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UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE SANTIAGO

(UTESA)

INTEGRANTES: Fernando González Aquino. 2-17-5699.


Lisbeth Confesor González. 1-22-3777.

MATERIA: Historia Social Dominicana.

MAESTRO: Romulo Justiniano.


TRABAJO DE: La Anexión, la Restauración e intervención
norteamericana.
La anexión
El 18 de marzo de 1861, fue arriada en toda la República la bandera tricolor
símbolo del pueblo dominicano, en su lugar fue enarbolada la española.
Volvía la nación a ser tutelada por el trono peninsular, esta vez dirigido por
Doña Isabel II. La soberanía era entregada voluntariamente, sin
derramamiento de sangre, por el Presidente de la República, General Pedro
Santana Familia, quien fue honrado por la Corona de España con pomposos
títulos, como el de Gobernador Civil, Capitán General de la Colonia, Senador
del reino, Teniente General de Los Reales Ejércitos y Marqués de las
Carreras. Santana había nacido en el Poblado de Hincha en el año de 1801,
poseía un hato en la ciudad del Seibo llamado Hacienda el Prado, se había
destacado como General y Patriota durante la guerra en contra de Haití y,
era considerado como héroe nacional, por haber derrotado al ejército
haitiano en las Batallas de Azua y las Carreras. A la sazón ejercía la
presidencia de la República por tercera vez. A sus 60 años el Hatero del
Seibo carecía de la energía mostrada en el pasado. Tratando de perpetrarse
en el poder, envió a Felipe Alfau en calidad de ministro en misión especial a
España, con el fin de gestionar la anexión a la madre patria. Argumentó
querer librar al país de la amenaza haitiana, así como de las incontables
escaramuzas políticas que diezmaban su población. Los dominicanos en su
gran mayoría estaban en contra de la Anexión. Sin embargo, Santana
presentó la solicitud al Gobierno de España simulando que todo el pueblo
simpatizaba con esa medida. Las gestiones llevadas a cabo ante la corona,
encontraron terreno fértil, pero no contaban con el apoyo del pueblo, el cual
no había sido consultado. Por lo que prontamente se iniciaron las protestas
en todo el territorio dominicano.
La fecha de la anexión estaba siendo planificada desde 27 de abril de 1860,
cuando santana le solicita la anexión a España, Santana se le acerco a la
reina de ese entonces y dejo al descubierto con su intención era la anexión
a dicho país, ya que según santana la República Dominicana nunca debió
separarse de España. El gobierno dominicano estaba pasando por una
situación difícil en ese momento, ya que, las amenazas habían crecidos
considerablemente los últimos meses. Se proclamó solemnemente la
anexión en la plaza de la catedral, el 18 de marzo de 1861.
Causas de la anexión
Anexión a España 1861- 1865. La política represiva y las luchas internas de
los gobiernos de Pedro Santana conducen a mantener el país en un estado
de constantes inestabilidades en el orden político y económico. Estas
dificultades van a concluir con la búsqueda de la anexión por parte del
gobierno de Santana. Ya los dominicanos tenían un precedente de
protección con el cónsul francés, Saint-Denis quien llevaría a cabo el plan
de Levasseur, poniendo en garantía la península de Samaná. La Anexión
sería otra de las decisiones que se toman en los gobiernos de la época
cuando se encuentran con problemas de tipo económico sin profundizar
mucho en las consecuencias a corto y largo plazo. La búsqueda de ayuda
para solucionar los problemas económicos que se venían sucediendo desde
la formación de la república enrumba a la nación en una dependencia
política-económica.
En esta oportunidad Santana decidió buscar ayuda a Francia, España, y
USA ya que grupos poderosos económicamente de la nación así lo exigían,
además de que muchas potencias de la época deseaban obtener
protectorado para favorecer situaciones políticas o gobernantes de turnos.
Pedro Santana vio con buenos ojos que España sería el mejor proveedor de
nuestras deficiencias y que además sus costumbres serian bien aceptada
por los dominicanos. Se designó a Felipe Alfau en la misión diplomática que
conversaría con la Reina Isabel II sobre el protectorado de tipo económico
y político que necesitaba la nación. La anexión se llevó a cabo sobre unas
bases muy específicas tales como:

El no establecimiento de la esclavitud.
Considerar a la República Dominicana como una Provincia española.
Utilizar el mayor número de dominicanos en el servicio a la patria.
Reconocimiento a todos los actos de la República desde 1844- 1861.
Amortizar la moneda dominicana.
Sin embargo, el descontento de los dominicanos y los cambios que
realizaron con los acápites de las bases anexionistas provoca los conatos
de protesta en cada rincón del territorio. San Francisco y Moca son los
primeros pueblos en levantarse en contra de este hecho que lesionó la
nacionalidad de los dominicanos a partir del 18 de marzo de 1861. Lo
acordado en las bases de la anexión se manipulo de forma contraria
veamos:

Control del tabaco por la metrópolis.


