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C
APÍTULO 2: PRAGMÁTICA

2.1 INTRODUCCIÓN. Definición


2.2 CLASIFICACIÓN
2.2.1 Pragmática enunciativa
2.2.1.1 Categorías de la pragmática enunciativa:
2.2.2 Pragmática receptiva
2.2.2.1 Categorías de la pragmática receptiva.
2.3 BASES NEUROBIOLÓGICAS DE LA COGNICIÓN SOCIAL
2.4 ASPECTOS PSICOLINGÜÍSTICOS DE LA PRAGMÁTICA
2.4.1 El contexto lingüístico
2.4.2 El contexto paralingüístico
2.4.3 El contexto extralingüístico
2.5 EL DESARROLLO DE LAS CONDUCTAS PRAGMÁTICAS
2.6 LOS TRASTORNOS PRAGMATICOS
CAPÍTULO 3: ORGANIZACIÓN
PSICOAFECTIVA DEL LENGUAJE

3.1 INTRODUCCIÓN
3.2 PERSONALIDAD Y LENGUAJE
3.2.1 La influencia del ambiente
3.3 DESARROLLO DEL LENGUAJE EN RELACIÓN AL CONTEXTO
CAPITULO 1: VIOLENCIA FAMILIAR

1.1: INTRODUCCIÓN: Definición de violencia familiar

Es necesario tener en cuenta el concepto general de violencia, para luego abordar el


concepto de violencia familiar (y las distintas definiciones consideradas como
pertinentes a la investigación) y las pertinencias que ésta conlleva, de ésta manera:
“La violencia es entendida como la acción de fuerza física o de la coacción psíquica o
moral por parte de un individuo o grupo de sujetos en contra de sí mismo, de objetos,
o de otra persona o grupo de personas víctimas, por lo que constituye una amenaza o
negación de las condiciones de posibilidad de realización de la vida y de la
supervivencia”.1
“Existen dos ámbitos, que es necesario destacar, en cuanto el ejercicio de la violencia:
violencia social, económica, política, en el ámbito laboral, etc., y en el ámbito
intrafamiliar que es la violencia ejercida por un individuo contra otros en su propio
grupo familiar, que puede ser violencia a los adultos mayores, violencia contra la
mujer, violencia a las personas con discapacidad, violencia contra niños (según la Ley
se los considera a estos menores de 18 años de edad), etc.”. 2
La violencia familiar, dirigida a infantes, también comprendida como maltrato
infantil, puede ser definida según la ley de violencia familiar n° 9283 (aplicada por el
ministerio de justicia, del poder judicial de la provincia de Córdoba) como toda
acción, omisión o abuso dirigido a dominar, someter, controlar o agredir la integridad
física, psíquica, moral, psicoemocional, sexual y/o la libertad del infante en el ámbito
del grupo familiar, aunque esa actitud no configure delito.

Según la Organización de las naciones unidas (ONU), la violencia familiar puede


definirse como: “Toda forma de violencia, perjuicio o abuso físico y mental, descuido
o trato negligente, malos tratos o explotación, mientras que el niño se encuentra bajo la
custodia de sus padres, de un tutor, o de cualquier otra persona que lo tenga a su
cargo”.3

“Para Unicef las víctimas de maltrato infantil pertenecen al Segmento de la población


conformada por niños, niñas y adolescentes hasta los 18 años, que sufren ocasional o
habitualmente actos de violencia física, sexual o emocional, en el grupo familiar o en
las instituciones sociales. El maltrato puede realizarse por omisión (por ejemplo
abandono), supresión o transgresión de los derechos individuales y colectivos”.3

La violencia familiar o maltrato infantil es una problemática que afecta a la sociedad


en general, perjudicando el contexto familiar, escolar o comunitario. Esta problemática
vulnera los derechos de quienes son víctimas, dejando en ellas múltiples
consecuencias que dañan su salud física, psicológica y su desarrollo emocional y
social. Las secuelas pueden manifestarse inmediatamente o en etapas futuras del
desarrollo de niños, niñas y adolescentes. 4
1.2: CONTEXTUALIZACIÒN DE LA VIOLENCIA FAMILIAR

Es oportuno contextualizar a la violencia familiar respecto al marco o situación en la


que esta es proyectada, la manera en que es comprendida y abordada, y la legislación
que contempla a la violencia en el ámbito latinoamericano y nacional; a fin de lograr
una mirada somera de la realidad que éste tipo violencia tiene dentro del escenario que
nos compete.

En 1990 la República Argentina ratifica la Convención Internacional sobre los


Derechos del Niño, quedando incorporada como ley nacional 23.849. Esta ley
promueve “el interés superior por los niños” obligando a los estados a adoptar las
medidas necesarias con el objetivo de proteger a niños y niñas de toda forma de
maltrato por parte de sus padres, representantes legales o cualquier persona que lo
tenga a su cargo. En 1994 dicha ley se incorpora a la Constitución de la Nación
Argentina. En el año 2005 se promulga la Ley Nacional de Protección Integral de la
Infancia, ley 26.061 que asegura “la protección integral de los derechos de las niñas,
niños y adolescentes que se encuentren en el territorio de la República Argentina, para
garantizar el ejercicio y disfrute pleno, efectivo y permanente de aquellos reconocidos
en el ordenamiento jurídico nacional y en los tratados internacionales en los que la
Nación sea parte…”. 5

A su vez el país confirma su compromiso con otros instrumentos normativos entre los
que se destacan: Ley de Protección Contra La Violencia Familiar (24.417), la Ley de
Creación del Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable (Ley
25.673), la Ley de Migraciones (Ley 25.871), Ley del Programa Nacional de
Educación Sexual Integral (Ley 26.150), la Ley de Educación Nacional (Ley 26.206),
la Ley de Prevención y Sanción de la Trata de Personas y Asistencia a sus Víctimas
(Ley 26.364) y la Ley de Prohibición del Trabajo Infantil y Protección del Trabajo
Adolescente (Ley 26.390).

