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BASES DE LA GEOPOLÍTICA
CAPÍTULO I
INTRODUCCIÓN A LA GEOPOLÍTICA
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campo doméstico sea capaz de desarrollar un Estado para jugar un papel
adecuado en las relaciones internacionales.
D.- Jorge Atencio:Dice que la Geopolítica “estudia la influencian de los factores
geográficos en la vida y evolución de los Estados, a fin de extraer
conclusiones de carácter político”.
Tomando en cuenta estos antecedentes, nosotros proponemos la siguiente
definición: “Es el estudio de las condiciones geográficas, históricas,
económicas y sociales de un Estado, así como la promoción de sus recursos
naturales y de sus valores culturales, para hacer que jueguen un papel
acorde a sus intereses en el campo internacional”.
En efecto, nosotros concebimos la geopolítica como una ciencia dinámica en
evolución constante como las demás ciencias sociales, puesto que el Estado
es, evidentemente, un organismo vivo y no un espacio muerto (participamos
en esto, del pensamiento de Kjellen). Las definiciones que nos hablan
meramente de “estudio” o de “la relación” entre determinados factores
geográficos y políticos, parecen detenerse allí, sin considerar la proyección
de esos estudios y relaciones al terreno práctico en que se desenvuelve el
Estado como actor en las relaciones internacionales. En otras palabras:
¿para qué serviría el estudio de esos datos o la apreciación de esas
relaciones, si no desarrolláramos en base a ellos las políticas (interna y
externa) que más convinieran a la supervivencia y proyección futura del
Estado en el ámbito internacional?.
Se observará, por otra parte, que nuestra definición no se limita al estudio de
las condiciones geográficas, como tradicionalmente se ha hecho al apreciar
lo que debe entenderse por Geopolítica, sino que incluimos las condiciones
históricas, económicas y sociales que son inseparables de aquéllas, sin las
cuales es imposible realizar un análisis y una proyección geopolítica de un
Estado.
III.- LA GEOPOLÍTICA ES UNA
CIENCIA?
De las definiciones que hemos transcrito se deduce que esta materia es una
ciencia, puesto que es un conjunto ordenado de conocimientos que permiten
establecer una relación de causa y efecto, como se define comúnmente la ciencia.
En efecto, los conocimientos que nos proporciona la Geopolítica sirven para
mostrarnos la realidad objetiva, interna y externa de un Estado-Nación y la
posición que ocupa en el plano internacional.
La ciencia se define también como “el conocimiento racional, sistemático, exacto y
verificable de la realidad” (Galiano, 1979), y la Geopolítica se propone
precisamente estudiar la manera racional (no utópica ni subjetiva), sistemática (no
en forma desordenada ni confusa), la realidad actual del Estado y su proyección
futura verificable.
A.- Fuentes de la
Geopolítica.
Las fuentes de esta materia son básicamente otras dos ciencias de las cuales
arranca: por una parte la geografía física, política y económica, y por otra la
política (Ciencia Política, Teoría del Estado, Derecho Público, Historia de las
Ideas Políticas, etc.)
B.- Objetivos de la
Geopolítica.
La Geopolítica tiene un objetivo primario y dos que concurren a la
consecución de aquél. El objetivo primario es la consolidación y/o
preservación del Estado-Nación como unidad socio-política independiente,
objetivo que se alcanza a través de dos objetivos secundarios o
concurrentes: por una parte el desarrollo económico y social, para crear y/o
acrecentar el Poder Interno, y por otra parte la diplomacia y la estrategia
como instrumentos indispensables para mantener y/o acrecentar el Poder
Externo que será reflejo del primero. Ambos, poder interno y externo, son las
dos expresiones del elemento Poder, sin el cual no se concibe la existencia
del Estado.
C.- Utilidad de la
Geopolítica.
De lo expuesto en los párrafos precedentes, colegimos que esta materia no
es meramente especulativa o teórica, sino científicamente útil, porque se
aplica a la vida real de todos los Estados, grandes, pequeños, desarrollados
y subdesarrollados.
Todo Estado requiere de un estudio serio de esta disciplina para sobrevivir,
desarrollarse y mejorar constantemente su condición de actor internacional,
asegurando así el destino de la comunidad de intereses de su población.
Es cierto, como lo hace notar Zorgbibe, que la Geopolítica fue afectada
moralmente antes y durante la II Guerra Mundial, porque se la identificó como
la “Geopolitik” alemana y su teoría del “espacio vital”, francamente
expansionista, así como con los crímenes del nazismo (conquista de territorio
por la fuerza de las armas, racismo, genocidio, etc.) (5). Pero la derrota del
eje nazi-fascista en esa guerra y la proclamación de los derechos universales
del hombre en las Cartas del Atlántico, de las Naciones Unidades, de la OEA,
así como en las declaraciones del 10 de Diciembre de 1948 y otras, echaron
una lápida sobre las “ideas” de esa escuela y dieron a esta materia el
carácter científico que le es inherente en la convivencia pacífica de las
naciones.
IV.- RELACIONES DE LA GEOPOLÍTICA CON OTRAS CIENCIAS.
De las definiciones y propósitos que hemos mencionado, se colige que la
Geopolítica es una ciencia compleja que se relaciona directamente con muchas
ciencias, entre las cuales consideramos que son las principales las siguientes:
A.- La
Geografía.
La que aparece a primera vista es, por supuesto, la Geografía, de la que en
parte toma su nombre. En efecto, ya hemos dicho que la Geopolítica es el
estudio de las condiciones geográficas…de un estado, considerado por
separado y en el escenario geográfico regional y universal. Estas condiciones
se refieren a ubicación o situación, superficie, extensión superficial, relieve,
clima, fronteras, recursos naturales, población distribución de ésta, etc.; o sea
que la Geografía comprende otras ciencias que se desprenden de éstas,
como la geografía física, la geografía política, la geografía económica, etc.
La Geografía política es relevante en estas relaciones, a tal punto que en un
comienzo se la asimiló a la geopolítica, como si fueran la misma cosa.
Naturalmente que no es así, como se infiere de lo que ya llevamos dicho, y
conviene señalar claramente las diferencias entre ambas, empezando por
identificar lo que es Geografía Política que, según la nueva Enciclopedia
Sopena, 1.952, citada por Atencio, “estudia la tierra como habitación de las
sociedades humanas”, y así considera las divisiones convencionales de su
superficie, la distribución de la sociedad humana en estados o naciones, y la
vida y condiciones de existencia de cada agrupación ética, social, religiosa,
política, etc.
Atencio señala las siguientes diferencias entre Geopolítica y Geografía
Política:
I.- ANTECEDENTES.
Aunque la Geopolítica es una ciencia nueva, nacida en este siglo y particularmente
después de la I Guerra Mundial, arranca sus orígenes como todo conocimiento
humano, desde la antigüedad.
Seguidamente haremos una breve reseña de lo que consideramos pertinente a
través del pensamiento de diversos autores en épocas pasadas.
A.- En la
Antigüedad.
Heródoto:(484-424 a.c.) Considerado el padre de la Historia, afirma que Ciro
explicaba a sus soldados que él podría llevarles a tierras mejores que las
suyas (la antigua Persia), pero que eso les convertiría en esclavos en vez de
señores, teniendo en cuenta que “las tierras risueñas producen hombres
afeminados, no pudiendo dar, a la vez, frutos óptimos y guerreros valerosos”.
En su “Historia de la Guerra del Peloponeso”, Tucídides (460-395 a.c.)
expone ideas sobre la influencia de la tierra en el carácter de los pueblos y
acercad de la expansión de unos estados a costa de la debilidad de otros.
Describe en detalle las operaciones navales y militares y aplica el estudio de
la historia a la política, aunque también utiliza sus conocimientos políticos
para estudiar a la historia.
Platón: (429-347 a.c.) como es sabido, construye una república ideal en el
libro V de su obra sobre “Las Leyes”, pero consigna algunas observaciones
sobre el carácter de los pueblos en relación al terreno que ocupan.
Aristóteles: (384-322 a.c.) en su “Política”, enseña que el Estado “es una
comunidad de estirpes y lugares, en una existencia perfecta y que se basta a
sí misma”. En otra parte de su obra observa el Estagirita que “la mejor
definición de los límites correspondientes a la magnitud de una polis es
evidentemente la que sigue: La mejor densidad de población a la que pueda
asegurarse una vida autosuficiente y una permanencia en las mismas
condiciones”. En esto reside la idea de autarquía según Aristóteles, aplicada
al campo de la administración general del Estado, y no al de las instituciones
creadas por éste, como se llama ahora en Derecho Administrativo a los entes
descentralizados.
Alrededor del año 20 d.c., un geógrafo griego llamado Estrabónde Amasia
escribió en Roma una “Geografía” en la cual relaciona la expansión del
imperio romano con las condiciones geográficas de la península itálica.
Cicerón: (103-43 a.c.) observó las influencias geográficas sobre poblaciones
y sus organizaciones políticas, mostrándose en desacuerdo con Platón y
Aristóteles en cuanto a que éstos daban importancia a la situación marítima
de los Estados. Cicerón opinaba que la decadencia de Cártago, Corinto y
Grecia, se debió precisamente a su vulnerabilidad por el lado del mar.
B.- En la Edad Media.
El feudalismo propio de esta época hizo que el poder político se dispersara
en multiplicidad de centros llamados feudos, que se encerraron en sus límites
mezquinos sin mantener relaciones con el mundo exterior. Esto ocurrió en
gran parte porque las invasiones bárbaras del siglo V determinaron la
decadencia y muerte del imperio romano.
El feudalismo se asentó en una economía agraria primitiva y el aislamiento de
los feudos ocasionó la decadencia de los transportes y de las
comunicaciones. Fue una época de oscurantismo, de la que estuvieron
ausente los estudios geográficos, a tal punto que W. M. Jackson (citado por
Atencio), observó que “ni una obra más, ni un descubrimiento. Algunos
nombres flotan vagamente en este triste crepúsculo, nombres oscuros,
inútiles, que no representan ni un hecho, ni una idea y que ofrecen apenas en
el débil y vacío interés que se enlaza con las cosas muertas, el interés
bibliográfico: son en su mayoría compendiadores, compiladores o copistas”.
Es natural que en este panorama no encontremos ningún antecedente
relevante sobre la materia que nos ocupa.
C.- E la Edad Moderna.
La invención de la brújula y de la navegación a vela, acicateó la era de
los descubrimientos geográficos que caracterizan a los tiempos modernos,
junto con la aparición de los primeros Estados nacionales. Estos dos hechos
promovieron un renovado interés por los estudios geográficos y políticos.
Nicolás Maquiavelo: (1.469 - 1.527), fue uno de los pensadores más
esclarecidos del Renacimiento, cuyos escritos tuvieron gran influencia en las
ideas políticas y en la concepción del Estado como una entidad moderna. En
su obra “El Príncipe” dice por ejemplo, que los principales fundamentos de los
estados, antiguos y modernos, son las leyes y el Ejército (o sea el elemento
poder constituido por el Derecho, que tiene como respaldo la fuerza pública o
legítima).
II.- PRINCIPALES ESCUELAS GEOPOLÍTICAS.
En este punto presentaremos una breve reseña del pensamiento de diversos
teóricos de la Geopolítica, agrupados por sus países de origen; pensamiento que
en la mayoría de los casos pretendía interpretar los intereses de sus pueblos,
aunque en otros responde a conceptos de interés general.
A.- Escuela Alemana.
Es indudable que la Geopolítica nació en este país con la obra de Ratzel,
Kjellen, Haushofer e Hitler.
Friedrick Ratzel: (1.844 - 1.904) Profesor de geografía y de antropología, es
considerado el verdadero precursor de la Geopolítica y el padre de la
geopolítica alemana. Autor de “Antropogeografía” (1.891), “Geografía Política
(1.897), “La Tierra y la Vida (1.902); investigó principalmente la relación que
existe entre el espacio y la suerte de los Estados, originando la idea de
“espacio vital” (lebensraum) y de los grandes espacios (grosses raum).
El tamaño y el crecimiento del espacio son determinantes en la vida de los
Estados; el espacio aumenta con el crecimiento de la cultura y hay una
tendencia general hacia la expansión territorial. Veremos más adelante cómo,
sin proponérselo tal vez, esta concepción ratzeliana del espacio dominó la
geopolítica alemana después de la I Guerra Mundial y desencadenó en 1.939
la segunda gran conflagración.
Rudolf Kjellen (1.864 - 1.922), Profesor de Derecho Político en Suecia, su
país natal, acuñó el término geopolíticay continuó la obra de Ratzel en cuanto
a la relación entre Estado y Poder. En su obra “El Estado como Forma de
Vida” (1.918), asimila a éste como un ser vivo que nace, crece, se desarrolla
y muere. Dice que “el Estado no es un conglomerado accidental o artificial de
vida humana que se mantiene unida de fórmula por medios legales: está
profundamente arraigado en realidades históricas y afectivas; crece
orgánicamente, es una entidad del mismo tipo fundamental que el hombre
individualmente considerado…. Los Estados vigorosos y llenos de vida que
cuentan con un espacio limitado, obedecen al categórico imperativo de
extender su espacio, ya sea por colonización, amalgamación o conquista”.
Kjellen dividió el estudio de la Ciencia Política en cinco ramas: la geopolítica,
que como ya dijimos, estudia al Estado como organismo vivo; la ecopolítica,
que se ocupa de la economía en relación al Estado; la demopolítica, de la
población como elemento del estado; la sociopolítica, de la organización
social dentro del Estado; y la cratopolítica, del gobierno y administración del
Estado. La fuerza de un Estado depende -sostenía- del desarrollo
armonioso de los cinco elementos de que se ocupan las materias precitadas.
Elevó al Estado a la categoría de un fin en sí mismo, puesto que pensaba que
no cumple sus actividades con propósitos éticos ni en beneficio de sus
ciudadanos, sino en beneficio del propio Estado, lo que es un error por donde
se le mire, sea desde la Ciencia Política o desde el sentido común, ya que el
Estado no es una entelequia a la que se pueda endiosar, sino una
organización hecha por el hombre para el bien común.
Es indudable que las ideas de Kjellen influyeron en el concepto nacional-
socialista del Estado y en el pensamiento de la escuela alemana.
Karl Haushofer: (1.869 - 1.946), fundó en 1.904 la Revista de Geopolítica y
en 1.933 el Instituto Geopolítico de Munich. Escribió “La Importancia
Geográfica y Política de las Fronteras” (1.927), “Geoestratégica” (1.932),
“Poder y Mundo” (1.934) y “Política Mundial de Hoy” (1.934).
Como Ratzel, Haushofer subraya la importancia geográfica, política,
económica y militar del espacio. Era indispensable -decía- que los
alemanes comprendieran que carecían “del más mínimo espacio vital”. Fue
uno de los sostenedores de la tesis de las fronteras vivas o movibles. “Es un
grave error en términos de la política mundial, considerar las fronteras como
líneas rígidas e inmutables. Las fronteras podrán ser lo que se quiera, menos
elementos muertos; son organismos vivos que se extienden y se contraen,
del mismo modo que la piel y otros órganos protectores del cuerpo humano”.
Adolfo Hitler: (1869-1945) aplicó en la práctica como político y militar, las
ideas sobre el espacio vital y la movilidad de fronteras que sus mentores de la
geopolitik habían divulgado en Alemania para hacer de este país la primera
potencia mundial. En su libro “Mein Kampf” sostenía que la importancia
territorial de un país es, por si sola, un factor esencial de seguridad exterior.
Mientras mayor sea el territorio de que dispone un pueblo, mayor será su
protección natural. “Solo un espacio suficiente sobre la tierra asegura a un
pueblo la libertad de su existencia”, observaba y agregaba que: “…a la
importancia de la extensión territorial de un Estado como fuente de su
alimentación se agrega su importancia política y militar”. Y sobre el mismo
tema sentenciaba: “el derecho al suelo y a la tierra puede convertirse en un
deber cuando un gran pueblo parece condenado a la ruina por falta de
extensión territorial”.
No cabe duda que el pequeño caporal había asimilado muy bien la teoría de
los geopolíticos alemanes.
B.- Escuela Inglesa.
La ubicación insular de Inglaterra favoreció, como es sabido, su desarrollo
económico, la evolución de sus instituciones políticas y la expansión de su
dominio a través de los mares y de los continentes, al punto de convertirse
durante el siglo XX en un imperio mundial, el más grande que haya conocido
la historia desde el imperio romano.
Mientras no existían la guerra aérea ni los cohetes intercontinentales, fue
relativamente fácil para Inglaterra asegurar su defensa, ya que su posición
era prácticamente inexpugnable. Reducida a una pequeña superficie de
territorio, con una gran población y rodeada de agua por todos lados,
Inglaterra hubo de buscar su expansión a través de los mares y de las tierras
de ultramar. Para lo que desarrolló una gran flota mercante, impulsó el
mercantilismo y acuñó la revolución Industria.
Sir Halford Mackinder (1.861 - 1.947), fue profesor de geografía en la
Universidad de Londres, miembro del Parlamento británico, Director de la
Escuela de Economía y Ciencias Políticas de Londres y autor del famoso
ensayo “El Pivote Geográfico de la Historia”(1.904), según el cual“el mundo
se divide en dos grandes zonas: “Eurasia”, que es el “Heartland”, y el resto
del globo, que tarde o temprano será dominado por aquella” . Aunque
sus ideas tuvieron mayor eco en la escuela alemana que en su propio
país, lo consignamos en este capítulo por haber nacido, vivido y elaborado su
producción intelectual en Inglaterra.
