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Qué es Compromiso:

Compromiso es una obligación contraída, palabra dada. También, es una situación difícil,
incomoda, embarazosa o delicada, por ejemplo: “estoy metida en un compromiso debo de
pedir algunos días libre y aún no tengo confianza con mi jefe”. El término compromiso es
de origen latín “compromissum”, este verbo se ha formado con la preposición “cum” que
significa “con” y el adjetivo “promissus”.

El término compromiso puede ser usado en diferentes contextos como por ejemplo: en el
derecho, en el campo laboral, en las relaciones de pareja, de amistad, y, todos los días de
nuestras vidas.

El término compromiso puede ser usado como sinónimo de: obligación, contrato, deber,
convenio, por ende, compromiso es un tipo de acuerdo que puede considerarse como un
contrato no escrito en el cual las partes asumen ciertas obligaciones o, adquieren
responsabilidades, en este sentido el ser humano todos los días contrae responsabilidades
desde la más simples hasta la más complejas y, el compromiso u obligación de cumplirlas
como consecuencia de su asentimiento.

De igual manera, el compromiso es una promesa matrimonial, que los futuros cónyuges
hacen con el fin de contraer nupcias en un futuro, adquiriendo la responsabilidad o el
compromiso de cuidar todos los aspectos de una relación, así como respetar, mantener la
llama del amor y, estar en las buenas y en las malas con la persona que decidió contraer
matrimonio.

En el seno de una familia, se observa diferentes tipos de compromisos, por ejemplo: quien
decide ser padres adquiere el compromiso de educarlos, amarlos, guiarlos y
proporcionarle los diferentes medios que sean indispensables para subsistir, a su vez, los
hijos con los padres deben de respetarlos, amarlos y hacer todo aquello que sus padres le
exigen por su bien. En el campo laboral, los empleados adquieren el compromiso
intelectual, emocional y de un arduo trabajo físico con el fin de entre todos lograr el éxito
de la empresa, a su vez, lo patrones deben de ofrecer seguridad, satisfacción y un buen
salario para motivar a sus empleados a dar lo mejor de sí.

En el ámbito del derecho, compromiso o cláusula compromisoria, es una estipulación


establecida en el contrato en la cual las partes acuerdan someterse a un arbitraje en caso
de surgir algún incumplimiento por parte de alguna de las partes o discrepancias en la
interpretación del contrato o testamento o cualquier otra controversia que pueda suscitar
entre las partes.
Todos los ciudadanos de una nación deben de cumplir con ciertos compromisos cívicos o
sociales como por ejemplo: el respeto y cumplimiento del ordenamiento jurídico que
posee la nación, el respeto por los otros ciudadanos, no perturbar a los demás, cumplir las
normas de buen oyente y hablante, preservar y mantener el medio ambiente, todo ello
con el fin de vivir en orden y en armonía con la comunidad.

Asimismo, el compromiso ético es un contrato que establece el propio hombre para


lograr el perfeccionamiento personal y comunitario en relación a la profesión, desempeño
o actividad que realiza, es por ello que podemos encontrar códigos de ética del médico,
del abogado, etcétera ya que las actividades realizadas bajo su profesión deben estar
revestidas de ética y profesionalismo que lo hace digno y respetuoso de su profesión y de
quienes son atendidos por ellos.

La frase “sin compromiso” se refiere a la persona que no contrae obligación y no tiene


ningún compromiso matrimonial, por ejemplo: “puedes usar mi carro sin obligación” “ella
esta soltera y sin compromiso”.

Los antónimos de la palabra compromiso son: desacuerdo, disculpa, facilidad, previsión,


entre otros.

Compromiso como valor


El compromiso personal es un valor de suma importancia ya que es aquel que permite al
ser humano lograr sus objetivos o éxitos adquiriendo una plenitud plena de felicidad. El
compromiso logra que la mente y el ser humano trabaje de manera ardua para conseguir
lo que se proponga, superando cualquier obstáculos que se presente en el camino hacia
su meta, el logro de sus objetivos puede ser de un 1 segundo como toda una vida pero lo
importante es cumplir con el compromiso o responsabilidad que adquirió sin dejar a un
lado u olvidarse de su obligación.

