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EL ESPACIO PÚBLICO COMO SISTEMA

RECONVERSIÓN DEL BV. COLÓN A PARTIR DE LAS REDES URBANAS

Alumna: Guillermina Rucci


EL ESPACIO PÚBLICO COMO SISTEMA
RECONVERSIÓN DEL BV. COLÓN A PARTIR DE LAS REDES URBANAS
EXAMEN FINAL DE INTERVENSIÓN URBANÍSTICA
TALLER CABALLERO - CÁTEDRA FLORIANI 2021
Profesor titular: Héctor Floriani
Profesores adjuntos: Javier Fedele
Roberto Kawano
Jefes de trabajos prácticos: Gustavo Chialvo
Leticia Leonhardt
Ricardo Robles

ÍNDICE Introducción
Capítulo 1- El espacio público como sistema dentro de la trama urbana.
1.1| El espacio público, redes dentro de la ciudad.
1.2| Orden y desarrollo del sistema de redes en ciudades compactas.
Capítulo 2 - Las calles como espacio público.
2.1| La calle como espacio público conector dentro de la red.
2.2| La incidencia del tejido como borde configurador de la calle.
Capítulo 3 - Casos de estudio
3.1| POPs, Nueva York.
1.2| Planes para el área central de Rosario.
Capítulo 4 – Reconversión del Bv. Colón en Casilda
Reflexión
Introducción
Esta monografía, escrito final de la materia Intervención Urbanística, tuvo como pauta desarrollarse a través de la selección de un tema a
elección propia que sea de incumbencia de la materia, para poder hacer una reflexión de forma teórica y volcado al trabajo realizado durante
año de cursado. En la presente, se optó por trabajar en el concepto de redes abocadas a la vitalidad urbana, el cual también se está tratando
como parte del Proyecto Final de Carrera.
Es así que este trabajo no se toma como un estudio en este momento en particular, como fin de una materia, sino como una parte de un proceso
que involucra desde una reflexión teórica de un tema en específico, que sirve como hipótesis de trabajo tanto para abordar una intervención
urbana como para la relación urbana de un proyecto arquitectónico, como se va a continuar trabajando en Proyecto Final.

En lo que incumbe al tema de redes urbanas en concreto, se lo aborda primero desde el entendimiento de cómo se leen en la ciudad, como
se componen y relacionan las partes para conformar un sistema. Y luego se profundiza en el espacio público que las conforma y cómo su
condición cualitativa va a repercutir en la vitalidad de la red, por ende, la vitalidad de la ciudad y la calidad de vida de sus ciudadanos.
Esta forma de estudio expresada en el párrafo anterior, es tomada para hacer foco en la revitalización de partes de la ciudad existente,
comenzando por la relación que existe entre sus espacios públicos y equipamientos ya consolidados, y cómo a partir de redes ya conformadas
se pueden plantear proyectos que la refuercen y reconfiguren sectores degradados a partir de su relación. Fomentando ciudades compactas,
que densifiquen su mancha urbana actual con sus partes vinculadas, “atadas”, entre sí para poder ser recorridas fácilmente, y siendo leídas
como un todo.
El espacio público como sistema dentro de la trama urbana
1.1| El Espacio Público y las “redes” dentro de una ciudad
Pensando a la ciudad desde su concepción, se hace inevitable destacar el rol del espacio público como un elemento fundamental de la misma.
Dentro de éstos, las calles “por excelencia”. Siendo éstas una parte generadora de la trama urbana, base de su trazado. Esto refleja su
importancia tanto en el orden como en los aspectos cualitativos de las ciudades. Es en éstas donde los habitantes de una ciudad se expresan,
por lo tanto, no es un espacio solo físico, sino también simbólico de una experiencia colectiva, representante de la sociedad que lo ocupa.

Entonces, se puede llegar a la conclusión de que el espacio público va a determinar no solo la forma de la ciudad, sino también la calidad de
vida de quienes lo habitan. Por lo tanto, ¿cómo se puede trabajar sobre su condición de elemento estructural de la ciudad, a partir de su
trazado, para mejorar la vitalidad de la misma?

