Está en la página 1de 18

See discussions, stats, and author profiles for this publication at: https://www.researchgate.

net/publication/342926179

Epistemología del análisis de la movilidad urbana

Chapter · April 2013

CITATION READS

1 1,381

1 author:

Felipe de Jesús Moreno Galván


Metropolitan Autonomous University
27 PUBLICATIONS   35 CITATIONS   

SEE PROFILE

Some of the authors of this publication are also working on these related projects:

Métodos y sistemas en la arquitectura y el urbanismo, teorías para la docencia y la investigación View project

Grandes metrópolis de América Latina: Zona metropolitana del Valle de México View project

All content following this page was uploaded by Felipe de Jesús Moreno Galván on 14 July 2020.

The user has requested enhancement of the downloaded file.


Epistemología del análisis de la
movilidad urbana
Felipe de Jesús Moreno Galván *

Resumen: El estudio de la movilidad urbana se ha realizado Abstract: The study of urban mobility has been from diffe-
desde diferentes perspectivas epistemológicas que han justifica- rent epistemological perspectives that have justified various
do diversas políticas y proyectos urbanos. A partir del estudio de policies and urban projects. From the study of the importance
la importancia de la movilidad en la estructuración metropolita- of mobility in the Metropolitan structuring contemporary and
na contemporánea y de sus problemas se analizan las perspecti- their problems are analysed the positivist perspective of the
vas positivistas del enfoque sistémico y de la ecología clásica en systemic approach and the classical ecology as opposed to the
contraposición con la versión de la sociología urbana de corte version of urban sociology of court Marxist. It was concluded
marxista. Se concluye que la movilidad se debe apreciar desde that mobility should be seen from a holistic approach involving
un enfoque integral que involucre sus componentes sociales, social, political, economic, technological and environmental
políticos, económicos, tecnológicos y ambientales. components.

Palabras clave: movilidad urbana, teoría de sistemas, teoría Keywords: urban mobility, systems theory, classical ecological
ecologista clásica, sociología urbana, marxismo contemporáneo. theory, urban sociology, contemporary Marxism.