El compromiso es el valor que debe de existir acompañados de otros para lograr todo
aquello que el individuo se plantee, es planear el camino o proceso que debe de cumplir el
mismo para llegar a cumplir su objetivo acompañado de un trabajo constante. El
compromiso es un valor que te permite y te lleva a vivir la vida que desea aunado con la
voluntad que posee el individuo para cumplirlo.
La protección de los niños, niña y adolecentes

Todos los niños tienen derecho a recibir protección contra la violencia, la explotación y el
abuso. Sin embargo, en todo el mundo, millones de niños de todos los estratos
socioeconómicos y de todas las edades, religiones y culturas sufren actos de violencia,
explotación y abuso todos los días. Millones más corren el riesgo de ser víctimas de la
violencia.

Algunas niñas y niños son particularmente vulnerables debido a su género, raza, origen
étnico o estatus socioeconómico. Los niveles más altos de vulnerabilidad están a menudo
relacionados con los niños con discapacidad o que se han quedado huérfanos, los
indígenas, los que proceden de minorías étnicas y otros grupos marginados. Otros riesgos
para los niños son vivir y trabajar en las calles, vivir en instituciones y centros de
detención, y vivir en comunidades donde impera la desigualdad, el desempleo y la
pobreza. Los desastres naturales, los conflictos armados y el desplazamiento pueden
exponer a los niños a otros riesgos. Los niños refugiados, los niños internamente
desplazados y los niños migrantes no acompañados son también las poblaciones que
despiertan preocupación. La vulnerabilidad también está asociada con la edad, ya que los
niños más pequeños corren un mayor riesgo de sufrir ciertos tipos de violencia y los
riesgos difieren a medida que se hacen mayores.

La violencia, la explotación y el abuso provienen a menudo de personas que el niño


conoce, incluyendo los padres y madres, otros familiares, cuidadores, maestros,
empleadores, autoridades policiales, agentes estatales y no estatales, y otros niños. Sólo
una pequeña proporción de los actos de violencia, explotación y abuso se denuncian e
investigan, y un escaso número de quienes cometen estos actos rinden cuentas por ellos.

La violencia, la explotación y los abusos se producen en los hogares, las familias, las
escuelas, los sistemas de atención y de justicia, los lugares de trabajo y las comunidades
en todos los contextos, incluyendo los que se derivan de los conflictos y los desastres
naturales. Muchos niños están expuestos a diversas formas de violencia, explotación y
abuso, incluido el abuso y la explotación sexuales, la violencia armada, la trata, el trabajo
infantil, la violencia de género, el acoso (véase Too often in silence, UNICEF, 2010), el
acoso cibernético, la violencia de las pandillas, la mutilación/ablación genital femenina, el
matrimonio infantil, la disciplina infantil física y emocional, y otras prácticas nocivas.
Hay pruebas importantes que indican que la violencia, la explotación y el abuso podrían
afectar la salud física y mental del niño a corto y largo plazo, influyendo en su capacidad
para aprender y socializar, e influir en su transición hacia la edad adulta con consecuencias
adversas en la vida.

La protección infantil -la prevención y la repuesta ante la violencia, la explotación y el


abuso- es una alta prioridad para UNICEF. Con arreglo a la Convención sobre los Derechos
del Niño y otros tratados internacionales, todos los niños y niñas tienen el derecho a ser
protegidos contra cualquier daño.

Sin embargo, la protección de millones de niños en todo el mundo es objeto de


violaciones en momentos tanto de crisis como de estabilidad, incluidos el abuso y la
explotación sexuales; la trata; las condiciones de trabajo peligrosas; la violencia
doméstica; el reclutamiento por fuerzas y grupos armados; las prácticas perniciosas, entre
otras, como el matrimonio infantil; la falta de acceso a la justicia; y la innecesaria puesta a
cargo de las instituciones públicas.

En el impulso por alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) para 2015
resulta imperativo concentrar los esfuerzos sobre la igualdad en la protección infantil, de
manera que las niñas y niños más vulnerables y marginados no se queden atrás. La
protección infantil es común a cada uno de los ODM: desde la reducción de la pobreza
hasta la escolarización, desde la eliminación de la desigualdad por motivos de género
hasta la reducción de la mortalidad infantil.

