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Tema 17.

Plan de emergencias ante un posible incendio

1. Plan de emergencias ante un posible incendio

1.1. Generalidades
Un plan de emergencia es la planificación y organización humana para
la utilización óptima de los medios técnicos previstos con la fi-nalidad de
reducir al mínimo las posibles consecuencias humanas y/o económicas que
pudieran derivarse de la situación de emergencia.
De este concepto se entiende que el plan de emergencia persigue mejorar los
recursos disponibles, por lo que su implantación implica haber dotado previa-
mente al centro o institución de la infraestructura de medios materiales o
técnicos necesarios en función de las características propias del edificio y de la
actividad que en el mismo se realiza. Ello a su vez comporta haber,
previamente, realizado una identificación y análisis de los riesgos o deficiencias
del edificio, imprescin-dible para conocer la dotación de medios de prevención-
protección que se pre-cisan en el mismo.
Sólo así, cuando el establecimiento está correctamente equipado, se puede
hablar de la implantación de un plan de emergencia si se quiere tener la certeza de
que éste va a ser operativo y eficaz. En caso contrario, dispondremos de un
documento más o menos correcto, pero inútil en su puesta en marcha. El Instituto
Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT), en su Nota Técnica de
Prevención NTP 361, dedicada a los planes de emergencia en lugares de pública
concurrencia, introduce su exposición contemplando que la sociedad actual posi-
bilita, e incluso convierte en habituales, situaciones que soportan grandes concen-
traciones de personas en distintas circunstancias y actividades de nuestro queha-cer
cotidiano: edificios administrativos, grandes superficies comerciales, centros
hospitalarios, recintos deportivos, etc. La aparición de una situación de emer-
gencia en este tipo de edificios e instalaciones podría dar lugar a consecuencias
graves o incluso catastróficas si previamente no se ha previsto tal evento y se han
diseñado medidas de prevención tendentes a evitar la aparición de siniestros y
medidas de protección complementarias encaminadas a minimizar las consecuen-
cias humanas y materiales que éstos pudieran provocar en caso de producirse.
El conjunto de medidas de prevención-protección previstas y/o im-
plantadas, así como la secuencia de actuaciones a realizar ante la aparición
de un siniestro deben estar normalizadas por escrito y ser conocidas por
todas aquellas personas que puedan verse afectadas es lo que vamos a
denominar como “PLAN DE EMERGENCIA”.
Por todo ello, es necesario partir de la base de que un hospital es muy difícil
de evacuar, en algunas situaciones imposible, por lo tanto, la precaución, un

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estricto cumplimiento y seguimiento de las normas de seguridad, así como una


mínima preparación para combatir cualquier emergencia, es la mejor forma para
conseguir que, en el centro hospitalario, no se llegue a producir ningún
accidente de importancia.
Es necesario partir de la base de que un hospital es muy difícil de evacuar, en
algunas situaciones imposible, por lo tanto, la precaución, un estricto cumplimien-to
y seguimiento de las normas de seguridad, así como una mínima preparación para
combatir cualquier emergencia, es la mejor forma para conseguir que, en el centro
hospitalario, no se llegue a producir ningún accidente de importancia.
El Plan de actuación ante Emergencias tiene como finalidad:
– Que no se materialice la situación que da origen al siniestro.
– Pero si ésta se presenta, organizar los recursos (humanos y técnicos) ne-
cesarios para la prevención y lucha contra riesgos como los incendios.
– Garantizar la evacuación de forma coordinada de los pacientes, ciudada-
nos en general y trabajadores y ciudadanos que se encuentran en nues-
tras instalaciones.
– Evitar pérdidas o daños a personas y/o bienes.
Por tanto, el objetivo de todo plan de emergencias es optimizar los recursos
disponibles, humanos y materiales, para así poder garantizar una intervención in-
mediata y una evacuación de las instalaciones, en caso de ser necesaria y viable.
El Plan de emergencias se debe elaborar en todas las empresas dónde exista
riesgo de producirse una situación de emergencia, para que, en caso de que se
produzca una situación extrema de riesgo (incendio, explosión, fugas de
contami-nantes químicos o biológicos, etc.), cada trabajador sepa lo que tiene
que hacer en cada momento, sin ninguna duda ni indecisión.

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Ante la peligrosidad de que ocurra un desastre, las medidas adoptadas para


mitigar sus efectos podrán restarle magnitud al riesgo. Existe diferencia entre
la peligrosidad y el riesgo de los desastres:
– La peligrosidad o amenaza de que ocurra un desastre es una condición
natural, generalmente no controlada por el hombre, a quien únicamente
le queda enfocar sus esfuerzos para tratar de predecir la ocurrencia del
mismo.
– El riesgo del desastre depende de la vulnerabilidad de las obras hechas por el
hombre y su magnitud dependerá únicamente de las medidas de prevención
que se hayan tomado con anterioridad para mitigar sus conse-cuencias. Así,
mientras la peligrosidad del desastre existe como condición natural, el
riesgo del mismo es creado por el hombre y puede ser a veces incrementado
por él, al descuidar en sus obras los aspectos de prevención.

1.2. Conceptos y definiciones


Los términos fundamentales utilizados en la Norma Básica de Autoprotec-ción
de los centros, establecimientos y dependencias, dedicados a actividades que
puedan dar origen a situaciones de emergencia, deben entenderse así definidos:
– Actividad: conjunto de operaciones o tareas que puedan dar origen a
accidentes o sucesos que generen situaciones de emergencia.
– Alarma: aviso o señal por la que se informa a las personas para que sigan
instrucciones específicas ante una situación de emergencia.
– Alerta: situación declarada con el fin de tomar precauciones específicas
debido a la probable y cercana ocurrencia de un suceso o accidente.
– Altura de evacuación: la diferencia de cota entre el nivel de un origen de
evacuación y el del espacio exterior seguro.
– Autoprotección: sistema de acciones y medidas, adoptado por los ti-
tulares de las actividades, públicas o privadas, con sus propios medios y
recursos, dentro de su ámbito de competencias, encaminadas a prevenir
y controlar los riesgos sobre las personas y los bienes, a dar respuesta
adecuada a las posibles situaciones de emergencia y a garantizar la in-
tegración de estas actuaciones en el sistema público de protección civil.
– Confinamiento: medida de protección de las personas, tras un acciden-te,
que consiste en permanecer dentro de un espacio interior protegido y
aislado del exterior.
– Evacuación: acción de traslado planificado de las personas, afectadas por
una emergencia, de un lugar a otro provisional seguro.

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– Intervención: consiste en la respuesta a la emergencia, para proteger y


socorrer a las personas y los bienes.
– Medios: conjunto de personas, máquinas, equipos y sistemas que sirven
para reducir o eliminar riesgos y controlar las emergencias que se
puedan generar.
– Ocupación: máximo número de personas que puede contener un edifi-cio,
espacio, establecimiento, recinto, instalación o dependencia, en fun-ción
de la actividad o uso que en él se desarrolle. El cálculo de la ocupa-ción
se realiza atendiendo a las densidades de ocupación indicadas en la
normativa vigente. No obstante, de preverse una ocupación real mayor a
la resultante de dicho cálculo, se tomará esta como valor de referencia.
E igualmente, si legalmente fuera exigible una ocupación menor a la
resul-tante de aquel cálculo, se tomará esta como valor de referencia.
– Peligro: probabilidad de que se produzca un efecto dañino específico en
un período de tiempo determinado o en circunstancias determinadas.
– Plan de Autoprotección: marco orgánico y funcional previsto para una
actividad, centro, establecimiento, espacio, instalación o dependen-cia,
con el objeto de prevenir y controlar los riesgos sobre las personas y los
bienes y dar respuesta adecuada a las posibles situaciones de emer-
gencias, en la zona bajo responsabilidad del titular, garantizando la in-
tegración de estas actuaciones en el sistema público de protección civil.
– Plan de actuación en emergencias: documento perteneciente al plan de
autoprotección en el que se prevé la organización de la respuesta ante
situaciones de emergencias clasificadas, las medidas de protección e in-
tervención a adoptar, y los procedimientos y secuencia de actuación
para dar respuesta a las posibles emergencias.
– Planificación: es la preparación de las líneas de actuación para hacer
frente a las situaciones de emergencia.
– Prevención y control de riesgos: es el estudio e implantación de las
medidas necesarias y convenientes para mantener bajo observación, evi-
tar o reducir las situaciones de riesgo potencial y daños que pudieran
derivarse. Las acciones preventivas deben establecerse antes de que se
produzca la incidencia, emergencia, accidente o como consecuencia de
la experiencia adquirida tras el análisis de las mismas.
– Recursos: elementos naturales o técnicos cuya función habitual no está
asociada a las tareas de autoprotección y cuya disponibilidad hace po-
sible o mejora las labores de prevención y actuación ante emergencias.
– Riesgo: grado de pérdida o daño esperado sobre las personas y los bie-nes
y su consiguiente alteración de la actividad socio económica, debido a la
ocurrencia de un efecto dañino específico.

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1.3. Niveles de emergencia


La actuación de cada profesional va a depender del nivel de emergencia en que
nos encontremos y del rol que tenga asignado para esta situación. Aunque aquella
puede condicionar o decidir el nivel que alcanzará el siniestro. Por tanto, en función
de la gravedad de la emergencia podemos clasificarlas en tres niveles:
– Nivel 1. Conato. Se produce la alerta.
– Nivel 2. Emergencia parcial. Se produce alerta local.
– Nivel 3. Emergencia general. Se produce alerta general.

Nivel 1. Conato
Situación en la que el riesgo o accidente que la provoca, puede ser controla-
do de forma sencilla y rápida, con los medios y recursos disponibles presentes
en el momento y lugar del incidente. Siempre deberá informarse de la situación
y de su resolución al responsable del Comité de Catástrofes. Asimismo, se
comunicará al Servicio de Mantenimiento que llevará un Registro de todos los
conatos de Emergencia sucedidos en el Centro.

Nivel 2. Emergencia parcial


Situación en la que el riesgo o accidente requiere para ser controlado la in-
tervención del equipo de intervención, formado por las personas designadas e
instruidas expresamente para ello; afecta a una zona del edificio y puede ser
necesaria la “evacuación parcial” o desalojo de la zona afectada. Supuestamente
habrá que trasladar pacientes del sector de riesgo a otra zona protegida, por po-
sible efecto de humo o llamas.
En caso de Emergencia parcial, el Comité de Catástrofes, además de las ac-
ciones generales enunciadas anteriormente, realizará las siguientes:
1. Apertura del Plan de Emergencia del Centro.
2. Control de llamadas por centralita telefónica.
3. Asegurar el mantenimiento de las vías de acceso al Hospital despejadas.
4. Cese de determinadas actividades: Urgencia, Bloque Quirúrgico, Sus-
pensión de Consultas, o aceleración de actividades como intervenciones
iniciadas, etcétera.
5. Preparar la posible evacuación, según normas que se detallan más ade-
lante.

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6. Activación del Equipo de Información, para ello el Servicio de Admisión


facilitará listado de los enfermos ingresados en la zona afectada.
7. Preparación del Área de Información a familiares.
8. Preparación de la Oficina de Información a la Prensa.
9. Alerta a los Servicios Centrales y Generales del
Hospital: ▷ Banco de Sangre.
▷ Laboratorios.
▷ Plantas de Hospitalización.
▷ Radiología.
▷ Laboratorios.
▷ Quirófanos. ▷
Reanimación. ▷
Centralita.
▷ Resto de servicios administrativos.
10. Redistribución interna de los Recursos Humanos existentes en el Centro.
11. Habilitación de espacios libres y zonas de seguridad. Necesariamente el
Plan de Catástrofes Internas de cada Centro contemplará la existencia de
zonas de seguridad en cada Área y la alternativa en caso de que sea ella
la afectada.
12. Dar instrucciones para efectuar el cordón de seguridad en torno al Hos-
pital e impedir la entrada de personas ajenas al Hospital.
13. Vigilar que se han tomado las medidas habituales para controlar el siniestro.
14. Suspender el funcionamiento de los ascensores (salvo el declarado para
uso de bomberos).
15. Cortar suministros de gases y fluidos, por el Servicio de Mantenimiento,
previa consulta y valoración de las zonas afectadas.

