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El Imperio austrohúngaro, o simplemente Austria-Hungría (oficialmente,

Monarquía austrohúngara; en alemán: Österreichisch-Ungarische Monarchie; en


húngaro: Osztrák-Magyar Monarchia), fue un Estado europeo creado en 1867 tras el
llamado Compromiso austrohúngaro, el cual equiparó el estatus del Reino de Hungría
con el del Imperio austríaco, ambos bajo el mismo monarca. El nombre oficial completo
del Imperio se traduce como: «Los Reinos y Territorios representados en el Consejo
Imperial y los Territorios de la Santa Corona Húngara de San Esteban».n 1

El soberano gobernaba como emperador de Austria sobre el oeste y el norte, la llamada


Cisleitania, y como rey de Hungría sobre la Transleitania. Aunque suele describirse en
la actualidad como un solo Estado, cada uno de estos territorios fue administrado
independientemente, con sus propios parlamentos, gobiernos y tribunales, e incluso no
existió una ciudadanía común. Solo en temas de defensa nacional y relaciones
exteriores, el Imperio austrohúngaro actuó como una entidad unificada.

En 1914, en vísperas de la Primera Guerra Mundial que lo llevaría a su disolución, el


Imperio tenía una extensión de 675 936 km² y una población de 52 800 000 habitantes,
siendo considerado una de las grandes potencias europeas y mundiales,n 2 destacando
especialmente por su prestigio cultural, artístico e intelectual.

Tras la derrota en la Primera Guerra Mundial, surgieron diversos movimientos


nacionales que promovieron la disolución del Imperio y la formación de Estados nación
que acogieran a los diversos grupos étnicos existentes en la región. En 1919, Austria-
Hungría fue disuelta, dando origen a los estados de Austria alemana, el Reino de
Hungría, Checoslovaquia, el Estado libre de Fiume y el Estado de los Eslovenos,
Croatas y Serbios, mientras algunas regiones fueron anexadas por los países vecinos.

En la actualidad, el antiguo territorio del Imperio austrohúngaro se extiende a lo largo


de 13 países europeos: Austria, Hungría, República Checa, Eslovaquia, Eslovenia,
Croacia, Bosnia y Herzegovina, Serbia (las regiones de Voivodina y el Banato
Occidental), Montenegro (Bocas de Kotor), Italia (Trentino-Alto Adigio y Trieste),
Rumania (Transilvania, el Banato Oriental y Bucovina), Polonia (Galitzia occidental y
Silesia) y Ucrania (Galitzia oriental y la Rutenia Transcarpática).

Índice
 1 Historia
o 1.1 Antecedentes del Compromiso
o 1.2 Revoluciones de 1848
o 1.3 El compromiso
o 1.4 La Monarquía Dual
o 1.5 La Gran Guerra
 2 Características del Imperio austrohúngaro
 3 Cronología
 4 Gobierno y política
 5 División administrativa
o 5.1 Mapas
 6 Economía
 7 Demografía
o 7.1 Composición étnica
o 7.2 Ciudades
 8 Fuerzas Armadas
 9 Las artes
 10 Banderas y escudos
 11 Notas y referencias
o 11.1 Notas
o 11.2 Referencias
 12 Véase también
 13 Bibliografía
o 13.1 Bibliografía básica
o 13.2 Bibliografía complementaria
 14 Enlaces externos

Historia
Antecedentes del Compromiso

Fernando I consiguió el reino de Hungría para la dinastía Habsburgo.

El Reino de Hungría, creado en torno al año 1000, se convirtió durante la Edad Media
en uno de los principales reinos europeos. Sin embargo, situado en la frontera de la
cristiandad, sufrió frecuentes ataques de los turcos otomanos a lo largo de los siglos
XIV y XV, que debilitaron su estructura social y económica. En 1526, el rey Luis II de
Hungría fue derrotado y muerto en la batalla de Mohács librada contra las tropas
invasoras del Imperio otomano.