El ensayo de Mackinder se extiende en consideraciones geográficas e
históricas. “El contraste más notable que muestra el mapa política de la
Europa moderna es el que presenta la vasta zona de Rusia que ocupa la
mitad del continente y los reducidos territorios que ocupan las potencias
occidentales. Esta masa (Eurasia), comprendida entre el océano y el
desierto, tiene 54,4 millones de kilómetros cuadrados, o sea la mitad de la
extensión de las tierras del globo, si excluimos del cálculo a los desiertos del
Sahara y de Arabia”. Más adelante agrega: “Los espacios comprendidos por
el imperio ruso y la Mongolia son tan extensos y son hasta tal punto
incalculables sus potencialidades en cuanto a población, trigo, algodón,
combustibles y metales, que es inevitable que allí se desarrolle un gran
mundo económico, más o menos aislado, que será inaccesible al comercio
oceánico”.Anota que: “…toda esa inmensa área es inexpugnable desde el
mar, porque está alejada de los grandes océanos y carece de ríos
navegables que desemboquen al mar. Su movilidad está asegurada por una
gran red de ferrocarriles…” que estaban en construcción. Concluye su
ensayo con esta observación: “El equilibrio real del poder político es en un
momento dado, por supuesto, el producto de condiciones geográficas, tanto
económicas como estratégicas, por una parte, y del número relativo, la
virilidad, los equipos y la organización de los pueblos competidores, por otra”.
La conclusión que Mackinder sacó de estos planteamientos se condensa en
su famosa “profecía” de 1918, formulada 14 años después de haber
pronunciado su célebre conferencia: “Quien domina la Europa Oriental
controla el corazón continental; quien controla el corazón continental controla
la isla mundial; quien domina la isla mundial controla el mundo”.
La tesis de Mackinder ejerció una gran influencia sobre el pensamiento de
Haushofer. Es claro que sus ideas han perdido actualidad con la aparición
posterior de la guerra aérea y de la balística intercontinental, para no hablar
del armamento nuclear; pero en su momento causaron una profunda
impresión a los estudiosos de esta materia.
Sin embargo, las ideas de Mackinder, complementadas con las de Spykman
en los años cuarenta tuvieron gran influencia en el desarrollo de la Guerra
Fría que se prolongó durante cuatro décadas hasta 1990, pues la tesis
norteamericana de la “contención” del expansionismo soviético elaborada
sobre una idea de George F. Kennan por Truman y los gobiernos que le
siguieron, partía del supuesto de que la URSS tenía una posición geográfica
y estratégica superior. R.E. Walters sostiene que la estrategia norteamericana
de la disuasión nuclear nació porque EE. UU.creía que el heartland soviético
tenía una abrumadora ventaja estratégica en Europa en función de su
ubicación geográfica.
Otro autor norteamericano, Colin Gray, se basa en las ideas de Mackinder y
Spykman para escribir su “Geopolitics of Suerpower” (1.988) que “…la visión
del mundo de Mackinder-Spykman, reducida a sus elementos relativos de
poder, consiste en una superpotencia heartland encerrada en una lucha
permanente con la superpotencia continental insular extracostera, EE.UU.,
por el control efectivo de los “rimland”y los mares marginales de la Isla
Mundial”. Partiendo de esas premisas, Gray coincide totalmente con la
política de “contención” norteamericana, porque “la extensión geográfica del
imperio soviético debería obligar a EE.UU. a pensar, planear y prepararse
para un conflicto armado en una escala verdaderamente global”. (2)
Zbigniew Brzezinski, que fue Consejero Nacional de Seguridad del Presidente
Carter, opina en su libro “El Juego Estratégico” que quien controlara Eurasia
dominaría el mundo, encerrando a EE.UU. en América del Norte. La misma
tesis se sostiene en la “Estrategia de Seguridad Nacional de los EE.UU.”,
publicada en enero de 1.988 por el gobierno de Ronald Reagan. Se dice allí
que la seguridad nacional norteamericana sería amenazada si un Estado o
grupo de Estados hostiles, llegaran a dominar Eurasia. (3) Como se ve, las
ideas de Mackinder se propagaron a lo largo del siglo XX en la obra de
autores alemanes y de EE.UU. y de gobernantes de este último país, quienes
alimentaron la guerra fría con el temor de que se concretara el predominio de
la “Isla Mundial”.
C.- Geopolítica de los EEUU.
Las líneas maestras de la política de expansión interior y exterior de EE.UU.
que han hecho de este país la primera potencia mundial en el siglo XX,
pueden resumirse así:
1.- La Doctrina Monroe.
Después de la derrota de Napoleón en Waterloo, la Santa Alianza
constituida por Austria, Francia, Prusia y Rusia, se propuso restablecer
el viejo orden y, con éste, los imperios coloniales español, francés y
portugués en América. Esta amenaza movió al presidente Monroe de
EE.UU. a dirigir un mensaje al Congreso norteamericano el 2 de
diciembre de 1.823, en el que, entre otras cosas, advertía que: “…
consideraríamos un peligro para nuestra paz y seguridad cualquier
tentativa de parte de ellas (las potencias europeas) que tuviera por
objeto extender su sistema a alguna porción de este hemisferio…
Cualquier intervención de una potencia europea con el objeto de
oprimirlos (a los nuevos países de América Latina) o de dirigir de alguna
manera sus destinos, no podrá ser vista por nosotros sino como la
manifestación de una actividad hostil hacia los EE.UU.”.
Al resumir el mensaje de Monroe en la fórmula “América para los
americanos”, se lo ha interpretado como la previsión de una política
expansionista que necesariamente habría de comenzar a costa de la
integridad territorial y de la dependencia económica de los países de
Centro y Sud América.
2.- El “Destino Manifiesto”.
(Manifest Destiny) de EE.UU. era, desde comienzos del siglo XX, según
se lo pregonaba allí, la expansión territorial hacia el Oeste y hacia el Sur,
para asegurar la grandeza y prosperidad del país, lo que se cumplió
mediante la “marcha hacia el Oeste” por una parte, que se hizo a costa
de la eliminación física de las poblaciones indígenas asentadas en el
centro y el occidente de la nación. Y mediante la anexión pacífica o
violenta de grandes extensiones de tierra perteneciente a México (Texas,
California), a Francia (Louisiana) y a España (Florida, Cuba, Puerto
Rico, etc.).
La idea de la expansión territorial predestinada de EE.UU. se remonta a
los comienzos de la Unión, pero el término se originó, según se dice, en
dos notas editoriales escritas por John L. O’ Sullivan en “The United
States Magazine and Democratic Review”, de Julio-Agosto de 1.845, y
en el “New York Morning News” del 27 de diciembre del mismo año. Se
esgrimía a favor del expansionismo varias razones: vecindad geográfica,
necesidad económica, similitud de pueblos, etc.; pero O ‘Sullivan hizo
hincapié en tres: el crecimiento irresistible de la población, la
superioridad de sus instituciones políticas y la bendición de Dios sobre
las dos anteriores.
La idea se remonta, en verdad, al pensamiento y escritos británicos aún
antes de la fundación de las primeras colonias inglesas en
Norteamérica. En el siglo XVI, Richard Hakluyt y otros, escribían que,
como los primeros romanos, los ingleses estaban predestinados a
apoderarse, colonizar y desarrollar el Nuevo Mundo. Ningún otro, pueblo
-según ellos-era capaz de acometer tan gigantesca tarea. (ver figuras 3,
4, 5 y 6).
3.- Autores Norteamericanos.
Entre los autores norteamericanos que han escrito sobre cuestiones
geopolíticas, mencionaremos a Alfred Thayer Mahan (1840-1914),
Nicholas Spykman (1.893 - 1.943) y otros.
Alfred Thayer Mahan:(1.660-1.783), El “apóstol del poder marítimo”,
como le llama Margareth Tutle Sprout (4), publicó en 1.890 “La Influencia
del Poder Marítimo en la Historia” en 1.892, “La Influencia del Poder
Marítimo en la Revolución Francesa y el Imperio”, y en 1.905 “El Poder
Marítimo y la Guerra de 1.812”. En estos libros parte el autor de la
premisa de que el poder marítimo es esencial para el crecimiento,
prosperidad y seguridad nacionales, y que el mismo depende de seis
elementos fundamentales: la posición geográfica, la configuración física,
la extensión del territorio, la población, el carácter nacional y las
instituciones de gobierno.
En la época en que aparecieron estos estudios, EE.UU. carecía de
poder naval y de una política clara en la materia. La tesis de Mahan
persuadió a los gobernantes norteamericanos de la necesidad de
establecer esa política para acrecentar su prestigio y poderío en el
mundo y el Congreso aprobó la Ley Naval de 1.890.
Más tarde (1.901), con Teodoro Roosevelt en la presidencia, la tesis de
Mahan fue oficialmente adoptada y cuando el presidente Wilson
propugnaba una marina “igual a la más poderosa del mundo”, la Ley
Naval de 1.916 dotó a ese país de “la primera marina del mundo”.
Después de la I Guerra Mundial, el poderío naval de EE. UU. se
extendió a todos los océanos y en el apogeo de la guerra fría contaba
con 374 bases militares en 21 países, con un total de 526.000 efectivos
militares fuera de sus fronteras, cuyo sostenimiento le demandaba más
de dos tercios del presupuesto anual de 290 billones de dólares del
Departamento de Defensa. (5).
Nicholas Spykman: (1.893-1.943), Nació en Holanda, emigró a EE.UU. y
se naturalizó ciudadano de ese país en 1.928. Instructor de Ciencias
Políticas y Sociología, profesor de Relaciones internaciones, escribió
“EE.UU. Frente al Mundo” (1.942), libro en el que analiza la evolución
económica y social de ese país, su política exterior y el papel directivo
que debe desempeñar en las relaciones internacionales. En un libro
póstumo, “The Geography of Peace” (1944). Spykman pensaba que más
importante que el heartland de Mackinder era el rimland(tierra de la
orilla), que comprende toda la faja del oriente medio, el norte de África,
el Sur y Este de la URSS, China, India, Corea, Vietnam, Inglaterra,
Japón y Australia. El dominio de esta “orilla” en la que se asienta la
mayoría de la población del mundo y gran parte de sus recursos,
permitiría dominar Eurasia, no enteramente habitada. Alertaba por ello,
sobre el peligro potencial de una alianza ruso-alemana o chino-
japonesa.
Spykman proponía que EE.UU. reconociera la responsabilidad que le
cabía por su propia seguridad, la importancia de un equilibrio mundial de
poderes y la necesidad de emplear su poder para estabilizar ese
equilibrio. Al referirse a las medidas necesarias para la seguridad
norteamericana, mencionaba estos factores:a) geografía (ubicación,
tamaño, topografía); b) recursos económicos, agrícolas e industriales:
población, producción industrial; y c) Requisitos políticos, moral nacional,
estabilidad interna, integración social, etc.
Entre los seguidores de Spykman mencionaremos a John Slessor, quien
en 1.954 dijo que el heartland de Mackinder perdió importancia en la era
de los super bombarderos de gran alcance aéreo, porque Rusia Central
quedaba abierta a sus ataques y casi indefensa, dada la inmensidad de
su territorio, vulnerable por todos lados. Preconizaba por esto el dominio
aéreo del rimland. Alexander deSeversky subordinaba totalmente las
fuerzas navales y terrestres a las aéreas, basándose en la superioridad
del transporte de las bombas nucleares en los bombarderos
norteamericanos, que debían sobrevolar la tierra 24 horas al día con
instrucciones de atacar cuando recibieran la orden precisa. Para De
Seversky, la guerra terrestre y las bases de ultramar perderían, así, toda
importancia.
Posteriormente apareció la tesis de la “contención” del avance
comunista hacia el Oeste de Europa y hacia el Este y Sur de Asia,
basada en la“doctrina Truman”, según la cual este presidente dijo que
defendería a todos los pueblos libres que fueran atacados por minorías
armadas internas o por fuerzas exteriores. Esta doctrina, eminentemente
defensiva, cuya paternidad se asigna a George Kennan, ex embajador
de EE.UU. en Moscú, dio nacimiento a la OTAN y a otros pactos
regionales de defensa.
Henry Kissinger nombrado Consejero de Seguridad Nacional de la
administración Nixon a fines de 1.968 y más tarde Secretario de Estado,
concibió y ejecutó con el Presidente, una política internacional basada
en el equilibrio de poderes y para esto echaron a un lado la retórica
ideológica de la guerra fría y negociaron con Moscú y Pekin. Kissinger
buscaba un orden mundial “legítimo” en que los Estados, en status quo
no temiesen a sus vecinos y nadie buscase la seguridad absoluta que,
en sus propias palabras, “significa inseguridad absoluta para las otras
potencias”. Nixon, por su parte, creía en 1.971 que “el mundo será mejor
y más seguro con EE.UU., Europa, la URSS, China y Japón más
fuertes, equilibrándose entre sí y no poniéndose uno contra el otro…”.
El pensamiento geopolítico que guió a Kissinger como arquitecto de la
política exterior de esos años se halla explicado en sus memorias,
particularmente en “White House Years” (1.979), donde explica
que:“Nixon y yo queríamos basar la política exterior norteamericana en
una sobria percepción de intereses nacionales permanentes, más que
en emociones transitorias que nos habían llevado a excesos tanto en
intervención como en abdicación en el pasado”. Perseguían el equilibrio,
dice, y no el alineamiento con China en su confrontación con la URSS,
aunque concordaban en la necesidad de sofrenar las pretensiones
geopolíticas de Moscú, desechando, sin embargo, la política de
“contención” que daba énfasis al poderío militar y a la ideología.
Kissinger anota en sus memorias que hay diversas tradiciones en la
política exterior norteamericana: una tradición idealista que solo ve la
lucha entre el bien y el mal; una tradición pragmática que trata de
resolver los problemas cuando se presentan; una tradición legalista que
enfoca los asuntos internacionales como si todos fueran casos jurídicos.
(6)
La visión que tenía Kissinger de los asuntos mundiales era historicista y
relativista, según Paul Kennedy: los observaba en su contexto amplio,
relacionándolos entre sí. Las grandes potencias -pensaba- debían ser
juzgadas por sus actos, no por su ideología. Su tesis del equilibrio de
poderes partía del reconocimiento de que no cabe esperar un mundo por
completo armónico, por lo que es siempre necesario negociar. Como los
estadistas sobre los que había escrito -dice Kennedy- creía que:“el
principio de la sabiduría, tanto en los asuntos humanos como en los
internacionales, estaba en saber cuándo pararse”.(7)
Saúl B. Cohen piensa que en el mundo existen tres grandes regiones
dirigidas por superpotencias que tienden a un equilibrio geoestratégico.
Cada una de esas regiones se divide en regiones geopolíticas. Una
región geoestratégica se caracteriza por su situación, vínculos
económicos, comerciales, culturales e ideológicos, que conducen a una
alianza militar, sin llegar a formar una unidad político-económica
propiamente dicha. Con estos parámetros, COHEN distingue las
siguientes grandes regiones: 1) América del Norte (norte, centro y sur),
África (al sur del Sahara), Europa marítima y el Magreb y las islas de
Asia y Oceanía; 2) Eurasia (Europa Oriental y Asia Central continental);
y 3) Asia monzónica (Asia Oriental y Meridional).
La primera de estas regiones está delimitada por fronteras marítimas: la
segunda por zonas yermas y estepas montañosas y la tercera por
masas terrestres y marítimas. Las tres están separadas por
“Shatterbelts”, cinturones fragmentados (de quiebra) o Zona Dividida de
Fricción que amortiguan sus impulsos expansivos, como es el caso del
Oriente Medio y el Sud este de Asia, donde la inestabilidad política y los
conflictos permanentes impiden su absorción por una sola de las
grandes regiones.
Estas ideas fueron expuestas por Cohen en su libro “Geografía y Política
en un Mundo Dividido” (1973) (ver mapa Nº 1). Posteriormente (1982)
introdujo otras divisiones, asignando al África sub sahariana la condición
de “shatterbelt” (mapa Nº 2). Tres regiones geopolíticas: Japón, China y
Europa, han desarrollado nuevas potencias en un mundo multipolar
poblado por potencias regionales como Brasil y Argentina, India y
Australia. Estas potencias de segundo orden -dice- tienen
superioridad intra regional, pueden influir sobre los acontecimientos
extra regionales y tener el apoyo de las grandes potencias sin ser
dominadas por éstas. El modelo de Cohen presenta así un mundo
multipolar, con zonas de influencia que se sobreponen y es, por tanto,
más dinámico que los modelos históricos bipolares de Mackinder y de
Spykman. (8)
D.- Escuela Francesa.
La escuela “posibilista” francesa está representada por Pablo Vidal de la
Blache (1843-1918) y por Camille Vallaux (1870-1945), quienes criticaron
las ideas de Ratzel diciendo que ninguna sociedad política está totalmente
condicionada en su evolución por el suelo en que vive, sino que éste
posibilitasimplemente soluciones favorables de su destino. Vidalde la Blache
sostiene que la conducta humana se liga al territorio y al tiempo, así como a
otros factores no geográficos, desde el momento en que el hombre no sólo
domina a su medio, sino que lo modifica. Después de ellos, en 1922,
LucienFebvredijo que:“en ninguna parte hay necesidades, en todas las
posibilidades, y el hombre como dueño de esas posibilidades es el juez de
su utilización”.yOrtegay Gassetpensaba que “con el mismo material
geográfico y aún antropológico se producen historias diferentes”.
E.- La URSS y la Geopolítica.
A la luz del materialismo histórico, los marxistas no consideran a la
Geopolítica como una ciencia, puesto que no es la geografía, ni la tierra, ni
las condiciones naturales de ésta las que determinan el destino de los
pueblos, sino la economía, las relaciones del intercambio comercial y la
propiedad de los medios de producción. Sin embargo, esto no impedía que
los soviéticos tuvieran su propia interpretación de la historia, de su realidad
nacional y de sus relaciones internacionales, lo que configuraba -quiérase
o no- una teoría global y particular de geopolítica.
Los intereses del Estado soviético coincidían con la ideología marxista-
leninista aplicada a las etapas de su desarrollo interno y a la evolución de la
sociedad humana. Sin detenernos en el análisis de esa ideología ni en el
origen de ese Estado -que no corresponden a este texto- será útil
conocer algunas ideas expuestas por Mijail Gorbacheven su libro
Perestroika, para apreciar los rasgos salientes de la política exterior
soviética desde 1985.