Nivel 3. Emergencia general


Situación en la que el riesgo o accidente pone en peligro la seguridad e in-
tegridad física de las personas y es necesario proceder al desalojo o evacuación
total o parcial. Requiere la intervención de equipos de alarma y evacuación y
ayuda externa. La Emergencia General podrá comportar la evacuación o aisla-
miento de determinadas áreas del Hospital y el traslado de pacientes.

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El Comité de Emergencias o Catástrofes desarrollará las acciones enun-


ciadas en la Emergencia Parcial y además las siguientes:
1. A propuesta de los Bomberos, pondrá en marcha la Evacuación parcial o
total del Hospital.
2. Dará las instrucciones oportunas para la localización y movilización
del Personal que, en virtud de su horario, no se encuentren físicamente
en el Centro.
La movilización del Personal Facultativo se hará de forma selectiva en
virtud de las dimensiones del siniestro y el área afectada. El Comité de
Catástrofes decidirá su número para la atención de enfermos evacuados
y la posibilidad de dar altas. La Dirección Médica deberá tener previsto
su propio sistema de localización del Personal Facultativo.
Los criterios para la movilización del Personal de Enfermería están en
función de su adscripción al área afectada, sobre todo por el
conocimien-to de los enfermos y la continuación de cuidados en el área
donde han sido evacuados. Cada unidad de Enfermería tendrá
establecido su pro-pio sistema de localización de personal fuera de
servicio. Es recomenda-ble que inicialmente sea movilizado el turno
siguiente de trabajo a aquel en que se produce la catástrofe. Asimismo,
se organizará un sistema de relevo para garantizar el necesario descanso.
La Jefatura de Personal Subalterno tendrá establecida la movilización de
Celadores, con criterios generales similares a los descritos para el Perso-
nal de Enfermería.
El Servicio de Mantenimiento igualmente tendrá que prever la moviliza-
ción del personal de Mantenimiento de tal forma que se garanticen las
necesidades adicionales de oxígeno, puntos de luz, etc.
La Dirección de Gestión tendrá su propio sistema preestablecido de mo-
vilización de Personal Auxiliar Administrativo.
El sistema de localización será telefónico, siendo por ello necesario que
el primer lugar a reforzar sea la Centralita telefónica. Es recomendable
que todos los teléfonos de personal estén en lugar accesible a cualquier
hora del día. El lugar más adecuado será la Centralita telefónica o el
Centro de Mando que designe el Hospital. En todo caso se dispondrá del
adecuado sistema de custodia, para garantizar que el acceso a dichos
datos quede restringido al Responsable del Comité de Emergencias o
Catástrofes y sólo en circunstancias especiales justificadas.
Es recomendable igualmente que en los Hospitales exista una posible al-
ternativa a la Central Telefónica, por si el siniestro le afectase directamen-
te. La sustitución podría venir por teléfonos "punto-punto" o emisoras de

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radio, para cuyo emplazamiento se recomienda, el lugar elegido como


Centro de Mando o el Área de Urgencias.
3. Aunque el Hospital deberá continuar atendiendo a las Urgencias vitales, el
Comité de Emergencias o Catástrofes dará orden de desviar a aquellos
pacientes que lleguen a Urgencias y que estén en condiciones clínicas que
permitan su derivación a otro Centro sanitario previamente designado.
4. Evaluar la necesidad de Expansión del Hospital. Para ello el Hospital
deberá contar previamente con determinadas zonas de seguridad que
puedan ser utilizadas para su posible expansión. Igualmente se contem-
plará la utilización de zonas adyacentes a éstas.

Tiempo de actuación
En caso de emergencia se realizan toda una serie de acciones para limitar
sus consecuencias: evacuar, intentar la extinción con medios propios, avisar a
bomberos, etc. Una de las claves en el éxito de dichas acciones es tener presente
que cualquier acción que vaya a tomar, implica un tiempo e retardo, durante el
cual la emergencia se ha desarrollado y su control se hace cada vez más difícil.
Los tiempos de detección, alarma y evacuación forman eslabones de una
cadena. La cadena puede romperse por el eslabón más débil y en ese caso el
plan fallará. Antes de alcanzar el punto de intervención transcurrirá un tiempo
invertido en detectar el incendio, alarmar a las personas que vayan a intervenir y
en que dichas personas se preparen y preparen los medios apropiados.

1.4. Criterios básicos del plan de emergencias


Para todos son conocidas las terribles circunstancias que rodean a los incen-dios
en edificios, cuando las vías de evacuación han sido inutilizadas por el fuego, humo
y elementos de obstrucción, quedando atrapadas personas en el interior.
La necesidad de planificar las situaciones de emergencia es vital e impres-
cindible, debiendo contar con planes de emergencia para las diferentes contin-
gencias, naturales y artificiales; sin importar lo baja que sea la posibilidad de
que sucesos tales como incendios, explosiones, derrames de sustancias
químicas, etc. puedan producirse. Así, todo plan de emergencia debe ser básico,
flexible, cono-cido y ejercitado, debiendo haber sido probado y actualizado.
1. Básico: Todo plan de emergencia debe permitir ofrecer una primera
respuesta de emergencia a todos los supuestos que se consideren como
razonablemente posibles. Esta respuesta debe ser completa, a pesar de su
sencillez, lo que significa que debe funcionar por sí sola. Debe contemplar

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Tema 17. Plan de emergencias ante un posible incendio

las tareas de rescate y salvamento, clasificación, atención y evacuación


de los heridos.
Sobre esta respuesta inicial debe acoplarse de manera ordenada toda la
ayuda exterior que vaya llegando a la zona siniestrada, permitiendo la
realización de tareas más complejas y, sobre todo, dotando a la
respuesta de emergencia de una mayor potencia en sus objetivos:
rescate, clasifica-ción, atención y evacuación de heridos.
2. Flexible: La respuesta del Plan a cada una de las facetas contempladas
ha de ser flexible a las necesidades del momento, permitiendo una
rápida transferencia de recursos humanos y materiales hacia otros
aspectos que pudieran necesitarlos. Ello supone que si en algún
momento no existie-ra fuego en la zona crítica, el equipo de bomberos
debería comenzar a realizar el rescate de las víctimas, apoyando desde
un inicio las tareas de clasificación y atención a los heridos.
De esta forma, sin los heridos son rescatados uno por uno, el equipo de
clasificación de heridos resultará sobredimensionado, necesitando ser
re-ajustado a las necesidades de cada momento. El hecho de que el plan
sea flexible no quiere decir que fomente la improvisación, pues debe
intentar contemplar por anticipado las necesidades variables de cada
tipo de res-puesta, preparando a los equipos de atención de emergencias
(policías, bomberos, protección civil, rescate especializado...) en las
tareas más sen-cillas junto con los demás equipos que van a trabajar con
ellos. Aun así, la respuesta improvisada colaborativa es la menos mala
de las respuestas a un problema, cuando no se ha contemplado ninguna
respuesta especí-fica para la situación.
3. Conocido: Si no, difícilmente puede ser eficaz. Por tanto, todo el Plan
debe incluir la forma en que se dará a conocer a las personas involucra-
das, así como la periodicidad de estas acciones.
4. Ejercitado: Si se pretende que una determinada persona o grupo rea-
lice una acción es necesario que conozca su función y prepararla para
que sea capaz de llevarla a cabo con la eficacia necesaria. Por esto, todo
el Plan de Emergencia debe llevar anexo un Plan de formación y capa-
citación.
5. Probado: Una vez que el plan es conocido y que el personal ha sido
formado en la respuesta que de ellos se espera, el Plan debe ser probado
mediante simulacros de emergencia de una manera parcial o completa.
Los simulacros parciales permiten probar la respuesta del plan en deter-
minadas áreas sin necesidad de movilizar a todas las personas involucra-
das. Los simulacros generales dan una valoración global de la eficacia
del plan, pero su organización es compleja y costosa.

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Tras la realización de cualquier tipo de simulacro se debe organizar una


reunión de cada una de las áreas operativas para valorar la eficacia del
plan en cada área concreta, y finalmente una reunión con un represen-
tante de todas las áreas que valore la eficacia global del Plan si el simu-
lacro ha sido general.
6. Actualizado: Todo Plan debe ser regularmente actualizado con objeto de
ajustarse a los cambios surgidos debidos al medio ambiente o circuns-
tancias particulares. La periodicidad con que el Plan debe ser revisado
depende de lo cambiante de las circunstancias, pero, con carácter gene-ral,
se acepta como correcto el carácter anual de este tipo de revisión.

1.5. Plan de seguridad contra incendios


La seguridad del hospital es responsabilidad de todos. Cada persona que
desempeña un cargo dentro del hospital es indispensable para garantizar la ade-
cuada prestación de los servicios y la seguridad en caso de desastres. Se debe
tener en cuenta que la seguridad contra incendios debe gestionarse como cual-
quier otra actividad de la empresa.
Es lógico que legalmente sea exigible un plan de emergencia que incluya,
como mínimas funciones organizadas:
1. La extinción de conatos de incendio al menos a nivel de extintores.
2. El aviso a bomberos y evacuación de personas que puedan resultar afec-
tadas, en caso de que el conato no que controle.
3. La recepción e información a bomberos. Para ello deberá disponerse
como mínimo de:
▷ Una cadena detección-alarma de inicio del incendio.
▷ Extintores en número, tipo y ubicación adecuados, correctamente
mantenidos y personal formado y adiestrado en su manejo, que se-
pan qué se puede hacer con un extintor y qué no se puede hacer.
▷ Posible alerta a la persona encargada de avisar a los bomberos, infor-
mada de las condiciones en que debe dar el aviso.
▷ Alarma general de evacuación.
▷ Información previa a las personas que deben evacuar de cómo, cuán-
do y por dónde deben hacerlo.
▷ Señalización, acceso despejado a los caminos y caminos de evacua-
ción suficientes, racionales y estancos a humo y llamas durante el
tiempo suficiente. Ineludiblemente, toda persona que pueda verse

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Tema 17. Plan de emergencias ante un posible incendio

involucrada en una emergencia, debe ser avisada con antelación de


qué debe hacer y cómo realizarlo.
Ineludiblemente, toda persona que pueda verse involucrada en una emer-
gencia, debe ser avisada con antelación de qué debe hacer y cómo realizarlo. La
realización de simulacros periódicos permitirá probar la fiabilidad del sistema,
entrenar a las personas y corregir posibles deficiencias.
Actualmente, tras la entrada en vigor de la Norma Básica de
Autoprotección, aprobada mediante el Real Decreto 393/2007, de 23 de marzo,
con alcance para todas aquellas actividades, centros, establecimientos, espacios,
instalaciones y dependencias recogidas en su Anexo 1, se regulan los Planes de
Autoprotección como documento que establece el marco orgánico y funcional
previsto para un centro, establecimiento, espacio, instalación o dependencia,
con el objeto de pre-venir y controlar los riesgos sobre las personas y los bienes
y dar respuesta ade-cuada a las posibles situaciones de emergencia, en la zona
bajo responsabilidad del titular de la actividad, garantizando la integración de
estas actuaciones con el sistema público de protección civil.
Esta Norma Básica de Autoprotección, como señala el artículo 3.1 del Real
Decreto 393/2007, recoge las obligaciones de autoprotección que serán exigidas
como norma mínima o supletoria.
La elaboración de los planes de autoprotección previstos en la Norma Bási-
ca de Autoprotección se sujetará a las siguientes condiciones:
a) Elaborar el Plan de Autoprotección correspondiente a su actividad, de
acuerdo con el contenido mínimo definido en el anexo II y los criterios
establecidos en el apartado 3.3 de esta Norma.
b) Presentar el Plan de Autoprotección al órgano de la Administración Pú-
blica competente para otorgar la licencia o permiso determinante para la
explotación o inicio de la actividad.
c) Desarrollar las actuaciones para la implantación y el mantenimiento de la efi-
cacia del Plan de Autoprotección, de acuerdo con el contenido definido en el
Anexo II y los criterios establecidos en esta Norma Básica de Autoprotección.
d) Remitir al registro correspondiente los datos previstos en el anexo IV de
esta Norma Básica de Autoprotección.
e) En los centros, establecimientos, espacios, instalaciones y dependencias
del apartado anterior se podrá admitir un plan de autoprotección integral
único, siempre que se contemplen todos los riesgos particulares de cada
una de las actividades que contengan.
f) Los titulares de las distintas actividades, en régimen de arrendamiento, con-
cesión o contrata, que se encuentren físicamente en los centros, estableci-

