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t :,: g r rifla e c o nó ntica, 2g ; Guzman^

:: L.usca{lán',. Gat era Oficial,25


'.-,' tili¡ .. destripi:it_ín universai de
'-.,r -, ,r¿1¡i.8-9.
, -..::r.nela V Cenlroarnér:ica.,. I :75. ,
:t- C tj utep eque, 37g. Ver: Fianciscc
Isrr3. ACN-CDM. rollo B\_ll, ..La
.:1i. 6 dejunio de
1g57.
5. LA POLÍTICA CAMPESINA, LAS REVUEUTAS
, ll-21 de junio de 1862. 2-3.
Y LA FORMACIÓX PBT- ESTADO
Hll.
¡ !lcente),,, 1g95, AGN-CM.MG.
todo el siglo xrx, campesinos y artesanos lucharon por
¡das Concepción RamÍrez en fiunaNru
San
§a en Zacafecoluca eran haciendas IJ alcanzar crrotas de poder e influyeron significativamente en la
forrnación del estado-nación salvadoreño. Al hacer estr¡, también 1e
dieron forma al entorno social y económico de su localidad, en
tanto alcanz,aban o conservaba.n la autonomía local o regional y
empleaban su influencia política o militar para defender sus recur- ,
. .q:. l(¡i ü2. sos. En consecuencia, pusieron límites al poder y a los proyectos de
': L)t.tria Oficiot. 3 rle iroviernbrc las elites trocales y nacionales que pretendían organizar e1 país a su
E 1899, AGN_CM_MG. manera.l La protesta armada y 1a movilización popular oscilaban
to de Gobemación,,, 15 de
agosto entre ias revueitas o los motines locales hasta la participación en
alianzas políticas o militares -regionales o nacionales- propias de
: . r. i72.
ias luchas entre facciones de la elite. (Prefiero el concepto cle "lucha
de facciones" porque incluye otros procesos no comprendidos en ei
::-': tlr¡. 'y0.
vocablo "caudillismo" tal como acostumbra utilizarse). [,a movili-
zación campesina se constituyó en una fuerza pCIderosa en El
i.r {CtJ-CDM Rollo Bl.i-21
Salvador del siglo xrx.'
Varir¡s académicos han estudiaclo c«ln renovado interés la auto-
nomía política y económica de los campesinos latinoamericanos
durante el medio siglo posterior a la independencia.3 l\{uchos
siguen ubicando ia política del campesinado en el ccntexto c1e la
"nación", si bien conceptúan el término bajo nuevas formas.o No
obstante, en lllgar de visualizar a la nación y el estado nacional
como elementos medulares de la discusión sobre 1a participación"
política del campesinado, este capítulo analizará al gobiemo y el

t7r
estado como el punto central de la movilización política campesina
donde las instituciones del poder y las ideologías nacionales aún
eran débiles. Aún más, este capítulo esclarecerá los vínculos entre
ias movilizaciones políticas y la vida campesina local para descu-
brir las conexiones entre los procesos locales y nacionales y aclarar
las discontinuidades y el carácter descentrado de la historia política
de este periodo.

Fonnación clel estado y contienda popular, 1832-1849


Como parte integrante de la llamada Federación Centroamericana
(las Provincias Unidas del Centro de América), El Salvador perte-
necía a una entidad mayor, aglutinada sobre todo por las acciones de
una facción político-militar pequeña, fragmentada y poco exitosa,
liderada primero por Manuel José Arce y. posteriormente, por
Francisco Morazán. Después del colapso definitivo y tumultuoso de
la Federación en 1839, El Salvador continuó vinculado a Guatemala
y Honduras por las luchas políticas y varias alianzas forrnales, aún
después de declararse una república independiente en 1847. Entre
las décadas de 1840 y 1890, el estado salvadoreño se despiazó inter-
mitentemente Éacia un sistema centralizado y consolidado.
Una consecuencia de la independencia de Centroamérica fue la
pérdida del papel mediador de las elites locales española y ladina
en las relaciones políticas del estado con los indígenas y otfas
comunidades campesinas. En 1a época colonial, la elite urbana en
ciudades como San Salvador, San Miguel y Sonsonate formaba
alianzas políticas con las comunidades campesinas y contribuía a
resolver sus disputas y reclamos. Sin embargo, durante el proceso
de indepenclencia (1811-1821), en el cual los campesinos y los arte-
sanos indígenas, ladinos y mulatos, fueron partícipes directos, Ias
elites locales -criollas y peninsulares- se dividieron y debilitaron,
y los mecanismos regionales de control social se disoivieron.s Los
funcionarios del ntlevo estado independiente no pudieron mantener
e1 delicado equilibrio étnico de sus alltecesores coloniales, de ta1
marlera que los indígenas y ladinos debieron enfrentarse a unas
nuevas relaciones sociales y económicas sin 1a otrora mediación de
í\ las instituciones coloniaies.

t72
)

zación política campesina DespuésdeladécadadelS30,muchascomunidadessesuble-.


que las enre-
,deologías nacionales aún varon para protestar por el cobro de los impuestos' 1o
arecerá los vínculos entre dóenprgnutpolíticasmayoresoenladefensadelestadofrentea'
10s estados
rpesina local para descu- diversas invasiones. En 1832, varios levantamientos en
ales y nacionales y aclarar federadosdeEtsalvadoryGuatemaladieroninicioaunaerade
rado de la historia política revueltas populares e inestabilidad potrítica que duró
medio siglo'
jefe de esta-
Estas movilizaciones populares empezaron cuando el
do de El Salvador. Mariano Prado, intentó poner en vigencia
una
¡r.1832-1849 seriedeleyesimpopularesdecapitaciónyobraspúblicasyotras
que limitaban la tenencia comunitaria de la tierra. Los motines
en
l,' rac ón Centroamericana
i
pie
rénca), El Salvador perte- los vecindarios mayormente indígenas de san Salvador dieron
re todo por las acciones de finalmente a revueltas y conspiraciones de mayor envergadura'
inlüntada y poco exitosa. En 1832, el gobierno estableció una capitación de 8 reales'
e r. posteriormente, por argumentan<lo que la independencia había amuinado a
la clase
jeiinitivo y tumultuoso de empresarial y que los costos de administración del nuevo estado
uti r inculado a Guatemala debían ser compartidos por toclos.n Adicionalmente. el gobiemo
días de
tas alianzas formales, aún ordenó que todos los hombres adultos contribuyeran dos
medidas
pendrente en 1847. Entre trabajo al año para las obras públicas. La oposición a estas
ai,rreño se desplazó inter- impopulares empezó en San Salvador y se propagó a todo
ei esta-
do. En Izalco, un grupo de indígenas se sublevó y atacó la
io r consolidado. ciudad
e ue Centroamérica fue la de sonsonate. Le siguieron otros distttrbios en zacatecoltca,
lo¡ales española y ladina Santiago Nonualco, San Vicente y San Miguel, y la Asamblea
on 1os indígenas y otras Legislátiva trasladó 1a capital de Cojutepeque a San Salvador.'
:rit-,nia1. ia elite urbana en Estos disturbios tuvieron un carácter político. En 1a ciudad de
tal r Sonsonate formaba San Miguel las autoridades locales sufrieron fuertes ataques'
Las
an,p-rg5i¡¿s y contribuía a tropas gubernamentales enviadas para sofocar esta rebelión
incita-
barqo. durante el proceso .on u ,ru segunda, más grande que la anterior, durante la cual fue
los ;ampesinos y los arte- atacado dos veces el destacamento militar de la localidad
y el
rn oartícipes directos, las saqueo y la matanza se extendieron a toda 1a ciudad.' Los habitan-
dri iflis.., y debilitaron, t", d" Llsulután y Chinameca se unieron a la lucha.o El gobernador,
,,r-iir1 se disolvieron.5 Los el alcalde y otros notables fueron fusilados. Un contingente de tro-
ntr' no pudieron mantener pas frescas despachado desde La unión no pudo tomarse la ciudad:
ri>rri'eS coloniales, de tal posteriormente, un nuevo ataque bajo las órdenes del coronel
xeir-\n enft'entarse a unas Benítez logró someter a los sublevados al control gubernamental' 'los
irn 1a otrora mediación de Se impuso la ley rnarcial en la ciudad y, aunque casi todos
iíderes lograron escapar, los capturados fueron juzgados pol una

113
!l

cofle rnarcial.'" En la ciudad de Chalatenango en enero de 1833, un


sacerdote encaLrezó una revuelta de características similares prota-
gonizada por indígenas. En la vecina Tejutla, el alcalde y el secre-
tario municipal fueron asesinados. Estas revueltas también fueron
sofocadas por tropas gubernamentales.
Un nuevo aizamient6 en San Salvador derrocó al jefe de estado
Prado. En atención a estas revueltas, la Asamblea Nacional eliminó
los odiosos impuestos. El nuevo jefe de estado, Joaquín San Maftín,
decretó entonces una amnistía, pero estaba en .juego algo más que
la oposición a los impuestos." En febrero de 1833, estalló un levan-
tanriento mucho mayor en el departamento de La Paz al rebelarse
los trabajaclores indígenas de las haciendas. Los historiadores han
subrayado que las causas de estos disturbios fueron los bajos sala-
rios y el trato cruel que recibían a manos de stts paffonos blancos.''
,El dirigente de esta rebelión, Anastasio Aquino, enfurecido por 1os
LÉ. :golpes infligidos a su hermano, robó a los terratenientes blancos y
ldistribuyó sistemáticamente su riqueza entre los pobres. Es bien
bonocida 1a intención de Aquino de asesinar a los hacendados de la
región, especialmente a los de Zacatecoluca.''
Si Lrien es ciefio que las quejas en torno a los abusos económi-
cos y sociales en el agro o los priviiegios de los tematenientes espa-
ñoles sin duda contribuyeron al estallido de ia rebelión, estos
motivos han sido sobredimensionados. Las comunidades indígenas
se movilizaron en un momento en el que 1as elites políticas y los
hacendados estaban debilitados, y las haciendas de La Paz estaban
declinando. La mayoría de los conflict0s agrarios en esta región
eran entre comunidades indígenas y campesinas y comerciantes
ladinos de los pueblos. Un factor determinante de la movilización
fue la oposición indígena a la legitimidad de la autoridad política y
militar de biancos y ladinos. Sin embargo, el movimiento de
Aquino no aglutinó del todo a las comunidades indígenas de la
región y no reclutó seguidores en el vecino pueblo rivai de San
Pedro Nonualco, que padeció bajo su control. Los indígenas de
Santiago Nonualco tenían pugnas territoriales, desde hacía mucho
tiempo, con San Pedro. Los partidarios de Aquino incluso atacaron
a unos trabajadores ladinos en una hacienda.'*

114
anso en eilero de 1833, un Un elementt¡ en la rebelión de Aquino de 1833 fue la oposición {
cterísticas similares prota- al reclutamiento militar.t'Los campesinos y artesanos se enJienta-
1utla. el alcalde y el secre- ron a 1os reeiutadores, capturaron sus armas y atacaron el destaca"
; revueltas también tueron mento rnilitar de la localiitad. El movimiento se extendió entonces
a los pueblos indígenas de San.Iuan Nonualco,Zacatecoluca y San
rr Cemocó al jefe de estado Sebastián Analco.'6 Aquino surgió como líder rebelde cuando'
.samblea Nacional eliminó supuestamente, logró establecer el "orden" entre los reciutas.'7 Un
stado. Joaquín San Martín, primer intento cle suprimir la rebelión de los nonualcos fracasó. El
'na
en juego algo rnás que gobernador y comandante cie San Vicente, "Iuan José Guzmán, ven-
de 1833, estalló un levan- ció a ios inclígenas en dos enfrentamientos antes de ser derrotado.rs
ito de La Paz al rebelarse Como resultado, Aquino y pcir 1o menos 2.000 partidarios saquea-
ias. Los historiadores han ron la ciudad hispana de San Vicente, obligando a Guzrnán a reti-
¡lcs fueron los bajos sala- rarse; luego, continuaron hacia las haciendas al norte de la ciudad,
de sus patronos blancos.,, matando a notabies y sus familias en el camino.'e En Tepetitán,
,quino. enfurecido por los Aquino rnandó quemar 1os archivos y emitió una serie de ieyes.'o
s reratenientes blancos y De ahí, marcharon a Olocuiita para conseguir más reclutas, antes de
:n1:e los pobres. Es bien proceder hacia San Salvador. Los insurectos fueron derrotaclo el l4
lar a los hacendados de ia de febrero, cuando trCIpas frescas de San Salvador obligaron a
Aquino a retirarse a su pueblo natal donde, finalmente, lo denota-
no r ios abusos económi_ ron y captttraron después de grandes batallas en que participaron
!e ,t'rs terratenientes espa- entre 3.000 y 5.000 indígenas rebeldes y 8.000 tropas del gobier-
l¡ le la rebelión, estos no.'' Después de esta derrota, se tomaron duras medidas contra la
s ¡,riruiridades indígenas población local, incluyendo ejecuciones inasivas. Después de
ia-r elrtes políticas y los varios meses en prisión, Aquino fue ejecutado y su cabeza coloca-
reiias de La paz estaban da en una jaula corno escartniento pútrlico."
; i:rarios en esta región A pesar de los cambios de gobierno a comienzos de 1833 y la
3Ie:inas y comerciantes supresión de las revueltas de diciembre de 1832-f-ebrero de 1833. el¡
oa,r¡e de la rnovilización descontento continuó. Una disputa entre Morazán, el presidente (y[
de ,¡ auroridad política y dictador) cle la Federación, y el Jefe ile Estado salvadoreño, San
lr§,,. el movimiento de N{artín, provocó la destitución de este a mediados de 1833 y 1a con-
ru;;ies indígenas de la fiscación de sus siete propiedades en Sonst¡nate. (Medidas simila-
I"n,l Pueblo rival de San res at-ectaron las propiedades c1e los presi<ientes Malespín, Campos,
rnrrrl. Los indígenas de Dueñas, Barrios, Zaldívar y Ezeta durante el resto del siglo). Según
aie-.. desde hacía mucho f'uentes clel Departamento de Estado de Estados Unidos, e1 pleito
A¡ :ino tncluso atacaron tuvo que ver con las alianzas <le San Martín con las comunidades
indígenas opuestas a Morazán " Como resultado de estas pugnas

l', 5
, políticas en la cima, se desató la guerra civil, incluyendo una rebe-
lión importante en san Miguel. Morazán se vio obtigado a trasladar
el gobierno de la Federación a Sonsonate. El conflicto civil y mili-
tar entre federación, estado y fuerzas locales continuó en 1833-
1834, 1o que contribuyó a intensificar el caos político causado por
los intentos de mantener viva la Federación a pesar de la oposición
popular." Un año más tarde, se desató otra crisis al organizarse una
coalición de comunidades indígenas y facciones políticas para
derrocar al gobierno de la Federación, lo que puso en evidencia de
"
nuevo la vinculación entre asuntos étnicos y económicos y entre la
política local y nacional.
En 1835, el presidente Morazán destituyó al general Nicolás
Espinoza como jefe de estado a tan sólo unos meses de haber asu-
mido." A Espinoza se le acusó de conspirar con los indígenas de la
región central y sus aliados en Guatemala para destruir la
*" i,!, 'i
Federación y establecer una república indígena. Este había logrado
;P
' identificar los profundos resentimientos étnicos de los indígenas
para conseguir su apoyo. El objetivo de ellos era destruir la
Federación en ambos El Salvador y Guatemala y forjar un estado
más fuerte y centralizado, a la vez que establecían una arianza étni-
ca con los indígenas de Los Altos, Chiquimula y euezaltenango en
el estado de Guatemala. A pesar de su fracaso, este movimiento
permite explicar cómo la identidad étnica y la autonomía política de
ul ^r'*¡Ú las comunidades campesinas locales incidieron en los movimientos
ü políticos regionales. También muestra las relaciones entre los pro-
#,
cesos locales y territoriales de formación del estado, que incluían a
campesinos, notables y líderes de facción y militares.26 En muchos
sentidos, este movimiento se anticipó a la exitosa arianzaindígeno-
1 oampesina de carrera en Guatemala contra Morazán y el gobierno
de la Federación." ciefiamente, el movimiento develó las debilida-
"/.
'\ des del estado salvadoreño y de su protector f-ederal al poner en evi-
dencia 1o restringido del poder de Morazán así como el de los otros
ladinos que se preocuparon por constituir el estado.
La conspiración encabezada por Espinozareyela también cuán
tenue era el poder de los primeros líderes de la república y cómo los
grupos indígenas percibían al emergente estado de la Federación

"t¿¿
176
Los indígenas de la región
il. incluyendo una rebe- como una irnposición bianca o ladina'
: r'io obligado a trasladar centraldeElsalvadorjustificabansurebelióncondosargumentos
basados en el mismo principio:
un dominio legítimo sobre la tierra'
E1 conflicto civil y mili- querían que biancos y ladinos
:a1es continuó en 1833- En primer lugar, Ios indígenas no
Este no era un conflicto agra-
aos político causado por usaran tierra alguna de sus pueblos'
ui estaba reiacionado con un insu-
rio en torno a tierras pro<1utii'as'
n a pesar de la oposición más bien, tenía que ver '
crisis al organizarse una fi.i.n," acceso <le 1os campesinos a 1a tieira;
de personas no indígenas a
tracciones políticas para con un rechazo a cualquier pretensión
controlarlatierra'Lo'ut"u"ionesde"esclavitud"enlosvolantes
a situaciones de trabajo reales o
lue puso en evidencia de al
r económicos y entre la de los rebeldes no se referían
de las comunidades indígenas'
Los reclamos eran
"mpobrecimiento
iuryó al general Nicolás políticos,orientaciosadebi'litarelcontroldelosiaclinossobrelatie.
gobiernos de los pueblcis' En segun-
[os meses de haber asu- rra y su representación en los
Mrorazátt c1e vender territorio
f con los indígenas de la do iugar, se acusaba al presiáen E a los
una acusación que estremeció
hala para destruir la centroamericano a los ingleses,
hacía referencia unos
a
indígenas salvadoreños' Este planteamiento
Lpnu. Este había logrado para cortar niadera a lo iargo de
arreglos con compañías británicas
Fnicos de los indígenas y Guatemala'" Las comunidades
las costas caribeñas de Honduras
le e11os era destruir la ideas muy claras strbre 1a sobera-
indígenas tenían, evidentemente'
hulu y forjar un estado un momento en que la naturaleza
del
una alianza étni- nía y la legitimiciad poiítica en
l¡hcían nu.ro estado-nación todavía no estaba definida'
Irlu V Quezaltenango en conspirado con estas
No quecla claro por qué Espino za había
frcaso, este movirniento determinó que su conducta era
Its autonomía política de comunidades indígenas' nl tiscal
ha revelado en un
"en todos tiempos tan extraña como inexplicable'
loo "n los movimientos cofiopedododesuadministraciónlossecretosdesualma...."El
placiones entre los pro- conspirado para derrocar a
problema ilo era que Espinoza hubiera
) estado, que incluían a * hubiera aliado con las milicias indígenas.
1a Federación, siná qrr"
I militares.2o En muchos LaidentidadétnicadeEspinozaesunmisterio(élsepresentaba
[itosa alianza indígeno- como indígena, refiriéndose al color
y' quizás' a ia-textura de su
]Morazán y el gobierno que se consicleraba a si mismo como
cabeilo) aunque es casi seguro
lnto develó las debilida- encargado de negoclos de Estados
Ei Unidos en
]federal al poner en evi- ladino.
se refirió a é1 como un indíge-
Lrí.o-o el de los otros Centroamérica, Chiles G' De Witt'
na, eso sí "astuto y bien educado"'tu
f ..tuao.
La con 1os indígenas comenzo ¡n abril
alíanza de Espinoza
( de
La revela también cuán <lelpoder) cuando fiT"..,:lf^tfl
1835 (clurante subreve ejercicio
Jh repuolica y ccimo los toqueobligabaalostradinosaconvertirseenarrendatartosdetas}
}¡a¿o de la Federación

t77
cornunidades indígenas y que anuiaba cualquier compra previa de
tierras realizada por campesinos o labradores iadinos.3l Los lacrinos
sólo podían queciarse con las cosechas que ha.brian cultivado y esta-
ban obligaclos a pagar un canon (tasa de aiquiler) a las comunirla-
des. I-as tierras que las comunitlades habían perciicio por arrienelo o
por rleucia clebían ser devueltas. Los ladinos que rehusaran pagar un
alquiler tendrían que clevoiver las tierras ¡,' sólo se 1es compensaría
el valor cie sus cosechas. (En aquel tiempo, ia legislación agraria no
distinguía todavía entre eiidos municipalcs y tierras comunales; de
acuerdo a la costumbre colonial, 1os puebios controlados por comu-
nidades indígenas generalmente reclamaban todas las tierras corco
prcpias). Este decreto significaba que tras comunidacies indígenas
tenían autorizacicjn legal para expulsar a ios ladinos de sus pueblos.
Es más, ctorgaba respaldo a la idea cie que los laciinos no tendrían
cabicla en una polis indígena.r? En palabras de un iadino, "ras tierras
las juzgan slryas [de los indígenas] desde que pudo poblarse por
entes humanos centro-América.... que las tierras ce América sólo
pueden pertenecerles a ellos, como dueños y señores ciescie antes y
después dc. la coirquista españoia".3r
Después c1e este ciecreto, conrinuó la crisis en dos niveies dis-
f tintos. En el prirnero, aparecen lcs
actores ya conociclos de la his-
toria política del siglo xrx: presidentes, jef,es, legislaturas.
generales, mini-qfros. En este círculo, Espinoza trató de conseguir
apcyo en ias legislaturas federai y estatal, peio ai no recibirla tuvo
que rlejar su puesto. A pesar de que consiguió ei apoyo de rmpor-
tantes notabtres de la localidad" entre elios algunos diputaclos,
muchos luncionarios dei estado se le opusieron. inciuiclo su segun-
do en el mando, quien ailvirtió a Morazán cle la inminente catástro-
fe. Después de su denocamiento, Espinoza continuó fomentando ia
rebelión desde iejos.
El intento de "dividir la sociedad tolpernente en clases para
trastornar el orden " era el segundo, y menos evidente, cornponen-
te de la crisis.3'F,ste involucró a las comunidades indígenas de la
región centrai de El salr.,ador, ias cuales se dedicaron durante varios
meses a organizar una confrontación en gran escala con el gobier-
no de la Federación. Las autoridades de la Federación temían. con

178
Aquino
lquier comBra previa de mucha razófl,que esta rebelión era más peligrosa que la de
-c' l.rdinos. ' Los lariinos enls33.Porunaparte,erademayorenvergadura:enestaocasión,
El
habrian cultivado y esta- se creía que unGS 10.000 indígenas apoyaban el movimiento'
LicL,iler) a las cornunida- encargado de negocios de Estados unidos en Guatemala
compartía
n perciido por arrienclo o o'Los aborígenes superan en número a ias otras clases
esta opinión:
s que rehusaran pagar un y, naturalmente, se van a adherir a su causa"'" Por otra parte' los
srilo se les compensaría indígenas tenían aliados blancos y ladinos que les suministraban
. i¿ legisiación agraria no armas y otros recursos. Estos mismos vínculos facilitaron las
comu-
s r tieiras comunales; de nicaciones con partidarios de fuera de la región, en chalatenango
y
rs conirolados por comll- Sonsonate, y fuera del estado, en Honduras y Guatemala'
¡n todas las tierras corno En e1 centro de esta conspifación se encontraban las comunida-
, comunidades indígenas
des indígenas de 1a región central del país. La altanza tenía su sede
rs i.iciinos de sus pueblos.
en Cojutepeque, e incluía indígenas de los pueblos de Apastepeque,
e los ladinos no tendrían Ilobasco, Guatigiagua, san Pedro Perulapán, sensuntepeque.
de un iadino, "las tierras santiago Nonualco, San Pedro Nonualco, san Miguel y los barrios
: cue Dudo poblarse por indígenas de San Salvador y Tenancingo. Las comunidades indíge-
trerras Ce América sólo nas destacaron espías y agentes, circularon cartas y afiches y, even-
; ', sericres ciesde antes y tualmente, movilizaron una milicia de unos 500 a 700 hombres,
encabezada por indígenas que ocupaban diferentes puestos a nivel
f,isis en dos niveles dis- municipal y estata1.36 Con el apoyg de Espinoza, este "batallón
pya conocidos de la his- invencible" hasta logró infiltrar el único destacamento miiitar de la
h, j"f"r, legislaturas, Federación en tierra salvadoreña, ubicado en la vecina ciudad his-
7n u traió de conseguir pana de San Vicente.t'
lnro al no recibirla ruvo con esta movilización, las comunidades indígenas de E1
pió el apoyo de impor- Salvador afticularon una identidad 'pan-india' que trascendía los
ps algunos diputados, numerosos obstáculos que separaban a las comunidades indígenas.
F"r. inciuido su segun- El movimiento también estableció contactos con "los negros" de
p la inminente catástro- sonsonate, seguramente la comunidad de pardos del volcán de santa
fmntinuó fomentando ia Ana (en ese tiempo parte de Sonsonate). Esta fue otra comunidad
inclígena que Se movilizó en varias ocasiones durante el siglo xlx, a
pmente en clases para menudo en alianza con gobiernos guatemaltecos. Hubo también
$ evidente. componen- contactos con comunidades indígenas en Guatemala. Algunos parti-
|iOaOes inciígenas de la cipantes salvadoreños evidentemente acompañaron a "los pueblos
fcdi.*on duranre varios oprimidos de verapaz, Quezaltenango, Totonicapán y Sololá" (en
fn escala con el gobier- Guatemala). Guiliermo Quintanilla, un juez de zacatecoluca. quien
frderación remran, con dirigió un taller de municiones de los rebeldes, se convifiió después

179
en oticial dei ejército guatemalteco de Carrera. El encargado de
negocios de Estados Unidos pensaba que Espinoza también tenía
partidarios en México. "listos para cooperar con é1, a toda costa".38
El movimiento también reciutó a miembros de las milicias loca-
les. Espinozahabía animado a los indígenas a participar en las elec-
ciones locales para expulsar a Ios ladincls del gobierno local' Su
objetivo, el de "reunir a los de su casta en solidaridad", intentaba
el control que blancos y ladinos habían mantenido desde la
" lguebrar
'findependencia sobre los procesos de for¡nación y legitimidad del
testado. Pero. lo que a nivel ciei estado f-ue, sobre todo. una rebelión
t-allida, a nivel local fue un conflicto abierto entre ladinos e indíge-
nas. En ai menos dos pueblos, los indígenas atacaron a los ladinos
y destruyeron sus cosechas y sus casas. En otro pueblo, los ladinos
durmieron en sus sembrados por miedo a ser atacados por los indí-
genas durante la noche."
Los dirigentes indígenas de Cojutepeque expresaron claramen-
te una de las motivaciones centrales de su movimiento: "Que quie-
ren saber 1o'que peliamos,... les declaramos a ustedes que es
nuestra amada libertad que hemos lebantado, y desde su principio
cuando el finado Aquino la lebantó".'o La solidaridad étnica, no
obstante, no era absoluta. Algunas municipalidades indígenas
rechazaron el movimiento y advirtieron al gobierno del peligro:
"pues aunque somos indígenas obedesemos y respetamos las
leyes, y conocemos que no hay ni puede haber división de castas,
pues todos somos centro-americanos; y así es que en ntlestro pue-
blo no hay alteración. estamos tranquilos todos trabajando en
nuestros talleres".''
Después de la salida obligada de Espinoza y el envío de tropas
federales a El Salvador para pacificar las regiones insurgentes, se
ofreció una amnistía a los conspiradores, según la cual podrían
entregar sus armas a cambio de efectivo o, de lo contrario, serían
enviados a prisión. El ofrecimiento de la amnistía era refiejo de la
incapaciclad del gobierno de imponer sus condiciones. Después de
algunas confrontaciones, el diri.eente militar más importante dei
movimiento, Atanasio Flores, y sus milicias indígenas se rindieron
al general encargado de correrlos de los cerros.*'

180
+
.arera. El encargado de Este movimiento suscita la pregunta de si la comunidades indí',
Espinoza también tenía genas lueron manipuladas por líderes blancos o ladinos. o si su$ .é

Lr con é1, a toda costa".38 alianzas estaban cleterminadas por conveniencia. Aunque no puedé
bros de las milicias loca- ciecirse cómo hubieran resultado estas coaliciones si los indígenas
s a participar en las elec- hubieran ganado, 1a participación de elites no indígenas no le resta
s dei gobierno local. Su importancia al movimiento. Tanto las comunidades indígenas como
los políticos blancos o ladinos parecen haberse mostrado muy t1e-
n solidaridad", intentaba '

lLrían mantenido desde la xibles en la búsqueda de aliados. Durante todo el siglo. las comu-
nacrón y legitimidad del nidades indígenas buscaron tales alianzas, pero no cegados por la
-srrbre todo. una rebeiión pasión o por las lealtades personales, como se les ha caractertzado
io entre iadinos e indíge- con frecuencia. Más bien. los indígenas buscaron aliados que les' .
as atacaron a los ladinos permitiera proteger 1os recursos locales y su autonomía política;
i otro pueblo, los iadinos obligando así a los líderes poiítico-militares
*ladinos y blancos- a
ier atacados por los indí- buscar su apoyo en las luchas por el poder.a3
Las comunidades indígenas de El salvador fueron más allá en
ue e,xpresaron claramen- sus demandas políticas, exigiendo nuevas fclrmas de autonomíafen- u
movimiento: "Que quie- clientes a la reconstrucción de la naciente Federación en términos'
am.os a ustedes que es más acOrdes con Sus deseos. Empero, su fracaso en este einpeño no
do. 1, desde su principio significó que se tornaran inactivos;1os acontecimientos de comien-
a solidaridad étnica, no zos del período nacional fueron sólo un preludio a nuevas formas
nicipalidades indígenas de movilización. I-os indígenas y campesinos de la región centrai
al uobierno del peligro: continuaron luchando para ejercer poder y para definir la forma del
rmos y respetamos las estado y sus relaciones con Guatemala. Entre 1835 y comienzos de ,
naber división de castas, 1a década de 1850, los dirigentes de facción y militares buscaron
sÍ e : que en nuestto \aeal \e\tair (con ftecuencia a\iados a fuerzas extsmas) en su lucha
!ue-
los todos trabajando en por controlar el incipiente estado nacional; entretanto, las comunl-
dades locales continuaron su movilización, ejerciendo una especie
noza y el envío de tropas de poder de veto sobre cuaiquier aspirante al poder nacional'
re_eiones insurgenfes, se En 1837, los campesinos del volcán cle Santa Ana se rebelaron
. según la cuai podrían contra las autoridades locales y f'ederales, con el apoyo de1 general
r. de 1o contrario, serían Carrera de Guatemala. Como parte de este movimiento, 4,000 indí-
Lmnistía era reflejo de la genas del la región de Cuscatlán, recientemente pacificada, se toma-
:ondiciones. Después de ron el centro de la Coiutepeque en mayo de 1837, alegando que los
itar más importante del ladinos habían envenenado el agua y provocado una epidemia de
rs indígenas se rindieron cólera. Capturaron y torturalon al director de la cárcel y mataron a
rros." un médico del gobierno que había sido enviado para controlar la

