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LUIS MARTÍNEz RoLDÁN

y JESÚs Aeurt-rNo FERNÁxtez svxREZ

CTJRSO DE TEORIA
DEL DERECHO
Y METODOLOCÍN JURÍUCN

EDITORIAL ARIEL, S. A.
BARCELONA
CnpÍrulo 2

LA DE,FII\TICIÓN DE,L DERE,CHO (I)

l. El problcrna de la deflnición del Derecho. l.l. Lenguaje y Derecho: ambi-


-
güedad, ernotividad
-
y peculiaridades del lenguaje norniativo. I . 1.1 . Ambigüedad
del Derecho. 1.1.2. Emotrvidad del término Derecho. 1.1.3.
-
Peculiaridades del
lenguaje
-
normativo. 1.2.
-
Cornplejidad de la realidad del Derecho. 1.3. Inci-
-
dencias fllosóflcas. ideológicas y sociales. 1.4.
-
Los problemas propios de la defi-
nición en cuanto tal. 2. Ideolosía v Derecho.
-
-

l. El problema de la definición del l)erecho

El profesor Ollero Thssaral ha señalado en algún momento que no hay tema


alguno del programa sobre el cual el alumno no tenga ya una idea previa. Y si
esto es cierto con carácter general, mucho más respecto a algo aparentemente tan
sencillo y tan sabido como es el Derecho. Y es que estamos todos tan acostum-
brados a convivir con el Derecho que la pregunta parece, por sabida, totalmente
inoportuna. Precisamente por eso, creo que es conveniente comenzar sometiendo
a debate ese <<c-onocimiento previo> y para ello nada mejor que comenzar ha-
ciéndonos esa pregunta aparentemente tan ingenua y elemental de ¿qué es el De-
recho?
Insisto en que la pregunta parece fáctl, pero sin embargo la respuesta ---€n
cuya tarea han sucumbido la mayoría de las teorías doctrinales- es una de las
cuestiones rnás difíciles y complicadas, y no porque falten definiciones, sino tal
vez porque hay demasiada_s.
Al tratar este tema, se ha convertido ya en un tópico el recurso a las pala-
bras de Kant, pero no por ser tan usadas han dejado de ser ciertas. Decía Kant
que todavía los juristas seguían af'anándose por encontrar un concepto del Dere-
cho más o menos compartido por todos ellos. Y en muchos casos el resultado de

L A. Olle:ro Tassara, Intet'¡tretucitin dcl Derecho ¡- ¡to,titivi.sttut legali,sr¿r, Madrid, Editorial Revista de
Derecho Privado, 1982, pp. 284 ss.
DEFINICION DEL DERECHO (I) t5

este largo afán es tan sorprendente como la definición propuesta por Fla¡¡!e4,
cuando define el Derecho como <no se sabe qué.e,s¡.
Es en este afán en el que ahora vamos a insistir nosotros, aunque dirigiendo
nuestro esfuerzo, más que a dar esta ansiada definición, a exponer el porqué d-e
esta dificultad, que sin duda se basa no en la incompetencia de los juristas, sino
en la enorme complejidad del Derecho. Estoy de acuerdo con el profesor
Atienza2 cuando viene a decir que tal vez una definición demasiado cerrada y es-
cueta del Derecho simplifique excesivamente la amplia y rica significación del
término. No debe, pues, hacernos sentir sensación de fracaso el no conseguir una
única definición del Derecho, ni debe tampoco obsesionainos demasiado la idea
de tener que buscar a todo una definición, entre otras cosas porque hay términos
que luncionan como primitivos y. en consecuencia. como no susceptibles de de-
finición.
Las dificultades de una definición del Derecho generalmente compartida se
sitúan en distintos niveles, en cuanto que las causas de esta dificultad son plura-
les y heterogéneas. Entre esas causas yo destacaría, a modo de ejemplo y como
más significativas, las siguientes:

1) La gran ambigüedad y emotividad del término Derecho.


2) Las peculiaridades del lenguaje normativo
3) La complejidad y peculiaridad del objeto a definir, esto es, de la reali-
dad del Derecho.
4) Las incidencias filosóficas, ideológicas y sociales, es decir, de las dis-
tintas fuerzas (intereses) políticas y económicas.
5) Los problemas propios de la definición en cuanto tal.

1.1. LENcu¡,¡e y DERECHo: AMBrcüEDAD, EMorrvrDAD y pECULTARIDADES


DEL LENGUAJE NORMATIVO

1.1.1. Ambigüedad del Derecho

En cuanto a la ambigüedad del término Derecho hay que señalar que el pro-
blema es debido a que este término se viene utilizando para referirse a realidades
completamente distintas, aunque todas ellas se muevan en el amplio campo del
Derecho. Los significados que tradicionalmente se vienen enumerando son:

A) Derecho como sinónimo de Derecho objetiv'o. En este caso se utiliza


el término Derecho para designar el conjunto de normas jurí-
dico- válidas y vigentes en un momento histórico dado y en-ordenamiento
un país también de-

2. M. Atienza, lntroducción aL Derecho, Barcelona, Barcanova. 1985, pp. 3 y lu.


2. La definición del Derecho

-Nuestroobjetivo{Ui"lT"tri,|,T:':Llliitft ,it'-,ll'."J"!iX1ll"'"'u"

f - Derecho objetivo ¡
^ -L:-..,^r^r
Amorgueoao | - Derecho subjetivo I R"elu,
..-o'-"o'*"'
sramaticales
| _ Derecho=justicia I
f - Derecho = iiencia J
Emotividad+Proyeccióncargasubjetivayvalorativa
Peculiariclades del f - Lenguaje objeto / metalenguaje
lenguaje normativo | - Lenguaje prescritivo----*ni verdadero ni falso

Concepción normativista (Kelsen)


Concepción institucionalista (Santi Romano)
de la I
- complejidad Derecho
realidad del - Concepción relacionista (GuasP)
_ Concepción conductista (Cossio)
El problema de
la definición del
f Concepción integradora (Bobbio-Reale)

Derecho
- Dificultades
Incidencias Iusnaturalismo (valorativa)
filosófico- Positivismo (científica)
ideológicas {- Marxismo (sociológica)

Problemas.
f - Definición esencialista o real
l- D"fini.iónconceptual f - ostensiva
qt9Pt9: oe la I Definición convencional { - Lexicográfica
derrnrcron -
I t_Estipulativa
En la definición del Derecho
Incidencias En la creación del Derecho
ideológicas En la interpretación del Derecho
{ En la aplicación del Derecho

Concepto ]- Derttrt de Tracy


positivo .f - Ideólogos
El problema de
la definición del - Dificultades Derecho e Concepto I- Napoleón
Derecho ideología negativo J - Marx

ldentillcación I- Kersner
Derecho e ideología I

En la rctualidad--> 6on."O,o ¡
amplioy IAdamSchaff
positivo )
18 CURSO DE TEORIA DEL DERECHO Y ]VIETODOLOGiA JURÍDICA

terminado. En este sentido hablamos del Derecho español, del Derecho inglés o
francés, etc.