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Tema 17. Plan de emergencias ante un posible incendio

mientos, espacios, instalaciones y dependencias que deban disponer de plan


de autoprotección, de acuerdo con lo establecido en el anexo 1, deberán
elaborar, implantar e integrar sus planes, con sus propios medios y recursos.
La Norma Básica de Autoprotección nos da el siguiente concepto de auto-
protección: se entiende como autoprotección al sistema de acciones y medidas
encaminado a prevenir y controlar los riesgos sobre las personas y los bienes, a dar
respuesta adecuada a las posibles situaciones de emergencia ya garantizar la inte-
gración de estas actuaciones con el sistema público de protección civil. Estas accio-
nes y medidas deben ser adoptadas por los titulares de las actividades, públicas o
privadas, con sus propios medios y recursos, dentro de su ámbito de competencia.

1.6. Primeros auxilios a los accidentados


Se entiende por primeros auxilios el conjunto de actuaciones y técnicas que
permiten la atención inmediata de un accidentado, hasta que llega la asistencia
médica profesional, a fin de que las lesiones que ha sufrido no empeoren.
Existen 10 consejos que se deben tener en cuenta, siempre, como actitud a
mantener ante los accidentes:
1. Conservar la calma. No perder los nervios es básico para poder actuar
de forma correcta, evitando errores irremediables.
2. Evitar aglomeraciones. No se debe permitir que el accidente se trans-
forme en un espectáculo.
3. Saber imponerse. Es preciso hacerse cargo de la situación y dirigir la
organización de la situación hasta que llegue el equipo médico
4. No mover al herido. Como norma básica no se debe mover a nadie que
haya sufrido un accidente, hasta estar seguro de que puede realizar
movimientos sin riesgos de empeorar las lesiones ya existentes.
5. Examinar al herido. Se debe efectuar una evaluación primaria, que
consistirá en determinar aquellas situaciones en las que exista la
posibili-dad de la pérdida de la vida de forma inmediata.
Posteriormente, se procederá a realizar la evaluación secundaria o, lo
que es lo mismo, controlar aquellas lesiones que pueden esperar la llega-
da de los servicios profesionales.
6. Tranquilizar al herido. Los accidentados suelen estar asustados, des-
conocen las lesiones que sufren y necesitan a alguien en quien confiar
en esos momentos de angustia.
7. Mantener al herido caliente. Cuando el organismo humano recibe una
agresión, se activan los mecanismos de autodefensa implicados, en

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Tema 17. Plan de emergencias ante un posible incendio

muchas ocasiones, la pérdida de calor corporal. Esta situación se


acentúa cuando existe la pérdida de sangre, ya que una de las funciones
de ésta es la de mantener la temperatura interna del cuerpo.
8. Avisar a personal sanitario. Este consejo o recomendaciones se tra-
duce como la necesidad de pedir ayuda con rapidez, a fin de establecer
un tratamiento médico lo más precozmente posible.
9. Traslado adecuado. Es importante acabar con la práctica habitual de la
evacuación en coche particular, ya que, si la lesión es grave, no se puede
trasladar y se debe atender "in situ" y si la lesión no es grave, quiere
decir que puede esperar la llegada de la ambulancia.
10. No medicar. Esto es facultad exclusiva del personal médico.

1.7. Activación del sistema de emergencia


La rápida intervención ante un accidente puede salvar la vida de una perso-
na o evitar el empeoramiento de las posibles lesiones que pueda padecer. Ante
cualquier accidente hay que activar el sistema de emergencia (P.A.S.). Este
procedimiento está formado por las iniciales de tres actuaciones para empezar a
atender al accidentado: PROTEGER AVISAR SOCORRER.
Proteger: antes de actuar hay que asegurarse que tanto el accidentado como
la persona que le atiende, están fuera de todo peligro.
Avisar: siempre que sea posible hay que avisar a los servicios sanitarios de
la existencia del accidente, de esta forma se activará el sistema de emergencia.
Es muy importante dar la ALERTA de forma correcta y estructurada, para ello se
tiene que tener muy claro: quién tiene que avisar, cómo tiente que dar el
mensaje y a quién debe dar el mensaje.
Los teléfonos de emergencia deben estar visibles y fáciles de localizar: ambu-
lancia, bomberos, policía, hospital, instituto de toxicología, servicio de emergen-
cias, mutua. Recuerda que el 112 es el teléfono para cualquier tipo de emergen-cia
(sanitaria o no sanitaria), a nivel de la Comunidad Europea. Inmediatamente
después de avisar se comienza a socorrer hasta que llegue la ayuda.
Socorrer una vez que se ha protegido al herido y se ha avisado del acciden-
te de forma correcta, se procederá a actuar sobre el accidentado reconociendo
sus signos vitales siempre por este orden:
1.º Conciencia.
2.º Respiración.
3.º Pulso.

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Tema 17. Plan de emergencias ante un posible incendio

Las distintas emergencias requerirán la intervención de personas y medios


para garantizar en todo momento:
– La detección y alerta: Mediante la alerta se comunicará, de la forma más
rápida posible, la situación de emergencia para poner en acción a la
organización humana establecida en el centro, con el fin de garantizar su
intervención y la toma de precauciones específicas. Ante una situación
de emergencia por incendio, ésta podrá ser humana o automática.
– La alarma: Mediante la cual se informa a las personas para que sigan
instrucciones específicas ante situaciones de emergencia, por ejemplo, la
evacuación del centro en caso un incendio incontrolado. La perso-na
encargada de dar la alarma dispondrá de un listado de teléfonos de
emergencias: Centro de atención de urgencias y emergencias (112), etc.
– La intervención: Para el control de las emergencias deben constituirse los
equipos humanos necesarios para garantizar la intervención ante la
misma con el fin de proteger y socorrer a las personas y los bienes.
– Recepción de las Ayudas externas: La coordinación e información entre
el personal de centro y la ayuda externa es fundamental para con-trolar
la emergencia.

1.8. Plan de evacuación


Si a pesar de las medidas de prevención se origina un incendio y aun tenien-do
en cuenta de que la evacuación es tarea sumamente difícil, habrá situaciones en las
que ineludiblemente tenga que procederse a evacuar el edificio, ya sea de forma
parcial o total. En dicha evacuación se tendrá muy en cuenta la tipología y patología
de los pacientes y en función de éstos, de los medios disponibles, y del lugar hacia
donde se realice la evacuación, se elegirá un método de traslado u otro.
Todos los profesionales del centro sanitario permanecerán en su puesto de
trabajo hasta recibir órdenes de la persona que dirija la evacuación. Para reali-
zar una adecuada evacuación se deberá seguir las siguientes medidas:
– Mantener la calma y no provocar situaciones alarmistas.
– Eliminar obstáculos en puertas y rutas de evacuación.
– Emprender la evacuación con rapidez, por las salidas identificadas para
ello, sin gritos ni aglomeraciones.
– Intentar no llevar objetos personales.
– No recuperar ningún objeto que se caiga durante el traslado.
– Promover la ayuda mutua.
– No volver a entrar en el área abandonada después de ser evacuada.

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Tema 17. Plan de emergencias ante un posible incendio

– Mantener el orden y la tranquilidad en las áreas de seguridad.


– Cerrar puertas y ventanas.
– Desconectar enchufes.
– Mantener libre la línea telefónica.
Todo el personal en la medida de sus posibilidades deberá participar en la eva-
cuación de los pacientes. Como norma general el personal Facultativo dirigirá la fase de
preparación de los pacientes, determinará el orden de prioridad, el método de traslado y
ayudará a la preparación de los pacientes que lo requieran; el per-sonal de enfermería se
encargará de asegurar la identificación de los pacientes, su tratamiento “vital” posterior
y de disponer lo necesario para el método de traslado elegido; el personal Auxiliar de
Enfermería y Celadores ayudarán en lo que se les re-quiera por parte de Facultativos y
enfermeras y además informarán a los pacientes y a los familiares que permanezcan en
las habitaciones a la espera de instrucciones.
En la fase previa a la evacuación se debería haber desalojado a los
familiares que no pudiesen colaborar en la evacuación. Durante la fase de
evacuación todo el personal colaborará en las tareas de movilización de
pacientes, no obstante, puede ser necesaria la presencia de ayudas externas
como Bomberos y otras fuerzas o efectivos de ayuda exterior.
Es muy importante que todo el personal este correctamente informado sobre
el Plan de Autoprotección del Centro y formado sobre las técnicas de traslado
de pacientes.

1.9. Métodos de traslado de pacientes


La elección del método de traslado de enfermos estará en función del estado
y patología del paciente, de su edad, y otras características importantes. Los
tras-lados de enfermos pueden realizarse en modo horizontal o vertical.
Toda evacuación debe comenzarse, en principio, en horizontal, en la propia
cama del enfermo. Está claro que la manera más rápida de trasladar a los enfer-
mos y además la más cómoda y segura para ellos y la que requiere menor es-
fuerzo físico por parte del personal, es hacerlo en su propia cama, o bien en una
silla de ruedas. Sin embargo, en caso de incendio difícilmente pueden
trasladarse así, por varios motivos:
– Porque las camas no caben en el área adonde se trasladan los enfermos.
– Porque es necesario una evacuación vertical, además o en lugar de la
horizontal.
– Porque no se puede disponer del número suficiente de sillas de ruedas de
forma inmediata.

435
Tema 17. Plan de emergencias ante un posible incendio

La elección del método de traslado más apropiado será realizada por el Fa-
cultativo responsable de la Unidad y en su ausencia por el/la Supervisor/a de la
misma, teniendo en cuenta los siguientes factores:
– Tipo de paciente a evacuar y dificultades específicas.
– Especial dificultad en Traumatología, Psiquiatría y Unidades de Críticos.
– Trazado de la vía de evacuación a seguir.
– Zona de seguridad y distancia a la misma.
La evacuación de los pacientes que no pueden desplazarse por sí mismos se
hará en su cama (horizontal) hacia la zona de seguridad previamente marcada, o
se utilizará cualquiera de los medios de traslado vertical que se describen a
continuación:
a) Métodos de levantamiento (figura 1): Consiste en transportar al pa-
ciente sin ningún medio auxiliar. Es realizado por una o dos personas.
Este método es el más rápido y el de menos esfuerzo, pero naturalmente
sólo puede ser empleado para áreas pediátricas o para enfermos de poco
peso. Así, puede ser:
1. Levantamiento por una persona.
2. Levantamiento a hombros por dos personas (modo arrastre).
3. Levantamiento por las extremidades por dos personas.
4. Levantamiento a hombros por dos personas (modo silla):
• Con dos manos.
• Con tres manos.
• Con cuatro manos.
b) Métodos por arrastre indirecto (figura 2): son bastante rápidos y los
más seguros y confortables para el paciente. Tienen como inconveniente
que requieren esfuerzo y entrenamiento por parte del personal que lo
ejecuta. Pueden ser:
1. Arrastre con silla por una persona.
2. Arrastre con silla por dos personas en evacuación horizontal.
3. Arrastre con silla por dos personas en evacuación vertical.
4. Arrastre con colchoneta.
c) Métodos de arrastre directo (figura 3): Consiste en trasladar al enfer-mo
utilizando un medio auxiliar, como una manta, sábana, sillón, etc. Este
método es el recomendado por los expertos, cuando hay gran cantidad de
humo. Requiere bastante esfuerzo físico y un previo entrenamiento del

436
Tema 17. Plan de emergencias ante un posible incendio

personal. Con preparación previa, puede ser utilizado incluso para trasla-dar
varios niños a la vez. No son confortables para el paciente. Pueden ser:
1. Arrastre por las muñecas por una persona.
2. Arrastre por las axilas por una persona.
3. Arrastre con manta:
a) Por una persona.
b) Por dos personas.

