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Gamarra Stagnaro El Camino Del Dolor El Discurso Sobre El Ciclo Belico de Violencia PDF
Gamarra Stagnaro El Camino Del Dolor El Discurso Sobre El Ciclo Belico de Violencia PDF
AUTORA
ASESORA
En el año 2010, el popular anime shōnen Naruto Shippūden enfocó la historia de su arco
animado me sorprendió pues no solo evidencia que el pasado del antagonista se desarrolló en
un contexto bélico, sino también que más allá de los efectos visibles de la violencia de la guerra
como las pérdidas materiales, existen efectos invisibles que incluyen al dolor, odio y deseo de
venganza. Dichos efectos pueden perdurar en las personas y derivar en más violencia o en
guerras posteriores creándose ciclos con base en los sentimientos de los individuos así como
en los rasgos de la sociedad cuya violencia cultural y estructural denotan problemas profundos
que se plantea sobre los ciclos bélicos de violencia en Naruto Shippūden a partir del relato de
la vida de Nagato/Pain. Para ello, recurro al análisis de contenido de cuatro secuencias del
mencionado arco en cuanto a su narrativa y uso del lenguaje audiovisual del anime, dicho
análisis es guiado por la teoría sobre los ciclos bélicos de violencia a partir de una triangulación.
Esta metodología unida a un análisis de discurso de los resultados confirma la hipótesis de que
para frenar dichos ciclos no basta con detener a los autores de la violencia visible o directa,
Palabras clave: ciclo bélico de violencia, Naruto Shippūden, anime shōnen, violencia cultural,
A mis padres que están a mi lado en cada una de mis batallas y en esta, fueron
incondicionales.
A Takito, mi compañero canino durante las largas madrugadas de redacción, quien me decía
con su mirada todo lo que necesitaba escuchar en los momentos más difíciles.
A toda mi familia y mis amigos que me dieron una palabra de aliento, incluso a la distancia,
en cada etapa.
A todos mis profesores de la PUCP que incentivaron en mí la curiosidad por investigar lo que
verdaderamente me apasionara.
AGRADECIMIENTOS
INTRODUCCIÓN………………..……………………………………………………............i
venganza»: el discurso del relato audiovisual sobre los ciclos bélicos de violencia…................1
1.2. Cruzando el umbral del lenguaje: los ciclos bélicos de violencia en el discurso…………...8
relato……………………………………………………………………………………..15
temática bélica………………………………………………………………………………..31
2.1.1. La lucha de los héroes por la paz: el discurso de la guerra heroica en el manga shōnen
bélico…………………………………………………………………………………….36
bélico.................................................................................................................................40
shōnen………………………………………………………………………………........49
anime........................................................................................................................................55
2.4.1. «En el mundo shinobi, aquellos que rompen las reglas son basura […]»: la vida de
2.4.2. Las piezas, el tablero y el mismo juego de shōgi: las guerras y conflictos en el mundo
ninja……………………………………………………………………………………...74
CAPÍTULO III «Para crear paz, ¿cómo enfrentarías este odio?»: metodología y análisis del
mundo»…………………………………………………………………………………188
3.5.1. «Hay algo más importante que el método. Es el poder para creer»……………….214
CONCLUSIONES………………………………………………………………………….244
BIBLIOGRAFÍA….………………………………………...………………………............249
i
INTRODUCCIÓN
La víctima y el victimario, el héroe y el villano así como el bien y el mal se suelen ver como
bélica se combinan de forma variada y contradictoria en el mismo individuo o grupo que pasa
de uno a otro conforme actúa y la sociedad a su alrededor juzga dicho accionar. Esta situación
personas que se lastiman entre ellas a nivel físico, pero dejando tras de sí consecuencias que
van más allá de heridas corporales que pueden curarse con el tiempo.
Las secuelas emocionales de la violencia en los conflictos armados siempre ha sido un tema
que me ha hecho cuestionarme sobre la humanidad de aquellos que causan terribles traumas a
otros con el daño físico que les provocan y cómo esas experiencias detonan en venganzas
cuando vi la serie anime Naruto Shippūden. Entre sus 500 episodios que componen mi universo
de discurso, existen dos arcos argumentales que he incluido en mi corpus pues cuentan de
forma muy particular la historia de un hombre, Nagato/Pain, quien una vez fue un niño inocente
que procuraba profundamente a sus amigos en el marco de un conflicto armado, pero terminó
constituyen mis unidades de análisis, se desarrolla la historia del victimario y de cierta forma
plantea una respuesta a preguntas que siempre me había hecho, pero ¿por qué elegir un
Es cierto que algunos sectores de la academia y el público en general pueden considerar que
se restringe a ello. Sin embargo, además de la gran cantidad de estudios que se enmarcan en el
Anime Studies, esta serie trata el tema del ciclo de violencia que, según el Cycles of Violence
Work Group (2005) se define como la comisión persistente de actos violentos en un sentido
circular o progresivamente mayor involucrando a los mismos grupos de individuos (p. 586) y
que puede partir del estado bélico o desembocar en el mismo. Además, esta serie anime no se
centra solamente en estos ciclos como fenómenos, sino en sus causas que, de acuerdo con Johan
Galtung (2004), no solo abarcan a los efectos visibles o físicos y los invisibles o emocionales,
sino que también incluyen a las raíces de las guerras y su violencia en la cultura y la estructura
social. En otras palabras, esta serie se enfoca en realidades socialmente relevantes más allá de
que se retraten en un relato animado de ficción de gran popularidad, el cual puede ser un punto
de partida de debate y reflexión sobre dicha realidad en el público joven al que va dirigido.
Precisamente, las reflexiones de este producto seriado de animación japonesa sobre los ciclos
Fairclough (2008) define como discurso (p. 174) e identificar este último es el principal
mi hipótesis es que ese discurso plantea que para frenar los ciclos bélicos de violencia, no basta
con detener a los autores de la violencia directa física, en cambio, se debe evitar dejarse guiar
por el odio y no se debe renunciar a encontrar una solución ante la violencia estructural y la
violencia cultural, dos problemas sociales que sustentan dichos ciclos. De este modo, la historia
del antagonista, Nagato/Pain, que se cruza con la del protagonista de Naruto Shippūden,
Naruto, ahonda en las complicadas emociones y pensamientos humanos, pero revela una
iii
Indagar sobre cómo mi objeto de estudio propone un discurso sobre el ciclo bélico de violencia
a partir de estos dos mecanismos constituye tanto los objetivos específicos de esta tesis como
que considera ambos niveles. El trabajo de André Gaudreault y François Jost (1995) sobre
literaria permite cumplir con las variables del nivel narrativo que será el principal y que es
guiado por autores como Angela Drummond-Mathews (2010), Robin Brenner (2007) y Manuel
Hernández-Pérez (2017) centrados en las series anime shōnen. Asimismo, la teoría de autores
como Desiderio Blanco (2003), Antonio Horno (2013), Wenhui Cheng (2009) y Ōtsuka Eiji
(citado en Lamarre, 2010) aportan al nivel audiovisual del anime y a comprender cómo este
de ambos dentro del relato audiovisual, pero para llegar a la significación que se hace del ciclo
bélico de violencia en Naruto Shippūden recurro a la triangulación de los hallazgos del análisis
de contenido con la teoría que trata esos ciclos en tanto fenómenos sociales y, posteriormente,
ahondo en el significado profundo a través del análisis de discurso. Para ambos propósitos, es
importante conocer en detalle el tema de la investigación y, por esa razón, el presente trabajo
está estructurado básicamente en marco teórico y análisis partiendo del mundo real, en el que
la violencia y sus efectos son sufridos por personas de carne y hueso, hasta llegar al mundo
lector puede tener una aproximación general sobre la lógica del ciclo bélico de violencia, el
con el tema de investigación, pero sobre todo se enfatiza en los trabajos sobre anime y guerra
así como en las investigaciones que se han hecho sobre la precuela de Naruto Shippūden,
titulada Naruto.
violencia para luego centrarse en el concepto de discurso y dar una perspectiva general sobre
los discursos en relación con la guerra que se reconocen en Japón, pues a pesar de que la
sociedad nipona no será parte de esta tesis, es un contexto discursivo que el lector debe conocer.
mencionar que a pesar de que no forman parte del nivel narrativo, ciertas nociones del lenguaje
audiovisual como plano, secuencia y ángulo se incluyen en este capítulo por su perspectiva
En el caso del CAPÍTULO II, se centra, en conjunto, en el anime shōnen, pero inicia con una
varones adolescentes en cuanto a su premisa, géneros y tonos con especial hincapié en los
discursos sobre la guerra que han sido presentados en el manga o cómic japonés shōnen.
Después, se detallan los principales elementos de la narrativa del anime shōnen y de los dos
presentan varios aspectos sobre el código audiovisual del anime en cuanto a iluminación, color,
espacios, violencia y cuerpo, sobre todo, al respecto de estos últimos se acentuará lo vinculado
a las historias dirigidas a la audiencia shōnen. Finalmente, el capítulo cierra con una exposición
de los aspectos esenciales del mundo de Naruto Shippūden que se vinculan con el tema de
investigación, pues por su extensión, esta serie anime configura un contexto que podría ser
En lo referente al CAPÍTULO III, este está conformado por una presentación inicial de los
objetivos, hipótesis, metodología, variables y objeto de estudio que es seguida por una reseña
de lo que ha ocurrido antes en la historia de Naruto Shippūden y que es relevante para las
unidades de análisis que son disgregadas y examinadas al detalle para cumplir con los objetivos
hipervínculos para poder acceder a las secuencias analizadas con el fin de que el lector pueda
que la versión impresa tendrá los enlaces de los capítulos completos, disponibles en la
bibliografía. Por último, el apartado final congrega las conclusiones de todo el trabajo.
En suma, el marco teórico y el análisis, permiten confirmar que Naruto Shippūden plantea una
solución para enfrentar los ciclos bélicos de violencia que va más allá de condenar al
victimario/villano, pues a través del relato de guerra busca ahondar en detalle y narrativamente
al igual que cómo se involucró en dichos ciclos. De esta manera, reconoce el significado
emocional que adquiere la violencia para un testigo de la misma cuando esta es cometida contra
una persona con la que tiene un vínculo amical o familiar y cómo el tenso y peligroso contexto
bélico puede convertir en victimario hasta la persona más inocente como un niño. No obstante,
vi
ese también es el caso de soldados que no desean lastimar civiles, pero que finalmente se
convierten en asesinos cuyo punto de vista también se incluye para demostrar la complejidad
En la misma línea de lo anterior, destaca la decisión de emplear la gradación más alta en los
actos violentos cuando el testigo de la violencia se daña a sí mismo con el fin de proteger a los
suyos o cumplir con su venganza. Estos momentos son retratados con planos cercanos que
presencia el daño cometido contra su ser querido y cuando se convierte en victimario. Del
mismo modo, se reconoce en el relato a la violencia estructural, que perpetúa los conflictos
armados en los pueblos menos favorecidos, y a la violencia cultural, que, en este caso, avala el
empleo de los actos violentos en favor de la venganza. Ambos se presentan como problemas
que deben enfrentarse con la decisión de creer en un escenario alternativo pacífico, una
voluntad que debe propagarse y sostenerse a través de la ideologización en la paz de las futuras
generaciones.
Como el lector puede notar, es destacable que un producto de animación que por su lenguaje
podría representar de forma explícita y gratuita la violencia, opta por concentrarse en destacar
los efectos emocionales de la misma y las razones que motivan a una persona a lastimar a otra
en la guerra al igual que el papel de la sociedad en esta situación. ¿Por qué este hombre es un
actuando en función del bien de todos los individuos? No se trata de una justificación, sino de
no seguir cometiendo los mismos errores y decidir mantener la fe en que eso es posible. Este
«Ojo por ojo, diente por diente» 1 es una frase muy usada para referirse a ajustes de cuentas
como resultado de algún daño sufrido y donde se pretende que la respuesta sea equivalente a
la ofensa. Si se considera que la violencia estuvo envuelta en la falta y que una venganza
violenta puede llevar a otra y continuar así, queda claro que la violencia puede generar más
violencia. Uno de los contextos en donde se puede visualizar esta situación es en la guerra, en
donde los actos violentos se responden con actos violentos, a veces incluso independientemente
Este fenómeno es llamado ciclo de violencia por el Cycles of Violence Work Group (2005), un
grupo multidisciplinario de la ONG llamada The international Work Group on Death, Dying
and Bereavement, cuyo objetivo es plantear soluciones ante la repetición de actos violentos en
la comunidad mundial. De acuerdo con el mencionado grupo, los ciclos de violencia se pueden
extender por años o generaciones y no debe sorprender que se encuentren entre la gran cantidad
de temas que se han tratado por medio del lenguaje audiovisual en películas, series,
documentales, etc.2 Por medio del uso de este código, se han contado numerosas historias al
respecto con variadas propuestas estéticas y desde el punto de vista de civiles, soldados, etc.
representación.
1
Frase identificada con la ley del Talión, una antigua norma, que se incluyó después en el código del rey
Hammurabi de Mesopotamia (Sampedro y Barbón, 2001, p. 221). Se refiere a que el castigo por un crimen sea
equivalente a este último (Malishev, 2007, p. 11). Se encuentran referencias a esta misma frase en la Biblia.
2
El cineasta japonés Akira Kurosawa creía que la historia es un ciclo de violencia y corrupción, interrumpida por
las acciones esperanzadoras de los héroes (Giddins, 2006, p. 13) y, por esa razón, muchas de sus cintas como
Throne of Blood (1957), adaptación de Macbeth, reflexionan sobre esto (Mazzacane, 2014, p. 24).
viii
Hace más de 100 años y siguiendo la estela de Walt Disney, el máximo referente de la
animación occidental, Japón ve nacer uno de sus más famosos productos culturales a nivel
global: el anime, su propio estilo de dibujos animados3. En ellos, las temáticas de la guerra y
la violencia han sido recurrentes llegando al punto de que se ha acusado a la animación japonesa
de ser demasiado violenta. Sin embargo, además del hecho de que hay distintos tipos de anime
dirigidos a diferentes grupos etáreos, es necesario considerar un punto importante dentro del
proceso comunicativo para comprender las razones del constante tratamiento de estos tópicos.
trabajo, se trata de una forma de comunicación audiovisual, pues el anime implica también la
Francisco Gómez (2006) sostiene que todo producto audiovisual, en tanto mensaje, se concibe
como una representación mediada de mundos reales o imaginarios4 que parte de un punto de
vista (p. 1-2), el del mencionado emisor, cuyas huellas, de acuerdo con Umberto Eco (1993),
son halladas en el texto (p. 95). Si se recuerda que dicho encodificador pertenece a un contexto
social determinado, una serie anime (mensaje) presentará señales de los discursos de la
sociedad de su enunciador (contexto) y del mismo enunciador, que reproducen los prejuicios,
2011, p. 208).
Si se indaga en el contexto social japonés, es posible encontrarse con la compleja relación entre
este, la violencia, sus ciclos y la guerra, que nos remite a lo ocurrido en la Segunda Guerra
3
La animación llegó a Japón desde Occidente durante la era Meiji (1868-1912) (Rodríguez, 2014, p.41) y el primer
corto japonés animado data de 1907 (Anime News Network, 2005, p. 1).
4
De ahí la existencia de productos de ficción y de no ficción.
ix
Mundial (1939-1945). En ella, Japón no solo fue víctima de la caída de las bombas nucleares
en Hiroshima y Nagasaki, sino también fue autor de crímenes de guerra como la masacre de
Nankín e, incluso, posee la llamada Constitución de la Paz, su carta magna de posguerra, que
prohíbe cualquier conflicto armado5 (Brenner, 2007, p. 143). En este escenario social, no debe
extrañar que numerosos artistas del anime reflexionen sobre estos temas, desde el particular
punto de vista de cada uno y por medio de un producto cultural tan importante como el anime
(Brenner, 2007, p. 144), a través del cual se puede ver y escuchar a la guerra y su violencia.
En el año 2006, empecé a ver uno de los anime más famosos de los últimos años: Naruto (2002-
2007), una serie que destaca por el tratamiento de temáticas complejas como la muerte o las
(2007-2017), situada dos años y medio después, cuando el joven ninja protagonista, no solo ha
crecido físicamente, sino que tiene que lidiar con problemas más adultos como la guerra y el
ciclo de violencia.
Naruto Shippūden en tanto relato, entendido como la manera de contar una historia, compuesta
por una serie de acontecimientos (Gaudreault y Jost, 1995, p. 43), se divide en arcos
argumentales al igual que otras series del tipo shōnen6, los cuales pueden implicar la lucha del
protagonista contra un enemigo (López, 2012, p. 1561). Cuando Naruto tuvo que luchar contra
Nagato/Pain7, me impactó mucho la forma en la que el relato estaba construido, de tal manera
que al principio parecía que presenciaba el inicio de un ciclo de violencia, el de Naruto, tras el
5
De acuerdo con el artículo 9 de su Constitución, Japón renuncia al derecho de la guerra, así como de la amenaza
o uso de la fuerza armada para resolver disputas internacionales (Kodansha International citado en Brenner,
2007, p. 143).
6
Tipo de anime dirigido a adolescentes y jóvenes varones (Brenner, 2007, p. 31). En español, dicha palabra (少
年) justamente significa muchacho, chico o menor de edad (Nichiza, 2017, p. 2).
7
Desde que se volvió líder de Akatsuki, una organización criminal en la serie, Nagato tomó el nombre de Pain
(dolor en inglés).
x
asesinato de su maestro a manos de Nagato/Pain. No obstante, luego descubrí otro, el que sufrió
este último como víctima de guerra y que llevaba extendiéndose muchos años antes. Si bien
con esto nunca justifiqué sus acciones violentas, me interpeló y me llevó a pensar en los ciclos
de violencia. En medio de ese debate interno, que de seguro muchos espectadores sintieron,
narratológico, pero también incluye el análisis del lenguaje audiovisual de la animación en los
casos de violencia directa física8. Es necesario agregar que si bien mi trabajo tiene un cierto
cariz social en cuanto al enfoque debido a la naturaleza de todo discurso (que tiene un lazo con
el contexto del emisor) y del tópico del ciclo de violencia, la sociedad japonesa no formará
parte del análisis ni de los objetivos ni de las preguntas de investigación, sólo se hará referencia
mi caso, pueden llegar a ser muy útiles para que el lector tenga una idea de quiénes han
recorrido un camino similar o cercano al que yo propongo y que en este trabajo llevará al lector
8
Este concepto se definirá en el primer capítulo del marco teórico.
xi
ESTADO DE LA CUESTIÓN
A pesar de que Naruto Shippūden es una ficción animada, los temas que trata pueden ser
identificables en la realidad, que puede ser más reconocible para el lector, y precisamente uno
de esos fenómenos rastreables en la historia es el ciclo bélico de violencia que ha sido trabajado
en tanto proceso por el Cycles of Violence Work Group (2005) cuyas ideas serán desarrolladas
en el primer capítulo del marco teórico. No obstante, esta problemática no siempre ha sido
estudiada bajo esa específica denominación como lo hizo Johan Galtung (2004), un sociólogo
del estado bélico centrándose en las causas de este contexto. Su enfoque también será explicado
a mayor profundidad en el primer capítulo del marco teórico, pero es importante apuntar que
estos autores comparten con esta tesis el acento en el impacto emocional de la violencia en el
recuerda la particular vinculación de Japón con el contexto bélico, a la que ya hice mención, el
lector no debe sorprenderse de que varios autores hayan investigado desde un enfoque histórico
social cómo este tema se manifiesta en series y películas anime, considerando su relevancia
cultural. Ese es el caso de Wendy Goldberg (2009), Susan Napier (2005), Hiromi Mizuno
(2007) y Michael Fisch (2000) quienes analizan las cintas anime Grave of the Fireflies (1988)9;
9
Grave of the Fireflies es un drama que cuenta la historia de dos huérfanos de guerra, que luchan por sobrevivir
sin apoyo de nadie en medio de la Segunda Guerra Mundial.
xii
10 11 12
Space Battleship Yamato (1977) , Silent Service (1996) y Patlabor II (1993)
lo hallado con el pasado de la nación nipona, evidencian la posibilidad del anime de ser un
escenario de cuestionamiento o debate social, que es una de las bases de este trabajo.
Al respecto, las dos primeras autoras coincidieron en identificar en sus films estudiados un
conflicto en Japón ante el pacifismo de su actual Constitución (Goldberg, 2009, p. 40; Napier,
2005, p. 3), mientras los dos últimos investigadores ubican una incapacidad del país asiático
para afrontar su pasado bélico (Fisch, 2000, p. 51; Mizuno, 2007, p. 117-118). Si bien, como
del discurso de Naruto Shippūden, es interesante cómo se inserta mi tesis en este conjunto de
trabajos y prueba la vigencia del tópico de la guerra en el anime, que ya había sido estudiado
constantemente para alimentar las historias de las series anime como ocurre con mi objeto de
análisis, es fácil toparse no sólo con más relatos que representan la guerra, sino con discursos
que han sido ubicados por varios investigadores en más de una historieta. Específicamente, hay
un estudio considerable o mención recurrente a los manga de las casi dos décadas posteriores
al fin de la Ocupación estadounidense de Japón (1957) en trabajos como los de Mio Bryce y
10
Space Battleship Yamato es particularmente memorable porque emplean una nave espacial construida en
base al acorazado Yamato, hundido durante la Segunda Guerra Mundial, para salvar a la humanidad de una raza
alienígena.
11
Silent Service es un ejemplo simbólico, ya que, en ella, el gobierno japonés se enfrenta a un viejo enemigo,
Estados Unidos, y la garantía que emplean los japoneses para mantenerse protegidos de un conflicto armado
con ese país es un arma nuclear, controlada por un grupo de compatriotas rebeldes.
12
Lo interesante de Patlabor II es que la amenaza proviene del mismo Japón, de un sector que propone un
cuestionamiento a la inacción militar (basada en la Constitución nipona) ante el peligro que puede correr el país.
xiii
Jason Davies (2010) así como en los de Angela Drummond-Mathews (2010) y Eldad Nakar
(2008).
Si bien los cuatro coinciden en la presencia de dos discursos reconocibles en ese periodo de
tiempo (la guerra heroica y la crítica a la guerra) es el último (Nakar, 2008) quien da más
detalles sobre los cambios en la figura del héroe, el foco de la historia y el perfil del personaje
del enemigo, que se reseñará como parte del segundo capítulo del marco teórico. A pesar de
particular, sí me gustaría llamar la atención desde ahora sobre cómo la variación en los
de un discurso, que podría ser completamente otro si la mencionada mezcla fuera distinta, lo
que es destacado por los mencionados autores y que es hacia donde pretendo dirigirme con el
precuela Naruto son dos series anime sumamente populares tanto en Japón como en el mundo,
así que es lógico que al menos en el caso de la segunda ya cuente con un grupo de
investigaciones desde distintos enfoques y que llega a coincidir con algunos estudios ya
mencionados en esta sección. Luis Alberto Vidal (2010) menciona, aunque sin profundizar o
analizar, que uno de los temas de Naruto son las guerras, que como es mencionado en la misma
serie, se sustentan en una cadena de odio, que es la base de los enfrentamientos interminables
del mundo ninja (p. 117-118) y que recuerda al concepto del ciclo de violencia. Su tesis de
licenciatura enfatiza más en el impacto cultural de la recepción de esta serie anime, por ello, se
limita sólo a nombrar esquemáticamente los aspectos más importantes de esta ficción y del
mundo que propone. Como él destaca, este tiene como componentes importantes a la guerra y
xiv
al concepto de cadena de odio, al que me referiré más adelante por su trascendencia para este
trabajo y para la parte del relato que analizaré. En ese sentido, confirma la relevancia de indagar
mucho más en esa capa que forma parte también de Naruto Shippūden en tanto secuela.
Este punto es nuevamente destacable si consideramos las tesis de Daniel Flores (2013) y de
Paula Forero (2011), pues ambos parten al igual que Vidal, de la idea de que en el mundo de
Naruto hay una necesidad de cambio con respecto al estado de guerra en que se vive, que
además es uno de los propósitos del personaje principal. Para Flores (2013), cuyo trabajo se
Sennin, quien es creador del sistema del mundo ninja y el que encarga a las futuras generaciones
Tanto Mizuno (2007) como Napier (2005) coinciden en la importancia que se le da en los anime
de guerra a los jóvenes del mañana como los autores de esa solución que no existe en el presente
(p.108; p. 3), lo que tiene aún más asidero en Naruto si se considera lo que Forero señala en su
tesis centrada en la construcción de Naruto como héroe. Para la autora, el heroísmo de Naruto
de un nuevo modelo empujado por su deseo de cambio (Forero, 2011, p. 104). Este aspecto no
sólo plantea preguntas sobre cómo pretende lograrlo en el caso específico de esa cadena de
odio, sino también cuestiona cómo se desarrolla ese punto sobre todo a nivel de la estructura
autores de El relato cinematográfico: cine y narratología (1995) quienes han aplicado al campo
audiovisual lo planteado previamente por Gérard Genette en su libro Figuras III (1989), quien
analizó En busca del tiempo perdido de Marcel Proust en tres niveles (enunciación, tiempo y
focalización). Tras aumentarle la variable de espacio, los dos primeros autores dejan un modelo
planteamientos que es posible ahondar en esas huellas del emisor que traducen ese discurso al
que pretendo llegar y, por ello, tienen un lugar especial en el primer capítulo del marco teórico
de este trabajo.
Es necesario contar con teoría adicional para acercarse a mi objeto de estudio. Para conseguirlo,
el marco teórico será la principal fuente de los conceptos, ideas y ejemplos con el fin de que se
entienda el discurso del ciclo bélico de violencia, la respuesta de Naruto a la pregunta de Pain
(otro elemento central que se detallará más adelante) y quizás la respuesta del propio lector al
respecto.
CAPÍTULO I
Cuando se piensa en una guerra, muchos imaginan un campo de batalla en el que dos ejércitos
se enfrentan y hay mucha violencia y dolor, del que sufren ambos bandos. Si se piensa en la
cantidad de veces que se ha repetido este escenario, sobre todo en el mismo lugar y entre los
mismos combatientes, es normal que emerja la pregunta por qué. Muchos productos
de una historia, contada de una forma particular, dicho de otro modo: un relato, como lo llaman
Gaudreault y Jost (1995, p. 43). No obstante, más allá de las imágenes que se puedan tener en
Hace casi doscientos años, Carl Von Clausewitz (1908) definió a la guerra como: «un duelo
amplificado […]. Cada uno [de los duelistas] pretende, por medio de la fuerza física, someter
ulterior resistencia. La guerra es, por ende, un acto de violencia […]» (p. 27-28). Desde esta
violentas cuyo fin es la derrota del otro. Sin embargo, de la contraofensiva al «ojo por ojo,
diente por diente», que mencioné en el planteamiento del problema de investigación, hay una
distancia en la que René Girard (2010) reconoce un aumento del sentimiento hostil antes que
de la determinación razonada de combatir (p. 27). En ese sentido, hay una intención de lastimar
13
(Hikokubo, Miyata, Takegami, Tanaka y Kimura, 2010b) Frase del personaje Nagato/Pain en el episodio 165
de Naruto Shippūden, «Kyūbi, captura completa». Todas las traducciones de los diálogos de las series anime son
producto del fansub. Las cursivas en el título del capítulo son mías.
2
al otro no solo para defenderse o ganarle, sino con el fin de que sienta el mismo dolor o daño
En ese punto, la línea que separa la justicia, que implica un castigo normado, y la venganza,
que traspasa dichos límites, se percibe nebulosa, sobre todo, para la persona o grupo víctima
de la violencia. De esta manera, todos dejan de preguntarse cómo inició todo y se concentran
en «¿cómo hacer que paguen por lo que nos están haciendo o nos hicieron?». A partir de los
deseos de vengar la muerte de los seres queridos, se pierde de vista el hecho de que pueden
persistir las mismas condiciones sociales o políticas por las que empezaron a pelear no solo
La manera como se cuenta la historia de una guerra ya sea verdadera o ficticia (quiénes son los
culpables o las víctimas, qué se cuenta primero o qué no se dice, etc.), cualquiera sea el código
que emplea—como el audiovisual—, así como los rasgos de dicho lenguaje y la forma cómo
es usado, nos remiten al emisor y al discurso que quiere transmitir. Esta es, finalmente, la fuente
de la que nace dicho relato con sus características propias. No obstante, antes de ahondar en
las historias sobre los ciclos bélicos de violencia, es necesario centrarse en su tema principal:
los actos de violencia cometidos durante una guerra, sugeridos por Clausewitz (1908) y Girard
(2010).
De acuerdo con el Cycles of Violence Work Group (2005), se puede definir como: «violencia
al acto por el que un individuo o un grupo deliberadamente infringe un daño severo y/o la
muerte a otro individuo o grupo» (p. 586). A partir de esta definición, es difícil evitar
3
preguntarse si se puede saber a ciencia cierta si en una guerra el que cometió el acto violento
lo hizo deliberadamente o por accidente, pero también hace urgente el cuestionamiento sobre
qué se considera como consecuencia de ese daño. En el contexto bélico, Johan Galtung (2004)
ubica los siguientes efectos visibles de los actos violentos: pérdidas humanas, heridos, mujeres
violadas, desplazados, pobres, viudas o huérfanos (p. 33). Esta lista no debe sorprender, porque
cuando se habla de consecuencias de una guerra se suelen mostrar cifras que consideran estas
categorías, pero ¿qué hay del impacto emocional de la violencia bélica que no solo afecta a los
ejércitos?
Si se retoma lo planteado por Girard (2010) en referencia al incremento del sentimiento hostil,
sin duda es más que posible que como resultado de una guerra, gran cantidad de familias o
personas sin entrenamiento militar se vean afectadas por la violencia bélica, contexto que
Martin Shaw denomina guerra degenerada (citado en Giddens y Sutton, 2013, p. 1029). No
obstante, más allá de si se trata de un soldado o un civil, Johan Galtung (2004) ubica dos
que adquiere una culpa, y una víctima, que sufre un trauma (p. 17 y 19). De este modo, Galtung
acepta el impacto emocional al que hago referencia en el párrafo anterior y que parece obviarse
en la definición de guerra planteada por Clausewitz (1908), donde las partes dentro de una
guerra son bandos, meras masas y no grupos de individuos, que sufren la guerra y su violencia
Galtung (2004) sigue esta misma línea cuando lista los efectos invisibles de la violencia: los
general u odio generalizado (p. 33). Al leer esta lista, es evidente que es imposible cuantificar
estas emociones o cualquiera en general y ello encaja con la negación de la existencia de estas
4
consecuencias a la que hace referencia este mismo autor, pues no se sabe cómo reparar a las
Si recapitulo, hasta este punto solo he estado distinguiendo la idea del acto violento como una
necesario considerar también la reacción, más aún en el contexto bélico. Propongo imaginar
por un momento a una persona que ha sido víctima de los efectos visibles de una guerra, que
ya ha terminado, pero perdura en él o ella los efectos invisibles, que traslada el sentimiento
hostil incluso más allá del conflicto armado, exigiendo y actuando con base en el ajuste de
cuentas, al «ojo por ojo, diente por diente»14. En ese marco, se inserta el concepto del Cycles
of Violence Work Group (2005) llamado ciclo de violencia, que «ocurre cuando individuos o
repetición de actos violentos»15 ya sea porque la violencia es cometida contra un gran número
de personas, cuando es en contra de la propia familia o alguien querido, cuando implica tortura,
cuando arremete contra personas vulnerables, cuando es gratuita o descontrolada (p. 586 y 587-
588).
En algunos de estos casos, no se trata necesariamente de una víctima que ha sufrido un daño
debido a un acto violento, sino también de personas que pueden ser testigos o conocer de la
violencia por otras fuentes, pero que igualmente sienten esa misma hostilidad que provoca el
Violence Work Group (2005) en el que una persona puede ser forzada a cometer actos violentos
(p. 588), es decir, es obligada a dañar a otra persona—forzado a ser victimario—, pues el efecto
14
No debe sorprender los llamados odios históricos entre grupos humanos, que más allá del carácter de sus
causas, se basa en el sentimiento de venganza por faltas previas.
15
Los ciclos de violencia pueden darse en diferentes niveles y no solo en la guerra (Cycles of Violence Work
Group, 2005, p. 586), pero este trabajo se centrará en los ciclos bélicos de violencia.
5
invisible a nivel de culpa impuesta, es un factor que podría afectar su respuesta y alimentar aún
más el ciclo.
De este modo, desde un punto de vista amplio, los conflictos pueden terminar, pero si bien se
consigue una supuesta paz, esta puede ser una mera etapa de preparación para el próximo
conflicto armado, que puede estar anclado en un ciclo de violencia iniciado muchos años atrás
con sus raíces en los efectos invisibles de la violencia que persisten en las personas. La pregunta
radica en cuáles son las condiciones que hacen perdurar estos ciclos.
Sinisa Malesevic (2014) señala que el ser humano no se encuentra ni muy dispuesto ni es muy
capaz de emplear la violencia, así que este tiene que pasar por un proceso de ideologización
para que decida recurrir a actos violentos (p. 5)16. Para entender lo señalado por Malesevic, es
muy útil el concepto de ideología elaborado por Teun Van Dijk (2006a): «las creencias
cognitivas fundamentales que están en la base de las representaciones sociales compartidas por
los miembros de un grupo […], las ideologías pueden ser “aprendidas” (y enseñadas) con la
generalización de los modelos mentales, es decir, las experiencias personales de los miembros
sociales» (p. 29)17. Si se complementan los puntos de vista, para que la violencia sea aceptada
16
Malesevic (2014) afirma que la recepción de mensajes ideológicos está lleno de contradicciones donde
reconoce la agencia del individuo para discernir ante dilemas en los que sus ideologías se enfrentan a las
contingencias del día a día y, en ese sentido, dichas ideologías no determinan todas sus acciones (p. 8-9).
17
La definición de ideología siempre ha sido un tema polémico por la gran cantidad de posturas al respecto. En
el caso de esta investigación, coincido con Van Dijk (2006b) que señala que las ideologías no son necesariamente
«falsas» o «negativas», sino que las creencias que las componen pueden o no estar divorciadas de la realidad,
por ejemplo, desde el punto de vista científico (p. 139). Asimismo, sostengo como él que las ideologías pueden
cambiar a lo largo del tiempo así como ser repensadas a nivel de cada individuo del grupo a partir de las
personalidades de los mismos, sus biografías, los contextos en los que viven, las situaciones a las que se
enfrentan y otras ideologías que pueden compartir (Van Dijk, 2006b, p. 140, 142 y 146).
6
como una acción posible, su uso tiene que estar justificado en alguna creencia compartida
lo mismo ocurre en las guerras en donde debe existir una razón que avale los actos violentos.
Como también lo hizo en el caso de los efectos de la violencia, Galtung (2004) secunda esta
afirmación cuando ubica una violencia invisible, que establece las bases para la violencia que
sí vemos (p. 5-6). Para este autor: «la [también llamada] violencia directa física y/o verbal, se
hace visible a través del comportamiento», mientras que la violencia que no vemos está
definición de violencia del Cycles of Violence Work Group (2005), que se parece a la que la
mayoría tiene, se emparenta con el concepto de violencia visible o directa planteado por
Galtung (2004), pero parece obviar las causas que este último ubica en este otro tipo de
«cualquier aspecto de una cultura que pueda ser utilizada para legitimar la violencia en su forma
directa […]» (Galtung, 2016, p. 147). De esta manera, a nivel ideológico y como parte de la
cultura puede ser aceptada la creencia de que las guerras son válidas en nombre de la protección
de la nación que es considerada superior y que debe prevalecer ante esas otras naciones
inferiores o simplemente enemigas (Galtung, 2016, p. 160 y 162), así, se legitima la violencia
Si se vuelve al concepto de ideologización planteado por Malesevic (2014), que Galtung (2016)
ubica como base de la violencia cultural, es posible percatarse de que el ciclo se repite. El
18
Galtung (2004) llama a este sistema triángulo de la violencia en el sentido de que en la base de la violencia
directa o visible se encuentran la violencia estructural y la violencia cultural (ambas forman parte de la violencia
invisible) (p. 5).
7
violentamente en respuesta. Al cambiarse los papeles, ya que la que ataca ahora es la víctima
atacar y ajustar cuentas por ofensas previas. Sin embargo, como el lector ya habrá notado, no
basta con convencer a otros de que a veces solo queda recurrir a la violencia, pues se necesita
comprobar concretamente que no hay otra salida. La certeza se puede obtener de la violencia
estructural.
A partir de lo plateado por Johan Galtung en Peace by peaceful means (1996), Giddens y Sutton
(2013), desarrollan dos posibilidades en cuanto al periodo posbélico. Por un lado: «una paz
positiva en la cual la justicia y una equitativa distribución de los recursos es más o menos
conseguida [junto al control de la violencia]» (Giddens y Sutton, 2013, p. 1040). Por otro lado
«una paz negativa, en la cual la violencia física es removida o controlada, pero tensiones
2013, p. 1040). Al respecto, nótese cómo en la paz negativa, la violencia física, que pertenece
a la categoría de violencia directa identificada por Galtung (2004), sí llega a ser al menos
controlada, pero lo que la convierte en negativa son aspectos relacionados con los efectos
Para este mismo autor, «la estructura violenta en sí misma por ser demasiado represiva,
explotadora o alienante; demasiado estricta o permisiva para la comodidad del pueblo [emplea
19
(Hikokubo, Miyata, Takegami, Tanaka y Yamashita, 2014) Frase de Obito, personaje de Naruto Shippūden. Le
da el nombre al capítulo 345 de la serie, cuando este ninja, en su juventud, vive en carne propia las consecuencias
de la guerra.
8
violencia estructural]» (Galtung, 2004, p. 6). Si se desarrolla más esta idea, Galtung distingue
que esta violencia se manifiesta en dos sentidos. El primero es vertical y hace referencia a la
represión y explotación por parte de los estratos más favorecidos de la sociedad hacia los que
se encuentran debajo de ellos (Galtung, 2004, p. 70). El otro sentido es horizontal y hace
referencia a que se marca la lejanía y la cercanía entre los distintos sectores sociales (Galtung,
2004, p. 70). De esta manera, se remarca esta idea de nosotros—o los que se parecen más a
Si se vuelve a pensar en los conflictos armados, Girard (2010) ubica en estos casos de injusticas
el germen que sustenta las guerras revolucionarias (p. 36). Sugiero pensar por un momento, en
un grupo o persona que se levanta como líder aduciendo la necesidad de un cambio en una
sociedad que sólo beneficia a algunos y allí se tendrá la posibilidad de inicio de una guerra. Si
se vuelve a la pregunta que le da título a este acápite: ¿La paz es el final? Bueno, si se trata de
una sociedad en la que la violencia está justificada (hay una cultura que avala la violencia), esa
será una opción posible en la que se piense cuando se quiera hacer algo para cambiar la
estructura injusta y represora en la que ya no se puede vivir. Sin embargo, si bien esto es lo que
VIOLENCIA EN EL DISCURSO
En todos los años de existencia de la humanidad, se han sucedido gran cantidad de guerras, en
donde se ha podido ver ejemplos de violencia directa, cultural y estructural, así como de ciclos
9
que han prolongado sus efectos en el tiempo. Por ello, es inevitable que las sociedades, al igual
que los individuos, hayan elaborado ciertas maneras de pensar la violencia y la guerra partiendo
de sus experiencias, ideologías o intereses. El papel del lenguaje, quien de acuerdo con Norman
Fairclough (2003) se define como cualquier tipo de semiosis20 (p. 24) es crucial en este caso.
La razón radica en que, como señala Pedro Santander (2011), es un importante factor social al
ser un medio de transmisión de ideas (p. 209) que pueden estar relacionadas con variados
En ese sentido, el papel social del lenguaje como código para que se comuniquen las personas
que lo comparten, radica en su capacidad para significar. Para entender mejor este punto,
Santander (2011) invita a mirar al lenguaje más que como un sistema formal y hace énfasis en
el uso de este (p. 209), que Fairclough (2003) define como texto (p. 3). Según el primer autor,
«el lenguaje no es transparente», sino que, así como muestra o refleja lo pensado, sugiere
sutilmente, lo que hace que las palabras puedan significar más de lo que pueden decir
inferencial que codificación y decodificación, de acuerdo con Santander (2011, p. 208). De esta
manera, para entender un mensaje hay que ahondar en el texto, más allá de lo que a simple
manifiestan que: «la imagen se nos presenta entonces como una posibilidad de representación
que parte de un objeto […]» (p. 11). En ese sentido, al igual que las palabras, la manera en que
se usan las imágenes en combinación con el sonido determina las formas posibles de
20
De acuerdo con Joseph Courtés (1997) en el Análisis semiótico del discurso, la semiosis es la conjunción del
significante y el significado que definen el signo (p. 26).
10
el carácter inferencial del lenguaje mencionado por Santander (2011), no quedará duda de que
cualquier producto audiovisual centrado en un conflicto bélico u otro tema no solo pretende
Es en este punto donde adquiere relevancia el concepto de discurso, que según Norman
Fairclough (2003), se define: «como modos de significar áreas de la experiencia desde una
como el audiovisual, desarrolla discursos en un nivel inferencial y siguiendo ello, una película
puede convertir a la guerra en un medio limpio y heroico para hacer retroceder al mal.
Pero, ¿quién está detrás de estos discursos? Si se parte del esquema de Jakobson, se ve al
François Jost recuperaron el término «gran imaginador», que aparece en Logique du Cinéma
(1964) de Albert Laffay. Este es usado para referirse al sujeto de enunciación, en tanto
instancia, quien es el que crea el discurso a partir de elecciones sobre el uso del lenguaje
audiovisual (Gaudreault y Jost, 1995, p. 28 y 43). Él decide cómo contará la historia al darle
forma al relato a nivel de sus imágenes, sonidos, tiempo, punto de vista, etc. (Gaudreault y Jost,
1995, p.20). Normalmente, suele pasar desapercibido, pero es la mente detrás del texto y de
quien hallamos huellas dentro del mismo (Laffay citado en Gaudreault y Jost, 1995, p. 48). Las
diferentes representaciones que son, en este caso, los productos audiovisuales, también
provocan distintos efectos, incluso a pesar de que parezca que el gran imaginador tiene el
mismo objetivo. El lenguaje audiovisual es usado de manera particular por cada enunciador y
al notar sus elecciones en dicho uso también se percibe la existencia de este último.
