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Cuenta 2

Ediciones A-Z
Con los cuentos
DEL 11 AL 20

Este libro es de:

Mtra. Gabriela Roldan


Cuenta
Con los cuentos
DEL 11 AL 20
2
Este libro es de:

Ediciones
A-Z Mtra. Gabriela Roldan
Había una vez un emperador al que le encantaban los trajes. Destinaba
toda su fortuna a comprar y comprar trajes de todo tipo de telas y
colores. Tanto que a veces llegaba a desatender a su reino, pero no lo
podía evitar, le encantaba verse vestido con un traje nuevo y vistoso a
todas horas. Un día llegaron al reino unos impostores que se hacían pasar
por tejedores y se presentaron delante del emperador diciendo que eran
capaces de tejer la tela más extraordinaria del mundo.

- ¿La tela más extraordinaria del mundo? ¿Y qué tiene esa tela de
especial?
- Así es majestad. Es especial porque se vuelve invisible a ojos de los
necios y de quienes no merecen su cargo.
- Interesante… ¡entonces háganme un traje con esa tela, rápido! Y les
pagaré lo que me pidan.

Así que los tejedores se pusieron manos a la obra.


Pasado un tiempo el emperador tenía curiosidad por saber cómo iba su
traje pero tenía miedo de ir y no ser capaz de verlo, por lo que prefirió
mandar a uno de sus ministros. Cuando el hombre llegó al telar se dio
cuenta de que no había nada y que lo que los tejedores eran en realidad
unos farsantes pero le dio tanto miedo decirlo y que todo el reino
pensara que era tonto o que no merecía su cargo, que permaneció
callado y fingió ver la tela.

- ¡Qué tela más maravillosa! ¡Que colores! ¡Y qué bordados! Iré corriendo
a contarle al emperador que su traje marcha estupendamente.

Los tejedores siguieron trabajando en el telar vacío y pidieron al


emperador más oro para continuar. El emperador se lo dio sin reparos y
al cabo de unos días mandó a otro de sus hombres a comprobar cómo
iba el trabajo.
Mtra. Gabriela Roldan
Cuando llegó le ocurrió como al primero, que no vio nada, pero pensó que si lo decía todo el
mundo se reiría de él y el emperador lo destituiría de su cargo por no merecerlo así que
elogió la tela.
- ¡Deslumbrante! ¡Un trabajo único!
Tras recibir las noticias de su segundo enviado el emperador no pudo esperar más y decidió ir
con su séquito a comprobar el trabajo de los tejedores. Pero al llegar se dio cuenta de que no
veía nada por ningún lado y antes de que alguien se diera cuenta de que no lo veía se
apresuró a decir:

- ¡Magnífico! ¡Soberbio! ¡Digno de un emperador como yo!


Su séquito comenzó a aplaudir y comentar lo extraordinario de la tela. Tanto, que
aconsejaron al emperador que estrenara un traje con aquella tela en el próximo desfile. El
emperador estuvo de acuerdo y pasados unos días tuvo ante sí a los tejedores con el supuesto
traje en sus manos.
comenzaron a vestirlo y como si se tratara de un traje de verdad iban poniéndole cada una
de las partes que lo componían.

- Aquí tiene las calzas, tenga cuidado con la casaca, permítame que le ayude con el manto…
El emperador se miraba ante el espejo y fingía contemplar cada una de las partes de su
traje, pero en realidad, seguía sin ver nada.
Cuando estuvo vestido salió a la calle y comenzó el desfile y todo el mundo lo contemplaba
aclamando la grandiosidad de su traje.
- ¡Qué traje tan magnífico!
- ¡Qué bordados tan exquisitos!
Hasta que en medio de los elogios se oyó a un niño que dijo:
- ¡Pero si está desnudo!
Y todo el pueblo comenzó a gritar lo mismo pero aunque el emperador estaba seguro de
que tenían razón, continuó su desfile orgulloso.

Mtra. Gabriela Roldan


Colorea solamente 11 hilos del color o colores que prefieras

Remarca con tu lápiz todos los números 11

11 11 11
11 11 11
11 11 11
Mtra. Gabriela Roldan
Cuenta las piezas que hay de cada objeto y escribe el numero correcto 1
(ve tachando las piezas que cuentes para que no te confundas) 2

10

11

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A-z Mtra. Gabriela Roldan 20


Busca y colorea el espejo que tenga 11 puntos
Remarca los siguientes números

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20
Mtra. Gabriela Roldan
Ayúdale al rey a contar todas sus coronas. Escribe los números iniciando con el 1, 1
escribe el total de coronas en el circulo y colorea las imágenes 2

10

11

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14

15

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19

A-z Mtra. Gabriela Roldan 20


Había una vez una gallina roja llamada Marcelina, que vivía en
una granja rodeada de muchos animales. Era una granja muy grande, en
medio del campo.
En el establo vivían las vacas y los caballos; los cerdos tenían su propio
espacio. Había hasta un estanque con patos y un corral con
muchas gallinas. Había en la granja también una familia de granjeros
que cuidaba de todos los animales. Un día la gallinita roja, escarbando en
la tierra de la granja, encontró un grano de trigo.
Pensó que si lo sembraba crecería y después podría hacer pan para ella y
todos sus amigos.
-¿Quién me ayudará a sembrar el trigo?, les preguntó.
- Yo no, dijo el pato.
- Yo no, dijo el gato.
- Yo no, dijo el perro.
- Muy bien, pues lo sembraré yo, dijo la gallinita.