Al quedar el trono vacante se sucedieron una serie de disputas entre los príncipes
vecinos para ocuparlo. En un primer momento fue coronado el voivoda húngaro, Juan I
Szapolyai de Transilvania, llamado «El último rey húngaro de los húngaros» (en
magiar: A magyarok utolsó magyar királya).
Fernando de Habsburgo, hermano del emperador Carlos V, reclamaba la corona de san
Esteban, con base en los derechos de su esposa, Ana Jagellón de Hungría y Bohemia,
hermana del fallecido Luis II. Una dieta rival lo reconoció como rey, lo cual
desencadenó una guerra civil que fue aprovechada por los turcos para invadir el país.

Hungría quedó divida en tres estados: el Reino de Hungría, gobernado por los miembros
de la dinastía de los Habsburgo; el Vilayato de Buda ocupado por los turcos en 1541 y
el Principado húngaro de Transilvania, que se convirtió en vasallo del Imperio otomano
desde 1570.

Dicha separación del reino de Hungría se mantuvo a lo largo de casi siglo y medio de
constantes batallas entre germanos, húngaros y turcos. En el Principado de Transilvania
se protegió y se cultivó la cultura húngara, mientras que en los territorios húngaros
ocupados por los turcos apenas existían pobladores. La mayoría había emigrado
buscando un sitio más apropiado para el cultivo y para vivir, que no estuviese bajo
influencia otomana. Los territorios húngaros bajo dominio de los Habsburgo
continuaron poblados y manteniendo su cultura, aunque con el tiempo fueron adoptando
ciertos rasgos germánicos. Esta división también definió la confesión religiosa de los
pobladores de dichas zonas. Los húngaros de Transilvania eran en su gran mayoría
protestantes; los de los territorios turcos, católicos y protestantes debido a que no
adoptaron la religión musulmana; y los de los territorios bajo control germánico eran
fervientemente católicos.

Tanta pugna religiosa resultó un arma perfecta para los príncipes húngaros de
Transilvania, como Esteban Bocskai y Gabriel Bethlen, quienes buscaban reunificar el
reino, conduciendo así varias guerras de independencia contra los emperadores
germánicos. Sin embargo, todos sus intentos resultaron en fracasos y después de la
tentativa de los turcos en 1683 de invadir Viena, la Liga Santa se dispuso a expulsar
definitivamente a los otomanos de los territorios húngaros.

De esta manera, en 1686 el emperador germánico y rey húngaro Leopoldo I de


Habsburgo, junto a su comandante el príncipe Eugenio de Saboya, reconquistaron la
ciudad de Buda. Después de esta victoria continuaron presionando a los ejércitos turcos
fuera del reino, hasta que finalmente lo lograron en 1691. A partir de ese momento todo
el territorio húngaro, incluyendo Transilvania, quedó bajo control del Sacro Imperio
Romano Germánico, lo cual generó una serie de guerras de carácter independentista en
dichos territorios.

El príncipe húngaro Emérico Thököly condujo una revuelta a gran escala en contra del
emperador germánico y rey húngaro Leopoldo I, la cual fue sofocada alrededor de 1690,
obligándolo a emigrar a territorio otomano, donde falleció en 1705. Posteriormente su
hijastro, Francisco II Rákóczi también príncipe húngaro de Transilvania, condujo una
guerra entre 1703 y 1711 que se vería sofocada por Leopoldo I, y tras la muerte de éste
en 1705, por su hijo José I de Habsburgo.

Tras dichos intentos independentistas Hungría se mantuvo sin conflictos durante más de
un siglo, permaneciendo como parte del nuevo Imperio austríaco que surgió tras la caída
del Sacro Imperio Romano Germánico en 1806.

Revoluciones de 1848
Artículo principal: Revolución de 1848 en los Estados de los Habsburgo

Hungría se alzó nuevamente durante la revolución en los Estados alemanes en 1848,


surgiendo la llamada Revolución húngara de 1848, en la cual se enalteció el
nacionalismo y la independencia de los Estados europeos y el rechazo al poder austríaco
de los Habsburgo. De esta forma, el 15 de marzo de 1848 las calles de Buda se llenaron
de gente, poetas e intelectuales, políticos y militares que protestaban contra el
emperador austríaco Francisco José I. Las revueltas húngaras fueron sofocadas gracias a
la intervención del zar ruso, quien acudió en ayuda del emperador austríaco, poniendo
nuevamente a la nación húngara bajo el dominio Habsburgo. El fracaso de la revolución
desencadenó una serie de ejecuciones de generales y dignatarios húngaros que se habían
sublevado contra los austríacos.

