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TEST DE

LA FAMILIA
INTERPRETACION SEGÚN LOUIS CORMAN

ANTECEDENTES HISTÓRICOS:
En 1961 Louis Corman publica en París, junto con sus co labo rado res, el
“Test del Dibujo de la Familia”, cuyo objetivo era explo rar la
ad ap tación del niño al medio familiar. Consid era al dibujo como un
medio libre de exp resión, dónde el niño crea y expresa su visión del
mundo que lo rodea, in fo rmándonos acerca de su p erson alid ad (E squ ivel
y Arcon a, 2007).

Joseph M. Lluis Font trata de dar una in terp retación más sistemática del
Dibujo de la Familia, sigu iendo la trad ición de algunos auto res como
Cain y Gomila ( 1953) (Esqu iv el y Ancon a, 2007).

En 1972, Robert C. Burns y S. Harvard Kaufman, publican “Los Dibujos


Kin ético s de la Familia cómo técnica p sico d iagnó stica”. Una de las
diferen cias con el clásico Test de la Familia es la in clu sión del pedid o de
acción; que permite ap reciar con mayor clarid ad los con flicto s del niño
con su g rupo familiar, fantasías de relación interp erson al y el afecto
con co mitan te (E squiv el y An cona, 2007).

FUNDAMENTOS DE LA PRUEBA.
El test del Dibujo de la familia es una prueb a gráfica proy ectiv a, que
evalúa fu nd amen talmen te el estado emo cion al de un niño con resp ecto
a la ad ap tación a su medio familiar ( Esquiv el y Ancon a, 2007). Esta
prueb a se puede aplicar desde los 5 a 6 años, en ad elante su aplicación
no tiene límites crono lógicos.

Al in terp retar el Dibujo de la familia de un niño hay que tomar en cu enta


la etapa del d esarrollo crono lógico en la que se en cu en tra, así como la
fase del desarro llo emo cion al, desde la persp ectiv a p sico an alítica. En
esta prueb a se man ifiesta con claridad la dinámica triangu lar en la que el
niño se estru ctu ra como sujeto. Se le da en ton ces una impo rtan cia básica
a la dinámica ed ípica p ropu esta por Freud ( Esquivel y An cona, 2007).

Además, se debe con sid erar en la interp retación del Dibujo de la Familia,
el en foque estru ctu ral, desde lo propuesto por Minu ch in, d ebido a que en
el dibujo se man ifiestan estru ctu ras, límites y comun icación, igu almente
se puede con sid erar como una ap ercep ción en la que el niño expresa
subjetiv amen te como ve a su familia. Enton ces, podría observ ase en ella
que tanto el niño percibe límites entre sub sistemas, si estos son flex ibles
o rígidos y que tanto los sub sistemas que se exp resan en el d ibujo no
co rrespond en a lo esperado en una familia ad aptad a (Esquiv el y
Ancon a, 2007).

MATERIAL A UTILIZAR.
Lápiz, borrador, hojas blancas y sacapuntas

EDAD DE APLICACIÓN.
5-6 años hasta adulto s
CARACTERÍSTICAS.
El Test de la familia es una técn ica esp ecialmen te in teresan te para la
ev alu ación de la afectiv id ad in fan til, pero además resulta también de
gran utilidad en la exp lo ración p sico lóg ica de los ado lescentes.

La v ersión que se o frece en este libro adopta la consign a "d ibuja tu


familia", lo que p ropo rcion a al p ro fesion al de la psico logía in fo rmaci ón
muy amplia sobre la dinámica de las relacion es reales del niño o del
ado lescente con los d iversos miembros que in tegran su unidad familiar.

La in fo rmación que se obtien e a partir de la aplicación de este test puede


ser an alizad a e in terp retad a a partir de cu alquier marco teó rico. No
importa si el p arad igma de referen cia es el psicod in ámico, el de rasgos, el
biológ ico o el so cial- cogn itivo. En todos los casos la técnica pued e
resultar igu almente útil e in su stitu ib le.