11
Al inicio de este trabajo ya hice referencia a estos rastros del autor del mensaje dentro del
mismo y mencioné al contexto social y cultural como otro factor importante dentro de la
producción discursiva del emisor. Sin embargo, según Fairclough (2003), el autor del texto es
un agente social pues «ellos están constreñidos socialmente, pero sus acciones no están
totalmente determinadas […]» (p. 22). De este modo, el gran imaginador posee una cultura y
prejuicios, pero tiene la libertad de cuestionar que las guerras son medios válidos para alcanzar
algún fin aun cuando la mayoría de su sociedad crea firmemente en la lucha por la nación.
Shippūden, no será analizado. Sin embargo, si bien el gran imaginador de este anime posee un
nivel de agencia frente a los discursos de su sociedad, estos son un marco y una guía útil para
aproximarse a su mensaje. Por esa razón, explicaré algunos discursos en torno a la guerra y su
violencia, partiendo de aquellos que gravitan en un país tan relevante para Naruto Shippūden
Si se recuerda que tras un acto violento, la víctima sufre un trauma no debe sorprender el
terrible impacto que significó para la sociedad japonesa el ataque con bombas nucleares a
Hiroshima y Nagasaki. En relación con ello, Sebastian Conrad (2003) afirma que el país nipón
enfrentó las rupturas históricas que experimentó durante la Segunda Guerra Mundial por medio
de las memorias (p. 83). En otras palabras, fue la representación que hicieron del pasado y el
significado que le adjudicaron lo que les permitió lidiar con lo que les había ocurrido y dicha
significación trae consigo discursos. No obstante, por el nivel de agencia con el que cuenta el
emisor en tanto instancia, puede haber diferencia en estas representaciones como ocurre, para
12
Conrad (2003), en el caso del Japón contemporáneo, donde ubica una «guerra civil de
Quizás la causa de este contexto no sea tan evidente para el lector, pero para comprender esta
situación se puede partir de lo más familiar o el discurso dominante, que de acuerdo con Ryuko
Kubota (2012), se puede resumir en la frase «No más Hiroshima» (p. 40). De acuerdo con este
mismo autor, de esta manera, se destaca la figura de Japón como víctima o higai durante la
Segunda Guerra Mundial y su propósito es negar los crímenes de guerra cometidos por el país
asiático, es decir, su carácter de victimario o kagai (Kubota, 2012, p. 40). De esta manera, este
discurso no menciona la agresión japonesa contra los coreanos, los taiwaneses, los chinos, los
filipinos, los indonesios y los malayos, que incluyen los casos de las mujeres de confort 21, la
masacre de Nankín22, los experimentos de la unidad 73123 o el trabajo forzado24 (Conrad, 2003,
Ahora bien, el discurso de la víctima emparenta con una postura ubicada en los últimos años,
específicamente, desde el gobierno nipón, a pesar de que como apunta Conrad (2003), el
discurso que niega el pasado expansionista japonés se vinculó en un inicio con la influencia
y la violencia tras el fin del conflicto armado o sea durante la Ocupación (1945-1952) (p. 86-
87). Sin embargo, en los años 80 y 90, Conrad (2003) señala que este discurso se fue matizando
(p. 94 y 95) y Mariko Tamanoi (2000) sostiene que si bien a nivel discursivo la historia japonesa
21
Desde la expansión nipona en la Segunda Guerra Sino-japonesa, mujeres; en su mayoría coreanas, y de otras
nacionalidades, fungieron como esclavas sexuales del ejército japonés (Tanaka citado por Kubota, 2012, p. 51).
22
En el marco de la Segunda Guerra Sino-japonesa, los soldados japoneses cometieron en la ciudad china de
Nankín una serie de violaciones a mujeres y otros crímenes de lesa humanidad (Egler, 2015, p. 9-11).
23
Durante la Segunda Guerra Mundial, se creó este escuadrón japonés que realizaba investigación y elaboración
de armas biológicas, que se probaron en soldados y prisioneros de guerra (Watts, 2002, p. 628).
24
Más de un millón de coreanos realizaron trabajos forzados en Japón, algunos en Hiroshima e, incluso, fueron
víctimas de la caída de la bomba nuclear en esa ciudad (Kubota, 2012, p. 41).
13
puede seguir siendo una historia de víctimas, ahora Japón ya puede ser retratado también como
Como se puede notar, los discursos japoneses sobre la guerra y la violencia están anclados en
su memoria histórica y su situación presente que aún reescribe el significado de su pasado, pero
esta sirve antes que como un muro limitador, como un marco en el que el gran imaginador que
creó el anime Naruto Shippūden elaboró su propio discurso sobre el ciclo bélico de violencia.
Si ya se sabe que, tras el uso del lenguaje, que es el texto, encontraremos el discurso, es
audiovisual.
De acuerdo con Gaudreault y Jost 25 (1995), cuando vemos una película u otro producto
audiovisual, es posible notar que la historia allí contada tiene una particular organización, que
hace distinguible un inicio y un fin (p. 26). Una guerra real, está compuesta por una serie de
acontecimientos, que abarcan desde grandes batallas hasta conspiraciones secretas; pero en las
películas se suele seleccionar solo una porción de estos hechos, se escoge a un protagonista,
que puede ser un soldado, y se le sigue mientras intenta sobrevivir en el contexto bélico. Es
justamente partiendo de esta idea, que Gérard Genette (1989) hace una distinción entre historia,
que es «el contenido narrativo», relato, que es «el texto narrativo mismo» y narración, que es
el acto narrativo productor26 (p. 83). En otras palabras, el gran imaginador produce por medio
25
Gaudreault y Jost aplican sus conceptos a relatos cinematográficos, pero estos también pueden ser usados
para analizar series u otros productos audiovisuales narrativos. En el caso de mi trabajo, utilizaré el término
relato audiovisual justamente para englobar estas otras posibilidades.
26
Si bien Genette no necesariamente se refería al relato audiovisual, el término narrar también puede ser
empleado en este caso, pues el propósito de productos como películas o series es justamente narrar.
14
de la narración un relato, que puede ser ficcional o no y que cuenta de una particular manera la
En el caso de la ficción, Gaudreault y Jost (1995) plantean que el proceso de narración puede
llevar a la creación de una historia no real, pero también a la concepción de mundos totalmente
nuevos, que tengan sus propias leyes de verosimilitud (p. 42). Como lo señalan los mismos
autores, es aquí donde adquiere relevancia el concepto de diégesis, definido por Soriau (1953)
como todo lo que pertenece al mundo creado por la ficción en el marco de la inteligibilidad que
plantea la historia (citado en Gaudreault y Jost, 1995, p. 43). Dicha diégesis es representada
por el gran imaginador a través del lenguaje audiovisual que, según, Gaudreault y Jost (1995)
está formado por varias materias de expresión como imágenes, ruidos, diálogos, textos escritos
Esto no solo implica que el gran imaginador tendrá numerosas herramientas para construir el
relato, sino diversas maneras de dejar huellas en el mismo. Un ejemplo planteado por los
autores hace referencia a que si en medio del relato se puede escuchar la voz de un narrador y
luego se puede ver aquello que está narrando, eso ya no es obra de ese narrador, sino del gran
imaginador (Gaudreault y Jost, 1995, p. 48). Esta diferencia de niveles es muy empleada en los
relatos para construirlos desde lo audiovisual y narrativo, pero también es una interesante
posición a partir de la cual contar la historia. ¿Cuáles son las posibilidades de narración en el
De acuerdo con Gaudreault y Jost (1995), en el relato se pueden hallar varias marcas del
enunciador, que si bien en algunos casos pueden remitir a alguien en la diégesis (intradiegético)
como los personajes, otras veces pueden aludir a alguien fuera de ella (extradiegético) (p. 51).
Son estas huellas las que constituyen la enunciación, como señala Kerbrat Orecchioni (citado
no quiere decir que los personajes no sean obra del gran imaginador (enunciador
extradiegético) ni huellas de su obra, sino que hay otras huellas, ajenas a los personajes, que
hacen notar la presencia de dicho enunciador. Es importante que esta instancia no deba
confundirse con la del narrador, que proporciona información sobre los estados de los
y Jost, 1995, p. 33). En otras palabras, el gran imaginador se encuentra en un nivel diferente al
del narrador, pero puede desempeñar ese papel o puede hacerlo otro personaje de la diégesis.
Al respecto, Gaudreault precisa esa especie de orden entre los niveles del encodificador y los
personajes al concluir que el único narrador verdadero es el gran imaginador a quien llama
meganarrador, un narrador implícito (citado en Gaudreault y Jost, 1995, p. 57), mientras que
los demás narradores serían segundos narradores, narradores delegados (Gaudreault y Jost,
1995, p. 57). Por lo tanto, en el relato de una guerra, si bien existe el gran imaginador, un
personaje, que dentro del ciclo bélico de violencia puede ser víctima o victimario, podría ser
Genette (1989) propone cuatro posibilidades en cuanto al estatuto del narrador, considerando
también la posibilidad de que la historia pueda ser contada solamente por el gran imaginador.
16
Como el lector puede notar, cada uno de estos estatutos implica una relación diferente del
narrador con el relato que cuenta y plantea un efecto distinto a nivel discursivo. En el caso de
la víctima y el victimario, el compromiso con el que podrían contar su propia historia, afectará
al relato, en realidad, orquestado por el gran imaginador, quien tiene más de un as bajo la
manga para conseguir su propósito a nivel discursivo. Las variantes en cuanto al compromiso
con el que el narrador testigo o protagonista cuenta la historia, su lugar dentro de la misma y
su relación con los otros personajes o con lo ocurrido, le proporcionan al gran imaginador
Además, Gaudreault y Jost (1995) reconocen que la aparición de un segundo narrador permite
una especie de juego entre los distintos niveles que componen el relato y se podría decir que la
narración hecha por el narrador intradiegético forma un subrelato, que gracias a las
posibilidades del lenguaje audiovisual puede ser oral (narrar), pero también podría emplear
adicionalmente cualquiera de las otras formas de expresión (mostrar o escuchar, entre otros)
(p. 59).
17
Entre las formas más comunes para articular los niveles del relato, los autores listan las
siguientes opciones: el uso de voz over 27 del narrador con voz in 28 de los personajes del
subrelato; narración en voz over que desaparece por momentos y da lugar a los diálogos del
subrelato; y la narración over sin voz in ni diálogos (Gaudreault y Jost, 1995, p. 83-85). Estos
elementos le dan una carga adicional a ver el acto violento, pues además se podría escuchar la
voz de la víctima o victimario subnarrador mientras lo vemos. Pero ¿por qué acudir al subrelato
y al segundo narrador para contar algo? En los relatos de guerra, Liliana López y María Teresa
Uribe29 (2006) afirman que estas narraciones pueden estar dirigidas a narratarios30 jóvenes o
personas pertenecientes a grupos que no vivieron el conflicto armado y a quienes se les devela
Dentro del ciclo de violencia, el subrelato puede llegar a ser muy ilustrativo, ya que podría
emplearse para entender el factor humano de la guerra, los efectos visibles e invisibles, así
como quizás las causas del conflicto o los orígenes de los actos violentos dentro del ciclo.
Genette (1989) señala a la causalidad como una de las posibles relaciones entre el relato y el
subrelato, que adquiere una función explicativa (p. 287). Asimismo entre otras posibles
relaciones entre los dos niveles narrativos, el autor reconoce al contraste o la analogía del relato
con el subrelato y la distracción u obstrucción del relato31 (Genette, 1989, p. 288-289). Como
el lector ya habrá notado, el optar por una u otra función podría llevar a discursos diferentes
27
La voz over se reconoce por un locutor que no vemos y que no comparte el mismo espacio ni tiempo con las
imágenes que se muestran al mismo tiempo que lo escuchamos (Kozloff citado en Gaudreault y Jost, 1995, p.
82).
28
La voz in es aquella que es sincrónica con la imagen y cuyo propietario podemos ver en pantalla.
29
Estas autoras hacen un estudio sobre las memorias de las Guerras civiles en Colombia (1859-1862), que ellas
conciben como relatos y en las que encuentran una serie de coincidencias y patrones, que las lleva a teorizar
sobre cómo se relata una guerra. Si bien ellas se refieren a guerras reales, sus ideas pueden ser aplicadas a
cualquier relato de un conflicto armado, pues parten de la teoría fundante de Aristóteles sobre la tragedia, que
es la base de la mayoría de narraciones.
30
Es la instancia receptora de la narración en el momento en que se da y no debe confundirse con el espectador,
aunque él pueda desempeñar a veces este papel.
31
Un ejemplo podría ser cuando el villano se dispone a matar el héroe, pero se toma su tiempo para contarle
sus motivos antes de hacerlo, lo que prolonga la espera.
18
sobre el ciclo bélico de violencia, así como podría permitir revelar datos distintos en torno a
este tema. Estos aspectos están muy ligados a lo que se conoce como focalización.
narrador cuya voz puede dejar de escucharse en algún momento, los espectadores seguimos lo
que se conoce como «el postulado de sinceridad», a partir del cual aceptamos algunas rarezas
al interior de la diégesis (p. 54). Por ejemplo, el hecho de que en los subrelatos de personajes,
se puedan ver o escuchar detalles exactos de hechos pasados o situaciones que ellos no pudieron
ver ni escuchar, porque estaban muy lejos de las mismas o ausentes de ellas. En estos casos, la
focalización, entendida por los autores mencionados como «el punto de vista cognitivo
adoptado por el relato» (Gaudreault y Jost, 1995, p. 140), le pertenece al enunciador que sí
conoce estos pormenores. Si se considera esta instancia y las posibilidades de punto de vista
interna en la que el relato se limita a la información que tiene el personaje y se juega con la
sorpresa; la focalización externa, que como su mismo nombre lo indica ubica al espectador
Cada una de estas focalizaciones brinda una infinidad de posibilidades como en el caso de la
focalización interna, a partir de la cual podemos, por ejemplo, acceder a las imágenes mentales
de los personajes que, según Gaudreault y Jost (1995), incluyen sus imaginaciones, recuerdos,
alucinaciones, etc. (p. 147). Asimismo, otra posibilidad remarcada por ambos autores, sobre
19
mientras el personaje sigue desconociendo información importante para él, que los
De la misma manera en que los efectos son variados, Genette (1989) precisa que la focalización
puede variar a lo largo del relato, aunque hay casos en los que la variación es aislada y
momentánea, lo que él llama alteraciones, que se alejan de la focalización inicial (p. 249). En
que el narrador omite u oculta una información importante sobre, por ejemplo, el personaje,
que, de acuerdo a la focalización interna planteada al inicio, deberíamos conocer (p. 250).El
segundo tipo de alteraciones recibe el nombre por parte de Genette (1989) de paralepsis y se
refiere al exceso de información (p. 251), que, para Gaudreault y Jost (1995), en el caso del
relato cinematográfico, ocurre cuando se brinda al público un dato que no debería tener (p. 54).
Al interior del relato de una guerra, López y Uribe (2006) consideran que las revelaciones de
información oculta pueden ser la base de un casus belli32, ya que se pueden descubrir propósitos
nación y sus ciudadanos (p. 25). Este cambio bien podría ser una guerra en respuesta a alguna
traición o peligro, al interior del mismo país o con otro. Asimismo, ambas autoras destacan que
Uribe, 2006, p. 25). A nivel discursivo, el poder generar estas emociones es una poderosa
ventaja para poder no solo exponer la manera en que se concibe la guerra, sino hasta llevar a
32
También llamado motivo de guerra (López y Uribe, 2006, p. v).
20
audiovisual, que cuenta con gran cantidad de formas de expresión para potenciar ese efecto.
En el caso del ciclo de violencia, el narrador que el gran imaginador elige junto con la
enunciador delinear este proceso de escalada de los actos violentos, así como su discurso al
respecto. A pesar de estas instancias de posibilidad, hay una variable importantísima que
ubiqué desde el inicio en cuanto a los ciclos de violencia, que se prolongan por años y que salió
a relucir cuando hablé sobre la sociedad japonesa, cuyos discursos sobre el ciclo de violencia
Gaudreault y Jost (1995) señalan que en el relato se puede ubicar una temporalidad que
pertenece al relato mismo, lo que se narra, y otra que se relaciona con el acto narrativo mismo,
es decir, en el caso del relato audiovisual, con el consumo del relato por parte del espectador
(p. 27). La imagen, que forma parte de este relato siempre estará en presente (Gaudreault y
Jost, 1995, p. 110) y ambos autores citan a Metz para señalar que, en ese sentido, esta actualiza
lo que retrata, a pesar de que ha sido grabada previamente (citado en Gaudreault y Jost, 1995,
p. 110).
Gracias a la doble temporalidad, el gran imaginador no solo puede articular de la manera que
quiera los hechos que componen la historia (lo que constituye la definición misma de relato
que ya mencioné al inicio) sino que también puede conseguir que los espectadores siempre—
Gaudreault y Jost (1995) señalan que el gran imaginador tiene varias posibilidades para
construir su discurso a partir del tiempo, pues en la diégesis «un hecho puede definirse por el
lugar que ocupa en la supuesta cronología de la historia, por su duración y por el número de
Como el lector notará, los autores, basándose en Genette, distinguen como nivel de
significación al orden, que parte de la idea de que en todo relato transcurre el tiempo y que a
partir de un determinado punto—considerado como punto cero o punto inicial del relato—se
puede viajar hacia los hechos que ocurrieron antes o después (Gaudreault y Jost, 1995, p. 112
y 114). Este viaje en el tiempo de la historia se identifica con las anacronías que Genette (1989)
define como: «todas las formas de discordancia entre los dos órdenes temporales [el del relato
Dentro de las anacronías, el autor incluye a la prolepsis33, que conceptualiza como: «toda
posterior» (Genette, 1989, p. 95), pero, según Genette (1989), esta no debe confundirse con la
elipsis, ya que esta implica un «salto hacia delante sin retorno [al punto de partida]» a diferencia
de la prolepsis que sí regresa al momento en que el orden se alteró (p. 98). Otra anacronía es la
analepsis, que define como: «toda evocación [no solo verbal, sino también experimentable]
33
A pesar del constante uso que se hace de las palabras flashforward y flashback en el campo audiovisual para
referirse a fenómenos de orden similares, Gaudreault y Jost (1995) prefieren mantener los términos de Genette,
pues consideran que los otros nombres se limitan a referirse a las imágenes y no a un viaje en el tiempo de la
historia (p. 114).
22
En el contexto del relato, la elección del gran imaginador por alguna de estas opciones se
relaciona estrechamente con su discurso y, en el caso del relato de una guerra, las revelaciones
pasadas o futuras que la focalización elegida pueda proporcionar (y a las que el público viaje)
violencia. En el caso de mi objeto de estudio y del discurso que lleva consigo, me limitaré a
En el caso del relato audiovisual, como ya he mencionado y, como recalcan Gaudreault y Jost
(1995), es muy común que para llegar al tiempo de los subrelatos se recurra a la analepsis, pero
destacan que no se debe perder de vista la diferencia entre mostrar y narrar, que son dos
posibilidades que el relato cinematográfico permite (p. 117 y 134) y que ya he apuntado que
Genette (1989) se refiere a tres tipos de analepsis, que incluye a las externas, cuyo nombre
implica que dirige a la audiencia a algún antecedente externo al relato (p. 105). Es gracias a
esas analepsis externas, que los espectadores pueden comprender mejor los odios, culpas y
traumas de muchos de los sujetos ficcionales, provocados por algún conflicto armado que en
el presente afecta sus acciones. Otro tipo de analepsis son las internas, que llevan al público a
algún punto pasado dentro del mismo relato que produce una redundancia o choque con el
Finalmente, el último tipo de analepsis es la mixta, que lleva a la audiencia a un punto anterior
al relato, pero al volver la ubica en un punto posterior al comienzo de dicho relato (Genette,
1989, p. 104-105). Para el lector, la evidencia, de que se encuentra ante una analepsis es
bastante recurrente y reconocible por ejemplo a partir de la apariencia de los personajes que,
23
según Gaudreault y Jost (1995), pueden estar más jóvenes o diferentes (p. 118). Estos autores
señalan que esta anacronía tiene principalmente las funciones de «completar una carencia u
En el caso de un ciclo de violencia, la analepsis puede guiar al inicio del ciclo, a las causas que
Asimismo, el gran imaginador también cuenta con la variable de la frecuencia como otra opción
para articular el tiempo en el relato. Gaudreault y Jost (1995) apuntan que esta se refiere a: «la
relación establecida entre el número de veces que se evoca tal o cual acontecimiento en el relato
y el número de veces que se supone que ocurre en la diégesis» (p. 130). De este modo, por
ejemplo, si bien un personaje muere solo una vez en la diégesis, otro personaje puede recordar
su muerte en varias ocasiones como parte, por ejemplo, de algún trauma al haberla presenciado.
Como ocurre con la analepsis, hay varias posibilidades con respecto a la frecuencia como el
relato singulativo que Genette (1989) plantea como «contar una vez lo que ha ocurrido una
vez» (1R/1H, en donde R es relato y H, historia) (p. 173) y que es la situación más común en
la que Gaudreault y Jost (1995) precisan que el relato siempre brinda nueva información
Otro caso del relato singulativo implica: «contar n veces lo que ha ocurrido n veces (nR/nH)»
(Genette, 1989, p. 174), es decir, nuevamente hay una correspondencia entre el relato y la
historia. La siguiente opción es: «contar n veces lo que ha ocurrido una vez (nR/1H)», que
Genette (1989) nombra relato repetitivo (p. 175). Gaudreault y Jost (1995) aseguran que, en
este caso, la repetición puede tener una apariencia visual diferente y tener las funciones de
revelar un recuerdo poco a poco, demostrar una obsesión del héroe o ir complementando un
hecho al mostrarlo desde distintos puntos de vista (p. 131-132). En el caso del relato de una
24
guerra, el relato repetitivo sería muy útil para remarcar el trauma de un personaje, o la culpa de
un victimario y no solo a nivel del desarrollo del personaje, sino a los ojos de los espectadores.
La última posibilidad es el relato iterativo con el que Genette (1989) se refiere a: «contar una
sola vez (o, mejor: en una sola vez) lo que ha sucedido n veces (1R/nH)» (p. 175) y que
Gaudreault y Jost (1995) señalan que, en el relato audiovisual, solo puede construirse a través
del montaje34 de escenas distintas (p. 133-134). Estos últimos identifican esta opción con la
figura del sumario o resumen en el que el tiempo del relato en duración es menor al de la
Es cierto que Gaudreault y Jost (1995) apuntan a que con base en la complejidad de las formas
de expresión que componen el relato cinematográfico, la frecuencia con la que se puede contar
un relato no solamente implica las imágenes, sino también puede darse en los diálogos o en
una combinación de los dos (p. 134). A nivel del relato, la repetición de un hecho
constantemente también puede remarcar su importancia para la historia o para el desarrollo del
personaje y a nivel discursivo puede enfatizar el discurso planteado. El gran imaginador puede
valerse de llevar al espectador al pasado, al inicio del ciclo bélico de violencia o hacerlo
presenciar o mencionar una y otra vez un acto violento para que no solo no lo olvide el héroe,
En ese sentido, el discurso sobre el ciclo bélico de violencia puede insertarse en el relato desde
los planteamientos de Gaudreault, Jost y Genette, pero el relato audiovisual, como indicaron
34
El montaje hace referencia a la edición en una película, es decir, al proceso de selección, corte y combinación
del material que formará parte del producto audiovisual.
25
los dos primeros, cuenta con varias formas de expresión, que es necesario entender cómo se
Hasta el momento, me he centrado en exponer algunas de las variables que serán analizadas en
relato. Es cierto decir que ese será el principal norte, pero ahora es necesario profundizar en
los medios de expresión que apoyan en la narración audiovisual de, por ejemplo, las historias
que tratan ciclos bélicos de violencia: las imágenes. Gaudreault y Jost (1995) las definen como
recuerda que siempre que se ve una acción, por ejemplo en una película, se aprecia el contexto
contexto que puede ser el campo de batalla, la trinchera, la base de operaciones o la zona de
ataque, porque son justamente estos espacios, en medio de las circunstancias de un conflicto
armado, los que nos ayudan a ponernos en situación con respecto a las acciones que veremos
desarrollarse.
secuencia, que además serán muy útiles para aproximarme a mi objeto de estudio. Según
Christian Metz (2002): «si el plano no es el elemento mínimo de la significación fílmica (dado
que un solo plano nos ofrece múltiples informaciones), sí es al menos el elemento mínimo de
Según los medios de expresión que componen a una imagen audiovisual, tanto sonoros como
visuales, un solo plano puede proporcionar varios datos al mismo tiempo en su labor de
significación, pero sí el componente mínimo. Incluso, Metz (2002) recalca que a pesar de que
existen otros tipos de segmentos mínimos dentro de una película como las transiciones35—
entre las que se encuentran los fundidos o cortinillas—, el plano se sigue diferenciando por su
capacidad de significar y porque para hacer una película se requiere de al menos un plano, de
ahí la denominación de componente mínimo del todo que es la cadena fílmica (p. 129).
relevancia el concepto de secuencia de Metz (2002), que se refiere a: «[la] sucesión de planos
que formen una unidad» (p. 152), pues es allí donde se despliega dicho potencial que se
encuentra en el seno del relato audiovisual. De este modo, ya no se trata solamente del contexto
grupo de ellos, cuya articulación, así como la del tiempo en el caso del desarrollo del relato, de
en el resultado final que es el texto audiovisual, con su particular discurso sobre el mundo.
Precisamente por ello y de acuerdo a la naturaleza de mi objeto de estudio que se precisará más
adelante, es muy importante tener claro la diferencia de niveles entre los planos, que para Metz
(2002) son segmentos mínimos (partes de una parte del filme) y las secuencias, que son
consideradas por el autor como segmentos autónomos (partes de un filme), llamados también
sintagmas (p. 146). Aunque la edición de las secuencias elegidas para mi análisis no es parte
35
Se llaman transiciones a los procedimientos ópticos que funcionan como signos de puntuación entre las
imágenes dentro del relato audiovisual y marcan el paso de una a otra articulando el relato en segmentos que
significan (Metz, 2002, p. 129-130).
27
de este trabajo, sí es importante reconocer que los sintagmas se basan en planos con un cierto
secuencia o sintagma para transmitir algo más que lo que pueden decir cada uno por separado.
Como ya ha ocurrido con todos los niveles del relato que he expuesto, el gran imaginador
también cuenta en este caso con opciones de combinación. De esta manera, dentro de este tipo
de sintagmas narrativos Metz (2002) destaca los de tipo lineal, que llevan a una consecución
de acción única que puede ser continua cuando no hay hiatos36 y discontinua cuando sí hay
Mi objeto de estudio lo constituye un relato audiovisual, pero que tiene la particularidad de ser
un producto de la animación japonesa, que tiene sus propias características a nivel de relato y
empleo de lenguaje animado, las cuales serán detalladas en el segundo capítulo. Sin embargo,
como señala Vanina Papalini (2006), el anime tiene una importante influencia occidental en
cuanto al lenguaje audiovisual justamente en el caso del manejo de cámara y planos, que se
remonta al nacimiento del manga o cómic japonés (p. 32)37, así que es útil partir de algunas
consideraciones generales planteadas para el uso de este código sin perder de vista la idea de
secuencia o sintagma.
Desiderio Blanco (2003) señala que cuando se ve una imagen de un personaje, este no está
consciente de la distancia a la que se encuentra de los espectadores, más estos sí y ello está
36
Los hiatos dentro del relato pueden ser identificados con las elipsis.
37
Esto se debe a la hibridación propia del anime, que se explicará en el segundo capítulo.
28
relacionado con la manera en la que el enunciador quiere mostrar el universo representado (p.
298). En otras palabras, no solo está íntimamente relacionado con el relato, sino también con
encuentra el personaje u objeto que vemos en pantalla con respecto a nosotros y, de acuerdo
con Blanco (2003), la elección de uno u otro tipo de plano puede implicar en relación con el
nivel narrativo, mayor cercanía o lejanía, interioridad o exterioridad en relación con el objeto,
En relación con las diferentes opciones de plano, Blanco parte del concepto que ya mencioné
y los significados adjudicados a ellos para clasificarlos en distintos tipos dentro de un cuadro
semiótico38. De esta manera, reconoce al gran plano general (en el que lo predominante son los
espacios con mínima o nula presencia de personajes) y al plano general (de menor tamaño que
con la lejanía y exterioridad (Blanco, 2003, p. 299). En cuanto al plano conjunto (en el que hay
un balance entre espacio y personajes) y el plano entero (que nos permite ver el cuerpo entero
del personaje), los relaciona con una no cercanía y no interioridad (Blanco, 2003, p. 299). En
otras palabras, los ubica en algún punto intermedio entre la lejanía y la cercanía, pero más
En el caso del plano americano (en el que podemos ver el cuerpo del personaje hasta las
rodillas) y el plano medio (en el que podemos ver la mitad del cuerpo del personaje), son
relacionados por Blanco (2003) con la no lejanía y no exterioridad (p. 299), posicionándose
también en el rango entre los dos extremos y con más proximidad a los planos más cerrados.
38
Un cuadro semiótico es una herramienta usada especialmente en la semiótica desarrollada por Greimas y «es
una presentación visual de la articulación de una categoría semántica tal y como puede ser obtenida, por
ejemplo, del universo de un discurso dado […]» (Courtés, 1997, p. 221).
29
Justamente en este último grupo, el autor incluye al primer plano (en el que vemos comúnmente
solo el rostro del personaje) y al gran primer plano (o plano detalle, que nos muestra todos los
elementos más pequeños que el rostro humano) vinculándolos con la cercanía y la interioridad
Estas alternativas le permiten al gran imaginador, en el caso del relato audiovisual de una
minimizada por la furia del contexto bélico permitiéndole así poner las bases para la expresión
violento, Stephen Prince39 pone de relieve que dice mucho si el acto violento ocurre dentro del
plano o fuera de él—lo que se conoce como fuera de campo—, ya que se transmite una emoción
e implicación totalmente diferente con lo visto más aún si se considera la gradación de violencia
Otro elemento que puede ser modulado en el ámbito visual es el ángulo de toma y Blanco
(2003) afirma que tiene que ver con la posición de la cámara en su eje horizontal con respecto
al objeto (p. 300). De este modo, el autor llama ángulo normal cuando «el punto de vista [de la
2003, p. 300). Blanco (2003) señala otras posibilidades: el ángulo picado en el que «el punto
de vista [de la cámara] se coloca por encima de la línea del eje horizontal de la toma» (p. 300).
Este último está asociado con «humillación, abatimiento, impotencia, sumisión, aplastamiento
y hundimiento» (Blanco, 2003, p. 300). Como se puede notar, el ángulo picado puede ser muy
útil para mostrar el acto violento, pero también a la víctima y por qué no al victimario que se
39
Stephen Prince realizó un estudio sobre la evolución de la estética de la violencia en el cine occidental y
relaciona la duración del acto violento en pantalla y su gradación con las estrategias estilísticas para
representarlo derivando en un concepto que llama gradiente de amplitud estilística (citado en Zavala, 2015, p.
131).
30
siente culpable. Finalmente, la otra opción es el ángulo contrapicado en el que «el punto de
vista se coloca por debajo de la línea del eje horizontal de la toma» (Blanco, 2003, p. 301).
Blanco (2003) detalla que el plano mencionado se asocia con soberbia, exaltación, poder,
energía, dominio, elevación, mitificación, independencia, orgullo y vanidad (p. 301), que
también se pueden conectar con la figura del victimario en el retrato del acto violento al que
Cuán cerca o lejos esté el espectador, ya sea mirando desde arriba o desde abajo, siguiendo el
recuerdo del personaje hacia el pasado, viendo ese pasado, compartiendo lo que sabe o no sabe
posibilidades al gran imaginador para mostrar su discurso sobre la guerra y el ciclo de violencia,
que parte de ella o deriva en ella. Como ya he sugerido en el planteamiento del problema de
investigación, el anime tiene una particular relación con la violencia y la guerra, que será
propio lenguaje animado para expresar sus discursos al respecto. Para ello, justamente, también
es imperativo conocer las particularidades que posee mi objeto de estudio con base en la
tipología de anime a la que pertenece y el mundo en el que se desarrolla su historia. Hacia allí,
Cuando en Occidente se piensa en animación, quizás vienen a la mente las más populares
películas de Disney y Pixar, donde a pesar de todo, siempre suele haber un final feliz, en el que
el bien triunfa sobre el mal. No obstante, en Oriente y para los llamados otaku40, el anime se
presenta como otro posible ejemplo, que, en cambio, puede desarrollar historias que no siempre
terminan bien para sus personajes. En el caso de Latinoamérica, como señala Tania Cobos
(2010), fue durante las décadas de los años 70, 80 y 90, que el anime empezó a conocerse más,
a la par que se transmitían y adquirían popularidad numerosas series como Saint Seiya, Sailor
Moon o Dragon Ball (p. 48)41. Estas eran transmitidas, especialmente, como parte de la sección
veíamos con asombro las sangrientas batallas de Saint Seiya, aunque pudiera sonar
La razón de esta no correspondencia entre estas series y la edad de muchos de sus televidentes
de esos años (yo tenía 5) es que, como coincide Cobos con Manuel Angulo (citado en Cobos,
2010), en aquella época prevalecía la idea en Latinoamérica de que todos los dibujos animados
eran dirigidos a niños, aunque, así como este último autor destaca, muchos de los programas
40
Otaku (おたく), que significa soñador, es un término que hace referencia a los apasionados fanáticos del
manga y anime, así como de productos relacionados con sus historias como los videojuegos, música, juguetes o
accesorios, incluso algunos se disfrazan de algún personaje (cosplay), elaboran sus propios relatos (fanfiction) o
productos derivados (como los music video animation) a partir de la historia de su manga o anime favorito
(Hernández-Pérez, 2017, p. 20, 40 y 94). También, se suelen reunir en comunidades online y offline.
41
Durante el 2000, adquirieron popularidad series como Cardcaptor Sakura y Pokémon (Cobos, 2010, p. 54),
pero progresivamente las transmisiones de nuevas series en canales peruanos disminuyeron hasta escasear
considerablemente, mas en el presente el canal Willax TV está apostando por repetir series antiguas y estrenar
nuevas como Naruto Shippūden o Dragon Ball Super.
32
transmitidos, como el mencionado, eran en realidad para un público adolescente (p. 69-70)
Obviamente, en un punto, muchos padres empezaron a darse cuenta de que estas series no eran
el contenido más adecuado para sus hijos más pequeños y esta es una de las razones de la
asociación del anime con la violencia42, pero ¿por qué ocurría esto? Según la misma Cobos
(2010), anime es el término occidental con el que se le conoce a la animación japonesa (p.
19)43 , es decir, la autora destaca de esta manera la relación del anime con Japón en tanto
producto cultural, la cual podría ser la clave para responder dicha pregunta, pero antes es
De acuerdo con Manuel Hernández-Pérez (2017), una de las claves del anime radica en su
Oriente y Occidente (p. 47) y que se evidencia en que algunas historias se basan en mitologías
europeas o sus personajes son de países angloparlantes aunque hablen japonés. De este modo,
los contenidos de las historias de las series anime, al igual que las similitudes con los dibujos
contradicen la definición de Cobos, pues el carácter híbrido es propio de este producto cultural
países hispanoamericanos, es posible darse cuenta de que, en este caso, así como hay
Al respecto, Fred Patten (1996) apunta que fue Osamu Tezuka, uno de los pioneros y figuras
más influyentes del cómic japonés o manga 44 y del anime, quien marcó la pauta sobre la
42
Otras razones se explicarán más adelante.
43
«El anime es una contracción de la forma japonesa animeshon, traducción de la forma inglesa animation, por
lo que suele utilizarse para designar a la animación japonesa» (Levi y Poitras citados en Hernández-Pérez, 2017,
p. 64).
44
El término incluye tanto a las publicaciones seriales de las historietas japonesas en revistas de frecuencia
semanal, así como a los volúmenes recopilatorios (Hérnandez-Pérez, 2017, p. 59).
33
definición de ambos como medios para contar historias orientadas a cualquier público,
precisamente porque él mismo creó desde relatos para niños hasta otros de naturaleza erótica
para adultos (p. 10). De esta manera, se sentaron las bases para que autores posteriores de
anime, como los que crearon Saint Seiya dieran rienda suelta a su imaginación sin limitarse a
la audiencia infantil, que era el público más común de los dibujos animados de Occidente y, en
consecuencia, siguen creando piezas para una amplia gama etárea de consumidores.
En lo que se refiere al manga, de acuerdo con Robin Brenner (2007), existen categorías para
clasificar sus relatos a partir del sexo y edad del potencial consumidor, aunque el autor reconoce
que el cómic japonés puede ser consumido y disfrutado más allá de dicha división (p. 30), que
según Hérnández-Pérez (2017), también comparte el anime con base en la adaptación de las
historias del manga a la animación (p. 53). De este modo, un manga o un anime dirigido a una
u otra demografía tratará ciertos temas de una determinada manera acorde con la audiencia a
la que va dirigido y podría contar una historia bélica en el marco de alguna de estas
demografías. Daniel Flores (2013) explica de manera más clara este punto cuando señala, por
público femenino adolescente, mientras que el seinen exhibe contenido violento y temas
En ese sentido, un análisis de cualquier anime debe considerar una aproximación a los aspectos
visual y narrativo, pero también a la particular forma cómo estos son desarrollados de acuerdo
a la audiencia correspondiente, algo también propio del anime. En el caso de mi trabajo, ello
45
Otros géneros son el kodomo, que agrupa historias para niños pequeños en las que se cuentan las aventuras
de estos con sus amigos y mascotas, y el josei, variante femenina del seinen (Flores, 2013, p. 50 y 53).
34
años (Flores, 2013, p. 45)46 sin olvidar el énfasis en la guerra y el ciclo de violencia, que son
ANIME SHŌNEN
De acuerdo con Frederik L. Schodt (2011), cuando la famosa revista de manga shōnen Weekly
Shōnen Jump quiso establecer su política editorial, llevó a cabo una encuesta entre sus
potenciales lectores, que consistía en averiguar qué les transmitía más calidez, qué creían que
era más importante, así como qué les hacía más felices, y las respuestas de la mayoría fueron:
respectivamente (p. 89). En otras palabras, la raíz temática que se propone para esta demografía
es una historia de superación por parte de un héroe que recorre el camino hacia su objetivo,
ayudado por sus amigos y armado con su propio empeño. Sin embargo, de acuerdo con Sergi
a los trabajos de la popular revista, sino que es la base de todas las historias del manga y el
anime dirigidas a la audiencia shōnen (p. 45), quienes se pueden deleitar de las posibilidades
Si se piensa, por ejemplo, en una serie anime shōnen como Dragon Ball (1986-1989)48, que se
centra en las artes marciales y la lucha contra razas alienígenas, el lector se puede percatar de
la diversidad de géneros destinados al público shōnen. Robin Brenner (2007) nota esta variedad
46
Otras clasificaciones, incluyen a los mechas, historias de luchas de robots piloteados por humanos, ecchi, con
tópicos eróticos o picarescos, hentai, con alto contenido erótico y sexualmente explícitas, yaoi, enfocadas en
romances entre hombres y yuri, centradas en romances entre mujeres (Cobos, 2010, p.14).
47
Sergi Cámara es autor junto a Vanessa Durán del libro El dibujo manga (2006).
48
Dragon Ball cuenta la historia de Gokū, un niño de la raza alienígena saiyayin, quien emprende la búsqueda
de las esferas del dragón, las cuales cumplen un deseo a quien las encuentre.
35
y nombra algunos géneros recurrentes en el manga y anime shōnen como el mitológico, ciencia
ficción, bélico, terror, deportivo, fantástico, histórico, escolar o acción/aventura (sobre todo
artes marciales que pueden incluir la presencia de samuráis y ninjas) (p. 142 y 153). Con esta
afirmación, el autor permite confirmar a la guerra como un tópico válido del anime y el manga
shōnen, al mismo tiempo que (si se tiene en cuenta el ejemplo mencionado) hace posible
Brenner en esto último cuando señala que, con el propósito de alcanzar a audiencias más
grandes, se recurre a hibridaciones (p. 141), que reafirman el carácter híbrido del anime y
explicaría, por ejemplo, el caso de Dragon Ball que agrupa a la acción/aventura con elementos
de ciencia ficción.
Ahora, la hibridación de géneros en el anime y manga shōnen plantea tanto gran cantidad de
opciones en cuanto al contenido de las historias como preguntas sobre los tonos o tratamientos
que se aplicarán en dichas narraciones a partir de los temas y géneros elegidos, más aún en el
caso del tópico bélico y considerando a la audiencia adolescente. Esto es bastante más complejo
de lo que parece, pues desde la definición del rango etáreo del shōnen, mencionada por Flores
en el acápite previo, quedó claro que es bastante amplio y si bien Robin Brenner (2007) lo
acota un poco más al establecer que abarca desde los 12 a 18 años aproximadamente, destaca
que algunos títulos apuntan a los miembros más jóvenes de esta demografía, mientras que otros
Es importante reconocer, como lo hace Brenner (2007), que las historias shōnen se caracterizan
por el humor o la comedia física, pero, al mismo tiempo, no renuncian al carácter dramático
49
Si bien esta combinación puede notarse desde las premisas, a veces se evidencia en algún momento específico
de la trama, donde la historia se orienta hacia uno de los géneros.