1 2 3

4 Figura 1:
Métodos de
traslado de
pacientes po
levantamien
Figura 1. Métodos de

traslado de pacientes por


levantamiento.

1 2 3

4 Figura 2 :
Métodos de
traslado por
arrastre indi-
recto.
Figura 2. Métodos de

traslado por arrastre


indirecto.

1 2 3

4 Figura 3 :
Métodos de
traslado por
arrastre direc
Figura 3. Métodos de
to.
traslado por arrastre
directo.

437
Tema 17. Plan de emergencias ante un posible incendio

1.10. Prioridades en la evacuación


El orden de atención, en función del cual se asiste a los accidentados, en
caso de existir múltiples víctimas, se realizará estableciendo prioridades de
asistencia, basadas en los distintos niveles de urgencia. En cualquier caso, la
vida es siempre prioritaria, incluso sobre la conservación de los miembros.
Como criterio general en la evacuación de los enfermos se define el
siguiente orden:
– Pacientes que puedan desplazarse por sí mismos.
– Pacientes encamados que no pueden moverse por sí mismos, que estén
más alejados de la zona de salida.
– Pacientes impedidos más próximos a la zona de salida.
Se evacuarán siempre primero los pacientes, y después si es posible a los
bienes materiales, comenzando por la documentación y siguiendo por los que
puedan contribuir a agravar el siniestro y por los que puedan ser necesarios para
a asistencia a los afectados.
El triage es la función de clasificación de las víctimas antes de recibir la asis-
tencia necesaria, siguiendo criterios de gravedad y peligro vital, lo que permite la
selección y distribución de los accidentados en categorías o grupos, asignándoles un
orden de prioridad para acceder a los medios asistenciales disponibles.
El triage debe hacerse en el mismo lugar del accidente. Estará justificado
cuando exista una gran desproporción entre las necesidades de los accidentados
y los medios de asistencia disponibles, sobre todo, en grandes catástrofes.
Se emplearán tarjetas de colores para identificar a las víctimas y asociarles
una prioridad. En estas tarjetas aparecerá el nombre de la víctima, si se conoce,
el número de prioridad (puede distinguirse también por el color de la tarjeta), el
esquema anatómico de sus lesiones y patologías.

Código de colores de triage


– Tarjeta roja. Establece la prioridad absoluta. La víctima requiere asisten-
cia en menos de cinco minutos y evacuación inmediata por el riesgo que
corre su vida.
– Tarjeta amarilla o de primera urgencia. El tratamiento no debe demo-rarse
por la sintomatología del paciente, pero no supone un riesgo vital
inmediato. Requiere atención en menos de seis horas, si se trata de una
catástrofe, pero si se trata de un accidente individual, la atención se rea-
lizará en 10-15 minutos.

438
Tema 17. Plan de emergencias ante un posible incendio

– Tarjeta verde. Son las urgencias sin prioridad, como fracturas menores,
heridas leves, estrés psíquico, quemaduras menores, etc. Es patología
leve no urgente que puede demorar la atención al paciente.
– Tarjeta negra. Se otorga a los pacientes ya cadáveres o a los que se con-
sideran desahuciados y no recuperables. La asistencia, en caso de catás-
trofe, puede demorarse 18 horas; si se atiende a una urgencia individual
no debe demorarse la asistencia más de una hora.

1.11. Los equipos de emergencia


Los equipos de emergencia constituyen el conjunto de personas especial-
mente entrenadas y organizadas para la prevención y actuación en caso de si-
niestros dentro de un Hospital, según el Plan de Autoprotección establecido.
Para ello las personas que integran estos equipos deberán:
1. Estar informados del riesgo particular y general del lugar donde desarro-
llen su actividad.
2. Estar formados convenientemente según el papel a desarrollar. La for-
mación irá desde el conocimiento por todo el personal del manejo de un
extintor, a la instrucción más concreta de un número reducido de
trabajadores (según las dimensiones del Centro) para resolver determi-
nados siniestros, grupo en el que podría recaer el detectar las anomalías
provocadoras de siniestros.
3. Conocer los medios materiales de protección a su alcance, así como su
utilización y manejo.
4. Conocer la secuencia de acciones que debe realizar, que será primero
dar la alarma y posteriormente luchar contra el siniestro (fuego,
derrumba-miento, etc.). La pauta de actuación para el personal que es
testigo de un incendio o cualquier otro siniestro, y salvo que un paciente
esté en riesgo inmediato, es dar la alarma, bien sea con pulsador,
teléfono, etc., y poste-riormente realizar las acciones más adecuadas,
activar extintor, trasladar enfermos, cerrar ventanas, etcétera.
Aunque cada Equipo de Emergencia tiene funciones específicas, es también
responsabilidad de todos sus componentes las siguientes funciones generales:
– Estar informados del riesgo general y particular correspondiente a las
distintas zonas del Edificio.
– Comunicar las anomalías que observen y verificar que sean subsanadas.
– Conocer las instalaciones, los medios de protección, los primeros auxilios
y sus normas de empleo y uso.
– Cumplir las funciones específicas asignadas a cada uno de los equipos.

439
Tema 17. Plan de emergencias ante un posible incendio

Los equipos de emergencia considerados necesarios para un Hospital son:


– Equipo de alarma y evacuación (EAE).
– Equipo de primeros auxilios (EPA).
– Equipos de intervención: de primera y de segunda intervención (EPI, ESI).
– Equipos de apoyo (EA).

Equipo de alarma y evacuación (EAE)


Equipo formado por trabajadores encargados de garantizar que se ha dado la
alarma y asegurar una evacuación total y ordenada del centro. Colaboran para
que el proceso de salida o desalojo del edificio se realice de acuerdo con las ins-
trucciones del Plan de Evacuación. Actúa en situación de emergencia de nivel 3,
de “alarma general” y siempre que se active el Plan de Evacuación siguiendo las
siguientes instrucciones de carácter general para sus componentes:
– Cada uno en la zona que se le asigne, transmite tranquilidad pero actuan-
do con firmeza para conseguir una evacuación rápida y ordenada.
– Cuida de que todos cumplan las instrucciones generales del Plan de Eva-
cuación.
– Cumplen las instrucciones específicas que se le hayan asignado, antes de
abandonar la zona.

Equipo de primeros auxilios (EPA)


Este equipo prestará los primeros auxilios a los lesionados por la emergencia y
mientras llega la ayuda externa. Deberá estar capacitado para decidir la aten-ción a
prestar a los heridos de forma que las lesiones que presentan no empeoren y
proceder a la estabilización de los lesionados graves, a fin de ser evacuados.
Asimismo, debe tener el criterio de priorización ante la atención de lesiones. De-
berán tener formación y adiestramiento continuados en emergencias médicas,
urgencias médicas, inmovilización, movilización y transporte de heridos.

Equipos de intervención
Es el equipo especialmente constituido para intervenir en el control de la si-
tuación de emergencia y, por tanto, sus componentes son personas instruidas en
técnicas de extinción de incendios, primeros auxilios y en los aspectos generales
que intervienen en el control de situaciones de emergencias.

440
Tema 17. Plan de emergencias ante un posible incendio

El Equipo de Intervención se constituye en los distintos turnos y todos los


días del año. En situación de Emergencia:
– Atienden cualquier emergencia para la que se les solicite.
– Se desplazan al punto que se les indique de forma inmediata.
– Actúan siguiendo las instrucciones del Jefe de Intervención.
Dentro de este equipo nos podemos encontrar dos niveles:
– En una primera intervención debe ser realizada por las personas presen-tes
en el lugar donde se inicie el incendio: Equipo de Primera Inter-
vención (EPI). Equipo formado por, al menos, dos trabajadores que
intervienen de forma inmediata ante la situación de emergencia con el
fin de eliminarla o impedir su extensión. Para ello, todo el personal re-
cibirá instrucciones generales de empleo y uso de los mismos. Tendrán
una misión preventiva ya que conocerán las normas fundamentales de la
prevención de incendios. Combatirán conatos de incendio con extintores
portátiles en su zona de actuación.
– No obstante, los trabajos de extinción y control de un incendio que no es
apagado en sus fases iniciales, serán realizados por el Equipo de Se-
gunda Intervención (ESI) y dirigidos por el Jefe de Intervención. Este
segundo nivel actuará cuando la emergencia no pueda ser controlada por
el EPI, además prestará su apoyo a los servicios de ayuda exterior
cuando sea necesaria su intervención.

Equipo de apoyo (EA)


Trabajadores encargados de prestar ayuda a otros equipos durante la emer-
gencia, a criterio del jefe de la emergencia. Estos trabajadores no forman parte
de ninguno de los equipos de intervención establecidos de antemano. Preferen-
temente está formado por personal de mantenimiento, que asumen las funciones
de apoyo que le solicite el Jefe de Emergencia. En situación de emergencia
están físicamente disponibles en el Centro de Coordinación de Emergencias, a
la espe-ra de que se le requiera para algún servicio que sea necesario realizar.
Jefe de Intervención
Valorará la emergencia y asumirá la dirección y coordinación de los equipos
de intervención. Dependerá del jefe de emergencia.
Es la persona que asume la máxima responsabilidad técnica de las acciones
contra el siniestro, hasta la llegada de los servicios de apoyo externo.
Coordinan-do los equipos de intervención para optimizar las actuaciones sobre
las causas y consecuencias derivadas de la emergencia y conseguir su control.

441
Tema 17. Plan de emergencias ante un posible incendio

Es la persona responsable de coordinar al Equipo de Intervención para opti-


mizar las actuaciones sobre las causas y consecuencias derivadas de la emergen-
cia y conseguir su control.
En contacto con el Jefe de Emergencia, le informa de la situación y solicita las
necesidades que se le presenten. Colabora con los Servicios Externos, informándo-
les y proporcionándoles cuanto precisen de los medios de protección disponibles.
Jefe de Emergencia
Persona designada por la Dirección Gerencia, responsable única, con auto-
ridad y capacidad de gestión para activar el Plan, de acuerdo con lo establecido
en el mismo, declarando la correspondiente situación de emergencia,
notificando a las autoridades competentes de Protección Civil, informando al
personal, y adoptando las acciones inmediatas para reducir las consecuencias
del accidente o suceso. En situación de emergencia:
– Declara la situación de “emergencia general”.
– Coordina desde el Centro de Coordinación de Emergencias.
– Ordena la ejecución del Plan de Evacuación.
– Pide ayuda exterior.
– Declara el fin de la situación de emergencia.
El Jefe de Emergencia es el máximo responsable de la coordinación
operativa de los Equipos de Emergencia.