Mtra. Gabriela Roldan


Y así, Marcelina sembró sola su grano de trigo con mucho cuidado. Abrió un
agujerito en la tierra y lo tapó. Pasó algún tiempo y al cabo el trigo creció y
maduró, convirtiéndose en una bonita planta.
-¿Quién me ayudará a regar el trigo?, preguntó la gallinita roja.
- Yo no, dijo el pato.
- Yo no, dijo el gato.
- Yo no, dijo el perro.
- Muy bien, si no me quieren ayudar, lo regare yo, exclamó Marcelina.
Y la gallina, con mucho esfuerzo, rego ella sola el trigo. Tuvo que cortar con su
piquito uno a uno todos los tallos. Cuando acabó, habló muy cansada a sus
compañeros:
-¿Quién me ayudará a recoger el trigo?
- Yo no, dijo el pato.
- Yo no, dijo el gato.
- Yo no, dijo el perro.
- Muy bien, lo recogeré yo.
Estaba muy enfadada con los otros animales, así que se puso ella sola a recogerlo.
Lo molió con paciencia hasta que consiguió separar el grano de la paja. Cuando
acabó, volvió a preguntar:
-¿Quién me ayudará a llevar el trigo al molino para convertirlo en harina?
- Yo no, dijo el pato.
- Yo no, dijo el gato.
- Yo no, dijo el perro.
- Muy bien, lo llevaré y lo amasaré yo, contestó Marcelina.
Y con la harina hizo una hermosa y jugosa barra de pan. Cuando la tuvo
terminada, muy tranquilamente preguntó:
- Y ahora, ¿quién comerá pan? volvió a preguntar la gallinita roja.
-¡Yo, yo! dijo el pato.
-¡Yo, yo! dijo el gato.
-¡Yo, yo! dijo el perro.
-¡Pues No os la comeréis ninguno de vosotros! contestó Marcelina. Me la comeré yo,
con todos mis hijos.
Y así lo hizo. Llamó a sus pollitos y la compartió con ellos.
Mtra. Gabriela Roldan
Colorea solamente12 pollitos

Remarca con tu lápiz todos los números 12

12 12 12
12 12 12
12 12 12
Mtra. Gabriela Roldan
1
Enumera todas las rebanadas de pan iniciando con el numero 1 hasta llegar al 12
Colorea las imágenes 2

10

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A-z Mtra. Gabriela Roldan


20
1

2
Colorea todos los números 12
que encuentres y descubre el 3

proceso del trigo.


Colorea las imágenes. 12 10 11 10 11 11 10 11 4

12 12 12 10 10 10 11 6

10 11 11 12 10 10 10 11 8

9
11 10 11 12 12 10 11 10 10

10 10 11 11 12 11 10 11

12

11 10 10 11 10 12 10 11 13

14

11 11 11 10 11 12 10 15

16
10 11 10 11 10 10 12 17

18

19
A-z Mtra. Gabriela Roldan 20
Colorea la siguiente imagen de acuerdo a lo que indica cada numero.
1

11 11 4

11 11 5
12 6

9
7

10 12 9

12 9 10

11
9. gris
10. amarillo 10 12
12

11. verde 9 13

12. rojo 10 10 12 14

15

10 12 9 16

17

18
11 19

A-z Mtra. Gabriela Roldan 20


Érase una vez un pequeño pastor que se pasaba la mayor parte de su
tiempo paseando y cuidando de sus ovejas en el campo de un pueblito.
Todas las mañanas, muy tempranito, hacía siempre lo mismo. Salía a la
pradera con su rebaño, y así pasaba su tiempo.
Muchas veces, mientras veía pastar a sus ovejas, él pensaba en las cosas
que podía hacer para divertirse. Como muchas veces se aburría, un día,
mientras descansaba debajo de un árbol, tuvo una idea. Decidió que
pasaría un buen rato divirtiéndose a costa de la gente del pueblo que
vivía por allí cerca. Se acercó y empezó a gritar:
- ¡Socorro, el lobo! ¡Qué viene el lobo!
La gente del pueblo cogió lo que tenía a mano, y se fue a auxiliar al
pobre pastorcito que pedía auxilio, pero cuando llegaron allí,
descubrieron que todo había sido una broma pesada del pastor, que se
deshacía en risas por el suelo. Los aldeanos se enfadaron y decidieron
volver a sus casas. Cuando se habían ido, al pastor le hizo tanta gracia
la broma que se puso a repetirla. Y cuando vio a la gente
suficientemente lejos, volvió a gritar:
- ¡Socorro, el lobo! ¡Que viene el lobo!