* Profesor del Departamento de Teoría y Análisis de la División


de CyAD, Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco.
145
La movilidad, un fenómeno clave tecnologías de información y comunicación,4 ya que
en la estructuración metropolitana el funcionamiento y el desarrollo de las ciudades está
relacionado con la capacidad de éstas para movilizar y
Existen diversas definiciones sobre la movilidad, de- almacenar personas, información y bienes.5
pendiendo del campo disciplinario del que se aborde En el contexto de las relaciones de la movilidad
y del enfoque teórico adoptado. Para desarrollar un con el ámbito socioeconómico, las formas de ésta no
primer argumento sobre las interrelaciones entre la sólo influyen en la dispersión de la estructura urbana,
movilidad y la estructuración metropolitana, se adopta también han tenido importancia en la generación de
la siguiente definición encuadrada en una teoría de las formas de estructuración como los corredores comer-
redes sociales: la movilidad es la red de relaciones so- ciales y de servicios,6 ya que la creación de nuevas
ciales que se establecen a partir del intercambio de infraestructuras para la movilidad y los cambios en los
flujos de personas, bienes y servicios sobre la base modos de transporte modifican la importancia relativa
de una infraestructura determinada y que tiene el de los lugares en el territorio. En estos procesos, los
potencial de dar forma y sentido al espacio.1 La movi- corredores estructurados a lo largo de las vialidades
lidad es un conjunto de procesos y flujos que tienen principales han reemplazado progresivamente en im-
manifestaciones materiales que se encuentran imbri- portancia a los centros y subcentros urbanos debido
cadas e influyen en los territorios. Así, la infraestructu- a la mejora en la accesibilidad y la disminución de los
ra de transporte define no sólo los traslados, sino que costos de desplazamiento, lo que hace menos impor-
influye en la forma urbana y su funcionamiento dado tante la concentración y densidad que determinaba
que se articula funcionalmente con otros tipos de re- la existencia de centralidades definidas, en donde era
des, en especial las de comunicación; y también a ni- posible acceder a un conjunto de bienes y servicios
vel físico prefiguran y condicionan las instalaciones de con un mínimo de desplazamiento. Por un lado, los
redes de gas, telégrafos, electricidad, teléfonos, fibra procesos sociales y económicos ya no siguen esta
óptica, agua y desagüe.2 Las calles, vialidades y rutas lógica de estructuración que se jerarquizaba a partir
férreas no sólo configuran y articulan el espacio y la de contornos en derredor a la centralidad, sino que
infraestructura de servicios, también son expresión y
consecuencia de las interrelaciones que la movilidad
1 Fredy López, Dora Beatriz Nieto y Carolina Arias, “Relaciones
mantiene con los sistemas socioeconómicos,3 por lo entre el concepto de movilidad y la ocupación territorial de
que son determinadas y al mismo tiempo influyen en Medellín”, en Revista EIA, núm. 13, Escuela de Ingeniería de
las prácticas y dinámicas económicas, sociales, tecno- Antioquia, Colombia, julio de 2010, p. 27.
2 Horacio Capel, La cosmópolis y la ciudad, Ediciones del Serbal,
lógicas y culturales.
Barcelona, 2003, p. 234.
Por lo anterior, si las formas urbanas y los proce- 3 Joana Seguí Pons y Joana Petrus Bey, Geografía de redes y
sos de movilidad se definen mutuamente, entonces sistemas de transporte, Síntesis, España, 1991, p. 47.
las modalidades tecnológicas de los sistemas de 4 François Ascher, “Ciudades con velocidad y movilidad múlti-
transporte deben influir en la estructuración urbana. ples: un desafío para los arquitectos, urbanistas y políticos”, en
Revista ARQ, núm. 60, Pontificia Universidad Católica de Chile,
De esta manera se entiende que los sistemas de
Santiago, julio de 2005, p. 11.
transporte más veloces y logísticamente más com- 5 Luis Álvarez A., Lisandro Silva A. y Marcela Soto C., “Dimensión
plejos han sido parte importante en los procesos de espacial de la movilidad cotidiana universitaria: El caso del
metropolización y de formación de ciudades-región, Gran Valparaíso”, en Revista INVI, vol. 24, núm. 65, Universidad
de Chile, Chile, mayo de 2009, p. 29.
relacionando polos periféricos y vinculando a pobla-
6 Emilio Pradilla Cobos y Ricardo Pino Hidalgo, “Ciudad de
ciones y actividades económicas y sociales cada vez
México: de la centralidad a la red de corredores urbanos”, en
más alejadas. En este sentido, la metropolización Anuario de espacios urbanos 2004, Universidad Autónoma
no sería posible sin los sistemas de transporte y las Metropolitana, México, 2004.
146
Por otro lado, la búsqueda para maximizar la
rentabilidad de los espacios ubicados sobre los
corredores comerciales y de servicios ha llevado a la
adopción de arquitecturas de alta densidad y multi-
funcionales que cuentan con accesibilidad directa a
las vialidades primarias y amplios estacionamientos,
generalmente subterráneos, que producen una mayor
polarización al concentrar en edificaciones en altura,
comercios, oficinas corporativas y recreación.
En procesos simultáneos y contradictorios, al
reducirse los costos y los tiempos de desplazamiento,
debido a la creación de nuevos sistemas de transpor-
te y vialidades, además del uso extensivo del trans-
porte privado en combinación con las tecnologías
de la información, se favorece la dispersión de las
actividades que no requieren densidad o que operan
mejor en ámbitos de baja densidad, por lo que la
vivienda y ciertos tipos de industria tienden a ubicarse
en sectores poco densos en donde el costo favorece
una ocupación extensiva del terreno, pero siempre
vinculados con vialidades que permitan una accesi-
bilidad adecuada. De acuerdo con Mignot, diversos
Figura 1. Construcción del metrobús en Insurgentes Sur. Foto:
Felipe Moreno. análisis han demostrado la localización de actividades
de servicios en México e industrias de tecnología en
Francia en las zonas o parques situados a lo largo de
las actividades más rentables tienden a agruparse a circunvalaciones y vías de entrada a las aglomeracio-
lo largo de las principales vialidades: “Formando una nes. Más allá de estos polos o zonas, se detectó la
especie de red compuesta por núcleos concentra- localización generalizada de actividades a lo largo de
dores de actividades urbanas de diversos tamaños y los principales ejes de transporte como corredores
por concentración localizados a lo largo de los ejes o industriales o ejes de desarrollo de actividades de
caminos metropolitanos”.7 En la ciudad definida por la servicios e inversiones extranjeras.10
movilidad, las nuevas ubicaciones privilegiadas son las
que tienen el acceso a las vialidades y los sistemas de
transporte, y con ello, a los mercados de consumidores
y proveedores que circulan por ellas: “A mayor interco- 7 Óscar Terrazas Revilla, La ciudad de los caminos. El caso del
corredor Tlaxcala-Puebla, UAM-Azcapotzalco, México, 2005, p.
nexión y rapidez, mayor será el área de mercado bajo
44.
control o influencia de una empresa”.8 Esta influencia 8 Luis Eduardo Bresciani, “Concentraciones dispersas, plan de
de los ejes en la localización de las actividades no es transporte urbano de Santiago y geografías de consumo”, en
una novedad, sin embargo resulta interesante que Revista ARQ, núm. 52, Pontificia Universidad Católica de Chile,
Santiago, diciembre de 2002, p. 39.
tengan un papel primordial en un contexto en el que
9 D. Mignot et al., “Formas urbanas, movilidad y segregación”,
diversas lecturas teóricas de las tecnologías de la en Urban Public Economics Review, núm. 12, Universidad de
información y de la comunicación tienden a soslayar Santiago de Compostela, España, 2010, p. 83.
la importancia del espacio.9 10 Id.
147
Esta estructuración metropolitana con sus territorios urbanos extendidos, heterogéneos y dis-
componentes contradictorios de concentración y de continuos, que pueden incluir zonas urbanas, rurales,
dispersión ha generado una movilidad cotidiana que poblados y metrópolis. La unidad y funcionalidad de
conlleva desplazamientos diarios entre la periferia y esta compleja configuración territorial depende del
