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Estructura y Formato de Trabajo
Estructura y Formato de Trabajo
1. Introducción
2. Justificación
3. Objetivos
3.2. OE1: Elaborar una revisión y análisis bibliográfico sobre movilidad urbana y su contexto
territorial
4. Marco teórico:
Entendida la movilidad como aquella red de relaciones sociales que se establecen a partir del
intercambio de flujos de personas, bienes y servicios sobre la base de una infraestructura
determinada y que tiene el potencial de dar forma y sentido al espacio 1, que de acuerdo a las
singularidades de la estructuración metropolitana contemporánea, se comprend
De esta manera y considerando que los nuevos enfoques de la movilidad asociados al contexto
territorial, hablan de que las personas establecen patrones de apropiación no sólo desde el punto
de vista del lugar en el que viven, sino también desde la manera como se vinculan a los lugares de
acuerdo con las condiciones que les ofrecen. Al respecto, cabe argumentar que la infraestructura
de transporte y de servicios de una ciudad, no solo están configurando y articulando su espacio,
definiendo los traslados, sino que también, están influyendo en la forma urbana y su
funcionamiento.
1
López, F., Nieto, D., y Arias, C. (2010). Relaciones entre el concepto de movilidad y la ocupación territorial
de Medellín. Revista EIA, 13, 23-37. Recuperado de http://www. scielo.org.co/scielo.php?
script=sci_arttext&pid=S1794-12372010000100003
Al ser estudiados en detalle desde la perspectiva de la movilidad cotidiana urbana
(Cass et al., 2005; Elliot & Urry 2010; Jirón, 2012), los sistemas de transporte pueden
llegar a ser considerados deficientes pero no necesariamente la principal barrera de
accesibilidad. Esto se debe a que la movilidad implica algo más que viajar desde un
punto A hasta un punto B. Citando a Miralles (2002), Cerda y Marmolejo (2010)
argumentan que el estudio de la movilidad en investigación urbana, ha sido
comúnmente entendida como sinónimo de transporte, predominando un enfoque
fundamentado sobre la causalidad que ha centrado su mirada en la influencia de un
factor a partir de otro, situación que los autores denominan como una mirada
urbanística o transportística: "la mirada urbanística se ha ocupado de estudiar cómo la
estructura física de la ciudad produce la demanda de movilidad", mientras que la
mirada transportística analiza "cómo la oferta de transporte induce la localización de
actividades" (Cerda y Marmolejo, 2010: 7).
MOVILIDAD –
ESPESURA - (Densidad de barreras de accesibilidad que adquiere la movilidad en la vida cotidiana)
ACCESIBILIDAD
aspecto interesante de incorporar en la discusión epistemológica que se ha
desarrollado en esta materia, tiene relación con el giro de la movilidad (Elliot & Urry,
2010; Sheller & Urry, 2006; Cresswell, 2010) que ha venido siendo ampliamente
desarrollado durante la última década, y que ha permitido incorporar una mirada
transformadora en la investigación socioespacial. La movilidad cotidiana urbana puede
ser entendida como "aquella práctica social de desplazamiento diario a través
del tiempo-espacio urbano que permite el acceso a actividades, personas y
lugares" (Jiron et al., 2010: 24). Esta idea permite comprender la movilidad como un
enfoque para entender las consecuencias sociales, económicas, culturales y espaciales
que genera sobre la conformación del espacio urbano y los distintos tipos de
experiencia de sus habitantes.
DEFINICIONES:
“el derecho al libre desplazamiento en condiciones óptimas de relación entre el medio ambiente,
espacio público e infraestructura” (Ballén, 2007); “promover la generación de medios de vida más
saludables y entornos propicios con derecho genérico de la ciudad” (Del Caz, 2005). Otras refieren
la movilidad urbana como la acción estimulada por el evento oportunístico: “la habilidad para
desplazarse entre diferentes sitios” (Hanson, 2004); “ ‘la facilidad’ en tiempo, esfuerzo y costo con
la que se puede alcanzar las diferentes opciones que ofrece una ciudad” (Dixon-Fyle, 1998); la
capacidad de desplazarse como un objetivo fundamental de la sostenibilidad en sus diferentes
escalas, tanto global, como local” (Del Caz, 2005). “La movilidad es la suma de desplazamientos
que hacen los ciudadanos para acceder a los sitios de trabajo, bienes y servicios necesarios para su
quehacer cotidiano. Estos desplazamientos se realizan con medios diferentes que presentan unas
condiciones de uso que los caracterizan socialmente. Así, los medios no motorizados tienen un
carácter universal, los transportes de uso colectivo: democrático, y los transportes privados:
selectivo (Miralles-Gausch, 2004)
Desde un punto de vista socioeconómico, la ciudad se ha ido configurando en las últimas décadas
como aquel espacio geográfico de producción de la movilidad e intercambios del capital, debido a
que su expansión acelerada y desregulada, ha traido consigo una mayor oferta y demanda del
suelo, asi como tambien, una mayor inversión tanto publica como privada. Esto implica que ls
ganancias por ventas del desarrollo inmobiliario, la oferta de servicios, y la plusvalía de las
edificaciones de acuerdo a su ubicación, estén acordes a los usos de suelo (habitación, trabajo,
comercio y recreación) en espacios urbanos de distintas calidades donde interactúan las clases
sociales.
