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mundo atlántico
Lauren Benton
Universidad de Nueva York
En la primavera de 1819, un barco llamado el Columbia zarpó del puerto de * Traducción de Roberto Breña.
Baltimore. Llegó al otro lado del Atlántico como el navío Arraganta, después de
haber adoptado el nombre probablemente escrito en la patente de corso. Ese
documento fue firmado por José Gervasio Artigas, quien era líder de las fuerzas
separatistas de la Banda Oriental del Rio de la Plata, autorizando al capitán del
Arraganta la captura de barcos portugueses y españoles. Un año después, testigos en
un tribunal de los Estados Unidos narraron la siguiente cadena de eventos: había
controversia en algunos detalles pero estaban de acuerdo en que antes de
apoderarse de un barco de bandera española, el Antelope, el Arraganta atacó a un
barco de esclavos norteamericano a las afueras de la costa del occidente de África.
Parte de la tripulación del Arraganta abordó el barco español y lo usó para atacar
otros tres barcos que llevaban esclavos. Rebautizado como elGeneral Ramírez (en
honor al caudillo de Entre Ríos, entonces aliado de Artigas), el barco navegó a
Brasil junto con el Antelope, que habían capturado, supuestamente en busca de
compradores para los africanos que llevaba a bordo. ElGeneral Ramírez naufragó
frente la costa de Brasil y, bajo el mando del norteamericano John Smith, el
Antelope, ahora llevando la bandera española, entró en las aguas de Estados Unidos,
donde fue interceptado frente a las costas de Florida con 283 esclavos a bordo.
Las décadas anteriores al caso del Antelope fueron de una guerra continua entre las
potencias del Atlántico, lo que provocó la militarización del espacio marítimo, un
aumento de los procesos judiciales para adjudicar las capturas de barcos en el
Atlántico y un amplio sistema de maniobras sobre los barcos “neutrales” y su
regulación, ya que los barcos cambiaban banderas y adoptaban otras estrategias
para incrementar sus posibilidades de evadir la captura o confiscación. Fueron
pocos los acontecimientos importantes que no fueron afectados por estas pautas.
Los abolicionistas tuvieron que tomar en cuenta las leyes marítimas en sus
esfuerzos para acabar con el comercio y los comerciantes de esclavos fueron 2Law, Lauren Benton, “Abolition and Imperial
1780-1820”, Journal of Commonwealth
obligados a adaptarse a las cambiantes presiones y restricciones legales.2 Las and Imperial History, n. 39 (2011).
revoluciones haitiana y estadounidense crearon, junto con la crisis del imperio
español, nuevas entidades para apoyar a los corsarios y generar nuevas
oportunidades para la circulación de importantes comisiones, como la que estaba a
cargo del capitán del Arraganta. Un creciente volumen de comercio a larga distancia 3 Marcus Rediker, Between the Devil and the
tuvo que ser manejado a través de esta matriz de legalidad incierta y de violencia Deep Blue Sea: Merchant Sea-men,Pirates, and the
potencial. Anglo-American Maritime World, 1700–1750
(Cambridge: Cambridge University Press,
1987); Jeffrey Bolster, Blackjacks: African-
El mundo marítimo era, al mismo tiempo, más que una carrera de obstáculos para
American Seamen in the Age of Sail
los comerciantes. Era parte integral de un amplio campo político y jurídico. Hasta (Cambridge: Harvard University Press,
hoy en día, los historiadores han señalado la conexión entre el Atlántico y los 1998). Es fácil moverse de los análisis
movimientos de independencia, al destacar el papel de los marineros en la detallados de tales patrones a unpunto de
circulación de las ideas revolucionarias. Los marinos desarrollaban y llevaban con vista románticodel radicalismo marítimo,
ellos ideas antiautoritarias mientras enfrentaban las fuerzas conjuntas del como en Linebaugh, Peter y MarcusRediker,
The Many-Headed Hydra: Sailors, Slaves,
reclutamiento forzoso para del trabajo en los barcos y el endurecimiento de los Commoners, and the Hidden History of the
regímenes disciplinarios de a bordo. Además, los trabajos en los barcos proveían a Revolutionary Atlantic (Boston: Beacon Press,
hombres que estaban en desventaja política y social, incluyendo muchos esclavos 2000).