El test ofrece al sujeto evaluado la posib ilid ad de expresar conten id os


diversos que tien en que ver con sus sen timien tos, el grado de
vin cu lación, la auto estima, las actitud es, los celos, el ego centrismo,
la reg resión, el grado de madu ració n emo cion al, etc. La técnica permite
también ap reciar otras muchas características como an sied ad, hostilid ad
e impu lsiv id ad, ex trav ersión y au tocon tro l.

APLICACIÓN DE LA PRUEBA.
La técnica para aplicar el test es simple. Se debe instalar al niño fren te a una mesa
ad ecuad a a su estatu ra, con una hoja de papel blan co y un lápiz blando con
buena punta. Por lo general, se u tiliza lápiz negro para al dibujo, pero se
pueden obten er datos co mp lemen tario s utilizando lápices de colo res.

La con sign a es la siguien te: “Dibújame una familia”, o también:


“Imag ina una familia que tú inven tes y dibú jala”. Si parece que el niño
no entiende bien, se puede agreg ar: “Dibuja todo lo que quieras: las
person as de una familia y, si quieres, objetos, an imales” ( Co rman, 1967,
pp. 19).

Tanto la manera como se con stru irá el dibujo como el resultado final son
impo rtan tes d entro del test. Por lo tanto, el psicó logo debe estar presente
duran te la pru eb a y atento a lo que haga el niño, pero sin dar la imp resión
de v igilarlo . Puede ser n ecesario que en algún momento le dirija una
sonrisa, una frase alen tado ra al niño o una exp licación si este la pide. En
caso de que el niño se mu estre muy inhib ido o incap az de hacer el dib ujo,
se le debe tranquilizar y animarlo diciéndo le que nos interesa lo que va a
dibujar, pero que no nos importa la perfección del dibujo y que no
obtend rá una nota, como en el colegio. Es relev an te atender en qué
momentos del d esarro llo del dibujo se p roduce una inh ib ición de parte
del niño, si es al co mien zo de la prueb a o antes de la rep resen tació n de
algún person aje, lo cual tendrá distinta significación.

Se deben anotar las reaccion es afectiv as del niño duran te la prueb a, los
estados de inhib ición o in comod idad, como también man ifest acio nes
de alegría y agrado. Todas estas reaccion es de mal humor, tristeza,
alegría, cólera u otras pueden ser muy ilu strativ as de las relacion es del
niño con el person aje o de la escen a que está rep resen tando. T ambién se
debe registrar en qué lugar de la hoja se empezó el dibujo, con qué
person aje y el orden en que va apareciendo el resto de la familia. Es
impo rtan te, además el tiempo que demo ra en dibujar cada person aje, los
detalles o a veces una tend en cia obsesiv a a volver siempre al mismo.

El dibujo no concluye el test, por lo cual se debe iniciar una en trev ista
para pregun tar al niño qué es lo que quiso expresar en su dibujo y así
reducir las in terp ret acio n es de parte del psicó logo.

Corman ( 1967) nos explica cómo debemo s hacer esta entrev ista
empeza ndo primero por elogiar discreta mente al niño por el tra bajo
rea liza do y decirle: “Está bien”, cualquiera sea el valor del dibujo .

Luego continu amo s d iciendo : “Esta familia que tú imag in aste, me la vas
a exp licar”. Despu és: “¿Dónde están?, y ¿Qué hacen allí?

Luego: “Nómbrame a todas las personas, empezando por la primera que dibujaste”.
Con respecto a cada uno de ellos, av eriguamo s su p apel en la familia, sexo y
edad. Así como también cuáles son sus preferen cias afectiv as, para lo
cual son útiles las siguien tes p reg untas:

-“¿ Cuál es el más bueno de todos, en esta familia”


-“¿ Cuál es el menos bueno de todos?”
- “¿ Cuál es el más feliz?”
- “¿ Cuál es el menos feliz?”
- “¿ Y tú, en esta familia, a quién prefieres?”