36
(p. 32). Al igual que sugiere una hibridación de tonos en las historias shōnen, la descripción de
Brenner sobre el tratamiento de temas como la guerra en dichas narraciones permite reparar en
lo profundo que pueden llegar a ser estas así como el efecto que pretenden generar en sus
espectadores. De esta forma, coincide con Mark MacWilliams (2008), quien señala que tanto
el manga como el anime no son fantasías que pretenden hacer al espectador escapar de su
realidad, sino que constituyen una vía para la reflexión política, ética y existencial (p. 10).
Teniendo en cuenta lo dicho por ambos autores, el anime pretende conseguir un balance entre
público adolescente, que se divertirá viéndolo de la misma manera que es interpelado a criticar
desdeñable, pero quizá motiva a indagar más en cómo los textos animados japoneses para la
audiencia shōnen han pretendido plantear una reflexión o discursos sobre lo que son los
conflictos armados. Dicha indagación sirve al lector, sobre todo, como contexto y ejemplo para
Capítulo III.
2.1.1. La lucha de los héroes por la paz: el discurso de la guerra heroica en el manga
shōnen bélico
Es natural pensar que la época posterior a la Segunda Guerra Mundial era un escenario
expresión en productos culturales. No obstante, como afirman Mio Bryce y Jason Davies
(2010), la Ocupación Norteamericana estableció una censura en la nación nipona contra las
referencias a la guerra (p. 50), así que fue necesario esperar varios años para encontrar dichos
37
de la cuestión, autores como Eldad Nakar, Angela Drummond-Mathews, Mio Bryce y Jason
Davies notan que, si se obvia la época propagandística de la década de los años 3050, se pueden
reconocer dos discursos y narrativas relacionadas con la guerra en el manga shōnen, que
El lector debe recordar la fuerte vinculación del manga y el anime, en el marco de la adaptación
de las historias del cómic a la animación y viceversa que implica que usualmente comparten
las mismas historias, demografías y géneros. Por esa razón, resulta particularmente interesante
revisar los casos mencionados de narrativas shōnen en el cómic japonés y sus discursos sobre
la guerra con base en los puntos de encuentro entre ambos medios y para reconocer los rasgos
En el caso del más antiguo de los dos, de acuerdo con Nakar (2008), destacó a finales de la
década de los 50 hasta finales de los años 60, cuando ya había terminado la Ocupación
estadounidense de Japón y el país del sol naciente vivía una época de bonanza económica,
progreso tecnológico y éxito deportivo (Tokio fue sede de los Juegos Olímpicos de 1964) (p.
193). En comparación con la terrible situación en la que terminó la nación asiática tras el fin
de la Segunda Guerra Mundial, el nuevo contexto era radicalmente diferente, incluso positivo,
así que el autor afirma que la sociedad empezó a ver hacia su pasado como los cimientos de
ese esplendoroso presente y revalorizaron a aquellos que sacrificaron sus vidas en el conflicto
50
Durante la Segunda Guerra Mundial y la década de los años 30, el anime (antes primordialmente enfocado en
el cine) fungió como un medio de propaganda del programa militar del gobierno (Patten 1996) y lo mismo
ocurrió con el manga (Bryce y Davies, 2010, p. 50).
51
En 1957, el manga incorporó historias con tono dramático y representaciones realistas que atrajeron a niños
mayores (adolescentes) así como a jóvenes adultos (Ito citado en Drummond-Mathews, 2010, p. 63) y en 1959,
estas historias debutaron en las primeras revistas shōnen (Drummond-Mathews, 2010, p. 63). Entre esas
narraciones, muchas historietas japoneses trataban el tema bélico (Nakar, 2010, p. 177).
38
armado (Nakar, 2008, p. 195). Para el autor, es importante destacar que las historias de esta
época se centran en el campo de batalla, en el ámbito militar, lo que restringía la guerra, en este
caso, a aquello que ocurría sólo en el espacio aéreo, además la muerte era obviada o
simplemente sugerida, así que no se sentía el asesinato ni las consecuencias trágicas de la guerra
Con ello, el autor propone pensar en todo aquello que no está mostrando este relato, ¿qué hay
de las ciudades, los pueblos o los civiles? ¿Cuál es su situación en este caso considerando que
los pilotos no solo se atacaban entre ellos, sino que también bombardeaban a objetivos en
tierra? En lugar de plantearse estas preguntas, Nakar (2008) apunta que las historias enfatizaban
jóvenes guerreros puros moralmente (p. 181). Al seguir a un personaje como el descrito por el
autor, que parece ubicarse en un nivel de nobleza e integridad superior, es muy difícil
cuestionar sus acciones militares más aún cuando no se ven resultados negativos o daños
colaterales derivados de ellas, sino solo motivos loables y una causa justa: defender a su país.
Este aspecto se ve aún más realzado por la representación en estas historias del enemigo, que
Nakar (2008) describe como una especie de ser anónimo, casi sin rostro, cuyo pasado y futuro
no son revelados y lo único que sabemos de él es que es cobarde, poco entusiasta en su labor y
De este modo, el autor deja claro que este es un personaje no desarrollado a profundidad e
identificado totalmente con el mal, que es acentuado en comparación con el benévolo héroe
reduciéndose todo a la lucha entre el heroísmo de un ideal de la humanidad ante lo peor de ella.
Como señala el mismo Nakar, una narrativa de este tipo corre el riesgo de representar a la
guerra sin errores colaterales ni violencia real, como si fuera un enfrentamiento contra un
39
terrible mal que tiene que ser erradicado por un salvador incuestionable, que puede quitar vidas,
porque no se muestra el efecto real de ese accionar y puede perderla, porque al final está
entregado al sacrificio. No hay víctimas, no hay victimario y no hay ciclo de violencia, sólo un
Ante la pregunta sobre la vigencia de este discurso en el manga, quizá uno de los ejemplos más
pero en el anime, aunque de manera más moderada, también hay algunas referencias que vale
la pena mencionar. Como apunta Jonathan Muñoz (2014), desde el año 2008 hay una
entre las que enfatiza particularmente el caso de Shingeki no Kyojin54, en el que se destacan la
labor militar, la tecnología de las armas y la figura de los héroes jóvenes como dinámicos,
activos y con ideales (p. 14, 17 y 18). Hay bastantes similitudes entre los rasgos descritos por
Nakar sobre el discurso de la guerra heroica y lo señalado por Muñoz, pero hay varios matices
al respecto en el caso de esta serie anime shōnen como el sufrimiento de la población civil ante
la guerra, la importancia del factor humano emocional en todos los personajes, así como la
mayor complejidad de los héroes y antagonistas que pueden albergar buenos o malos
sentimientos.
No obstante, según el mismo Muñoz (2014), aun cuando el enrolamiento de los jóvenes héroes
al ejército se justifica con su intención de combatir contra los monstruos que mataron a sus
52
Un mangaka es un autor de mangas.
53
Kobayashi Yoshinori defiende que muchos de los hechos como la masacre de Nankín, que responsabilizan a
Japón de crímenes de guerra, son parte de una conspiración de Estados Unidos y la izquierda japonesa, una
supuesta verdad que defiende en sus mangas y con la que pretende motivar el nacionalismo en los jóvenes
japoneses (Sakamoto, 2008, p. 10)
54
Shingeki no Kyojin cuenta la historia de Eren Jaeger un joven que vive en un futuro distópico en el que la
humanidad subsiste en ciudades amuralladas para protegerse de unos seres gigantes de apariencia
antropomorfa (titanes) que se alimentan de personas.
40
seres queridos y no con un motivo nacionalista, esta situación se emplea como otro argumento
para apoyar una carrera armamentista y una posterior guerra (p. 17 y 18). De esta manera,
también se apela a una identificación con la lucha de los protagonistas y ello coincide con lo
planteado por Robin Brenner (2007), quien destaca la reverencia al guerrero (expresada en el
samurái del pasado o en el yakuza del presente) como una constante de la cultura japonesa (p.
143). Este punto puede conllevar a que se simpatice con la violencia que ejerzan los héroes en
su lucha así como con la idea de que para conseguir la paz es necesaria la guerra.
Como mencioné en el primer capítulo, existe un fuerte vínculo entre los discursos expresados
en narrativas y la sociedad que los produce, lo cual no es distinto en el caso de Japón, cuyas
circunstancias cambiaron de tal forma desde la década de los años 50 que permitieron el
nacimiento de una nueva manera de ver la guerra en el manga shōnen55. Al respecto, Nakar
(2008) señala que a finales de los años 60 y durante la década de los años 70, la reanudación
de las relaciones diplomáticas de Japón con China y Corea motivó la publicación en el primero
de memorias y reportajes, que reunían testimonios tanto de civiles como de soldados sobre lo
Este hecho es importante, pues si el lector recuerda lo visto en el primer capítulo, los crímenes
de guerra japoneses fueron precisamente en contra de (entre otras) estas dos naciones, así que
había un clima propicio para mirar al pasado de una manera distinta, quizás crítica del proceder
japonés, lo que le daba voz, en este caso, a los mismos protagonistas de este conflicto armado.
55
Nakar (2008) afirma que, si bien un nuevo discurso alcanzó popularidad, este convivió con el discurso de la
guerra heroica (p. 191).
41
El autor afirma que el contexto se manifestó en el manga shōnen, donde aparecieron historias
que esta vez sí incluían a la guerra terrestre al enfocarse no solo en el frente militar, sino
también en los civiles afectados por el conflicto56(Nakar, 2008, p. 182). Nakar (2008) destaca
que más allá de tratarse de civiles o soldados, estas historias mostraban que, en el fondo, todos
eran personas ordinarias, pues hasta los soldados podían ir obligados a la guerra y
representaban antes que el honor o sacrificio por el emperador, la voluntad humana de vivir (p.
182 y 184).
En ese sentido, Nakar plantea que ya no hay héroes idealizados e inasibles, sino que son como
nosotros, que dudan de su compromiso a su causa por preservar su vida y pueden dejar de lado
hasta a los civiles que prometieron proteger. Debido a esa humanidad, el espectador puede no
solo limitarse a validar el proceder de unos u otros en relación con el bien y el mal, sino que
puede juzgar o reconocer su complejidad. Al respecto, Nakar (2008) apunta que, por esa razón,
las historias del manga pueden incluir tanto las consecuencias de las bombas atómicas en
civiles, como las atrocidades cometidas por el ejército japonés contra prisioneros de guerra y
civiles de otros países asiáticos como China, por ello, el autor afirma que adquiere interés el
Esta postura presentada por Nakar corresponde con el contexto y con la nueva humanidad con
la que claramente se les enviste a todos: soldados y civiles, bando aliado y enemigo, héroe y
56
Un caso emblemático de estas nuevas historias es el manga Hadashi no gen o Barefoot Gen, que es la historia
semiautobiográfica de su autor, Keiji Nakazawa, cuando en su infancia, sobrevivió junto a su madre y su hermana
recién nacida a la bomba atómica de Hiroshima (Nakar, 2008, p. 183).
57
Un ejemplo de esta nueva perspectiva, según James Whitbrook (2015) está en 1979, con el anime shōnen
mecha Mobile Suit Gundam de la autoría de Yoshiyuki Tomino (2015, p. 2). Este último crea las series de real
robots, que a diferencia de los super robots, los bandos enfrentados eran humanos (Whitbrook, 2015, p. 3)
iguales en cuanto a sus dudas y su deseo de vivir.
42
la consecución de la paz, ¿qué plantea este discurso al respecto? De acuerdo con Manuel
tratada desde el dolor, el trauma y la pérdida con el fin de criticarla desde una postura
claramente pacifista (p. 198). En ese sentido, el mostrar los horrores de los conflictos armados
junto a las personas, tan reales y humanas como nosotros, que viven esa tragedia, es el camino
elegido para expresar este discurso, en el que la guerra es una terrible opción por sus duras
consecuencias.
Esta estrategia de expresión también es ubicada por Robin Brenner (2007), quien, incluso,
sostiene que dicho discurso es la opción dominante actualmente (p. 143), pero no se debe
olvidar lo señalado por Muñoz sobre el incremento de historias con nuevos rasgos que
defienden la guerra heroica, lo que puede indicar o un cambio en la balanza discursiva, o una
convivencia. No obstante, más allá del panorama discursivo, es inevitable plantearle una
interrogante al discurso crítico, pues si para conseguir la paz, no hay peor camino que la guerra,
Para responder a esta pregunta, Jean Marie Bouissou (2010) se refiere a la primera generación
de mangakas, a la que pertenecía Osamu Tezuka, quienes fueron jóvenes durante la Segunda
Guerra Mundial y, por esa razón, crearon historias en donde se reflejaba la sensación de que
los adultos habían fracasado por elegir la guerra y que la esperanza yacía en la juventud que
miraba al futuro con optimismo (p. 25). Sin duda, lo que plantea el autor no es descabellado,
pues vivir una experiencia como la guerra a una edad temprana es una de las posibles bases
para rechazarla y también es posible pensar que una generación posterior pueda plantear un
En correspondencia con ello, Bouissou (2010) afirma que esta idea varía en la década de los
años 70 y se empieza a concebir una mayor incertidumbre en las historias en cuanto a ese futuro
que labrará la juventud (p. 29), lo que también concuerda con lo planteado por Brenner (2007)
la prohíbe (p. 144). Como cité en el Estado de la cuestión, Hiromi Mizuno (2007) y Susan
Napier (2005) comparten con Bouissou el énfasis en el manga en cuanto a la esperanza en los
jóvenes del futuro para encontrar la paz y, además, Flores (2013) reconoce una postura similar
en la serie anime Naruto, pero no parece quedar claro la manera cómo la juventud conseguirá
esto. A causa de dicha pregunta sin respuesta, que refleja toda la envergadura de la tarea, es
posible que en un punto se tomara conciencia de que no hay certezas en cuanto a cómo se
responderá para que en un futuro toda guerra sea definitivamente descartada por la paz.
Por esa razón, y, como plantean Bouissou y Brenner cuando analizan el ideal de los primeros
mangakas, si bien llega una nueva generación, eso no asegura que se encuentre una solución a
la complejidad de la guerra y sus motivos, más aún cuando el mismo Japón se debate entre
tener un ejército «para defenderse» o ser totalmente pacifistas. Más allá de dicha incertidumbre,
a lo largo de estos dos acápites, se han revisado algunas formas particulares a través de las
cuales, las historias, sobre todo del manga, abordan la dimensión de motivos, acciones y
discurso, pero para llegar a identificar dichas formas en mi objeto de estudio a partir del
shōnen. Esto le servirá como referencia y marco al lector para entender cómo se aplicarán en
En el primer capítulo del marco teórico, mencioné que en una película de guerra se suele
seleccionar una porción del conflicto armado y un protagonista, a partir de los cuales se articula
el relato, pero, como los casos que he citado, las series de televisión también pueden contar
historias bélicas, y los productos seriales anime son un ejemplo de ello. Como señala Jeremy
seriados, ya que cumplen con el paradigma clásico de origen aristotélico, en el que se pueden
que, en este caso, adquiere la forma de una narrativa seriada (p. 121). A pesar de que existen
narrativas en el anime que subvierten el modelo de Aristóteles como los slice of life59 que
atraviesan a las distintas demografías y géneros, la mayoría del anime shōnen, como mi objeto
de estudio, sigue una estructura más tradicional como las series live action, así que vale la pena
seguir indagando en lo planteado por Butler y revisar lo que implica la narrativa seriada.
Para aclarar este punto vale la pena complementar a Butler con lo expuesto por Roger
Hagedorn60 (citado en Hernández-Pérez, 2017) quien señala que las narrativas seriadas son
frecuencias predecibles, es decir en episodios sucesivos» (p, 124). De esta manera, si se reúne
lo planteado por ambos autores, una serie anime desarrolla el paradigma clásico a lo largo de
varios capítulos (25 minutos aproximadamente por episodio) que son transmitidos de manera
sucesiva y reconocidos como unidades de un texto narrativo mayor, las cuales de manera
58
Jeremy G. Butler es autor del libro Television. Critical Methods and Applications (2002).
59
El anime slice of life también llamado recuentos de vida se define por su retrato del día a día de sus
protagonistas sin ceñirse a la división de la historia en tres actos ni a la construcción de un conflicto guiado por
nudos, sino por pequeños incidentes o episodios en medio de la rutina diaria (blautoothdmand, 2017, p.1 y 21).
60
Roger Hagedorn es autor del artículo «Doubtless to be continued: a brief history of serial narrative» (1995).
45
la narrativa seriada de la animación japonesa. El autor sostiene que gracias al aporte de Osamu
Tezuka al manga y al anime, estos se caracterizan por la decompresión de las líneas narrativas,
anime, como lenguajes con grandes potenciales no solo para captar distintas audiencias, sino,
como se evidencia, en este caso, para contar historias de maneras distintas a como lo hacían el
cómic y la animación occidentales, así que más allá de su vinculación con la hibridación con
Como apunta Robin Brenner (2007), los relatos de la animación japonesa suelen tener un ritmo
pausado que acentúa la importancia de la emoción, los detalles del entorno, los gestos, las
acciones e, incluso, llega a emplear las imágenes como símbolos (p. 60 y 61). No obstante, esto
último no quiere decir que se traten de productos animados aburridos para los adolescentes,
balance de humor y drama que es propio de los contenidos dirigidos a esta audiencia, cuya
preferencia justifica el éxito de series como One Piece (1999)63, que cuenta con más de 900
61
Osamu Tezuka, precisamente, era un amante de Disney, así como del cine alemán y francés (Papalini, 2006,
p. 32) y fue uno de los promotores de apostar por historias más dramáticas y líneas argumentales serias
partiendo de estas influencias (Ito citado en Drummond-Mathews, 2010, p. 63).
62
Posteriormente, el aporte de Tezuka también influyó trabajos en el cómic y la animación occidentales.
63
One Piece cuenta la historia de Monkey D. Luffy, un joven pirata con habilidades especiales, quien ayudado
por su tripulación, quiere encontrar el tesoro One Piece y convertirse en el Rey de los Piratas.
46
episodios. Al leer este número, se vuelve imperativo ahondar más en la base del story de
caracteriza por tener numerosos personajes con una gran red de relaciones interpersonales entre
estas con base en las motivaciones (deseo o carencia) de dichos sujetos ficcionales (p. 122, 146
y 157). En ese sentido, estas historias no se reducen a profundizar en el héroe, sino que el resto
de los seres con los que se relaciona, también pueden estar vinculados entre ellos y así como
personajes secundarios o antagonistas. Para ello, como apunta el mismo autor y gracias a la
prolongación del relato, un rasgo constante del anime es apelar a narraciones, monólogos y
Los sujetos adquieren la complejidad a la que aspiró Tezuka, pues no solo comprendemos cómo
son en el presente, sino cómo fueron antes y qué produjo ese cambio en ellos. En el caso de un
relato de guerra, esto nos permite complejizar a los numerosos actores en el conflicto, sus
relaciones y sus actos, al mismo tiempo que permite que comprendamos distintos aspectos del
factor humano detrás del estado bélico, que incluyen al civil, soldado, comandante, víctima o
victimario. Sin embargo, aun cuando a partir de lo señalado por Hernández-Pérez, sea posible
concebir que el desarrollo de personajes no sea exclusivo del héroe o protagonista, no se debe
64
Este es otro nombre con el que se llamó a la decompresión, que proponía tramas más elaboradas y contenidos
más diversos (Hernández-Pérez, 2017, p. 90).
47
perder de vista su importancia en el caso de una historia shōnen, que se estructura en torno a
su figura.
Si el lector recuerda el trinomio en el que se basan los mangas shōnen de la revista Weekly
Shōnen Jump, que remarcaba la importancia del viaje del protagonista para alcanzar su
objetivo, entonces, le puede resultar lógico que dicho camino no sea sencillo, y que Francisco
López (2012) afirme que las series anime shōnen se dividen en arcos argumentales, que se
abren cuando el héroe tiene que enfrentarse a una nueva dificultad o enemigo (p. 1557). De
esta manera, si se combina este punto con el paradigma clásico ya mencionado, se puede
entender que este se encuentra en un nivel de estructura superior al de los arcos, es decir, que
la presentación, el nudo y el desenlace están formados por un cierto número de arcos, que
Es importante precisar, como lo hace Hernández-Pérez (2017), que algunos de estos arcos sí
son adaptados del manga base, pero otros son originales del anime65 y son llamados relleno por
su función de darle tiempo al cómic fuente para que siempre esté más adelantado que el anime
que lo adapta (p. 66). Este último aspecto llama la atención, por un lado, a una jerarquía de
objetivos y problemas que debe enfrentar el héroe, pues los que provienen del manga parecen
vinculados más a la macroestructura del relato, mientras los otros parecen poder reducirse a un
solo arco y, por otro lado, llama la atención sobre el gran esfuerzo que debe hacer el héroe para
salir victorioso de todos ellos y alcanzar el triunfo, al parecer vinculado a la meta de mayor
rango.
65
Estos arcos también pueden centrarse en personajes secundarios (Hernández-Pérez, 2017, p. 66)
48
Desde un punto de vista narrativo, Angela Drummond-Mathews (2010) señala que el núcleo
de la historia shōnen lo constituye el estadio de la iniciación del ciclo del héroe de Joseph
Campbell66, pues los personajes pasan gran parte de su tiempo entrenando y preparándose
(esforzándose), pues más allá del éxito en vencer al antagonista, lo importante es crecer,
enfrentar problemas, aprender e intentar superarlos (p. 71, 73 y 74). Es posible notar un fuerte
énfasis en el proceso que lleva a la consecución del objetivo del héroe y ello, en el caso de una
historia de guerra, podría subrayar el desarrollo del conflicto con todos los hechos y actos
violentos que ocurren como parte de él, por lo tanto, se podría ahondar en las consecuencias
del estado bélico para las personas más allá de la derrota o la victoria final.
Hernández-Pérez recoge un símil planteado por John Ingulsrud y Kate Allen67 (citado en 2017)
que en los relatos de acción se enfaticen los cambios externos en los personajes como resultado
del aprendizaje, también existe una maduración interior (p. 167). De este modo, incluso en el
caso de una narración en la que las batallas físicas sean parte central del género, el desarrollo
del personaje propuesto por Tezuka y el acento emocional destacado por Brenner (2007) no se
pierden. En cambio, forman parte del crecimiento de un personaje, que al igual que sus amigos
pueden evolucionar y expresarse en una nueva técnica de combate, así como en un rasgo de su
personalidad.
66
La teoría de Campbell es desarrollada en el libro The hero with a thousand faces (1949).
67
John Ingulsrud y Kate Allen son autores del libro Reading Cool Japan. Pattern of Manga Literacy Discourse
(2009).
49
Un héroe shōnen, que aprenda y crezca en la guerra o por ella, presenta una gran oportunidad
para que el gran imaginador consiga que los adolescentes crezcan y aprendan con él, en otras
concepto de arco de Francisco López, es útil para la presente tesis, para dar cuenta de que si el
aprendizaje del héroe parte de un obstáculo constituido por otro personaje, su rival, es necesario
ahondar en estas dos fuerzas que movilizan esa parte del relato que se reconoce como arco.
Sobre todo, ello es aún más relevante en el caso de este trabajo, que se centra en un antagonista,
quien, sin el héroe, el guía y representante del espectador en la historia shōnen, no llegaríamos
a comprender en su complejidad.
Cuando un espectador prende su televisión para ver una serie de acción, espera ver luchas
pelea o están a punto de adquirirlas. Manuel Hernández-Pérez (2017) sostiene que, a causa de
su incorporación constante en las historias del manga y el anime, ciertos tipos de sujetos
representativo que los convierte en arquetipos (p. 169). Si se considera, como hice en el acápite
anterior, que hay ciertos rasgos narrativos propios del anime shōnen, es posible reconocer que
tanto los héroes como los antagonistas posean ciertas cualidades que son esperables como
(citado en Hernández-Pérez, 2017) agrega a esta idea que no se trata solo de una asociación
basada en una presencia persistente, sino que los arquetipos están cargados de un cierto
significado que sustenta su asociación con un determinado tipo de relato (p. 170).
50
Por lo tanto, se confirma nuevamente la importancia dada por Tezuka a los personajes en
relación con las historias del anime y el manga, pues sus rasgos sostienen el relato y permiten
caso del arquetipo del héroe shōnen, Alfonso Felipe (2010) señala que se trata de una visión
más suavizada y cómica del samurái68 en la que se destaca la ingenuidad, afabilidad fuera de
combate y buen corazón del personaje (p. 302), pero, como apunta Laura Montero (citado en
Felipe, 2010), este arquetipo conserva una «determinación inquebrantable y una voluntad sin
Si el lector recuerda el balance entre drama y entretenimiento que Brenner afirma que
constituye el tono de las historias shōnen, se puede dar cuenta de que la personalidad del
protagonista es un reflejo de ello, al mismo tiempo que demuestra la constancia necesaria para
mencionado arquetipo.
Al respecto, Dani Cavallaro (2010), señala que la concepción del héroe en el anime parte de un
la vida humana y el equilibrio cósmico en general» (p. 14). Se puede decir que tanto lo bueno
68
Un elemento importante del héroe shōnen es el bushido que en la tradición japonesa también es llamado el
camino del guerrero y constituye el código de conducta del samurái (Forero, 2011, p. 9). El bushido destaca siete
virtudes: la rectitud, el valor, la benevolencia, la cortesía, la sinceridad, el honor y la lealtad (Patterson, 2008, p.
11).
69
Fidelidad del héroe a una buena causa, que a veces está destinada al fracaso (Álvarez, 2015, p. 184).
70
Montero afirma que el samurái es un arquetipo del teatro kabuki conocido como tateyaku (Felipe, 2012, p.
302).
71
La sociedad japonesa tiene fuertemente arraigada la visión moral del sintoísmo, que carece de una división
radical entre luz y oscuridad, y considera que en un mismo ser, como los kami, sus dioses, puede existir la
ambivalencia moral, pero ello no quita que defiendan ciertas buenas conductas (Álvarez, 2015, p. 185 y 284).
51
como lo malo son considerados partes indesligables del ser humano, que no se deben ocultar u
obviar, incluso en la representación de una figura modélica como la del héroe y en el caso de
mencionado, adquiere sentido lo establecido por Gilles Poitras y Robin Brenner, quien cita al
primero cuando afirma que ello permite que el héroe shōnen pueda tener un pasado oscuro72
En conclusión, el arquetipo del héroe shōnen se aproxima más a la humanidad imperfecta que
motivaciones, que destaca Hernández-Pérez, no debe sorprender que el némesis también sea
desarrollado con base en esa misma complejidad priorizada por Tezuka y que quizá comparta
caracteres con su contraparte en la ficción. Hirohito Miyamoto (2011) apunta que en el contexto
de series largas como el manga shōnen, es posible presenciar la maduración del personaje, un
proceso que este autor llama variabilidad y que tiene como resultado cambios en algunos
rasgos de su personalidad o en su físico (p. 86). Sin duda, en las historias shōnen, este punto
tiene una relevancia capital para la construcción del héroe y del relato, como lo plantean
iniciación, pero si se recuerda que Miyamoto establece que él no limita esta cualidad al héroe,
Un arquetipo muy común al respecto es mencionado por Felipe (2011) cuando señala que en
muchas series anime shōnen, los antagonistas pasan de ser rivales del héroe, a convertirse en
sus aliados (p. 301), lo que podría implicar desde una transformación radical del antagonista
72
Durante la década de los años 60 y 70, esta tendencia derivó en la aparición del antihéroe en el manga, que
además de su pasado oscuro, estaba dispuesto a reconsiderar las reglas morales y legales con el fin de alcanzar
sus metas y tenía un lado oscuro con el que podía estar en paz o en conflicto (Brenner, 2007, p. 46).
52
hasta una cierta coincidencia de objetivos o moralidad con el héroe. Robin Brenner (2007)
aborda esta cuestión y menciona el caso del enemigo, que simplemente es un personaje
luchando en el lado opuesto al del héroe y que podría tener su rol si la historia se contara desde
su punto de vista (p. 47). A pesar de dicha posibilidad, a veces la división moral entre ambos
bandos o personajes es profunda como en el caso del arquetipo del villano, que de acuerdo con
Brenner (2007), puede ser sádico, falto de honor, extremadamente violento y vicioso, opuesto
La empatía o un juicio que brinde el beneficio de la duda es más difícil si se trata de este
personaje descrito por Brenner, que además al compararlo con los arquetipos de enemigo y
sujeto ficcional de este tipo. ¿Por qué este antagonista se volvería aliado del héroe? ¿Se puede
confiar en él? ¿Por qué tienen objetivos tan distintos si se parecen tanto? ¿Cómo puede ser
alguien tan vil? A pesar de que ya hice referencia a los recursos narrativos usados por el anime
shōnen para develar las motivaciones de los personajes, es imperativo tener en cuenta las
implicancias que puede tener para el relato el hecho de que el antagonista sea el personaje
que, según Francisco López (2012), caracteriza a este recurso que expresa pensamientos y
Este nivel de profundización sin duda concuerda con el modelo narrativo de Tezuka, pues
permite a los espectadores acceder a las respuestas a estas preguntas y muchas otras con
obstante, ello implica traspasar la no transparencia de los personajes que, según Hirohito
53
Miyamoto (2011), implica que estos tienen un mundo interno al que no tienen acceso el resto
sujeto ficcional que debido a la cualidad multicapa interna, sea poco consciente de algún rasgo
de su ser a nivel emocional o no tenerlo controlado (p. 86). En el caso de una guerra, un
victimario o una víctima, roles que pueden ser tomados por el héroe o el antagonista, puede no
tener claro que tiene un trauma anclado en el pasado que motiva su conducta presente que tal
Al respecto de la importancia para el relato del momento en que se plantean estas revelaciones
para el héroe, el villano o los espectadores, Manuel Hernández-Pérez (2017) señala que cada
arco argumental de las historias shōnen plantea un enigma narrativo que se resuelve al final
del mismo y suele estar vinculado a la figura del antagonista, quien posee un carácter misterioso
(p. 122). Dentro del esquema del anime shōnen, el héroe se enfrenta a dicho final tras haber
según el autor anterior, el antagonista llega a este momento con un secreto por revelar, ya sea
por Drummond-Mathews (2010) con el retorno del ciclo del héroe de Campbell, que implica
«una huida, una persecución, y es frecuentemente la última batalla con el némesis» 73 (p. 71).
La autora mencionada, plantea que en el retorno se pondrá a prueba lo aprendido por el héroe
durante la iniciación, que en el anime shōnen incluye habilidades físicas y algún rasgo del
carácter, y confrontará al otro sujeto ficcional que motivó el inicio del arco y que se propone
73
A veces a lo largo de los arcos, los héroes se enfrentan a varios rivales menores, pero sólo uno de ellos es el
más fuerte y el más relevante para el momento final del arco o de la historia.
54
derribar al héroe en todo sentido. Con base en las características de estos personajes, hay puntos
comunes entre ellos en cuanto a la humanidad que los constituye, entonces, ¿qué determina el
Para Manuel Hernández-Pérez (2017), la clave se encuentra en entender que no solo se trata de
shōnen se representan por dos posturas en relación con estos dos arquetipos: el sainou (talento
natural), y sai nou ga nai (ausencia de talento natural, perfeccionamiento o superación) (p. 123
y 189). Por un lado, el antagonista posee un poder superior de manera natural y, por otro lado,
el héroe ha tenido que luchar para conseguir ese poder o incrementar el que ya tenía para llegar
al nivel de su rival por una razón distinta a sacar provecho personal de sus habilidades innatas
y no debe sorprender que ello implique una diferencia de personalidad. Según Manuel
actitud vanidosa hacia sus habilidades, así que las usa de manera egoísta o incorrecta, mientras
que el héroe ha fortalecido su sentido de superación y emplea sus destrezas de manera adecuada
(p. 190), justamente porque en su aprendizaje físico ha aprendido también sobre el correcto uso
En ese sentido, si se piensa en una persona que no deja de esforzarse y que ha logrado superarse
con base en su empeño, aun cuando su oponente sea más fuerte, eso no le hará rendirse y muy
psicológico y emocional de las historias del anime, y el enigma narrativo, pues, como afirma
Brenner (2007) un buen retorno o final de arco en las historias shōnen involucra tanto una lucha
física de movimientos rápidos como un clímax emocional (p. 62). Este momento del relato y
no sólo por la lucha, sino por, como lo señaló Hernández-Pérez, lo que revela de ambos
personajes, tan parecidos a nosotros, en relación con sus creencias, objetivos y motivaciones,
interna, a su ethos, sus objetivos y su humanidad en su conjunto, es muy probable que sea más
complicado hablar de una victoria en el clímax emocional, precisamente, por aquello que los
une y los separa, pero en el marco de una historia de guerra, este momento puede ayudar a
comprender algún aspecto del conflicto armado (causas, consecuencias, traumas, culpas, odios,
etc.). A pesar de esta inquietud por ahondar en la naturaleza humana en contextos como la
animado, así que es necesario conocer también cómo el particular estilo de la animación
LA ANIMACIÓN EN EL ANIME
Cuando se le pregunta a una persona con un cierto conocimiento básico de anime acerca de
algún rasgo o elemento característico de este tipo de animación, una de las respuestas casi
instantáneas son los ojos grandes o el cabello de color extravagante de sus personajes. Al
Osamu Tezuka quien, como informa Tania Cobos (2010), ideó que en el manga y luego en el
anime los personajes tuvieran ojos de gran tamaño, muy definidos y de colores llamativos, así
56
como una nariz pequeña, que, en su conjunto, enfatizan la expresión del rostro y se
complementan con cabellos de diversos tonos y peinados vistosos74 (p. 25 y 26, 32-34).
Es posible notar que el énfasis del anime en la emoción y los personajes también se manifiesta
en el ámbito visual y que, como resalta Cobos, durante su desarrollo como estilo, liderado por
Tezuka, el anime ha ido adquiriendo elementos que se pueden reconocer como propios de su
lenguaje animado. En consecuencia, Iván Rodríguez (2014) define al anime como un estilo (p.
41) cuyas características delinean su poder expresivo a nivel visual y son de vital importancia
para el análisis propuesto por mi trabajo. En el caso específico del anime shōnen, más aún en
el caso bélico, las escenas de acción o de violencia, que por la hibridación de géneros pueden
implicar peleas con artes marciales o hechizos, son un componente importante, mas como
ocurre en una película, no solo es trascendental el hecho en sí, sino cómo se cubre, es decir,
cómo se muestra.
Según Herlander (2012), esa diferencia fue percibida por Tezuka75, quien después de sentir que
cinematográficas en el cómic japonés, donde empleaba varias viñetas para capturar los
descripción psicológica de las acciones (p. 59). Probablemente, si el lector ve esto en el cine
no se sorprenda, pues, muchas películas poseen planos de las caras de los actores en ángulo,
por ejemplo, picado, pero, como apunta Herlander, en una historieta, era innovador, ya que
74
Scott McCloud sostiene que la occidentalización se encuentra detrás de la apariencia de los personajes tan
distinta a la japonesa, mientras Susan Napier cree que el motivo se asocia con un deseo de romper con la
estandarización propia de la sociedad japonesa (citados Herlander, 2012, p. 71-72).
75
El cine occidental y la animación de Disney fueron una importante inspiración para el dios del manga en cuanto
a su cobertura cinematográfica y su lenguaje audiovisual en general (Brenner, 2007, p. 75).
57
varias páginas podían enfocarse solo en una pelea, donde se destacaban los rostros de los
contrincantes.
De acuerdo con dicho autor, Tezuka se inclinaba por los primeros planos, el manejo de distintos
ángulos y una suerte de edición a través de la combinación de viñetas que retrataban diferentes
momentos de la acción, de este modo, no solo influía en la forma como se veía la secuencia,
sino la manera como los lectores la aprehendían a nivel emocional (Herlander, 2012, p. 59 y
60). Con estas ideas, Herlander permite considerar que la cobertura visual del anime, centrada
en la transmisión de emociones que están en juego en una pelea, puede mostrar al espectador
la intención de la que nace el acto violento, los sentimientos que acompañan a la toma de
decisión, así como al posterior efecto, más allá de lo físico, en la persona que recibe el ataque.
Tezuka entendió esta dinámica como una posibilidad desde el inicio, así que buscó expresarla
No obstante, Vanina Papalini (2006) destaca que cuando el dios del manga quiso trasladar sus
propuestas visuales (con un claro peso narrativo) al anime, se enfrentó al costo del celuloide,
que lo llevó a disminuir el número de dibujos por segundo para gastar menos76, pero ahora esta
es una técnica inherente de la animación japonesa (p. 32). Como lo comenta la autora, la
película era más cara que el papel y el acento en el desarrollo sentimental y de personajes corría
nuevo lenguaje.
En este escenario, Dani Cavallaro (2010) afirma que la salida fue crear ilusión de movimiento
por medio de, entre otras técnicas, panear horizontal o verticalmente la cámara a lo largo del
76
Tezuka coleccionaba celuloide de expresiones y fondos que luego pensaba reutilizar (Price, 2001, p. 55).
58
cuadro, mantener el foco en un objeto justo en el momento del corte de un cuadro al siguiente,
(p. 16). No obstante, ello no impidió que estos métodos adquirieran un significado también
emocional, como apunta Scott McCloud al respecto del caso de las mencionadas líneas
desplazamiento, sino también plantea un punto de vista desde el cual dicho movimiento se
Si bien el trabajo de Tezuka obtuvo eco entre posteriores mangakas y animadores, Antonio
Horno (2013) menciona que durante mucho tiempo se asoció al anime con la denominación de
animación limitada, pero remarca que desde hace muchos años ya no es necesario recurrir a un
recorte en el movimiento, pero que aun así los animadores deciden usarlo por razones
estilísticas (p. 273-274). Incluso, como afirma Marco Pelliteri (2011), la ausencia de
movimiento tiene un significado, pues el congelamiento del cuadro es un recurso que se usa en
el anime para pausar ciertas escenas cruciales con el propósito de enfatizar un momento de
Precisamente, Horno (2013) resalta que la designación animación selectiva de Sheuo Hui Gan
es más apropiada para definir al anime, ya que antes que una carencia se fundamenta en la
«selección de recursos» (p. 274 y 276). De este modo, se podrían elegir uno o dos—como la
animación completa para algunos momentos—con el fin de transmitir las emociones en juego
cuando, por ejemplo, se comete un acto violento o un asesinato otorgándole al anime el carácter
de minimalista debido a su eficacia sin caer en lo accesorio (Horno, 2013, p. 276). En vez de
a lo simple—quizás en lo visual—, pero sin duda remarca lo más potente (lo emocional) y sin
limitarse a la acción.
audiovisual, es posible percatarse de que cada elemento tiene su función dentro del todo,
incluso algunos tienen más de un papel o un propósito no siempre tan explícito. Siguiendo a
Horno y Sheuo Hui Gan, esto es aún más importante en el selectivo anime, pero además de los
personajes y las imágenes que de ellos se nos muestran, existen los espacios, esos contextos
donde los sujetos realizan sus acciones que pueden ser actos de violencia.
A partir de una frase de Sergei Eisenstein, Shigeru Maeda (2015) establece una diferenciación
entre las interpretaciones de los personajes, que identifica como parte de los contenidos
narrativos en una película, mientras que los paisajes donde aquellas tienen lugar, tienen el rol
Quizás después de leer la importancia de los sentimientos de los personajes para Tezuka, el
lector creerá poco posible que la actuación de estos esté exenta de proyectar emociones y
Maeda no niega este punto, sino que señala que estas parecen vincularse de manera más
suman a estos en un nivel más volátil y pasional a través del cual aportan especialmente a la
forma.
Precisamente, Roberto Álvarez (2015) afirma que el anime comparte con otras artes plásticas
japonesas «el objetivo de eludir la recreación directa de la realidad para reinventarlas a través
60
trampantojos [ilusionismo] y los simbolismos» (p. 180). De este modo, para Álvarez más allá
realidad es intervenida y resignificada por medio de ciertas técnicas que potencian el nivel
netamente sensible en el que parece encontrarse la expresión por medio del paisaje como señaló
Eisenstein. Álvarez (2015) lo deja más claro cuando dice que todo gira en torno al «arte de
sugerir antes que mostrar» (p. 180), un arte que, constituye una labor dedicada, que se consigue
ingrediente esencial para Tezuka cuando construía el diseño de sus personajes es el color que,
de acuerdo con Horno (2013), también proyecta valores simbólicos y emotivos, mas estos se
suman a su labor como medio narrativo (p. 229). A diferencia de Eisenstein, el autor sí
considera que el color, que sin duda forma parte de esos paisajes y fondos, presta sus servicios
al relato en un nivel no meramente sensorial, pero su apreciación tampoco limita al color a las
formas más literales de contar la historia. Horno (2013) destaca que existe una especie de
fenómeno, que él llama el uso dinámico del color, en el que este varía independientemente de
las acciones concretas de los personajes siguiendo motivos expresivos y dramáticos (p. 230).
Por ejemplo, cuando Kenshin, el protagonista de Rurouni Kenshin77, aún era un asesino, mató
sangre, aunque no hubo ningún tipo de luz cercana al hecho que justificara ese color.
77
Rurouni Kenshin cuenta la historia del ex asesino Himura Kenshin, quien trata de expiar sus pecados ayudando
a otros y evitando matar.
61
En la misma línea, tras un estudio sobre el vínculo de Japón y el color, Wenhui Cheng (2009)
concluye que el país del sol naciente les ha adjudicado un significado étnico particular a los
colores, entre los cuales reconoce cuatro básicos (blanco, verde, rojo y negro) que poseen tanto
una interpretación estética como moral y religiosa (p. 1926). En comparación con Horno, la
autora combina los motivos dramáticos del color con un simbolismo propio del caso japonés,
que incluye no solo emociones, sino juicios morales y, en ese sentido, enmarca la dinámica del
Al respecto, Cheng (2009) explica que, el blanco es un color asociado con la vida, la belleza,
la inocencia, bondad, pureza moral, amistad y paz, lo que lo ubica en un mismo plano positivo
con el verde, que se vincula con la naturaleza y el alivio en el ánimo (p. 1926, 1927 y 1928).
