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1. Esqueleto axial: forma el eje central del cuerpo, que incluye la cabeza, la columna
vertebral y la caja torácica.
2. Esqueleto apendicular: representado por los miembros que están conectados al
esqueleto axial e incluye la cintura pélvica y la cintura escapular (los hombros).
Esqueleto axial
El esqueleto humano se compone esencialmente de una larga columna vertebral colocada
verticalmente en la línea media. En su extremidad superior se apoya el cráneo y en su
extremidad inferior se atenúa y se afila para formar el sacro y el cóccix, vestigio de la cola
de los animales.
De la parte media de la columna se desprende unos arcos óseos, las costillas, que se
articulan en la parte anterior en el esternón. Las costillas, la columna vertebral y el esternón
circunscriben un espacio amplio, el tórax.
La cabeza comprende 28 huesos: 8 en el cráneo y 20 en la cara.
El tórax es una cavidad a la vez ósea y cartilaginosa en la que están alojados los pulmones
y el corazón.
Las costillas son huesos largos y planos que se curvan alrededor del pecho. En los seres
humanos hay 24 costillas, 12 de cada lado del esternón; divididos en dos:
1. costillas verdaderas: los primeros siete pares de costillas que se articulan con el
esternón.
2. Costillas falsas o flotantes: son los cinco últimos pares que no tienen relación
directa con el esternón.
Esqueleto apendicular
De la parte superior del tórax y de la parte inferior de la columna vertebral se implantan a
cada lado dos pares de miembros: los miembros superiores o brazos y los miembros
inferiores o piernas.
Los huesos de los miembros inferiores son más robustos ya que soportan el peso del cuerpo
y el esfuerzo resultante del movimiento.
Los huesos de la cabeza, de la caja torácica y la columna vertebral protegen a los órganos
contenidos en su interior.
Sostén del peso corporal El sistema óseo nos permite mantenernos de pie contra
la fuerza de la gravedad. La mayoría de los huesos están recubiertos por músculos que se
insertan a los huesos por intermedio de los tendones.
Tipos de huesos
Huesos largos. Tal y como su nombre indica, poseen una longitud predominante
a la anchura y al espesor, y son huesos densos, fuertes, dentro de los cuales se
alberga la médula roja y la amarilla.
10. Esternón: 10 cm Es un hueso de forma plana ubicado en el
pecho, el cual une las costillas en la caja torácica.
Ilion. El hueso más grande de la pelvis, forma la cintura pélvica junto con el isquion y
el pubis, y conecta la columna vertebral con cada una de las piernas.
Parietales. De forma cuadrilátera, es un hueso plano del cráneo ubicado en su porción
superior y lateral, entre el frontal y el occipital.
Huesos irregulares. En esta última categoría entran todos los huesos cuya forma
les impide ser clasificados en cualquiera de las tres anteriores.
Temporal. Un hueso par y neumático, ubicado en la parte inferior, media y lateral del
cráneo humano.
Huesecillos del oído. Son tres: yunque, estribo y martillo, y se encuentran en la caja del
tímpano. Sus formas son tan variadas como sus nombres indican.
an.
Unguis o hueso lagrimal. Se ubica en la cara, justo por debajo del frontal. Tiene forma
de uña, es compacto y delgado, con dos caras: externa e interna.
El tejido óseo forma la mayor parte del esqueleto (*), el armazón que soporta nuestro
cuerpo y protege nuestro órganos y permite nuestros movimientos. De gran robustez y
ligereza, el sistema óseo es un tejido dinámico, continuamente en fase de
remodelización. La osteología es la ciencia que estudia la estructura, funciones y
patologías óseas.
La ontogénesis es el proceso a través del cual ocurre la formación del tejido óseo; inicia
a partir de la octava semana, la clavícula es el primer hueso en comenzar este proceso.
Se lleva cabo a través de dos mecanismos de osificación: intramembranosa y
endocondral. Algunos huesos requieren ambos procesos, por lo que se les considera de
osificación mixta, tal es el caso del occipital y el temporal, cuyas escamas son de
osificación intramembranosa, mientras que el resto es endocondral. Otro de los huesos
que presenta osificación mixta es la mandíbula, ya que la mayor parte es de tipo
intramembranosa, pero la sínfisis y los cóndilos son de osificación endocondral.