Con estas leyes se privilegia al niño como sujeto de derechos, cuya voz debe ser
escuchada y respetada. Sin embargo, a pesar del derecho a los niños a una protección
que garantice su desarrollo integral como personas en el seno de la familia; en todo el
mundo, millones de niños de todos los estratos socioeconómicos y de todas las edades,
religiones y culturas sufren actos de violencia, explotación y abuso todos los días.

“Aunque hay muy pocos datos fiables, se estima a nivel mundial que los casos que
logran visibilidad publica, representan entre un 10 y un 20% de los casos reales, solo
constituyen una pequeña parte de una realidad mucho más amplia y generalizada.”5

Según estimaciones de UNICEF “Todos los años, 275 millones de niños y niñas en el
mundo son víctimas de violencia intrafamiliar y alrededor de 40 millones de menores
de 15 años sufren distintos tipos de maltrato, tanto dentro de los hogares como en las
escuelas, la comunidad y las calles.”4

“En América Latina alrededor de 6 millones de niñas y niños son agredidos


severamente por sus padres o familiares y 85 mil mueren cada año como consecuencia
de estos castigos.”6

En argentina no se conocen datos oficiales, pero según noticias recientes El área de


Investigación del Programa Las Víctimas contra Las Violencias, que depende del
Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, en conjunto con el área de
Protección de Derechos de Unicef Argentina, analizó la información de 12.426
intervenciones ante llamados de emergencia a por violencia familiar entre 2009 y
2013, poniendo la lupa sobre los más chicos. La cifra de chicos maltratados en sus
hogares, en la Ciudad de Buenos Aires, alcanzó a los 9727.

El Programa Las Víctimas Contra Las Violencias desde su creación en 2006 a 2015,
recibió un total de 98.454 llamados. Del total de comunicaciones, 23.404 víctimas
fueron atendidas y acompañadas, de las cuales 13.359 fueron niños, niñas y
adolescentes.

“Si bien a partir de la ratificación de los derechos del niño en Argentina han habido
grandes avances, los cuales se reflejan en, un aumento de los dispositivos asistenciales
de salud, conjuntamente con el estudio teórico de la problemática, y el mejoramiento
del marco jurídico-legal, que han derivado en una mayor toma de conciencia de la
población acerca de la importancia de prevenir y denunciar los hechos de maltrato
hacia los niños, aún queda mucho trabajo por realizar, Argentina enfrenta grandes
desafíos para mejorar la calidad de vida de su población, especialmente de los niños,
niñas y adolescentes.”5.7.

“ El maltrato infantil es un fenómeno multicausal y universal, que afecta a la salud,


pues atenta contra la integridad física y psíquica de la persona consideramos que la
divulgación, instrucción y educación de la población en general sobre el mismo son
estrategias prioritarias que pueden permitir hacer conciencia a todos; es necesario dar a
conocer que no sólo el trauma físico lesiona a un niño, sino que también los otros tipos
de maltrato, como el emocional, el psicológico y la negligencia, deterioran la
personalidad del pequeño, y de aquí la importancia de identificar cada uno de estos
indicadores”.8

Por todo lo expuesto se considera que para la erradicación de la violencia se requiere,


no solo de recursos económicos tendientes a defender y proteger en forma real a los
pequeños, sino también de la implicación de toda la sociedad y especialmente, de los
poderes públicos. En este contexto, la actuación de los profesionales de la salud
representa un elemento clave en la prevención y detección de este grave problema.
1.3: CLASIFICACIÓN DE VIOLENCIA FAMILIAR

Existen varias clasificaciones de violencia familiar según su forma, y según quiénes y


desde qué lugar la ejercen. Para Unicef (2010) la violencia familiar se clasifica en:

1.2.1 Violencia física

Comprendida como toda agresión que puede o no tener como resultado una lesión
física, producto de un castigo único o repetido, con magnitudes y características
variables.

1.2.2 Violencia psicológica o emocional

Comprendida como el hostigamiento verbal habitual por medio de insultos, críticas,


descréditos, ridiculizaciones, así como la indiferencia y el rechazo explícito o
implícito hacia el niño, niña o adolescente. También se incluye el rechazo, el
aislamiento, aterrorizar a los niños o niñas, ignorarlos y corromperlos

1.2.3 Violencia sexual

Comprendida como toda forma de actividad sexual entre un adulto y un niño, niña o
adolescente. Incluye la explotación sexual

1.2.4 Violencia abandónica o negligencia

Comprendida como la falta de protección y cuidado mínimo por parte de quienes


tienen el deber de hacerlo y las condiciones para ello. Existe negligencia cuando los
responsables de cubrir las necesidades básicas de los niños no lo hacen.

Existe dentro de éste tipo de violencia (abandónica) una clasificación según los
distintos niveles de gravedad en que se da la negligencia, así se diferencia entre:

Leve: Hay una conducta negligente por parte de los padres, pero el niño/a no sufre
ninguna consecuencia negativa a nivel físico, cognitivo, social o en los ámbitos donde
se desenvuelve.