Decía el dirigente soviético que “las diferencias ideológicas no debieran
transferirse a la esfera de las relaciones inter estatales, ni la política exterior
debiera subordinarse a ellas, porque las ideologías pueden ser polos
opuestos, mientras que el interés de la supervivencia y la prevención de la
guerra permanece como algo universal y supremo”.En otra parte de su libro,
aclaraba que: “una correcta comprensión de la Perestroika es también la
clave para comprender la política exterior de la URSS… porque el vínculo
orgánico que une las políticas exteriores e interna de cada Estado se vuelve
particularmente estrecho y especialmente significativo en momentos
cruciales. Un cambio en la política interna conduce invariablemente a
cambios de actitud hacia los problemas internacionales”.
Consecuentemente, con estas ideas Gorbachev entendía -y lo decía con
franqueza- que: “todos nosotros en el mundo actual vamos a depender
unos de otros cada vez más, y nos volveremos cada vez más necesarios
los unos a los otros…, pues ni la URSS ni EEUU serán capaces de imponer
su voluntad a los demás”. Esta parece cer una política realista, como que el
propio autor parte en su libro de la premisa, por todos aceptada, de que “la
política debe basarse en realidades”, y de que “la política es el arte de lo
posible”. “Desde tiempos inmemoriales -agrega- los intereses de clase
fueron la piedra angular, tanto de la política exterior como de la interna”.
Respecto a las relaciones de la URSS con América Latina, declaraba con
énfasis que: “no buscamos ningún provecho en América Latina. No
queremos ni sus materias primas ni su mano de obra barata”.Estas
relaciones experimentaron un acercamiento desde el XX Congreso del
PCUS realizado en 1.956, que introdujo cambios en la política de
coexistencia pacífica. Se ha hecho notar que a comienzos de los años 50
las relaciones bilaterales de la URSS con países de América Latina eran
casi inexistentes, mientras que a mitad de los años 80 ese país mantenía
relaciones diplomáticas con 16 Estados de esta región. De 1960 a 1983, el
volumen del comercio exterior de los países del CAME y los de América
Latina se multiplicó por 15 y en las votaciones en los organismos de las
Naciones Unidades, los países socialistas y los latinoamericanos coincidan
en un 75 a 80 % de los casos.
CAPÍTULO III
GEOPOLÍTICA Y ESTRATEGIA
I.- GENERALIDADES.
En los dos primeros capítulos hemos visto los aspectos generales relativos a la
geopolítica, sus antecedentes históricos, su desarrollo como ciencia
contemporánea, las diferentes escuelas, etc. Nos proponemos en este capítulo
señalar la relación directa que guarda la materia con la estrategia, para lo que
empezaremos dando un concepto de ésta.
Además de las definiciones incluidas en el punto G del párrafo IV del capítulo I,
consignamos seguidamente otra: “Es el arte de hacer que fuerza concurra para
alcanzar las metas de la política… un método de pensamiento que permite
clasificar y jerarquizar, para luego escoger los procedimientos más eficaces”; Gral.
André Beaufre (1). “Es la elección de los puntos de aplicación de las fuerzas”;
Lenin (2)
“Es la adaptación de los medios puestos a disposición de un General al logro del
objetivo fijado”; Moltke (3).
Se dice que antes del siglo XVIII la estrategia era privativa de los generales y tenía
un sentido puramente militar. Hasta la Revolución Francesa, las guerras no
involucraban sino a quienes las decidían y a los ejércitos mercenarios,
generalmente. Desde 1793, las campañas napoleónicas, cuyo objeto declarado
era propagar la revolución, tuvieron carácter nacional y fueron preocupación de
todos los ciudadanos. “La guerra nacional, al envolver a la nación entera en la
suerte de los conflictos bélicos, produjo una generalización del concepto de
estrategia”, dice Meira Matos (4), que se extiende a los campos político,
económico, diplomático, etc.
II.- PRINCIPIOS DE LA ESTRATEGIA.
Dada la importancia de esta materia, debemos examinar, aunque someramente,
cuáles son los principios generales de la misma. El Mariscal Foch los resumió en
su célebre trilogía: “Economía de fuerzas, seguridad y libertad de maniobra”. En
palabras de Pierre Célerier, la maniobra estratégica se propone ser el más fuerte
en el momento y en el punto deseado, aún cuando se disponga en conjunto de
fuerzas inferiores.
La aplicación de estos principios se hace en tres etapas: previsión o planificación,
preparación y ejecución de la maniobra estratégica.
A- La Previsión.
Se basa en el conocimiento de los medios efectivos o instrumentos con que
cuentan las partes y de las condiciones planteadas por la situación o
conflicto. Se traduce en la anticipada elaboración de planes de operaciones,
teniendo en cuenta los objetivos que se persigue.
B.- La Preparación.
Consiste en reunir y disponer anticipadamente de los medios, instrumentos y
efectivos necesarios para ejecutar la maniobra estratégica, así como las
medidas de refuerzo, de seguridad y de movilización. Preparar es concentrar
las fuerzas que han de emplearse en el momento indicado, de acuerdo con
los planes elaborados en la etapa de la previsión.
C- La Ejecución.
Comienza con el despliegue, o sea la marcha y la colocación o apronte de las
fuerzas necesarias para la batalla (o para la solución de un conflicto); luego
en las operaciones de conjunto durante y después de la batalla.
D.- Otros Principios Estratégicos
Debido al carácter dialéctico del proceso histórico y de los fenómenos
sociales, “toda acción genera una interacción debida a factores
aparentemente opuestos que no siempre obran en sentido contrario y con
igual intensidad”. Por otra parte “en estrategia, no siempre el camino más
corto es el más directo hacia el objetivo. Y no siempre las mismas estrategias
producen los mismos efectos, aunque ya es sabido que nunca pueden ser
iguales”. De esto se deduce también que “Las consecuencias de un acto
estratégico son previsibles en medida limitada, pues al estar en juego dos o
más voluntades opuestas, las combinaciones posibles obligan a afrontar las
circunstancias con extrema flexibilidad”. (5)
De los principios antes mencionados, fluye que toda estrategia requiere del
cumplimiento de dos condiciones indispensables: la primera es la
observación objetiva de la geografía (o del escenario político, internacional,
comercia, industria, etc.) para comprender mejor las relaciones espaciales
entre los Estados o personas y sus influencias; la segunda es mantener una
actitud alerta, dinámica y pragmática, que nos mantenga al corriente de la
evolución de las operaciones en el teatro en que se desarrollan a fin de
adoptar constantemente los planes y emplear los medios según las
circunstancias. La primera condición tiene que ver con la reflexión estratégica
o previsión, y la segunda con la preparación y con la ejecución.
III.- CARACTERÍSTICAS DE LA ESTRATEGIA.
A.- Campo de Acción.
La estrategia no solo se aplica en el orden castrense, sino en todas las
actividades humanas donde haya que planificar, preparar y ejecutar algo,
como ocurre con la administración en general (6); o donde exista un conflicto,
contraposición de voluntades o intereses encontrados. Por esta razón puede
hablarse de estrategia militar, economía, comercial, industrial, política,
deportiva, educacional, etc.
De una estrategia general a la que corresponden los principios anteriormente
señalados, se pasa a las estrategias especiales o específicas para cada
ciencia y/o actividad. Esta amplitud de la estrategia hizo que el almirante
Castex la comparara con el espectro solar: “Tiene un infrarrojo que es el
dominio de la política y un ultra-violeta que es el de la táctica… estrategia
más allá y más acá del combate, arte supremo de los jefes de cierta
elevación jerárquica”. (7)
B.- Realismo.
Como la política, la geopolítica y las relaciones internacionales, la estrategia
debe ser realista, objetiva y pragmática; es decir que debe basarse en la
compulsa verdadera de protagonistas, situaciones, medios y circunstancias,
porque de otra manera fallará por la base.
C.- Futuro.
Es una ciencia que se inscribe principalmente en el campo de la futurología,
porque mira hacia delante, y raramente hacia atrás. Como dice Rattembach:
“La estrategia moderna aprovecha muy relativamente las experiencias
pasadas y las vivencias históricas, desde el momento que debe afrontar
circunstancias rápidamente cambiantes e inéditas”.
IV.- ESTRATEGIA Y TÁCTICA.
Se ha definido la táctica como “esa parte del arte de la guerra determinada
principalmente por factores locales, que comprende la teoría y práctica de las
batallas, la cooperación entre unidades, el uso de diversas armas en el campo de
batalla, la disposición de las tropas y la ejecución de sus movimientos”. (8) Para
Rattembach es “el empleo adecuado de los medios técnicos disponibles (usados
singular o combinadamente) dentro del espacio y del tiempo asignados para el
logro de un objetivo”. Este autor aclara que la táctica es eminentemente aplicativa
o coyuntural, es decir, un auxiliar valioso de la estrategia a la cual va unida
inseparablemente, porque ésta determina el momento y forma de aplicación de
aquélla. La estrategia crea las condiciones favorables y necesarias para que la
táctica se efectiva. El táctico debe tener “sentido de la situación, rapidez para
apreciarla, sangre fría, solidez, astucia, todas las disposiciones particularmente
operativas”. (9)
La táctica corresponde, pues, al nivel de ejecución de la estrategia, a que hemos
aludido en el punto relativo a los principios de esta última. Por consiguiente, ambas
disciplinas son inseparables, ya que no puede haber estrategia sin táctica y a la
inversa.
27 - 146
prudencia, esto es, sin consideración de las consecuencias políticas de una
acción aparentemente moral”, advierte Morgenthau, y cita a Lincoln en su
apoyo, quién en cierta ocasión respondió a sus críticos diciendo: “Hago las
cosas como mejor sé hacerlas, como mejor puedo, y así continuaré haciéndo-
las hasta el fin. Si el fin me justifica, todo lo que se ha dicho en mi contra
carecerá de importancia. Si el fin me demuestra que estaba equivocado, ni
diez ángeles jurando que actué correctamente me salvarán”.
E.- El realismo político no reconoce identidad entre las aspiraciones morales de
una nación en particular y los preceptos morales que gobiernan el universo.
Todas las naciones se inclinan -dice- a encubrir sus propios actos y
aspiraciones con los principios morales universales.
F.- Morgenthau, concluye comprobando que la diferencia entre el realismo
político y otras escuelas es de fondo. De la misma manera que el abogado, el
economista y el moralista aplican sus propios criterios (el abogado conforma
sus actos a la ley; el economista actúa en términos de interés o beneficio y el
moralista se adapta a sus principios morales), el realista político se pregunta
cómo afecta determinada conducta suya al poder de su nación.
“Esta posición de los realistas, sus predecesores y continuadores - dice
Tomasini - ha dominado la visión de las relaciones internacionales en el
mundo moderno, desde la paz de Westfalia hasta la declinación de Reagan.
Todos los intentos por presentar una imagen de la política internacional como
un proceso más cooperativo, racional, regulado y predecible, han ocupado un
lugar más o menos marginal en el análisis, desde la propuesta de Grocio en
su tratado “De Jure Belli Ac. Pacis”, publicado durante la Guerra de los
Treinta Años, hasta la Paz Perpetua de Kant en 1.795...”
Karl Deutsch, por su parte, considera que hay dos ingredientes principales en
la concepción de una política exterior: primero la manutención de la
independencia y seguridad del Estado, y luego la promoción y protección de
sus intereses económicos, sobre todo los de sus grupos más influyentes.
Profundamente ligados a dichos intereses están la preocupación de
contrarrestar toda penetración y manipulación de países e ideologías.
Además, íntimamente relacionadas con la seguridad nacional y con los
intereses económicos y militares (incluso los clandestinos) de las grandes
potencias, están sus consignas políticas de ayuda económica a naciones
extranjeras sometidas a su influencia, así como sus directivas para difundir su
propia propaganda nacional e ideológica en países extranjeros, y su apoyo a
misiones de intercambio cultural y científico que favorecen aquel objetivo.
Alrededor de las actividades mencionadas en el párrafo que precede se
desarrollan otras concomitantes o auxiliares que generan la formación de
aparatos y organismos burocráticos, formales e informales, de interés público
y privado; de suerte que la “seguridad nacional” consume ingentes recursos,
principalmente en las súper-potencias y en sus aliados. Esto conduce-dice
Deutsch- a una especie de “Ley de Parkinson” de la seguridad nacional: el
sentimiento de inseguridad de una nación aumenta en razón directa de su
poderío, y de este modo las grandes potencias se sienten obligadas a dedicar
cada vez mayores recursos y esfuerzos a su desempeño en el campo de las
relaciones internacionales.
28 - 146
Stanley Hoffmann, tiene una visión parecida a la de Deutsch cuando afirma
que: La teoría tradicional de las relaciones internacionales que los profesores
han enseñado a sus estudiantes, y que los estadistas han puesto en práctica,
trata la política internacional como si fuera un juego exclusivamente
estratégico y diplomático entre los Estados como el que se jugaba en los
tiempos de Tucídides o en el Siglo XVIII. Pero la realidad fundamental del
período posterior a 1.945 es que los Estados interactúan en dos arenas
diferentes. La primera es la arena estratégica y diplomática tradicional, en
donde no existe un amplio consenso internacional, y. en la cual el poder
tiende a ser utilizado en la forma en que siempre lo ha sido, es decir, como
una confrontación en que las ganancias de uno implican necesariamente
pérdidas para otros. La segunda es la arena económica, en que se desarrolla
una gran variedad de juegos -sobre comercio, finanzas, energía, materias
primas, el medio ambiente, (tecnología, narcotráfico, migraciones) y otros
temas- y en que la mayoría de los países, pero no todos ellos al mismo
tiempo, están estrechamente vinculados; en estos ámbitos dichos países son
interdependientes, en el sentido de que incluso los más poderosos y menos
vulnerables están afectados por lo que ocurre en algunos de esos juegos”.
Esta interdependencia ha sido también analizada por Robert O. Keohane y
Joseph Nye en un libro llamado “Poder e interdependencia”, en términos de
“efectos recíprocos en los intercambios”, aunque éstos no sean
necesariamente simétricos. La “interdependencia compleja”, como la llaman,
tiene tres características: a) canales múltiples conectan ¡as sociedades; b) la
agenda internacional presenta temas que no están jerarquizados clara y
sólidamente; c) la fuerza militar no siempre es preponderante. Según los
autores, hay nexos informales entre elites gubernamentales y no
gubernamentales. Resulta así -agregan- que la política exterior no es trabajo
exclusivo de los ministerios de relaciones exteriores, pues diversos agentes
gubernamentales toman contacto por teléfono o fax en diferentes países.En
cuanto a los temas de la agenda internacional, aparecen problemas relativos
a la agricultura, al narcotráfico, al medio ambiente, la deuda externa, la
transferencia de tecnología, que se sobreponen unos a otros, según las
circunstancias, y que interesan a varios grupos. “La fuerza militar no es
empleada por los gobiernos contra otros gobiernos de la región cuando
predomina la interdependencia compleja. Sin embargo, puede ser importante
en esas relaciones de los gobiernos con otros situados fuera de esa región o
en otras cuestiones”, dicen los autores, quienes agregan que la fuerza militar
sigue teniendo peso en las relaciones Norte Sur y entre los países del Tercer
Mundo.
Se concluye de lo anterior que las formas y estrategias de negociación
internacional cambian en “un mundo mucho más complejo y diversificado”. Es
cierto que la “interdependencia compleja” se aplica sobre todo al mundo
desarrollado; pero los problemas del Norte dominan el sistema internacional
contemporáneo y se reflejan, por supuesto, en el Sur.
IV.- POLÍTICA Y MORAL.
El debate entre idealistas y realistas, que es muy antiguo. parte de la relación entre
moral y política. Hasta qué punto debe influir la moral en la política como arte y
ciencia del gobierno, y en la política internacional? Las opiniones varían, desde
antiguo también, entre quienes piensan que ambas son inseparables hasta los que
sostienen que nada tienen que hacer la una con la otra.
La oposición entre idealistas y realistas sugiere esta observación a Paul Seabury:
“Los idealistas toman como un hecho la validez objetiva, la autoridad y supremacía
de normas, leyes y principios universales. En su opinión, los gobiernos que actúan
contra esos preceptos son ilegales e inmorales. Los realistas, que parten de la
primacía del interés nacional, consideran esas normas universales sólo como
vinculantes bajo ciertas condiciones. Especialmente cuando están en juego
intereses vitales, las consideraciones sobre legalidad y moralidad deben dar paso
a prudentes consideraciones sobre la supervivencia nacional y el bienestar
particular”.
En esta línea de pensamiento, el historiador alemán Leopold Von Ranke, otorga
primacía a la política exterior porque los intereses de la seguridad nacional tienen
precedencia sobre los requerimientos domésticos, y la política interna debe
acomodarse a las necesidades externas del Estado. Richard Nixon dice que
ambas políticas (interna y externa) son como hermanas siamesas; no pueden
sobrevivir una sin la otra. Arthür Schlesinger Jr., profesor de la Universidad de
Nueva York. escribe: “La materia prima de los asuntos exteriores es, muchas
veces, moralmente neutra o ambigua. Luego, los principios morales no son
decisivos en la gran mayoría de las transacciones de política exterior. Estas son,
puede decirse, transacciones técnicas”.
Los realistas se basan en la esencia invariable de la naturaleza humana y en la
conducta de las naciones, mientras que los idealistas creen que el cambio apareja
progreso hacia formas de asociación humana más perfectas, racionales y amplias.
Woodrow Wilson, que era un idealista, dijo en su mensaje al Congreso sobre
declaración de la guerra en 1.917: “Estamos al comienzo de una era en la que
debe insistirse que entre las naciones y sus gobiernos debe observarse las
mismas normas de conducta y de responsabilidad que entre los individuos,
ciudadanos de Estados civilizados”. Años más tarde, durante la II G4erra Mundial,
John Foster Dulles, quien fuera secretario de Estado del presidente Eisenhower,
dijo que “los grandes principios que deben gobernar nuestra conducta
internacional son claros. Emergen de la práctica. por la naciones, de las simples
enseñanzas de Cristo”.