Bajo ese contexto, la movilidad urbana esta en función de la necesidad de trabajar, comprar,
vender, educarse y transportar bienes, fabricados o ensamblados con piezas provenientes de todas
partes del mundo, como resultado de un proceso global de acumulación flexible del capital;
(Harvey, 1990); donde dichas actividades forman parte integra de un proceso altamente
condicionado por las leyes de mercado.
Asi tambien, y desde una perspectiva cultural, se reconoce un modelo sociocultural occidental que
ha dominado a la ciudad contemporánea y sus procesos de urbanización, el cual tiene por
característica principal la motorización excesiva, propia de una sociedad de consumo y status
social. En ese sentido, analziar la ciudad bajo la denomianda cultura del automovi, lleva
comprender la exclusión de aquellos que no tienen como adquirir un auto y estan relegados al
espacio sobrante de la acera.
La movilidad en el territorio parte del reconocimiento del ambiente afectado por la urbanización
y la expansión de la función del movimiento.
A partir de la relación de la movilidad con el espacio ambiental, surge la pregunta ¿hacia dónde
nos debemos mover?
“La organización del territorio juega un papel central en la consecución de un modelo que
garantice la accesibilidad al conjunto de la población. Para ello ha de superarse la actual división
funcional del espacio que aumenta las distancias y favorece la utilización del coche e incentivar la
mezcla de funciones y un uso más intensivo del territorio. Por eso, urbanismo y movilidad no
pueden darse la espalda y su planificación ha de realizarse conjuntamente”. (Miralles-Gausch,
2004)
“La organización del territorio juega un papel central en la consecución de un modelo que
garantice la accesibilidad al conjunto de la población. Para ello ha de superarse la actual división
funcional del espacio que aumenta las distancias y favorece la utilización del coche e incentivar la
mezcla de funciones y un uso más intensivo del territorio. Por eso, urbanismo y movilidad no
pueden darse la espalda y su planificación ha de realizarse conjuntamente”. (Miralles-Gausch,
2004)
En México, y en la mayoría de las agendas de sus gobiernos estatales y municipales no existe una
preocupación legítima, ni se reconoce la planeación de la movilidad distinta a la planeación del
transporte, en la que una forma parte de la otra pero no son lo mismo. “El enfoque de la
planeación del transporte sustentable, surge como automóvil sobre el peatón, la apropiación del
espacio colectivo para usos comerciales, la circulación irrestricta del transporte público en la zona,
la fragmentación vial, la inexistencia de alternativas modales, la escasa cultura vial, etc. De modo
puntual debe promoverse una serie de pautas, recomendaciones y escenarios alternativos de
diseño del sistema de transporte, en donde se potencialice el aprovechamiento de las cualidades
geográficas del territorio y el modelo de interacción socio-económica con este, para procurar la
sustentabilidad. Debe señalarse al respecto que el modelo actual del sistema de transporte en el
contexto mexicano en general, opera en un escenario desfavorable para los propósitos de la
sustentabilidad, además de caótico y peligroso, advirtiéndose los siguientes desfases, riesgos y
eventual colapso.” 4
Movilidad Sustentable, Competitividad y calidad de vida. EN: Rizoma, Revista de la agencia de
planeación del Desarrollo Urbano de Nuevo León, Año 3 - Núm. 7 - 2008.
DEFINICIONES:
“el derecho al libre desplazamiento en condiciones óptimas de relación entre el medio ambiente,
espacio público e infraestructura” (Ballén, 2007); “promover la generación de medios de vida más
saludables y entornos propicios con derecho genérico de la ciudad” (Del Caz, 2005). Otras refieren
la movilidad urbana como la acción estimulada por el evento oportunístico: “la habilidad para
desplazarse entre diferentes sitios” (Hanson, 2004); “ ‘la facilidad’ en tiempo, esfuerzo y costo con
la que se puede alcanzar las diferentes opciones que ofrece una ciudad” (Dixon-Fyle, 1998); la
capacidad de desplazarse como un objetivo fundamental de la sostenibilidad en sus diferentes
escalas, tanto global, como local” (Del Caz, 2005). “La movilidad es la suma de desplazamientos
que hacen los ciudadanos para acceder a los sitios de trabajo, bienes y servicios necesarios para su
quehacer cotidiano. Estos desplazamientos se realizan con medios diferentes que presentan unas
condiciones de uso que los caracterizan socialmente. Así, los medios no motorizados tienen un
carácter universal, los transportes de uso colectivo: democrático, y los transportes privados:
selectivo (Miralles-Gausch, 2004)
Desde un punto de vista socioeconómico, la ciudad se ha ido configurando en las últimas décadas
como aquel espacio geográfico de producción de la movilidad e intercambios del capital, debido a
que su expansión acelerada y desregulada, ha traido consigo una mayor oferta y demanda del
suelo, asi como tambien, una mayor inversión tanto publica como privada. Esto implica que ls
ganancias por ventas del desarrollo inmobiliario, la oferta de servicios, y la plusvalía de las
edificaciones de acuerdo a su ubicación, estén acordes a los usos de suelo (habitación, trabajo,
comercio y recreación) en espacios urbanos de distintas calidades donde interactúan las clases
sociales.