Ejecución de los mártires de Arad

El compromiso

Coronación de Francisco José e Isabel como Reyes de Hungría

Tras la Guerra austro-prusiana de 1866, en la cual el Imperio fue derrotado junto a


Baviera por Prusia, Austria perdió la posibilidad de convertirse en el eje que articulase
la unificación alemana, ocupando Prusia dicho papel central. Fue un momento de
debilidad idóneo para las aspiraciones autonomistas húngaras y los dignatarios del reino
lo aprovecharon enviando una comitiva encabezada por Francisco Deák, la cual le
exigiría a Francisco José el establecimiento de un parlamento en Hungría, junto a mayor
libertad y un marco de autonomía.

En 1867, ante la amenaza de una nueva sublevación húngara, el emperador austríaco


firmó el tratado conocido como el Compromiso, del cual surgiría la monarquía dual
austrohúngara. Fue también el asentamiento definitivo de la política de los Habsburgo,
que ya desde el siglo XVIII tendía a prestar más atención e importancia a sus dominios
directos, que se extendían por Hungría, Bohemia, Moravia y otras regiones del este de
Europa en lugar de los distintos estados alemanes.

El acuerdo era en la práctica un pacto entre los nacionalistas magiares y la corona,


aceptado por conveniencia por los alemanes y, en menor medida, por polacos y croatas.1
Los magiares obtuvieron el poder de influir en la política de la otra mitad del país y la
ejercieron evitando, por ejemplo, una reforma federal.2

La Monarquía Dual

El emperador Francisco José I; durante su reinado se formó la monarquía dual.

Derrotado en Italia y Alemania, el imperio decidió comenzar a intervenir asiduamente


en los Balcanes. Con el estallido de la Guerra ruso-turca de 1877, Rusia (príncipe
Gorchakov) y Austrohungría (conde Andrássy) firmaron el acuerdo secreto de
Reichstadt el 8 de julio, por el que se dividiría la península balcánica dependiendo del
resultado de la guerra. La oposición directa a los intereses rusos en los Balcanes llevó a
Francisco José a aliarse con Alemania para intentar lograr un equilibrio político y
militar que era vital para sus intereses.

La situación interna se consolidó a partir de 1868, cuando los centralistas


hegemonizaron el poder. Hasta 1879, el consejo austriaco estuvo en manos de los
hermanos Adolf y Karl Auersperg, quienes encararon una reforma financiera. Luego el
conde Taaffe, aristócrata conservador, reemplazó a Adolf Auersperg. Su gestión se
caracterizó por las medidas en favor de la iglesia y de los eslavos, como el
reconocimiento del bilingüismo en Bohemia, Moravia, Eslovenia y Silesia y la creación
de una universidad checa en Praga.3

Tomaron forma organizaciones políticas, que se constituyeron en partidos. Hizo su


aparición el Partido Cristianosocial, de Karl Lueger. De marcado antisemitismo, obtuvo
el apoyo de la pequeña burguesía urbana. Paralelamente, se creó el Partido Nacional
Alemán, dirigido por Georg Schönerer, violento en sus métodos y que reclamaba la
unión con Alemania. En 1869, nació el Partido Socialdemócrata, dirigido por Viktor
Adler y Otto Bauer. En Austria se aprobó el sufragio universal, aunque la situación
interna evolucionó poco. Solo los socialdemócratas mostraron progresos como fuerza, al
llegar a 87 diputados.4

Croacia obtuvo la autonomía en 1868, pero, tras la promulgación de la ley de


nacionalidades ese mismo año, bajo los gobiernos de Kálman Tisza (1875-1890) e
István Tisza (1903-1917), se desarrolló una política prohúngara que fue resistida por los
croatas y eslavos del sur.3
Batalla de Jajce, durante la ocupación de Bosnia-Herzegovina 1878.