Ante cada respuesta se le debe preguntar al niño por qué. De acuerdo con las
circunstancias se pueden agregar otras preguntas. Por ejemplo: “El papá propone
un paseo en auto, pero no hay lugar para todos. ¿Quién se va a quedar en la
casa?”.

Para fin alizar, le decimos al niño: “Suponiendo que fo rmases parte de


esta familia, ¿quién serías tú?”. En caso que dude en responder, podemos
ag regar: “Estamos jugando, ¿verd ad?, jugamos a ser uno de esta familia,
el que quieras”. Cu ando el niño elija el person aje con quien se id en tifica,
le preguntamo s la razón de su elección. Esta iden tificación responde, la
mayo ría de las v eces, al p rin cipio del placer, lo cual nos señala
motiv acion es p ro fund as del niño. El primer p erson aje d ibujado y con
mayor prolijid ad es aquel al cual el niño se en cu en tra más unido, o bien
aquel con el cual él desea id entificarse, o bien ambos al mismo tiemp o.

Termin ad a la prueb a se le p reguntará al niño si está contento o no con lo


que ha hecho. Cualqu iera sea su respuesta, se le debe preguntar qué haría
en caso de que tuviera que volver a emp ezar su d ibujo, si lo haría
parecido, si le ag reg aría, le quitaría o camb iaría algo señala Corman
(1967).

Es imprescindib le hacer una comp aración con la verd ad era familia del
niño, puesto que la mayor o menor fid elid ad con que él rep rodu jo a su
propia familia, bajo el disfraz de una familia inv en tad a, alguna omisión
o defo rmación de un p erson aje es muy impo rtan te y rev elado ra de
prob lemas.

INTERPRETACIÓN DE LA PRUEBA.
Corman interpreta el Dibujo de la Familia basándose en cuatro planos ( Esquivel y
Ancona, 2007 pp 268- 271):
1. Plano Gráfico.
2. Plano de las estructuras fo rma les.
3. Plano del contenido.
4. Interpretación psicoanalítica.

Plano gráfico.
Este se relacion a con todo lo concern ien te al trazo. Cómo es la fuerza
o debilid ad de la línea, la amp litud , el ritmo y el secto r de la página
que dibuja.

a) Fuerza del trazo.


El trazo fuerte indica pulsion es podero sas, audacia, v iolen cia. Uno débil
puede indicar d elicad eza de sen timien to s, timid ez, inhib ición de los
in stin to s, in cap acid ad para afirmarse o sen timien to s de fracaso.

b) Amplitud.
Líneas trazad as con movimien to amplio indican exp an sión vital y
fácil ex trav ersión de las tend en cias. Trazos cortos pueden indicar una
inhib ición de la exp an sión vital y una alta tend en cia a rep leg arse en sí
mismo.

c) Ritmo.
Es frecu en te que el niño tienda a rep etir los trazos simétrico s en todos
los p erson ajes. Esta tend en cia rítmica puede conv ertirse en una
estereo tip ia y sign ifica que el sujeto ha p erdido una parte de su
espon tan eid ad y que vive ap egado a las reglas. En ocasion es, es posible
que indique rasgos de carácter obsesivo.

d) Sección de la página.
El sector de la págin a que se utiliza para dibujar se relaciona con el
simbo lismo del espacio. El sector in ferio r de la página co rrespon de
frecu en temen te a los in stin to s p rimo rdiales de conserv ación de la vida,
el autor señ ala que esto puede aso ciarse con dep resión y ap atía. El sector
superior se asocia en gen eral con expan sión imag in ativ a, Corman piensa
que es la región de los soñ ado res e id ealista. El sector izquierdo puede
rep resen tar el pasado y quizás sea eleg ido por sujetos con tend en cias
reg resiv as. El sector derecho puede co rresponder a metas en relación con
el futuro. Por último, los secto res blan cos tal vez se aso cien con
p roh ib icion es.