Asimismo, destaca que el rojo78 se relaciona con la sangre, el fuego, el peligro, tragedia, odio,
muerte y suciedad; mientras el negro, comparte con el rojo los dos últimos significados de su
espíritus malvados y violencia (Cheng, 2009, p.1928-1929). Esta autora especifica que estos
dos últimos colores juntos potencian las atmósferas tenebrosas y aterradoras, pues se ven
A simple vista el lector habrá notado que muchas de estas asociaciones no son ajenas a la
cosmovisión occidental y que, debido al tema, en este trabajo probablemente se hable mucho
del rojo y el negro, pero también es preciso destacar que muchos de estos motivos pueden
variar de acuerdo al tipo de blanco, negro, rojo o verde que se vean y ello no tiene sólo que ver
con algún tono de color específico. La manera como la luz cae sobre un objeto de un
78
Debido a la influencia china, el rojo, a veces, también se vincula al entusiasmo, el amor o la belleza y
magnificencia (Cheng, 2009, p. 1928).
62
determinado tinte puede cambiar la percepción del mismo y, con dicha idea, Horno (2013)
destaca que esto puede tener efectos dramáticos y psicológicos al apelar no solo a la intensidad
de la luz, sino también a su calidad y al contraste de luz y sombra (p. 252 y 260). El autor señala
que la luz blanda (o suave) se puede reconocer al ver una iluminación dispersa sin sombras o
con un sombreado sutil evidente sobre los colores básicos de los personajes, mientras la luz
dura es más puntual con una dirección e intensidad pronunciada generando sombras y siluetas
Dicho autor agrega una nueva capa a la apariencia del color, al mismo tiempo que profundiza
en las características de la luz y abre las puertas a la gran cantidad de posibilidades en cuanto
esta que puede derivar en varios tipos de iluminación: frontal (rostro totalmente iluminado casi
sin sombras y que excluye personalidad79), lateral (una parte del objeto está iluminada y la otra
en penumbra, lo que genera un efecto inquietante y aporta personalidad) o cenital (la luz
proviene de arriba del objeto iluminando la parte superior del mismo, mientras el resto queda
en sombra, así que provoca un efecto de espiritualidad) (Horno, 2013, p. 253 y 254). También,
Horno (2013) menciona la iluminación contrapicada (la luz proviene de debajo del objeto
dejando la parte superior a oscuras, lo que se asocia con un efecto de maldad o expectación) y
contraluz (la luz proviene de detrás del objeto quedando este en oscuridad, pero destacan los
79
Con personalidad el autor se refiere a que aporta algún efecto, saliendo de lo neutro o punto cero, que se
puede identificar en la iluminación frontal.
63
Con esta recopilación, el autor permite percibir la gran cantidad de sutilezas de la luz y sus
como una serie y que podría parecer que solamente son exclusivos de productos fílmicos live
action. Es un importante elemento que junto al color permiten a los fondos, como lo dice
Álvarez, sugerir antes que solamente mostrar. Si bien el acápite previo ha sentado las bases
para concebir la representación de un acto violento por medio del anime, a partir de esta sección
se percibe que esto se puede modular o repotenciar por el contexto estético, emocional y ético
en el que trabajan juntos el color y la luz en el marco de la atmósfera espacial que también
Empero, la forma como se ven los actos de violencia, así como su impacto en el cuerpo son
dos aspectos también importantes. Es el rastro de la violencia en la carne de los sujetos del
relato o cuánto se ve de ello, otra dimensión sobre la que profundizar al ir tras el discurso del
Como ya me he referido al inicio de este capítulo, una de las asociaciones más escuchadas que
involucran al anime lo conecta con la violencia y dicha asociación fue el centro de una
controversia que involucró al público latinoamericano que defendía esa postura o que tenía
hijos que consumían este tipo de animación. Sin embargo, Roberto Álvarez (2015) critica este
debate, que también ubica en ciertos círculos académicos, al afirmar que se sustenta en una
visión simplista de la realidad, en la que no se pretendía ver estos productos «con los ojos del
otro», es decir, no consideraba la manera cómo los japoneses conceptualizan la violencia dentro
clave en el bushido o código samurái y la tradición de los héroes de la edad media en Japón,
que sustentan que un acto de barbarie sea valorado en relación con la gloria y el heroísmo80
De esta manera, al igual que señalaba Robin Brenner (2007) en relación con el discurso de la
guerra heroica, se valora al guerrero y sus actos, aunque impliquen violencia, pues parecen
apuntar a una causa que justifica su heroísmo, pero a nuestros ojos sus actos pueden verse como
barbarie inadecuada para el público infantil. A pesar de que una respuesta a esta situación se
de la violencia en el anime shōnen, pues, en cuanto al tono de sus historias, Robin Brenner
(2007) menciona que el humor tiene un lugar importante que permite distinguir entre una clase
de acto violento relacionado al humor físico y otra considerada como verdadera (p. 100).
Esta última (punto central de este trabajo) sí tiene claras y visibles consecuencias, que, de
acuerdo con el mismo autor, se muestran de manera diferente en series anime para niños, donde
la presencia de sangre es casi mínima, frente a series anime para adolescentes, donde se retrata
una violencia más sangrienta, aunque generalmente no explícita81 (Brenner, 2007, p. 100). Si
explicación de Brenner sobre los rangos etáreos (miembros más jóvenes o miembros mayores)
dentro de la misma demografía shōnen, entonces es posible deducir que el autor también se
80
Otra influencia de la tradición japonesa proviene del kabuki (teatro japonés) en donde «el drama, la violencia
y la sangre eran mostradas y muchos personajes sufrían muertes prolongadas, brutales y horribles» (Bouissou,
2010, p. 20). Del mismo modo, el ukiyo-e (grabados en madera) también retrataba el horror y la desintegración
de cuerpos (Bryce y Davies, 2010, p. 40).
81
Aproximadamente durante la década de los años 60, las historias de los manga shōnen empezaron a incluir
temas tabú, como desnudez, humor escatológico y violencia gráfica (Schodt citado en Drummond-Mathews,
2010, p. 64).
65
refiere a un escalonamiento del contenido violento en relación con esos rangos dentro de dicha
audiencia.
Si se limita más este razonamiento al caso del anime shōnen bélico y se compara con otro de
temática deportiva, se nota que en ciertas historias la violencia es un tema más central y que
esa puede ser otra posible condicionante en la representación de los actos violentos. Al
respecto, Brenner (2007) señala que además del factor etáreo, algunos títulos para los lectores
mayores dentro de la demografía shōnen, suelen enfatizar más la exhibición de los «resultados
sangrientos de una pelea», porque desean llamar la atención sobre un punto en relación con
dicho tema, especialmente en el marco de historias sobre samuráis o ninjas (p. 101). Sin
embargo, es relevante considerar que dichos resultados no siempre son patentes en todos los
personajes de la misma forma, pues según la postura de Ōtsuka Eiji, explicada por Thomas
Lamarre (2010) usualmente los héroes del manga shōnen poseen una especie de inmunidad en
la guerra y el combate en el que aunque se deformen sus cuerpos, logran resistir y dan una
Gracias a las posibilidades del dibujo en movimiento, la violencia puede representarse a través
del anime en todo un nuevo nivel, en el que Christian McCrea (2008) señala que los cuerpos
pueden rugir, volar o erupcionar e, incluso, pueden llegar a subvertir el orden de tiempo y
espacio (p. 10 y 12) 82, lo que sería más difícil de alcanzar en una película o serie live action.
Al existir esta potencialidad, tiene sentido concebir que el grado de resistencia del cuerpo del
héroe es una decisión acorde quizá con la demografía, aunque como apunta Brenner (2007), en
82
Un cuerpo podría deformarse a causa de una explosión de formas impensables y desafiar las leyes del espacio,
al mismo tiempo que la animación podría prolongar este momento con el efecto de cámara lenta o ralentí
subvirtiendo también las reglas temporales.
66
distintos rangos etáreos dentro de este mismo público. Si se sigue ese camino, porque mi objeto
de estudio se vincula con el anime shōnen y el tema bélico, ¿no hay ninguna posibilidad de
muerte para el héroe o los personajes en general?, pues una de las posibles consecuencias de la
humanidad de los personajes en el anime, pues para él así como los sujetos ficcionales del
shōnen pueden sentir sufrimiento, amor, dolor o alegría, hasta los más inocentes pueden
Si se recuerda las potencialidades visuales del anime planteadas por McCrea y la posibilidad
de ver las consecuencias de la violencia en los cuerpos en el anime shōnen, como señala
Brenner, lo apuntado por Poitras sobre la muerte calza perfectamente, pero debido a la
resistencia de los héroes shōnen que menciona Eiji, la situación de este personaje es aún más
compleja que la de otros sujetos ficcionales secundarios que, por ello, son más vulnerables a
perder la vida. Queda claro que la ausencia o la presencia de la violencia y el nivel de la misma
en el anime shōnen depende del rango de edad de la audiencia, de la centralidad del tópico de
la violencia para la historia, del discurso en torno a ella y de la importancia del personaje(s)
involucrado(s) en el acto violento o su rol en la historia. Aunque esto pueda ser más o menos
demostrado que cada caso es particular y para tener una guía en el análisis por venir, es
Actualmente, la serie Boruto: Naruto Next Generations está ganando tal popularidad que es
común escuchar la broma sobre que existen dos series anteriores centradas en el «papá de
67
Boruto», al cual muchos acompañamos en sus aventuras desde que sólo era un infante. Este
niño, un ninja rubio fanático del ramen, se llama Naruto y le da el nombre tanto al manga de
Masashi Kishimoto, publicado por primera vez en 1999 en la ya mencionada revista Weekly
Shōnen Jump, como a su adaptación al anime, que empezó a transmitirse en el año 2002 por
Tv Tokyo, como informa Naruto Wiki83 (2017e, p. 1; 2017d, p. 2). Por un lado, ello plantea
que han pasado casi 15 años desde que la primera serie, Naruto, vio la luz, pero tanto el
personaje como su mundo siguen vigentes (aunque ahora el protagonista sea su hijo mayor,
Boruto) y por otro lado, lleva a pensar en cómo es esta serie, que ha dejado tal huella84.
La respuesta a esta pregunta tiene como punto de partida a Naruto, la primera parte de la
historia del anime y el manga, enfocada en los primeros años de aventuras del joven ninja
Uzumaki Naruto, quien de acuerdo con Naruto Wiki (2017d), tenía entre 12 y 13 años cuando
empezó sus primeras misiones y batallas juntos a sus compañeros de equipo y su maestro,
Hatake Kakashi (p. 2)85. Si se parte de la revista donde se publicaba Naruto, se puede decir que
su audiencia es shōnen y si se conecta su historia con los géneros del anime dirigido a este
público, se puede decir que se reconoce como un relato seriado de acción, artes marciales y, de
cierta manera, histórico (por la figura de los shinobi)86, donde, si se recupera el trinomio de
83
Naruto Wiki es una enciclopedia libre en español, elaborada por fans y entusiastas del mundo de Naruto con
base en la plataforma FANDOM, creada por Wiki, empresa de Wikipedia. Congrega información de los manga,
anime, OVAS, películas, videojuegos, databooks, y otras fuentes oficiales de la historia de Naruto.
84
Naruto es uno de los mangas más vendidos en la historia con más de 200 millones de copias a nivel mundial
(Naruto Wiki, 2017a, p.13).
85
En el mundo shinobi, los ninjas jóvenes son divididos en equipos o escuadrones de 3 liderados por un superior
o jounin.
86
Los ninjas, también llamados shinobi, son una constante en la industria del manga y el anime, pero como
personajes tienen una base histórica, que se remonta al periodo Sengoku (siglo XV) del Japón medieval
(Hernández-Pérez, 2017, p. 174). En la tradición folclórica japonesa, practicaban el ninjutsu o arte de las sombras,
que a veces los convertía no solo en soldados, sino también en hechiceros (Hernández-Pérez, 2017, p. 174 y
176).
68
Este momento de la historia es importante, porque aquí se dan a conocer los principales
objetivos de Naruto, que buscará alcanzar a lo largo de los arcos de la serie y que guían su ciclo
del héroe, el cual se extiende al resto de la historia desarrollada también en su secuela, Naruto
Shippūden. Doce años antes del inicio del relato Naruto, una bestia compuesta de energía
conocida como el Kyūbi destruye la aldea del protagonista, Konohagakure, también llamada
Konoha y ante esta desesperada situación, el Cuarto Hokage (jefe de la aldea) se sacrifica para
A pesar de que se pretendía que se considerase al niño como una especie de héroe, los
pobladores, terriblemente afectados por el ataque del Kyūbi, ven a Naruto, que quedó huérfano
ese día, como la bestia misma, así que lo rechazan, odian e incluso inculcan las mismas
actitudes en sus hijos (Narutopedia, 2017d, p. 1). De este modo, Naruto crece bastante solo y
lastimado, por lo tanto, decide que se convertirá él mismo en el siguiente Hokage para obtener
el tan negado reconocimiento de su aldea (Narutopedia, 2017d, p. 1), que, en tanto héroe
shōnen, conseguirá por medio de la combinación del talento y el esfuerzo, según Manuel
Hernández-Pérez (2017, p. 167). En ese sentido, dentro de las historias para la demografía
shōnen, Naruto es un típico héroe con un sueño que le demandará bastante esfuerzo, lo que
coincide con el trinomio de la revista Weekly Shōnen Jump y la iniciación destacada por
No obstante, más allá de las destrezas físicas si se repara en la edad del protagonista, sus
87
Narutopedia es una enciclopedia similar a Naruto Wiki, pero en idioma inglés.
88
La serie alimenta su tono cómico con estos rasgos del protagonista, quien se tiene que esforzar más de lo
normal para poder entender y aprender nuevas técnicas.
69
la magnitud ni los reveses del trabajo de un líder de una aldea ninja o simplemente de un
shinobi. Naruto solamente repite constantemente: «No voy a retirar mis palabras. Ese es mi
(como buen héroe shōnen), pero ¿cómo va a ser este camino ninja? Precisamente a lo largo de
Naruto y Naruto Shippūden, el personaje principal tiene contacto con nuevas realidades del
mundo ninja (sobre todo en la segunda serie) que lo interpelan en cuanto a su objetivo de vida,
todavía más al final de Naruto, que termina cuando su mejor amigo, Uchiha Sasuke, se une a
un ninja traidor para obtener poder y conseguir matar a su hermano en venganza por asesinar
a todo su clan. Naruto a su corta edad concluye que un Hokage debe ser capaz de hacer frente
a una situación de este tipo (salvar a un amigo), así que, como señala Naruto Wiki (2017e) opta
por irse en un viaje de entrenamiento de dos años y medio bajo la tutela de un legendario ninja
de su aldea, Jiraiya90, con el fin de hacerse más fuerte y alcanzar ambos objetivos (p. 3 y 4).
Naruto Shippūden, que se empezó a transmitir desde febrero del 2007, inmediatamente después
del fin de Naruto, retoma la historia desde el regreso del joven ninja a su aldea, a partir del cual
realizará nuevas y más complicadas misiones en otras aldeas más lejanas y enfrentará,
hecho de que Naruto conozca nuevos lugares y nuevos personajes prolongará su periodo de
iniciación física y personal, pero esta vez desde la perspectiva de un adolescente entre 15 y 17
años, según apunta Narutopedia (2017c, cuadro 1), cada vez más consciente no solo de la
oscuridad del mundo, sino de la suya propia. Además, la presencia de Akatsuki lo pondrá en
un terrible peligro, ya que este grupo pretende apoderarse del Kyūbi, sellado en Naruto, quien
89
Frase del personaje Naruto en el episodio 25, «Todo o nada, la décima pregunta». Pertenece a la serie Naruto,
precuela de Naruto Shippūden.
90
Jiraiya es un ninja legendario de la aldea de Naruto, fue su maestro y también el de Nagato/Pain, quien
finalmente lo mata.
70
En total, son 220 episodios de Naruto y 500 de Naruto Shippūden, así que se trata de un cuento
inmenso con un mundo lleno de detalles, que demandan una descripción a la luz de los
objetivos de Naruto que rigen el relato Shippūden, su proceso de iniciación (cada vez más
2.4.1. «En el mundo shinobi, aquellos que rompen las reglas son basura […]»91: la vida de
obviamente, con las características particulares de un mundo dominado por la figura del ninja
en medio de una especie de Japón medieval. A pesar de ello, Paula Forero (2011) remarca que
las aldeas en el mundo de Naruto están compuestas por un cuerpo militar-ninja y uno civil (p.
39), mas es el primero el que destaca en número entre los personajes de la serie. Es decir, a
opción para un habitante de Konoha, pero muchos deciden dedicarse a este peligroso trabajo.
que, por medio del empleo de técnicas conocidas como jutsus, desempeña misiones de diverso
tipo en cuanto a dificultad como hacer labores manuales, luchar contra ladrones u obtener
información, pero entre las que destaca, especialmente, la defensa de su aldea, a la que le debe
máxima lealtad en tiempos de guerra (p. 1). Con base en lo mencionado, este cuerpo-militar
parece encargarse de algunas tareas que no necesariamente implican violencia ni mucho menos
91
(Nishizono y Urata, 2002) Frase del personaje Kakashi en el episodio 5, «¿Descalificados? La decisión de
Kakashi». Pertenece a la serie Naruto, precuela de Naruto Shippūden.
71
arriesgar la vida, pero en otros casos sí, como en la guerra, un concepto que más rápidamente
se puede asociar con la definición del ninja como fuerza militar, pero cabe preguntarse cómo
convertirse en un shinobi.
De acuerdo con Narutopedia (2017e), además del amor hacia la aldea y el deseo de paz, los
ninjas deben tener una cierta destreza física para realizar los jutsus o técnicas de chakra
(energía), que incluyen la liberación de poder vinculado a los cinco elementos92, técnicas físicas
y manipulación de los sentidos del enemigo (p. 2). En otras palabras, al igual que Naruto, desde
niños se tiene que demostrar que se posee dicha habilidad para dominar estas técnicas que más
pero propongo prestar atención a la edad de estos reclutas. Paula Forero (2011) aclara un poco
este punto al establecer que la Academia Ninja es similar a un colegio de primaria y bachillerato
en donde se aprenden estas técnicas en un nivel básico, así como el manejo de armas ninja (p.
4).
trata de un colegio para niños desde más o menos seis o siete años, que son introducidos al
doce años94. En ese punto, decidirán si vivirán como civiles o ninjas además se establecerá si
son aptos para ello y si se cumplen estos dos requisitos, se les asignará en un equipo de tres
92
Los cinco elementos de la naturaleza que se vinculan con los cinco tipos de chakra son los siguientes: tierra,
agua, aire, fuego y trueno (Narutopedia, 2017d, p. 2).
93
De acuerdo con la cronología de Narutopedia (2017i) Boruto tenía 7 años en su primer día en la Academia
Ninja (p. 92).
94
Tanto Naruto como Boruto se graduaron cuando tenían 12 años (Narutopedia, 2017i, p. 82 y 94).
72
A una corta edad, chicos como Naruto deciden que dedicarán su vida a formar parte de las filas
militares, así como al cumplimiento de misiones en donde pondrán a prueba sus habilidades en
el empleo de jutsus contra sus enemigos y tendrán que hacer frente al peligro que puede
vincularse a dichas misiones más allá de que sea en grupo, de manera individual o con la
presencia de un superior.
Quizás el lector crea que es posible un escenario en el que un ninja joven o de cualquier edad
se vea forzado a matar y la verdad es que eso es muy posible no solo en el contexto de la guerra,
sino también en medio del esfuerzo de cumplir con la misión, pero la situación es aún más
compleja. Entre las muchas ocupaciones, listadas por Narutopedia (2017f), a las que puede
dedicarse un ninja mientras sube de rango, se encuentran la Ansatsu Senjutsu Tokushu Butai95
(ANBU), una fuerza militar especializada en asesinatos (p. 14). Incluso desde la Academia
Ninja se enseñaba como parte de la teoría, como lo destaca Narutopedia (2017g), que los
shinobi deben matar sus emociones para no fallar en el cumplimiento de la misión, que debe
ser lo principal ante todo (p. 1-3). Muchos fans recordarán que, a pesar de ello, varios maestros
como Kakashi, el mentor de Naruto, enseñan que los compañeros, la amistad y la vida humana
también son importantes (a veces hasta enfatizan su mayor relevancia), mas ello no es algo tan
fácil de decidir en la realidad. Naruto lo vive en carne propia durante su primera misión fuera
enemigo casi de su misma edad, quien se veía a sí mismo como un arma de su maestro.
Este shinobi quería y pretendía proteger sinceramente a su mentor, por ello, se opone a la
misión del equipo de Naruto y decide recibir el ataque de Kakashi, que iba dirigido a su
95
Significa Escuadrón Especial de Asesinato y Tácticas.
73
maestro96. Entonces, lo que se plantea en el mundo ninja de Naruto es que algunas muertes
pueden ser necesarias en pro de la misión, un bien mayor para su aldea o un irremediable daño
colateral, sin importar que se trate de un niño, pues finalmente el protagonista y sus amigos, a
pesar de ser ninjas, en esa época eran niños y en Shippūden igualmente son menores que deben
tomar estas grandes decisiones. En este contexto, Paula Forero (2011) problematiza aún más
esta situación cuando llama la atención sobre que los ninjas reciben un pago por su labor, que
corresponde con el rango del shinobi y la dificultad de la misión, pero que sus servicios también
pueden ser ofrecidos a otras aldeas, naciones o pueblos que los requieran, incluso hay una
competencia entre las aldeas por obtener la mayor cantidad de ingresos gracias a la fuerza ninja
(p. 44).
De esta forma, el ideal del héroe ninja que se imaginaba Naruto al inicio de la serie se va
desgastando, haciéndose más real, pues el shinobi puede llegar a ser finalmente un victimario
misión cumplida y no solo para defender a la aldea, sino para ganar dinero para uno y/o para
ella. Obviamente, en tanto héroe shōnen, Naruto propone desde su primera misión en el
exterior, como lo menciona Forero (2011), que buscará un camino alternativo (p. 104), que ese
será su camino ninja, pero como se puede ver no será nada sencillo aun cuando muchos shinobi
como su maestro desafíen constantemente a las reglas y al sistema con vistas a un cambio
social. En ese sentido, vale la pena ahondar en dicho sistema y sus relaciones considerando la
96
Este ninja es Haku; su historia y de su maestro, Zabuza, es contada en el primer arco de Naruto «Prólogo –
País de las olas», específicamente desde el episodio 7 hasta el 19 (Naruto Wiki, 2017f, cuadro 2).
74
2.4.2. Las piezas, el tablero y el mismo juego de shōgi97: las guerras y conflictos en el
mundo ninja
Las misiones y aventuras de Naruto durante Shippūden lo llevan cada vez más lejos de Konoha,
ubicada en el País del Fuego, así que llega a conocer más datos sobre el resto de las aldeas
ninjas emplazadas en las demás grandes naciones, entre las que se encuentran: Iwagakure en
el País de la Tierra, Kumogakure en el País del Rayo, Kirigakure en el País del Agua y
Sunagakure en el País del Viento (Naruto Wiki, 2017b, p.11-13 y 16). Este panorama se
complementa, como señala Paula Forero (2011), con los pequeños países o poblaciones
independientes o dependientes de las cinco naciones mencionadas, que más allá de sus lazos
con ellas, se encuentran en algún nivel inferior (p. 39 y 44). Este esquema es muy similar a la
situación actual en nuestro mundo, donde hay ciertos países que se reconocen como potencias,
Además, Forero, aclara que las diferencias de poder entre una y otra aldea se vinculan no
solamente al aspecto militar o económico, sino porque algunas aldeas pueden conseguir, por
medio de acuerdos, que países menores les asignen misiones de manera exclusiva y al respecto
se debe añadir que además de las habilidades en el empleo de jutsus o armas ninja, hay otro
elemento que puede influir en estos tratos y en la distribución de poder. Para Forero (2011), se
trata de los jinchūriki (p. 60), que según Naruto Wiki (2017c), hace referencia al humano que
tiene sellado dentro de sí un bijū, es decir, una de las nueve bestias con cola hechas a base de
chakra como el Kyūbi, cuyo poder puede ser controlado y usado a voluntad por alguno de los
jinchūriki más preparados (p.1 y 7). Si el lector recuerda la destrucción que dejó tras de sí el
ataque del Kyūbi en Konoha, es lógico reconocer que un país que pueda dirigir ese ataque a un
97
El shōgi es un juego de estrategia japonés semejante al ajedrez.
75
objetivo determinado, podrá acabar fácilmente con sus enemigos o simplemente usarlo como
Sin embargo, como ocurrió en el caso de Naruto, los jinchūriki no viven vidas necesariamente
felices, lo que dificulta aún más su ya difícil existencia como ninjas, pues, como la misma
poder (2011: 44 y 45), especialmente cuando el humano no puede controlarlo del todo. Como
se revela posteriormente, los bijū, como el mismo Kyūbi, odian a los humanos, por ello, viven
en un estado de ira constante, que se debe, precisamente, a que los encierran y utilizan como
En medio de las luchas de poder en la que los jinchūriki han jugado un papel importante, las
aldeas se han enfrentado en Cuatro Guerras Mundiales en las que se perdieron una gran
cantidad de vidas como la Tercera Guerra Mundial Ninja que significó una terrible pérdida de
fuerza militar para todas las naciones, incluyendo las vidas de niños ninjas estudiantes
(Narutopedia, 2017h, p. 1). Ahora bien, si en las Cinco Grandes Naciones, Narutopedia
(2017h) destaca que estas guerras implicaron el nacimiento de héroes, la muerte de muchos
ninjas, el impacto de ello en shinobi que podían ser niños y el odio entre las naciones (p. 1 y 4-
Un claro ejemplo es Amegakure, que según, Naruto Wiki (2017a), se encuentra ubicada en el
País de la Lluvia, rodeado por el País del Fuego, el País del Viento y el País de la Tierra (p. 2),
Guerra Mundial Ninja, en la que participaron estas naciones y después de la cual quedó
devastada (p. 3). Por casos como este y como ocurre en circunstancias similares, aparecen
grupos opositores al sistema o que pretenden hacerlo caer por la fuerza y ese es el objetivo de
Akatsuki, que de acuerdo con Narutopedia (2017j), son ninjas desertores de varias aldeas que
viven fuera del sistema de estas y buscan cambiar el mundo según sus propios términos (p. 1).
shinobi que no cuenta con ningún tipo de regulación de algún Kage, es decir, ellos mismos son
sus jueces.
De acuerdo con la enciclopedia web citada, Akatsuki está formada por diez miembros clave,
que posteriormente se revela, que ofrecían sus servicios como independientes a las aldeas para
ocuparse de ciertas misiones, pero cuyo objetivo era capturar a las bestias con cola para
controlar el surgimiento y fin de las guerras, dominar el sistema y conquistar todos los países
del mundo (Narutopedia, 2017, p. 7). A pesar de su reducido número, los shinobi pertenecientes
a este grupo tienen poderosas habilidades, lo que justifica que sus servicios sean solicitados
obviamente en misiones en donde empleaban sus particulares métodos, pero si contasen con
todos los bijū, eso les daría un poder más que considerable poniendo a los grandes países en
jaque.
En este contexto y sobre todo en Shippūden, el lector ya puede entender cómo Naruto es un
objetivo ya sea como arma o como víctima potencial y también cómo el joven ninja ve el
mundo de manera más clara (a veces para su pesar), pues conoce estos detalles no
necesariamente por medio de un libro de historia, sino a través de personas, que encarnan lo
negativo, positivo y complejo del sistema ninja. A pesar de haber vivido en un país
privilegiado, Naruto ha sufrido como jinchūriki y ello lo lleva a soñar con un cambio futuro en
77
favor de la paz, una misión que, de acuerdo con Daniel Flores (2013), el legendario Rikudō
Sennin, fundador del mundo ninja, encargó a las siguientes generaciones (p. 60). Sin embargo,
¿cómo conseguir la paz en el mundo shinobi? Nagato le planteó una pregunta similar a Naruto,
mas él no supo qué responder y, como él, tras la etapa de aprendizaje que constituyó el marco
LA TRIANGULACIÓN TEÓRICA
como la naturaleza social del tema del ciclo bélico de violencia. Asimismo, las indagaciones
iniciales también han permitido establecer objetivos de investigación concretos que son la base
de la mencionada metodología:
Objetivo Principal:
-Conocer el discurso sobre el ciclo bélico de violencia representado en el anime shōnen Naruto
Objetivos Específicos:
- Conocer el modo en que se representa la violencia directa física por medio del lenguaje
Cada uno de estos objetivos también implica una pregunta, frente a la que ya se ha planteado
una respuesta tentativa en el caso de la interrogante principal, que se contrastará con el análisis
del objeto de estudio. En ese sentido, la propuesta es verificar el sustento de los planteamientos
98
(Hikokubo et al., 2010b) Frase del personaje Nagato/Pain en el episodio 165, «Kyūbi, captura completa».
79
iniciales, mas ello no implica que el análisis excluya reconocer otros rasgos que conformen
siguiente:
apoyada por el lenguaje audiovisual del anime, plantea como discurso que para frenar
los ciclos bélicos de violencia, no basta con detener a los autores de la violencia directa
física, en cambio, se debe evitar dejarse guiar por el odio y no se debe renunciar a
encontrar una solución ante la violencia estructural y violencia cultural, dos problemas
Para cumplir con estos objetivos, es esencial una óptima descripción de las unidades de análisis
Gloria Mendicoa (2003), pues, en contraposición con este, el presente trabajo sí profundizará
en las relaciones entre las variables descritas (p. 77) a través de una interpretación y reflexión,
pues en dichas relaciones se sostiene el discurso de Naruto Shippūden. Debido a que en este
trabajo las variables son de naturaleza nominal, es decir, no se distinguen por orden, clase o
valor numérico, sino por las cualidades de las unidades de análisis en relación con esas
De acuerdo a lo establecido por Rita Aquino y Regina Mutti (2006), la primera de estas
herramientas, al partir de una concepción transparente del lenguaje, permite trabajar con el
99
Esto implica que no se podrá generalizar lo hallado sobre Naruto Shippūden a todo los anime shōnen ya que
se trata de un estudio de caso.
80
correspondientes con las variables de análisis y estableciendo relaciones entre ellas, pero sólo
a nivel del contenido (p. 683 y 684). Como destacan las mismas autoras, con dicha información
ya categorizada en relación con las variables, el análisis de discurso, que parte de que el
lenguaje no es transparente, es la vía para interpretar dichos datos recogidos, ir más allá del
contenido y llegar al discurso o sentido del texto (Aquino y Mutti, 2006, p. 683 y 684). De este
modo, no solo se describirá el objeto de estudio, sus elementos y rasgos para luego explicar
cómo estos se relacionan como parte del contenido, sino que se ahondará en su significado
profundo, es decir, cómo construyen al ciclo bélico de violencia, lo que se vincula con el
Como señala Pedro Santander (2011), no existe una técnica para realizar el análisis de discurso,
sino que depende del discurso, objetivo o hipótesis para elegir la mejor forma de emplear la
herramienta con el fin de aproximarse al objeto de estudio (p. 215). En ese sentido y si se
análisis y el de contenido a Naruto Shippūden, con mayor énfasis, a nivel narratológico y para
ello, principalmente, se empleará la teoría desarrollada por André Gaudreault y François Jost
en el Estado de la Cuestión, ellos aplican los conceptos previamente desarrollados por Gérard
Genette en su libro Figuras III (1989) y, como se puede concluir a partir del Capítulo I, se
recurrirá en varias ocasiones a este autor para alguna aclaración o profundización en cuanto a
-Enunciación (narrador)
-Focalización
81
los trabajos de Francisco López (2012), Robin Brenner (2007), Angela Drummond-Mathews
(2010), Hirohito Miyamoto (2011) y Manuel Hernández-Pérez (2017), ya que estos autores
ayudan a clarificar las relaciones entre las variables y sus roles dentro de la narrativa del anime
shōnen. En cuanto al segundo nivel, el lenguaje audiovisual del anime, sólo se indagará al
respecto en las escenas de violencia directa física y se considerarán las siguientes variables:
iluminación en el anime, el cual forma parte de su tesis doctoral Animación japonesa. Análisis
japanese anime color» (2009) debido a los hallazgos de la autora sobre el significado emocional
-Plano y ángulo de toma: En este caso, fungirá como orientador Desiderio Blanco y su libro
-Violencia: Debido a que no existe alguna teoría profunda sobre la representación audiovisual
de la violencia en el anime shōnen, se ha realizado una escala con base en lo señalado por
Stephen Prince (citado en Zavala 2015) sobre la existencia de una gradación en cuanto al retrato
directa no se vea en cuadro, además, cuando se vea de lejos o cuando sea mitigada en
violento y la gravedad del daño resultante, cuando la violencia sea expuesta de forma
82
cercana y si esta subvierte las leyes del tiempo y espacio como es destacado por
Cualquier caso que se ubique entre estos dos, se considerará violencia de gradación
media.
-Cuerpo: Si la violencia no se ve, esta variable cobra mayor importancia al evidenciar sus
consecuencias, pero si se da el caso contrario, aporta a determinar la gradación del acto violento
y permite revelar detalles sobre el discurso en torno al ciclo bélico de violencia. Para ello, se
tendrá como base lo desarrollado por Christian McCrea (2008), Stephen Prince (citado en
En ambos niveles, los análisis podrán enriquecerse con los aportes del resto de los autores
reseñados en los dos capítulos del marco teórico, quienes serán un apoyo adicional en la
interpretación de los hallazgos del análisis de contenido. Es importante apuntar que dentro de
las variables audiovisuales, no se ha incluido al dibujo, pues considero que el arte así como el
diseño de los personajes no varían de forma notoria en las unidades de análisis elegidas en
comparación con el resto del arco y con la serie en su totalidad. Es cierto que hay arcos
argumentales que poseen una propuesta particular y distinta en cuanto al dibujo como es el
caso de «Chikara»100 o «Infancia»101 que exponen trazos más finos, rostros más redondeados
o el juego de la perspectiva en cuanto a la forma de los cuerpos, pero ese no es el caso del
corpus elegido que mantiene la propuesta identitaria de la serie. De este modo, se puede notar
que el gran imaginador no ha intervenido en esta variable para apoyar el discurso que sostiene
a nivel narrativo en cuanto a los ciclos bélicos de violencia (que es lo central en esta
100
Arco de Naruto Shippūden que abarca del episodio 290 al 295 y que gira en torno a la técnica del Edo Tensei
con la que luego reviven a Nagato durante la Cuarta Guerra Mundial Ninja.
101
Arco de Naruto Shippūden que abarca del episodio 480 al 483 y que cuenta ciertos episodios de la niñez de
varios de los personajes principales de la serie.
83
investigación) el cual sí es apoyado por las variables que se analizarán, en las cuales se nota
una variación dentro del mismo arco y en comparación con el resto de la serie.
Como ya se señaló, los discursos en general son síntomas de la realidad social en la que se
producen, como es señalado por Santander (2011, p. 210), entonces se coincidirá en que el
presente trabajo tiene inevitablemente un cariz social expresado también en su tema central:
los ciclos bélicos de violencia. Por ello, es necesario establecer un puente entre los potenciales
resultados de las herramientas antes mencionadas y dicho tópico que sustenta la importancia
del siguiente componente de la metodología: la triangulación teórica, que, como apunta Gloria
Mendicoa (2003), consiste en la interpretación de datos con base en distintas teorías que se
En relación con esta tesis, el estudio narratológico del relato audiovisual y el estudio de los
ciclos bélicos de violencia como fenómeno social se reconocen como distintos, así que la
análisis de discurso también mantendrá ese vínculo y hará posible cumplir con los objetivos de
esta investigación.
Como fuente de observación del objeto de estudio, Naruto Shippūden, se ha elegido la web
diverso del mundo de Naruto en general, incluyendo el manga, ovas102, películas y los capítulos
tanto de Shippūden como de su precuela (Naruto), al igual que los de Boruto: Naruto Next
102
Los OVAS (original video animation) son una especie de cortometrajes destinado a complementar algunas
series o promocionarlas y se presentan en espacios públicos como convenciones (Forero, 2011, p. 38) o se lanzan
en DVD (Cobos, 2010, p. 28).
84
Generations, la nueva serie sobre el hijo de Naruto (todos los episodios están subtitulados y
algunos doblados al español). Al ser un sitio dedicado a la serie, tiene una mejor sistematización
de los capítulos en cuanto a los arcos argumentales, además que tiene una muy buena calidad
que existen otros servicios de streaming como Netflix o Crunchyroll, que también tienen a la
intenciones más precisas. Por lo tanto, se ha optado por videos producto del fansub, pues
aunque, como Gaudreault y Jost, no se realizará un análisis que profundice en los diálogos, los
que serán más que nada referenciales, es necesario tener el mejor entendimiento del relato.
investigación está compuesto por sus 500 episodios, agrupados en 27 arcos argumentales, de
los cuales 13 están basados en el manga y 14 son originales de la serie de televisión (relleno).
Dentro de este grupo, dos arcos basados en el manga forman parte del corpus: «Cuento de
Jiraiya el Galante» (del capítulo 127 al 133) y «Asalto de Pain» (del capítulo 152 al 169 y del
172 al 175), excepto los episodios 170 y 171 que a pesar de ser originales y tratar una historia
Dentro de este universo, la elección y delimitación del corpus se sustenta en que a lo largo de
ambos arcos se revelan y se desarrollan por primera vez distintos aspectos de la vida de
muerte. También reseñan de una manera particular (en tanto relato) sus acciones y las
consecuencias de estas en la vida de Naruto que van motivando una compleja relación entre
103
Se llama fansub, a los subtítulos no oficiales, realizados por fans.
85
ellos, así como un nuevo ciclo de violencia, que da pistas sobre otro que lleva varios años en
movimiento104.
Debido a la extensión de ambos arcos, que también incluyen episodios centrados en otros
como las unidades de análisis. Los sintagmas audiovisuales elegidos son los siguientes:
-Secuencia 1, perteneciente al episodio 169, llamado «Los dos discípulos»: Naruto llega a la
Por la complejidad y extensión del universo que constituye Naruto Shippūden, antes de
han ocurrido previamente en el corpus para comprender mejor lo que se narra en las secuencias.
Del mismo modo, en el caso de cada una de las unidades de análisis, después de una breve
reseña de lo que ocurre en las mismas, se las dividirá en cuatro secciones para prestar particular
atención a ciertos instantes importantes que se desarrollan en ellas y que coinciden con un
104
Es verdad que Nagato/Pain aparece en otros capítulos posteriores, pero generalmente se centran en contar
los mismos hechos de los arcos del corpus desde otro punto de vista para vincularlos con otros ciclos bélicos de
violencia o se enfocan en otras historias en las que él participó como cuando es revivido para ser usado como
arma durante la Cuarta Guerra Mundial Ninja, donde su presencia es bastante secundaria y corta.
86
determinado énfasis o cambio en la reflexión del gran imaginador sobre el ciclo bélico de
violencia.
-En primer lugar, se realizará una descripción de los hechos ocurridos en dicho momento de la
secuencia.
-En segundo lugar, se describirán las variables y se reconocerán las relaciones entre las
mismas en el contexto del análisis de contenido orientado por la triangulación teórica para
poder comprender cómo las decisiones del encodificador para cada momento, en vinculación
a los dos niveles que se analizarán (narrativo y de lenguaje audiovisual animado) significan
dentro del relato. Así, se estrecharán desde el inicio los lazos entre el tema central de esta tesis
interpretará el significado profundo de lo que expresa Naruto Shippūden en cada una de ellas
sobre el ciclo bélico de violencia en los dos niveles mencionados y se dividirá en acápites para
resaltar ciertos aspectos tratados en las unidades de análisis y que serán la base de las
conclusiones finales.
-Por último, se presentarán tres cuadros resumen para destacar esquemáticamente los aspectos
más representativos del análisis conectando variables con figuras, roles y temas vinculados a
importantes sobre el contexto en el que se desarrollan las secuencias que se van a analizar,
87
específicamente en relación tanto con la guerra como con la vinculación entre Naruto y Nagato.
de la diégesis, las cinco grandes naciones ninja, entre las que se encuentra el País del Fuego,
pretende desatar una guerra por sí mismo, pues su único objetivo es secuestrar a Naruto para
Es cierto que posteriormente el plan del líder de Akatsuki contempla un enfrentamiento bélico
con los países shinobi potencia, pero recién cuando haya reunido a todos los bijū y al resto de
sus aliados (Narutopedia, 2017a, p. 12). Por esa razón, en el segundo arco del corpus no ocurre
una guerra, sino un ataque por parte de Nagato para encontrar a Naruto y llevárselo, mientras
los ninjas de Konoha sólo se están defendiendo. Sin embargo, a pesar de ello, no se debe
descartar que el gran imaginador viaje al pasado bélico del mundo ninja o que muestre que en
los tiempos de «ausencia de conflicto armado» también puede ocurrir un ciclo de violencia, lo
Al respecto, y en segundo lugar, en los episodios que forman parte de los arcos «Cuento de
Jiraiya el Galante» y «Asalto de Pain», el enunciador ha mostrado una serie de actos violentos
como lo entiende el Cycles of Violence Work Group (2005), es decir, se ha presenciado cómo
se le infringe daño a personas de forma deliberada (p. 586). Dichos actos también se pueden
identificar con la violencia física visible o directa, mencionada por Johan Galtung (2004), la
cual ha tenido como efecto visible, con base en lo planteado por el mismo autor, a la pérdida
de vidas de personajes queridos por Naruto (como sus dos maestros) o pertenecientes a su
aldea, cuyas muertes han sido ocasionadas por un solo victimario: Nagato/Pain. Es importante
88
que el lector sepa que no siempre lo ha hecho él mismo, pues posee una técnica llamada los
seis caminos del dolor, que le permite controlar seis cuerpos—además del suyo propio—, los
cuales cuentan cada uno con una habilidad especial, es decir, es una especie de titiritero.