ESTRUCTURA
Estructuralmente, el esqueleto consiste en unos 200 huesos formados por tejido óseo, cartílagos,
médula ósea y el periostio o membrana que rodea los huesos. Los huesos se clasifican según si
forma en huesos largos, huesos cortos, huesos planos y huesos irregulares (*). pero también según
el tipo de tejido que los componen: el tejido compacto tiene un aspecto macizo, mientras que el
tejido esponjoso o trabeculado se caracteriza por los espacios abiertos parcialmente rellenos
Muchos piensan que los huesos están muertos, secos y quebradizos. Estos
adjetivos contienen correctamente los huesos de un esqueleto preservado,
pero los huesos que se encuentran en un ser humano viviente están bastante
más vivos. Como se muestra en la Imagen siguiente , la estructura básica de
los huesos es la matriz ósea , que constituye la estructura rígida debajo de los
huesos, compuesta por hueso compacto y hueso esponjoso. La matriz ósea
se compone de fibras de proteínas duras, principalmente colágeno, que se
vuelve dura y rígida debido a la mineralización con cristales de calcio. La
matriz ósea está surcada de vasos sanguíneos y nervios y también contiene
células óseas especializadas que se encuentran involucradas activamente en
el proceso metabólico.
Células Óseas
Existen tres tipos de células especializadas en los huesos humanos: osteoblastos,
osteocitos y osteoclastos. Son células son responsables del crecimiento óseo y la
homeostasis mineral.
Su cuerpo también necesita calcio (así como fósforo) para producir huesos saludables. Los
huesos son el sitio principal de almacenamiento de calcio en su cuerpo.
Su cuerpo no puede producir calcio. El calcio que el cuerpo necesita se obtiene únicamente a
través de los alimentos que usted come o a través de suplementos. Si usted no consume
suficiente calcio en su dieta o si el cuerpo no absorbe el calcio suficiente, los huesos se
pueden debilitar o no crecer apropiadamente.
Sus esqueleto (los huesos) es un órgano vivo. Los huesos están siendo remodelados
constantemente, el hueso antiguo se absorbe y nuevo hueso se forma. Renovar todos los
huesos de su cuerpo toma aproximadamente 10 años. Por esa razón es importante poner
atención a la salud de los huesos en adultos y no solo en niños en crecimiento.
Control hormonal
PTH (parathormona): Controla la homeostasis del calcio a través de una acción directa sobre
el hueso y el riñón, así como una acción indirecta en el intestino. Es la hormona hipercalcemiante
por excelencia, ya que favorece la reabsorción. No obstante, en los últimos años se le ha
descubierto un papel estimulador en la formación ósea a través de la síntesis de IGF-I y TGF-b. Este
doble efecto de reabsorción y formación se explicaría porque la PTH en administración continua
estimularía la reabsorción ósea a través de la síntesis de un factor favorecedor de la
osteoclastogénesis (RANKL) por parte de las células osteoblásticas, mientras que a dosis
intermitentes estimularía la formación de hueso asociada a un incremento de los factores de
crecimiento mencionados anteriormente y a una disminución de la apoptosis de los
osteoblastos.14,15
Andrógenos: Tienen efecto anabolizante sobre el hueso, a través del estímulo de los
receptores de los osteoblastos y actúan de mediadores en el pico de GH existente en la pubertad.
Progesterona: Es anabolizante sobre el hueso, bien directamente a través de los osteoblastos que
poseen receptores para la hormona o bien en forma indirecta mediante la competición por los
receptores osteoblásticos de los glucocorticoides.14,15
Glucocorticoides: A dosis altas tienen efectos catabólicos sobre el hueso, ya que inhiben la
síntesis de IGF-I por los osteoblastos, y suprimen directamente la BMP-2 y el Cbfa1, factores
críticos para la osteoblastogénesis.
Hormona de crecimiento (GH): Tiene dos acciones sobre el hueso, directa e indirecta. La
GH actúa directamente sobre los osteoblastos, con receptores para la hormona, estimulando su
actividad, lo que produce un aumento en la síntesis de colágeno, osteocalcina y fosfatasa alcalina.
La acción indirecta se produce a través del aumento de la síntesis de IGF-I y II por los osteoblastos.
Estos factores favorecen la proliferación y diferenciación de los osteoblastos, aumentando su
número y función. Desde hace algunos años se viene considerando a la GH como un factor de
crecimiento local, ya que no sólo se sintetiza en la adenohipófisis, sino en casi todas las células del
organismo, incluidos los osteoblastos, teniendo un efecto autocrino y paracrino, además de
endocrino.