Se realizaron cambios de papeletas por moneda de cobre.
Aranceles de importación a favor de mercancías españolas.
No amortización del papel moneda.
Imposición de servicio de bagajes y alojamiento de tropas
Cierre de las logias Masónicas.
Obligatoriedad del Matrimonio religioso.
Creación de una burocracia española con altos sueldos.
Fijación de impuestos muy elevados a la mercancía y barcos no
españoles.
Bases de negociación
Otro elemento muy importante en las negociaciones es que se desarrollaron
de forma secreta. Pedro Santana hablaba continuamente en nombre de su
pueblo, pero, al mismo tiempo, el pueblo era ajeno a la existencia de las
negociaciones.
El pueblo dominicano era consciente y participaba en el debate entre los
anexionistas y no anexionistas, pero sin saber que las negociaciones para
la anexión se estaban produciendo.

La anexión se basó principalmente en las siguientes premisas:


El no establecimiento de la esclavitud.
Libertad de Religión
Libertad de comercio
Derecho a portar armas
Derecho a voto del presupuesto
Libertad de expresión
Considerar a la República Dominicana como una Provincia española.
Utilizar el mayor número de dominicanos en el servicio a la patria.
Reconocimiento a todos los actos de la República desde 1844 hasta
1861.
Amortizar la moneda dominicana