Mtra. Gabriela Roldan


La gente, volviendo a oír, empezó a correr a toda prisa, pensando que esta vez sí que se
había presentado el lobo feroz, y que realmente el pastor necesitaba de su ayuda. Pero
al llegar donde estaba el pastor, se lo encontraron por los suelos, riéndose de ver cómo los
aldeanos habían vuelto a auxiliarlo. Esta vez los aldeanos se enfadaron aún más, y se
marcharon terriblemente enfadados con la mala actitud del pastor, y se fueron enojados
con aquella situación.
A la mañana siguiente, mientras el pastor pastaba con sus ovejas por el mismo lugar,
aún se reía cuando recordaba lo que había ocurrido el día anterior, y no se sentía
arrepentido de ninguna forma. Pero no se dio cuenta de que, esa misma mañana se le
acercaba un lobo. Cuando se dio media vuelta y lo vio, el miedo le invadió el cuerpo. Al
ver que el animal se le acercaba más y más, empezó a gritar desesperadamente:
- ¡Socorro, el lobo! ¡Que viene el lobo! ¡Qué se va a devorar todas mis ovejas! ¡Auxilio!
Pero sus gritos han sido en vano. Ya era bastante tarde para convencer a los aldeanos de
que lo que decía era verdad. Los aldeanos, habiendo aprendido de las mentiras del
pastor, de esta vez lo ignoraron. ¿Y lo qué ocurrió? Pues que el pastor vio como el lobo se
abalanzaba sobre sus ovejas, mientras él intentaba pedir auxilio, una y otra vez:
- ¡Socorro, el lobo! ¡El lobo!
Pero los aldeanos siguieron sin hacerle caso, mientras el pastor vio como el lobo se llevaba
a sus ovejas para la cena, sin poder hacer nada, absolutamente. Y fue así que el pastor
aprendió que había sido muy injusto con la gente del pueblo, y aunque ya era tarde, se
arrepintió profundamente, y nunca más volvió burlarse ni a mentir a la gente.

A-z Mtra. Gabriela Roldan


Tacha solamente 13 ovejas.

Remarca con tu lápiz todos los números 13

13 13 13
13 13 13
13 13 13
Mtra. Gabriela Roldan
Escribe en cada oveja los números del 1 al 13

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20
Mtra. Gabriela Roldan
Colorea al lobo y recórtalo por las líneas rectas para jugar
al rompecabezas. Pégalo en este espacio iniciando con el 1
1
Al final remarca los numeros
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
A-z Mtra. Gabriela Roldan
13
Ayuda a Pedro a encerrar en el corral a sus 13 ovejas.

Mtra. Gabriela Roldan


Doroty era una niña que vivía en una granja con sus tíos y su
perro Totó. Un día, mientras la niña jugaba con su perro por
los alrededores de la casa, nadie se dio cuenta de que se
acercaba un tornado. Cuando Doroty lo vio, intentó correr a
la casa, pero su huida fue en vano. La niña tropezó, se cayó,
y acabó siendo llevada, junto con su perro, por el tornado.
Los tíos vieron desaparecer en cielo a Doroty y a Totó, sin que
pudiesen hacer nada para evitarlo. Doroty y su perro
viajaron a través del tornado y aterrizaron en un lugar
totalmente desconocido para ellos.
Allí, encontraron unos extraños personajes y un hada que,
respondiendo al deseo de Doroty de encontrar el camino de
vuelta a su casa, les aconsejaron que fueran visitar al mago
de Oz. Les indicaron el camino de baldosas amarillas, y
Doroty y Totó lo siguieron.
En el camino, los dos se cruzaron con un espantapájaros que
pedía, incesantemente, un cerebro. Doroty le invitó a que la
acompañara para ver lo que el mago de Oz podría hacer
por él. Y el espantapájaros aceptó. Más tarde, se encontraron
a un hombre de hojalata que, sentado debajo de un árbol,
deseaba tener un corazón. Doroty le llamó a que fuera con
ellos a consultar al mago de Oz. Y continuaron en el camino.
Algún tiempo después, Doroty, el espantapájaros y el hombre
de hojalata se encontraron a un león rugiendo débilmente,
asustado con los ladridos de Totó.

A-z Mtra. Gabriela Roldan


El león lloraba porque quería ser valiente. Así que todos decidieron
seguir el camino hacia el mago de Oz, con la esperanza de hacer
realidad sus deseos. Cuando llegaron al país de Oz, un guardián les
abrió el portón, y finalmente pudieron explicar al mago lo que
deseaban. El mago de Oz les puso una condición: primero tendrían
que acabar con la bruja más cruel de reino, antes de ver
solucionados sus problemas. Ellos los aceptaron.
Al salir del castillo de Oz, Dorita y sus amigos pasaron por un campo
de flores y su intenso aroma les hizo caer en un profundo sueño,
siendo capturados por unos monos voladores que venían de parte de
la mala bruja. Cuando despertaron y vieron a la bruja, lo único que
se le ocurrió a Dorita fue arrojar un cubo de agua a la cara de la
bruja, sin saber que eso era lo que haría desaparecer a la bruja.
El cuerpo de la bruja se convirtió en un charco de agua, en un pis-
pas. Rompiendo así el hechizo de la bruja, todos pudieron ver como
sus deseos eran convertidos en realidad, excepto Doroty. Totó, como
era muy curioso, descubrió que el mago no era sino un anciano que
se escondía tras su figura. El hombre llevaba allí muchos años pero
ya quería marcharse. Para ello había creado un globo mágico.
Dorita decidió irse con él. Durante la peligrosa travesía en globo, su
perro se cayó y Doroty saltó tras él para salvarle.
En su caída la niña soñó con todos sus amigos, y oyó cómo el hada le
decía:
- Si quieres volver, di: “en ningún sitio se está como en casa”.
Y así lo hizo. Cuando despertó,. ¡Todo había sido un sueño! Un sueño
que ella nunca olvidaría... ni tampoco sus amigos.