La asociación entre la Alemania de Bismarck y el Imperio austrohúngaro fue el primer


paso en el proceso de alianzas europeas que, junto con las luchas nacionalistas de los
pueblos del Danubio y los Balcanes, apilaría explosivos sobre el polvorín étnico y
político que incendiaría Europa en la Primera Guerra Mundial. Efectivamente, el
Congreso de Berlín otorgó la administración de Bosnia-Herzegovina a Austria-Hungría.
La invasión (1878) y posterior ocupación (1879) del territorio colocó al imperio en una
difícil situación frente al amenazante paneslavismo de Serbia y Rusia, naciones que se
sintieron engañadas y frustradas por este Congreso.

Postal de la triple alianza.

En 1879, el imperio se unió a Alemania en una alianza que luego incluyó también a
Italia, llamada la Triple Alianza. Entretanto, la Liga de los Tres Emperadores (Rusia,
Alemania y Austria-Hungría) fue revocada, lo que condujo al acuerdo contra natura
entre la autocrática y reaccionaria Rusia y la republicana Francia (Doble Alianza del 17
de agosto de 1894).

Muerte del heredero al trono Rodolfo de Habsburgo.


En 1896 comenzó una rebelión en Creta y el 21 de julio de 1897 el ejército griego
desembarcó en Creta para liberar la isla del Imperio otomano e incorporarla a Grecia.
Durante esta crisis intervinieron las potencias europeas, incluida Austria-Hungría, y
proclamaron en Creta un protectorado internacional.

En 1889 la monarquía sufrió un duro golpe, cuando el hijo del emperador Francisco
José, el príncipe heredero Rodolfo de Habsburgo se suicidó. Entonces la sucesión del
trono pasó a manos del hijo mayor de Carlos Luis, hermano del emperador, este era el
archiduque Francisco Fernando. Durante la época en que fue sucesor al trono, Francisco
Fernando se mostró partidario de la reforma del Estado para convertirlo casi en una
federación.5 Temía que la dinastía no sobreviviera si no se realizaban urgentes reformas,
tanto políticas como militares, y estaba convencido de la incapacidad de que el imperio
sobreviviera a una guerra mundial si se desencadenaba antes que él hubiese accedido al
trono y llevado a cabo las reformas, una de sus propuestas era los Estados Unidos de la
Gran Austria. Sin embargo sus ideas chocaban con el pensamiento conservador del
emperador.

Una de las peores crisis anteriores a la Gran Guerra llegó cuando Francisco José tomó la
determinación de anexionarse Bosnia-Herzegovina, el 6 de octubre de 1908, tal y como
le autorizaba el artículo 25 del Tratado de Berlín (13 de julio de 1878). Si bien se
pretendía detener la cada vez mayor violencia de los separatistas serbios, en realidad, la
anexión no hizo más que azuzarlos contra el Imperio, muy bien pudo haberse iniciado la
Gran Guerra en ese momento.

Serbia, indignada ante esta actuación, que ponía fin a sus aspiraciones nacionalistas de
la Gran Serbia, movilizó sus tropas. Rusia, sintiéndose engañada por Austria en lo
referente a sus aspiraciones de dominar el Bósforo y los Dardanelos, apoyó a Serbia.
Los ingleses convocaron una conferencia internacional, que Austria rechazó por temor a
resultar vencida. Italia, por su parte, suscribió un acuerdo secreto con Rusia (Tratado de
Racconigi) para mantener el statu quo en los Balcanes. Alemania mantiene su
«fidelidad nibelunga» (sic) hacia Austria, aunque contiene a Hötzendorf, en sus intentos
de declarar la guerra a Serbia, a la vez que convence a los rusos para que se echen atrás.
Con ello triunfó la política alemana, que haría frente común con Austria, su único aliado
seguro.

Austria-Hungría participó también, aunque su contribución fue menor, en la Alianza de


las Ocho Naciones para derrotar al Levantamiento de los bóxers en China durante el año
1900.

Durante las guerras de los Balcanes, los responsables de la política exterior


austrohúngara se negaron a permitir la expansión serbia por el mar Adriático, rechazo
que recibió el apoyo de sus aliados de la Triple Alianza. Esto hizo evidente el deterioro
de las relaciones entre el imperio y el Reino de Serbia. Durante la Primera Guerra de los
Balcanes, el Imperio austrohúngaro se unió a Alemania, Francia, Reino Unido e Italia
en un bloqueo al puerto de Bar (Antivari) en el Reino de Montenegro.