libertos, con oportunidades para escapar de la opresión.3 Pero centrarse
exclusivamente en la circulación de ideas revolucionarias sería sólo contar una parte
de la historia. Los asuntos marítimos también tuvieron una gran carga simbólica y 4 Escritos sobre la política económica
práctica en la creación de nuevas entidades políticas. Los contemporáneos enfatizaban que el comercio era la base de
comprendían perfectamente que en gran medida la autoridad política dependía del un Estado saludable, incluso cuando
control de los puertos y el comercio que pasaba a través de estos.4 Patrocinar a los advertían contra la regulación excesiva y
corsarios era tanto una manera de promover y proteger el comercio como una reconocían el valor de la protección y el
patrocinio imperial. Jeremy Adelman,
estrategia para destruir el comercio de los enemigos y los rivales. Y dado que por Sovereignty and Revolution in the Iberian Atlantic
definición los corsarios dependían de la autorización de autoridades soberanas, sus (Princeton: Princeton University Press,
acciones anunciaban la existencia de nuevas entidades políticas y promovían su 2006), pp. 53-57. Los documentos que
integración en el régimen legal atlántico. Las disputas resultantes de los ataques fundaron los gobiernos sudamericanos
corsarios sirvieron, además, como una introducción a la diplomacia internacional. subrayaron la autoridad para controlar el
comercio, capacidad que Kenneth Maxwell
considera particularmente sobresaliente en
el atlántico sudamericano. Kenneth
Maxwell, “The Influence of the U.S.
Constitution on Latin America,” in
Kenneth W. Thompson, ed. The U.S.
Constitution and the Constitutions of Latin
America (Lanham: University Press of
America, 1991), pp. 3-31, en particular p. 28.
Este artículo explora la conexión entre el reto de definir a la soberanía en las 13 No haré un resumen del movimiento de
nuevas entidades políticas latinoamericanas y el apoyo a los corsarios durante los Artigas. El mejor resumen sigue siendo el
movimientos de independencia, y lo hace mediante el análisis de las ideas políticas de John Steet, Artigas and theEmancipation of
Uruguay (Cambridge: Cambridge University
de la Provincia Oriental bajo el dominio de José Gervasio Artigas y su activo Press, 1959); véase también M. Blanca París
patrocinio a corsarios entre 1816 y1820.13 Frecuentemente, Artigas defendía una de Oddone,“Presencia de Artigas en la
visión de soberanía popular oponiéndose al dominio europeo y al dominio regional Revolución del Rio de la Plata 1810- 1820,”
de Buenos Aires, pero también insistió en que la supervivencia de la Banda Oriental en Ana Frega y Ariadna Islas (eds.), Nuevas
dependía de su participación dentro de una entidad política regional compuesta y miradas en torno al artiguismo (Montevideo:
Departamento de Publicaciones de la
fue consistente con su parcial reconocimiento como autónoma por otros Estados e
Facultad de Humanidades y Ciencias de la
imperios. La primera visión necesitó un entendimiento de las capacidades de Educación de la Universidad de la
soberanía que podían ser concedidas dentro de estados compuestos; el segundo República, 2001), pp. 65-85.
objetivo dependió de la clara y directa aceptación de la Provincia Oriental como un
cuasiestado. Ambas estrategias estaban relacionadas con una concepción flexible de
la soberanía y tuvieron una importante e inesperada influencia dentro de la política
internacional, aunque no ha sido muy estudiada por los historiadores. Como se
mostrará en este artículo, el apoyo de Artigas a los corsarios hizo que en ambos
lados del Atlántico se preguntaran de manera explícita qué clase de soberanía
poseía la Provincia Oriental. La campaña de corsarios produjo, como resultado,
consecuencias de gran alcance internacional. Con autorizaciones firmadas por
Artigas, los barcos navegaban el mundo atlántico para atacar a otros barcos, lo que
ayudó a que la Provincia Oriental se estableciera como una entidad internacional.
En última instancia, la campaña también reforzó la idea de que los estados
latinoamericanos, incluyendo a los mayores rivales de Artigas, conformaban un
grupo que tenía un estatus internacional similar. En un nuevo contexto, esta
práctica abrió la posibilidad de que una entidad política podía trabajar en el ámbito
internacional con cierta legitimidad, pero con incertidumbre en cuanto al estatus de
su soberanía. Más que la creación del sentimiento protonacionalista, tal vez el
legado que se le debería acreditar a Artigas es la creación de la base legal para el
reconocimiento de un Estado-nación en la Banda Oriental.