B) Derecln conrc .sinóninto rle facultatl juríclica. Como poder otorgado a


un individuo por el Derecho obietivo, en definitiva, como sinónlmo de derecfuo
sqb.jetivo. El artículo l.116l de nuestro Código Civil serlala que <el vendedor está
obligado a la entre-ea o saneamiento de la cosa objeto de la venta>> y, como com-
pensación, el conrprador está obligado a pagar el precio convenido, a tenor de los
dispuesto en el artículo L-500. Pero el artículo | .461 obliga al vendedor a entre-
gar la cosa en buen estado, precisamente porque faculta al comprador para exi-
gir esa conducta del vendedor ante los tribunales. En estos casos se dice que el
conrprador tiene clerecho (facultad) a exigir la entrega de la cosa en buen estado.
Derecho, pues, el] cuanto poder o facultad otorgada por las normas lo que
en el punto anterior denorninábamos derecho objetivo--. En este
-por
sentido nos dice
Kelse¡1 que el derecho subjetivo no es más que el derecho objetivo puesto a dis-
posición de los particulares.

C) Derecho conto sütóttinto de justicia. También se utiliza el término


Derecho para exp[esar nuestra idea de justicia. <rlusr> igual a <<iLtstum>>, que di-
rían los representantes más genuinos del iusnaturalismo. En este sentido decimos
que no hat, clerec[to a que se haga esto, o incluso podemos decir que no hay de-
rer:ho a legislar de tal o cutrl forma, dando a entender que ciertas leyes son in-
justas. No podemos ignorar la gran dificultad que introduce en el problema de la
definición del Derecho esta dimensión ético-valorativa tan difícil de contrastar y
de verificar científicamente, pero más adelante tendremos ocasión de detenernos
en esta importante probler-nática.

D) Derecltr¡ en cuarúo ciencie del Derecho. Por úrltimo, el término De-


recho puede referirse. no al objeto de la realiclad del Derecho, sino al conoci-
miento de esa realidad, es decir, ala cietu:ia del Derecho. En este sentido suele
decirse que el Derccho es una <:iencia dogntática, etc.
En otros idiomas esta dificultad terminológica se ve paliada, en gran parte,
por un¿l mayor riqneza de vocabulario, por ejemplo, en Inglaterra, para referirse
al Derecho en sentido objetivo cuentan con un término específico Iaw, de la
misma manera qrse right significa derecho subjetivo, y Jurisprudenciq se utiliza
como sinónimo de ciencia del Derecho. En Italia, por ejemplo, no hay Faculta-
des de Diritto, sino de Giurispt'udenza..
En nuestro caso, esta gran arnbigüedad que acabamos de señalar, normal-
mente desaparece debido a clue cualquier discnrso introduce un pLu'tto cle vista se-
let'tivo que lirnita la arnbigtiedad de los términos. La palabra gato utilizar
-por
el ejenrplo propuesto por Capella-: pierde su vaguedad según se trate de un dis-
culso sobre accesorios del ¿rutomóvil o sobre animales domésticos.

i. J. R. Capella. El Derctltu t.t¡tnt' Icngittt.ic, B¿trcclclna, Aricl, 1968, p.257.


DEFINICIÓN DEL DERECHO (I) 19

Además del punto de vista selectivo del discurso, la doctrina ha establecido


en nuestro caso, de forma convencional, unas reglas terminológicas o gramatica-
les que ayudan a una mayor precisión:

Derecho: Se utiliza para hacer referencia al Derecho objetivo.


derccho: Cuando se hace referencia al derecho subjetivo.
Jurisprudencia: Para referirse a la Ciencia Dogmática del Derecho.
jurisprudencia.' Como conjunto de decisiones de los tribunales.
.iusticia: Sustituye al término Derecho cuando éste es utilizado como sinó-
nimo de justicia.

Sin embargo, a la hora de dar una definición del Derecho, y tal vez porque
el Derecho tiene, como indica l'{ino,a la peor especie de ambigliedqd- (.la consti-
tuida no por una mera sinonimia accidental, sino por el hecho de tener varios s1g
nificados interrelacionados entre sí), es muy difícil delimitar lo que es el derecho
objetivo, sin intromisiones éticas o valorativas derivadas de la histórica igualdad
entre lus y ittstunt.

1.1.2. Emotividad del térmitrc¡ Derecho

Otra de las grandes dificultades a la hora de definir el Derecho es la grart carga


emotiva de la palabra Derechq. En efecto, como señala Nino, las palabras no sola-
mente siruen para designar cosas o describir sus propiedades, sino que a veces tam-
bién se utilizan para expresar y transmitir emociones o sentimientos o para provo-
carlos en los demás. Mientras que algunas palabras, como mesa o lapicero, tienen
sólo un significado descriptivo, otras, como Derecho, demor:racict, divorcio, etc., tie-
nen además un significado emotivo favorable o desfavorable. En el caso del Dere-
cho, el significado emotivo palece claramente favorable --€xcepto, tal vez, dentro
del pensamiento marxista clásico- y normalmente provoca actitudes de adhesión.
El término Derecho es, pues. utilizado para describir una realidad, pero vertiendo
a la vez sobre ella su concepción filosófica, su ideología, su concepto de justicia, y
ha^sta -*-col-rsciente o inconscientemente- sus intereses políticos y económicos.
Toda esta carga de subjetividad proyectada sobre el término Derecho oscu-
rece el campo de referencia de dicho término, a la vez clue explica las rnúltiples
y diferentes definiciones del mismo.

1.1.3. Peculictridades del lenguttie nonnaÍivo

Además de las dificultades del lenguaje jurídico hasta ahora analizadas, hay
también toda una serie de peculiaridades derivadas de su carácter normativo. Hoy

4. C. S. Nino. Introdut't'iótt ul uttúlisis del Dcrethtt, Barcelonir, Ariel. l9ii-1, p. l4


20 CURSO DE TEORÍA DEL DERECHO Y METODOLOGÍA JURÍDICA

día --como tendremos ocasión de demostrar en este mismo tema- la teoría que
tiene una mayor aceptación en la doctrina es la teoría nornntivista, es decir,
aquella que entiende que el Derecho es principalmente norma, o, mejor, conjunto
de normas que forman un ordenamiento jurídico. Pues bien, una de las mayores
dificultades con la que nos encontramos a la hora de pretender definir y trabajar
con el Derecho es precisamente el lengua.ie nonncttívo.
Este carácter normativo del lenguaje jurídico y en general del Derecho, a mi
modo de ver, plantea principalmente los siguientes problemas:

I )
En cuanto que la realidad objeto de estudio y de definición son normas,
es decir, lenguajey además lenguaje normativq.
Z) En cuanto que para estudiar, describir y analizar ese lenguaje normativo
objeto- necesitamos de otro lenguaje, es decir, de un metalenguaje.
-lenguaje
3) En cuanto que ese metalenguaje a su vez puede ser: ntetalenguaje sin-
tóctico y metalengttaje semántico.