Las prácticas dañinas contra los niños pueden exacerbar la pobreza, la exclusión social, la
discriminación y el VIH, e incrementar la probabilidad de que las sucesivas generaciones
afronten riesgos similares. Si no se abordan estos problemas de la protección, las
inversiones en el desarrollo de la primera infancia, la salud, la educación, el VIH/SIDA y
otras esferas no aportarán mejoras duraderas a las vidas de los niños y niñas.
REGLAS Y NORMAS

Las normas sociales son las reglas que deben seguir las personas para una mejor
convivencia, a las que se deben ajustar las conductas, tareas y actividades del ser humano.
El sistema de normas, reglas o deberes que regula las acciones de los individuos entre sí,
es lo que llamamos moral. La palabra moral proviene del latín moralis, referente a las
costumbres. Sin embargo, la traducción latina adquiere un matiz distinto de la griega y
pierde parte del significado inicial. Moral quiere decir carácter o costumbre, en cuanto
algo que ha sido adquirido, y ya no tiene el sentido de estructura originaria. La sociedad
que tenemos hoy en día no es muy diferente, en lo que se refiere a normas sociales, a
aquellas del periodo romántico (siglo XIX).

Diferentes tipos de normas y tipo de desviación que implica su incumplimiento.

Normas jurídicas: son las normas contenidas en reglamentos u ordenamientos, su


violación es un acto ilícito y conlleva sanciones de tipo pecuniario o administrativa.

Normas sociales: es un amplio grupo de normas socialmente reconocidas, como la moda,


la tradición, los usos y costumbres, etc. Su incumplimiento no implica una sanción
institucionalizada, aunque sí algún tipo de recriminación o reproche social. En las últimas
décadas existe la tendencia a conceptualizar estos comportamientos como diversos en vez
de como desviados de forma adjetiva, tal como el comportamiento informal.

En el diagrama podemos observar como los distintos sistemas normativos se agrupan


unos dentro de otros. Esto se hace porque, por ejemplo, aunque no todas las normas
sociales están en el código penal, todas las normas del código penal son normas sociales
(en la medida que las instituciones sean sensibles al cambio, de otro modo no todas las
normas del código civil son normas sociales). En realidad este modelo es una
simplificación de como se interrelacionan los sistemas normativos, ya que existen multitud
de excepciones: es habitual que alguna de las normas sociales existentes no sea aceptada
por la moral individual de algunas personas, lo que da lugar a la aparición de las
subculturas; también sucede a menudo que algunas normas del sistema jurídico o penal
no lleguen a integrarse dentro de las normas sociales. Esto sucede sobre todo en los
sistemas no democráticos, aunque también ocurre en las democracias. Un ejemplo actual
es la contradicción de muchas legislaciones con la aceptación social de las descargas por
internet. Cuando existen fuertes contradicciones entre los sistemas normativos puede
producirse una crisis que los modifique. Por este motivo autores como Durkheim
consideran la desviación como un motor del cambio social.1
Norma es un término que proviene del latín y significa “escuadra”. Una norma es una
regla que debe ser respetada y que permite ajustar ciertas conductas o actividades. En el
ámbito del derecho, una norma es un precepto jurídico.

Norma

Por ejemplo: “La multa que le impusieron se debió a que condujera a 120 kilómetros por
hora en una carretera que, por norma, permite una velocidad máxima de 110 kilómetros
por hora”, “Disculpe, pero aquí no se puede fumar; es una norma del establecimiento”,
“Esta institución tiene normas que deben ser respetadas por todos sus integrantes, sin
excepciones”.

Las normas jurídicas pueden dividirse en normas imperativas (son independientes de la


voluntad del sujeto ya que éstos no pueden prescindir de su contenido) y normas
dispositivas (son prescindibles a partir del principio de autonomía de la voluntad).

Para la lingüística, la norma es el conjunto de los usos habituales que los hablantes de una
lengua llevan a cabo en la vida cotidiana. Algunos teóricos propusieron otras definiciones,
considerando a las construcciones gramaticales usuales o las realizaciones prototípicas de
la fonética como normas.

Norma también es un nombre femenino bastante frecuente en España y América Latina.


La actriz argentina Norma Aleandro y la actriz española Norma Duval son algunas de las
personalidades públicas que llevan ese nombre.

Norma, por último, es el nombre en latín de una constelación que se encuentra en el


hemisferio sur entre Escorpio y Centauro. La Regla del Carpintero, La Regla, El Juego de
Reglas y El Nivel son otros nombres por los cuales se conoce a esta constelación cuya
denominación formal es Norma et Regula.