Este planteamiento no sólo fue conservado sino reforzado durante el desarrollo del
imperio español. Por su propia naturaleza, el imperio era un proyecto que
involucraba una soberanía estratificada, pensada para que la autoridad legal fuera
del monarca a los oficiales coloniales. En efecto, la misma naturaleza divisible de la 18 Véase Benton, A Search for Sovereignty; y
soberanía, que llamaba la atención de los teóricos europeos, hizo posible que Jane Burbank y Frederick Cooper, Empires
autorizara a oficiales coloniales a ejercer su jurisdicción sobre casi todas las in World History: Power and the Politics of
Difference (Princeton: Princeton University
acciones que ocurrieran en los límites de los reinos del soberano. Este arreglo Press, 2010).
consistía en lazos imaginarios entre súbditos y soberanos, y entre comunidades
políticas y soberanos, en los cuales había obligaciones en ambas direcciones.18
Una de las nuevas ideas políticas fue la de 28 Ver la nota 19. La descripción del
crear una federación. Sin embargo, Buenos “fracaso” es difícil de evitar aun para los
Aires se imponía sobre el resto de las historiadores más sofisticados que escriben
provincias. Este mapa indica cómo se sobre la historia de la confederación en la
constituía dicha federación. Lucas Fielding región. Sobre estetema, ver Jeremy
Jr., United Provinces, 1817. David Rumsey Adelman, Sovereignty and Revolution in the
Historical Map Collection, Iberian Atlantic, p. 397.
www.davidrumsey.com
Podría ser tentador analizar tal retórica viéndola como evidencia de simples 29 Portillo, Crisis Atlántica, p. 116.
préstamos—y de una aplicación fallida— del lenguaje político y de estrategias
empleadas con mejores resultados en los nacientes Estados Unidos.28 De manera
incorrecta, esta aproximación nos hace pensar que los contemporáneos
consideraban como inevitable el surgimiento del Estado-nación.29 Además, no deja 30 Alberto David Leiva, “Sovereignty and
que se noten una serie de retos legales y políticos que surgieron de la nueva Federalism as Constituent Elements of
Argentine Nationality,” Rechts geschichte, núm.
configuración de la soberanía estratificada. A este respecto, tres puntos merecen 16 (2010), pp. 91-93.
una particular atención.
31 Esta es la frase de Leiva (una “confusión
El primero es que la confederación hizo que surgiera la pregunta de la naturaleza de entre ‘confederación’ y ‘federalismo’”).
los lazos legales y políticos entre las provincias. Incluso refiriéndose a los delegados Leiva,“Sovereignty and Federalism,” op. cit.,
de la asamblea constituyente como “diplomáticos” reconocía que las relaciones p. 92.
entre provincias pasaban por el derecho internacional.30 Concebir a las provincias
como Estados revela una profunda “confusión entre ‘confederación’y 32 Hendrickson, Peace Pact: The Lost World of
‘federalismo’.”31 Al parecer, este punto llamaría la atención sobre las diferencias the American Founding (Lawrence: University
entre el federalismo en el Río de la Plata y en los Estados Unidos. Sin embargo, esta of Kansas Press, 2007).
perspectiva puede servir igualmente para reforzar una interpretación del
constitucionalismo estadounidense como producto del entorno internacional,
como ha propuesto David Hendrickson, al entender que los Estados estaban
utilizando el derecho internacional para desarrollar un pacto de paz en la forma de
una constitución.32
Corsarios y soberanía
Para la segunda mitad del siglo XVIII, los convenios para la adjudicación de las
capturas de barcos en tiempo de guerra fueron relativamente coherentes a través
del mundo atlántico. Cada imperio tenía sus propias cortes de presa, o cortes de
almirantazgo, y todas las entidades políticas atlánticas reconocían un sistema
mediante el cual los captores llevaban a los barcos a cortes en los puertos bajo su
control. Ahí, los demandantes tenían la oportunidad de presentar evidencia para
que los barcos, o lo que llevaban a bordo, pudieran ser devueltos. Este marco
interimperial relativamente estable coexistió con un conjunto de normas inciertas y
cambiantes sobre los derechos de neutrales y con una mezcla de prácticas que
permitían que los dueños de los barcos, los mercaderes y los marineros evadieran
los procesos legales o frustraran las estrategias legales de sus rivales. Los corsarios
interpretaban de manera muy general los términos de sus patentes y evitaban las
cortes cuando les convenía. Los capitanes y tripulantes eran tan hábiles como sus
patrocinadores en las maniobras legales. Era posible comprar patentes de corso,
también “pintar” la nacionalidad de los barcos y cambiar los papeles de propiedad
de la mercancía, o simplemente maniobrar el paso de la mercancía de un barco a
otro. En particular, para Gran Bretaña la plaga de barcos enemigos navegando
como neutrales fue percibida como una amenaza directa y grave a los intereses
comerciales y un desafío a la capacidad y la autoridad de los tribunales del
vicealmirantazgo en todo el Imperio.