' -' Respecto al primer punto, es decir, en cuanto que nuestro objeto de estudio
y de defirrición es el lenguaje normativo, hay que señalar que efectivamente la
realidad del Derecho son normas, en definitiva, un lenguaje, pero no un lenguaje
descriptivo--enunciativo del estilo de ,.la puerta está cerrada' o <el calor es la
causa de la dilatación de los metales>, sino un lenguaje prescriptivo o directivo
del estilo. por ejemplo, del art. 1.561 del Código Civil (C.C.) que dice <que el
arrendatario debe devolver l¿r finca al concluir el arriendo, tal como la recibió,
salvo 1o que hubiese perecido o se hubiese menoscabado por el tiempo o por
causa inevitabler'.

G. Carriós nos señala una larga hsta aun así no exhaustiva- de las fun-
-y
ciones que puede tener el lenguaje: ordenar, amenazar, advertir, pedir, instruir,
exigir, preguntar. saludar, sugerir, prometer, predecir, autorizar, etc. Según esto,
el lenguaje es un instrumento que utiliza el hombre para fines muy distintos, y
normalmente se vienen clasificando de manera imperfecta- estos fi-
nes o usos en los siguientes:
-aunque

1) Uso infornrutivo. Cuando el lenguaje es utilizado para describir cierto


estado de cosas y cornunicar esa información.
2) Uso e,rpresivo. Cuando se utiliza p¿lra expresar ernociones o provo-
carlas en los demás.
3) Uso inferrogativo. Cualldo se trata de requerir información de otro.
4) Uso operativo. Cuando pronunciar ciertas palabras implica realizar la
acción a que esas palabras se refieren.
5) Uso prescriptivo o directivct. Cuando quien habla se propone dirigir el
comportamiento de otro.

.5. G. Carrió, Notas sobrc Derccl¡o r lengutjc, Buenos Aires. Abeledo-Pr-rrot, I 979, pp. I 9-22 y 38-40.
DEFINICIÓN DEL DERECHO (I) 21

Alf Ross6 simplifica bastante más esta clasificación, corriendo el riesgo de


ser menos perfecta, pero ganando, a mi modo de ver, en sencillez y claridad. En
este sentido clasifica los juicios o las expresiones en:

1) Expresiones de aserción Que son aquellas que tienen significado re-


presentativo objetivo e independiente del sujeto que las enuncia, y que en conse-
cuencia pueden ser verdaderas o falsas.
2) Expresiones exclamativas. Que son expresiones que no tienen signifi-
cado representativo objetivo e independiente, sino que son soportes de una carga
emocional, y por lo tanto no son ni verdaderas ni falsas.
3) Expresiones directivas. Que son expresiones sin significado repre-
sentativo objetivo e independiente, pero que son usadas con el propósito de
ejercer influencia en los demás. Tampoco tiene sentido predicar de ellas yerdad-
falsedad.

Las normas, por ejemplo, que son típicamente directivas no se sancionan ni


se promulgan para comunicar verdades teóricas, sino con la carga intencional de
dirigir el comportamiento humano.
No todo el lenguaje prescriptivo o directivo es lenguaje normativo; por
ejemplo: le ordeno que me devuelva el dinero; le suplico que cierre la puerta, etc.
Sin embargo, lo que sí es cierto es que todo lenguaje normativo es prescriptivo o
directivo y es el que mayor fuerza prescriptiva tiene dentro de esta categoría de
lenguaje directivo, y ello por varias razones:

1) Porque viene dado por una autoridad normativa


-instaurada
jurídica-
mente_.
2) Porque es promulgado también normativamellte y,
3) Porque su incumplimiento es_ sancionado también normativamente, es
decir, se trata de una sanción jurídicamente institucionalizada.

Mientras que del lenguaje informativo se puede decir que es verdadero o


falso, según refleje o no fielmente el estado de cosas que pretende describir, del
lengrruje normativo no tiene sentido predicar la categoría de verdad-falsedad. De
una norma, por elemplo el art. .10-5 clel Código Penal (C.P.), que dice: ,.el quá ma-
tare a cualquiera de sus ascendientes o descendientes será castigado como reo de
parricidio, con la pena de reclusión mayor>, no tiene sentido decir que sea ver-
dadera o falsa. Podrá decirse que es justa o injusta, arbitraria o racional, oportuna
o inoportuna, efrcaz o ineficaz, y sobre todo podrá decirse que es válida o invá'
lida segin esté o no dada por la autoridad competente y siguiendo el procedi-
miento establecido para la formulación de norm¿rs.

6. Alf Ross. Sobre el Der¿clt¡¡ t, lu iu,rtickt, Bueuos Aires, Editolial Unrversitaria, 1977, p. 13.
22 CURSO DE TEORIA DEL DERECHO Y METODOLOGIA JURIDICA

Por otra parte, hay que señalar que el lenguaje normativo normas-
-las
no necesariamente tiene que utilizar la cópula <deber ser>, sino que muchas ve-
ces el legislador utiliza otras expresiones de futuro como <será castigado>, <<se
le impondrá la pena de>, <está obligado a>, etc.; por ejemplo, el art. 526 del
C.C. dice ,<el que tuviere el uso de un rebaño o piara de ganado podrá aprove-
chrtrse de las crías, leche y lana en cuanto baste para su consumo y el de su fa-
milia, así como también del estiércol necesario para el abono de las tierras que
cultive>>.
¿Todo lenguaje legal es lenguaje normativo? Me estoy refiriendo, por un
lado, a las normas facultativas y, por otro, a todos aquellos artículos del Código
Civil o del Código Penal en los que el legislador define algunos de los concep-
tos o-ténninos que forman parte de las proposiciones normativas.
"!En cuanto a las normas facultativas, creo que su carácter prescriptivo-nor-
mativo no ofrece ninguna duda, ya que toda norma in-tpera alavez que faculta y
faculta a la vez que impera. Se trata de las dos caras de un mismo precepto jurí-
dico: normalmente el legislador hace expresa la dimensión imperativa, sobreen-
tendiéndose la facultativa, pero también puede hacerse al revés, en cuanto que fa-
cultar a alguien a algo implica obligar a otros a no impedir el ejercicio de esa
facultad.
i\,{ás dudoso sería el segundo caso preceptos que pretenden defi-
-aquellos
nir un concepto-. Por ejemplo, el art. -530 del C.C. que dice <la servidumbre es
un gravamen impuesto sobre un inmueble en beneficio de otro perteneciente a
distinto dueño...>, o el art. ll6 del C.P., <el tiempo de la prescripción de la pena
comenzará a correr desde la fecha de la sentencia firme o desde el quebranta-
miento de la condena, si ésta hubiese comenzado a cumplirse>. ¿Estas definicio-
nes son auténticas normas jurídicas?, ¿son susceptibles de verdad o falsedad? Yo
entiendo, aunque hay opiniones en contra,T que estos preceptos son auténticas
normas y, en consecuencia, de estas definiciones no se puede predicar la catego-
ría de verdad-falsedad y sí la categoría de validez-invalidez. Para mí estas defi-
niciones tienen carácter normativo, en cuanto definiciones estipulativas que de
forrna preceptiva establecen en qué sentido debe ser utilizado un concepto o cuál
será el uso que debemos dar a un cierto término utilizado en las normas. En de-
finitiva, viene a ser una interpretación normativamente por el legislador-
de algunos de los térmlnos de ia norma.
-dada
.,'-r La segunda dificultad que planteaba el carácter normativo del Derecho era
la necesidad de distinguir entre <lenguaje objeto> y <metalenguaje¡.r. Ef'ectiva-
mente, para enunciar, describir y explicar ese lenguaje normativo ob-
jeto- necesitamos a su vez de otro lenguaje que vendría a cumplir -lenguaje
el papel que
las leyes desempeñan en el campo de las ciencias naturales, y que en este caso
sería un "metalenguaje>.

