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Sociología y Política

HOY
Red de Carreras de Sociología y Ciencias Políticas del Ecuador
No. 2, Octubre-Noviembre de 2019

Sociología y Política
HOY
Sociología y Boletín
PolíticaNo. 2
HOY
Ciudad, espacio y
diversidad

Miembros de la Red:
Carreras de Sociología y Ciencias Políticas pertenecientes a las siguientes universidades:
Sociología y Política HOY es una publicación física y digital de la Red de Carreras
de Sociología y Ciencias Políticas del Ecuador (conformada en noviembre de
2016).
Boletín No. 2 (Octubre – Noviembre 2019).

ISSN en trámite.

Miembros:
– Carrera de Sociología de la Universidad Central
– Carrera de Ciencias Políticas de la Universidad Central
– Escuela de Sociología y Ciencias Políticas de la PUCE
– Departamento de Ciencias Sociales de la Politécnica Nacional
– Carrera de Sociología de la Universidad de Cuenca
– Carrera de Sociología de la Universidad de Guayaquil
– Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad Central del
Ecuador

Consejo Editorial del Boletín:


– Director: Msc. Francisco Hidalgo Flor (fjhidalgo@uce.edu.ec)
– Msc. Mario Unda Soriano
– PH.d. Ricardo Sánchez Cárdenas
– MSc. Adrián López Andrade
– Dr. Francisco Morales
– Msc. Andrés Rosero
– Msc. Ana Cecilia Salazar
– Msc. César Garcés

Diseño: Miguel Samaniego (somospuntoylinea@gmail.com)

Agradecemos el apoyo de la Fundación Rosa Luxemburg y al SIPAE para la publi-


cación del Boletín No. 2.

Esta publicación, de distribución gratuita, fue auspiciada por Fundación Rosa Luxemburg
con fondos del Ministerio Alemán para la Cooperación Económica y el Desarrollo
ÍNDICE

1.- Guía general ...................................................................... 4

2.- Tema central ...................................................................... 5

3.- Factores que impulsan y restringen el derecho a la


ciudad en los procesos de planificación urbana.
Ana Cecilia Salazar y Lorena Vivanco Cruz .......................6

4.- Entender el territorio ecuatoriano, esbozo para diseñar


un modelo de abordaje.
Luis Tapia ........................................................................ 16

5.- Quito: Una organización territorial en la que se


expresan características especulativas excluyentes
en la década de 1980.
Raúl Zhingre .................................................................... 26

6.- Aproximación a la segmentación de la zona urbana


contemporánea de Guayaquil: aspectos metodológicos
y discusión.
Ruben Aroca ................................................................... 41

7.- Quito una ciudad con una clara inequidad hacia


peatones y ciclistas.
Diego Hurtado Vásquez ................................................. 49

8.- La ciudad como infierno: modernidades guaya-


quileñas frente la destrucción asegurada.
Robert Priessman Fenton III ............................................ 62

9.- El ocio y la ciudad.


Paulina Zary y Jorge Castro ............................................ 71
GUÍA GENERAL

El boletín digital “Sociología y Política HOY” es una


publicación académica de la Red de Carreras de Sociolo-
gía y Ciencias Políticas del Ecuador, tiene una frecuencia
Trimestral.

El objetivo es dar a conocer artículos de difusión hacia


sectores de estudiantes, docentes y público en general.
Expandir los debates, aportes, análisis que se plantean
desde nuestras unidades académicas respecto de proble-
máticas sociales, políticas, culturales que afectan a
amplios sectores de la sociedad.

“Sociología y Política HOY” se difunde a través de los


medios digitales de las Universidades miembros de la
Red y apoyos de estudiantes en áreas de las ciencias
sociales.

Cada número establece un tema central y alrededor del


mismo se invita a colaboraciones.

Para los artículos se sugiere una extensión de 5 páginas y


máximo 10; pudieran también recibirse fotografías o imá-
genes relacionadas con la temática seleccionada. Cada
artículo tiene el aval de la carrera que remite el texto al
comité editorial.

El boletín tiene un comité editorial. Cada Carrera presen-


ta los artículos para el respectivo número del Boletín y es
la responsable de la calidad académica.

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TEMA CENTRAL

Boletín No. 2:
Ciudad, espacio y diversidad

Se trata de pensar la ciudad, como el espacio social, habi-


tado, lugar de la política que, al mismo tiempo, en el siglo
XXI, está atravesado por una serie de riesgos que van
desde la naturaleza y el cambio climático, hasta la violen-
cia política y delincuencial, pasando por la presión políti-
ca, económica y social, derivada del crecimiento demo-
gráfico que, en tiempos de migración, no deja de consti-
tuir un escenario de diversidad cultural e identitaria,
susceptible de convertirse en problemático. Esto se pro-
duce en un momento en el cual las realidades nacionales
y locales están fuertemente presionadas por los procesos
de mundialización del capital.

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FACTORES QUE IMPULSAN Y RESTRINGEN EL DERECHO A
LA CIUDAD EN LOS PROCESOS DE PLANIFICACIÓN URBANA
ANA CECILIA SALAZAR y LORENA VIVANCO CRUZ
Universidad de Cuenca
lorena.vivanco@ucuenca.edu.ec
ana.salazar@ucuenca.edu.ec

Introducción en el acceso a los servicios, a la


falta de espacios públicos de
Más que una estructura tangible y calidad, a la saturación del tráfico,
una realidad objetiva, la ciudad es a la contaminación medioambien-
un conjunto de interacciones tal y auditiva, a tener que recorrer
permanentes, un escenario donde largas distancias, convencidos de
se generan múltiples historias y que ese es el estilo de vida en las
experiencias que moldean la vida y ciudades modernas; pero estas
la conveniencia de los seres huma- incomodidades son resultado de
nos; situaciones que influyen en el los criterios con los que se constru-
estilo de vida y en las formas de yen las ciudades.
organización social.
El presente artículo, trata sobre los
Las transformaciones del espacio nuevos debates del derecho a la
urbano definen la manera en la ciudad, a partir de un abordaje
que las ciudades cambian de integral atravesado por la visión
forma física, social y cultural. La analítica de lo social y lo arquitec-
acumulación de la población en el tónico. La participación de la
territorio convierte a las ciudades población en la definición, diseño
en espacios de génesis y desarro- y uso de esos espacios comunes,
llo de las problemáticas propias de integra los intereses sociales de
la sociedad moderna, donde los manera más pertinente desde el
conflictos sociales se presentan sentido de lo público y el ejercicio
cotidianamente (Harvey, 2013). de la ciudadanía. Resignificar el
Vivimos en ciudades sometidas a derecho a la ciudad, obliga a com-
la dinámica de la modernización y prender que el “urbanismo es
el consumo, cuyas consecuencias local. Cada ciudad tiene una espe-
son la deshumanización del espa- cificidad propia y los marcos políti-
cio y la fragmentación de la cos y jurídicos son de ámbito esta-
ciudad. Poco a poco, nos hemos tal y local”, (Llop, JM. & Vivanco, L.
acostumbrado a las inequidades 2017), por lo tanto el urbanismo

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como lo plantearon Lefebvre de las ciudades y trataba de resca-
(1976) y Borja (2009), es una condi- tar al ser humano como protago-
ción necesaria de la buena política nista de la ciudad que él mismo ha
urbana, y “[….] cada época debe construido. La ciudad no es
reconstruir el urbanismo como simplemente un proceso esponta-
política, teniendo presente que los neo o mecánico sino todo lo
procesos sociales, económicos, contrario, es un proceso delibera-
tecnológicos y culturales son do que busca responder a las
globales”, (Borja, J. 2009). necesidades humanas. En este
sentido, la ciudad es una realidad
Repensado el derecho a la sociopolítica y como tal, va más
ciudad allá de las casas, calles, edificios,
puentes, es la expresión de un
El Derecho a la Ciudad no es una conjunto de ciudadanos que cons-
propuesta nueva, “es un concepto tituyen esa realidad.
multidimensional, articulador local
de todos los derechos constitucio- Por su parte, Hardt, M. & Negri, A.
nales y, a la vez, un movilizador (2013) sostienen que hoy la ciudad
social y objeto de la acción guber- representa el «espacio de lo
namental a nivel de los espacios común» y, por consiguiente, la
urbanos” (Brenes, M.; Paniagua, base territorial para la acción
L.; Sánchez, A.; Mata, C.; Rojas, colectiva. Es un territorio en dispu-
M., 2014). Henri Lefebvre, filósofo ta; el ejercicio del Derecho a la
y geógrafo francés enunció que Ciudad “no implica únicamente el
entre los derecho básicos de los derecho a ocupar la ciudad, sino
ciudadanos, junto al derecho de también a transformarla a través
libertad, trabajo, salud o educa- de acciones, y según las necesida-
ción se debía incluir el Derecho a des” (Lefebvre, citado por Harvey
la Ciudad; es decir, el derecho de 2008). Como afirma Harvey “[…] el
los ciudadanos a vivir en territorios tipo de ciudad que queremos no
propicios a la convivencia y plurali- puede separarse del tipo de
dad de usos diversos, y en los personas que queremos ser, del
cuales los equipamientos públicos tipo de relaciones sociales que
sean factores de desarrollo colecti- pretendemos, de las relaciones
vo e individual. “El derecho de con la naturaleza que apreciamos,
todos a disfrutar de un entorno del estilo de vida que deseamos y
seguro que favorezca el progreso de los valores estéticos que respe-
personal, la cohesión social y la tamos; el derecho a la ciudad es
identidad cultural”. Lefebvre se por tanto mucho más que un dere-
oponía así, a la “deshumanización cho de acceso individual a los

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beneficios urbanos; sino que impli- nuevas maneras de pensar la
ca un derecho a cambiar y reinven- tenencia y el uso del suelo urbano.
tar la ciudad, lo que depende “Este planteamiento promueve el
inevitablemente del ejercicio de reconocimiento de la función
un poder colectivo sobre el proce- social de la tierra y aprovecha las
so de urbanización”, (Harvey, capacidades de las comunidades
2012). urbanas en la identificación y
formulación de alternativas a las
No se trata de retornar a la ciudad intervenciones de desarrollo
tradicional, sino de recuperar los actuales”.
elementos tangibles e intangibles
de la ciudad donde sus habitantes El Derecho a la Ciudad es insepa-
comparten espacios para el desa- rable del concepto de justicia
rrollo de sus actividades, donde se social y debe ser incorporado en
construyen los proyectos de vida las diferentes actividades que los
personal y colectiva, donde se gobiernos locales desarrollan,
desarrolla una historia común, y explícitamente en los instrumentos
también una memoria común; y, de la política pública. El punto
donde hay una exigencia por clave para el desarrollo de políti-
garantizar una buena vida urbana cas, planeamiento y proyectos de
para todos. En la actualidad, el desarrollo urbano recae en el
urbanismo, en muchas ocasiones, Estado central y en los gobiernos
ha sido reducido alrededor de la locales que deben promover la
categoría consumo colectivo, inclusión y la justicia social en las
especialmente en las ciudades que ciudades. No existen fórmulas
crecen sin ningún proceso de únicas de implementación del
planificación urbana, donde el Derecho a la Ciudad, cada contex-
desorden, la especulación inmobi- to social, cultural, ambiental,
liaria, la violencia, la contamina- económico y político debe ser
ción, la intolerancia han ganado evaluado para encontrar mecanis-
terreno. Salazar (2017), señala que mos propios que lleven a consoli-
hablar del derecho a la ciudad es dar este derecho; tales mecanis-
mucho más que un derecho de mos deben incluir herramientas
acceso a los recursos que la ciudad específicas, con enfoque de inter-
provee y almacena, es también el vención territorial además de ser
derecho a cambiar y reinventar la articuladas por el poder público.
ciudad de acuerdo con nuestros
deseos; adicionalmente Llop, JM. Ecuador es uno de los pocos
& Vivanco, L. (2017), sustentan que países en Latinoamérica que inclu-
el Derecho a la Ciudad requiere ye en su Constitución, el derecho a

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la ciudad que “representa la ca, transparencia y rendición de
garantía del acceso equitativo a cuentas.
los beneficios de vivir en una c) La función social y ambiental de
ciudad, la posibilidad de construir la propiedad que anteponga el
participativamente los asuntos de interés general al particular y
esa ciudad y el cumplimiento de garantice el derecho a un hábitat
los derechos humanos para quie- seguro y saludable” (Ley Orgánica
nes habitan la misma” (Artículo de Ordenamiento Territorial, Uso y
31); éste incluye, por tanto, todos Gestión de Suelo, 2016).
los derechos económicos, socia-
les, culturales, ambientales, civiles El Derecho a la Ciudad puede
y políticos que están reglamenta- sintetizarse en dos afirmaciones: el
dos en los tratados internacionales derecho a no ser excluido y el vivir
de los Derechos Humanos. El dignamente sin discriminación
marco legal nacional, con miras a alguna independiente del género,
procurar la efectividad de los dere- edad, colectividad a la que se
chos constitucionales de la ciuda- pertenezca o de cuestiones socia-
danía, ha establecido dentro del les, económicas, educativas, cultu-
ejercicio de los derechos de las rales o cualquier otra. Esto supone
personas sobre el suelo: el dere- que al modelo de exclusión se
cho a un hábitat seguro y saluda- debe contraponer un modelo
ble; a una vivienda adecuada y inclusivo, de integración social y
digna; a la participación ciudadana territorial, igualdad de oportunida-
y a la propiedad en todas sus des para el disfrute de los bienes,
formas. El Ecuador consagra en su servicios y recursos que ofrecen las
marco constitucional el derecho ciudades posibilitando el ejercicio
humano a la ciudad y este com- real de los derechos.
prende:
Factores restrictivos e impulso-
a) “El ejercicio pleno de la ciuda- res del derecho a la ciudad.
danía que asegure la dignidad y el
bienestar colectivo de los habitan- Los espacios son territorios de
tes de la ciudad en condiciones de encuentro, diálogo o interacción
igualdad y justicia. que funcionan como escenarios de
b) La gestión democrática de las acción social, política y cultural.
ciudades mediante formas directas Los espacios públicos son espa-
y representativas de participación cios simbólicos, contenedores de
democrática en la planificación y significados, donde la sociedad se
gestión de las ciudades, así como visibiliza, se deja ver e influenciar a
mecanismos de información públi- la vez. Todas y todos tenemos

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derecho a estar en el espacio les organización basadas en un
público para participar activamen- poder vertical que muchas veces
te del intercambio cultural, de los impone su voluntad. La debilidad
procesos de cohesión social y de la de las organizaciones territoriales
diversidad de aprendizajes prácti- no fomenta la apropiación del
cos que ahí se generan. espacio y, por tanto, restringe el
derecho a la ciudad.
Salazar, A. & otros (2019) profundi-
zan el análisis de los factores b) Inclusividad y seguridad: El
restrictivos e impulsores del dere- derecho a la ciudad implica que
cho a la ciudad y enfatizan que los espacios puedan ser diseñados
“los espacios públicos son territo- y ocupados por todas las personas
rios en disputa; por lo tanto, uno sin distinciones; la inclusividad se
de los factores importantes para considera como factor impulsor,
impulsar el derecho a la ciudad para ello es necesario que el espa-
constituye el sentido de pertenen- cio disponga de elementos que
cia al territorio y el empodera- garanticen visibilidad y accesibili-
miento que los habitantes desarro- dad asegurando la diversidad
llamos, no como apropiación del social, generando una percepción
uso exclusivo de ese espacio, sino de inclusión para los diversos
como capacidad de hacer, ocupar, grupos sociales y sus condiciones
transformar y decidir sobre él”. físicas, culturales, étnicas, sociales.
Entre los factores que restrieguen En muchos espacios públicos
e impulsan podemos citar: existen barreras que impiden el
ingreso a la población por sus
a) Organización social: que garan- dificultades de acceso o porque
tiza que los procesos de toma de aún perviven comportamientos
decisiones sean incluyentes, de sociales conservadores y excluyen-
modo que las políticas, las leyes, tes, sobre todo cuando se trata de
los procedimientos y las decisio- personas que no son del sector: se
nes relativas a los procesos de los mira bajo sospecha. La seguri-
panificación del desarrollo y el dad, por su parte, constituye un
ordenamiento territorial, reflejen indicador compuesto por factores
de manera adecuada los derechos, impulsores y restrictivos, los prime-
las necesidades y las aspiraciones ros se refieren al control de la
de aquéllos que serán afectados. delincuencia, a la presencia de
Este es un factor que impulsa el guardias, cámaras de vigilancia,
ejercicio de una ciudadanía activa; buena iluminación y buen mante-
sin embargo, la cultura política nimiento del mobiliario urbano;
tiende a replicar formas tradiciona- pero sobre todo lo que genera la

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percepción de seguridad es el uso considerado como un factor
del espacio y la presencia de impulsor del derecho a la ciudad,
personas, lo que constituye el basado en el nivel de interacción
mejor factor para sentir confianza. social y relación convivencial, de
Por el contrario, la ausencia de ahí la importancia de espacios
personas, la percepción de aban- colectivos para que los procesos
dono, descuido o soledad, de identificación se produzcan a
además de la mala conexión física partir del encuentro y del cruce de
o visual a calles adyacentes invita a horizontes cognitivos. La posibili-
que la gente desarrolle una dad de que el espacio público
percepción de inseguridad. facilite el encuentro para la realiza-
ción de actividades con valor
Cabe anotar que las situaciones de social es vital para superar la
inseguridad están ligadas a varia- percepción de los espacios como
bles como el género y la edad. sitios sin importancia. El espacio
Mujeres, niños y personas de la cobra relevancia como indicador
tercera edad se sienten más vulne- impulsor del derecho a la ciudad
rables en los espacios públicos cuando, sin importar las diversida-
debido a que en la mayor parte de des, los actores pueden desarrollar
casos han sido diseñados sin tener en él actividades significativas
en cuenta sus necesidades. Hay según sus propios intereses. Así, el
quien opina que muchos de los uso de actividades comerciales
elementos de seguridad como formales o informales, actúa como
guardias y cámaras no siempre factor impulsor. Lo expresado
garantizan la percepción de segu- tiene coherencia con las afirmacio-
ridad, sino de control, lo que más nes de Ana Casal (2011) quien
bien se convierte en un elemento sostiene que “el derecho a la
restrictivo del derecho a la ciudad. ciudad es la territorialización de los
Bajo el pretexto de resguardar el derechos”. Por lo tanto, la legitimi-
espacio se aprueban normas que zación de las demandas locales y
terminan restringiendo este dere- las prácticas de las políticas territo-
cho; tanto la autoridad y como el riales requieren la territorialización
ciudadano confunden seguridad de los derechos, tales como:
con control. El derecho a la ciudad
se basa en una cultura de paz en la Derecho a la ruralidad: las áreas
que el control no tiene cabida, en rurales comienzan a cumplir
su lugar promueve la confianza y la nuevas funciones sociales, distin-
convivencia. tas a las conocidas tradicionalmen-
te como la producción y provisión
c) Espacios de vida colectiva: de alimentos, pero también proce-

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sos demográficos que impactan la locales, diseñen políticas públicas
estructura de la familia rural, y la eficaces en materia de vivienda.
configuración de tejidos urbanos
en los territorios rurales, que plan- Derecho a la centralidad, la movili-
tea nuevas interrelaciones entre lo dad y a la accesibilidad: todas las
urbano y lo rural. Es necesario áreas de la ciudad deben poseer
pensar lo rural no sólo como un lugares con valor de centralidad y
espacio aislado y caracterizado todos los habitantes deberían
por la producción primaria, sino poder acceder con igual facilidad
visualizarlo como un espacio a los centros urbanos y sus entor-
articulado e integrado de forma nos inmediatos. El derecho a
diferencial en el cual se intercalan moverse con facilidad por la
actividades del sistema económico ciudad debe universalizarse, la
productivo primario, secundario y accesibilidad de cada zona es
terciario. indispensable para los otros, y está
estrechamente vinculada a las
El derecho a un hábitat seguro y centralidades o zonas más com-
saludable y a una vivienda digna y pactas y diversificadas que ofrecen
adecuada: la gente tiene derecho más empleos y una mayor oferta
a mantener su residencia en el de servicios.
lugar donde tiene sus relaciones
sociales, en sus entornos signifi- Derecho a un medio ambiente
cantes. Por lo tanto, las autorida- sano, al disfrute y preservación de
des locales están obligadas a los recursos naturales: como dere-
proteger a las poblaciones vulne- cho a la calidad de vida integral y
rables que pueden sufrir procesos como derecho a preservar el
de expulsión por parte de las medio para las generaciones
iniciativas privadas (gentrificación). futuras. Este derecho incluye el
El derecho al hábitat y a la vivienda uso de los recursos naturales y
digna, son derechos de rango energéticos, el patrimonio históri-
constitucional; es así que nuestro co cultural y la protección frente a
ordenamiento jurídico establece las agresiones provocadas por
que el Estado en todos sus niveles contaminaciones, congestiones.
de gobierno, garantizará el dere-
cho al hábitat y a la vivienda digna Derecho a tener sistemas agríco-
y adecuada. Para que este dere- las en pequeña escala: asegurar la
cho realmente se materialice en distribución equitativa de la tierra
prestaciones concretas a favor de y la inversión pública que apoye
los más pobres es necesario que los sistemas agrícolas de pequeña
tanto el gobierno nacional como escala, incluyendo a través de