Estos motivos, las negociaciones continuaron a petición del comandante en


jefe cubano don Francisco Serrano, quien recibió órdenes del gobierno
español de concluir las negociaciones y proceder a la anexión, con la
condición de que pareciera un acto espontáneo de todo el pueblo
dominicano, porque España no quería crear sospechas frente a otras
potencias de que se inspiraba en motivos de conquista. Como era de
esperar, esa no era una condición difícil para un gobierno como el de
Santana, acostumbrado a comandar la República Dominicana por completo.
Inmediatamente, Santana informó personalmente en secreto, A cada uno de
los comandantes locales de armamento que confían en que se están
realizando negociaciones para que en caso de volver a fusionarse estén
listos para apoyarlo y contar con el apoyo de los vecinos de sus respectivos
campos. Así, entre diciembre de 1860 y marzo de 1861, gran parte de las
actividades del gobierno estuvieron encaminadas a asegurar el éxito de los
cambios políticos preparados con el apoyo de la mayoría de los
dominicanos.
En 1853, Santana es de nuevo proclamado presidente. Ahora busca el
reconocimiento y protección de España. Al año siguiente, el presidente
estadounidense Franklin Pierce envía a Santo Domingo un delegado para
negociar un “Tratado de amistad, comercio y navegación” que no llegó a
materializarse.
El gobierno español, temeroso de la entrada de Estados Unidos en la
geopolítica antillana, se apresura a firmar un acuerdo similar. Mas Santana,
conociendo las intenciones norteamericanas, torna su mirada hacia Estados
Unidos en busca de un acuerdo de protección. En 1855, de nuevo
Soulouque se siente amenazado por la probable presencia de estas
potencias esclavista en la isla y lanza una invasión que fue derrotada en dos
sangrientas batallas por las tropas del general Santana.
Luego de una serie de conflictos y luchas internas, Santana regresa al poder
en 1858. A principios del año siguiente envía un delegado a negociar con
España un protectorado. En abril decide solicitar la reincorporación del país
a España en calidad de provincia, al igual que Cuba y Puerto Rico. A
sabiendas del interés norteamericano en la bahía de Samaná para
establecer una base naval, el gobierno español concreta la negociación y en
marzo de 1861 se proclama la Anexión a España. Sin embargo, el
sentimiento nacionalista que había cundido en la masa del pueblo
dominicano provocó serios conflictos con la fuerza de ocupación española y
en poco tiempo surgen una serie de rebeliones en la región del Cibao. El
llamado Grito de Capotillo (agosto, 1863) dio inicio a la Guerra de
Restauración, guerra que luego de unos 107 combates, miles de muertos y
la devastación del país, logró expulsar las tropas españolas en el verano de
1865. No hay duda que el triunfo dominicano sobre España fue, en gra
medida, el acicate para que tres años después se diera el Grito de Yara en
Cuba y el Grito de Lares en Puerto Rico.
Reacciones conspirativas y resistencia
En el país se produjeron movimientos de resistencia desde que se inició la
Anexión de la República a España, el 18 de marzo de 1861. El 2 de mayo
de 1861, José Contreras con un grupo de ciudadanos de Moca, tomó el
cuartel militar de la comunidad, pero luego fueron detenidos y fusilados por
las fuerzas militares del Gobierno anexionista. El 4 de julio de 1861, fueron
fusilados en El Cercado, Francisco del Rosario Sánchez, Juan Erazo,
Benigno del Castillo, Francisco (Cefiro) Martínez, José Antonio Figueroa,
Juan Dragón, León García, Segundo Alcántara, José Corporán, Pedro
Zorrilla, José de Jesús Paredes y Juan Gregorio Rincón.
También fueron condenados a muerte con el prócer Francisco del Rosario
Sánchez, Rudecindo de León, Manuel Baldemora, Epifanio Jiménez,
Romualdo (Tani) Montero, Domingo Piñeyro y Félix Mota.
Francisco del Rosario Sánchez había entrado al país por el valle de San
Juan de la Maguana en junio de 1861 para luchar contra la anexión de la
República a España. El general José María Cabral, quien formaba parte del
plan de Sánchez, logró huir y se refugió en Haití.
El grupo había sido condenado por un tribunal militar el día 3 de julio. La
sentencia fue ejecutada el día 4 de julio de 1861, cuando Sánchez y sus
compañeros fueron fusilados en El Cercado.
Desde que se enteró de los planes del Presidente Pedro Santana para
anexar el país a España, Francisco del Rosario Sánchez inició un
movimiento con el propósito de impedirlo. Luego dejó su exilio en Saint
Thomas y llegó a Haití, para desde allí entrar al territorio nacional.
El 20 de enero de 1861, el prócer dirigió una proclama al pueblo dominicano,
en la que denunció los planes anexionistas del Presidente Pedro Santana.
Con los actos de represión el Gobierno de la Anexión no logró acabar con
el movimiento que culminó con el grito de Capotillo, con el que se proclamó
la Restauración de la República, el 16 de agosto de 1863.
El 10 de julio de 1865 se inició la salida de los remanentes militares
españoles que permanecían en el país, con lo que terminó la Guerra de la
Restauración que había comenzado el 16 de agosto de 1863.
El fracaso de la anexión, causa del fracaso.
El fracaso se debía a la traición del General Santana que había decidido una
anexión contraria a los deseos de su pueblo.
La sublevación vino como resultado del despojo a que fueron sometidos lo
dominicanos, que perdieron sus destinos en la administración. Eclesiásticos
tras la anexión; Rivero también procede a descartar esta hipótesis.
A un rechazo violento de un sistema fiscal extraño a sus costumbres. Ni los
impuestos (por ejemplo, en el tabaco) ni las tasas (llamadas patentes) se
vieron alterados.
el fracaso se dio por el trato dado a los dominicanos tras la anexión, en
relación con la alteración de sus usos, costumbres, además de que se “les
trató con altanería”. Rivero vuelve a hacer referencia a su experiencia en el
territorio dominicano y afirma con contundencia:

“Señores, allí no se ha alterado nada; se ha respetado todo; se les ha tratado


por mi parte paternalmente; por parte de los demás, siguiendo mis consejos,
los jefes, los oficiales y todo el mundo se mezclaba con ellos; los soldados
iban a sus bohíos, comían, bebían y estaban con ellos, no habiendo ni un
motivo de queja “.
La restauración
La Guerra de la Restauración fue una guerra llevada a cabo en Santo
Domingo desde 1863 hasta 1865 entre los dominicanos y España, que el
conservadurismo dominicano había invitado de nuevo a tomar posesión del
país 17 años después de la Guerra de Independencia contra la República
Haitiana y 42 años después de que los habitantes de la parte oriental se
declararan independientes de España. El conflicto terminó con la victoria
dominicana y la retirada de las fuerzas españolas del país. Tras dos años
del dominio español, las medidas administrativas no mejoraron la situación
económica y hubo una segregación tal que los mejores puestos de trabajos
públicos eran para los españoles, a esto se une el trato despectivo por parte
de las autoridades españolas a los dominicanos.
La devolución de la moneda pese a administración española hacía más
pobre al país, y se une a esto los impuestos que tenían que pagar los criollos
por concepto de importación hacia la mercancía española, hecho que
provocaba pérdidas monetarias para muchos comerciantes locales. Un líder
dominicano de nombre, Santiago Rodríguez, se aprovechó del descontento
que reinaba en la población y planificó una conspiración que fracasó por
falta de preparación dominicana. El 16 de agosto de 1863 un nuevo grupo
de líderes iniciaron una ofensiva plantando una bandera que implicaba el
inicio de la guerra liberadora, lucha a la que se unieron todos los campesinos
de la región. Tras intentos fallidos por parte de los españoles de recuperar
el control, ya en 1865 con las tropas españolas dominando solo Santo
Domingo el gobernador, José de la Gándara, solicitó a la reina española
permiso para negociar la derrota, autorización que le fue concedida
causando que las tropas extranjeras abandonaran el país caribeño.
Ya para el 10 de julio de 1865 las tropas dominicanas ingresaron triunfantes
a la ciudad capital terminando con ello la guerra de la Restauración de
República Dominicana y logrando su emancipación.
Causas que condujeron a la guerra de restauración.
Temor a la implantación del monopolio de parte de los cosecheros y
comerciantes cibaeños.
La rebelión contra la Anexión, la que se convirtió en el principal baluarte
durante los años 1863-1865.
La vuelta de la República Dominicana a la dominación española.
primeras acciones insurrecciónales y conspirativas y sus líderes.
El Grito de Capotillo. La Toma de Santiago.
La Batalla de la Canela. Voluntarios de Santo Domingo. Derrota en
Montecristi
Sus líderes: Gregorio Luperón, Ignacio Reyes y Gregorio de Lora y por los
coroneles Pedro Antonio Pimentel, Benito Monción y José Antonio Salcedo.
Inicios de la guerra. Se llevó a cabo desde el 1863 hasta 1865.

Liderazgo iniciador
Finalmente, el 16 de agosto de 1863 grupo de 14 dominicanos encabezados
por Santiago Rodríguez cruzar la frontera en el cerro de capotillo enarboló
la bandera dominicana en señal de qué la guerra por la independencia y la
restauración de la República comenzaba.
Gobiernos restauradores
Al otro día de la salida de los españoles de Santiago los revolucionarios se
reunieron en una casa cercana al fuerte San Luis que el fuego había
respetado y allí decidieron construir un gobierno provisional restaurador
eligiendo como presidente al generar José Antonio Salcedo.
Gobierno provisional de Gaspar Polanco octubre 1964,965 Polanco sólo
estuvo en el poder menos de tres meses siendo analfabeto ignorante su
gobierno en una tiranía desde el principio haciendo asesinar al expresidente
a todos aquellos que él creía que no eran amigos suyos.
Benigno Filomeno de Rojas presidente provisional generales junto con los
líderes organizaron una junta provisional gobernador gobernativa tocaron a
benigno Filomeno Rojas y en la vicepresidencia a Gregorio Luperón.

Carácter de la guerra
La guerra de la restauración que comenzó haciendo una rebelión de
campesinos muy pronto se convirtió en una guerra de razas por el temor de
los dominicanos de color que era la mayoría hacer convertidos nuevamente
en esclavos y de ahí pasó a ser una verdadera guerra popular todas las
energías de la independencia y la restauración de la soberanía.
Causa de la derrota militar a España
En ninguna de las
operaciones que los
españoles planear
para penetrar la
región del Cibao,
tuvieron éxito pues las
guerrillas dominicanas
se posicionaron de
todos los pasos de las
cordilleras centrales
español y alejándose
peligrosamente de
centros de
abastecimientos. Además tan pronto comenzó la guerra los soldados
españoles empezaron a enfermarse y morían en unas proporciones
desconocidas las diarreas por las aguas infectadas además del rampa no
les fue restando a los españoles alrededor de 1500 soldados mensualmente
que tan pronto caían enfermos tenían que ser enviado a los hospitales de
Puerto Rico y Cuba para que no murieran en Santo Domingo y aunque hubo
unos cientos siete combates durante todo el tiempo que duró la guerra la
mayor parte de las bajas que sufrieron los españoles fueron a causa de las
enfermedades llegando un momento en que los capitanes generales de
Cuba y Puerto Rico se vieron casi sin hombres para reponer en Santo
Domingo frente a estas calamidades los gobernadores españoles no podían
hacer nada el primero que se dio cuenta de la imposibilidad de ganar la
guerra de Santana Felipe Rivero quien desde el principio hizo ver al gobierno
español la inutilidad de la lucha
Segunda Republica

La Segunda República dominicana empezó con la restauración del país en


1865 y culminó con la intervención estadounidense en 1916.1

En el período de la Segunda República sigue la pugna política, ahora entre


el último gobierno restaurado por el general Antonio Pimentel, quien se
negaba a gobernar desde Santo Domingo, como lo mandaba el Congreso,
y el general José María Cabral quien tuvo que comandar desde Santo
Domingo, respondiendo a la no diputación de Pimentel. Cabral logró
quedarse con el poder y remodeló la Constitución.