442
Tema 17. Plan de emergencias ante un posible incendio

Centro de Coordinación de emergencias


Es donde se reciben las llamadas de alarma y desde donde se movilizan los
recursos necesarios para el control de la emergencia.
Debe ser el punto o lugar más idóneo siempre en condiciones de recibir la
llamada o la señal de alarma y desde donde activar el Plan de Emergencia.
El Centro de Coordinación de Emergencia (CCE) debe se situarse en la
Recepción/Atención al Usuario. No obstante, en situación de emergencia, el
director del Plan de Autoprotección o el Jefe de Emergencia puede decidir un
emplazamiento distinto para coordinar los trabajos, a la vista de las condiciones
y circunstancias que se generen.
Cadena de mando: Independientemente de la estructura organizativa que
se disponga, según las características del edificio y su ocupación, la cadena de
mando se establece de acuerdo con el siguiente organigrama:

Director del Plan


de Autoprotección

Jefe
Emergencia

Centro
Control

Jefe
Intervención

(EPI) (ESI) (EAE) (EPA) (EA)


Equipo de Primera Equipo de Segunda Equipo de Alarma Equipo de Equipo de Apoyo
Intervención Intervención y Evacuación Primeros Auxilios
(si el centro lo
requiere)

443
Tema 17. Plan de emergencias ante un posible incendio

2. Medidas preventivas. Conceptos básicos

2.1. Introducción
Actualmente, el número de accidentes debidos a incendios en España, crece
alarmantemente. La Incorporación de nuevos procesos productivos, con el uso de
más equipos eléctricos, mayores presiones y temperaturas, y productos plásti-cos o
sustancias químicas. La automatización de procesos, que reduce la presen-cia
humana y por tanto la vigilancia. Los sistemas de organización, que eliminan los
muros y los departamentos estancos, para obtener mayor productividad.
Este incremento en los incendios provoca pérdidas materiales (destrucción
de instalaciones, bajadas de la producción, pérdida de clientes) y lo más impor-
tante, daños humanos. Por estas razones, la seguridad en el trabajo intenta,
como objetivo prioritario prevenir la aparición del incendio, y como segunda
medida, una vez iniciado el siniestro, controlarlo y sofocarlo lo más
rápidamente posible, para reducir al máximo sus consecuencias.

Cadena del incendio

Inicio

Propagación

Consecuencias

Prevención Protección

Evita el inicio del Limita la propagación


fuego y las consecuencias del
incendio

444
Tema 17. Plan de emergencias ante un posible incendio

2.2. El fuego
El fuego es una reacción (en cadena) química de oxidación, con carácter
exo-térmico entre un combustible y el oxígeno (comburente); siendo necesario
para que se inicie tal reacción un aporte de energía (calor) o foco de ignición.
En un incendio intervienen, por regla general, una serie de factores:
1. Un combustible que debe encontrarse en estado de vapor o gaseoso por
regla general o en estado incandescente en los menos casos.
2. El oxígeno del aire u otro comburente que se mezcla con el combustible
en un fenómeno de difusión.
3. La mezcla referida en el apartado anterior requiere una temperatura o
energía de activación para que se produzca la combustión.
4. No se originará una sola combustión, sino que progresivamente se van
generando sucesivas combustiones, en forma de reacción en cadena.
Gráficamente se puede representar por un tetraedro, en el que cada cara
corresponda a cada una de los factores que acabamos de señalar.

Calor Comburente

Reacción en
cadena
Combus ble

– Comburente: oxígeno. Se requiere aproximadamente un 16%, normal-


mente el aire contiene un 24%, aunque algunos materiales combustibles
tienen suficiente oxígeno como para apoyar la combustión.
– Calor: la temperatura para empezar la reacción, que puede provenir de
una llama abierta (originada por el sol, una superficie caliente, chispas,
arcos eléctricos...) o como fruto de la fricción, de la acción química, de
compresión de gases, o de energía eléctrica.

445
Tema 17. Plan de emergencias ante un posible incendio

– Combustible: pueden ser sólidos (carbón, madera, papel, tela, azú-car...),


líquidos (alcohol, aceite, barniz, pintura, gasolina...), o gases (pro-pano,
butano, hidrógeno, acetileno, gas natural).
– Reacción en cadena: en esta reacción se generan:
▷ Productos de combustión: Humos, Gases, y Residuos sólidos.
▷ Productos residuales: Vapor de agua, CO y Calor, en cantidad supe-
rior al precisado inicialmente como energía de activación.

2.3. Tipos de fuego


Uno de los riesgos a los que es necesario prestar mayor atención es el de in-
cendio. En un incendio las personas se pueden ver afectadas por los siguientes
riesgos:
– Humos y gases calientes.
– Insuficiencia de oxígeno.
– Calor.
– Quemaduras.
– Pánico.
Los materiales se presentan en tres estados: sólido, líquido y gaseoso. En
fun-ción del estado físico de los materiales combustibles definen los tipos de
fuegos que nos podemos encontrar. Así existen diferentes tipos de fuego:
– Clase A: Combustibles sólidos (madera, cartón, papeles, telas)
– Clase B: Combustibles líquidos (ceras, parafinas, grasas, alcohol, gaso-
lina)
– Clase C: Combustibles gaseosos (acetileno, metano, propano, butano, gas
natural)
– Clase D: Materiales con un comportamiento especial como pueden ser los
metales (sodio, potasio, magnesio, aluminio en polvo)
Los incendios pueden sen provocados por varios motivos:
– Origen eléctrico: puede ser producido por el calentamiento de una
instalación eléctrica provocada por un cortocircuito o una sobrecarga.
– Utensilios de fumadores: provocadas por cigarrillos, cerillas encendi-das,
mecheros.

446
Tema 17. Plan de emergencias ante un posible incendio

– Orden y limpieza: La suciedad puede ser origen de un incendio al acu-


mularse grasa o polvo en superficies calientes, elementos de máquinas
en movimiento, en circuitos eléctricos, o en otra forma de energía.
– Llamas abiertas: provocadas por chispas provocadas por el contacto de
máquinas herramientas.
– Superficies calientes: provocada por fricción y contacto con superfi-cies
calientes.
– Ignición espontánea: Conocemos que el carbón en contacto con la
humedad provoca un calentamiento espontáneo del mismo. Así mismo,
un trapo empapado de grasa en aceite se va calentando con el transcurso
del tiempo.
También se han producido siniestros al entrar en reacción dos sustancias
incompatibles entre sí.
– Actos vandálicos: Los incendios provocados.

2.4. Fases del incendio

I. Fase de inicio
Conjunción de los factores determinantes del fuego con intensidad
suficiente, para provocar la ignición del combustible (combustible, comburente
y energía de activación).

II. Fase de propagación


Evolución del incendio en el tiempo y en el espacio. El incendio se puede
propagar:

Horizontalmente (propagación horizontal)


Se transmite en un mismo nivel y está favorecida por la existencia de:
– Puertas.
– Ventanas.
– Huecos en las paredes.
– Falsos techos.
– Conducciones, etc.

447
Tema 17. Plan de emergencias ante un posible incendio

Verticalmente (propagación vertical)


Se transmite en distintos niveles y está favorecida por:
– Apilamiento de material combustible.
– Escaleras.
– Ascensores.
– Patios interiores.
– Conductos de ventilación o de instalaciones.
– Ventanas superpuestas en fachadas.

2.5. Efectos del fuego sobre el organismo


Podemos clasificar los efectos del fuego sobre el organismo según las carac-
terísticas del mismo:
– Por la producción de calor: quemaduras, tanto externas (piel, pelos, mu-
cosas, ojos, etc.) como internas (vías respiratorias).
– Por la liberación de gases: intoxicación por CO y otras sustancias tóxicas
desprendidas (sulfuro y cianuro de hidrógeno, amoniaco, dióxido de ni-
trógeno, acroleína, fosgeno…)
– Lesiones por impacto, en las explosiones y deflagraciones, por Ia onda
expansiva. Produce lesiones en tímpano, fracturas óseas, contusiones y
estallidos de órganos internos.

2.6. Principales medidas preventivas


Entre las medidas preventivas para evitar los incendios encontramos:
– Almacenar solamente el material combustible imprescindible para la jor-
nada o turno en los puestos de trabajo.
– No arrojar al suelo ni a los rincones trapos impregnados de grasa, espe-
cialmente si en los alrededores hay materiales inflamables.
– Recoger y retirar periódicamente los residuos en recipientes apropiados.
– Disponer de bandejas de recogida para los casos de derrame de líquidos
inflamables, y de aspiración localizada de los vapores combustibles
(qui-rófanos y laboratorios).
– Efectuar trasvases de líquidos inflamables de modo seguro (laboratorios).

448
Tema 17. Plan de emergencias ante un posible incendio

– Controlar la existencia de fuentes de electricidad estática.


– Mantenga la limpieza y el orden: extremar el orden y la limpieza para
evitar la acumulación de materiales de fácil combustión y propagación
del fuego.
– Respete rigurosamente todas las normas y prohibiciones establecidas.
– No efectúe conexiones o adaptaciones eléctricas, salvo las ejecutadas por
técnicos acreditados.
– Haga uso racional de las instalaciones, no sobrecargándolas, no conec-
tando equipos ajenos, observando las anomalías que podamos encon-
trar, comunicándolas al Servicio de Mantenimiento.
– Evite acumular materiales combustibles, que no sean imprescindibles para
la actividad.
– Evite almacenar conjuntamente elementos que puedan reaccionar entre sí,
ni materias inflamables en locales distintos a los indicados y en reci-
pientes completamente aislados.
– Observe la prohibición de fumar en todas las dependencias del centro
sanitario, así como introducir cerillas, mecheros y teléfonos móviles en
las zonas de alto riesgo.
– Combustibles alejados del calor: todos los elementos que desprendan calor.
– Son fuentes de incendio. No cubrir nunca nada con papeles, pañuelos...
– Comprobar los medios a nuestro alcance: asegurarse de que todas las
medidas están en su sitio y bien señalizadas, además, hay que conocerlas.
– Tener las vías de evacuación libres de obstáculos. Hay que comprobar que
pasillos, escaleras, puertas y salidas están siempre libres de obstáculos.
– Almacenamiento correcto de diferentes artículos. Esto contribuye a re-
ducir riesgos, mantener siempre cerradas las áreas de almacenamiento.
– Como medida de seguridad la señalización tiene carácter de protección
pasiva, siendo fundamental para prevenir siniestros y para acometer una
evacuación con garantías.
Una eficaz señalización de seguridad debe incluir:
– Información sobre la zona del edificio en que se está, con planos del tipo
«Usted está aquí».
– Identificación de salidas y señales indicativas de direcciones de evacua-
ción, las cuales deben estar libres de obstáculos.
– Indicación del emplazamiento de los medios de protección contra incendios.
– Señales de prohibido fumar.

449
Tema 17. Plan de emergencias ante un posible incendio

– Información sobre medidas de prevención de riesgos.


– Información sobre normas elementales de actuación en caso de catás-
trofe.
– Señalización de zonas que presentan un riesgo especial de incendio.
– Las vías de evacuación prioritaria y alternativa, si la hubiera.
– La localización de los medios de alarma y extinción de incendios más
próximos (estos últimos deben están revisados periódicamente).
Se disponen señales a tener en cuenta en caso de emergencia. Funda-
mentalmente serán objeto de señalización:
– Las vías de evacuación y salidas.
– Itinerario de salida más próximo que corresponde a su área.
– La localización de los medios de detección, alarma y extinción disponi-
bles.

Características de las señales relativas a la lucha contra incendios:


– Forma rectangular o cuadrada.
– Pictograma blanco sobre fondo rojo (el rojo deberá cubrir como mínimo el
50% de la superficie de la señal)

450
Tema 17. Plan de emergencias ante un posible incendio

Características de las Señales de salvamento o socorro:


– Forma rectangular o cuadrada.
– Pictograma blanco sobre fondo verde.