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reformas agrarias distributivas que cho a la Ciudad como un Derecho
contrarresten la concentración de Humano” permitirá la construc-
la tierra, promuevan el uso y el ción de ciudades habitables, don-
control de la tierra en forma segura de el correcto crecimiento urbano
y equitativa, apoyando a los y el adecuado andamiaje institu-
pequeños productores a través de cional sean producto de políticas
cooperativas y modelos de nego- públicas urbanas con enfoque de
cios en asociación. Derechos Humanos y con presu-
puestos públicos adecuados.
Finalmente, LLop J.M. (2013),
afirma que “el derecho a la ciudad El Derecho a la Ciudad implica el
debe empezar en el derecho al derecho al plan. Un plan debe dar
plan”; y, el derecho a que la pobla- una visión y objetivos a medio y a
ción entienda el plan porque solo largo plazo de aquello que debe
así podrá participar en su mejora, ser la ciudad. Un plan es la garan-
en su gestión y, por tanto, los tía de futuro que cristaliza las aspi-
planes serán más transparentes, y raciones de los diferentes grupos
pueden ser los instrumentos que que habitan la ciudad; por tanto,
reduzcan las restricciones e impul- debe disponer de instrumentos
sen el derecho a la ciudad. para su gestión y fiscalización que
garanticen técnica y jurídicamente
Conclusiones su implementación. La mirada y el
desarrollo de las ciudades interme-
Las ciudades son un bien común, dias como Cuenca, reclama una
por ello debemos recuperar su atención específica; porque las
naturaleza rescatándola de la lógi- ciudades intermedias son el
ca mercantil y retomando su valor núcleo del desarrollo económico,
de uso en beneficio de los habi- social o cultural al ser mediadoras
tantes, por encima de cualquier entre los servicios rurales y urba-
otra justificación. Entender la com- nos, funciones y flujos con capaci-
plejidad de las ciudades requiere dad para sostener la posición de
que la investigación en el ámbito los motores económicos regiona-
urbano no esté vinculada a la acu- les. Son ciudades protagonistas en
mulación de capital, sino que esté el siglo XXI por su importancia
orientada a garantizar derechos, a demográfica y por las funciones
democratizar la sociedad, a poten- que cumplen en el territorio; esto
ciar capacidades individuales y implica nuevas políticas e instru-
territoriales, a medir los impactos mentos de planificación, ya que las
sociales y ambientales del desa- ciudades de tamaño mediano, de
rrollo urbano. Promover el “Dere- segundo nivel y pequeñas– requie-

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ren más servicios e inversiones de el Urbanismo es una condición
para hacer frente a los cambios necesaria en la construcción de las
económicos, sociales, culturales y ciudades. Toda realidad ampliada
ambientales. del mundo actual genera la
reflexión de cómo actuar en redes,
El derecho a la ciudad podría ser las mismas que no son elementos
definido como la oportunidad de estables y visibles para todos. Por
los ciudadanos de apropiarse de la tanto, deben ser pensadas de un
ciudad. No se trata de que todas modo especial y espacial para que
las decisiones deban ser participa- puedan formar parte de los conte-
tivas, la principal regla del juego es nidos de la educación y del urba-
la corresponsabilidad social, nismo.
entendida como lo pensamos y lo
hacemos juntos, en el marco de El derecho a la ciudad se imbrica
una democracia deliberativa que en la capacidad de provocar un
demanda nuevas relaciones entre movimiento democratizador que
autoridades y habitantes, y el diá- luche por ciudades pensadas en la
logo sobre la definición de las polí- gente. Existe una escasa identifica-
ticas públicas. De otra manera, los ción de los habitantes con los
derechos fundamentales seguirán espacios públicos, lo que debilita
confundiéndose con favores y las su sentido de pertenencia y posibi-
garantías ciudadanas con conce- lidad de apropiación y de la acción
siones clientelares. El derecho a la social sobre el derecho al ejercicio
ciudad, implica la posibilidad de ciudadano. Esta cultura política
construir un imaginario de la afecta a la organización social de
ciudad en la que queremos vivir, los actores y gira en torno a temas
rechazar la comodidad de pensar concretos y no al interés colectivo.
únicamente en el bienestar propio De ahí la urgencia de reconstruir
y desentenderse del malestar de relaciones, sostener solidaridades,
los otros. fortalecer la identidad local y el
sentido de proyecto colectivo. La
Una de las prerrogativas de la Ciu- ciudad en la que vivimos marca lo
dad es el derecho al Plan, en don- que somos y lo que podemos ser.

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Bibliografía

Borja J. “Revolución urbana y derechos ciudadanos” (2013).

Harvey, D. 2008. “The Right to the City” in New Left Review53. Downloaded
October 2, 2015: http://newleftreview.org/II/53/david-harvey-the-right-to-the-city
Harvey, D. 2012. Ciudades rebelde, del derecho a la ciudad a la revolucion urba-
na.Madrid: Akal.

Lefebvre, H. Revista Sociedad Urbana. Urbanismo y cotidianidad, Ed. ECU, 1996.

Lefebvre, H: La apropiación del espacio. Ciudad, espacio y sociedad (TD, 1995).

Lefebvre, H. (1976). Espacio y política. Barcelona: Península.

Salazar, A. (2017). “El riesgo del crecimiento urbano bajo la urbanización planeta-
ria”. Revista Coyuntura • No. 21, pag: 78-85. Universidad de Cuenca.
M. Hardt y A. Negri: Commonwealth, Harvard University Press, Cambridge, 2009,
p. 250.

15
ENTENDER EL TERRITORIO ECUATORIANO,
esbozo para diseñar un modelo de abordaje
Luis Tapia, Ph.D.
Docente de la Carrera de Sociología, Universidad de Guayaquil
lucho_tapia_c@yahoo.es

Resumen:

Las regiones son aglomerados sinérgicos, estructuras sistémicas en las


que participan empresas, centros de ciencia y tecnología, universidades,
asociaciones gremiales, sindicales y otras, e instituciones del aparato es-
tatal. La regionalización de la economía ecuatoriana, con la creación de
ejes productivos supra provinciales, está generando nuevas identidades
que van a superar las de tipo provincial. La acelerada urbanización de
ciertos ámbitos territoriales ecuatorianos, también está cambiando la
configuración del territorio. Hay un continuo urbano que involucra más de
un cantón, el de conurbaciones como viene sucediendo con las ciudades
más grandes del país. Hay una nueva configuración territorial, pues están
surgimiento micro ciudades que surgen en las regiones económicamente
más dinámicas del país, tienen producciones para el mercado interno y la
agro exportación. Hay un modelo en proceso de elaboración que quere-
mos mostrar, el que permite jerarquizar ciudades como ejes nodales de
regiones, que crecen y se consolidan como ejes sinérgicos en donde se
da y se consolida el desarrollo. Hay una jerarquía de ámbitos territoriales
por las funciones que cumplen en esta nueva geografía del desarrollo,
dependiendo de tamaño poblacional, importancia económica y localiza-
ción espacial.

Palabras clave:

Análisis regional, región, regionalización, territorio, urbanización.

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Introducción están unidos por vías que vinculan
áreas productivas, centros admi-
En la perspectiva de diseñar el nistrativos, financieros y académi-
abordaje y propuestas de gestión cos y puertos para la exportación.
del territorio ecuatoriano, nuestra Los aglomerados sinérgicos en la
reflexión teórica parte de la verifi- región geográfica sierra están liga-
cación de la aglomeración del de- dos a las ciudades, cuyo proceso
sarrollo económico en ciertos ám- de urbanización es más antiguo,
bitos o fajas del territorio, denomi- ligado a las economías agrícolas
nados aglomerados sinérgicos1. para el mercado interno. De ciuda-
Los aglomerados sinérgicos son des mercado para productos agro-
estructuras sistémicas, en las que pecuarios y centros administrati-
participan empresas, centros de vos, evolucionan incorporando ac-
ciencia y tecnología, universidades tividades manufactureras, indus-
y gremios, sindicatos, e institucio- triales y servicios (educativos, sa-
nes del aparato estatal en algunas lud y financieros). Más contempo-
de sus múltiples funciones y nive- ráneamente los pequeños valles
les de operación2. Los aglomera- con disponibilidad de tierras de
dos sinérgicos muestran “afinida- calidad, agua de regadío y pota-
des territoriales”3, no surgen ni por ble, electricidad, vías, telecomuni-
azar ni resultan por generación es- caciones y cercanía con los aero-
pontánea, crecen y se consolidan puertos de Quito, Latacunga y
a partir del papel inductor y catalí- Cuenca, se incorporan a la agro
tico de uno o varios actores, de los exportación de productos no tra-
cuales el aparato estatal tiene un dicionales de horti-floricultura de
papel privilegiado, por su capaci- clima templado. Los aglomerados
dad normativa, disponibilidad de sinérgicos en la región geográfica
información, control de recursos costa siguieron el patrón de la ex-
materiales y disponibilidad de pansión económica ligada a los
legitimidad para crear consensos. períodos de bonanza exportadora
del cacao y banano primero, pe-
Los aglomerados son producto de tróleo después y contemporánea-
la dinámica económica ligada a mente con la maricultura del ca-
procesos productivos, los cuales marón, palma aceitera y la hor-
1/
Porter, M., La ventaja competitiva de las naciones, FCE, México, 1991.
2/
Ferraro, Carlos, Clústeres y políticas de articulación productiva en América Latina. CEPAL,
Santiago 2010.
3/
Boisier, S., Crónica de una muerte frustrada: El territorio en la globalización, publicado por
DRd – Desenvolvimento Regional em debate (ISSN 2237-9029) Ano 4, n. 1, p. 200-241, jan.
/jun. 2014.

17
ti-fruticultura, cuya producción se el cual se convierte en una herra-
concentra en ciertos ámbitos terri- mienta teórica y metodológica de
toriales que se especializan en su abordaje del territorio ecuatoria-
producción. Los aglomerados no. La perspectiva es que el uso
sinérgicos en la región geográfica del modelo permita reinterpretar
de la amazonia surgieron ligadas a el problema del desarrollo territo-
las actividades de exploración y rial a nivel nacional.
explotación petrolera en las pro-
vincias de Sucumbíos y Orellana Desarrollo
desde los años 70s del siglo pasa-
do. Están involucradas las áreas de El modelo de análisis regional pre-
pozos y ductos, los campamentos senta cuatro niveles de ámbitos te-
y demás facilidades locativas, las rritoriales de tipo regional:
vías de transporte, y los centros ur-
banos que reciben influencia di- • Polo de crecimiento, de nivel
recta de la explotación, como pro- macro regional, donde predo-
veedores de alimentos, servicios y minan las funciones secundarias,
mano de obra. terciarias y cuaternarias, tam-
bién hay actividades primarias;
De la observación y análisis de los • Centros de crecimiento, de nivel
aglomerados sinérgicos, podemos regional, donde predominan las
deducir que: funciones secundarias, hay fun-
ciones terciarias, también hay
• La red vial es el vínculo funcional actividades primarias;
de territorio, población, servi- • Centro de crecimiento, de nivel
cios a la población y actividades micro regional, donde predomi-
productivas; nan las funciones primarias y de
• La concentración demográfica procesamiento;
sobre el territorio, sigue la con- • Centros de servicio, de nivel lo-
centración de las actividades cal, predominan las actividades
económicas modernas; primarias de tipo agropecuario;
• La concentración de la pobla-
ción, la infraestructura disponi- Funciones primarias son activi-
ble y la producción asumen un dades productivas de explota-
patrón de poblamiento con ción de recursos naturales, en
efecto difusor en el territorio, a agricultura, ganadería, minería,
partir de los ejes de sinérgicos. acuicultura y pesca;

Ahora expondremos el modelo Funciones secundarias son acti-


interpretativo de análisis regional, vidades productivas industria-

18
les, manufactureras y de la cons-
trucción; El crecimiento urbano involucra a
todos los centros urbanos que ab-
Funciones terciarias son activi- sorben población, por diversifica-
dades productivas de servicios, ción de sus actividades producti-
de comercio, transporte, comu- vas y una mejora generalizada de
nicaciones; servicios financieros, los servicios, que atrae población
comunales, sociales y persona- migrante.
les;
Guayaquil tiene 2.526.927 habi-
Funciones cuaternarias son las tantes, pero si consideramos el
actividades ligadas a la investi- área conurbada que forma el Gran
gación, desarrollo científico y Guayaquil (Cantones Guayaquil,
tecnológico, y la innovación. Se Durán y Samborondón) tiene
expresa en la ecuación I+D+i4. 2.654.274 habitantes (Censo INEC
2010). Quito tiene 2.239.191 habi-
Polo de crecimiento de nivel na- tantes, pero si consideramos el
cional área conurbada que forma el Dis-
trito Metropolitano tiene
En el vértice de la pirámide de los 2'597.989 (Censo INEC 2010).
ámbitos territoriales de tipo regio- Guayaquil es la ciudad más impor-
nal están los polos de crecimiento tante de la región costa y Quito es
de nivel nacional. Los núcleos ur- la ciudad más importante de la re-
banos de los polos de crecimiento gión sierra. Las dos ciudades por
tienen entre 600 mil y de tres mi- su peso demográfico y económico
llones de habitantes5. son las áreas urbanas más impor-
tantes del país.
Los polos de crecimiento son las
ciudades de Quito, Guayaquil, El polo Quito, capital político-ad-
Cuenca y Manta, que conforman ministrativo del país, tiene influen-
macro regiones. Estas ciudades cia en la sierra centro al norte con
tienen peso demográfico, econó- las provincias de Chimborazo, Tun-
mico, cultural y político. gurahua, Bolívar, Cotopaxi, Pichin-

4/
Investigación, desarrollo e innovación.
5/
El rango de población y de tamaño territorial que establecemos para cada nivel de polo de
crecimiento es flexible, porque la identidad del polo no depende solamente del volumen
poblacional y su superficie en Km2, sino de las funciones que cumple y la calidad de esas
funciones porque hay regiones en ascenso, en retroceso y regiones con problemas especia-
les.

19
cha, Imbabura y Carchi. Influye en país, tiene una fuerte influencia en
la costa en la provincia de Santo la ciudad de Azogues de la provin-
Domingo de los Tzachilas y en me- cia de Cañar y menor en Loja.
nor medida en la región de Esme- Influye en la Amazonía en las pro-
raldas, en la que confluyen las vincias de Morona, de directa
influencias de las regiones de Gua- influencia de Cuenca, y Zamora de
yaquil y Manta. El polo Quito influ- directa influencia de Loja.
ye en la región geográfica amazó-
nica en las provincias de Sucum- Cuenca es un poblamiento de ori-
bíos, Napo y Pastaza. gen colonial, con una estructura
urbana consolidada e influencia
El polo Guayaquil, puerto principal socio-cultural en el sur del país y la
y centro económico y financiero de provincia de Morona Santiago en
mayor envergadura del país, es eje la Amazonía; de una ciudad merca-
regional. Conjuntamente con Ma- do y administrativa, evolucionó a
chala hace una región económica, un polo de desarrollo con sectores
tiene influencia en la región geo- productivos secundarios, terciarios
gráfica costa desde el sur en las y cuaternarios. La principal limita-
provincias de El Oro, Los Ríos y ción para el crecimiento de Cuen-
Manabí. Compite en influencia con ca, es el crecimiento de Guayaquil
Quito en la región de Esmeraldas. y Quito, los dos polos urbanos más
El polo Guayaquil, hace unidad importantes del país, los cuales
económica con las ciudades agra- concentran la mayor parte del apa-
rias de Milagro, Daule y Santa Ele- rato productivo y la población.
na, Babahoyo en la provincia de
Los Ríos y Machala en la provincia El esquema tripartito de distribu-
de El Oro. Guayaquil también ción de polos de crecimiento entre
influye en los territorios tropicales Quito, Guayaquil y Cuenca, está
y subtropicales del piedemonte de siendo modificado por la irrupción
la cordillera de Los Andes pertene- del eje nodal y asociativo de Man-
cientes a provincias de Cotopaxi, ta en la provincia de Manabí, que
Bolívar, Chimborazo, Cañar y por su tamaño, volumen poblacio-
Azuay en la región geográfica sie- nal, equilibrio intersectorial, dina-
rra. Influye en Loja, aunque no ten- mismo de las actividades econó-
gan frontera común. micas y actividad exportadora, ha
adquirido su propio peso. El eje
El polo Cuenca, tiene como princi- conurbano Eloy Alfaro hay 576.796
pal ciudad Cuenca con 329.928 habitantes (Censo INEC 2010)
habitantes (INEC 2010), que es la comprende las ciudades de Man-
principal ciudad de la sierra sur del ta, Montecristi y Portoviejo que

20
forman un continuo urbano, Eloy financiero, tecnológico, industrial y
Alfaro, es un continuo urbano, de de investigación científica y tecno-
los más grandes del país, no solo lógica de su macro región y con
por la gran superficie que ocupa, efectos en todo el país. Estas ciu-
sino por su volumen poblacional y dades seguirán disponiendo de
potencial productivo para cubrir actividades productivas en su se-
demandas del mercado nacional y no; especialmente, actividades
la exportación. modernas en la industria, financie-
ras, servicios de alta tecnología e
Los polos de crecimiento tienen investigación científica y desarrollo
funciones terciarias y cuaternarias. tecnológico.

Terciarias son para la dotación de Centro de crecimiento de nivel


servicios especializados con activi- regional
dades de comercio, transporte,
procesamiento, tele comunicacio- Los centros de crecimiento contie-
nes y financieros; nen población entre 40.000 y 600
mil habitantes, dependiendo de la
Cuaternarias son para las activida- etapa de la economía regional. Los
des de, investigación, desarrollo centros de crecimiento tienen co-
científico y tecnológico e innova- mo función principal la manufactu-
ción (I+D+i)6 para alimentar el pro- ra, procesamiento y los servicios
ceso productivo primario, secun- especializados dentro de los ejes
dario y terciario; regionales y en menor medida las
actividades primarias
Las funciones secundarias de pro-
cesamiento y manufactura son re- Los centros de crecimiento crecen
levantes, pues la mayoría de las y se consolidan como ámbitos re-
empresas de mayor tamaño, me- gionales definidos, identificados a
dianas y grandes, están instaladas partir de ejes tripolares, bipolares
en las ciudades de Quito, Guaya- o polares. Son ejes tripolar el de
quil, Cuenca y Manta. Santo Domingo-Quevedo-Quinin-
dé y el de Ibarra-Otavalo-Cotaca-
Las cuatro ciudades son el corazón chi. Son ejes bipolares el Guaya-

6/
Castells, M., dice que hay una revolución de la tecnología de la información, que ha permiti-
do el surgimiento del Infomacionalismo como nueva base para la generación de riqueza. La
generación de riqueza, el ejercicio del poder y la creación de códigos culturales dependen
de la capacidad tecnológica de las sociedades y de las personas. Las tecnologías de la
información son la base de la reestructuración económica de la sociedad. En el texto
“Entender nuestro mundo”. Alianza Editorial, 1997.