En tercer lugar, en respuesta a sus actos violentos, Naruto ha reaccionado naturalmente con ira,
la cual se ha demostrado en sus palabras, expresiones y actos como el descontrol del Kyūbi. No
obstante, tras conversar con su padre, así como después de derrotar al último cuerpo de Pain
que batallaba en Konoha, la actitud del joven ninja demuestra mayor ecuanimidad, llevándolo
a decidir que va a ir a conversar con su rival. Aunque este proceder elegido por el joven ninja
puede parecer incongruente ante los crímenes cometidos por el líder de Akatsuki y que le han
afectado directamente al protagonista, el gran imaginador presenta una situación más compleja.
A lo largo del segundo arco que forma el corpus, el encodificador ha revelado que Nagato/Pain,
un genocida, fue discípulo de Jiraiya, por ello, el héroe desea saber qué pasó para que uno de
totalidad.
aunque todos conocieran el dolor que carga cada persona, además, destacó una similitud entre
él y el joven ninja en cuanto al odio y deseo de venganza, que ambos llevan consigo. Estas
percibió que podría haber algo de razón en sus ideas y notó que el antagonista carga un dolor
que lo interpeló a pesar del daño que Nagato le ha causado a él y a sus seres queridos. Al mismo
tiempo, el joven ninja posee el encargo del maestro de ambos de enfrentarse al odio en el mundo
rival que sólo pueden resolverse por medio de un verdadero encuentro entre ambos, no a través
89
de alguno de los cuerpos, ahora vencidos. De esta manera, si se considera que aún queda un
Pain, el original, este momento es reconocible como el retorno o parte de él105, en el sentido en
que lo define Angela Drummond-Mathews (2010): la última batalla contra el némesis (p. 71).
Esta se concretará en el encuentro entre ambos personajes y justamente está compuesta por las
Descripción de la secuencia
Al inicio de esta unidad de análisis, se ve cómo Naruto acumula energía para entrar en modo
que consigue abrirse una entrada. Cuando ingresa a lo que parece ser una cueva, el protagonista
ve a Konan, secuaz de Nagato, adelantándose a este último como si tratara de protegerlo, mas
este le dice que se aparte y ella lo obedece contrariada. Como no conoce a ninguno en persona,
el joven shinobi pregunta si el hombre que está delante de él es el verdadero Pain y, en ese
momento, se puede apreciar mejor el cuerpo original del líder de Akatsuki, que parece estar
incapacitado para moverse, luce enfermo, delgado, débil, mayor para su edad y tiene muchas
105
Sería necesario un análisis más detallado y específico de todo el corpus para determinar exactamente si este
momento constituye todo el retorno o si este ha empezado antes, pero igualmente lo incluye.
106
(Hikokubo et al., 2010b) Frase del personaje Naruto en el episodio 165 de Naruto Shippūden, «Kyūbi, captura
completa».
107
Esta es una técnica de Naruto, que le permite incrementar su poder acumulando energía de la naturaleza. Es
muy difícil de dominar, pues requiere un gran dominio de chakra (energía).
108
Los jutsus o técnicas de Konan, secuaz de Nagato, implican el uso de papel origami.
90
mencionar que el concepto de paz del héroe, que también compartía Jiraiya, lo ha traído ante
él. En ese instante, la expresión de Naruto se endurece más de lo que ya estaba y se intercala
el encuadre de su rostro con dos imágenes. Primero, una de Jiraiya en la que este aparece boca
abajo, atravesado por cinco barras negras pertenecientes a cinco de los Pain, quienes están
parados a su alrededor. Después, aparece otra imagen, esta vez de Kakashi, en la que se le
muestra atrapado entre los escombros de Konoha mientras el genocida lo observa desde una
roca alta.
motivación la constituye su deseo de resolver sus dudas sobre el líder de Akatsuki, quien fue
también discípulo de su maestro, pero ahora es un asesino y destructor de Konoha, que sólo
habla del inevitable odio y de la necesidad de la guerra en el mundo ninja. Sin embargo, aparte
de la evidente desconfianza que siente hacia su enemigo (de ahí el uso del modo Sennin), el
gran imaginador muestra al héroe reaccionando ante Pain con una mirada y expresión de odio
Para el espectador, es normal que se considere como pensamientos o recuerdos del protagonista
a las imágenes de sus dos maestros que siguen al rostro de Naruto como parte de este sintagma
narrativo. La razón de esto, es que, con base en lo propuesto por Christian Metz sobre que los
encuadres que conforman este tipo de sintagmas plantean consecuencias (2002:150), se puede
deducir que fue la identificación de Nagato lo que ha provocado esas dos reflexiones o
91
reminiscencias en el interior de la mente del joven ninja. En ese sentido, se trata de un caso de
imágenes mentales que, como apuntan Gaudreault y Jost (1995), corresponde con la
focalización interna (p. 147) que el gran imaginador ha propuesto con el héroe como personaje
focalizante. El espectador seguidor puede ya tener una idea de los pensamientos del joven
shinobi a partir de lo que ha ocurrido antes en la historia, pero este punto es aclarado mucho
Desde la primera vez, se han utilizado las cursivas en pensamientos y recuerdos, pues como
espectadores que siguen «el postulado de sinceridad» (Gaudreault y Jost, 1995, p. 54), no debe
causar sorpresa que cuando Naruto piense o recuerde que Jiraiya y Kakashi han muerto a causa
de Pain, vengan imágenes de estos hechos a su mente, aun cuando él no haya estado presente
en ninguno de las dos peleas que terminaron en el deceso de ambos personajes. Cuando Jiraiya
muere (capítulo 133), Naruto está en una misión, durante la cual siente que el espíritu de su
maestro toca su hombro (cuando este ya murió), pero no es hasta muchos capítulos después
que se entera de lo ocurrido sin muchos detalles (capítulo 152). En el caso de la muerte de
Kakashi (capítulo 159), que ocurre cuando Naruto está entrenando en el monte Myōboku109, el
joven jinchūriki recién conoce del hecho (no de cómo ocurrió) cuando vuelve a Konoha
(capítulo 163).
En ese sentido, al no haber estado presente, él no tiene conocimiento de los pormenores de los
dos momentos que, sin embargo, están representados por medio de la audiovisualización y
109
Tierra habitada por sapos ninjas que pueden hablar y tienen conductas similares a las humanas. Jiraiya
también fue entrenado allí.
92
este exceso de información, se nota que se trata de una paralepsis de acuerdo a lo señalado por
Gaudreault y Jost (1989, p. 251), por esa razón, cabe preguntarse sobre esos datos adicionales
que proporciona el encodificador, especialmente, en cuanto a lo que desea plantear sobre esos
Si bien este nivel de análisis, no contempla ahondar en las variables de cuerpo ni violencia, la
clara intervención del enunciador en torno a dichas variables en este momento de la secuencia
hace inevitable ahondar en los detalles adicionales (por la paralepsis) que ha decidido presentar
en estos encuadres, los cuales se vinculan a los actos violentos y sus consecuencias en el estado
corporal de las víctimas. Existen algunos puntos similares entre ambos planos que vale la pena
destacar, los cuales el emisor ha incluido dentro de lo que le permite su libertad como creador
En primer lugar, si se recuerda cómo murieron los dos maestros de Naruto, lo que se aprecia
en los planos referidos son las consecuencias de la violencia antes que su ejecución y sin
En ese sentido, el encuadre correspondiente al Legendario Sannin110 pasa por alto muchos de
110
Nombre que se le dio a Jiraiya y sus compañeros de equipo (Tsunade y Orochimaru) por su increíble poder
de grupo demostrado en la Segunda Guerra Mundial Ninja.
93
los momentos más violentos de su asesinato como cuando le cortan el brazo o le rompen la
garganta y algo semejante ocurre con la imagen de Kakashi. Si bien la pelea a muerte de este
último con Pain no fue tan sangrienta como la de Jiraiya, su plano tampoco proporciona
En segundo lugar, ninguno de los dos encuadres presentados retrata el momento mismo del
deceso de ninguno de los sujetos ficcionales. Jiraiya muere mientras se hunde en una especie
de lago y Kakashi, sí fallece al quedarse sin chakra y en medio de los escombros, pero cuando
otras imágenes que no están ahí por casualidad, sino porque el enunciador las ha elegido.
Adicionalmente, debido a que ambos encuadres son fijos, se reafirma la inmovilidad de los
cuerpos de los dos ninjas y, de la misma manera, los rostros de los personajes están ocultos,
aunque en los momentos precisos de sus muertes eran perfectamente visibles. Si como señala
Elias Herlander (2012), Tezuka estableció como rasgo del anime la importancia de las
expresiones faciales y los primeros planos para la descripción psicológica de sus personajes (p.
59), aquí no se puede ver lo que estos sienten, o siquiera si sienten. Por lo tanto, este rasgo y la
inmovilidad de los maestros de Naruto sugieren que ambos están muertos, es decir, estas dos
imágenes evocan sus muertes o, mejor dicho, sus asesinatos, ya que, además, Pain aparece en
ambos planos como claro vencedor de los enfrentamientos (está en pie y sin nada que lo dañe
enunciador desea establecer una vinculación entre el odio del joven ninja, expresado en su cara,
Al efectuar la triangulación de este análisis con la teoría sobre el ciclo bélico de violencia, es
posible recordar que las muertes forman parte de la lista de efectos visibles de la violencia
bélica elaborada por Johan Galtung (2004, p. 33) y si se piensa en los actos violentos más allá
del contexto en que se den, los fallecimientos pueden ser reconocidos como consecuencia de
la violencia física directa en general. En ese sentido, lo que Naruto está pensando/recordando
son efectos visibles de la violencia, mas eso no es todo ya que, como se mencionó, ambos son
sucesos pretéritos. El deceso de Jiraiya y esa precisa imagen han sido vistos por primera vez
en el episodio 133 del primer arco que forma parte del corpus, «Cuento de Jiraiya el Galante»
y en el caso del encuadre de Kakashi, forma parte del episodio 159, incluido en el arco «Asalto
de Pain». La vuelta atrás que se ha dado dentro del relato mismo, es decir, de acuerdo a lo
planteado por Genette (1989), se trata de una analepsis interna que plantea redundancia (p.
105) y ya el hecho de que sea una anacronía que plantea un viaje hacia el pasado es muy
Como señala Manuel Hernández-Pérez (2017), los viajes al pasado dentro de la historia de un
anime, permiten que el público conozca aquello que justifica las motivaciones presentes de los
sujetos ficcionales, las cuales se presentan en términos de deseos o carencias (p. 122 y 216) y
constituyen el móvil de sus acciones. De esta manera, la analepsis interna cumple la función
de reconocer que esos efectos visibles de la violencia significan una carencia para el héroe en
relación con dos de sus seres queridos (ahora muertos), la cual justifica su motivación. Sin
embargo, dicha motivación no pareciese ser la expuesta al inicio de este acápite, ya que, como
el mismo protagonista lo dice en el episodio 165, los asesinatos de Jiraiya y Kakashi no son
dos razones para querer dialogar con Nagato, sino que lo motivan a querer matarlo.
95
Si se vuelve a lo planteado a partir del punto de vista cognitivo de esta parte del relato, el emisor
establece que es el odio del protagonista lo que es justificado por la muerte de sus mentores y
al triangularlo, dicho encono se puede identificar como un efecto invisible de la violencia, pues
aparece en la lista elaborada por Galtung (2004) al respecto de este tipo de consecuencias de
los actos violentos. En relación con este aspecto, las imágenes de las muertes de Jiraiya y
Kakashi han sido mostradas al público, sin contar la primera vez que ocurrieron en el relato y
esta última vez, dos veces cada una (cuando Naruto le reclama a Pain en el capítulo 165 y
cuando Naruto se clava la barra negra de Pain en la mano en este mismo episodio 169). De este
modo, las dos imágenes (una en el caso de Jiraiya y otra en el caso de Kakashi) son, de acuerdo
a lo señalado por Genette (1989) un ejemplo de relato repetitivo, pues como dice Metz (2002)
una imagen basta para significar (p. 129). Al mismo tiempo, por la cantidad de repeticiones,
parecen tener la función de mostrar una especie de obsesión del personaje al respecto, como es
mencionado por Gaudreault y Jost (1995) en lo que se refiere a casos similares de frecuencia
(p. 131).
En ese sentido, el odio es una especie de motivación oculta que persiste en Naruto, la cual ya
ha dejado que lo domine antes y que, en el marco de su primer encuentro cara a cara con el
verdadero cuerpo del líder de Akatsuki, podría cambiar drásticamente su objetivo de diálogo.
analepsis interna y el empleo del relato repetitivo que buscan traducir la obsesión del
de su historia.
96
Si se tiene en cuenta cada una de las presentaciones previas de las imágenes de Jiraiya y
importante mencionar que sólo en la primera y en la última, que es la presente, Nagato es visto
junto a los cuerpos de los dos personajes, mientras que en el resto de las apariciones se muestran
consigue evocar, también por medio de la analepsis interna, la violencia pasada a pesar de que
el público no la ve en el presente que constituye esta secuencia. De acuerdo con Galtung (2004),
la violencia es una interacción que asigna roles a las distintas partes, específicamente los de
víctima y victimario (p. 17 y 19), de esta manera, las dos personas de las imágenes elegidas por
el emisor se reconocen una como víctima (los maestros de Naruto) y otra como victimario
(Pain).
En relación con ello, los asesinatos y las acciones destructivas de Nagato contra Konoha han
sido cometidos por este con una notoria frialdad y motivados—al menos a partir de lo que se
conoce hasta antes de las unidades de análisis—por su obsesión con obtener poder a través de
la captura del Kyūbi. Por esa razón, el líder de Akatsuki se identifica con las características del
señala Robin Brenner (2007, p. 48). Si se tiene en cuenta la presencia del antagonista en los
relatos repetitivos que se están analizando y se le compara con las repeticiones previas sobre
estos mismos efectos visibles de la violencia, se puede detectar un énfasis por parte del
enunciador para destacar el rol del antagonista en el acto violento sugerido, pero, en
adicional en consideración: las características e historia de las personas, a los que este homicida
les quitó la vida, pues ello califica peor aún a este victimario. Jiraiya era un personaje
extremadamente carismático, así como protagonista de varios de los momentos más divertidos
de la serie y Kakashi, era un shinobi generoso, preocupado por sus camaradas y su seriedad se
combinaba con su particular gusto por la literatura erótica que siempre leía. Además, ambos
querían y procuraban atención a Naruto como si fueran sus padres, pero ahora ambos, son
presentados como cuerpos inmóviles, cadáveres ausentes de toda vitalidad. De este modo,
Nagato no sólo es un villano por lo que le hizo a Konoha, no sólo presenta una apariencia
tenebrosa, perturbadora y fría, sino que su imagen negativa se enfatiza aún más al plantearse
que asesinó a estos personajes que desbordaban simpatía y que cumplían roles importantísimos
y entrañables en la vida del protagonista, quien es huérfano y ha sido despreciado casi toda su
infancia excepto por un reducido grupo de personas, que incluye a sus dos mentores.
Es sugerente el hecho de que, en este momento, el gran imaginador se valga del relato repetitivo
para plantear tanto la obsesión del deudo, así como para recordar a los espectadores el carácter
de victimario del líder de Akatsuki, quien les quitó la vida a dos buenas personas. La razón es
que parece insinuar que el encuentro del antagonista con el deudo es una antesala de otra
situación.
encodificador precisan que existe una contradicción a nivel emocional y de juico en cuanto a
las motivaciones de Naruto. La razón es que su deseo de aclarar varios puntos sobre el
98
victimario de sus seres queridos se opone al efecto invisible, odio, que lleva consigo junto a
los pensamientos/recuerdos sobre los efectos visibles de la violencia que justifican dicho
encono. Aún se desconoce las intenciones de Nagato, pero, como también se dijo, la
audiovisualización y la paralepsis permiten identificar que las víctimas de este son personas
con un fuerte lazo familiar con el deudo. ¿Qué quiere decir el enunciador con esto?
El Cycles of violence work group (2005) especificó varias circunstancias que aumentan la
posibilidad de que se inicien los ciclos de violencia, por ejemplo que los actos violentos hayan
sido cometidos contra la familia o alguien querido (p. 587) como en este caso. En ese sentido,
un ciclo de violencia, pero ese no parece ser su único propósito. Si se rememora que los ninjas
de las aldeas tienen familias y suelen trabajar en equipos, entonces es lógico que posean lazos
familiares y que formen vínculos con sus camaradas o con sus discípulos, quienes como
Naruto, sentirán los efectos invisibles de la violencia cuando sus seres queridos mueran, es
imaginador no solo a ilustrar el caso del protagonista, este particular deudo, sino también lo
característico que resultan las mencionadas consecuencias de los actos violentos en el mundo
ninja que, en suma, delinean un peligroso y trágico status quo de potenciales y reales ciclos de
violencia. En medio de este panorama y en el marco de una tesis que trata sobre dichos ciclos
imágenes que evocan los asesinatos de Jiraiya y Kakashi, pero la referencia de estas
herramientas narratológicas a la muerte plantea otra cuestión en el caso del anime shōnen, la
cual vale la pena revisar. Según Ōtsuka Eiji y Thomas Lamarre (2010), la inmunidad del héroe
del manga dirigido a esta demografía proporciona seguridad al lector (p. 293 y 294), de esta
parte de la secuencia, ambos eran ninjas bien capacitados, mas terminaron sucumbiendo ante
Nagato. De esta forma, hay una sensación de que si Naruto falla ante Pain todos corren peligro
sin importar si son ninjas fuertes o si se trata de personajes que son o no importantes para el
protagonista, quien, como se dijo, poseería inmunidad ante la muerte, aunque pierda alguna
batalla.
Si bien puede considerarse que esta atmósfera de inquietud es propia del estadio del retorno,
en realidad, si se recuerda algunos datos del marco teórico, tanto el protagonista, como su rival,
así como Jiraiya, Kakashi y la mayoría de personas en Konoha, aldea de Naruto, son ninjas,
quienes realizan trabajos peligrosos, que pueden hacer realidad la latente posibilidad de muerte
como ya le ha pasado a otros ninjas en la serie. De esta forma, los casos presentados en este
ninja es una sociedad de posguerra que no está envuelta en un conflicto armado oficial que
involucre a los países potencia, tampoco se encuentra en paz. Según los dos tipos de paz
concebidos por Giddens y Sutton (2013), uno de los componentes básicos es el control o
remoción de la violencia (p. 1040), mas, en este caso, la violencia es parte de la vida y del día
100
a día de gran parte de la población que incluye no sólo a los mismos shinobi, sino también a
sus familias y seres queridos, quienes pueden experimentar los efectos de la violencia.
asegura la paz y aunque ello es cierto desde un punto de vista amplio, vale la pena a
continuación volver al individuo, quien difícilmente puede reflexionar sobre el cariz social de
esta problemática cuando se encuentra ante el victimario de sus dos figuras paternas.
Descripción de la secuencia
si lo odia y si ahora que está frente a él, no desea tomar venganza, lo que causa que Naruto
intente controlar su reacción apretando los dientes y los ojos mientras su cuerpo parece temblar.
Entonces, se ven imágenes de parte de un diálogo anterior entre el héroe y el villano en el que
uno de los cuerpos de este le dice que una cadena de odio se iniciará y que el antagonista creó
Akatsuki con el propósito de acabar con dicha cadena. Tras esto, en la cueva, se aprecia al
joven ninja tratando aún de reprimirse ante lo que Konan le recuerda que, si mata a Pain y toma
111
(Hikokubo et al., 2010b) Frase del personaje Nagato/Pain en el episodio 165 de Naruto Shippūden, «Kyūbi,
captura completa».
101
El protagonista parece más calmado, pero persiste su mirada de odio, tras la cual se ven
estado actual, el odio engendrará otro ser como Pain. El fallecido ninja le dice que ser shinobi
significa luchar contra ese odio, al que todos se enfrentan y, en ese momento, aparece una
imagen de Jiraiya sonriendo, mientras el Cuarto Hokage manifiesta que el legendario Sannin
le encargó al joven ninja encontrar una solución para vencer a dicho odio. De vuelta a la guarida
El antagonista manifiesta el objetivo de provocar que Naruto tome venganza contra él y, para
ello, emplea cuestionamientos que denotan una ausencia de culpa, la cual, según Johan
Galtung, era aquello que adquiría el autor de un acto violento tras el mismo y con relación a su
víctima (2004, p. 17 y 19). En contraste con ello, Nagato le enrostra al joven ninja no sólo su
pérdida, sino la participación del primero en la misma como asesino de sus dos figuras paternas,
lo que lo identifica aún más con el arquetipo de villano. Este tipo de victimario no facilita que
el deudo tenga una respuesta ecuánime si se considera el odio contenido que carga consigo.
112
Minato fue el cuarto Hokage o jefe de la aldea de Naruto y su padre, quien murió a manos del Kyūbi durante
el ataque de este a Konoha. Naruto no lo conoce hasta el capítulo 168, pues se le oculta la identidad de sus
progenitores con el fin de esconder toda la información relacionada con el ataque del Kyūbi.
102
En esta oportunidad, la respuesta del protagonista presenta señales físicas que se pueden
interna, que el enunciador vuelve a utilizar, la audiencia puede entender más claramente lo que
evocar el recuerdo del momento en que Nagato plantea su creencia en que una cadena de odio
domina el mundo ninja y que esta perpetúa dicho encono, un sentimiento que—más allá de su
intento de autocontrol—es una de las motivaciones en disputa dentro de Naruto en tanto deudo.
El emisor establece que una de las justificaciones que no permiten que Naruto caiga bajo el
control de su odio es que le estaría dando la razón al victimario sobre que el mundo shinobi
está irremediablemente sometido por esa cadena de odio; sin embargo, el gran imaginador no
se detiene allí, sino que decide emplear la variable de tiempo para profundizar en este punto.
A pesar de que se nota un cambio en el tratamiento audiovisual, las palabras del mencionado
cuerpo de Pain sobre la cadena de odio y Akatsuki corresponden con la conversación que tuvo
el antagonista con Naruto en el capítulo 165 cuando todavía estaban peleando en Konoha. Se
puede decir que se ha producido un viaje hacia el pasado, pero dentro del relato mismo, es
decir, según Genette (1989) se trata de una analepsis interna, mas entre el primer parlamento
de Nagato y el segundo se ha producido una elipsis con la cual se han obviado partes de lo
dicho por el líder de Akatsuki. Por medio de este hiato en el relato, el encodificador plantea
que es debido a la cadena de odio que el victimario creó Akatsuki, es decir, el contexto de
encono al que se refiere primero define la validez de la organización del villano y sus planes
que son mencionados después de la elipsis. De cierta forma, estos últimos serían revalidados
por el héroe si este cede y deja que el odio, en tanto efecto invisible de la violencia y
Esto demuestra que el encodificador utiliza nuevamente la mencionada analepsis para exponer
victimario, de no ser como él, lo que frena a Naruto. Asimismo, el enunciador vuelve a recurrir
a esta anacronía en el marco de la focalización interna con el fin de revelar otro sustento para
que el protagonista no caiga en las provocaciones sin culpa del líder de Akatsuki ni cese en su
intención de sólo conversar con él: el recuerdo de la charla previa con su padre, presente en
esta secuencia. El extracto del diálogo entre Minato y el joven shinobi sobre el odio en el mundo
ninja pertenece al episodio 168, en el que este pierde el control del Kyūbi durante el
enfrentamiento contra Pain y el fallecido líder de la Aldea de la Hoja aparece en espíritu para
ayudarlo a recuperar el control sobre la bestia de nueve colas. En ese sentido, al igual que en
el caso anterior, se puede identificar una analepsis interna, que es importante precisar que
también se combina con una elipsis entre el primer parlamento y los demás.
audiovisualización, pero esta vez para representar que las palabras de Minato coinciden con lo
manifestado por Konan: matar a Nagato no cambiará nada, no resucitará a Jiraiya ni a Kakashi
y tampoco asegurará que no aparezcan otros victimarios como él. Del mismo modo, el
enunciador usa otra vez la elipsis para resaltar e ir directo a lo dicho por el Cuarto Hokage al
respecto del deber de Naruto como ninja: luchar contra el odio no sólo con el propósito de
protagonista hacerlo y, para enfatizar esto, el emisor muestra una imagen del Legendario
Sannin.
Así, el héroe debe contenerse porque más allá de sus sentimientos se halla un problema más
grande que su odio hacia ese victimario y persiste una promesa hacia su fallecido maestro. No
104
obstante, si bien las razones que frenan su odio efectivamente lo detienen; queda claro que hay
una reacción difícil de contener. Esta se puede asociar con la cualidad multicapa interna que,
según Hirohito Miyamoto (2011), detentan los personajes en el manga (también en el anime)
y que implica que hay algunos rasgos emocionales de los que los sujetos ficcionales son poco
conscientes o que les es difícil controlar (p. 86). En correspondencia con la motivación
contenida (odio, efecto invisible de la violencia) y con las provocaciones del victimario (un
villano ausente de culpa), se confirma que dicho odio está acompañado de un deseo de
venganza, otro efecto invisible de la violencia reconocido por Johan Galtung (2004, p. 33) y
Esto implica, como evidencian sus respuestas físicas, que sus emociones hacia su rival están
evitarlo, esto plantea una similitud con lo señalado por Nagato al respecto de la cadena de odio,
La conversación con Nagato ha sido referida siete veces si se incluye esta última, pero en cada
específica, las palabras de Pain correspondientes a la cadena de odio han sido presentadas dos
veces antes y esta es la segunda oportunidad (si se cuenta la primera introducción) en la que se
reproduce su parlamento sobre Akatsuki. En conclusión, más allá de que todos estos
son casos de relato repetitivo que, según Gaudreault y Jost (1995) admite diferencias en la
De este modo, son estas declaraciones las que serían la obsesión de Naruto, pero vale la pena
pensar en aquello que evoca las declaraciones del villano elegidas además de lo que dicen
anacronía mencionada, que sólo menciona a la cadena de odio, pues el espectador seguidor
reconoce que ese concepto es la base y piedra angular de toda la ideología del victimario, es
decir, siguiendo a Van Dijk (2006a), de las creencias cognitivas que están en la base de sus
representaciones sociales (p. 29). De acuerdo con Nagato y como lo expresó en el mencionado
episodio 165, en el mundo shinobi, las personas siempre se provocan dolor entre ellas a veces
sin proponérselo y ello trae consigo odio que, a su vez, motiva a que unos y otros traten de
conseguir una supuesta justicia que es en realidad una venganza disfrazada, la cual genera más
Esta situación se trata del ciclo de violencia definido por el Cycles of Violence Work Group
que perpetúa o lleva a la repetición de actos violentos» (p. 586). En ese sentido, el victimario
reconoce la existencia de este ciclo, el cual es sostenido por los efectos invisibles de la violencia
listados por Galtung (2004) como son el deseo de venganza y el odio que, en el contexto
propuesto por el encodificador, crean una cadena fundamentada por el dolor de los deudos y
Ahora bien, este relato repetitivo y la analepsis interna pretenden evocar estos puntos, pero
también el plan de Pain para enfrentarlo, de ahí el empleo de la elipsis. Como podría recordar
un espectador seguidor, el Akatsuki de Nagato/Pain pretende usar los bijū (como el Kyūbi que
se encuentra sellado dentro del héroe) para crear un arma que será usada con el fin de iniciar
una guerra contra todas las aldeas, de modo que conozcan el dolor que el estado bélico provoca
106
y ya no recurran a este para alcanzar sus ambiciones o resolver sus problemas (Narutopedia,
2017a, p. 12).
De acuerdo con Nagato, si las personas olvidan dicho dolor y caen de nuevo en conflictos
armados, será necesario volver a usar el arma para que, gracias al miedo, se alcance una paz
momentánea que se debe deducir que implica ausencia de violencia (más controlable que los
sentimientos de la gente), que quizás podría identificarse con la paz negativa en la que la
violencia es al menos controlada, según Giddens y Sutton (2013, p. 1040). En ese sentido, el
villano tiene una lógica que es muy cercana a muchos estudiosos del tema de la guerra y los
ciclos bélicos de violencia, incluso, al igual que el héroe de esta historia, desea hacer algo para
detener la cadena aunque sea por un tiempo, lo que marca una similitud entre ambos personajes,
mas su postura es bastante fatalista y subestima el precio y valor de las vidas humanas que se
En cuanto a la charla con Minato, esta es la primera redundancia de esta parte de su alocución,
pero igualmente se identifica con un relato repetitivo del cual se sirve el gran imaginador junto
un momento particular de sus declaraciones, las cuales también concuerdan con alguno de los
puntos señalados por Nagato, al mismo tiempo que sugieren otra cuestión importante. El Cuarto
Hokage no sólo señala que aparecerán otros victimarios como Pain en el mundo shinobi, sino
que hay ciertos rasgos de este mundo que provocarán ello y que tienen a la sociedad en un caos
de dolor, odio y guerras. En otras palabras, hay algo más que sostiene al odio y se vincula a
características sociales que llevan a ese primer acto de violencia contra una persona que nunca
107
ha sido victimario y cuyos familiares nunca han sido víctimas, pero que desata un posterior
ciclo.
Al triangular este esquema, se parece al planteamiento de Johan Galtung que identifica una
especie de violencia invisible, soterrada, que está conformada por la violencia cultural y la
violencia estructural (2004), que se vinculan a aspectos propios de la sociedad. Es cierto que
no se agrega más sobre el tema, incluso el segundo parlamento de Minato, analizado a través
de la elipsis, se refiere a una batalla individual de cada ninja ante ese odio que sigue
mostrándose como inevitable en las condiciones actuales. En ese sentido, se reafirma que pesa
sobre Naruto (un deudo) la responsabilidad de hacer lo mismo en tanto shinobi, pero en tanto
héroe y discípulo de Jiraiya se le demanda además hallar esa esquiva solución a dicho odio.
Nuevamente, el problema radica en que esta perspectiva social del problema no es la que está
frente a él, sino una persona a la que odia intensamente y que parece determinada a continuar
con la violencia.
Descripción de la secuencia
Tras lo dicho por Konan y la última reacción de Naruto, Nagato lo sigue provocando, esta vez
recordándole que no puede hacer nada, mucho menos darle una respuesta sobre qué haría ante
el odio en el mundo ninja, y concluye que lo único que le queda al joven shinobi es ser su
113
(Hikokubo, Miyata, Takegami, Tanaka y Sugai, 2010d) Frase del personaje Naruto en el episodio 169 de Naruto
Shippūden, «Los dos salvadores».
108
proveniente de la extraña estructura que parece mantenerlo en pie, mas el héroe no esquiva un
potencial impacto, en cambio, lo sigue mirando con odio. En ese momento, la imagen se corta
a una pantalla negra mientras se escucha que la bala ha impactado contra algo.
Si bien luego se muestran a Pain y a Konan, se escucha algo que gotea y se revela que es la
sangre de Naruto proveniente de una herida en su abdomen. Se puede ver que Naruto tiene
incrustado en su abdomen una barra negra que al parecer era parte de la munición disparada
por Nagato. Este último aclara que no lo dañó de manera mortal, sino solo pretendía usar dicha
barra para controlarlo con su chakra, ya que el protagonista es valioso por ser el jinchūriki del
Kyūbi.
Entonces, Naruto levanta el rostro y se ven sus ojos, por un lado, con la línea horizontal en la
pupila y sombras naranjas en los párpados, propios de su técnica de modo Sennin, pero, por
otro lado, también presenta unas rayas verticales y un tono rojizo en el iris, que coinciden con
los ojos del Kyūbi, el cual aparece mirando al líder de Akatsuki de manera iracunda. Lo que se
aprecia posteriormente es el impacto del chakra de la bestia de nueve colas en Nagato, quien
por medio de las barras de hierro es capaz de sentir el chakra de Naruto, que incluye el del
mismo bijū, el cual está sellado en el interior del joven ninja. Este nivel de poder abruma en
que el héroe no esquivó la barra porque quería que esto pasara, Naruto le habla a Nagato y le
dice que mientras llegaba a la cueva tenía la idea de conversar con él, pero también quería
averiguar algo, lo que, después de lo ocurrido, hace que aumente la turbación de Pain.
El protagonista afirma que deseaba saber qué sentiría al estar frente a él, su enemigo, pero
señala que antes no sabía la respuesta. Finalmente, Naruto toma la barra negra de su abdomen,
109
aprieta los dientes y en medio de temblores revela que no puede perdonar al villano, que
realmente desea matarlo y no puede esperar para hacerlo. Seguidamente, Naruto se extrae la
barra negra con bastante brusquedad y Konan manifiesta sorpresa ante el control que el
protagonista puede mantener sobre sí mismo, aunque esté cerca de un pasmado Pain e incluso
tenga una de las barras negras clavadas. Naruto tira la barra, Konan se pone frente al líder de
Akatsuki y el héroe se lanza hacia él para atacarlo, pero la imagen se funde a blanco.
por mantener al espectador fuera del deudo a nivel de la focalización y se concentra en plantear
preguntas y respuestas desde el empleo del lenguaje audiovisual animado que, además le sirve
para representar los dos primeros actos violentos que se van a analizar. En relación con ello, es
importante recordar que Naruto ingresó a la cueva en modo Sennin, es decir, preparado para
un potencial enfrentamiento físico que, según Robin Brenner (2007), es un elemento crucial en
la fase de retorno de un arco argumental del anime shōnen (p. 62), como es el caso del contexto
No obstante, si bien ya se mencionó la posibilidad de que dicha lucha ya haya tenido lugar en
Konoha, en cuanto al primer acto violento, hay un rasgo particular que llama la atención: la
ataque de Nagato muestra la presencia de líneas cinéticas brillantes de trayectoria que, según
Cavallaro (2007) sugieren el movimiento, al igual que la velocidad y dirección del proyectil,
110
es decir, el encodificador plantea que el daño contra el héroe es inminente. Del mismo modo,
dichas líneas cinéticas, de acuerdo con Scott McCloud, indican todo lo anterior, pero desde un
punto de vista específico (citado en Hérnández-Pérez, 2017, p. 65 y 210) que, en este caso,
corresponde con el inmutable e inmóvil héroe. A través de este recurso sumado a la expresión
facial del joven ninja, el enunciador establece que este es consciente del daño que sufrirá, así
que el ocultamiento del acto violento podría sugerir en un inicio como posibilidad que el deudo
A pesar de que el sonido que sigue inmediatamente después a la pantalla negra confirma que
probabilidad, Naruto podría haber repelido el cohete de vuelta. En ese sentido, si bien luego
los encuadres posteriores ratifican que el acto violento ha tenido éxito lastimando al
del suspenso y la anticipación. Sin embargo, la gradación del acto violento es baja debido al
ocultamiento mencionado, tal vez la razón sea que el centro de atención del emisor son los
Por medio del encuadre inmediatamente posterior al ataque, que es un plano busto (por tamaño)
se captura de forma breve la sangre que cae junto a los pies del protagonista. Si bien la sangre
no es copiosa, lo que indica que la herida no es grave, esta señal corrobora que la víctima ha
sido Naruto (resolviendo el suspenso mencionado). Este encuadre se mantiene por unos
momentos y, entonces, la cámara sube por medio de un tilt up114 hasta el abdomen del joven
ninja, donde está la barra incrustada y allí se queda sólo unos instantes, pues el plano cambia
rápidamente. A pesar de que el tamaño de plano plantea mayor proximidad que un plano medio,
114
Se llama tilt up al paneo vertical.
111
pero menos que un primer plano, lo que lo emparenta con la cercanía e interioridad de este
iluminación de baja intensidad lo que, sumado al corto tiempo en pantalla, implica que no se
produce una exposición detallada del daño corporal. Sin embargo, al mostrar la barra que,
como revela a continuación el líder de Akatsuki, es el medio por el que el victimario controla
otros cuerpos, se contempla otro posible efecto de la violencia del villano además del físico.
Se puede deducir que el ocultamiento del rostro de Naruto, que se evidencia en el plano ya
analizado, responde a crear suspenso acerca del resultado del ataque de Pain en el control de la
voluntad del héroe y la razón es que ese es el verdadero efecto de la violencia que desea
de los ojos del joven ninja, que incluye un primer plano de su rostro, seguido de un plano
detalle de uno de sus ojos con el patrón del modo Sennin sumado al patrón propio del Kyūbi,
cuyo ojo aparece en un tercer encuadre, identificado también como un plano detalle.
Dentro del sintagma narrativo, estos dos planos iniciales, al disminuir su tamaño, aumentan la
interioridad y cercanía que Blanco (2003) adjudica a este tamaño de encuadre (p. 299), el cual
aproxima a la audiencia a los ojos del personaje que, según lo planteado por Tezuka, tienen
una importancia cardinal para la expresión psicológica y emocional (citado por Cobos, 2010,
p. 32 y 34). En este caso, lo que revelan esos ojos, como nota Nagato, es que el héroe está
consciente de que con la barra puede transmitir su chakra combinado al del Kyūbi y con ello
desea afectar a su rival, es decir, el suspenso se resuelve: es dueño de su voluntad. Si bien Eiji
y Lamarre (2010) mencionaron la resistencia corporal en el héroe shōnen, en este caso, lo que
demuestra el paladín es una resistencia física distinta, pues incluye lo mental, emocional y
energético.
112
Lo sucedido no quiere decir que el héroe exponga ecuanimidad gratuitamente, sino mostrar
que esta decisión nació de su voluntad, demostrando además desdén por el efecto de la
violencia que Nagato podía haberle ocasionado al manipularlo por medio de la barra que, en el
capítulo 165, le sirvió efectivamente para doblegar al joven shinobi. Una situación similar se
enunciador utiliza la resistencia corporal del héroe shōnen para demostrar que los efectos de la
violencia que atentan contra su integridad y su salud física, en este momento, son secundarios
para el deudo. Cuando este se extrae la barra, el emisor emplea un plano americano para que
movimientos incómodos con los que se extrae la barra, pero por la distancia y posición del
cuerpo en relación con la cámara la gradación del acto violento es baja. De manera
Nuevamente, el gran imaginador plantea que lo central para él no es la violencia en sí, pero a
pesar de ello todos estos rasgos denotan que existe un daño y un dolor que se está infringiendo
Naruto, pero que logra resistir, porque esa barra constituye un obstáculo para conseguir su
propósito.
Vale la pena apuntar que antes en el relato, se había hecho referencia a que el héroe de esta
historia conocía del poder de Nagato para dominar otros cuerpos a través de las barras y a pesar
de ello no ha evitado el impacto de una de ellas en esta parte de la presente unidad de análisis.
En la parte anterior de la secuencia, Naruto se estaba esforzando por controlar los efectos
invisibles de la violencia que sufre (dolor como deudo, odio y deseo de venganza) y el gran
imaginador decide esbozar una situación distinta al respecto. Aunque el primer acto violento
violencia tiene lugar y ello no sólo reconfirma que el victimario no siente culpa, sino que
también es una señal de que puede que no cambie, que no haya posibilidad de conversar con él
o tomar una postura pacífica en relación con él, en suma, es la «gota que derrama el vaso». De
esta manera, se produce un punto álgido en los efectos invisibles de la violencia que padece el
deudo y que, si bien se manifiestan desde la primera decisión del joven ninja que constituye en
recibir el daño de la barra negra, es destacado por el encodificador con diversos recursos
audiovisuales.
Los ya mencionados primeros planos y planos detalles se concentran en el rostro y los ojos,
principal fuente de expresión psicológica y emocional en el anime, al mismo tiempo que son
iluminados con una intensidad baja, calidad dura y dirección lateral que, de acuerdo con
Antonio Horno (2013), imprimen un efecto inquietante (p. 253). De la misma manera, el
espacio en general presenta un alto contraste que genera una predominancia del color negro,
el cual, según Wenhui Cheng (2009) genera una atmósfera terrorífica y violenta (p. 1929) que
unida a lo anterior, retrata el odio y el deseo de venganza del protagonista. No obstante, debido
114
posiblemente solo Nagato sean los únicos que puedan ver o sentir al Kyūbi a la manera como
se representa en relación al color. Por lo tanto, este rasgo es posible vincularlo con el uso
dinámico del mismo, referido por Horno (2013, p. 230), pues prioriza antes que el realismo, la
representación de lo que siente y ve Nagato al percibir ese chakra, que incluye el de Naruto y
el del bijū. Ya se explicó en el marco teórico que la bestia de nueve colas siente un profundo
odio por los humanos, que aquí se presenta tan fuerte como el que siente el héroe contra Nagato,
en ese sentido, se plantea una analogía entre los sentimientos del protagonista y el bijū que se
acentúan a través del uso dinámico del color naranja rojizo que, de acuerdo con Cheng (2009),
Además, si bien Naruto está molesto y hay una señal de que el Kyūbi se está manifestando, no
momento que opta de manera consciente por convertirse en víctima del victimario. Es evidente
que el enunciador establece que el odio y el deseo de venganza son las motivaciones que ahora
dirigen las acciones del deudo, pero también presenta lo que ello implica y las consecuencias
115
que desencadena, dos puntos que vale la pena evaluar. Anteriormente, se había mencionado
que el joven shinobi se puede identificar con el arquetipo del héroe shōnen que, de acuerdo con
Alfonso Felipe (2010) y Laura Montero (citado en Felipe 2010) es simpático y una figura
modélica, pero Dani Cavallaro (2010) destaca que su ethos «celebra la coexistencia de la calma
general» (p. 14). Por lo tanto, aunque el emisor haya presentado a este personaje como una
persona buena a lo largo de la serie, ello no implica que no posea defectos o demonios ni que
cuando dicho tumulto tome el control de su voluntad, actúe de manera errática y hasta
peligrosa.