181
epidemia. Junto a campesinos de la vecina zacatecohtca, atacaron el
cuartel de esta ciudad, saqueando y matando a residentes de la ciu-
dad. unos días después, atacaron el cuartel de san vicente pero fue-
ron derrotados por tropas apoyadas por los residentes de la ciudacl.
otros pueblos indígenas se alzaron en mayo de 1837, motivados por
sacerdotes que protestaban contra las leyes del matrimonio civil y
¡ror la epidernia de cólera.*
El presidente de la Federación, Morazán, envió tropas adicio-
nales desde San Salvador para ayudar a controlar Ia región.
Después de permanecer dos días en cojutepeque, se traslaclaron a
Ilobasco, donde los indígenas habían saqueado viviendas y matadir
un número de personas. Eventualmente, este aizamiento también
fue sofocado y todos los prisioneros fueron pasados por las armas.ot
Al igual que en los acontecimientos de 1835, las comunidades indí-
genas de las regiones occidental y central de El salvacior hicieron
causa común con comunidades de la vecina Guatemala, en esta
ocasión debido a un brote rle cólera en la regién.'o (woodward vin-
cula estas revueltas a la influencia de los sacerdotes de ios pueblos
', pu.u movilizar a los campesinos contra el estado riberal y
anticleri-
cal, lo que provocó ievantamientos mayúsculos en 1g37, en
Guatemala y El Salvadr:r)." Aunque éstos fracasaron en su intento
de lograr un cambio de gobierno. contribuyeron a la eventual derro-
ta de la facción militar de Morazán a manos de los conservad.ores
aliados con Carrera en Guatemala.
Desp,és de una impofiante revuelta popular en san saivador. en
septiembre de i838, carrera atacó nuevarnente ias ciudades de santa
Ana y Ahuachapán el 28 de octubre y se replegó después a
Guatemala.o' Recibió apoyo de los indígenas de la región y entregó
1.
t11-
¡,j armas a sus partidarios. En 1839 y 1841, ios campesinos del volc¿ín de
. t:; santa Ana se levantaron de nuevo, perc cacra vez f'ueron derotados
i::'i por tropas gubernamentales.ae una revuelta similar ocurrió en santiago
Nonualco el 10 de diciernbre de 1840, pero fue sofocacra rápidamente.
i
,:
! Las fopas del gobierno destruyeron viviendas y la iglesia, mataron a
i
muchas personas y obligaron a offas a huir a los cerros y a ias hacien-
t das vecinas. Todos estos movimientos estaban vinculados a una ines-
.,I
¡
tabiiidad política mayor, de ia cual se cllnoce muv poco.ro

T82

L
lcatecoluca, atacaron el Los levantamientos p*pulares y ia trtnnació¡ de alirn-rzas cgnti-
) a residentes de ia ciu- nuaron prácticarnente sin inlen'up'ci$n en la década cte 1840" En
e San Vicente pero f-ue- 11i42, estalló de riuevo una guerra civil en lí1nto aumentaba la opo-
'esidentes de la ciudad. sicicin al ;oresitlente Liirdo. LIn ataque al cil¿trtei prctaglriizado pcl'
Je 1837, motivados por ics residentes de los barrios pobres de San Salvador aceleró el
de1 matrimonio civil y derrocanliento de Lindo. \iarios notabies de Ia ci'"iriad también e::la-
ban invoiucrailos, inciuido e1 generai Quir.iiar-ril1a. unc de 1os gene-
n. envió tropas adicio- i-aies de Morazán quien emperó su camÉra como dirigente de ia
r controlar la región. comunidad del Volcán. Esli.¡s alzanrientos apoyaban ia uniOn cle
Equel se trasladaron a Centroamérica, a la que Lindo se oponía, y fileron organizarlos por
do viviendas y matado parti<larios d.e ME¡razán.'' El general Carrera envió a Aquilino fian
te alzamiento también Ma;:tín ¡lesde Guatercala a [* legión fronteriza en 1842; en 184-t
¡a-sados por las armas.ot éste avattzó hacia el Volcán de Santa Ana paia reclt¡tar parti,larios.
ias comunidades indí- De nue\,o, la comunidaci vc¡lc¿trtefra s* nrcvilizó, y eI desorden polí-
l El Salvador hicieron tico nacional le permiti¡]. ¿iefender sus prcpios intereses mediante
la Guatemala, en esta ataq¡les a terratenientes lcca,les ccn 1<ls cr.r¿".!.es tenía disputas.5r El I
itln.-'(Woodward vin- -V'olcári
de octubi'et1e i843, ios iebeides dei se alzaro* de nrtevo
erdotes de ios pueblos empuñando armas guiiternallecas. Fuerou cierrotacios en la ciuci¿rc1
aiio liberal y anticleri- de Santa Ana por ei cornanciante local."Entre 1844 y 1848 estalla-
úsculos en 1 837, en ron i)tras protestas contra el presidente Maiespín en San¡iagcr
acasaron en su intento Nonualco. Cojutepeque, Sau Yicente, Sensuntepeqllo )/ San
on a ia eventual derro- Salv¿dor, y se dieron accit¡ues v'lr:,Lentas entre lcs inciígenas <1e
; de los conservadores Santiago Nonualco y San Fedro Nt,'nualco'
En vista de la debilidacl dei estado centrai y de la iclentidari.-
a¡ en San Salvador, en naeional, donde la autoridad y ia legitimidad elescansaban sobre un
: ias cir,rdades de Santa frá§il equilibrio cie alianzas reglonales, étnicas, particiatias y comu-
;e replegó despues a nitarias, la estabiliclad put;Lica era una meta difícil cle alcanzar. El
& ia región y entregó orden clepen<iía cie 1as ali¡.nzas efirnéras entre las r:ornunidades y los
mpesinos del volcán de lícleres de facción lailiuos, la mavcrí¡- rJe estos militales. Cualquier
rez fueron derrotados intento cle un 1íder cle constituir tin régimen estable debía enfrentar
üa¡ ocun-ió en Santiago granrles desatíos, ciebido a -qu incapaciclaci <1e controlaf las cornuni-
>o i-rx acia nípidamente. dades locales y a falta cie un ejército profesionai e instifuciones
r ,a r-elesia, mataron a estatalos fuertes. Durante la mayor parte de1 siglo, iz', inestabilidad
b .erros y a ias hacien- política a nivel nacionai permitrrÍ que las cofnunidacles locales pro-
lmculados a una ines- tegieran Sus intereses y cgnservalan Su a.U-tünomía" ComO hertlos
[ur poco.to visto, las cornuni<lades locales, especialmente los grupos indígenas,

i83
defendían su derecho a la tierra, su control dei gobierno
del pue-
propio
blo y su autonomía ante otras fuerzas políticas, incluido el
estado nacional.

Movilización constante: la facción indígena de Cojutepeque'


I 863-1872
I)urante la década de 1850 clisminuyó la violencia en EI Salvador,
populares y,
especialmente aquella asociada con 1as movilizaciones
específicamente, indígenas de ias décadas anteriores. Pero
el acti-
vismo reciente estabieció una tradición de protestas y acciones
colectivas.. un ejemplo de ésto fue la comunidad de cojutepeque.'*
[Jn observador contemporáneo comentó: "son estos en su mayoría
indígenas, robustos y bien formados, sumamente belicosos,
rústicos
y tenaces: cle manera que 1os diversos partidos políticos siempre
aborí-
han creído tener un gran apoyo si militan en sus filas estos
y
genes. Por otra partes son muy religiosos, dados al trabajo ami-
Ín* los Ae lapaz,'.tt Estos eran los mismos indígenas
que se enrolaron
án los ejércitos salvadoreños enviados a derotar a William
Walker
en Nicaragua, en esta misma década'
La década de 1860 presenció un nuevo periorlo de inestabilidad
nacional e ístmica. Después de 1a derrota de las fuerzas invasoras
guatemaltecas en coatepeque en 1863, e1 presidente salvadoreño
áerardo Barrios incrementó el reclutarniento militar con miras
a

prepararse para una nueva invasión desde Guatemala y un ataque


a

Nicaragua.Envióaloficialdesumayolconfianza,elgeneral
reclutar
Bracamonte, gobernador y comandante de San Vicente' a
(dirigida
soldados, pero Bracamonte se encontró con la oposición
por los prápios oficiales <1e la milicia) en los bamios indígenas de
bojutepeque. El 30 de junio, tropas del gobierno y ios encargados
al día
dei reclutamiento intercambiaron disparos con los residentes;
siguiente, hubo derramamiento de sangre de nuevo y los
oficiales
del gobierno que habían sido capturaclos fueron tusilados. (Sin
embargo, los notables de la ciudad, blancos o ladinos' apoyaron
a

Bartios y rechazaron la intervención de carrera).s6 Los indígenas


escogieron como su comandante a José María Rivas. un hacendado
ladino con experiencia militar (quizás con sangre indígena)."

184
I dei gobierno del pue- sin clarle mayor opción: "o te pones a la cabez"a de nosotros o va
rear. incluido eI propio machete,,.sr Rivas organizó sus fuerzas y se apoderó de las arnas
del destacamento local.t'
Enfrentado a una resistencia organizada, Banios apeló al
i tie Cojutepeque, patriotismo de los indígenas de cojutepeque -su gobierno estaba en
gu.r.u con Guatemala- y les pidió desistir.uu Su declaración públi-
rolencia en El Salvador, ca decía
que vol-
il izaciones populares y, varias medidas de lenidad han sido tlictadas coli el fin de
a¡rteriores. Pero e1 acti- vieseisalordenylejosdeesocadadíacometéisa'sesinatosynuevos
Ie protestas y acciones crímenes'manteniéndoosenunarebeliónconstantesietrdoestacon.
ductamáscriminalcuandoestáocupadalaatencióndelGobiernoen
pidad de Cojutepeque.'*
ladefensadelaPatria.Ensemejantescircunstanciasosdeciaro,que
ion estos en su mayoría sidentrodetercerodíasnopresentáislasarmasylosdosótrescabe-
cillas que han perturbado ia obediencia y sumisión que debéis
aI
oente belicosos, nísticos
encuen-
nidos poiíticos siempre Gobierno serán pasados por las armas todos aquellos que se
labores
tren reunidos ó armados de fusil & aclemás taiadas vuestras
en sus filas estos aborí-
yclestruidasVuestrascasas.Igrralsuertecorrerántodoslosquese
da¡ios al trabajo y ami- unan á las firerzas erremigas ó de alguna manera las auxilien.
No haY
...
ísenas que se enrolaron término medio a 1a sumisión al Gobierno, ó la rnuerte que merece l
que volváis h,,
trroiar a \Villiam Walker siempre todo traidor y todo rebelde' Todavía es tiempo ü
alctrmptimientoyvuestrosdeberes.Esorec]amalarazóll,Vuestro
propio irrterés y conveniencia pública; pero si continuáis obcecados
leriodo de inestabilidad Itembladl se acerca el severo castigo.
puedo aun hoy abriros los bra-

F t* fuerzas invasoras zosdepadreyrecibiroscomolrijos.Aprovechaoslaoportunidad.o,


lresidente salvadoreño Este liamado a1 patriotismo no conYenció a 1os indígenas de
|m mititar con miras a Cojutepeque,cuyasalianzasétnicasypolíticas,aunquefuridamen-'
liatemala y un ataque a tadas en una identidad local, trascendían las fronteras nacionales.
] confianza. el seneral y las tro-
Las milicias inclígenas de Rivas continuaron guelreando ¿.*^h
"1
J§* vi."nte, a reclutar pas enviadas desde San Salvador fueron incapaces de derrotarlas.
h oposición (dirigida ^El {$I
I general lndaiecio cordero, comandante de ias fuerzas guberna-
ft barrios indígenas de
,rr"rtul"r, llegó a un acuerdo con Rivas (probablemente sin e] con-
ii",'-t'',i
i
Ft*o y los encargados sentimientodelpresidenteBarricls),aquiennornbrógobernadorde
i

hn los residentes: al día El 4 de


Cuscatlán y permitió que su gente permaneciera armada'
! nr"uo y los oticiales
julio, cuando Rivas se acercaba a Cojutepeque con sus tropas' los
for.ron fusilados. (Sin indígenas de la localid.cl, aprovechando su victoria, se amotinaron
Io ladinos. apoyaron a
en e1 centro del pueblo. Quemaron edificios de gobierno.
atacaron
)nera¡." Los indíeenas el estanco de licor y liberaron a los presos de la cátcel- El cura
p Rirur, un hacendado
delpueblologrófinalmenteapaciguarles.Rivasentróentonces
fu ,ungr. indígena).j'

185
a la ciudad, aparentemente sin conocimienio de los disturbios. -v*
estabieció el r¡rden.
LInos clías después. 80C soldadc's coinandados por el general
Eusebio Bracamonte atacaron y derrotaron a Rivas, quien ahora
carecía de annas ¡, municiones, y ejecutaroil a v'einte de sus par'.i-
darios. El 7 de julio, f{ivas se tomó Cojutepeque nuevamente Ces-
pués de que Bracamonte pa;-riera hacia Sarr Vicente para sofbcar
otro levailtamiento canrpesino. El 16 de juiio, Bracamonte atacó de
iluevo. y logró C.errotar a Rivas después cl* una" et¡ciunizacla iucha.
Mierrtras tanto, ei geneiai Cerna -uno de tros oficiales de Carreia*
invadió clesde l{onduras con 1.Ü0Ü ffopas guatemaltecas y sL: acei-
có a la ciudad. Una multitud de 10.000 -probabiemente 1a totaiiciad
de los inclígenas ciei departamento* recibió a Cerna'"' En
Cojutepeque, Cerna oryanizó a los habitanlas rtre la lÜcaiidad .v
extrajo préstamos f-orzosos de la elite del pueLrlc" Dejó la ciridarj en
tnanos iie 4.000 hombres, ia mayoría cami)ehina,s con trlrchetes que
se le habían unido. Estaban erl camino a San Sah'ador cuando
Barrios fue derrocado por tropas guatemaltecas apoyadas por
muchos de sus propios oficiales, y se ncmbr'ír presideflte e
Francisco Dueñas. Después clei golpe, Josó h'{aría R*ivas continuó
como gobernador de Cuscatlán.
L't;r oficial guatemalteco r]escribió la evldente alianza entre el
gobierno tle Carrera y las fuerzas itlcales en estos acontecimientos:
La ciurlad de co.jutepeque era üna de las que mas se distinguían por
su entusiasrno por el nuevo orden cie las cosas, Barrios deseoso de
vengarse, envió contra ella una expediciiin al manclo cel General
Bracamoute que fue a cometer excesos ,v atentados cie varios géne-
ros. La población inciignacla, erasperada, resuelta a evitar en los
- sucesivo escursiones semejantcs, se levantó en lnasa, organizando un
bataltón de 400 honrbres. peio como carecían cle armas. y de buerros
jefes y oficiales, sr: clirijieron a saflta Ana para proporcionárselos. El
rGeneral Carrera les dio allí cuaum necesitaban.o'

I Los indígenas cÍe Cojutepeque fueron capaces de detegninar el


:iclestino de aquellos regímenes nacionales que no respetaba¡r su
;iautonomía local. mediante alianzas con otras faccit¡nes, dentro c
fuera del estado salvacioreñ6. Este poder -iemido por los líderes
nacionales- les otorgó también mucha autonomía 1ocal' La alianza
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rnto de los disturbios. entre Rivas y los indígenas de Cojutepeque duró más de treinta
años y sentó las bases de la autonomía política y militar de la región .'
1,

por ei general
iran-dados centrat. Esto no condujo a la creación <le un estadg nacional basa-r
rn a Rivas, quien airora cio en el po-der de campesinos y afiesános, pero fortaieci(l un orderj:,
'orr a r¡einte de sus parti- poiítico que se vio obligado a depeniier de las comunidades locaie§
epeque nuevamente Ces- cuyo poder, frecuentemente, se apoyaba en las rnilicias campesinasl
arr Vicente para sofbcar Un obserrraclor comentó: "en su cuartel de Cojutepeque casi no se
iio. Bracailonte atacó de veían soidados, tocios tenían permiso para perrnanecer en SuS tlaba-
. r.¡1la- enc;irnizacla lucha. jos agrícolas y tenían e1 equipo en sus propias casas, con la orden,
los oiiciales de Carrera-. al que oír detonación de un cañonazo en el pue'plo, Se pr-esentaran
suaiemaitecas y se acer- listos a su jefe".u*'La moviiización armada de los campesinos fue la.
'ooabiemcnte la totalidad base rie la autonomía de Cojutepeque.
re,ibió a Cerna.u. En Durante los primeros años de su gobierno, el presidente f)ueñas
ralr.s Ce la iocalidad y trató, infructuosamente, de clesarmar a la facción indígena de
ruebio. De-ió la ciudad en Cojutepeque; según De Belot, era "poderosa y estatra arfilada" y
e.inis con r¡acheies que "era una affrenazapara el gobierno".6'El 26 de diciembre de 1868,
a Sait Salvador cuanclo 200 indígenas amotinados asaltaron el cuartel, pero fueron disper-
:rnaltecas apoyadas por saclos. Un observador vinculó la revuelta con un conflicto sobre una
r :. nlblil prcsidelrte a imagen religiosa. Según parece, los indígenas no estaban de acuer-
# -1.laría Rivas continuó do con que la imagen del santo patrono de la ciudad se guardara por
seguridad en ia iglesia; deseaban controlar la imagen ellos mis-
;'' r.lc¡,te ali*nza entre ei mos.66 Pero esta expiicación no da cuenta del ataque al cuartel, que
a. a\¡{-)! itconteciffiient(}s: sugiere más bien una motivación política.6?
r':.. :ü riistiriguían pcr En 1870, Rivas se exilió en Honduras después de que su hermano
,-,.. Bal¡io: deseol;r-- de tuera asesinado por otra facción de extracción campesina en Santa
.. :tairclo del General Ana, aparentemente por pugnas en tomo al gobierno de Dueñas. Se
:rl:,:r rie variriS géne-
S
llevó consigo a todos los soldados del cuarlel incluidos Lrnos afiesanos
:¡-:.r,r a- evifar en los
r -r--'-r. organizaudo un
y canipesin0s partidarios sLlyos. Desde Honduras, su facción se unió
-r: .rirlliiS. y de buenos al general Santiago González para expulsal a Dueñas del poder, pero
I ¡¡ -r;.¡ri'g1r.¡i1árselos. El estayez los imlígenas de Cojutepeque no le siguieron. No obstante;
Gonzáleztomó el poder el 12 ele abril de 1871, apoyado por otras f'ac-
de deteminar el ciones indígenas y campesinas, incluidas las rnilicias campesinas vol-
f,Faces
caneñas de Santa Ana, cuya revuelta contribuyó de manera importante
I que no respetaban su
a 1a derrota de Dueñ¿is. Pero justo cuando 1os volcaneños se dedica-
fas facciones. dentro o
prntdo por los líderes ba¡ a apoyar ai nuevo gobierno, 1os indígenas del departamento de
F,omía local.'l La alianza Cuscatlán empezaron a rnovilizarse en su contra.

187
¡tP l^,,f

Mientras procedía el derrocamiento de Dueñas. uno de sus


-{enerales
que volvía de una campaña en Honduras licenció a sus
itropas en Sensuntepeque y lo-s indígenas de Cojutepeque incautaron
¡ sus armas. Actuando en independencia de Rivas. se alzaron en con-
[tra del nuevo gobierno.Fi21 de abril de 1871, el comandante del
presidente González para la región central combatió y denotó a
"t
entre 400 y 1,000 indígenas de Cojutepeque. Los generales
Barrientos y Salignac, que estaban enterados de la movilización
indígena, también salieron a enfientarlos.os EI presidente GonzáIez,
se trasladó a Cojutepeque y ordenó a los indígenas que se rindieran;
ios que se resistieron fi¡eron fusilados. Rivas entonces renunció a su
puesto en el gobierno de González y se retiró, temporalmente, a la
vida privada.6e
Pero los indígenas de Cojutepeque estaban preparados para
efectuar más movilizaciones. El 10 de julio de 1871, tropas del
gobierno derrotaron una columna invasora de 500 indígenas;
luego. el 22 de julio, otros indígenas, incluidas las milicias del
Valle de Talpetate. se incorporaron al movimiento.ro Eventual-
I
mente fueron dispersados y muchos líderes fueron muertos a go1-
pes. Otros, tanto hombres como mujeres, fleron llevados a las
cárceles de San Saivador.T' Seis meses después, se concedió amnis-
tía a veintiún participantes debido a la "natural simpleza de su
carácter".12 Como resultado de esta conmoción. se decretaron mecli-
das de seguridad en toda la región centrai. El alcalde de Santiago
Nonualco -lugar de disturbios similares fiecuentemente vincula-
dos a Cojutepeque- tomó medidas preventivas para adelantarse a
cualquier otro problema.'3 Se ordenó a la policía detener a los
extraños, aun si portaban una "certificación de buena conducta", y
estar alertas ante la presencia de desertores del ejército o indivi-
duos sospechosos que portaran armas.Ta El gobierno aumentó su
control sobre la región, en tanto cedía frente a las demandas loca-
, leg de autonomía política. Cojutepeque se dividió en cinco iruevos
pueblos (San Cristóbal, El Carmen, Monte de San Juan, Santa Cruz
y La Candelaria), cada uno de los cuales conservó una porción de
las tierras comunales originales y dispuso de sus propios jueces,
comisionados de policia y maestros.Ts

188
de Dueñas, uno de sus Los estudiosos dan versiones diferentes de ias motivaciones
con-
l Honduras licenció a sus rras ia revuelta. I-aferridre afirmó que los indígenas deseaban
vertir a cojutepeque en capital nacional y centro del potler del esta-
ie Coiutepeque incautaron
: Rivas. se alzaron en con- docomolohabíasidoenlasdécadasde1830y1850.odiabana
: 1871. el comandante del BarriosporquetrasladólacapitalaSanSalvador.,usegúnBancroft,
ia revuelta fue parte de un alzamiento mayor que se dio
también en
:ral combatió y derrotó a
ritepeque. Los generales las principales ciudades de El salvador, "con ramificaciones en
"liberal''.?7
racros de la movilización Guatemala", QUo buscaba destruir el nuevo régimen
También algunos funcionarios locales entendieron la revuelta
de
.'' Ei presidente Gotzález
esta forrna -como un ifltent0 cle robarle a los
"liberaies más cono-
noícenas que se rindieran;
cidos" y luego matarlos".78
'
ras entonces renunció a su
tipo
'etrró. temporalmente, a la Estos son ios extremos que ,Jefinen la interpretación de este
particu-
de mor,imiento: como resultado ya sea de un localismo muy
lar o de una lealtad, igualmente particular, a las f'acciones liberales
o
estaban preparados para ,t-
conservadoras dirigidas por la elite. Pero la movilización de
los indí-
-iuiio de 1871, tropas del Por una'
genas de Cojutepeque y sus aliados fue algo más complejo'
¿,i .

a-i{-rra de 500 indígenas; í


in¡luidas las milicias del \. parte, formaron alianzas nacionaies y extranacionales fuefiemente.,
dd
nir)\-imiento.To Eventual- identificadas con la solidaridad étnica y con nociones de soberanía
f'undamento étnico. Después cie la rebelión de cojutepeque,
el 12 cié
:ri> tueron muertos a gol-
:es. tueron llevados a las agosto de 1872, se amotinaron 1os indígenas de lzalco.'e Las motiria-
:¡nués. se concedió amnis- ciones ideológicas son insuficientes para explical sus acciones. A "

r "riatural simpleza de su pesar de que los indígenas de Cuscatlán habían constr-utido una alian-' -

oL-rLin. se decretaron medi- za cofi los líderes conservadores guatemaitecos, otras facciones indí-i
:al. E1 alcalde de Santiago genas establecieron vínculos con liberales guatemaltecos, tal como se
s irecuentemente vincula- evidenció en una serie de revueltas en tr885. Los cojutepeques empe-
zaron comg aliados de los gobiernos conservadores de Guatemala
y
entivas para adelantarse a ,t.
t il policía detener a los se movilizaron contra los presidentes Gerardo Barrios y Santiago .+¡l
i

González (percibidos como liberales), pero también se <lpusierotr a


lón de buena conducta", y . ...,"i
gtla-
ores del ejército o indivi- Dueñas (tildado de conserr¿ador) y apoyaron al presidente liberai
' El eobierno aumentó su remalteco Barrios en 1885, cuando este invadió El Salvador para
-ente a las demandas loca- democar el gobierno represivo y "liberal" dezaldívar.tu Es más, Rivas
t Jir idió en cinco nuevos se convirtió posteriormente en un líder -aun apoyado por milicias
te ¡le San Juan, Santa Cruz campesinas- de 1o que se consideraba una facción liberal radical.''
s conservó una porción de Estafacción, dirigida clespués por Prudencio Alfaro y el sobrino de
lso de sus propios jueces, Rivas, constituyó un puente entre el liberalismo radical popular de la
década de 1880 y el clientetrismo populista de la década de
1920."

r89
Í
I

Tierra, liberales 1t rebelión campesina


Después de los enfrentarnientos de la década de 1860, que involu-
craron principaimente a la región central, surgió otra amenaza ala
autoridad estatal por parte de los volcaneños de Santa Ana' Estos
tarnbién tenían una larga historia de rebeiión que databa desde el
sigio xvtrt y ha.bían tomado partido en los conflictos de las décadas
de 1830 y 1840." En agosto de 1870. los volcaneños se levantaron
debido a un conflicto de tierras. Liderados por Silverio Carranza, el
administrador de la comunidad. 200 carnpesinos se dirigieron a la
ciudad de Santa Ana. Los campesinos aprovecharon la mediación
de Juan Barberena, un agrimensor que había estado midiendo sus
tierras para separarlas de los ejidos municipales. El gobernador
ordenó aCananza que retirara a su gente y que se reuniera con é1,
pero Carranza se negó. Rarberena convenció a los volcaneños de
que volvieran a sus casas, y 1es prometió que escribiría a1 presiden-
te de parte de ellos.
El gobierno nacional envió al Dr. Rafael Zaldívar a negociar
con los volcaneños.t'Con ayuda de un sacerdote de la localidad, se
llegó a un acuerdo entre los rebeldes y la ciudad, el 30 de agosto de
1870." No obstante, en diciembre, centenares de volcaneños arma-
dos con machetes, pistolas y escopetas incendiaron el edificio
municipal y recorrieron Ias calles bebiendo, quemando y saquean-
do. Hirieron de muefte a[ comandante militar general Francisco
Rivas (hermano de José María Rivas) durante un ataque al destaca-
mento militar, del cual liberaron a los prisioneros; también mataron
a dos ex alcaides y saquearon la casa de al menos uno de e1los.
Los campesinos volcaneños ocuparon la ciudad por tres días, y
se retiraron solo cuando tropas de San Salvador, al mando del gene-
ral Tomás Martínez, se acercaron a la ciudad. (Martínez era el er
presidente de Nicaragua que entregó a Gerardo Barrios a Dueñas
para su ejecución).*u Más de 400 "no combatientes" se rindieron.8'
El 6 de agosto, el presidente Dueñas decretó una amnistía que otor-
gaba un plazo de tres días para que aquellos implicados en la
revuelta que no fueran líderes ni culpables de asesinatos entregaran
sus arrnas; quienes se resistieran serían declarados enemigos del
estado y juzgados por tribunales militares. Dueñas prometió que los

190
loicaneños dejarían de ser, de uira vez por todas, una amenaza y se
.-ada de 1860. que involu- proprrso rlarles un "castigo ejemplar".8' Se enjuició a muchos líde-
l. .urgió ctra amenaza ala res v Nicolás Lem¡¡s tue ejecutado por matar a Rafael Paz,, terrate-
reñcs de Santa Ana. Estos niente y ex alcalde de la localidad. Muchos se rindieron, y más de
eiión que databa desde el 800 voicaneños -ia ma-voría de los cuales no habían participado en
s conflictos de las décadas los actos violentos- "se presentaron" ante el generai Mafiínez."
, r olcaneños se levantaron NIartínez prornetió "hacer desaparecer los pocos que quedan"
s nt¡r Silverio Camanza, el me<liante la "paciticación" del volcán.eo Sus tropas invariieron el
ipesinos se dirigieron a la área, destruyeron las casas de los volcaneños y tomaron más pri-
prcr.echaron la mediación sioneros.e' Los capturados fueron enjuiciados y lTruchos de ellos
labía estado midiendo sus firsilados.'2 Cuanelo Martínez regresó a San Salvador, sus tropas
:nr:rpales. El gobernador fueron recibidas con desfiies y celebraciones."
l \ ullie se reuniera con é1, Las motivos de la revuelta de la comunidad volcaneña tenían
:n¡ió a los volcaneños de que ver con un antiguo conflicto de tierras, además de un senti-
c,:e escribiría al presiden- miento de hostilittrad étnica y cultural hacia la elite comercial y po1í-
tica de Santa Ana. Aun los tuncionarios locales reconocían que
lafael Zaldívar a negociar "Hace muchos años que exist,e una funesta rivalidad entre 1os habi-
i"-e rdote de la localidad, se tantes de los caseríos del volcán de Santa Ana y los de la ciudad,
¡ruoad. el 30 de agosto de provenientes de una cuestión de terrenos y pasadas hostilidades
nale> de volcaneños arma- entre ambas facciones".ea La rivalidad se reavivó cuando se traza-
t-r incendiaron el edificio ron l<Íflincieros entre la hacien<la "Comecayo" y las tierras comu-
Ii,r. quemando y saquean- nales de los volcaneños. F'rancisco Arcia, uno de los asesinados en
:i:-iitar general Francisco ia revuelta, había reclamado tierras que colinda.ban con 1as de la
rar.i. un ataque al destaca_ comunidad volcaneña en 1867, probablemente declarándolas como
slrtteros I también mataron parte de los ejidos municipales. Es muy probable que las tierras que
al renos uno de ellos. se apropió pertenecieran a 1a comunidad, pero constituían apenas
s -" .-iudad por tres días, y una pequeña porción de éstas. Los campesinos que ocupaban estas
h,dor. al mando del gene- tierras se quejaron de que élbabíatratado cie cobrarles alquiler y 1as
iu;¡d. (N{artínez era el ex autoridades nacionales le dieron larazón a Arcia. Es más, su fami-
3er¡rdo Barrios a Dueñas iia controlaba los cargos municipales y judiciales de Santa Ana, lo
rnt,atrentes" se rindieron.8T que dejaba a los campesinos desprotegidos ante las instancias loca-
e:,r una amnistía que otor- ies"es La hostilidad contra la elite de santa Ana se manifestó en er
c.el1os implicados en la ataque a la finca y la casa de Rafael Paz, que causó enormes pérdi-
s :: a.sesinatos entregaran das a su propiedad, las existencias de café y azúcar y equipo valo-
c;--iarados enemigos del iado en más de 10.000 pesos.nu Según su necrología, paz, un
; D ieñas prornetió que los comerciante de cuarenta años quien heredó una pequeña foftuna.