21
quil-Machala, Manta-Portoviejo, Centro de crecimiento de nivel
en la región geográfica costa y subregional
Ambato-Riobamba en la región
geográfica sierra. Son ejes mono Los centros de crecimiento de
polares los del Puyo, Tena y Lago nivel subregional engloban un nú-
Agrio en la Amazonía. mero determinado de puntos de
crecimiento para atender una po-
Así, en el eje regional Ambato-Rio- blación entre 10.000 y 40.000 ha-
bamba, las dos ciudades crecen y bitantes. Los centros de crecimien-
se consolidan como centros de to abarcan una micro región y co-
crecimiento, con relaciones de mo tal es un seccionamiento de la
competencia en unos casos y de región vista como el ámbito de co-
complementariedad y especiali- bertura de la influencia de un eje
dad funcional en otros. regional; se acerca al concepto de
ciudad-mercado, característica
El mercado para la producción de que comparte parcialmente con el
los centros de crecimiento es todo centro de crecimiento de carácter
el territorio del eje regional e inclu- regional.
sive todo el territorio nacional. En
las ciudades mayores de los cen- Los centros de crecimiento de
tros de crecimiento se instalan ser- nivel subregional corresponden a
vicios bancarios, de transporte, ciudades de menor tamaño dentro
educativos (incluidas universida- de los ejes regionales y están lla-
des regionales), servicios de salud mados a ser centros urbanos
de tercer nivel (hospitales regiona- subregionales innovadores e im-
les) y oficinas de servicios especia- pulsores.
lizados gubernamentales y priva-
dos para servir las áreas urbanas y Los centros de crecimiento están
rurales de toda la región. unidos a otros centros equivalen-
tes y otros mayores, mediante vías
Los centros de crecimiento son los de comunicación, según una es-
consumidores de manufacturas tructura jerarquizada de nodos y
producidas en los polos de creci- redes, que expresa una compleja
miento (las ciudades mayores de red de relaciones de producción,
Quito, Guayaquil, Cuenca y Man- mercado, finanzas, socio-culturales
ta) y productos agropecuarios pro- y psicosociales de vinculación cor-
ducidos en los puntos de creci- porativa y liderazgos.
miento y centros de servicio del
nivel local. Por su propia naturaleza los cen-

22
tros de crecimiento son agroindus- miento de hace muchos años, hoy
triales y de servicios especializa- son solamente puntos de servicio
dos, especialmente en la costa; en de nivel local, porque cambiaron
la sierra, tienden a ser más diversi- los patrones de urbanización, de
ficados con agroindustria, artesa- movilidad ocupacional y de nece-
nía, y otras actividades como mi- sidades de la población, porque
nería y turismo. perdieron población, importancia
económica, o se agotaron los re-
En el eje regional Ambato-Rio- cursos naturales que dieron sus-
bamba, centro de crecimiento son tento a las actividades productivas
las ciudades de Baños y Pelileo en micro regionales.
Tungurahua y Guano en Chimbo-
razo. En la costa encontramos una Una ciudad secundaria micro re-
tupida red de centros de creci- gional, es centro de crecimiento, si
miento con la categoría políti- tiene actividades productivas ejes,
co-administrativa de cantón. La ur- especializadas y dirigidas al merca-
dimbre es proporcionalmente más do nacional o la exportación. Por
estrecha en aquellos ámbitos terri- ejemplo, la ciudad de Baños en la
toriales en los que hay más dina- provincia de Tungurahua es un
mismo en las actividades producti- centro de crecimiento basado en
vas. Esta urdimbre es estrecha en el turismo, aunque también hay
las provincias de El Oro y la provin- actividades hortícolas, avícolas y
cia de Guayas (a excepción de la artesanales; Pelileo también en
península Santa Elena), es menos Tungurahua es un centro de creci-
estrecha la urdimbre en Manabí y miento basado en la manufactura
lo es menos aun en la provincia de del vestido, especialmente de la
Esmeraldas. En la sierra la espacia- fabricación de ropa tipo jeans;
lización es aún mayor, limitada por Guano en la provincia de Chimbo-
la orografía del territorio, a excep- razo, en cambio es un centro de
ción de los valles intensamente crecimiento de gran dinamismo
cultivados, cuya producción hortí- basado en la manufactura de
cola y florícola, satisface el merca- alfombras, calzado y confecciones
do interno y es exportada. en cuero, por ello juega adecuada-
mente el rol de centro de difusión
El centro de crecimiento se define en su entorno territorial, porque ha
por la función que ocupa en la di- desarrollado una serie de servicios
námica regional, muchas veces especializados de información, di-
independientemente del volumen fusión tecnológica, provisión de
poblacional y la antigüedad del insumos, finanzas y comercializa-
centro poblado. Centros de creci- ción. Una región integrada por

23
centros de crecimientos dinámicos nal (Ambato, Riobamba, Ibarra,
y saludables, tiende a generar re- Portoviejo y Machala, entre otros)
giones saludables y equilibradas. están urbanizando la vida rural,
lugares en los cuales se combinan
Centro de servicio de nivel local actividades agropecuarias para los
mercados regionales y manufactu-
Los centros de servicio de nivel lo- reras, especialmente de fabrica-
cal, son centros de actividad que ción de muebles metálicos y de
sirven a una población entre 5.000 madera, confecciones, calzado,
hasta 10.000 personas. Por tama- construcción, mantenimiento y re-
ño poblacional podría correspon- paración de maquinaria, entre
der al nivel de cantón en unos ca- otros.
sos y de parroquia o recinto en
otros. A partir de poblamientos de Conclusiones
5 mil habitantes hay ciertas carac-
terísticas urbanas, un patrón de ca- Hay una evidente articulación del
lles; servicios comerciales, manu- tema de la gestión del territorio
factureros, transporte telecomuni- con las oportunidades de desarro-
caciones, recreativos, escolares y llo local y regional. No obstante la
salud, entre otros; sitios de merca- importancia del tema en Guaya-
do para negocios y edificios públi- quil y la región costa no hay un es-
cos. Son los centros de servicio lo- tatuto intelectual definido sobre el
cal los que mejor están habilitados tema. Todavía no es un tema para
para ser centros de servicios a los el estudio y el debate. De vez en
grupos y comunidades rurales. Un cuando arrecia el debate de algu-
Centro de Servicios de nivel local nos temas relacionados, cuando
es un punto focal para el intercam- por ejemplo el Municipio de Gua-
bio social, desde el cual se comu- yaquil y el Partido Social Cristiano
nican ideas y se difundir informa- demandan más autonomía y recur-
ción y tecnología para las activida- sos al Gobierno Nacional. En el
des productivas, dirigidas a pe- debate se abordan algunos tópi-
queñas industrias; procesadoras cos que desaparecen rápidamente
de insumos, producción agrope- de los medios cuando las relacio-
cuaria y de minerales. nes del Gobierno Nacional y el
Gobierno Municipal de Guayaquil
Los centros de servicio de nivel lo- vuelven a su cauce.
cal cercanos a los polos de creci-
miento de nivel nacional (Quito, Se necesita el estatuto académico
Guayaquil, Cuenca y Manta) y cen- para el debate sobre el manejo del
tros de crecimiento de nivel regio- territorio, que incluye el tema re-

24
gional. En países de la órbita lati- creado institutos de investigación,
noamericana se debate sobre des- han financiado estudios y publica-
centralización, regionalización y ciones, han organizado coloquios
autonomías, por ejemplo en Chile, nacionales e internacionales e
Argentina y Colombia. Estas expe- inclusive han creado programas
riencias han arrojado una literatura formativos de post grado sobre
de gran calidad académica. Las estos temas.
universidades de estos países han

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25
QUITO: UNA ORGANIZACIÓN TERRITORIAL EN LA
QUE SE EXPRESAN CARACTERÍSTICAS ESPECULATIVAS
EXCLUYENTES EN LA DÉCADA DE 19801
Raúl Zhingre
Profesor del Departamento de Ciencias Sociales, Escuela Politécnica Nacional

Introducción Así, la crisis generalizada del


Ecuador, va a constituirse en una
Entre la década de 1970 y 1980, el manifestación directa del estado
Ecuador fue escenario de tres crítico de la ciudad de Quito, que
períodos. En primer lugar, el perío- deja preocupantes secuelas de
do de Industrialización Sustitutiva decaimiento de esta ciudad duran-
de Importaciones-ISI, que encuen- te la década de 1980. En este mar-
tra posibilidades de desarrollo en co, el objetivo del presente artícu-
el marco de la dictadura militar de lo es analizar a Quito y destacar
inicios de los setenta y los recursos sus rasgos más característicos,
generados por el boom petrolero; prestando atención a la organiza-
en segundo lugar, el mini período ción territorial de esta urbe en la
que va desde 1979 a 1982, que se que se expresaron características
inicia con el llamado “retorno a la especulativas y excluyentes. Por
democracia”, en el que se busca último, el artículo, se inscribe en el
conjugar un modelo desarrollista marco de la historia urbana y las
con una institucionalidad demo- fuentes revisadas corresponden a
crática. Y, finalmente, a partir de documentos del Municipio de Qui-
1982-1990, el período de crisis en to y la prensa de la época.
el Ecuador que se constituyó en un
fenómeno de indudable magnitud La política urbana
global, que afectó a todas las esfe-
ras de la sociedad. Por su profun- La crisis de los años 80, en Ecua-
didad y por las consecuencias que dor, llevó al Municipio de Quito a
provocó, es considerado como un revisar su estrategia de interven-
período crítico en la historia ecua- ción sobre la capital, establecién-
toriana de finales del siglo XX. dose que la política urbana duran-
1/
El análisis de esta investigación tiene que ver con una investigación doctoral más amplia, en
desarrollo desde 2017, en la Universidad Pablo de Olavide (España), el cual, a su vez, toma
varios puntos de referencia de un proyecto investigativo llevado a cabo por el Área de Historia
de la Universidad Andina Simón Bolívar, Sede Ecuador, con el apoyo del Municipio de Quito,
en el 2015. En este proyecto, el autor del presente artículo participó como investigador.

26
te la mayor parte de la década, se con el encuadre geográfico de la
erigió en una organización urba- ciudad, es decir la topografía
na-territorial que se afirmó en un impuso ciertos modos y formas de
modelo de crecimiento físico lon- crecimiento, pues desde el punto
gitudinal, en el que la crisis del de vista físico, Quito está localiza-
período, la economía de libre do en la Cordillera de los Andes
competencia, la modernización ecuatoriales, cuyos puntos de altu-
desde el punto de vista comercial ra de la ciudad, se encuentran
y financiero, el incremento del entre los 2.800 y 2.400 metros
capital inmobiliario, las intensas sobre el nivel del mar (msnm),
migraciones del campo a la ciudad situación que favorece a una diver-
y el crecimiento poco compacto y sidad de microclimas que dan
disfuncional de la ciudad, le impu- origen a un valle longitudinal con
sieron las funciones y la adapta- un sistema ecológico y físico diver-
ción a ella. En este escenario, la so. Así también un clima, cuya
política de urbanización de Quito temperatura media es de 13 y 15
va a tener tres características. En grados centígrados, por lo que es
primer lugar, una organización conocida como una ciudad de
territorial en la que se expresan clima primaveral, razón que la
características especulativas exclu- hace atractiva para ser habitada.
yentes; en segundo lugar, la desar- Adjunto a Quito se encuentra una
ticulación de la estructura urbana a región de tierras cálidas con un
nivel social. Y, en tercer lugar, el clima subtropical como los valles
Municipio y la pérdida de su con- de Los Chillos ubicado en la parte
dición de administrador de la suroriental y Tumbaco-Cumbayá,
ciudad. Dado el número limitado localizados en el nor-oriente de la
de hojas que corresponde a este ciudad. Estos dos últimos valles
artículo, nos ocuparemos de la son conocidos por su agradable
primera característica. clima y por ser zonas residenciales
exclusivas de los sectores de altos
Una organización territorial en la ingresos de la ciudad.
que se expresan características
especulativas excluyentes En la composición geográfica me-
tropolitana de la ciudad influye la
La intensificación, dispersión y presencia de doce volcanes,2 y en
ocupación del suelo tiene relación lo referente a la ciudad de Quito,

2/
Los volcanes son: Antizana, Sincholagua, Cotopaxi, Pululagua, Guagua Pichincha, Atacazo,
Corazón, Mojanda, Ilaló, Pasochoa y Rumiñahui. De los volcanes enumerados, siete son
potencialmente activos.

27
destaca el volcán Pichincha, cons- de 2.800 msnm, es ocupada des-
tituyendo el límite oeste de la de el punto de vista poblacional
urbe, cuya altura es de 4.794 me- tanto al norte como al sur. En los
tros. Las irregularidades del relie- años setenta con el boom petrole-
ve, propias de una ciudad de los ro se acentúa y se prolonga la ocu-
Andes sudamericanos, ha hecho pación de la década anterior,
de Quito un lugar de pendientes, iniciándose asentamientos en las
de ahí que su límite natural al este pendientes moderadas y fuertes,
sea Monjas-Bellavista con una altu- tanto al este como al oeste de la
ra que llega hasta los 3.168 me- ciudad, sobrepasando la cota de
tros; complementados con el río 2.950 msnm, establecida como
Machángara que tiene un recorri- norma municipal, lo cual arrastró
do de 12 kilómetros, situación que consigo dificultades para la provi-
ha provocado un fenómeno rela- sión de infraestructura básica. En
cionado con el crecimiento longi- los años ochenta, la velocidad de
tudinal de la ciudad, esto es que la ocupación se mantiene, exten-
entre el este-oeste, con una diéndose hacia sectores populares
distancia de 6 kilómetros se forme como Carapungo, en el norte y
una ciudad alargada norte-sur, que Chillogallo, en el sur, incluyendo
en los años ochenta sobrepasaba los valles de Los Chillos Cumbayá
los 30 kilómetros de longitud y y Tumbaco (Fernández, 1990, p.
que en las posteriores décadas se 19).
prolongó más, hasta constituirse
en una gran metrópoli que llega al En este sentido, la ciudad longitu-
siglo XXI hasta los 60 kilómetros dinal se mantiene, según el criterio
norte-sur y 7 kilómetros de distan- geográfico norte-centro-sur, pero
cia entre el este-oeste (Fernández, se amplía a una forma metropolita-
1990, p. 19). na dando lugar a una nueva
ciudad que tomando como base la
Las características geográficas de zona centro proyecta radios hacia
la ciudad en los años de 1980 afir- la periferia a través de los valles
maron el modelo de crecimiento adyacentes a Quito. Las estadísti-
físico longitudinal que tuvo sus cas sobre los cambios en el uso del
orígenes en 1950 y se prolongaría suelo en estos últimos tres valles
hasta 1990. Por ejemplo, teniendo muestran un crecimiento urbano
como núcleo geográfico al CHQ, de 2.949 hectáreas entre 1986 y
situado en el centro sur de la 1989. Esto equivale a una tasa de
ciudad, sobre una superficie de crecimiento espacial de 18,3%
375,2 hectáreas (3,75 km²), hasta anual, concentrada en estos sitios
1960 Quito con una altura de más que desplaza los suelos de gran

28
valor agrícola por el uso de vivien- uso de suelo urbano, el fracciona-
da (Bustamante , 1994, p. 61). miento y poblamiento de áreas
modificó cualitativamente el límite
En este escenario, en la década de de la ciudad, e incidió en la com-
1980, el modelo de ciudad impe- posición entre el norte y el sur de
rante va a caracterizarse por privi- Quito. Mientras el norte había
legiar el uso del suelo como un incorporado en los últimos 25
recurso económico desde el punto años, 1.972 hectáreas urbanizadas,
de vista mercantil y no su uso con el sur en un período similar apenas
valor social, por lo que este linea- incorporó 566 hectáreas. Además,
miento constituirá un ordenador existía una extensa área de terreno
de la ciudad moderna. Las causas urbano que no estaba ocupado,
que estaban en la base de esta determinándose que alrededor
iniciativa, se relacionaron con las del 40% del territorio urbano era
características especulativas exclu- área vacante libre. Del total de
yentes y la intensificación y ocupa- áreas desocupadas de la ciudad el
ción del uso de suelo urbano y de 33,05% se encontraban en los
tierras alejadas de la ciudad. distritos centrales, de los cuales el
52,21% se localizaban en el centro
Este fenómeno en una ciudad que sur de Quito, el 39,75% en el cen-
crecía poblacionalmente producto tro norte y el 8,04% en el centro.3
de la migración interna y la falta de
planificación dio lugar a la diferen- Conforme a estos datos, entre
ciación de asentamientos territo- 1980 y 1990, el área urbana de
riales y espaciales entre la tierra y Quito creció en el 48%; pasando
los agentes que la utilizaban por de 12.920 Ha. en 1980 a 19.176
un lado, y problemas de accesibili- Ha. en 1990, lo que determina a su
dad de servicios básicos por el vez que el 60% del área urbana al
otro, lo que va a generar una finalizar los años 80, no contara
ciudad segregada, que excluye del con normativa alguna (Páliz,
beneficio de la urbanización a gran 1994,104).
parte de la población, en los
aspectos económico, social, terri- Este fenómeno ponía de manifies-
torial, cultural y político. to el carácter especulativo sobre el
suelo que se presentaba como una
Así, la demanda de tierras de gran tendencia creciente, a la vez, como
valor agrícola, la intensificación del un componente de la crisis, lo que

3/
“76% de superficie de la capital ocupa vivienda”, Diario El Comercio (Quito), 17 de febrero
de 1981, A.

29
era un síntoma de la masiva mer- ción de Planificación del Municipio
cantilización y valorización de la señaló también que, en la década
tierra, y de la ineficiencia de la mu- de 1980, “el crecimiento demo-
nicipalidad que no podía regular el gráfico y físico de Quito, sobrepa-
desarrollo físico de la urbe, con lo só los límites de la ciudad y originó
que esta institución perdía su con- el incremento del área urbana y el
dición de administrador de la establecimiento de la población
ciudad, frente a lo cual grandes en tierras que fueron agrícolas y
promotores y urbanizadores reali- con frecuencia en parroquias per-
zaban una irracional ocupación del tenecientes a otros cantones”.
suelo (Páliz, 1994,104). Expuso, además que este proble-
ma, significaba la formación de
Este comentario era corroborado nuevos centros urbanos y la pobla-
por el Municipio de Quito a través ción que se instalaba “fuera de la
del Plan Quito, en 1981, que seña- capital seguía manteniendo víncu-
ló las deficiencias físicas de la los en Quito y su centro histórico
ciudad. Indicó como factores que mediante actividades económicas
marcaron el desarrollo de estos y uso de su infraestructura de ser-
años, la ocupación extensiva del vicios, como educación y hospita-
suelo e incorporación innecesaria les”,4 produciéndose una subocu-
de tierras con densificación baja, la pación del suelo en algunas áreas
dispersión de la población, la de Quito, saturación de otras y
subocupación de la infraestructura deterioros territoriales, como el
y la elevación de costos de imple- caso del Centro Histórico.
mentación por la irracionalidad del
crecimiento, el proceso de lotiza- En este marco de organización
ción de tierras agrícolas, el creci- territorial con características espe-
miento del precio del valor del culativas, se realizaron préstamos
suelo urbano, la imposibilidad de hipotecarios, construyeron y ven-
prever el crecimiento poblacional dieron numerosas urbanizaciones,
y el aumento de la dependencia villas, departamentos, casas, lotes
microregional de Quito por la de terrenos, oficinas y locales
incoherencia de su desarrollo (Pá- comerciales en Quito y los valles
liz, 1994,104). de Los Chillos, Cumbayá y Tumba-
co, dirigidos a los estratos sociales
Por ello, un estudio sobre la medios y acomodados que habían
ciudad, propiciado por la Direc- usufructuado de las rentas petrole-

4/
“El crecimiento de Quito sobrepasó linderos urbanos” Diario Últimas Noticias (Quito), 20 de
enero, 1987, 10.