En el gobierno de Cabral, los partidos de colores se hicieron dueños del


escenario político siendo estos: Rojo y Azul, siendo el Rojo al mando de
Buenaventura Báez, y el partido más poderoso quien gobernó por seis años.

Luego durante los años siguientes hubo una sucesión de gobiernos hasta
1889, cuando comienza la dictadura de Ulises Heureaux, Lilís, que duró
hasta 1899.
Liderazgos emergentes 1865
La segunda República de la República Dominicana está representada en
sociales empezó con la restauración del país en 1865 y culminó en la
intervención estadounidense en 1916.

En el periodo de la segunda República sigue la pugna política, ahora entre


el último gobierno restaurador por Antonio Pimentel quien se negaba a
gobernar desde Santo Domingo como lo mandaba el congreso y José María
Cabral quien tuvo que comandar desde Santo Domingo respondiendo a la
no disputa Sion de Pimentel Cabral logró quedar tal con el poder remodeló
la Constitución.

El gobierno de Cabral los partidos de colores se hicieron dueños del


escenario político siendo estos rojo y azul siendo el rojo al mando de
Buenaventura Báez y el partido más poderoso quién gobernó para seis años
luego durante los siguientes hubo una sucesión de gobiernos hasta 1887
cuándo comienza la dictadura de Lilis que duró hasta 1889.
Cambios económicos, relación de los empréstitos o
deuda externa en el periodo y su impacto
La guerra restauradora significó la ruina total de nuestra economía. Se
produjo un estado de miseria general.
En el Cibao fue la única donde se mantuvo la producción el tabaco fue uno
de los pocos productos que continuaron exportándose.
La guerra construyó económica de los sectores hateros y cortadores de
madera.
En esta segunda república los empréstitos estuvieron a la orden del día. Los
antecedentes del empréstito Harmont se remontan al 1865, cuando siendo
presidente el general Cabral se forma una llamada Junta de Prestamos (la
burguesía más un grupo de extranjeros acaudalados) quienes cedían dinero
al módico 3%. En su periodo de gobierno le fue prestado 200 mil dólares
para el pago de problemas financieros ordinarios.
Para cualquier gobierno mantenerse en el poder, era necesario poseer
divisas y fondos especializados para las aventuras de guerras civil y
guerrillas.
En 1867, el Congreso autorizo el préstamo por valor de 400 mil libras
esterlinas, el 27 de mayo de ese mismo año se solicitó otro por 200 mil vía
los comerciantes judíos, otro préstamo se pidió en fecha 18 de abril de 1868
de 2 millones de pesos. En ocasiones los fondos lo facilitaban las propias
casas de empréstitos, y cuando las sumas eran muy elevadas buscaban el
financiamiento por intermedio de sus casas matrices en Europa, ganándose
las comisiones por intermedio.
Para 1868 Báez procurándose quedar en la presidencia por el mayor tiempo
posible promulgo mediante decreto la deuda pública con la compañía
Jesurum y Zoom la suma total de 37, 145.80 de peso de esa época. Un año
más tarde firmo el empréstito por 420,000 libras esterlina con la Casa
Harmont & Cía.
Para el 20 de junio de 1870 y por incumplimientos de la citada Casa, el
congreso disolvió el contrato.
En el contrato Báez se comprometió a una primera hipoteca de todo el
Estado Dominicano, control de todas las recaudaciones de las aduanas, una
garantía de las minerías de carbón de Samaná, sus bosques y los derechos
de exportación de guano de la isla de Velo Alto. (La segunda República y
los Fraudes de la Compañía Harmont).
Para el año 1870, las búsquedas de empréstitos seguían por parte de Báez,
además de su urgencia de anexión a los Estados Unidos, lo hizo de la
siguiente manera:
La firma con el Cónsul Míster Perry donde cedía la Bahía de Samaná a
cambio de US$100,000 dólares en efectivo y US$50,000 en armamentos.
El presidente Báez, acogiéndose a la Doctrina Monroe donde expresaba:
“La doctrina promulgada por el presidente Monroe ha sido acogida por todos
los partidos políticos; y juzgo oportuno afirmar ahora el principio igualmente
importante de que, en lo sucesivo, no podrá territorio alguno de este
continente transferirse a ninguna potencia europea… Tengo noticias, que
creo fidedignas, de que una potencia europea está dispuesta a ofrecer, caso
de que rehusemos a la anexión, dos millones de pesos por solo la bahía de
Samaná. ¿Cómo podríamos impedir que una nación extranjera asegurase
la presa? Es apetecible la adquisición de Santo Domingo por suposición
geográfica. Gobierna la entrada del mar Caribe y el transito del comercio en
el istmo. Posee el suelo más rico, la más espaciosa bahía, el clima más
saludable y los más valiosos productos de todas las clases que ninguna otra
de las islas de las Indias Occidentales. (…) En el caso de una guerra
extranjera, nos dará el mando de todas lastras islas, impidiendo que algún
enemigo las posea como un lugar de cita en nuestras propias fronteras… La
adquisición de Santo Domingo es una aceptación de la doctrina de Monroe”.
(La segunda República y los Fraudes de la Compañía Harmont).
Gobierno de buenaventura Báez
Buenaventura Báez había tomado posesión de la
Presidencia de la República el 2 de mayo de 1868 y de
esa manera inició el período de su administración que
se conoce como el Gobierno de los 6 Años.
Había regresado de Curazao, donde se encontraba
exiliado, el día 29 de marzo de 1868.
En el momento de su regreso, el Gobierno de la
República Dominicana estaba en manos de un
triunvirato que inició su gestión el 15 de febrero de
1868.
Lo integraban los generales José Hungría, Antonio Gómez y Ramón
Luciano, quienes establecieron un régimen de terror y persecuciones contra
los políticos y militares del Partido Azul, que habían apoyado al Gobierno
del Presidente José María Cabral, quien tuvo que renunciar el 31 de enero
de 1868.
El Triunvirato se trazó como meta buscar en Curazao al ciudadano
Buenaventura Báez, para entregarle el Gobierno dominicano y por ello
nombró una comisión que se encargó de buscarlo y traerlo a la República
Dominicana.
Retornó el 29 de marzo de 1868. De inmediato sus partidarios organizaron
unas elecciones y el 2 de mayo fue juramentado Presidente de la República.
El Gobierno de los 6 Años de Buenaventura Báez fue un período de
Gobierno que se caracterizó por ser dictatorial, los asesinatos políticos y las
irregularidades en la administración de los fondos públicos, fueron de sus
estampas.
Durante su administración el Presidente Buenaventura Báez también hizo
esfuerzos por ceder o arrendar la Bahía de Samaná a Estados Unidos. El
Gobierno de los 6 años terminó en enero de 1874.
Buenaventura Báez fue el único político dominicano que en el siglo pasado
ocupó la Presidencia de la República Dominicana en cinco oportunidades.
Gobierno de Luperón
Los baecista siguieron
gobernando tres años
más sin su caudillo, a
quien depusieron para
evitar que el partido azul
los desplazara del poder
por medio de una
revolución. Ésta se
produjo en 1876 y, por
sugerencia de Luperón,
se acordó presentar
como candidato a la
presidencia a Ulises
Espaillat, eminente
ciudadano y político de
ideas democráticas que ganó en las elecciones de marzo de dicho año.
Luperón aceptó el cargo de ministro de Guerra y Marina en el nuevo
gabinete. Pero apenas siete meses después, la presión de los baecistas
forzó la renuncia de Espaillat y devolvió el poder a Buenaventura Báez, el
eterno enemigo político de Luperón, quien, una vez más, tuvo que exiliarse.