1. J. R. Capella, El Deret:ht¡ ctsnn lenguuje, cit., pp.263 y 212-275.


DEFINICIÓN DEL DERECHO (I) 23

Kelsen,s aunque en un primer momento no distinguió claramente entre


(norrna jurídjca2 (q-bjgtq) y o enunciado> mediante el cual el cien-
"proposición
tífico del Derecho describe y enuncia ese objeto, sin embargo, a partir de 1945
ya establece una clara distinción entre <<norma jurídig4¿ y <{e-
-Rechtsnorm-
Sin embargo. a juzgar por
gla de Derecho o proposición juri-di-qa2
-Rechtssaz-.
las críticas formuladas por Hart, Alf Ross y Cossio, parece que no lo ha conse-
guido, pues aunque entienda que la regla de Derecho es descriptiva y que a ella
no le es aplicable la categoría de validez-invalidez, sino la de verdad-falsedad, no
obstante sigue denominándola <regla> y sigue manteniendo que la
estructura de la regla está conformada con
-norma-
la cópula <deber ser> y no con la có-
pula <<ser>>, como si se tratase con ella de pronunciarse acerca de lo que <debe ser
el Derecho>, en vez de describir lo que realmente <es>. No se entiende bien por
qué el <deber sern de la regla tiene unas características ---descriptivo, enuncia-
tivo, verdadero, falso, etc.- completamente distintas de las características del
<deber ser> de la norma válido, inválido, etc.- Todo ello dará pie
que Alf -imperativo,
Ross le formula y que en su momento tendremos ocasión
a las críticas
de analizar con mayor detenimiento.
En cualquier caso, la necesidad de este doble lenguaje lógicamente acarrea
una serie de dificultades en el conocimiento y en la delimitación del Derecho que
no existen en el ámbito de las demás ciencias no normativas.
.'', Por último, este metalenguaje puede ser un ntetalenguaje sintáctico con el
que se pretendería analizar la estructura lógico-formal del lenguaje normativo
(dado el hecho del arrendamiento de hecho- se deberá
-supuesto
jurídica-); o puede
-cópula-
ser un ntetalenguaje sentán-
pagar el alquiler
-prestación
tico, es decir, que haga referencia a la realidad expresada por el lengua1e norma-
tivo. Pero, como el lenguaje normativo ya vimos- no tiene un signifi-
-como
cado representativo sino que sólo expresa una carga emotiva e intencional
desprovista de veracidad o falsedad, es muy difícil describir y enunciar con ob-
jetividad la validez-invalidez o la justicia-injusticia de esa carga emotiva inten-
cional.

1.2. Cotr,tple.ln¡,D DE LA REALIDAD DEL DERECHo

La mayoría de las ciencias, como la física, la astronomía o la historia, tie-


nen perfectamente claro y delimitado su objeto. Saben que es problemático y que

8. El rnisrno Kelsen nos dicc que -va en sus prirneros escritos -HauTrl¡tntbleme der Stttttt.¡reclttslehre
(l9l l)- apuntó la distinci(rn cntre <nornra.jurídica" (objeto) y "proposición o enunciado norlnativo>. Sin em-
bar.go, tambíén rcconoce (<l'eorí¡r pura del Derccho. Respuesta al artículo de C. Cossio "Teoría Egológica. Ba-
lance provisional de la vjsita de Kelsen a h Argentinr">>, R¿rulsflr de Ia Facultttd de Deret:ht¡ de Méxit:o.1Il,
n." 10, abril-junio 1953, p. I73: y tanrbión en su artículo <El prrrfesor Stone y la teoría pura del Derecho>. re-
cogido en l¡ obn Contribntiones a lu fettríu puru del Derecho, Buenos Aires, Centro Edilor de Arnérica La-
tina, 1969, p. 52) que lógicamente no advirtió ni carrcterizó con la suficiente clariCad tal distinción hasta 1945
con su obra Lu teoríu qetteral del Der¿clut Y lel Estudo.
24 CURSO DE TEORIA DEL DERECHO Y METODOLOGIA JURIDICA

hay muchas cosas de él que ignoran, pero no les ofrece dudas cuál es su objeto
de estudio. Por otra parte, en el ámbito de las ciencias que acabamos de citar,
nunca se confunde su objeto de estudio con los medios lóglqq! que
-juicios-
los científicos utilizan para describir y enunciar ese objeto. Por ejemplo, en el
caso de la astronomía, su objeto son los astros y en ningún caso se confunden és-
tos con los medios lógicos que se utilizan para enunciarlos o describirlos, es de-
cir, nadie confunde los astros con las leyes de la astronomía.
Sin embargo, la ciencia del Derecho no tiene claro ni delimitado cuál es su
g-bjetq, no se sabe con precisión en qué consiste la realidad del Derecho. Y por
otro lado, ofrece también dificultades a la hora de distinguir con precisión la
realidad del Derecho de los medios lógicos que el jurista utiliza para enunciar y
describir esa realidad. No sabemos, como señala Alf Ross, si la norma es Rechts-
norm. Rechtssatz.. o las dos cosas a la vez.
Vamos a indicar algunas de las principales teorías filosofico-jurídicas que
entienden la realidad del Derecho de forma claramente distinta:

A)
Concepción normativisÍa. Esta teoría, que por otra parte es la más
ampliamente compartida en el ámbito doctrinal, entiende al Derecho como una
realidad norntaliva, es decir, identifica la realidad del Derecho con las normas o,
mejor, con el ordenamiento jurídico, pues, como dice Kelsen de los prin-
cipales representantes de esta corriente-, no es el
-uno
ordenamiento jurídico el con-
junto o suma de las normas jurídicas, sino que solamente son norrnas jurídicas
aquellas que integran o pertenecen a un ordenamiento jurídico; y ello debido a
que sólo partiendo del concepto de ordenamiento jurídico se puede explicar la ju-
ridicidad, la coactividad, la validez de las normas jurídicas, y, en definitiva. su
existencia como tales normas.
Para esta teoría, las conductas sólo serán conductas jurídicas cuando estén
reguladas por normas jurídicas. De l¿r misma fbrma, las relaciones soci4lqs sólo
alcanzarán el rango de jurídicas cuando estén previstas y contempladas en nor-
mas jurídicas. Y la sociedad sólo dispondrá de una auténtica organización cuando
ésta sea establecida por un conjunto de nonnas jurídicas.
Las principales dificultades con que se enfrentan las teorías normativistas
arrancan, por un lado, del problema, antes mencionado, de separar claramente el
objeto Derecho (las normas) de los medios lógicos de conocimiento; y, por otro
lado, de las dificultades que plantea el <lenguaje nol'mativo' en que consiste esa
realidad jurídica, y que ya hemos visto anteriormente.

B) Concepción institucionaLista. Para los defensores de esta teoría, el


Derecho antes de ser norrna es. organización, es institución. Así lo entiende Hau-

.riou-, y posteriormente Santi Romano en su libro El orden¿uniento .iuríclico, pu-


blicado en 1917.
Para Santi Romano, los elementos principales integrantes de la realidad del
Derecho serían:
DEFINICION DEL DERECHO (I } z5

l) La sociedad. En el sentido de que todo aquello que no supere la es-


fera de lo puramente individual no sería Derecho (ubi societas ibi ius).
2) El orden social. Que sería la dimensión funcional y finalista del De-
recho.
3) La organización. Se refiere aquí a la organización existente de alguna
forma con carácter previo a la existencia de auténticas normas jurídicas.
A esta sociedad así ordenacia y
organizada es precisamente a la que Santi
Romano llama <institución>, y en el
seno de esa sociedad así estructurada es
donde a posteriori pueden aparecer las normas jurídicas; pero el Derecho, antes
que norma, es organización.
La dificultad de la teoría institucionalista deviene no sólo del hecho de sa-
car al Derecho más alla de la frontera del Estado, extendiéndolo a todo grupo or-
ganizado, sino sobre todo de lo difícil que resulta admitir algún tipo de organi-
zación sin la existencia p¡e¡,¡4 de unas normas.
Como tendremos ocasión de ver más adelante, el elemento institucional y
organizativo al que hace referencia esta teoría puede subsumirse perfectamente
dentro de la teoría normativa, en concreto dentro de las llamadas por Hart nor-
mas de organización.

C) Concepción relaciottista. Para los partidarios de la teoría relacionista


la realidad jurídica, el Derecho, más que una realidad normativa o institucional,
es una relación entre individuc¡s, resaltando principalmente el aspecto de alteri-
dad e intersub.ietividad del Derecho. Así lo entiende Guasp, que define el Dere-
cho como <el conjunto de relaciones entre hombres que una cierta sociedad es-
tablece como necesariaso.e Por otra parte, la clásica definición del Derecho de
Dante, que entendía al Derecho como <(una proporción entre hombre y hombre
que respetada conserva la sociedad y violada la corrompe>> (hominis ad hominem
proportio quae serv(tta seruat societaÍetn et corrupta corrumpit), es un claro ex-
ponente de esta corriente doctrinal.
El mismo Kant, cuando define el Derecho como <¿/ conjunto de condicio-
nes bajo las cLrctles el ¿trbitrio de uno puede coexistir con el nrbitrio de otro .se-
gún una ley universetl de libertad>, está haciendo referencia a la relación entre
dos personas, que según é1 es la única relación jurídica. Y es que Kant habla de
cuatro tipos posibles de relación:

l) Relación entre un sujeto que tiene derechos y deberes y otro que sólo
tiene derechos y ningún deber (hombre-Dios).
2) Relación entre un sujeto que tiene derechos y deberes con otro que sólo
tiene deberes y ningún derecho (hombre-esclavo).
3) Relación entre un sujeto que tiene derechos y deberes con otro que no
tiene derechos ni deberes (hombre-animal o cosa).

9. J. Guasp, Dereclu¡, Madrid, 1971, p. 10.


26 cuRso DE TEoRÍA DEL DERECHo y N{EToDoLoGÍA Jr.rRÍDrcA

4) Relación entre un sujeto que tiene derechos y deberes con otro que
tiene también derechos y deberes (hombre-hombre).

De estos distintos tipos de relación solamente, según Kant, sería relación ju-
rídica la enunciada en último lugar, es decir, la existente entre sujetos que tienen
ambos derechos 1, deberes.

D) Cortce¡tc:irfit conducti.sta. Para el Realistno jurídico americano, el De-


recho no son tanto las normas como las conductas y comportamientos de los jue-
ces y otros funcionarios.
Una teoría muy singular, que bien se puede encuadrar dentro de las con-
cepciones conductistas del Derecho, es la def'endida por C. Cossiq en su Teoría
Egológicu del Derecltr¡, y en general por todos sus seguidore.s. Para Cossio, la
realid¿rd del Derecho no consiste en norfiras, ni en relaciones, ni en organización,
sino que consiste en cr¡n¿lucÍr¿,r-, pero no en cuanto conclucta hecha o ya realizada
que se puede captar medi¿rnte una intuición sensible en un lnarco espacio-tem-
poral tipo de conducta sería objeto de la sociología-, sino la conducta en
-este
cuanto posibilidatl, es decir, en cllanto libertud.l0 intefierida intersubjetivalllenle
(en su intert'erencia intrasubjetiva sería una realidad moral) y vcLLiostt o disva-
liosu.
Las normas parir est¿r teoría serían los rnedios lógicos de conocimiento y de
engnglaci_óp de esa realidad jurídica. Cumplen el mismo papel que las leyes en el
campo de las ciencias naturales. y el que utilicen la cópula ,.deber ser,, y no la
cópula <<ser>> se debe únicamente a las pecuharidades del objeto a enunciar
Derecho- que. al ser libertad. sólo puecle ser pensado preferencialmente, es-el de-
cir, normativamente. De ahí que Cossio, basándose en las 1¡¿r,estiguciones Lógicas
de Huss_er_1, y haciendo una interpretación interesada de las mismas, entienda que
las normas no son inrperativar. sino merarnente descriplivas y. en consecuencia.
verdaderas o f'alsas.
Esta teoría tiene la ventaia, a primera vista por 1o nrenos. de distin-guir cla-
ramente entre el Derecho en cuallto objeto --<onductas- y los medios lógicos
de enunci¿rción y conocimiento nornras-, sin necesidad de acudir a la dis-
tinción kelseniana entre <norma -las
jurídicu y <regla de derecho>>, que, según Cos-
sio, es una ptteril e ituitil reduplicuciótt de let misnta cosct.tt Pero como contra-
partida. de esta teoría se deducen consecuencias difícilmente admisibles, como
serían: la no imperatividad de la norma jurídica, la inviolabilidad de la norma, et-
cétera.
Después de enunciar estas distintas teorías, es fácil advertir la enorme com-
plejidad de ia re¿rliciad del Derecho, y cómo. sin duda. serí¿r bastante más acer-