En la presente situación, el gran imaginador destaca que con el fin de que el poder de su odio
arremetiese contra el villano, el protagonista estuvo dispuesto a dejar no solo que lo hiriesen
con la barra, sino que corrió el riesgo de ser secuestrado (peligro contra sí mismo), ser utilizado
por Nagato para lastimar a otros o a los suyos (peligro contra otras personas), incluso colaborar
con su captura a la realización del plan de Akatsuki (peligro contra el mundo ninja en general).
Si la pregunta radica en la razón de tomar estos riesgos cuando existen otras opciones de
cadena de odio y el ciclo de violencia115 en el que los actos son meros impulsos descontrolados
Asimismo, en este punto, ya no se trata de detener a Pain, sino que el deudo quiere matarlo,
igual que la sucesión de encuadres que lo preceden. Al respecto, primero se presente un primer
115
Konan podría matarlo a él y a los suyos en venganza por el potencial deceso de Nagato.
116
plano de Naruto tomando la barra para sacarla seguido de un plano detalle de sus dientes
apretados antes de declarar que quiere matar al villano por lo que ha hecho y termina con un
plano detalle del ojo del héroe. Como ocurrió previamente en esta parte de la secuencia, hay
un aumento sucesivo de la interioridad y cercanía mencionada por Blanco (2003) sobre estos
encuadres cerrados (p. 299) justo en el momento cuando resuelve atacar al asesino de sus seres
queridos.
Para un espectador seguidor de la serie, las acciones de este deudo, que han cambiado
radicalmente por la violencia a la que ahora va a recurrir, no sólo significa que la vida del
victimario corre peligro, sino que, al matarlo, Naruto dejará tras de sí su máximo sueño de ser
reconocido como un Hokage ejemplar, pues será un asesino por odio. Además, no podrá salvar
a su mejor amigo que vive atormentado por el mismo sentimiento, ya que él se habrá dejado
motivación pacífica, así como a sus principios. El tumulto del héroe shōnen que mencionaba
Cavallaro (2010, p.14), en este caso, los efectos invisibles de la violencia, parecen haber ganado
al interior de Naruto y, con ello, le ha dado la razón a la cualidad multicapa interna mencionada
por Miyamoto (2011, p. 86), ya que después de perder el control, traspasará sus propios límites.
Si bien puede que la audiencia seguidora no cuestione que este deudo recurra a la violencia al
ser un shinobi, su mundo ha sido creado por el enunciador, así que es trascendental entender
qué lógica lleva a que una persona de ese cosmos opte, en este contexto, por recurrir a aquello
violencia, la acción de Naruto se muestra bastante lógica, pero para notar la otra variable que
concepto y labor de un shinobi, cuya representación social está en la base del llamado mundo
ninja. Como menciona Sinisa Malesevic (2014) y se recoge en el marco teórico, el ser humano
no recurre comúnmente a la violencia física, sino que suele emplear amenazas, maldiciones o
insultos a menos que se haya dado un proceso de ideologización (p. 5), es decir, si se sigue a
Teun Van Dijk (2006a) la violencia debe ser aceptada como una creencia cognitiva.
El hecho de que los shinobi sean una fuerza militar que, con el fin de defender a su aldea y
cumplir sus misiones, emplean una serie de artes sobrenaturales sumadas a técnicas físicas, que
frenan o lastiman a sus enemigos, implica que el uso de la violencia es una parte inherente y
aceptada de su manera de ser y hacer, así como de la sociedad donde viven, que admite el costo
(efectos visibles de la violencia) y beneficio de ello (protección e ingresos a la aldea por las
misiones). Si se recuerda que Johan Galtung (2016) entendía que la violencia cultural se refiere
a ciertos aspectos de la cultura de una sociedad que legitiman los actos violentos (p. 147), el
cosmos creado por el emisor de esta serie anime legitima dicha violencia dentro de su marco
cultural. Esto puede tener como resultado que desde la cultura se promueva que en nombre de
la defensa de la aldea o por el compromiso con la misión, los ninjas usen la violencia para
proteger a sus compatriotas o a los inocentes, pero también es factible que se usen estos motivos
para justificar, como ya ha ocurrido, guerras basadas en la ambición (nosotros somos superiores
y más importantes que los otros, ergo merecemos más) o venganza (los otros son nuestros
Si se recupera lo planteado previamente en cuanto al tumulto del héroe como motivación, que
no es otra cosa que el odio y deseo de venganza (efectos invisibles de la violencia) guiando sus
acciones, Naruto no se basa en la determinación razonada de combatir para atacar con violencia
al asesino de sus dos figuras paternas, sino que traspasa la distancia que le separa de la
hostilidad, mencionada por René Girard (2010, p. 27). Es un ser humano que actúa y reacciona
con base en lo que conoce, la violencia cultural del mundo ninja, y que, además, como ya se
mencionó, en estas circunstancias, es un deudo que ha perdido sus límites, lo que lleva a que
ignore que esto no es un acto de defensa o de justicia normada, sino el inicio de un ciclo de
violencia. Como ya se dijo, Minato destacó que había algo propio del sistema ninja que
prolongaba el odio, de este modo, la violencia cultural, que dicho sistema acepta y promueve,
parece ser ese algo o parte del mismo. Ahora que ya se va reconociendo mejor el panorama,
Descripción de la secuencia
Después del fundido a blanco, aparecen unas imágenes pertenecientes a la conversación que
el legendario Sannin le dice que sabe de la poderosa presencia del odio en el mundo ninja, pero
que le gustaría hacer algo al respecto, aunque todavía no sabe cómo. Posteriormente se ve que
el fallecido shinobi se ríe y finalmente se aprecia que le dice al héroe que se alegra de que sea
116
(Hikokubo et al., 2010d) Frase del personaje Jiraiya en el episodio 169 de Naruto Shippūden, «Los dos
salvadores».
119
detiene su ataque contra su rival justo cuando ya estaba muy cerca de Konan, quien lo mira con
sospecha. El joven ninja aún tiene el puño en alto y sigue presionando sus dientes, al mismo
Naruto manifiesta que su maestro le dijo que algún día el entendimiento colectivo sería una
realidad, frente a lo que Nagato lo observa con suspicacia. El puño del héroe tiembla mientras
declara que cuando Jiraiya compartió con él esa idea, él sólo pudo escucharlo. Después de un
momento, baja el puño y deja caer parte de su cuerpo hacia adelante mientras señala que se
alegró mucho cuando el legendario Sannin le contó que algún día le encargaría a él encontrar
la respuesta ante el odio en el mundo shinobi. La razón es que sintió que su maestro lo reconocía
como su alumno, pero ahora se ha dado cuenta de que esa respuesta no es tan sencilla como
parece.
El líder de Akatsuki afirma que más allá de ello y de lo bien que pueda sonar lo que le dijo
Jiraiya, el protagonista no puede perdonarlo a él, el asesino de sus maestros. De acuerdo con el
villano, el amor no es suficiente para que tenga compasión por alguien como él. El protagonista
comparte esa opinión, así que Pain agrega que lo que dijo Jiraiya es anticuado e idealista, ajeno
a la realidad. El antagonista precisa que cuando Naruto le dijo que pretendía matarlo para
devolverle la paz al mundo shinobi, en realidad, solo estaba excusando sus intenciones de
venganza y mientras dice esto, se aprecia que los ojos del joven ninja vuelven a la normalidad
dejando de estar, incluso, en el modo Sennin. Nagato no se lo reprocha, pues esa es su justicia,
mas le recuerda que no es un dios para que pueda cambiar el mundo y le cuestiona si puede
Ante la pregunta de su rival, el héroe contesta que tras enterarse de que el líder de Akatsuki y
Konan también habían sido estudiantes del legendario Sannin, quiso preguntarle sobre qué les
ocurrió para que se convirtieran después en miembros de Akatsuki, de los cuales difieren, ya
que él cree que los dos antagonistas no disfrutan matando a las personas como sus camaradas.
El joven ninja acepta que no lo conoce, por eso se compromete a darle su propuesta para acabar
con el odio en el mundo shinobi después de que Pain le cuente su historia. Finalmente, la
Konan.
En el marco de la inminente comisión del tercer acto de violencia de esta secuencia, el gran
imaginador elige volver a apelar a la focalización interna para que la audiencia entienda lo que
pasa por la mente de Naruto, un héroe shōnen y un deudo que está a punto de convertirse en
victimario. De forma similar a lo que ya ha ocurrido antes, lo que muestra de la mente del
invisible de la violencia, que había sido la motivación que llevó al ataque del héroe contra
Nagato con base en el tumulto que se había originado en su interior. Pero, exactamente ¿qué
Por medio de la mencionada anacronía, el encodificador hace que los espectadores viajen a un
recuerdo específico del héroe: una conversación entre Jiraiya y Naruto cuando este era niño.
Esta se presenta por primera vez en el episodio 155 y forma parte del viaje de entrenamiento
121
del héroe con el legendario Sannin cuando el protagonista era un infante. No obstante, en dicho
capítulo, se viaja a esta época por medio de otra analepsis, que traslada a la audiencia a un
Shippūden, el objeto de estudio de esta tesis. Se puede decir que dicha etapa de entrenamiento
forma parte de la historia, pero no del relato, porque es contado sólo a partir de analepsis de
este tipo. Los espectadores saben al inicio de Naruto Shippūden, que Naruto fue en un largo
viaje para entrenarse con Jiraiya, pero no saben todo lo que pasó en dicha travesía, solamente
hay pistas y se muestran momentos por medio de los recuerdos de algunos personajes.
De esta manera y siguiendo a Genette (1989), se trata de una analepsis externa, pues viaja a un
antecedente del relato (p. 105), en este caso, de Naruto Shippūden. A pesar de todo lo que
propósito, utiliza la elipsis, con la que selecciona ciertos parlamentos del mencionado diálogo.
Llama la atención que hay una cierta similitud entre las palabras rememoradas de Jiraiya y las
de Minato en cuanto a que ambos expresan una creencia en una solución ante el odio en el
mundo ninja y que el protagonista podría encontrarla, pero son las declaraciones del
Legendario Sannin y no las del Cuarto Hokage, las que Naruto piensa/recuerda en este crítico
Si se tiene en cuenta la imagen previa de Jiraiya que aparece en la primera parte de esta
secuencia, que pertenece a la referida charla, esta es la cuarta vez que se hace referencia al
momento de la conversación entre este y el joven ninja, así que se trata de otro caso de relato
repetitivo. Este remarca la importancia de este intercambio para el personaje, quien aun cuando
se alegró de conocer a su progenitor biológico, siente mayor apego con su mentor, de ahí la
122
importancia de las declaraciones del fallecido ninja. La alteración de la focalización y las elipsis
destacan el deseo del Legendario Sannin por cambiar el mundo para bien, su simpatía, el cariño
por su alumno, ahora deudo, y lo valioso, reconocido y querido que le hizo sentirse a Naruto.
En ese sentido, destacan tanto las razones que inspiraron al protagonista a aceptar la misión de
alcanzar la paz para el mundo ninja, así como los motivos que, en este momento, lo previenen
de dejarse dominar por ese odio, enemigo de dicha paz que busca conseguir. En este contexto,
en un curioso giro, la víctima cuya carencia con respecto al deudo era su justificación para
detener dicha acción y evitar ser dominado por los efectos invisibles de la violencia.
o La iniciación y la ideología
entrenamiento de Naruto que, si se piensa en términos del ciclo del héroe shōnen, forma parte
del periodo de aprendizaje del mismo, es decir, del estadio de la iniciación del protagonista,
destacado por Angela Drummond-Mathews (2010, p. 74). Con esta nueva perspectiva, vale la
pena reparar en la particular postura del fallecido shinobi en torno al odio en el mundo ninja,
la cual es rescatada por ambas herramientas narratológicas al igual que por el relato repetitivo
y que, gracias a la triangulación, se puede reconocer que se refiere a una cadena de odio que
provoca ciclos de violencia. Dicha posición se puede asociar con el concepto de ideología que,
según Teun Van Dijk, se refiere a «las creencias cognitivas fundamentales que están en la base
de las representaciones sociales compartidas por los miembros de un grupo» (2006a: 29) y que,
Con base en lo planteado por Galtung (2004) y Malesevic (2014), el contenido de la ideología
es una parte central para que se legitime o no la violencia, así que es un punto importante a
considerar aún más en el contexto del estadio de la iniciación por el que pasó, en este caso, el
lo apuntado por John Ingulsrud y Kate Allen (citado en Hernández-Pérez 2017), las historias
cambios externos, sino también con una maduración interior (p. 167). En relación con ello,
Una de las posturas que manifiesta el Legendario Sannin en vinculación con la formación
personal de su alumno y que han sido rescatadas por el emisor es que hay odio en el mundo
ninja, que, de forma contraria a lo que Galtung afirma que es común, implica una aceptación
de la existencia de los efectos invisibles de la violencia que afectan a la sociedad. Esto no quiere
decir que Jiraiya sepa cómo reparar a las personas en función de dicho odio o que posea la
solución que reclama Pain, pues él mismo dice que no sabe cómo hacer algo para cambiar esa
situación, pero es una prueba de que el tema era importante para él y su manera de ver el mundo.
Además, no se debe olvidar que él esperaba que dicha transformación fuera posible, en otras
palabras, que existiría alguna manera para enfrentar dichos efectos y las consecuencias
Si se parte del hecho de que para la adopción de una ideología se requiere de un proceso de
aprehensión o ideologización que, en este caso, podría haber sido posible a través del
entrenamiento que el fallecido ninja impartió a Naruto, cabe preguntarse si dicho proceso fue
124
efectivo, más allá de que este podría no haber entendido la complejidad de sus ideas en su
niñez. En este punto de la secuencia y del relato, aún no se sabe si el héroe guarda la misma
esperanza en cuanto a la paz y a una solución ante el odio debido al estado en el que se
encuentra. El mismo deudo desconoce si la ha adoptado, pero a pesar de ello, el empleo del
relato repetitivo por parte del gran imaginador demuestra de manera más acentuada que Naruto
revisar los discursos que el encodificador ha propuesto sobre dicho ciclo en tanto problema
Como se estableció en el marco teórico, Naruto Shippūden es un anime shōnen que, entre los
varios géneros que combina, incluye a la acción y las artes marciales, así que, con base en lo
planteado por Robin Brenner (2007), la representación de la violencia nunca va a ser explícita,
pero la gradación de la misma—sobre todo al ser una historia sobre ninjas—va a depender del
discurso que pretenda presentar el gran imaginador (p. 100 y 101). En relación con ello y en el
caso de la presente unidad de análisis, el lenguaje audiovisual, que, de acuerdo con Christian
McCrea (2008), puede desafiar las reglas físicas en el retrato de la violencia (p. 10 y 12), no es
usado por el encodificador para concentrarse en la representación de los actos violentos en sí.
de un ciclo de violencia, pero ni siquiera debido a ello, se muestra el asesinato de las víctimas
125
fallecidas, seres queridos del deudo, ni el momento en el que este último es atacado por el
victimario, que, en conjunto, son circunstancias que apoyan a la factibilidad de dicho ciclo.
Algo similar ocurre con los efectos visibles de la violencia en el cuerpo que tampoco parecen
ser lo central para el emisor, pues, en el caso del daño físico contra el deudo (sangre e
rostros) y no detenta el mismo nivel de gradación si se recuerda el momento en que dicho daño
se hizo.
De forma quizás sorprendente, el único acto violento que es mostrado por el gran imaginador,
es aquel que el mismo deudo comete contra sí mismo y ello es una pista para entender el
discurso del creador de este texto audiovisual que parece enfocarse en otro elemento del ciclo
de violencia. Si se presta atención al nivel narratológico, se puede reconocer que desde el orden
(analepsis interna) y focalización (interna) el encodificador establece que los evocados efectos
visibles de la violencia contra las víctimas, sus muertes y daño físico, son la justificación de
los efectos invisibles sufridos por el deudo. Estos últimos son, específicamente, el odio y el
deseo de venganza contra el victimario, que, por medio de la frecuencia (relato repetitivo) y la
de la violencia evocada y de sus efectos visibles. En otras palabras, hay un fuerte interés por
parte del enunciador para explicar lo que sustenta las emociones del deudo, Naruto, y también
se pretende destacar en relación con quién las siente: el autor de la violencia contra sus figuras
paternas, Nagato.
Si se sigue esa línea, dichos sentimientos son destacados también en el nivel del código
audiovisual animado. Por medio del tipo de plano (primeros o detalle de rostro y ojos), la
126
iluminación (inquietante y tenebrosa) y color (el naranja rojizo de odio, así como el negro de
muerte, violencia y villanos), el emisor acentúa que estos efectos invisibles de la violencia son
la motivación para que el deudo permita que ocurra el primer acto violento contra él (más allá
de su resistencia corporal) y lo importante es que este no se ve. Antes que la violencia que se
cometió contra él, el gran imaginador desea concentrarse, en este momento, en descubrir qué
es lo que lo llevó a permitir que eso pasara, lo cual es lo mismo que antes buscaba desarrollar
Si bien este punto puede ser cierto, llama la atención el segundo acto de violencia de esta
secuencia, que ya fue mencionado y el cual sí es mostrado más allá de que se aleje a la audiencia
del mismo por la ubicación de la cámara y el plano americano. Como se explicó en el análisis
de contenido, el gran imaginador emplea dicho acto para destacar el punto álgido de los efectos
invisibles de la violencia que lleva a que el deudo desatienda su propio daño corporal (otra vez)
en favor de sus intensos sentimientos que lo guían a una acción: matar al victimario y vengarse.
ciclos, sino que contempla los actos de violencia no como simple daño físico entre dos
personas, en cambio, plantea que, en este específico caso de potencial ciclo, desde los ojos de
trascendental para él es que el daño ha sido cometido contra sus seres queridos, que sus muertes
constituyen su ausencia permanente y que han sido cometidos por un hombre que está frente a
él sin culpa alguna ni intención de dejar de usar la violencia. En este contexto, el dolor físico
que pueda padecer él mismo, no tiene comparación, pues son esos efectos invisibles de la
127
violencia, su dolor, el odio y el deseo de venganza, los que le pesan más y son la verdadera
razón del nacimiento de un ciclo de violencia. En ese sentido, con este planteamiento, el emisor
propone que estos efectos son el elemento base y clave para la sostenida ocurrencia de actos
violentos en un sentido circular y quizás de escalada. Debido a esta postura, el gran imaginador
En el marco teórico, se nota un cambio en la manera como se solía concebir al héroe shōnen
entre finales de los años cincuenta y finales de la década de los años sesenta en comparación
con la actualidad. Eldad Nakar (2008) notaba un idealismo y una moralidad pura (p. 181) que
han sido reemplazados por el ethos de la calma y el tumulto, el cual es destacado por Dani
Cavallaro (2010, p. 14). Este aspecto es importante pues la forma y el momento en el que se
presenta esta complejidad del protagonista de la historia también puede ser empleado por el
explicar los efectos invisibles de la violencia que sufre el deudo y si se vuelve a reparar en que
este se identifica con el arquetipo de héroe, el odio y el deseo de venganza adquieren un nuevo
significado.
En correspondencia con lo señalado por Cavallaro, el emisor se aleja del maniqueísmo y antes
que presentar personas buenas o malas, plantea el carácter humano de estas emociones e,
incluso, se concentra en plantear sus causas (los efectos visibles de la violencia y la violencia
evocada) para que el espectador entienda que cualquier persona en su lugar probablemente
sentiría lo mismo. En ese sentido, el gran imaginador apela al tumulto del héroe para plantear
128
que ante la presencia del victimario de sus seres queridos, quien enrostra al deudo las pérdidas
que le causó, todos los seres humanos son susceptibles de sentir un odio intenso y un deseo de
venganza tan incontrolables que podrían actuar con base en impulsos y cometer imprudencias
Si se vuelve al tema del ciclo de violencia, entonces, el encodificador propone que todos, en
circunstancias similares, son capaces de sentir los efectos invisibles de la violencia que son la
base y clave del ciclo de violencia. Dicha posición se asemeja a la planteada por Nagato, la
factibilidad de dicha idea. No obstante, si bien el victimario señala que la cadena de odio es
inevitable y el emisor parece coincidir con él en cierta medida (al menos en este momento del
relato) no cede en que eso necesariamente detone en un ciclo de violencia. Para ahondar en
ello, es necesario revisar el momento en que el deudo decide detener su ataque contra el asesino
Si se recuerda nuevamente lo señalado por Robin Brenner (2007), es claro que especialmente
en series cuyas historias involucran a personajes como los ninjas o los samuráis se plantean
discursos en torno a la violencia (p. 101). Entonces, es claro que a nivel de las características
de la diégesis y del mundo creado por el gran imaginador en Naruto Shippūden, se podrían
estudio de esta tesis, el encodificador ha elegido reflexionar sobre los actos violentos en un
129
contexto dominado por la violencia cultural a un punto muy similar a esa reverencia al guerrero
que el mismo Brenner (2007) ubica como una constante en la cultura japonesa (p. 143).
El peligro de ello, como se estableció en el análisis de contenido, es que puede derivar en que
un deudo que carga con los efectos invisibles de la violencia realice actos violentos que generen
nuevos efectos visibles e invisibles de la violencia, pero, ahora en el victimario de sus seres
queridos. El deudo piensa en ello y el gran imaginador lo evidencia al exponer las palabras de
interna, analepsis interna, relato repetitivo y paralepsis con audiovisualización). Este personaje
señala que hay un rasgo social del sistema que provoca el problema del odio y tener violencia
cultural que, por definición, legitima los actos violentos, demanda luchar contra ese encono y
el deseo de venganza resultantes, con el fin de no caer bajo el control de ninguno de ellos.
En el punto más álgido de su odio, el deudo se deja dominar por los efectos invisibles de la
esta memoria, el enunciador no sólo apela a lo nostálgico de la víctima, ser querido del deudo,
sino que propone que, así como es posible una violencia cultural que perpetúe los efectos
visibles e invisibles de la misma, también es factible una cultura que trate de buscar una
alternativa de solución y que como resultado también prevenga el inicio de nuevos ciclos de
violencia. De esta manera, estos últimos no son irremediables y no sólo por el nivel de agencia
de cada individuo para frenar su propia violencia, sino porque a gran escala se podría generar
un cambio desde la ideologización de la sociedad en una paz cultural en la que los ninjas no
con Jiraiya que desconoce las acciones precisas que implican concretar esa paz cultural, la cual
sería enseñada a otros, el emisor tampoco las propone aún, pero es claro que es un tópico sobre
el que le interesa profundizar y es posible que eso se vaya comprobando en las siguientes
unidades de análisis.
De este modo, esta primera secuencia empieza a desarrollar ciertos elementos citados en la
hipótesis como la posibilidad de evitar actuar cegado por el odio en los contextos de ciclos de
violencia tanto potenciales como reales y se confirma que la existencia de la violencia cultural
en el mundo de Naruto constituye un terreno fértil para dichos contextos. También, se plantea
la intención de reflexionar en torno a una posible solución que podría vincularse a un cambio
en esa cultura que legitima la violencia, mas aún resta identificar patrones en el resto de la
momento sólo se está tratando los ciclos de violencia en general cuando el tema de esta tesis
involucra a los de carácter bélico, pero en las próximas secuencias se notará que el potencial
ciclo que ha sido delineado por el gran imaginador tiene raíces en un pasado donde la violencia
En los dos siguientes cuadros, se condensan aspectos representativos del análisis que se
discursos hallados en relación con el ciclo bélico de violencia. En ese sentido, se pueden
reconocer las relaciones entre las descripciones de las variables correspondientes a cada nivel
(listadas por guiones -), los significados clave que se pueden reconocer en el contenido de la
historia que se han dividido en figuras y roles (presentados entre comillas “”) y sus respectivos
131
temas vinculados a la teoría del ciclo bélico de violencia (flanqueados por barras //). El último
cuadro esquematiza el discurso de la secuencia que conecta los temas y algunas figuras o roles
(el signo = se refiere a una relación de equivalencia entre los elementos; todas las flechas, a
Cuadro 1 Secuencia 1
Naruto con una dura expresión en el rostro recuerda la muerte de Jiraiya y Kakashi
/Violencia directa
“Cadáveres de “Seres
Paralepsis en la física/
seres queridos”
Audiovisualización /Muerte de seres
queridos” “Victimario”
queridos/
“Daño “Víctima”
/Efectos visibles de la
corporal”
violencia/
132
Cuadro 2 Secuencia 1
“Mirada de
“Cercanía” violencia/
“Interioridad”
Kyūbi” violencia/
deudo/
/Efectos invisibles de la
violencia/
“Acto violento
/Violencia cultural/
-Resistencia corporal a impulsivo”
“Víctima - /Violencia directa física/
la herida y dolor “Autolesión
Victimario” /Efecto visible de la
-Daño corporal poco violenta”
“Deudo” violencia/
detallado “Entrenamiento
/Ciclo de violencia/
ninja”
Cuadro 3 Secuencia 1
Discurso de la secuencia 1
/Efectos visibles de
/Violencia directa física/ la violencia/
• "Víctima"="Seres queridos" • /Muerte/
• "Victimario" • /Daño corporal/
/Efectos invisibles
de la violencia/ +
/Violencia directa /Violencia
física/ cultural/ Significado
emocional de la
↓ • /Odio del deudo/ violencia y sus
/Ciclo de • /Deseo de efectos para deudo
violencia/ venganza del
deudo/
134
Descripción de la secuencia
Esta secuencia empieza en la cueva al interior del árbol, en donde se ve de nuevo a Naruto
pidiendo escuchar la historia de su rival antes de revelar su respuesta sobre qué haría con el
odio en el mundo ninja y, frente a ello, Nagato accede a contarle el relato de su sufrimiento. En
un inicio, Konan trata de convencer al líder de Akatsuki de acabar con el protagonista en lugar
de conversar, pero él muestra un claro interés en la respuesta de Naruto, además agrega que no
sería tan sencillo vencer al joven ninja considerando que él solo derrotó a todos los otros Pain.
Ante la resignación de su secuaz, Nagato inicia su historia explicando que hubo dos momentos
Lo primero que cuenta es que su aldea, Amegakure, fue el campo de batalla de una guerra que
involucró a las grandes naciones ninja y se pueden apreciar unas casas destruidas en el lluvioso
poblado al mismo tiempo que se oye la voz del antagonista contextualizando su primer dolor
en un conflicto armado. Tras esto, se puede apreciar a un infante Nagato que respira
pesadamente, parece sentir frío al igual que miedo y se ve que se encuentra sentado en una
esquina de lo que parece ser otra vivienda junto a quienes se deduce que son sus padres. Luego,
117
(Hikokubo, Miyata, Takegami, Tanaka y Okao, 2010e) Frase del personaje Nagato/Pain en el episodio 172 de
Naruto Shippūden, «Reunión».
135
Con base en lo acontecido en la secuencia anterior, desde la óptica de Naruto, el deudo, Nagato
es definido por su rol de victimario, es decir, por los actos violentos que ha cometido contra
sus maestros al igual que por los efectos visibles e invisibles que ello ha provocado en
detrimento del héroe: las muertes de sus seres queridos, el dolor por esas pérdidas, así como el
odio y sentimiento de venganza que siente contra el villano. No obstante, al final de dicha
unidad de análisis, el mismo deudo manifestó que no conocía al líder de Akatsuki más allá de
ello y la audiencia aun cuando cuenta con datos adicionales (expuestos en el episodio 128)
sigue ignorando lo que pasó antes y después de que el villano conociera a Jiraiya que, en
incorrecto decir que, por esa razón, este es un ejemplo de focalización interna con el
protagonista como personaje focalizante, pues existe una diferencia en cuanto a la información
En ese sentido, si se nota que Nagato posee una ventaja cognitiva sobre el protagonista al igual
que sobre la audiencia, pero esta última cuenta con mayor información que Naruto, entonces,
como afirman Gaudreault y Jost (1995) sobre casos similares de punto de vista cognitivo, este
se puede identificar con la focalización externa con el líder de Akatsuki como personaje
focalizante. En el marco teórico, se mencionó un rasgo muy importante de los personajes del
manga que se puede relacionar con esta situación y se trata de la no transparencia que, según
Hirohito Miyamoto (2011), implica que los sujetos ficcionales de estas historias tienen un
mundo interno al que no tienen acceso el resto de personas en el exterior (p. 86). A partir de lo
136
que se ha analizado hasta este momento, cuando Miyamoto habla del mundo interno, se refiere
con el héroe como personaje focalizante: los pensamientos, sentimientos, recuerdos, etc., pero
esta vez el enunciador elige una perspectiva distinta y que hasta ahora es bastante enigmática:
la del victimario.
Si se presta atención a la imagen que el emisor ha presentado de Pain hasta este punto del relato
distante e indiferente que ha mantenido una actitud similar cuando cometía actos violentos
crueles. Por lo tanto, es complejo imaginar que el mundo interno de ese personaje esté
vinculado a dos dolores entre los que se encuentra la muerte de sus padres.
Es verdad que en el capítulo 165, el victimario mencionó a Naruto que su familia, amigos y
aldea habían sufrido un gran daño a causa de la guerra, mas si bien el gran imaginador
aprovechó la audiovisualización para ilustrar un poco esa parte del parlamento del personaje,
no hubo una pista contundente ni una profundización sobre aquello que les ocurrió realmente
a los suyos. Un caso similar se puede reconocer en el ya mencionado episodio 128, por medio
del cual, el público se entera de que Nagato es huérfano, pero desconoce por qué o cómo resultó
así.
Esta no transparencia, ideada por el encodificador, es abordada por él mismo cuando inicia el
subrelato del villano y a través del cambio en el punto de vista cognitivo del relato. Si bien la
historia del primer dolor de Nagato constituye la reconstrucción del recuerdo de un hecho
de la misma, tanto Naruto como los espectadores pueden también conocer el suceso a la par
137
que es contado, de ahí la identificación de este escenario con la focalización interna. Esta
apunta a ese mundo interno y desconocido para aclarar la visión del deudo y de los espectadores
en relación con la historia personal y secreta del villano que a través de su audiovisualización
Si se considera que el fallecimiento de los padres de Pain ocurrió durante una guerra previa, se
puede reconocer que cuando empieza el subrelato del líder de Akatsuki, se viaja del presente
de la diégesis a ese momento por medio de una analepsis. Debido a que este hecho pasado no
forma parte del relato que constituye Naruto Shippūden, lo que explica que ni Naruto ni los
espectadores lo conocieran, se puede deducir que se trata de una analepsis externa. De esta
manera, la imagen que se expone como la representación visual del líder de Akatsuki
corresponde con la apariencia infantil de este último que ya se vio en el referido capítulo 128
por medio de otra analepsis del mismo tipo. En ese sentido, no es la primera vez que se ve este
retrato vulnerable, indefenso y asustado del antagonista, pero esta vez el emisor usa la
anacronía para viajar a un periodo anterior al visto en dicho episodio y a una situación diferente.
singulativo que, según Genette (1989), se da cuando se cuenta una vez lo que ha ocurrido una
vez (p. 173) y, de acuerdo con Gaudreault y Jost (1995), este proporciona nueva información
a los espectadores (p. 131). En este caso, los nuevos datos permiten conocer más sobre la
infancia del victimario, la cual, en esta secuencia, muestra una faceta distinta pues nunca antes
protegido por ellos. Es posible notar una clara diferencia entre el Nagato del pasado y el del
presente, mas es resaltante que aun cuando esta otra cara del victimario ya fue vista antes, en
otro momento del relato, eso ocurrió hace casi 40 capítulos, mientras que durante todo el
138
segundo arco que forma parte del corpus, se ha mostrado a este personaje como el asesino que
es hoy. Es evidente que hay un interés en volver a presentar en este contexto, esta apariencia
del victimario que adquiere una nueva dimensión emocional con la presencia de sus padres.
De alguna forma, pareciese que el gran imaginador propone una comparación entre ese niño
del pasado que ahora forma parte del mundo interno del hombre del presente, el cual una vez
fue distinto e inocente como lo son todos en su infancia. Sin embargo, dicho hombre ahora no
teme usar la violencia contra nadie, así que al triangular esta propuesta del encodificador, se
reconoce una similitud con lo planteado por Sinisa Malesevic (2014), quien sostenía que la
violencia no proviene de un instinto o una tendencia propia de la naturaleza humana (p. 5), es
decir, Pain no siempre fue así, no siempre fue un victimario. Algo ocurrió, probablemente, el
dolor que menciona como parte fundamental de su historia, el cual lo transformó en el asesino
que es en la actualidad. Nuevamente, hay un énfasis en las emociones de los personajes por
parte del enunciador que vale la pena revisar, pero esta vez el foco ya no es el deudo, sino el
Cuando Naruto le pide a Nagato que le cuente su historia lo que en realidad busca conocer son
cuáles son las razones por las que, en el presente, tiene su ya mencionada ideología sobre la
cadena de odio y su particular plan para enfrentarla. En conjunto, ambas son la base racional
que justifica sus actos violentos, así que, en otras palabras, el protagonista pregunta por sus
motivaciones y la justificación de las mismas. Uno de los argumentos dados por el líder de
Akatsuki para aceptar responder ese cuestionamiento es el potencial peligro de que el joven
ninja los derrote a él y a Konan si ambos lo enfrentan, pero esa no parece ser la verdadera
139
causa. Es verdad que el protagonista consiguió liberarse de la trampa de su rival antes y también
que tanto héroe como villano están cansados por el combate, pero Konan, quien ha peleado
para asegurar una victoria para los antagonistas. De esta forma, pareciese que la raíz de la
intención del villano de compartir sus móviles y el sustento de los mismos radica
primordialmente en su interés por escuchar la respuesta del deudo sobre su propio plan de
solución al odio en el mundo shinobi, pero hay algo más en su motivación que lo llevó a aceptar
rápidamente el trato.
Si se tienen en cuenta la actitud y las palabras del victimario, las cuales fueron expuestas desde
la secuencia anterior, Pain demuestra una firme seguridad en su propia ideología y cuando
acepta inmediatamente cumplir con el pedido de Naruto exhibe otra prueba de dicha confianza
de la que está consciente el emisor quien, en consecuencia, no plantea este momento sólo como
una revelación por parte del villano. Por un lado, de forma coherente con la solicitud del héroe
nuevamente una analepsis para explicar las motivaciones de las acciones presentes de los
personajes. Por otro lado, empero, esta vez se pueden reconocer tres variaciones al uso que el
En primer lugar, esta explicación de móviles del personaje no sólo se da por medio de la
historia de dolor. Esto no sólo concuerda con la intención del enunciador de ahondar en el
mundo interno de Nagato al cambiar el punto de vista cognitivo externo que se planteó al inicio,
140
sino que implica que construye una especie de testimonio que además está impregnado de un
importante cariz emocional, de acuerdo a Francisco López (2012), por el uso de la voz over
En segundo lugar, la analepsis que emplea es externa y, en este caso, eso no sólo implica que
el emisor plantea que la audiencia viaje a un tiempo anterior al relato, sino que, al trasladarse
a la niñez del villano, se aproxima a un periodo tanto anterior al nacimiento de Naruto (el líder
de Akatsuki es claramente mayor en edad) así como previo a otras épocas a las que el público
en el que se ubica dicho periodo y el primero de sus dos dolores es la guerra, unas circunstancias
que tampoco ha vivido el protagonista y que, si bien los espectadores conocen un poco debido
al ya citado episodio 128, esta vez el conflicto armando no es contado desde la perspectiva de
un soldado adulto (Jiraiya) como ocurrió en ese capítulo, sino desde los ojos de un niño civil.
Al revisar este particular viso del uso de las herramientas narratológicas, es posible identificar
un relato de guerra. Esto queda más claro si se revisa lo dicho por Liliana López y María Teresa
Uribe (2006), quienes señalan que un relato de guerra es una narración contada por los
personas pertenecientes a grupos que no vivieron el conflicto armado y a quienes se les devela
el desconocido papel del narrador del relato en dicho conflicto (p. 21-22). Para entender la
razón de emplear este formato por parte del gran imaginador, se debe recordar de nuevo la
El victimario ve al deudo como un niño que no tiene una clara visión del mundo y, a pesar de
que percibe que ya ha conocido los efectos visibles e invisibles de la violencia, cree que todavía
le falta experimentar más dolor y conocer el aspecto más crudo del mundo ninja: la guerra, a
la que ya se había referido el villano como ineludible, así como necesaria y que no discriminó
ni al niño indefenso que una vez fue él. Su convicción en relación con su ideología es lo que lo
lleva a pensar así y eso se traduce en el relato de guerra, que el encodificador emplea de manera
Como señalan López y Uribe (2006) el propósito de los relatos de guerra suele ser generar
miedo o compasión en el auditorio (p. 25) y eso es lo que pretende el líder de Akatsuki debido
a su deseo de demostrar que tiene razón. Por lo tanto, su motivación la constituye abrirle los
ojos a ese niño, quien al final de la secuencia pasada presentaba señales de coincidir con él en
la inevitabilidad de los efectos invisibles de la violencia. Eso no quiere decir que pretenda
manipularlo fríamente, pues se le nota emocionalmente comprometido con aquello que está
contando, pero desea que el chico se dé cuenta de lo terrible del mundo, de la misma forma
En este punto, aún se desconoce la participación concreta del victimario en la guerra, al igual
que la coyuntura exacta en la que fallecieron sus padres y la relación de ello con el conflicto
estado emocional en el que están Nagato y sus padres e, incluso, el relámpago ya transmite una
imagen desesperanzadora del estado bélico. Haber experimentado ese contexto parece darle
una autoridad a Pain sobre el tema del odio en el mundo ninja, pero ahora también sobre el
dolor en medio de la guerra, que parece haberle proporcionado la certeza sobre su ideología y
acciones presentes.
142
En el episodio 165, Nagato había mencionado que su país y su aldea, Amegakure, se encuentran
ubicados en medio de las naciones potencia que los usaban como campo de batalla durante sus
guerras. En este caso, el encodificador hace que vuelva a mencionarlo, pero como narrador
padres. Del mismo modo, el villano llama la atención sobre la situación de las aldeas pequeñas
en el mundo ninja, las cuales se encuentran en una terrible situación a causa de los conflictos
audiovisualización y la paralepsis.
Si se realiza la triangulación, este contexto se puede asociar con otra forma de la violencia
estructural. De acuerdo con este autor, «la estructura violenta en sí misma por ser demasiado
pueblo [emplea violencia estructural]» (Galtung, 2004, p. 6). A causa de la manera como está
constituido el mundo ninja, hay grupos o personas que se ven afectadas considerablemente por
los conflictos armados y así es como el victimario señala que vivían personas como su familia,
pero específicamente hay una forma o sentido de este tipo de violencia que es perfectamente
guerras.
Como se detalló en el primer capítulo de esta tesis con base en Galtung (2004), uno de los
cercanía entre los sectores sociales (p. 70) que establece un esquema de «nosotros» y «ellos»
143
en el que los problemas de estos últimos eran considerados ajenos por parte de los primeros
que reaccionaban con indiferencia. De este modo, es parte del sistema que las grandes naciones
no percibiesen como suyos los problemas que ellos mismos ocasionaban en estas aldeas
pequeñas porque para ellos sólo existía lo que ocurría dentro de sus fronteras o que vinculaba
a sus compatriotas. En sus poblados, los privilegiados sí trataban de mantener la paz y estar
se mencionó antes al respecto de la paz en el mundo shinobi), en contraste, eran ciegos al daño
que podía suscitarse en otras personas. Por esa razón, Naruto, un adolescente, ni siquiera tenía
conocimiento de ello, lo que también se acentúa con la inicial focalización externa, el relato
singulativo y la analepsis externa. Con esta nueva dimensión en cuanto al marco social, cada
vez se ilustra más la ideología y plan del victimario, pero él no fue el único que vivió la guerra
Descripción de la secuencia
mirada hacia lo que parece ser la cocina, la cual es la fuente de unos ruidos y voces de los que
la familia quiere mantenerse alejada. Por la conversación de dichas voces, se revela que un
grupo de hombres está buscando comida allí dentro y han hallado unos productos enlatados
que pertenecerían a los dueños de la casa. Los sujetos manifiestan que están desesperados por
comer pues no lo han hecho en tres días e, incluso, señalan que más tarde entrarán a otros
lugares con el fin de buscar más provisiones para alimentarse. Después de que se escucha el
118
(Hikokubo et al., 2010e) Frase de los ninjas de Konoha en el episodio 172 de Naruto Shippūden, «Reunión».
144
diálogo en la cocina, el padre del líder de Akatsuki decide que toda la familia escape, mas el
niño se asusta ante la posibilidad de ser descubiertos. Tras ser reconfortado por su padre, que
Como precaución, el padre de Pain se acerca a la entrada de la cocina para verificar que los
hombres no se den cuenta de su huida. La imagen que sigue después de la acción del progenitor
de Nagato (asomarse) muestra sólo una parte de las sombras que revelan que el número de los
personajes supuestamente amenazantes son dos, pero tras comprobar que están distraídos, el
padre hace una señal para que avancen su esposa y su hijo. Mientras se acercan a la salida,
Nagato empuja accidentalmente una mesa cercana causando que un jarrón se caiga y se rompa
y que los hombres de la cocina (que ahora se puede corroborar que son dos) salgan y se revele
que son ninjas armados con kunai 119 . A pesar de que el gran imaginador ya mostró a la
audiencia que los tres personajes involucrados con el ruido del jarrón roto son Nagato y sus
padres, en ese momento, son vistos como tres sombras ante los ninjas, quienes son mostrados
de espaldas.
una guerra
historia de dolor de Nagato como un relato de guerra, pues esto correspondía con la motivación
del villano: mostrarle la cruda realidad del odio y la guerra a Naruto. Sin embargo, eso no
119
Una kunai es una especie de cuchilla pequeña de batalla usada comúnmente por los ninjas.