Moderado: Hay una conducta negligente por parte de los padres, que genera
consecuencias negativas en ámbitos o contextos donde se desenvuelve o interactúa el
menor.

Severo: Hay una conducta negligente por parte de los padres, generando
consecuencias negativas a nivel físico, cognitivo o social, que requieren atención o
tratamiento especializado.

Es importante tener también en cuenta que “El abandono se considera la forma más
grave de negligencia, ya que en esta los padres se desentienden completamente del
cuidado del menor.” 9
Este abandono, según Pérez Álvarez S. (1981) en su libro Familia abandónica, se
puede dar de manera parcial o total.

1.2.4.1 Abandono parcial

En este tipo de abandono los padres conservan la patria potestad pero no la ejercen.

Se deja a los hijos al libre albedrío, a la propia discriminación de lo bueno y lo malo, y


de la enseñanza y protección que el infante necesita, sin tampoco dar posibilidad de
que otra familia pueda hacerse cargo de ellos.

1.2.4.2 Abandono Total

Como abandono total se entiende a aquel por el cual la patria potestad fue delegada.
En estos casos si bien el abandono repercute negativamente en el infante resulta menos
“traumático”, debido a que en éste tipo de abandono existe la posibilidad de que otra
familia se haga cargo del menor, por medio de la adopción, ejerciendo el papel que los
padres abandónicos no lograron cumplir.

1.2.4.3 Índices infantiles para determinar violencia abandónica

Para Herrera Basto (2010) y Zarza Martin (2011) hay diversos índices observables en
el niño, que permiten sospechar de este tipo de maltrato (abandónico), se destacan los
siguientes:

 Retraso en el crecimiento y desarrollo.


 Enfermedades: defectos visuales, ortopédicos, auditivos, desnutrición;
necesidades médicas no atendidas: heridas sin curar o infectadas; o bien,
ausencia del control y de los cuidados médicos rutinarios.
 Signos o cicatrices de accidentes domésticos frecuentes.
 Hábitos de alimentación y horarios inadecuados.
 Deshidratación.
 Sueño excesivo.
 Deterioro en el vestuario, ropa sucia, insuficiente o inadecuada para la
estación.
 Falta de higiene.
 Absentismo escolar.
 Problemas de aprendizaje escolar.

1.3: CONSECUENCIAS DE LA VIOLENCIA FAMILIAR

“La violencia en el interior de la familia es frecuente en nuestra sociedad. Los niños


suelen ser testigos y víctimas de diferentes tipos de maltrato que le afectan directa e
indirectamente y cuyas consecuencias pueden estar presentes a lo largo de toda la vida
o incluso ser transferidos a generaciones posteriores.”12

“Entre las consecuencias asociadas con la exposición de los niños a la violencia


doméstica, las más significativas tienen un impacto directo en la salud física y
psicológica de las víctimas, así como en su vida cotidiana.”3

Numerosos estudios han descripto y clasificado a las consecuencias que conlleva la


violencia familiar. De ésta manera se habla de consecuencias sociales, físicas,
conductuales, emocionales y cognitivas respectivamente, incluyendo éstas últimas a
las repercusiones lingüísticas:

1.3.3.4 Sociales

Moura Lourenço, L. Nunes Baptista, M. Xavier Senra L. Almeida A.A. , Basílio, C.


Monteiro de Castro Bhon, F (2013) han descripto en el plano social, cogniciones
sociales alteradas, baja autoestima, falta de empatía, introversión o retraimiento,
depresión, aislamiento, inseguridad, pasividad, miedo de establecer relaciones nuevas
o comenzar actividades.

También es frecuente la incompetencia en el reconocimiento e identificación de las


emociones (miedo, disgusto, felicidad, tristeza, rabia, etc) de los demás a través de la
expresión facial, dificultad o incapacidad para depender, confiar, querer, relacionarse
con otros y refrenar los impulsos ante el surgimiento de la mínima presión ambiental o
contrariedad, reacciones de agresividad verbal y física.

1.3.3.3 Físicos

Zarza Martin y Blázquez Alonso (2011) describen en el plano físico consecuencias que
van desde el retraso en el crecimiento por desnutrición, inapetencia, trastornos de la
alimentación (anorexia, bulimia, obesidad), trastornos del sueño (insomnio, terrores
nocturnos) e irritabilidad, síntomas psicosomáticos (cefalea, eczemas, asma, ulceras,
dolores de estómago), regresiones (eneuresis y ecopresis); hasta el síndrome del
enanismo psicosocial causado no sólo por las deficiencias alimentarias, sino también
por la depravación social y afectiva.

1.3.3.1 Conductuales

Moura Lourenço, L. Nunes Baptista, M. Xavier Senra L. Almeida A.A. , Basílio, C.


Monteiro de Castro Bhon, F (2013) mencionan como consecuencias conductuales:
agresividad, ansiedad, impulsividad, hiperactividad, consumo de alcohol y/o drogas,
desordenes de conducta, delincuencia, destructividad, inmadurez, oposicionismo,
absentismo, agresión, crueldad con animales, rabietas, desinhibiciones, conductas
sociales desadaptadas, problemas de disciplina, atención y concentración. Pobre
sentido crítico hacia las realidades objetivas, mientras que la imaginación es
desbordante y muy fantasiosa.
1.3.3.2 Emocionales

Zarza Martin y Blázquez Alonso (2011) observaron entre las consecuencias de índole
emocional, ansiedad, ira, depresión (llanto, tristeza, aislamiento), inseguridad, miedos,
baja autoestima, aislamiento, pasividad, excesiva dependencia, tristeza, retraimiento y
timidez, síntomas de estrés post-traumático (insomnio, pesadillas, ansiedad, fobias),
culpabilización, suicidio. En ciertos casos se detectó cierta inhibición en el plano
emocional que condujeron a conductas regresivas.