i91
se
había logrado con "gran esfuerzo" convertirse en propietario.
había desempeñaclo corno alcalde de Santa Ana y ocupó otros
car-
gos municipales."
Los documentos oficiales insisten en que los acontecimientos
t político".
i
I eran de relevancia puamente lgca1 y no tenían 'ocarácter
I
j Sin ernbargo, esta revuelta,
a pesar de sus fuertes motivaciones
se veía
I locales" ocurrió precisamente cuandO el gobiemo de Dueñas
i amenazado por exiliados salvadoreños en Guaternala y Honduras.
pocos meses después, ios volcaneños se movilizaron de nuevo para
apoyar a Ganzález en su intento de tomarse el poder en abril de
1871.''8 lTambión le apoyaron muchos tematenientes
y cmpresarios
prósperos del occidente de El Salvador)." Después de1 derroca-
miento de Dueñas, se le lievó a juicio pol sus acciones en santa
Ana, específicamente por ordenar 1a quema de más de 400 llncas de
ll voicañenos.r'r En noviembre de 1872, el nuevo alcalde de Santa
Ana informó que más de cien familias del volcán habían soiicitado
iotes con el fin de "bajar a vivir en el pueblo". El alcalde procedió
a distribuir pequeñas parcelas de tierra en el pueblo''o'
El nuevo gobierno también cornpensó a los volcaneños por su

ayuda en la clerrota de Dueñas al reconocer su posesión de hecho de


las tierras reclanladas por una familia teffateniente local, probable-
mente parte de las mismas por las cuales se habían amotinado'
Años clespués, cuando esta familia demandó al gobierno pala que
le pagara una compensación, un prominente intelectual lilreral y
,.-pit.rno funcionario púbiico, Rafael Reyes, defendió a los vol-
caneños y a las autoridades municipales que les permitieron seguir
en posesión cle las tierras e¡ clisputa: "Los Indios que han ocupado
esas tiertas han prestado servicios de importancia y comenzaron
por derribar en sanra Ana, el célebre 10 de Abrii de 1871, al
Gobierno del Sr. Dueñas. Había que recompensarlos"''u'
Las revueltas 10ca1es no se vinculaban necesariamente con la
política nacional. En lugares pequeños o de poca importancia, las
comunidacles indígenas y campesinas entraban en conflicto sobre
asuntos puramente locales. Generaimente, los pleitos eran entre
ladi-
nos e iirdígenas, aunque ia tierta y el poder municipai eran frecuen-
temente el trastbndo del asunto. En Juayúa, pequeño pueblo del
. -.f^ri

ü 192

,l¡.
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'i,i=-'1 tr"
't'1,^d,,t-
^ .rr".¡iy'{'
1

r r.-Á*.
en
ertirse en propietario. Se altiplano occidental, un conflicto sobre tierras y poder local estalió
rta Ana y ocupó otros car- vioiencia. En 1867, la comunidad indígena de Juayúa había perdido
Ia autoridad para adrninistrar las tieras que poseía, Ia cual pasó al
r que los acontecimientos concejo municipai (que tenía miembros indígenas, pero estaba
domi-
de una elec-
tenían " carácfer político". nado por ladinos). En 1872, cuestionaron los resultados
sus fuertes motivaciones ción iocal que daba control absoluto de la municipalidad a los
:obierno cle Dueñas se veía t-uncionarios ladinos.,ur La creciente tensión provocó que mienrbros
rn Guatemala y Honduras. de la comunidad indígena atacaran el edificio municipal el 1 de
funcio-
mor-iiizaron de nuevo para marzo de 1873 y mataron en sus propias vivien<las a algunos
narse el poder en abril de narios y labradores ladinos.'o'Después de la revueita, el gobernador
rraienientes y empresarios visitó el pueblo y sostuvo una reunión conjunta de indígenas y ladi-
r). Después del clerroca- ,o, puru dircutir la causa de ,.os conflictos. Los indígenas se quejaron
por sus acciones en Santa de que habían perciido tierras en una medición teahzada para separar
na de más de 400 fincas de et eilOo municipal de sus tierras comunales. Otra ti.rente de tensión
:i nuevo aicalde de Santa era el control ladino de un baldío que 1a comunidad indígena rec14'
:1 r t¡1cán habían solicitado niaba o deseaba adquirir. Se llegó a un acuerdo que ambas
partes fitt
iebio". E1 alcalde procedió maron: los ladinos prometieron no vengarse y los indígenas
n el puebio.'o' accedieron poner paro a sus amenazas de violencia contra aquellos.
;tí a los volcaneños por su Los f-uncionarios ladinos aducían que los indígenas querían
er su posesión de hecho de exterminar a todos los ladinos, y usaban la defensa de sus tierras
r¿reniente local, probable- corno pretexto para la violencia. Las fincas ladinas, decían, fueron
úc-> se habían amotinado. aclquiridas legalmente pero los indígenas querían toda 1a tierra
para '
an.ió al gobierno para que sí rnismos. La municipalidad, controlada por ladinos, envió una
nc-nte intelectual liberai y petición con tres páginas de flrmas en la que solicitaba al presiden-
y
Rer es. defendió a los vol- ie la abolición ,Je las comunidades que tenían tierras en propiedad
que ies permitieron seguir el envío de más tropas al destacamento local. El alcalde de Juayúa,
rs intlos que han ocupado un propietario ladino que había ascendido socialmente, también
mportancia y comenzaron prot iuio todas las reuniones de indígenas alegando que propiciaban
1i-t de Abril de 1871, al ia embriaguez.'0, Los ladinos ya constituían un tercio de la
población
las tie'
]mpensarlos".ro2 del pueblo y, a finales de siglo, controlaban la mayor parte de
lar necesariamente con la ITaSylosrecursosde1pueb1oylasdependenciasmunicipales,
r de poca importancia, las
nr¡ban en conflicto sobre Movilización campesüta v- políticct nacional, I880-1904
. lc,s pieitos eran entre ladi- La relativa tranquilidad del período entre 1812 y 1885 se caracteri-
[er municipal eran frecuen- zó -a nivel nacional- por 1a aparición de nuevas, y tal vez
más pací=
arúa. pequeño pueblo del ficas, tbrmas de organización política. Estas incluían clubes

7. 193

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3 "J ,"r*t^rír'li
liberales,unsufragioarnpliado,asarnbleaslegislativasoConstitu-
cionales y una reláción rnás estrecha entre
el estado central y los
sistemas locales de rcpresión, cooptación
y prebendas' La transf'e-
continuaba marcadÓ por
rencia del poder presiáencial. sin *mbargo,
o miiitares de
la violencia y la ingerencia de facciones políticas
GrratemalayF{ontiuras'Eni8?6,fuerzasmilitaresguaternaitecas
reeirrplazaronalpresidenteGanzálezporRafaelT'aldívur'quien
se ie ha presentado
gobeinó hasta 1gg5. por lo general, aZaldívar
comoliberalpero,aligualqueiamayoríade}íderespolíticosde}a
época,suactuaciónnoeraconsistente'Zaldívarhabíasidoelmás
como presiden-
tuerte aliado del presidente Dueñas' Su imposición
con el apo-Yo de las
te iue producto de un arreglo, no llegó alpoder
organizaciones o ios activistas liberales''ou
A pesar de los años de
estabilicladycrecimientoeconómic'o'amediadosdeladécadade
188t) la relación de zaldívat con Guatemala
y los partidarios libe-
rales locales se había enfriado'
E,ldesordenquecaracterizóaiapolíticasalvadoreñaamediados
con 1os intentos de
de la década de i880 tuvo que ver' en pafte'
zaldívarcle reelegirse después de haber prornetido elecciones lil¡res'
Aunque u.trtecimientos se han interpretado' generalmente'
"r,ou
.n*nproductcldelainterferenciacteGuaten.lala,estavezlasfuer.
fue la oposición
zas internas fi¿eron más irnportantes. un factor
declaracJadeZalclívarala-canclidatufadeRat'aeiAyala,quiengoza.
badeunamplioapoyop<lpularurbano'especialmenteentrelosarte-
sanos y profesional*t iiU"t'tes''n'Cuando
Zaldívat respondió con
represión,laoposiciónsetrasladóhaciaHondurasyGuaternalay
de Guatemala'''o
organizó un levantamiento en su contra con apoyo
Elldeabrildels85.elpresidenteBarriosdeGuatemalaatacó
ElsatrvadorconlaintenciónclederrocaralgobiernodeT,aldívar
despuésqueéstesenegóarefrendareldecretoemitidcporBarrios
que,unificabaalasrepúblicasCentroamericairas.Susnumerosas
con el apoyo de 500
tropas se tomalon Chaichuapa y Santa Ana
lcan-rpesinosyailesanossalr,adoreños(ensurnayoríaindígenas)del
,;-ú, de Santa Ana,Iza-lco, Nahuizalco, Chaichuapa y Atiqutzaya'
Variosprominentes..liberales,,ytetratenientes,Comoelgeneral
FranciscoMenéndez(unadineradoproductordeazúcarycaféde

(nr*' 194

.rr)*&Y)
apoyaron
a-s legislativas o constitu- Ahuachapán), Rafael Meza, Rosa Pacas y Manuel Pacas
como
tre el estado central y los su movimiento. A1 inicio, zaldívat calificó estas revueltas
simples "motines", pero el cónsul de Estados Uniclos
en El
r r prebendas. [.a transfe-
l. continuaba marcádó'por Salvadoropinóquelosacontecimientosjustificabaniapresenciade
:s ptrlíticas o militares de una cañonera estaclounidense frente a 1as costas salr'adoreñas''on
rs militares guatemaltecas ComopartedelmovimientocontraZaldívat'losindígenasde
atacaron el
or Rafael 7,aldívar, quien Santiago Nonualco, junto con otras f'uerzas de la regiótr,
cuartel de Zacatecoiuca. Un hacendado locai trajo a
"su gente" pafa
llciír al se ie ha presentado
ayudarles, pero retiro su apoyo al descontrolarse la violencia'
Sin
a fe líderes políticos de la
también fueron
4aldír.ar había sido el más embargo, estaban en juego otros asuntos locales, pues
Los trabaja-
mposición como presiden- atacados los dueños de negocios de Santiago Nonuatrco.
poder con el apoyo de las dores de una hacienda de la iocalidad perteneciente aZa\dívar se amo-
:'' \ pesar de los años de tinaron pero fueron reprimidos violentamente.r'o liopas enviadas
desde Zacatecoluca retomaron el pueblo y capturaron
a numerosos
rnediados de la década de
que el resto de los
nala r los partidarios libe- hombres, a quienes fusilaron enlapbzamientras
del pueblo huyeron a las poblaciones vecinas' Después de
la derrota
de Zaldívar, Menéndez recompensó a los indígenas de Santiago
;a salvadoreña a mediados
para el cul-
oti'te. con los intentos de Nonualco con la concesión de un extenso baldío adecuado
tivo de café que fue distribuido ente ios residentes dei pueblo'li'
En
rometido elecciones lil¡res.
frecuencia
lteirretado, generalmente, otros sitios, estallaron los conflictos políticos locales, con
del
iatenala. esta vsz las fuer- de cartzétnico, en tanto las f¿cciones opositoras se aprovechaban
-i} descalabro del estado nacional paruzaniat disputas o
para realzar su
:actor fue la oposición
Rarael Ayala, quien goza- posición al aliarse con los dirigentes victoriosos a nivel nacional''"
ire¡iaimente entre los arte- EnCojutepeque,JoséMaríaRivas(líderdelmovimientoindí-
1o Zaldivar respondió con genadeladécadadel860,queeranuevamentegobernadordepar-
sucesor, el
r Hiuduras y Guatemala y iamental) denunció al gobierno de Taldívar y su efímero
general Figueroa. Partió hacia Suchitoto con 300 hombres,
inclui-
)ün epoyo de Guatemala.'08
áos mrchos reclutas indígenas. Después de atravesar
varios pue-
iamos de Guatemala atacó
u al gobierno de Zaldívar blos,incitóalosinclígenasdelaregiónalevantarseyatacarla
.r.reto emitido por Barrios ciudad,lacualtomaronellldejuniodelSS5,EllSdejunio,el
presidente Figueroa dimitió y reconoció al gobierno
provisional de
nerlcailas. Sus numerosas
con
,{ne con el apoyo de 500 Francisco Menén<1e2."3 Luego, Rivas se dirigió a san salvador
con las cua-
: s'l mayoría indígenas) dei 3.000 tropas indígenas armadas con machetes y rifles,
1es derrotó a varios contingentes militares dei
gobierno en el cami-
. Chaichuapa y Atiquizaya.
no. Entró a la ciudad con el general Menéndez y ambos
fueron
enientes, como e1 general
iu¡tor de a'zú,car y café de recibidos con ovaciones populares'1r1

195
I

La mayoría de testigos, incluido el cónsul de Estados unidos.


atribuyeron la victoria de Menéndez a las milicias de artesanos y
campesinos, especialmente las que encabezaba Rivas. Después de
esta movilizacíón,en opinión de muchos Rivas sería el nuevo presi-
'dente, algo muy probable dada la enolrne oposición a Menéndez
y fuerte aiian-
1Lntre la elite de San Salvador y Nueva San Salvador la
]za ae Rivas con las comuniclades indígenas más importantes
del
ld"purtu*"nto de Cuscatlán. Según el cónsul de Estados Unidos,
"ningún poder en la república se le resistía". Era, 'otal vez, el mejor
soldado en la república", a quien acuerpaban "diez mil indígenas
fieles a é1, personalmente".'15 Menéndez logró retener el poder pre-
sidencial y desplazó a Rivas de su mando. Menéndez le concedió
10.000 pesos, haciendo alusión a su modesta situación económica"u
pero Rivas rechazó el dinero y lo donó a la educación pública'"?
La alianzade Rivas con Menéndez duró poco. En diciembre de
1889, el presidente Menéndez debió enviar 500 tropas desde San
Salvador para combatir otra revuelta en Cojutepeque lideracla por
Rivas. Menéndez había tratado de destituir a Rivas como goberna-
dor de Cuscatlán después cle que éste desaprobara la selección de
quien Menéndez había escogido para sucederle. Rivas capturó al
nuevo gobernador cuando trató de tomar posesión de su cargo;
entonces Menén<|ez envió al general Carlos Ezeta (quien después
derrocaría a Menéndez y a quien el mismo Rivas traicionaría des-
pués de una breve alianza) a combatir contra las tropas de Rivas."3
Rivas se preparó para resistir, pero sus milicias indígenas no esta-
ban suficientemente bien equipadas y fueron expulsadas de la ciu-
dad. como ocurrió en veces anteriores, Rivas había armado y
dependido de las que, según funcionarios del gobierno de
Menéndez, eran "populosas e ignorantes turbas"."n Después de la
derrota, los prisioneros fueron ejecutados y se desató una tertible
ola c1e represión contra los residentes de Cojutepeque. Mientras
mantenía ocupada la ciudad, el nuevo gobernador, general Melecio
Marciai, reemplazó su milicia indígena de Nahuizalco con soldados
profesionales (los llamados "veteranos") después de que los indí-
I genas Se amotinaran. Ai cabo de otros combates en el norte, Rivas
se vio obligadc a partir hacia Honduras.'20 No obstante, a pesar de

196
su1 de Estados Unidos, la fuerte represión en toda la región, una fuerza irregular a1 mando
mrhcias de artesanos y de un sobrino de Rivas, Manuel Rivas, siguió hostilizando a las tro-
:aba Rivas. Después de pas del gobierno durante 1os primeros meses de 1890.''' En un
, as sería el nuevo presi- enfrentamiento, dirigió a noventa indígenas de San Pedro
r22
oposición a Menéndez Perulapán contra tropas gubernamentales-
ih ador y Ia fuerte alian- Al ser derrocado Menéndez por sus propios oficiales, en junio
is más importantes del de 1890, el general Ezeta emergió triunfante y se declaró a sí
,u1 de Estados Unidos, misrno presidente provisional. Durante la transición, tropas guate-
Era. "tal vez. el mejor maltecas atacaron al nuevo gobierno, io que obligó aEzeta a pedir-
,an "diez mil indígenas le a Rivas que volviera de Honduras para formar un ejército. En
:ió retener el poder pre- Cojutepeque, miles de personas 1o recibieron y hubo una celebra-
\lenéndez le concedió ción pública en su honor. Rápidamente, Rivas formó un ejército de
l :i¡uación económica"u más de 1.000 hombres (que poco después aumentó a 1.500), se diri-
eclirción pública. '' gió a San Salvador para equipar a sus tropas y, de ahí, siguió cami-
ipoco. En diciembre de no hacia la fiontera para combatir a las fuerzas invasoras
r -iíiQ 1¡sp.s desde San guatemaltecas.'" Marcharon a ta vecina ciudad de Santa Ana, sólo
r_iutepeque liderada por para rebelarse contra el nuevo gobierno de Ezeta al día siguiente y
a Rir as como goberna- reclamar una sucesión presidencial segúlt los preceptos constitu-
probara 1a selección de cionales. A Rivas no le costó mucho convencer a sus seguidores de
der1e. Rivas capturó al su cambio de lealtades, un comandante contrario a Rivas comentó u-
posesión cle su cargo; que las fuerzas de Rivas, en su mayoría provenientes de Cuscatlán,
s Ezeta (quien después eran más fieles a é1 que a 1a república.''o Después de una dura bata-
Rrr as traicionaría des- lla-en la que derrotaron al destacamento de San Salvador, tropas. .r"
fiescas ezetistas retomaron la ciudacl apoyados por un intenstl bom-'i
:t
a 1as tropas de Rivas.t'8 "4
bardeo en que murieron centanares de civiles. El ejército de Rivas
á¿#
icias indígenas no esta- le
y
fue desmovilizado y Rivas capturado fusilado.
'n erpulsadas de la ciu-
Rir as había armado y Durante sus últimas campañas, el apoyo que recibió Rivas pro-
rltrS del gobierno de venía no sólo de los campesinos y artesanos de Cojutepeque sino
rrhos':.rre Después de la también de intelectuales liberales y estudiantes de San Salvador que
i se desató una terrible se oponían a Menéndez y apoyaban el gobierno provisional de
Cojutepeque. Mientras Ezeta. (Como todos sus predecesores, Menéndez cayó en desgracia
rn.rdor. general Melecio frente a los grupos liberales). Además de aclamar a Rivas, los
. ahuizalco con soldados suplementos de los periódicos vitoreaban a "los indígenas de ¡9

espués de que los indí- Cuscatlán", sin los cuales Rivas no habría ejercido poder al-tuno'
bates en el norte, Rivas Una hoja suelta publicada en 1890 por un grupo estudiantil se ref'e-
\o obstante, a pesar de ría a Rivas como el salvador de la libertad del pueblo.'"

t91 t/

L:'
.:::,i
los campesinos y las comunidades indí-
¿Cuán autónomos eran
genasensusmovilizaciones?Desdeafuera,seveíaaRivascomoel
' fauclilio de la facción indígena de la localidad. Si bien allaprincipio
comuni-
i" a Rivas como una persona reclutada por
"onri¿.raba ya a principios de la déca-
darl y la facción indígena de Cojutepeque,
ocasión' se
da de i890 era el líder de la facción quien' en una
sus más altos
refiriera a su escolta militar indígena, supuestamente
oficiales de milicia, como "inditos".''o Ai igual
que muchos otros
de la facción
movimientos de nattxakeza caudillista. tanto el líder
: como sus bases sociales en las comunidades indígenas perseguían
su único vehí-
alguna ventaja. Para Rivas, e1 apoyo carnpesino era
.u1o p*u lograr pocler en la esfera nacional. Para
los cojutepeques,
de pocler
,, el actuar como áibitros de 1a política nacional era expresión
ygarantíadeautonomíalocal.Aunquedespuésdeiniciosdeladéca-
dadetSg0losindígenasdeCo.iutepequenuncamássernovilizaron
Comoantes,loslí.leresrjefacciónylosrniembrosdelafamiliade
José iVÍaría Rivas continuaron su lucha contra
ios regírnenes que
sobrino de
consideraban tiránicos o antiliberales. Prudencio Alfaro,
Rivas y uno de sus aliados Contra I\{enéndez, dirigió ¡novimientos
Escalón'
exitosos contra Ezetay, luego, contra el presidente
otracontiontaciónimportanteprotagonizadaporlaelite,recor-
ciada con cariño por generaciones posteriores de 1a elite del occi-
clente" tue la revuelta emprendida desde Santa
Ana contra el
gobiernodeEzetaenisg4.ElgobiernodeEzetafuederrotadoen
occidente,pero-apesardeloquesostienelamitologíaliberal_el
activis-
movirnientc, opositor empezó realmente en oriente. cuando
tascontrariosalgobiernoinvadierondesdeHondurasyianzaronsu
primeraproclamaenConcepcióndeoriente.'27Noestáclaropor
para derrocar
qué la elite occidental arriesgaría vidas y propiedades
ungobiernonriiitarbienasentado,perolaparticipaciónpopularfue
determinante para el desenlace de este acontecimiento que adquirió
visodeglorianacional.l,aoposicióndesdeoccidenteaCarlos
EzetahabíaempezadoyadesdelsgO,cuandolosdiputadosSonso.
natecos en la Aiamblea Nacional rechazaron su
nomi,ación presi-
dencial.Otrarazónptledehabersidoiospréstamostbrzosos,
algunos hasta de 20.000 pesos, exigidos pL)r su
gobierno a los

19ti
u

t
\' las comunidades indí- inversionistas más acaudaiados de la región.'tt El afamado "Grup<r
se veía a Rivas como el de los 44" de Santa Ana incluía a irirportantes terratenienles y
1ad. Si bien al principio empresarios de a1 menos dos departamentos occidentales.r'e Este
eclutada por la cnmuni- movimiento también incorporó a tropas, milicias y otros par-tidarios
t a principios de la déca- de puebios del occidente, incluiclos 150 voltlutarios de lzaico y
en. en una ocasión, se Nahuizalco."u Asimisrio, participaron carnpesinos dei volcán de
lstamente sus más altos Santa Ana, quienes se enfrentaron con machetes a las tropas ezetis-
ruual que muchos otros tas cle San Salvador y ias obiigaron a retirarse.t3' En totai, fueron
o e1 1íder de la t'acción reclutados 2.000 campesincs y' ailesanos. I-a bataila decisiva ocu-
:s rndígenas perseguían rrió en Armenia, clonde triunf"aron los rebeltles.'"
:sino era su único vehí- La últirna transición política irnportante en ia cual se moviiiza-
.. Para los cojutepeques, ron campesinos y soldadcs ile las milicias lccaLes, tal con'lo Io habí i
d era expresión de poder an hecho durante todc ei siglo xx, f'ue la tc¡ma del poder por el I '
:és de inicios de ia déca- generaX Regalado en 1898.''3 Si I¡ien es cieflo que hubo agitacidn en ,
rn¡a más se movilizaron los departamentos occick:ntaies " especialmente en Izalco, las conse-
embros de la familia de cuencias más serias de esta transición se sintieron en los departa-
rntra ios regírnenes que rnentos centrales.v orientaies.r'r4 A partir de la década de 1890, ias
:ncio Aifaro, sobrino de movilizacic¡nes poprilares se t(-)rnaron rnenos frocuentes ilebido a la
ez. dirigió rnovimientos creación de un ejército profesional, la contención de los conflistos
siCente Escalón. y las divisiones entre la elite pr".lítica civii. 5r Ja estabilidad que tra.lo
rizeda por la elite, recor- consigo la privatización ile la fierra. 1o que a su vez redujo la cohe-
,res de la elite del occi- sión de las comunidades inclígenas.
: Santa Ana contra el
: Ezeta fue der:rotado en C o nc I u s i ó n, : c omuni tlade s c r trnp e s irua s, I ib e r ul, i s mr ;
: la mrtología liberal- el y formación del estado
oriente. cuando activis- El Salvador no obtuvo un estado nacionai fuerle y cer:tralizado sino
Honduras y lanzaron su hasta la década de 188Ü e inclusc entünces siguió plagado de incsta-
nte.'- No está claro por bilidad y fiagrnentación.135 Si uri estatio nacional es aquel que tiene la
:opiedades para derrocar capacidad cle movilizar reüursüs fiscales, rnilitares, artrndnistrativos e
mnrcipación popular fue ideológicils de manera consistente deutro Ce un territorio nacional
luecimiento que adquirió definido para eliminar los retos al statu quo, habría que rlecir que casi
rsde occidente a Carlos todos ios gobiemos saivarloreños fueron deficientes en muchos sen-
rdc los diputados sonso- tidos en tanto dependían ncrmalmente de alianzas, recursos y tun-
on su norninacién presi- cionarios poco confiabies y perdirrables" Esto no signífica que el
0s préstamos fbrzosos, estado fuera incapa:z de a\canzar aigunas de sus metas antes de la
pL)r su gobierno a los década de 1880, pero sí que ese poder estatal estaba tueñemente

199
i i .-: r', '!!-
mediatizado por el poder local y iweficaz sin este. El poder del esta-
do nacional solo podía legitimarse haciendo ret'erencia a fuentes
locales de soberanía y autoridad. Aun más -y este es un punto cm-
§ial para el análisis de 1os casos anteriores- la dependencia en cen-
tros de poder locales y fragmentados impidió fbrmular una
concepción de nación a quienes ostentaron el poder nacional durante
buena parte del siglo xix. De hecho. muchas de las luchas políticas
"nacionales" giraban en torlo a otros asuntos: la unidad de
Centroamérica. el liberalismo, ias afiiiaciones comunitarias o étnicas
t
I
y la competencia entre regiones. Rara vez apelaban a una ideología
"f que no fuera la lealtad a una entidad común que regía la patria.
ud
Entre 1820 y la década de 1880, ia política nacional estuvo
! determinada por fuentes de poder contradictorias y conflictivas.
U
Fuera de las pequeñas e inestables facciones militares, los pueblos
, y las comunidades indígenas constituían la base más sólida de
tpoder y, de acuerdo a ia doctrina liberal dei siglo xlx, las únicas
fuentes de gobierno legítirno. (Los terratenientes saivadoreños tení-
an poco poder político debido a la pobreza de las haciendas, en
tanto los sacerdotes probablemente no actuaban como agentes de la
iglesia cuando participaban en política).''o Esta fuerte autonomía
comunal y municipal. heredada de la era colonial. lortalecida por el
liberalismo de una república joven y sostenida por la autonomía
económica de campesinos y altesanos durante todo el siglo, es la
que explica la debilidad de "1o nacional" y agudiza el carácter ines-
table y difuso del incipiente estado salvadoreño entre las décadas de
1820 y 1880. La formación de un estado central también se vio
debilitada por la ausencia de prácticas discursivas y políticas cen-
tradas en el concepto de nación.'t'La ausencia o imprecisión de este
concepto distingue los casos centroamericanos de otros en
Latinoamérica.'" EI régimen político salvadoreño se constitutyó
entre las décadas de 1820 y 1880 sobre un arteglo republicano: las
elites políticas a nivel estatal decían representar a los pueblos, pero
la soberanía en última instancia residía en 1os cuetpos legítimos de
índole corporativa de los pueblos. La mayor parte de ios conflictos
políticos de este período deben entenderse como producto de la ten-
sión generada por el enfrentamiento de un proyecto de formación

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ln este. El poder del esta- de un estado central con otro que buscaba proteger las fuentes loca- "r;.9

ndo ret-erencia a fuentes les de poder y soberanía.'3n fi;oa

i -), este es un punto cru- Un hecho que contribuyó a la relativa autonomía de los indíget ¡,r.r[t -r.
,- la dependencia en cen- nas como participantes en ia política nacional, pero que tambiér1 6
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irnpidió formular una podía conducir a su subordinacién, fue que los líderes políticos{ -.(.*t*

e1 p',o¿.t nacional durante áependían de las comunidades indígenas para el reclutamiento


ras de las luchas políticas militar, tanto regulaf como irregular. Como hemos visto, durante
aiuntos: la unidad de todo el siglo xtx las milicias indígenas desempeñaron papeles
nes comunitarias o étnicas importantes en las luchas entre facciones poI el poder nacional y en
l apelaban a una ideoiogía las guerras mayores con Honduras y Guatemala.r40 Todos los cam-
!n que regía la patria. pesinos y afiesanos varones fueron obligados a engrosar las mili-
r poiítica nacionai estuvo cias gubernamentales, que se reunían cada domingo para efectuar
ra.lictorias y conflictivas. eiercicios militares. Por ejemplo, en 1890 el "cuerpo de patriotas"
rnes militares, los pueblos de Izalco incluía cuatro Secciones, cada una formada por dos escua-
ur 1a base más sólida de dras de quince hombres. Hasta la década de 1880, el estado central
1 de1 siglo xtx, 1as únicas siguió depencliendo de 1as milicias ciudadanas -un sistema er'raiza-
:nientes salvadoreños tení- do en el liberalisrno radical del país desde mediados del siglo xtx-
reza de las haciendas, en en vez de formar un ejército de línea numeroso y profesional.'''
t-rr¡rban como agentes de la Incluso en e1 ejército profesional abundaban los reclutas indí-
.':- Esta fuerte autonomía genas. No fue sino hasta la década de 1890 cuando se organizó una
colonial, fortalecida por ei fuerza militar numerosa, permanente y bien equipada, e incluso
rstemda por la aütonomía entonces estuvo suieta a los vaivenes políticos de sus facciones
rurrnte todo el siglo, es la principales y las pugnas de éstas con 1os liberales civiles. Durante
_r a-cudiza el carácter ines-
toclo el siglo xrx, la mayor parte de los ejércitos permanentes que
f"r¡reño entre las décadas de los presidentes lograron reclutar fueron destruidos o desbanclados
dr¡ centrai también se vio en conflictos internos o en 1as gueffas con Guatemala y Honduras.
liscursivas y políticas cen- En la década de 1890 (cuando Ezeta fue derrocado en 1894, por
en¡ia o iinprecisión de este .ejemplo), las uniclades del ejército salvadoreño se dividieron en
an).'rlcanos de otros en facciones que terminaron peleando unas con otras cuando no ter-
air adoreño se constitütyó minaban desbandándose por deserción o desorden. A mediados de
un arreglo republicano: las siglo, el país apenas tenía unos cuantos centenares de soldados pfo-
Esentar a los pueblos, pero fesionales y no podía conseguir asesoles extranjeros.'*'El gobierno
:n itrs cueÍpos legítimos de de Ezeta logró reabrir la escuela militar en |a década de 1890 y
i\ or parte de los conf.-lictos aumentó elnúmero de tropa a 3.400 hombres, además de un macro-
;€ .L'rrno producto de la ten- cefálico cuerpo de más de 1.000 oficiales. Nuevamelte, durante el
un proyecto de formación cambio de gobierno en 1898, las unidades militares quedaron