Norma, la ópera de Bellini, y Cecilia Bartoli

NormaNorma es el nombre que lleva una tragedia lírica escrita por el libretista italiano
Felice Romani y con música del reconocido compositor Vincenzo Bellini. La trama se basa
en una historia épica creada por el poeta francés Alexandre Soumet y se encuentra entre
los mayores exponentes de la música belcantista. Su estreno tuvo lugar el 26 de diciembre
del año 1831, y su aria de nombre “Casta diva”, ejecutada por la propia Norma, se
convirtió en una de las más recordadas de su siglo y su éxito se ha extendido hasta el
presente.
La moral

Qué es la Moral:

La moral es un conjunto de normas, valores y creencias existentes y aceptadas en una


sociedad que sirven de modelo de conducta y valoración para establecer lo que está bien
o está mal.

Como materia de estudio, se centra en el análisis a distintos niveles (filosófico y cultural,


entre otros) de conceptos como el bien y el mal relativos a la conducta del ser humano
dentro de una sociedad.

Moral es también un estado de ánimo de una persona o un grupo de personas.


Habitualmente se usa con un significado positivo de ánimo o confianza en las capacidades
para conseguir un objetivo, aunque también puede tener un sentido negativo (por
ejemplo, 'moral baja').

Un 'moral' es también un tipo de árbol de la familia de las moráceas.

Como adjetivo, 'moral' significa que algo es perteneciente o relativo a lo que se considera
como bueno a nivel social. De un modo coloquial y genérico, 'moral' indica que algo es
correcto, aceptable o bueno en relación a la conducta de la persona.

También indica que algo no responde al orden jurídico, sino que pertenece a un concepto
más amplio relacionado con los valores propios del ser humano dentro de la sociedad (por
ejemplo, obligación y responsabilidad moral).

Esta palabra procede del latín morālis, derivada del término latino mos, moris
(‘costumbre’).

Vea también Costumbre.

Ética y moral

Ética y moral son conceptos que están interrelacionados aunque no poseen el mismo
significado. De un modo genérico, se puede decir que la moral está fundamentada en las
concepciones y valoraciones establecidas dentro de una sociedad, mientras que la ética
supone un estudio más amplio, basado en un análisis teórico, científico y racional.

Daño moral

El término 'daño moral' es propio del Derecho y significa un perjuicio, detrimento o


menoscabo que sufre una persona que afecta a sus bienes, derechos o intereses,
provocado por la acción u omisión de otra persona o una entidad y que no puede ser
reparada. Pueden afectar a temas relacionados con la dignidad y los sentimientos de una
persona como en su reputación.

A diferencia del daño patrimonial, el daño moral implica que existe una pérdida que no
puede ser reparada por otros medios aunque sí compensada de algún modo (por ejemplo,
económico).

Juicio moral

Un juicio moral es una valoración a nivel moral llevado a cabo por una persona o un
colectivo que juzga un comportamiento o una acción en baso a sus propias
consideraciones morales.

El término «moral» tiene un sentido opuesto al de «inmoral» (contra la moral) y «amoral»


(sin moral). La existencia de acciones y actividades susceptibles de valoración moral se
fundamenta en el ser humano como sujeto de actos voluntarios. Abarca la acción de las
personas en todas sus manifestaciones, además de que permite la introducción y
referencia de los valores.

Los conceptos y creencias sobre la moral llegan a ser considerados y codificados de


acuerdo a una cultura, religión, grupo, u otro esquema de ideas, que tienen como función
la regulación del comportamiento de sus miembros. La conformidad con dichas
codificaciones también puede ser conocida como moral y se considera que la sociedad
depende del uso generalizado de esta para su existencia.

Hay diversas definiciones y concepciones de lo que en realidad significa la moral, y esto ha


sido tema de discusión y debate a través del tiempo. Múltiples opiniones concuerdan en
que el término representa aquello que permite distinguir entre el bien y el mal2 de los
actos, mientras que otros dicen que son solo las costumbres las que se evalúan virtuosas o
perniciosas.