1.3.3.5 Cognitivos.

Zarza Martin (2011) menciona entre los problemas cognitivos: retraso del desarrollo,
retraso escolar (problemas de rendimiento en la escuela, falta de concentración),
atención fluctuante, dispersa y débil, limitaciones en el razonamiento lógico,
obsesiones, compulsiones, y diversas repercusiones en el lenguaje.

1.3.3.5.1 Repercusiones lingüísticas.

Manso J.M. (2011) Y Sylvestre (2010) señalan en cuanto a la repercusión lingüística


que la falta de afecto durante los primeros años de infancia, el estilo comunicativo de
los cuidadores y la interferencia o falta de respuesta a la comunicación del niño,
dificulta el desarrollo lingüístico. Por lo tanto, cabe esperar que la ausencia de calidad
de la interacción padres- niño, que se da en casos de negligencia o violencia
abandónica, influya en el desarrollo socioemocional y comunicativo, por ende el
desarrollo del lenguaje se va a ver afectado desde la etapa pre lingüística.

Diversos estudios abordados por Moreno, García-Baamonde, y Rabazo (2007)


consideran que todas las formas de maltrato infantil tienen un efecto importante en la
adquisición y el desarrollo del lenguaje, sin embargo se observaron mayores
limitaciones en víctimas de maltrato y abandono emocional.

Entre las consecuencias observadas: retrasos en la adquisición, desenvolvimiento y


aplicación correcta del lenguaje común de uso, incapacidad para abstraer y generalizar
los conceptos. la comprensión verbal puede verse retrasada, sin embargo la afectación
de la vertiente expresiva es siempre la más importante: pobreza de vocabulario,
articulación defectuosa, deficiente estructuración de las oraciones e incluso dificultad
para comprender la sintaxis compleja, escasez de lenguaje interno para dirigir las
acciones, alteraciones en la fluidez verbal (disfemia), uso restringido del lenguaje,
bajos resultados en operaciones de razonamiento aritmético relacionados con el
lenguaje receptivo y expresivo, etc.

“Dos investigaciones recientes realizadas en España, que abarcan el estudio de los


niveles del lenguaje en víctimas de violencia familiar, han concluido que se observan
mayores dificultades en pragmática y morfología, que en sintaxis y semántica.
Concluyendo que la interpretación que los niños hacen de las situaciones y la manera
de asimilar y responder ante estas, está marcada por las experiencias vividas.”12

CAPÍTULO 2: PRAGMÁTICA

2.1 INTRODUCCIÓN. Definición

Es necesario conocer el concepto de pragmática como tal, para poder abordarla en sus
distintas pertinencias. El interés por su estudio ha cobrado importancia en los últimos
25 años, por lo que resulta interesante generar una revisión somera de la evolución
histórica de los diferentes planteos teórico-metodológicos predominantes en los
últimos tiempos, para finalmente desarrollar la definición definitiva desde el enfoque
psiconeurolinguístico adoptado.

El inicio de la pragmática, y por ende, una de sus primeras concepciones surge desde
la filosofía, a partir de la aparición de la filosofía del lenguaje e inicia, en gran medida,
con las conferencias de John Austin (1955) y Paul Grice (1967) en la Universidad de
Harvard, quienes comienzan a abordar conceptos como los de “Actos de habla” (acto
locutorio, ilocutorio y prelocutorio respectivamente), propios del estudio de la
pragmática.

Para Ducrott y Todorov: “La pragmática es el uso que pueden hacer de las fórmulas
los interlocutores que se proponen actuar unos sobre otros. Ahora bien, la semántica y
la sintaxis, que estudian el núcleo mismo de la lengua, deben elaborarse al abrigo de
toda consideración pragmática.” 13

Desde la concepción de la pragmática como componente, que surge casi una década
después: “La pragmática tiene como tema principal aquellos aspectos del significado
de los enunciados que no pueden ser explicados mediante una referencia directa a las
condiciones veritativas de las oraciones enunciadas).14

Levison diez años después afirma: “La pragmática es el estudio de la capacidad de


los hablantes para emparejar oraciones con los contextos en que estas serían
adecuadas”.15

Desde la perspectiva de Sperber y Wilson “Es el ámbito de confluencia de la lógica,


la gramática y la memoria”.16

Ya en 1994 surge una definición desde la lingüística, aportada por Reyes: “La
pragmática es una subdisciplina lingüística, y su objeto [es] el significado del lenguaje
en uso, la pragmática sería una lingüística extendida capaz de explicar muchos
aspectos del uso lingüístico que no figuran en el repertorio tradicional de la lingüística
o que exigen reinterpretaciones: la alternancia de voces en el discurso, la
intertextualidad, la coherencia, la incoherencia, las retóricas del género literario, los
problemas generales de la interpretación, las motivaciones que guían la evolución
semántica de una lengua, los géneros del habla cotidiana y sus convenciones, son los
principios que regulan la adquisición de las lenguas.”.17