Durante el siguiente trienio la República Dominicana vivió un periodo de


inestabilidad política y rápidas alternancias en el gobierno. Finalmente, en
octubre de 1879, los liberales tomaron el poder en firme. Luperón accedió a
la presidencia de un gobierno provisional que, con sede en Puerto Plata,
estableció una política encaminada a reconducir el país dentro de los
patrones del liberalismo de la época: instauró un régimen progresista, trató
de re institucionalizar la República y preparó el proceso electoral que, a
finales de 1880, otorgó el poder a Fernando Arturo Meriño (1880-1882), al
que sucedieron algunos gobiernos liberales de duración bianual.
Gregorio Luperón se retiró a Europa en calidad de enviado extraordinario y
ministro plenipotenciario. Cuando regresó al país, el ejecutivo de Francisco
Gregorio Billini (1884-1885) le nombró delegado del gobierno en el Cibao.
Desde su nuevo puesto se enfrentó al movimiento revolucionario de 1886
en Puerto Plata y contribuyó a la llegada al poder, un año después, del
presidente Ulises Heureaux (1887-1899), antiguo lugarteniente de Luperón
en la Guerra de Restauración y destacada figura de los liberales. Heureaux
trajo finalmente la estabilidad a la República al precio de un radical giro
ideológico: instauró una corrupta dictadura personalista, fortaleció el
ejército, reprimió duramente a la oposición y arruinó las arcas públicas,
dejando la nación en manos del capital extranjero.