30
ras de los años setenta, por lo que Esta orientación con base en la
el Municipio de Quito realizó una rentabilidad económica privada,
gestión que tomaba en cuenta las promovió la apropiación de áreas
necesidades económicas del siste- para convertirlas en lugares habita-
ma inmobiliario y la banca privada. cionales, originando de esta forma
cambios del uso del suelo, por lo
Una de las estrategias que vincula- que la ciudad se encontraba a
ba al Estado con las empresas merced de los capitales que, en
privadas para incrementar el parte, se expresó en el sistema de
número de construcciones que ayudas del mutualismo en el Ecua-
favoreciera al mutualismo y a la dor que había sido creado en el
banca privada fue legalizar los pre- marco de la Alianza para el Progre-
dios con fines comerciales, con lo so para América Latina, impulsado
que el Municipio liberó los obstá- por el presidente de Estados Uni-
culos que significaba la propiedad dos, John F. Kennedy, en 1961,
de la tierra para el capital inmobi- con el propósito de evitar que
liario, a través de lo cual, éstas vuelvan a producirse nuevos
instituciones se insertaron en la enfrentamientos sociales como el
economía de la ciudad mediante sucedido en la Revolución en
la compra de tierras urbanas y agrí- Cuba de 1959. Y, el 23 de mayo de
colas aledañas a Quito, pues, en 1961, el presidente ecuatoriano,
1981, por ejemplo, el Cabildo, José María Velasco Ibarra expidió
otorgó 9.726 permisos de cons- el decreto que creó el mutualismo
trucción con una superficie total de en el país.
terreno de 6`424.710 m². De esos,
el 70%, es decir, 6.764 permisos Consecuencia de la creación del
que correspondía a 2`846.085 m², sistema financiero mutualista, se
fueron para residentes unifamilia- expuso en la XXI Convención Na-
res; en cuanto a los permisos para cional de Mutualistas, que, en el
multifamiliares se concedieron el país, existían once entidades hasta
17%, esto es, 1619 permisos, que mediados de los años ochenta, de
equivalía a una superficie de entre las que destacaban la Mutua-
890.987 m² y las construcciones lista Pichincha, creada el 1 de
mixtas, vivienda y negocio, suma- noviembre de 1961 y la Mutualista
ron 766 permisos, con un porcen- Benalcázar que se constituyó, el 12
taje de 17%.5 de febrero de 1963. Y, por concep-

5/
“Mutualista Pichincha cumplió veinte años”, Diario El Comercio (Quito), 7 de noviembre de
1981, D-3

17
31
to de ahorro, las once instituciones estratos de poder económico ele-
habían obtenido 11 mil millones vado mediante el Banco Ecuatoria-
de sucres con el propósito de solu- no de la Vivienda, el Instituto Ecua-
cionar los problemas de vivienda, toriano de Seguridad Social y las
que correspondía a más de 30.000 cooperativas San Francisco de
familias ecuatorianas.6 Asís, Mutualista Benalcázar, Mu-
tualista Pichincha, etc.
La tendencia de apoyo económico
para la vivienda por parte del mu- Por citar el caso de un afiliado del
tualismo fue de 4,8% (332.289 Seguro Social Ecuatoriano perte-
sucres), en comparación con los neciente a los sectores bajos, el
recursos económicos de la propia primer camino que se le presenta-
población que equivalía al 60,4 % ba para ser parte de un plan de
(4` 208. 441 sucres). En cuanto al vivienda estatal como el Plan
Estado, el Instituto Ecuatoriano de Techo en 1985 era el del préstamo
Seguridad Social-IESS, sus aportes hipotecario con el Seguro Social,
fueron del 10 % (700.490 sucres) y para lo cual necesitaba ganar
el 2 % (130.430 sucres), correspon- como mínimo 12. 000 sucres men-
día al Banco de la Vivienda del suales y alcanzar el tope máximo
Ecuador que recibía ayuda directa que era de 1`200.000 sucres. En
del gobierno norteamericano. En todo caso las mensualidades que
contraste con los datos indicados, luego tenía que pagar estaban en
el crecimiento de la actividad de 7.000 sucres. En los sectores me-
los bancos privados, en cuanto a dios los préstamos hipotecarios
créditos se refiere fue gravitante al alcanzaban una cifra tope de 1`500
otorgar préstamos y al orientar la 000 sucres y las mensualidades a
economía, ya que representaba, el pagar eran de 10.000 sucres. El
23% con una inversión de 1.593 grave problema que se presentaba
millones de sucres.7 para este tipo de préstamos era el
pago mensual, pues un trabajador
Con el antecedente anotado, los en general ganaba 8.500 sucres.8
organismos del Estado y las Mu-
tualistas enfocaron sus esfuerzos En cuanto a las mutualistas ni
como ya mencionamos hacia los siquiera para una persona de in-

6/
“Mutualista Pichincha cumplió veinte años”, Diario El Comercio (Quito), 7 de noviembre de
1981, D-3
7/
“El 60% de las edificaciones en 1979 se levantó con recursos propios”, Diario El Comercio
(Quito), 9 de noviembre de 1981, D-3; “Quito tiene déficit de vivienda de 7.000 viviendas
por año”, Diario Últimas Noticias (Quito), 18 de enero de 1983, 4.
8/
Revista Vistazo, 7 de junio de 1985, No 427, pág. 25.

32
gresos medios fue la solución. Para que, incluso, en algunos casos
obtener el crédito una persona superaba la cifra, en lugares exclu-
debía tener ahorrado el 15 % del sivos del norte de la capital como
total de monto del préstamo. Para la Av. Amazonas, cuyo precio de
compra o construcción de vivienda un departamento en el Edificio
las mutualistas proporcionaban un Amazonas Park, estaba valorado
préstamo que no excedía a los 300 en 2`640.000 sucres y las villas en
salarios mínimos (aproximadamen- cualquiera de los valles de Tumba-
te 2 millones y medio de sucres). co y Cumbayá costaba 2`500.000
Ahora bien, este tope solo se le sucres.11
daba únicamente si se trataba del
60 % del valor total de la vivienda. El desarrollo intensivo de progra-
El problema empezaba cuando el mas masivos de vivienda para los
préstamo, por ejemplo, era a 15 sectores pudientes, siguió dos
años plazo, el dividendo mensual rutas: la primera, la de crecimiento
sería de aproximadamente 50.000 de la población, que de acuerdo al
sucres. El préstamo era concedido Instituto Nacional de Estadísticas y
cuando el grupo familiar lograba Censos- INEC, en 1986, Quito
probar que aquello que iba a tenía, 1`.051.000 habitantes, mien-
pagar mensualmente constituía el tras que, en años pasados, la
40 % de sus ingresos, quería decir ciudad, por ejemplo, en 1982,
que el grupo familiar que se podía estaba compuesta por 853.900
hacer acreedor a dicho préstamo habitantes; en 1974, 597.100 habi-
debía tener un ingreso de 120. 000 tantes; en 1962, 368.400 habitan-
sucres mensuales como mínimo,9 tes y en 1950, 209.900 habitantes.
con lo que la aspiración para obte- Y, la segunda, la de crecimiento de
ner vivienda quedaba obstruida. la superficie urbana de Quito que
en 1984 fue de 12. 000 hectáreas;
Vistas, así las cosas, únicamente en 1974, de 4.900 hectáreas; en
los sectores de ingresos superiores 1960, de 2.000 hectáreas y en
a los 80.000 sucres mensuales y 1947, de 1.300 hectáreas (Lemaire,
con un ahorro de base de medio Philippe y Godard, 1990, 55).
millón de sucres podrían operar
con las mutualistas.10 Solo así se De conformidad con lo anterior, el
accedía a la adquisición de un centro de gravedad del mutualis-
departamento que tenía un precio mo mediante la construcción de
promedio de 2` 000.000 de sucres proyectos habitacionales al dirigir-
9/
Ídem, pág. 26.
10/
Ídem.
11/
Ídem, pág. 25.

33
se a los sectores de altos ingresos el entorno del paisaje físico y urba-
siguió la dinámica de la extensión no y del buen porvenir del norte
espacial de la capital, confirmán- de la urbe, el atractivo de los ejes
dose la tendencia de la relación viales y comunicacionales de los
del crecimiento poblacional-espa- valles citados y el rápido creci-
cial de Quito, el mutualismo y el miento del sur de la capital con su
Municipio quiteño, de lo que se complejo industrial.
puede intuir que los principales
beneficiarios económicos fueron el Algunos datos numéricos que
capital inmobiliario. corresponden a la Mutualista en
mención, confirman el auge de
Datos históricos levantados por la este sector inmobiliario que duran-
Mutualista Pichincha muestran el te diez años vendió 1. 694 inmue-
desplazamiento de las construc- bles y terrenos, repartidos de la
ciones de proyectos de vivienda siguiente manera: 894 departa-
en función de criterios espaciales y mentos, 189 viviendas unifamilia-
territoriales. Toma en cuenta el res, 303 lotes de terreno, 189
prestigio climático y de confort de viviendas unifamiliares y 119 loca-
los valles de Los Chillos, Cumbayá les comerciales y oficinas para pro-
y Tumbaco, las obras públicas rea- fesionales.12
lizadas por el Municipio en el norte
de la capital, el potencial económi- Desde 1981-1990, por citar algu-
co y de crecimiento poblacional y nos casos, dieron inicio una serie
12/
En 1981, la Urbanización Capelo, en el Valle de los Chillos, que vendió 93 Lotes de 600 m2;
en 1982, el Conjunto habitacional La Joya del Pichincha, con 40 viviendas unifamiliares de
60 m2 c/u; en 1983, el Edificio 10 de Agosto, constituido por 8 locales comerciales y 52
locales profesionales de 50 m2 c/u; en 1984 el Conjunto Alborada en el Pichincha,
compuesto por 90 casas unifamiliares de 110 m2 c/u, 48 dptos. de 70 m2 c/u y 2 locales
comerciales; en 1985, el Edificio Don Gaspar que tenía 4 locales comerciales, 48 dptos. de
95 m2 c/u, 3 locales comerciales, 12 oficinas de 50 m2 c/u y 4 dptos. de 120 m2 c/u. En este
mismo año se construyó el Conjunto Versalles con 68 dptos. de 60 m2 y 85 m2 y de 120 m2
c/u; en 1986, la Urbanización San Eduardo con 188 lotes de 150 m2 c/lote promedio; en
1987, el Conjunto Torres del Inca, de 132 dptos. de 40, 60 y 70 m2. 8 Aparth estudios y 5
locales comerciales; en el mismo año, el Edif. Villaflora, de 7 dptos. de 60 m2 y 1 local
comercial, el Conjunto Habitacional Jardines Sur compuesto por 17 dptos. 5 locales comer-
ciales, el Conjunto Chillogallo de 36 dptos. de 75m2 c/u y 3 locales comerciales; en 1988,
la Urb. Los Eucaliptos con 21 lotes de 600 m2 y 1 lote de 3.000 m2, el Conjunto Habitacional
El Remanso I y II Etapa de 45 viviendas unifamiliares de 100 m2 y 4 locales comerciales; en
1989, el Edif. Multifamiliar Torre Coaque, de 49 dptos. de 95 m2 c/u y 3 locales comerciales,
en 1990, el Conjunto San Eduardo, de 113 dptos. de 60 m2 y 80 m2 y 5 locales comerciales,
el Conjunto Cordillera compuesto de 10 bloques con 200 dptos. de 40, 60 y 80m2, 12
locales comerciales, 14 viviendas unifamiliares de 105 m2 c/u, 40 dptos. de 95 m2 c/u, 40
dptos. de 40, 60, 80 m2 en 2 bloques. Mutualista Pichancha, nuestra trayectoria.
https://www.mutualistapichincha.com/nuestra-trayectoria

34
de ventas y de construcciones acceso y comunicación (Lemaire,
habitacionales como, en 1981, la Philippe y Godard, 1990, 37, 38).
Urbanización Capelo, en el valle
de Los Chillos; en 1982, el Conjun- En este sentido, la red bancaria de
to habitacional La Joya del Pichin- la capital, se correspondía con la
cha; en 1983, el Edificio 10 de extensión espacial de Quito, en la
Agosto; en 1984, el Conjunto medida que el Centro Histórico en
Alborada en el Pichincha; en 1985, los años 80 decayó y perdía su
el Edificio Don Gaspar; en 1986, la poder bancario paulatinamente,
Urbanización San Eduardo; en cuyo poder, en cuanto al monopo-
1987, el Conjunto Torres del Inca; lio de la centralidad bancaria fue
en 1988, la Urbanización Los Euca- hasta 1965 (Lemaire, Philippe y
liptos; en 1989, el Edif. Multifami- Godard, 1990, 37).13 Para 1984
liar Torre Coaque y en 1990, el todas las sedes bancarias abando-
Conjunto San Eduardo. naron el Centro de la ciudad, por
razones de crecimiento espacial
En cuanto a la situación bancaria y de la capital, por la extensión
con base en datos de un estudio espacial de cierto tipo de hábitat
de crecimiento de la red bancaria correspondiente a ciertas clases
quiteña, se aprecia que la migra- sociales, pues, los habitantes aco-
ción geográfica de estas institucio- modados migraron del Centro His-
nes aprovechó la ruta de extensión tórico hacia el barrio Mariscal
espacial de la ciudad, por lo que la Sucre, considerado un polo urba-
evolución de la implantación geo- no a partir de los años cuarenta y
gráfica de los bancos, se relacionó cuya distancia entre estos dos
con los proyectos habitacionales polos, oscila en 3,5 kilómetros.
dirigidos a la clase social alta. Ade- Este movimiento se aceleró en los
más, se ubicaron las agencias y años setenta y ochenta, extendién-
matrices de los bancos en función dose, incluso a los valles de Los
del número de pobladores que Chillos, Cumbayá y Tumbaco,
puede integrar su zona de influen- situados a 2.500 y 2.400 msnm,
cia. Consideraron también el atrac- respectivamente, que por gozar
tivo particular del sector, entorno de un clima favorable, las clases
físico y humano, concentración de pertenecientes a altos ingresos se
actividades que permitían econo- trasladaron a estos dos sectores,
mías de escala y facilidades de haciendo de estos sitios espacios
13/
La última instalación de una sede bancaria data de 1967. El primer traslado de una casa
matriz hacia la Zona de Transición (área próxima al CHQ) se realizó en 1966. Las migraciones
de las sedes hacia otros sectores son regulares: (33,3 %) entre 1960 y 1970, 33 % entre 1970
y 1980 y 33 % entre 1980 y 1987.

35
residenciales, cuya distancia al esto es, los conjuntos de los
Centro Histórico es de 15 kilóme- barrios populares del Centro His-
tros, se instalaron allí cuatro agen- tórico estaban excluidos de la zona
cias bancarias, dos de ellas entre de influencia bancaria. No obstan-
1987 y 1986 (Lemaire, Philippe y te, los barrios medios y acomoda-
Godard, 1990, 37). dos, ubicados en el norte de Quito
y que formaban parte de los ejes
Sin embargo, el Banco del Pichin- viales de desarrollo urbano fueron
cha, el Banco Popular y el Banco muy atractivos desde el punto de
de Guayaquil, tres de los veintitrés vista económico bancario (Lemai-
bancos más representativos exis- re, Philippe y Godard, 1990, 48,
tentes en la capital ecuatoriana, 55). A este atractivo convergieron
seguían manteniendo agencias en entornos urbanos relacionados
el núcleo central del CHQ en los con la especulación del suelo y la
años de 1980, pues buscaban cap- función que ejercía el Municipio en
tar los recursos de los centros la articulación de las obras públi-
comerciales populares que se cas, relacionadas con las zonas
encontraban en el perímetro del donde el mutualismo había cons-
centro histórico: el Mercado Ipiales truido conjuntos habitacionales
y el Mercado de San Roque. Tam- con lo que el Municipio, la banca
bién captar los ahorros de los privada y el mutualismo adquieren
trabajadores públicos y privados, protagonismo al introducir en la
quienes laboraban en el centro de ciudad un dinamismo urbano y
la urbe. En esta época se amplía la económico, conforme a la econo-
construcción de la Terminal Terres- mía de libre competencia, y Quito
tre Cumandá, localizado dentro consolida así un tipo de crecimien-
del CHQ y se construye el colector to urbano desde un enfoque mer-
y viaducto de la Av. 24 de Mayo, cantil.
que conectaba con la Terminal y el
Mercado de San Roque. Estas Por ejemplo, Álvaro Pérez, como
obras fueron ejes preferenciales parte del desarrollo fisco moderno
para que los bancos mencionados de la ciudad continuó con la imple-
sigan con sus instalaciones, pues mentación de un enorme plan vial
captaban transacciones bancarias de primer orden, en el norte de la
de pasajeros y comerciantes nacio- ciudad, que incluyó la construc-
nales, regionales y provinciales. ción de la Av. Occidental, la Av.
Eloy Alfaro y la ampliación de las
En 1986-87, las tendencias obser- Avenidas 10 de Agosto y 6 de
vadas a lo largo de los primeros Diciembre. También, en esta alcal-
años del decenio se confirman, día reanudó la construcción del

36
parque público más grande de la Diciembre eran atractivos que ani-
capital: La Carolina, ubicado en la maban a los bancos a crear agen-
zona norte, en el corazón financie- cias en el norte de la urbe.14
ro y empresarial de la urbe, que
había iniciado su planificación en El criterio de rentabilidad que rige
1976 durante la alcaldía de Sixto a la ciudad sobre el de servicio, se
Durán y que recibió al término de puede constatar también en la
la década un nuevo impulso de política de concertación mediante
apoyo en su remodelación, en la acuerdos de intereses municipales
alcaldía de Rodrigo Paz. Éste últi- y empresariales. Al respecto, cita-
mo alcalde abonó igualmente al remos dos ejemplos, se conformó,
mejoramiento de de las avenidas en 1982, una empresa denomina-
mencionadas y en general de la da Fundación para el Desarrollo
red vial de Quito. Deportivo-FUNDEPORTES, cuyas
firmas comerciales correspondían
A lo largo de los ejes viales cons- a monopolios nacionales e interna-
truidos con presupuesto estatal, se cionales como Grupo Supermerca-
levantaron una serie de centros dos la Favorita (PROINCO), y Coca
comerciales privados, como el Cola. Además, involucraba a em-
Centro Comercial Iñaquito, el Cen- presarios como Rodrigo Paz, aso-
tro Comercial Naciones Unidas, el ciado al paquete accionario de
Centro Comercial Caracol, el Cen- PROINCO, quien en 1988 llegaría
tro Comercial Quicentro, el Centro a la alcaldía del Cabildo, y cuyo
Comercial Multicentro y el Centro compromiso de estos protagonis-
Comercial El Bosque. Éste último tas fue aportar un millón de sucres
destacaba por situarse en el extre- cada año, durante 25 años conse-
mo oeste de una de las zonas más cutivos, para la construcción de un
ricas de la capital, junto a la Av. parque recreativo en el sector de
Occidental. Esta área comercial, Chillogallo, al sur de Quito. Por su
cuya construcción de algunas de parte, Oswaldo Hurtado, presiden-
sus edificaciones había empezado te del Ecuador, asignó 30 millones
en los años 70, junto a varios com- de sucres y el municipio donó 33
plejos habitacionales que por citar hectáreas para su construcción
un caso, el Doral Almagro, perte- (Vásquez, Saltos, 2006, 298).15
neciente a la Constructora Guimel
S.A, situado en la Av. Diego de Así, la fundación FUNDEPORTE,
Almagro cerca de la Av. 6 de tenía especial consideración por

14/
Revista Vistazo, 7 de junio de 1985, No 427, pág. 25.
15/
“El desarrollo urbano de Quito”, El Comercio (Quito), 1 de enero de 1982, C-2 .

37
parte del Municipio, toda vez que expresidentes de la República del
formaba parte de un proyecto ren- Ecuador, como Oswaldo Hurtado y
table de dotación recreativo, socio exalcaldes de la ciudad, como
cultural y de utilización del tiempo Sixto Durán y Jaime del Castillo;
libre, mediante concesión a la em- instituciones eclesiásticas como la
presa privada, a fin de superar el Curia Metropolitana de Quito;
1,10 m² de espacios públicos desti- instituciones bancarias como el
nado por habitante, para ser desa- Banco Pichincha; y por la prensa,
rrollado en espacios marginales. en las que destacan, los Diarios
Hoy y El Comercio que junto al
Esta iniciativa de áreas de recrea- Banco Pichincha formaba parte de
ción y deportes formaba parte de uno de los consorcios económicos
una cadena de intervención finan- más poderosos del país, denomi-
ciera y comercial que involucraba a nado Grupo Egas, Banco del
alcaldías de la década anterior, Pichincha-COFIEC (Vásquez, Sal-
pues, el Grupo citado, en 1971, en tos, 2006, 297, 298).16
terrenos entregados por Sixto Du-
rán, alcalde de la época, se funda Uno de los principales objetivos
el primer local Supermaxi en Qui- de la Fundación era promover el
to, denominado Centro Comercial desarrollo y planificación de la
Iñaquito, en base a la asociación capital ecuatoriana y el rescate y
de empresarios como la familia conservación del Centro Históri-
Wright-Durán Ballén, dueños de co,17 siempre que arroje rentabili-
La Favorita, con la intermediaria dad económica o simbólica a sus
de inversiones PROINCO, que miembros. Finalmente, con esta
estaba encabezada por Rodrigo definición se confirma la primacía
Paz, etc. de la demanda económica, propia
de una época neoliberal, sobre la
El siguiente ejemplo corresponde social que caracterizó a gran parte
a la Fundación “Caspicara” que de la década.
fue constituida igualmente por
monopolios y empresas privadas, Conclusiones
políticos nacionales y municipales
a finales de 1988, con el patrocinio Las referencias que hemos descri-
del Municipio de Quito. Así, la to, quiere destacar dos hechos
Fundación estuvo constituida por importantes: por un lado, el con-
Rodrigo Paz, alcalde de Quito, por texto de crisis global ecuatoriano

16/
“El desarrollo urbano de Quito”, Diario El Comercio (Quito), 1 de enero de 1982, C-2.
17/
“Fundan organismo para preservar Quito”, Diario Hoy (Quito), 9 de agosto, 1988, 11ª.