El concepto de moral se diferencia de la filosofía moral o ética en que esta última


reflexiona racionalmente sobre los diversos esquemas morales con la finalidad de
encontrar principios racionales que determinen las acciones éticamente correctas y las
acciones éticamente incorrectas, es decir, la ética busca principios absolutos o universales,
independientes de la moral de cada cultura.
La dignidad
Durante mucho tiempo la dignidad se explicó en buena medida por la «autonomía» propia
del ser humano de escoger sus propias respuestas, cómo vieron ya Platón, Pico della
Mirandola y Kant, pues sólo el que sabe y puede gobernarse a sí mismo, según un
principio racional, resulta un sujeto libre; al regular su comportamiento según normas
propias, según el significado etimológico de la voz griega 'auto-nomía', ya no es un mero
súbdito, ya no está bajo el dictado de otro, sino que es un ciudadano.

La educación juega aquí un papel importante, puesto que el auténtico ejercicio de la


libertad, más allá de la arbitrariedad del comportamiento extrema, exige la formación de
la inteligencia y de la voluntad, facultades específicas del espíritu humano. Lógicamente,
el presupuesto es el de la existencia de cierto grado de libertad posible en el ser humano y
la negación de un determinismo radical. La universalización o globalización de la dignidad
es un presupuesto para la consecución de una verdadera emancipación y pacificación
moral de la humanidad: el ser humano, varón o mujer, niño o anciano, enfermo o sano,
religioso o ateo, malvado o benevolente, blanco o negro... es «siempre digno», porque
puede decidir qué ser, porque no es sólo lo que es, sino también sus aspiraciones y
proyectos personales. Incluso al ser más abyecto hay que reconocerle la posibilidad de ser
otra cosa que lo que es. Así, la vida humana es respetable siempre porque puede ser algo
más que vida, vida con sentido, o sea, biografía.

La dignidad se basa en el reconocimiento de la persona de ser merecedora de respeto, es


decir que todos merecemos respeto sin importar cómo seamos. Al reconocer y tolerar las
diferencias de cada persona, para que ésta se sienta digna y libre, se afirma la virtud y la
propia dignidad del individuo, fundamentado en el respeto a cualquier otro ser. La
dignidad es el resultado del buen equilibrio emocional. A su vez, una persona digna puede
sentirse orgullosa de las consecuencias de sus actos y de quienes se han visto afectados
por ellos, o culpable, si ha causado daños inmerecidos a otros. La misma dignidad que nos
pone por encima de la naturaleza, pues podemos transformarla también en nosotros
mismos, contenerla, regularla, nos hace responsables. Un exceso de dignidad puede
fomentar el orgullo propio, pudiendo crear la sensación al individuo de tener derechos
exclusivos (privilegios).

La dignidad refuerza la personalidad, fomenta la sensación de plenitud y satisfacción. Para


justificar la esclavitud se decía que el esclavo no era persona humana, sino un objeto, al
igual que judíos, gitanos y homosexuales durante el nazismo. Es constante en la historia
de la humanidad negar la dignidad humana para justificar y justificarse en los atentados
contra ella.
La dignidad es reconocida por los seres humanos sobre sí mismos, como un producto de la
racionalidad, la autonomía de la voluntad y el libre albedrío, aunque los críticos sobre esta
forma de asignar dignidad indican que existen humanos que bajo ese criterio no podrían
tenerla: bebés, niños, disminuidos psíquicos profundos, seniles, dementes, etc.

También han existido y existen personas, especialmente el movimiento por los derechos
animales, que también otorgan algún grado de dignidad a individuos de otras especies
animales por su condición de individuos con cerebro que, por lo tanto, también tienen
capacidad para sentir; no sin discusión puesto que esta asignación de dignidad también
seguiría siendo un reconocimiento puramente humano.

La dignidad humana es un valor o un derecho inviolable e intangible de la persona, es un


derecho fundamental y es el valor inherente al ser humano porque es un ser racional que
posee libertad y es capaz de crear cosas. Esto quiere decir que todos los seres humanos
pueden modelar, cambiar y mejorar sus vidas ejerciendo su libertad y por medio de la
toma de decisiones. La dignidad se basa en el respeto y la estima que una persona tiene
de sí misma y es merecedora de ese respeto por otros porque todos merecemos respeto
sin importar cómo somos. Cuando reconocemos las diferencias de cada persona y
toleramos esas diferencias, la persona puede sentirse digna, con honor y libre. En el
Preámbulo de La Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948 habla de la
"dignidad intrínseca (...) de todos los miembros de la familia humana", y luego afirma en
su artículo 1º que "todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y
derechos".

