realización del concepto se la llama objeto. El concepto funda la objetividad, el cual


muestra un fin inmanente en el proceso, un regreso a sí mismo. Concepto como retorno.

La idea es la plenitud de todo el proceso absoluto. La idea es el concepto adecuado, lo


verdadero como tal. La idea es en primer lugar, vida y conocimiento. cuando el sujeto tiene
total conocimiento de sí mismo llega a tener el adecuado concepto del absoluto, la idea es
idea absoluta. La idea absoluta es la autoconciencia del absoluto.

La naturaleza es "Espíritu caído". En la idea, la naturaleza es divina, pero en su inmediatez su


ser no corresponde a su concepto. El Espíritu se recupera a sí mismo desde si inmediatez caída;
debe negarla y retornar a sí mismo.

El espíritu objetivo; considerado en sí mismo, se encuentra a nivel de la naturaleza humana ,


es individual.

El espíritu objetivo; es la manifestación o expresión del espíritu subjetivo una vez que este se
ha liberado de la inmediatez de la naturaleza.

El espíritu absoluto; es el espíritu que tiene una intuición de sí mismo y llega al saber absoluto
de sí mismo.

La historia, es el desarrollo del Espíritu en el tiempo, así como su desarrollo en el espacio es la


naturaleza. En ese desarrollo el espíritu se va negando y destruyendo cada una de sus
determinaciones. El tiempo es esa negativa, el tiempo contiene la determinación de lo
negativo. La verdad es el todo del proceso del Espíritu universal. Las formas en las que el
Espíritu universal va determinándose son los pueblos, la historia considera al pueblo como
objeto inmediato. Cada pueblo tiene un Espíritu determinado, una sustancia. Cada pueblo
debe penetrar ese espíritu para conocerse, luego comienza su decadencia hasta su muerte
histórica y se limita a vegetar. A la muerte de un pueblo sucede la vida de uno nuevo, en el
cual el espíritu vuelve a encarnarse. Dentro de un pueblo son los individuos los que hacen
desarrollar y madurar al espíritu, allí descansa su valor en cuan importantes son para su pueblo
y cuanto se impregnan de ese espíritu. Al ser hijo de su pueblo, el individuo también es hijo de
su tiempo. El hombre va haciendo esta historia al mismo tiempo que él se va haciendo a sí
mismo; se aleja del estado de naturaleza ganando su libertad. En la persecución de sus fines, el
hombre sirve a los fines del Espíritu. Al ser finito, el hombre muere, la razón se sirve de estos
fines, la ruina de lo particular sirve a lo universal.

Los grandes individuos históricos son los que captaron el fin universal haciendo lo suyo y
poniéndose al servicio de su pueblo. Renuncian a su vida privada para ponerse al servicio de
una causa. Luego se retiran vacíos. La historia no es terreno de la felicidad, sino de la lucha y
muerte. En la historia universal solo puede hablarse de pueblos que forman Estados, ya que
solo estos superan su inmediatez natural poniéndose en contacto con lo universal. solo en
estado un hombre se desarrolla gozando libertad y existencia racional. El estado es el pueblo
conquistador de su libertad y su razón.

La historia universal, es el desarrollo del espíritu para conquistar si libertad.

Al principio el Espíritu cae en el elemento de la naturaleza, su concepto es la vuelta sobre sí


mismo, ese reencuentro con el origen, que al retornar sobre sí mismo enriquecido por su
autoconciencia y su libertad es el fin de la historia. Las determinaciones murieron como
finitud, pero están presentes en el Espíritu.

COMTE

El positivismo es una corriente filosófica que afirma que todo conocimiento deriva de alguna
manera de la experiencia, la cual se puede respaldar por medio del método científico. Rechaza
cualquier conocimiento previo a la experiencia (conocimientos a priori y todo concepto
universal y absoluto). Anhelaba una sociedad estable gobernada por una minoría que
empleara métodos de la ciencia para resolver los problemas e imponer condiciones sociales.

La ley de los tres estadios rige el desarrollo de la humanidad. Dada la naturaleza de la mente
humana, cada una de las ciencias o ramas del saber debe pasar por tres estadios teoréticos
diferentes:

Estadio Teológico o Ficticio; los acontecimientos se explican de un modo divino, apelando a la


voluntad de los dioses o de un dios. Tiene su reflejo en esas nociones que hablan del Derecho
divino de los reyes. Predomina la imaginación, corresponde a la infancia de la humanidad.
Nacimiento de la humanidad.

Estadio Metafísico o Abstracto; los fenómenos se explican invocando categorías filosóficas


abstractas. Incluye algunos conceptos tales como el contrato social, la igualdad de las personas
o la soberanía popular. Es esencialmente crítico. Las ideas de principio designan algo distinto
de las cosas. Sustituye la posición de Dios en la Teología, por la naturaleza (mayor debilidad
mental y social). Pubertad de la humanidad.

Estadio Científico o Positivo; se empeña en explicar todos los hechos mediante la aclaración
material de las causas. En él la imaginación queda subordinada a la observación. Busca solo
hechos y sus leyes. Renuncia a lo que es en vano intentar conocer y solo busca las leyes de los
fenómenos. Se caracteriza por el análisis científico o sociológico de la organización política.
Madurez de la humanidad.

Jerarquía de las ciencias (de las más abstractas a las más concretas); matemática, astronomía,
física, química, biología y sociología; estudio de las sociedades humanas y de los fenómenos
(religiosos, económicos, artísticos, etc.) que ocurren en ellas. la sociología es una ciencia
natural que, al igual que la física, se rige por leyes de los fenómenos sociales. La sociología
establece leyes de la sociedad que rigen los comportamientos sociales. Utiliza el método
científico; la observación de hechos concretos, de experimentación y comparación de
sociedades para entenderlas. Su fin es superar los momentos de desorden y establecer el
orden y el progreso, el cual solo se logra a través del espíritu positivo, el espíritu de la ciencia.

NIETZSCHE

Nació el 15 de octubre de 1844. Sin recuperar nunca su razón muere el 25 de agosto de 1900.

El origen de la tragedia afirma que es el arte la actividad esencialmente metafísica de la vida. A


través de él el hombre puede penetrar la totalidad de lo real. Dentro del arte, es la tragedia la
que puede penetrar la realidad porque la vida de esta realidad es trágica. La mirada trágica
habla de la muerte de todas las cosas que han surgido a la existencia y que luego tornan a la
unidad en la cual tuvieron origen.

Este mundo es solo un mundo de fenómenos. Resulta que la apariencia solo es el reflejo de un
eterno conflicto radicado en la Unidad primordial. La Unidad originaria busca, para liberarse,
individualizarse en una cosa. No conforme con ninguna de sus sucesivas apariencias, las
destruye. La visión trágica da testimonio de la infinita lucha contra todas las formas y
determinaciones que el engendra y que luego, por medio de la muerte, a él retornan. Cada una
de esas formas, tan pronto surge a la vida, está ya designada a la muerte.
Según Nietzsche, este mundo - que no tiene comienzo ni fin - solo es Voluntad de Poder y nada
más, al igual que nosotros. La Voluntad está firmemente aferrada a sí misma y no puede eludir
su querer. Imposibilitada de no querer solo puede querer su propia infinitud. Todas las cosas

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