Universidad de Costa Rica

Facultad de Farmacia
Departamento de Atención Farmacéutica y Atención Clínica
Fa-0337 Elementos de Salud Publica

Estudiante: Tatiana Brenes Solano

Carné: B51244
Grupo: 01

Determinantes sociales de la salud

Los determinantes sociales de la salud se pueden definir como un conjunto de

componentes que influyen de forma significativa en la salud de las personas y los cuales
contemplan varios ámbitos de los que forman parte y a su vez se desarrollan. Entre estos se
puede mencionar; edad, sexo, estilos de vida. Además, las condiciones en las que nacen,
crecen, viven, trabajan y envejecen. Estos determinantes se clasifican entre estructurales e
intermediarios. Para poder contextualizar este tema se puede plasmar la actual crisis por la
que atraviesa el mundo ante la Pandemia del COVID-19; en nuestro país la gobernanza
económica, social y política es un factor crucial en la recuperación de un paciente
diagnosticado con el virus, ya que gracias a las medidas que ha tomado el gobierno tanto a
nivel del Ministerio de Salud como en la CCSS hasta la fecha se han recuperado 67 pacientes,
este determinante se clasifica como estructural y en este caso influye de forma positiva. No
obstante, la edad y los estilos de vida saludable de las personas influyen de forma negativa
debido a que los adultos mayores y pacientes con factores de riesgo se les dificulta la
recuperación, este último se denomina como un determinante intermediario.
Por otro lado, un contra- corriente se define como aquella persona que labora para el
sector de salud desde una perspectiva diferente a lo que se está acostumbrado, ya que ésta
busca conocer al paciente a partir de los determinantes sociales de la salud que lo impactan
ya sea de forma positiva o negativa esto con el fin de brindarles una mejor atención debido a
que muchos de estos factores , que contemplan el contexto en que se desenvuelve el paciente,
son ignorados cuando requieren servicios de salud. Asimismo, no solo al personal que trabaja
para el sector de salud directamente se pueden considerar como profesionales contra-
corrientes, también se puede mencionar los bomberos, rescatistas, salva vidas, personal de la
Cruz Roja, Paramédicos y hasta trabajadores de las áreas sociales. Por su parte, el sistema de
salud de Costa Rica en cuanto la posición que ha tomado ante la crisis del COVID-19 se
podría considerar categóricamente como una mezcla entre contenedor y contra-corriente esto
porque se han tomado medidas para evitar que la menor cantidad de costarricenses se infecten
y además hay que recordar que el CENARE pasó a convertirse temporalmente como una
unidad de salud especializada para aquellos pacientes con COVID-19, así como el hincapié
que han brindado sobre cuidarse así mismos para cuidar de las personas con factores de
riesgos. Por su parte, también se puede considerar contra-corriente porque se han realizado
esfuerzos por atender todos aquellos habitantes que se han visto afectados económicamente
o que se encuentren en un estado de vulnerabilidad para satisfacer necesidades básicas. Así
como el servicio de Farmacia que se ha prestado de manera que se entregan los medicamentos
hasta la casa para aquellos pacientes con factores de riesgo.
Finalmente, para ejemplificar el tema de los DSS se observó el video de la señora LM
en el cual se puede apreciar los siguientes DSS; a nivel estructural se evidencia la posición
socioeconómica ya que la señora percibe ingresos que apenas alcanza para cubrir el alquiler
y los gastos públicos, además, se debe hacer cargo de sus hijos y madre. Con respecto a los
determinantes intermediarios se visualiza el bajo ingreso financiero para lograr comprar
alimentación suficiente que alcance para su familia y ella. Asimismo, se detectan factores
psicosociales debido a que maneja mucho estrés a final de mes por todas las obligaciones que
debe suplir y por ultimo los factores biológicos, ya que ella además de su problema con la
diabetes también sufre de insuficiencia cardíaca desde niña. Por otro lado, la hospitalización
de esta señora se pudo haber evitado desde un enfoque farmaceútico si el personal que se
encargaba de despacharle sus medicamentos para tratar la diabetes se hubiese interesado en
conocer si estaba siguiendo al pie las instrucciones, si se estaba alimentando como se debe y
si presentaba algún problema que la pudiese estar alterando, es decir que el personal de la
farmacia ejerciera un papel contra-corriente como el que se describía anteriormente.