No faltan quienes, en esta materia, adoptan una posición pragmática que huye de
los extremos, Seymour Martín Lipset afirma que “lo que se necesita es un
moralismo práctico, un compromiso con la democracia y los derechos que esté
ligado al interés nacional”,Irwing Kristol, escribiendo en “The Wall Street Journal” el
8 de abril de 1981 observaba que “en el mundo real de la política internacional del
poder estamos siempre obligados, con mayor frecuencia de la que nos gustaría, a
negociar nuestros principios.
30 - 146
V.- POLÍTICA DE PODER.
A propósito del realismo en política internacional, hay una expresión
estadounidense, “power politics”, que según Thomas H. Etzold es uno de los
términos más equívocos en el léxico de los asuntos internacionales. No tiene una
expresión equivalente -sostiene- en inglés, alemán, francés ni español. En inglés
estadounidense -agrega- es “política basada primariamente en la coerción, más
que en la ética, sea coerción militar -económica”.
Para Maestre Vives, en español habría que decir “política de poderío” o “política de
potencia”, puesto que, como lo aclara Aron, hay diferencia entre política de la
fuerza y política de poder, ya que éste “es la capacidad de influir o de controlar a
otros”. En ocasiones, pero no siempre, esto puede requerir el uso o la amenaza de
la fuerza. “Power Politics” significa una política basada en la fuerza, o en la
amenaza del uso de la fuerza, para obligar a otros a seguir la conducta que se le
impone en beneficio del que la impone.
Algunos teóricos de la escuela realista -dice Etzold- piensan que los Estados
buscan el poder por el poder, “de suerte que las relaciones internacionales están
dominadas por la lucha y la competencia”. Otros ven en el poder un medio, y no un
fin, para conquistar su seguridad a través de sus intereses nacionales. A los
primeros se les aplica la expresión “power politics”, que es una exacerbación de la
teoría realista, aplicable a los segundos.
CAPÍTULO V
GEOPOLÍTICA DEL ESTADO
Durante los últimos tres siglos aparece el Estado-nación como el actor más importante
en la vida internacional. El estado moderno evolucionó desde el colapso del feudalismo
(fines de la Edad Media) y del sistema dual imperio-papado. Después de desarrollarse
durante los siglos XV y XVI fue legalmente institucionalizado por el tratado de Westfalia
(1.648) que reconoció la independencia de Estados Nacionales seculares del Imperio y
el Papado.
I.- CONCEPTO.
ESPACIO Y PODER
40 - 146
varios siglos, siendo su permanencia y su universalidad el común denominador
que las distingue.
III.- ESPACIO Y ESTRATEGIA.
Es indudable la importancia estratégica de los grandes espacios, como los de
China, Rusia y EEUU. La primera ha mantenido su unidad a lo largo de milenios,
resistiendo innumerables invasiones, por su dilatado territorio. Lo propio puede
decirse de Rusia, que sobrevivió a más de doscientos años de ocupación
mongólica y a dos invasiones devastadoras en 1812 y en 1241. En cuanto a los
EE.UU., no ha sufrido hasta el momento ninguna invasión de sus territorio y menos
una derrota, si tenemos en cuenta que ha tomado parte en las dos guerra
mundiales de este siglo y en otros conflictos menores. En una perspectiva inferior
puede decirse lo mismo de Brasil, poseedor de un enorme espacio.
Los espacios insulares, aunque sean pequeños, son fortalezas a veces
inexpugnables, como ha ocurrido con Inglaterra, que durante siglos se vio envuelta
en guerras con otros Estados y en las dos conflagraciones mundiales, sin ser
invadida una sola vez.
IV.- ESPACIOS ECONÓMICOS Y PODER.
En su obra “Espacios económicos y poder”, André Hillion marca las relaciones
estrechas que hay entre el espacio territorial y el espacio económico,
recordándonos que lo que en economía se llama ahora espacio funcional equivale
al espacio vital de los geopolíticos alemanes. A partir de la distinción que Francois
Perroux hizo entre espacio territorial y espacio funcional, y las consecuencias de
esta dualidad. Hillion observa que históricamente hay que distinguir tres nociones
de espacio:
A.- El espacio homogéneo:Basado sobre circunscripciones territoriales bien
delimitadas, que dependían de una autoridad, de un único poder de decisión
(las civitates de los romanos, los municipios feudales, los principados).
B.- Los espacios polarizados: Que aparecieron con la dispersión de aquéllos,
como consecuencia del progreso técnico y de la multiplicación de los medios
de transporte y de las desigualdades en el progreso social que tradujeron las
desarticulaciones internas acumuladas durante siglos.
C.- El espacio - programa: Que es aquel cuyas partes constituyentes dependen
de una misma decisión, “como las filiales dependen de una misma casa
matriz, esté o no el centro de decisión localizado en el territorio”. La noción
de espacio-programa o espacio-plan nace con la necesidad de “no dejarse
sorprender ni dominar por los acontecimientos”.
Según Boudeville, el espacio homogéneo, corresponde a una economía
agraria; el espacio polarizado se inscribe en el marco de una economía
industrial y comercial, y el espacio-programa corresponde a la prospectiva,
que es la ciencia que trata de alcanzar determinados objetivos lo más
económicamente posible, o, en palabras de Gastón Berger, a quien se
considera el padre de la prospectiva; “Anteayer seguíamos ciegamente lo
que llamamos naturaleza. Ayer nos conformábamos a esta naturaleza con
conciencia y aplicación. Hoy nos corresponde a veces proteger la naturaleza,
a veces orientarla hacia el rumbo que nos parece favorable. En cierta
manera somos responsables de la evolución”.
60 - 146
5.- “Dotados de un acceso al mar por herencia histórica o decisión
diplomática, los núcleos geopolíticos tienden a ampliar sus respectivos
andenes litorales”.
Esta ampliación puede ocurrir partiendo de un punto hacia direcciones
divergentes, o uniendo dos, tres o más salidas distintas en el mismo
litoral.
6.- “El comercio marítimo… no sigue a la bandera, ni la bandera lo sigue a
él, va con la bandera”.
Este pensamiento de Ratzel, contenido en su ensayo “El mar como
fuente de grandeza nacional” es refutado por Dorpalen, quien acude a
ejemplos históricos como la colonización francesa de Canadá y los
casos de noruega, Suecia y Grecia, que siendo (o habiendo sido)
naciones marítimas importantes, no tuvieron jamás ambiciones
expansionistas.
7.- “Solo el mar puede producir verdaderas potencias mundiales”.
Este pensamiento de Ratzel se complementa con el siguiente de Wolf
Siewert: “La influencia de una potencia terrestre termina por regla
general en sus fronteras; pero la influencia de una potencia marítima
puede extenderse a través de todo el mundo”. Sir Walter Raleigh, poeta,
navegante y político inglés del siglo XVI dijo lo mismo en otras palabras:
“Quien domina el mar gobierna el comercio del mundo y, de esa manera,
la riqueza universal y finalmente llega a dominar al mundo mismo”.
Raleigh no hablaba de memoria pues era un hombre en el que se
fundían el pensamiento y la acción: fundó la colonia de Virginia en 1584,
participó en la toma de Cádiz en 1596 y emprendió la colonización de
Guayana. Otro filósofo y político inglés del siglo XVI, Sir Francis Bacon
observó que “el que domina el mar tiene gran libertad de acción y puede
hacer la guerra en la forma que mejor le cuadre”.
La historia confirma plenamente la acepción de los dos pensadores
alemanes y de los dos ingleses, que, por lo demás, no necesita
demostración. Si es cierto que Roma creó el primer imperio
verdaderamente digno de ese nombre, expandiéndose a través del
continente con sus ejércitos de tierra, no hay que olvidar que llegó a las
costas africanas y destruyó a Cártago, a través del mar Mediterráneo.
España, Portugal e Inglaterra fundaron los primeros imperios mundiales
de los tiempos modernos cruzando los mares y dominándolos, lo mismo
que ha hecho en este siglo EEUU cuyas fuerzas navales tienen bases
en todos los continentes.
8.- “Los Estados que, por ser mediterráneos, carecen de costas marítimas,
orientan su política a conseguirlas, o si este objetivo falla, a crear
condiciones favorables para neutralizar tal desventaja. Esta tendencia se
manifiesta con mayor vigor cuando anteriormente han poseído costas”.
Este principio se observa nítidamente en el caso de Bolivia, que, desde
la pérdida del Litoral, no ha cesado de buscar su recuperación en
negociaciones directas con Chile y recurriendo a los organismos
internaciones. Las numerosas frustraciones que hasta la fecha ha
sufrido nuestro país en este propósito no han aminorado su esperanza
en una solución equitativa que vendrá, estamos seguros, por el peso de
la razón y el derecho. Mientras llega ese día, Bolivia ha negociado y
conseguido facilidades portuarias en países vecinos como Perú, Brasil y
Argentina que, sin embargo, no son sustitutos del objetivo principal.
CAPÍTULO IX
GEOPOLÍTICA DEL ESTADO
CAPÍTULO X
GEOPOLÍTICA DEL ESTADO
POBLACIÓN Y PODER
70 - 146
efectivo de sus espacios. En otros casos el exceso de población en territorios
pequeños y relativamente pobres (El Salvador, Bangladesh), causa problemas
muy serios de subsistencia.
Por otra parte, necesario es tener en cuenta que, para que la población sea un
factor positivo de dominio de su espacio, ha de crecer cuantitativa y
cualitativamente, ya que una población numerosa pero analfabeta o semi-
analfabeta, no contribuye en nada al desarrollo de un territorio, sino que por el
contrario constituye un lastre, porque está inmersa en una economía de
subsistencia y no del mercado. Han perdido actualidad, por consiguiente, las
opiniones de algunos demógrafos que asignaban gran valor en sí mismo el
aumento de la población, coincidiendo en esto con algunos pensadores de la Edad
Media como Bodino y Santo Tomas de Aquino, el primero de los cuales decía en
sus “Seis Libro de la República” que "nunca se ha de temer que haya demasiados
individuos, demasiados ciudadanos, puesto que no hay riqueza comparable a los
hombres” y el segundo que, en "El Régimen de los Príncipes” sentenciaba que
"cuanto más poblado está un Estado, más se le juzga potente y glorioso".
El exceso de población en territorios pequeños genera presiones demográficas
que son fuente de innumerables conflictos sociales, de los que se han ocupado los
filósofos políticos desde la antigüedad, como Aristóteles, Platón y Montaigne.
Ulrich Von Hutten escribía en 1.518 que "la guerra es necesaria con el fin de que la
juventud se expatríe y de que la población disminuya"; y Sebastián Franck advertía
en 1.538 que "si la guerra y la muerte no vienen en nuestra ayuda, será menester
abandonar nuestra tierra y deambular de aquí para allá como los bohemios".
Esta preocupación llevó a Thomas Roberto Malthus a publicar en 1.798 su
"Ensayo sobre el Principio de la Población", en el que sostenía que la población
del mundo aumenta en progresión geométrica, mientras que los alimentos lo
hacen en proporción aritmética. Malthus pensaba que cada mujer tenía seis hijos
en promedio, de los que cuatro, a su vez, sé reproducen siguiendo la misma
medida. En esta forma -predecía-, llegaría un día en que la humanidad carecería
de lo indispensable para subsistir.
Se ha relacionado los grandes conflictos sociales y políticos de los siglos XIX y XX
con la explosión demográfica ocurrida en este período. La población de EUROPA
se duplicó de 1.814 a 1.914, y sobrevinieron las revoluciones de 1789, las guerras
napoleónicas, las revoluciones de 1.830.1.848,1.871 y la Gran Guerra de 1.914-
18. Para escritores como Gastón Bouthol. las guerras desempeñan modernamente
el papel de las epidemias en la antigüedad y en la Edad Media, de "relajación
demográfica.
Sin desconocer la carga conflictiva que conlleva una presión demográfica, sobre
todo en los países atrasados, resulta simplista atribuir la génesis de los conflictos
sociales a aquélla solamente. Si así fuera* cómo se explicaría que Estados
superpoblados como China y Holanda sean tradicionalmente muy pacíficos,
mientras que las revoluciones de 1.905 y 1.917 ocurrieron en un Estado con
escasa población, como era entonces Rusia?.
Hemos visto en los capítulos precedentes que los geopolíticos alemanes
atribuyeron importancia especial al dominio del espacio y a la teoría del espacio
vital. Para ellos,ese dominio está asegurado por una población campesina
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firmemente arraigada en su territorio, de donde colegían que los países
predominantemente agrícolas eran los primeros, en dominar su espacio, y ponían
como ejemplo a CHINA, que habiendo sufrido largos períodos de dominación
extranjera, sus dominadores no pudieron absorberla, sino que ocurrió lo contrario.
Por lo tanto -decían- una sociedad pierde control sobre su espacio a medida que
se urbaniza y se despoja de su carácter rural.
Con este razonamiento, los geopolíticos alemanes concentraron su atención en la
"reorganización" de Alemania, puesto que la población urbana de ese país crecía
aceleradamente en detrimento de la masa rural. En Octubre de 1933, el gobierno
nazi promulgó la ley de Granjas Hereditarias del Reich, que disponía que todas las
propiedades rurales, hasta cierto tamaño, eran hereditarias, inalienables e
individuales y que el campesino propietario por herencia no podía abandonar su
granja por otro trabajo. La geopolítica y la política agraria -decían- se
complementan.
Si bien es cierto que la población campesina es la más conservadora y se aterra
generalmente a su tierra, en lostiempos que corren se observa un éxodo masivo
de pobladores del campo a la ciudad, en busca de trabajo y de mejores
condiciones de vida, puesto que el sector primario de la economía resulta muy
desatendido en los países atrasados, por falta de recursos, de estímulos y de
técnicas modernas de producción. Por otra parte, las sociedades rurales atrasadas
están reducidas -como se ha dicho- a una economía de subsistencia que no les
permite ocupar efectivamente sus tierras. Además, países altamente
industrializados como EE.UU. con una población campesina inferior al 5% del total,
han dominado su espacio hace tiempo, con el despliegue de tu poderío
económico, político y bélico, mientras que los Estados atrasados, con poblaciones
campesinas que sobrepasan el 50% del total (como es el caso de Bolivia y de
muchos otros países), están lejos de dominar realmente su territorio. La escuela
alemana se equivocó en este enfoque, que no concuerda con las realidades de la
sociedad actual, dominada por el maquinismo y la tecnología que tiende a reducir
la mano de obra campesina y a incrementar la masa de trabajadores urbanos, aun
a costa del desempleo y la sub ocupación.
En resumen podemos decir que, para que la población sea un factor positivo de
ocupación del territorio y éste sea un elemento activo del Estado, es decir un
espacio vivo y no una superficie muerta, se requiere que posea las siguientes
características:
A.- Densidad demográfica suficiente (no excesiva) para dominar
efectivamente el territorio.
B.- Capacidad demográfica, que depende de otras características
interrelacionadas.
C.- Alfabetización y escolaridad óptimas, que eliminen por completo el
analfabetismo.
D.- Instrucción media, superior y técnica que responda a las necesidades del
desarrollo de la sociedad global.
E.- Higiene, salud y previsión social que cubra todos los segmentos de la
población, de suerte que las tasas de morbi-mortalidad se reduzcan en la
72 - 146
mayor medida posible.
F.- Vivienda popular, con los servicios mínimos
requeridos.
G.- Fuentes de trabajo que reduzcan la desocupación al mínimo tolerable para la
población económicamente activa.
II.- PODER.
Es el tercer elemento del Estado, que se ejerce internamente como imperio y
externamente como soberanía. El poder ha sido definido como "la aptitud o
capacidad para imponer decisiones de carácter general que afectan al bien
común". Maurice Hauriou lo define como "una fuerza nacida de la voluntad social
destinada a conducir al grupo en la búsqueda del bien común y capaz, llegado el
caso, de imponer a los miembros la conducta que ella ordena.
Max Weber dice que "es la probabilidad de imponer la propia voluntad, dentro de
una relación social, aun contra toda resistencia y cualquiera que sea el
fundamento de esa posibilidad".
Duverger hace notar que el poder es distinto al dominio o influencia, ya que estos
últimos responden a situaciones de hecho propias de una relación o interacción
social "El poder es un concepto normativo -aclara-; define la situación de aquel que
tiene derecho a exigir que los demás se plieguen a sus directivas en una relación
social, porque el sistema de normas y valores de la colectividad en que se
desarrolla esta relación establece este derecho y lo atribuye a aquel que lo hace
valer en su beneficio". Más adelante, distingue el poder político de otros poderes
(económico, religioso, familiar, etc.). El primero, es el que se ejerce en la sociedad
globalmente considerada, a diferencia de los poderes que actúan sobre los grupos
particulares. Por sociedad global debemos entender la tribu, la ciudad-estado, los
feudos y señoríos, el estado-nación.
Para Karl Loewenstein. el poder tiene por objeto establecer un equilibrio entre las
diferentes fuerzas pluralistas que compiten dentro de la sociedad estatal y ejerce
"una relación socio-psicológica basada en un recíproco efecto entre los que
detentan el poder y aquellos a los que va dirigido". Por esto, DUVERGERdistingue
poder de poderío: este último es la simple dominación por la fuerza material. No
hay poder -dice- si los que obedecen no creen que es normal, bueno, justo y
legítimo que ellos obedezcan, de donde la noción de legitimidad se apareja con la
fuerza de coacción como ingrediente del poder. Este último aspecto tiene relación
con los conceptos de legalidad y legitimidad del poder.
De lo que llevamos dicho se desprende que hay un fundamento sociológico y otro
político del poder. El fundamento político está dado por La necesidad que nene el
hombre de vivir en sociedad y de organizar su vida bajo ciertas normas que todos
se comprometen a observar, para evitar el caos y la inseguridad, porque
consideran, como dice Düverger, que es normal y bueno obedecer (teoría del
"contrato social"); o porque los dominadores, que siempre detentan el poder, se
imponen con el imperio de la ley que ellos elaboran y con la fuerza que
monopolizan (teoría de la lucha de clases). El fundamento sociológico considera
que el poder, y su correlato la autoridad, tienen raíces biológicas que es fácil
observar entre los animales, de manera que "el poder de un ser sobre otros
establece entre ellos una relación que no puede ser reducida a las formas puras
73 - 146
del contrato, por cuanto enraíza su autoridad en la esencia misma del hecho social
y manifiesta su aspecto imperativo sin intermediarios ni pérdidas de energía. Y así
el poder aparece como impregnado de lo sacro o más bien cual fuente misma de
ello.