Decepcionado por las actitudes dictatoriales del nuevo líder, Gregorio


Luperón buscó sin éxito el apoyo del gobierno haitiano para combatirlo. Se
encontraba en la isla de Saint Thomas cuando, en 1897, enfermó de cáncer.
Enterado, Heureaux acudió personalmente en su ayuda. Después de
escuchar serias recriminaciones de su antiguo jefe y de aceptarlas
calladamente, se reconciliaron. Luperón aceptó regresar a la patria, para lo
que abordaron el buque de guerra que había transportado a Heureaux hasta
la vecina isla, y retornaron a Puerto Plata. Allí falleció el 20 de mayo de 1897.
Gobierno de Lilis
Aliándose con los intereses
azucareros emergentes, la dictadura
del general Ulises Heureaux, quien
era conocido popularmente como
"Lilís", trajo una estabilidad sin
precedentes al país a través de un
gobierno de mano dura que duró
casi dos décadas. Hijo de padre
haitiano y madre sainthomasana,
Lilís se distinguió por ser el segundo
presidente negro de los
dominicanos, después de Luperón.
Se desempeñó como presidente en
los periodos 1882-1883, 1887 y
1889-1899, ejerciendo el poder a
través de una serie de presidentes
títeres cuando no ocupaba el cargo.
La incorporación de los Rojos y los Azules en su gobierno, desarrolló una
extensa red de espías e informantes para aplastar a la potencial oposición.
Su gobierno emprendió una serie de grandes proyectos de infraestructura,
incluyendo la electrificación de Santo Domingo, el comienzo del servicio
telefónico y telegráfico, la construcción de un puente sobre el río Ozama, y
la realización de un ferrocarril de vía única que, uniendo a Santiago y Puerto
Plata, financiado por la Westendorp Co. con sede en Ámsterdam.
La dictadura de Lilís fue dependiente de fuertes endeudamientos de bancos
europeos y estadounidenses para enriquecerse, estabilizar la deuda
existente, fortalecer el sistema de soborno, pagar por el ejército, financiación
para el desarrollo de infraestructura y ayudar a establecer fábricas de
azúcar. Sin embargo, los precios del azúcar experimentaron un fuerte
descenso en las dos últimas décadas del siglo 19. Cuando la Westendorp
Co. se declaró en quiebra en 1893, se vio obligado a hipotecar las tasas
aduaneras de la nación, la principal fuente de ingresos del gobierno, a una
empresa financiera de Nueva York llamada San Domingo Improvement Co.
(SDIC), la cual se hizo cargo de su contrato del ferrocarril y de las
reclamaciones de sus tenedores de bonos europeos a cambio de dos
préstamos, uno de $1.2 millones y otro de £2 millones. A medida que la
deuda pública crecía se hizo imposible mantener su maquinaria política,
Heureaux se basó en préstamos secretos de la SDIC, plantadores de azúcar
y comerciantes locales. En 1897, con su gobierno prácticamente en
bancarrota, Lilís imprime cinco millones de pesos inorgánicos, conocidos
como "Las papeletas de Lilís", arruinando la mayoría de los comerciantes
dominicanos e inspirando una conspiración que terminó en su asesinato. En
1899, cuando Lilís fue asesinado por los comerciantes de tabaco del Cibao
que habían estado pidiendo un préstamo, la deuda nacional era más de $35
millones, quince veces el presupuesto anual.
Intervención Norteamericana
Desde finales del siglo XIX, la República Dominicana estaba comprometida
con Estados Unidos. No sólo por las deudas económicas sino por las
inversiones que estos tenían en el país.
A principios del siglo XX, debido al incumplimiento de los pagos, la
República Dominicana se vio obligada a renegociar la deuda externa
firmando varios acuerdos de pago con Estados Unidos. En este pacto,
Estados Unidos exigía el cese de las luchas entre los caudillos dominicanos.
De no cumplirse este acuerdo, ellos ocuparían militarmente la República
Dominicana. El más importante de estos acuerdos fue la Convención
Dominico-americana de 1907.
Este requerimiento se debió a que los caudillos usaban los fondos para
comprar armamentos y sofocar las rebeliones, quedándose sin fondos para
cumplir con los acuerdos económicos contraídos con Estados Unidos.
Luego de la firma de este convenio las luchas caudillistas menguaron y no
fue, sino hasta el año 1911 y tras la muerte del presidente Ramón Cáceres,
que estas surgen nuevamente en búsqueda del poder, ocasionando una
gran inestabilidad política en la República Dominicana, llegando a tener más
de 6 presidentes en 5 años.
De igual forma esta inestabilidad afectó los intereses de los Estados Unidos,
así como el incumplimiento de la convención Dominico-americana y lo
estipulado en la misma, lo que generó la intervención militar en el territorio
dominicano en el año 1916.
Durante esta intervención, los Estados Unidos toman el control total de la
República Dominicana efectuando cambios en los ámbitos económicos,
políticos y sociales, como:
La censura de prensa.
El desarme de la población.
El establecimiento de la formación primaria obligatoria y gratuita.
La creación de guardia nacional.
La creación de la secretaria de salud, estado y beneficencia.
Mientras sucedían estos cambios República Dominicana si exportando
artículos como café cacao y principalmente azúcar ya que eran productos
muy demandados por los países europeos debido a la Primera Guerra
Mundial esto ocasionó que en el año 1920 surgirá un periodo de gran
económico al cual se le llamó la danza de los millones Obtenidos en este
periodo la utilizaron en procesos de urbanización y modernización de
algunos pueblos dominicanos como Santiago La Vega San Pedro de
Macorís y puerto Plata.