La Gran Guerra

Artículo principal: Austria-Hungría durante la Primera Guerra Mundial


Asesinato del archiduque Francisco Fernando.

Postal de la victoria de las potencias centrales sobre Serbia en 1915.

Ilustración de una avalancha en el frente italiano.

La Primera Guerra Mundial surgió, entre otras causas, como consecuencia de la


inestabilidad interna del Imperio austrohúngaro. La constante tirantez entre el poder
central y las minorías separatistas (checos, serbios, italianos y rumanos) llevó a un
conflicto multinacional en el seno del Imperio, que no podía menos que ser aprovechado
por sus enemigos exteriores. El odio de los separatistas serbios por la anexión de
Bosnia-Herzegovina llevó al asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria
(sobrino de Francisco José I y heredero imperial) y de su esposa, Sofía Chotek, en
Sarajevo el 28 de junio de 1914 a manos del joven estudiante nacionalista serbio
Gavrilo Princip, miembro de un grupo nacionalista conocido como la Mano Negra, que
actuaba impunemente desde Serbia con financiación rusa.
Tropas austrohúngaras en 1916.

Decidido a dar una lección a Serbia, el gobierno austríaco envió un ultimátum


perentorio, que fue rechazado. Austria declaró la guerra el 28 de julio. Como Austria-
Hungría se había aliado con Alemania e Italia en la Triple Alianza, Francisco José debió
apoyarse en el káiser Guillermo, quien era partidario de castigar a Serbia, pero no creía
que Rusia se involucrara en una guerra a favor de unos regicidas. Con el conflicto con
Serbia ya planeado, lo único que debían hacer Austria-Hungría y su aliada era apaciguar
a los rusos e impedir la escalada del conflicto. Sin embargo, contra lo esperado, Rusia
decidió inmediatamente enviar tropas para defender a los serbios, y a pesar de los
intentos de apaciguamiento realizados tanto por el emperador Guillermo como por el zar
Nicolás, se decretó la movilización general, sin que Francia, deseosa de resarcirse de la
humillación de 1871 hiciera nada para calmar los ánimos. Alemania, temerosa de perder
la guerra, ya inevitable, si no tomaba la iniciativa, exigió la cesación inmediata de la
movilización y al no recibir respuesta declaró la guerra a Rusia (1 de agosto) y a su
aliada Francia (3 de agosto), invadiendo a la neutral Bélgica para caer por sorpresa en la
retaguardia francesa (Plan Schlieffen). El Reino Unido, decidida a impedir la
hegemonía alemana en Europa y obligada a defender a Bélgica, declaró la guerra a
Alemania (4 de agosto). La Gran Guerra Europea había estallado.

El 28 de julio de 1914, los austro-húngaros iniciaron las hostilidades con el intento de


invasión de Serbia, que acabó con la conquista de Serbia y Montenegro a fines de 1915.
En el frente oriental Austria-Hungría, en cambio, no pudo repeler la invasión de
Galitzia. En junio de 1916 tiene éxito una ofensiva rusa, dirigida por el general Alexéi
Alexéievich Brusílov, que se interna en las líneas austrohúngaras. Regimientos enteros
se pasaron a las filas rusas, demostrando la fragilidad del Imperio austrohúngaro.

En 1915, Italia se unió a los Aliados y atacó Austria. Sin embargo, la larga serie de
ofensivas sobre el río Isonzo fracasó. En 1917, fueron los austro-húngaros, reforzados
por tropas alemanas, quienes baten duramente a los italianos en Caporetto. Este desastre
casi sacó a Italia de la guerra, pero el frente se estabilizó sobre el río Piave.

Emperador Carlos I, el último reinante de los Habsburgo.

El 21 de noviembre de 1916 murió el emperador Francisco José I, durante la guerra.


Le sucedió su sobrino nieto, en concreto el primogénito de Otón Francisco (hijo del
archiduque Carlos Luis), Carlos I de Austria y IV de Hungría. Carlos fue el último
monarca Habsburgo. Desde este momento, el nuevo emperador trató de sacar al Imperio
austrohúngaro de la guerra europea. La razón principal que le llevó a ello fue la
situación económica del país, que no paraba de empeorar, con una alta inflación,
descontento masivo entre los campesinos por las requisiciones de guerra y fuerte
rechazo de los sindicatos obreros a la militarización de la industria.