20t
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desarticuladas debidc a las luchas. El salvador dependió de las
milicias ciudadanas eiitrado el sigio xx.rr3 si bien ei reclutamiento
forzoso era una desgracia que a veces terminaba enfrentando a
miernbros de una misma familia, tarnbién dotaba de un arma pode-
rosa a las comunidades indeenas. La constailíe participación de las
milicias. tanto en revueltas locales corno en rnovilizaciones regio-
:,i nales de mayor escala, es.fnuy-er.idente segúln los casos menciona-
dos anterion-nente. El propio rcclutamiento nrilitar era una fuente
de conflicto. Los carnpesinos y afiesanos usualrnente se resistían
huyendo a los cerros, pero a veces esta misrna resistencia conducía
a la violencia.'oo
Si bien la tradición de protesta y movilización campesina y,
sobre todo, indígena, que se ha presentado aquí ciertamente otorgé
a estos sectores sociaies el poclerpara negociar diversos aspectos de
su vida social, a la larga no permitió ia inte_qración institucionaliza
da de las fuerzas y los intereses que representaban carnpesinos e
indígenas. El proceso de fomación del estado eil el sigio xrx se rlio
,sobre la base de dos rnodelos paralelos y contradictorios de parti-
cipación popular. El primero era el de tras elecciones comperitivas
-el derecho de los ciudadanos a participar en ra virla política por
medio de entidades locales soLreranas- los puebios. (Las cor¡stitu-
' ciones generalmente liberales de la Federación y cle El salvador
independiente otorgaban el derecho al voto a buena parte de ios
varones adultos en las elecciones iocaies y nacionales, qrre se efec-
tuaron en el siglo xrx con mayor frecuencia de lo que se supone).rr5
El otro modelo, militarista y autoritario, reflejaba las pugnas entre
facciones de esos tiempos que manipulaban o simpremente d.esco-
nocían los derechos del pueblo. l-os militares qlre se dedicaban a
destruir a[ contrario por crialquier medio sentaron las bases de urr
. proceso político cerrado y egoísta que fbitalecid sóio a aqueilos que
lograban alcanzar el poder presidenciai y conti'ibuyó ala sutrordi-
nación prolcngada de otras f,uerzas políticas.
A pesar de la participación campesina r:n la detjnición y nego-
ciación de asuntos importantes durante todo ei siglo xrx, a princi-
pios del siglo xx la diferenciación social generacla por la emergente
economía capitalista y la creciente capacidad administrativa y

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represiva del estado soslayó a los indígenas y bloqueó cualquier
Si bien el reclutamiento posibilidad de que pudieran convertirse en una fuerua política legí-
:mlnaba enfrentando a tima.'ou Incluso en el siglo xIX, su participación dependía de los'
iotaba de un arma pode- caprichos de las luchas de facción y, en cierto modo, perpetuaba la
an:e pariicipacfón de las inestabilida<l política. En última instancia, el ganador fue el propio
:n n-iovilizacione§'régio- estado, el estado nacional salvadoreño que seguía reprociuciéndose "
¡ún ios casos menciona- gracias a una compleja mezcla de prácticas políticas. tanto demo-
cr militar era una fuente crático-liberaies y clientelistas como autoritarias.
usualmente se resistían Sin duda, los campesinos se aprovecharon de los momentos de
;ma re sistencia conducía guera o de conflictos -€specialmente en torno a los años <le i885
y 1886- para resolver disputas locales o conflictos sobre tierras u
r ihzación campesina y, otros asuntos.raT Los eonflictos nacionales también intensificaron la
aquí ciertarnente otorgó cpmpetencia local por el poder municipal.t'8 C)tros cambios, como
ciar dlversos aspectos de la legislación agraria. estaban vinculaclos asimismo a movilizacio-
eración institucionaliza- nes de protesta. Sin embargo, las interpretaciones tradicionaies
es¡ntaban campesinos e sobre el papel que jugarcn los problemas agrarios en los levanta-
rrjo en el siglo xtx se rlio mientos del siglo xtx -producto de la escasez de tierras y la apro-
conuadictorios de parti- piación de las tierras de campesinos indígenas por terratenientes
eiecciones ccmpetitivas ávidos de sembrar productos de exportación- no acaban de explicar
r en la vicla política por todo. I.as pugnas relacionadas con la tierra tarnbién se entremez- ¡
-
; pueblos. (Las constitu- claron con otros conflictos entre grupos dtnicos y con las disputas
racitin ,v" de El Salvador por el control del gobierno local.
¡Io a bueila parte de los Si bien ios temas relacionados con la tierra y otros recursos
nacionales, que se efec- locales explican aXgunas de las causas de estas revueltas y nlovili-
a cie 1o que se supone).'ot zaciones, el conflicto entre intereses agrarios o grupos étnicos sóio
:fle3aba las pugnas entre proporciona una parte de la explicación. Aún más, la clásica inter-
in o simpiemente desco- pretación de estas revueltas (al menos las de las décacias de 1880 y
.eres que se dedicaban a 1890), como consecuencia de la expansión del café y de la apro-
senta-ron ias bases de un piación generalizada de ias tierras de los indígenas de occidente, es
Lleció sólo a aqriellos que engañosa. I-os intereses de algunos pueden haberse af-ectado, pero i
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contribuyé a la subordi- no fueron completamente expropiados. Es rnás, casi todos los asun-
as. tos e intereses agrarios se entremezclaban con los conflictos y la
err la definición y nego- competencia de carácter étnico y polílico. (Por ejemplo, las accio-
do el siglo xlx. a princi- nes de un sacerclote en San Miguel desenca<lenaron un violei¡tcr
:nerada por la ernergente estallido que fue motivado iniciahnente por una pugna entre un
aciciad administrativa y tenateniente y las autoridades iocales y vendeclores del mercado.

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pero que se propagó rápidamente hasta convertirse en una confron-
tación entre clases y etnias dirigida contra toda la clase comercian-
te y la elite oficial)."e Estos conflictos también estaban vinculados
a líderes de facciones más grandes a nivel del estado. Los indíge-
nas y otros campesinos de las regiones de Cojutepeque y los
nonualcos, Santa Ana e Izalco-Nahuizalco se mostraron particular-
mente hábiles al movilizarse repetidamente durante décadas y al
cimentar alianzas fuertes -aunque flexibles y temporales- con líde-
res nacionales y facciones de variado signo ideológico.

204
f,nVertirse en una confron-
a toda la clase comercian-
,mbién estaban vinculados
el de1 estado. Los indíge-
es de Cojutepeque y 1os
:o se mostraron particular-
ente durante décadas y al
les v temporales- con líde-
:no ideológico.

NOTAS

1 Los estudios de revueltas campesinas en la Centroamérica del siglo xlx se centran, con fre-
cuencia, en la relación entre ia movilización campesina y el guatemaltecc Carrera. Ver:
Woodward, Rafae! Cnrrerct; Solórzano Fonseca, "Rafael C¿u¡era"; Ingersoll. "T'he War of the
Mountain"; McCreery, Rural Guatemala; y C:urnack, Rebels af Highl¡tnd Guatemalu.
2 Ver: Alvarenga, Cultura y d¡ica; Williar¡rs, States and Sr¡cial Evolution.
3 Mallon, Peasant and Nation; Nugent, Spent Cartridges of RevoLtúion', Joseph and Nugent,
Everyday Forus; Thomson, "Popuiar Aspects of Liberalism"; Tttino, Frotn Insurrectiotl to
Revc¡lution; Cuardino, Peasanls, Politics.
4 Por ejemplo, ver: Guardino. Peasants, Pr¡litics. capítuio 1.
5 Ver: Lauria-Santiago, "La independencia y el campesinado".
6 Monterrey, Historia de El Sal,-ador, l:224-25.
1 lb|d., I:225
E Ihid.. l:227.
9 Según Reyes "el pueblo se echó sobre la guamición" (Nociones de historia,4O0).
10 Monteney, Historia de El Stlverlor,l:230 32.
11 Reyes, Noclrn¿s cle histt¡ria, 100-02.
12 Klncaid, "Peasants into Rebels",473.
13 Calderón, Episodios n.rcíonales, lO-11.
l4 Marroquín, San Pedro I'lorutalco,65-
15 Rodríguez, "Historia y descripción".
16 Cañas y Cañas, El caudilk¡.'7.
lT Ver: DomÍnguez Sosa, Ensayo histórico, Kincaid, "Peasanta into Rebels".
i8 Rodríguez, "Historia y descripción".249.
1q Reyes. Nocloira.i de historia; ver también: Calderón, Episodios ttucionaies,26.
20 Monterey, fiisktria de El Sal.vador, I:233.
2i Rodríguez, "Historia y tlescripción",249.
22 Cañas y Cañas. El caudillo.S-45-
23 De Witt a Mclane, ciudad de Guatemala, 31 de jutio de 1834, en: Manning, Diplomatic
Correspondance, 3:1 6.
24 Monter-rey, Historia. de El Salvador" I:244.
25 Bancroft, Hi,storl' oJ Central America,3:169.
26 Ver: Guardinot Peasúnts, Politics,48; Deaton, "The Decade of Revolt".
21 Ver: Woodward, Rat'ael Cerrertt.
211 Los hechos de I 835 se conocen por una investigación oficial de los hechos después de la neu-
tralización (no denota) de la faccitín: fnforme que eL scct¿tario.
29 ]bid.
30 De Witt a Forsyth, Secretario de Estado de Estados Unidos, 7 de noviembre de 1835. en:
Manning, Diplomatic C or res pondance, 3:1 36.

205
3l.,DecretodelCobierno<le29clemayode1835'DadoenSanVicente,'.AGN_CImp.
32 Informe que eL secreturio.
33 Ibid.
34 rbid.,6.
:15 De Witt a Forsyth, Secretario de Estaclo <le Estatlos Ul]idos, ? de noviembre de 1835' en
Manning, Dipktmatic C orrespondance, 3: 136'
3:137 ; Informe que
36 De Witt ¿ Forsyth, ciuciarl de cuatemala, 18 de diciembre de 1835, en lbid.,
el secretario.
31 lnJira¿ qu" el .¡ecr¿tori".
38 o"wittaForsyth,ciuda<ideGuatemala,18detliciembredei835,enManning,DipLomatic
Co rrespon.dance, l3'l .

3g Informe t¡ue el secretario.


40 rbid.
11 rbid.
42 Flores Membreño. Anu.ario.
43
..Estado Mayor General del Ejército de Morazán" agosto de 1842',, ANCR. Serie xll. No. 82861
Leistenschneider y I-eistenschneidet" Administración, 51 "

44 Wortman. Gov e rnme nt and S o ciet 1-' 262-63.


45 Martínez, "Historia", 208-209; Moriterey, Historia de EI Salvador,I:266'
46 Reyes, Noclones de historia' 41"7 -
41 Woodward, "Liberalism", 1 15-16.
y papeles del
¿18 Montemey, rrrr' oria de El salvador,l:274; "Invent¿irio de los documentos demás
1 889",
Archivo ñaciona1, que se salv¿rron tlel incendio de la madrugada del 20 de noviembre de
Memoria de Gr¡bernttciót't, I 890, 327.
19 Reyes, Noclones de historia,4lT; Galdamés Arntas' Hombres 1'cosas' 156'
50 Piñeda Alvarado . Reseña histórica, 8; Reyes, Nociones de historia, 444'
51 Reyes, l{ociones de historia,449. Ver también: oreilana y orellana, sottsonate
histórico,36'
3?: El Salvador. Atlas censai. ll0.
52 Montemey, Hist<¡ria de El Salvadttr'2:19.
53 Ibid., 2:20; Reyes, Noclones tle historia,466 69; Leistenschneider y Leistenschneider,
Administración,131 .

54 Cardenal, El poder eclesiástico. capítulo 2.


55 Malaina, Í-a Compañía de Jestís,38.
56 Cojutepeque, La munici Pali dad.
f-. brpi" u Porter, diciembre de 1886, U.s. Department of State, Despak:hes.font
Lt S' ConsLtls
57
in San Salvad¡¡r. USNA.
se encuenffa en
58 otro caso de reclutarniento de un líder blanco o ladino por parte de indígenas
I\{endoza, "Páginas históricas".
59 Martínez, "Historia", 229.
vol. XVI. doc.
60 Ver: Teorl0ro Moreno a Gerardo Barrios,22 de noviembre de 1861. AGN-CB,
108; Samuel González a Gerardo Barios, abril <le 1862, AGN-CB, vo1. XIV,
doc. 131: Teodorc¡
Moreno a Gerarclo Barios, 24 de abril de 1862, AGN-CB, vol' XIV' doc 132'
.,El presidente de la República a 1os Indígenas cle cojutepeque", volante, l5
6t Gerardo Barrios,
dejulio de 1863, UCA-CVJ.
62 Martínez. "Historia", 230.
63 Larraínza¡, Carta,35-
64 Bustamante. Hi s tor ia m.ilitar, 88.
65 De Beiot. ltt RtPubiique.33.
66 Mrs. Foote. RecolLec'tians, 68.
AGN-
61 Ministetio del Inrerior, "Carta al Gobernador de San vicente", 30 de diciembre de 1868.
CDM" rotrlo BN-32.
Molina. cuartel General de san vicente, "carta al Ministro de Hacienda y Guerra".
27 de
68 .1.s.
abril de i871. AGN-CDNI, ro11o BN-38.
69 IVlartínez, "Historia", 23 1 -32; Reyes, N ¡¡c ío ne s d e hi stor ia, 51 6 "7 8'

206
10
,,solicirud de Dionicio'Ihmallo al Supremo Poder Eiecutivo", 2.1 de septiembre de I872, AGN-
:n San Yrce¡lfe", ACN-CImp.
CDM. roib Ml-23.
1t fuIa¡tinez, "Historia", 233; "Enviando Lista de los indígenas para que ios ponga a la disposición
dcl jlez tle primera instancia para 1as causa contra los autores y plomotores de la asonada del
g.-i8l2,AGN-CPCli "Borra<lor de nota al Comandante General de este -Depafiamento General
Lnidos, 7 de noviembre de 1835, en
D. Vicente Vaquero", 1872, AGN-CDM, roilo BN 39.
.,Decreto de El supremo Gobiemo de la Repúbiica, Cojutepeque", 20 de
:re Ce 1835, en Ibid., 3:131; Informe que 12 Anronio G. Valdés,
enero de 1873.
't3 Golremador deLaPaz. Agustín Gómez, "Carta al Ministro del Interio¡ sobre los efectos de la
:r'¡¡e de 1835, en Manning, Diplomatíc revuelta de Cojutepeque en Santiago Nonualco", 1872' AGN-CFC'
]4 Aloalde de Santiago Nonualco, Anceiino Colindres. "Carta al Cohernador de La Paz". l2 de
juiio de 1872, AGN-CDM, rollo B¡¡-39.
15 Proyecto de fonnación de pueblos de 1os valies de Cojutepeque. 10 de agosto de 1872' AGN-
cDM. follo MI-23. "Cenificación de acta municipal dei pueblo de Moilte de san Juan", I7 de
septiembre de 1872, AGN-CDM.
.:.- Je 1342", ANCR, Serie xII, No. 8286; 76 Laferriére, De Pttris d Guatémala, 151-53.
1i Bancroft, Histon' of Central Ame ri.ca. 3:398-99.
Aicalcle de Santo Doming.,, Antonio Porti11o, "Carta al Mariscal Presidente Dorr Santiago
¡ E! Saltador, l:266. Gonzáles", 22 de julio de 18i2, AGN-CDM. I o1lo eN-39'
l9 BoLetín Oficial #74,28 de septiembre de 1872, en: García. Dict:ionario histórico. A:1,6.
EO Bustamante. Historia militar, 138.
:, d¡ los docurnentos y demás papeles del 8l Pero vei': Alvarenga, Cultura t ética, capítalo l.
:-.:drugada del 20 de noviembre t1e 1889",
a1 Ibid., capítulo 6; Ching. "From Clientelism to Militarism"' capítukrs 5-6'
83 Galcla¡nés Atmas, Honbre,r ) cosa§l Lopez. Estadística'
i .:¡res.r'¿:osas, 156 84 Sobre Zaldívar, ver: Bancroft, Hi,sktry of Cental Atnerica. 406-07. Ministro del lnteriot,
., .¡¿ ltistori¿t.444. Lznreynaga, "Borrador cle nota al Gobernaclol de Santa Ana".22 de agosto de i870. AGN-CDM'
,.:¡a r Orellana. Sonsonate histórico,36' ro1lo BN-35.
Gobernador de Santa Ana, "Carta al Ministro del Interior sobre ciesórdenes", 20 de agosto
de
85
1870, AGN-cc tci.2(870) Exp. #13i.
Leistenschiieider y Leistenschneider, 86 Galdamés Armas, Hombres,r' cosas, 10E.
Boletín Oficícr!.5 de tlicieinbre de 1870, San Salvador, en García, Diccionario ltistórico. A:38'
88 Monterrey, l'listoria de El Salt'¿dor,2:355.
89 Boletítt ofic.iul # -i, 12 cle cliciembre de 11J70. sarr salvador, en carcía, Diccionario histório,
,A:38-9.
A:41)
at oi State, Despatches lrom Il.S. Consuls 9t) Boletín Olicial # 4, i 4 tie diciembre tle 1870, Sa¡l S¿lvaclor, en Carcía, Diccioruttio histórico,
9I BoLetín Oficial # 5.19 Ce diciembre cle 1870, San Salvador, en García, Diccionorio histórico.

par parte de indígenas se encuentra en A:3'l -


1rr
oa Galcianrés Armas, Hctmbres l'¿os¿s, 155 58.
García" Diccir.¡nario hi,slóríco. A:44: Gobematk'ir de Sonsonate, Heffe¡a'
"Carta al Ministrc de
93
Hacda. sobre gastos relacionados con los V<¡lcaneños", 1870, AGN-CDM, rollo BN-36
r¿mbre cle 1861, AGN-CB, vol. XVl, doc"
ril. AGN-CB. vol. XIV, doc. 131; Teodoro Gobernador de Ahuachapán, Francisco Menéndez, "Carta al Mrnistro de Relaciones Interiores",
4 de dicicmbre de 1870. ACN-CDM, rcl]o BN-36. Boletín oficitti # 2, ,1 de diciembre de i870,
CE. \'o1. xIV, doc. 132. el gobier
San Salvador. reproduci<1o en García. Diccionario ltistórico, A:38. El 9 de diciembre,
r lntlígenas de Cojutepeque", volante, 15 "Carla al Adm del rarno
no prohibió la venta de pólvora en toc.la la región. Ministro del Interior,
de iolvora',, 9 de diciembre de 1870, AGN-CDM, rollo BN-36. Gobemador de Sonsonate,
,,Cafta a1 Ministro de Hacien<1a". l0 de diciembre de 1870, AGN-CDM, rolio BN-36.
Heriera.
Boien'n Üficiai.5 de diciembre <le I 870. San Salvador' en García, Diccionario histórico'
A:37 '
94
g-5 "solicitutl al Presi¡lente cle la República", L2 de junio de 1867, CDM' rolio BN-28'
96 ,.La señora Elena Aldana de Paz solisita aprobar sus pérdidas de 2 de diciembre de 1870, oca-
sionados por 1os secliciosos en valor de 10.374$", 1872. AGN-CDM. rol1o BN-.{5.
Vicente", 30 de diciembre de 1868, AGN- histórico'
9-¡ El. Constiíucionul. l5 de diciembre cte 11J70, reproducido en García, Diccionario
y Gterrd',27 de A:41.
aI Ministro de Hacienda
98 Galdamés A-rmts, flombres r cosas, 165.
99 Belis¿rio Molina" Secretaría de la Corte Suprema de Justicia, "Car1a a1 Ministro del Interit»'
wria,576-78.
sobre Dueñas", 25 dc.iunro de I872' AGN-CQ'

2o'7
para los
100 "Lista de los individuos que volulttariamente han emprestado dinero a esta gobemación
gastos en la revolución", l2 de mayo de 1871, AGN-CQ'
101 Alcalde de Santa Ana. Anastacio Rodríguez, "Carta al Ministro del Interior", l9 de noviembre
de l8?2. AGN-CDM, rollo RN-44.
102 Rafael Reyes, "carta al Dr. Dn. Julio Interiano sobre tieras de indígenas de san Rafael La
Laguna". 1901, AGN-CM-MG.
103 "solicituti de nulificación de eleccion", 27 de diciembre de 1872, AGN-CDM'
SO; Gobemador
104 ,,Descr:ipción de cada uno de los municipios del depafiamento", 1913, AGN-CG
de Sonsonate. "lnfbrme de la visita oficial a 1os pueblos del Departamento",
20 de septiembre
de 1913. AGN-CG-S(). Entre los muertos estaban Braulio Salaverría, Casimiro Domínguez
y un
hijo de Pedro Cea. Orellana y Ore11ana, Sonsonate lústórico,l43'
105 "Libro de Actas Municipales", 1873' AMJ.
106 Comparar los perfiles en Burgess, Justo Ruhno Barrios'2ll'
107 Domínguez Sosa, Génesis, 20-21
108 Martíná2, .,Historia cle Cojutepeque", 326; Figeac. Recordatorio histórico, 301; Marcial
Esteves. Relación histtírictt de aLgunos. ..OuntLlaska (1855)'
109 Duke a Po{ter, 28 de mayo de 1885, U.S. Department of state. Despatches Jrom u.s. Cc¡nsuls
in San Salvador, USNAI Estupintán, Memoria,232'
i10 Calderón, Episodios nctcionales, 48.
lll PiñedaAlvarado, Reseñahistórica,9-ll;Marroquín,sanPedroNonualct¡,779.
,.Relación que varios vecinos de Opico hacen de los desórdenes ocurridos al1í con motivo de las
11 2
elecciones locales".24 de diciembre de 1885' AGN-CQ'
,.Ei General Don Francisco Menénclez solicita comproLrar las pérdidas que sutiió en sus intere-
113
ses el año de 1876", AGN-CM MG. [883.
.,Histoda", 240-41; Duke a Porter, 13 de junio de 1885, U.S. Department of State.
114 Martínez,
Despatclrcs Jrom Lt.S. Consuls in San Salvador. USNA'
1i5 Dupre a poiter. diciembre ¿e 1886, U.S. Department of State, Desputches Jrom u.S. Consuls in
San Salvador, USNA.
116 DupreaPorter, I decliciembre<te l887,u.s.Depafimentof state, DespatchesfromLl.s Consuls
in Scrn S¿/Yarlor, USNA.
1 17 Buslamante. Hístoria nilitar, 88.
118 Orellana y Orellana, Sonsonate ltistórico,48-50'
119 Laneynaga . Memr¡ria, 3-4.
120 Velasto, Mon¿grcrta histririca,s4,Martínez, "Historia",230-46 I-a Llnión, Suplem.ento
No' 11.
1890, UES'PEH.
121 ..Cer.tificación del .Tuzgado cle Paz de llopango",25 de febrero de 1890. AGN-CM-MG;
Larreynaga, Memo r itt, 1 0, 1'04.
122 Martínez, "Historia", 247.
123 llustamante. Historia miLitar, 91.
124 Francisco Funes. Gobemador de Sar.r S¿rlvador. "lnforme del Cobemador al Ministro de
Gobemación". 23 de diciembre de 1890, AGN-CM-MG'
| 25 ''Salvadoreños". volanto, UES-PEH, I 890.

126 kt Revolución. Alcance al número ó, 1890.


127 Plutarco Bowen, "Informe sobre tropa,s revolucionarías contra Ezeta". 1894, AGN-CC M1'2-2 Exp #2'
128 Orellana y Orellana, Sonsonate histórico,50; "Lista de los capitalistas del Departamento de La
Libe*ad con expresión del capital que se les supone", 1893, AGN-CM-MG; "Recibos de Pagos
de Emprestitos", 1894, AGN CG-So.
129 De Guevama, Exploración etnogrdJtca, 13.
130 Orellana y Orellana, Sonsonrtte histórk:o,51.
131 De Guevarra, Exploración etnogrtifica, 42.
132 ,.Descripción de cada uno de los rnunicipios de1 deparlamento", 1913, AGN-CG-SO.
133 Ver: Lauria-santiago, "Land' Community, and Revolt"'
134 Goberna<10r de usulután, R. Orellana, "Informe al ivlinistro de Gobemación"' 9 de febrero de

1899, AGN-CM Mtj; Gobemaclor cle Cab¿rñas. A¡tolín olamo, "Intbrme al Minisro de

Gobernación",5 de agosto de 1899, AG¡i-CM MG'

208
35 Ver: Lintlo-Fuentes, "Lt¡s lírnites del poder en 1a era de Barrios". en Arturo Taracena' ed ,
gobernación para los
1
JLr drnero a esta
Construc¡'iótt tle las id¿:ntidudes.
136 Adams, NationdLization; Cardenal. EL poder et:lcsitístíco'
:ilsiii) del Interior", l9 de noviembre
137 Ver: "Viva e1 Pueblo Migueleño, Viva el Estado"; "I'roclama a los Pueblos de E'i Salvador":
Letstensclrneider y Leistenschneider, Atlministrat ión, 1il
:ras de indígenas de San Rafael La I38 Ver: Palmer, "A Liberal Discipline".
139 Ver: Loverran, The Constitutitt'r o.['lirann ', llO-71 '
b18'12, AGN-CDM.
140 De Be1ot, li7 RePublique,33.
¡ato". 1913, AGN-CG-SO; Gobemador 1¿11FranciscoCampos,"CuerpodePatriotasdelaciudaddelzalco", 17dejuliode1890'A(is
&l Departamento",20 de sePtiemble 142 Scherzer. Tray¿ls; "Memoria del Secretario de Estado en los Deptos. de h.rterior, Flacienda
y
Salaverría, Casimi¡o Domínguez y un cuen-a". 1x67, A(;N cQ.
1¿t3 Bar.berena, Descripción geogrtiJlca; Wright, .Sah'arlor, 46: El Salvador'
ir:¿-143. Memoria ¡tresenfrtda
del
por el Mtnistro tl,r Gubrrlrorlíin, 1121;f:zela, "E-iército del Salvador, Cuadro l)emostrativo
Estado Generai Diario", 11396. AGN.
Departamento"' 10 de
14.1 Alcalcle de cluisnahuat, Dan'rian Hernández, "Cana al Gobemadot del
?,¿¡ ordatorio histórico, 301; Ma¡cial febrero de 1U86, AGS.
especialrnente los
1,15 Ot¡.a perspectiva se encuentra en: ching, "From Clientelism to N{ili¡arism".
,,--S,"t.. Drrprr. lrcs front u 'S Consuls
capítulos 2-4.
146 \'er: Ducey, "Liberal Theory".66.
28 de noviembre
147 Alcalcle de Masahuat, "carta a1 Gobernador de1 Depafiameilto tle Sousonate",
st P ed.ro N onualco, 17 9' de 1886, AGS.
las
fuenes ocurridos allí con motivo de 148 ..Contra Toribio Meigares y Leandro Hernandez comc¡ promcltores del desorden ocurrido en esta
villa el 30 clel prosimo pasado". 1886, ACN-CI'
r las pérdidas que sufrió en sus intere- i49 Ver: Lauria-Santiago, "An Agrarian Republic"' capítulo 8'

dn de 1885, U.S. Department of State'

lstare, Despatches frorn U S' Consuls in

ftom u'S' Consuls


úof SÉte, D¿sp atches

;*. 110-46: La Unión, Suplemento No' 1l '

li de febrero de 1890, AGN-CM-MG;

i::-.-.=re del Gobernador a1 Ministro


de

::.-::: Ezeta". i894, AGN-CC M l'}-}E,xp' #2'


de La
:: ..'s capitalistas dei Departamento
r
'. s93. AGN-cM MG; "Recibos de Pagos

-:rrlnento", i9 13, AGN-CG-SO'


¡ii"
9 de febrero de
-'.fr,rstro de Gobernación",
tr-o]jn Ola¡ro' "Informe al Ministro de

209
6. E,L CAFÉY SU IMPACTO E1'{ LA MANO DE'
oBRA, le riEnRA Y LA FoRtuactÓx Ps
CLASES SOCIALES, 1850-1910
y la riqueza:
T-ltr. ause de la economíacafetalera en el siglo xtx
E;.J;ou por la expoftación de café perrnitió el surgirnientode r6f
también innumerables
una nueva e1ite, a tu uirque se beneficiaron hJ
campesinos,agricultor"'y"o-"'ciantes''Haciafinesdeladécada' &,n,
exportación de cafésupe-
de tBgO, los ingresos provenientes de la
.-rA.{Qn ajos del añil. La
proporción de café en relación al total de las
década de 1850- aumentó
exportaciones -casi in'ignifi"unte en la
hasta el 99 por ciento tu do.uda de t920. una nueva y próspera
"n
elitepodíaimportarproductosdelextranjeroyextendiósupoder.
y la riqueza esta-
Haciá hdécadade 1g60, la propiedad de la tierra
ban muy desigualmente distribuidas en El
Salvador' gracias al
éxito de esta clase ha
poder de la elite agroexportaclora del país' El
za y el impacto de la
contribuido a lu .r"en.ia de qrre la naturale
economíacafetalerasiemprehansidolacuestiónmedttlar.Durante
1a década de 1gg0
_polaiizada en rérminos ideológicos- muchos
atribuyeronelautoritarismopolíticoylaestructurasocialoligár-
país sobre
qui.ui" El Salvador a1 control ejercicio por la elite del
ü ti"rru o 1a producción de café' Pero esta versión es engañosa;
hastabienavanzadoelsigloxx'ElSalvadorteníaunaeconomíayy
xlx, las exportaciones
estructura social heterogJn"ur. En el siglo
locales, aparte del café.
las actividades y los prJductos económicos
erandecrucialimportanciaparamilesrJepersonas,entantoqueel
impactoinmediatodelcultivodecafésobreelusocelatier:rayla

2rl
mailo de obra af-ectó directamente, cuando más, a una importante
minoría. Es más, la expansión del cultivo del café creó, en ias
diversas regiones del país. una ve.riedad de patrones de tenencia de
la tierra y diferentes relaciones c'[e trabajo y de clase social.'
a{"i
El clesarrolio de la economía cafetalera entre 1850 y t920 tuvo
.r
un carácter propio y un irnpacto dit'erente en la tierra y la mano de
obra en comparación a los acontecimientos posteriores del siglo
xx.3 Ei cultivo cie café permitió a los nuevos caficultores y comer-
ciantes consolidar su sit'¿ación mediante la inversión en otras
c empresas y la compra de tierras, pero no creó una oligarquía de un
día para otro. Es nrás, la expansión de Ia producción de café no
socavó la existencia del campesinado con tierras que prov-eía la
mayor parte del trabajo estacional. Las fincas de café rafa vez eran
las grandes plantaciones que se mencionan fiecuentemente en los
escritos, y en muchas áreas las parcelas y mociestas fincas campe-
sinas predominaban sobre las grandes fincas y haciendas.
El café se desarrolló paulatinamente entre las décadas de 1850 y
1870, y la producción se concentró en pocas áreas. En este período,
1os campesinos y ernpresarios establecieron pequeñas fincas en los
alrededores de centros de población emergentes (Santa Ana, Nueva
San Salvador) o en tierras alquiladas a los pueblos o las comunida-
des étnicas. Desde principios de la década de 1870 hasta la de 1890,
la producción de café se expandió en las tres regiones del país donde
Se encontraran condiciones adecuadas, pero sobre tod6 en las zonas
más altas de tierras no utiiizadas previamente. Después de tr880,
especialmente, se plantaron caf'etgs en parcelas ociosas cle tierras
comunales y ejidales. así como en tierras de ias haciendas y en bal-
díos dei estado. Desde mediados cle la década de 1890 hasta 1918,
el café atravesó una serie de crisis de producción y los precios per-
manecieron más o menos estancadtls. Las parcelas pequeñas Se con-
solidaron en fincas grandes, pero se sembraron pocos cafetales
nuevos. Después de finalizar la Primera Guerra Mundial, la superfi-
cie sembrada con café casi se duplicó en cuestión de cliez años a
medicla que los cultivos se extendían por ios valles'
Las exportaciones de caté en centroamérica empezaron en
Costa Rica y efi una o cigs décadas se expandieron a Guatemala.