los nodos centrales, para ir al lugar de trabajo o acce- transporte y de las telecomunicaciones.13 Desde esta
der a los servicios. Cabe resaltar que en la Zona Me- perspectiva, la movilidad demuestra su importancia
tropolitana del Valle de México (zmvm) los principales para el funcionamiento y desarrollo de la metrópoli,
motivos para los viajes son los siguientes: regresar al relacionarse e influir en diversos ámbitos y ser un
al hogar (44.8 %), trabajar (25.4 %) e ir a la escuela elemento fundamental para la ordenación territorial.
(8.8 %) de acuerdo con la encuesta origen-destino No todos los gobiernos de las metrópolis, sin embar-
de 2007.11 Debido a estos procesos de movilidad go, le asignan la misma importancia a la movilidad, en
y sus patrones de flujo concentrado y pendular en muchos casos se le considera un problema aislado
los corredores urbanos y en los nodos de comuni- de otras dinámicas que se intenta resolver mecánica-
cación, se refuerza la polarización de las actividades mente mediante la dotación de infraestructuras viales
comerciales y de servicios, pero por sus características y de sistemas de transporte. Existen también claras
lineales esto no se da sólo en las zonas centrales sino divergencias entre las estrategias de movilidad que
en los nodos regionales, creando nuevos corredores han adoptado distintos equipos de gobierno aun en
terciarios periféricos. una misma ciudad, lo que crea la interrogante sobre
En cuanto a la influencia de la estructura terri- el tipo de perspectivas conceptuales que han guiado
torial en la movilidad, se observa que estas formas la adopción de las políticas públicas de transporte.
metropolitanas de baja densidad, propician gran- Esta situación es el fundamento del presente
des trayectos por espacios fragmentados. En estos documento en el que se intenta caracterizar distintas
espacios los habitantes se enfrentan a la selección de perspectivas epistemológicas y conceptuales de los
tipos y modos de transporte; éste será determinado análisis sobre movilidad que han influido y justificado
por un conjunto de variables y restricciones estructu- la interpretación, la evaluación, la formulación y la
rales. En estas variables, la distancia geográfica pierde ejecución de las políticas de movilidad urbana.
importancia relativa, ya que es reemplazada por los
costos, tiempos de traslado y niveles de confort como La movilidad desde los flujos:
factores preponderantes. En las metrópolis contem- la ingeniería y el enfoque sistémico
poráneas, los grandes espacios fragmentados son
una limitante a la eficacia del transporte público en La perspectiva sistémica es aplicada preferentemente
servicio y frecuencia, por lo que el uso del automóvil por las disciplinas de la ingeniería del transporte y de
se ha masificado y sus ventajas (mayor flexibilidad
de movilidad individual, comodidad, libertad, estatus, 11 Priscilla Connolly, Comparación entre las encuestas de origen
disponibilidad y servicio puerta a puerta) y costos y destino en la Zona Metropolitana del Valle de México 1983,
1994 y 2007, ponencia presentada en el Taller II “Construcción
sociales no percibidos han hecho que su crecimien-
de un sistema de indicadores para la medición de la movilidad
to sea notable.12 De esta manera, la disposición de urbana en la Ciudad de México”, Observatorio Ciudadano de la
ciertos tipos de transporte propicia la metropolización, Ciudad de México, 19 de noviembre de 2009, en http://www.
pero a su vez las formas de metropolización influyen occm.uam.mx/archivos/11/file/Connolly.pdf, consultada el 20
de febrero de 2011, p. 15.
en los tipos y modos de transporte.
12 Miller Salas Rondón, “Gestión de la movilidad mediante tarifas”,
Los cambios en la estructuración urbana, el cre-
en Revista de Ingeniería, núm. 29, Universidad de los Andes,
cimiento y la vinculación cotidiana de las metrópolis Colombia, mayo de 2009, p. 130.
con los pueblos y ciudades periféricas han constituido 13 Ascher, op. cit., p. 15.
148
la geografía del transporte. En el ámbito teórico surge bles del ámbito cultural como religión e idioma y los
esquemáticamente del neopositivismo en su relación resultados generalmente implican un dato que puede
con las ciencias sociales, lo que da pie a las perspecti- ser procesado mediante la estadística y Sistemas de
vas sistémicas. Este enfoque supone que la región es Información Geográfica (sig).
un sistema y que, como tal, puede ser estudiado con Por citar un ejemplo, los procedimientos técnicos
base en las funciones que le dan cohesión, a los flu- para delimitar las áreas de servicio de líneas de trans-
jos que alimentan esas funciones y a la organización porte urbano requieren el uso de sig para calcular
espacial que se deriva de ellas.14 Con frecuencia las las distancias y la demanda. Estos procedimientos
técnicas de análisis y planificación de los fenómenos dependen de la información disponible, ya que las
de interacción espacial son importadas de las ciencias distancias se pueden calcular por calles o líneas rectas
exactas, los estudios existentes pueden distribuirse en y la población por edificio o por microsecciones, lo
tres grandes grupos temáticos de acuerdo con Seguí que implica diferentes niveles de precisión en los
y Petrus: resultados.17 Otro ejemplo es el análisis de la satu-
ración vehicular mediante el cálculo del número de
a) Un enfoque en la configuración: la red de transporte, vehículos que circulan en una vialidad en un lapso
su localización, estructura y sus transformaciones. Los definido. Este dato se puede combinar con la velo-
enlaces e interconexiones de los distintos tramos de la cidad promedio de los vehículos y las dimensiones
red y de sus relaciones con otras redes. físicas de la autovía, con lo que se puede generar un
b) Un enfoque en los flujos en las redes: su intensidad, indicador sobre el uso y la saturación de la vialidad.
continuidad e intermitencia. La jerarquización territorial Sin embargo, estos procedimientos sólo podrían
a partir del análisis de los flujos. La previsión de la de- usarse para evaluar proyectos puntuales. Para ser
manda de flujos y, con ello, la simulación de modelos útiles a una escala más amplia de planeación de red
predictivos de demanda. de vialidad o de sistema de transporte, estos datos se
c) Las relaciones con el sistema económico; el deben complementar con variables más difíciles de
significado y la influencia de las redes y de los flujos cuantificar, como el número de pasajeros por unidad
de mercancías sobre el desarrollo económico de las y sus características personales como edad, sexo, ocu-
regiones. Los centros o nodos que la red beneficia, pación y el motivo del viaje, además de las distancias
comunicándolos, o segrega aislándolos. Las estructuras, efectivamente recorridas.
jerarquías alternativas, preferencias y competición que Para obtener algunos de estos datos en la zmvm
los núcleos establecen entre sí.15 se han efectuado tres encuestas origen-destino en
1983, 1994 y 2007 que permitieron establecer algu-
El desarrollo de estos tres grupos temáticos se lleva nas tendencias respecto al uso que los usuarios dan a
a cabo mediante la utilización de técnicas y métodos la infraestructura y al tipo y modos de transporte. En
procedentes tanto de las matemáticas como de la general, la comparación de las encuestas demostró
estadística entre los que se cuentan: modelos de un ligero decrecimiento de la movilidad, un aumento
redes de transporte, análisis topológico, modelos
gravitatorios y de potenciales y modelos de optimiza- 14 Seguí, op. cit., p. 4.
ción del tráfico.16 15 Ibid., pp. 16-17.
Los datos expresados como valores numéricos 16 Ibid., p. 17.
17 Antonio Moreno y Eugenia Prieto, “Evaluación de procedimien-
y porcentajes son la herramienta principal para la
tos para delimitar áreas de servicio de líneas de transporte
geografía y la ingeniería del transporte; análisis que urbano con Sistemas de Información Geográfica”, en Investiga-
se basan en los datos cuantificables por encuestas y ciones Regionales, núm. 002, Asociación Española de Ciencia
por censos. Estas mediciones pueden incluir varia- Regional, Alcalá de Henares, primavera de 2003, p. 102.
149
Figura 2. Plaza de las Tres Culturas, Tlatelolco. Foto: Felipe Moreno.