10. Murx Scheler (lllen4í.¡ittt ¿t' ld l¡b?rt(t(l. Br¡cnos Aires. Editorial Nova. 1960. p. 7) nos dice quc
<son.)os tauto nris librcs cuxnto r)l¿\or scl ll clul{idld de posibilitlades cutre Ias cuirlcs podernos elegir".
I|. Luisl\4artínezR.r)ldiin.7i,¿)i 'ri lntru\'tcorídcgoltlgitrtdel Derecfut. Macidd.A.F.D.. 1987,pp.355ss.
DEFINICIÓ¡* DEL DERECHO I]) 27

tado un concepto amplio e integrador del Derecho _-en cuanto el Derecho parece
que tiene o participa en algún sentido de todos estos aspectos-. que un col-lcepto
exclusivista que por reduccionista sería inexacto. Concepto integrador apuntado
de alguna manera por Miguel Reale. para quien la realidad del Derecho estaría
integrada por la interrelación de tres elementos: hecho, valor y nolm4. Precisa-
mente M. Realer2 entiende que es <<de la integraciírn del hecho en el valor de
donde surge la norrna>>. De tal manera que nos define el l)erecho, diciendo que
<<no es puro hecho. ni pura norma. siuo que es el hecho social en la forma que le
da una norma racionalmente promulgada por una autoridad competente, según un
orden de valores>.
Este concepto de Reale sin duda podría ampliarse y completarse con la stm-
biosis realizada por N. Bobbio. que destaca en el Derecho tres ¿rspectos: El as-
pecto de inlersubjetit'idacl --relación-. el aspecto de orgunizctción sr¡<:iul
titución- y el i.rspecto de reguktciú¿ --normatividad-.rr -ins-
No obstante, este concepto arnplio e integrador que proponemos, por consi-
derarlo ftrncionalmente más adecuado p¿lra un¿r comprensión más totalizadora de
la realidad del Derecho, debe ser considerado desde el elemento nonlativo. que
es en el que originariamente se encucritra la juridictdad 1" desde donde ésta es
proyectada a todos los deulás elernentos que justifican y que en definitiva son la
rotio essendi del eleme¡lto nonlrlttiv'o, es decir, las condttctas y las relaciones.
En este sentido estoy de acuerdo con N. Bobbio cualldo dice que <tanto la
teoría de la institución como la teoría de la relación no excluyen sino que com-
prenden la teoría nonnativa. Lo que equivale a decir que la teoría normativa es
válida no obstante las teorías de la institución y de la relación, comoquiera que
constituye el presupuesto de validez de las clos".la

1.3. INcrogr'¡cr,qs FrLosóFrcAS. IDEOLóGrcAS y socrALES

Al hablar de la emotividad del Derecho. r'eí¿unos que no era un término rne-


ramente descriptivo, siuo más bien emotir,o, por cuanto en la delirnit¿rción. defi-
nición y c:onfiguración de la realidad del Derecho, el sujeto cognoscente proyec-
taba en esa realidad toda nna carga filosófico-ideológica que la condicionaba de
mauera sustanci¿rl. En este lnomeuto v¿unos sirnplemente a indicar algunas de las
prrncipales corrientes f ilosóficas, )'a que en el tenra siguiente tendremos ocasión
de abordarlas con mavor profundidad.
F,l iusnaturaiisrro delintita el Derecho principalrnente desde la esfera de su
moral o de stt concep<'ión t'olorofit'ct; el ius¡to.sitit'¡sr¡rr,. cor.l.lo consecue'ncia de la
aplicación de los principios de la filosofía positivista al Derecho. reduce éste a

ll l\figrrcl Relle. TtttriLt tridittt:usrr)/r(r/, Valplrr¡íso Edeval. l!)7fi.


l3 N. Bobbio. 'l'ertríu genctul tlcl Der¿clto, Nlttlritl. Debatc. lt)9 | . p. -j I

t1 thíd.
28 CURSO DE TEORíA DEL DERECHO Y METODOLOGIA JURIDICA

pvfo.fenómeno nonnotivo, psicológico o social; y el marxismo, desde una óptica


purarnente sociológica, verá en el Derecho simplemente un instrumento de do-
minación y de defensa de unos intereses económicos'
Todo esto nos introduce en el amplio campo de las relaciones entre ideolo-
gía y Derecho, que abordaremos al final de este tema'

1.4. Los pnoeLsMAS PRoPIos DE LA DEFINICIÓN EN cuANTo rAL

Por último hay que señalar que no pocas de las dificultades que surgen a la
hora de dar una definición del Derecho provienen de la complejidad de toda defi-
por definición y qué
¡icigq, ya que no está claro qué es 1o que debemos entender
pretendemos mediante la misma, lo que entronca directamente con las distintas
ieorías de la definición y con los distintos problemas que en ellas se suscitan'
Teniendo en cuenta el pensamiento de Walter Dubislav, las teorías de la de-
finición pueden agruparse en tres corrientes fundamentales:

I) Definiciones esencialistas o rqaleq.


2) Definiciones conceptualistas.
3) Definiciones convencionalistas.