Como una estrategia para ampliar la guerra en contra de Portugal, la táctica de 40 Halsey fue eventualmente nombrado
mandar patentes de corso en blanco al Atlántico fue indudablemente efectiva. cónsul y John Quincy Adams, como
Secretario de Estado, se negó a ceder ante
Entre 1817 y 1820, cuando Artigas estuvo aislado entre dos fuerzas hostiles, la
las presiones de los senadores de Rhode
poderosa fuerza de ocupación portuguesa y el gobierno rival de Buenos Aires, las Island, el estado de Halsey, para su
patentes de Artigas empezaron a circular entre marineros en los puertos de los reincorporación, comentando en sus
Estados Unidos, especialmente en Baltimore, pero también en Savannah, Norfolk, memorias que Halsey “se había hecho tan
Charleston y Providence; además, fueron empleadas en cruceros en contra de la molesto para el gobierno de Buenos Aires
navegación ibérica a través del Atlántico y el Caribe. El gobierno de Buenos Aires, como habia sido para el suyo” (“had made
himself as obnoxious to theGovernment at Buenos
siguiendo su política de apoyo silencioso a la ocupación portuguesa, no sólo se Ayres as to his own.”). Memoirs of John Quincy
negó a adjudicarse capturas de barcos portugueses en su corte de presas sino Adams: comprising portions of his diary from
también hizo una queja oficial ante los Estados Unidos por el papel que había 1795 to 1848, vol. 5 (Nueva York: J.B.
tomado Halsey al hacer que las patentes de Artigas estuvieran ampliamente Lippincott & Co., 1875), p. 98.
disponibles.40 Al mismo tiempo, los cónsules ibéricos en los Estados Unidos
presionaban para influir en los líderes políticos de aquel país e intervenían en los 41 Kevin Arlyck, “Plaintiffs v. Privateers:
casos de presas llevadas ante sus cortes. En 1817, cuando los Estados Unidos Litigation and Foreign Affairs in the Federal
actuaron para restringir la entrada de los corsarios de Sudamérica en los puertos Courts, 1816-1825”, Law & History Review
(2012); Sean T.Perrone, “John Stoughton
estadounidenses, los corsarios comenzaron a descargar el botín en el mar desde
and the Divina Pastora Prize Case, 1816-
buques con bandera portuguesa, y empezaron a llevar sus capturas a las cortes de 1819”, Journal of the Early Republic, núm. 28
presa en Venezuela y el Caribe, especialmente a Juan Griego y Angostura.41 (2008), pp. 215-241.
Los procedimientos de presas desempeñaron un papel importante al proporcionar 42 En Juan Griego, el barco fue capturado
medidas de legitimidad al gobierno de la Provincia Oriental en un momento en que por amotinados de un barco que teniauna
ningún gobierno extranjero la había reconocido formalmente como una entidad patente de corso del gobierno de Buenos
política soberana. La influencia de los corsarios sobre el transporte marítimo fue Aires. El pretexto para este ataque fue que
el gobierno de Buenos Aires había
cada vez mayor. Consideremos la trayectoria corsaria de una sola nave, el Irresistible.