La dignidad, en este caso, es positiva y fomenta la sensación de plenitud y satisfacción,


reforzando la personalidad. La esclavitud, entonces, se ha usado para personas que no se
trataban como tales ni como dignas, es decir, antiguamente se decía que el esclavo no era
una persona humana, sino un objeto.
Cambios físicos

El inicio de la adolescencia ocurre con los cambios físicos que se dan en el cuerpo,
relacionados con el crecimiento y con la preparación de los órganos para la reproducción.
Sin embargo, durante la adolescencia no solo se experimentan cambios biológicos, sino
también cambios psicológicos y sociales. Todos estos cambios y la forma en cómo se vivan
determinan la imagen que vas construyendo de ti misma/o.

Ahora vamos a explicar más detalladamente en qué consisten estos cambios:

Cambios físicos en la adolescencia

La responsable de los cambios que tiene tu cuerpo en la adolescencia es una glándula que
se encuentra en el cerebro, llamada hipófisis. La hipófisis produce y libera unas sustancias
denominadas hormonas, que circulan por la sangre y llegan a distintas partes del cuerpo.
Estas hormonas actúan sobre los testículos de los varones o los ovarios de las mujeres,
para estimular la producción de las hormonas sexuales masculinas.

En los varones, la influencia de las hormonas sexuales provoca cambios en su cuerpo y en


sus genitales, así como la producción de los espermatozoides (células sexuales masculinas)
en los testículos. Los estrógenos y progesterona provocan en las mujeres cambios en el
cuerpo, la maduración y liberación de los óvulos (células sexuales femeninas), y la
menstruación. Estos cambios aparecen y se acentúan durante los primeros años de la
adolescencia, en las mujeres generalmente entre los 10 y los 12 años, y en los varones
entre los 12 y los 14 años. Esto no quiere decir que en las edades posteriores el cuerpo no
siga viviendo modificaciones, sino que es en estos períodos cuando los cambios son más
evidentes e intensos. Además, como mencionábamos anteriormente, los procesos de la
adolescencia no se viven de manera igual por todas las personas, así que es normal y
posible que algunos(as) adolescentes experimenten estos cambios más temprana o
tardíamente que el resto de sus amigos y amigas.

Principales cambios en Hombres:


√ Aumentas de estatura

√ Se ensancha tu espalda y hombros

√ Disminuye la grasa en tu cuerpo

√ Te salen espinillas (por el desarrollo de las glándulas sebáceas)

√ El olor de tu sudor es más fuerte (por el desarrollo de las glándulas sudoríparas)

√ Tu voz es más ronca

√ Te crecen los pechos (aunque casi no te das cuenta)

√ Te sale y crece vello en axilas, cara (bigote y barba), pecho, piernas, brazos y pubis.

√ La piel de los pezones y genitales se te vuelve más oscura

√ Te crecen los testículos, próstata y pene

√ Primera eyaculación

Principales cambios en Mujeres

√ Aumentás de estatura

√ Se ensanchan tus caderas

√ Se acumula grasa en tus caderas y muslos

√ Se notan más tus curvas y la forma de la cintura

√ Te salen espinillas (por el desarrollo de las glándulas sebáceas)

√ El olor de tu sudor es más fuerte (por el desarrollo de las glándulas sudoríparas)

√ Tu voz es más fina

√ Te crecen los senos

√ Te sale y crece vello en las axilas y en el pubis

√ La piel de los pezones y genitales se te vuelve más oscura

√ Te crecen los labios mayores y menores, clítoris, vagina y útero

√ Te viene la menstruación
Convivencia humana

Los estudiosos e investigadores han comprobado desde la psicología a la fisiología, desde


la sociología a la medicina, que la convivencia es uno de los factores más trascendentes no
sólo para el bienestar y la felicidad, sino para el sostenimiento de la salud total.

La convivencia es una forma de relacionarnos que debemos escoger desde muy jóvenes.
Para la convivencia positiva es necesario el respeto, el amor, el perdón, entre otros,
debemos tolerar costumbres de otras personas.

El ser humano tiene dos necesidades sociales básicas: la necesidad de una relación íntima
y estrecha con un padre o un cónyuge y la necesidad de sentirse parte de una comunidad
cercana e interesada por él. Los seres humanos son fundamentalmente animales grupales
y su bienestar es mucho mayor cuando éste se encuentra en un ambiente armónico, en el
cual se vive en estrecha comunión.