Plano de las estructuras formales.


El plano formal toma en cuenta la estru ctu ra de las figuras, así
como sus in teraccion es y el grado de movilid ad en que actúan.
Las estructuras pueden catalogarse en dos categorías:
• Tipo senso ria l
• Tipo racional

Los niños que hacen dibujos de tipo sen so rial, por lo general trazan
lín eas cu rvas y expresan din amismo de vida. A éstos se les
con sid eran espontán eos y sensib les del ambiente. Los del tipo racional
dibujan de manera más estereotip ada y rítmica, de escaso movimien to
y person ajes aislado s. Los trazos que p redomin an son lín eas rectas y
ángulos. A estos niños se les cree más inh ibido s y guiados por las
reglas.

Plano de contenido o interpretación clínica.


Corman piensa que la pru eba del Dibujo de la Familia es una tarea
esen cialmen te activ a. Nada se le impone al niño, excepto los límites
que le traza la consign a. El sujeto, al crear el dibujo por sí mismo,
rep resen ta en él, el mundo familiar a su modo, lo que da lugar a que las
defensas operen de man era más activa; las situ acion es de ansied ad se
nieg an con én fasis y las id en tificacio n es se rigen por el prin cipio del
más fu erte. El hecho de actuar como creador le permitirá al niño tomar
la situ ación en sus manos y dominarla. En muchas ocasion es, este
dominio de la realidad conduce al pequeño a hacer d efo rmacion es de
la situ ación ex isten te. Toda persona desea la felicid ad y en sus
proy eccion es se crea un mundo en el que se ex ag eran las situ acion es
ag rad ab les y se ap artan las que son fuente de angustia. En este test,
existe como regla, que el d ibujo debe interp retarse p rimero en un plano
sup erficial; por ejemp lo, si el niño no dibuja a algún miembro de la
familia, es necesario p reguntar si este está ausen te o ha muerto. El
dibujo siemp re debe comp arars e con la familia real. Si existe un
con flicto manifiesto, esta prueb a nos ilustra acerca de su orig en y
motiv acion es, pero si no hay un problema actu al, lo que rev ela la
prueb a carece de interés clínico.

Interpretación psicoanalítica.
Corman consid era que en la mayoría de los dibujos que los niños hacen
acerca de su familia, no se rep resen ta a la familia real de manera objetiva,
sino que se p rodu cen alteracion es más o menos impo rtan tes, a través de
las cuales se man ifiestan los sentimien tos íntimos del sujeto. Sin
emb argo, es sólo cuando se conoce la in fo rmación clínica, es decir la
situación familiar en la que vive el niño, que el dibujo adquiere su
significado pleno. En los casos en los que la rep resen tación de la familia
es objetiv a, se puede decir que prev alece el prin cipio de realid ad. En el
extremo opuesto, se dan en casos en los que todo es subjetivo. Los
miemb ro s de la familia dibujad a no rep resen tan a los de su familia con
sus caracteres p rop io s, sino que son vistos a través de las atraccion es y
repu lsion es exp erimentad as por el sujeto, y por eso aparecen
defo rmado s.

En este caso, no tienen realid ad objetiva y son únicamen te p roducto de la


proy ección de las tend en cias perso nales del sujeto. Ante el dibujo de una
familia habrá que p regun tarse en qué nivel, sup erficial o p ro fundo, se
sitúa la proy ección. Las id en tificacio n es, serán en ton ces mú ltip les.
Habrá, en p rimer lugar, una id en tificación de la realid ad, si el sujeto se
rep resen tó a sí mismo. En segundo lugar, la id en tificación del deseo o
tend en cia a trav és de la cual el individuo se p royecta en el o los p erson ajes
que satisfag an más la tend en cia; por ejemplo, será el padre para mandar o
la madre para ten er hijo s, etc. En tercer lugar, existe la id entificación
defen siv a, g en eralmen te con el
poderoso que simboliza al superyó. Corman piensa que otro asp ecto que
puede investig arse en el dibujo es el tipo de defensa que usa el niño ante
las div ersas fu entes de angu stia.

