La demostración de la función de la palabra en tanto que dadora de sentido. La comunicación concebida como intersubjetiva y dialéctica domina este primer momento conceptual. Esta intersubjetividad es corregida por la disimetría que desliza de manera progresiva en la relación del sujeto con el sujeto. Los dos sujetos en función no son equivalentes puesto que el analista esencialmente escucha, puntúa, interpreta, y así decide el sentido. Un poco después en la enseñanza de Lacan, este Otro se vuelve de la palabra, del lenguaje, de la estructura y, como recordé la última vez, de todas las determinaciones del sujeto. el inconsciente aparece ya como lenguaje, ya como palabra. Ya se acentúa la estructura que implica, ya el discurso que emite y constituye, hasta tal punto que Lacan lo califica de sujeto. El inconsciente es sujeto Y es que sin duda en las formaciones del inconsciente algo se cifra y se descifra, pero también algo se satisface el encarcelamiento del sentido produce el sufrimiento, y así Lacan da cuenta del síntoma, que es un sentido no entregado En el primer paradigma→ la libido tiene estatuto imaginario. El goce imaginario no procede del lenguaje, de la palabra y de la comunicación, no procede, hablando con propiedad, del sujeto, sino que está unido al yo como instancia imaginaria. Lacan interpreta el yo a partir del narcisismo y el narcisismo, a partir del estadio del espejo. investimiento libidinal.→ lo encontramos en el eje imaginario a-a', la separación del campo del yo y del campo del inconsciente →El significante tiene su lógica, su recorrido, como tal distinto, separado de las adherencias al goce. Este goce imaginario es susceptible de emerger en la experiencia analítica cuando se manifiesta un debilitamiento, una ruptura en la cadena simbólica. El acting out, →Ernst Kris→ es referido a la emergencia de una relación oral primordialmente sustraída, es referido a un elemento de goce imaginario. Lacan presente dos ejes cruzados: el eje del goce imaginario atraviesa el eje simbólico, como obstáculo o barrera a la elaboración simbólica. La transferencia, por ejemplo, que en un primer momento estaba referida al goce imaginario, en un segundo tiempo se encuentra desplazada sobre el eje simbólico. Fma=es el lazo que articula a con a' en un transitivismo imaginario que necesita el Nombre del Padre para imponer un orden que se agrega. 2) significantización del goce: S O D. Inscribe esta demanda del Otro en la fórmula misma de la pulsión, se transcribe la pulsión en términos simbólicos. Sem 5 Fantasma como el punto nodal donde se concentran lo imaginario y lo simbólico, un punto de basta esencial de ambos registros. Conexión entre lo simbólico y lo libidinal, $ O a. La regresión, que en el primer paradigma es referida a una disgregación, deconstrucción del ego y sus relaciones imaginarias, en este seminario por el contrario demuestra ser de naturaleza simbólica, esto es, se realiza por el retorno de significantes empleados en demandas antiguas. Lleva tan lejos la significantización del goce que lo muestra equivalente al significado de una cadena significante inconsciente cuyo vocabulario estaría constituido por la pulsión, cosa que lleva a cabo en su sexto seminario y ya está presente en el quinto. A esto Lacan lo llamó deseo, concepto se cumple, se realiza, se efectúa la significantización del goce. En este paradigma el significante anula el goce y se los restituye bajo la forma del deseo significado. 3. El goce imposible La satisfacción pura de la metonimia, que representa esta vez al deseo en tanto que circula como el significado bajo el significante. De ahí la idea de deshacer las identificaciones que trababan el curso libre del deseo y especialmente la identificación fálica. Goce imposible, lo que significa el goce real. Esto es lo que significa das Ding, que Lacan destaca del texto de Freud como una suerte de Witz. Significa que la satisfacción, la verdadera, la pulsional, la Befriedigung, no se encuentra ni en lo imaginario ni en lo simbólico, está fuera de lo simbolizado y es del orden de· lo real. Hay entonces una barrera simbólica, una barrera imaginaria, pero están condicionadas por esta evacuación fuera de lo simbólico de la Cosa. El goce pasa a lo real, es descripto como fuera del sistema y tiene como rasgo su carácter absoluto, lo que permite a Lacan desarrollar toda una organización de sustitución de los términos que pueden ocupar este lugar Lacan orienta la Cosa como equivalente a la anulación que constituye la castración pero se agrega la reducción del goce a un lugar vacío. La madre, que es el objeto por excelencia, protegida por la barrera del Edipo, ocupa el lugar de das Ding, y la ciencia responde a la exigencia primera das Ding, porque es absoluta, porque vuelve al mismo sitio. Goce es destacado fuera del sistema, es estructuralmente inaccesible y solo se accede a él por transgresión. De aquí el elogio de la transgresión heroica y esa población de héroes que empieza a invadir el seminario de Lacan. Además, la gran figura de Antígona aparece en primer plano como franqueamiento de la barrera de la ciudad, la ley, lo bello, para avanzar hasta la zona del horror que implica el goce. Este tercer paradigma ilustra una profunda disyunción entre el significante y el goce: S //G. Y se ve bien la oposición entre la libido transcripta como deseo, que figura entre los significantes, y la libido como das Ding →que aparece fuera de todo significante y significado Oposición del placer y del goce. Incluso el principio de placer aparece de alguna manera como una barrera natural al goce, y la oposición se establece entre la homeostasis del placer y los excesos consecutivos del goce.A nivel del inconsciente el sujeto miente sobre das Ding, que hay una suerte de mentira originaria sobre el goce, que refleja, que es el comentario de esta disyunción separadora, fundamental, entre este y el significante. Justamente, Freud llama defensa a esta mentira original, esta mentira estructural que el sujeto sostiene en el lugar del goce. El síntoma se establece exactamente en la barrera que hay entre significante y goce, y refleja la profunda incompatibilidad del goce con el sujeto. 