Pensarlo a partir de la idea de generador de trazado, por sus calles, lo asocia a una condición de movilidad dentro de la ciudad. Si la movilidad
se da con el fin de ir de un lado a otro, para conectar dos lugares, las conexiones de calles y lugares conformarían una red, un sistema que
conforma a la ciudad.

“La ciudad entendida como sistema, de redes o de conjunto de elementos – (…) – que permiten el paseo y el encuentro, que ordenan cada
zona de la ciudad y le dan sentido, que son el ámbito físico de la expresión colectiva y de la diversidad social y cultural. Es decir que el espacio
público es a un tiempo el espacio principal del urbanismo, de la cultura urbana y de la ciudadanía.”
El Espacio Público: Ciudad y Ciudadanía, Jordi Borja y Zaid Muxi.

En estas redes conformadas por los espacios públicos de una ciudad, se pueden distinguir dos elementos fundamentales. Por un lado, los
conectores, de los cuales forman parte las calles y caminos, los cuales sirven como circulación y transición entre el otro tipo de elementos, los
lugares o nodos de atracción de personas.

Los elementos conectores son los trayectos que se pueden trazar en una ciudad, a los cuales sus habitantes recorren para ir de un punto a
otro de la misma. Las escalas y formas de transitarlos son diversas, pudiendo ser calles y veredas o un camino que atraviesa una plaza, desde
bicisendas o peatonales a autopsitas.

El sentido de circular por estos trayectos, es el de llegar de un lugar a otro. Estos nodos, elementos de la red a los cuales la gente va por
alguna necesidad, justamente se definen por esto último, por la actividad humana que se desarrolla en ellos. Más allá de su carácter formal,
su importancia radica en su capacidad de atracción de personas. También siendo de diferentes escalas, no importa si es un gran equipamiento,
un espacio público como plazas y parques, o por ejemplo programas más efímeros como un food truck parado en una esquina, lo que los
cualifica es la cantidad de gente a la que convoca y su permanencia.

Estos componentes a la vez van a calificarse según las diferentes escalas en las que se organicen dentro de la red. Al hablar de una red a
nivel urbano, por ejemplo, los puntos importantes que van a tener importancia van a ser los grandes equipamientos o puntos de interés que
sean predominantes para la ciudad completa, ya sean edificios/espacios públicos únicos o varios nodos de menor escala aglomerados en una
menor distancia; en cambio, si se analiza un barrio de esa ciudad, si bien un nodo registrado a escala urbana puede y seguramente coincida,
van a detectarse otros nodos de escala menor, pero de importancia para la vida y movilidad del barrio. Lo mismo podría aplicarse a una plaza
donde las conexiones se generan entre los frentes que hacen su borde o los distintos espacios que ésta pueda contener, o una calle la cual
se va recorriendo en sus diferentes puntos según los usos de las parcelas que permitan el movimiento en ésta. Hasta mismo aplicarlo a
proyectos de arquitectura híbridos de gran escala, que en su mixtura de usos permitan el recorrido dentro del mismo, variando en sus espacios.

1.2| Orden y desarrollo del sistema de redes en ciudades compactas


Como es lógico, un elemento no existe sin el otro, ningún componente de la ciudad es
independiente del resto. Más allá de cada uno en sí, lo que va a configurar a la red de espacios
públicos son las relaciones que se establezcan entre ambos.

Para una ciudad que busca espacios urbanos vitales, de nada sirve tener diferentes focos
conectados entre sí por recorridos únicos. Esto podría ejemplificarse con las ciudades
funcionales planteadas durante el Movimiento Moderno, fragmentadas a partir de la zonificación,
los distintos tipos de actividades se agrupaban entre sí, segregadas del resto en áreas mono
funcionales. Tal como se citaba en la Carta de Atenas, la ciudad zonificada en cuatro
necesidades de la sociedad moderna, habitar, circular, trabajar, recrear. Se planteaban grandes
ejes de movilidad para llegar de una zona a la otra, quitando la posibilidad de entrecruzarse con
otra actividad, atentando contra la idea de ciudad como espacio de encuentro social.