38
va a constituirse en una manifesta- (1978-1983), Luis Andrade Nieto
ción directa del estado crítico de la (1983-1984), Gustavo Herdoíza
ciudad de Quito que dejará preo- León (1984-1988) y Rodrigo Paz,
cupantes secuelas de decaimiento (1988-1992), se fueron sentando
de la ciudad, así como una suma las bases para el establecimiento y
de ausencias y nudos problemáti- reproducción de una organización
cos en la planificación urbana de la urbana-territorial con base en la
ciudad. Por otro lado, en la coyun- rentabilidad y acumulación de
tura de crisis de la década de 1980 capitales, que era un requerimien-
que involucró a cuatro presidentes to contemporáneo de la élite
como al del inconcluso gobierno nacional y de la municipalidad de
de Jaime Roldós Aguilera Quito, que orientó su política hacia
(1979-1981), Oswaldo Hurtado el neoliberalismo, de ahí, la pro-
(1981-1984), León Febres Cordero puesta de organización territorial
(1984-1988) y Rodrigo Borja para la urbe quiteña tuvo como
(1988-1992). Así también a cuatro base características empresariales
alcaldes que dirigieron el Munici- especulativas excluyentes.
pio de Quito: Álvaro Pérez

Bibliografía

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39
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tropolitano, diagnóstico del Centro Histórico, Quito: Editorial El Conejo.
Revista Vistazo, 7 de junio de 1985, No 427.

40
APROXIMACIÓN A LA SEGMENTACIÓN DE LA
ZONA URBANA CONTEMPORÁNEA DE GUAYAQUIL:
aspectos metodológicos y discusión
Ruben Aroca, PhD.
Carrera de Sociología
Universidad de Guayaquil

Introducción tal y cual como se había podido


observar tanto en ciudades euro-
El presente artículo se propone peas como americanas.
abordar el problema de la
segmentación urbana contempo- A pesar de aquello, para esa
ránea de Guayaquil, en un ejerci- época Guayaquil se convirtió en la
cio que pretende integrar elemen- ciudad más poblada del país con
tos históricos, teóricos y técnicos, 66.531 habitantes, mientras que
articulados desde una perspectiva Quito no superaba los 56.000 ya
central de tipo sociológico. en 1906 (Hamerly, 2006, p. 140).
Lo que explica este proceso son
Por condicionamientos históricos, los vigorosos flujos migratorios
desde su asentamiento definitivo, desde los cantones interiores
Guayaquil no sólo ha observado hasta la zona urbana, producidos
un crecimiento urbano marcado en dicho siglo y relacionados con
por la informalidad/baja institucio- los auges agrícolas en dichos terri-
nalidad, sino también condiciona- torios.
do por significativos niveles de
inequidad. Desde esa época, la gestión
moderna de la política y la econo-
En efecto, para finales de la mía crea la ciudad y sus zonas de
década de 1880 la expectativa de influencia (área conurbana), impul-
vida en Guayaquil era muy inferior so que, a pesar de que se ha ralen-
a los 35 años de edad, y este tizado y cambiado de sentido
indicador sugiere que la tasa de (ahora Guayaquil aporta dinámica
mortalidad en general, e infantil en demográfica a Daule, Samboron-
particular, era elevada por lo que dón y Durán), no se ha detenido
no era posible, por estos factores, hasta el día de hoy.
la producción de la moderna urbe,

41 15
Aspectos de carácter metodoló- bienes que conforman la canasta
gico por sus respectivas cantidades, en
función de las necesidades de un
En este marco, y ya en lo contem- hogar tipo de cuatro miembros
poráneo, se observa que los nive- (SIISE, 2016). A precios actuales, la
les de satisfacción continúan suma- Canasta Básica alcanza los $
mente diferenciados (a pesar de la 712.03, mientras que la Canasta
bonanza de la década 2005 – 2015 Vital llega a los $ 502.74 (Instituto
que dinamizó a la clase media) y Nacional de Estadísticas y Censos,
que dicha diferenciación puede 2018). Considerando los valores
propiciar, al menos con fines de actuales en dólares (CV, canasta
análisis, una segmentación por vital; CB, canasta básica), la
hogares. Este proceso operaría segmentación por condición socio
considerando un conjunto de com- económica considerada para Gua-
ponentes combinados, como yaquil es la siguiente:
entornos urbanos, ingresos o
bienes y servicios a disposición. De Rangos Segmentos CSE
este modo, se sostiene que es
posible realizar diferenciaciones de X<CV Segmento Bajo -
la población del área urbana sobre X≤ CVyx < CB Segmento Bajo +/−
la base de nociones tales como
prácticas territoriales, adaptacio- X−CB Segmento Bajo +
nes, así como cuestiones más tradi-
cionales tales como consumo/ser- X>CByx< CB(2) Medio−
vicios/ingresos/capital/suelo y su
relación con índices sintéticos X≥CB(2)yx< CB(4) Medio+/−
como Casta Básica y Canasta Vital.
X≥CB(4)yx< CB(6) Medio+
La canasta básica familiar es una X≥CB(6)yx< CB(8) Alto−
canasta analítica y se refieren a un
hogar tipo de 4 miembros, con X>CB(8) Alto+
1,60 perceptores que ganan exclu-
sivamente la Remuneración Básica Figura 1: Criterios de segmentación de
Unificada. Está constituida por población. Elaboración propia.
alrededor de 75 artículos de los
299 que conforman la Canasta de
artículos (bienes y servicios), del A los criterios referidos a niveles
Índice de Precios al Consumidor de ingresos y accesos a servicios
(IPC). Para estimar el costo de una se han agregado otros, tales como
canasta básica se realiza la sumato- hogar, movilidad e integración. La
ria simple de los precios de los referencia a Merton se centra en el

42
uso parcial de sus modelos de tación producto debe ser interpre-
adaptación (Merton, 1968). Final- tada con arreglo a los siguientes
mente, se sostiene que la segmen- parámetros:
Segmento Descriptores
Bajo - • No cuenta con servicios básicos en
entorno urbano. Acceden a servicios
públicos de comunicación.
• Significativos problemas de
movilidad
• Tamaño de hogar: mayor a 8
personas
• Ingresos inferiores a canasta vital
• Integración social: Anómica
• Media de edad: 24 años
Bajo +/- • Déficit de servicios básicos (por lo
general, no cuentan con servicios de
AASS). Acceden a servicios públicos
de comunicación.
• Significativos problemas de
movilidad
• Tamaño de hogar: de 6 a 8 personas
• Ingresos inferiores a canasta básica
• Integración social: entre lo anómico
y lo formal
• Media de edad: 24 años
Bajo + • Déficit de servicios básicos (por lo
general, no cuentan con servicios de
AASS). Cuentan con ciertos
servicios de comunicación.
• Significativos problemas de
movilidad
• Tamaño de hogar: de 6 a 8 personas
• Ingresos en el nivel de la canasta
básica
• Integración social: entre lo anómico
y lo formal
• Media de edad: 26 años
Medio - • Cuentan con todos los servicios
básicos y con servicios de
comunicación
• Cuentan con vehículo propio, pero
observan ciertos problemas de
movilidad
• Tamaño de hogar: de 5 a 7 personas
• Ingresos de más de 2 CB
• Integración social: anómico con
mayor tendencia a la formalización
de relaciones
• Media de edad: 28 años

43
Medio +/- • Cuentan con todos los servicios
básicos y servicios de comunicación
• Cuentan con vehículo propio, pero
observan ciertos problemas de
movilidad
• Tamaño de hogar: de 5 a 7 personas
• Ingresos de 2 a 4 CB
• Integración social: innovación –
conformidad (Merton)
Media de edad: 30 años
Medio + • Cuentan con todos los servicios
básicos y servicios de comunicación
• Sistema propio de movilidad
• Tamaño de hogar: de 4 a 6 personas
• Ingresos de 4 a 6 CB
• Integración social: innovación –
conformidad (Merton)
• Media de edad: 31 años
Alto +/- • Cuentan con todos los servicios
básicos y servicios de comunicación
• Sistema propio de movilidad
• Tamaño de hogar: de 4 a 6 personas
• Ingresos de 6 a 8 CB
• Integración social: innovación –
conformidad (Merton)
• Media de edad: 32 años
Alto + • Cuentan con todos los servicios
básicos y servicios de comunicación
• Sistema propio de movilidad
• Tamaño de hogar: de 4 a 6 personas
• Ingresos de más de 8 CB
• Integración social: innovación –
conformidad (Merton)
• Media de edad: 34 años

Resultados y discusión significativas distancias entre uno y


otro segmento. Por otro lado, y
La segmentación social por CSE debido a sus intensivas relaciones
posibilita sostener la existencia de con la zona urbana de Guayaquil,
8 estratos distribuidos en el área se incluye también en esta obser-
urbana de Guayaquil. La diferen- vación a parte de la zona urbana
ciación usual basada únicamente de Samborondón (más precisa-
en tres estratos (alto, medio, bajo) mente, La Puntilla y ciudadelas de
no es posible de sostener por las la Vía Samborondón).

44
Figura 1: Áreas según segmentos diseñados (solo incluye uso habitacional)

El resultado de este ejercicio son 8 levantadas por el SIGTIERRAS –


estratos determinados por ingre- MAPGAP (MAGAP, 2013) en las
sos equivalentes a canastas analíti- que se trazaron los sectores urba-
cas, ya sean estas del tipo vital o nos clasificados generando una
básica. La representación cartográ- capa (layer) que se expone en el
fica de la diferenciación social se mapa 1.
elaboró sobre fotos satelitales

45
Mapa 1: Segmentación social del área urbana de Guayaquil

Tanto la pobreza como la opulen- 17S 608530.812, 9764052.129,


cia están altamente concentradas. 613846.022, 9769460.770, con
El nivel Bajo Inferior (B-) tendría hogares que estarían percibiendo
una extensión de 1,289.2 hectá- niveles de ingresos inferiores a la
reas y solo se localizaría en UTM Canasta Vital.

46
El segmento Opulento (A+) tendría una extensión de 180.39 hectáreas
(1,33% de la superficie observada) y es donde la relación consumo/servi-
cios/ingresos/capital/suelo se verifica de modo óptimo. Se concentra en
UTM 17S 626277.018, 9761896.401, 627315.145, 9764699.344.

47
Finalmente, el modelo aplicado to Alto (y de sus sub estratos) es
produce una cuantificación o del 9,69%; la del Medio (y sus sub
extensión por cada estrato. De estratos), 43,51%; y, la del Bajo (y
este modo, la extensión del estra- sus sub estratos) 46,80%.

Bibliografía

Hamerly, M. (2006). Recuentos de dos ciudades: Guayaquil en 1899 y Quito en


1906. Procesos. Revista Ecuatoriana de Historia, 135 - 163.

Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, I. (2018). Boletín Técnico IPC, No.


01. 2018: INEC.

MAGAP, S. T. (2013). Ortofotografía del Ecuador. Quito.

Merton, R. (1968). Social Theory and Social Structure, 2nd Revised Edition. New
York: Free Press.

SIISE, S. d. (2016). Brecha de Canasta Básica. Quito: SIISE.

48
QUITO CIUDAD CON UNA CLARA INEQUIDAD
HACIA PEATONES Y CICLISTAS
Diego Hurtado Vásquez
Arquitecto, docente investigador, FAU-UCE
dehurtado@uce.edu.ec

Este artículo tiene el propósito de tramos (fachadas visualmente


evidenciar la inequidad que existe activas y permeables, iluminación),
hacia peatones y ciclistas en la en definitiva, que tanto ciertas
ciudad de Quito, y cómo todas las calles analizadas cumplen los 4
acciones que se hacen desde la principios analizados, y que, junto
municipalidad, contribuyen a con otros estudios anteriores, nos
aumentar esa inequidad. pueden a dar una aproximación
sobre la situación de vulnerabili-
La Facultad de Arquitectura y dad de peatones y ciclistas en la
Urbanismo de la Universidad Cen- c–iudad.
tral del Ecuador (FAU-UCE), junto a
la Asociación de Peatones de Algunos datos preliminares
Quito y Biciacción, vienen realizan- indican que la ciudad es muy
do estudios desde el año 2008 deficiente en cuanto a accesibili-
sobre qué tan caminable y peda- dad universal (casi nula), especial-
leable es la ciudad de Quito. Uno mente en las intersecciones, lo
de los últimos estudios, miden el que repercute negativamente en
grado de caminabilidad de algu- el índice general de caminabilidad
nas calles y vías, para lo cual se siendo que en algunas de las
está analizando qué tanto se muestras (por ejemplo, alrededor
cumple con estos 4 principios: 1. de la estación El Recreo y de El
Accesibilidad Universal, 2. Seguri- Camal) se llegó a valores de cum-
dad, 3. Confortabilidad, 4. Conti- plimiento de apenas el 11%. En
nuidad. estos sitios, también hubo tramos
(ya no cruces) en donde la camina-
Este estudio todavía en ejecución, bilidad en la mayoría, llegó a estar
recoge información sobre la segu- por debajo del 20%. Tan solo un
ridad en los cruces, la accesibili- tramo tuvo un 47%. En otra mues-
dad universal, la confortabilidad tra al norte de la ciudad, en la zona
de los trayectos (sombra, tamaño de El Condado, los resultados
de aceras), la seguridad en los también estuvieron en alrededor

49
de un 20% de cumplimiento de los mendada (mayor a 3,2m) (Hurtado
indicadores analizados. En una 2016) para que se cumplan los
pequeña muestra en la zona de principios del caminar detallados
Cumbayá-Tumbaco, se determinó anteriormente, con apenas un 18%
que las calificaciones eran aún de las mismas que sobrepasa esta
peores. Los mismos datos dan un medida. En base a estos datos
panorama sobre la continuidad de preliminares, se podría afirmar lo
los tramos, ya que se encontraron siguiente:
algunos con mejores condiciones
para caminar, pero que en la • las condiciones del caminar
siguiente cuadra ya era deficiente. son mejores, aunque no
suficientes en la zona centro
En cambio, en barrios hacia el norte de la ciudad y posible-
centro norte de la ciudad (La mente en el Centro Histórico
Mariscal, Santa Clara, Belisario también.
Quevedo), las condiciones mejo-
ran con un promedio de alrededor • no existe continuidad en los
del 40 al 50% de cumplimiento de tramos ya que de un tramo a
los indicadores analizados, otro la calificación varía consi-
existiendo casos aislados en derablemente.
donde un cruce en la Mariscal
llegó a un 75% y un tramo al 64%. • la accesibilidad universal es
Posiblemente otra zona de la casi nula lo que repercute en la
ciudad en donde se puede tener continuidad.
una calificación regular para cami-
nar sería el Centro Histórico. Sin • las condiciones del caminar
embargo, en ningún sitio de la son muy deficientes hacia el
ciudad las condiciones llegan a ser norte y sur de la ciudad y posi-
satisfactorias (80 a 100%), aunque blemente es peor en los valles
esto nos da la pauta de que existe y zonas periféricas
una inequidad entre barrios del • una de las peores calificacio-
centro norte, en relación con nes la tiene la confortabilidad,
barrios de otras zonas de la la falta de arborización eviden-
ciudad. cia este punto.

En el mapa a continuación, se • la accesibilidad universal se


puede apreciar que la mayoría de complica en las calles con
la ciudad de Quito no cumple con pendiente.
el tamaño de acera mínima reco-

50
Mapa con el ancho de las aceras en Quito, realizado por Ramsés Morante.

51
El estado de las aceras y la falta acciones y hasta multan a los
de accesibilidad universal infractores, estas no se aplican, ya
que los agentes de control, los
Aparte de que las aceras en su policías de tránsito, están preocu-
gran mayoría no llegan al ancho pados fundamentalmente de
adecuado, hay que sumar el mal evitar la congestión vehicular, e
estado de la infraestructura peato- inclusive fomentan el incumpli-
nal, empeorando las condiciones miento de las normas, llegando a
para caminar. A esto hay que agre- inducir la invasión de los carriles
gar también que los espacios buses, aceras y ciclovías, como
peatonales no son respetados y soluciones para distribuir el tráfico.
son invadidos por los automotores
y otros usos dificultando la circula- También existe una normativa para
ción peatonal. “El uso de las accesibilidad universal que no se
aceras se complica en muchos aplica en la ciudad y no se controla
sectores de la ciudad por su mal el diseño de las aceras, por lo que
estado o porque son ocupadas los frentistas muchas veces las
con diversos usos, dificultando la cortan para tener el ingreso de los
circulación de los peatones” automotores a los garajes.
(Empresa Municipal de Movilidad
y Obras Públicas, 2009). “En cuanto a las personas con
movilidad reducida, pese a
En un estudio realizado por la que existe una normativa
Asociación de Peatones de Quito sobre accesibilidad, no es
en el 2008, el cual incluía encues- aplicada en el diseño urbano ni
tas a peatones en diferentes zonas arquitectónico. Esta situación
de la ciudad de Quito, ante la se complica al no existir por
pregunta de qué obstáculos parte de la ciudadanía en
encuentra para caminar, los resul- general y de los conductores
tados de la encuesta evidencian de vehículos en especial, una
como la mayor causa la invasión conciencia de respeto a las
de los espacios peatonales por áreas destinadas a peatones, ni
parte de los automotores (33%), de acatamiento a las normas
así como por anuncios publicita- de transporte vigentes”
rios y vallas que juntos suman un (Empresa Municipal de Movili-
60%, un 22% responde que están dad y Obras Públicas, 2009).
en mal estado o son muy angostas
y un 10% dice que ni siquiera hay Todos los problemas analizados
veredas (APQ, 2008); y si bien anteriormente, dificultan la circula-
existen normas que prohíben estas ción peatonal por la ciudad, a lo

52
que hay que añadir que, en do, cuyo conductor no realiza
muchos casos, los espacios dise- ningún esfuerzo físico para movili-
ñados no siguen el trayecto natural zarse. El hecho de que al peatón
del peatón, ya que solo están se le obligue a realizar un mayor
pensados en facilitar el flujo de los esfuerzo y se le desvíe de su
vehículos motorizados, especial- trayecto natural para facilitar el
mente el del parque automotor flujo vehicular, es una muestra
privado. clara de inequidad, irrespeto a su
dignidad, e irrespeto a sus dere-
Un ejemplo de esto son los pasos chos, por eso se justifica la
peatonales elevados. Diseñados respuesta mayoritaria de los
para facilitar el flujo vehicular, en peatones de “me da pereza”
detrimento de la circulación peato- (APQ, 2008). Es además un incum-
nal. Del estudio anteriormente plimiento del derecho a la ciudad
citado (APQ, 2008) un 44% de al no respetar su condición de
peatones consultados, afirmó no vulnerabilidad, en especial para las
utilizar los pasos peatonales eleva- personas con movilidad reducida,
dos y entre las razones para no de la tercera edad, en sillas de
usarlos el 29% contestó que le da ruedas, padres con coches de
pereza, lo cual tiene sentido en bebés, niños pequeños y madres
cuanto se le obliga al peatón a embarazadas.
realizar un esfuerzo adicional al
que ya realiza caminando. Para El problema de los cruces
cruzar a la otra orilla, el peatón
debe desviarse de su trayecto Uno de los mayores conflictos de
natural, subir por unas escaleras o los peatones al transitar las calles
rampas, y luego volver a bajar. de la ciudad, son los cruces con los
flujos vehiculares. Estas cruces
Por ejemplo: un cruce a la otra pueden localizarse en las intersec-
orilla de 20 metros de ancho, si se ciones de dos o más vías o en un
le obliga al peatón a cruzar por una punto en el tramo de las vías.
rampa, termina transformándose
en 170 metros1. Esto representa un Se denominan como puntos
esfuerzo adicional y un tiempo críticos a los sitios en donde el
adicional y dificulta su libre flujo, cruce es tan complicado para los
mientras se le facilita al motoriza- peatones en mayor grado de vul-

1/
La rampa debe ser al 8% máximo lo que implica 75 metros de largo para subir 6 metros, esto
para subir y luego para bajar son 150 metros, y más los 20 metros del cruce, en total en lugar
de caminar solo los 20 metros a nivel, el peatón termina recorriendo 170 metros.