3. Medios técnicos de protección

3.1. Normativa sobre protección anti-incendios


en los establecimientos sanitarios
La protección anti-incendios en los Establecimientos Sanitarios viene regu-
lada en la Orden de 24 de octubre de 1979, sobre Protección Anti-incendios en
los Establecimientos Sanitarios (BOE de 7 de noviembre de 1979). Al ser una
normativa esencial, debe conocerse de manera íntegra:

451
Tema 17. Plan de emergencias ante un posible incendio

El creciente riesgo, de incendio en los Establecimientos Sanitarios, tanto de


construcción antigua como reciente y la dimensión de sus posibles efectos en lo
que respecta a pérdidas humanas y materiales, hace necesario poner en práctica
un plan de adecuación de sus servicios de Prevención y Extinción a las
exigencias de seguridad actuales.
Algunos edificios sanitarios, entre ellos fundamentalmente el Hospital,
deben considerarse como no evacuables, ya que en los mismos se internan
enfermos que en razón de su estado físico, psíquico o edad tienen disminuida o
imposibi-litada su capacidad de autodefensa; por esta razón, se considera
imprescindible que todos los Centros posean, además de los elementos
mecánicos de preven-ción y lucha contra el fuego necesarios, un Plan de
evacuación total o parcial para el caso en el que se produzca un siniestro que,
por sus características, no pueda ser controlado de forma inmediata.
Como consecuencia de lo expuesto y en función de una operatividad prag-
mática, se considera que, para adoptar nuestras Instituciones al nivel de segu-
ridad deseable, la planificación de la Prevención y Lucha contra el Fuego debe
realizarse a través de las etapas siguientes:
– Inmediata: Elaboración de unas normas mínimas de viable cumplimien-
to que creen conciencia del problema y cuya repercusión económica esté
al alcance de todos los Centros Sanitarios.
– A medio plazo: Elaboración y puesta en práctica de un programa com-
pleto de Lucha contra el Fuego en varios centros que sean represen-
tativos y acordes con la diversidad asistencial existente en el territorio
nacional.
Como complemento de las actuaciones antes citadas, se procederá, en cola-
boración con los Organismos competentes y en función de la experiencia adqui-
rida, a la redacción de unas Normas y Recomendaciones completas y realistas
de carácter general y específico para la protección anti-incendios de Centros
Sanita-rios existentes y de nueva construcción.
En virtud de lo expuesto, este ministerio, a propuesta de la Dirección
General de Asistencia Sanitaria, previo informe de la Comisión Central de
Coordinación Hospitalaria, y de acuerdo con lo establecido en el Real Decreto
2177/1978, de 1 de septiembre, tiene a bien disponer lo siguiente:
1. Los proyectos de Edificios Sanitarios de nueva construcción deberán
adaptarse a los principios técnicos generales de la Norma Tecnológica
de la Edificación IPF/1974 «Instalaciones de protección contra el
fuego», recogidas en la Orden del Ministerio de la Vivienda de 26 de
febrero de 1974 y demás disposiciones que la complementen.

452
Tema 17. Plan de emergencias ante un posible incendio

2. Todos los Hospitales y Establecimientos Sanitarios comprendidos en la


aplicación del Real Decreto 2177/1978 deberán cumplir, en el plazo de
un año, las siguientes normas que se consideran de carácter mínimo:
a) Elaborar y poner en práctica en colaboración con los Servicios Téc-
nicos del Municipio, un plan de Emergencia contra incendios que
comprenda:
• Las medidas de prevención necesarias para evitar la producción
de incendios.
• La definición de la secuencia de actuaciones del personal y
usua-rios al declararse un fuego.
• La determinación de rutas y formas de evacuación de zonas del
edificio o su totalidad en caso necesario la difusión de este Plan,
por escrito, a usuarios y personal y la colocación de forma fácil-
mente visible, de un resumen de las actuaciones inmediatas en
caso de incendio en los locales habitualmente ocupados por el
personal del Centro, en zonas de alto riesgo, en habitaciones de
pacientes, en salas de espera, en pasillos y vestíbulos.
b) Formar al personal en los aspectos tanto de prevención como de de-
tección, en las normas de actuación ante el fuego y en la evacuación
del Centro de acuerdo con el Plan de Emergencia ante Incendios.
3. El mencionado Plan se remitirá al Servicio de Extinción de Incendios
del área en que se encuentre enclavado el Centro Sanitario y a la
Delegación Territorial del Ministerio de Sanidad y Seguridad Social de
la respectiva provincia.
4. Siempre que sea posible, con independencia de las líneas telefónicas de
uso normal, se establecerá una línea telefónica directa, cabeza-cola entre
el Centro Sanitario y el Servicio de Extinción de Incendios de la
localidad donde se encuentre el establecimiento.
5. La Dirección del Centro Sanitario adoptará de inmediato, las disposi-
ciones necesarias para asegurar la libre circulación de los vehículos del
Servicio de Extinción de Incendios y su aparcamiento cerca de la puerta
de acceso, escaleras exteriores, bocas de incendios o hidrantes externos.
6. El Centro Sanitario entregará al Servicio de Extinción de Incendios, que
le corresponda, una copia de los planos actualizados del edificio con
indi-cación de los extremos siguientes: Vías de evacuación previstas en
el Plan de Incendios, situación de equipos de extinción fijos o móviles y
zonas de alto riesgo de vida o de fuego.
Una copia de esta documentación se situará en un armario cerrado, para uso
exclusivo de los Bomberos, ubicado en la entrada del edificio. Anual-

453
Tema 17. Plan de emergencias ante un posible incendio

mente, o al efectuarse obras de reforma que supongan cambios sustan-


ciales en la organización de locales, se actualizarán estas colecciones de
planos.
7. Todo Centro Sanitario dispondrá, siempre que sea técnicamente factible,
de una toma de agua directa para uso exclusivo de los Servicios de Ex-
tinción de Incendios.
8. Todo establecimiento dispondrá de un sistema de alarma interior -pulsa-
dor de alarma, teléfono, intercomunicador o radio- que permita informar
rápidamente de la existencia de un incendio al Centro de comunicacio-
nes de la Institución, desde donde se iniciará instantáneamente la ejecu-
ción del Plan de Incendios.
9. Todas las vías de evacuación disponibles y las puertas de acceso a ellas
deberán señalizarse adecuadamente y permanecerán siempre despeja-
das de cualquier obstáculo. Las puertas que no deban utilizarse para la
evacuación llevarán la indicación «Sin salida». Las puertas de salida de
emergencia estarán dotadas de un dispositivo de apertura de fácil mane-
jo, permitiéndose los pasadores interiores por tabla y prohibiéndose los
sistemas de cierre de pasador por canto o cerradura.
El sistema de cierre utilizado no deberá sufrir defectos de
funcionamiento por efectos del calor.
10. La Institución dispondrá como mínimo, de una dotación de extintores
manuales en razón de uno por cada 200 metros cuadrados y no menos
de dos por planta. Los extintores se situarán de tal forma que la distancia
a ellos desde cualquier punto no exceda de 25 metros, en casos genera-
les y de 15 metros cuando se trate de zonas de almacenaje de productos
inflamables. Estos requisitos deberán adecuarse a las necesidades espe-
cíficas de cada zona, a nivel de riesgo y al tipo de incendio que pueda
producirse.
11. La Dirección del Centro Sanitario organizará y se responsabilizará del
mantenimiento de los sistemas mecánicos de seguridad contra
incendios, tanto en sus aspectos de prevención, como de detección,
extinción y eva-cuación.
Para control de los mismos llevará un registro de las revisiones realizadas.
12. En las zonas de mayor probabilidad de producción de incendios, en
aquellas en las que el incendio pueda tener graves consecuencias para la
vida de las personas y en las áreas asistenciales, se establecerá la prohi-
bición de fumar.
13. La Dirección del Centro deberá mantener un registro de cualquier tipo
de incendio que se produzca en el que se definan sus características.

454
Tema 17. Plan de emergencias ante un posible incendio

Los datos del siniestro deberán comunicarse de forma inmediata, a la


Delegación Territorial del Ministerio de Sanidad y Seguridad Social de
la provincia donde se encuentre el Centro.
14. Cada Institución deberá adoptar todas las medidas a su alcance para
evitar la difusión del humo fuera de los sectores donde pueda producirse
un incendio.

Disposiciones finales

Primera
Con el fin de valorar las posibles dificultades técnicas y el alcance económico,
tanto de las actuaciones inmediatas como de las previstas a mayor plazo, se de-
signarán unos Centros de actuación prioritaria, en los que se pondrá en práctica, de
forma inmediata, las exigencias de la presente Orden, así como la elaboración de un
plan completo de defensa contra incendios. Los Centros responderán a las
siguientes características: Un Hospital de más de setecientas camas incluido en un
complejo sanitario, un Hospital de unas 250 a 400 camas, un Hospital de me-nos de
cien camas, un Hospital General de más de 300 camas construido hace más de 50
años, un Hospital Psiquiátrico y un Ambulatorio o Policlínica.
A este fin, se establecerán las previsiones económicas necesarias para llevar
a cabo, en estos Centros designados, un Plan Anti-incendios y evaluar los resul-
tados de las diferentes actuaciones.

Segunda
Los Servicios Técnicos del Ministerio de Sanidad y Seguridad Social en co-
laboración con otros Organismos competentes, de acuerdo con la experiencia
adquirida en la puesta en práctica de la Disposición Final anterior, redactará las
Normas Generales y Recomendaciones específicas de protección anti-incendios
en Establecimientos Sanitarios, así como un Plan de actuación a corto y largo
plazo para adecuar en aquellos casos que sea preciso de forma progresiva y
económicamente factible los Centros en funcionamiento a las exigencias de las
Ordenanzas anti-incendios de las zonas en que estén enclavados y a las necesi-
dades propias y exclusivas de la función que desempeñen.

Tercera
Los Establecimientos Sanitarios, afectados por las disposiciones anteriores,
que a la entrada en vigor de esta Orden no dispongan de los requisitos mínimos

455
Tema 17. Plan de emergencias ante un posible incendio

expuestos, deberán cumplimentarlos en un plazo de doce meses con las excep-


ciones siguientes: La señalización se acometerá de forma inmediata y deberá
estar concluida en un plazo máximo de dos meses y la dotación de extintores
portátiles deberá completarse en un período máximo de cuatro meses.

3.2. Medios técnicos de protección


Los medios técnicos de protección se clasifican básicamente en dos tipos:
– Las medidas de protección pasivas: que constituyen la estructura de los
edificios (pasillos y escaleras que faciliten la evacuación y que enlen-
tezcan el avance del fuego, luces de alumbrado de emergencia, etc.).
Con la protección pasiva se pretende conseguir, mediante el diseño y
compor-tamiento de los elementos constructivos ante el fuego, la
ventilación del edificio y la geometría del mismo, evitar la propagación
del incendio y garantizar la vida de las personas.
– Las medidas de protección activas que constituyen las instalaciones de
protección contra incendios. Una vez se ha producido el fuego, debe-
mos actuar lo más rápidamente posible para apagarlo. Esto se consigue
estableciendo eficaces sistemas de detección y alarma, y un adecuado
plan de extinción. La forma más adecuada de establecer un sistema efi-
caz de detección y alarma y extinción, consiste en conocer bien tanto la
actividad productiva, como el edificio donde se realiza, para identificar
los posibles orígenes del incendio y los lugares más vulnerables, y
escoger los dispositivos más adecuados que permitan avisar de su
presencia, para actuar en consecuencia.
El Real Decreto 1942/1993, de 5 de noviembre, aprueba el Reglamento de
instalaciones de protección contra incendios.
Los aparatos, equipos y sistemas empleados en la protección contra incen-
dios se caracterizan porque su instalación se hace con la expectativa de que no
han de ser necesariamente utilizados y, por otra parte, los ensayos efectuados
para contrastar su eficacia difícilmente pueden realizarse en las mismas
condicio-nes en que van a ser utilizados.
Por ello, si las características de estos aparatos, equipos y sistemas, así
como su instalación y mantenimiento, no satisfacen los requisitos necesarios
para que sean eficaces durante su empleo, además de no ser útiles para el fin
para el que han sido destinados, crean una situación de falta de seguridad,
peligrosa para personas y bienes.