relativo y absoluto de los viajes en automóvil y en la en el que la contundencia de los datos se diluye ante
duración de los viajes. Asimismo, se evidenció un au- la existencia de intereses políticos y económicos, que
mento en la participación y número absoluto de viajes aprovechan las debilidades que tiene el método sisté-
en taxi y el estancamiento del transporte en el metro. mico y la técnica de encuestas como fundamento de
La comparación de las encuestas demostró que las la planeación de políticas de transporte.
proyecciones de la Secretaría de Transportes y Viali- En primer lugar los resultados de los sondeos
dad (Setravi), en las que se estimaba que para 2020 ofrecen por lo general una visión transeccional del ob-
habría un incremento de viajes de 38 % respecto a jeto de estudio. Esto significa que en general sólo se
1994, no se corroboraban en la realidad, ya que entre pueden obtener datos que correspondan al momento
1994 y 2007 el número de viajes sólo había aumen- específico de la encuesta; para inferir las transforma-
tado 6 por ciento.18 Sin embargo, la disposición por ciones y las tendencias, es necesario un método com-
parte de la autoridad de los datos y de las tendencias parativo con otra encuesta que tenga exactamente las
de la encuesta no ha generado cambios sustantivos mismas variables, indicadores, rangos y metodología
en las políticas de transporte público, de hecho, las de recolección de información.
proyecciones equivocadas siguen dirigiendo la prolife- Si bien la encuesta cuantifica los motivos de los
ración de tipos de transporte insustentable. viajes, no da explicación de por qué un ciudadano
Tomando como referencia la encuesta origen-des-
tino 2007 en la zmvm se destaca que existe un punto 18 Connolly, op. cit., p. 6.
150
prefiere un modo de transporte sobre otro, ya que Los datos y proyecciones se han usado para justificar
tiene la posibilidad de utilizar diferentes medios de proyectos inmediatos cuyas consecuencias a largo
transporte y dispositivos tecnológicos que se traducen plazo no son proyectables. Así, saber que mucha
en opciones de tiempo y ubicación, pero también de gente se moviliza en automóvil y que hay congestio-
confort e imagen, como es el caso del taxi, que es namientos no implica necesariamente un mandato
preferido aun cuando su relación de costo y velocidad automático para crear más vías de comunicación.
respecto al transporte colectivo puede ser peor. Desde algunas perspectivas incluso representaría
En cuanto a las modelizaciones matemáticas de el crecimiento de una patología que es necesario
los comportamientos del tráfico se han considerado enfrentar con medidas disuasorias. Con frecuencia,
herramientas útiles para establecer proyectos más si el momento político requiere la demostración de
eficientes; no obstante, hay diversas carencias que se grandes inversiones, estos datos tratarán de justificar
han planteado dentro de la crítica teórica a los méto- la inversión de nuevas vialidades que a largo plazo
dos cuantitativos: propiciarán mayor saturación debido al fenómeno del
tráfico inducido. Los datos no tienen ideología, pero
• Los datos pueden ser objetivos, pero el proceso pueden usarse de diversas formas, lo que depen-
de interpretación de las relaciones en el espa- de de la justificación buscada. Por tanto, se puede
cio y en el tiempo es subjetivo. Asimismo, la subrayar que las variables empíricas dan indicios y
percepción de las cifras es manipulable mediante explicaciones, no obstante, para llegar a un nivel de
cambios en los rangos y las formas de obtener comprensión que sirva para la generación de estrate-
los datos. gias flexibles de desarrollo, es necesario el cruce de
• Los métodos de análisis surgidos de las ciencias otras variables más amplias y complejas.
físicas y naturales suelen no ser adecuados Por lo anterior, algunas perspectivas sistémicas
para explicar la influencia de variables políticas como la teoría de los sistemas complejos han tratado
y culturales. En este sentido las encuestas y los de subsanar las deficiencias enunciadas; sin embar-
datos de circulación no permiten determinar las go, al importar métodos y técnicas propuestas por
causas de las preferencias individuales, ni los otras escuelas entran en un campo interdisciplinario
significados culturales que los usuarios asignan ya recorrido por otras teorías y disciplinas como el
a los medios y modos de transporte, ya que las urbanismo.
redes de transporte tienen un componente físico
pero también un componente social, el cual es La movilidad desde el espacio:
determinante en el funcionamiento de la red. la arquitectura y el enfoque ecologista
• Las fórmulas o algoritmos para simular y predecir clásico
la movilidad aplicables a una realidad concreta
no pueden ser generalizables ni hacerse proyec- La Escuela Ecologista Clásica de Chicago utilizó
ciones a largo plazo, debido al entorno cambiante principios de la biología para explicar la ciudad en
de las variables que conforman los sistemas de tanto sistema ecológico; su marco analítico se puede
transporte como cambios demográficos, avances resumir en el planteamiento de McKenzie:19
tecnológicos, adopción de modelos culturales y
cambios políticos y económicos a diversas esca-
las. En este contexto es difícil ajustar las simula-
19 Roderic McKenzie, “The Ecological Approach to the Study of
ciones a las transformaciones constantes en las the Human Community”, en R. Park, E. Burgess y R. McKenzie,
variables determinadas por un contexto flexible e The City, The University of Chicago Press, Chicago, 1967, pp.
incierto. 63-64.
151
el objeto de estudio de la ecología humana lo cons- necesidad material y que conducirían de manera
tituyen las relaciones espaciales y temporales de los inexorable, en una relación simple de causa y efecto,
seres humanos afectados por las fuerzas selectivas, a cambios en la estructura urbana.24
distributivas y acomodativas en el medio ambiente. Las escuelas arquitectónicas de la primera mitad
En este contexto uno de los conceptos que explica la del siglo xx propusieron diversas configuraciones
conformación del espacio y de los procesos urbanos es espaciales y de infraestructura para lograr un orden
el de la diferenciación, en la que la biología alude a la urbano deseable y de esta manera determinar las
manera en que los organismos vivos “se ven obliga- prácticas sociales llevadas a cabo en éste. Distintas
dos” a adecuarse a los cambios que tienen lugar en su utopías fueron planteadas por destacados arquitectos
medio ambiente. 20 como Le Corbusier y Frank Lloyd Wright; pocas de
estas propuestas se realizaron integralmente, repre-
Para los ecologistas, el orden urbano era la con- sentando un paradigma la construcción de Brasilia en
secuencia del enfrentamiento y competencia de 1956 con Lúcio Costa como urbanista. Esta ciudad se
distintas fuerzas que luchaban por la obtención de los estructura con amplias avenidas que vinculan “super-
recursos urbanos. El espacio urbano se conformaría cuadras” que agrupan los conjuntos de edificaciones
a partir de un proceso de estructuración de áreas y una sección de la ciudad organizada en torno a una
sucesivas, producto de la expansión urbana, que dio amplia avenida que agrupa los edificios del gobierno
como resultado la generación de áreas típicas dife- federal. Brasilia se destaca por ser al mismo tiempo
renciadas.21 Estas áreas estarían habitadas de acuerdo una obra que cristaliza las aspiraciones de diseño de
con un mecanismo de autorregulación social, que los urbanistas y una demostración de las limitacio-
segregaría y seleccionaría a los individuos mediante la nes de las configuraciones espaciales para definir la
movilidad conformando las distintas áreas de asenta- estructura social.
miento.22 Diversos diseños urbanos intentaron determinar
Para los miembros de la Escuela de Chicago, el y zonificar las actividades por medio del diseño de
espacio produce un efecto de estructura que determi- edificaciones en altura como enclaves cerrados y
na las conductas sociales; “en la medida que constitu- grandes avenidas de configuración rizomática que
ye un elemento no controlado, no elegido e incons- conectaban rápidamente puntos distantes, pero al
ciente que se impone a toda forma de interacción mismo tiempo aislaban a las comunidades locales.
social”.23 Esta perspectiva influyó la percepción que los Estos proyectos se criticaron desde su misma concep-
arquitectos y urbanistas tenían sobre la importancia ción por su monotonía, esterilidad, falta de humani-
social del espacio y sobre los principios de diferen- dad, creación de sectores inconexos y su efecto en el
ciación de zonas urbanas y basados en los principios aislamiento social; ya que se generaban, de acuerdo
de diferenciación y selección se consideró natural con la crítica de Jane Jacobs: “¡Modelos formalistas
establecer áreas segregadas que dividieran los usos y ostentosos que desde lo alto de una torre o en la
de trabajo, vivienda y recreación, además de los niveles perspectiva del arquitecto parecen espléndidos, pero
socioeconómicos.
La visión empirista que fundamentó la Escue- 20 José Luis Lezama, Teoría social, espacio y ciudad, El Colegio
la Ecologista reforzó las ideologías basadas en el de México, México, 2002, p. 211.
determinismo tecnológico y del diseño. Desde esta 21 Ibid., p. 220.
perspectiva, los nuevos desarrollos en infraestructura 22 Ibid., p. 221.
23 Ibid., p. 231.
de transportes fueron considerados como dispositivos
24 Stephen Graham y Simon Marvin, Splintering Urbanism.
que impactarían linealmente a las ciudades y también Networked infraestructures, technological mobilities and the
como elementos autónomos que resolverían una urban condition, Routledge, Londres, 2001, p. 21.
152
que para el infeliz peatón serán un vacío opresivo!”25 pacta y policéntrica, que proteja el campo de alrede-
En el mismo sentido, en 1965, el arquitecto y teórico dor, centre e integre a las comunidades en el seno de
urbano Christopher Alexander escribió un ensayo vecindarios y optimice su proximidad”. En contrapo-
llamado A city is not a tree, expresando su miedo de sición existen debates entre la organización espacial
que las ciudades pudieran llegar a estructurarse como monocéntrica o policéntrica de los empleos y la
un árbol en lugar de como una red abierta, en donde cuestión de los desplazamientos diarios y la accesibi-
las ramas estuvieran únicamente tangencialmente co- lidad.32 Otros trabajos demuestran que no hay formas
nectadas unas a las otras. Desafortunadamente en la urbanas intrínsecamente menos costosas que otras
actualidad, de acuerdo con Christiaanse “este patrón en materia de desplazamientos domicilio-trabajo.33
de desarrollo puede ser visto en cualquier parte del En este sentido, una configuración multipolar podría
mundo. Es un común denominador”.26 Los desplaza- significar una utilización más intensa del automóvil
mientos en este tipo de estructura se realizan frecuen- particular, pero si existen rutas de transporte colectivo
temente en vehículo particular, ya que el transporte esto se limitaría. Así pues, “todo depende del tipo
colectivo es inexistente o es poco competitivo en una de policentrismo, del tamaño de la ciudad y de las
morfología urbana extensa. De hecho, la mayor parte ofertas de transporte público entre las polaridades
de las redes de transporte colectivo están organizadas analizadas”.34 De esta manera, más que un problema
con un modelo radial que privilegia los desplazamien- únicamente de infraestructura y de configuración es-
tos al centro o entre los lugares de residencia y los pacial, la creación de ciudades sustentables requiere
empleos. Los desplazamientos entre periferias o entre tratar con procesos sociales más amplios que involu-
“ramas” en transporte colectivo imponen a menudo cran los tipos y modos de movilidad.
pasar por el centro.27 Para combatir esta tendencia se La política urbana en relación con el automóvil
propone crear redes peatonales, espacios públicos y es la muestra más importante de las carencias de
redes de circulación que disuelvan los bordes entre las soluciones basadas únicamente en la infraestruc-
las partes abiertas y cerradas”,28 lo que implicaría una tura para enfrentar el problema de la creación de
forma distinta de entender el urbanismo, más como ciudades sostenibles. En diversos países, principalmen-
un sistema abierto que como un plano bidimensional. te desarrollados, se intenta reducir el uso del automóvil
Una propuesta para incluir la visión de los por medio de políticas disuasorias como el cobro de
habitantes, aún dentro de una lectura espacial, fue tarifas que producen efectos sobre el excedente de
planteada por Kevin Lynch en su libro The Image of
the City.29 En este trabajo, Lynch estudió la manera
25 Jane Jacobs, “Downtown is for People”, en The Exploding Me-
en que el ciudadano común imaginaba su ciudad,
tropolis, The Editors of Fortune (ed.), Doubleday & Co., Nueva
definiendo cinco elementos de análisis principales: York, 1958, p. 159.
senderos, bordes, distritos/barrios, nodos e hitos. 26 Marius Leutenegger, Urban transformation, Holcim forum for
Lynch propuso el estudio y uso de estos elementos sustainable construction, Edward Schwarz (comp.), Holcim
en el diseño urbano para mejorar a las ciudades. Foundation for Sustainable Construction, Zurich, 2007, pp. 13-
14.
Para los urbanistas contemporáneos que intentan
27 Mignot et al., op. cit., p. 94.
aprender de estas lecciones, el diseño urbano debe 28 Leutenegger, op. cit., p. 14.
seguir normas que favorezcan su sostenibilidad y 29 Kevin Lynch, The Image of the City, MIT Press, Boston, 1960.
respondan a los objetivos sociales, medioambientales, 30 Richard Rogers y Philip Gumuchdjian, Ciudades para un
pequeño planeta, Gustavo Gili, Barcelona, 2000, p. 167.
políticos y culturales, así como físicos y económicos;30
31 Ibid., p. 168.
sin embargo, se siguen planteando modelos eminen-
32 Mignot et al., op. cit., pp. 74-75.
temente espacialistas para su obtención, por ejemplo, 33 Ibid., p. 85.
Rogers y Gumuchdjian31 proponen: “Una ciudad com- 34 Ibid., p. 77.
153
infraestructura carretera, sin embargo la conducción
al centro de la ciudad ahora toma más tiempo que
nunca, por ello, sería una mentira que más calles
faciliten el tráfico.36 La insuficiencia progresiva de la
infraestructura vial se deriva del fenómeno de tráfico
inducido en el cual la relación costo-beneficio propicia
la circulación de más vehículos en cuanto una infraes-
tructura permite una mejor conectividad. Es cuestión
de tiempo para que una nueva vialidad sea saturada
por la circulación promovida por ella misma.
Una de las razones por la que en los países en
desarrollo se siguen construyendo infraestructuras
viales es por su vinculación con la cultura urbana de
la modernidad, y su uso por parte de los gobiernos
para demostrar su esfuerzo por mejorar la ciudad
ante complejos escenarios de movilidad metropolita-
na, en la cual: “no queda, por tanto, mucho margen
de maniobra para la acción pública dirigida a reducir
sus consecuencias medioambientales y sociales”.37
Este discurso se encuentra respaldado implícitamen-
te por grandes sectores sociales, ya que las redes
tecnológicas:

son invariablemente invocadas en imágenes, represen-


Figura 3. Periférico Sur. Foto: Felipe Moreno. taciones e ideologías de “progreso” urbano y la ciudad
moderna por todo tipo de actores –desarrolladores,
los usuarios con menor nivel de renta, pero a cambio planeadores, burócratas, políticos, reguladores, ope-
se obtienen ingresos para realizar compensaciones, radores, ingenieros, desarrolladores de bienes raíces
bien sea mejorando el servicio de transporte público y manufactureros, tanto como artistas, periodistas,
o la infraestructura existente.35 También se aplica la científicos sociales, futuristas y filósofos.38
eliminación de infraestructuras de soporte a este tipo
de movilidad como las vías confinadas y los estacio- El simbolismo de los recursos materiales como las
namientos. mega-estructuras diseñadas y los equipamientos de
De acuerdo con Enrique Peñalosa, ex alcalde escala metropolitana, también funcionan como un
de Bogotá, en los países y ciudades en desarrollo, la elemento para permanecer atractivo en un entorno
gente está buscando vías para facilitar el uso del auto- globalizado, mediante la monumentalización don-
móvil y construyendo más y más autopistas urbanas. de las redes son construidas como hitos icónicos
Peñalosa apunta que esa no es la solución, ya que
“más carreteras crean más tráfico”. Esta idea se puede
ejemplificar con la experiencia de varias ciudades:
35 Salas, op. cit., p. 130.
por ejemplo, a pesar de construir autopistas gigantes 36 Leutenegger, op. cit., p. 26.
Atlanta tiene más congestionamientos que nunca; en 37 Mignot et al., op. cit., p. 84.
tanto que Montreal ha expandido continuamente su 38 Graham y Marvin, op. cit., p. 12.
154
urbanos,39 aunque en esencia esta lógica se enfrente amoldarse a él”.42 Esto implica que los poderes que
a un razonamiento sustentable. El análisis espacial ur- configuran la metrópoli no deben buscarse sólo en
bano permite establecer obras específicas de carácter las políticas generadas por los gobiernos y en los
ingenieril o arquitectónico con un mayor entendimien- proyectos propuestos por los urbanistas, sino en la
to de las necesidades evidentes en el espacio, lo que interacción de múltiples actores, públicos y privados,
implica el diseño de “proyectos urbanos” exitosos. Sin económicos, políticos y técnicos, con sus intereses y
embargo, la sobrestimación del diseño y las configura- estrategias específicas,43 lo que hace necesaria una
ciones físicas de las obras de infraestructura vial y su teoría que permita analizar la influencia y relaciones
impacto en el paisaje inmediato, dejan de lado la im- de los sistemas socioeconómicos sobre la ciudad.
pronta que ejercen a escalas más amplias en donde
modifican y crean nuevas redes de desplazamiento La movilidad desde la sociedad:
y de relaciones que alteran en una mayor escala las la sociología urbana y los enfoques
actividades urbanas. marxistas
Esta forma de pensamiento en que la infraestruc-
tura es la solución a las necesidades urbanas, sigue En el intento de construir una interpretación total del
siendo influyente en la ideología de diversas profe- fenómeno urbano, diversos teóricos recurrieron a la
siones. Por ejemplo, en las recientes especulaciones teoría marxista, una de las teorías más totalizadoras
de creación de una ciberciudad, una ciudad de bits o de la sociedad. En este proceso de urbanización de
una e-topía, vinculada con las últimas tecnologías digi- la teoría marxista destacó Lefebvre, quien liberalizó
tales y redes.40 En el caso de la infraestructura vial, la su esquema teórico y abrió la ciudad a la expresión
prioridad otorgada a las formas de movilidad basadas de las diversas manifestaciones de la teoría urbana.44
en el automóvil particular y las modalidades subestán- Uno de los más populares teóricos surgidos de esta
dar de transporte público, han derivado, en el caso de corriente fue Manuel Castells quien en su texto La
la Ciudad de México: question urbaine de 1972,45 desecha toda irrupción
del espacio en la conducta social y lo cataloga como:
en formas de fragmentación física del tejido urbano “un producto de combinatorias específicas de diver-
que no son el resultado directo de la división social sos elementos sociales, regidos por la lógica del
del mismo, sino de “soluciones” a los problemas modo de producción capitalista”.46 En una evolución
de movilidad; éstas han producido una multitud de posterior de su trabajo, Castells ha reconceptualizado
espacios y artefactos urbanos sólo aptos para transitar el espacio como expresión de los intereses y valores
en automóvil y que determinan que, en los casos en en pugna que se hacen presentes en los distintos
que deben ser atravesados por otros medios, resulten
difícilmente franqueables.41 39 Ibid., p. 20.
40 Ibid., p. 12.
Esta situación se refuerza dado que a la arquitectura y 41 Emilio Duhau, “Espacios públicos, movilidad y democracia
en la Ciudad de México”, en Lucía Álvarez, Carlos San Juan y
el urbanismo actual de proyectos y escenarios parece
Cristina Sánchez Mejorada (coords.), Democracia y exclusión.
no interesarle una visión de conjunto de la ciudad, de Caminos encontrados en la Ciudad de México, unam, uam,
las infraestructuras que soportan los proyectos, los uacm, inah, Plaza y Valdés, México, 2006, p. 224.
flujos que promueven y de la organización espacial 42 Emilio Duhau y Angela Giglia, Las reglas del desorden. Habitar