Surge luego la pragmática como perspectiva, desde la cual: “La pragmática es el


estudio de los principios que regulan el uso del lenguaje en la comunicación, es decir,
las condiciones que determinan tanto el empleo de un enunciado concreto por parte de
un hablante concreto en una situación comunicativa concreta, como su interpretación
por parte del destinatario”, con lo que se convierte en “una disciplina que toma en
consideración los factores extralingüísticos que determinan el uso del lenguaje”).18

Finalmente, desde el enfoque psiconeuroliguista, la pragmática es definida como:


“Uno de los planos del lenguaje, aquel dedicado al uso comunicativo del mismo, es
probable que el pragmático sea el plano lingüístico con menor grado de
encapsulamiento. Para definir este plano no sólo es necesario referirse al lenguaje
verbal sino también al no verbal. Las personas transmitimos básicamente intenciones,
y el lenguaje es la principal herramienta en esa transmisión, pero no es la única.
Hablamos con palabras acompañadas de gestos, expresiones faciales, de entonaciones
adaptadas a cada situación o estado de ánimo. La comunicación está compuesta por
mucho más que palabras”. 19

2.2 CLASIFICACIÓN:

2.2.1 Pragmática enunciativa

Es interesante analizar la manera en que la pragmática es clasificada en tres niveles, a


fin de comprender su objetivo dentro de las funciones lingüísticas de los individuos.

Desde lo terminológico es importante reconocer las diferencias existentes entre los


conceptos de ENUNCIADO y ENUNCIACIÓN: “Ésta última refiere al marco
comunicativo en el que se produce un enunciado, y se articula con la participación de
un hablante y un oyente, cada uno de los cuales es a la vez emisor y receptor, tal
activación ocurre por la puesta en funcionamiento simultáneo de tres canales: El
lenguaje, el paralenguaje (elementos vocales no verbales) y la comunicación no verbal
en donde se incluye la proxémica (orientación corporal relativa entre los hablantes) y
la kinésica (gesto y movimientos corporales)”.19

A partir de los elementos mencionados por la Dra. Maggio (2013), se reconocen tres
niveles pragmáticos, que se encuentran en constante interrelación:
1- La pragmática enunciativa: Se enfoca en la enunciación atendiendo a la
vertiente emisora. Sus componentes fundamentales son: el acto de habla, la
presuposición y la implicatura respectivamente.

2- La pragmática textual: Focaliza elementos del mensaje cuyo significado


depende de cierta información contextual; entre las categorías más importantes se
encuentran la deixis, la macroestructura y la superestructura.

3-La pragmática del receptor: Considera los aspectos enunciativos desde la óptica
del receptor, incorporando la posición de todo hablante como alguien previamente
escuchado.

2.2.1.1 Categorías de la pragmática enunciativa:

a- Los actos de habla: La visión clásica desarrollada por Austin y Searle (1969)
en relación con éste tema indica que las acciones simultáneas que se realizan
mediante la emisión de enunciados son tres: Acto locutivo (el hablante emite
una serie de sonidos que tienen significado), acto elocutivo (Esos significados
son elegidos por el hablante para transmitir al mensaje una intención
comunicativa), y el acto perlocutivo (efecto que esos significados emitidos con
cierta intención provocan en el receptor).

La realización efectiva de los actos de habla exige del hablante la aceptación de


ciertas convenciones y suposiciones a cerca del marco comunicativo en el que se
participa: son las condiciones de adecuación pragmática.

De ésta manera los actos de habla pueden clasificarse de la siguiente manera:

Representativos: Comprometen al hablante con la veracidad de la proposición


expresada: se incluyen aseveraciones, afirmaciones e informaciones.

Directivos: Intenta intervenir en la conducta del oyente (peticiones, preguntas).

Expresivos: Expresan un estado psicológico (agradecimientos, disculpas, cumplidos)

Declarativos: Provocan cambios inmediatos en la situación institucional, y tienden a


depender de situaciones extralingüísticas (declaraciones de guerra, sentencias
judiciales).

b- El significado inferencial: Grice (1975) centró su atención en la transmisión de


significados que no coinciden con el significado literal que expresan las proposiciones.
De este modo inaugura un enfoque de comunicación denominado inferencial, según el
cual se rompe la exacta correspondencia entre forma y sentido que proponía la
lingüística anterior. Dentro de este marco existen diferentes tipos de manifestaciones
que se localizan más cercana o lejanamente del significado explícito en el siguiente
órden: presuposiciones, inferencias trópicas e implicaturas.

b1- Presuposiciones: Son significados que el hablante propone como ciertos, que se
activan por el uso de determinadas palabras, y que se identifican por mantener un
valor veritativo tanto en la interrogación como en la negación.

b2- Inferencias trópicas: Son expresiones que se han fijado en una lengua y que todo
hablante competente interpreta del mismo modo. Estos enunciados fraseológicos del
tipo “dar una mano, meter la pata” se caracterizan por su idiomaticidad, es decir, por
su estructura constante que no admite separación o cambio entre sus componentes

b3- Las implicaturas: Estas son significados inferenciales que el interlocutor activa a
partir de máximas conversacionales derivadas del principio de cooperación:

Regla de cooperación: Cada participante debe facilitar la tarea del otro haciendo más
fluída la conversación, esto implica cierta habilidad intencional.

Regla de cantidad: Representa la necesidad de ser concreto en la transmisión de ideas.

Regla de calidad: La información que se expone en la conversación debe tener la


suficiente sustancia como para permitir el avance del diálogo.

Regla de modalidad: La información que se transmite debe ser clara en contenido y


forma.