MECANISMOS DE DEFENSA.

A p artir de una situ ación ex terio r o in terio r, d emasiado penosa, el yo se


defiend e de la angustia a través de diversos mecan ismo s de defen sa. En
el caso del dibujo de una familia, prin cip almente se pu eden distingui r
los mecan ismo s que a con tinu ación se nombran:

a) Valoración del personaje principal.


El niño muestra relacion es esp ecialmente sign ificativ as para él con
aquel person aje p rin cip al o d estacado, con quien se id en tifica ya sea de
man era conscien te o in con scien te. Lo con sid era el más impo rtante, lo
admira, lo envidia o quizás lo teme. Esta valo rización que hace el niño
se man ifiesta sig n ificativ amen te por la manera de d ibujarlo, como lo
indica Corman (1967):
1.- El person aje v alo rizado es dibujado, p rimeramen te, porque el niño
piensa antes en él y le presta mayor aten ción.
2.- En la gran mayoría de los casos ocupa el primer lugar a la izquierda de la página,
dado que el dibujo generalmente se construye de izquierda a derecha, sobre todo
cuando se tiene predominio derecho.
3.- Se destaca por su tamaño mayor que el de los otros personajes, guardando las
proporciones.

4.- El dibujo de ese p erson aje es ejecu tado con mayor esmero. Sus
rasgos son más acab ados. No falta ningún detalle y por ello si se le
con sid era aislad amen te, según la escala de
Good enough se le asignará un número de puntos superior al que
obteng an los otros “monigo tes” del dibujo.
5.- Por otra parte, abunda en cosas agregadas: adornos en la ropa, sombrero,
bastón, paraguas, bolso de mano, etc.
6.- También puede destacarse por su colocación junto a un poderoso; por ejemplo:
un niño al lado de uno de los padres, el preferido o temido, y acaso tomado de su
mano.
7.- Suced e que ocupe una posición central y las mirad as de los
otros person ajes conv erjan hacia él.
8.- Se lo destaca también en las respu estas dadas al
interrog ato rio.
9.- Con frecu en cia es una p ersonificación del sujeto autor del test, sea
que el niño declare abiertamente su deseo de identificarse con él, sea que
se lo impida la interv en ción de la defensa del yo, pero que ciertos indicios
nos permitan ad ivinar que el niño se id en tifica in con scien temen te con
él.

b) Desvaloración.
Cuando el sujeto desea negar la realid ad a la cual no logra ad aptarse y le
resulta d emasiado amen azan te, puede exp resarlo en el dibujo a través de
la sup resión lisa y llan a de lo que le causa angustia. Sí por ejemp lo, falta
alguno de los miembro s de la familia en el dibujo, con sid erando que en
realid ad existe y se en cu en tra p resen te en el hogar, podemos concluir que
en lo íntimo el sujeto desea su elimin ación. En caso de que falte el p ropio
sujeto, es ind icado r de que en su situación actual de edad y sexo no se
en cu entra a gusto y desearía ser otro. No se trata de que el niño no quiera
ser parte de la familia, sino que tal vez se ha rep resen tado con los
rasgos de otro person aje, cuyo lugar quisiera ocup ar. En este caso,
debemos av erigu ar con quien se iden tifica.

Corman ( 1967) indica que cu ando la desv alo rización de un


person aje no se rep resen ta por su au sen cia, el person aje
desv alo rizado puede aparecer:

1.- Rep resen tado con un dibujo más pequ eño que los demás,
guard ando las p ropo rcion es.
2.- Colocado último, con frecu en cia a la orilla de la página, como si al
prin cip io no se hubiese p ensado en reserv arle un lugar.
3.- Colocado muy lejos de los otros, o también debajo.
4.- No tan bien dibujado como los demás, o sin detalles
impo rtan tes.
5.- Sin nombre, mientras los otros lo tienen.
6.- Muy rara vez se identifica con el sujeto que realiza el test.

c) Relación a distancia

Un p rob lema en las relacion es con algún miembro de la familia se puede


manifestar en el dibujo a trav és de una efectiv a sep aración, en este caso
se lo rep resenta lejos de otro person aje o lejos de todos los d emás. En
casos más raros, podría incluso dibujar una línea de sep aración que
divida p artes del dibujo.

d) Símbolos animales.