Al desvanecerse a finales de 1916 la posibilidad de que Rusia pudiera invadir Austria-


Hungría se hizo evidente que Alemania era la fuerza dominante de los imperios
centrales en lo político y en lo militar, provocando una nueva causa de descontento
entre la población eslava de Austria-Hungría.

El propio emperador deseaba la paz por la convicción personal de que la sangría


humana del conflicto podría continuar durante mucho tiempo más.

Caricatura satírica sobre la caída de la dinastía Habsburgo

En abril de 1917 los Estados Unidos le declararon la guerra a los Imperios Centrales, lo
que le dio a la contienda el carácter mundial. No obstante, sus efectos no se sentirían
sino hasta 1918. Fue el principio del fin para las Potencias Centrales. En los Balcanes,
las tropas francesas atacaron las líneas búlgaras en Macedonia. Después de pocos días
de lucha, Bulgaria comprendió que no podía hacerles frente y pidió el armisticio. El
Imperio otomano estaba al límite de sus fuerzas y no pudo contener a los británicos que
habían tomado ya Jerusalén y Bagdad y avanzaban hacia Anatolia. Franceses y
británicos ocuparon el Oriente Próximo e Irak. El Imperio otomano entonces se rindió.

El duelo entre italianos y austríacos estaba asimismo por resolverse. Tras la humillante
y desastrosa derrota italiana en Caporetto, el general Armando Díaz se encontró
presionado por su Gobierno, que necesitaba de una victoria en el frente alpino para
poder negociar. Los italianos (con la determinante ayuda de británicos y franceses)
derrotaron a Austria-Hungría en la batalla de Vittorio Veneto. Este hecho se sumó al
descalabro del ejército imperial en los Balcanes y aceleró el final de la monarquía de los
Habsburgo.

El emperador Carlos se aparta de la alianza con Alemania y poco después abdica, al


tiempo que se produce la secesión de las provincias del Imperio y del Reino de Hungría,
transformándose luego en república.

Características del Imperio austrohúngaro


El Imperio austrohúngaro tuvo unas características bien particulares y únicas, dado su
conformación variada y plural. Podemos destacar ciertos aspectos resaltantes:

 Tuvieron un sistema político particular, el poder estaba bajo el mando de


monarca que era emperador y rey al mismo tiempo.
 Solo dos personas ocuparon el puesto de monarca en toda su existencia:
Francisco José I (1867-1916) y Carlos I (1916-1919).
 La capital del imperio era Viena y su idioma oficial era el alemán y el húngaro.
 Tenían dos parlamentos, uno ubicado en Viena y otro en Budapest.
 Fue uno de los imperios más extensos de Europa con 676 000 km2 y 53 millones
de habitantes para 1916.[cita  requerida]
 Todo el imperio tenía una moneda común, inicialmente fue el florín hasta 1892 y
luego la corona.
 Llegó a ser la sexta potencia económica y comercial del mundo. Las regiones
occidentales del imperio alcanzaron mayor desarrollo industrial y comercial en
comparación con las regiones orientales.[cita  requerida]

Cronología
Artículo principal: Cronología del Imperio austrohúngaro

 1867: Compromiso Austrohúngaro. Autonomía para Galitzia y Croacia.