Años después del movimiento moderno, alrededor de los ’50, surgieron las llamadas ciudades
difusas, asentamientos urbanos dispersos en el territorio, ocupando extensas áreas. También
segregados por áreas de funcionamiento, muchas veces mono funcionales, como campus
universitarios, áreas industriales, o barrios residenciales en las afueras de la ciudad, conectado
por infraestructuras de transporte en donde el vehículo privado se vuele primordial, segregando
también socialmente.
Ejemplo de ciudad zonificada. Brasilia, plan 1957 Lucio Costa.
Estructura urbana y eje monumental.
“Se comprueba que la ciudad difusa actual tiene cierta tendencia a diluir la complejidad en la mayor parte de su territorio. (…)
El espacio se especializa y el contacto, regulación, el intercambio y la comunicación entre personas, actividades e instituciones
diferentes, que como hemos dicho constituye la esencia de la ciudad, se va empobreciendo (…).”
La Ciudad Compacta y Diversa Frente a la Conurbación Difusa. Salvador Rueda. Pp. 4.

Frente a este tipo de ciudades, durante las últimas décadas del siglo XX surgió la idea de ciudad compacta. Un tipo de ciudad la cual trabaja
sobre la densidad, buscando fomentar la mixtura de usos, desarrollando mayor variedad de actividades en distancias de recorridos más cortos,
favoreciendo el intercambio y roce social. Tal como describe Richard Rogers:

“Profundizar en la idea de “ciudad compacta” – una ciudad densa y socialmente diversa, donde las actividades sociales y
económicas se solapen y donde las comunidades puedan integrarse en su vecindario”
Ciudades para un pequeño Planeta,
Richard Rogers + Philip Gumuchdjian, Editorial GG. Pp. 32

En este tipo de ciudad, el sistema urbano aumenta su complejidad y funciona como un todo, a la vez que favorece al ambiente reduciendo su
huella y la energía que supondría abarcar territorios más extensos. Es en este “todo” donde se desarrolla el orden del concepto de redes y se
relacionan sus elementos. Con la mixtura de usos en la ciudad, el movimiento da un lugar a otro de la misma se vuelve más fluido que si tan
solo tuviéramos que movernos entre un área y otra, por lo que se fortalecen la redes.

“Las conexiones ocurrirán solamente entre nodos contrastantes o complementarios. (…). La red urbana se crea por la necesidad
de moverse a la escuela, a la casa, a un almacén comercial, a una oficia o a un parque; hay mucho menos necesidad de ir de
una casa a otra.”
En Cuadernos de Arquitectura y Nuevo urbanismo, tecnológico de Monterrey, 2006. Teoría de la Red Urbana, Nikos
Salingaros pp. 11.

Cuando hablamos de ir de un lugar a otro, aparece el rol de las conexiones y la importancia de su correcto funcionamiento para el orden y
desarrollo de la red urbana. Para que estos trayectos funcionen, los tramos entre lugares deben de ser cortos, permitiendo el recorrido peatonal
o en bicicleta.

Pero en caso de lugares más bien alejados o con conexiones más largas, será necesaria la presencia de nuevos nodos intermedios que
interrumpan este recorrido. Así el trayecto se formará por medio de varias conexiones cortas que unen diferentes nodos de atracción
intermedios, favoreciendo el roce de actividades e intercambio social que se busca en las ciudades compactas.

Todo el conjunto y vinculación entre actividades de permanencia de personas va a promover una ciudad más vital y segura.
“Mientras más fuertes son las conexiones y más subestructura tenga la red, una ciudad tiene más vida (Alexander 1965, Gehl
1987).”
En Cuadernos de Arquitectura y Nuevo urbanismo, tecnológico de Monterrey, 2006. Teoría de la Red Urbana, Nikos
Salingaros pp. 5
La calle como espacio público
2.1| La calle como espacio público conector dentro de la red
Dentro de los dos componentes de la red mencionados en el capítulo anterior, en este se va a hacer énfasis en los conectores, más
concretamente en las calles y su rol de espacio público dentro de la ciudad.