53
nerabilidad (adultos mayores, un segundo estudio en el 2010 en
personas con movilidad reducida, varios puntos críticos de la ciudad.
niños de corta edad) que podría Se concluyó que el mayor conflicto
peligrar su vida al intentar cruzarlo, en los cruces, es el ancho excesivo
o que deben esperar tanto tiempo de la calzada, sumado a los giros
para hacerlo, que a veces resulta de los automotores, hacia derecha
mejor caminar muchos metros o izquierda, y especialmente los
hasta encontrar un sitio seguro y giros en U. Esto se evidencia con
hacer el cruce. Cuando se da esta mayor fuerza en los redondeles
condición de desviarle del camino con gran flujo de automotores y
para intentar el cruce, el peatón amplios anchos de calzada, sean o
está cediendo sus derechos y por no semaforizados. Cuando existen
lo tanto hay un conflicto sin resol- giros a la izquierda y a la derecha y
ver. Se estima que un cruce seguro existen redondeles, se tiene un
debe ser idealmente menor a 7 grave conflicto para el cruce.
metros o dos carriles de circulación
y nunca mayor a 11 metros o 3 En la mayor parte de puntos anali-
carriles de circulación No se trata zados en el estudio, existían semá-
de cruces en vías expresas, estos foros y cebras, se podría afirmar
cruces están en vías colectoras y que esto ya facilitaría el cruce para
arteriales urbanas, en redondeles y el peatón. Sin embargo, la percep-
en muchos casos incluso tiene ción ciudadana no fue así y la prác-
semáforos y pasos cebras, y sin tica lo confirmó. Se encontró en
embargo su cruce es complicado a muchas intersecciones la siguiente
ciertas horas. situación. El peatón se encuentra
en el punto A, ubicado al norte y
En el estudio sobre la situación quiere cruzar hasta el punto B,
peatonal en Quito citado anterior- ubicado en dirección sur de una
mente (APQ, 2008) ante la pregun- intersección. Espera a que el
ta de ¿se siente agredido como semáforo le dé el paso, pero
peatón? el 82% contestó que sí y cuando esto sucede, los carros
tan solo el 18% dijo que no; en ese que vienen en sentido sur-norte
mismo estudio se les preguntó comienzan a girar a la izquierda y
sobre ¿Cuándo se siente agredido no le dan oportunidad de seguir, y
como peatón? la que mayor cuando estos paran, los carros que
respuesta obtuvo fue; al cruzar la vienen en dirección norte sur
calle. comienzan a girar a la derecha,
complicándole nuevamente el
Basados en esta problemática, la cruce. Finalmente, el semáforo le
FAU-UCE junto con la APQ, realizó indica que no debe pasar, y los

54
autos que cruzan en sentido duración para vías con altos
este-oeste tienen luz verde imposi- volúmenes de tráfico - como
bilitándole el cruce. las vías arteriales y colectoras
principales del Distrito - pues
Esto se complica más cuando el promedio de duración solo
existen los retornos en U y cuando alcanza los 10 meses. Limita-
no hay semáforo. Estos retornos ciones de orden económico no
en U pueden ser mortales, ya que han permitido disponer de una
el conductor está viendo a su señalización horizontal de
izquierda para ver si puede curvar mejor calidad y duración"
y generalmente no ve al peatón
cuando este está cruzando. Otra Además, existe poco conocimien-
de las grandes falencias para los to de lo que es un paso cebra en
cruces en las intersecciones es la las ciudades ecuatorianas, tanto
falta de señalización horizontal, de parte de conductores como de
consistente en la demarcación de peatones. Es común encontrar que
pasos cebras, líneas de cruce, ante el paso cebra el peatón sea el
demarcación del espacio para que pare y los carros sigan circu-
circulación de bicicletas, para lando. Lo contrario es lo que debe-
adelantamiento de la bicicleta en ría ser, con lo que se evidencia que
la calzada. Sin embargo, si bien en no existe una cultura de respeto
los últimos años se ha incrementa- hacia el paso cebra. Los ciudada-
do este tipo de señalización, la nos extranjeros, especialmente
pintura utilizada es de mala europeos, acostumbrados a que,
calidad y al poco tiempo ya no en sus países, el paso cebra es
sirve, tal como lo señala el Plan respetado apenas el peatón
Maestro de Movilidad para el coloca su pie sobre el mismo, se
Distrito Metropolitano de Quito asombran y molestan cuando aquí
(2009). esa convención no funciona. Sin
embargo, en los últimos años se
"La señalización horizontal al ha visto una pequeña mejora al
año 2008, alcanza una cobertu- respecto, ya hay algunos conduc-
ra del 90% en los corredores tores conscientes que paran
principales de la red vial y un cuando ven al peatón intentando
30% de la vías secundarias o cruzar, quien, a pesar de esto,
locales, sin embargo, de lo cruza cauteloso y extrañado sin
cual, el tipo de material utiliza- saber que es su derecho.
do para el efecto (pintura acríli-
ca de tráfico), no tiene las Todas estas condiciones detalla-
características técnicas de das en los párrafos anteriores, se

55
reflejan en el número de atropella- na de Tránsito registraba 1159
mientos y arrollamientos, en los siniestros a peatones con 48 falle-
cuales están involucrados directa- cidos y 86 a ciclistas con 3 falleci-
mente peatones y ciclistas, lo cual dos, con lo cual, en la mitad de
evidencia contundentemente la tiempo, en el año 2016 ya se había
inseguridad vial y la situación de llegado al 60% de los accidentes
vulnerabilidad en la que se ocurridos durante el 2015 y con
encuentran. mayor número de muertos (Cha-
cón, 2017).
Para el caso de Quito, un dato del
2008 muestra que el número de La situación de la bicicleta
choques se ha reducido, pero el
número de atropellamientos se ha El tema de la bici, si bien han
incrementado. Del total de existido intentos de facilitar su uso
accidentes mortales de tránsito en la ciudad (algunas ciclovías
ocurridos en el DMQ, durante el urbanas sin continuidad y la
año 2008, el cincuenta y siete por bicicleta pública), no se ha desa-
ciento de la causa de la muerte es rrollado mayormente, quedando
por atropellamiento y arrollamien- casi tan solo para recreación (ciclo-
to (Empresa Municipal de Movili- paseos dominicales, el chaquiñán
dad y Obras Públicas, 2009). Esto de Cumbayá a Puembo y ciclovías
quiere decir que se está poniendo en parques).
énfasis en la seguridad vial para los
vehículos automotores y con ello El estudio de movilidad para el
evitar los choques y estrellamien- Metro de Quito, citado en el
tos, pero en cambio se ha hecho Proyecto de Ordenanza Metropoli-
muy poco o nada para mejorar la tana que Regula, Facilita y Promo-
seguridad de los más vulnerables, ciona la Movilidad en Modos de
en este caso peatones y ciclistas. Transporte Sostenibles en el Distri-
Los datos presentados, confirman to Metropolitano de Quito (Cha-
la situación de vulnerabilidad de cón, 2017), determinó que los
peatones y ciclistas y el grave viajes en bicicleta en la ciudad de
riesgo en el que se encuentran. Quito eran de apenas el 0,3% del
total o 14.500 viajes /día. Esto
Un dato más actualizado, indica posiblemente logró incrementarse
que en el año 2015 hubo 2170 considerablemente luego de la
atropellamientos a peatones con implementación del proyecto
48 fallecidos y 119 siniestros a BICI-Q, sistema de bicicleta públi-
ciclistas con 2 muertes y hasta julio ca, que desde agosto del 2012
del 2016, la Agencia Metropolita- comenzó a funcionar con 25 esta-

56
ciones y 425 bicicletas. Este de personas y no desde la solución
proyecto pese a que incrementó el del tráfico motorizado, tanto en
uso de la bicicleta en la ciudad, no sus políticas, lineamientos estraté-
se le ha dado continuidad y en la gicos generales y objetivos. Sin
última administración municipal, embargo, vuelve a caer en la
casi se la ha dejado morir. lógica del automóvil, ya que casi la
mitad del presupuesto del Plan
Como se ha visto en forma detalla- estaba dirigido a “mejorar” la
da en la problemática de los vialidad tanto urbana como subur-
peatones, el diseño de la ciudad bana.
priorizando la circulación vehicular
también afecta a los ciclistas, los Tanto así que de cada 100 dólares
cuales se encuentran en situación que se destinarían para movilidad
de vulnerabilidad al transitar por de acuerdo al plan, apenas 3,3
las calles de la ciudad. La mayor dólares van para el peatón (3,3%),
cantidad de calles incluyendo las 1,88 dólares para las bicis (1,88%),
locales permiten altas velocidades 43 dólares para vialidad (43%) y 49
por la forma en que las ordenanzas dólares para transporte público
exigen configurarlas, lo que hace (49%) que, para la época del plan,
que el uso compartido del espacio la mayor parte corresponde a la
de calzada entre los rodados, no construcción del metro, lo restan-
se dé adecuadamente. Esto se te, alrededor del 3% se lo destina-
detalla a continuación. ba a gestión.

El gasto público se va en vialidad Parte del presupuesto de vialidad


ha sido destinado para la creación
Se podría decir que Quito ha cam- de redes viales suburbanas, lo que
biado algo en el discurso en los implicó urbanizar los campos e
últimos años, pero en las acciones incentivar con ello a la expansión
y los planes se sigue reflejando la urbana con el consecuente
prioridad que se le da al transporte aumento de las distancias entre la
automotor privado. Así, por ejem- residencia y el empleo, cuando la
plo, en el Plan Maestro de Movili- política debería haber estado
dad para el Distrito Metropolitano dirigida a consolidar la actual
de Quito 2009-2025 (Empresa trama urbana, evitar el crecimiento
Municipal de Movilidad y Obras desmesurado de la ciudad,
Públicas, 2009) se tienen avances descentralizar y acortar las distan-
importantes en su discurso en cias entre las diferentes activida-
cuanto enfoca el problema desde des y con ello reducir la necesidad
el punto de vista de la movilidad el uso del automóvil.

57
Otra gran parte del presupuesto esta tendencia y no hacer nada
en vialidad se lo ha ejecutado en la para evitarla, el 55% de los viajes
zona urbana, especialmente en se realizarían en transporte indivi-
nuevos intercambiadores, lo que dual y el 45% en transporte colec-
ha implicado gastar recursos en tivo (Empresa Municipal de Movili-
seguir incentivando el uso del auto dad y Obras Públicas, 2009).
particular, ya que al crear más
facilidades para la circulación vehi- También se estimaba que esta
cular se está promoviendo el situación podría agravarse, si las
aumento del parque automotor. distancias de recorrido son mayo-
Este fenómeno se lo conoce como res, como lo sería en el caso de
demanda inducida. Mientras más promover aún más la expansión
vías se creen, mas será el número urbana -cosa que se ha dado con
de vehículos que saldrán a circular, fuerza en los últimos años, espe-
y en pocos años, estas “solucio- cialmente con la construcción de la
nes” se volverán obsoletas. Un Ruta Viva y las redes viales subur-
reflejo de todo esto es que sigue banas- en cuyo caso, los viajes en
creciendo exponencialmente el transporte individual crecerían en
parque automotor privado, seis veces (con todos los impactos
estimándose que a principios del sobre la congestión vehicular y la
año 2000 existían alrededor de contaminación del aire), mientras
200.000 automóviles en Quito, que solo en dos veces el transpor-
siendo que, en la actualidad, el te colectivo (Empresa Municipal de
número sobrepasa los 700.000. Movilidad y Obras Públicas, 2009).
En la actualidad, los más de
La tasa de crecimiento del parque 700.000 vehículos particulares que
vehicular de Quito es 8-10 veces circulan en Quito aportan con el
mayor de la tasa de crecimiento de 96% de la contaminación ambien-
la población. Además, según tal y los vehículos livianos ocupan
estimaciones del municipio el 80% del espacio vial y movilizan
(Empresa Municipal de Movilidad tan solo al 27% de la población.
y Obras Públicas, 2009), los viajes
en transporte colectivo están La exigencia de amplios espacios
disminuyendo en una proporción para la circulación de los auto-
promedio del 1,2% mientras que motores
los viajes en transporte particular
individual crecen en esa misma La mayor cantidad de kilómetros
proporción. Para el año 2025, el de vías en la ciudad de Quito,
estudio realizado para el Plan de corresponden a calles locales
Movilidad estimaba que, de seguir (HYDEA & Target Euro, 2008) en

58
donde el peatón debería ser el rey. calzada, así como los radios de
Sin embargo, el problema radica, giro están pensados en la rápida
en que, en todo el sistema vial, los circulación vehicular. Esto se
espacios destinados para los puede apreciar en el siguiente
peatones son mínimos, lo cual en cuadro, en donde se han recogido
calles locales es un absurdo total. lo que indica la Ordenanza 172,
Una de las causas está en las orde- Reglas Técnicas de Arquitectura y
nanzas. Estas obligan a los urbani- Urbanismo, en la parte que trata
zadores a dejar la mayor cantidad del Sistema Vial en el Cuadro
del espacio público, destinado número 1 de Especificaciones
para la circulación vehicular moto- Mínimas de Vías; en lo que se
rizada. Los largos y anchos de refiere a vías colectoras y locales:
Tabla 1: tipos de vías y distribución del espacio para peatones y automotores

Colectora 30 metros de ancho mínimo, distribuidos en dos carriles para transporte


A motorizado por sentido de 3,65 metros cada carril, un espacio de
estacionamiento a cada lado, de 2,2 metros, 4 metros de parterre
central y 3,50 metros de acera a cada lado. El 36,6% destinado para
los peatones incluyendo el parterre central y el 63,33% para los
automotores o el 23,33% para aceras, 36,6% para calzada y 13,33% el
parterre.

Colectora 18 metros de ancho mínimo, distribuidos en dos carriles para transporte


B motorizado por sentido de 3,5 metros cada carril, sin parterre central de
3 metros y 2 metros de acera a cada lado. No admite parqueo lateral.
El 22% destinado para los peatones y el 78% para los automotores. El
cruce sin refugio peatonal es de 14 metros, muy peligroso.

Local C 16 metros de ancho mínimo, distribuidos en dos carriles para transporte


motorizado de 3,00 metros cada uno, 2 metros de estacionamiento
lateral y 3,00 metros de acera a cada lado. 37,5% para los peatones
62,5% para los automotores.

Local D 14 metros de ancho mínimo, distribuidos en dos carriles para transporte


motorizado de 3,50 metros cada uno; un espacio para parqueo a un lado
de 2 metros; y 3,00 metros de acera a cada lado. 42,85% para los
peatones y 57,15% para los automotores.

Local E 12 metros de ancho mínimo, distribuidos en dos carriles para transporte


motorizado de 3,00 metros cada uno y 3,00 metros de acera a cada lado.
50% para los peatones y 50% para los automotores. La que mejores
condiciones tiene para los peatones.

59
Local F 10 metros de ancho mínimo, distribuidos en dos carriles para transporte
motorizado de 3,00 metros cada uno y 2,00 metros de acera a cada lado.
40% para los peatones y 60% para los automotores.

Local G 8 metros de ancho mínimo, distribuidos en dos carriles para transporte


motorizado de 2,80 metros cada uno y 1,2 metros de acera a cada lado.
30% para los peatones y 70% para los automotores.

Se puede apreciar claramente para el caso de las colectoras y


cómo el espacio peatonal tan solo arteriales, están basadas en
en la vía local E llega a un 50%, anchos de carriles para carreteras,
siendo la peor condición la colec- para permitir desarrollar altas velo-
tora B, en donde el espacio para cidades, cuando lo adecuado para
los peatones apenas es el 22% de vías urbanas, deben ser carriles
la superficie de la calle y el cruce angostos para reducir la velocidad
de la calzada es de 14 metros, de los automotores y dar la seguri-
mortal para personas con movili- dad a los actores vulnerables. En la
dad reducida como la mayoría de gran mayoría, los anchos de aceras
abuelitos. son mínimos en relación al ancho
de la calzada.
De acuerdo a este cuadro, los
técnicos municipales, así como los En conclusión, las normas, los
técnicos que hacen las urbaniza- presupuestos y la política pública
ciones, deberán regirse para dejar están basadas en la lógica del
los espacios de calzada, aceras, automóvil, en detrimento de la
espacios para estacionamientos y circulación peatonal y la de los no
parterres que conforman las vías motorizados, así como de muchas
arteriales, colectoras y locales, que otras actividades que podrían ser
son las que mayoritariamente realizadas en el espacio público.
conforman el trazado vial urbano. Finalmente, todo lo que se ha
En conclusión, la norma obliga a detallado en este texto evidencia
que la inequidad y la vulnerabili- que las condiciones de inequidad
dad continúen. y vulnerabilidad de peatones y
ciclistas continúan e incluso han
Estas especificaciones, al menos empeorado.

60
Fuentes consultadas y textos relacionados:

Asociación de Peatones de Quito. (2008). ¡Orgullosos peatones! Los beneficios


de caminar y no contaminar. Quito: APQ.

Asociación de Peatones de Quito. (2008). La ciudad y los peatones. Manual de


espacio público pensado en el peatón. Quito: APQ.

Chacón, D. (26 de Abril de 2017). Proyecto de Ordenanza Metropolitana que


Regula, Facilita y Promociona la Movilidad en Modos de Transporte Sostenibles
en el Distrito Metropolitano de Quito. Quito, Pichincha, Ecuador: Concejalía del
DMQ.

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Urbanas de Quito. Quito: Municipio del Distrito Metropolitano de Quito.
ITDP. (2017). DOT Standard v3.0. New York: ITDP.

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172. Reglas Técnicas de Arquitectura y Urbanismo. Quito: Municipio del Distrito
Metropolitano de Quito.

Sánz, A. (2008). Calmar el Tráfico. Pasos para una nueva cultura de la movilidad
urbana. Madrid: Ministerio de Fomento.

61
LA CIUDAD COMO INFIERNO:
Modernidades guayaquileñas
frente la destrucción asegurada
Robert Priessman Fenton III, PhD(C)
Docente, Universidad de Guayaquil

Resumen

La relación entre la historia y la vida cotidiana en los estudios urbanos


sigue provocando grandes discusiones dentro de la sub-disciplina. Este
breve artículo postula una lectura histórica del desarrollo urbano en Gua-
yaquil para poder entender las políticas económicas y simbólicas surgien-
do de la regeneración urbana contemporánea. Condenso el argumento
que surge de un proyecto de investigación histórica-comparada en torno
al tema de las presentes realidades de las ciudades ecuatorianas, enfo-
cando en el caso de Guayaquil, para desentrañar las intersecciones de la
cultura, la economía y el mundo sistema en cuanto a la coyuntura actual
de fuerzas sociales en la urbe y más allá de sus espacios materiales.

Palabras clave:

Guayaquil, Urbanización, Imaginarios Urbanos, Regeneración Urbana,


Walter Benjamin.