urbana. De acuerdo con Duhau y Giglia: “ya no la metrópoli, Siglo XXI / uam-a, México, 2008, p. 136.
43 Capel, op. cit., p. 235.
existe un modelo público de ciudad, ni un poder
44 Lezama, op. cit., p. 295.
estatal regulador capaz, ni interesado, en inducir a los 45 Manuel Castells, La cuestión urbana, Siglo XXI, México, 2004.
particulares, pero sobre todo al capital inmobiliario, a 46 Lezama, op. cit., p. 295.
155
componentes de la acción urbana, la ciudad ya no la consiguiente segregación socioespacial entre los
se considera sólo el lugar de la lucha de clases, sino extremos de los niveles socioeconómicos.51
el lugar de lucha de un gran número de agentes La perspectiva crítica hace notar que si bien
sociales que imprimen los contenidos y los significa- pueden existir sistemas de transporte y redes viales,
dos a las funciones y a las formas urbanas.47 Para los éstos no son de acceso universal e implican procesos
teóricos de esta perspectiva, la ciudad aparece como de segregación de diferentes sectores. De hecho, la
espacio económico, social, político, simbólico, afectivo, privatización de las redes en general y del transporte
cotidiano, en suma, como espacio de la diversidad en particular ha avanzado y las compañías privadas
social, de acuerdo con Lezama: “sólo atienden a la demanda solvente y dejan sin
servicio a los pobres, o reclaman ayudas financieras
Por ello el cambio social urbano no puede ser visto estatales para atenderlos”.52 Esta situación se debe a
como resultado de uno solo de estos aspectos, sino que si bien la inversión en infraestructuras de transpor-
como combinatoria de todos, aun cuando en coyun- te por parte de la iniciativa privada requiere la inyec-
turas específicas, alguno de ellos aparezca como la ción de importantes recursos financieros, el traslado
síntesis del conflicto que nace de esta gran heteroge- sigue implicando un importante interés público que
neidad que le da contenido y que es contenida por la no es considerado por los gobiernos, cuyas políticas
forma espacial.48 han tendido a apoyar más bien a oligopolios que
conducen a una mala calidad del servicio o a com-
Este enfoque permite una visión integral de la movili- promisos no serios del sector privado en vista de la
dad desde la cual se pueden observar sus implicacio- internalización del costo externo del transporte.53 En
nes económicas, políticas y sociales. Esta perspectiva, este sentido, la distancia entre dos puntos depende
al ser contraria a una especialización, privilegia las vi- de las redes a las que se tenga acceso, pues “en
siones amplias y estructurales, lo que la hace carecer función de ellas, estarán lejos o cerca, ya que éstas
en ocasiones de herramientas para tratar problemas están creando una nueva estructuración social del
específicos. espacio-tiempo”.54
La movilidad vista desde este enfoque privilegia Estos análisis en los que intervienen diversos ám-
una visión integral de los procesos. De esta manera, bitos sociales, económicos, políticos y espaciales, de-
la movilidad no sólo es el proceso de traslado de muestran por contraste las diferencias en la forma de
bienes y mercancías, sino que tiene una importancia conceptualizar la movilidad. Como se ha observado,
económica, social y de acceso a los derechos ciuda- los enfoques de sistemas y de corte ecologista parten
danos, ya que la movilidad es una condición clave de de conceptualizaciones y modelizaciones enfocadas
acceso al mercado laboral, la vivienda, la educación, la
cultura, el ocio y la familia.49
Desde esta perspectiva los fenómenos urbanos 47 Ibid., p. 296.

como la pobreza y la exclusión social son conse- 48 Id.


