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FOUCAULT, Michael (1988).

Prólogo a la edición estadounidense de El Anti-


Edipo. Capitalismo y esquizofrenia, de Gilles Deleuze y Félix Gauttai. París,
Magazine Littéraire. “Una introducción a la vida no fascista”.

El autor prologa el libro Anti-Edipo por medio de un contexto breve y con


preguntas orientadas a señalar algunas características del dualismo del siglo XX.
La explotación social, la amalgama política revolucionaria y la represión psíquica
sexual, son conceptos que componen la interpretación de la escuela marxista,
psicoanalista y estructuralista. Aun así, estas escuelas resultan ser campos
teóricos antiguos, propias de su contexto, y necesitan una renovación crítica. En
consecuencia, Foucault señala que El Anti-Edipo nos desplaza a campos de
análisis diferentes del psicoanálisis y el marxismo.
Foucault recomienda mirar este libro como un impulso hacia pensamientos
desconocidos, donde el alcance Freudiano y Marxista no llega.
Implícitamente muestra que el drama de los seres humanos reside en su
tendencia a universalizar parcialmente el pensamiento, ya sea el subjetivo o el de
referentes históricos. Y así no se disfrutan las ideas, viendo en ellas un sentido
total; se disfrutan más en el sentido del arte múltiple y altamente flexible, sin caer
en el surrealismo extremo; más bien, deben organizarse las ideas de forma
horizontal como un rizoma, sin jerarquías piramidales, que son propias de la ley y
la burocracia.
Foucault hace énfasis de la intervención del deseo en el pensamiento, el discurso
y la acción. El sexo, la teoría y la política supuran como herida de los impulsos
reprimidos. Y en este orden, el autor expone tres adversarios de la analítica del
deseo:
 Conservadores de la organización extrema de una política o del discurso
político.
 Reduccionistas de las múltiples formas del deseo a la ley binaria de la
estructura y de la falta.
 Y el mayor enemigo. El fascismo. Y no sólo el histórico, sino también el que
reside en cada individuo, en aquellos que aman el poder y desean a sus
explotadores y dominadores.
El fascismo, que es para autómatas y demagogos, debe ser acechado en los
repliegues más profundos del pensamiento, como los moralistas cristianos del
siglo XVII buscaban las sobras de carne en el alma. Todo ser humano hereda las
huellas calcinantes del poder en el pensamiento, el discurso y la acción. Y el
fascismo usa este poder como una red que atrapa muchos peses en tiempos
convulsos. El Anti-Edipo, según el autor, es un manual de introducción a la vida no
fascista, resumido en siete puntos que abarcan el modo de pensar, el poder y la
política.
La relación pedagógica debe despojarse de toda paranoia y deseos de poder,
desencadenantes de acciones totalitarias. La sana relación de aprendizaje evita
caer en la total voluntad del estudiante, en el extremismo de una autonomía
ficticia. Los mamíferos inexpertos necesitan aprender de la experiencia de sus
progenitores para sobrevivir; Y en este caso, el maestro es el mediador entre la
inexperiencia y la experiencia.

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