62
El pensador alemán Walter Benja- intervenciones municipales y esta-
min (1999), en sus análisis sobre las tales. Argumento que no solo se
transformaciones del espacio ur- reflejan esas intervenciones ciertas
bano durante el siglo XIX, comen- modas de las imágenes “mundiali-
taba que la modernidad consistía zadoras” de las ciudades globales,
del constante choque entre lo nue- del uso de la regeneración urbana
vo y lo antiguo generalizado en para poner en marcha a los proce-
una condición social. Dentro de la sos de acumulación capitalista,
cual, se decía, materializada en las sino una negociación dirigida des-
prácticas cotidianas de la cultura de arriba para abajo sobre el signi-
capitalista la modernidad se debe- ficado de la modernización urbana
ría entender como un infierno ca- particular a las experiencias históri-
racterizado por una ansiedad per- cas que enfrentó la ciudad. Por en-
petua atada a la invariable norma- cima de las ruinas del pasado, ma-
lización de lo nuevo. Evitando el terializado en los espacios urbanos
atraso, las ciudades tanto como durante los booms y colapsos eco-
sus ciudadanos se deberían actua- nómicos, la presente ronda de “re-
lizar constantemente, y, por lo tan- novación” literalmente conjura las
to, la perene busca de la moda se imágenes del pasado glorioso en
convierta en una condena fija. Lo busca de legitimarse, como exten-
asombroso de las historias urbanas sión, prolongación, de un proceso
en ciudades como Guayaquil no cuasi-natural. ¿Pero es así? Este
solamente se observa en las capa- ensayo se pone a interrogar la co-
cidades que poseían sus morado- nexión entre un imaginario urba-
res para renovarse y sus ciudades, no, lo de Guayaquil Antiguo (véase
como pruebas de una enorme Benavides 2010), y su utilización
elasticidad y creatividad humana, durante los últimos años en la re-
sino como ese terror moderniza- generación urbana.
dor se hace rutina a todo costo.
Por un lado, se atestigua a los Todo lo líquido se solidifica en
cambios materiales en la configu- imaginarios…
ración espacial citadina, y por otro
lo repetitivo que sean esas inter- La urbanización capitalista se en-
venciones humanas en perfeccio- tiende como la producción del es-
nar su entorno social—que al fin y pacio, implicada en la extensión
al cabo será destinado a fracasar de redes infraestructurales de es-
como tantas veces se hizo en su pacio construido y cartografías hu-
historia. manas y culturales, mediada y es-
tructurada por las relaciones socia-
Aquí exploraré e interrogaré los les del capitalismo mismo (véase
intentos disparados con el nuevo Lefebvre 2013; Castells 1974). La
milenio para renovar la ciudad de esencia normativa—es decir las
Guayaquil a través de una serie de tipologías y contenedores empíri-

63
cos de las varias ciudades—de es- quienes lo construyeron (formas,
tos procesos, se destaca Brenner y rutas, patrones) y quienes lo imagi-
Schmid (2015), mantiene cierta au- naron (imágenes, ideologías, esté-
tonomía mediante las fuerzas es- tica, etc.). Cabe señalar que Gua-
tructurales de las esencias consti- yaquil se consolidó material-ideo-
tutivas del “contexto de los con- lógicamente durante este lapso
textos” de capitalismo global. Es cuando el capitalismo cacaotero se
más, la historia espacial del capita- estampa en la ADN de su espacio
lismo se despliega como un ince- (Rojas y Villavicencio 1988).
sante proceso de configurar y re-
configurar los espacios sociales va- La caída de la economía cacaotera
lorizados para la producción y no detuvo, sin embargo, al proce-
atracción de plusvalía. En cambio, so urbanizador visto en la ciudad.
estas posturas fallan en la articula- Desde los 20 hasta los 40, en plena
ción de la importancia de la (ciu- depresión económica, la ciudad
dad como) historia y la (ciudad co- crece sin base—sin plan como di-
mo) cultura y las investigaciones rían algunos. Las redes económi-
económicas. cas fueron reconstituidas o destrui-
das—entre la ciudad y el campo, la
Guayaquil, desde mediados del ciudad y las metrópolis norte-
siglo XIX hasta la segunda década ñas—pero se expandía, principal-
del siglo XX, goza de altas tasas mente por los trabajadores agricul-
tanto de rentabilidad en sus indus- tores desalojados por el colapso
trias principales (la exportación del del cacao, en los sectores margina-
cacao) y en el crecimiento de la ur- les de la ciudad. En este periodo,
be misma. Con la circulación de también, se reconstruyó el signifi-
plusvalía dentro de la costa, una cado del proyecto fallido de la eli-
serie de proyectos de mejoramien- te: Guayaquil moderno se convier-
to urbano (servicios básicos, sani- te en Guayaquil Antiguo. En otras
tarios, canalización, transporte, palabras, con Robinson (2006), el
etc.) se empiezan a fijar el espacio discurso de Guayaquil Antiguo se
según una visión impregnada con transforma en una ficción regula-
el momento histórico acorde a los dora en cuanto a la interpretación
recursos económicos destinados y justificación del desarrollo urba-
para la producción espacial. Lo no protagonizado por el municipio
líquido, es decir la plusvalía, se en la ciudad de Guayaquil. El es-
convierte en espacio material, lo pacio material y las “prácticas es-
cual estructura y es estructurado paciales” como decía Lefebvre
por la actividad social de la ciudad. (2013), se sedimentaron, se modi-
En otras palabras, el espacio cita- ficaron, se reconfiguraron, pero el
dino refleja las representaciones y discurso espacial ideológi-
prácticas históricas de las gentes co—construido por encima las rui-

64
nas del capitalismo cacaotero—se movisión modernizadora del libe-
mantiene. Su visión, nacida en los ralismo radicado en la ciudad.
deseos modernizadoras de la elite Dentro de lo popular, se podría
local en el cierre del largo siglo XIX decir, existe dos tendencias anta-
(1870-1920), se basa en la exclu- gónicas: la que se acopla con la fu-
sión de representaciones de lo po- sión de modernización-mestizaje,
pular “tropical” e indígena de los y la otra que busca reproducir el
sectores estratégicos: principal- caos del campo dentro de la ciu-
mente de la “cultura” no mestiza- dad misma. La primera se alinea
da, los vendedores ambulantes, el con el progreso, lo apoya, mien-
“desorden,” y cualquier otro ele- tras la ulterior lo interrumpe y lo
mento no ameno a la campaña destroza, justificando su exclusión.
ideográfica empleada en la cons-
trucción de imágenes “mundializa- Dentro de los estudios urbanos la
das” del progreso guayaquileño. brecha entre la economía política y
las teorías culturales—sin querer
La licuefacción de Guayaquil menospreciar la política y la admi-
frente a los modelos sólidos nistración pública—se abre más
pronunciadamente en los lapsos
Tras el derrumbe del cacao y el de crisis cuando, por necesidad, el
crecimiento caótico de la ciudad, flujo económico se reconfigura
los sectores populares entran con- mientras los patrones culturales se
tundentemente en el escenario mantienen. Si el espacio urbano se
político. A la vez, la visión urbana reduce al movimiento de la activi-
consolidada en Guayaquil Antiguo dad económica, se suele decir
se convierte en lo que Benjamin ¿Por qué se observa tanta varia-
(1999) describe como “las imáge- ción entre las diversas ciudades
nes del sueño,” mitos y deseos fe- del mundo? ¿Qué causa que algu-
tichizados del pasado que actores nas ciudades se caractericen por la
en el presente citan para justificar industrialización, otras por el co-
intervenciones sociales. Dentro de mercio y otras por sectores muy
tales imágenes, lo popular se recu- amplios de la informalidad? ¿Có-
pera como eje principal por el cual mo es posible que esas realidades
la organización actual se justifica, e historias muy diversas se reduz-
como base cimentada por los sím- can a una categoría muy llana y
bolos y prácticas culturales exten- universal de “lo urbano” plena-
diéndose hacia el pasado colonial mente asociada con “la ciudad”?
y precolombino. Simultáneamen- Propongo que el problema yace
te, lo popular se excluye de repre- en la epistemología de “lo urba-
sentación en las fotos de la época no” como tal, tomando las críticas
anterior, dando la impresión que de Castells (1974) y Saunders
las diferencias entre clases y etnias (1981) van al corazón.
fueron superadas gracias a la cos-

65
Lo urbano no hace referencia a Es por eso que analizo el corto siglo
ningún tipo social de hábitat, ni XX en Guayaquil como un proceso
contenedor de actividades, y mu- extendido de licuefacción—el de-
cho menos ningún modo de vida. rretir de la fijación espacial estable-
Sin embargo se entiende como cida finales del largo siglo
una red de actividades, edificios e XIX—mientras que los imaginarios
infraestructuras interconectadas urbanos, las ficciones reguladores y
por la producción y circulación de cartografías conceptuales del Gua-
mercancías. Por lo tanto, lo urbano yaquil Antiguo, seguían guiando la
es como un tejido planetario que orientación cultural de las elites en
se extiende más allá de las ciuda- relación con los sectores populares,
des mismas expresando proble- en sus planes modernizadores y, en
mas globales (Brenner y Schmid especial, en las propuestas que ge-
2015). Pero como red interconec- neraron para superar la decaden-
tada, cada nodo mantiene su pro- cia. En otras palabras, la mitifica-
pia existencia vinculando y desvin- ción del pasado se congeló en imá-
culándose con los demás, abrien- genes del sueño en las cuales se
do espacio para que culturas úni- plantea un rescate del “progreso
cas, pero no autónomas, se desa- desviado” mientras las condiciones
rrollen en plena globalización. Ca- materiales que hicieron posibles
da nodo, por un lado tiene que esas imágenes se irrumpieron, de-
adecuar sus relaciones externas jando atrás ruinas materiales e
con otros nodos en el tejido plane- ideográficas. Más concreto, la ciu-
tario, pero por otro lado, el espa- dad de Guayaquil se construyó con
cio interno “se fija” alrededor de la producción y exportación del ca-
ciertos patrones culturales y eco- cao que le permitió “modernizar,”
nómicos corrientes. David Harvey sin poder desvincularse de la de-
(2004) en su análisis de la fijación pendencia. Los sueños del pasado,
espacial resalta esa tendencia his- estresando la modernización para
tórica en el desarrollo dentro de la superar los atrasos culturales, etc.,
cual el “espacio construido” se perdieron su base material en la
congela mediante ciclos de inver- producción agrícola con la crisis,
sión, actividad económica y condi- aunque seguían encauzando al de-
ciones macro-estructurales en la sarrollo urbano. Las ruinas del capi-
economía política. Un nodo, en- talismo cacaotero, es decir el espa-
tonces, erige las mismas barreras cio construido de la ciudad, no se
que le impedirán en un momento convierten en indicadores de las
posterior. Sin embargo, Harvey no debilidades del sistema liberal y la
explora la relación entre esas fija- ideología del progreso, sino como
ciones espaciales y la perpetua- métricas aludiendo a las defectos
ción de patrones culturales, por lo inherentes del pueblo guayaquile-
menos en condiciones urbanas de- ño, particularmente arraigadas en
pendientes. la cultura popular.

66
Nuevos sueños (ruinas) y el sembradores del “caos” urba-
desplazamiento del Guayaquil no—que la elite los tilda de secto-
Antiguo res populares, la informalidad y las
invasiones. Se puede observar,
Tan importante ha sido el rescate tanto en el enfoque explícito de
de los lugares céntricos e históri- los proyectos como en su estética,
cos para la regeneración urbana y como esa neoliberalización global
la elite que la guiaba durante los se interpreta mediante una reali-
últimos 20 años que se merece dad local. Como otras ciudades en
más escrutinio en cuanto a su sig- la región, Guayaquil se reorienta
nificancia (véase Delgado 2013). hacia la proliferación del capital
Por un lado, la historia guayaquile- financiero regional, principalmente
ña desde la caída del capitalismo a través del sector bancario, las
cacaotero se puede entender, en rentas petroleras y la importación.
términos ideológicos y materiales, A la vez, el desarrollo del sector
como un lento proceso de “popu- inmobiliario absorbe cantidades
larizar” el espacio urbano—no por enormes de plusvalía en nuevas
el despliegue de una supuesta y fijaciones espaciales, tanto la cons-
anticipada “derecho a la ciudad” trucción de nuevas ciudadelas ce-
sino por el abandono relativo por rradas en las periferias como en
la elite del casco central. La cons- “mega-proyectos” apuntados a re-
tante reubicación de la elite, al Ba- conquistar el centro histórico y vías
rrio Centenario, a Urdesa y Ceibos, públicas con fines de amansarlos
y a la Puntilla y Vía a la Costa, co- del desorden crónico. En ambos
rresponde con una ampliación de procesos se puede observar el
los sectores populares asentados despliegue de una estética pos-
en la parte principal de la ciudad. modernista de “Miami mundial,”
Sin embargo, empezando en los con su mezcla de elementos de
80, con la difusión del urbanismo parques de diversión, Art-Deco,
neoliberal, el retomar de los cen- colores vibrantes, diseños medite-
tros como proyecto político avanza rráneos, la ubicua utilización de
como una reconfiguración planeta- marcas en espacios públicos, y
ria del rol estratégico del centro en otros elementos desprendidos de
la economía política de las munici- contextos históricos y culturales
palidades en plena fase ascenden- re-ensamblados en la mercantiliza-
te de la globalización—proyecto ción de estos sectores como “imá-
que el Partido Social Cristiano arti- genes” modernas y mundializadas
culará con gusto. (Allan 2018).

Poco a poco se ve, particularmen- Esta reconquista no solamente se


te desde los 90, una política muni- trata de renegociar el sentido cul-
cipal más proactiva en cuanto al tural de Guayaquil, sino también
controlar y desmembrar a los focos controlarlo, excluyendo de ellos

67
los indeseables—principalmente dominan la construcción de imagi-
gente pobre con emprendimien- narios urbanos de la ciudad, reve-
tos “informales.” Por un lado esto lan aun un contenido alienado y
se materializa con nuevas formas utópico que las nuevas reconfigu-
de vigilar los espacios retomados, raciones no se puedan entregar, ya
que cuentan con el auspicio cons- que su propósito no es crear una
tante de guardianes y vigilantes ciudad libre de desigualdades,
interrumpiendo las actividades de sino una nueva revalorización del
los vendedores ambulantes. A la espacio urbano. Por lo tanto, es
vez con esa vigilancia se desen- importante desde la sociología ur-
vuelven nuevos discursos discipli- bana reconocer que las novedades
narios en cuanto al perfomance urbanas en las ciudades y espacios
del espacio “público,” encabeza- urbanos extendidos, por un lado,
do con las representaciones recon- no representan roturas profundas
figuradas de una campaña de pu- con un pasado que buscan sepul-
blicidad promovida por las autori- tar, sino prolongaciones de lo mis-
dades municipales de la caricatura mo revestido en nueva imágenes
del Juan Pueblo. Por otro lado, la actualizadas al capitalismo global
“privatización” del espacio públi- posmoderno. Por otro, la perspec-
co eleva los costos asociados con tiva urbana debería incluir un reco-
el pasear por el centro/malecón, nocimiento de que la ciudad y el
ya que los vendedores ambulantes espacio urbano en sí constituyan
son controlados, abriendo paso a ruinas en formación. Es decir, las
negocios formales que habían solidificaciones circunstanciales en
invertido en el desarrollo de los tiempo y espacio, la monumentali-
proyectos. zación gigantesca de la grandeza
fugaz, y la fijación en el espacio
Por otra capa superpuesta, la nue- material de nuevas imágenes e
va ronda de reconfigurar el espa- ideas no solo enfrentan a un pasa-
cio urbano de la urbe toma la cen- do arraigado y afectivo, sino tam-
tralidad histórica como base prin- bién constatan lo efímero y transi-
cipal para poder demoler los ras- torio que son los momentos soña-
gos y escombros de la ciudad his- dos de crecimiento—prólogos no
tórica. Este proyecto fracasará ya para una utopía deseada sino para
que por un lado las trazas de la his- el infierno que acecha furtivamen-
toria no solamente se edifican en te por debajo de las superficies del
los espacios materiales, sino tam- “progreso” inevitable.
bién en los imaginarios urbanos
que perduran en la memoria colec- Conclusión
tiva y las prácticas habituadas. La
promesa del Guayaquil Antiguo, Este breve artículo plantea la idea
sin embargo, observada en las de que, por un lado, la producción
imágenes del sueño que todavía del espacio urbano—las redes de

68
actividades y prácticas imbricadas ro dentro de tal proceso las destru-
con los espacios materiales—se ye y las reemplaza por unas nuevas
basa inherentemente en los vaive- imágenes de esperanza sin real-
nes económicos estructurados por mente reconstituir las bases de la
el contexto de los contextos del actividad social en el modo de pro-
capitalismo como modo de pro- ducción. Hasta mantiene, adaptán-
ducción. Por otro, se entiende que dose a una nueva realidad, los mis-
las imágenes y los imaginarios ge- mos patrones de clientelismo y
nerados por esas estructuraciones manejo político elitista, incluyendo
y redes pueden sobrevivir más allá una recuperación del “centro” co-
de sus configuraciones materiales. mo zona dominada por sus intere-
En este caso, Guayaquil Antiguo, ses y adornada con los monumen-
como discurso regulador sobrevive tos a sus héroes—la mitificación
hasta el presente, constantemente del pasado comercial y el comercio
conjurado por la política de las eli- global como fuentes de “progre-
tes y hasta en sectores populares, so.” Lo que una sociología urbana
como emblema guiador en cuanto contemporánea debería resaltar es
a cómo la ciudad se debería desa- cuan precarias son las bases sobre
rrollar y cómo los problemas “urba- la cuales tal progreso se construye,
nos” se pueden resolver. La pre- promoviendo una perspectiva de-
sente ronda de regeneración urba- mocrática basada en el derecho a
na dispone con la idea de recons- la ciudad y las experiencias y nece-
truir la ciudad decaída, resucitando sidades de los ciudadanos más afli-
imágenes del sueño del pasado gidos por el infierno nutrido por la
glorioso de Guayaquil Antiguo, pe- modernidad capitalista.

Bibliografía

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rrollo? Editorial Universitaria: Quito.

Benavides, O. Hugo. 2010. The Politics of Sentiment: Imagining and Re-


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of the Urban?” CITY, 19(2-3): 151-182.
Castells, Manuel. 1974. La cuestión urbana. Editorial Siglo XXI: España.

Delgado, Alina. 2013. “City Profile: Guayaquil.” Cities, 31: 515-532.

69
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Lefebvre, Henri. 2013. La producción del espacio. Capitán Swing Libros:


España.

Robinson, Jennifer. 2006. Ordinary Cities: Between Modernity and Deve-


lopment. Routledge: London.

Rojas M., Milton y Gaitán Villavicencio. 1988. El Proceso Urbano de Gua-


yaquil, 1870-1980. ILDIS: Quito.

Saunders, Peter. 1981. Social Theory and the Urban Question. Routledge:
London.

70
EL OCIO Y LA CIUDAD

Paulina Zary1 / Jorge Castro2


Escuela Politécnica Nacional del Ecuador-Departamento de Ciencias Sociales
paulina.zary@epn.edu.ec / jorge.castrom@epn.edu.ec

Resumen

La historia diacrónica de las palabras y el vertiginoso movimiento de las


ciudades a través del contrapunto discursivo de sus ciudadanos, despier-
tan una multiplicidad de facetas, formas diversas del pensamiento frente
a la inacabable búsqueda de la condición humana…y tras este rastro filo-
sófico y en el marco de Hábitat III, el cuestionamiento acerca del ocio y su
vivencia en esta ciudad hizo que se despertara una profunda curiosidad y,
el descubrimiento de que hoy la palabra ocio posee una carga semántica
negativa, promovida desde tiempos remotos por el poder de la Iglesia y
el surgimiento del capitalismo que todo lo ocupa y lo mercantiliza, gene-
ró una mirada al pasado para rescatar el origen primigenio de su acep-
ción que se considera, la que el hombre de hoy, de esta sociedad necesi-
ta para acceder a cambios significativos no solo individualmente sino para
la colectividad. Es así que los grandes filósofos dotan a esta palabra de un
significado ideal. El ocio se relaciona con aquella posibilidad de indagar
en la condición humana donde se puede condensar el encuentro con las
más sublimes potencialidades que permiten mirar la coherencia de la vida
para un encuentro social. Se necesita del ocio para pensar, para reflexio-
nar y reconectarse con la naturaleza, pues la felicidad en su máxima ex-
presión no se halla en la acumulación de bienes, como este mundo con-
sumista promociona: competir, trabajar sin descanso, existir en un mundo
de ficción y morir sin haber vivido a profundidad.

Palabras clave:

Ocio, ciudad, diacronía, sociedad, consciencia, mercantilización, capita-


lismo.

1/
Profesora titular del Departamento de CCSS-Escuela Politécnica Nacional. Magíster en
Tecnologías de la información y la comunicación aplicadas a la Educación.
2/
Profesor titular del Departamento de CCSS-Escuela Politécnica Nacional. Magíster en
Economía del Desarrollo.

71
La moderna ciudad de Quito, que con todas las preocupaciones que
ha servido de marco para desarro- implican la seguridad de un em-
llar este interesante tema, revela pleo, la estabilidad de un nivel de
en cada uno de sus rincones una ingresos idóneo que permita sol-
intrincada mezcla de voces que a ventar las necesidades básicas
través del contrapunto, rememo- dentro de la construcción y super-
ran el dialogismo de Mijail Bajtin y vivencia de las sociedades y, por
van despertando una multiplicidad otro, que no dista de la primera,
de pensamientos, de posturas po- aquella relacionada con la caracte-
líticas, religiosas, culturales, formas rística netamente humana, con la
diversas de asimilar el mundo, la visión lingüístico-etimológica y so-
vida y cada una es parte de la ince- bre todo humanística, que involu-
sante búsqueda de la verdad. Es cra la construcción del ser huma-
así que en medio de este contexto no. Ambos matices importantes
irrefrenable de personajes que para la humanidad, contextualiza-
transitan peregrinamente por las dos en el marco de la sociedad ca-
calles de Quito, ha surgido la duda pitalista mundial.
de cómo entre todos ellos, se asi-
mila el tema del ocio. Las respues- El término ocio empieza a trazar su
tas, en su gran mayoría, revelaron trayectoria semántica en Grecia y
un profundo desconocimiento del Roma, pero son los grandes filóso-
significado primigenio de la pala- fos griegos como Platón y Aristó-
bra y mucho más, de las sublimes teles los que dotan a esta palabra
acciones que el ocio implica… y de un significado ideal (Dare,
con toda razón, ya que apenas el 1991). Para ese contexto, la acep-
eco del su verdadero significado ción de ocio se relaciona con
ha llegado hasta nuestros días. aquella posibilidad de indagar en
Pues, este término ha pasado por la condición humana y crear ese
tantas vicisitudes históricas que su espacio propicio para el encuentro
sentido más prístino se ha ensom- con las más sublimes potencialida-
brecido y rescatarlo es hacerle jus- des del ser que se remiten al prin-
ticia. cipio del areté: “virtud o excelen-
cia y perfeccionamiento de las per-
Bajtín se remite al diálogo, al con- sonas o de las cosas” (López-Pe-
trapunto, a la polifonía como ele- laez, 2009), principio que abarca
mentos que edifican juicios, verda- desde lo físico (expresado de ma-
des que cimientan realidades; por nera magistral en las sublimes ac-
ello, la riqueza de este trabajo ra- ciones bélicas detalladas por Ho-
dica en que junta dos visiones su- mero, en la Ilíada por ejemplo, o
perficialmente dicotómicas, a ratos en las grandes hazañas olímpicas
parecerían distantes, pero al final cantadas por Píndaro), hasta las
resultan complementarias. Por un profundas reflexiones ontológicas
lado, la perspectiva económica que hasta ahora causan asombro.