49 Ascher, op. cit., p. 19 y Álvarez et al., op. cit., p. 21.
cuencia no sólo de procesos de desarticulación del
50 Carmen Lizárraga Mollinedo, “Movilidad urbana sostenible: un
mercado de trabajo, sino también del deterioro de las reto para las ciudades del siglo xxi”, en Economía, Sociedad
condiciones de transporte público y la imposibilidad y Territorio, año / vol. vi, núm. 022, El Colegio Mexiquense,
de ser propietario de un vehículo.50 De esta manera, Toluca, septiembre-diciembre de 2006, p. 9.
51 Duhau y Giglia, op. cit., p. 537; Lizárraga, op. cit., pp. 28-29 y
la falta de movilidad física y virtual representa una
Ascher, op. cit., p. 15.
desigualdad individual y social en el acceso a bienes y 52 Capel, op. cit, pp. 234-235.
servicios y una barrera en muchos casos insuperable 53 Álvarez et al., op. cit., p. 27.
y fortalecedora de la existencia de guetos urbanos y 54 Seguí y Petrus, op. cit., p. 41.
156
más en las cosas evidentes: vehículos, infraestructuras, función y significado a partir de su principio dinámico
espacios públicos y sistemas de transporte, que en las que es el movimiento social.60 El espacio de los flujos
interrelaciones que genera la movilidad. está determinado por las prácticas sociales y, por
Un pensamiento distinto surge cuando se enfati- tanto, no es el mismo para las actividades financie-
zan la compresión de los procesos, flujos y relaciones ras o para la ciencia, para las redes de medios de
que crean, sustentan o socavan estos elementos comunicación o para las redes de poder políticas.61
evidentes. Para Harvey el proceso de investigación Este espacio de relaciones sociales, sin embargo, está
usualmente pone el énfasis en los elementos, cosas, sustentado en fijos o redes materiales de infraestruc-
estructuras y sistemas organizados y a partir de eso se tura, algunas evidentes como las vialidades y otras
infieren los procesos: “llegamos a comprender proce- ocultas y en cierta forma virtuales, como las tuberías,
sos observando los atributos de lo que aparece ante cables, conductos y ondas de comunicación elec-
nosotros en primera instancia como cosas evidentes trónicas. En esta perspectiva compleja la vida urbana
o a las relaciones entre ellos”. En el caso del transpor- aparece como una interacción incesante y móvil entre
te se ha investigado el flujo de mercancías y gente muchas escalas diferentes, mediadas por redes de
pero examinando las relaciones entre entidades exis- telecomunicaciones, transporte, energía y agua, son
tentes como viviendas, fábricas, vialidades y vehículos, las fuerzas motrices conectivas de los procesos de
lo que únicamente permite comparar el “estado de globalización.62 Por tanto, este enfoque implica tam-
las relaciones entre tales entidades en diferentes bién una conceptualización distinta de las relaciones
puntos en el tiempo (un método confinado denomi- global-local en la mundialización, en las que no sólo
nado ‘estática comparativa’)”.55 Este tipo de lecturas se está influido por los procesos, sino que se forma
permite suponer los procesos que han generado un parte de ellos:
cambio de estado pero su deficiencia es que “la idea
de que las entidades son invariables en sí mismas Si el espacio se conceptualiza como resultado de
rápidamente nos conduce a formas de pensamiento prácticas y relaciones sociales, si los lugares son nudos
causales y mecánicas”.56 En este sentido, la existencia de relaciones entrelazadas dentro de estas geometrías
de datos en distintos puntos en el tiempo conduce a del poder social, si se toma en serio que lo local y lo
“escenarios tendenciales” que en muchos casos han global se constituyen mutuamente, entonces de eso se
motivado y justificado proyectos y políticas públicas, desprende que los lugares locales no son puramente
sin formar parte de estrategias de desarrollo integrales. ni productos ni víctimas de la globalización, sino que
Una forma de evitarlo es cambiar el enfoque
epistemológico, transformando el mundo de cosas
55 David Harvey, Justice, Nature & the Geography of Difference,
evidentes en uno “mucho más confuso de relaciones
Blackwell Publishers, Oxford, 1996, p. 49.
y flujos que se manifiestan como cosas”.57 De esta 56 Id.
manera, el espacio de los flujos no es simplemente el 57 Id.
movimiento de información, bienes y personas, que 58 Milton Santos, La naturaleza del espacio. Técnica y tiempo,
razón y emoción, Ariel, Barcelona, 2000, p. 234.
dominan las ideas que se tiene de las redes,58 sino
59 Doreen Massey, “Geometrías internacionales del poder y la
que es preciso entenderlos como producto de una política de una ‘ciudad global’: pensamientos desde Londres,
mezcla distintiva de todas las relaciones, prácticas e conferencia en Cendes”, en Cuadernos del CENDES, año 25,
intercambios, que allí se entrelazan,59 y de los fijos núm. 68, Tercera Época, Universidad Central de Venezuela,
o bases materiales técnicas. Fijos y flujos son inter- Venezuela, mayo-agosto de 2008, pp. 115-116.
60 Santos, op. cit., p. 234.
dependientes, así, las redes son estables y, al mismo
61 Manuel Castells, The network society: a cross-cultural perspec-
tiempo, dinámicas y articulan los lugares, las redes tive, Edward Elgar Publishing, Gran Bretaña, 2004, pp. 36-37.
materiales y el contenido de los flujos que tienen una 62 Graham y Marvin, op. cit., p. 8.
157
cada lugar es una mezcla distintiva –un entretejido de Si se comparan los resultados de diferentes expe-
relaciones sociales, dentro de algunas de las cuales el riencias en las ciudades latinoamericanas, destaca la
lugar tendrá una posición subordinada, mientras en importancia de la incorporación de las visiones holís-
otras tiene una posición más o menos dominante-“.63 ticas. Por ejemplo, el caso del sistema de planeación
de Curitiba se presenta como un ejemplo de buena
Esta perspectiva es relevante para entender los gestión pública en donde: “existe una visión integral
procesos de movilidad contemporáneos en los que de la ciudad, jerarquización vial y del transporte públi-
se involucran variables no sólo de los flujos mate- co, un sistema de transporte público eficiente basado
riales de transporte y las vialidades, sino también en la integración física, institucional y operacional,
donde se combinan con los flujos de información tarifas sociales, un reparto claro y coordinado de las
globales como Internet, la telefonía celular y sus acciones de los diferentes niveles de gobierno”.66
tecnologías derivadas, las cuales también forman Esto forma parte de un enfoque político sustentable
parte de la movilidad, ya que sirven para coordinar que promueve la disminución de la contaminación y
los encuentros y en combinación con infraestructu- fomenta los espacios para los peatones, la recupera-
ras de transporte más veloces, es posible coordinar ción de los espacios públicos y la participación de los
los desplazamientos de personas, materias primas diversos actores en la planeación urbana.67
y productos en escalas cada vez más amplias.64 En En contraste, otras ciudades presentan un desa-
ese sentido, tanto la movilidad física, como la virtual rrollo urbano desordenado, no regulado, sin planifica-
producen una nueva forma de ciudad vinculada con ción, generado entre otras causas por la visión política
lo global cambiando los usos y formas de los lugares sobre las redes de infraestructura y de movilidad que
de la ciudad existente. son vistos como “asunto de ingenieros”. En el caso
La complejidad expresada podría parecer abru- de Caracas, Ocaña68 señala la: “ausencia de visión in-
madora, sin embargo, es posible enfrentarla, la ciudad tegral, ausencia de jerarquización vial y de transporte,
no es un caos sólo entendible en sus fragmentos, ya sistema de transporte público y vial ineficientes, des-
que continúa teniendo dinámicas estructuradoras coordinación entre las acciones de las instituciones
globales que son interpretables. La metrópoli con- de los diferentes niveles de gobierno”. Esto trae, en
temporánea es una de las creaciones humanas más consecuencia, la congestión vehicular, largos tiempos
complejas, no obstante, también se dispone de más de viaje y contaminación ambiental.
ciencias y disciplinas consolidadas que nunca, ade- Pese a que en el discurso la mayor parte de los
más de nuevos recursos tecnológicos avanzados para gobiernos promueven la movilidad sustentable, la
apoyar las investigaciones. El reto es la colaboración variedad de estrategias adoptadas y el establecimiento
transdisciplinaria65 y un enfoque integral, para la gene- de políticas divergentes ante problemas parecidos, de-
ración o actualización de las teorías para interpretar la muestra que la formulación de las políticas públicas en
cambiante realidad contemporánea. cuanto a la movilidad no se basa sólo en las cuestiones

Consideraciones finales 63 Massey, op. cit., p. 117.


64 Ascher, op. cit., p. 12.
El análisis de las perspectivas para entender la 65 Graham y Marvin, op. cit., p. 17.
movilidad permite reconocer el peso específico de 66 Rosa Ocaña, “Coordinación entre los gobiernos municipales y
el gobierno metropolitano en materia de transporte urbano:
las conceptualizaciones del espacio y de los flujos,
Caracas”, en Provincia, núm. 013, Universidad de los Andes,
que han tenido consecuencias tanto en el ámbito in- Mérida, Venezuela, enero-junio de 2005, pp. 148-149.
telectual como en la generación de políticas públicas 67 Ibid., p. 149.
y proyectos de ciudad. 68 Id.
158
técnicas sino que son influidas por factores específicos tan características similares a los sistemas ecológicos,
a cada caso, en especial los políticos y económicos. pero no se reducen a estas metáforas o analogías.
Es necesario hacer una lectura del cambio Es importante destacar que en general las visiones
territorial con el análisis de variables tanto espaciales parciales no han generado políticas públicas sustenta-
como económicas y sociales, en la que los flujos de bles; sin embargo, hay que aclarar que no se trata de
la movilidad son un elemento articulador que crea rechazar a priori las visiones sistémicas o ecológicas a
nuevas formas y establece nuevos comportamientos favor de enfoques sociológicos o políticos, sino de va-
cotidianos y significados sociales. De tal modo que, lorar sus alcances y limitaciones para incorporarlas de
para enfrentar el reto de la movilidad urbana, se manera adecuada a las escalas y ámbitos en las que
deben atender de manera simultánea ámbitos como son útiles. El reto no es que una perspectiva suplante
el empleo, la vivienda, el comercio, la exclusión, la a otras, sino que se acepten como parte de la diver-
fragmentación y la incorporación de nuevas tecnolo- sidad que constituye a la ciudad y puedan colaborar
gías dentro de una visión integral de la ciudad.69 mediante la discusión constructiva en la selección de
Las actuales metrópolis están formadas por una los mejores rumbos de acción para la movilidad y
diversidad de ámbitos, redes físicas y virtuales, presen- para el desarrollo urbano.