Su protagonismo en la red urbana comienza desde el momento en que cada ciudadano parte desde su residencia a otro nodo en cualquier
parte de la ciudad. Al traspasar el borde de su vivienda a la vereda, se pasa a “el primer espacio compartido, el primero en el que el ciudadano
pasa a formar parte, lo quiera o no, de una experiencia colectiva”. (El Elogio de la Vereda, Eva Tolot, Revista Ñ, Clarín.).

Por este protagonismo e importancia en la vida de las personas dentro de las aglomeraciones urbanas, la cualificación de las calles va a tener
una incidencia fundamental en cómo sea la ciudad, en su imagen y vitalidad.

Ya se mencionó anteriormente que para fomentar el traslado peatonal y aportar a la vitalidad en estos trayectos de la red, deberían de ser
cortos o segmentados por nodos intermedios, fomentando ciudades compactas, densas y multifuncionales, pero ¿de qué otra forma se pueden
pensar las calles de la ciudad para alentar la vida urbana de la misma?

Autores como Jan Gehl hacen referencia a que otro factor importante a tener en cuenta para alentar al pedestrismo y así aumentar la vida
urbana, es el manejo de lo que él llama, la escala humana: calles pensadas para el hombre, la velocidad que manejan, las escalas según la
visión y la percepción que se tiene.

Para explicar esto último se vuele a hacer referencia a el urbanismo que se desarrollaba a comienzos del S.XX, con la aparición del automóvil,
las calles comenzaron a cobrar otro sentido. Difiriendo de su rol de lugar de encuentro dado desde el comienzo de la historia de las ciudades,
en donde se establecía “el mercado” y se daba el intercambio de bienes y servicios, las calles empezaron a concebirse como infraestructura
más que como lugar de encuentro social. Las velocidades con las que se empezó a contar poco tenían que ver con las posibilidades de
movilidad de una persona pedestre, lo que causo que, en este auge de aprovechamiento de las nuevas velocidades que dio el auto, las calles
de a poco cambiaran su rol al de ser infraestructura de movilidad. Si bien significaron un gran beneficio para las conexiones a nivel territorial,
cuando se dan dentro de una ciudad tienden a fragmentarla y resultar en áreas degradadas, poco vitales e inseguras.

Opuesto a este rol de infraestructura es que se posiciona el manejo de la escala humana, el rehabitar las calles a partir de pensarlas para el
hombre, priorizando su experiencia. Esto se va a dar a partir de su diseño, con áreas peatonales y bicisendas seguras, y con los estímulos
sensibles que se presenten para hacer de los trayectos lugares más interesantes para transitar.
2.1| La incidencia del tejido como borde configurador
Otro aspecto fundamental que va a incidir en la calle como espacio público y para fomentar las conexiones entre distintos nodos de la ciudad,
es el tejido que la rodea. Parte fundamental de la misma ya que conforma sus bordes, introducido ya como el límite entre lo público y lo privado
y por ende con las que cada ciudadano interactúa.

Por pensar las calles como espacio público, se entiende como lugares no solo de paso, sino que permitan la permanencia, en menor o mayor
medida, según la escala del corredor que sea. Sus bordes también van a tener mucha influencia en cómo sea una calle. Como un ejemplo,
se puede mencionar la comparación entre una calle comercial y una fachada cerrada como podríamos imaginar la de una fábrica. Donde la
primera seguramente va a tener mayor cantidad de cosas para que mayor cantidad de personas, diferentes actores sociales, puedan bajar su
velocidad de traslado y generar mayor interacción que la segunda.

“A la altura de la vereda, los bordes se convierten en zonas de intercambio, ya que es a través de las puertas y ventanas que el
interior y el exterior se fusionan. Los bordes generan la posibilidad de que la vida interna de un edificio, o las actividades que se
desarrollan en su vereda, entren en contacto con la ciudad.”
Ciudades Para la Gente, Jan Gehl.
Editorial Infinito, CABA 2014, pp. 75.