72
Revelaba, así, un estado del espíri- mación socioeconómica sigue te-
tu relacionado también, con el niendo su esencia en el esclavis-
tiempo. Si bien esta concepción mo” (Gerlero, 2005). En conse-
de ocio se remite a las cumbres cuencia, el ocio de los griegos en-
ideales del ser humano, hay que cuentra su contraparte con los ro-
señalar que mientras la aristocracia manos en el término negocio
masculina sacaba provecho de su (neg-otium), que etimológicamen-
ocio, los esclavos y las mujeres te significa la negación del ocio, es
cumplían con todas las tareas ma- decir: ocupación, actividad, fun-
nuales. Detalle que ya desde ción, cargo, deber, empresa o
aquella época, ensombrece al tér- asunto que demanda “trabajo”.
mino. Posteriormente, en la forma- Si ahondamos aún más en los cam-
ción de las polis, atendiendo a los pos etimológicos de estas pala-
principios de la democracia, los bras, descubriremos que el térmi-
ciudadanos comunes pudieron no “trabajo” muy relacionado con
participar de las actividades de todas las actividades humanas,
ocio; este posiblemente fue un proviene del latín tripalium, que
intento por volver a la esencia del significaba literalmente ‘tres palos’
término. Por ejemplo, los ciudada- y era más bien, un instrumento de
nos asistían a las largas jornadas tortura formado por tres estacas a
que ofrecían las famosas tragedias las que se ataba al esclavo o al reo
de Sófocles, Esquilo, Eurípides o (López. A., 2006). Este momento
las comedias de Aristófanes cuyo histórico ya desluce la semántica
efecto, en ambos casos, era catár- ideal de ocio que se va tergiver-
tico e iba a tono con el concepto sando y va perdiendo su original y
de ocio (Jenkins, 2009). noble significado para vestirse con
un traje oscuro que lucirá hasta el
En su avance diacrónico, el térmi- día de hoy. Es importante señalar
no vuelve al imperio romano; su que en Roma, el ocio es atributo
naturaleza expansiva, no solo en de las grandes masas a quienes los
materia territorial sino en cuanto a poderosos brindan fiestas y gran-
los bienes que cada ser humano des espectáculos, de esta manera
debía acumular, hace que el térmi- este ocio popular se convierte en
no ocio (otium en latín) sufra una un arma de “dominación” (Gerle-
interesante variación. Se deben to- ro, 2005).
mar en cuenta los cambios que se
producen, “La organización so- Después de la caída del Imperio
cioeconómica del Imperio contem- Romano, la poderosa voz de la
pla una transformación incipiente Iglesia toma partido para despres-
frente al surgimiento de pequeños tigiar semánticamente aún más al
artesanos demandados por las término. Así, durante la Edad Me-
nuevas formas de ocupar el espa- dia y posteriormente en el siglo
cio –la urbanización-, si bien la for- XVI, aparece el concepto de ocio-

73
sidad opuesto moralmente al de comienza a instalarse el pano-
“trabajo” que por su lado religioso rama capitalista industrial
con tintes capitalistas, “dignifica al superponiendo a los patrones
hombre” (Gerlero, 2005). La lucha de conducta socializados, los
contra la pecaminosa condición esquemas del disciplinamiento
del ser humano que debe ser rei- en el trabajo, introduciendo en
vindicada a través del trabajo ha las escuelas la crítica a la moral
comenzado. El trabajo llena los es-
pacios en los que pueden sobreve- de la ociosidad y la prédica a
nir los malos pensamientos, hay favor de la industriocidad. El
que evitar a toda costa los ratos de disciplinamiento y el orden en
ocio para evitar caer en manos del el trabajo pasó a invadir todos
pecado. Es innegable que la opor- los aspectos de la vida, las
tunidad de un encuentro íntimo relaciones personales, la forma
con lo más prístino y noble de na- de hablar, los modales, al
turaleza huma y su significado pro- punto tal que fueron minando
fundo han caído en las marismas la alegría y el humor; “se predi-
del olvido. có y se legisló contra las diver-
siones de los pobres”.
El ámbito de la Revolución Indus-
trial hace que la concepción del Es preciso resaltar que el giro en la
“trabajo” adquiera un alto valor significación primigenia de ocio
semántico, relacionado íntima- por “tiempo libre” cambia radical-
mente con la subsistencia del ser mente la perspectiva, pues en el
humano y del ocio, solo queda una contexto histórico aludido y de allí
difusa sombra que ha sido reem- en adelante, la función que se atri-
plazado por el concepto de “tiem- buye al tiempo libre con relación al
po libre” que en el marco de una consumo (Gerlero, 2015) es deter-
sociedad capitalista creciente, alu- minante en el crecimiento econó-
de al espacio de descanso necesa- mico del mundo capitalista. Pues,
rio, a la recuperación vital que re-
quiere la fuerza de trabajo para se-
guir produciendo (Elizalde A. El consumidor y la economía
2009). Thompson (1984) citado exigen disponer de un tiempo
por Gerlero (2015) lo describe muy libre para realizar sus operacio-
bien: nes de consumo [...] Nueva-
mente se evidencia cómo las
“…la revolución industrial no particularidades que adquiere
era una situación consolidada, el modo de producción en una
sino una fase de transición formación socioeconómica
entre dos modos de vida. concreta, expresa una dialécti-
Hacia el 1700 en Inglaterra ca entre los diversos fenóme-

74
nos de la vida social y la base ciones sociales de educar, entrete-
material que la sustenta (Kelle ner e informar han entrado en la
y Kovalzon 1985 citados en dinámica del consumo, así lo retra-
Gerlero, 2015). ta muy bien Hogshead, 2010 cita-
do por Grupo Comunicar 2017, en
Otro de los factores importantes el módulo II Análisis crítico y pro-
que revolucionaron el mundo fue ducción mediática:
la pujante evolución de los
mass-media y posteriormente la …la información, los progra-
web 2.0; estos añaden un elemen- mas informativos, también han
to fundamental que se encargará entrado en la tendencia de
de alejar cualquier resquicio ideal entretener al telespectador,
del ocio, la referencia apunta al buscando, cada vez más, su
consumismo y específicamente, al compromiso a través de las
consumismo de la información y el emociones. Y es que hemos
espectáculo. pasado de la era de la informa-
ción a la era de la fascinación
…, nos encontramos con un (Hogshead, 2010) en la que
panorama mediático que predomina la estimulación
defiende su pluralidad con para ganarse la atención del
decenas de cadenas, con una espectador. Todo vale para
televisión a la carta y con la persuadir y cautivar a los
difusión de contenidos a través receptores. (s/n)
de Internet y las redes sociales.
Sin embargo, lo cierto es que Desde otra perspectiva, si bien el
los dueños de los medios no propósito de este documento no
son tan plurales y los conteni- es profundizar la concepción de
dos emitidos… son repetitivos ocio a partir de diferentes discipli-
y anticuados y en muchos nas, es interesante mirar el con-
casos subyugados por intere- cepto desde la psicología social.
ses económicos. (Grupo Se debe mencionar que desde es-
Comunicar, 2017). ta ciencia, la primera dimensión
del ocio es la libertad. Neulinger
Como dato interesante, en el manifiesta que la libertad es un es-
Ecuador, según el INEC, el número tado en el cual, el ser humano ha-
de horas que la población dedica ce uso de su capacidad de deci-
su tiempo libre frente al televisor, sión y de elección, en donde prima
es un promedio de 9 horas a la se- su propio criterio. Por tanto, cual-
mana. (INEC 2012). Los medios de quier actividad que se realiza con
comunicación masiva que en sus libertad, sin limitaciones u obliga-
inicios se relacionaban con las fun- ciones, está relacionada con el
ocio. (Peralta, 2012)

75
Al relacionar la acepción original bable que ella recupere para sí el
de ocio con la visión de la psicolo- verdadero alcance del ocio enmar-
gía social versus la actualidad, cado en una auténtica libertad. Ya
donde impera la cultura del merca- lo menciona Harvey (2014): “es im-
do, se observan contradicciones posible escapar a la unidad contra-
propias del modelo económico dictoria entre libertad y someti-
imperante; en este contexto, se miento, se defienda la política que
busca relacionar de una manera di- se defienda” (p 203).
fusa el ocio y la libertad, pero refe-
ridos más bien a una independen- Dentro de esta misma línea, la
cia de consumo. Entonces, cabe sicología social (como lo sugerían
preguntarse: ¿cómo se concibe la los griegos) también concibe el
libertad hoy?, ¿qué “libertad” bus- ocio como una forma de privaci-
ca el ser humano actual?, ¿acaso la dad y soledad; de tal manera, que
libertad es una cualidad que se exista una relativa libertad y un
puede fraccionar de acuerdo con diáfano criterio para asumir la
el interés económico, político, cul- influencia de los otros, tomando
tural, etc.? En el mundo del capita- en cuenta que los pensamientos,
lismo donde predominan la ideo- percepciones o las historias de los
logía de la libre empresa, de la individuos que forman parte de
propiedad privada, de una econo- nuestro contexto, terminan influ-
mía organizada alrededor de las yendo socialmente y muchas veces
empresas multinacionales (capital determinan los grados de motiva-
monopolista) y de la economía de ción por la libertad y la felicidad
mercado regulada (visión keyne- (Kleiber, Walker, Mannel, 2011). Es
siana), se proclama mayor eficien- por esto que la presencia del ocio
cia, eficacia y “libertad” con regu- abre el espacio necesario para el
laciones de los agentes económi- discernimiento reflexivo frente a
cos; pero que en lo concreto esa una realidad compleja que es re-
libertad, justicia y el bienestar que flejo de un desencuentro social
se ofrecen, se muestran como un que deja desamparado al ser en su
camuflaje de la esclavitud para un parte más humana.
sector que participa marginalmen-
te de las ganancias del capital. Es- Las sociedades contemporáneas
to significa que para quienes tie- totalmente globalizadas donde el
nen ingresos altos y de alguna for- tratamiento del ocio se lo vive des-
ma seguridad, está satisfecho el de la perspectiva económica y solo
ocio en su máxima expresión, se lo pueden permitir aquellas so-
mientras que para el pueblo, un ciedades que han cubierto sus ne-
camelo de libertad. (Polanyi como cesidades básicas, es el resultado
se citó en Harvey 2014). Por tanto, de todo un recorrido histórico, se-
dados los condicionamientos con mántico y multidisciplinar donde el
los que vive la sociedad, es impro- sentido del ocio se ha visto distor-

76
sionado. Se debe tomar en cuenta mía del mercado y en el devenir
que este contexto es propicio para del progreso humano, el surgi-
que surja la idea de la economía miento de las grandes urbes y el
de mercado de las necesidades incesante crecimiento urbanístico
ilimitadas frente a recursos esca- de las ciudades lo ha fortalecido,
sos. El término ocio, ahora sinóni- determinando en la mayoría de ca-
mo de tiempo libre y de tiempo de sos, cómo los ciudadanos destinan
recreación, se ha convertido en su tiempo libre o dicho de otra ma-
uno de los aspectos importantes nera, el tiempo de no trabajo.
para la economía capitalista, ya
que existe una estrecha relación Un claro ejemplo es la evolución
entre comercio, entretenimiento, del concepto de “centro comer-
cultura, turismo… Temas que ya cial”, este ha tenido un crecimien-
no guardan la esencia del ocio ini- to del 75% en estos últimos 15
cial, sino que se han convertido en años en Quito y sus alrededores
elementos para un ocio mercantil, datos que se pueden comprobar al
puesto que en esta sociedad, casi revisar la historia de la aparición de
todos los temas interesantes de la los Centros Comerciales en la ciu-
vida, lamentablemente, se pueden dad de Quito. La característica de
convertir en mercancía. estos grandes conglomerados de
la industria del entretenimiento
En función de lo dicho, en la actua- además del intercambio mercantil
lidad, la economía ha segmentado que generan, ofrecen otro tipo de
el análisis de la sociedad, teorizan- servicios tales como cine, teatro,
do el comportamiento humano a alimentación, parques temáticos,
través de la economía del ocio co- que se convierten en un imán de
mo tal. Este capitalismo industrial atracción para las personas, en
se ha venido consolidando y por donde los ciudadanos compran
tanto, ha determinado una con- experiencias… lo que a su vez pro-
cepción de bienestar y felicidad voca un crecimiento de las empre-
con base en el nivel de consumo sas que ofrecen aventura. La fic-
de la sociedad. En este sentido, el ción se ha apoderado de las men-
proceso industrial va perdiendo su tes de los ciudadanos del planeta
participación en pro del área de (Rifkin J, 2003). Según la consulto-
los servicios, es decir “el creci- ra datanálisis (citada en el artículo
miento de la industria del ocio (to- de El Comercio “todos vamos al
mado como tiempo libre y recrea- mall”) en su informe de 2009 reve-
ción) ha supuesto una parte impor- la que hombres y mujeres entre 15
tante de transición a esta econo- y 50 años de edad y de todos los
mía postindustrial” (Bell, 1973 cita- estratos económicos visitan en
do en Álvarez, 2006). La economía promedio 4,7 veces al mes un cen-
del ocio ahora está posicionándo- tro comercial de la capital, actual-
se en la propia lógica de la econo- mente la cifra se ha elevado a 8

77
visitas. Como el objetivo es reivin- que caminan perdidos en un mun-
dicar el ocio creativo, se puede do de ficción.
contrastar el dato anterior con el
índice de lectura por persona en el Actualmente, la mayoría de las ac-
país, que es el más bajo en Améri- tividades humanas se encuentra
ca Latina. 0,5 libros por año lee en bajo el dominio de los tentáculos
promedio cada ecuatoriano, se- del capitalismo. El trabajo repre-
gún datos de la UNESCO. Eso senta la llave que abre la posibili-
quiere decir, que cada habitante dad a la recreación y al disfrute del
lee la mitad de un texto, en el me- tiempo libre que se resume en visi-
jor de los casos. (Diario El Telégra- tar centros comerciales, cines, res-
fo, 2012). taurantes, bares, estadios, espec-
táculos, etc.; que son parte de la
El turismo es otra de las activida- cadena de consumo cotidiano ex-
des que mejor puede describir es- terno en un mundo inexorable. La
ta economía, actividad que ha te- posibilidad de detenerse y mirar
nido un considerable crecimiento interiormente en el propio reflejo
en casi todos los países. El ser hu- aquellas virtudes y debilidades pa-
mano quiere conocer otros lugares ra conocernos, construirnos cada
del planeta y claro, desde el punto vez como mejores seres humanos
de vista del ocio creativo, se abren y amarnos para poder amar, no tie-
muchas posibilidades de aprendi- ne cabida en un mundo donde la
zaje, de vivir una verdadera inter- conciencia casi se ha extraviado,
culturalidad, pero el negocio del donde las emociones se revelan a
turismo también ha mercantilizado través de emoticones. Sin embar-
estas posibilidades. En el caso del go, la puerta del ocio referido al
Ecuador, según el Banco Mundial, espíritu y a su engrandecimiento
entre 1995 y 2014, este sector se sigue abierta y es decisión de cada
incrementó en el 253%. El merca- ciudadano del universo pasar o
do del ocio gana ingentes espa- quedarse afuera.
cios porque los habitantes del
mundo buscan experiencias que Conclusiones
les permitan escapar de la cotidia-
nidad, de su trabajo… sin darse Esta retrospectiva etimológi-
cuenta, han caído en la vorágine co-diacrónica y económica ha ser-
del paradigma dominante que di- vido para descubrir que “la dignifi-
luye la idea del ser humano y lo cación del trabajo” junto a la impe-
convierte en comprador de aven- riosa necesidad de subsistir, confa-
turas, de felicidad; producto de bularon para que se perdiera el es-
aquello hoy se ve transitar por la pacio para el ocio. La preocupa-
ciudad a cientos de individuos ción por cubrir las necesidades bá-
anónimos, aislados, pasivos que sicas tomó rumbos extremos al de-
han olvidado su verdadero valor, sear también cubrir aquellas nece-

78
sidades innecesarias. El mundo del vidad, por tanto, el tipo de ciuda-
marketing bombardea la vida de dano producto de este sistema do-
los ciudadanos del planeta, el ca- minante, teme el ocio porque lo
pitalismo, que ha sembrado la enfrenta consigo mismo.
lucha por poseer, ha logrado mer-
cantilizar la vida, de manera tan su- La concepción de ocio en términos
til, que la mayoría entra en su jue- de libertad, bajo un sistema eco-
go casi sin notarlo. nómico que condiciona al ser hu-
mano, se encuentra limitada y a su
Al perderse el verdadero concepto vez, se contrapone a lo que signifi-
de ocio la esencia del capitalismo ca la libertad en su original expre-
cobró fuerza, pues ha convencido sión, sin categorizarla, sin delimi-
a la mayoría de la población mun- tarla, peor aún, ideologizarla. Por
dial que las respuestas más profun- tanto, existe la imperante necesi-
das están afuera, en el consumo dad de volver a reflexionar para
de bienes o de experiencias, como que la sociedad se replantee su es-
se ha señalado. El complejo trama- tilo de vida y recupere la concien-
do urbanístico coopera también cia sobre su propia existencia.
en favor del sistema dominante, (a
propósito de este congreso mun- Para terminar, una de las interesan-
dial), transitamos por un distrito tes respuestas frente al cuestiona-
metropolitano que se automatiza, miento de la relación entre el ocio
que se llena de centros comercia- y la sociedad actual, resume lo que
les uno más atrayente que el otro, se ha intentado plantear en este
una ciudad llena de luces y de pan- trabajo, es decir volver la mirada al
tallas que invita a habitar en un pasado y recuperar no solo en su
mundo virtual o en términos de significado sino de manera viven-
Zygmund Bauman, un mundo cial toda la ingente sustancia vital
líquido, inconsistente, carente de que implica el ocio:
espacios para el ocio creativo, en
donde el mismo tiempo libre ha “el ocio debería ser la máxima
esclavizado al ser humano (Suárez aspiración del ser humano…
G. 2016). ocio para pensar, para contem-
plar la naturaleza y al ser
En la antigua Atenas, la posibilidad humano, para aprender con
de trascendencia a través del auto- calma las mil maravillas que
conocimiento era considerada una
parte fundamental en la formación ofrece la vida, para practicar el
del ser humano. En la sociedad ac- arte, un deporte, para estar en
tual, esta concepción difiere pues- contacto con la gente y más
to que todo modelo de contem- con la gente que queremos.
plación es considerado como una No soy de los que cree que la
pérdida de tiempo o de producti- felicidad consiste en tener y

79
tener, trabajar y trabajar, com- mir y consumir y al final, morir-
petir y competir, superar y se sintiendo que la vida fue un
superar, aplastar y aplastar, ejercicio vacío”. (R. Diez,
demostrar y demostrar, consu- 2016).

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81
NÚMERO ANTERIOR
Sociología y Política HOY, Boletín No. 1
“Análisis de los resultados electorales
de marzo de 2019”

PRÓXIMO NÚMERO
Sociología y Política HOY, Boletín No. 3
“Análisis del levantamiento
Indígena-Popular de octubre de 2019”

Links de consulta Boletín No.1:


UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR
http://repositorio.uce.edu.ec/archivos/privadeneirac/
Facultad/Sub%20decanato/
Boletin%20Red%20Sociologia%20y%20Pol%C3%83%C2%ADtica.pdf

CLACSO
https://www.clacso.org/sociologia-y-politica-hoy/

WEB LINEA DE FUEGO


https://lalineadefuego.info/2019/07/03/
sociologia-y-politica-hoy-analisis-y-debate-desde-las-universidades/

Red de Carreras de Sociología y Ciencias Políticas del Ecuador

La publicación del Boletín Sociología y Política HOY No. 2


se realiza con el auspicio de:

Esta publicación, de distribución gratuita, fue auspiciada por Fundación Rosa Luxemburg
con fondos del Ministerio Alemán para la Cooperación Económica y el Desarrollo

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