456
Tema 17. Plan de emergencias ante un posible incendio

En el caso de aparatos, equipos o componentes de las instalaciones de pro-


tección contra incendios procedentes de los Estados miembros de la Comunidad
Económica Europea, se considerará que satisfacen las especificaciones técnicas
de seguridad exigidas en este Reglamento si cumplen las disposiciones naciona-
les vigentes en sus países respectivos, siempre que éstas supongan un nivel de
seguridad para las personas y los bienes, reconocido como equivalente por el
Ministerio de Industria y Energía (actualmente Ministerio de Industria,
Comercio y Turismo).
Los aparatos, equipos, sistemas y sus componentes sujetos a este Reglamen-
to se someterán a las revisiones de conservación que se establecen, en el cual se
determina, en cada caso, el tiempo máximo que podrá transcurrir entre dos
revisiones o inspecciones consecutivas.

3.3. Agentes extintores


En caso de que llegue a producirse un conato de incendio, las actuaciones
iniciales deben orientarse a tratar de controlar y extinguir el fuego rápidamente,
utilizando los agentes extintores adecuados.
La elección de un agente extintor y su forma de aplicación dependen de
diferentes variables entre las que cabe destacar:
– El tipo de fuego.
– La velocidad necesaria de actuación.
– La magnitud del riesgo.
– La ubicación de los factores de riesgo.
– El daño que pueda causar el posible agente extintor en las instalaciones.
– El coste del equipo de extinción.
Según la naturaleza del agente extintor, los agentes extintores pueden ser:
– De agua.
– De espuma.
– De polvo.
– De anhídrido carbónico (dióxido de carbono).
– De hidrocarburos halogenados (halones).
– Específico para fuego de metales.

457
Tema 17. Plan de emergencias ante un posible incendio

Las aplicaciones, ventajas, inconvenientes y peligros de los agentes


extintores se indican en la siguiente tabla:

Clasificación de los Agentes Exteriores


Aplicaciones Ventajas Inconvenientes Peligros
Chorro Fuegos con brasa Gran alcance Dispersión del Presencia de ten-
Agua Pulverizada incendio sión eléctrica
Poca penetración Fuegos de metales
Fuegos con brasa Efecto acumula- No extingue fuegos Fuegos de metales
Fuegos de líquidos ble a partir de la dinámicos (derra- Fuegos de equipos
Espuma inflamables densidad crítica mes) bajo tensión eléc-
de aplicación trica
Fuegos de líquidos Alta eficacia
inflamables
Químico De combustibles
Polvo seco (BC) gaseosos o líquidos
Fuegos con tensión
eléctrica
Igual que anterior No deja residuos No muy eficaz frente Corrosiones
a fuegos con brasa Productos tóxicos
Halón 1211 en la descomposi-
ción del agente

En la elección del tipo de agente extintor es necesario considerar las


posibles incompatibilidades.
La tabla siguiente analiza el agente extintor que se debe utilizar, en función
del tipo de fuego producido:

Clase/Agente Agua Espuma CO2 Polvo Halón


Chorro Pulverizada
A. Sólidos *** *** ** * ** *
B. Líquidos * ** *** ** ***
C. Gases ** *
D. Metales especiales Formulación específica del agente ***
E. Fuegos eléctricos *** ** ***
* Aceptable ** Adecuado *** Ideal

Normalmente los agentes extintores más utilizados suelen ser:


– Anhídrido carbónico (dióxido de carbono).
– Polvo polivalente.
Para la extinción del incendio, se debe actuar sobre los factores que lo origi-
nan.

458
Tema 17. Plan de emergencias ante un posible incendio

Ya hemos visto que el fuego se origina cuando se encuentran presentes los


siguientes elementos:
– Sofocación: Eliminar el oxígeno, Cerrar puertas y ventanas. Si el fuego
está en una papelera, taparla.
– Enfriamiento: Eliminar el calor, enfriando la superficie del material in-
cendiado, utilizando extintores y mangueras.
– Dilución: Retirar el combustible, aislando materiales inflamables para que
no entren en contacto con el fuego, si éste se produce.

3.4. Aparatos de extinción


Los Equipos de lucha contra incendios se basan en los métodos de extinción
del fuego, que consisten en la eliminación de uno de los elementos que intervie-
nen en la combustión. Los equipos de lucha contra incendios, se pueden clasifi-
car en: portátiles, semi-portátiles y fijos.

3.4.1. Aparatos de extinción portátiles: extintores


El extintor portátil se utiliza para extinguir fuegos pequeños. Es un aparato
autónomo y de uso manual que contiene un agente extintor, el cual puede ser
proyectado y dirigido sobre el fuego por la acción de una presión interna. Esta
presión interna puede obtenerse por una presurización permanente de un gas
auxiliar, o por la liberación de un gas auxiliar sin encontrarse el agente extintor
permanentemente presurizado.
Es un equipo de extinción muy eficaz sobre los conatos de incendio, por lo
que son los elementos más idóneos en una primera intervención contra el fuego.

Un extintor consta
de las siguientes partes:
– Cuerpo.
– Agente extintor.
– Elemento presu-
rizador.
– Mecanismo de
disparo.

459
Tema 17. Plan de emergencias ante un posible incendio

Para obtener el mayor rendimiento de un extintor portátil, deben seguirse los


siguientes pasos:
– Comprobar las instrucciones de uso del extintor.
– Descolgar el extintor más cercano, empujándolo levemente hacia arriba.
– Comprobar en el manómetro que está en una posición en que el extintor se
puede utilizar.
– Sostener con un brazo el extintor mientras que con el otro se quitará el
precinto de la horquilla.
– Accionar la válvula de salida del gas impulsor. Probarlo.
– Abrir la llave de salida de la manguera, vertiendo el agente extintor a la
base del fuego haciendo un movimiento de barrido y dirigir el chorro en
zigzag a la base de las llamas más próximas, sin apuntar nunca directa-
mente al foco.
– Avanzar con precaución mientras se está apagando el fuego.
– Cuando se ataca por medio de dos personas, se evitará enfrentar los dos
extintores.

La ubicación de estos extintores en los centros, depende de los siguientes


factores:
– Deben estar próximos a los puntos donde exista mayor probabilidad de ini-
ciarse un incendio, así como en las cercanías de las salidas de evacuación.
– Que sean fácilmente visibles y accesibles, señalizados de forma adecuada.

460
Tema 17. Plan de emergencias ante un posible incendio

– Sujeción preferentemente sobre soportes fijados a pilares, de tal forma que


la parte superior del extintor no supere la altura de 1,70 m desde el
suelo.
– De acuerdo con la Norma Básica de Edificación CPI-96, deberán estar
situados de tal forma que la máxima distancia para su alcance sea de 25
metros para fuegos de tipo A (sólidos) y 15 metros para fuegos de tipo B
(líquidos).

3.4.2. Aparatos de extinción semiportátiles

1. BIE (Boca de Incendio Equipada)


Manguera conectada a una fuente de abastecimiento de agua por una red de
tuberías. Se utilizan cuando el incendio no ha podido ser sofocado con los
extintores y se corre el riesgo de que se extienda.
Consisten en una boca de incendio equipada con una toma de agua y provis-
ta de una serie de elementos que permiten lanzar el agua desde un punto hasta el
lugar del incendio. También se llama como "puestos de manguera".

manómetro válvula
racor
manguera

boquilla de
salida

Componentes de una BIE lanza

Deben estar instalados en edificios cuya superficie total construida sea


mayor que 2000 m2, así como en recintos de densidad elevada con ocupación
superior a 500 personas.
La distancia máxima entre dos BIE’s será de 50 metros. Siempre se man-
tendrá un espacio libre de obstáculos alrededor de cada BIE. La distancia desde
cualquier punto del local protegido hasta la BIE, más próxima, no excederá de
25 metros.
A efectos del abastecimiento mínimo de agua, deberá poderse cumplir que,
al menos, dos BIE’s funcionen simultáneamente durante un periodo mínimo de
una hora.

461
Tema 17. Plan de emergencias ante un posible incendio

El funcionamiento de un BIE es el siguiente:


– Romper el cristal con un objeto contundente.
– Sacar la boca de la manguera de su soporte.
– Desenrollar toda la manguera.
– Sujetar el extremo de la manguera y abrir la válvula de paso.
– Dirigir el agua hacia el fuego y regular el chorro girando la boquilla de
salida.

2. Columnas Hidrantes
Es un sistema conectado a una red hidráulica, para el abastecimiento de
agua contra incendios, de uso exclusivo por los bomberos. A diferencia de las
B.I.E., se encuentran en el exterior del edificio y son de mayor diámetro.
Está formado por una columna dotada de racores de conexión rápida y vál-
vulas de apertura y cierre de paso de agua conectada a la red general de distri-
bución y emergerá del suelo.

Según el tipo de columna los hidrantes se clasifican en:


a) Hidrantes de columna seca. No contienen agua en la parte que el hidran-
te está por encima del nivel del suelo, evitando así su rotura por heladas.
EI llenado se agua de la columna se realiza mediante un mando de aper-
tura y cierre de la válvula situado en la parte superior del hidrante.
b) Hidrantes de columna húmeda. Están cargados permanentemente de
agua, pero se suele utilizar en zonas cálidas no expuestas a las heladas.

462
Tema 17. Plan de emergencias ante un posible incendio

3.4.3. Aparatos de extinción fijos o automáticos


Son instalaciones fijas donde la aplicación de sustancias extintoras se realiza
a través de boquillas o difusores que permanecen fijos. Se encuentran dentro de
los sistemas de extinción de incendio automáticos.
Entran en funcionamiento automáticamente en caso de incendio y disponen
de una opción de accionamiento manual. Cubren riesgos localizados, por ejem-
plo, cocina y almacén de farmacia, etc.
Dentro de ellos destaca los sistemas ro-
ciadores automáticos de agua, situadas en los
techos de los edificios y consiste en una red de
tuberías con agua a presión, que acaban en
pequeños aparatos rociadores que disponen de
un orificio para la salida del agua, un mecanis-
mo de disparo y un deflector para convertir el
chorro de salida en una rociada de agua por la
zona donde haya fuego de incendio.
El disparo del rociador puede hacerse por dos mecanismos: por un elemento
termosensible o por un detector de incendios.
Una forma de activar el rociador es con un detector de incendios asociado,
que abre el cierre del rociador, que en este caso es una electroválvula (válvula
solenoide) cuando se produce un fuego en el área protegida por el rociador (a la
vez que da la alarma de incendio).
La ventaja de este sistema es que, una vez apagado el fuego, se corta la salida
de agua y, si se reavivase, se vuelve a abrir. Con el sistema de elemento termosen-
sible, haría falta que alguien cierre la llave de alimentación o los daños causados
por el agua podrían superar a los causados por el fuego. Otra ventaja del sistema es
que el disparo se puede producir por detección de humos o por detección de la
ionización del aire, ya que existen detectores de incendio de estos extremos,
mientras que los elementos termosensibles solamente funcionan por temperatura.