Siguiendo esta línea de pensamiento sociológico, Marsall nos recuerda que
"cualquier ser vivo -como toda especie, como la naturaleza viva en general- se
caracteriza no sólo por un instinto de conservación, una "tendencia del ser a
perseverar en el ser", sino también por la "voluntad de poder".
Poder y autoridad: no son la misma cosa. El primero es un concepto de Derecho
Político y de sociología política que se concreta en un elemento esencial del
Estado. La segunda es un concepto político-administrativo que se asienta en la ley
y se representa en una persona natural o jurídica. El hombre investido de un poder
para mandar o decidir tiene autoridad mientras ajuste sus actos y decisiones a la
ley. En el momento en que la autoridad pública o privada se sale de la ley, pierde
su autoridad, deja de ser autoridad. Por esto un magistrado estadounidense decía
que en su país gobiernan las leyes, no los hombres. Lo que no» recuerda lañase
de San Isidoro de Sevilla: ''Serás rey si eres justo, y si no dejarás de serlo".
Desde el punto de vista geopolítico, interesa que el poder del Estado sea fuerte y
que esta fortaleza se manifieste internamente (imperio o jus imperi) y,
externamente (soberanía). Esta fortaleza depende de condiciones jurídicas y
políticas que pasamos a analizar.
El poder que se ejerce en los límites del territorio de un Estado (internamente), es
fuerte cuando se asienta en la legalidad y en la legitimidad. La legalidad es la
fuente del ejercicio del poder, o sea la forma cómo el pueblo, titular de ese poder,
delega su ejercicio (Art. 2 C.P.E.) a representantes legalmente elegidos y
nombrados, conforme a la Constitución y a las leyes. Un gobierno usurpador, de
tacto, de hecho, dictatorial, constituido al margen de la Constitución y de las leyes,
carece de legalidad y de legitimidad y, por consiguiente, es un gobierno feble, con
unpoder débil, aunque se «siente en la fuerza material. La fuerza, como
ingrediente (apoyo) del poder, ha de ser legítima, es decir, ha de basarse en la ley;
de lo contrario, será pura fuerza física, material, inconsistente, expuesta a las
veleidades y apeados de quienes transitoriamente la detentan. Carecerá de la
potencia moral que da solidez a los gobiernos e instituciones.
Aunque parezca una paradoja, el poder será tanto más débil cuanto mayor fuerza
material exhiba, sin el respaldo de la legalidad. ''La debilidad de la fuerza es no
creer sino en sí misma", decía Paúl Valery. y todos sabemos que la auténtica
fortaleza reside en la autoridad moral, cuando podemos "mostrar la fuerza (de
nuestras obras, de nuestras convicciones de nuestro ejemplo) para no haber de
usarla", como aconsejaba Yautey.
La legitimidad es un atributo del poder que, constituido legalmente, se ejerce en
conformidad al orden jurídico nacional, sin sobrepasarlo y sin incurrir en abuso de
poder. Todo exceso de poderes ilegítimo y, en lugar de fortalecerlo, lo debilita. No
basta, pues, que el poder sea legal, sino que debe ser también legítimo. No todo
gobierno legal es legítimo, porque un gobierno formado conforme a ley puede
perder legitimidad por el ejercicio abusivo del poder.
Los conceptos de legalidad y legitimidad se resumen en lo que en Derecho
Constitucional se llama Estado de Derecho, o sea el Estado (gobernantes y
gobernados) sometido al Derecho, al orden jurídico y noa la voluntad arbitraria del
monarca absoluto, del dictador, del gobernante de facto o usurpador. El concepto
de Estado de Derecho ha sido resumido con propiedad y elegancia en las
siguientes líneas de LEÓN DUGÚIT: "Poco importa la noción que se tenga del
Estado...; hay que afirmar enérgica e incansablemente que la actividad del Estado
está limitada en todas sus manifestaciones por un derecho superior a él; que hay
cosas que él no puede hacer y otras que ha de hacer, que esta limitación no se
impone solamente a tal o cual órgano, sino que se impone el Estado mismo...; lo
esencial es comprender y afirmar con una indefectible energía la existencia de
una regla de derecho superior al poder público, que viene a limitarlo, a imponerle
deberes... Una vez constituido el poder político, se sabe, de acuerdo con la noción
más elemental del derecho, que las órdenes de ese poder no son legítimas más
que en el caso de ser conformes a derecho, y que el empleo de la coacción
material por parte del poder no es legítimo más que si está destinado a asegurar
la sanción del Derecho. Nadie tiene derecho a mandar a los otros; ni un
Emperador ni un Rey, ni un parlamento, ni una mayoría popular pueden imponer
su voluntad como tal; sus actos no pueden imponerse a los gobernados más que
en el caso de estar conformes con el derecho".
Con toda la importancia que tienen la legalidad y legitimidad, no bastan por sí
solas para dar fortaleza interna al poder. Este ha de ejercerse en beneficio
tangible, objetivo, de la población, para elevar constantemente su nivel de vida y
su bienestar. Ha habido en Bolivia gobiernos constituidos legalmente que, por
deficiencia y corrupción, han realizado actos ilegítimos con los que se ha inferido
daños incalculables a la nación, que han quedado impunes. No habrá verdadera
fortaleza interna en el poder si éste carece de legalidad y legitimidad y si no se
ejerce en beneficio real, efectivo, de la población.
Para que el poder sea externamente fuerte, se requiere que el Estado afiance su
soberanía en el concierto internacional, como un actor respetable y respetado en
sus relaciones con otros Estados y organismos internacionales. Aunque la
soberanía es un concepto que se ha relativizado mucho desde finales de la II
Guerra Mundial y ya no tiene el carácter absoluto que pretendían darle los
tratadistas e internacionalistas, siendo el símbolo de la personalidad del Estado y
de ser actuación en las relaciones internacionales. Estados tan pequeños como los
establecidos en la Cuenca del CARIBE hace décadas tienen en el marco de las
Cartas de las Naciones Unidas y de la OEA. los mismos derechos y obligaciones
que las grandes potencias, con excepción de la calidad de miembros permanentes
del Consejo de Seguridad reservada a los cinco grandes.
Para que el poder se traduzca externamente ensoberanía efectiva, debe
previamente tener fortaleza interior, como hemos explicado líneas arriba, pues no
se concibe un Estado con personalidad propia en el ámbito exterior si carece de
cohesión interna. De aquí la relación estrecha que hay entre política interna e
internacional, que algunos pretenden desconocer. Debe asimismo el Estado actuar
con seriedad y responsabilidad en sus relaciones con otros actores internacionales
y atender sus propios intereses, compatibilizándolos con los intereses ajenos, para
no provocar conflictos innecesarios. Para esto último, es indispensable una política
exterior eficiente y oportuna que debe ser confiada a una diplomacia profesional,
constituida por especialistas y no por favoritos ni paniaguados.
La fortaleza externa del poder, como la interna, es obra de toda la población y
principalmente de las instituciones públicas; pero hay dos instituciones que juegan
un papel decisivo en aquélla: la diplomacia nacional y las Fuerzas Armadas,
llamadas éstas, como es sabido- a resguardar la seguridad interior y exterior del
Estado.
CAPÍTULO XI
GEOPOLÍTICA DEL ESTADO
Superficie del
territorio.
Naturaleza de las Dimensiones del Elemento
Geografía. territorio. geográfico.
fronteras.
Tamaño de la Tamaño de la Población. Elemento
población. población. demográfico.
Existencia o
inexistencia de
materia prima. Recursos
naturales Riqueza Elemento
Desenvolvimiento Capacidad
económico y económico
industrial
tecnológico.
Poder financiero.
Homogeneidad étnica
Grado de integración
social.
Estabilidad política. Instituciones Elemento
políticas organizativo
administrativo
Unidad y
Carácter nacional. cohesión
Moral nacional. nacional.
Moral nacional. Cualidades
morales.
Respeto por las
Cualidades de la potencias
diplomacia. extranjeras y
amistad con ellas
Grado de Cualidades del Elemento
preparación militar. comando. militar.
Hace cuatro siglos, sin embargo, Francis Bacón dijo que "el conocimiento, en sí es
poder", según nos lo recuerda Alvin Toffler al comienzo de su último libro. La tesis
de esta obra es que las fuentes del poder están cambiando de la violencia y la
riqueza en que tradicionalmente se asentaba, al conocimiento, definido "como
imaginación, valores, imágenes y motivación, junto con habilidades técnicas
formales". La tercera revolución industrial, de la que mucho se habla, se basa en
las transformaciones que opera la difusión e internacionalización de las modernas
técnicas del conocimiento, cuyo control "es el punto capital de la lucha mundial por
el poder que se entablará en todas y cada una de las instituciones humanas". Esta
revolución insurgió cuando a partir de los años sesenta el trabajo manual fue
gradualmente suplantado por el trabajo intelectual en las economías avanzadas, y
particularmente en los Estados Unidos de América. Actualmente los servicios en
general absorben el 75% del empleo total y las exportaciones mundiales de
servicios y de propiedad intelectual igualan a las de electrónica y automóviles
juntos, o a las de alimentos y combustibles, juntos también.
Es indudable que la revolución científica y tecnología de las últimas décadas
introduce un factor cualitativo muy importante en la constitución y transformación
del poder, al punto de aseverarse que, en el siglo XXI, el conocimiento será la
materia prima principal. Pero no concordamos con la afirmación de que el
conocimiento desplazará, o está desplazando, a la violencia y a la riqueza como
fuentes del poder. Es difícil imaginar que la violencia sea totalmente eliminada un
día por el conocimiento, ya que si el conocimiento es poder (y sin duda que lo es:),
la lucha por su posesión o monopolio no estará exenta de violencia. Tampoco es
razonable pensar que el conocimiento hará innecesaria a la riqueza como fuente
de poder, porque mientras más alto y sofisticado es el conocimiento, su posesión
está restringida a las élites financieras y culturales que no permiten su difusión y
utilización sino para los fines que les convienen. Es cierto que el estado actual de
las comunicaciones y de los medios masivos de información facilita el acceso de la
población a una extensa gama de conocimientos, como no se podía sospechar
hace solamente unas décadas. Pero en los hechos, son una ínfima, minoría
quienes participan en la red internacional de investigaciones, y una mayoría no
tiene acceso aun a las fuentes originales de ese conocimiento, ni siquiera a
programas y publicaciones especializados que, o no tienen difusión general, o son
caros. De consiguiente, no es cierto que "la verdadera característica revolucionaria
del conocimiento es que también el débil y el pobre pueden adquirirlo.
En su obra citada, Toffler afirma que "hay un límite a la cantidad de fuerza que
podemos utilizar antes de que destruyamos aquello que deseamos capturar o
defender". Sin embargo, la historia de la humanidad demuestra que ésta ha
avanzado destruyendo gran parte de su propia obra. Como el Ave Fénix, la
humanidad ha resurgido de sus cenizas. El siglo XX es testigo de un progreso
científico y tecnológico sin precedentes, a pesar de las dos guerras mundiales, o
más bien como consecuencia de ellas. O sea que no hay límite para la cantidad de
fuerza que el ser humano puede emplear en favor de sus designios, menos
todavía ahora cuando hay almacenada una aterradora capacidad de armamento
nuclear cuya potencia destructiva ha mantenido la paz global durante el segundo
medio siglo XX. Tampoco es cierto, como cree Toffler, que "el dinero no
puede comprarlo todo". Desde las épocas más remotas de la humanidad, a través
del trueque y de toda clase de transacciones, el interés económico ha determinado
la conducta y el destino de los hombres y de esta regla no escapan grandes
ni chicos, ricos ni pobres, nobles ni plebeyos. En consecuencia, no es probable
que la fuerza y la riqueza desaparezcan totalmente en la alquimia del poder.
El mismo Toffler nos informa que en el estudio sobre "Las necesidades de
espionaje en el Decenio de 1.990", elaborado por expertos estadounidenses, se
estima que los países menos desarrollados seguirán comprando armas modernas
porque, a medida que disminuye su poder económico, se ven enfrentados a
mayores problemas políticos y sociales. Agrega que la mayor escasez que
confrontarán esos países será la del conocimiento utilizable con fines económicos,
lo que confirma nuestra aserción de que el conocimiento científico y tecnológico de
alta categoría es una mercancía cara, como todos los productos escasos y de ateo
valor. En consecuencia, como el conocimiento que da poder se adquiere con
dinero y proporciona fuerza a quien lo tiene, no es previsible que la violencia y la
riqueza desaparezcan como ingredientes del poder.
III.- EL INTERÉS NACIONAL.
Suele decirse que los Estados buscan el poder o tratan de ser poderosos
acicateados por el interés nacional que guía los pasos de su política exterior. Pero,
como se define el interés nacional? No es una tarea sencilla. Charles A. Beard dijo
en un libro publicado en 1.934, The Idea of National Interest" (citado por Mostré
VIVES), que esta idea surgió en la Italia del siglo XVI como "voluntad del príncipe"
en unos casos, "intereses dinásticos" o "razón de Estado" en otros. Con la
aparición del Estado-nación más tarde, esas ideas se transformaron en "lo
nacional", la "voluntad general", el interés público, etc.
Manfred Wilhelmy entiende el interés nacional como el interés vital que es
fundamental "para consolidar mejor o preservar la posición (del Estado) como
actor en el Sistema internacional”. Asigna a estos intereses las siguien
tes características; son imperativos (forzosos); superiores, porque le sobreponen a
los intereses particulares: de largo plazo pues aunque se los considera
permanentes, cambian debido a las grandes transformaciones en el
sistema político internacional, en el ámbito político interno en la cultura política.
Tal el caso, por ejemplo, de los cambios ocurridos en la URSS., en Europa del
Este y en el mundo desde 1.989, que pusieron fin acuatro décadas de guerra fría;
acontecimientos que dieron otro sentido a los intereses nacionales de los países
ex-socialistas. Los intereses nacionales son, por lo que se ha dicho, irrenunciables.
Puesto que la política exterior de un Estado se define, sobre todo en base al
interés nacional, es lógico que éstecoincida con su interés internacional, es decir,
con lo que conviene al Estado en sus relaciones con otros Estados y actores
internacionales. Por ejemplo, los actores principales tratan de imponer sus valores
políticos, económicos y culturales en la comunidad internacional o en sus áreas de
influencia, como ocurre con EE.UU., Francia, Alemania, España, Japón y otros, y
ocurría con la URSS.
Coincidiendo con los criterios expuestos, Tomasini piensa que "... el concepto de
interés nacional ejerce una influencia reduccionista en virtud de la cual todos los
demás intereses de una nación se subordinan en última instancia a unos cuantos
intereses irreductibles que no son sino una visión nacional de la trilogía individual
"vida, libertad y propiedad”, a saber la supervivencia física de la nación, la libertad
de sus ciudadanos y su subsistencia económica". Más adelante agrega que: "... lo
más probable es que el interés nacional sea definido de acuerdo con los intereses
del grupo gobernante o que incluso aquellos a quienes en un momento
corresponde tomar las decisiones hagan depender esta definición de sus propios
valores...".
Se ve, pues, que este concepto varía según los tiempos y las circunstancias, pues,
como lo observa el mismo Tomasini:
"Uno de los componentes de la visión actual de las relaciones internacionales
radica en la percepción de la complejidad del mundo moderno, del avance del
proceso de transnacionalización, de la interdependencia cada vez mayor entre las
distintas sociedades nacionales, el creciente entrelazamiento entre los aspectos
políticos, económicos y tecnológicos que presentan esas relaciones y de la
progresiva sectorialización y tecnificación de la política exterior. En efecto, a las
tradicionales cuestiones geopolíticas, estratégicas y militares que monopolizaban
la definición del interés nacional en el pasado comienzan a apegarse nuevos
temas de interés vital para las relaciones entre los Estados, como las relaciones
económicas y comerciales, la competencia industrial y tecnológica, sus
vinculaciones financieras, la energía, el medio ambiente, el terrorismo, el
narcotráfico y los nexos raciales, ideológicos y religiosos entre las distintas
sociedades nacionales".
IV.- DIPLOMACIA Y ESTRATEGIA.
Hemos dicho que hay dos instituciones públicas llamadas a jugar un papel de
primer orden en el desarrollo del poder externo del Estado: la diplomacia y las
Fuerzas Armadas. Al dedicar este capítulo al poder nacional e internacional, nos
corresponde subrayar la importancia de la diplomacia y de la estrategia en ese
campo, cuyas actividades se apoyan y se complementan, subordinándose a la
política exterior, es decir, a quienes conciben y ejecutan la actuación del Estado en
sus relaciones con otros actores".
La diplomacia se define de diversas maneras: "Es el manejo de las relaciones
internacionales mediante la negociación; el método merced al cual se ajustan y
manejan estas relaciones..." "La diplomacia es el conjunto de interacciones
internacionales de carácter pacífico, conducidas por agentes oficiales de tos
Estados y de organizaciones ínter-gubernamentales". Es el ajuste de las
diferencias a través de la negociación". Nosotros decimos que es el medio de que
se vale la política exterior para alcanzar sus objetivos”.
El concepto de diplomacia proviene de diploma, voz que en griego era una hoja de
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papel doblada en dos, como se hacía entonces con los documentos oficiales. Por
esto en 1784 el inglés Thomas Astte dijo que la diplomacia era "la ciencia o el
conocimiento que nos capacita para formarnos un juicio personal sobre la época y
autenticidad de manuscritos, mapas, registros y otros monumentos de la
antigüedad". La diplomacia con caracteres modernos aparece en las ciudades-
Estado de Italia. Venecia era un centro comercial muy activo que mantenía
contactos con el mundo que le rodeaba a través de mercaderes y del primer
servicio diplomático organizado. Hasta la primera guerra mundial esta actividad se
desenvolvía entre el protocolo de las cortes y el secreto de las cancillerías. Un
buen diplomático debía ser cortesano y prudente a la vez. Sus palabras eran
dichas para ocultar sus pensamientos, según la máxima en aplicación. La
evolución de los hechos y el advenimiento de una sociedad de masas después de
la Primera Guerra Mundial impusieron una diplomacia abierta y profesional, lo que
se hizo todavía más necesario después de la Segunda Guerra Mundial, con la
eclosión de nuevos Estados en África y Asia como resultado del proceso de
descolonización.