Regla de la relevancia: Lo que digamos debe resultar interesante para el interlocutor,


con lo cual es preciso además de tener un dominio real del código lingüístico, y de las
reglas que regulan el uso social del lenguaje.

Circunstancias de los actos de habla:

Resulta predecible decir, como afirmaba Martínez Celdrán (1998) que todo acto de
habla se da en unas circunstancias determinadas, planteándose de ésta manera las
Circunstancias de los actos de habla

1-La persona que realiza el acto locutivo: el hablante.

2-La persona o las personas a las que va dirigido el enunciado: el oyente.

3-Las coordenadas en las que se produce el acto de la enunciación: momento y lugar, y


sus propiedades: el contexto situacional presente.

4-Las intenciones de quien realiza el acto locutivo.


5-La interpretación del acto locutivo por parte de la persona o personas a quienes va
dirigido.

6-Los conocimientos compartidos por el emisor y el destinatario, que incluyen el


pasado y el futuro previsible.

2.2.2 Pragmática receptiva

2.2.2.1 Categorías de la pragmática receptiva:

a- La toma de turno: El sistema que rige el encadenamiento de los actos de habla


es el sistema de toma de turno, cuya manifestación prototípica es la
conversación. La conversación cotidiana tiene un sistema de toma de turnos
caracterizado por la simultaneidad de catorce rasgos , que según Gallardo
(1996), podrían reducirse a siete, ellos son:

1-Alternancia de turno (Órden variable de turnos, duración de turnos, longitud


del encuentro no determinada, contenido de los turnos no predeterminado,
número de participantes variable y diseño pormenorizado, turno por turno).
2-Solapamientos: Se denomina así a los casos de habla simultánea
3-Interrupciones: En ocasiones, el solapamiento no obedece a la
descoordinación en el cambio de hablante, sino al intento de acceder a la
palabra sin respetar reglas.
4- Cruces y escisiones conversacionales: En situaciones en donde hay tres o
más hablantes, puede resultar que la conversación se escinda o divida en dos o
más temas.
5-Los silencios: En términos perceptivos, el habla en general, puede
identificarse como figura que resalta sobre un fondo que es silencio. Con éste
se enmarca el principio y el fin de la conversación (Lapsos, intervalos y
pausas).
6-Las secuencias: Se las puede definir como un intercambio o conjunto de
intercambios dotados de entidad temática y/o funcional

2.3 BASES NEUROBIOLÓGICAS DE LA COGNICIÓN SOCIAL:

Gallagher y Firth (1990) plantean que la cognición social se basa en la historia de cada
ser humano, y por tanto en su memoria, que permite construir la identidad de
cada uno y contribuye a la conciencia del yo. El comportamiento de un ser
humano, es por lo que le rodea y le conoce.
La memoria es una condición necesaria pero no suficiente para la coherencia de
nuestra identidad. También es necesario tener conciencia de los actos, pensamientos,
emociones, para emitir un juicio y tomar decisiones adaptadas en interacción con el
entorno.

La cognición social se manifiesta también de manera general en la coherencia del


discurso dirigido a otra persona. Se trata de saber producir actos lingüísticos
adaptados a las circunstancias, más allá de los aspectos léxico-semánticos y
morfosintácticos del lenguaje, pero basándose en ellos: tal es la función pragmática
del lenguaje.

Ésta cognición social se encuentra sustentada biológicamente por los lóbulos frontales,
especialmente por el córtex frontal medial, y particularmente por el córtex frontal
paracingular, las otras áreas implicadas son la circunvolución temporal superior y el
polo temporal (en particular la amígdala).

La circunvolución temporal superior derecha se activa con la comprensión del sentido


de historias y de dibujos, también por el movimiento de manos, cuerpo, miradas, etc.
Su papel sería detectar y explicar los comportamientos de otro atribuyéndoles una
causa física o una intención en sí misma.

Los polos temporales se activan en situaciones de recuerdo en la memoria episódica,


visual y auditiva, así como las memorias emocional y autobiográfica: la capacidad
para inferir contenidos mentales de otro puede apoyarse en la experiencia del sujeto, es
decir en su memoria personal episódica y semántica.

La “mentalización” recluta las regiones del cerebro implicadas en la interpretación


general de los comportamientos, contribuyendo en las redes neuronales implicadas en
la cognición social, y en particular, la amígdala y el córtex y el córtex orbitofrontal.

2.4 ASPECTOS PSICOLINGÜÍSTICOS DE LA PRAGMÁTICA

2.4.1 El contexto lingüístico

Se entiende por contexto lingüístico, según Maggio (2013) a la conducta verbal que
existe antes y después de una determinada unidad lingüística. Se estudia en dos
niveles: contexto interfrase (relaciones de las unidades lingüísticas dentro de una
frase) y el contexto entre frases.

El discurso es el conjunto de frases dichas en una narración y en él pueden distinguirse


un nivel micro y otro macroestructural.

La microestructura se vincula con el nivel vocal del discurso, es decir a la relación de


las proposiciones dentro de la frase. Los mecanismos microestructurales van a
conformar el nivel más elemental de comprensión del lenguaje, pero la comprensión
lingüística es un proceso sumamente complejo que requiere del procesamiento
simultáneo de múltiples indicadores dentro de los que se cuentan además los niveles
semántico, fonológico y pragmático.