Más allá de la importancia del tejido como borde, un aspecto que se relaciona y que también va a incidir, es el uso que se le asigne tejido. Los
sectores de la ciudad o calles donde predomine la superposición y mixtura de usos no solo va a influir en la mezcla de actores y actividades
que se den en éstos, sino también en la variedad de sus bordes. Las funciones solapadas van a aumentar la posibilidad de que suceda lo
imprevisto, que las calles sean colonizadas de forma más espontanea. A la vez, una calle con variedad de funciones resultará en la ampliación
de la franja horaria en que la ciudadanía de mueva activamente. Dando mayor seguridad por la presencia de personas en distintos momentos
del día.

“(…) la calle como una prolongación de las casas que se abren a ellas; como un jardín delantero que incrementa las posibilidades
de uso del espacio urbano, aumentando el “roce” entre los transeúntes y los espacios de estancia.”
REHABITAR EN 9 EPISODIOS | Rehabitar 3: Rehabitar La Calle.
Colección del Ministerio de Vivienda y la Universidad Politécnica de Cataluña, 2010.
Casos de estudio
3.1| POPS, Nueva York.
Los POPS (Privately Owned Public Space), como
corresponde en sus siglas, son espacios públicos de
propiedad privada dentro del tejido de la ciudad. Inspirados
en el Seagram Building (Mies van der Rohe), surgieron en
1961 como un programa por parte de la intendencia de la
ciudad que buscaba revitalizar Manhattan (zona que estaba
comenzando a adquirir una alta densidad), a partir de poder
darle a las calles mayor espacio para el uso público de las
mismas.
La forma de incentivar a los desarrolladores privados a que
cedan estos espacios para el uso público, se aborda a partir
de la recompensación en metros de construcción. Cediendo áreas al público los edificios tienen una ganancia en pisos u otras expansiones,
más allá de la altura permitida sin esos espacios. Así la compensación dada al espacio urbano se vería recompensada también a los
desarrolladores inmobiliarios.
Como programa todavía vigente, hoy en día acumula alrededor de 400.000m2 (fuente: https://www1.nyc.gov) de espacio adicional en la ciudad. A
través de los años fueron profundizando las reglas a cumplir, con fin de asegurar su mantenimiento por parte del privado y que se mantenga
su condición de ser espacio para la ciudad. Pudiendo ser tanto exteriores como interiores, deben cumplir ciertos requisitos de diseño como
ser su fácil lectura como público, a partir de su relación con la calle; el diseño atractivo tanto para el espacio en si como para el mobiliario,
asegurando comodidades y áreas de asiento.
Así, en un entorno de alta densidad como lo es Manhattan, se crea una red de espacios para el uso público inmersos en el tejido de la ciudad.
Otorgando otra calidad al espacio urbano, aumentando a su vitalidad, a través del uso de estos espacios de “en donde estas calles crecen,
se expanden” más allá de su uso infraestructural de movimiento y conexión.

Este caso fue seleccionado, a pesar de la diferencia de escala con trabajo práctico desarrollado en Casilda, como ejemplo de cómo las
intervenciones en el tejido mismo pueden influir en la condición de las calles. Entendiéndolas más allá de su rol de conectores, cómo trabajar
haciendo foco en éstas se puede lograr una ciudad más vital, que ofrezca otro tipo de espacios que acorten perceptivamente estos trayectos
de un lugar a otro de la ciudad, dotándolas de espacios con mayor posibilidad de encuentro social, encontrarse con el otro y posibilitar “lo
inesperado”.
3.2| Planes para el área central de Rosario.
En los últimos años desde la municipalidad empezó a hacer foco en el área central, buscando revitalizarla a partir de diversos planes.
Como ejemplo de alguno de estos planes, partes del Plan Urbano Rosario 2007-2017, son:
El Plan Especial de Calle San Juan, el reordenamiento de un área de 8 manzanas, deteriorada de la ciudad, con nuevas normativas para
parcelas de gran superficie, aprovechando los conjuntos de parcelas con únicos dueños o playas de estacionamiento, para con éstas crear
nuevos retiros y espacios públicos.
El Paseo de las Artes, en las manzanas que conectan el fin de la peatonal San Martín con la bajada Sargento Cabral y el paseo de la costa
central. Con nuevos recorridos y aperturas de manzana, generando nuevos espacios públicos y poniendo en valor el patrimonio existente del
lugar.
El Plan para la Manzana 125, el cual propone un proyecto unitario para un conjunto de parcelas catalogadas anteriormente como área de
reserva, que producen el atravesamiento de la manzana en tres de sus frentes, con una planta baja comercial con paso y uso público.