declarado a Danielscomo pirata porque no
El barco zarpó de Baltimore en 1818 como el Vacunia, probablemente ya con una devolvió todos los documentos cuando
patente de la Provincia Oriental en su poder. Bajo el mando de John Daniels, el renunció como corsario del gobierno de
Irresistible navegó al Río de la Plata, donde Daniels obtuvo una patente del gobierno Buenos Aires. Los amotinados fueron
de Buenos Aires. Primero tenía que documentar una venta falsa, recomprar el juzgados y condenados por piratería en la
Vacunia y cambiar su nombre al de Maipú —sin duda para preparar una reclamación corte de Baltimore, en el mismo mes que
una corte de Baltimore encontró a Daniels
posterior en la que Daniels no violaba ninguna de las leyes sobre la neturalidad de inocente de matar a un capitán británico
los Estados Unidos. Una vez en alta mar, empezó a atacar con la patente de la cuando el Irresistible detuvo su barco y
Provincia Oriental, argumentando que había regresado su patente original al disparó una andanada contra él. Ambos
gobierno de Buenos Aires. El barco fue rebautizado como el Irresistible, que casos parecen mostrar una política de
probablemente era el nombre que aparecía en la patente concedida por Artigas. protección hacia Daniels y otros corsarios
de Baltimore. Durante el procedimiento se
Danielsempezó así una temporada activa de ataques lucrativos a lo largo de la costa dijo que John Daniels era un ciudadano
brasileña. Al menos uno de los barcos capturados en la costa, el Flor de Santa estadounidense, pero la defensa insistió en
Catalina, fue enviado con una pequeña tripulación a la corte de presas de Margarita, que era un “capitán comandante de la
donde fue condenado. A finales de 1818, el Irresistible regresó a Baltimore, donde la marina republicana de la Banda Oriental”
fortuna acumulada por los corsarios impresionó a los locales y probablemente (“capitán comandante in the Banda oriental
republican navy”). Sobre el Irresistible, ver
inspiró a otras tripulaciones a obtener patentes de corso de la Provincia Oriental y a
Beraza, “Los corsarios de Artigas,” Revista
organizar viajes para capturar embarcaciones extranjeras. En diciembre, el barco Histórica, pp. 107-115; y Fred Hopkins, “For
volvió a la costa brasileña antes de dirigirse al norte para buscar botines entre Freedom and Profit: Baltimore Privateers in
Europa y África. Fue entonces cuando el Irresistible capturó el buque Paquete de the Wars of South American
Maranhao, un barco portugués de esclavos, así como el Nereyda, un bergantín Independence”, Northern Mariner/le marin du
español fuertemente armado, el cual fue escoltado a Juan Griego y llevado en nord, XVIII núms. 3-4 (2008), pp. 93-104.
Sobre el caso contra Daniels, ver William
marzo de 1819 a la corte de presas como una captura legal. En una travesía que Ogden Niles, Niles’ Weekly Register, vol. 17
había durado solamente catorce meses, el barco había capturado entre 16 y 29 (Baltimore: Franklin Press, 1820).
presas y había operado sin obstáculos en un puñado de puertos y en por lo menos
tres cortes de presas.42
43 Un miembro de la tripulación reportó
En la medida en que las patentes de corso circularon, docenas de otros barcos que el capitán se había hecho cargo del
barco después de que se detuvo en una
tomaron la misma ruta, aunque no todos tuvieron el éxito en número de presas de pequeña isla entre St. Thomas y Tórtola
el Irresistible. Las patentes de Artigas circularon por toda la región. Un pequeño para comprar esclavos traídos en un barco
buque, La Mouche, fue abordado por la marina británica cerca de Tórtola y pequeño por comerciantes locales. The
capturado junto con su capitán, Robert Mason, quien dijo ser residente de St. National Archives of Britain (TNA),
Thomas, pero enseñó una patente de corso firmada por Artigas.43 El barco General Colonial Office (CO) CO 318/82.
Artigas llegó en 1817 al puerto de Galveston con un barco capturado con 287
esclavos.44 Las patentes de corso no ofrecían entrada a todos los puertos, pero sí 44 William C. Davis, The Pirates Laffite: The
Treacherous World of the Corsairs of the Gulf
proveían de cierta protección legal a capitanes emprendedores que, como Daniels
(New York: Houghton Mifflin, 2006), pp.
en el Irresistible, esperaban convertir los viajes riesgosos y violentos en ganancias 320-321, 326.
rápidas.