Según Mendoza Lara (1999) la macroestructura tiene implicancias más generales y a


través de ella se analiza el discurso como un todo. Este tiene una forma y un
significado global que vienen determinados por la coherencia entre distintas frases. El
significado global es lo que constituye el tema y se extrae de la unión de diferentes
mecanismos cohesivos. Las principales formas del discurso son la exposición
(explicación de un tema), la descripción (que ayuda al oyente a imaginar un objeto o
situación), la narración (serie relacionada de eventos) y la argumentación (intenta
comprobar demostrar algo mediante reglas lógicas o científicas).

Glucksberg y Krauss (1967) consideran que uno de los factores más importantes en
una comunicación efectiva es el reconocimiento por parte del hablante de qué es lo
que tiene que decir (porque el oyente desconoce).

De esta manera se puede afirmar que la interpretación del significado de los


enunciados va más allá de lo lingüístico puramente incluido en la oración e incluye
todo lo anterior, posterior como así todo lo presente en la situación del enunciado.

2.4.2 El contexto paralingüístico

Glucksberg, S & Krauss (1967) planteaban que la comunicación verbal no es


unidireccional ni acontece en sistemas lineales, mientras alguien hace uso de la
palabra, es a la vez receptor de la comunicación no verbal de sus oyentes. El contexto
paralingüístico se vincula con aspectos relacionados a la prosodia, características de la
voz, expresiones faciales, el uso de gestos y la distancia entre personas. Ciertamente el
estado emocional de las personas suele vislumbrarse a través del tono de la voz, las
expresiones faciales y el “body language” o lenguaje corporal. En ocasiones los
mensajes emitidos verbalmente no resultan coincidentes con la producción paraverbal,
este tipo de mensajes se denomina como “mensajes emocionales inconsistentes (MEI).

2.4.3 El contexto extralingüístico

“Esto incluye la situación en la que se produce el intercambio y los participantes de la


misma. Los mensajes pueden adquirir diferentes significados según el contexto en el
que ocurren. El conocimiento de dichos contextos y situaciones hacen a la
competencia social. Cada contexto aporta su propia información de por sí. Por otro
lado, los participantes transitan por dos dimensiones”19:
a) La información de cada uno tiene sobre el tema de conversación, la misma se hace
más fácil cuando el participante ya tiene información previa y maneja terminología
específica en relación a ese tema.

b) El rol de cada participante, lo cual implica la identificación del individuo en un


determinado grupo sociocultural, y por otro lado el reconocimiento del nivel de
familiaridad.

Los contenidos de la pragmática extralingüística están muy cercanos a la interacción


social, siendo compleja la delimitación de cada disciplina.

La división de contextos es eminentemente una división didáctica, pero éstos se


encuentran relacionados e interacciona entre sí de manera permanente y la situación
donde se ponen de manifiesto es en la conversación.

2.5 EL DESARROLLO DE LAS CONDUCTAS PRAGMÁTICAS

Adams (1990) ha desarrollado una cronología aproximada para la emergencia de


habilidades pragmáticas, es así que debe entenderse que las edades propuestas no son
exactas sino que son aproximaciones cronológicas de lo que sucede en el desarrollo
del individuo.

CONDUCTAS PRAGMÁTICAS EMERGENCIA APROXIMADA


Toma turno preverbal 8-9 meses
Protopalabras/Intenciones 12 meses
comunicativas preverbales
Desarrollo rápido de los actos 14-32 meses
comunicativos
Estabilización de la toma de turnos Entre 2,6 y 3,6 meses
Mantener el tema en la intención con el A partir de los 2 años
adulto
Hacer aclaraciones A partir de los 2 años
Adaptarse al estilo del habla del A partir de los 2 años
interlocutor
Utilizar formas corteses tempranas A partir de los 2 años
Responder a peticiones de información 2 años
no específica
Inventario de actos comunicativos 3-4 años
básico consolidado
Inferir información de una historia 3-4 años
Inferir significados indirectos 4-6 años
Rectificación de la toma de turnos 5 años
Disminución de lapsos de interacción 5 años
Contar historias con argumento 5-7 años
narrativo
Habilidades metapragmáticas presentes 6-7 años
Dominio de los marcadores del 7 años
discurso
Uso adecuado de la referencia 6-7 años
anafórica
Relevancia informativa consolidada 9 años
Formas corteses desarrolladas por A partir de los 9 años
completo
Disminución de los errores de cohesión 9-12 meses
y coherencia
Explicación de modismos Hasta los 17 años

2.6 LOS TRASTORNOS PRAGMÁTICOS

Monfort (2008) distingue dos tipos de trastornos pragmáticos principales con fines
diagnósticos y terapéuticos: Un tipo primario o específico y otro secundario
(consecuencia de otros trastornos del lenguaje o extralingüísticos.
Las alteraciones no lingüísticas que pueden en ocasiones generar dificultades
pragmáticas pueden deberse a cuestiones de carácter cognitivo, social o emocional
respectivamente. La habilidad para reconocer el carácter o pertinencia de
determinada información, depende, en parte, de la capacidad cognitiva del
tratamiento de dicha información (otras veces son factores culturales los que
también intervienen): Por ejemplo, el uso adecuado de fórmulas de cortesía
implica de un aprendizaje al cual algunos infantes no tienen acceso porque
pertenecen a grupos sociales desfavorecidos.
Así mismo, Gallardo (2009) habla de alteraciones lingüísticas derivadas de
trastornos lingüísticos. Una limitación en el conocimiento de la lengua puede
repercutir sobre el uso de la misma. Alteraciones sintácticas y morfológicas
encuentran su dimensión pragmática generando dificultades en la cohesión del
discurso. De la misma manera alteraciones fonológicas que dificultan la
inteligibilidad impiden, en ocasiones, la construcción de adecuaciones para actos
de habla proposicionales, restringiendo la expresión a actos locutivos basados
únicamente en interjecciones entonaciones marcadas y vocalizaciones no léxicas.