145
quiere decir que el encodificador haya dejado completamente las riendas de la historia al
Es cierto que el hecho de que la voz del subnarrador ya no se escuche no va a evitar que los
espectadores sigan asumiendo que lo que se está viendo forma parte de su narración, pues esto
ya se planteó al inicio del relato de guerra, pero esta ausencia de voz over aplicada a la
manera directa, es decir, ya no como narratarios, sino como testigos. En ese sentido, el
encodificador elimina la predisposición emocional que Francisco López (2012) señalaba que
se podía conseguir, en este caso, sumando la voz over del victimario a la representación
audiovisual de su subrelato, por lo tanto, ahora el juicio del público es más libre de la
con paralepsis que ha elegido el enunciador y a través de la cual mantiene, como ya se refirió
emocional. Empero, ocurre algo curioso y, para entenderlo, es imperativo referirse a una
variable del lenguaje audiovisual del anime: la iluminación, que, aunque no corresponde con
el presente nivel del análisis tiene una importante trascendencia para la focalización.
que el lugar donde está el líder de Akatsuki con su familia, que parece ser un recibidor, se
encuentra bastante oscuro. De la misma manera, si se considera que el punto de vista cognitivo
del relato admite alteraciones, en el marco del «postulado de sinceridad», en este momento del
146
relato, el enunciador podría incluir detalles adicionales a la perspectiva del antagonista que,
incluso, podrían corresponder con el foco de otro personaje como alguno de sus padres.
No obstante, el plano que antecede al encuadre en que el padre de Pain está asomado mirando
hacia dentro de la cocina y que indica su posición contradice todo esto, pues muestra menos de
y de la conveniente ubicación del hombre con respecto a los indeseados visitantes que se
encuentran dentro del cuarto, sólo se ven parte de las sombras de estos últimos e, incluso, con
un ángulo contrapicado que no corresponde con la mirada del progenitor del villano.
No se puede negar que cualquier imagen está estrechamente vinculada a lo visual, pero también
lo está con respecto a la información narrativa con la que cuentan los personajes y los
clara intención de ocultarse de ellos, no se puede ni afirmar ni negar que el líder de Akatsuki y
sus padres conozcan la identidad de los personajes que se hallan en la cocina o si poseen algún
otro dato sobre ellos. No obstante, independientemente de ello, no deja de ser extraño que aun
cuando en este momento todo parece estar a favor para que se revele algún dato importante
sobre la identidad de los hombres, esta permanezca oculta, por ello, vale la pena detenerse un
Si se busca una respuesta a dicha singularidad, se podría postular que, en alguna medida,
corresponde con las limitaciones de la focalización interna de Pain que esta vez prescinde de
la paralepsis. Sin embargo, ello se podría rebatir, pues sin dicha alteración y siendo estrictos
encontró cerca de la puerta cuando se reveló dicha vista de la cocina. Lo más seguro es que se
trata de una paralipsis, pues, como establece Genette (1989) sobre esta alteración, se está
omitiendo información que se debería tener con base en la focalización que se está proponiendo
(p. 250) y que, en este caso, incluye a la paralepsis en el marco de la focalización interna (que
permite saber detalles desde la perspectiva de Pain u otro personaje). Esta situación se repite
nuevamente al final de esta parte de la secuencia con la imagen de la familia oculta en las
sombras, porque ya se sabe que son Nagato y sus padres, sin embargo, desde las espaldas de
los ninjas se ven sólo como tres sombras sin identidad, por lo tanto, se plantea una nueva
paralipsis.
Como se estableció en el marco teórico, tanto Manuel Hernández-Pérez (2012) como Osamu
Tezuka (citado en Schodt 2011) coinciden en que las historias del anime shōnen se basan en
un énfasis en las emociones de los personajes que no se restringe al protagonista o a los sujetos
mundo interno del antagonista. En el caso de esta unidad de análisis, ese acento es expresado
no solo de la perspectiva de Pain cuando era niño, sino también pormenores correspondientes
al punto de vista de su padre que también vivió lo que el villano llama su primer dolor.
suponer dos lecturas al respecto del uso de la otra alteración, la paralipsis, que podría
148
se podría pensar que al mostrar sólo parte de las sombras de los ninjas, se trata de construir
suspenso en torno a quiénes son las personas que se encuentran en esa habitación, en otras
palabras, proponer cuestionamientos en torno a cuántas son, por qué serían un peligro y si se
tratan de ladrones comunes que solo quieren conseguir comida o enemigos bélicos que tienen
otro propósito. Por otro lado, si se recuerda que, de acuerdo con Roberto López (2015), el
anime domina el «arte de sugerir antes que mostrar» (p. 180), entonces, el plano de la vista de
la cocina podría plantear esas mismas preguntas al mismo tiempo que mantiene la idea de que
El hombre trata de proteger a su familia, pero si bien ve a las personas que están en la cocina
desconoce sus objetivos, sus motivaciones, sus ideologías y su moral, es decir, tiene las mismas
preguntas anteriormente mencionadas, por ello, el enunciador decide sugerir esa incertidumbre
de manera visual ocultando la identidad de los sujetos. No obstante, lo curioso viene en el plano
ese encuadre, no está involucrada la sorpresa que podría causar reconocer que las tres sombras
son una familia, pues el público ya los ha visto gracias a la audiovisualización planteada desde
la focalización interna de Nagato. Empero, cabe preguntarse quién o quiénes son los que no
saben que las personas delante de ellos son una pareja de padres y un niño.
Previamente, se explicó que las características de la luz en este momento hacen que la zona del
recibidor esté bastante oscura, por ello, es difícil reconocer quiénes son las personas que se
encuentran allí. Ese no es el problema de Pain y su familia, porque ellos pueden ver mejor a
los dos shinobi que se hallan en la zona iluminada, mas ese no es el caso de estos últimos
quienes están observando hacia una zona más que sombría. En este caso, la paralipsis
149
corresponde con la voluntad del enunciador de no plantear una filiación exclusiva con la
familia, en donde se hallan las dos futuras víctimas y el deudo (víctima indirecta), sino también
compartir el foco cognitivo de este subrelato con los ninjas, lo que complejiza la representación
del recuerdo de este hecho. En ese sentido, la paralipsis sirve a la paralepsis y al acento del
relato en los personajes, debido a que proporciona otra visión de este momento,
específicamente desde la perspectiva de los dos soldados (ya se explicó que los ninjas son la
Lo que ocurre con el progenitor del victimario, sucede también con los ninjas los que al parecer
tampoco saben cuáles son los propósitos, móviles, pensamientos y ética de las figuras
incertidumbre que hace inevitable recordar el contexto en el que se desarrolla este momento y
que caracteriza particularmente a este relato: la guerra. Según la definición de Carl Von
Clausewitz (1908), la cual fue citada en el marco teórico, en la guerra se asume la existencia
de contrapartes que pretenden derrotarse entre sí o someterse por medio de la violencia (p. 27-
28) y esa premisa es la misma que el gran imaginador sugiere que existe en la mente de estas
personas, tanto los civiles (los padres de Nagato no tienen una bandana120, por lo tanto, lo más
Del mismo modo, sobre todo los primeros, parecen sospechar el caos que se suele asociar a los
violencia, que podría conllevar a su vez a una guerra degenerada contra civiles como llama
Martin Shaw a esas situaciones (citado en Giddens y Sutton, 2013, p. 1029). Esa desconfianza,
120
En el mundo de Naruto, los ninjas llevan una plancha de metal que lleva grabada el símbolo de sus aldeas.
Dicha plancha va prendida a una cinta que se suele amarrar en la frente.
150
ese temor de las contrapartes y, en general de todos los involucrados—entre los que se
Descripción de la secuencia
Una vez que percibe que están acorralados, el padre de Nagato aleja un poco a su familia y se
lanza a detener a los ninjas, tras lo cual uno de ellos alza su kunai, maldice y exclama que son
enemigos. El progenitor del líder de Akatsuki detiene el brazo del shinobi, el cual empuña el
arma, mientras le dice a su esposa y al niño que corran e inmediatamente después es golpeado
fuertemente por el puño de su rival, mas eso no le impide continuar deteniéndolo. Ante esta
situación, la madre de Nagato le indica a su hijo que huyan, pero justo en ese momento, se ve
que la mano del otro shinobi levanta su kunai contra ellos y avanza rápidamente para atacarlos.
Luego de esta arremetida, se puede ver cómo el pequeño Pain es empujado contra un mueble
cercano y en seguida nota que su madre es la que ha sido apuñalada, pero, a pesar del daño
sufrido, se puede escuchar a la mujer señalarle a su hijo que escape rápidamente tras lo cual
121
(Hikokubo et al., 2010e) Frase de los ninjas de Konoha al Nagato niño en el episodio 172 de Naruto Shippūden,
«Reunión».
151
Aun cuando nota lo ocurrido, el padre de Nagato no deja de luchar contra el otro shinobi ni de
decirle a su hijo que huya, pero a diferencia de él, el niño ha quedado mucho más afectado por
lo que ha presenciado y se deja caer al suelo sentado. A continuación, el progenitor del líder de
Akatsuki es vencido y también es apuñalado con una kunai. En respuesta, el niño llora de
boca. Uno de los ninjas se le acerca probablemente para matarlo también, pero se percata de
que es un infante, lo que le permite al otro shinobi darse cuenta de que tampoco sus padres eran
ninjas.
Ambos shinobi se muestran molestos consigo mismos por su error y por lo que han hecho como
resultado, se preguntan qué harán y se ve otro relámpago que ilumina el recibidor. Gracias a
ello, Nagato es capaz de ver la bandana de uno de los shinobi con el símbolo de Konoha, la
aldea de Naruto. El ninja que se encuentra frente al Pain infante trata de explicarle que ellos
creían que ya no había civiles en el área y le pide perdón, lo que provoca que el niño se moleste
terriblemente, levante el rostro y grite. Esta acción hace posible que se aprecien los ojos del
menor con el patrón del Rinnegan122 al igual que su cara llena de lágrimas y deformada en un
a los dos shinobi desmayados en el suelo, lo que lo confunde, así que llama a sus padres, pero
se da cuenta de que ambos están muertos en un lado de la habitación. En respuesta, el niño grita
de dolor.
122
El Rinnegan es un poder ocular perteneciente al mundo de Naruto, pero que es extremadamente raro al igual
que poderoso. De acuerdo a la leyenda, era exclusivo del Rikudō Sennin o Sabio de los Seis Caminos.
152
En la parte previa del análisis, se hizo referencia a la decisión del gran imaginador de incluir el
punto de vista de las distintas partes en una guerra, quienes sienten una tensión compartida—
sin importar si son civiles o militares—en relación con convertirse en víctimas de la violencia
bélica o de que eso les ocurriese a los suyos. No obstante, en esta parte de la secuencia,
finalmente presenta cómo esa tensión se manifiesta en violencia y cómo ello es visto desde los
ojos del niño que ahora es un victimario, autor de este relato de guerra. Para ello, reafirma el
representación de los detalles que caracterizan este momento. Lo resaltante es que, a pesar de
esta intención, el enunciador plantea que entre los pormenores que presenta por medio de la
momento en que, como establece el Cycles of Violence Work Group (2005) se infringe daño
que exhiben los ataques tanto del arma como del ninja de Konoha, los cuales se muestran,
gracias al ángulo contrapicado, en situación de poder ante la indefensa mujer y su hijo. Incluso,
el emisor proyecta la sensación de velocidad y dirección del ataque del shinobi por medio de
líneas cinéticas, así como a través del contraluz y la dureza de la iluminación para retratar el
movimiento subjetivo y transmitir esa sensación de misterio aterrador que la mujer y el niño
sentían en relación con este hombre de quien sólo saben que los lastimará. Sin embargo, la
153
violencia queda fuera de cuadro y, con ello, el gran imaginador se aleja de cualquier posibilidad
que Christian McCrea (2008) hubiera considerado en relación con la gradación del acto
violento que, por lo anterior, es baja. Aunque esto podría responder a ratificar el punto de vista
cognitivo del líder de Akatsuki ese no parece ser el caso, a pesar de que el menor se encontraba
Para demostrar este punto, es importante revisar el acto violento que comete el otro ninja contra
el padre del villano y que es visto por este último de manera directa, pues ocurre delante de él,
mas a pesar de ello, el encodificador elige presentarlo en un plano americano del niño que no
permite ver en detalle el hecho que sólo es expuesto por medio de sombras. Incluso, a pesar de
la dureza de la luz que podría haber garantizado una definición de las sombras, estas se exhiben
del hombre. Si la razón del enunciador para ocultar o moderar la violencia, hubiese sido
confirmar la relevancia de la perspectiva del ahora victimario en relación con los actos
violentos, un plano subjetivo de la violencia en sí desde el punto de vista del infante u otro del
mismo contenido y con referencia de él hubiese sido mejor. Entonces, ¿cuál es el motivo de
esta decisión?
154
Si se profundiza en lo que sí se ve, vale la pena destacar el plano busto en el que se aprecia de
lado al arma ninja enclavada en el pecho de la madre del antagonista y en donde se observa
muy de cerca y de forma muy notoria al hombre que le quitó la vida. De manera similar a los
encuadres de Jiraiya y Kakashi que se mostraron en la primera secuencia, este también permite
identificar los roles en el acto violento: la mujer como la víctima y el shinobi como victimario.
En el caso del progenitor de Nagato, se podría objetar que el retrato del hecho a partir de
sombras imposibilita que se establezcan dichos roles de víctima y victimario, pero tal vez la
respuesta se pueda definir al considerar que este es el segundo acto de violencia que el mismo
victimario (el mismo ninja) comete contra el hombre, así que esos roles ya están establecidos.
violencia, el creador del texto desea concentrarse en los efectos de dicha violencia en relación
con los autores y las víctimas. En los casos mencionados, los efectos visibles serían dos: heridas
y la muerte.
155
En cuanto a la madre, como se dijo, su cuerpo no muestra mayor detalle de daño a causa de la
kunai que ni siquiera aparece claramente incrustada en su pecho, mas su muerte es evocada o
sugerida por medio de la inmovilidad de su cuerpo y ocultamiento de su rostro, que ya han sido
empleados antes en los casos de los maestros de Naruto. Al respecto del padre, vale la pena
mencionar que, aunque en un plano posterior el ángulo picado permite ver en su pecho el arma
ninja con la que fue apuñalado, incluso acompañada con sangre, el encuadre elegido por el
enunciador es entero, así que aleja a la audiencia de la herida, que no se vuelve a ver en ningún
otro plano.
En relación con ello, cabe preguntarse por qué se muestra esta lesión aun cuando sea de lejos
en el caso del hombre, mientras no ocurre lo mismo con la madre, con la que sí comparte la
inmovilidad y luego el ocultamiento de cara. Existen varias razones que pueden ser quizás un
intento de proteger la figura materna en relación con una exposición explícita de la violencia y
sus consecuencias o una sugerencia de que con base en la focalización interna de Nagato, este
podría haber suprimido de su memoria (expresada con varias licencias en la paralepsis) los
Queda claro que el objetivo del gran imaginador es mostrar los efectos visibles de la violencia,
sobre todo la muerte, antes que los actos violentos mismos, pero si se repara en dichos actos,
156
destacan ciertas imágenes que son vistas al igual que esos efectos. El encuadre en el que Nagato
cae sentado a causa del shock por el asesinato de su madre, el mismo en el que se registra su
reacción ante el homicidio de su padre, el plano detalle de su boca cuando llora como
consecuencia y los planos cercanos (dos planos busto, dos primeros planos y un plano detalle)
en los que su rostro expresa su ira ante lo ocurrido permiten volver a la intención del
encodificador acerca de plantear la muerte de los padres del líder de Akatsuki desde su
perspectiva.
El enunciador ha decidido enmarcar la reacción emocional del niño ante lo visto, es decir, lo
que él siente en tanto testigo de la muerte de su progenitor, es decir, el trauma, otro efecto
invisible de la violencia según Galtung (2004) que resulta en él no como víctima directa de la
violencia, que es el caso señalado por dicho autor, sino como víctima indirecta, como deudo
de sus padres. Inclusive, el creador del texto desliza el nacimiento de otros efectos invisibles
Ese trauma es una experiencia que el ahora victimario vivió a una etapa muy temprana y no
iniciación en el ciclo del héroe, que pertenece a Joseph Campbell, pero que es aplicado a las
historias shōnen por Angela Drummond-Mathews (2010). Si se entiende que la base de dicha
etapa es el aprendizaje, más allá de que se trate de un villano o un victimario, este trauma le
enseñó a Nagato lo que provocan los actos violentos: la pérdida de los seres queridos y lo duro
que es ser testigo a tan temprana edad de ello, circunstancias terroríficas vinculadas a la
violencia y a la muerte que se respiran también en el espacio por medio del color negro y la
iluminación contrastada. No obstante, eso no fue lo único que aprendió el ahora genocida.
157
sobre el primer acto de violencia de esta parte de la secuencia, el cual es cometido contra el
padre de Nagato. La razón de ello es que aun cuando también es un ejemplo de la violencia que
dejó un trauma en el líder de Akatsuki, también permite volver sobre el hecho de que los efectos
visibles e invisibles ocasionados contra él y su familia tiene un fuerte vínculo con la guerra.
Como se manifestó en la parte anterior de esta secuencia y también en el acápite previo, existe
una tensión entre los actores que viven el conflicto armado y se dijo que en algunos casos ello
puede derivar en un escenario desfavorable para los civiles. Con base en ese pensamiento,
como ya se mencionó, el padre de Nagato se enfrenta al ninja, pues cree que es inevitable que
se lastimen entre ellos, pues no se conocen, así que carga contra él como es mostrado gracias a
Al respecto es importante considerar que la acción del padre de Nagato proyecta una imagen
muy positiva de él, pues está dispuesto a enfrentarse a un ninja, un militar entrenado, a pesar
de que él es un civil y con el fin de que su familia esté protegida. Incluso, soporta un duro golpe
que, en este contexto, convierte a su resistencia corporal en una expresión de ese deseo de
seguir luchando por los suyos (que aparecen justo en el plano medio donde es golpeado) aunque
tenga que quedarse atrás para lograr que escapen. Algo similar ocurre en el caso de la madre,
quien tampoco duda en salvaguardar a su hijo con su propio cuerpo como se evidencia en un
Sin embargo, gracias a la misma paralepsis, el encodificador decide volver a incluir en alguna
medida la perspectiva de los ninjas, aunque no todo el tiempo, pues esta vez la fotografía hace
forma cómo los ve la audiencia, mas los ninjas parecen no notarlo. Recién después de matar a
los padres de Nagato, se dan cuenta de que los fallecidos no son shinobi, en ese sentido, la
a la que puede percibir el espectador, la cual podría justificar que atacaran a la familia.
Cuando ocurre el ataque del padre de Nagato es que el enunciador decide plantear esa sensación
de oscuridad en la iluminación para mostrar que los ninjas antes que ver a un civil acercándose
a ellos ven, debido a la luz dura, lateral e intensa, la imagen inquietante de un enemigo. Este
último se ha dirigido de inmediato hacia uno de ellos para reducirlo y además está acompañado
de otras dos personas que permanecen en las sombras, así que, en el contexto de tensión y
desconfianza, el shinobi responde a su ataque con base en esta situación tensa y en la violencia
Un enfrentamiento con puños es poco frecuente como primera reacción ante una amenaza, ya
que los ninjas poseen armas y una formación militar, además de la posibilidad de usar jutsus,
que le darían clara ventaja al shinobi. Si además hubiera atacado primero y si usara alguna
técnica especial, hubiese eliminado el peligro de forma más categórica, pero en lugar de usar
la fuerza de manera excesiva, el soldado se inclina por emplear un arma menos contundente
como son sus puños y ello de cierta forma posiciona a este victimario en un lugar particular en
Ahora bien, si se sigue esta línea de pensamiento, es importante notar, que en este contexto de
fuerte tensión y teniendo en cuenta la acción del padre de Nagato, que implicó lanzarse a
enfrentarse a uno de los ninjas, el otro shinobi bien podría asumir que la madre de Nagato
podría hacer lo mismo. Por ello, se anticipa atacando primero, con base de nuevo en la violencia
cultural del mundo ninja y quizás esperando que, debido al contexto bélico, ella se defendiese,
que, aunque no sabe a quién ataca emplea la violencia contra una mujer y su hijo. Algo similar
ocurre con el otro ninja después del primer acto violento que comete contra el padre de Nagato,
Como se mencionó en el marco teórico y en el análisis de la anterior secuencia, las series anime
suelen tratar el tema de la muerte y Giles Poitras (2008) señala que esta pueden padecerla hasta
los más inocentes (p. 60). Si se tiene en cuenta este aspecto y los detalles expuestos por el
enunciador, en este caso, se cumple lo dicho por Poitras ya que personas como los padres de
Nagato a pesar de que están dispuestos a todo por su familia terminan siendo víctimas mortales
160
de la violencia bélica y lo peor de ello es que el emisor retrata que la causa es en realidad un
malentendido detonado por la tensión de la guerra. Es cierto que este caso también se aplica a
una guerra degenerada como la entiende Martin Shaw en tanto afecta a los civiles (citado en
Giddens y Sutton, 2013, p.1029), pero aquí no se trata de un abuso de fuerza ni un daño
colateral, sino que los victimarios reaccionaron ante el peligro que creían que corrían ante
episodio 165 en el que señalaba que las personas se hacen daño a veces sin proponérselo,
entonces, se percibirá el impacto de este momento en el que el gran imaginador muestra, como
ese sentido, así como no se pueden negar los efectos visibles de la violencia tampoco es
correcto hacerlo con los invisibles que, aunque se pidan disculpas, permanecen y pueden tener
consecuencias.
que ha presenciado y que son atisbos de los efectos invisibles de dicha violencia. Cuando el
shinobi le pide disculpas toma consciencia de la carencia en la que ha quedado con respecto a
sus padres, es decir, ahora es un huérfano de guerra, otro efecto visible de la violencia bélica
según Galtung (2004, p.33). Al mismo tiempo, las palabras del shinobi, recogidas gracias a la
paralepsis, sentencian la diferencia de significado emocional que para él y para los ninjas
tienen los actos violentos que han ocurrido. Para el niño, las personas que han matado y han
alejado de él de manera irreversible son sus padres, quienes por el resto del capítulo al que
161
pertenece esta secuencia, se deduce que eran su única familia que, además, sólo trataban de
protegerlo.
La lista ideada por el Cycles of Violence Work Group (2005) en la que se reúnen las
circunstancias que aumentan la posibilidad de que ocurra un ciclo de violencia, la cual también
se mencionó en el caso de Naruto, se reconoce que, en este caso también, la muerte de un ser
querido es un fuerte motor para la constancia de actos violentos en un sentido cíclico. Este
terrible contexto provoca que despierte en el infante no sólo el odio y la ira, que también el
gran imaginador destacó que sentía Naruto, sino que estos derivan en un deseo de venganza y
del niño como se evidencia a partir de la gran cantidad de planos cerrados ya mencionados que
acercan a la audiencia a los ojos y gestos del líder de Akatsuki cuando se dispone a atacar
impulsivamente, lo que en el sintagma narrativo permite comprender mejor este punto. No hay
duda de que a la manera de Tezuka, el gran imaginador no solo acerca a la audiencia a los
sentimientos de Nagato, sino que más bien los revela, pues por el cabello que cubre su rostro
no solo no se podía saber del poder ocular del niño, sino que ponía una especie de barrera a
conocer en mayor profundidad sus emociones que se podían expresar como lo notó el dios del
establecido que se restringía al ámbito emocional detona de manera mucho más inmediata en
el caso del pequeño Pain en comparación con Naruto cuando está en la cueva, pero si se revisa
el corpus, el héroe reacciona de una manera similar en el episodio 166 cuando cree que el
162
villano ha matado a una amiga suya en el ataque contra Konoha. En ese sentido, cuando ambos
personajes son testigos de la violencia, los impulsos parecen ser igualmente incontenibles y
desatan con ira los poderes de ambos (el Rinnegan en el caso de Nagato y el Kyūbi en el caso
de Naruto), pero la reacción del niño es representada de manera particular y ello se puede deber
al hecho de que es más impactante al tratarse de un infante. La violencia del niño convierte
iluminación lateral, dura y contrastada al igual que el primer plano. De esta forma, el
descubrimiento de su Rinnegan (el mismo poder ocular que tenía el Rikudō Sennin), junto a la
La violencia que él ejecuta es, como ya ha ocurrido antes, de gradación baja al ser ocultada,
en este caso, por un fundido a blanco y una elipsis, que responde quizás a la misma focalización
interna propuesta por el gran imaginador quien parece querer enfatizar la diferencia entre el
las emociones en el marco de los ciclos de violencia como se evidenció en el que parecía que
podía iniciar Naruto, pues, en este caso, antes que mostrar el acto violento en sí repara en los
efectos de la violencia (evoca daño y muerte de seres queridos) que ha sufrido el deudo, así
163
como aquellos que ha provocado en calidad de victimario (dos cadáveres de ninjas y uno de
los cuales además de la inmovilidad tiene sus ojos cerrados y boca abierta). Básicamente, su
situación encarna el ciclo bélico de violencia que si se recuerda que los ninjas eran de Konoha
parece prolongarse hasta este momento en el que la Aldea oculta de la Hoja ya ha sido destruida
por ese mismo hombre cuyos padres fueron asesinados por shinobi de dicha aldea. Del mismo
modo, parece que dicho ciclo incluye al que potencialmente podría iniciar o continuar Naruto,
pero ante esta primera revelación del relato de guerra, cabe preguntarse qué opina el chico que
Descripción de la secuencia
Tras el terrible grito de dolor de Nagato, se regresa a la cueva, donde el villano señala que sus
padres murieron en la guerra que Konoha inició. En cuanto termina dicha frase, se puede ver a
Naruto con una mirada de pena justo cuando el líder de Akatsuki acepta que nunca ha olvidado
el dolor de ese momento y que aún lo conserva. Entonces, se aprecia nuevamente al Pain niño
gritando, pero esta vez al mismo tiempo se oye la voz del antagonista adulto diciendo que su
dolor se transformó en odio y este hizo que su poder se potenciara. Finalmente, se observan los
cuerpos de los ninjas de Konoha y a la par el Nagato del presente precisa que tiempo después
123
(Hikokubo et al., 2010e) Frase de Nagato/Pain en el episodio 172 de Naruto Shippūden, «Reunión».
164
Como ya se había mencionado antes, el gran imaginador ha optado por presentar la historia de
dolor de Nagato como un relato de guerra, lo cual es reafirmado por el empleo de una analepsis
mixta, que al inicio se había manifestado sólo como una analepsis externa, la cual aporta a crear
haberse silenciado la voz del subnarrador, dicha anacronía confirma que el relato ha sido
efectivamente escuchado por Naruto, pues su expresión revela que ha oído los terribles detalles
mostrar a los espectadores dicha reacción del protagonista/narratario ante ese relato de guerra,
sobre todo, en el momento en que el actual victimario, asesino de sus seres queridos y genocida,
afirma con su voz in que sus padres murieron en el conflicto armado que Konoha inició. En
ese sentido, en el marco del subrelato explicativo, él en tanto huérfano de guerra fue víctima
Si se sigue la lógica planteada por el relato de guerra del líder de Akatsuki, la Aldea Oculta de
la Hoja es la responsable de los efectos visibles e invisibles que padeció ese niño, los cuales
fueron la base sobre la que se construyó el hombre que es hoy, el victimario de ese mismo
poblado, por lo tanto, se evidencia el esquema del ciclo bélico de violencia. Sin embargo, vale
la pena destacar que el villano no culpa explícitamente a los dos ninjas que cometieron el error
de asesinar a sus padres, sino que señala que considera que la responsable es la guerra que,
como se vio al inicio del análisis de esta secuencia, se luchó en Amegakure debido a la violencia
estructural del mundo ninja que pone a las aldeas y países pequeños en estas situaciones. Para
165
Pain, en este caso, su dolor, su odio, su deseo de venganza, los decesos de sus progenitores y
su difícil vida como huérfano de guerra no es culpa de un par de individuos, sino del sistema,
de la sociedad shinobi con su cultura y sus estructuras que la dominan y que admiten el
Naturalmente, de forma correspondiente con el contexto propio del relato de guerra, Naruto
desconocía este aspecto y, por ello, defendía a Konoha sin más, pero ahora es más complejo
antagonista afirma que no ha podido olvidar el dolor que sintió el día del asesinato de sus padres
y que lo conserva hasta ahora, se ve al héroe con una expresión totalmente diferente a aquella
llena de ira, odio y sed de venganza que mostraba en la secuencia anterior, en cambio, luce
triste y quizás—en el fondo—un poco culpable. Si se recuerda que en el capítulo 165 Nagato
ya había hecho referencia a su aldea y a la guerra que la afectó, aunque sin profundizar
demasiado, las actitudes de confrontación, prepotencia o belicosidad eran la norma entre ambos
personajes en ese momento, pero los detalles personales de la infancia de su némesis provocan
una reacción distinta en Naruto considerando el papel que desempeñó su aldea en el dolor de
su rival.
A pesar de que el protagonista no conoce la guerra de primera mano, y sólo se está aproximando
a ella por medio del relato de una víctima del estado bélico, el joven shinobi conoce el dolor,
pues es un deudo o víctima indirecta de la violencia, así que ello le permite empatizar con el
líder de Akatsuki, lo que ya había sido sutilmente planteado cuando este mencionó el conflicto
primera analepsis mixta con la ayuda de la voz in del subnarrador, pero es más difícil
166
esta parte de la historia de Nagato y cuando se silenció al subnarrador, Pain, el emisor pretendía
que los espectadores—a quienes se dirigía—se volvieran testigos de este duro momento de
violencia que el antagonista tuvo que sufrir. Dicha situación se repite al final de esta secuencia,
pues, así como Naruto se entera de dicha historia, lo mismo ocurre con el público, mas cuando
el emisor propone otra analepsis mixta seguida de otra audiovisualización del pasado, esta—
nuevamente—sólo puede ser vista por la audiencia, por ello, es claro que el gran imaginador
los shinobi mientras dice que luego se dio cuenta de que él había matado a los dos ninjas, así
Un niño, debido al odio hacia los asesinos de sus padres más allá de las circunstancias de estos,
no sólo incrementó su poder y hasta se descontroló, como él manifiesta, sino que lo convirtió
también en un homicida. ¿Qué discurso está planteando con ello el enunciador? ¿Está
inevitable que eran los efectos invisibles de la violencia desde la perspectiva de un deudo. Al
mismo tiempo, había planteado que ello no implica necesariamente que el dolor, odio y deseo
de venganza podían detonar un acto violento ni mucho menos un ciclo de violencia, pues el
encodificador planteó que esa respuesta depende de la cultura del individuo en relación con la
violencia que si se orientase hacia la paz, podría evitar la revancha y establecer otros límites a
la conducta humana. Sin embargo, en esta secuencia, el enunciador plantea una situación
distinta a la previa, pues aun cuando se repite la figura del deudo (antes era Naruto; ahora,
Nagato), en este caso, este sujeto también ha sido testigo a una temprana edad de la muerte de
Es complejo afirmar que el emisor plantea una comparación entre ambas circunstancias para
defender el porqué en este caso sí se reacciona efectivamente con violencia, pero lo que sí es
claro es que propone que la experiencia vivida por el niño es distinta a la del otro deudo y es
sentida de forma muy intensa. De forma correspondiente con ello, el gran imaginador se
este contexto, los asesinos (cuyo rol es enfatizado por la dirección de la luz) son presentados
168
como monstruos inquietantes y misteriosos que imponen su violencia contra los débiles (como
se destaca por medio del ángulo, las líneas cinéticas y los planos elegidos).
no se centra en los actos violentos en sí, los cuales son sugeridos (gradación baja), ni en los
efectos visibles de la violencia que de nuevo solamente son evocados (la inmovilidad y el
se expone a la distancia). Por el contrario, la presente unidad de análisis confirma el peso que
Ante esta propuesta, ¿cuál el discurso que plantea el gran imaginador sobre el ciclo de violencia
violento del deudo, el cual detona a causa de los efectos invisibles de la violencia, está oculto,
lo que destaca son esos sentimientos vinculados a la oscuridad humana y la persona que se deja
poseer por ellos: un niño, una figura pura e inocente. Se reafirma lo inevitable de esas
emociones sin importar de quién se trate, así como se acentúa el hecho de que pueden
menor. Asimismo, al exponer esta experiencia, el encodificador apunta que es difícil condenar
al infante convertido en homicida cuando sus poderes se desatan de forma inconsciente por lo
que había visto y la fuerza de los mencionados sentimientos que ello provocó. En suma, actúa
de manera impulsiva considerando también su corta edad, pero ello plantea un problema: ese
Como parte del discurso de la guerra heroica y según Eldad Nakar (2008), los enemigos del
protagonista eran seres anónimos sin pasado y en cuyo presente representan la maldad (p. 181)
y ese era más o menos el retrato que el gran imaginador había hecho de su victimario en la
secuencia anterior. Empero, de forma similar a lo planteado por Sinisa Malesevic (2014), el
encodificador muestra a los espectadores que este victimario no nació, sino que se hizo por
obra de un trauma causado por presenciar a una edad temprana la violencia cometida contra
sus seres queridos y que derivó en sus muertes. La pregunta es si ello quiere decir que tampoco
se debe condenar al genocida del presente, pues su ideología en la violencia está formada con
base en, entre otras, esta terrible experiencia con sus respectivos efectos visibles e invisibles
que no tuvo la culpa de sufrir y que fundaron en él la creencia de que en su mundo no hay otra
salida que usar la violencia pues si no, pueden morir él o los suyos.
Ante el riesgo de una actitud exculpatoria, el enunciador proporciona más detalles sobre las
circunstancias no solo del testigo/deudo, sino de los asesinos de sus padres y del contexto.
violencia
Es correcto decir que cuando el emisor se dispone a compartir la historia del victimario/deudo
desde su propia boca (como subnarrador con voz in y luego over) y perspectiva (por medio del
paso de la focalización externa a interna) se podría haber decantado por un discurso justificador
tuviese agencia alguna y las circunstancias fueran tanto su dueño como su excusa.
170
El gran imaginador propone otra lectura de esta situación y no sólo deja que el espectador
juzgue lo que le ocurrió sin intromisión del mismo victimario (silencia su voz over), sino que
también presenta el marco en el que ocurrió este terrible hecho: un conflicto armado. En ese
paralipsis): la de los civiles, grupo al que pertenecía el deudo y su familia (víctimas), así como
Como Eldad Nakar (2008) señala que ocurrió en el discurso crítico de la guerra de finales de
los años 60 y que se desarrolló durante la década de los años 70, el enunciador también retrata
a todos estos individuos como personas que tratan de sobrevivir (p. 182 y 184) en medio del
hostil y sospechoso estado bélico. El gran imaginador expone que ni unos ni otros actuaron con
la intención primera de hacer daño al otro, sino que trataban de procurar su propio bienestar, el
de su compañero y su familia, pero en medio del peligro potencial e inminente de morir a causa
de la violencia propia de la guerra, se atacan con terribles consecuencias para los padres del
discurso que los efectos invisibles de la violencia producidos a partir del significado emocional
adjudicado a los actos violentos eran centrales en el nacimiento de ciclos de violencia. Si bien
eso es cierto en el caso del acto violento respuesta, el cual es cometido por el deudo del primer
Ninguno de los soldados fue guiado por el dolor, odio o deseo de venganza cuando actuaron,
entonces es difícil decir que se está ante seres que representan la maldad como los del discurso
de la guerra heroica, pues, incluso manifiestan arrepentimiento ante lo que han hecho (se
entiende que no reconocieron a la familia por la oscuridad del lugar). El enunciador, como lo
171
de lo ocurrido es del conflicto armado como fenómeno social, pero, así como las disculpas de
No fue un caso de guerra degenerada con intenciones claras de lastimar a otros, sino que fue
un accidente, pero los efectos visibles permanecen y dentro del ser humano nacen esos efectos
invisibles que detonan el ciclo de violencia, el cual por el contexto adquiere su naturaleza
bélica. De esta forma, las circunstancias y sobre todo las relativas al conflicto armado, donde
la violencia reina hasta en potencia, son otra causa de ciclos de violencia y, con ello, se
Es posible que el emisor comparta el discurso pacifista mencionado por Manuel Hernández-
Pérez (2017) que trataba a la guerra desde el dolor, trauma y pérdida (p. 198), pero hubiera
podido ir más lejos al retratar a dichos victimarios efectivamente como esos monstruos que
veía el niño. Sin embargo, optó por un camino diferente alejándose nuevamente de
maniqueísmos y con ello se aleja de una posición que juzga a unos y otros actores de los ciclos
de violencia como culpables o inocentes. En su lugar, busca plantear respuestas al por qué de
Cuando el gran imaginador decidió sacar del anonimato a una parte trascendental y
desconocida del victimario (usando una analepsis mixta), reveló al mismo tiempo la realidad
de este subrelato. Es muy posible que también una parte de la audiencia viva en países donde
una cierta paz—más allá de los matices—es la norma y donde independientemente de sus fallas
existe un sistema que castiga la violencia indiscriminada (no se debe olvidar que todos los
conocimiento general de que en varios lugares del mundo, tal vez más lejanos o cercanos a los
espectadores, la realidad es distinta, es más violenta o dominada por la guerra que suele ir
Esa es la situación del deudo (Naruto) que presenta el encodificador, pues más allá de los
que el victimario/deudo no conoció más que ese caos y zozobra cuando era niño, incluso
después, cuando era adolescente. Eso era parte de su sociedad y su cultura legitimaba la
ahonda en el por qué y la respuesta es enfatizada pues la dice el mismo victimario/deudo ante
la expresión de congoja y culpa del otro deudo (lo que se hizo posible por la analepsis mixta):
El sistema social puso al victimario/deudo (Nagato) antes de que naciera en esa posición en el
mundo y lo presionó con los conflictos armados que el mismo sistema admitió y promovió
hasta que hizo que adoptara (por medio de la ideologización con base en esta terrible
experiencia) una ideología sobre la violencia guiada por los ineludibles efectos invisibles
resultantes de los también inevitables actos violentos. De este modo, en su cultura, la venganza
verdad que como ser humano aún contaba con su libre albedrío para negarse a recurrir a actos
violentos, pero si tiene que defenderse en este contexto o de lo contrario moriría como pasó
con sus padres, la respuesta se vuelve más compleja y a eso apunta el gran imaginador.
Los ciclos bélicos de violencia son presentados por el emisor como casi inminentes e
violencia cultural (una paz cultural) que él propone y que llevó a que el deudo preguntase al
que quizás ese es uno de los caminos para que dichos ciclos no se mantengan reafirmando así
Quizás una paz cultural conllevaría que todos viviesen en circunstancias donde este tipo de
violencia no los asediara y eso sería una tarea más que complicada, pero una vez que se conoce
ese porqué de la violencia, ¿cuál es el siguiente paso para enfrentarla al igual que a los ciclos?
En los dos siguientes cuadros, se condensan aspectos representativos del análisis que se
discursos hallados en relación con el ciclo bélico de violencia. En ese sentido, se pueden
reconocer las relaciones entre las descripciones de las variables correspondientes a cada nivel
(listadas por guiones -), los significados clave que se pueden reconocer en el contenido de la
historia que se han dividido en figuras y roles (presentados entre comillas “”) y sus respectivos
temas vinculados a la teoría del ciclo bélico de violencia (flanqueados por barras //). El último
cuadro esquematiza el discurso de la secuencia que conecta los temas y algunas figuras o roles
174
(el signo = se refiere a una relación de equivalencia entre los elementos; todas las flechas, a
Cuadro 1 Secuencia 2
“Narración con
tono personal”
/Ideologización en
-Narrador “Guerras de “Victimario”
violencia/
intradiegético- países potencia” “Subnarrador”
/Violencia
homodiegético “País pequeño y “Espectador”
estructural
-Voz in y voz over pobre” “Narratario”
horizontal/
“Campo de
batalla”
“Victimario”
“Hechos “Protagonista”
-Voz silenciada /Guerra/
directos” “Espectador”
“Testigo”
175
“Tensión de
-Focalización interna
contexto bélico” “Potenciales /Guerra/
-Paralipsis en
“Soldados de víctimas” /Violencia cultural/
audiovisualización
país potencia”
Cuadro 2 Secuencia 2
/Deseo de venganza/
violencia/
/Deseo de venganza/
de la violencia/
-Luz lateral
/Deseo de venganza/
-Luz de calidad
“Rostro “Victimario /Odio del deudo/
dura
inquietante” violento” /Efectos invisibles
-Luz de intensidad
de la violencia/
alta
177
Cuadro 3 Secuencia 2
Discurso
Descripción de la secuencia
En este capítulo, Nagato le cuenta a Naruto sobre la época posterior a la partida de Jiraiya tras
entrenarlo a él, a Konan y a Yahiko, específicamente la época en la que los tres eran jóvenes y
formaron Akatsuki, una organización shinobi que pretendía alcanzar la paz, la cual consiguió
amplia fama. Por ello, Hanzō, el líder de su aldea, los convocó como aliados para que fueran
intermediarios en las negociaciones de paz durante la Tercera Guerra Mundial Ninja (donde se
124
(Hikokubo, Miyata, Takegami, Tanaka y Kumagai, 2010a) Frase de Hanzō a Nagato en el episodio 173 de
Naruto Shippūden, «El nacimiento de Pain».
178
La secuencia empieza en la cueva, donde el antagonista señala que el acuerdo con Hanzō era
una trampa de este, pues temía que Akatsuki pretendiera quitarle su poder en Amegakure.
villano en el presente afirma que sólo por la sospecha de Hanzō, Yahiko murió, pero no termina
la frase. A pesar de ello, la narración prosigue señalando que al día siguiente a la formación de
la alianza, el actual victimario y su mejor amigo asistieron al lugar convenido (un acantilado)
para realizar unas coordinaciones sobre su participación como mediadores, pero, en dicho
lugar, estaban tanto los subordinados de Hanzō como el escuadrón ANBU de Konoha. El
mismo Nagato detalla que la razón de su presencia era que ambas fuerzas conspiraron juntas
para acabar con Akatsuki, pues Hanzō no quería perder su posición en su aldea a causa de dicha
organización y Danzō, que dirigía a los ANBU, quería su apoyo para destituir al Tercer Hokage
de Konoha.