It La d"finición
esencialista ha sido defendida por Platón, Aristóteles y, en ge-
que la
neral, por toda la corriente denominada ,,realismo verbal>, que entiende
definición debe recoger y reflejar la esencia inmutable de las cosas' Cada cosa
tiene un núcleo que es lo que constituye su esencia inmutable y ahistórica
y que
es lo que la diferencia de las demás. La definición debe recoger y explicitar fiel-
mente ese núcleo esencial (adequatict rei et intellecrr.rs). Subyace a tales intentos
la vieja idea de que existe alguna forma de correspondencia necesaria entre un
objeto y el término que lo designa. A tal forma de pensar le serían, sin duda, apli-
cables los conocidos versos de Borges:

Si el nombre es el reflejo de Ia cosa


(como dice eL griego en el CratiLr'¡)
en las letras de la <rosct' está' la rostt
v todo el Nilo en la Palttbro Nilo'

O más sutilmente, aquellos otros que Fernando Pessoa pone en boca de


Álvaro De Campos:

Mttelle absoluto por cu.\o tnodelo inconscientemente initado'


i n sa n si ltl c ttta ttl ( evt ¡(ttlt',

consÍrultl7os ttosottos los hon'Lbres


nuestros ntaeLles de nttestros puertos,
nLteslros tnttelles de piedra actual sobre agua verdadera'
DEFINICION DEL DERECHO II) 29

Intentar una definición esencialista del Derecho lógicamente conlleva insu-


perables dificultades, no sólo porque el delimitar esa esencia sería algo subjetivo
e ideológico, sino porque es imposible saber cuál es la esencia del Derecho, en-
tendido como concepto universal.
,)La definición conceptual en cuanto construcción conceptual, o análisis 1ó-
gico de un concepto, ya no se mueve en el plano objetivo --{eterminación del
objeto-, sino en el plano lógico, pretendiendo señalar de manera adecuada y
completa el contenido de un concepto. Sus principales representantes son KeJlly
Fries, para quienes las definiciones pueden ser analíticas (de conceptos dados) o
sintéticas (de conceptos construidos a partir de otros dados).
"i La definición convencionalista defendida, entre otros, por Carnap, y en ge-
neral por toda la filo,sofía analítica, no se centra en el plano objetivo, ni tampoco
en el plano lógico, sino en el plano simbólico. se trata de definir símbolos, en
cuanto se entiende que no hay una relación esencial entre lenguaje y realidad,
sino que convencionalmente los hombres acuerdan nombrar a las cosas con cie_r-
tos símbolos lingüísticos. De ahí que cuando se pretende definir esos símbolos,
por ejemplo el término Derecho, ya no se trata de poner de manifiesto la esencia
de lo jurídico, sino de poner de relieve en qué condiciones e usa ese término.
No se definen las cosas mismas, sino los nombres con que se las designa. Y ello
porque deja de creerse en esa correspondencia ontológica entre las cosas y las pa-
labras, y en la capacidad de éstas para reflejar las esencias de los objetos. En de-
finitiva, designar una determinada realidad mediante una palabra es algo conven-
cional, pues podría haberse usado otra palabra distinta. Como dice lr{ino:15 <De
este modo la caracterización del concepto de Derecho se desplazará de la oscura
y vana búsqueda de la naturaleza o esencia del Derecho a la investigación sobre
los criterios vigentes en el uso común de la palabra "Derecho".>> _

Las definiciones convencionales llamadas nominales-, entendi-


das como explicaciones del uso de Ios-también
términos. pueden ser a su vez:

DeJiniciones ostensivas. Que consistirían en mostrar un objeto y asignarle


convencionalmente un término mediante el cual pretendemos identificarle.

DeJiniciones lexicales o lexicográficat, Mediante las cuales se pretende re-


coger los distintos usos de un término, sus distintos significados, las distintas ma-
neras de emplearse en nuestro lenguaje. En el caso del Derecho, este tipo de de-
finiciones similares a las contenidas en los diccionarios resaltarán esa pluralidad
de usos o alcances del término, pero sin ofrecer ningún criterio adicional para re-
ducir esa pluralidad de significados a un significado único o común.

Definiciones estipulativas. Las definiciones estipulativas se diferencian de


las anteriores en que, en vez de recoger los usos existentes de un término, esta-

l5 C. S. Nino, Intn¡dutciótt ul unúli.ris del Dereclu¡, cit., p. l3


30 CURSO DE TEORIA DEL DERECHO Y METODOLOGIA JURIDICA

blecen y estipulan las condiciones bajo las que se cree que un determinado tér-
mino debe usarse y qué significado debe tener. Generalmente suponen intentos
para reducir la equivocidad de los términos delimitando para cada uno un signi-
ficado preciso, 1o cual suele ser de la mayor importancia para el trabajo cientí-
fico. Ahora bien, en casos como el del Derecho, en que el término es usado en
el lenguaje ordinario con sentidos tan dispares, como ya hemos visto, esos usos
no pueden reducirse o encauzarse desde los términos estipulativos de una deter-
minada definición, y ésta sólo tendrá utilidad dentro de una ciencia o teoría de-
terminada, a los efectos de fijar su instrumentario terminológico, de modo que,
en ese marco, ofrecer una definición estipulativa del Derecho será como decir:
<A los efectos de esta teoría, a los efectos de nuestro trabajo, el término Derecho
será usado con el significado de...> Lo que no quiere decir que en este plano cada
sujeto tenga absoluta libertad para definir estipulativamente algo como él
quiera.16

Z. Idelogía y Derecho

Otra de las dificultades a la hora de definir el Derecho que no es nada


-y
más que un aspecto importante de la señalada emotividad del término- es la
fuerte incidencia de la ideología en los tres momentos principales de la vida del
Derecho: en su creación, en su interpretación y en su aplicación. Hasta el ex-
tremo, como tendremos ocasión de ver, de que algunos autores han llegado a
identificar el Derecho con la ideología.
Si esto es así, tal vez convendría hacer un breve análisis del concepto de
ideología, máxime en estos momentos en los que el término <ideologíu goza de
una importante ambigüedad y de una gran falta de concreción.
Hasta ahora la ideolosía se ha venido entendiendo de dos maneras clara-
mente distintas:

I ) Como un concepto positivo, es decir, como una forma de pensar basada


en la admisión de una serie de valores, de una determinada concepción e inter-
pretación del hombre y del mundo.
2) Como un concepto negativo o peyorativo, es decir, como un pensa-
miento inconscientemente erróneo fuese consciente sería puro engaño-,
desviado de la realidad.
-si

16. En este sentido nos dice Scarpelli que <a propósito de las definiciones estipulativas hay que su-
brayar que la libertad de definición es cosa distínta del arbitrio o el capricho. De hecho, la mayor parte de las
definiciones estipulativas no se alejan del significado que la expresión definida tiene en el uso lingüístico efec-
tivo, sino que prescribe un significado preciso dentro de la esfera de las variaciones de significado que se dan
en el uso', (U. Scarpelli, II prcblenu della definiz.k¡ne e il con.setu di diritto, Milán, Instituto Editoriale Cisal-
pino, 195-5, p. 65).
DEFINICIÓN DEL DERECHO II) 31

Ambos conceptos de ideología tienen a su vez una serie de notas en común:


n prygllc1glgd, en el sentido de que la ideología tiende a transformar y adecuar
la realidad política y social a ese credo ideológico; su acientificidad, en cuanto
que, debido a esa gran carga axiológica, es difícil demostrar su veracidad o su
falsedad; su vehemencia, también debida a esa gran carga valorativa que hace que
el hombre luche y la defienda de tal forma que incluso puede llegar a poner en
peligro su vida.
Estas dos formas de entender la ideología, así como las notas comunes a
ambas, tienen unos antecedentes históricos muy claros, tal como vamos somera-
mente a señalar.