La cuestión de la legitimidad del gobierno de La Provincia Oriental tuvo 45 Stanislaus Murray Hamilton (ed.), The
consecuencias políticas y legales urgentes. Como los británicos, el gobierno de los Writings of James Monroe (1817- 1823), vol. 6
Estados Unidos buscaba mantenerse neutral en el conflicto entre España y sus (Nueva York: G.P. Putnam’s sons), pp. 106-
colonias, una política necesaria por el deseo de evitar hostilidades con España, pero 113.
muy difícil de defender. Se definió a las primeras colonias españolas como
beligerantes en una guerra civil; en 1819, el presidente James Monroe comentó que
46 Adams buscó también conciliar el
la guerra avanzaba “en favor de las colonias”.45 Esta postura no fue sólo repetida reconocimiento de las provincias
por John Quincy Adams, como secretario de Estado, sino también consagrada en latinoamericanas con políticas convenientes
fallos judiciales sobre botines.46 a España. “Este reconocimiento no tiene el
propósito de invalidar ningún derecho
español, ni de afectar el empleo de cualquier
medio que aun pueda disponer o estar
capacitada para usar, con la intención de
unir estas provincias al resto de sus
dominios. Sólo es reconocer los hechos ya
existentes.” (“This Recognition is neither intended
to invalidate any right of Spain, nor to affect the
employment of any means which she may yet be
disposed or enabled to use, with the view of
reuniting those Provinces to the rest of her
Dominions. It is the mere acknowledgment of
existing facts”). Carta de John Quincy Adams,
Secretario de Estado, al Ministro de España,
Joaquín de Anduaga, Washington, 6 de abril
de 1822. Congreso de los Estados Unidos,
American state papers: Documents, legislative and
executive of the Congress of the United States,
parte 1, vol. 5 (Washington: Gales y Seaton,
1858), p. 350.
47 Ver Perrone, “John Stoughton and the
Divina Pastora Prize Case,” p. 223; The Divina
Pastora, Suprema Corte de los Estados
Unidos, 17 U.S. 52; 4 L. Ed. 512; 1819 U.S.
LEXIS 299; 4 Wheat. 52, 5 de febrero de
1819.
El Irresistible, que circulaba con una patente de corso emitida por Artigas, se
convirtió en el ejemplo a seguir por parte de otros corsarios, debido a la riqueza
de sus botines. Ferdinand VictorPerrot, Combat Soutenu par le Cape Malo
LenouvelCommt le Corsaire de St Malo l’ Amelie, contre 7 Peniches de la Fregate Anglaise la
Fortunee, 10 Fevrier 1811. Litografía, 21.4 x 26.9 cm. © National Maritime
Museum, Greenwich, Gran Bretaña.
Conclusión
Concentrándonos en el marco de la ley imperial y en las presiones de las rivalidades
interimperiales nos permite evitar la tentación de ver a los nuevos gobiernos
latinoamericanos como tratando simplemente de encajar en un orden internacional
preexistente, siguiendo los ejemplos de Europa y de los Estados Unidos. Este
enfoque nos demuestra que resultados que no hayan derivado en Estados e
independencia no fueron simplemente alternativas conservadoras o
compensatorias. Los líderes políticos vieron sus nuevas entidades políticas con
potencial de ser reabsorbidas por los imperios u otros Estados compuestos, y
entendieron que la combinación de capacidades asociada con las reivindicaciones
de soberanía podía variar considerablemente. En lugar de apresurarse a formar
Estados, estaban recurriendo a diversos modelos de gobierno para enfrentar un
mundo atlántico de imperios en guerra. 51 Armitage, Declaration of Independence, p.
89; Benton, “Abolition and Imperial Law”.
No podemos entender la época sin recuperar la gran cantidad de experimentos
políticos. Precisamente porque los imperios dependían de sistemas estratificados de
gobierno, los agentes políticos eran expertos en las posibilidades de una soberanía
parcial. Aún cuando defendían la independencia o anticipaban una conquista
imperial, se imaginaban otras formas de soberanía. Si miramos hacia atrás desde un
tiempo posterior, cuando las descripciones del orden mundial enfatizaban su
carácter internacional —es decir, su composición de múltiples estados firmando
tratados— podríamos olvidar fácilmente que en el siglo XIX existía una gran
variedad de entidades políticas con algunas de las capacidades de los Estados,
incluyendo el control sobre la política exterior y el patrocinio de la violencia
organizada. Al comprometerse en las luchas sobre las definiciones de las
capacidades legales de los Estados, los actores políticos se estaban involucrando en
una gran variedad de proyectos constitucionales, que tenían que ver tanto con las
luchasintraimperiales e interimperiales, como con las visiones revolucionarias y la
formación de nuevas naciones.