La aparición de nuevos actores en la escena internacional durante las últimas
décadas, como son los organismos multilaterales internacionales, las
organizaciones transnacionales y no gubernamentales, exige una diplomacia
dinámica, sectorial y cooperativa que pueda adecuar los intereses nacionales al
ritmo cambiante de los acontecimientos. "La tarea central de la diplomacia ha
dejado de concentrarse en la solución de los conflictos y en la administración del
orden para referirse cada vez más al análisis, la previsión y el manejo del cambio,
respondiendo así a la arraigada convicción social de que es necesario tener un
mínimo de orden en medio de un cambio constante".
La especificidad de los asuntos que forman parte de la agenda internacional
contemporánea (económicos, sociales, científicos, tecnológicos, humanitarios,
ecológicos, etc.), determina que el diplomático generalista sea una reliquia del
pasado o que esté asistido por diplomáticos especialistas en distintas materias.
Por esta razón la política exterior no es más un privilegio de las cancillerías, sino
que en su concepción y ejecución participan especialistas de otros ministerios,
reparticiones públicas, organismos empresariales y laborales, etc.
En un marco general, la diplomacia se desplaza en tres grandes áreas; la
representación del Estado y de la sociedad nacional, que incluye la defensa y
promoción de sus intereses; la información en dos sentidos: para el conocimiento
del país extranjero y para el conocimiento de los otros países en el propio, lo cual
requiere establecer y mantener canales adecuados por los cuales circule un flujo
constante de comunicaciones; y la negociación sobre materias que forman la
urdimbre de las relaciones internacionales.
Raymond Aron dice que la diplomada puede ser definida como el arte de
convencer sin usar la fuerza, y la estrategia como él arte de vencer de un modo
más directo. En tiempos de paz la política se vale de medios diplomáticos sin
excluir el recurso a las armas, por lo menos a guisa de amenaza. Durante la
guerra la política no puede prescindir de la diplomacia que sigue manejando las
relaciones con los aliados y con los neutrales, y en determinados momentos, con
el enemigo, puesto que imponerse es también convencer -como razona ARON-,
porque una demostración de fuerza puede hacer que el adversario retroceda en su
posición. Quien tiene superioridad de armamento en tiempo de paz convence a
sus aliados, rivales y adversarios* sin haber de recurrir a las armas.
Mortenthau destaca también la importancia de la diplomada en estas palabras
suyas: "Por más inestable que resulte, entre todos los factores que conforman el
poder de una nación sobresale la calidad de la diplomacia. Todos los otros factores
que determinan el poder nacional son, por así decirlo, la materia prima sobre la
que se modela el poder de una nación. La calidad de la diplomacia de una nación
combina estos factores diferentes en un conjunto integral, les da dirección y peso y
despierta sus latentes potencialidades, dándoles el aliento de un poder real... La
diplomacia es el arte de combinar los distintos elementos del poder Nacional para
que rindan el máximo efecto sobre aquellos puntos de la escena internacional que
más directamente conciernen al interés nacional. Se puede decir que la diplomacia
es el cerebro del poder nacional, así como la moral nacional es su alma". Más
adelante se pregunta: Qué habría sido del poder de Francia sin la habilidad de
Richelieü. Mazarin y Talleyrand? Qué habría sido del poder alemán sin Bismarck?
Del italiano sin Cavour? Cuánto debe el poder de la joven república
norteamericana a un Franklin, a un Jefferson a un Madison... a sus embajadores y
a sus secretarios de Estado"?.
Según Morgenthau el trabajo de la diplomacia se orienta en cuatro direcciones: a)
debe determinar sus objetivos a la luz del poder real y potencialmente disponible
para alcanzar tales metas. Esto es de la mayor relevancia, porque si los objetivos
son ilusorios,, irreales o inalcanzables en determinadas circunstancias, se corre el
riesgo de incurrir en fiascos o fracasos diplomáticos o lo que es peor, de provocar
conflictos imprevistos: b) debe evaluar los objetivos de otras naciones y su poder
real y potencialmente disponible para alcanzar sus metas. Este punto guarda
directa relación con el anterior, ya que una incorrecta evaluación de las metas y del
poder de otros actores conlleva riesgos similares a los ya señalados: c) debe
determinar hasta qué punto estos objetivos diferentes son compatibles entre sí; y
d) debe emplear los medios apropiados para b consecución de sus objetivos.
Sobre la estrategia nos hemos ocupado especialmente en el Cap. III. Nos
corresponde decir aquí que la estrategia complementa estrechamente las tareas
de la diplomacia al punto de que es inconcebible ésta sin aquella. En efecto, la
diplomacia en sí tiene un componente estratégico que define los escenarios,
medios y oportunidades en que ha de actuar para alcanzar los objetivos de la
política exterior. En otras palabras sin una planificación estratégica la diplomada
quedaría paralizada o tendría que aventurarse en terreno desconocido y. por lo
mismo, riesgoso. La estrategia diplomática involucra, por supuesto, las acciones
tácticas y logísticas indispensables en dicha disciplina.
La diplomacia es también asistida, desde afuera, por la estrategia militar, ofensiva
y defensiva, que trabaja (o debe trabajar) sin interrupción en el ámbito castrense,
en tiempos de guerra como de paz. La estrategia militar provee a la diplomacia
información permanente y oportuna cubre las líneas de contacto que deben recibir
atención de la política exterior. Le mantiene informada asimismo sobre las
proyecciones y desplazamientos estratégicos de loe países vecinos y otros
respecto a los cuales haya que diseñar una política exterior. Le proporciona, en fin,
los cuadros macro-estratégicos globales y regionales necesarios para su cometido.
V.- POTENCIAS, SUPERPOTENCIAS Y ESTADOS DÉBILES.
La comunidad jurídica internacional se basa en la igualdad de derechos y deberes
de los Estados (Arts. 2 y 9 de las Cartas de la ONU. y de la OEA,
respectivamente). La Carta de la OEA. esmás explícita y contiene las siguientes
disposiciones:
Artículo 9.
"Los Estados son jurídicamente iguales, disfrutan de iguales derechos e igual
capacidad para ejercerlos, y tienen iguales deberes. Los derechos de cada uno no
dependen del poder de que disponga para asegurar su ejercicio, sino del simple
hecho de su existencia como persona de derecho internacional.
Artículo 10.
Todo estado Americano tiene el deber de respetar los derechos que disfrutan los
demás Estados de acuerdo con el derecho internacional.
Artículo 11.
Los derechos fundamentales de los Estados no son susceptibles de menoscabo
en forma alguna".
Esto, que parece tan evidente a la luz del Derecho Internacional Público y de las
Cartas mencionadas no condice precisamente con la realidad, ya que, como
ocurre en el orden individual, los Estados poderosos suelen arrogarse facultades
que no poseen o desconocen derechos de los Estados débiles. Por esta razón
dice Mestre Vives, parafraseando a Orwell, que "en realidad de las relaciones
internacionales unos Estados son más iguales que otros". y Treitschke advierte
que "si la soberanía auténtica se define por el derecho efectivo del recurso a las
armas, sólo es auténticamente soberano el Estado poderoso".
Se observa, pues, que el poder nacional se traduce en poder internacional,
desplegando en este campo una influencia favorable a sus intereses y perjudicial a
los intereses de los Estados menos poderosos. Si es cierto que “el Derecho
Internacional ha evolucionado mucho desde las primeras obras de Vitoria y de
Grocio y que las Naciones Unidas son un avance innegable con referencia a la
Sociedad de las Naciones, no es posible desconocer e! papel que en las
relaciones internacionales juegan los intereses y los poderes nacionales.
Esta desigual condición de los Estados por motivo de su poder determina la
existencia de una "jerarquía" que los clasifica en superpotencias, grandes
potencias, potencias medianas, pequeños Estados y mini-Estados. Las dos últimas
categorías son, por supuesto, las más desfavorecidas en sus relaciones con las
otras, pues como lo anota David Vital (citado por Mostré Vives), "un Estado
pequeño resulta más vulnerable a la presión, menos resistente a la tensión, más
limitado a las opciones políticas y está sometido a una vinculación más estrecha
entre los asuntos nacionales y los exteriores o externos". Entre los Estados débiles
hay diferencias según su ubicación: los que están en la periferie del sistema
internacional, o de su propio sub-sistema, están en mejor posición que los del
centro, es decir, los que se hallan entre o en el camino de las grandes potencias,
como Bélgica, Checoslovaquia, Polonia y Hungría, que han sido víctimas de su
posición geográfica central, que está en el camino de potencias mayores. En
cambio "se hace notar a Irlanda, Suecia, Portugal, Chile y Nueva Zelanda no han
sido presas de conquistas durante mucho tiempo. Algunos Estados débiles tienen
importancia estratégica de primer orden para grandes potencias, como Finlandia
para laURSS.; Checoslovaquia para Alemania; Turquía. por su control del Bósforo;
Egipto y Panamá por los canales de Suez y de Panamá; Dinamarca, sobre la
entrada al mar Báltico; Bélgica, para entrar en Francia. Estos países sufren presión
fronteriza de Estados más grandes, cómo le ocurre también a Bolivia.
''Un Estado pequeño es un vacío en una área de alta presión -dice Nicolás J.
Spykman-, No vive por su fuerza, sino porque a nadie le interesa su territorio, o
porque interesa a un Estado más fuerte su preservación como un estado-colchón
(Buffer-State) o como un peso en la balanza del poder. Cuando desaparece el
equilibrio, usualmente desaparece también el pequeño Estado". Los Estados
pequeños deben su supervivencia a la neutralización mutua de Estados mayores
que presionan en direcciones diferentes, pero se detienen ante la presencia de los
otros. "Luego, el Estado débil lleva una existencia negativa, más que positiva". Los
Estados débiles de la periferia están al margen de las circunstancias anotadas
para los del centro, lo que explica que Suecia, Noruega, Chile y Cuba, por ejemplo,
estén relativamente libres de invasiones extranjeras. Los países escandinavos,
además de encontrarse en el extremo Norte lejos de las rutas estratégicas de las
grandes potencias, tienen una topografía montañosa accidentada sobre mares
congelados que les sirven de defensas naturales. Chile, entre los Andes y el mar,
es casi una isla inexpugnable. Si Cuba no fuera una isla, le habría sido difícil tomar
el rumbo socialista en las barbas del Tío Sam.
CAPÍTULO XII
GEOPOLÍTICA DEL ESTADO
CAPITULO I
I.- GENERALIDADES.
Lo que suele llamarse el "Cono Sur" de Sud América comprende los territorios de
seis países ubicados debajo del paralelo 20 de latitud Sud, o sea Chile, Argentina.
Paraguay y Uruguay en su totalidad o en su mayor parte, y Bolivia y Brasil en
menor extensión. Son los mismos países constitutivos del área de la Cuenca del
Plata menos Chile.
Por su extensión, ubicación y recursos naturales, esta región tiene una gran
importancia geopolítica, y algunos tratadistas creen que podrá ser un punto de
partida para la ulterior unidad de América Latina y un núcleo de poder regional
frente a los grandes centros del poder mundial" (J.E. Gulialmelli "Geopolítica del
Cono Sur", Buenos Aires, Argentina 1979).
En los últimos años, las relaciones entre Brasil y Argentina han experimentado un
acercamiento que puede ser la base de una integración económica en el Cono
Sur. En efecto, mediante el Tratado de Asunción de 26 de marzo de 1.991, suscrito
entre esos dos países, más Uruguay, se ha constituido el Mercado Común del
Cono Sur (MERCOSUR), que ha comenzado a aplicarse con desgravaciones
arancelarias progresivas, y sobre el cual hablaremos al final de este capítulo. El 28
de noviembre de 1990 renunciaron oficialmente Brasil y Argentina a la fabricación
y adquisición de armas nucleares, declarando que la investigaciones en la materia
se harán con fines exclusivamente pacíficos", y que, para garantizar la efectividad
de tales propósitos, permitirán inspecciones reciprocas de la otra parte en sus
instalaciones.
Si el espíritu de cooperación que motiva a MERCOSUR se consolida y avanza con
la incorporación de Bolivia, y eventualmente, de Chile y Perú, el CONO SUR
puede transformarse en la zona de mayor poder en América Latina, dado el
conjunto de su población y recursos, los más cuantiosos del sub continente.
II.- REPÚBLICA ARGENTINA.
El territorio argentino se encuentra ubicado en el extremo sur del hemisferio
occidental, con una larga costa sobre el Atlántico Sur y él Antártico, y con una
comunicación hacia el Océano Pacifico a través del estrecho de Magallanes.
"La importancia de esta comunicación aumenta hacia el futuro - dice Baasil -
frente a la de Panamá, más vulnerable, de capacidad limitada y ubicación en una
zona de fricción de alcance mundial..." A través del Atlántico, el territorio argentino
se comunica con el Océano Indico por el Cabo de Buena Esperanza, y se
encuentra en la ruta aérea transpolar hacia Australia, Nueva Zelanda, Indonesia y
Malasia. Esta comunicación con el Océano Indico, observa Brasil, tiene también
importancia hacia el futuro en atención a la vulnerabilidad y limitaciones físicas del
Canal de Suez, que, además, está ubicado en una zona muy conflictiva (Oriente
Medio, Golfo Pérsico) y de fricción mundial.
Teniendo en cuenta las fronteras de Argentina con sus vecinos, Basail calcula que
para el año 2.000 la población de los departamentos bolivianos de Potosí. Tarija y
Chuquisaca, limítrofes con su país. llegará a 3,2 millones de habitantes con una
densidad de 15 por km-2, frente a 8,8 de las provincias de Salta y Jujuy, a lo que
cabría agregar la presión demográfica que ejercería Brasil desde la dirección
Corumbá-Santa Cruz de la Sierra, puesto que "el centro vital de Brasil, ubicado en
la zona de más de 100 habitantes por km. cuadrado, tiende a través de Matto
Grosso Do Sul un brazo poblacional hacia Corumbá, cuya influencia se transmitirá,
lógicamente, hacia el corazón de Bolivia.
Este país tiene una situación geográfica periférica, en el hemisferio de las aguas,
como una cuña hacia el Polo Sur, rodeada por los dos Océanos. Esta situación -
dice Asseff - "lejos de orientarnos hacia la concepción de insularidad, se erige en
un reto para quebrar el aislamiento geográfico.
La mayoría de los autores argentinos que han escrito sobre geopolítica (Asseff,
Scenna, Guharoelli. Leíme, Mastronlli y Martincz, entre otros), se quejan de la falta
de "conciencia geopolítica" en ese país y de la diferencia conque los círculos
dirigentes observan esta materia. Destacan, por el contrario, la solidez con que los
estadistas brasileros estudian y enfocan esta problemática, y centran la mayor
parte de sus preocupaciones en la rivalidad que existe con el Brasil, país que
-estiman- lleva una gran ventaja teórica y práctica a la Argentina. "Nuestro país ha
sido excesivamente indiferente con la geografía -dice Asseff-. La descuidó
sistemáticamente. Esta negligencia explica parcialmente su carencia de conciencia
territorial. Porque nuestra desidia en nuestra materia especial trasciende el mero
desinterés por las áreas margínales del vasto territorio que heredamos de España
en 1.810. Nuestro desprendimiento adquiere perfiles notoriamente nocivos, si se
considera el valor de los espacios dispendiados.
Este ''dispendio” alude a los territorios que los argentinos consideran son parte de
su Heredad” y que se erigieron en Estados independientes, como Uruguay ("La
Banda Oriental"), Paraguay y el Alto Perú o Bolivia, "con sus cuatro Provincias
históricas: Potosí, Cochabamba, Charcas y La Paz". La nación rioplatense era
mucho más grande que el Estado Argentino - dice Asscff - porque incluía no solo
las cuatro provincias altoperuanas. sino las de Moxos y Chiquitos, que formaban
parte del Virreinato del RÍO de la Plata desde 1.776. "No incluimos entre ellos a
Tarija, porque sólo una imperdonable desidia argentina (SIC) ha permitido que ella,
que nunca fue altoperuana, sino salteña haya quedado incorporada "contranatura”
a Bolivia.
A propósito de los vínculos históricos de Argentina con el Alto Perú, recuerda
Asseff que en Potosí se originaron tres hechos sobresalientes: se acuñó el nombre
de Argentina; nació Conelio Saavedra, primer Presidente de ese país. y se obtuvo
"la primera victoria militar de la patrian, en Suipacha en 1.810.
Observa el autor que durante más de cien años Argentina desplegó una política
exterior europeo-centrista, con sus amarras extendidas hacia Inglaterra y Francia.
Actualmente su atención parece enfocarse hacia la Cuenca del Plata; pero ha
llegado el momento - agrega - de trasladar el centro de gravedad desde el Noreste
(Alto Paraná) hacia el Noroeste, lo que significa "activar la presencia nacional en
Bolivia". Fundamenta este cambio de prospectiva en "la singular trascendencia
geopolítica del Altiplano, entendido no sólo en sí mismo, sino incluyendo e! valle y
el llano bolivianos, en el carácter de nexo entre el Amazonas y el Plata que tiene
Santa Cruz; en que Bolivia "es el único escenario geográfico que permite a la
Argentina actuar simultáneamente sobre Chile y Brasil", en que "una acción
argentina en Bolivia vendría a reafirmar la hermandad existente y a sellar la
alianza que se exteriorizó á raíz del conflicto con Chile".
Los argentinos consideran que su destino está ligado a los dos Océanos y a su
condición de país bi-continental, americano y antártico, y que Bolivia tiene la llave
que les abrirá la puerta al Pacifico. "Cuanto ocurra a Bolivia y con Bolivia es uno de
los grandes temas argentinos. Es un apotegma que tendremos que
internacionalizar. Nuestro porvenir se juega todos los días y en muchas partes.