Bajo ese contexto, la movilidad urbana esta en función de la necesidad de trabajar, comprar,
vender, educarse y transportar bienes, fabricados o ensamblados con piezas provenientes de todas
partes del mundo, como resultado de un proceso global de acumulación flexible del capital;
(Harvey, 1990); donde dichas actividades forman parte integra de un proceso altamente
condicionado por las leyes de mercado.
Asi tambien, y desde una perspectiva cultural, se reconoce un modelo sociocultural occidental que
ha dominado a la ciudad contemporánea y sus procesos de urbanización, el cual tiene por
característica principal la motorización excesiva, propia de una sociedad de consumo y status
social. En ese sentido, analziar la ciudad bajo la denominada cultura del automóvil, lleva
comprender la exclusión de aquellos que no tienen como adquirir un auto y estan relegados al
espacio sobrante de la acera.
La movilidad en el territorio parte del reconocimiento del ambiente afectado por la urbanización
y la expansión de la función del movimiento.
A partir de la relación de la movilidad con el espacio ambiental, surge la pregunta ¿hacia dónde
nos debemos mover?
“La organización del territorio juega un papel central en la consecución de un modelo que
garantice la accesibilidad al conjunto de la población. Para ello ha de superarse la actual división
funcional del espacio que aumenta las distancias y favorece la utilización del coche e incentivar la
mezcla de funciones y un uso más intensivo del territorio. Por eso, urbanismo y movilidad no
pueden darse la espalda y su planificación ha de realizarse conjuntamente”. (Miralles-Gausch,
2004)
“La organización del territorio juega un papel central en la consecución de un modelo que
garantice la accesibilidad al conjunto de la población. Para ello ha de superarse la actual división
funcional del espacio que aumenta las distancias y favorece la utilización del coche e incentivar la
mezcla de funciones y un uso más intensivo del territorio. Por eso, urbanismo y movilidad no
pueden darse la espalda y su planificación ha de realizarse conjuntamente”. (Miralles-Gausch,
2004)
En México, y en la mayoría de las agendas de sus gobiernos estatales y municipales no existe una
preocupación legítima, ni se reconoce la planeación de la movilidad distinta a la planeación del
transporte, en la que una forma parte de la otra pero no son lo mismo. “El enfoque de la
planeación del transporte sustentable, surge como respuesta a la problemática que se ha gestado
en la mayoría de ciudades en el contexto mexicano, de modo acumulativo, inercial o deliberado y
que se advierte, entre otras manifestaciones, en el privilegio del automóvil sobre el peatón, la
apropiación del espacio colectivo para usos comerciales, la circulación irrestricta del transporte
público en la zona, la fragmentación vial, la inexistencia de alternativas modales, la escasa cultura
vial, etc. De modo puntual debe promoverse una serie de pautas, recomendaciones y escenarios
alternativos de diseño del sistema de transporte, en donde se potencialice el aprovechamiento de
las cualidades geográficas del territorio y el modelo de interacción socio-económica con este, para
procurar la sustentabilidad. Debe señalarse al respecto que el modelo actual del sistema de
transporte en el contexto mexicano en general, opera en un escenario desfavorable para los
propósitos de la sustentabilidad, además de caótico y peligroso, advirtiéndose los siguientes
desfases, riesgos y eventual colapso.” 4
Movilidad Sustentable, Competitividad y calidad de vida. EN: Rizoma, Revista de la agencia de
planeación del Desarrollo Urbano de Nuevo León, Año 3 - Núm. 7 - 2008.
Para este estudio, se realizó un análisis bibliográfico de revistas científicas, paper, textos de
disciplina, etc.
Dado todo la revisión y análisis bibliográfico, como equipo de trabajo llegamos a la siguiente
propuesta.
-encuesta:
-conteo:
-etc:
6. Conclusiones
Formato de trabajo
Calibri 11
Espaciado 1,15
Justificado
APA sexta edición
I. Introducción
II.