 1878: Austria-Hungría obtiene los territorios ocupados por los turcos de Bosnia-
Herzegovina y Novi Pazar.
 1879: Alianza de Austria-Hungría y el Imperio alemán.
 1882: Italia se une a la alianza.
 1892: Entra en circulación la corona de oro.
 1897: Se implanta el sufragio masculino universal, indirecto (5 curias), en
Austria.
 1907: Entra en vigor el sufragio masculino directo para todo hombre mayor de
24 años en Austria.
 1907: Primeras elecciones en Austria con sufragio universal directo. Nuevo
compromiso entre Austria y Hungría.
 1908: Anexión de Bosnia-Herzegovina.
 1912: Serbia y Bulgaria forman una alianza contra el Imperio austrohúngaro.
 1914: El archiduque Francisco Fernando y su esposa son asesinados en Sarajevo
por un terrorista serbobosnio. La declaración de guerra de Austria-Hungría a
Serbia provoca declaraciones de guerra en cadena dando inicio a la Primera
Guerra Mundial.
 1915: El Imperio austrohúngaro se declara dispuesto a ceder la región de Trieste.
Se firma el Tratado de Londres, secreto entre Reino Unido, Francia, Rusia e
Italia: Italia cambia de bando obteniendo Trieste como incentivo.
 1916: En plena guerra el emperador Francisco José I muere tras 68 años de
reinado.
 1917: El nuevo emperador, Carlos I, intenta conseguir la paz por separado con
Francia, sin resultado.
 1918: Carlos envía a Guillermo II de Alemania un telegrama anunciándole el fin
de la alianza.
o 28 de octubre, se proclama la república de Checoslovaquia.
o 31 de octubre, secesión de Hungría.
o 3 de noviembre, armisticio entre el Imperio austrohúngaro y los aliados.
o 7 de noviembre, se proclama la república de Polonia (que se adjudica la
región austríaca de Galizia)
o 16 de noviembre, se proclama la república de Hungría.
o 1 de diciembre, las regiones del sur del Imperio se unen a Serbia y
Montenegro formando el Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos.
o 24 de diciembre, Rumanía, recibe el territorio de Transilvania.[cita  requerida]
 1919: El Imperio austrohúngaro queda totalmente disuelto tras los tratados de
Saint-Germain y Trianon.

Gobierno y política

Corona Imperial Austríaca

Corona de san Esteban

El jefe del Estado era el emperador, de la familia de los Habsburgo, que era a su vez jefe
de los dos Estados, emperador de Austria y rey de Hungría; esto motivaba que en
territorios de la corona de Austria el gobierno fuese denominado «real imperial»
(abreviado como K.K., del alemán Kaiserlich Königlich) en señal de la identificación
del monarca austriaco como rey y emperador simultáneamente. En Hungría esta
denominación no fue fácilmente aceptada, requiriendo el gobierno de Budapest que el
monarca fuera designado separadamente como «emperador» y «rey» atendiendo a que
Hungría tenía oficialmente el rango de reino; por ello la administración utilizaba el
término K.u.K. (del alemán Kaiserlich und Königlich, 'imperial y real') para designar los
asuntos de todo el imperio.

En los 51 años que duró la monarquía dual tuvo dos soberanos.

 Francisco José I de Habsburgo-Lorena (1867-1916).


 Carlos I de Habsburgo-Lorena (1916-1918).
La esposa del emperador recibía el título de emperatriz y ostentaba la representación del
Estado del mismo modo que una reina o primera dama. Las dos emperatrices que tuvo
Austria-Hungría fueron:

 Isabel de Wittelsbach, más conocida como Sissi (1867-1898).


 Zita de Borbón-Parma (1916-1918).

El heredero al trono era el archiduque de Austria. Los herederos fueron:

 Rodolfo de Habsburgo (1867-1889).


 Francisco Fernando de Habsburgo (1896-1914).
 Carlos I (1914-1916)
 Otto (1916-1918).

Parlamento austriaco en la Ringstraße en 1900

Austria y Hungría mantenían dos parlamentos separados, con sede en Viena y Budapest,
respectivamente, cada uno con su propio primer ministro.6 De la coordinación entre
estos dos gobiernos se encargaba el Gobierno del Emperador, dotado en teoría de un
poder absoluto, pero limitado en la práctica. En ambos territorios, algunas regiones,
como Galitzia-Lodomeria, en Austria, o Croacia-Eslavonia, en Hungría, tenían un
régimen autónomo de autogobierno.

Edificio del parlamento húngaro.

Había un Consejo de Ministros Común, formado por los dos primeros ministros, el
ministro imperial de Asuntos Exteriores, el Jefe del Estado Mayor Imperial, el ministro
de Finanzas, algunos archiduques y el emperador, que se encargaba del gobierno de las
responsabilidades comunes (finanzas, defensa y política exterior). A su vez, dos
delegaciones representantes de cada uno de los dos parlamentos se reunían por separado
y votaban las propuestas del Consejo de Ministros Común.7 En cualquier caso, el
emperador tenía la decisión final en temas de defensa y relaciones exteriores.
La invasión de competencias entre los ministerios conjuntos y los gobiernos de cada
uno de los dos Estados causó fricciones y desgobierno, especialmente entre las fuerzas
armadas. Aunque el Consejo de Ministros Común se encargaba de todas las cuestiones
militares, los gobiernos austríaco y el húngaro se encargaban separadamente de los
temas de reclutamiento, legislación del servicio militar, transporte de tropas y la
regulación de las cuestiones civiles de los militares. Por tanto, cada uno de los gobiernos
tenía mucha influencia en cuestiones militares y cada uno podía desbaratar operaciones
militares si lo juzgaba conveniente a sus intereses.