Más allá del desarrollo de cada plan en sí, lo


que interesa en este trabajo es lo que resulta
cuando se los pone en relación, tanto entre los
mismos como en el entorno existente de la
ciudad. Su resultado va más allá de lo que se
proponga en cada uno.
Cada espacio público nuevo, cambio en las
calles o nuevos usos, toma importancia en
relación al resto. Como podemos ver en la
imagen a la derecha, cada uno de estos planes
se pone en relación al resto de la ciudad, sus
peatonales y las galerías características del
área central de la ciudad, plazas y parques
costeros, formando una red de lugares por los
cuales se puede ir recorriendo la ciudad
peatonalmente, tanto por las calles como por
los caminos alternativos que se conforman en
los atravesamientos de manzanas.
Reconversión del Bv. Colón en Casilda
La Ciudad de Casilda, orígenes y estructura urbana.
La ciudad de Casilda se encuentra ubicada en la provincia de Santa Fe, 60km al oeste
de Rosario. Se comenzó a gestar como Colonia Candelaria en 1870, a partir de
iniciativa privada como parte de un programa de “colonización agrícola” desarrollado
por el empresario Carlos Casado de Alisal.
Con la llegada de sus primeros pobladores se comenzó con el trazado de la ciudad,
comenzando desde la plaza central, centro urbano actual y lugar cercano al canal La
Candelaria, se desarrolló como una cuadricula con grandes bulevares que la
estructuran.
Como colonia agropecuaria, gracias a su cercanía al puerto de Rosario y la llegada
del ferrocarril, se realizó la primera exportación de trigo del país a Europa. Colocando
a la colonia como centro regional agropecuario, se produjo un aumento del trabajo y
así de la población del lugar. Años más tarde por la compra de varios terrenos
cercanos, se funda un nuevo pueblo lindero, Nueva Roma, el cual termina siendo
integrado a la ciudad.
Hoy en día en la ciudad pueden notarse estas particularidades fundacionales,
distinguiéndose claramente sus dos colonias iniciales Colonia Candelaria con el
trazado de retícula ya mencionado, y Nueva Roma proyectada como una cuadricula
interrumpida por diagonales, área de la ciudad que nunca termino de consolidarse por
completo.

Transformación de la Ruta 33 al nuevo Bv. Colón.


El área a intervenir dentro de la ciudad es el eje de la Ruta 33 que atraviesa la ciudad
separando al barrio Yapeyú y a la universidad del resto de la misma. Con el proyecto
de la nueva autovía a realizarse que pasa por la zona, durante el año de cursado se
trabaja sobre la posible potencialidad de que el tramo de ruta que atraviesa el área
urbana se convierta en boulevard. En este trabajo, se continua con la hipótesis de la
potencialidad de cambio, no como algo ya concluido ni certero de que vaya a cambiar
rotundamente con la construcción de la nueva autovía. Por lo tanto, se propone la
continuación circunvalar para tránsito de carga y se diseña una nueva calzada sobre
el boulevard para colectivos y automóviles.
Como es usual en áreas urbanas atravesadas por rutas, éstas generan una división hacia un lado y el otro de la misma. Además de esta
fragmentación de la ciudad en dos sectores, también se vuelve un sector degradado gracias a el tráfico constante que las recorre, siendo
lugar de paso más que de permanencia. En el caso de Casilda durante el día el tramo completo se encuentra ocupado por camiones de carga
producto de la producción agropecuaria.

Por lo tanto, el objetivo principal del trabajo se basa en la revitalización del corredor, hoy un borde duro, y evitar la fragmentación de la ciudad.
Reconvertirlo y revitalizarlo más allá de su condición de eje de paso, a un lugar de permanencia e integración social, a partir de una fuerte
conexión al resto de la ciudad.