Mtra. Gabriela Roldan


Colorea solamente 14 flores.

Remarca con tu lápiz todos los números 14

14 14 14
14 14 14
14 14 14
Mtra. Gabriela Roldan
1

10

11

12

13

14

15
Ayuda a Doroty a llegar
con el mago de OZ, 16
remarcando los números. 17
Colorea las imágenes
18

19

A-z Mtra. Gabriela Roldan 20


1

10

11

12

13

14

15

16

17

Busca en el tronado todos los números 14 18


que encuentres y enciérralos. 19
Colorea las imágenes
Mtra. Gabriela Roldan 20
A-z
Pinta los círculos que te indica los números, escribe el total.
(puedes asignar un color a cada numero para que sea mas fácil el conteo)

A-z Mtra. Gabriela Roldan


Esta era una muchacha de nombre Alicia, de cabellos rubios como el sol y muy curiosa, que una tarde de verano
decidió dar un paseo por el bosque como acostumbraba cada tarde. Después de un largo caminar, Alicia sintió
tanto calor que no pudo más que echarse a la sombra de un árbol para descansar. Al cabo de unos minutos,
Alicia sintió un ruido extraño, y al volver la vista hacia unos arbustos, logró ver un conejo blanco que saltaba de
un lugar a otro a toda velocidad vistiendo un elegante traje.
“¡Qué tarde es! ¡No lograré llegar a tiempo!” – gritaba el conejo desenfrenadamente
mientras consultaba su reloj con desesperación. Alicia pensó que aquel conejo estaba
loco, pues nunca había visto un animal que se preocupara tanto por el tiempo. Sin
embargo, como no podía resistir su curiosidad, la niña decidió seguir al conejo bosque
adentro, y tras unos minutos, el animal se perdió en el interior de un pequeño agujero
que había en el suelo.

Sin pensarlo dos veces, Alicia se dispuso a seguir al conejo hacia


el interior de aquel hueco, y en poco tiempo se encontró
atravesando un estrecho túnel. En aquel lugar, habia una mesa
repleta de postres deliciosos, y en una de sus esquinas, se
encontraba un pequeño frasco con un líquido azul que decía:
“Bébeme”, Alicia dudó por unos instantes, pero finalmente,
terminó por abrir el frasco y beberse todo el líquido azul de un
golpe. En ese momento, sucedió algo sorprendente, pues Alicia
empezó a achicarse y achicarse hasta que se volvió un ser
diminuto. En el suelo, y sin haberla visto antes, se encontraba
una llave dorada tan pequeña como Alicia. Ahora solo
necesitaba una puerta para poder utilizar aquella llave, así que
se dispuso a recorrer la habitación con detenimiento.

A-z Mtra. Gabriela Roldan


En uno de los rincones, Alicia encontró una puertecita, la abrió para avanzar por un
largo pasadizo. Aunque no pudo encontrar al conejo en aquel lugar, la niña quedó
sorprendida al contemplar una casita sobre un hermoso jardín lleno de flores. Al
entrar en ella, Alicia se encontró rodeada de exquisitos platos. Guisos, sopas, helados,
todo en aquel lugar parecía tan sabroso que la niña decidió probar un bocado de
cada cosa.
De repente, Alicia comenzó a crecer y a crecer hasta que alcanzó el techo de la casa,
pero este no resistió por mucho tiempo y se rompió. Un ave que posaba en el tejado
se asustó tanto de ver a la niña que comenzó a gritar desesperadamente: “¡Una
bestia! Auxilio, por favor”, pero Alicia le dijo: “Yo no soy una bestia. Soy una niña”.
El ave se alejó del lugar a toda velocidad, y Alicia pudo notar que uno de los platos
en la casita contenía unas galletas que parecían muy suculentas. “Quizás si como de
estas galletas podré volver a mi antiguo tamaño”, pensó, y efectivamente, tan
pronto probó un bocado su cuerpo se encogió nuevamente y pudo abandonar la
casa donde se encontraba atrapada.
Continuando su viaje por aquel extraño lugar, Alicia llego a un lago de aguas
cristalinas donde habitaban unas criaturas muy extrañas. Aquellos seres no hacían
otra cosa que mirarla y murmurar entre ellos.
Al preguntarles cómo podía salir de aquel lugar, los animales no le hicieron caso y
continuaron murmurando entre ellos con poco disimulo. “¡Qué maleducados!
Deberían aprender a tener más educación” – gritó Alicia con cierto enfado y se alejó
del lugar caminando. Tiempo después, y cansada de tanto andar, la niña decidió
sentarse a descansar en un hongo gigante de color amarillo. En ese momento,
apareció junto a ella un anciano gusano con mirada triste.