La rep resen tación de animales, doméstico s o salv ajes, en el dibujo puede


simbo lizar tend en cias in con fesab les en el sujeto, las cu ales no se atreve
a man ifestar abiertamen te. Un animal do méstico puede rep resen tar el
ocio junto al fu ego o tend en cias orales pasivas. Un animal salv aje puede
simbo lizar las tend en cias ag resiv as del niño, cuya violen cia es tal que
necesita cub rirlas con una máscara ( Co rman, 1967, pp. 56).

Es muy común que los animales sean símbolos de hermanos y herman as cuya
impo rtan cia se quiere disminuir, y así se les colo ca en un plano de
in ferio rid ad con resp ecto a las p ersonas.

Dado que la simbolización a trav és de un animal le permite al niño


expresar de man era más ab ierta sus tend en cias, se puede obten er una
mejor p roy ección indicándole que: “dibuje una familia de animales” en
aquello s casos en que se p rodu zca inh ib ición ante la p etición de que
dibuje una familia.
TEST DE LA FAMILIA
INTERPRETACIÓN DE JOSEPH M. LLUIS FONT
Este autor se basa en tres aspectos para interpretar la prueba:

a) Ca ra cterísti ca s g enera les de los dibujos.


b) Valo riza ció n y Desv a lo riza ción.
c) Componentes jerárquicos.

A. Características generales de los dibujos.


En este sentido el autor ev alú a el tamaño del dibujo,
emplazamien to, bo rradu ras y distancia entre los p erson ajes.

a) Tamaño.
En relación con éste clasifica los dibujos en tres catego rías: g rand es,
normales y p equ eños. En cuanto a la sign ificación de esta variable se
acepta la hipótesis p ropu esta por otros auto res, donde consid era que en
la relación entre tamaño y espacio
disponib le se p royecta la relación dinámica entre el indiv iduo y el
ambiente, y más con cretamen te, entre el indiv iduo y las figuras
parentales. Por lo general, los dibujos grand es co rrespond en a indiv id uo
que respond en de man era ag resiva y exp ansiv a ante las p resion es del
ambiente, por el contrario, los dibujos pequ eños se aso cian con
sen timien to de in ferio rid ad e in segu rid ad. Al comparar n iveles
so cio cu ltu rales, en cu en tra que los dibujos grand es se dan con más
frecu en cia en la clase alta.

b) Emplazamiento.
Este aspecto se refiere al sector de la página que utiliza el niño para situar
su dibujo y su in terp retación se co mplemen tan con la de Corman. La
parte superio r rep resen ta el mundo de las fan tasías, las ideas y tend en cias
esp iritu ales; la parte in ferio r significa lo concreto y sólido; mien tras que
el centro rep resen ta la zona de los afectos. El autor piensa que la
ubicación del dibujo en la parte central de la págin a es la normal.

c) Sombreado.
Clasifica los dibujos en dos catego rías: los que no rep resen tan
somb reado alguno o somb reado débil y los que no tienen ex ten sión
notable y con in ten sid ad, y son estos últimos los que se in terp retan. Cree,
al igual que Koppitz, que el somb reado es un símbolo de ansied ad, que
según su investig ación, se presentó con mayor frecu en cia en
primog én ito s e hijos menores.

d) Borraduras.
Toma en cu alqu ier inten to de borrar que haya dejado huella en el
papel. Consid era que las borradu ras como indicado r de ansiedad
de conflictos emo cion ales. Lluís men cion a que la ansied ad
asociad a con los dibujos es más co nscien te que la que se relaciona
con el somb reado, y observó que se presentan más en hijos segundos
y menores que en p rimog én itos.

f) Distancia entre personajes.