Todos estos trastornos del lenguaje repercuten en otras categorías de naturaleza


interactiva, por ejemplo la agilidad del turno o la distribución cuantitativa de los turnos
de palabra.

Por su parte los trastornos primarios, se refieren al conjunto de síntomas


dispragmáticos que no se pueden atribuir, sin embargo, a un déficit en el plano
estrictamente cognitivo, social o lingüístico. Éste tipo de perfil se puede observar en
niños con trastornos generalizados del desarrollo (TGD) o espectro autista, síndrome
de Asperger, trastorno del aprendizaje no verbal (TANV), algunos casos déficit de
atención con hiperactividad (TDAH), déficit de atención. Motricidad y percepción
(DAMP), en cuadros genéticos (Williams, X frágil), y en algunas formas de TEL
(Trastorno semántico-pragmático o trastorno pragmático del lenguaje).

CAPÍTULO 3: ORGANIZACIÓN PSICOAFECTIVA DEL LENGUAJE

3.1 INTRODUCCIÓN

“Siendo el lenguaje una función fundamental del ser humano, es preciso insistir sobre
la importancia de sus relaciones con la personalidad e inteligencia del individuo. Éstas
relaciones entre la zona afectiva e intelectual y el lenguaje, no se limitan al individuo,
sino que integran todo su medio ambiente familiar o socio-cultural”.20

“El lenguaje se organiza en relación con la pulsión relacional y con la receptividad de


los padres quienes constituyen su objeto”.21

3.2 Personalidad y lenguaje

Monfort (1996) plantea que la personalidad desde lo que son sus características
individuales, así como en su evolución en general, condiciona la aparición, el
desarrollo, las estructuras y las posibles perturbaciones del lenguaje. Por ende el
contexto en el que se desarrolle esta personalidad y los estímulos psicoafectivos que se
reciban para su conformación condicionarán al lenguaje en su totalidad. De ésta idea
surge la relación entre ambos “términos”: Personalidad y lenguaje, como conceptos
interdependientes.

3.2.1 La influencia del ambiente

Lacan, J plantea que si no existen estímulos exteriores o si los mismos resultan ser
insuficientes, la organización de la actividad cerebral se detiene o se realiza de manera
incorrecta, aún en aquellos casos en los que el córtex esté preparado para funcionar.

Resulta realmente relevante la cantidad y calidad de estímulos receptados (desde lo


lingüístico y afectivo), pero también el momento cronológico del desarrollo en el cual
su presencia o su ausencia van a representar un papel fundamental (esto en relación a
la “edad crítica” en la que determinadas posibilidades de aprendizaje son máximas).

El niño cuenta al nacer con un potencial más rico de lo que se suponía, fruto de
herencia, de construcción neurofisiológica y de la historia prenatal: Todo lo
mencionado se enfrentará con las características del medio para que “lo que es posible
se cumpla y lo que es probable se realice en los diversos momentos de la madurez, en
el cuadro de la organización funcional evolutiva”.23

Este potencial explica las distintas evoluciones dentro de un mismo ambiente, y este
último explicara las diversas evoluciones a partir de un mismo potencial.

A grandes rasgos, es pertinente comprender que la influencia del medio, sobre todo
desde el ámbito familiar, condicionada por su medio ambiente socio-cultural será
determinante para la evolución general del individuo y por consiguiente en su
evolución lingüística.

3.3 Esquema del desarrollo del lenguaje

Wyatt (1995) plantea el desarrollo del lenguaje del niño en relación al contexto en el
que este se encuentre dentro de su desarrollo y por consiguiente considera el papel de
los padres como influyente en este contexto y por ende en el desarrollo lingüístico del
sujeto.

Desarrollo del Papel de la madre


Lenguaje del niño
0-12 meses
Estadío presimbólico, Relación verbal dual; la
comunicación preverbal con la madre es el objeto libidinal y
madre a través de gritos, el modelo verbal primario; la
sonrisas y sonidos ligados a la madre comunica de forma
sensación de placer o preverbal por el tacto, el tono
disconformidad, balbuceo. de voz, la expresión de la
cara, los cuidados, los juegos,
etc.

1-2 años Adaptación e imitaciones


Principio del estadío simbólico mutuas, adecuación de
de denominación; aprendizaje de palabras, desarrollo de la
fonemas; principios de la identificación recíproca. La
discriminación entre los sonidos. madre procura el “feed-back”
verbal del niño.
2-3 años Principio de estadío relacional, Siguen la imitación mutua y
principios de gramática en el “feed-back” recíproco,
palabras y estructura de sonidos. relaciones sintácticas entre
frases y palabras.
3-6 años Continuación de los principios Las estructuras primitivas del
del estadío relacional. habla están progresivamente
Aprendizaje de palabras nuevas; interiorizadas. El niño se
experimentación de la vuelve poco a poco
significación de las palabras; independiente de su madre y
continuación del aprendizaje de puede aprender a hablar con
las estructuras de sonidos, otros modelos verbales
sintaxis y organización del (personas familiares).
discurso.
6-7 años Principios de la enseñanza Los profesores, amigos,
formal. Las estructuras de radio, televisión y,
sonidos están adquiridas por la finalmente, los libros
mayoría. empiezan a ser partícipes de
la comunicación y
constituyen modelos verbales.
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