Dentro de esta mezcla, la pregunta de qué hacer con semiestadospatrocinadores de 55 Este punto no es solamente especulativo.
corsarios planteó directamente el problema de cómo reconocer las El reconocimiento del derecho del gobierno
confederaciones, los territorios rebeldes e incluso los puertos individuales como de Artigas a apoyar a los corsarios, aunque
actores internacionales. Por mucho tiempo retos similares persistieron en el orden no tenía cortes de presa, fue citado al
discutir el estatus internacional de la
global. El federalismo conservó su fuerza y a finales del siglo XIX regresó a una
Confederación. Por ejemplo, Sir William
posición central en el derecho internacional, cuando los juristas internacionales lo Vernon Harcourt, American Neutrality
consideraron una variante efectiva dentro de un continuum de distintos tipos de (Nueva York: s.l. 1865), 5. El punto más
arreglos en los que figuraban estados cuasisoberanos dentro de imperios.53 Si en el general respecto a la mezcla de
siglo XX un hombre de Estado pudo describir al Imperio británico como“el único autoritarismo y revolución ha sido adoptado
experimento exitoso de gobierno internacional”, esto fue posible porque la en el caso de Artigas porFrega, en “La
virtud y el poder”; para la revolución
soberanía estratificada de los imperios parecían servir como modelo para las haitiana por David Geggus en
relaciones legales internacionales, o un sistema global en el que la mayoría de los “TheCaribbean in the Age of Revolution”,
Estados no tenían plena autonomía o independencia soberana.54 en Armitage and Subrahmanyam, The Age
of Revolutions in Global Context, pp. 83-100,
Una última lección que se puede extraer de la extraña soberanía de la Provincia 96; y, en el mismo volumen, respecto a las
Oriental es que el liberalismo y la defensa de la consolidación política no siempre revoluciones latinoamericanas en general
por Jeremy Adelman, “Iberian Passages”, p.
aparecen juntos. En los Estados Unidos, la causa de los derechos de los estados fue 81.
asociado con la protección de la esclavitud; en el Río de la Plata, los revolucionaros
que hablaban de los derechos de los pueblos se opusieron a la centralización e
improvisaron un constitucionalismo provincial. Los términos usados, junto con las
acciones destinadas a promover una imagen de las provincias y las confederaciones
provinciales como actores internacionales, hubieran resultado familiares a una
figura como John C. Calhoun, quien apoyaba los derechos de los estados y la
secesión de los estados del sur en los Estados Unidos. Poner a Calhoun y a Artigas
en el mismo nivel puede parecer una herejía, pero deberíamos reconocer que los
intentos para dar legitimidad a las provincias también tuvieron consecuencias no
deseadas que harían estremecerse a los reformistas radicales.55
Esta tabla de banderas, usadas por los barcos de la época, sirvió como referencia
para determinar cuáles eran las entidades políticas reconocidas
internacionalmente y que, como tales, tenían la facultad de iniciar conflictos
bélicos y comerciar. Sin embargo, y para evitar ser aprehendidos por las
autoridades marítimas, cambiar la bandera de los barcos se volvió una práctica
frecuente. En esta tabla también están representadas algunas escenas de las
guerras marítimas. En particular, es relevante la batalla de julio 27 de 1778 (entre
los franceses y los británicos) y la batalla de Ushante entre la Belle Poule y el
Arethusa, que marcó el inicio de la intervención francesa en la guerra de
independencia de Estados Unidos. Tras haber ganado la guerra, los Estados
Unidos se volvieron una entidad política reconocida por otras potencias, de ahí
que aparezca su bandera en esta tabla. Tableau de Tous les pavillons que lon arbore sur
les vaisseaux dans les Quatre parties du monde, 1781. Grabado coloreado a mano, 59 x
86.5 cm (Chez Mondhare rue St. Jacques: París). Cortesía de la John Carter
Brown Library en la Universidad de Brown, EEUU.