Pero en Bolivia se juega decisivamente". Similar actitud tiene hacia el Perú y el
Pacto Andino.
Las preocupaciones geopolíticas argentinas estaban orientadas en cuatro
direcciones: contener el expansionismo brasileño, que según ellos involucra riesgo
seguro para Argentina: su antigua rivalidad fronteriza con Chile, principalmente en
la Patagonia: encabezar el proceso de desarrollo en la Cuenca del Plata, y
asegurar su presencia en el Atlántico Sur. Se sumaba a esto la frustración nacional
ocasionada en el pueblo argentino por la desaceleración y retroceso de su
desarrollo a partir de 1.930.
III.- LOS ESTADOS UNIDOS DEL BRASIL.
La geopolítica de este país sigue dos líneas maestras:
A.- Consolidar su espacio interior mediante su ocupación efectiva (población),
una red de comunicaciones (carreteras y ferrocarriles), y el desarrollo
industrial.
B.- Expandir ese territorio hacia el Oeste, Norte y Sur, de manera de llegar a ser
la primera potencia sub-continental y una de las potencias mundiales de
segundo orden. En esto consiste el "destino manifiesto" del Brasil,
propugnado uniformemente por sus estadistas y geopolíticos.
Gran parte de esa geopolítica (la tendencia expansionista). tiene su origen en
la política seguida exitosamente por los portugueses en esta parte del mundo
hace cinco siglos. Recordemos, a propósito, que mediante Bula de 4 de mayo
de 1.493, Alejandro VI trazó el límite entre las posesiones españolas y
portuguesas en el Nuevo Mundo, en un meridiano situado a cien leguas al
Oeste y Sur de las Islas Azores y del Cabo Verde. Con esa línea, Portugal
obtenía una estrecha faja en América del Sur. en la parte más oriental, donde
ahora se ubica la ciudad de Recite. Portugal nose conformó con esa Bula y a
raíz de sus exigencias se firmó el 7 de junio de 1.494 el Tratado de
Tordesillas, por el que la línea demarcatoria avanzó 270 leguas hacia d Oeste
y quedó fijada a 370 leguas al occidente de las Islas de Cabo Verde. H Papa
Julio .U aprobó el Tratado en 1.506. 'Por obra de Tordesillas - ha dicho un
autor - Portugal sentó sus reales en América del Sur. sin que ningún
portugués hubiera pisado, a la sazón, ni avistado siquiera, las tierras del
Nuevo Mundo".
Sin embargo de esto, Portugal no tenía acceso, con esa línea geodésica, a
ninguna de las tres grandes cuencas hidrográficas de la región: Amazonas,
del Plata y Orinoco. No conforme con esta graciosa concesión, las
"bandeiras", que eran incursiones pacíficas y violentas de sus colonizadores
portugueses, siguieron avanzando de hecho hacia el Oeste, a la caza de
esclavos indígenas y en busca de oro. Estas ocupaciones fueron reconocidas
por los Tratados de Utrecht (1.713) y de Madrid (1.750), de suerte que Portu
- gal, primero, y Brasil después, llegaron a colocarse a casi 800 leguas de la
primitiva demarcación.
Se dice que el autor del Tratado de 1.750 fue Alexandre de Gusmao,
consejero de la corona portuguesa en Lisboa que había nacido en Brasil.
Astuto, sagaz e inteligente, Gusmao es considerado el primer diplomático
brasileño, pues fue uno de los forjadores del expansionismo brasileño, mucho
antes de la independencia del Brasil.
Conseguida la independencia en 1.822, Brasil se erigió en imperio y continuó
su política expansionista principalmente bajo la égida de Pedro II, cuyo
prolongado gobierno aseguró desarrollo y prosperidad a su país. Proclamada
la república el 15 de noviembre de 1.889, los estadistas brasileños no
abandonaron sus designios imperialistas. Uno de éstos, José María da Silva
Paranhos. Barón de Río Branco, nacido en Río de Janeiro el 20 de abril de
1.845 y muerto en la misma ciudad el 9 de febrero de 1.912, concibió y
ejecutó en los primeros años del presente siglo una serie de conquistas
territoriales consumadas contra sus vecinos de manera pacífica unas veces, y
conflictiva otras. Siendo Canciller de su país. Río Branco suscribió en 1.904
con su colega ecuatoriano Tobar Donoso un curioso tratado por el que los dos
países se unían "en alianza defensiva para evitar toda agresión de parte de
Perú y oponerse a que el gobierno de aquel país ocupe militar y
administrativamente territorios a que aquellos países creen tener derecho y
que no fueron poseídos por Perú a la fecha de su separación de España". Lo
más grave de dicho Tratado, para Ecuador, fueque éste cedió a Brasil las
partes bajas del Caquetá y del Putumayu, perdiendo su contacto con el río
Amazonas.
Con motivo del conflicto provocado en el territorio boliviano del Acre por
filibusteros brasileños, el 18 de enero de 1.903 Río Branco comunicó al
gobierno boliviano que Brasil definía como su frontera el paralelo 10° 25’ y
ocupaba militarmente el Acre. Por el Tratado de Petrópolis de 17 de diciembre
de 1.903 Bolivia cedió al Brasil 190.000 kms.cuadrados. El 24 de abril de
1.907 suscribe el Tratado de Límites con Colombia, recorriendo la frontera
brasileña a la línea Tabatinga-Apaporis. El 8 de septiembre de 1.909 suscribe
otro Tratado de Límites con Perú, igualmente ventajoso para el Brasil.
Repasados, así, los orígenes y proyecciones del expansionismo brasileño,
será útil resumir el pensamiento de tres autores contemporáneos que perfilan
la política seguida por Brasil. Un capitán del ejército brasileño llamado Mario
Travaasos publicó en 1.935 un libro titulado "Proyección Continental de
“Brasil". Su autor, dice Miguel Ángel Scenna, "probó ser uno de los más
talentosos geopolíticos del continente y el texto constituye uno de los más
inteligentes estudios elaborados en ese campo en América".
A Travassos le preocupaba la supremacía económica y militar que en esos
años ejercía Argentina sobre Brasil, y en particular su influencia sobre los
vecinos, principalmente Bolivia. Con esa preocupación elaboró un plan
destinado a alcanzar la hegemonía ("proyección) continental de su país,
partiendo de su posición privilegiada", céntrica, equidistante de América del
Norte, Europa y África y con las costas más extensas sobre el Atlántico, mar
de civilización europea y de la cultura cristiana", a través del cual se realizó el
descubrimiento y la conquista de América. Para construir la hegemonía
brasileña había que neutralizar la influencia argentina con los países vecinos
y en la Cuenca del Plata, pues el Brasil debía dominar las tres cuencas
atlánticas (las del Orinoco, Amazonas y el Plata), ya que Travassos no
asignaba mayor importancia a la cuenca del Pacífico.
Como primera medida, había que desarrollar el eje este- oeste, y en esta
dirección el área neurálgica es el altiplano boliviano, donde el triángulo
Cochabamba - Sucre - Santa Cruz se erige en el "Heartland" del
Subcontinente. En dicho triángulo, Cochabamba juega una función primordial,
según Travassos. Consideraba, por otra parte, que el Amazonas es la salida
natural de la economía del oriente Andino, con la que esperaba influir sobre
Perú y Ecuador.
El Gral. Golbeiy Do'Couto e Silva fue un militar que ejerció numerosas y
elevadas funciones en el ejército y en el campo civil, habiendo realizado
importantes estudios sobre geopolítica del Brasil. Su pensamiento tuvo
grande influencia en los círculos gobernantes, donde además de fundones
castrenses desempeñó la jefatura del gabinete civil de los presidentes
Ernesto Geisel y Joao Baptista de Figueiredo. La editora de "Geopolítica do
Brasil dice, al presentarlo, que el libro "nació como una obra clásica”. De él
puede decirse, sin exageración, que constituye uno de los libros esenciales
del Brasil contemporáneo, tanto por lo que nos enseña en el plano de los
valores históricos, cuanto por lo que nos sugiere en el plano de los valores
políticos..
Al describir el territorio brasileño, Golbery habla de "un triángulo físicamente
compacto de tierras cuyo vértice apunta al sur, asentado sobre una vasta
altiplanicie que desciende insensiblemente por el noroeste hacia una no
menos inmensa planicie donde los ríos cuentan más que la tierra, que se
extiende al Oeste, en gran hemiciclo sobre una región anfibia"
Golbery destaca el triángulo Río-Sao Paulo-Belo Horizonte como la zona más
poblada y mejor servida por carreteras y ferrocarriles. Es el núcleo central del
Brasil -dice - y su verdadero corazón. Desde el punto de vista de la
circulación, recuerda que se ha dicho que el Brasil es un vasto archipiélago,
alusión a la pobreza de las comunicaciones internas. Partiendo del núcleo
central, d distingue tres grandes penínsulas en el Noreste, en el Sur y en el
Noreste, "ligadas apenas por precarios istmos de circulación”. Para integrar e!
territorio nacional (primera gran tarea), propone tres medidas.
1. Articular la base ecuménica vinculando el Noreste y el Sur con el núcleo
central.
2. Impulsar el avance hacia el Noreste de la onda colonizadora, a partir de
la plataforma central.
3. Inundar de civilización la parte amazónica cubriendo los nódulos
fronterizos, partiendo de una base avanzada constituida en el Centro
Oeste, en acción coordinada con la progresión Este-Oeste, siguiendo el
eje del gran río.
En cuanto a la posición geopolítica del territorio brasileño, si bien es cierto
que su posición astronómica es desventajosa -piensa el autor- puesto que el
90% de su área total se halla entre el Ecuador y los trópicos, tal desventaba
es compensada en parte por la altitud relativa de la altiplanicie y por la
influencia marítima que se hace sentir tierras adentro. Es cierto - agrega - que
en relación al litoral Atlántico, un porcentaje muy alto (40%) del territorio se
halla a distancias superiores a los mil kilómetros, y que no ocurre con ningún
otro continente: pero esto se compensa con el hecho de que el rio Amazonas
y su enorme red de tributarios permiten la navegación de buques de gran
tonelaje hasta más allá de las fronteras. De aquí concluye COUTO que su
país está bien equilibrado en el juego de las fuerzas y atracciones conti
- nentales y marítimas. Propugna, sin embargo, el taponamiento efectivo de
los caminos naturales de penetración que desde las fronteras conducen a la
Amazonia. Al Sur y Suroeste "se nos confronta el poder argentino
concentrado en un evidente núcleo central que, a grosso modo, abarca la
gran capital-tentáculo de Buenos aires y la provincia del mismo nombre...
Más o menos tributarios de la Argentina, oscilando entre la desconfianza, el
resentimiento y la admiración y ungidos por la dependencia económica
indiscutible. Paraguay y Bolivia, "prisioneros geopolíticos", mucho más el
primero que la segunda, valen mucho por su posición geográfica en el flanco
abierto y vulnerable del Brasil meridional y central..."
En otra parte observa Couto que por su extensión territorial, que abarca casi
todos los meridianos y paralelos de América del Sur, y por sus riquezas
naturales en potencia. ... el Brasil participa de todas las áreas geopolíticas del
Continente. Dos otras áreas geopolíticas terrestres resaltan -dice - en el
noroeste y al sur del continente. La primera formada por Perú, Ecuador,
Colombia y Venezuela... la .segunda Argentina, Chile, Uruguay.. y al centro
articulando esas dos áreas entre si y ligándolas a la zona central del núcleo
ecuménico brasileño, un área geopolítica de soldadura caracterizada por su
notorio carácter ambivalente amazónico-platense, que abarcaría, grosso
modo, Bolivia y Paraguay, más el estado de Matto Grosso y el territorio de
Guaporé ".
En 1965 publicó el Gral. Garios Meira Mattos su libro "Brasil, Geopolítica y
Destino", en el que apoya en líneas generales las teorías de Couto e Silva.
Con referencia al territorio de los Estados, distingue tres aspectos básicos:
su forma, su línea periférica o frontera y su posición geográfica. Respecto a la
posición geográfica, destaca cuatro variables:latitud, proximidad o alejamiento
del mar. situación relativa a :los países vecinos y altitud.
En cuanto al Brasil. Meira Mattos, opina que posee todos los atributos para
convertirse en una potencia mundial, puesto que..." en términos de geografía
tenemos un territorio de dimensiones continentales con un inmenso litoral
sobre el Atlántico Sur y una frontera de 15.700 kms. que colinda condiez
países sudamericanos. Nuestro Litoral frente al África Occidental es la mayor
extensión costera nacional (7.400 km.) en el ecúmene del Atlántico Sur..."
Subraya su importancia como "puente estratégico' 1 entre América y la masa
continental afro-euro-asiática, como un baluarte de occidente, y coincide en
esto con el papel de "satélite privilegiado" de Estados Unidos que, según
Couto e Silva, debe jugar el Brasil.
Esta tesis de "satélite privilegiado" parece haber sido atenuada en los
últimos tiempos por una política de "pragmatismo responsable",
prevaleciente en Itamaraty. según la cual Brasil debe seguir su línea
independiente, de acuerdo a sus posibilidades, para alcanzar sus objetivos
nacionales permanentes.
Esta política ha provocado desacuerdos con Estados Unidos en algunas
materias, como el uso y aprovechamiento de la energía nuclear y la
exportación de armamento. La política de "pragmatismo responsable" se basa
en las .siguientes líneas":
1. Mantenimiento de relaciones diplomáticas con todos los países, sin
distinción de regímenes ni de ideologías, consultando solamente los
intereses del Brasil.
2. Fortalecimiento del potencial económico y bélico del Brasil.
3. Aproximación a los países de África Occidental mediante la
intensificación del comercio y de los vínculos diplomáticos, teniendo en
cuenta razones geohistóricas y geopolíticas (control del Atlántico Sur).
En un libro más reciente (15), dice el mismo autor que "desde el punto de
vista geopolítico podemos clasificarnos como Nación satisfecha, sin
ambiciones territoriales, sin antagonismos económicos o comerciales, sin
sometimientos a agudas presiones ideológicas".
De la reseña histórica precedente se observa que la política exterior de Brasil
ha transitado por tres etapas: 1) La expansión colonial hacia el Oeste y Sur
de su territorio, a expensas de las posesiones coloniales hispanas que fueron
sistemáticamente reducidas, legando al Brasil independiente una extensa
masa geográfica: 2) La expansión de ese territorio durante el imperio y la
república, merced, principalmente, a la acción diplomática de estadistas como
el Barón de Río Branco; y 3) la política de "pragmatismo responsable"
aplicada durante los últimos treinta años. que ha llegado a disipar la vieja
rivalidad entre Brasil y Argentina reemplazándola por una cooperación en el
Cono Sur.
"Sólo a través de la integración del Cono Sur - dice Phiup Kelly - puede Brasil
salvar el confinamiento continental y desempeñar un papel geoestratégico en
los asuntos globales, pero en este caso no como actor nacional sino como
líder de una coalición regional más amplia, es decir, del Cono Sur".
Como observa este autor, se precia una línea continua desde el siglo pasado,
en la geopolítica y en las relaciones internacionales de Brasil, que ha
contribuido, sin duda, a su engrandecimiento; pero "pensar en Brasil como
una probable superpotencia o como un agente de gran potencia, es bastante
irreal. Por si mismo carece de recursos para alcanzar trascendencia
mundial... Su posición global es periférica para los competidores de América
del Norte o Eurasia: no es una nación continental que se extienda desde el
Atlántico hasta el Pacífico o el Caribe, y esta expansión probablemente no
ocurra.
IV.- CHILE.
El territorio de Chile tiene una superficie de 741.767 kms. cuadrados que se
extiende en el extremo Sudoeste de Sudamérica. de Norte a Sur, en una angosta
faja de 4.270kms.de longitud y solo 190 kms. de anchura media. Dos cordilleras
paralelas lo recorren longitudinalmente: la de los Andes y la de la Costa, cuya
elevación disminuye de Norte a Sur. Entre ambas existe una depresión que al
Norte ocupan los desiertos de Tamarugal y Atacama; más abajo una serie de
valles transversales y desde Santiago a Chiloé, un angosto valle longitudinal. Su
territorio registra una intensa actividad sísmica y a pesar de su longitud ofrece un
clima templado casi uniforme, debido principalmente a la corriente de Humboldt
Su población es homogénea, la mayor parte urbana distribuida con mayor
densidad en y alrededor del núcleo central que es la capital Santiago.
Pese a las condiciones adversas de la geografía chilena, en la que sólo apuntan
dos factores positivos (clima y población), el país ha logrado estructurarse a
expensas de sus vecinos principalmente Bolivia y Perú. Al disponer de una
extensa costa* desarrolló su marina mercante y de guerra al punto de que la
Guerra del Pacífico (1.879) la ganó principalmente desde el mar, por la
superioridad de sus fuerzas.
La geopolítica chilena se ha estructurado desde el siglo pasado en base a tres
columnas igualmente sólidas que aseguran su permanencia como Estado-Nación:
una clase dirigente, política y financiera, inteligente y capaz: unas fuerzas armadas
profesionales y una diplomacia eficiente y alerta que se extiende a la ocupación de
posiciones estratégicas en la alta burocracia internacional (ONU, OEA.. Banco
Mundial., FMI., BID., etc.). Estas tres fuerzas y la desorganización reinante en los
países vecinos permitieron a Chile consolidar su independencia y soberanía en el
siglo XIX. cuando su ejército derrotó a las fuerzas de la Confederación Perú-
Boliviana en YUNGAY en enero de 1.839.
Desde los albores de su independencia Chile buscó una serie de alianzas para
neutralizar y derrotar a sus adversarios: con la potencia hegemónica del siglo XIX
que era Inglaterra así como con Brasil y Colombia. Paradójicamente, la Argentina,
que mantiene con Chile una rivalidad tradicional contribuyó a la derrota de la
Confederación Peruano-Boliviana al aliarse con aquél porque, según explicaba el
dictador Juan Manuel Rosas, Santa Cruz daba refugio a los unitarios que
combatían contra él.