Este periodo de auge duró sólo un año debido a que los precios de los
productos cayeron estrepitosamente a causa de la finalización de la Primera
Guerra Mundial sumergiendo al país en una nueva económica debido a la
expansión de obras de infraestructura situación Estados Unidos firman
nuevos acuerdos la firma de esos nuevos acuerdos ocasionó un gran
descontento de los dominicanos quienes no dudaron en demostrarse por
medio de protestas en la bandera dominicana con paños negros en señal
de luto insurrecciones armadas y campañas de denuncias internacionales a
la violaciones de los derechos humanos.

Esta situación de incomodidad se mantuvo hasta el año 1922 cuando la


República Dominicana y los Estados Unidos firman un nuevo acuerdo
llamado el plan hughes-peynado en este se establecieron las bases para la
retirada de las tropas estadounidenses como condición debía de instaurarse
un presidente provisional hasta la celebración de las elecciones libres no fue
si años más tarde en 1924 que se celebraron las elecciones resultando
como ganador Horacio Vásquez al territorio dominicano por parte de los
Estados Unidos.
Desde el inicio de la ocupación norteamericana en el territorio dominicano
las tropas invasoras fueron enfrentadas por dos grupos principales y lo
nacionalistas

El movimiento gavillero.
Los gavilleros era un grupo de armas las ocupaciones eran acusados de
vándalos por los norteamericanos por el hecho de resistirse se produjo en
espacios rurales de la región este.
Sus líderes más importantes fueron: Vicente Evangelista, Ramón Natera,
Martín Peguero, José Piña, Luciano Reyes, Pedro Tolete, Marcial Guerrero
y Félix Laureano.

Los nacionalistas
Los patriotas e intelectuales nacionalistas provenían de distintas
profesiones, ideas y partidos políticos, pero a todos los unía el común ideal
de oponerse a la intervención y de formar una tenaz campana nacional e
internacional, que exigiera el retiro pura y simple de todas las tropas
norteamericanas que ocupaban la Republica dominicana. La campana
nacionalista tuvo un gran éxito impresionar a la opinión publica internacional
y estadounidense, para que las tropas se retiraran del país y se volviera a
formar un Gobierno democrático conformado por dominicanos.

Sus líderes más importantes fueron: Francisco Henríquez y Carvajal,


Emiliano tejera, Fabio Fiarlo, Federico García Godoy, Américo Lugo, Ercilia
Pepín.
Fin de la intervención
La fecha del 12 de julio del 1924 se recoge en esos escritos como el día en
que, tras ocho años de dictadura militar extranjera, se instauró un gobierno
nacional, con Horacio Vázquez como presidente, cargo para el que había
sido elegido en el mes de mayo.

Sin embargo, la salida de las tropas fue paulatina y, según algunos


historiadores, las últimas en salir lo hicieron el 18 de septiembre del 1924,
cumpliendo este domingo 92 años de aquel retiro, aunque la invasión volvió
en el 1965.

“El tan anhelado 12 de julio del 1924, día de la inauguración del nuevo
Gobierno del presidente Horacio Vázquez, fue un momento singular e
histórico para la nación. Días después, el general Larry Lee comenzó a
ejecutar el retiro de las tropas en pocos meses. Finalmente, para la fecha
del 18 de septiembre de 1924 salió el último contingente de tropas
norteamericanas, y la desocupación militar se convirtió finalmente en una
realidad. El país finalmente había recuperado su soberanía política”.

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