69 López et al., op. cit., p. 36.


159
Bibliografía Leutenegger, Marius, Urban transformation, Holcim forum for
sustainable construction, Edward Schwarz (comp.), Holcim
Alexander, Christopher, “A city is not a tree”, en Architectural Forum, Foundation for Sustainable Construction, Zurich, 2007.
vol. 122, núms. 1 y 2, abril de 1965, Design After Modernism, Lezama, José Luis, Teoría social, espacio y ciudad, El Colegio de
John Thackara, Thames and Hudson, Londres, 1988. México, México, 2002.
Álvarez A. et al., “Dimensión espacial de la movilidad cotidiana uni- Lizárraga Mollinedo, Carmen, “Movilidad urbana sostenible: un reto
versitaria: El caso del Gran Valparaíso”, en Revista INVI, vol. 24, para las ciudades del siglo xxi”, en Economía, Sociedad y Te-
núm. 65, Universidad de Chile, Chile, mayo de 2009. rritorio, año / vol. vi, núm. 022, El Colegio Mexiquense, Toluca,
Ascher, François, “Ciudades con velocidad y movilidad múltiples: un septiembre-diciembre de 2006.
desafío para los arquitectos, urbanistas y políticos”, en Revista López, Fredy, Dora Beatriz Nieto y Carolina Arias, “Relaciones entre
ARQ, núm. 60, Pontificia Universidad Católica de Chile, Santia- el concepto de movilidad y la ocupación territorial de Medellín”,
go, julio de 2005. en Revista EIA, núm. 13, Escuela de Ingeniería de Antioquia,
Bresciani, Luis Eduardo, “Concentraciones dispersas, plan de Colombia, julio de 2010.
transporte urbano de Santiago y geografías de consumo”, en Lynch, Kevin, The Image of the City, MIT Press, Boston, 1960.
Revista ARQ, núm. 52, Pontificia Universidad Católica de Chile, Massey, Doreen, “Geometrías internacionales del poder y la
Santiago, diciembre de 2002. política de una ‘ciudad global’: pensamientos desde Londres,
Capel, Horacio, La cosmópolis y la ciudad, Ediciones del Serbal, conferencia en Cendes”, en Cuadernos del CENDES, año 25,
Barcelona, 2003. núm. 68, Tercera Época, Universidad Central de Venezuela,
Castells, Manuel, The network society: a cross-cultural perspective, Venezuela, mayo-agosto de 2008.
Edward Elgar Publishing, Gran Bretaña, 2004. McKenzie, Roderic, “The Ecological Approach to the Study of the
_______, La cuestión urbana, Siglo XXI, México, 2004. Human Community”, en R. Park, E. Burgess y R. McKenzie, The
Connolly, Priscilla, Comparación entre las encuestas de origen y City, The University of Chicago Press, Chicago, 1967.
destino en la Zona Metropolitana del Valle de México 1983, Mignot, D. et al., “Formas urbanas, movilidad y segregación”, en
1994 y 2007, ponencia presentada en el Taller II “Construcción Urban Public Economics Review, núm. 12, Universidad de
de un sistema de indicadores para la medición de la movilidad Santiago de Compostela, España, 2010.
urbana en la Ciudad de México”, Observatorio Ciudadano de la Moreno, Antonio y Eugenia Prieto, “Evaluación de procedimientos
Ciudad de México, 19 de noviembre de 2009, en http://www. para delimitar áreas de servicio de líneas de transporte urbano
occm.uam.mx/archivos/11/file/Connolly.pdf, consultada el 20 con Sistemas de Información Geográfica”, en Investigaciones
de febrero de 2011. Regionales, núm. 002, Asociación Española de Ciencia Regio-
Duhau, Emilio y Giglia, Angela, Las reglas del desorden. Habitar la nal, Alcalá de Henares, primavera de 2003.
metrópoli, Siglo XXI / uam-a, México, 2008. Ocaña, Rosa, “Coordinación entre los gobiernos municipales y el
Duhau, Emilio, “Espacios públicos, movilidad y democracia en la gobierno metropolitano en materia de transporte urbano: Cara-
Ciudad de México”, en Lucía Álvarez, Carlos San Juan y Cristina cas”, en Provincia, núm. 013, Universidad de los Andes, Mérida,
Sánchez Mejorada (coords.), Democracia y exclusión. Cami- Venezuela, enero-junio de 2005.
nos encontrados en la Ciudad de México, unam, uam, uacm, Pradilla Cobos, Emilio y Ricardo Pino Hidalgo, “Ciudad de México: de
inah, Plaza y Valdés, México, 2006. la centralidad a la red de corredores urbanos”, en Anuario de
Graham, Stephen y Simon Marvin, Splintering Urbanism. Networked espacios urbanos 2004, Universidad Autónoma Metropolitana,
infraestructures, technological mobilities and the urban condi- México, 2004.
tion, Routledge, Londres, 2001. Rogers Richard y Philip Gumuchdjian, Ciudades para un pequeño
Harvey, David, Justice, Nature & the Geography of Difference, Blac- planeta, Gustavo Gili, Barcelona, 2000, p. 167.
kwell Publishers, Oxford, 1996. Salas Rondón, Miller, “Gestión de la movilidad mediante tarifas”, en
Jacobs, Jane, “Downtown is for People”, en The Exploding Metropolis, Revista de Ingeniería, núm. 29, Universidad de los Andes,
The Editors of Fortune (ed.), Doubleday & Co., Nueva York, 1958. Colombia, mayo de 2009.
160
Salazar, Clara y Valentín Ibarra, “La migración intraurbana y la Santos, Milton, La naturaleza del espacio. Técnica y tiempo, razón y
movilidad cotidiana en la Zona Metropolitana de la Ciudad de emoción, Ariel, Barcelona, 2000.
México”, en Lucía Álvarez, Carlos San Juan y Cristina Sánchez Seguí Pons, Joana y Joana Petrus Bey, Geografía de redes y siste-
Mejorada (coords.), Democracia y exclusión. Caminos encon- mas de transporte, Síntesis, España, 1991.
trados en la Ciudad de México, unam, uam, uacm, inah, Plaza y Terrazas Revilla, Óscar, La ciudad de los caminos. El caso del corre-
Valdés, México, 2006. dor Tlaxcala-Puebla, UAM-Azcapotzalco, México, 2005.

161

View publication stats

También podría gustarte