Propuesta de reconversión.
En una primera instancia, para vincular el sector al resto de la ciudad, se
analiza la misma a escala general, a partir a partir de sus espacios
públicos y equipamientos, entendiéndolos como lugares de confluencia
social.
Si vemos un esquema de las redes conformadas por estos lugares en la
actualidad (1), se puede notar la cercanía de ciertas partes del eje a
algunos de los nodos de mayor confluencia y permanencia de gente de la
ciudad (2).
Aprovechando esta cercanía se proponen los puntos nodales más
importantes de la intervención (3), buscando generar conexiones de
tramos cortos a los lugares vitales próximos, para así conectar, “tejer” el
área de la ciudad a la red ya conformada, mediante el flujo de interacción
entre las partes cercanas.
1. Esquema de redes actual de la ciudad
2. Redes en el área central en una escala más próxima.
3. Propuesta de conexión a la red urbana mediante dos puntos nodales.

Es decir, como estrategia, después del análisis, se aborda una primera instancia a escala urbana, con dos nodos principales, cercanos a la
intersección del Bv. Ovidio Lagos y Bv. 25 de Mayo, vinculados a las áreas más consolidadas por la accesibilidad desde las mismas.
Para generar estas conexiones, no solo basta con la cercanía. También se vuele importante hacer foco en cómo son esas conexiones, las
sendas y sus bordes, en este caso las calles y el tejido.
De la misma forma que en el trabajo del año de cursado, el corredor se distingue en cuatro sectores con distintas características en el tejido
de cada tramo, coincidiendo cada inicio/fin de éstos con los bulevares sentido norte-sur. Los tramos y las propuestas para cada uno son:
Sector 1:
Nodos:
Se plantea un parque “de la Universidad” que sirva tanto de uso de la misma como para la ciudadanía en general, con diferentes programas
que fomenten la mixtura social.
- Mantener la cancha de futbol 11 actual, única de uso abierto en la ciudad, y el ingreso a la universidad por la esquina de Ov. Lagos,
como parte del imaginario colectivo del paisaje urbano a respetar.
- Centro de convenciones con auditorio, salones para talleres y salas de muestras, que pueda ser aprovechado tanto por la universidad
como para la población en general.
- Área de juegos para chicos y skatepark.
- Parada de ómnibus interurbano, por la escala territorial propia de la universidad.

Trayectos:
En cuanto a la calle del boulevard, se plantea aprovechar el ancho actual diferenciando la calzada destinada a cumplir la función de ruta, de
una calle colectora manda peatón del lado del cual continua el tejido de la ciudad, ambas separadas por un cantero arbolado. Así se busca
acortar la distancia de lugar de ruta a cruzar, con bordes de otra escala que permitan el paseo peatonal y facilitando el cruce de un lado a
otro.
También se intervienen dos calles trasversales en coincidencia con los puentes del parque para generar otra conexión entre ambos nodos. Se
propone la nivelación de la calzada e incorporación de bicisendas, mejora de canteros y arbolado, y una normativa de uso residencial y
comercial.