Mtra. Gabriela Roldan


“Hola. ¿Sabes cómo puedo retornar a mi tamaño natural?”, preguntó Alicia al
animalillo y este le respondió: “Por supuesto niña. Ese hongo donde estás sentada
te hará crecer o hacerte más pequeña según el lado por donde lo comas”, y sin
perder un segundo, la niña mordió un costado del hongo y comenzó a hacerse
más grande aún. Rápidamente, Alicia mordió el lado contrario del hongo y su
cuerpo comenzó a disminuir.
Cuando por fin recuperó su tamaño, la pequeña decidió seguir su camino hasta
llegar al bosque donde se encontraba una mesa. Alrededor de aquella mesa
había seres muy extraños, pero entre ellos, también se encontraba el conejo
blanco. Después de comer junto a sus nuevos amigos, Alicia descubrió que en un
rosal cerca de aquel lugar, unas cartas de baraja se dedicaban a pintar de rojo
las rosas blancas.
“La reina así lo ha ordenado” – dijeron al mismo tiempo las cartas cuando Alicia
les preguntó. Entonces, de repente, apareció entre los rosales la mismísima reina, y
observando a la pequeña gritó a sus guardias que la atraparan. Para defenderse,
Alicia sopló tan fuerte que las cartas se desplomaron en el suelo, pero luego
arribaron más guardias, y sin otro remedio, Alicia quedó prisionera.
Acusada de ser intrusa en el reino, Alicia fue llevada ante un consejo que la
acusaba por toda clase de cosas. Sin poder explicar, Alicia se sintió cada vez más
enfurecida, y en un intento por escaparse, corrió con todas sus fuerzas lejos de
aquel lugar. Tras ella, un ejército de cartas le perseguía de cerca y justo cuando
estaban a punto de alcanzarla, comenzó a gritar con todas sus fuerzas hasta que
se encontró nuevamente en el árbol donde había decidido sentarse a descansar.
Entonces, Alicia comprendió que todo había sido un sueño, y como la noche
comenzaba a aparecer, se dispuso a regresar a casa.
Mtra. Gabriela Roldan
Colorea solamente 15 tazas de té

Remarca con tu lápiz todos los números 15

15 15 15
15 15 15
15 15 15
Mtra. Gabriela Roldan
Dibuja 15 corazones a la carta y 1
colorea las imágenes.
2

15
4

10

11

12

13

14

15

16

17

18

19

A-z Mtra. Gabriela Roldan 20


Ayuda al conejo a ordena las tazas del 1 al 15

1 4

Inicia
2 3
aquí
7 8

5 6

9 11

10 13

12 14

15
A-z Mtra. Gabriela Roldan
Cuenta los corazones de cada carta y escribe 1
cuantos corazones tiene cada uno.
2
Colorea solamente la carta que tiene 15 corazones
3

10

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12

13

14

15

16

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18

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A-z Mtra. Gabriela Roldan
Una vez, una Liebre, se burlaba de las patas cortas y de la
lentitud al caminar de una Tortuga, sin embargo, esta no se
quedo callada, y se defendió lanzando una risa, y dijo a la Liebre:
"Puede que seas muy veloz amiga Liebre, pero, estoy más que
segura poderte ganar una carrera." La Liebre, sorprendida por tal
decir, aceptó el reto sin pensarlo dos veces, ya que ella, estaba
muy segura de que ganaría a la Tortuga a ojos cerrados.
Entonces, ambos propusieron a la Zorra, que señale el camino y la
meta. Días después, llegó el esperado momento de la carrera, y al
sonar la cuenta de tres, inició la carrera de estos dos contendientes.
La Tortuga no dejaba de caminar y caminar, pero a su lento
paso, avanzaba tranquila hacia la meta. En cambio la Liebre,
corrió tan rápido que dejó muy atrás a la Tortuga. Al voltearse y
ya no ver a la Tortuga, la Liebre vio segura su éxito sobre la
carrera, y deicidio echarse una siesta. Poco después, la Liebre
despertó y vio si por atrás seguía sin llegar la Tortuga, pero al ver
hacia la meta, vio a la Tortuga muy cerca de la Final, y en un
intento desesperado por correr lo más veloz que pudo, la Tortuga
llegó y ganó.

A-z Mtra. Gabriela Roldan


Colorea solamente 16 lechugas que comió la tortuga

Remarca con tu lápiz todos los números 16

16 16 16
16 16 16
16 16 16
A-z Mtra. Gabriela Roldan
Ayuda a la tortuga y la liebre a llegar a la meta.
Colorea los cuadros que te indica cada numero
(para no confundirte asigna un color a cada numero)

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20

A-z Mtra. Gabriela Roldan


Ayuda a la tortuga a llegar con la
liebre, coloreando todos los números
16 que encuentres en el cuadro.

16 16 10 11 12 13 14 15
11 16 12 13 14 15 10 11
12 16 16 14 15 10 11 12
13 14 16 17 18 10 12 11
10 11 16 16 16 16 16 10
12 13 14 15 11 10 16 11
10 11 12 13 14 15 16 10
11 12 13 14 15 11 16 16

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20
A-z Mtra. Gabriela Roldan
Pega 16 zanahorias para alimentar al conejo y 1
colorea las imágenes. 2