A menudo se dieron conflictos sobre aranceles exteriores y sobre la contribución de


cada uno de los Estados a la hacienda común (en la que Austria asumía el 70% del
presupuesto).8 Según los acuerdos del Compromiso de 1867, cada diez años se tenían
que renegociar estos temas,8 y cada renovación comportaba nuevos problemas políticos.
En 1905 las relaciones se torcieron con la disputa sobre qué lengua se debía utilizar en
el ejército húngaro y por la llegada al poder en Budapest, en 1906, de un gobierno de
coalición nacionalista húngaro. No obstante, los acuerdos se renovaron en octubre de
1907 y en noviembre de 1917.

Respecto a la participación de la población en el gobierno del imperio, Austria propició


un régimen parlamentario a partir de las reformas de 1860, 1862 y 1867, que
reconocieron las libertades religiosa, de pensamiento y de asociación. Se creó un
parlamento bicameral o Reichsrat (cámara de diputados y cámara alta). Entre 1861 y
1897 se mantuvo el sufragio censitario e indirecto a través de cuatro curias de las que
estaban excluidos los trabajadores. En 1897 el canciller imperial, conde Badeni, creó
una quinta curia para representar a los trabajadores, pero hubo que esperar a 1907 para
que se concediera el sufragio universal y directo a los austriacos, lo que redundó en los
grandes partidos de masas (socialcristianos, socialdemócratas y pangermanistas).

En Hungría, por el contrario, se mantuvo una política rígida y centralista de


magiarización de las minorías (eslovacos, ucranianos, serbios y rumanos) que quedaban
sujetas a la autoridad del gobierno de Budapest (exceptuando de estas políticas a las
minorías de croatas y germanos, protegidos expresamente por el Compromiso de 1867).
La extensa nobleza húngara consiguió retener en sus manos los poderes ejecutivo y el
legislativo gracias a un sufragio censitario muy restrictivo y a un fuerte autoritarismo
que mantuvo sumisa a la mayoritaria población rural húngara, mientras restringía la
participación política de las minorías a unos cuantos aristócratas rumanos y eslovacos,
en tanto que ucranianos y serbios sólo tenían asegurado su poder político a nivel
municipal y local. El poder de la nobleza húngara se basaba en el control de la tierra
que, hasta la revolución de 1848, les pertenecía por completo.9

El Compromiso de 1867 permitió que el territorio mayormente polaco de Galitzia-


Lodomeria alcanzara una amplia autonomía administrativa y cultural. A cambio de su
lealtad a los Habsburgo, el control de los asuntos internos fue gradualmente transferido
a la nobleza e intelectualidad polacas mediante un limitado sufragio censitario
provincial, que beneficiaba a los polacos frente a los ucranianos que residían
mayormente en atrasadas áreas rurales vecinas a Rusia. La nobleza polaca participó
activa y lealmente en la administración imperial. De hecho Galitzia se convirtió en el
«Piamonte» del irredentismo polaco frente al autoritarismo del Imperio alemán y del
Imperio ruso en sus zonas de ocupación, naciendo la idea de la reconstrucción del Reino
de Polonia bajo la corona de los Habsburgo (idea que se intentará llevar a la realidad
durante la Gran Guerra en el proyecto fallido de la Regencia de Polonia).

Los croatas consiguieron también autonomía dentro del Reino de Hungría en 1868. Los
croatas, mayoritariamente católicos y leales a la dinastía Habsburgo, quedaron
frustrados por el Compromiso austrohúngaro, que los colocaba bajo la autoridad del
gobierno húngaro, y mantuvieron una lucha constante por la defensa de sus derechos y
libertades frente a los gobiernos centralistas de Budapest.

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