Y en cuanto al tejido frentista al boulevard,


queda definida por una altura de hasta 15m y
uso residencial, de servicios, y comercial y
gastronómico en planta baja. A estos últimos
usos se les da la posibilidad de expandirse
sobre el estacionamiento de la calle colectora
frentista a su local, a cambio de la colocación de
mobiliario de uso público como áreas de asiento.
Esto último es parte de potenciar lo que ya
sucede en el paisaje del corredor, ya sea en
parrillas que sacan sus mesas o locales que
muestran sus productos aprovechando el flujo
de gente que transita por el corredor.
Sector 2
En este sector se mantiene a ambos lados la misma propuesta de tejido que en el frente de la universidad explicado en el apartado anterior.
También en cuando a la sección de la calle, teniendo calles colectoras de baja velocidad para la accesibilidad al tejido en ambos frentes.
Sector 3
La particularidad de este sector a los otros, además de articular entre zona urbana y rural, pasa por la presencia de 9 manzanas de propiedad
municipal. En primera instancia se propone la continuación de trazado entre estas y una calle paralela al arroyo.
De tales manzanas se destinan tres para área de reserva para viviendas, por el déficit del barrio Nueva Roma. Dos para una escuela de oficios
que también sirva de practica para actividades a desarrollar en el área periurbana, por eso se propone un área de huertas que se ubiquen
también en relación al arroyo, como potenciador paisajístico del lugar.
Sobre la esquina de 25 de Mayo, nuevo ingreso principal a la ciudad, se plantea un mercado de venta de productos y consumo gastronómico.
Frente a este, sobre el cantero del boulevard, intervenirlo con un área seca cubierta por pérgolas que permitan un área polivalente, variando
su uso según necesidades, horario del día o día de la semana; como ser ferias, espectáculos, food tracks, o área de descanso.
En cuanto al corredor, se mantiene la misma sección anterior solo que con calle colectora solo del lado urbano para servir a las parcelas
frentistas. Continúa el sistema de veredas arboladas y bicisendas.
Sector 4
Esta parte del corredor está ocupada por industrias, por lo tanto, se establece una normativa para el tejido de uso industrial y de servicios, con
una altura máxima de 15m, que fomentar la continuidad y consolidación del carácter actual.
La sección se plantea como una calzada de 7,5m para transito motorizado, y en los laterales la consolidación de veredas y bicisenda, para
completar el sistema a nivel urbano y para una mejor accesibilidad de los trabajadores a la zona.
Reflexión
Tal como comenzó esta monografía, un elemento fundamental de la ciudad es el espacio público, y la necesidad de repensar sus condiciones
es una respuesta casi inmediata cuando se presenta la problemática de revitalizar áreas degradadas de la ciudad. Muchas teorías sobre la
materia, tratan sobre estos, cómo deberían ser y pensarse para poder revitalizar la ciudad, pero ¿son aplicables en todo sentido? ¿Todo espacio
público va funcionar adecuadamente para la ciudad por estar “bien proyectado”?

Es aquí cuando se plantea su relación en la red urbana. Poder comprender que la ciudad se conforma a partir de elementos relacionados entre
sí, ningún elemento funciona por sí solo, sino que es lo que es por su posición dentro de la red. Por lo tanto, el análisis y comprensión de cómo
funciona la red de la ciudad va a ser fundamental para operar en su espacio público. Operar de un modo que fomente ciudades con fuerte
vinculación y relación entre sus partes, apostando a la mixtura de usos que aumenten el roce e interacción entre los habitantes. Pensarlas en
conjunto, como un todo, significa también poner valor en lo existente, que se construyó en el tiempo como resultado y/o reflejo de la cultura de
una sociedad determinada, que habita y hace a su ciudad.

Por otro lado, resulta interesante ver cómo teorías tan “rígidas” como la de la red urbana, devenida de otras teorías matemáticas y científicas,
pueden pensarse en relación con otras de comprensión mas sensible como lo es la percepción de la ciudad desde el ojo de sus habitantes.
Cuestión que forma parte de la multidisciplinariedad del urbanismo, necesaria para pensar la ciudad de forma integral.
Bibliografía
- NIKOS SALINGAROS | Teoría de la Red Urbana. En Cuadernos de Arquitectura y Nuevo urbanismo, tecnológico de Monterrey, 2006.
- JAN GEHL | Ciudades para la Gente. Editorial Infinito, CABA 2014.
- JORDI BORJA Y ZAIDA MUXI | El Espacio Público: Ciudad y Ciudadanía.
- SALVADOR RUEDA | La Ciudad Compacta y Diversa Frente a la Conurbación Difusa.
- RICHARD ROGERS | Ciudades Para un Pequeño Planeta, Editorial GG.
- REHABITAR EN 9 EPISODIOS | Rehabitar 3: Rehabitar La Calle. Colección del Ministerio de Vivienda y la Universidad Politécnica de
Cataluña, 2010.
- EVA TOLOT | Elogio a la Vereda, Revista Ñ, Clarín.

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