4. El goce fragmentado En Los cuatro conceptos ... no se presenta en absoluto un goce masivo, sino un goce fragmentado, en objeto a, y no está situado en un abismo, sino en un huequito. La ética del psicoana1isis se empieza por el principio de placer, por la homeostasis, por todos estos símbolos y estas imágenes que solo piensan en servir a dicho principio -.es una integración calma- y después, a medida que avanza, se llega a la fragmentación sádica. Creo que lo que cambia de un paradigma a otro es que Lacan desmiente esta separación del significante y del goce y forja una articulación estrecha entre ambos. ¿Cuál es la finalidad de todo este aparato que Lacan busca en la teoría de los conjuntos? ¿De qué se trata? (conceptos de alineación y separación).Se trata de una articulación estrecha entre lo simbólico y el goce. Se trata de mostrar que este último no es un agregado, que está integrado al funcionamiento del significante, al que es afín. Alienación y separación→ una respuesta de goce la identificación supone un significante que representa al sujeto, un significante de alguna manera absorbente, que está en el Otro, con el que el sujeto se identifica, al mismo tiempo que permanece como conjunto vacio. Y a esto Lacan lo llama la división del sujeto. Alienación: es lo que se articula entre la identificación y la represión, entre dos mecanismos propiamente significantes. Y nombra separación a su manera de retraducir la función de la pulsión que responde a la identificación y a la represión. Allí donde estaba el sujeto vacio, viene el objeto perdido; Wo es war, alli donde estaba el sujeto vacio viene el objeto a. Mientras que en La ética... necesitamos una terrible transgresión para alcanzar el goce, aquí la separación implica el funcionamiento normal de la pulsión, en tanto que responde al vacio que resulta del funcionamiento significante, que resulta de identificación y represión. Sobreimponer la estructura del sujeto a la del goce. Y así como el sujeto vale como una falta en ser, la definición de la pulsión incluye una hiancia o un huequito. El inconsciente exactamente como un borde que se abre y se cierra. Describe exactamente el inconsciente, que se abre y que se cierra, como un ano o una boca, para mostrar que hay una comunidad de estructura entre el inconsciente simbólico y el funcionamiento de la pulsión. Como Lacan lo introdujo, el mito de la laminilla es una nueva definición de la libido, ya no como deseo, significado, ya no como das Ding, goce masivo, fuera del significante, que solo se alcanza por transgresión, sino como órgano, como objeto perdido y matriz de todos los objetos perdidos. Lo que llama separación es de hecho la recuperación del objeto perdido libidinal, del que intenta con su aparato mostrar que responde por fuerza a la falta propiamente significante que se sigue de la articulación de la identificación y la represión. En otras palabras, el objeto perdido, este agujero, es introducido y justificado como una pérdida natural. Es el recurso constante de Lacan, quien, por ejemplo, cuando elaboraba el estadio del espejo, lo refería a una prematuración del nacimiento, nuevamente a una falta natural. Por cierto, hay una disimetría puesto que tenemos la falta significada, $, que después se articula con una falta natural, con esta pérdida que se produce naturalmente. Perdida de vida, mortificacion 5. El goce discursivo. Agujero del goce→a partir del significante. A este paradigma corresponde la elaboración de los cuatro discursos de Lacan. Lo que Lacan llamó discurso es de alguna manera alienación y separación unificados, y por eso indica en El reverso del psicoana1isis. La relación entre los significantes y el goce no se establece en un segundo tiempo, sino que es primitiva y originaria. no hay que significantizar el goce, que tampoco es lo que se alcanza por una transgresión o por un forzamiento, ni por el desvío de la separación. La relación con el goce es intrínseca al significante, y Lacan destaca la repetición como repetición de goce. los discursos de Lacan introducen que el significante representa un goce para otro significante, es la noción de que el significante representa el goce y que al hacerlo falla, así como falla el significante que representa al sujeto puesto que queda el conjunto vacío al lado. El seminario 11 constituiría una recuperación de la ambición fundamental de Lacan, que se encarna en el segundo paradigma y, de algún modo, en el cuarto, donde el goce se inscribe en la operación de separación. Se asiste así a una recuperación de la significantización considerando resultados de la elaboración de El seminario. Nos entrega un sujeto del significante reducido a una falta de significante; esto es, no tiene otra sustancia que el conjunto vacío. Lacan traduce como una pérdida de vida que implica como tal la existencia del cuerpo del sujeto. Siempre que se introduzca el cuerpo, es posible incluir los objetos de la pulsión, que reparan, colman esta pérdida de vida.