212
Cuadro 6.1
niás, a una importante
r del café creó, en las Producción y exportación de café, 1860-19i8

patrones de tenencia de
de ciase socia1.2
entre 1E-50 y 1920 tuvo
n 1a tierra y la mano de
r-\ posteric)res- de1 siglo
js caticultores y comer-
1a rnversión en otras
eó una oligarquía de un
producción de café no
r tierras que plo!-eía la
u. cie café rara vez eran
r riecuentemente en los
mociestas fincas campe-
rs r haciendas.
re ias décadas de 1850 Y
s ireas. En este período,
r pequeñas fincas en los
:ntes (Santa Ana. Nueva
pueblos o ias comunida-
le i870 hasta la de 1890,
Fuentes: El Salvador, Anuario EstadísticolMontis, Informe documentado;Levet, central
Americal
regrones del país donde Diari.o Oficiat,lg de febrero de 1878, p.170.
' a. Estimado.
l sobre todo en las zonas
renie. Después de i880,
Nicaragua y El salva<lor"4 (ver cuadro 6.1.) E1 éxito de costa Rica
¡celas ociosas cle tierras
fue un modelo importante, aunque no fácil de imitar, para los terra-
ie 1as haciendas y en bal-
tenientes y los campesinos emprendedores en todo el istmo.
(E1
:ada de 1890 hasta 1918,
interés del presidente Barrios en el café se ha atribuido a un viaje
a
uie ión y los precios Per-
costa Rica que hizo con iVlorazán, presidente de la Federación,
a
,,arcelas pequeñas se con-
principios de la década de 1840).', I-os funcionarios gubefnamenta-
nbraron pocos cafetales
les. tanto locales como nacionales, estimularon el cultivo del
café +ttÍ'*
:erra Mundial, ia suPerfi-
clesde la década de 1840, pero no hubo incrementos signitlcativos
cliestión de diez años a
de inversión sino hasta finales de la década de 1860.u
Los cafetales ;**
os valles. Santa Ana y
empezaron en los las afuetas de Nueva San Salvador'
oamérica empezaron en Ahuachapán y
Ahuachapán, y en pueblos de los <lepartamentos de
rpandieron a Guatemala.

213
Ei Salvaclor. En 18-54, se exhi-
Sonsonate, todos en ei occidente de
bieron en Londres unas muestras de café de una hacienda cle
Sonsonate, propiedad de José Campo.'No obstante, el aumento de
1a producción también estimuió el consumo local, de modo que los
excedentes para exportación no fueron muy grandes sino hasta la
década de 1860.'
La modesta expansión de la producción continuó en la década de
1860,' pero el país no se convirtió en productor importante sino en
la década siguiente.r0 Algunos inversionistas y campesinos pioneros
sembraron decenas de miles de cafetos, pero no datran fiuto todavía.
Los dos millones de arbustos en producción en 1867 en todo el occi-
dente abarcaban apenas 1.400 hectáreas. Generalmente, las fincas
eran pequeñas. La finca de un conocido pionero de la caficultura en
Sonzacate tenía 17.000 cafetos sobre una superticie de l3 hectáreas.
La mayor parte de las primeras fincas de café se fonnaron dentro de
1os ejidos de unos pocos pueblos cle occidente." En el pueblito indí-
gena de Masahuat, por ejemplo, cinco de los veinte arrendatarios de
sus tierras comunales producían café, una actividad compatible con
la cestería y la agricultura de subsistencia.'' En los ejidos y en las tie-
rras controladas por los indígenas de lzalco" un pueblo con grandes
extensiones de tierras comunales y ejidales y una agricultura comer-
cial bien establecida, se plantaron unos cuantos miles de cafetos que
muchos labradores se encargaron de atencler.'r Ya en 1860, otras
regiones habían empezado a sembrar café, como el pueblo de San
Pedro Nonualco en el departamento de La Paz. Este pueblo se carac-
terizabapor una agricultura campesina en pequeña escala )i no tenía
haciendas ni fincas grandes.'' Cojutepeque también tenía muchas
fincas pequeñas que combinaban el café con etr cultivo de alimentos
y caña de azúcar. Existe evidencia de siembras de café de los indí-
genas de Cojutepeque desde 1857.''
I-a producción y las siembras nuevas de café se expandieron en
forma significativa en las décaclas de 1870 iu 1880, para entrar luego
a un período de inestabilidad entre 1890 y 1905, tanto en producción
como en precios. Aunque la pro<lucción se recuperó un tanto entre
1900 y 1910, la tierra dedicada al café, sin embargo, se mantuvore!4-.-
tivamente estabie en'torno'a unas 60.000 hectáreas.r6 La economía

2r4
rador. En 1854, se exhi- cafetalera se estancó de nuevo debido a la disminución del comercio
lé de una hacienda de con Europa a consecuencia de ia Prirnera Guena Mundial.
obstante. el aumento de En Llsulután, después de unos pocos años de autnento de la pro-
o local, de modo que los ducción. Ios pueblos de California, Berlín. Alegría, Santiago de
r1 grandes sino hasta la X{aría y Jucuapa se encontraban hundidos en una depresión econó-
mica hacia 1921. Los precios eran dernasiacio bajcs para obtener
continuó en la década de suficientes adelantos de los con-ierciantes, y }os agricu,ltores rro
uctor importante sino en podían pagarle a los trabaja<lores para levantar ia cosecha. La inver-
ls ) campesinos Pioneros sión disminuyó y los agricultores ni siquiera estaban desherbando
'o no daban fruto todavía. sus cat-etales. La cosecha de la región fue de sólo 100.000 quintales
i en 1867 en todo el occi- en I92L.1a mitad de lo que hahía sido en 1908.'?
La expansión cie la producci<in cafetalera tuvo un impacto limi- q"*
Ceneralmente, las fincas
onero de la caficultura en tado en las'fonna§ de utilización de Ia tien'a. En I880 hubo menos
uperticie de 13 hectáreas. de 20.000 hectáreas dedicadas a la prtiducción de caf,é, y en 1896 la
afé se formaron dentro de ciira era de 50.000 hectáreas. (Unas 2.CI0Ü hectáreas habían sido
:nte.1' En el Pueblito indí- abancionadas debido al agotarniento de la tierra).r8 Entre tlnales de la
os veinte arrendatarios de décae1a ite 1890 ¡; 1918, la expansiórr cafetalera se desaceleró. Para

actividad comPatible con que estas cifras puedan et;lenctrerse en félrninr:s relativos, el café en
188ü <icupaba tanta tierra como el añil en 1860. No obstante, aun
'En los ejidos Y en las tie-
lo. ur puebio con grandes ésta era una extensión modesta de tierra. Tres grandes baleiíos soli-
s \ una agricultura comer- citados y ocupados en ias décadas rle 1880 y 1890 abarcaban más t*-'
...i-!+
antos miles de cafetos que del doble que esas tierras. Ailemás, la mayor parte de la proclucción
nder.'3 Ya en 1860, otras provenía de apenas una docena de municipios, lo que rninirnizaba el
é. como el Pueblo de San impactc del cultivo en el rcstc. de la nación. Así, las tieras dedica-
Paz. Este Puebio se carac- clas al cafó durante estos añcrs, abandonando los patrones de uso
: peQueña escala Y no tenía
anteriores, se ex"tendieron paulatinamente hasta incorporar las tierras
boscosas en los baldít'is, los e.jiclos y las haciendas.
lue también tenía muchas
:on el cultivo de alimentos Después de 1870, la *rer:iente demanda y los altos preciels, así
mbras de café de los indí- como las mejores en la infraestructura de transporte y en Ia tecno-
Logía del beneficiado, convencieron a los agricultores y empresa-
i1e café se exPandieron en rics de El Salvador de que Ia agricultura de exportación era ia clave
(l r' 1880, para entrar luego para el futui'o de la nación.'e El gobierno no sólo promovió la pro- \jp{h
1905, tanto er-l Ptoducción tlucción y exportación de café, sino también otros tipos cle agricul-
se recuPeró un tanto entre rura comercial. A rnecliados <le la décacla de i870" se crearon
i embargo, se mantuv-o-I9JA:-. aimácigos para distribuirlos gratr:itamente, práctica que se extendió
U hectáreas.'u La economía dLlrante la década de 1880.'o Las juntas de agricultura creadas por el

2t5
gobierno nacional durante la década de 1880 entregaron gratuita-
mente decenas de miles de caf'etos a agricultores y campesinos para
estimular la producción y reducir ios costos de arranque.
Los municipios quisieron aprovechar el incremento de la pro-
ducción de café para financiar obras púbiicas y educación.'' No
obstante, muchos campesinos, tanto indígenas como ladinos, se
resistían a los alicientes para producir café por varias razones. Un
factor que desanimaba especialmente a los pequeños labradores fue
la caída de los precios del café, ocurrida precisamente cuando las
tierras comunales estaban siendo privatizadas y se promovía acti-
vamente el cultivo del café.t'Además, pocos campesinos ocupaban
tierras adecuadas parala producción de café. Los funcionarios ladi-
nos a menudo atribuían la resistencia de los campesinos a los nue-
vos cultivos a su renuencia de apartarse dei modo de vida
tradicional." Empero, muchos indígenas que habían tenido mayor
participación en la economía comerciai o que habían abandonado
sus comunidades -especialmente después de la abolición de Ias tie-
rras comunales en 1882- eran confundidos probablemente con ladi-
nos. Sin embargo, la resistencia a los nuevos cultivos no era
característica exclusiva de los pequeños productores.'*
El éxito del café en las décadas de 1870 y 1880 se debió a que
ti
los costos de arranque eran bajos o subsidiados, especialmente en
el caso de los campesinos y labradores ya establecidos. El costo por
unidad para establecer una plantación grande era más alto para los
inversionistas comerciales que debían conseguir tierras, desmontar-
Ias, sembrar los cafetos que no producirían cosecha sino hasta cinco
años después, y pagar a los trabajadores para mantener los cultivos,
todo lo cual requería una inversión en efectivo.'5 Entre las décadas
de 1860 y 1890. hubo tierra disponible y los ejidos y baldíos priva-
tizados constituían fuente de tierras nuevas a un bajo costo. Si bien
¡ ':'l a-t3
es ciefto que los grandes finqueros y hacendados siempre tuvieron
..1
\ B v" problemas para reclutar mano de obra suficiente, los costos del
I
¡
arranque eran bajos pues la mayor parte de los salarios se pagaba
,,
j
,sólo durante la recolección. Por 1o general, el establecimiento de
una nueva finca era una inversión segura si no implicaba grandes
,préstamos ni ponía en peligro la propia subsistencia. Si los precios

zt6
880 entregaron gratuita- del café bajaban demasiado como para cubrir los costos de mano de
Lltores y campesinos para obra, los cafetaleros siempre podían evitar-los t*es gastos más altos:
rs de amanque. el pago a los trabajadores clurante la cosecha (lo cual no era un
e1 incremento de la pro- blema p ara l o s p¡o dsg tp.tq-s- 9_AI1r.p.9J i¡l g0, eI
. .
yel tran§-
riicas y educación.2' No porte. No obstante, los costos de producción fueron más altos en El,
,genas como ladinos, se Salvador que en ia mayoría de los demás países cafetaleros duran-¡
é por varias razones. Un te buenql¡arte del.siglo (sobre todo, por los costos más altos dd"
pequeños labradores fue capital y mano de obra), aunque la proximidad de los puertos con-
precisamente cuando las tribuyó a mantener bajos los costos de transporte. Una fuente infor-
adas y se promovía acti- ma que Ei Salvador pagaba US$26 en concepto de costos de
:trs campesinos ocupaban producción por cada tonelada de café que exportaba, en tanto que
Ié. Los funcionarios ladi- otros países pagaban entre US$6 y US$10.'?6
os campesinos a los nue- En tanto existía todavía una frontera agrícola, ia tierra era bara-
rse dei modo de vida ta comparada con el costo del crédito y otros gastos. Las redes crd¡
que habían tenido mayor diticias eran determinantes para la economía cafetalera, y el acced.b
, que habían abandonado al crédito y al capital era siempre problemático para los productó-
de 1a abolición de las tie- res comerciales más grandes.2T Un escrito del año 1883 se ref'ería a
, probablemente con ladi- los o'enormes sacrificios" de Ios caficultores que, a veces, tenían
nue\/os cultivos no era que vender su cosecha antes de tiempo a sólo 5 pesos el quintal,
roductores.2* muy por debajo del precio real en el momento de exportarla.2s Se
l0 r, 1880 se debió a que produjo un quiebre político entre los productores de café y los
diados, especialmente en denominados capitalistas "usureros". y algunos pidieron el estable-
esrablecidos. El costo por
nde era más alto para los
cimiento de un banco agrícola.
El papel de los comerciantes y prestamistas es evidente, a juzgar #
se guir tierras, desmontar- por la gran cantidad de catlcultores que tenía deudas. Antes de la abo-
r cosecha sino hasta cinco lición de las tierras comunales, centenares de labradores y campesinos
ara mantener los cultivos, habían hipotecado sus derechos de posesión de sus pequeñas parcelas
:ctivo.'5 Entre 1as décadas ejidales que producían pequeñas cantidades de café. En La Libertad,
io- ejidos y baldíos priva- se hipotecaron muchas fincas en 1882 a favor de un pequeño grupo de

1s a un bajo costo. Si bien personas, entre quienes se encontraban Salvador Sol y Ascensión
enclados siempre tuvieron García. Según se desprende de una muestra de estas transacciones, las
suficiente, los costos del cantidades de café en cuestión eran de entre 12 y 36 quintales.2e Esto
de los salarios se pagaba sugiere que esos productores tenían entre 1 y 5 hectáreas en produc-
ra1. el establecimiento de ción, 1o que concuerda con el tamaño típico de una finca en los ejidos.
a si no implicaba grandes En los pueblos del occidente, muchos pequeños préstamos y ventas
ubsistencia. Si los precios relacionados con e1 café se asentaban localmente.3u

217
Los métodos cle producción cambiaron nluy poco durante el
ttY siglo, exceptuando el beneticiado, el cuai incrementaba el valor del
grano y reducía los costos de transpotte.r' cinco libras de granos
Y

mad¡ros se convertían en clos libras después de eliminada ia ptrlpa


y, clespués del secado, quedaban reciucidas a una li'oro de café oro,
listo para la exportación.t'No obstante el avance tecnológicil en las
empresas _erandes (que aprovechaban 1a fuerza hidráulica
y, luegr:,
la etréctrica), la mayoría de procluctofes dependían de rnaquinaria
simple, impulsada pcr animales.i:' Lcs ernpresarios l<¡cales idearon
mecanismos rudimentari0s que les permitía un procesanuento
mínimo.,* sin embargo" hacia 1884 había só10 27 beneticios gran-
cles en el país, lo q¿1e permite entrever la gran concentración
de los
procesos de beneficiado y cometcialización que se daría a cotnien-
zos del siglo xx.35
Hacia 1900, el beneticiar]o y ]a exportación de café estaban
muy concentrados. Para los más de 5Ü0 prod'lctc¡res sirlo en la ciu-
dad de Santa Ana. más otros cieutos en los pueblos vecinos, habí¿r
entre 10 y 20 beneficiadores, la mayoría de los cuales erail también
exportaclores. El beneficiadi: en Nueva San Salr'ador se encclntra-
ba aún rnás concentraclo; en 1915, Nueva San Saivador tenía sólO
cuatro beneficios. pertenecientes a Herbert Fryer, Baruch y
Commercial, Rafael Guirola y Fernando Cañas'''('
Unos inversionistas establecieron grand-es beneficios de café
para procesar ios granos de otros productores para erportación.
Mediante el uso de recursos externos de cré<iito, controiaban el
negocio al combinar las ganancias de ia producción, el beneficiado
y la exportación" También sirl ieron de banqueros pala nurnerosos
pequeRos productores. Sin embargo, a pesar de que el negocio de
Lxportación llegó a estar controlado por unos pocos comerciantes,
estc, no impidió la participación de numerosos comerciantes en
pequeño. En 1895, Meardi v Compañía, quien tamtrién era de los
más grancles procldctor"es y beneliciadores de café, controlaba el 23
pn. dei negocrio de exportación por ei puemo de El Triunl'o ,v
"i.rto
Lt :t p"r cienro de La t-Inión. Otro puñado de exportadores
(ningu-
no se acercaba al volu6en manejaclo por §4eardi) contlolaba entre
40 y 50 por ciento del total. Algunos exportadores reiativamente
¡'\
218
ron nruy poco durante el grandes (como Goubad) no eran productores en 1o más mínirno, en
incrementaba el valor del t?Into otfos (Cohn y Dreyfus) aparentemente participaban del bene-
.t' Cinco libras de granos liciado y la exportación pero no eran caficultores.
rués de eliminada la pulpa
ls a una libro de café oro, La economía política lttcal del café
avance tecnológico en las El cuttivo de café empezó y se expandió más rápidamente en ei occi-
fueÍza hidráulica y, luego, iiente (Santa Ana, Ahuachapán, Sonsonate, La Libertad). Poco des-
,lependían de maquinaria pués, comenz(t \a producción en la región central de El Salvador (La
npresarios locales idearon Paz, San Salvador, San Vicente), pero la expansión allí fue lenta
rmití¿L uil procesarniento hasta la <lécada de 1880. En este momento, arrancó la producción en
a stí1o 2'7 bercficios gran- oriente (San Miguel, Usulután), donde alcanzó niveles impofiantes
sran concentración de los en la década ctre 1890. (ver cuarlro 6.2)En el extremo gccidente, el
.ón que sc daría a comien- café se extendió desde Santa Ana a los vecinos pueblos de
Chalchuapa y Coatepeque, luego a varios municipios a menor altu-
rortación de café estaban ra corno Izalco, Ahuachapán, Nahuizalco, Salcoatitán y Atmenia y,
liLr.lucfores sólo en la ciu- posteriormente, a las extensas tienas baldías al occidente de
[o-- pr'üsl]]o5 vecinos, había
Cuadro 6.2
de los cuales eran también
Procluc c ió n o. . t co merc i al e s,
S¿rn Salr,ador se encontra- "1u¡, r,ut lui J* l:. "

a San Saiv-ador tenía sóio


ierbert Fryer, Baruch y
j"
C¡ñas.
ranC.es beneficios de caté
uctores para exportación.
Je créciito, controiabail el
producción, el beneficiado
tanqlrer0s para nufnerosos
e.ar de que el negocio de
u n ( )q ilocos conlerciantes,

rÍnifoSos comerciantes en
. quien también era de los
:s .le café, controlaba el 23
rr el puerlo de El'kiunfo ¡r alientes: Gonzále2, Lecciones; Mlora. Memoria... (1883), 141.
\ota: el ténnino 'finca comercial' se cliferencia ale las fincas más grandes ot ientadas al comereio. qtie
do de exportadores (ningu- :ttn rna'vor protrabilidad están incluiclas en las estadísticas oficiales, que las pequeñas parcelas i'
Jefür¿l9s de Ios campesinos.
r \{eardi) controlaba entre
a. Promedio de 135 quintales por finca.
:rp ortadores relativamente b. Prc¡medio de 520 quíntales por finca.

219
Ahuachapán. Al mismo tiempo, el café se propagó hacia el oeste y
sur de Nueva san salvador, para confbrmar un claro polo cle expan-
sión en los cerros del sur de La Libertad y el oriente de Sonsonate.
Debido a estas variaciones regionales, el café se expandió de dil'e-
rentes formas en 1as distintas regiones. Las soluciones a los proble-
mas del cultivo, el beneficia o y la comercialtzación variaban de
acuerdo a las condiciones regionales y reflejaban 1os patrones pree-
xistentes del uso de la tierra y Ia rnano de obra,.
La producción de café estuvo acompañada de una diversidad de
relaciones sociales locales. Los departamentos occidentales fueron los
primeros productores y han mantenido su importancia hasta ahora, con
el departamento de Santa Ana ala cabeza. En la décacla de 1860, ya
producía cerca de 32.000 quintales (casi un tercio de la producción
nacional), de los cuales 20.000 provenían de las afueras de la ciudad de
Santa Ana y otros 10.000 del municipio de Chalchuapa.rT (ver cuadro
6.3.) En 1881, el depaftamento produjo unos 175.000 quintales -más

Cuadro 6.3
producc i ón .i.-t'á de s anra Ana,
iü il tr1Íffi i:ll)

Fuentes: ElConstitutional,31 de<liciembrede 1876, p.787 DiarioOficial, ll {emayode 1882.p.


546; Gobernador de Santa Ana, "Datos".

de un tercio de la producción total del país y cuaffo veces más que ape-
nas cinco años antes. Hacia i881, el departamento tenía 500 fincas de
café (un aumento dramático en comparación a las 214 en 1868) con 14
millones de cafetos en producción y otros 18 millones plantados.3s En
téminos relativos,las fincas de café del departamento eran más gran-
des que en cualquier otro lugar, promediando unas 30 hectiíreas y
60.000 ¿irboles que producían unos 250 quintales por finca.

220
e propagó hacia el oeste y La ciudad de Santa Ana tenía la mayor cantidad de cafetos en todo
polo cle expan-
rar un claro el departamento (3.500.000, o un 52 por ciento); Chalchuapa tenía
r el oriente de Sonsonate. 3.000.000 (44 por ciento) y Coatepeque apenas 203.700 en produc-
café se expandió de dife- ción (3 por ciento), aunque éste se convefiiría en la región de mayor
as soluciones a los proble- expansión cafetalera del departarnento a principio del sigio xx. Cada
rercialización variaban de pueblo tenía cerca de medio millón de arbustos adicionales plantados,
tlejaban los patrones pree- pero aún no en producción. El total de la tierra sembrada con caf'etos
: obra,. en producción en 1883 oscilaba entre 2.9AA hectáreas en la ciudad de
mada de una diversidad de Santa Ana a2.500 en Chalchuapa y 180 en Coatepeque.re
ttos occidentales fueron los A partir de la década de 1860, en Santa Ana se cultivé café en fin-
aponancia hasta ahora, con cas comerciales pertenecientes a inversionistas urbanos de corte capi-
. En la década de 1860, ya talista que conffataban mano de obra temporal. La ciudad se conviftió
Lrn tercio de la producción en un motor económico donde muchas empresas se beneficialon de las
: 1as afueras de la ciudad de abundantes oportunidades comerciales que t"rajo consigo la producción
: Chalchuapa.3T (ver cuadro de café. Las propiedades rurales en todo el departamento se valuaron a
os 175.000 quintales -rnás razón de unos 20ü pesos por caballería, en tanto que toda su industria
agrícola se valuó en 8 millones de pesos.*. Pero aun en esta ciudad con
un desarrollo avanzado, ei gobemador consideraba que la propiedarJ se
nttr de Santa Ana, encontraba trastante bien dividida.*' Entre 1868 y 1915, el número de
fincas en el municipio casi se triplicó. pasando de 2I4 a 580. No eran
grandes; en 1912, unas 500 fincas de café produjeron 80.000 quintales
de café -un promedio de 160 quintales y 15 hectáreas cada una. La
cosecha de café de 1914-1915 f'ue de unos 100.000 quinrales. produci-
dos por 580 fincas (un promedio de 172 quinrales por unidad). (En
contraste, las fincas más grandes del municipio de Nueva San Salvador
colocaron más de Ia mitad de tod¿r la producción). La rnayoría había
sido formada por la primera oleada de empresarios que crearon sus fin-
D:,trio O/icial, 11 de mayo de 1882, p.
cas en liis ejidos municipales y los privatizaron después de inicios de
la década de 1880.*':Fara la década de 1910, los mayores productores
cuatro veces más que ape- se habían expandido mediante la consolidación de unidades más
ainento tenía 500 fincas de pequeñas, muchas de las cuales también cultivaban otros productos,
n a las 2l4en 1868) con 14 como azúcar (11.000 quintales) y granos.,r
L8 millones plantados"3S En El pueblo de Chalchuapa tenía tanto comunidades inciígenas
pafiamento eran más gran- conlo ladinas que controiaban considerables extensiones de tierra.
ando unas 30 hectiireas y Antes cie 1880, la comunidad ladina aiquilaba tienas comunales a
ntales por finca. forasteros, tanto productores como inr.ersionistas de la ciudad de

22t
Santa Ana, para cultivo <le café. En 1867, un funcionario 16cal
informó que "aún los más pobres" tenían un almácigo de cafetos. IJn
auge en la economía local le perrnitió a muchos ladinos desarrollar
nuevas fincas de café y anicar. En 1867, antes de que la comunidad
laclina comenzara a alquilar más de sus tierras a labradores Y empre-
sarios de Santa Ana, se decía que los campesinos ladinos tenían
"grandes cafetales, tunalmiles, cañales, todos trabajaban, y aún los
más pobres tenían su semillero de café". Según este autor,
chalchuapa era un modelo para el desarrollo del país: el gobierno
apoyaba los esfuerzos de los productores pobres para que conserva-
fan sus tierras mientras se adentraban en la agricultura comercial.*'
Hacia la década de i890, se advertía ya una insuficiente oferta
de mano de obra como el principal obstáculo local para un mayor
desarrollo del cultivo del café en Chalchuapa.o' No obstante, se
obtuvieron jugosas ganancias del café, el tabaco, el azúcar y los
granos, en tanto disminuía la ganadería.06 Durante los veinte años
siguientes, Chalchuapa se convirtió en una de los municipios san-
tanecos de mayor éxito comercial y en un importante centro de pro-
ducción cle café a nivel nacional. (ver capítulo 4t).0' sin embargo, en
1910 los productores más pequeños clesempeñaban todavía un
papel importante en este municipio. Las fincas más grandes produ-
cían más de una cuarta parte del total del café en 1910, mientras el
resto se producía en centenales de fincas pequeñas.*8 En contraste,
en la ciudad de Santa Ana mtís de la mitad de toda Ia producción
provenía de unas cuantas fincas grandes.*e
Otro productor importante del departamento de Santa Ana era
Coatepeque. Aunque inicialmente se había quedado atrás de Santa
Ana y Chalchuapa, hacia 1900 coatepeque era más imporlante, como
consecuencia, sobre todo, de ia ocupación de baldíos y a las compras
de lotes ejidales y comunales poI empresarios de otras localidades'
Las haciendas también se unieron a la producción, io que convirtió a
Coatepeque en la principal zona de expansión agrícola del departa-
mento. EI deseo de apropiarse de las tiemas de las comunidades indí-
genas de Coatepeque fue una razón importante por la cual los
empresarios locales apoyaron la abolición de esas comunidacles. No
obstante, la mayoría de los carnpesinos indígenas de Coatepeque

222
67. un funcionario local pudieron obtener títulos de las tierras que poseían. En 1893, la mayor
n'alrnácigo de cafetos. Un parte de los residentes -incluidos muchcs indígenas que habían priva-
Luchos ladinos desarrollar tizado sus lotes en 1881- cultivaban café en respuesta a't alza recien-
ntes de que ia comunidad te, aunque efímera. de los precios.tt' lVluy pocas de las fincas de
nas a labradores Y empre- Coatepeque eran grandes sino hasta después de 190L1. Pero algunos
ampesinos ladinos tenían pequeños propietarios perdieron sus parcelas a causa de deudas o
rdos trabajaban, y aún los venta.s' 'fodavía en i916, si excluimos las diez haciendas del munici-
afé". Según este autor, pio (aigunas de las euales ya habían sido subdivididas en 1900), las
'o11o dei país: el gobierno fincas más grandes tenían un promedio de 55 hectáreas bajo produc-
pobres para que conserva- ción.52 Para entonces. Coatepeque, donde había al menos 161 produc-

la agricultura comercial.* lores medianos y grandes, producía 12.000 quintales de café (75
\ a una insuficiente oferta quintaies por uniclacl). Todavía en 1931, dos tercios de las fincas de
Ículo local para un mayor Coatepeque medían menos de 17 hectáreas."'Pero el café no eliminó
;huapa." No obstante, se otros productos como el azúcar, que se procesaba en muchos peque-
e1 tabaco, el azúcar Y los ños trapiches de hierro y madera. En 1915. Coatepeque produjo
-' Durante los veinte años 19.000 quintales de azúcar. y muchas de sus fincas, especialmente las
na de los municipios san- haciendas, combinaban el cultivo de café con la ganadería.so
r impofiante centro de Pro- La expansión cle la agricultura cornercial en Coatepeque y su
rítu1o 4).or Sin embargo, en papel como fiontera agrícola en expansión de Santa Ana condujo al
lesempeñaban todavía un desarroilo de todas sus tiemas en la década de 1910. (ver cuadro 6.4)
ñncas más grandes Produ-
Cuadro 6.4
I café en 1910, mientras e1
s pequeñas.as En contraste, Producción de Café en el departamento de Santa Ana, 1876 y 191-5

irttd de toda la producción

lamento de Santa Ana era


ría quedado atrás de Santa
re era más impoftante, como
r cle baldíos y a las compras
:sarios de otras localidades.
crducción,1o que convirtió a
ansión agrícola del deParta-
ras de 1as comunidades indí-
imporlante por la cual los
in de esas comunidades. No Füente'. Gaceta,31 de diciembre de I 876, 787; Gobernador de Santa Ana. "Datos para el Anuario
Arnericanc¡",2 de diciembre de 1916. ACN,cM-\,IG.
s r.ndígenas de Coatepeque a. En 1876. Chalchuapa abarcaba Sarr Sebastián v El Porr enir.