10

11

12

13

14

15

16

17

18

19

20
A-z Mtra. Gabriela Roldan
Cierta vez, una Zorra invitó insistentemente a su amiga Cigüeña, a cenar en su
casa mencionándole platillos deliciosos e inolvidables. La Cigüeña, maravillada
por tales manjares, acepto. Al día siguiente, fue muy alegre y con mucho
apetito. Cuando llegó y se sentó en la mesa, observó que la Zorra, servía una
riquísima sopa en un plato muy plano. La Cigüeña muy hambrienta, comenzó
a picar y a picar la sopa, pero gracias a su largo pico, no podía comer nada y
para colmo, se le escapaba la deliciosa sopa. Por otro lado, la Zorra comió con
mucha alegría su sopa, incluso lamió con su hocico el plato hasta dejarlo muy
limpio.
La Cigüeña indignada por tal desconsideración, dijo estar llena, y se marcho.
Pasado los días, la Cigüeña invitó a cenar a la Zorra, ella muy gustosa acepto.
Al llegar a la casa de la Cigüeña, la Zorra ansiosa por comer esperaba, hasta
que de pronto, la Cigüeña trajo la exquisita comida dentro de un largo y alto
jarro de cristal, de panza ancha y boca estrecha. La Zorra confundida, intento
de muchas maneras meter su hocico y lengua a la boca del jarro, pero no
llegaba a la comida. Sus ganas de comer se hacían aun más enormes cuando
la Cigüeña degustaba maravillada su comida. En ese momento, la Zorra
hambrienta, deseaba mucho tener un pico tan largo como la Cigüeña, y así
poder degustar de la apetitosa comida. Pasado un buen rato, y sin poder
llegar a la comida, la Zorra ya muy rendida, renunció a aquella apetitosa
comida. Se despidió de la Cigueña y se marchó pensando en la mala acción
que hizo anteriormente, y el castigo bien merecido que tuvo, por no ser
considerada con su amiga Cigüeña
A-z Mtra. Gabriela Roldan
Colorea solamente 17 trozos de carne

Remarca con tu lápiz todos los números 17

17 17 17
17 17 17
17 17 17
A-z Mtra. Gabriela Roldan
Colorea solamente los platos que tienen marcado el numero 17 1

17 17 10 17 16
3

16 17 17 17
8

17 9

10

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12

17 11 17 15 17
13

14

15

16

17

15 17 17 17 17
18

19

20
A-z Mtra. Gabriela Roldan
1 Pega dentro de la botella 17 trozos de alimento que la
2
cigüeña Ofreció al zorro.

10

11

12

13

14

15

16

17

18

19

20
Mtra. Gabriela Roldan
A-z
Colorea solamente los
1
números 17 para ayudar a la
cigüeña a llegar a su casa 2

4
17 10 15 14 10 11 12 13 5

17 11 12 13 11 12 14 14 6

17 17 17 16 16 15 11 15 8

11 10 17 15 14 13 12 16 10

11
13 14 17 17 17 10 11 14 12

15 16 14 16 17 12 10 13 13

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11 10 16 13 17 17 11 12 15

16

10 12 13 14 15 17 17 17 17

18

19

20
A-z Lic.Mtra.
Alejandra
Gabriela
Zavala
Roldan
Chavez
En el fondo de los océanos había un precioso palacio en el cual vivía el Rey
del Mar junto a sus cinco hijas, bellísimas sirenas. La más joven, la Sirenita,
además de ser la más hermosa, poseía una voz maravillosa.
Cuando cantaba, todos los habitantes del fondo del mar acudían para
escucharla. Además de cantar, Sirenita soñaba con salir a la superficie para
ver el cielo y conocer el mundo de los hombres, como lo relataban sus
hermanas.
Pero su padre le decía que solo cuando cumpliera los 15 años tendría su
permiso para hacerlo. Pasados los años, finalmente llegaron el cumpleaños y
el regalo tan deseados.
Sirenita por fin pudo salir a respirar el aire y ver el cielo, después de oír los
consejos de su padre: 'Recuerda que el mundo de arriba no es el nuestro,
sólo podemos admirarlo. Somos hijos del mar. Sé prudente y no te acerques
a los hombres'.
Y al emergerse del agua Sirenita se quedó de boca abierta. Todo era nuevo
para ella. Y todo era hermoso, ¡fascinante! Sirenita era feliz. Pasados unos
minutos, Sirenita pudo observar, con asombro, que un barco se acercaba y
paraba. Se puso a escuchar voces. Y pensó en lo cuanto le gustaría hablar
con ellos.
Pero miró a su larga cola y comprendió que eso era imposible. Continuó
mirando al barco. A bordo había una gran fiesta de aniversario. El capitán
del barco cumplía veinte años de edad.
Sirenita se quedó atónita al ver el joven. Era alto, moreno, de porte real, y
sonreía feliz. La Sirenita sintió una extraña sensación de alegría y sufrimiento
a la vez.