Se pien sa que la distan cia física entre los p erson ajes refleja la
distan cia emo cion al ex istente entre los mismos. A mayor distan cia
puede haber menor comun icaci ón. La rep resen tación de los
person ajes en planos diferen tes refleja, en algún grado, falta de
co municación, a no ser que los d istinto s planos se ju stifiqu en por la
presen cia de un número elev ado de person ajes.

B. Valorización.
El autor toma en cuenta asp ectos como cuál es el p erson aje d ibujado
en p rimer o último lugar, si se sup rime alguno de los p erson ajes o
de los elemen to s de alguno o alguno de los p erson ajes, como rasgos
faciales o manos.

1. Personaje dibujado en primer lugar.


Para el autor uno de los indicios más claros de valo rización de un
person aje e que aparezca dibu jado en primer lugar. El niño dibuja
primero al p erson aje que con sid era más impo rtante, al que admira,
envidia o teme. El hecho de pensar primero en él, indica que se id en tifi ca
con éste. En gen eral, se p ercib e al p adre como el elemento más
impo rtan te de la familia, al menos en niños en etapas de laten cia, como
los que estudió Lluis. El autor en contró que en todos los niveles
so cio cu ltu rales había una tend en cia a dibujar al padre primero.
Frecu en temen te, el p erson aje más impo rtan te aparece a la izquierd a de
la págin a, aunque en o casion es ap arece al centro y los demás miemb ros
de la familia a su alred edo r.

2. Otros indicios de valorización.


Lluis con sid era también otros signos de valo rización, como aumento
de tamaño de alguno de los elemen tos o person ajes, y la rep resen tación
de mayor can tid ad de detalles, así como la tend en cia a p erfeccion ar
alguna de las figu ras o elemen to s de la misma.

3. Personaje dibujado en último lugar.


Dibujar a un person aje en último lugar, con stituy e un de las man era
posib les de d esv alo rizarlo , siemp re que esto no sea p roducto del orden
de la jerarquía familiar. La rep resentación de cu alqu iera de las figuras
parentales en último lugar resultó poco frecu en te en todos los niv eles
so cio cu ltu rales estud iado por el autor. Que el niño se dibuje a sí mismo
en último lugar, sin ser hijo único o el menor, debe interp retarse como
un signo claro de d esv alo rización propia.

4. Supresión de algún elemento de la familia.


Este indicado r puede ser una d efensa con sistente para negar una
realid ad que produce an sied ad o conflicto intrap síqu ico. Desde el
punto de vista de Lluis, elimin ar a un elemen to de la propia familia es
la máxima exp resión posible de desv alo rización e indicará, por lo
menos, problemas impo rtan tes de relación; por tanto, en la
interp retación de este asp ecto difiere con la hecha por Corman.

5. Otros indicios de desvalorización.


En algunas o casion es, la desv alo rización se proy ecta por medio de una
figura más p equ eñ a, más imp erfect a, con menos detalles o distan ciand o
al miembro d esv alo rizado de los demás in teg rantes del grupo
familiar.
6. Omisiones de las manos.
El autor pien sa que debe tomarse con reserv as la afirmación de que la
ausen cia de manos se relacion a con dificu ltad es de contacto ambiental
o sen timien to s de culp a. No ob stan te, relacion ar esta variab les con
otras, arroja que en la clase media es en la que se p resen ta con mayor
frecu en cia; por lo que cree que ya que la clase media es más exig en te
y rígid a, la ausen cia de manos ten drá que ver con cultró que d. Por otra
parte, en contró que la omisión de manos aumenta a medida que crece
el tamaño de la familia, lo cual puede indicar que en estos casos la
omisión si se deba a dificu ltad es de contacto con el amb iente.