223
Acaudalados empresarios de la ciudad de Santa Ana compraron exten-
sos Lraldíos y viejas haciendas. un baldío grande alrededor del
lago de
para la
coatepeque fue convefiido en fincas de café y sitio de veraneo
elite de la ciudad." Esto provocó conflictos con la comunidad indíge-
na de Coatepeque que reclamaba algunas de las tierras ociosas,
pero si
bien es cierto que probablemente terminaron perdiendo tierras, la
mayor parte de los indígenas continuafon trabajando como pequeños
productores después de la expansión del cultivo del café y la privatiza-
ción de la tierra.s6 I-a comunidad perdió algunas caballedas en 1872,
no por la expansién del café sino por la comunidad ladina del volcán
gracias
de Santa Ana. Esta comunidad gozabadel amparo del gobierno
a su colaboracitin en llevar al poder a santiago Go,nzáLez, y se le per-
mitió quedarse con las tien:as en pugna.sT
La proclucción de café avanzó lentamente en el departamento de
Ahuachapán. Los campesinos de la ciudad de Ahuachapán. inclui-
dos muchos indígenas, fueron de los primeros caficultores, y
muchos pequeños teffatenientes cultivaron café ya entrado el sigio
xx.58 Desde 1a década de 1860 hasta la de 1890, la mayor
parte del
departamento se consideraba <lemasiado aislada." y el cultivo del
café quedó rezagado en relación con otros productos, como los
materiales <le construcción.u" En 1876, Ataco era el más grande pro-
ductor de café, con 8.000 quintales, y la ciudad de Ahuachapán y
Atiquizaya producían 5.000 quintales cada una. En los demás sitios
la producción de café era considerablemente menor'
La expansión del café en Ahuachapán giró en torno a las tierras
municipales ociosas pero, especialmente, a los baldíos del estado.
Apaneca arrancó primero; en 1866 yatenía 33 fincas y, en 1912'
cerca de clos terceras partes de sus 250 kilómetros cuadrados esta-
ban sembrados con cafetos y su producción total alcanzaba los
15.000 quintales. san Pedro Pustla no tenía haciendas pero sí
importantes fincas. Sus seis fincas comerciales más grandes abar-
.ubun entre 18 y 4l hectáteas cada una en 1912' Tacuba, un muni-
cipio grande que había sido poblado como frontera agrícola tanto
por campesinos como por empresarios comerciales entre 1880 y
1900, ostentaba unas grandes fincas fundadas en baldíos. La mayor
parte cle la tierra rle las flncas de café y de su única gran hacienda

aaA
LLl
anta Ana compraron exten- colonial (2.250 hectáreas) permanecía ociosa. 1o que dejaba abier-
rancle alrededor del lago de tas las puertas para una considerable expansión y producción a
é r sitio de veraneo para la futuro de otros cultivos. Iil pueblo de Turín producía menos café,
. con la comunidad indíge- -generalmente en
pequeñas parcelas. Su expansión ocurrió en la
e 1as tierras ociosas, pero si década de 1920, también sobre baldíos."'
Laron perdiendo tierras, la En el occidente, el departamento de La Libertad y la parte orien-
traba,iando como pequeños tal de Sonsonate (en su mayor parte, áreas cubiertas de cerros sin
Itir o del café y la pnvatiza- cultivar, al sur y al oeste de la ciudad de San Salvador) se convirtie-
sunas caballerías en 18J2, ron en zonas de rápida expansión del cuitivo de café. En 1865, el
munidad ladina del volci{n departamento de La Libertad fue descrito como una frontera agríco-
rriparo del gobierno gracias la cubierta de bosques con cincuenta grandes haciendas subutiliza-
rago González, y se le per- das (ganaderas en su mayoría), entre las cuaies se encontraba
disperso un número de cornunidades indígenas pequeñas y aisladas
lnte en el departamento de dedicadas a la recolección del bálsamo, agricultura en pequeña esca-
ld de Ahuachapán, inclui- la v ganadería. Pocas tenían contacto alguno con las facciones polí-
primeros caficultores, y ticas de fuera o habían participado en los conflictos del período
rn café ya entrado el sigio poscolonial. Los sistemas de tierras ejiclales y comunales nunca se
¡ 1890, la mayor parte de1 clifundieron mucho. En parte debido a su condición de frontera agrí-
aislada.5e y el cultivo del cola, ya en 1876 la producción cafetalera de La Libertad experi-
,tros productos, como los mentó el crecimiento más rápido después de la ciudad de Santa Ana,
aco era el más grande pro- y sobrepasó a ésta a finales del siglo. Esto se dio sobre todo en los
. ciudad de Ahuachapán y pueblos vecinos de Nueva San Saivador, que habían comenzado su
ia una. En los demás sitios expansión mucho antes. En 1900, según descripciones, el departa-
3nte menor. mento tenía unas pocas tincas grandes y muchas pequeñas. l,as fin-
r giró en torno a las tierras cas en los cerros de Tepecoyo, Jayaque, Comasagua, Cuscatlán y
. a los baldíos de1 estado. Quezaltepeque ya cultivaban el grano.u'En pueblos corno Tepecoyo,
:nía 33 tincas y, en 1912, los campesinos indígenas poseían 4.500 hectárea-s de tieras ejidaies
,ilómetros cuadrados esta- y comunales pero cultivaban sólo pequeñas pafies en t¿rnto se dedi-
Lcción total alcanzaba los caban al cultivo del bálsamo para sus ingresos. Apenas utilizaban
r tenía haciendas pero sí sus tierras rnás altas, muchas de ias cuales fueron vendidas por la
:rciales más grandes abar- municipalidad a inversionistas de tr¡era. Hacia 1910, ya había sobre-
:n 1912. Tacuba, un muni- pasado a Nueva San Salvador en núrnero de caf'etos.
mo frontera agrícola tanto Nueva San Salvador empezó con una gran extensión de tierra que
comerciales entre 1880 y perrnitió una expansión continua durante al menos cuarenta uños.
ladas en baldíos. La mayor Muy pronto se agregaron offas tierras de un baldío cercano. con io
de su única gran hacienda cual ensanchó su frontera asrícola. La fundación de 1a ciudad de

225
Santa'I'ecia (luego Nueva San Salv:ador) conclujo, en 1865, a la cre-
ación clei departamento de La Litrertad, que había sido previamenre
paffe de San Salvador. La economía cafetalera de Nueva San
Saivador se expandió hacia f'uera y transfbrmó en cafetales los bos-
qres que la rodeaban. En 1865. ei municipio produjo 2.056 quintales
de calé."' En i 882, el municipio tenía 2 millones de caf'etos en pro-
<iucción. El Dr. Gallardo" un conociclo ten-ateniente y caficultcr, era
propietario de una tinca que produjo Ll00 quintales de café tlro.
Nueva San Salvador producía enffe 3Ü.Ü00 y 3--<.000 quintales y tenía
nuevas fincas en desar:rolio. Las Ílncas empleaban a 2.000 hombres y
entre 2.000 y 3.000 mujeres y niñcs durante ia cosecha. Los traba.ja-
dores provenían de la ciudad de San Salvarlor y convirlieron a Nueva
San Salvador en un polo principal de la economla salarial.*

Cuadro 6.5
Producciór: de café en Nrteva San Salvad<¡r. 1885

Furrnie: Ali:aiie de Nuer';r S1n Sai\LrCr.,i-. "iirlorme,:special de iig:icultura-". iÜ d; eil¿ro de l¡18i,


At\'fNits.
a) En Sacazll, L:r l.:tgrrna, A1'agualo, Ylctoria i/ Ateos. Los datos i-rr-¡ están cílmpl"tili.
h) "En pequcños lote-r"
c) Ist:imailc.

La expoftación cie café cle Nue,¡a Sali Sah,'ador también propi-


ció la ar{quisición de tierras ejiciaies por parte de invelsioni§tas
comerciaies que las incorporarcü a sus bien capitali¿acias efilpresas.
(ver cuaciro 6.5). Ángel Guirola, iin acaudaladu em1'rresario, pro-
pietario de ia mejor casa de 1a ciudad, inscribió Lln total de 495 hec-
táreas, diviciicias en dioz lotes. Algunos de 1cs ltrtes ios había

-'t.'
:tU /-
rr) condujo, en 1865, a la cre- comprado, en tanto que otros le fueron asignados directamente por
l. ,-lue iiabía sido previamenre la municipalidad.o5 EI beneficio de Guirola, grande y moderno,
ía cafetalera de Nueva San podía procesar en dos meses entre 7.000 y 8.000 quintales de café
msfcrrmó en cafetales los bos- de sus propias fincas.66 Guirola empleaba 50 mujeres que trabaja-
icipio produjo 2.056 quintales ban en la terraza seleccionado los granos, mientras sus dos hijas,
I mllones de cafetos en pro- educadas en Europa, supervisaban el trabajo. También ejercían
tenateniente y caficultor, era como "amas de llaves, contadoras, tesoreras y tenedoras de libros,,
1.1U0 quintaies de café oro. y preparaban la planilla de sueldos para las lZ ó t4 fincas de su
ü-)0 v 35.rJ00 quintales y tenía padre. El técnico que instaló ia maquinaria de Guirola estableció
einpleaban a 2.000 hombres y otro beneficio con sus propios recursos para procesar el café de más
rrilnte ia cosecha. Los trabaja- de cien pequeños productores.6T Pero, incluso en Nueva San
Llr atlcr y convinieron a Nueva Salvador, el café no desplazó a otros productos como el ganado, el
a economla salarial.* maíz y la caña de azúcar, que todavía se producían en atrundancia.6t
En 1885, Nueva San Salvador produjo una cosecha de 35.739
quintales de café (.12 por ciento de la cosecha nacionar), valorada en
S:n Selvador. 1885 350.000 pesos, arazón de un promedio muy encomiable de una libra
por arbusto. La finca promedio tenía 32.000 cafetos (unas 13.5 hec-
táreas y 320 quintales de producción), que generaban ingresos netos
de 3.200 pesos. En las tres comarcas cafetaleras más importantes, la
finca suburbana promedio tenía entre 52.000 y 68.000 cafetcls en
producción, o 37 hectáreas de arbustos maduros por finca. pero aun
en esta ciudad de productores grandes, había muchos cafetales
pequeños en las comarcas donce vivían los campesinos. I-a mayoría
de campesinos que trabajaban estacionalmente, como .iomaleros,
también poseían sus pequeñas parcelas con varios centenares de
:: .. ¿r ¿rc¡icultrr¿". lü d; encrr; de 188-5, cafetos. A cinco pesos el quintal de café uva, esto caf'etos propor-
cionaban a los pequeños propietarios tantos ingresos como los que
: . ,. .i-reo¡. Los rlaros nr estál completiri.
ganarían en salarios en un año. En 1898, ya constituían el 50 por
ciento de los contribuyentes varones de la ciudad. (La estructura tri-
butaria otorgaba incentivos a los campesinos con tierras para que se
San Sah¡¿iCor tamtrién propi- declararan a si mismos jornaleros.) Los demás contribuyentes eran
i púí parte de inversionistas profesionales, agricultores o artesanos.,ie
sbren capitalizacias eillpresas. En 1910, la producción total de café de Nueva San Salva<jor fue
acaudalado empresario, pro- de aproximadamente 15.000 quintales, de lo cual más de la mitad
inscribió un total de 495 hec- provenía de ios cuatro productores más grandes -Ángei Guirola
unos de los lotes ios había (3.500 quintales), Rafael Guirola Duke (3.000 quinrales). Féiix

221
Dárclano (2.000 quintales) y Mr. Walter Soundy
(1'200) -cuyas pro-
piedades comprendían 310, 2]0, |80 y 105 hectáreas, respectiva.
que les
mente- las mayores fincas de caté del país. Los productores
seguían en tamaño cultivaban entre 20 y 30 hectáreas,
ta1 como en
Salvador
ia clécada de 1880"10 En 1916. la producción de Nueva San
había aumentado a 20.000 quintales, cle los cuales la
porción de

I)árclano creció a 7.000 quintatres (gracias a nuevas siembras


y a la
acau-
compra c1e más fincas).'' lJna pequeña oligarquía' sumamente
clalada, controlaba todos los aspectos de la producción
durante un
a
acau-
i período de precios bajos exportaciones raquíticas' Pero estos
¡'
l,áalaclos
enr-presarios (que tarabién eran beneficiadores y exportado-
'res)
toclavía coexistían con 1os pequeños procluctores'
De los departamentos occidentales, Sonsonate era el que menos
producÍa: sin embargo. el café llegó a ser uno de sus cultivos más
importantes. En 1866, el departamento produjo 5.000 quintales, un
tercio de lo producido por el clepafiamento de santa Ana. Pocas
décadas más tarcle, la producción había crecido un tanto,
pero

sonsonatesehabíaquedadorezagado.Noobstante,lospueblosdel
nordeste de sonsonate fbrmaban pafie del núcleo de producción
de
situados
café centrado en 1a ciudad de Santa Ana. Los municipios
del
en regiones altas eran ideales para el café y estaban más cerca
puertá de Acajutla. El café se cultivó inicialniente en las zonas más
las
utru, y en municipios escasamente poblados que compartían
alturas con e1 departamento de Santa Ana, como Juayúa'
fincas
salcoatitán, Nahuizalco, Izalco y Masahuat. Juayúa tenía 89
caf'etaleras: una de cacla cinco farnilias era caficultora. De
fbrma
similar.Izalcotenía200fincasyunodecadaochohogarestenía
cat'etos en sus fincas. Toclas 1as f-incas de Salcoatitán eran
relativa-
mente pequeñas: producían alrededor de 5.000 quintales en
total'
unpromediode25quintalescaclauna,elequivalentedeunasl.T
hectáreas de café en cada finca."
más gran-
.Iuayúa (El Progreso) r¡ Saicoatitán eran. con muchcl, los
cles procluctores de sonsonate antes cie 1tX)0, puesto
que aportaban el
'13 por ciento de la cosecha <iel departamento (ver cuadro 6'6)' La
iutenta-
expansión de café tire tan exitosa que los productores locales
ron añadir un ramal a la línea clei ferocaril Sonsonate-Acajutla
en

228
Soundy (1.200) -cuyas Pro-
Cuadro 6.6
105 hectáreas, resPectiva- Procluccirín de café en Sonsonate" 1 893
aís. Los productores que les
r 30 hectáreas, tal corno en
:ión de Nueva San Salvador
1e los cuales la porción de
as a nuevas siembras Y a la
rligarquía, sumamente acau-
le ia producción durante un
raquíticem. Pero estos acau-
'
beneticiadores y expofiado-
s productores.
Srusonate era el que menos
ser uno de sus cultivos más
produjo 5.000 quintales, un
Fuenles: El Salvador. Me¡noric ''lnfonne de comercic y agric'.rltura dei Dist:-ito de Sonsonate". 1893.
nento de Santa Ana. Pocas {C\-CM-SO.
(a) Más algunas pequeiias uniciacles adicionalcs.
Lbía crecido un tanto, Pero (tr) Todas. pequeñas fincas.

\o obstante,los pueblos del


de1 núcleo de producción de
1897.13 En Salcoatitán y Juayúa. lugares sin muchas haciendas, las
na. Los municipios situados fincas comerciales de café fúeron desarrolladas por empresarios ladi-
:afé 1, estatran más cerca del nos en tierras ejidales alquiladas. Juayúa venía produciendo café
rcialmente en 1as zonas más desde la década de 18ó0. Sus caf-etales también se habían desarrolla-
oblados que compartían las do en ejidos municipales. En 1893, .luayúa tenía cerca de 100 flncas
;anta Ana, como Jr"raYúa, comerciales cle café que produjeron 10.000 quintales, incluido el calé
lhuat. Juayúra tenía 89 fincas de dos haciendas coloniales: "Los Naranfos" (1.800 hectáreas) y "San

as era caficultora. De torma Luis" (900 hectáreas).?'En 1910, Juayúa produjo 30.000 quintaies de
de cada ocho hogares tenía café y en i913 se sembraron 1.675 hectáreas con caf'etos. No obstan-
de Salcoatitán eran relativa- te, la mayor parte de las fincas eran relativamente pequeñas y su pro-

de 5.000 quintales en total, ducción promediaba apenas unas pocas docenas de quintales.T5
a. e1 equivalente de unas 1'7 La mayoría de las flncas de Salcoatitán tarnbién se originaron
en ejidos. En 1868, por ejempio, Llno de los fundadores de la farni-
:ran. con mucho, los más gran- iia Salaverría, que se volvió muy acaudalada en el siglo xx, alqui-
1900, puesto que aPortaban el
1ó lotes por un totai de 89 hectáreas. Otras dos personas que
temento (ver cuadro 6'6). La explotaron grandes pafies de las tierras ejidales de este pueblo fue-
os productores iocales intenta-
ron Amelia Kerferd (61 hectáreas) y Tomás Sandoval (46 hectáre-
ocanil Sonsonate-Acajutla en ¡¡s). Los dernás lotes abarcaban menos de 15 hectáreas.-'' No fue

229
sino años más tarde, en la década de 1920, cuando estos producto-
res crearon grandes fincas mediante la consolidación de lotes colin-
dantes que compraron o embargaron. La finca "san Francisco" (38
hectáreas) de Francisco Salaverría se fbrmó en los ejidos del pueblo
y se inscribió en 1882, para luego expandirse en 1 889.?? El café atra-
jo a n-ruchos ladinos, sobre todo del departamento de Ahuachapán.r8
En 1893, Salcoatitán produjo 6.000 quintales en 300 fincas de dife-
rentes tamaños. Las más extensas 5, valiosas pertenecían a las fami-
lias Angulo, Alfaro, Salaverría y Castillo. Hacia 1900, todas las
tierras del pueblo estaban ocupadas y quedaban pocas áreas bosco-
sas." Según un informe de 1908, todos los residentes producían algo
de café,*o y los alimentos debían importarse de otros pueblos porque
este ya no podía alimentarse por sí mismo.',
En la década de 1890. aun los más pequeños lugares con tierras
menos adecuadas comenzaron a expandir su producción. Mientras
en 1892 Armenia apenas producía pequeñas cantidades de café en
23 fincas (300 quintales). en 189-5 tenía 42 fincas que hacia 1908
produjeron 1.400 quintales.s2 Cinco grandes tincas comerciales, de
entre 30 y 135 hectáreas, produjeron 150-300 quintaies cada una.83
En esta región, los campesinos continuaron teniendo acceso a la tie-
rra, de modo que Ios inversionistas tuvieron diflcultad para reclutar
suficiente mano de obra.8* Hacia I 9 i0. la producción había aumen-
tado, especialmente en ias haciendas de Armenia. Algunas cle estas
propiedades, pertenecientes a terratenientes de Izalco y tra ciudad de
Sonsonate, tenían su propia estación de fei:rocarril y producían una
r,ariedad de otros productos.ss No obstante, el pueblo tenía 36 fin-
cas pequeñas y medianas con un rendimiento que palidecía frente
al de los dos productores más grandes del pueblo. En 1892. los
campesinos indígenas de San Pedro Masahuat produjeron 1.000
quintales de caté en l4 fincas.''6 En este pueblo, }a mayor parte clel
café provenía de pequeños productores.E;
En Nahuizalco, las principales fincas comerciales se dedicaban
a la producción de azúcar y ganado y la rnayoría de sus habitanres
indígenas aún elaboraban artesanías y cultivaban granos. Sin
embargo, también trabajaban pequeñas siembras de café, aunque
unos pocos indígenas -v ladinos tenía caf'etales más grandes de

230
)10. cuando estos producto- .ri'ras hectáreas de extensión.8t El ¡¡obernador comen«i en 191i:
:onsolidación de lotes colin- ,_-na de las circunstancias que más favorece al desarroilo y bienes-

a finca "San Francisco" (38 ..i tie esta comarca, es ia manera como está dividida la propiedad
mró en 1os ejidos del pueblo -_._;rica: ahí cada hairitante pcsee un peclazo rle ierreno donde hace
Ldirse en 1889.7'El café atra- .,,,r -:is¡1s¡¿s de primera necesid¡d para proveerse en ei año". No
rartamento de Ahuachapán.78 -r\ia.nte. la abundancia cle pequeñas propiedades no significaba
ntales en 300 fincas de dife- - ,.- los resiclentes de Nahuizalco no participaran en ei mercadu de
iosas pertenecían a las fami- ,i.¡aio: el pueblo también proporcionaba muchos trabajadores tem-
riilo. Hacia 1900, todas las - ,fi1les (honrbres, mujeres e, incluso, niños) que latroraban en las
¡uedaban pocas áreas bosco- .r.as y haciendas ele Sonsonate, Santa Ana y Ahuachapán.*n
os residentes producían algo La región central se deline por el triángulo forrnado por las ciu-
arse de otros pueblos porque . .,Lre S de San Vicente, Sun Salvadcr y Zacatecoluca e incluye los
mo.t' -.-niirtarnentos cle San Salvador, San Vicente y Cuscatlán. El avan-
lcquerios lugares con tierras ,:e del cultivo del café no tue rítpido en el departamento cle San
fir su producción. Mientras Saivador. Sin ernbargü, las laderas clel volcán, con'lpartidas por
eñas cantidades de café en municipios en La tr,iberiad y San Salvador, se convirtieron en la
r -ilfincas que hacia 1908 fiontera agrícola norte de la expansiólr cat'etalera de Nueva San
rcie s fincas comerciales, de Salvador. En el departamento de Sar¡ Vicente hubo poco entusias-
(l--j00 quintaies cada una.t' rno por el café en la década cie 1870. En 1878, la cii;daC de San
'on teniendo acceso a la tie- Vicente prodLrjo solamente ó7 quintales.'o A principios de la déca-
:ron dificultad para reclutar da cle 1890. la protluceión se-quía siendo mu,v escasa. Algunos
a produccirin había aumen- observariores señalaron su potencial, pero el problerna cie tra.slaciar
-\rmenia. Algunas de estas los granos hasta el puertrr io hacía menos lucrativo clue en otros
ltes de Izalco y la ciudad de lugares. L,os caminos erün lransitabies, pero los costos .i* ¡¡¿¡-spor-
ten-ocarril y producían una te y manc de obra erarl elevados. Un {errccarrii que conectara la
iñte . ei pueblo tenía 36 fin- región ai puelto ng entró e* funciotamiento sinc¡ tres déca'jas más
nrento que palidecía frente tarrJe. E1ímpenr inicial del rJesarrolio det café eiespués de ia década
r dei pueblo. En 1892, ios cie 1890 se dicl a pafiir de los reciamos r.1e tierras y el poblamrentci
,lasahuat produjeron 1.000 ,-le los baidít¡s en el volc¿in de San Vicente, L¡ue empezaron en ia
: pueblo, Ia mayor parte del i,iécada de 1870 pero qlie se aceleraron en la décacla de 1890 cuan-
;-io se inscribieron docenas cle propiedades.
rs comerciales se dedicaban El café se r1esar:rol!.ó con la misrna ientitud en otros pueblos qr-re
a inal,oría de sus habitantes iompartían las laderes del volcán con la ciuilad de San Vicente'
r
cuitivaban granos. Sin Sste ritmo pausado ocumió pese a una fendencia más difundida que
; siembras de café, aunque esrimuló el cultivo dei tabaco y ia prociucci«in de puros. textiles v
cat'etales más grandes de Lrtras manllfacturas pala ,su exportación. a brtenos precios. liacia

_-.' i
Cuadro 6.7
Producción de café en el departamento de LaPaz, 1894

Fuente: Alfa¡o, Mttnoria. 72J

Guatemala y Honduras.er Sin embargo, cerca de 1892, todavía


había "inmensas selvas vírgenes" en partes del departamento, con-
sideradas como tiontera agrícola para e1 café."'Algunos municipios
como Istepeque, Tepetitán, San L,orenzo, San Esteban y
Apastepeque produjeron limitadas canti<lades de café en pequeñas
fincas campesinas. Só1o Guadalupe tenía fincas comerciales gran-
des que producían más de -500 quintales.el
Con la llegada del siglo xx, el café era el principal producto de
muchos municipios del departamento sur-central de La Paz, inclui-
da la cabecera,Zacatecoluca (ver cuadro 6.7).Laproducción de La
Paz comenzó en la décacla de 1850 pero no adquirió importancia
sino hasta 1890. La producción de café se expandió primero a la
parte norte clel departatnento de La Paz." En 1882, había en todo el
departamento 1.280.000 pies de cafetos en fincas de tamaño media-
no, una canticiad muy inf-erior a la de occidente.e5 Zacatecoluca
llegó a producir la mayor parte del caté del departamento en fincas
comerciales de propiedad de la e1ite.'u El calé no se desarrolló
extensamente en el departamento de Cuscatlán porque sus tierras

232
no eran adecuadas. Sin embargo, hubo alguna producción en
pequeña escala, que oscilaba entre 20 y 400 quintales por pueblo.
ro de La Paz. 1894
Los campesinos y los pequeños agricultores también se dedicaban
h§ a otros productos como añil, ganado, azúcat, tabaco y granos.e'
-"t A pesar de un lento comienzo,la región oriental de El Salvador
l0
i{'
estaba produciendo cantidades regulares de café a finales de la
]0 década de 1880" Sin embargo, esta expansión fue reflejo de la
:|rl incorporación acelerada de tierras boscosas de frontera agrícola,
hj
)0
incluyendo muciros baldíos privatizados. En el departamento de
]0 Usulután, los pueblos de Santa Elena, Jucuapa, Santiago de María,
)0 Alegría, Berlín, Tecapán y San Agustín eran propicios para el cul-
:il
Bl tivo del café. La mayor parte de los inversionistas y agricultores
F] provenían de otros lugares. En la década de 1890, el café era con-
5ü siderado una gran t'uente de riqueza, en tanto se expandían y multi-
)8
Itl
plicaban las fincas.l's El sistema de ejidos proporcionó la base
ttr inicial para la formacitin cle l'incas cle campesinos \ empresarios.
pero pronto se incorporaron tierras nuevas a ia proclucción.t" La
expansión en los baldíos sentó las bases para crear nuevas munici-
cerca de 1892. todavía pios como Berlín y California, los dos mayores productores a ini-
es del departamento, con- cios del siglo xx.
ul.'. : Aisunos municipios La producción de café convirtió una regién escasamente pobia-
re nzo. San Esteban y da y relativamente atrasada en un importante centro comercial. La
iaCes a1e café en pequeñas mayoría de las fincas establecidas en la década de i 890 se ubicaron
i flncas comerciales gran- en áreas desmontadas; existe poca evidencia de conversión de tie-
rras ejidales y comunales en cafetales durante este período. Fueron
a el principal producto de empresarios de fuera, como las famiiias Canessa, Araujo, Sol y
"-central de La Paz. inclui- Schonenberg, quienes invirtieron en la región. La producción
6.i l.Laproducción de La aumentó drarnáticamente, de 20.000 quintales en 1892 a más de
: no adquirió importancia 200.000 en i908, pasando a 300.000 en 1916 (cerca del 30 por
se expandió primero a la ciento de la cosecha nacional).'"''
'En 1882, había en todo el En 1909, las economías de Santiago de María (8.000 quintales),
:n fincas de tamaño rnedia- Berlín (5.000 quintales) y Alegría é.400 quintaies) dependían com-
oc cidente.e5 Zacatecoluca pletamente de la producción y el beneficiado del café (ver cuadro
Jei departamento en flncas 6.8). Estos pueblos producían tanto café como los más antiguos
EI caté no se desarrolló municipios de occidente, excluyendo los tres maYores productores
r:,'ailin porque sus tierras (la ciudad ile Santa Ana, Chalchuapa y Nueva San Salvador). pero

233
no eran adecuadas. Sin embargo, hubo alguna producción en

enio de La Paz. 1894


pequeña escala, que oscilaba entre 20 y 400 quintales por pueblo.
Los campesinos y los pequeños agricultores también se dedicaban
a otros productos como añil, ganado, azúcat, tabaco y granos.n'
A pesar de un lento comienzo,la región oriental de Ei Salvador
l-ü0ü
l-ixii) estaba produciendo cantidades regulares de café a finales de la
i.000 década de 1880. Sin embargo, esta expansión fue reflejo de la
i"tliit) incorporación acelerada de tierras boscosas de fiontera agrícola,
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800 incluyendo muchos baldíos privatizados. En el departamento de


i00 Usulután, los pueblos de Santa Elena, Jucuapa, Santiago de María,
5i)í)
Alegría, Berlín, Tecapán y San Agustín eran propicios para el cul-
300
30t] tivo del café. La mayor parte de los inversionistas y agricultores
2ii{i provenían de otros lugares. En la década de 1890, el café era con-
l5a)
siderado una gran luente de riqueza, en tanto se expandían y multi-
100
5{i plicaban las fincas."s El sistema de ejidos proporcionó la base
.g(l{J inicial para la fcrrmación de fincas de campesinos y empresarios.
pero pronto se incorporaron tierras nuevas a ia producción.ee La
expansión en los baldíos sentó las bases para crear nuevas munici-
o. cerca de 1892. todavía pios como Berlín y California, los dos mayores productores a ini-
ncs del departamento. con- cios del siglo xx.
café.er Algunos municipios La producción de café convirtió una región escasamente pobia-
.orenzo, San Esteban y da y relativamente atrasada en un impoftante centro comercial. I-a
iclades de café en pequeñas mayoría de las fincas establecidas en la década cle 1890 se ubicaron
ía tincas comerciales gran- en áreas desmontadas; existe poca evidencia de conversión de tie-
rras ejidales y comunales en caf'etales clurante este período. Fueron
erti principal producto de
e1 empresarios de fuera, como 1as familias Canessa, Araujo, Sol y
rr-central de La Paz, inclui- Schonenberg, quienes invirtielon en la región. La producción
t 6.7 ¡. La producción de La aumentó dramáticarnente, de 20.000 quintales en 1892 a más de
ro no adquirió importancia 200.000 en 1908, pasando a 300.000 en 1916 (cerca del 30 por
i se expandió primero a la ciento de la cosecha nacional).""'
- En 1882, había en todo el En 1909, las economías de Santiago de María (8.000 quintales),
en fincas de tamaño media- Berlín (5.000 quintales) y Alegría (4.400 quintales) depenclían com-
: cccidente .es Zacatecoluca pletamente de la producción y el beneficiado del café (ver cuadro
del departamento en flncas 6.8). Estos pueblos producían tanto café como los más antiguos
' EI caté no se desar:rolló municipios de occidente, exciuyendo los tres mayores productores
u.;atlán porque sus tiemas (la ciudad de Santa Ana. Chalchuapa y Nueva San Salvador). pero