Para la supervivencia es indispensable la independencia y la autoconfianza, pero en el


discurrir de la vida no puede prescindirse del apoyo y de la compañía de los otros.

Como señalan ciertos exponentes del existencialismo no puede haber un "yo", sin un "tú".
Esta interdependencia social es mucho más que un abstracto concepto filosófico,
constituye una necesidad humana fundamental.

convivencia es la acción de convivir (vivir en compañía de otro u otros). En su acepción


más amplia, se trata de un concepto vinculado a la coexistencia pacífica y armoniosa de
grupos humanos en un mismo espacio. Por ejemplo: “El gobierno debe garantizar la
convivencia de los diversos grupos étnicos sin que se produzcan estallidos de violencia”,
“Llevamos tres meses de convivencia”.

Convivencia

El ser humano es un ser social. Ninguna persona vive absolutamente aislada del resto, ya
que la interacción con otros individuos es imprescindible para el bienestar y la salud. Sin
embargo, la convivencia no siempre resulta fácil, dado que pueden interferir
negativamente ciertas diferencias sociales, culturales o económicas, entre otras muchas
posibilidades.

En ciertos países, dados los elevados precios de alquiler de viviendas, los inmigrantes se
ven obligados a compartir pisos, y la convivencia entre personas de diferentes
nacionalidades puede ser tan enriquecedora como complicada. Sin lugar a dudas, el
racismo se encuentra entre los peores ingredientes de una vida en común, y puede
acarrear resultados muy lamentables; por otro lado, convivir con una persona cuya
nacionalidad tenga connotaciones negativas para nosotros puede convertirse en el mejor
camino para entender que generalizar es desperdiciar tiempo y energías, y que un
pasaporte no dice mucho acerca de un individuo.

Pero todos los problemas no son tan graves y profundos como el desprecio por una raza;
una mera diferencia de horarios puede despertar roces y enfrentamientos que
entorpezcan la convivencia. Lo mismo ocurre con los hábitos de limpieza, los gustos
musicales y las costumbres culinarias. En el mejor de los casos, siempre es posible llegar a
un acuerdo, que cada parte se adapte a las necesidades de las demás para que nadie deba
soportar situaciones molestas o hirientes. Si el diálogo no funciona, o si se llega a la
conclusión de que un cambio no es posible, entonces el mejor camino es una separación
pacífica.

Convivencia El respeto y la solidaridad son dos valores imprescindibles para que la


convivencia armoniosa sea posible. Por supuesto, existen distintos niveles o tipos de
convivencia: la convivencia con la familia en el seno de un hogar es muy diferente a la
convivencia con otros seres humanos en el marco de una comunidad (un barrio, una
ciudad), ya que la intimidad de ambos casos es incomparable.

Diversas corrientes sostienen que la conciencia del Yo sólo puede tenerse a partir de la
existencia del Otro. En dicha interdependencia social que se produce en la convivencia,
cada persona se define a sí misma.

Los problemas de convivencia pueden impactar en la salud física. Algunos estudios


demuestran que los inmigrantes tienen un mayor índice de enfermedades cardíacas que
los pobladores nativos, una situación que se explica a partir de la ausencia de vínculos de
amistad y del apoyo de los familiares. Una mejor convivencia, con lazos sociales estrechos,
contribuye al bienestar.
Diversos estudios han demostrado que la convivencia con animales de otras especies
resulta muy beneficiosa para los seres humanos, tanto para su salud física como mental.
Es importante rodearse de individuos que no hayan sido corrompidos por las ansias de
poder, que no atenten contra sus pares, que vivan en base al respeto y la compasión; y las
personas no solemos reunir dichas virtudes.

Convivir con perros, por ejemplo, nos brinda lecciones de fidelidad y de consideración a
diario. Además, dado que se trata de animales que no demandan mucho más que amor y
respeto, nos vuelven más sensibles y nos ayudan a desprendernos de los bienes
materiales. Parte de la convivencia con estas criaturas incluye salir a pasear un mínimo de
dos veces al día, para que hagan ejercicio y se relacionen con otros seres vivos; esta
actividad nos acerca inevitablemente a la naturaleza, nos aleja de la contaminación y de la
superficialidad, y nos ayuda a recordar de dónde venimos.

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