7. Omisión de rasgos faciales en los dibujos.


Para Lluis la sup resión de rasgos faciales indica además de una
desv alo rización de los miemb ros de la familia, p ertu rb acio n es en las
relacion es in terp erso n ales; ya que la cara es la parte más exp resiv a del
cu erpo y las faccion es rep resen tan los asp ectos so ciales por ex celen cia.
En cu alqu iera de los p erson ajes rep resentados existe mayor frecu en cia de
omisión de rasgos faciales cu ando el tamaño de los dibujos es pequ eño.
Esto refleja una p ertu rb ación de las relacion es in terp erso n ales
vin cu lad as a la inh ibición de los sujeto s y a una pobre imagen de sí
mismos.

8. Adición de otros elementos.


Algunos niños añaden otros elementos al dibujo de la propia familia. Las adiciones
más frecuente consisten en dibujar uno o varios abuelos, primos tíos, animales o
paisajes. Estos pueden tener diferentes significados de acuerdo con cada caso.

C. Componentes jerárquicos.

Éstos se refieren al lugar que se adjudica a los diferentes subsistemas


estru ctu rales de la familia.
1. Bloque parental.
LLuis encontró en su muestra que, de manera frecu en te, el blo que
parental se d ibujab a en primer lugar. Cuando dicho bloque no aparece,
el sujeto percib e vín culos afectivos fu ertes de alguno de los p adres hacia
alguno de los h ermanos, p royecta su visión de ciertos favo ritismo s o una
situ ación de riv alid ad entre los h ermanos por el afecto de los pad res. No
dibujar a los p ad res juntos y, por el con trario, intercalar entre ellos a
algún hermano o a sí mismo, siempre que ninguno de los p adres esté
desv alo rizado, puede indicar que cree priv ilegiado al p erson aje
intercalado o es la expresión de un deseo de so b rep ro tecció n o
dep end en cia.

2. Jerarquía de los hermanos.


Es frecu en te que se altere la jerarq uía de los hermanos en los dibujos de
los niños, por lo que esta situ ación sólo puede verse como la existen cia de
prob lemas impo rtan tes entre los hermanos, sobre todo cuando las
alteracion es de la jerarquía van unida a otros ind icado res de con flicto s,
como borradu ras, tamaño, somb reado, sup resión de algunos elemen tos o
algunos otros semejan tes.

3. Jerarquía familiar.
Según el autor, el orden jerárqu ico normal consiste en dibujar al padre en
primer lug ar, d espués a la madre y a con tinu ación a los hermanos, por
orden de mayor a menor. Si aparece v alo rización o d esv alo rización muy
clara de alguno de los miembros de la familia, este orden se altera.
INTERPRETACIÓN CLÍNICA DEL DIBUJO DE LA FAMILIA

Aun cuando el test del dibujo de una familia resulta fácil, cómodo y
rápido de utilizar, como test proy ectivo, su in terp retación debe estar en
manos de un psicólogo comp etente y de mucha exp erien cia. En esta
interp retación pued en utilizars e los elemen to s del test de la figura
humana, pero siemp re teniendo como base la historia del sujeto y con
apoyo de otras técnicas, como por ejemplo la entrev ista. Si bien en el
test de la familia nos p ermite conocer cuál es la percep ción intern a del
niño acerca de la dinámica familiar, debemos siemp re tener en cuen ta la
edad del niño y su etapa de d esarro llo. Por otro lado, también es
conv en ien te conocer cu áles son las circun stan cias por las que atrav iesa
el niño, ya que no sería lo mismo omitir al padre en el dibujo cu ando ha
habido un divorcio, que cuando ambos padres viven en el hogar. En
este caso la entrev ista es muy útil y debiera in cluir a los p ad res, pues
permite apreciar cómo se siente el niño dentro de su ambiente familiar
y cuál es la relación con los otros integ ran tes de la familia.

El test del dibujo de la familia es muy útil en la clínica y en psicoterapia. Pudiendo


servir para evaluar los cambios en el tratamiento o para planificar una
intervención.

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