233
Cuadro 6.8
Producción cle café en el departamento de Usulután' i89'l

Fuente: Ei Salvador, ltlemori¿t, 72.

se encontfaban en expansiótl en tanto los mgnicipios más antiguos


permanecían estables.ro' El cuitivo de café eil Santiago de María,
doncle se estabiecieron nuevas fincas en la clécada de 1880 a 1;ar1ir
de 3 miilones rle cafetos en aimácigos. efa niandjaclo por empresa-
rios comerciales en vez de campesii1os o agricultores en pequeño.i02
Ya ciesde 1882. la mayor parte de la producción del municipio esta-
ba concentrada en grandes finc¿ls con 50.000 a 100.000 oafet{)s'
Pero
incluso aquí se encontraban pCIr lo n-renos 35 productores en ireque-
ño, con menos cie 5.000 ¿irboles cada rlno, y otros 10 con menos de
15 hectáreas.'03 Hacia la déca<la de I 890, ia estructura de
producción
estaba aún más diversificacia. cotr cien tincas ,grandes y más
de clos-
cielttas de menor taÍIaño.'0'Tecapán empezó a producir después de
santiago ce María. La mayor parte de sus flncas elan pL-=queñas. con
(Jna cuarta
una producción cle illerlos de 100 quintales en 1882.
parte de torlc¡s los caf'etos en producción se encontratran etl tincas
muy pequeñas (con menos de 1.000 árboles) que producían un i3
por ciento de ia cosecha del departamento'
En 1883. el nororieirtal departaixento de Morazán tenía sola-
rnente 100.982 pies lineales de cafetos.'Ú5 La proclucción Üontinua-
ba baja en 1890: apenas 22tr5 quintales.r0'r r\lrededor de 1910, sólo

234
los pueblos de Lolotiquillo, Chilanga, Jocoaitique, Arambala y San

r de Usulután. i894
Fernando proclucían café.'01 El volcán de Osicala (Cerro
Cacahuatique) proporcionó tierras ociosas que no habían sido par-
celadas durante ia abolición de los ejidos" En i893, algunos agri-
cultores se habían dedicado a comprar tierras y formar "grancies y
10i").0{;0 irermosas fincas de café",'08 pero en 1909 éstas todavía eran peque-
ñas.'0'El departamenta de Morazán siguió especializándose en arte-
sanías, minería, añil, granos, azúcar y henequén. El café había
,1.1.50fl
.i.il00 comenzaclo a extenderse en el departamento de San Miguel en
j .iic0 i865."0 La mayor parte cle la producción estaba concentrada en dos
1.il0r-i regiones: las laderas del volcán de San Miguel y Chinameca.,,, Efl
.lün
1884, el municipio de San Miguel tenía 19 fincas que cubrían un
total de aproximadamente 122 ltectáreas cultivaclas con café. r,a
5ii6.91 re-eión tenía 463.A00 cafetos en almácigos, de los cuales 70.000
estaban destinados a distribuirse entre los campesinos y agriculto-
ies de san Miguel, y una rercera parte de estos últimos clebían
firlnicipios más autiguos entregarse a los pobres del pueblo.,,2
ifé en Santiago de N{ada,
la ciécada de 1880 a partir La mano de obra
ra rrran*jado por empresa- La expansión de la producción de café y de la economía comercial
agncultores en pequeño.'02 irlayor. a la par de la privatización de la tiera entre la década de
ucción del municipio estra- i 860 y principios del siglo xx, no desembocó en 1a proletarización
t00 a 100.000 oafetos. Pero .ie la mayoría de campesinos salvadoreños. No obstante, el auge de
, 35 productorcs en peque- rt-.s productos cle exportación proporcionó empleo temporal a un I
r. r otlos 10 con menos de :reciente número de campesinos pobres y de trabajaclores sin tie- ll¡,
a estructura de producción ,'r'as, mientras brindaba a las mujeres de diversas clases sociales la l
tcas grandes y más de dos- 'ptirtunidad dc obtener ingresos. Durante eslos ar'ios. la poblacinn
'sezó a producir después dc .ii¡ acceso a tierras aumer¡t<i paulatinarrente;.luggo, se aceleró des-
; fincas eran pequeñas, con .lués de la década de 1910 al desaparecer las fionteras agrícoras,
:aies en 1882. Una cuarta ..unque no sólo colno consecuencia de la expansión del café.
1 se encclntraban en tincas La mayoría de los que trabajaban en la producción de café no
oles) c¡ue prcducían un i3 i:an solamente iemporales y migratorios, sino también -desde el
o. ''rnto de vista de los finqueros comerciales y de los terratenientes--
¡o de Morazán tenía sola- ' ,,:o dignos de conf-ianza. Esto era así en todo el país. 'Iodavía en la
: La producción continua- :.¡da de 1970, grandes contingentes cle la población de los pueolos
.\irededor de 1910, sótro -' oriente viajaban a las regiones caf'etaleras en busca de rrabajo

235
*
I
!
temporal.llr Muchos observadores se dieron cuenta de la inquieta
movilidad de los trabajador-e_s asalariados. El cónsul de Estados
Unidos atribuyó la incapacidad de El Salvador de competir en los
mercados mundiales del anicar a la incertidumbre y al alto costo de
la mano de obra."'La mayoría de trabajadores -incluso ios mine-
i ros- teníalatendencia de regresar a.sus parcelas después de apenas
unas semanas de trabajo asalariado. En 1882. el director de la "finca
' moclelo" de San Vicente, una iniciativa del gobierno, se quejó: "no
se puede contar con tener los mismos, dos semanas seguidas; y es
bien sabido que un peón constante en un fundo, hace más trabajo y
lo ejecuta mejor que dos peones recién entrados ... Esa movilidad
que parece innata en ellos, no les permite tomar interés en 1o que
hacen, ni es posible formar de ellos buenos trabajos". Los conflictos
militares también afectaban la disponibilidad de mano de obra. Con
motivo de una guera e1 I 871, los varones ftteron reclutados o desa-
parecieron para evitar la leva.'15 Algunos infbrmes puirlicados en el
exterior en 1893 citaban la diticultad de asegurarse suficientes tra-
bajadores clurante la recolección y los costos de transporte como los
obstáculos principales de ias empresas caf-etaleras.rlu Este comporta-
miento podría indicar una resistencia de los trabajadores-frente a las
demandas de los patronos:-El trabajo asalariado de estación era sólo
una de tantas estrategias de supervivencia de las familias campesi-
nas con pequeños lotes de tierra; los campesinos no podían abando-
nar sus propios cultivos por mucho tiempo.
El departamento de Santa Ana, la más "capitalista" de las regio-
nes cat-etaleras, proporciona [a meior evidencia sobre las fuentes de
mano de obra en la proclucción de café. En 1859, algunos funciona-
rios se quejaron de la f'alta de mano de obra y los altos salarios y ade-
lantos requeridos para atraer a los trabajaclores. Un caflcultor pidió
la importación de maquinaria para reducir los costos de producción.
Durante la cosecha de 1859 en Santa Ana se emplearon 5.000 hom-
bres y mujeres, más o menos la mitad clel total de la población adul-
ta clel «lepartamento, aunque ya en esta época llegaban trabajadores
migrantes de otros departarnentos.'r7 Muchos también cortaban y
procesaban la caña de anicar. pues Ia zafra se realizaba en los mis-
mos meses en que se recogía el café. Las quejas sobre los costos y

236
dreron cuenta de la inquieta la escasez de mano de obra continuaron en la década de I880. En
Lados. El cónsutr de Estados 1880, el gobernador dei departamento solicitó inmigrantes extranje-
Salvador de cornpetir en los rcs y una policía rural para contribuir a solventar el problema de
.-ertidumbre y al alto costo de mano de obra."' Un artículo de 1882 en el Boletín de Agricultnrct
bajadores -incluso ios mine- resumía las múltiples quejas sobre las ausencias de los trabajadores
§ parcelas despues-de aPenas y las pérdidas por concepto de adelantos en efectivo realizados pcr
a 1882. el director de la "finca flnqueros y hacenda<los,lre puesto que los trabaiadores tomaban el
,a del gobierno, se quejó: "no adelanto y desaparecían.''u
s. dos semanas seguidas; Y es Antes de 1900, la economía cafetalera de santa Ana dependía
un fundo, hace más trabajo Y grandemente de los trabajadores migratorios provenientes de
én entrados ... Esa movilidad Guatemala y, en men6r medida, de otras regiones de Ei Salvador.
mite tomar interés en Io que De estos, un buen número eran mujeres que trabajaban duro por
,.buenos" salarios. (Las trabajadoras del calé ganaban "salarios
enos trabajos". Los conflictos
brhdad de mano de obra. Con altos" desde 1860.) Laferriére, quien visitó una finca grande duran-
¡nes fueron reclutados o desa- re la cosecha en l\JJ, observó entre 80 y 100 mujeres que se alo-
nos informes publicados en el jaban y comían ahí.'2'Un censo de 1879 ef-ectuado en la ciudad c1e
cie asegurarse suficientes tra- Santa Ana a principios de la cosecha, enumeraba 15.749 hombres y
costos de transporte como los 27.960 muieres. una clramática diferencia de género que se explica
: cat'etaleras.rro Este comporta- por la inmigración estacional de las mujeres. De estas,4.715 eran
de 1os trabaj adores*frente a las "naturalizadas", en tanto 3.600 fueron asentadas como guatemalte-
asalariado de estación era sólo cas: sólo 3.711 hombres eran "naturalizados" y 881 eran de
:ne ra de las lamilias campesi- Guatemala.,,. (De manera similar, ei número de trabajadoras en la
:ampesinos no podían abando- ciudad de Sonsonate, especialmente las dedicadas a la preparación
empo. .te alimentos y las artesanías, aumentó. en tanto que el número de
nrás "capitalista" de las regio- nombres clisminuyó.) Los guatemaltecos, especialmente las mqje-
er idencia sobre 1as fuentes de r.;-.. acudieron en glandes cantidacles a otros pueblos del departa-
fé. En 1859, algunos funciona- rtento de Santa Ana. En 1910, el80 por ciento de los lesidentes del
: obra y los altos salarios y ade- r¡eblo de Candelaria eran originarios de Guatemala.lzl
rbaiadores. Un caficultor pidió En Nueva San Salvador, el segundo rnunicipio productor de
ducrr los costos de producción. : ¿rIé <1el país, las mujeres ganaban 1-5 centavos al día más dos comi-

-\na se empiearon 5.000 hom- :as por seleccionar los granos erl un beneficio de la familia
i del total de la población adul- Dueñas.'2'Por lo general, los salarios tlscilaban entre 25 y 50 cen-
época llegaban trabajadores .Lvos al día, más dos comidas. aunque estos salarios se pagaba¡.
'ta
\luchos también cortaban y .:'ecuentemente, por tarea entregada' Sin embargq. la mayoría de
a zat}a se realizaba en los mis- ,s trabaiaelores recibía adelantos. Un patrón se quejó de que una
i. Las quejas sobre los costos Y -tujer, después de recibir un adelanto de 20 pesos. no se presentó

/_3 I
a otros a 25 centavos por
a ffabajar y luego él tuvo que contratar
de café podían ganar
caja. Con base a estas tasas' los recolectores
entre 50 Y 75 centavos al día''"
occidentaies tenían'
Para la década de i910, los departamentos
másomenos,suficientemanodeobra.Variosfactorespodíanafec.
*Iarlaoferlademanocleobra,talescomoeldañocausadoporplagas
buscar trabajos asa-
I ;i;;;,rro, qu" obligaban a los campesinos a
, il;*,-;i;¿;" de las fronteras agrícoras y orras flucruaciones
por pequeños talleres
comerciales. La competencia representacla
'*"""f"a,rreros, la minería, la producción de azitcat y la construc-
\ Jcióndecaminosyvíasférreas,queconfrecuenciapagabansalarios
,áá, de mano de obra.''u Las
ufto*, limitaúa también la disponibilidad
pagT salarios más altos' l'as
obras públicas, particularmente' solían
sin embaigo' no conllevaron la
demanclas de la economía comercial'
rápidacreacióndeunnumelosoproletariadorura]sin'acQeso-atie-
rras'solamentelasregionesdeagriculturacapitalistamásintensa,de
San Salvador y partes
como la ciudades de §anta Ana y Nueva
y San Miguel' desarrolla-
los municipios de Sonsonate, San Vicente
ronnúcleosperrnanentescletrabajadoresasalariados,sobretodo
despuésdelg00.Amediadosdeladécadade1920'cuandolaeco-
nomíadelcaféylaagriculturacomercialmayorhabíaricomenzado
a cambiar cle rnanera clramática' un
visitante observó:
de recolección "' pro-
Ei grueso de la rnano de obra en la temporada
f." f"lu"not propietarios de tierras y sus famiiiar Estos
viene de
saivacloreños iniependientes, si son
caficultores. primero recogen su
y sus liijos a trabajar en
propia cosecha ¡" luego' van con sus rnujeres
una cle tus gtaoí"' f'Intu' ntti'-'os'
donde han trabajado' ta1 vez' en
cacla temporada cle recolección
por generaciones' Alií' se unen a
también' a otra clase como
voluntarios que han llegado del pueblo ¡''
otros productos dife-
la de ellos' pequeños Labratlores que cultivan
en 1as fincas durante la tetil-
reirtes al .ut¿ pl,.o que vienen a trabajar
Poracla de recolección''t'
,Aprincipiosdeladécadade1920'estepanofanrahabíacambia.
.dodramáticamentealhacersepresenteunaclaseparticularelecam.
de trabaio'
:l t11lo,::,bu:t1
pesinos sin tiema que vagaban po1
.Despuésdelacrisisdelospreciosdelcafédelg2l,rnuchostrabaja-
doresclelorientedeEisalvadordebieronemigrarparaencontrar
l_L
..' ,,.-fli"')
\ 4-. 238
*-trr"i
ar a otros a 25 centavos Por trabajo. De acuerdo al gobernador de l]sulután, llegaron "en batallo-
ectores de café podían ganar nes" a las tierras bajas y aigunos hasta se fueron a Honduras''"
Una fuente importante cle ilformación son los registros de
tamentos occidentales tenían, mano de obra qlre enumeraban ios nombres de los trabajadores y
.. \arios t'actores podían afec- los patronos. Las leyes requerían que se llevaran estos libros, pero
no el daño causado por Plagas f-ueron generalmente desatendidas hasta principios del siglo xx.
pesinos a buscar trabajos asa- Santa Ana, una cle las pocas ciudades que llevaba estos registros.
:rícolas y otras fluctuaciones empezó a usaf los Libros de Inscripción de Jornaleros en 1908. En
:ntada por pequeños talleres Santa Ana, las fincas y haciendas de todo tipo empleaban entre 5 y
ción de azúcar y la construc- 30 trabajadores, típicamente menos de 15. Debido a que los ade-
n liecuencia pagaban salarios lantos clel salario eran una costumbre difundida en todo El
¡ilidad de rnano de obra.l2u Las Saivador. algunos jornaieros cobraban más de un adelanto y se tras-
L pasar salarios más altos. I"as -
ladaban cie tinca en finca.''e En 1882. 10s funcionarios de Izalco se
rn embargo, no conllevaron la quejaron de que los pueblos no actualizaban los registros porque los ;l:

'tanado nual, sin. ac-c.-e§-q¡a tie - patroncs no querían repofiar los nombres cle aquellos a quienes
¡ltura capitalista más intensa, empieaban, ni cle cuánto les pagaban. Esto ret-leja ei relativo poder
er a San Salvador y partes de de regateg d,e_ir¡S-traba.iadores y su habiticlad para enfrentar a un
3nte y San Miguel, desarrolla- patrono conira otro. Los patfonos negociaban directamente con loi
lores asalariados. sobre todo jOftialOfos ! aCeptaban la práctrca (a veces frustrada) de los adelan-\
icada de 1920, cuando la eco- tos sobre el salario como un costo necesario.r3T
cial mayor habían comenzado El uso más fiecuente de trabajadores temporaies estimuló la crei
sitante observó: ación de institueiones <ie vigilancia más grandes y eficientes, pero n(
tuvieron rnayor éxito sino hasta después de 1900."" Si bien las leye§
:porada de recolección ... pro-
r tierras 1' sus familias. Estos
que reg¡laban los contratos ele trabajo, las rjeudas y otros aspectos
ilcultores, primero recogen su iegales de ia mano de pbra ya habían entrado en vigencia durante las
-.¡;'rc\ i sus hijos a trabajar en elécaclas de 1880 v 1890. generahnente estaban inspiradas en decre' .§'"1
rie h¡in trabajado, tal vez, en tos promuiga,Jos durante las décadas de tB40 -v 1850 y reflejaban utrá
:eae¡ac--iones. Allí, se unen a
, r. también. a otra clase como continuiclatl <le prácticas ya establectdas. no un súbito incremento de
;ultiran otros productos dife- represión <ie los trabajadores villculado a la privatización de las tie-
i¡ en las fincas durante la tem- rras. Por ejemplo. un decreto del 14 cie abril de i841 estipulaba que
to<los los inilivi<Juos sin Oropiedad eonocida debían comprobar que
r. este panorama había cambia- esfaban empleados por metlio cte un docut¡ento emitido por su patro-
.e una clase particular de cam- no; de 1o contraric¡. seríair considerados vagos.lr2
:1 campo en busca de trabajo. Las mediclas para controlar a ios trabajadores estaban dirigidas i
e .ric cie l92l principalmente a zanjar dispgtas entre los trabajadores deudores y ,.
" muchos trabaja-
breron emigrar para encontrar sus acreedores.':'r A principios de la década de i880. fue instituidrr

239
un efímero sistema de jueces rurales que se entenderían sólo de
asuntos agrarios y de trabajo, pero fue abolido por presiones después
del derrocamiento del presidente zaldívar.'3' si Lrien los gobernado-
res, 1os alcaldes y los tribunales se ufanaban siempre cle sus esf,uer-
zos por llevar a juicio a los "deudores" y de frenar los abusos del
sistema de adelantos de salario. ei estado nacional rarayez intervi-
no en el reclutamiento o la contratación a favor de las empresas. La
función del estado en relación con los*jornalerss.rurales era la-de
alentar a las autoridades locales para asegurar la mano «le obra para
construir y mantener los caminos. Los trabajadores eran pagados
directamente por los gobernadores departamentales o de<iicaban dos
días de trabaio al año para cancelar sus impuestos locales.'15 Después
de la década de 1880, los trabajadores podían pagar en efecrivo sus
impuestos o cancelarlos con trabaio, pero muchos prefirieron pagar
con dinero.'36 Algunos alcaldes obligaban a los que se habían inscri-
to como jornaleros a trabajar en las fincas de funcionarios locales, a
pesar cle tener "trabajo propio".,37 Los patronos no mantenían en su
puesto ni contrataban de nuevo a los trabajadores que acumulaban
deudas muy grandes. En 1897, el administrador de la hacienda
"chilata" despidió a 10 trabajadores ausentes por adeudar cantida-
des que tluctuaban entre 5 y 13 pesos.,-,8
grl + Los esf'uerzos muy cacareados a finales ciel siglo xx por esta-
't1;
blecer una policía montada o rural en las áreas de mayor densidad
"¡§
de trabajo estacional, generalmente tiacasaron. En 1890, varios
t
,sr labradores de san salvador solicitaron la ayuda del gobernador
' LdI\ para organizar una policía
rural que.protegiera sus valiosas cose-
f
J¡"
,t t- chas de café, pero se carecía de recursos.,r,
§o fge sino ha_s_ta lacre-
ación de la Guardia Nacional en 1913, que hubo una fuerza policiar
rural efectiva. No obstante. la rnavor parte de los esfuerzos de las
fuerzas policiales locales se orientó a evitar robos, especialmente
en las fincas durante la época de recolección. y a resolver la infini-
dad de conflictos provocados por borracheras. Las capturas que
ef'ectuaba la policía por borracheras eran mucho más numerosas
que aquellas por deudas (unas pocas docenas por año en cualquier
departamento). El gobernador de Usulután informó en 1900 que,
debido a la aglorneración de personas en las fincas de café durante

24{)
que se entenderían sólo de la recolección, se necesitaban más policías para proteger a los via-
bolido por presiones desPués jeros y labradores y enjuiciar a los criminales. (Hasta el agua pota-
r ar. r+ Si bien los gobernado- ble llegó a escasear en Santiago de IVIaría a causa de los miles de
raban siempre de sus estuer- trabajadores migrantes que llegaron durante la temporada de cose-
" de tienar los abusos dei cha de café.)''o
)
dtr nacional rara vez intervi- En 1900. el gobernadorde Ahuachapán dio cuenta de 20juicios
r a favor de ias emPresas. La contra deudores morosos ("quebradores") en todo el depaftamento.
. iiir.l]aleros rurale§ era la de En 1915, los funcionarios arrestaron a 722 por vagos, que era un
segurar la manQ de obra Para delito dif"erente y, generalmente, reiacionado con boracheras. La
,s trabajaclores eran pagados mayoría de los casos en torno a contratos de trabajo tenía que ver
añamentales o dedicaban dos con deudas y salarios, y no estaba relacionado con trabaio rernune-
impuestos locales. "' DesPués rado de carácter tbrzoso. Algunos trabajadores, especialmente
podían pagar en efectivo sus durante el gobierno de Zaldívar ( 1876- 1885), fueron enviados a tra-
ero muchos prefirieron Pagar bajar en obras públicas o en fincas privadas, pero no hubo un
ran a los que se habían inscri- esfuerzo sistemático a nivel nacional por obligar a los trabajadores
cas de funcionarios locales, a trerras o a loscampesinos pobres a trabajar a cambio de un sala-
p¿'itronos ncl mantenían en su rio. §n*Izalco, uno de los pueblos más grandes de occidente, sólo
rraba jadores que acumulaban tres personas fueron enjuiciadas por deudas salariales en 1900,'*' y
dmrnistrador de la hacienda en Juayúa, 28 jornaleros fueron arrestados y acusados de evasión de

iusenies por adeudar cantida- sus deudas de trabajo.'*'No hay evidencia de un sistema estatal de
trabajo forzado en este período.
th¡iles clel siglo xlx Por esta- En ciertas ocasiones, algunos caficultores acaudalados solicita-
r las áreas de mayor clensidad ron la presencia de guardias nacionales o policías en sus fincas
fracasaron. En 1890, varios durante la temporada de cosecha de café. Sus temores acostumbra-
ion Ia ayuda del gobernador .1os eran el robo del café y la violencia. En un caso. se rechazó esta

proteqiera sus valiosas cose- peticién" porque se había establecido un puesto de la Guardia
hasJa la-cre- )'Iacional en el pueblo y sus agentes podían patrullar la finca desde
'ü..'"' No l ue sino
;. que hubo una fuerza Policial .r1ií.1'3 No fue sino del siglo xx que se desplegaron
' Fxrle esfuerzol de las
cte los
a er.itar robos, esPecialmente
Conr:lusión
¡leición. y a resolver ia infini-
'on'acheras. Las caPturas que
La manera en que la economía cafetalera afectó la formación y
transformación de 1os grupos sociales en El Salvador es un tema
' eren mucho más numerosas
tlocenas por año en cualquier nuy debatido" En 1915, las familias más acattdaladas ya estaban {
sulután informó en 1900 que, bien establecidas social y económicamente, pero no sin 1a partici-
s en las tincas «ie café durante pación de muchos otros sectores de 1a elite y grupos familiares. Sin
,j.
,''
241
.6
embargo, ia idea de que estas familias adquirieron una condición
priviiegiada sirnplernente pcrque poseían tierras o controlaban la
prcrducción cle café no es del todo acertada. Nluchos inversionistas
que eran básicamente comer:ciantes también desempeñaron un
papel. El pequeño grupo dc exportadores ) beneliciadores llcgó a
controlar Ia más ilnportante luente tle íngresos del pars en aquellos
puntos más lucrativos )4 §eguros (el beneflciado, la exportación y el
crédito), lo que permitió diversas fbrmas de organizaeión soqial.en
el nivel productivo-- -
Los caficultores eran de muchos tipos y cultivaban café en una
amplia variedad de entornos. Los pequeños productores, que una
i vez fueron mayoría. sufrieron una merma paulatina de su participa-
'ción en la producción total. A principios del siglo xx, los empresa-
rios con mayor capital comenzaron a consolidar las fincas más
pequeñas y a desarrollar las haciendas subutilizadas, especialmen-
I
I te aquellas ubicadas en zonas altas adecuadas para el café. Hubo
',J\ diferencias incluso entre los productores
r lf" campesinos que se inicia-
cu[*- ron dentro de los sistemas de tierras comunales o eiidales. En los
e*#*
albores del siglo xx, un puñado de empresarios indígenas y ladinos

%
{lgj *
.;e había vuelto considerablemente más rico y prominente que
muchos otros productores locales de quienes se lucraban gracias a
los

le¡'es f avorables y Ia comercializacjón deI grano. En algunas recio-


nes predominaba un uso de la tierra asociado con emliresarios agrí-
colas (tipo "farmer"), dueños de lotes más grancies y más
vincuiados al mercado, entre quienes se encontraban usuarmente
pequeños comerciantes, profesionales, maestros, artesanos y asípor
.el estilo. Estas fincas contrataban a unos cuantos trabajaclores asa-
rlariados, aunque sus dueños las trabajaban directamente y cultiva-
;fan otros producfos,-corno maíz.o anicar.
4 En 1884, la economía cle El Salvador fue descrita
en los
siguientes términos:
L,a riqt¡e.7a está mu1, bien repartida y que casi no hay esa acumula-
ción de caudales en un solo individuo ó fámilia. como se nota en
otras partes; pero tampoco pueden presentarse muchos casos de ver_
dadera pobreza... De [a profusa división de la riqueza proviene la
división proporcional ó relativa de la propiedad rirsrica ... Contados

242

il
adquirieron una condición son los propietarios de grandes estensiones de terrenos, y mucho más
an tienas o controlaban la contados aquellos que pueden disponer con desahogo de capitales
.rda. N,luchos inversionistas para dedicarlos la agricultura". r45

ambién desempeñaron un Claramente, existían fuertes obstácuios a la extrema concentra§'


es v L¡enetisiadorec]legó-. a ción de riquezas en mano de cualquier grupo empresarial o clas§
r gle sos del país-en-aryrellos- social. Retiriéndose específicamente a la producción de café, ei
:flciado, la exportación y el autor de la anterior cita señaló que la intensa competencia por la tie-
,s i1e organizaeióo soc-ial e4 rra resultó en su poca concentración: "que casi no se cuenta con
grandes empresas, sienclo muy contadas las fincas que exceclen de
os r cultivaban café en una una dos centenas de millares de pies de café". La mayor parle del
Leños productores, que una café se producía en los numerosos cafetales con menos de 20.000
la pauiatina de su participa- pies de árboles, y todos los productores dependían de los comer-
' del siglo xx, los empresa- ciantes que usaban el café para cancelar las facturas de sus impor-
consolidar las fincas más taciones. El autor atribuyó la relativa pobreza de tos productores a
subutilizadas, especialmen- su dependencia de los comerciantes que beneficiaban el grano y
:cuadas para el café. Hubo recomendó que se organizaran e invirtieran en sus propios benefi-
s campesinos que se inicia- cios departamentales.'a6
,.munales o ejidales. En los En 1897, Lambert de Sainte-Croix también comentó acerca de
i-c:arios indígenas y ladinos la estructura de la tenencia de la tierra en El Salvador:
nco y prominentr qtie;los -
Es algo extraño, la tiena aquí se encuehtra muy dividida y uno no
rienes se lucraban gracias a encuentra, como en México o Guatemala, el tipo de fincas que enri-
icl srano. En algunas regio- quece solamente a una familia. Todos son pequeños propietarios en
;iacio con empre§arios agrí- El Salvador y hasta el más humilde de los indígenas tiene su peque-
ño cafetal; esto explica la dificultad que uno tiene de encontrar tra-
rtes rnás grandes y más
bajadores para la cosecha. Las mayores propiedades no rinden más -)
se encontraban usualmente de 200.000 a 300.000 kilos; en Guatemala existen propiedades,
naestros, arfesanos y así por como la de Chocola, en manos de alemanes, que produce 3.500.000
¡s cuantos trabajadores asa- kilos al año Sin embargo, algunos propietarios en El Salvadsr.
oan directamente y cultiva- de 3oQ@+yJLun
importante. t4l 4
ar.
r aclor fue descrita en los Las fincas grandes, de 2.000 a 3.000 quintales, citadas por
Lambert, tenían entre 186 y 280 hectáreas en producción.
Fr identemente, la amplia mayoría de fincas salvadoreñas eran más
: c;rsi uo hay esa acumula-
familia, como se nota en tequeñas, pero podían ser muy rentables. Lambert señaló también
f"¡.$
u¡se muchos casos de ver- ;ue los campesinos indígenas y ladinos eran caficultores en pequeña
L de 1a riqueza proviene la i\cala, lo que contribuía en parte a la escasez de mano de obra que
piedad iirstica ... Contados
-ntientaban los grandes productores en la temporada de recolección.