El nacionalismo chileno ha sido más fuerte que su americanismo. Se atribuye éste
a Bernardo O’ Higgins: pero las líneas maestras de la política exterior de Chile
arrancan del pensamiento portaliano que preconizó un fuerte gobierno nacional, la
unidad nacional y el desarrollo del comercio, así como el dominio del Pacífico Sur,
evitando la unión de Bolivia y Perú. Se ha hecho notar que tanto Portales como los
que siguieron sus ideas eran "geopolíticos instintivos". pues las ideas geopolíticas
comenzaron a discutirse en ese país alrededor de 1.940 con los trabajos de
Ramón Cañas Montalvo, Comandante del Ejército. Director del Instituto Geográfico
Militar y de la "Revista Geográfica de Chile: Térra Australis". En esta revista se
impugnaba los designios argentinos de primacía continental alentados por el
presidente Perón y se propugnaba el dominio del Pacífico Sur por parte de Chile,
así como el control del canal de Beagle y el Cabo de Hornos.
Pedro Jhl introdujo en 1.951 la tesis del mar chileno desde la línea fronteriza con
Perú hasta la isla de Pascua en el Oeste y por el Sur hasta la Antártida. En 1.977
se instituyó una "política oceánica ” y en 1.981 se fundó el instituto Chileno del
Océano Pacífico. En 1.968 salieron a luz dos libros cuyos autores eran profesores
dé la Academia de Guerra del Ejército: “Geopolítica", de Augusto Pinochet. y
"Leyes que se deducen del estudio de la expansión de los Estados", de Julio Von
Chrismar. Por razones conocidas, el .primero de dichos libros ha sido más
comentado dentro y fuera de Chile.
La enseñanza oficial de la Geopolítica estaba a cargo de la Academia de Guerra
del Ejército, que instruía y graduaba profesores civiles para la enseñanza de la
materia. Esta enseñanza es impartida desde 1981 por el Instituto Geopolítico de
Chile, a cargo de un director civil, en el que estudian civiles y militares, y del que
forman parte los directores de la Academia de Guerra, de la Academia Diplomática
y de otros Institutos similares, así como los rectores de las principales
universidades todos los cuales actúan como coordinadores en los ámbitos civil y
militar. En 1.975 se estableció la Academia Superior de Seguridad Nacional,
llamada después Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos.
Los objetivos centrales de la geopolítica chilena son: su dominio exclusivo y
excluyente del Pacífico Sur: acceso directo al Atlántico Sur conseguido a través del
estrecho de Magallanes; debilitamiento progresivo de sus tres vecinospara impedir
la recuperación de los territorios que usurpó por la fuerza en 1.879 y para anular
todo intento de recreación de la Confederación Peruano-Boliviana y de la -Alianza
entre Argentina y Bolivia.
Pese a los antecedentes históricos mencionados que son hechos consumados, el
Gral. Augusto Pinochet dice que todavía no se ha creado en Chile una Escuela
Geopolítica "Nacional " y sólo en los últimos años se ha iniciado el estudio de esta
cátedra en algunas universidades". Sin embargo, él mismo observa que son
numerosos los hombres públicos, civiles y militares que han tomado medidas de
carácter geopolítico "que han dado al país el rumbo y el objetivo que le
corresponde". Una Escuela Geopolítica chilena podría orientarse a, concluye:
A.- Desarrollar un gran poder marítimo.
B.- Crear conciencia de la montaña en la población.
C.- Impulsar el mayor poder económico industrial en América del Sur.
El poder marítimo y la "conciencia de la montaña" derivan de la naturaleza del
territorio chileno, que como dijimos tiene su fortaleza y su debilidad en su extensa
costa y en sus cadenas cordilleranas, que aprisionan y constriñen esa larga lengua
de tierra, gran parte de la cual es desértica, aunque rica en recursos minerales
usurpados a sus vecinos en 1.879.
Actualmente Chile ha superado la etapa de aislamiento internacional que sufrió
entre 1.973 y 1.989. Al haberse reinstalado el gobierno democrático en 1.990.
Chile ha trabajado exitosamente por su reinserción en el sistema internacional,
desplegando una política exterior realista y "congruente con los recursos y
posibilidades del país.. (y) orientada hacia el logro de objetivos permanentes,
legitimados por los grandes consensos nacionales".
Con este espíritu. Chile trata de acercarse a sus vecinos eliminando los focos de
conflicto que lo separan de éstos. Con Argentina suscribió el 2 de agosto de 1.991
la "Declaración Presidencial de Limites", por la cual se delimitó los 4300 kms. de
frontera común. Se hizo un reparto equilibrado y equitativo, en negociación directa,
de 25OO kms2. de territorio en disputa, sometiéndose al arbitraje de cinco
miembros latinoamericanos 532 kms.2 de la zona de Laguna del Desierto. En la
misma fecha suscribieron los dos países un acuerdo de complementación
económica, en el marco de ALADI, con el propósito de: a) facilitar, expandir y
diversificar el intercambio comercial: b) promover las inversiones recíprocas; c)
estimular la integración física; d) facilitar proyectos de interés común en industria,
infraestructura, energía, minería y turismo.
Con el Perú se ha formado una comisión bi-nacional que trabaja actualmente
(febrero de 1.993). en la solución de los aspectos pendientes del Tratado de 1.929,
que dispuso la construcción por Chile, en Arica, de un muelle de atraque así como
de almacenes para Perú.
Con Bolivia, Chile mantiene un intercambio comercial que le es ampliamente
favorable y se dispone a firmar acuerdos de "complementación económica"; pero
se niega a considerar el reclamo histórico de una salida propia y soberana para
Bolivia en el Océano pacifico.
V.- URUGUAY.
No obstante su reducida extensión territorial (176.215 kms.2) y su pequeña
población (3.100.000 habitantes). Uruguay ofrece los siguientes factores positivos
para su desarrollo y para su inserción en el CONO SUR:
A.- Su ubicación entre los dos países mayores de América del Sur.
B.- Un territorio casi totalmente llano, cuyas mayores elevaciones no sobrepasan
los 500 mts. s.n.m. al Norte, apto para la ganadería y la agricultura que son
sus principales actividades, con tierras muy fértiles, ricas en potasio.
100 - 146
C.- Una dilatada costa (en proporción a su territorio) sobre el Atlántico y el río de
La Plata.
D.- Una población homogénea sin analfabetos, asentada principalmente en las
ciudades (85% es urbana) y con reducido Índice de crecimiento (1% al año).
E- Un clima templado, con abundantes lluvias durante todo el año. que
favorecen a sus praderas naturales.
F.- Una extensa hidrografía, con 1.100 kms. de ríos navegables entre los cuales
están dos de los más importantes de Sud América: los ríos Uruguay y de La
Plata.
G.- Definir la vocación marítima uruguaya.
Apoyar y fortalecer un La suma de estos factores positivos determinó que
Uruguay tuviese una sólida economía y el mayor desarrollo económico, social
y político de América Latina durante el siglo XIX y la primera mitad del
presente siglo, a punto de que por la estabilidad de sus instituciones y el
avance de su cultura se le llamaba la "Suiza americana". Por ello mismo se
constituyó en un centro geopolítico importante, pues, como lo anota Quagliotti
de Bellis, "resulta obvio señalar la relevancia ciertamente vital que tiene, más
para Argentina, aunque también para Brasil, la necesidad de contar con un
Uruguay seguro de sí mismo, sólido en el campo socioeconómico, claros sus
singulares perfiles culturales y políticos"
Estas favorables condiciones naturales y sociales de Uruguay han atraído las
ambiciones extranjeras, sobre las cuales uno de sus gobernantes prevenía a
sus compatriotas subrayando que, es nuestro país tan rico, está tan
estratégicamente colocado sobre el flanco Atlántico, habitado además por
una raza viril y unánimemente caucásica que siempre tendremos que estar
en guardia contra el peligro de pretensiones imperialistas”.
El mismo autor citado en el penúltimo párrafo resume así las grandes líneas
de la geopolítica uruguaya:
Importante polo de desarrollo en favor de la descentralización industrial
(se refiere a desarrollar el interior del territorio, pues casi toda la actividad
industrial se concentra ahora en el área metropolitana de Montevideo).
Fijar la presencia efectiva de Uruguay en el Atlántico Sur
Aprovechar y acentuar su estratégica posición en (a Cuenca del Plata y en
el sector Atlántico del Cono Sur americano.
VI.- EL MERCADO COMÚN DEL CONO SUR.
Las conversaciones para constituir este mercado comenzaron en 1985, cuando los
ex-presidentes Raúl Alfonsín (Argentina) y José Sarney (Brasil) acordaron iniciar
un proceso bilateral de integración, atenuando siglos de rivalidad luso platense.
Más adelante fueron invitados a participar de las negociaciones Uruguay y
Paraguay. En agosto de 1990 se iniciaron formalmente las conversaciones sobre
MERCOSUR y el 26 de marzo de 1991 se suscribió el Tratado de Asunción que
dispone desgravaciones arancelarias progresivas entre las cuatro partes, que
habrán de culminar el 1 de enero de 1995 con un arancel cero para toda el área.
El Tratado de Asunción propone en síntesis:
Una libre circulación de bienes (productos), servicios financieros, turismo,
derecho de propiedad intelectual. etc.). y factores productivos (circulación de
la mano de obra y de tos capitales de los cuatro países).
El establecímiento de un arancel extemo común, con lo cual un producto
pagará siempre lo mismo, entre por donde entre, a cualquier de los cuatro
países.
La adopción de una política comercial común con relación a terceros Estados
o agrupaciones de estados, o sea que las medidas serán coordinadas hasta
unificarse en relación a países no integrantes del MERCOSUR.
La coordinación de posiciones en foros económicos y comerciales, regionales
e internacionales, como la ronda Uruguay del GATT.
La coordinación de políticas de comercio exterior, agrícola, industrial, fiscal,
monetaria, cambiaria y de capitales, de servicios, aduanera, de transporte y
comunicaciones y otras que sean acordadas. El compromiso de los cuatro
países de armonizar legislaciones en áreas pertinentes para lograr el
fortalecimiento del proceso de integración.
VII.- OTROS PROYECTOS.
En la XVU Reunión de Ministros de Transportes y Obras Publicas de los países del
Cono Sur, celebrada en Asunción en septiembre de 1.990. se aprobó el "Proyecto
Libertadores" para la integración ferroviaria entre Argentina, Bolivia, Brasil, Chile,
Paraguay. Perú y Uruguay, a través de una red de 16.000 kms.. con cuatro rutas o
corredores de este a oeste y norte a sur. El programa fue elaborado con la
cooperación de los Ferrocarriles españoles (RENFE), la Asociación
Latinoamericana de Ferrocarriles (ALAF), la Comisión Económica para América
Latina (CEPAL) y el Instituto para la integración Ferroviaria de América Latina
(INFAL), y se propone habilitar el corredor transcontinental central (San Pablo - La
Paz - Arica); el de los Libertadores (Buenos aires - Villazón - La Paz - Guaqui -
Puno -Arequipa - Matarani);el del Atlántico (San Pablo - Asunción - Montevideo); y
el transandino central (Valparaíso - Santiago - Mendoza -Córdoba-Buenos Aires).
Siguiendo un modelo aplicado en la CEE.los cuatro países del MERCOSUR
discutieron en Brasilia, en octubre de 1.990, procedimientos para dar fluidez al
transporte fronterizo, desregulándolo mediante la eliminación de controles
innecesarios, o su realización por maestreo. Con el mismo espíritu se reunieron en
Foz de Iguazú, en noviembre de 1.990, los Ministros de Agricultura de Argentina,
Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay, para discutir un programa de integración
agropecuaria en el Cono Sur que facilite el comercio intraregional en esta materia.
TERCERA PARTE
CAPITULO I
GEOPOLÍTICA LATINOAMERICANA
5 Las diferencias entre las rebeliones de Tupac Amaru y Tupac Catarí, lo hemos
indicado en “Tupac Catarí y los Kataristas” PRESENCIA. 14 de marzo de 1993.
6 José Eustaquio Méndez. Carta al gobernador de Tarija, en PRESENCIA, 19 de Agosto
de 19874.
105 - 146
latinoamericana fuera inevitable. El feudalismo como modo de producción no
unifica: al contrario, estando basado en feudos de producción para el
autoconsumo, su característica principal es el aislamiento.
En ese sentido, la desarticulación latinoamericana era un fenómeno inevitable al
sobrevenir la independencia: es más, las colonias españolas jamás han estado
unidas como para constituirse en una sola república: si algo de comunicación
tenían era el de ser colonia española y nada más. No habiendo un sistema
económico que unificara las diversas regiones coloniales en una sola unidad
política, no se podía esperar que, una vez libres, permanecieran unidas. El
capitalismo, que unifica las regiones en torno a un mercado, creando las bases de
la unidad nacional, no estaba desarrollada todavía en la época en que se logró la
independencia de la mayoría de las colonias españolas de América.
IV.-PLANTEAMIENTO UNITARIO DE BOLÍVAR.
Al iniciar la guerra de la independencia, Simón Bolívar, estaba consciente de las
dificultades que España había creado en América, estaba consciente de “las
trabas entre provincias y provincias americanas, para que no se traten, entiendan,
ni negocien”7. Este conocimiento de la realidad colonial, fue la que hizo que Bolívar
fuera prudente en su planeamiento unitario respecto a América latina; como
político realista que era, no planteo la unidad latinoamericana al margen de la
realidad de entonces, por eso escribe: “yo deseo más que otro alguno, ver formar
en América la más grande nación del mundo, menos por su extensión y riquezas
que por su libertad y gloria, aunque aspiro a la perfección del gobierno de mi
patria, no puedo persuadirme que el nuevo mundo sea por el momento regido por
una gran república”8.
Las ideas de Bolívar son más claras aun cuando escribe que “es una idea
grandiosa pretender tomar de todo es Nuevo Mundo una sola nación con un solo
vinculo que ligue sus partes entre sí y con el todo. Ya que tiene un origen, una
lengua, unas costumbres y una religión, debería, por consiguientes, tener un solo
gobierno que confederase los diferentes estados que hayan de formarse: mas no
es posible, porque climas remotos, situaciones diversas, intereses opuestos,
caracteres desemejantes dividen a la América”9.
Como se podrá notar, Bolívar desea la unidad latinoamericana, pero se da cuenta
que “no es posible”; Bolívar no era partidario de la unidad a ultranza como
tendenciosamente algunos pretenden hacerlos aparecer, sin embargo, como
hombre íntegro que era, lucho para que esa unidad fuera posible, a pesar de las
dificultades existentes; pero, en ese intento grandioso, Bolívar fue víctima de las
oligarquías locales que mezquinamente se le opusieron valiéndose, inclusive, de
los antiguos compañeros de armas del Libertador, como fue el caso de Venezuela
y Ecuador que a la aveza de José Antonio Páez y Juan José Flores,
respectivamente, deshicieron la Gran Colombia formada por las actuales
repúblicas de Colombia, Venezuela, Ecuador y Panamá.
GEOPOLÍTICA BOLIVIANA
CAPITULO IV
36 Cfr. Agustín Barcelli. Medio siglo de luchas sindicales, en Bolivia. pag. 246 y siguientes.
exigencias de la vida moderna nacional, estatal, unitaria” 37, afirma Roberto Al
varado.
A. La Guerra del Pacífico.
La Guerra del Pacifico que Chile desencadenó en contra de Solivia y Perú,
fue consecuencia de la crisis económica mundial que ocasionó la guerra
franco-prusiana de 1870-1871, en todo el sistema capitalista y cuyo punto
culminante más alto se sintió en el mundo hacia 1.874. Las primeras
manifestaciones de esta crisis económica mundial, se hicieron sentir en Chile
hacia 1.874, alcanzando su punto culminante en 1.878” 38, de tal forma que la
crisis cíclica del sistema capitalista, sacudió desde sus cimientos la estructura
económica y social de Chile, la catástrofe general, estaba a la vista. Para
remediar esta situación, el gobierno chileno, sacando fuerzas de la crisis,
inició la última fase de su larga preparación de la conquista del Litoral, de tal
forma que la crisis "encontró un terreno inesperado con la Guerra del Pacifico
a principios de 1879. Y decimos que encontró un término inesperado -dice el
historiador chileno Daniel Martner-, porque ésta puso al país en posesión
inmediata de inmensos recursos”39 que, según el historiador chileno Hernán
Ramírez Necochea. “fue una vigorosa inyección intencionadamente buscada,
que permitió salvar la grave crisis que le venía afectando -a la economía
chilena- y que había alcanzado su punto culminante en 1.878” 40.
Por otra parte, la crisis económica mundial, también se inició en Bolivia hacia
1.874 y alcanzó su punto culminante en 1.878. Además, esta crisis
económica, fue acompañada de una intensa crisis agrícola que se produjo
ese mismo año, como consecuencia de una grave sequía que afectó a los
ingresos del fisco, de tal forma que el Congreso Nacional vio como una salida
a la crisis, la aplicación del impuesto de 10 centavo a cada quintal de salitre
que se exportaba por el puerto de Antofagasta. Ante cata medida, la
“Compañía de Salitres y Ferrocarriles de Antofagasta”, integrado por
empresarios chilenos, recurrió al gobierno chileno, pidiendo protección; es
decir, pidiendo protección para desacatar las disposiciones tributarias que el
gobierno boliviano había adoptado en su propia jurisdicción territorial, en
ejercicio legítimo de su soberanía e independencia nacional. Desde este
punto de vista, la empresa chilena estaba cuestionando la soberanía
boliviana sobre el Litoral y por eso te secundó el gobierno de Chile.
El gobierno chileno, por fin había encontrado un pretexto formal para
provocar al gobierno boliviano y desencadenar la guerra de conquista
mediante el cual se apoderaría del Litoral boliviano y para el cual se había
preparado cuidadosamente, por lo menos desde 1867. Con este fin de
provocar la guerra en una situación histórica que le era favorable, el gobierno
chileno no tuvo reparo alguno en entrometerse en los asuntos internos de
Bolivia como era el cobro de impuestos en el departamento del Litoral: pero,
lo hizo a sabiendas que iba a ser rechazado y que, mediante esa
CAPITULO V