A-z Mtra. Gabriela Roldan


Algo que jamás había sentido en su corazón. La fiesta seguía hasta que
repentinamente un viento fuerte agitó las olas, sacudiendo y posteriormente
volcando el barco. Sirenita vio como el joven capitán caía al mar.
Nadó lo que pudo para socorrerlo, hasta que le tuvo en sus brazos. El joven
estaba inconsciente, pero Sirenita nadó lo que pudo para llevarlo hasta tierra.
Depositó el cuerpo del joven sobre la arena de la playa y estuvo frotando sus
manos intentando despertarlo.
Pero un murmullo de voces que se aproximaban la obligaron a refugiarse en el
mar. Desde el mar, vio como el joven recobraba el conocimiento y agradecía,
equivocadamente, a una joven dama por haberle salvado la vida.
Sirenita volvió a la mansión paterna y les contó toda su experiencia.
Después pasó días llorando en su habitación. Se había enamorado del joven
capitán pero sentía que jamás podría estar con él.
Días después, Sirenita acudió desesperada a la casa de la Hechicera de los
Abismos. Quería deshacerse de su cola de pez a cualquier precio. E hicieron un
trato: Sirenita tendría dos piernas a cambio de regalar su hermosa voz a la
hechicera que le advirtió: "Si el hombre que amas se casa con otra, tu cuerpo
desaparecerá en el agua como la espuma de una ola".
Asintiendo a las condiciones de la hechicera, Sirenita bebió la pócima mágica e
inmediatamente perdió el conocimiento. Cuando despertó se encontraba
tendida en la arena de la playa, y a su lado estaba el joven capitán que
intentaba ayudarla a levantarse. Y le dijo: "te llevaré al castillo y te curaré".
Durante los días siguientes, Sirenita pasó a vestirse como una dama, y
acompañaba al príncipe en sus paseos. Era invitada a los bailes de la corte pero
como no podía hablar, no podía explicar al príncipe lo que había sucedido en la
noche que le salvó.

A-z Mtra. Gabriela Roldan


El príncipe no paraba de pensar en la dama que pensaba haber
salvado su vida y Sirenita se daba cuenta de eso. Pero el destino le
reservaba otra sorpresa.
Un día, avistaron un gran barco que se acercaba al puerto. El barco
traía una desconocida que enseguida llamó la atención del príncipe.
Sirenita sintió un agudo dolor en su corazón, y sintió que perdería a
su príncipe para siempre.
El príncipe quedó prendado de la joven desconocida, que no era otra
que la bruja disfrazada, y al haberle robado su voz, el príncipe creyó
que era su salvadora y se enamoró de ella.
Le pidió matrimonio, y para celebrarlo fueron invitados a hacer un
gran viaje por mar al día siguiente, acompañados también por la
Sirenita. Al caer la noche, Sirenita, recordando el acuerdo que había
hecho con la hechicera, estaba dispuesta a sacrificar su vida y a
desaparecer en el mar, hasta que escuchó la llamada de sus
hermanas.
- ¡Sirenita! ¡Sirenita! ¡Somos nosotras, tus hermanas!. Escucha con
atención, hay una forma de romper el hechizo y recuperar la voz
que la bruja te ha robado. Si besas al príncipe conseguirás que se
enamore de ti y se rompa el encantamiento.
La Sirenita corrió y corrió hasta el gran salón donde iba a comenzar
la ceremonia de boda. Se lanzó a los brazos del príncipe y le besó,
dejando a todos boquiabiertos.
La hechicera recuperó su desagradable voz y aspecto, y la Sirenita
pudo explicar lo que había ocurrido realmente. La bruja fue
encerrada en el calabozo, y el príncipe se disculpó con la Sirenita.
Esa misma tarde se celebro la boda entre la Sirenita y el príncipe, y
todos cantaron para celebrar su amor.
A-z Mtra. Gabriela Roldan
Colorea solamente 18 peces

Remarca con tu lápiz todos los números 18

18 18 18
18 18 18
18 18 18
A-z Mtra. Gabriela Roldan
Colorea solamente las burbujas que estan marcadas con el numero 18 1
Colorea los dibujos

18 18
2

18 18
3

16 5

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8

16 9

18 10

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18 18
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16 17

18 18
18

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20
A-z Mtra. Gabriela Roldan
De la siguiente pagina recorta todos los peces y ordénalos del 1 al 18 1

10

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20
A-z Mtra. Gabriela Roldan
A-z Mtra. Gabriela Roldan
Ayuda al príncipe a llegar con la sirenita. Remarca A-z
los números, iniciando con el 1 y terminando con el
18. Colorea los dibujos

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20
Lic.
Mtra.
Alejandra
Gabriela
Zavala
Roldan
Chavez
La cigarra era feliz disfrutando del verano: El sol brillaba, las flores
desprendían su aroma...y la cigarra cantaba y cantaba. Mientras tanto su
amiga y vecina, una pequeña hormiga, pasaba el día entero trabajando,
recogiendo alimentos.
- ¡Amiga hormiga! ¿No te cansas de tanto trabajar? Descansa un rato
conmigo mientras canto algo para ti. – Le decía la cigarra a la hormiga.
- Mejor harías en recoger provisiones para el invierno y dejarte de tanta
holgazanería – le respondía la hormiga, mientras transportaba el grano,
atareada.
La cigarra se reía y seguía cantando sin hacer caso a su amiga.
Hasta que un día, al despertarse, sintió el frío intenso del invierno. Los
árboles se habían quedado sin hojas y del cielo caían copos de nieve,
mientras la cigarra vagaba por campo, helada y hambrienta. Vio a lo lejos
la casa de su vecina la hormiga, y se acercó a pedirle ayuda.
- Amiga hormiga, tengo frío y hambre, ¿no me darías algo de comer? Tú
tienes mucha comida y una casa caliente, mientras que yo no tengo nada.
La hormiga entreabrió la puerta de su casa y le dijo a la cigarra.
- Dime amiga cigarra, ¿qué hacías tú mientras yo madrugaba para
trabajar? ¿Qué hacías mientras yo cargaba con granos de trigo de acá
para allá?
- Cantaba y cantaba bajo el sol- contestó la cigarra.
- ¿Eso hacías? Pues si cantabas en el verano, ahora baila durante el
invierno-
Y le cerró la puerta, dejando fuera a la cigarra, que había aprendido la
lección.