3.4.4. Detectores de incendio


Es un conjunto de elementos conectados y ordenados que tienen por objeto
percibir un incendio y transmitir el aviso de su existencia (alarma) al lugar afec-tado
o a otro lugar establecido para este fin. También se llaman SISTEMAS DE
DETECCIÓN de incendios. Los distintos elementos que forman este sistema son:
1. Detectores Automáticos.
2. Pulsadores manuales.

463
Tema 17. Plan de emergencias ante un posible incendio

3. Equipo de Control y Señalización


4. Central de Recepción.
5. Elementos de accionamiento de los sistemas de Control y Protección
contra Incendios.

1. Detectores automáticos
Son dispositivos que contienen un sensor
que controla de forma continua o a intervalos un
fenómeno físico o químico correspondiente a un
incendio y que emiten una señal. Se usan para
poder detectar un fuego en zonas poco fre-
cuentadas por personas o en el interior de un
equipo de trabajo.
Cada detector automático tiene un sensor específico para activarse con una
fase determinada de la combustión. Así, cada tipo de detector es sensible a una
etapa de un posible fuego, captando un determinado fenómeno que ocurre ha-
bitualmente en la evolución previsible del mismo.

1ª Fase: 2ª Fase: 3ª Fase: 4ª Fase:


Estado latente Humos visibles Aparición de llamas Calor intenso
Humos invisibles Propagación
Detectores iónicos Detectores óp cos de Detectores óp cos de Detectores térmicos
Sistemas de detección humos humos
por aspiración Detectores de radiación

Podemos calificarlos en:


– Detector de calor: sensibles al aumento de temperatura.
– Detector de humo: sensibles a las partículas productos de la combustión o
los radicales o iones originados en la pirolisis.

464
Tema 17. Plan de emergencias ante un posible incendio

– Detector de gases: captan la atmósfera explosiva que contiene gases in-


flamables.
– Detector de llama: sensibles a la radiación infrarroja o ultravioleta.

2. Pulsadores manuales
Son elementos del sistema de detección
y alarma que funciona por accionamiento
manual que transmite una señal. Está si-
tuado dentro recinto donde se produce el
siniestro quien observa su presencia y
transmite el aviso posterior a una central de
recepción o al resto de los ocupantes del
lugar donde se ha producido.
Los pulsadores manuales estarán situados en un lugar de forma que ninguna
persona necesite desplazarse a más de 30 metros para alcanzar el mismo. En
aquellos edificios donde haya posibles disminuidos físicos, deberá reducirse la
distancia a recorrer. Ante el accionamiento del pulsador se activará una señal
óptica y acústica que podrá ser transmitida al Centro de Recepción de Alarmas,
a través del Equipo de Control y Señalización o directamente pondrá en funcio-
namiento un avisador acústico en su lugar de su emplazamiento.

3. Equipo de control y señalización


Es un aparato que tiene una serie de funciones:
1. Alimentar eléctricamente al resto de los componentes del sistema.
2. Es un receptor de señales proceden-
tes de los detectores y pulsadores, y
así determinar cuál corresponde a
una condición de alarma.
3. Transmitir una señal de alarma:
▷ A la Central de Recepción y a
los dispositivos de Alarma.
▷ A Los aparatos de acciona-
miento de los Sistemas de Con-
trol y de Protección contra In-
cendios.
Los dispositivos de alarma transmiten una señal acústica u óptica. EI nivel
sonoro de una alarma de incendios será como mínimo de 65 decibelios (dB) o

465
Tema 17. Plan de emergencias ante un posible incendio

bien de 5 dB por encima de cualquier otro posible ruido que pueda durar más de
30 segundos.
Si la alarma tiene por objeto despertar a personas que estén durmiendo, el
nivel sonoro mínimo será de 75 dB. Los niveles sonoros mínimos deberán
alcan-zarse en todos y cada uno de los puntos en que se requiera escuchar la
alarma. EI nivel sonoro no deberá exceder de 120 dB en ningún punto situado a
más de 1 metro del dispositivo de la señal acústica.

4. Central de recepción
Aparato receptor que recoge señales procedentes del Equipo de Control y
Señalización.

5. Sistema de accionamiento de protección contra incendios


Formado por un conjunto de elementos y dispositivos de puesta en funcio-
namiento de:
– Sistema de Extinción Automática
– Extracción y control de humos.
– Sistema de bloqueo del funcionamiento de aparatos que pueden propa-gar
el fuego.

Fuente de alimentación

Alarma

Central de
Transmisión de
Pulsador averías recepción de
alarmas

Equipo de Transmisión de
control y alarma
señalización

Control sistema Sistema automá co


Detector
de incendio de incendio

466
Tema 17. Plan de emergencias ante un posible incendio

4. Equipos de Primera Intervención (EPI),


sus funciones
En el plan de autoprotección del centro se indica los distintos equipos que
actuarán en caso de producirse la emergencia. Algunos de estos equipos son:
equipos de primera intervención, equipos de segunda intervención, equipo de
alarma y evacuación o equipo de primeros auxilios. En general, todo el personal
del centro puede ser componente del Equipo de Primera Intervención, ya que
éste es el encargado, por su proximidad al siniestro, de realizar las primeras ac-
ciones.
Va a depender del jefe de intervención y tiene como misión actuar con ra-
pidez en el lugar del siniestro y ejecutar lo previsto en los procedimientos de
intervención y de evacuación del centro. Deberán poseer la formación necesaria
para cumplir sus funciones.
Todos los profesionales que detecten una emergencia actúan, en un primer
momento, como equipo de primera intervención.

Funciones específicas

En situación de normalidad
– Velar por su propia seguridad y por la de aquellas personas a las que
pueda afectar su actividad.
– Contribuir al cumplimiento de las medidas de prevención.
– Cooperar en el mantenimiento y correcta visibilidad de equipos de extin-
ción y señalización de seguridad.
– Observar que las vías de evacuación estén despejadas y libres de obstá-
culos
– Informar de inmediato a su superior de cualquier situación que, a su
juicio, entrañe, por motivos razonables, un riesgo para la seguridad y la
salud.

En situación de emergencia para la intervención


– Avisar al Centro de Coordinación (mediante Tfno. o pulsador), si detecta
una emergencia.
– Conocer las instalaciones de lucha contra incendio de su zona y la actua-
ción en primeros auxilios.

467
Tema 17. Plan de emergencias ante un posible incendio

– Actuar, siempre acompañado, con los medios adecuados al tipo de si-


niestro.
– Comunicar al Jefe de Intervención el control o no de la emergencia.
– Impedir actuaciones que constituyan un riesgo.
– Conocer y mantener accesibles las vías de evacuación y salida.
– Si es un fuego y no se extingue, impedir su propagación.
– Verificar el cierre de las puertas que compartimentan el sector de incendio.
– Retirar material combustible de la proximidad del fuego.
– Colaborar, como equipo de ayuda y evacuación, cuando finalice su co-
metido como EPI.
– Colaborar con el Equipo de Segunda Intervención hasta la llegada de los
bomberos.
– Informar de las deficiencias que perciba.
– Actuar con un extintor adecuado, cercano al lugar, sin exponerse física-
mente.
– Colaborar en el restablecimiento del servicio.
Generalmente estos componentes del equipo de primera intervención deben
recibir formación en:
– Conocimientos del fuego.
– Métodos de extinción de incendios.
– Funcionamiento de los agentes extintores.
– Prácticas de uso de extintores portátiles.
– Plan de emergencia y de autoprotección del centro.

5. Actuaciones a realizar
En los establecimientos sanitarios existen numerosas instalaciones y se desa-
rrollan distintas actividades que pueden ocasionar un incendio o una explosión.
Los planes de emergencia pretenden con su implantación optimizar la utili-
dad de los recursos técnicos y humanos disponibles, con el objetivo de controlar
con rapidez la evolución de la emergencia y minimizar sus consecuencias. En
un plan de autoprotección se pretenden los mismos objetivos, pero además se
inclu-ye el de implantación de medidas de prevención que reduzcan la
probabilidad de inicio de emergencias.

468
Tema 17. Plan de emergencias ante un posible incendio

Las medidas contra los accidentes-emergencias son: la prevención, la protección y


la reparación. Podemos definir la prevención como el conjunto de medidas tenden-tes a
que no se produzcan situaciones no deseadas, la protección como el conjunto de
medidas que intentan neutralizar la emergencia producida y la reparación como el
conjunto de medidas tendentes a reparar los daños ocasionados por un accidente.
Los profesionales que detecten un incendio en su primera fase, deberán in-
tentar la extinción con los medios portátiles de su zona (extintores),
garantizando la seguridad de los usuarios o pacientes y la suya propia.
Transmitida la alerta, todo el personal de turno acude a sus puestos de trabajo
Si no es sofocado en esos primeros momentos, los trabajos de extinción y
control del incendio serán realizados por el Equipo de Segunda Intervención
(ESI), dirigidos por el Jefe de Intervención.
Si descubrimos un incendio se debe:
– Ante todo Controlar nuestra propia reacción ante el fuego.
– Inmediatamente Comunicar el incendio, para ello utilizaremos, en su caso,
el pulsador de alarma y/o el teléfono de Central Telefónica.
– Dispondremos de un extintor adecuado en las proximidades, si la mag-
nitud del incendio lo permite (conato), y sin arriesgar su integridad, de-
beremos usarlo previo desalojo de las personas que allí se encuentren.
En el caso de los celadores de las diferentes unidades:
– Acudir a la zona de emergencia, si está en su área, para recibir instruccio-
nes del Jefe de Intervención.
– Alejar materiales inflamables y combustibles del lugar del incendio.
– Eliminación de obstáculos en las vías de evacuación.
– Ayudar al personal sanitario en la evacuación de enfermos especialmente en
aquellos con graves limitaciones en su capacidad locomotora y funcional.
– Localizar y aportar todas las camillas necesarias para el traslado de en-
fermos.
– Informar a los acompañantes de enfermos o visitantes del Hospital sobre
la vía de evacuación más adecuada según la zona siniestrada.

Instrucciones de empleo y uso de extintores para intervención en


caso de incendio

1. Descuelgue el extintor de la pared y desplácelo sin quitar la anilla de


seguridad (imagen 1).

2. Quite la anilla de seguridad (imagen 2).

469
Tema 17. Plan de emergencias ante un posible incendio

3. Antes de acercarse al fuego, efectúe un corto disparo para comprobar su


funcionamiento.

4. Accione el mecanismo de disparo presionando la palanca con una mano


y con la otra mano agarre la boquilla del extintor (imagen 3).
5. Descargue el extintor en la base de las llamas y apague por zonas (imagen
4), moviendo la boquilla en forma de zig-zag sobre la base del incendio.

470
Tema 17. Plan de emergencias ante un posible incendio

Instrucciones de empleo y uso de Bocas de Incendio Equipadas (BIE)

BIE de 45 mm (imagen 1). Puesta en funcionamiento:


1. Abrir la tapa y girar la devanadera (imagen 2).
2. Desenrollar la manguera hasta desplegarla totalmente (imagen 3).
3. Asegurarse de que la lanza está en posición de “cerrado” (imagen 3).
4. Abrir la válvula para poner en carga la manguera (imagen 4).
5. Abrir la “lanza”. Ataque o extinción:
▷ Seleccionar posición de ataque guardando la distancia según alcance de la manguera.
▷ Sujetar fuertemente la lanza, abrir girando el extremo hacia la izquier-da y seleccionar
la descarga teniendo en cuenta las siguientes obser-vaciones:
• Posición intermedia: “chorro”, tiene más alcance y permite con-centrar el agua
en un punto.
• Posición tope a la izquierda: “agua pulverizada”, tiene una mayor capacidad de
enfriamiento y, por tanto, de extinción y además abre una mayor superficie o
volumen de incendio, protegiendo de las radiaciones y del calor.
▷ Posición de tope a la derecha: “cierre”.

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