,§'
243 :y.§
Otro viajero proporciona una versión similar: "E1 secreto de la rela-
tiva felicidad y satisf'acción de los salvadoreños 1o encontré durante
mi gira por el país, cuando pasaba tiente a parcela tras parcela de
caf'etos del tamaño de una plaza de pueblo, cada una trabajada por un
campesino quien era, a la vez, su propietario".rls Eléxito de la indus-
tria cafetalera de El Salvador antes del siglo xx no pudo haberse dado
sin la existencia de un campesinado capaz de reproducirse fuera clel
sector cat-etalero. El café se expandió porque e1 grano podía set pro-
ducido por campesinos y labradores independientes que, junto con
otros. podían también proveel la necesaria mano de obra estacional'
Los empresarios agrícolas también tenían diversos orígenes.
,n¡ Muchos comerciantes invirtieron pfimefo en café mediante el otor-
gamiento de préstamos a los productores, para luego poseer sus
propias fincas. Otros profesionales urbanos, tales como médicos,
maestros o abogados, entendieron que el cuitivo del café era una
inversión lucrativa. Esta es una razón por la que los cafetales cle
Santa Ana y Nueva San Salvador se constitllyeron a partir de núcle-
os urbanos. En 1882, un agricultor escribió:
IIasta hace pocos años, ia agricultura en el Salvador, parecía ser el
patrimonioexclusivodelagentepobreysencilladelospueblos;los
habitantes cle las ciuclatles la miraban con el mayor desdén y se ocu-
paban solamente de obtener deslinos en las administraciones del
e.¡ercito y en el comercio. Los padres de familia, educaban sus hijos
para hacerlos méclicos, abogados ó clérigos; todo 1o que tocaba la
agricultura tenía poco atractivo para los jóvenes" 'que no se separa-
ban un momento de los centros clonde se discutían cuestiones de
política,ódondeseurdíanaigunosproyectosderevoluciones.Yla
agricultura. luente principal de la riqueza dei país"' no podía desa-
rrollarse y seguía una marcha rutinaria trasmitida de siglo en siglo.
Desde algunos años acá. vemos con el mayor placer, que sus ten-
dencias son enteramente diferentes; ha pasado a manos de empresa-
rios más instruidos: getLeralmente c'omerciatttes' que sobert
cctrnprentler el pa¡teL que represertta ttl capitul en uno emPreso; qlre
sabert llevcLr ert str enrplert ¡' en la direccititt tle lu entpresct' las c:os-
tumbres cle ortlert .t ile verd.arlera economía, nece.surit¡s para hacer-
la prosperar.'" (énfasis añadido)

En 1883, Guzmán confirmó estas velsiones al afirmar que la


mayoría de las personas con capitai estaban dedicadas al comercio,
mientras que muy pocos iilvertían en haciendas excepto para la

244
ilar:"E1 secreto de la rela- ganadería. (La propiedad de las tierras adecuadas paralaganadería
loreños 1o encontré durante estaba mucho más concentrada que la de cualquier otro tipo de tie-
te a parcela tras parcela de rra)."0 No obstante, durante buena parte del siglo xrx. se consiclera-
¡. cada una trabajada por un ba que los agricultores estaban a merced c1e comerciantes
llto".*8 El éxito de la indus- acaudalados a quienes les debían dinero. si bien estos empresarios
:1o xx no pudo haberse dado controlaban un porcentaje cada vez mayor «le ras exportaciones dL
t¡**f,
u de reproducirse fuera del café y, rnás tarde, también del beneficiado, ios pequeños y mecliaL
-qLre el grano podía ser pro- nos productores continuaron vinculados a estas densas redes de
ependientes que, junto con deudas y comercialización. Esto persu4dió a.rnuchos partidarios del
progresg agrario a plantear la formación de bancos estatales que eedl
ra mano de obra estacional.
tenían diversos orígene§. liberaran a los carnpesinos y labradores de esta.carga.
'o en café mediante el otor- De los cambios en estas décadas ef'ectivamente ernergicí una
res. para luego poseer sus elite cafetalera acaudalada y poderosa. sin embargo, sus inversio-
anos. tales como médicos. nes fueron diversas y, usualmente. combinaban la producción con "

el cuitivo del café era una el beneficiaoo y tá comercialización. Bor-ehi B. Dagrio y compañía
por la que los cafetales tle era una de las exportadoras más grandes del país hacia 1915, cuan-
stituveron a partir de núcle- do expor-tó más de 50.000 quintales de café, o cerca del 5 por cien-
ibió: to del totai de la cosecha nacional de café. La compañía también era
ei Salr'ador, parecía ser el propietaria de beneficios en cuatro ciudades; el propio Daglio era
.encilla de los pueblos; los cónsul de Italia. otro grupo, Rafael Alvare, e Hijos, poseía catorce
el mayor desdén y se ocu- fincas de café con un total de 3.200 hectáreas, de las cuales 900
i la: administraciones del
estaban sembradas con caf'etos y producían 13.000 quintales por
¡nlrlir. cducaban sus hi.jos
go\l todo 1o que tocaba la año. También exportaban 50.000 quintales bajo tres marcas dife-
jr enes...que no se separa- rentes, y sus propiedades estaban valoradas en $700.000. Como
'e discutían cuestiones de offos tantos empresarios acaudalados, Rafael Alvare, ya se había
ctos de revoluciones. Y la cledicado también a la producción industrial en Ia década cle 1930.,5,
dei país... no podía desa-
¿snitida de siglo en siglo.
Mauricio N,leardi, otro tuefie inversionista, poseía cuatro beneficios
navor placer, que sus ten- en usulután y también era dueño <ie grandes plantaciones en este
:-¡ado a manos de empresa- departamento. Para 1895, Meardi controlaba entre un cuarto y un
rtttterciantes, que saben tercio de todas las exportaciones que pasaban por La Unión y El
:tí¡¡l en Ltna empresa; que
Triunfb.'" A pesar de que aparecía listado como un comerciante
ó¡t cle l¿t. empresa, las cos-
.a. nece.sarios para hacer- con residencia en san salvador, su compañía era una cle las firmas
comerciales más grandes del oriente de El Salvador.r5i
En algunos casos, los empresalios que habían empezado como
'ersiones al afirmar qLle la
iLgricultores en pequeño dentro de los e.iicios y que luego prir.atiza-
.¡an dedicadas al comercio,
ron sus tier:ras, pudieron también dedicarse al comercio local a
hlciendas excepto para la -/.

245

t*
medida que ampliaban sus intereses económicos. Sus familias
incluían a profesionales y oficiales militares que invirtieron en agri-
cultura. La familia Salaverría de Sonsonate ofrece un ejemplo al
respecto. Los miembros de la familia se dedicaron desde muy tem-
prano a la producción de café en Salcoatitán y Juayúa. A principios
del siglo xx, poseían las principales flncas y beneficios de café de
la región, así como otras propiedades. Ejercieron como alcaldes,
gobernadores y oficiales militares, y tenían pequeñas tiendas en la
ciudad de Sonsonate.'50 Sin embargo, los Meardi son inusuales por-
que, en esta época, la mayoría de inmigrantes dedicados al comer-
cio rara vez participaron en la producción. En 1914, un autor
; salvadoreño se refirió a los inmiglantes que se convirtieron en
acaudalados comerciantes (con apellidos como Bloom, Baruch,
Dreyfus, Schr,vab, Dreyfus May, Borghi Daglio, Bang, Palomo y
Goldtree Liebes) corno "extranjeros".'"
Además del café, otros productos, como el azúcar y el gana-
do. fueron importantes para el surgimiento de una burguesía agtí'
cola. Las inversiones en actividades no cafetaleras tuvieron un
impacto <Je similar importancia en Ia eccmomía política rural. Pgr
ejemplo, las empresas azucareras eran muy rentables. La lista de
signatarios de una carta abierta de productores, retinadores y
exportadores de azúcar y destiladores de licor del país en relación
con los impuestos de exportación no se diferencia en absoluto de
los nombres de la elite empresarial de Santa Ana y Nueva San
Salvador.,,o Los grandes productores e inversionistas efectuaban
con fiecuencia lucrativas inversiones mediante la compra de gran-
<les haciendas, casi siempre subutilizadas, en regiones con dife-
rentes condiciones ecológicas. Sus tierras boscosas podían, poco
!e.'\
a poco, volverse productivas. mientras se obtenían ganancias de la
venta de bálsamo, ganado vacuno, caballos, añil y productos ali-
menticios. Esta tendencia también impulsó la subdivisión de las
haciendas, proceso que empezó en la década de 1860 y se aceleró
en la de 1880 a medida que aumentaba la demanda de tierras.'57 En
1910. muchas hacienclas tenían todavía extensos bosques vírgenes
que hacían posible la expansión cafetaiera, a la vez que brindaban
utiliclades. pof una sola vez, de la venta de productos de madera.

it¡.á !-:t

246
)nómicos. Sus f'amilias Estas tendencias provocaron la incorporacitin de tierras en los
s que invirtieron en agri- departamentos centrales corrro LaPaz, San Vicente, La Libertad y
te ofrece un ejemPlo al San Salvador.
tliearon desde muy tem- Las f¿miiias que emergieron en e1 siglo xx corllo las más acau-!
nr Juayúa.AprinciPios daladas y poderosas habían <lesanollaclcl patrones de inversión muyI
I
; r beneficios de café de diversifie ados. For ejemplo. Gerardo Barrios tenía intereses inrpor-
ercieron como alcaldes, tantes en la minería y el cornercío: Santiagc'' González inrrirtió en
n pequeñas tiendas en la minas; l)uke en electrific¿rción, construcción tle puerlos v tronos del
leardi son inusuales Por- gobierno. En 1925, los principales directores e inversionistas loca-
rtes dedicados al comer- les de la Salvador Railwa¡, eran Árigel Guirola. Herbert de Sola,
rón. En 1914. un autor Recaredo Gailarclo, Eugenio Aratrjo y Eeluardo Guirola.'5' Por kr ,¿
que se convirtieron en general, los mayores terratenientes eran propietarios de grarrdes fin-
como Bioom, Baruch, cas de café, extensas haciendas ganacleras (con tierras en reserlra),
Daglio, Bang, Palomo Y fincas de bálsamo 7r azúcar, ingenios y refinerías de azúcar y así por
el estilo. No oLrstante. y pese a que algunas grandes unidades cafe-
rmo el anlcat Y el gana- taleras se organizaron en haciendas )ra existentes, eÉ tierras comu-
:o de una burguesía agrí- nales privatizadas o balclíos recién poblados. la rnayoría de fincas
cafetaleras tuvieron un vinculadas al mercado no eran niuy grandes antes de 1900. E:; más, ' ^/
nomía polítila rurál. Por el poderío de esta emergente burguesía agraria no excluyó 1a exis- i^la
tencia de fcrmas de producr:ión carnpesina y labriega que conser-
ur rentables. Lá lista de
)ductores, refinadores Y varon una continuidad con patrülles antel'iores. tanto dentro corrió trF
iicor del país en relación firera del sistema tle tierras cr¡munales. Eil rnayor irnpacto de ia e1it.'
liferencia en absoluto de sobre otros sectores sociaies se expresti a través de su cc¡ntrol del
I da.r ''
Santa Ana y Nueva San crédito, el beneficiado y ia exportación rlel caf-é, no de un monopo- I ?
I l¡!5
i
nr ersionistas efectuaban iio sobre ia tiera. En retrospectiva, no f'ue la producción de caté, ? Lq.

Ciante lacompra de gran- como cultivo. que tuvo el mayor impacto social en el entorno rural
a t§ú
is. en regiones con dife- de El Salvador, sino el pocler que Ie otorgó a una elite relativamen-
¡"r**"1
rs boscosas podían, Poco te pequeña y sumamente din¿imica de aurasar fortunas que poctrían
' obtenían ganancias de la reinvertirse en ¡nás actividades relacionaclas cLlil el café y otras
ilos. añil y productos ali- empresils. ,A comienzos cjei sicio rx. *c había lbrmadc un estratir
rlsó la subdivisión de ias e spedífico <lentro de la elite salvacloreña- una eiite financ iera, qrizá

;ada de 1860 y se aceleró el único sector digno del término oligurquia en aquel momento--
L demanda de tierras.'t'En que había superado la inversión en la producción y el comercio pala
:\tensos bosques vírgenes incursionar en la banca 5,' la especulacióll en filercallcías. bc¡nos dei
ra. a la vez que brindaban gobierno y préstamos.
o*-"
de productos de madera.
ll" /.,11
!J
a A1
F
NOTAS

'l'he Polititctl Er-onomy of Central


1 \¡er: Arias Peñate, ¿.rr subsistemas; Bulmer-Thomas.
..E1 ..El Salvador,'; Paige,
..Cacacl,'; Slutzky y Slutsky' Arce,
Salvador,,;
America; Forvier,
C E l s ttlt' atlo r'. y Lindo-Fuentes, We ak F o undatio tt'v'
olfe e a nrl P ov,erl Browning,
V.i, f".., ,.The Role of the Coffee Industry"; Kerr, "I-a edad de oro"; Cardoso. "Historia
eco-
2
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Ei
4 ver: Lindo-Fuentes,weak.fountlatktns.ll6-2?.. Wi1]iarns, states and social Evolutktn;Hall,
cofé; Pérez Brignoli, Breve ltistoria; Pérez Brignoli, Hi.storia generol de Centroatnérica,
Cardoso, "Historia económica".
5 Lardé y Larín, MonogrrtJías' 115: .Iiménez, "La República", 287
6 Bosqre, Mentt¡riadetelttciones;veltambién:Lindo-Fuentes'WeakF.ountl¡ttit¡¡ls'116-ltj'
hirtóri-
7 Gac)tt Oficial deL Sajvatlr¡r.2g de julio de 1g-5g, p. 6; Orellana y orellana, sonsonate
1875. ACiN-CG SO'
co. ¿14; "Exhorto dirigido por el Alcalcie Municipai cle San Antonio".
8 Lardé y I-arín, Monografras,115.
9 lbid.: 'ilnforme del Gobernador cie La l-ibertad", 1867, AGN'CDNI Rollo BN-29'
Notitt¿s
0 Mrs. Foote. Recolle¡:fions.59: Lindo-Fuentes, Weak Foundufíons.1t6-22: Suárez,
generales,72.
il López, E s rad ísric a, 1 66-67, I 69''7 0 -

12 rbid.. 174.
l3 Ibid.. 178.
14 Ibid., 23.
15 Ibid.. 128-29. 128, l 1;"LasituacióndeElsalvatlorenlapaz". Ga.cetatlel sal';ador.4'.I2'6
de junio de I 857.
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16 El'salvador. Anuarit¡ Estatlístit'o, "Salvador'" notas de1 editar. Bulletin
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.'Inlbrme de1 Gobenrador de Usulután,,, 1921. AGN-CM.]\,IG-
t7 LIn e.!ernp[o puecle verse en:
l8 Bultetüt of 7'1rc Patt Atnerir:an Llnion (mavo de 1902): 636'
l9 Ver: Lindo-Fuentes. Weak FoLoñations. 104-O5'
20 Figeac, Ret:ortlatorir¡ histótico,253: Kerr, "La edad de oro"' l3'
Pueclen verse ejenrplos en: "certiticación de )a rnunicipali<iari tie
Nueva Concepcriótr pirliendci
2l
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tierras usadas para
del Deparlamento sobre el cobro clei canon anual por tier-ras ejirlales para
ca1d. azucar", 1870. AGN-CC M1.6(1t70) t-53 E'xp #53'

248
22 Nfora. Memoria... I /88-it, 39, 41.
23 Ibid., 63-67:'liigueros, "Infonne".
24 Mara. Memoria...( 1883 ),59-60. "Libro de Actas Municipales de Juayua", I lltt2, AMJ; l-ever se
refiere a la resislencia al café de parte de los inversionistas comerciaies. Lever, Central
America, 103, 1 82.
25 Ver: Hall, El Café; Palacios, Coffee.
2-6 Lindo Fuentes. Wbak f-oundatior¿s: Jacob Bair a Pacitic Maii Co..22 de ncviembre de 1882.
Boletín de Agricultura I (1882): 250.
27 Lindo-Fuentes, \l'euk Foundations, 93-91, 159-62.
28 "Credito Agricola", Boletín de Agricultura,2 (15 de septiembre de 1883): 399.
29 Diario Oltcial,25 de febrero de 1882, p. 194.
30 "Testimonio de Hipoteca", 1897. AGN-CIN'I MG: "Libro de Juicios por cesiones, Sonsonate",
1895, AGS; "Incidente de apelación intelpuesta por la indígena María Cuadra de1 auto prorei-
do ... previniendole que dentro de ocho dias desocupe ia finca situada en el paraje Tescalito en
vi¡tud de un pedinento de don Luis Rios", 1893. ACIN-CG-SO.
31 Ver: Putnam, Tlte Southland of North Americ4 ?32-34.
32 "Cosecha de calé en el Departamento de Sonsonate", marzo de 1916, AGN-CG-SO; Guzmán,
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tadas por las municipalidades en el ramo de agricultura", Diarut Olicia.l, 12 de diciembre de
. trabajo presentado en la confe-
",J,rr' 880.
\i\ r XX", Universidad Nacional de
1

36 rbid..3r8.
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. S;,:t;¿s ctn¿l Social
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H:.¡oria general de Centroamtirical 3¡i Guzmán, Apuúamienfos.288.
-lC Mora, hlemoria...f788J), 58.
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,¡ Antonio". 1875, AGN CG-SO.
12 Barberena, MowtgraJías...Santo Ana. )5.
.13 Gobernado:: de Santa Ana, "Datos para el Anuario Americano", 2 de diciembre de 1916. AGN-
CN,t-MG,
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'oun¿ations, 116-22; Starcz, N oticias
15 El Salvador, Memoria...( 1892).85.
16 Escami lla, Ge o g r a;fítt
e contjmi¡:a: Castro. Geo g rafila e lemental.

71 López, Estadístico generol, T2- t-3'. Gaceta Olicial, 12 de abril cle 1862: Gttceta A/icid, 31 de
diciembre de 1876, p. 787; N1ora, Memoria...( 1883 ), 58: "Lista de lmpuestos", AGS, 1898- 1903.
l8 Barberena, MottograJ'ías...Santa Ana, 13.
.: )itz'. G reÍa del Salyador.4:12,6
+9 Ward, Libro az.ul.
50 Ver: Montes, El agro.
: . .r. 8,,11, ilil ol tltt Pttn .qtneritoit
-51 Ver: B¡zyes datos históricr¡s de El Congo. 12; Montes, El agro.55.
5l Barberena. Monografas ... deprtrtamento de Santa Anu,32 35: López, Estarií.stica. 1'2.

: I suiut¿in". 1921, AGN-CM-MG.


r3 "Nomina de los Cafetaleros en los MLrnicipios del Deparlamento de Santa Ana", 1931. AGN
CM-MG.
-: É.
-i:t "Informe del Gobernaclorcle Santa Ana", 1915. AGN-CM t¡G. El Salvador, Menoria...( 1892).
82; Gobernador de Santa Ana. "Datos para el Anuario Americano". 2 de diciernbre de 1916.
:,: . I -i.
AGN.CM-MG.
.1r¿¿d rie Nueva Concepción pidiendo
55 \'er: Alcal¿ie de Santa Ana, "Cafia e[ Ministro de Gobernación", 5 de mayo de 192:1. AGN C\'l
':.' ¡e 1860. AGN CC A3.4-i4 Exp. #4:
M(].
::-ri¡ Trabanino. "Carta al Gobemador
:r:s cjidales para tierras usadas para -i6 Ver: "Solicitud al Seho{Presidente de laRepublica",5 de clicier¡bre de 1871..AC\ CD\1 Roilo
BN-36.

249
del
5,- '.Solicitud de Leon Trejo sobre exonerarse del ernpleo cle primer s0!:io del administradrlr
comun de lrrdijenas t1e aqui.,, 1871. AGI'J-CG.AH; López- Í]stadístictt,46: Mt¡ra.
Me moria...l I 8 8 3). I 25 ; Scherzer' Tr av els, 236 ?'7'
58"DonLorenzoVilletlassolicitauntenenoencsto\ejidos",1876'AGN-CGAH'
"Cuadro estadísrico cle las protluccirlnes agricoltis de los pueblos cle Ahuachapán". 876, AGN-
59 1

CG-AH.
60 "lnforme clei Gobernador de Ahuachapán", 1900' ACN-CM-MG'
Ipiñ,a, Estadística; Fouseca, NlontgrLtfítts...r)e Ahuachapán. 18-i9. 24. -?2;
"Itrforme que el
6i
señor Gobemador del Depanamento de Ahuachapán dirige a1 Nlinlstr<¡ cie Gobernación". i892,
AGN CM-MG.
62 "Informe del Gobernador tle La i-r1-'ertad", 1900' AGN-CM-MG'
63 El Constitucional, 1 dejunio rte 1865.
64 Rosignon "Los caf'etales", I20-21.
6-5 .'Libio compuesto de 96 F-ojas...en que se notan los títuios iie propiedad cle tcrrenos ejidales
estendidos por esta alcaldiii". I 882' AI\{NSS.
66 Rosignon. "Los caferales", 120-21.
6l Ibid.
6g Ver: Alcai¿e de Nueva San Salvaclor. "Informe especial ile agriculiura",30 de enero de 1885'
AMNSS,
,.[,ista de 1os agricultores, comerciantes y otras clases sociales de la jurisdicción municipal de
69
Nueva San Salvador", t6 de julio de I 893, AGN'CM l4G'
70 Barberena, Monograjías...La Líb¿r¡ad. 10.
7| Ward. Libro Az.ul,64.
"12 Ipiña, "Estadística", 6.
73 "solicitu<t de los Señores Nazario Salavenia... pidlando una concesicln para construlr una vla
y
fenea qiie ¡na la i:iudad cle Sonsonate con las poblaciones tfe Nahuizalco. Salcrlatitan El
Progreso", 1897. AGN-CM-AL.
7 1 Barbcrena. NIorut g,rafíus...S¡ ¡n.sottttt¿, 4,1 -18.
'15 Ibid., Gobernador de Sonsonate, "Infbrme ile ia Visita Oilcial a los puebios del Departamento"'
20 de septiembre de 19i3. ACN'CC-SO.
'76 "Cr¡aclro cie los terrenos acofados:t di-<tribuidtrs en Salcoatitan"' 29 cie mayo de 1868' AGN-
CA-SO.
jj ,.Francisco Salavesia acus¿¡ a la mr.uricipaliiiaci ilel puebio de Salcoatitan ¡ror hatrer cedido unt
parte del terreno de sus llnca a Don Peciro Viscan'a"' 1 889' AGN-CG-SO'
20 de
7g Gobernador de Sousonate. ''lnforme de la Visita Ofli:ial a 1os pueblos de1 Deprartamento",
septiembre de 1913, ¡\GN-CC-SO.
.lg ,.Copia Cel lnfor]ne que se rcmite al Director del Museo Nacional para formal un mapa rlue la
República dc1 Salvador <lebe mandar er lir esposición de San Luis". 1903. AGN'CG'SO
80 Alialde rle salcoatitán, "lnfbrme ¿rl Gober¡rador dc Sonson¿rte",30 de julio de l90lj, ¡'GN-
CG-SO.
,.lnibrrnc de comercio y agrrcultura dcl Disl¡ito de Ílonsonate". 1893. AGN-CG-SO.
EI
..In1brme de comercio y agricultura correspondiente al Disti¡r de Iza!co''.7 de febrero de lti93,
82
(.iobernador de sonsonate".
AGN-CG -sOt Alc¿lldc de Arme¡ia, wencesl¿ro Gomes. "lnfbrme :ri
clicicnrbre cle 1E92. AGN CG-SO; "Descripción de Ia i'iila de Ari¡enia", 1895. AGN-CG-SO;
Cobernarlor de Sonsonate, "lntbrme de Ia Visita Oficial :r los pueblos del Depanamelitti''
2Cl de

septiembre de 1913, A(IN-CG'SG.


83 Barberena, Mtt no grufítt-t .. S ons onaíe, 64.
..lnforme de comercio y agricitltura correspondiente al Dlstrito de !zalco".7 de tebrero de I 893'
84
AGN-C(} SO.
85 Barberena, Nfonografías...50Íúondte, 64: Gobernadolcle sonsonate. "Itlforme tle la Visita
OficialelospucblosdelDeparlanrento,..2()deseptiernbr.edel9lS.}'GNC]C-so.
..InÍilrme de comercitl y agriculnrra del Dis¡ri¡o tle Son:cinate,', i¡i?3. AGr'..CG-So,
86
t7 Ibid.
Barberena, Morutgrafi'as...sofisonate.37; Alcalde de Nahuizalco. "carta al Gobernador
del
8B
Departamento de Sonsonate sobre las pelclitlas rie ca1é'". 30 tle novienrbÉ de 1906'
AGS'

250
.:\, .1e Tlriiner socio de1 administrador del 89 Gobemadt¡r de Sonsonate, "lntbrme de la Visita Oficial a los pueblos del Departamento". 20 de
-' ¡.il: López, Estatil.stit:tt.. 46; N4ora' septiembre de 1913, AGN-CC}-SO.
90 Castro."Estadística".
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dirige al Nlinistro de Gobernación", 1892, 94 Gaceta Ofitial,25 de enero de 1862, p. 5l Gobernador de La Paz, A. Casrillo G., ,'Infbme.al
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98 Gobemador de Usulután, .losé de Parker, "lnfonne al Ministro de Gobernaciól". l8 de enero de
1I]94. AGM,CM-MG.
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102 Sinrón Sol, "Informe del Comisionado de Santiago de María", Diario Oftcia!.5 de cliciembre
de 1882, p. 730.
103 lbid.
j:-!:a concesión para construif una via
un¿1
101 Memorict...( I 892 ), 341.
rli-ir)ncs de Nahui;¿alco. Salcoatitan y El 105 Guzmán, Apuntamientos, 288.
106 Gobemador de Morazán, Francisco Ortiz, "Infbmle al Ministro de Fomento v Beneficencia".
2l de enero de 1890, AGN-CM I\.fG.
ila Oficial a 1os pueblos del Departamento", 107 Barbe¡ena, Monografías...Mora:in,76, 18,29, 32, 35.
108 El Salvador, Memoria,103.
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de 1860, ACN-CB, vol. l, doc. 50.
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¡i:¡ . 3[t de noviembre de 1906, AGS I 23 Barbererra. Morut gruJtu,;...Santa Ana, 16.

25r
124 Putnam, The Southland,234'
l25.,Marcelinaoonzá|e2."'ou"¡ocontraelalcaldedeElProgresoporhabérsele.acusadodeque' 4 rea-
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bradora clel General castilloi, 1gg0. ocs. otro
San Andrés"' 1 884' AGA'
1espor día. "Lista de los Trabajarlores en la Hacienda-
..Ñómina cle 1a N{ina Butters-Divisadero". 1914, AGN-CM-MG: vef tam-
126 Maúin. salvaior, rsr;
of Central America"' 214'289-91 '
bién: Jackson. "The Technokrgical Development
127 Thompson, Rttinbovt' Countries' 98-99'
MG'
tig "tnt ,rir.," cleJ gobernacior de U'sulután"' 1921 AGN-cll\{
'
1?g"LibrostlelnscripcióndeJornaleros"'1903-1909'AMSA;"MalcelinaGonzálezsequejacontrael
alc¿údec]eElProgresopo,l,,ubé,,.I"acusadodecluebr.adoradelGeneralCastillo,,"lS90.AGS. I ( I 5 de
,,secretaría ¿e la Junta á" ngri"rt,r* del Distriro de lzalco", BoLetin de Agricultura
I 30
enero de 1882):49.
CulturcL 1 étk:a'
1 3 I Una visión cliferente se encueotra en: Alvarenga'
132 Monterrey. Historia tle El Sabador' 1"300'
133 Ver: fnigtrt. "Oett Bondage"; Katz' "LaborCondilions"'
Diario Ofír:ittl' 10 de marzo de 1882' p'
134 "Se deroga la r"y qu. tt"Tio':'"t* ¿t agÍicultura"'
245.
135Ver:Alcaldedelzalco.samuelVeladcl'..CartaalGobernadorclelDepartamento,'.5desep-
tiembre de 1885. AGS'
que pa€lan en el presente año los cuatro reales"'
136 "Libro en qne consta e1 numero de personas
1852, AGN-(lA-So.
l3T..Elsr.lgnaciosequejadeqrreelalcaldedelshuatanamandadositarloparaquecomojtrrnalero
i896, AGS: Palmer. Central America, ll3
valla a 1os trabajos de n rrrá ¿.t General Regalado", de 1897'
chilara,,.Lisia;;;ozos quebrad.-res que rlebe dárseles cl¿ alta". 18 dejunio
l3g Hacienda
AGS.
I3S lbid.
l40"lntbrmedelgobernador'let]sulután"'1900'AGN-CM-MG:GobernaclordeUsulután'C':'
1908' AGN-CM-MG'
de diciembre de
Avilés, "Informe aI Ministro de Gobernación"' 16
,.l,lbrme ¿"t cot"rnujo. ¿e Ahuachapán'". 1900 y 1915. AGA; "lnfo1me <lel alcalde de Izalco"'
l4l
1900. A(is.
1900' AGS'
142 "Informe rnunicipal de Juayua",28 de mayo de
pinel. ..solicitucl a] Ministr.o ele Gobemación para clos Guardias Nacionales para su
143 Abraham
finca". 25 cle noviembre de l9i9' AGN-CM MG'
l;14 Ver: Alvarenga, Cultura ¡- ética'
l45...lresproductosagri,colasnacionales,..BoletíndeAgricultura2(26deoctubredet884):305.06.
r46 Ibid.
l47 Ver: L¿rmbert' Onze ntois'235'
148 Palmer, Central Ameríca' ll3'
t49"Ojeadarobr"lu".ono*íaruralsalvadoreñ:¿""BoletíndeAgricuLtttral(11182):276'
150 Grrzmán. A1tttntamientos, 269'
151 Martínez Fwes, Álbuttt de San S¿tlvador )'Sonta Ano'
152 Ward, Libro Azul,1(r4.246' 305'
2l Ver tambíén: "Nórnina de los
l53 Barberena, Unnog'off"' departanentales"'sctt Miguel'
31 de enero de 1898' AGN-CInip'
Socios del Banco lrrternacional del Salvador"'
AGN-CG-So'
15,1 "Clasifioación de establecimientos corterciales"' 1902'
155 Fonseca. Monogrolías de¡tartamerúales' 4O-41'
156.'solicitud.p.i.urour"iáexportacióndeazúcar".BoleríntieAgricultural(1882):249.
157 Gat:¿t¿L Oficial, 13 dejulio de l86l' p' 13'

l58 Long. Ra.ilwrtt':s of Central Anrcrit'a'

252

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