A-z Mtra. Gabriela Roldan


Colorea solamente 19 alimentos para la hormiga.

Remarca con tu lápiz todos los números 19

19 19 19
19 19 19
19 19 19
Mtra. Gabriela Roldan
A-z
18 18 Colorea la imagen de acuerdo a lo
que indique cada numero.
18 18
18

17 17
17 17 17
17 15. café
17 17
16. rojo
17. vede
18. Rosa
19. azul

16

16

A-z Lic.Mtra.
Alejandra
Gabriela
Zavala
Roldan
Chavez
Pega 19 notas musicales.
Uno en cada cuadro

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20
A-z Mtra. Gabriela Roldan
A-z Mtra. Gabriela Roldan
1
Ayuda a la hormiga a llegar a su hormiguero, remarca los números
iniciando con el 1 hasta llegar al 19 2

5
3

4
5

1 7
6

2
7

8 9

10

12 11 9 11

12

15 13 13

16
14

17
15

16

17

18 18

19

20
Mtra. Gabriela Roldan
Había una vez un cocodrilo que siempre había vivido en la misma laguna, y le gustaba mucho pero
no le gustaba compartirla con los demás cocodrilos, cada vez que se movía, se tropezaba uno con otro
.
Cocodrilo siempre gritaba “Estos cocodrilos siempre empujan”, la laguna estaba tan abarrotada, que
cocodrilo salió a buscar otro lugar donde vivir.

Cocodrilo encontró un charco de lodo, en donde disfrutaba mucho resbalándose. Pero cuando los otros
cocodrilos vieron lo que estaba haciendo cocodrilo. También empezaron a resbalarse y revolcarse.
Cocodrilo enfurecido les pidió que dejaran de copiarle.

Cocodrilo se puso furioso que salió del charco de lodo , se fue caminando y encontró un lugar a la orilla
del rio y se echo a tomar el sol, pero cuando se durmió, … ¡los otros cocodrilos también vinieron a tomar
el sol! Cocodrilo apenas podía moverse. Estaba tan disgustado.
Que les grito - ¡Que me dejen tranquilo!
Se metió al rio helado y se fue nadando. En medio del rio
cocodrilo encontró un tronco flotando. Se monto en el,
pataleo suavemente y floto rio abajo. Le gustaba ver a los
sapos en la orilla y a los pájaros en los arboles

Mtra. Gabriela Roldan


Y sobre todo le gustaba estar solo.
Pero entonces, oyó un chapoteo y… ¡Los otros cocodrilos también venían flotando
rio abajo!
Cocodrilo patio mas rápido. Al pasar una curva del rio, se escondió detrás de unos
matorrales. Los cocodrilos copiones estaban gozando tanto que no lo vieron.

Cocodrilo se deslizo por la jungla hasta que vio una montaña solitaria. Y empezó a
subirla. En la cima de la montaña cocodrilo estaba feliz, pero cuando bajo el sol y
empezó a oscurecer…
!Los otros cocodrilos se apiñaron en la montaña!
Y cocodrilo les grito que porque siempre lo estaban copiando. A lo que
respondieron.
-porque tu siempre estas haciendo casas nuevas y divertidas.

Cocodrilo espero hasta que los demás se durmieron. Entonces, se escabullo en


silencio y regreso a la laguna. Nado por tosas partes y no se tropezó con nadie,
descubrió que su laguna era enorme.
Cocodrilo sintió frio. Se acordó de cuando la laguna estaba llena de cocodrilos
roncando.
Ahora la laguna estaba sola y pensó en que le gustaría que los demás cocodrilos
estuvieran ahí.

Grande fue su sorpresa, cuando uno a uno los cocodrilos regresaban con el a la
laguna. Cocodrilo se sintió dichoso y aprendió que es bueno compartir, aunque
estuvieran un poco apretados.

Pero algunas veces le gustaba escaparse y hacer cosas solo, antes de que los demás
lo encontraran.
Mtra. Gabriela Roldan
Tacha solamente 20 cocodrilos

Remarca con tu lápiz todos los números 20

20 20 20
20 20 20
20 20 20
A-z Mtra. Gabriela Roldan
Ayuda a cocodrilo a ordenar los números del 1 al 20
Pega los números de la siguiente pagina recortable

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20
Mtra. Gabriela Roldan
A-z
1 15 3 12 7
16 2 17 8 11
14 13 4 19 6
5 18 20 9 10
A-z Mtra. Gabriela Roldan
20 18
20
Ayuda a cocodrilo a encontrar
todos los numero 20 que y
enciérralos en un circulo

20 18 Colorea la imagen como mas te


15 guste
15 20 15

19

20 18
20

15 20

15 19
15
20

20
20

20 Mtra. Gabriela Roldan


20
A-z
Usted adquirió un material
para uso personal.
Prohibida su venta o
distribución.

Esperamos que el material


sea de su total agrado.
GRACIAS!!

Mtra. Gabriela Roldan


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