l) concepto positivo de ideología. Es el que arranca de D_estutt


De- Tracy y posteriormente es recogido por los ideólogos franceses. Destutt De
Tracy, que es quien por primera vezvtiliza el término <ideología> en su obra Éle-
ments d'ldéologie (1803), la entiende como una ciencia de las ideas, como una
teoría del conocitn.iento, y más en concreto como una teoría de laJbrmación, de
la expresión y de la deducción de las ideas, resaltando también la finalidad emi-
nentemente_p¡;a9tica. Este concepto es posteriormente recogido por los ideólogos,
quienes resaltan aún más la practicidad, al pretender organizar y estructurar la re-
alidad social todo en el campo de la ética y de la política- de acuerdo
-sobre
con esas ideas. Los ideólogos, convencidos de la fuerza de la raz6n, creían que
el género humano podía regularse de acuerdo con esas ideas deducibles del hom-
bre y de la naturaleza.17 Esto es precisamente lo que les acanea la fuerte ene-
mistad con Napoleón, que no estaba dispuesto a ningún cambio ni interferencia
de ningún tipo en su política.

2) concepto negativo de ideología. Es el que arranca de Naporeón y es


posteriormente desarrollado por
-Marx.. Las pretensiones de los ideólogos chocan
frontalmente con los intereses de Napoleón que, olvidando su vieja condición de
miembro del Institut National desde 1797, va a sacrificar la libertad política a sus
tendencias autocráticas, despóticas e imperialistas.
No tardaría Napoleón en suprimir el Institut National que hizo exacta-
mente eI23 de enero de 1 803- y en emprender una campaña -lode desprestigio ha-
cia los ideólogos que le hace exclamar en el consejo de Estado de 20 de di-
ciembre de 1812: <c'est á I'idéologie, á cette ténébreuse métaphysique, qui en
cherchant avec subtilité les causes premiéres veut surces bases fonder la législa-
tión des peuples, au lieu d'appropier les lois á la connaissance du coeur humain
et aux legons de I'histoire, qui'l faut atribuer toutes les malheurs de notre belle
France.>>18

17. Respecto a la cvolución del concepto de ideología, véase H. B|i-.th, Verdad de ldeoktgía, México,
Fondo de Cultura Econórnica, 195.1, pdncipalmente pp_ 9-28.
lS Así lo recoge Hippolyte Taine en su obra l¿,r origene,r de Ia France contempotuüte,5." ed., pa-
rís. 1898, II. p, 219.
)z CURSO DE TEORIA DEL DERECHO Y METODOLOGIA JURIDICA

Este concepto es el recogido por_\{qx, que entiende la ideología como algo


peyorativo, utilizando para referirse a la misma expresiones tales como/aLsa con-
ciencia, conocimiento desviado de la realidad y, en definitiva, como abstracciótt
irreal que se contrapone con la praxis.
En base al pensamiento de Marx, se podría definir la ideología como <<¿,r1
conocimiento deformado y fatsg, producto de tun falsa conciencia, ya que ésta
está deterntinada por unos itüereses socioeconónticr¡s, o, lo Ere es lo misnn, por
una sociedad clasista, y que, sirt embargo, se pretende ju,rtiJicctr entnascarándc¡let
y presentándola como conciencia verdaderar.
Pienso que hoy día el témino ideología se utiliza en ambos sentidos, y así
vemos que se habla de la ideología de un partido político o de la ideología cJe una
determinada concepción ftlosóJica, etc. sin ningún tipo de matiz negativo o peyo-
rativo. En este plano se sitúa, por ejemplo, la definición de ideología de Adam
Schaff que la entiende <<cotl'to uu sisÍema de opiniones que,.fmtdríndose en un sis-
tema de vaLores admitidos, determina las ctctitudes y los comporten'Lienfos de Los
hombres en relación a los obietivos deseados clel desanolk¡ de lct sociedad, del
gnryo social o del individ¿ro>>.re Pero también el término ideologíu o ideólogo si-
gue utilizándose para descalificar a cierta doctrina o a determinada persona.
En cualquier caso, se entienda la ideología como cottciencia vercktderu o
como conciencia falsa, lo cierto es que el Derecho es un reflejo directo de esa
ideología y el instrumento= más importante para desarrollar en la práctica esa
ideología del Estado y de los demás grupos de poder.
Algunos autores neomarxistas incluso han llegado al extremo mí
-para
desacertado- de reducir el Derecho a mera ideología. Este es el caso de Reis-
ner, que define el Derecho como una ,ricleología que se apo.yu dentro de nuesÍra
conciencia, .fundanrcntalmente sobre el concepÍo de v'erdad, ju.sticia a iguoldocl
ett Ia distribucióny en I.a igualoción de los hombres y de las costts>>.)0
En la corriente marxista clásica, el Derecho estab¿r íntimarnente ligado al
E¡tado, de tal fbnna que el Derecho participaba de su carácter explotador y es-
taba también, como el Estado, llamado a desaparecer. La única forma de purifi-
car y salvaguardar al Derecho es separándolo del Estado y éste es el fin que se
proponen y que algunos marxistas de la segunda mitad del siglo xrx creen poder
conseguir reduciendo el Derecho a Economía. Reisner, sin embargo, entiende que
la única forma de conseguir esa separación es entendiendo el Derecho como un
fenómeno extranormütiuo*, como un rnomento de la psicología social, de tal
forma que al Derecho Civil, o al Derecho Penal, en definitiva al Derecho oficial
del Estado, se puede oponer el Derecho revolucionariq, que sería el auténtico De-
recho, entendido como la ideología de cada grupo de clase.
Al final Reisner2rtermina reduciendo Derecho a Economía oue
-reducción

19. Adanr Schafl. Sotioktgíu c ideologíu, Barcelona. 1969, p. 23.


20. U. Cerroni, EL pen.santiento jurídit:tt ,soviétict¡, Madrid, Cuadernos para el Diálogo. 1977, p.6l
2t. Ibíd, pp 63-61.
DEFINICION DEL DERECHO (I) JJ

en principio critica-, por entender la ideología como un reflejo de la Economía,


y el Derecho, por tanto, como un reflejo distorsionado de la Economía.paraé1,
los distintos y opuestos intereses que se agregan al nivel de la vida económica se
modelan como diferentes exigencias de igualdad y desigualdad, y en esta confi-
guración ideológica son transferidos a la esfera jurídica.
Quizás la observación crítica más fuerte que se puede dirigir a Reisner es la
de haber reducido el Derecho a mero fenómeno ideal, sin explicar claramente su
_c-o_ng4i-o-n con la Economía (relaciones de producción) y creando un objeto sobre
el que la ciencia tiene poco que decir: una forma de psicología irracional_ y no
una forma de la realidad histórico-positiva.

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