A continuación, es posible ver a Hanzō expresando no sólo su molestia hacia Akatsuki—en ese
entonces—pacífica, sino demandando la muerte de Yahiko al ser su jefe. El ninja señala que si
se rehúsa, matará a Konan, a quien tiene a su lado, atada de manos, por eso, Yahiko se enfada,
mas Hanzō confirma sus intenciones al lanzarles una kunai hacia donde está el primero junto a
Nagato. Este último es designado por el líder de Amegakure para ser el asesino de su mejor
amigo con la promesa de la liberación de Konan. Esta última no duda en decirles que la dejen
y huyan, pero Yahiko le pide a su camarada que lo mate, en respuesta, el ahora líder de Akatsuki
este tuvo con Jiraiya cuando era niño, concretamente, la parte en la que el infante le dice que
lo único que quiere es proteger a Konan y a Yahiko sin importar el dolor que tenga que soportar.
De regreso en el acantilado, Nagato empieza a agitarse sin reaccionar aún, por ello, Yahiko
insiste en su pedido con un grito al igual que Konan, quien le repite que no lo haga, y Hanzō,
179
proponer una decompresión de la línea narrativa de este personaje, como es el estilo del anime
shōnen, impuesto por Tezuka (citado en Schodt, 2011, p. 25 y 26). No obstante, como ya ha
transparencia del sujeto ficcional y complejizar su condición de villano al igual que su carácter
configurado como tierra fértil para los ciclos de violencia. Uno de esos aspectos que el
Nagato con su voz over contextualiza su segundo dolor nuevamente en un conflicto armado (la
Tercera Guerra Mundial Ninja), al mismo tiempo que expone que el causante fue el jefe de su
aldea, quien sólo por el deseo de mantener su posición y su poder conspiró para acabar con
Nagato también menciona que en el acantilado donde les tendieron la emboscada también se
hallaban los ANBU, los cuales seguían las órdenes de Danzō, un dirigente de Konoha, quien
por las mismas razones que Hanzō, deseaba conseguir poder en su propia aldea y, por ello,
también estuvo dispuesto a matar a otras personas. En el marco teórico, se mencionó que Johan
180
Galtung sostenía que la estructura social ejercía violencia contra las personas en dos sentidos
vertical que implicaba la represión y explotación de los estratos sociales menos favorecidos
Justamente, eso es lo que ocurre con Nagato, Konan y Yahiko quienes, como señala el primero,
fueron víctimas de la violencia de las autoridades de su aldea y de uno de los más importantes
países potencia, pero existen algunos matices establecidos por el emisor al respecto que vale la
pena revisar. Como se especifica en este mismo capítulo, los tres jóvenes habían creado
Akatsuki como una organización con fines pacíficos que pretendía detener las guerras (por eso
los llaman para ser negociadores de paz) y que, en ese sentido, buscaba frenar las cadenas de
En esta parte de la secuencia, por medio de la analepsis mixta y el relato singulativo, además
de que se configura el carácter explicativo de este relato que presenta el segundo dolor que
violencia estructural vertical atacó sin miramientos un proyecto que apuntaba a una paz cultural
y pretendía ser una alternativa a la violencia cultural imperante. Esta podría haber tenido
desatiende en esta situación donde lo más importante son las ambiciones personales de los
poderosos.
En el presente, ya no queda nada de la voluntad para evitar la violencia que tenían los miembros
de Akatsuki, entre los que se encontraban Nagato y Konan, pues ahora ambos tienen propósitos
181
y métodos totalmente opuestos. Sin embargo, como ha ocurrido anteriormente en este texto
audiovisual, el enunciador pretende que estas problemáticas, ideales y conflictos que podrían
retratar a la violencia como abstracta o lejana se sientan humanos y, para ello, el retrato de la
de Pain en tanto victimario/deudo, esta vez lo reafirma presentando una segunda capa dentro
de la ya elegida focalización interna que al combinarse con una analepsis externa permite
conocer más a ese joven Nagato quien recuerda su diálogo con Jiraiya cuando era niño y lo
A diferencia del subrelato/memoria, perteneciente al Pain del presente, este recuerdo constituye
un relato repetitivo que permite enfatizar de forma particular la motivación principal en la vida
de Nagato, la cual guiaba y quizás continúa guiando todas sus acciones. Para comprender mejor
vínculo entre los tres huérfanos de Amegakure. Nagato le debe muchísimo a Konan y a Yahiko,
luchar juntos para salvar a su aldea y al mundo (esto último era sumamente importante para
Yahiko), así que es natural que, tras el asesinato de sus padres, su principal móvil sea proteger
La conversación donde Nagato expresó esta motivación ocurrió después de que, mató sin
querer a un ninja de Iwagakure (aldea de la roca) que quería asesinar a Yahiko, lo que lo hizo
sentirse culpable y tener miedo de su propio poder (el Rinnegan), así como del odio que lo
embargó en ese momento. No obstante, Jiraiya lo reconfortó diciéndole que salvó a su amigo
182
y le dijo que cuando a uno lo hieren, aprende a odiar, asimismo, cuando uno hiere a otra
persona, uno es odiado y aprende a sentir culpa, pero comprender ese dolor permite ser amable
con los demás y madurar, lo que implica tomar decisiones propias al igual que encontrar
respuestas ante el dolor. Esta es la primera vez que el ninja le habla a su futuro pupilo sobre su
constante meditación acerca de lo que significa la paz y cómo conseguirla, pero el infante líder
de Akatsuki ensayó desde el inicio su propio camino hacia dicha paz cuando señaló que sólo
deseaba lograr proteger a sus amigos sin importar el dolor que tuviera que soportar.
que, a pesar de su corta edad, el Pain niño consideraba que poder defender a los suyos
significaba la paz y aun cuando no sabía exactamente cómo los protegería, ya pensaba en
procurar el bien de otros incluso a costa del suyo propio. El gran imaginador presenta esta
memoria para que se entienda el porqué el joven villano decide tomar la kunai lanzada por
Hanzō y convertirse en el asesino de su mejor amigo para al menos poder salvar a su amiga.
Sin embargo, al mismo tiempo, presenta una vergonzosa comparación entre este acto y el
proceder del líder de Amegakure y Danzō cuyos intereses particulares pesan más que las vidas
humanas.
Esa misma paralepsis permite observar precisamente el impacto de esa decisión de Nagato,
quien parece estar cargando el peso del mundo y hallarse en una terrible agonía por lo que
tendrá que hacer, pues en esa época él no hubiera hecho algo así, no mataría a sus amigos y
probablemente a nadie, más aún después de las enseñanzas de Jiraiya. Esto demuestra la
mismo, no hubiera y no volvió a actuar de la misma manera, pues el ninja de Iwagakure también
murió por el descontrol de su poder. En ese sentido, esta situación es la que lo empuja a aceptar
183
de manera parcial que va a tener que asesinar a alguien que además es tan importante para él.
que como esos ninjas que acorralan a Yahiko, Konan y Nagato, presionaron a este último al
límite y es difícil que en esta situación se consiga un final feliz para ellos.
Descripción de la secuencia
arma ninja que él sostiene, seguidamente, voltea hacia Yahiko y mientras dice su nombre, este
avanza rápidamente contra su amigo hasta que se apoya sobre él. El joven Pain retrocede ante
el peso del cuerpo de Yahiko y abre los ojos horrorizado, pues se percata de que a su amigo se
le ha incrustado la kunai por el impacto y, debido a ello, empieza a botar sangre por la boca. El
entonces líder de Akatsuki le dice con voz entrecortada a su camarada que este y Konan tienen
Mientras cae al suelo, agrega que Nagato es el salvador del mundo y que sabe que va a alcanzar
su objetivo, pero el actual antagonista no parece reaccionar, ya que no hace nada para evitar
que su amigo se desplome completamente. Konan grita el nombre de Yahiko, que yace sin vida
del fallecido joven en su infancia en la que dice que tiene un sueño. De regreso en el acantilado,
125
(Hikokubo et al., 2010a) Frase de Yahiko a Nagato en el episodio 173 de Naruto Shippūden, «El nacimiento
de Pain».
184
Como se mencionó en el marco teórico, Sergi Cámara (citado en Flores, 2013) señala que uno
de los elementos que compone el trinomio de las historias shōnen es la amistad, lo que marca
la importancia de los vínculos amicales para el protagonista, así como para los otros dos
objetivos (p. 45). Si ese pilar decae para el personaje, por ejemplo, debido a la muerte de su
mejor amigo, entonces, su mundo entero trastabilla y como se especificó en el acápite anterior,
ello es aún más determinante en el caso de Nagato, quien considera a Konan y a Yahiko no
solo como sus mejores amigos o familia, sino como su motivación para vivir y actuar.
El gran imaginador lo sabe bien y por ello plantea el acto violento que le quita la vida a Yahiko
como un punto de quiebre en su historia personal como el que mencionaba Pelliteri (2011). No
violencia que, en cambio, es baja, sino en el impacto de ello en los personajes, especialmente,
primer lugar, el encodificador plantea un plano general que, aunque no permite apreciar
rostros, con su lejanía, trasmite adecuadamente lo distante que estaba la mente de Nagato quien,
en medio de su nerviosismo y shock trataba de pensar qué debía hacer en ese contexto para
salvar a sus amigos, mientras Yahiko actúa rápidamente y opta por sacrificarse por sus
compañeros sin dudarlo. Esto es enfatizado por la velocidad del movimiento que se acelera
cuando el entonces líder de Akatsuki empieza a correr hacia su mejor amigo y que va
ralentizándose hasta que el cuadro se congela justo en el momento clave del daño corporal que
185
no se ve, pero se supone por el sonido. Al mismo tiempo, la lluvia es lo único que no deja en
ningún momento de caer como si el mundo llorara por lo que está ocurriendo.
En segundo lugar, a nivel visual, el enunciador profundiza aún más en el retrato de esta terrible
experiencia cuando a dicho momento clave lo ilumina con una luz intensa y suave que
deslumbra todo ocultando el entorno al mismo tiempo que crea un halo alrededor de los
personajes como si el mundo entero hubiese dejado de existir cuando Yahiko fue herido
mortalmente. Algo similar ocurre con el contraluz elegido por el emisor que proyecta la
angustia del joven antagonista ante la incertidumbre que rodea su destino y el de sus amigos,
lo cual también es destacado por la elección del color blanco que destaca que los que están en
jaque son la amistad, la paz (del mundo ninja) y la vida (Cheng, 2009, p. 1927). Finalmente,
tenido lugar y ha causado un terrible efecto visible: la muerte de Yahiko y, con él, de algo más.
estructural truncó una iniciativa que pudo ser bastante beneficiosa para el mundo ninja, pero
en este momento el gran imaginador dirige la atención hacia el individuo detrás de ese proyecto,
Yahiko, cuya conducta y actitud no sólo muestran lo mejor de él, sino que hacen más
lamentable su deceso. Por esa razón, el primer plano definido por el encodificador acerca a la
186
audiencia a la imagen del chico sonriendo para darle ánimos a Nagato al mismo tiempo que
bota sangre por la boca en medio de su agonía y se muestra claramente consciente de su final.
Antes que el daño corporal en sí, el enunciador se concentra en la transmisión de las emociones
del personaje a través de su rostro maltrecho pero que proyecta calidez y por medio de sus
palabras que revelan su amor, devoción y fe en sus amigos, sobre todo en el joven Pain.
Para el emisor, la guerra, la violencia estructural y las fuerzas que la movilizan, acabó con todo
esto dejando como resultado un cuerpo inerte con la mirada perdida y una herida que propone
una comparación con el rostro aún con vida, pero que ahora está acompañado de un charco de
por medio de una analepsis externa que no sólo permite a la audiencia viajar al pasado, sino
que vuelve a subrayar, al tratarse de un relato repetitivo, que junto a los buenos sentimientos
de la víctima también ha muerto su sueño. Este es resaltado por la paralepsis que, en el marco
El parlamento de Yahiko diciendo que tiene un sueño fue dicho por él cuando era un infante y
fue recogido en el episodio 172 en el que Nagato narra a Naruto su primer dolor, pero se
realidad con otra situación, en la que éste dice que quiere dominar el mundo. No obstante, el
enunciador deseaba destacar el fervor con el que el chico veía el cumplimiento de su sueño y
Además, como se destacó antes, el encodificador se dirige a los espectadores seguidores cuando
emplea relatos repetitivos y, por ello, en este caso, ya no necesita explicitar ese sueño, pues el
público ya sabe que consistía en acabar con las guerras y cambiar el mundo, un anhelo que no
sólo beneficiaría a Yahiko y a sus amigos, sino a todos y que fue ideado por un niño que a pesar
de sus propias dificultades pensaba en los demás. Empero, para el enunciador es importante
enfocarse en el individuo y, por ello, además de su calidad humana, la muerte del mejor amigo
Una de las circunstancias que incrementa la posibilidad de un ciclo de violencia y que es listada
por el Cycles of Violence Work Group (2005), ocurre cuando se obliga a otros a cometer los
actos violentos (p. 587-588) y la situación de esta secuencia complejiza más el escenario
planteado por estos autores. Es cierto que Nagato nunca llegó a empuñar la kunai contra
Yahiko, sino que fue este quien cometió una especie de suicidio al lanzarse hacia ella a
sabiendas de que su mejor amigo no podría lastimarlo voluntariamente, pero a pesar de ello,
La razón es que él no pudo ser quien hallase la solución a esta situación a pesar de que su
máxima motivación era mantener con vida a sus amigos; es decir, falló en protegerlos y debido
188
a la terrible posición en la que lo pusieron Hanzō y Danzō cuando le obligaron a decidir por la
vida de uno de ellos. De cierta forma su indecisión selló el destino del ninja, por esa razón,
tiene que cargar con los efectos visibles e invisibles (perder a su mejor amigo con el dolor que
ello implica) de la decisión que el mismo Yahiko tomó en su lugar y del terrible plan de los
dos dirigentes shinobi con sus ambiciones y su violencia estructural, ante lo cual reaccionará.
Descripción de la secuencia
Después de que Konan se deja caer al suelo llorando, Hanzō parece mirar con satisfacción lo
sucedido y, en contraste con su propuesta de dejar vivir a la ninja y a Nagato, ordena a sus
subordinados que maten a este último. Cuando el ataque se efectúa, se ve cómo las kunai se
acercan a gran velocidad al lugar donde se encuentra el joven Pain junto al cuerpo de Yahiko.
Mientras tanto, el primero piensa y se escucha la voz de su mejor amigo hablando sobre el
posible escenario en el que las guerras en su aldea no cesen, entonces, aparece una imagen de
Yahiko en su niñez diciendo que se convertirá en el dios del mundo si eso ocurre.
De vuelta en el acantilado, el actual líder de Akatsuki abre sus ojos y cuando levanta su mano,
las kunai se detienen en seco y caen al suelo como si se hubieran estrellado contra algo. Los
contraposición, el joven villano salta inmediatamente hasta la parte más alta del acantilado
donde se encuentran el jefe de Amegakure y Konan. Su acción provoca que cuando ya está
126
(Hikokubo et al., 2010a) Frase de Yahiko en el episodio 173 de Naruto Shippūden, «El nacimiento de Pain».
189
frente a ellos, Hanzō retroceda cauteloso y active una trampa compuesta por una serie de sellos
Ante ello, el antagonista levanta a Konan para protegerla, así que todos los sellos se adhieren
a sus piernas. Tras presenciar la explosión, que incluso ha destruido una parte del abismo,
Hanzō se pregunta si consiguió matarlos, pero luego se ve que la shinobi es desatada y se revela
que quien lo hace es Nagato, quien se encuentra en llamas y cuyas piernas están quemadas.
Cuando las flamas se apagan, el joven Pain le dice a Konan con voz firme que se aferre a su
atacó con la que parecía ser una técnica muy poderosa; sin embargo, cuando el joven ninja
levanta la mirada, el jefe de Amegakure se percata de que posee el Rinnegan y exclama con
cierta preocupación que no es un chico normal. Sin perder tiempo, los numerosos ANBU de
Konoha siguen la orden de uno de ellos y se lanzan del acantilado para arremeter contra Konan
y Nagato, quien reacciona realizando un jutsu de invocación. Este ocasiona que del suelo
emerja una estatua enorme, el Gedō Mazō127, que golpea con su inmensa mano a los ninjas, los
127
Esta es la misma estatua, donde los miembros de Akatsuki almacenan a los bijū una vez que los han extraído
de sus jinchūriki. Cuando estén todos, formarán a la bestia de diez colas o jūbi, que pretenden controlar para
atacar a todas las aldeas.
190
En el acápite anterior, se había mencionado que tras la muerte de Yahiko, había una fuerte
posibilidad de que se desatara un ciclo de violencia a partir de las acciones que pudiese
emprender Nagato.
impulsivamente a atacar a sus enemigos, guiado por los efectos invisibles de la misma. En
cambio, el gran imaginador muestra que este opta por pensar su siguiente movimiento, como
mente rememora las palabras de Yahiko, las cuales exponen perfectamente la situación actual.
En el ya mencionado capítulo 172, tras la muerte del perro que los tres huérfanos de Amegakure
tenían cuando eran niños, el recién fallecido Yahiko manifestó su cólera por el contexto bélico
en el que vivían, pues el animal falleció a causa de una explosión ocurrida cuando caminaban
todos juntos durante la Segunda Guerra Mundial Ninja. En respuesta y a pesar de ser un niño,
De forma correspondiente, el enunciador decide, en este caso, modular la paralepsis con el fin
de que la anacronía sólo sea sonora y, como resultado, ese parlamento coincida con la expresión
de turbación de Nagato mientras está a punto de recibir el ataque de las kunai de sus enemigos
191
mental del mismo, la cual permite ver el rostro de frustración del infante Yahiko cuando dice
que su medida será convertirse en el dios del mundo. La audiencia seguidora sabe muy bien
que a pesar de la voluntad que poseía el difunto ninja, de su habilidad y de su fuerza, no contaba
con el nivel de potencial como shinobi para convertirse en ese todopoderoso que podría
cambiar el mundo. Por el contrario, Pain desde que era niño poseía un talento natural, como
Manuel Hernández-Pérez (2017) precisa que es común en el caso de los antagonistas (p. 190),
Yahiko para establecer que ahora que él ha perecido, sus palabras, que siempre fueron
importantes para Nagato, adquieren una nueva relevancia, ya que le corresponde a este último
tomar la posta y convertirse él mismo, con el poder que posee, en ese dios del mundo que
El encodificador vuelve a emplear las analepsis para plantear la motivación del personaje, en
este caso, el ahora victimario, quien decide actuar dejando de lado sus temores hacia su propio
poder y en favor del sueño de su camarada. Por ello, toma el control de la situación y, con
seguridad, repele el ataque de su enemigo con el poder de su Rinnegan y salta para enfrentarlo
cara a cara con el fin de salvar a Konan. Cuando llega a la cumbre del acantilado, es importante
resaltar que el actual antagonista no va directo a dañar a Hanzō para castigarlo por lo ocurrido
con Yahiko, sino que va por Konan. Debido a esa decisión, se demora en reaccionar un instante,
192
el cual es aprovechado por el jefe de Amegakure para activar su trampa de los sellos explosivos,
ante la cual Nagato opta por levantar a su amiga para protegerla y que el daño lo padezca sólo
él.
Si se tiene en cuenta este proceder y el anterior en el que repele las kunai en vez de lanzarlas
de regreso, algo que también habría podido hacer por los poderes que posee, es claro que no
responde la violencia con violencia a pesar de la cultura en la que creció y aun cuando su
iniciación le enseñó que los actos violentos son la respuesta para proteger a los suyos.
La razón de esto no son las enseñanzas de Jiraiya ni que no sienta deseos de lastimar a sus
rivales, sino que lo ocurrido con Yahiko ha reafirmado su motivación principal, la cual ya fue
consciente de ello y; por esa razón, plantea por medio de un primer plano y un plano detalle
de los sellos, otro plano detalle del rostro de Nagato y el color rojizo el peligro que corre este
último cuando los sellos explosivos están a punto de detonarse. Precisamente, el rojo es
identificado por Cheng con dicho peligro (2009: 1928), el cual Nagato está dispuesto a
enfrentar para defender a los suyos. Al mismo tiempo, los planos enfatizan el daño resultante
del ataque en su cuerpo: graves quemaduras (sin ser demasiado sangriento), incluso, aun
cuando el fuego ha lastimado terriblemente su piel, el emisor muestra al joven Pain decidido a
Ante esta propuesta, es válido preguntarse por qué el gran imaginador no eligió que la
gradación de la violencia fuese al menos media en lugar de baja (debido a que ocurre en un
plano general) para así acentuar aún más la voluntad de Nagato a través de la exposición del
acto violento que sufrió más allá de que este se pueda deducir por su estado físico y por la
destrucción de parte del acantilado. La respuesta parece hallarse en el plano detalle del rostro
del joven Pain ya mencionado y que presenta el encodificador tras los encuadres cerrados de
los sellos explosivos en las piernas del actual villano, ya que, gracias a su cercanía, al color
rojo y a la iluminación dura, intensa y contrapicada, que traduce maldad según Horno (2013,
A pesar de que está actuando de forma más o menos ecuánime, aún Nagato guarda dentro de
sí, como lo muestran sus ojos y se enfatiza con la luz y el color rojo, el cual también significa
odio (Cheng, 2009, p. 1928), los efectos invisibles de la violencia, los cuales se señaló que no
encuentra en desventaja para poder sacarla con vida y llevarse el cadáver de Yahiko, así que
decide emplear el Gedō Mazō (visto en un plano general) para incapacitar a una mayor cantidad
194
de enemigos y, con ello, el enunciador demuestra ese talento y ese potencial con el que cuenta
el presente líder de Akatsuki y que le permitiría convertirse en el llamado dios del mundo.
Hasta este punto, este poderoso ser ha tratado de superar sus propias emociones y de este modo,
por amor a sus amigos, se ha mantenido alejado del sentimiento hostil que René Girard (2010)
ubica comúnmente en las acciones durante una guerra (p. 27) y decide combatir de forma
razonada.
Con lo sucedido se demuestra, que para el joven antagonista la violencia no era un fin en sí
mismo o un disfrute, sino un medio para cuidar de los suyos y que al menos en un primer
momento, no la practicó de manera excesiva. Esto podría haber augurado un final distinto para
esta situación, para Nagato, para Akatsuki y para el mundo ninja en general. Sin embargo, ese
dios es un ser humano que comienza a sentir que vencer a sus enemigos y salir vivos quizás no
sea suficiente.
Descripción de la secuencia
Después de que el Gedō Mazō emerge completamente del suelo, Konan reconoce a la estatua
con preocupación en contraste con Hanzō que se muestra sorprendido. La ninja, le pide a
Nagato que no use la escultura, pero el chico grita como si le diera una orden a la estatua,
entonces de la figura aparece una vara de metal que se despliega en varias ramificaciones, las
cuales se clavan todas juntas en la espalda del muchacho. En ese momento, las bifurcaciones
128
(Hikokubo et al., 2010a) Frase de Nagato/Pain en el episodio 173 de Naruto Shippūden, «El nacimiento de
Pain».
195
parecen llenarse de chakra, al mismo tiempo que el rostro del joven Pain evidencia que pierde
energía. Como resultado, en la boca del Gedō Mazō, se forma una esfera de poder que adquiere
la forma de un dragón, el cual avanza rápidamente y ataca a los subordinados de Hanzō. Ante
su sorpresa, cuando el animal los traspasa, les arrebata el alma y aunque varios se dan cuenta
no huye, sino que espera que el animal se acerque a él. Cuando están frente a frente, Hanzō
declara que Nagato era el líder de Akatsuki en las sombras y afirma estar sorprendido de que
posea el Rinnegan, ante lo que el dragón se levanta listo para atacar. Konan se ve preocupada
y llama a su amigo como pidiéndole que se detenga, pero el chico grita en medio de un gesto
de ira. Si bien justo cuando el dragón se abalanza sobre Hanzō, este usa una técnica de
teletransportación, la ninja no lo sabe, por ello se asusta al ver lo que ha hecho su amigo: matar
Cuando el humo del destrozo se disipa, queda claro que Hanzō ha conseguido escapar,
entonces, en ese instante, las barras clavadas en el cuerpo del actual antagonista se rompen en
dos: una parte desaparece con el Gedō Mazō y otra se queda incrustada en su cuerpo; sin
embargo, independientemente de ello, el joven Pain luce diferente, como si hubiera disfrutado
lo que hizo.
Después de lo ocurrido, se ve que el villano tacha con una kunai el símbolo de su aldea que se
encontraba grabado en su bandana, mientras, se escucha la voz del Nagato del presente que
señala que Yahiko falleció y que él se convirtió en la nueva cabeza de Akatsuki. Tras un
196
fundido a negro, el antagonista manifiesta que, en esa época, él creía que había madurado, mas
nada era diferente, sino más bien idéntico a cuando sus padres fueron asesinados y reconoce
que su respuesta ante la pregunta de Jiraiya sobre cómo conseguir la paz y terminar con el odio
fue errada, pues para él, sus ideas previas no habían sido más que basura.
Nagato menciona que le debía la vida a Yahiko, que él era su sueño y el amigo irreemplazable
por el que no hubiera dudado en morir. Justo cuando precisa que la muerte de Yahiko fue su
segundo dolor, aparece una imagen de este último cuando era niño y ante el fin de su relato,
Naruto levanta su mirada como si estuviera listo para dar su propia respuesta ante el odio en el
mundo shinobi.
En la parte anterior de esta secuencia, se mencionó que Nagato había decidido combatir de
manera razonada contra Hanzō, sus secuaces y los ANBU de Konoha pues pretendía proteger
a Konan y al cuerpo de Yahiko, pero, como es notado por la misma ninja, el actual villano
cruza la línea y se deja dominar por el sentimiento hostil mencionado por René Girard (2010)
cuando decide conectarse con el Gedō Mazō. Su mejor amiga ya está a buen recaudo junto a él
y ya está más seguro de su propio poder, así que se deja llevar por sus sentimientos y, como
Los efectos invisibles de la violencia que sufre Nagato, en respuesta a la muerte de su mejor
amigo, específicamente, el dolor como deudo, odio y deseo de venganza, se convierten en sus
197
móviles, los cuales lo motivan a castigar a los victimarios de Yahiko. Podría parecer que su
verdadero propósito era asegurarse un escape considerando la gran cantidad de enemigos a los
que tenía que enfrentarse y, por ello, tenía que incrementar su poder y desplegarlo sin
contenerse. No obstante, si se recuerda cómo detuvo las kunai sólo al levantar su mano y la
cantidad de enemigos que inhabilitó con la estatua sin estar conectado a ella, entonces, queda
claro que su acto no corresponde con una necesidad, sino con un deseo.
A pesar de ello, de forma contraria al arquetipo de villano que, según Manuel Hernández-Pérez
(2017), posee un talento natural que le permite utilizar sus poderes sin mayor esfuerzo (p. 190),
el actual líder de Akatsuki muestra que existen algunas técnicas que, incluso en su caso,
en representar dentro de cuadro la violencia que el ahora antagonista comete contra sí mismo
con el fin de que el espectador comprenda aquello a lo que está dispuesto por cumplir su
venganza. Por esa razón, emplea un primer plano para acercar a la audiencia al momento del
daño causado por una de las barras que lo conectan al Gedō Mazō y usa un plano americano
que permite mostrar el conjunto de dichas barras, así como el dolor que provocan las mismas
Ante este panorama, probablemente se podría postular que, si el objetivo del enunciador era
aprovechado elementos como la sangre y la presencia de una herida para conseguirlo, pero, en
cambio el daño corporal es mitigado y opta por una gradación media de la violencia.
La razón es que, como es evidente por el estado presente de Nagato, este sigue usando las
barras y estas por sí mismas no afectan su bienestar, en cambio, lo que mayor daño le causa,
chakra que le proporciona a sus otros cuerpos a través de dichas barras y el esfuerzo que hace
para controlarlos. El emisor pretende destacar no sólo este aspecto durante este instante del
subrelato, sino establecer desde qué momento y por qué razón, en la actualidad, el personaje
tiene un estado físico tan pobre y por qué ese es el precio que acepta y resiste pagar para cumplir
El segundo acto violento se vincula con el chakra que gasta al enlazarse con el Gedō Mazō y
el gran imaginador elige un plano busto para aproximar a los espectadores al momento de
absorción de la energía vital por parte de las barras. Si bien el encodificador retrata este segundo
acto violento con una gradación baja por el carácter eminentemente energético del mismo, es
posible observar el daño que padece el personaje. Este es destacado por el enunciador a través
muscular en su rostro, la cual, además, subvierte el curso normal del tiempo, como señala
Christian McCrea (2008) que puede ocurrir (p. 12) pero el muchacho es capaz de resistir
físicamente este impacto. Se puede notar una similitud con Naruto, quien, en la primera
secuencia, también resistió el dolor para extraerse la barra en favor de cumplir con su venganza.
199
Más allá del dolor y con su nuevo poder, el presente villano comete una serie de actos violentos
que, el emisor decide representar de manera distinta a casos anteriores, pero quizá de forma
más cercana al primer ataque del Gedō Mazō contra los ANBU. El encodificador elige un plano
abierto como el general y mantiene distancia sin alejarse demasiado con planos medios y un
escala del daño, el despliegue del poder y, sobre todo, los efectos visibles de esta violencia.
representada por el color blanco (Cheng, 2009, p. 1926), o la muerte instantánea que se deduce
En este contexto, quizás hubiese sido interesante centrarse en los rostros de las víctimas, las
cuales, aunque estén cubiertos poseen ojos capaces de expresar temor, confusión y la ausencia
de vida cuando reciben la técnica del ahora líder de Akatsuki. Empero, el enunciador nunca se
acerca demasiado a ellos y esto se explica no sólo en la poca importancia de estos personajes
en tanto secuaces del antagonista principal de esta parte de la historia (Hanzō), sino también
A través de un primer plano que se convierte en plano busto por un cambio en la distancia
focal de la cámara, el emisor captura y acerca al público a la expresión desfigurada por el odio
que se ha apoderado del joven Pain quien es sindicado en este encuadre como el autor de toda
Como lo señaló Hirohito Miyamoto (2011), una clave en los personajes del anime es la
variabilidad (p. 86) y, en este caso, estos encuadres al igual que la imagen final de Nagato en
el subrelato, en la que pareciese que revela un disfrute tras su venganza, demuestran el resultado
presente en el marco de la analepsis mixta y enseña al mismo victimario cuando acepta que su
segundo dolor fue la confirmación del primero, es decir, significó un terrible desencanto del
ideal pacifista que le inculcara Jiraiya, el cual fue defendido por él mismo y también por
Yahiko, incluso, en sus últimos momentos. Lo mismo se replica en relación con el discurso de
Nagato sobre el desprecio que siente hacia la anterior respuesta que dio ante el odio en el mundo
ninja cuando era niño, pues pensaba en una paz que su experiencia le ha enseñado que es
imposible y aun cuando señaló que protegería a los suyos finalmente entendió que la única
Como ocurrió en la secuencia anterior, esta anacronía también permite apreciar la reacción de
Naruto, quien no puede más que bajar la cabeza al comprender la pérdida de fe de su rival ante
el dolor que es el mismo que él siente y que le hace cada vez más difícil mantener su juicio
inicial sobre el que antes sólo veía como un asesino desalmado. El encodificador acentúa este
mismo aspecto a los espectadores cuando elige de nuevo la focalización interna con paralepsis,
la cual permite ver un recuerdo de Nagato en el que se ve a Yahiko en su infancia justo cuando
A pesar de que es claro que emplea una analepsis externa para transportar a los espectadores a
ese momento, no parece ser el objetivo del enunciador establecer una ubicación exacta del
mismo en el tiempo. Por el contrario, la expresión feliz, inocente, divertida y vital de Yahiko
pretende evocar precisamente esas características en contraste con el terrible destino que tuvo
y el cual concuerda con lo planteado por Poitras (2008) sobre la posibilidad de muerte de
Como se puede notar, el asesinato de Yahiko conllevó un ciclo bélico de violencia que no sólo
se concretó en las acciones violentas de Nagato en el acantilado, sino que de manera similar a
lo señalado por el Cycles of Violence Work Group (2005), la violencia no sólo se mantuvo, sino
que escaló al igual que las acciones de Akatsuki bajo el mando de Pain que afectaron a Naruto,
otro potencial iniciador de otro ciclo o mejor dicho el continuador del mismo ciclo bélico de
violencia.
Precisamente, el conflicto armado que pretende emprender el villano es parte de dicho ciclo el
cual involucra al sistema que domina el mundo ninja que pretende reformar por medio de una
guerra revolucionaria, como la mencionada por René Girard (2010) y cuyo germen son los
202
mismos efectos de la violencia que sostienen el ciclo: el dolor, el odio y el deseo de venganza.
Más adelante en la historia se revelará que muchas de las acciones de Nagato son efectivamente
la raíz de la Cuarta Guerra Mundial Ninja. De este modo, es correcto suponer que la respuesta
del héroe ante el odio en el mundo shinobi puede llegar a tener la misma trascendencia. ¿Qué
responderá?
En el análisis de discurso de las dos secuencias anteriores, es posible distinguir que el gran
imaginador ha demostrado interés por las causas sociales de los ciclos bélicos de violencia. En
primer lugar, el encodificador reconoce que dichos ciclos son provocados por la violencia
cultural, es decir, la cultura no pone límites a los actos violentos motivados por los efectos
ciclos y, además, señala que es necesaria una alternativa. En segundo lugar, también incluye
en las causas a la violencia estructural horizontal que sufren poblaciones foráneas menores, las
cuales viven en constante guerra mientras las naciones privilegiadas, provocan esos conflictos
sobre las razones de la persistencia cíclica de la violencia, pero, esta vez desde una
promovía un plan para detener las guerras, atravesadas por ciclos de violencia, pero no
203
El emisor, en cambio, ahonda en las circunstancias que la truncaron, pues parece interesado no
sólo en el porqué de la violencia y sus ciclos sino también en el porqué no se puede encontrar
hasta el momento un camino para enfrentarlos. Por esa razón, el gran imaginador aprovecha la
mencionada iniciativa cuando experimenta no solo la oposición del jefe de su aldea, sino
también la determinación de este para acorralar y matar a todos los miembros del proyecto. La
agonía por la que pasa el personaje focalizante al ser obligado a matar al líder de su
organización, así como la resolución de este último para suicidarse y evitarle la tarea a su
también mejor amigo no encajan con el potencial resultado positivo del proyecto para el mundo
La respuesta a esta pregunta es dicha con su propia voz por el mismo personaje focalizante,
vertical, definida por Johan Galtung (2004). El enunciador introduce a un jefe de aldea, Hanzō,
que no le importan los beneficios para la paz colectiva que pudiera traer el proyecto, sino su
propia posición; por lo tanto, es lógico pensar que los habitantes de su poblado se ubicaban por
debajo de sus intereses personales en su escala de prioridades. De este modo, aun cuando él
mismo pudiera efectuar alguna reforma para terminar la guerra que era el contexto de ese
momento, lo más probable es que siempre la evaluara con base en los resultados de la misma
para sus propias metas aun cuando su gente, como ya se mencionó antes, era la más afectada
Asimismo, el emisor expone por medio del narrador que el aliado de dicho jefe, Danzō es un
dirigente de una nación potencia que no sólo concuerda con el acto injusto y arbitrario de su
compañero, el cual incluía asesinar a personas con buenas intenciones, sino que también
desatiende una solución al conflicto armado en favor de sus propias ambiciones. El gran
imaginador decide acentuar las consecuencias de las posturas de estos dos hombres en su
retrato de la muerte del líder de la organización que representa también el deceso de esa
posibilidad de cambio para detener los ciclos bélicos de violencia, mas ello no implica que
Nuevamente, las herramientas audiovisuales de tamaño de plano, fotografía y color sirven para
retratar los sentimientos que involucran esta terrible vivencia en la que es imposible salvar a
del líder para sacrificarse por los suyos y cómo a pesar del daño mortal que refleja su rostro
para convertirlo en realidad. Incluso, tras mostrar ese mismo rostro sin vida, el enunciador
señala por medio de la variable de tiempo (orden y frecuencia) que ese proyecto era su sueño,
Más allá de que el fallecido y su organización antes de su muerte tenían la voluntad de enfrentar
los ciclos bélicos de violencia, no poseían el nivel de poder social y político para conseguirlo
por vías pacíficas como lo demuestran las personas que sí poseían ese poder, mas no tenían
dicha voluntad sino el deseo de acabar con ella. De esta manera, el enunciador sostiene que
para que se pueda enfrentar un problema tan complejo y difícil como los ciclos bélicos de
poder para llevar a cabo esa tarea y en algunos casos, como este, es una pena que tenga que ser
205
así, pues dichas personas no tienen como principal norte el beneficio de todos, sino el
individual.
Antes de emprender un camino hacia la solución hay que mover una de las más grandes piedras,
todos los individuos pueden hacerlo, sobre todo en un contexto bélico hostil, pero lo peor es
que hay algunos no lo han conseguido nunca y quizás nunca lo hagan a pesar de que hayan
En las secuencias previas, el gran imaginador había postulado reflexiones en torno a si los
efectos invisibles de la violencia, inevitables para todo ser humano, detonan necesariamente en
actos violentos o en ciclos de estos y en la presente unidad de análisis vuelve a plantearlo, pero
en relación con un caso diferente. Esta vez el deudo en cuestión ya ha perdido antes a parte de
presente donde le pasa lo mismo a su nueva familia, así que, en este caso, la noción de círculo
no sólo se aplica a la de los actos violentos, sino también a las terribles circunstancias a las que
De forma quizás opuesta a lo que podía vaticinarse a partir del discurso ya presentado por el
encodificador en el que precisaba que las personas podían convertirse en victimarios a partir
de traumas previos y efectos invisibles relacionados con haber presenciado la violencia con sus
efectos visibles, el enunciador expone un sorpresivo caso. Por medio de la analepsis mixta, el
(Nagato) no lastimó de manera consciente a nadie después de eso, lo que confirma que aún no
era violento e, incluso, el autor del texto audiovisual descubre que en el futuro esta persona
Según Jean Marie Bouissou, los mangakas que fueron jóvenes durante la Segunda Guerra
eligiera la guerra como una opción (2010:25) y la historia del mencionado individuo, como
evidencia el gran imaginador por medio de las variables de tiempo y narrador, encarnaba esa
mismo tiempo que cuestiona la inmediata asociación entre trauma, efectos invisibles de la
violencia y los ciclos de actos violentos. En el relato se muestra que el chico se embarcó en la
realización de la paz cultural que buscaba idear su maestro y que beneficiaría a toda su
sociedad, lo que demuestra el poder de inculcar una ideología en favor de la paz a los individuos
con el fin de frenar los actos violentos motivados por el dolor, odio y deseo de venganza, pero
no fue lo peor para él, sino que su punto de quiebre, que el encodificador destaca por medio
del congelamiento de cuadro, fue la pérdida de otro ser querido ante sus ojos: su mejor amigo,
una experiencia que el enunciador retrata enfatizando lo trágico del hecho. No obstante, antes
se analizó dicha representación desde la perspectiva del proyecto de paz del cual ese amigo era
líder y que se quedó trunco como consecuencia de su fallecimiento, mas es necesario considerar
los efectos de este deceso en el personaje (Pain) que ya de por sí era deudo.
207
El emisor confirma el poder de las fuerzas del contexto bélico y la violencia estructural frente
el ser humano quien toma consciencia de lo difícil que es cumplir con su deseo de proteger a
los suyos (destacado por la variable de tiempo) y lo casi imposible que resulta emplear medios
pacíficos para revertir o enfrentar esta situación. En este contexto, el gran imaginador presenta
que es lógico que el sujeto ficcional sienta que el hecho de que la historia se repita (la guerra y
una nueva injusticia perpetrada por el sistema social con sus estructuras de poder) implica que
Como resultado de este panorama, que se evidencia en los planos y en la voz over del líder que
hablaba de un posible futuro donde todo fallara, el encodificador emplea las variables de tiempo
medio de la culpa ante la pérdida de un amigo por la violencia, decide mantener su deseo de
cuidar de los suyos, pero cambiar sus métodos. En ese sentido, para él, el único camino en la
de mantenerse dentro de los márgenes de la defensa y la protección antes que desviarse hacia
la hostilidad y la venganza. El emisor demuestra que la racionalidad puede controlar los efectos
prioritario en comparación con la revancha, el odio y la propia integridad física cuyo detrimento
violencia cultural (que también las sostiene) al demostrar que debido a la terrible situación en
la que la estructura social pone al individuo, este no le queda más que proceder con base en las
violentas reglas de juego que emplea esa estructura, sobre todo en el mencionado contexto
208
bélico. Sin embargo, esto tiene un fuerte correlato en un individuo al que la violencia le había
hecho tanto daño en muchos sentidos, pues a pesar de que quería creer y apostar por una
así que la decepción es mayor al igual que la aceptación de la violencia es más firme.
Es cierto que el individuo y sus sentimientos pueden parecer poco peligro para los poderosos
que se benefician de su posición dentro de las estructuras, pero el enunciador demuestra a través
del primer acto violento cometido por el victimario en esta secuencia, el daño a gran escala que
Si se tiene en cuenta el análisis de discurso previo, el carácter humano que el emisor adjudica
al ciclo de violencia implica que todos en potencia pueden pasar de víctimas a victimarios
dentro de la dinámica de este fenómeno social. Hasta este punto, el gran imaginador se ha
valido de un relato explicativo para mostrar las experiencias que construyeron la ideología que
sigue este genocida y que lo ha llevado a iniciar un ciclo de actos violentos que sigue teniendo
mencionados efectos invisibles de la violencia toman el timón de sus acciones. Sin embargo,
también con base en el nivel de poder con el que cuenta para ejercer la violencia y el que piensa
Ante este momento crítico, el enunciador apuesta por primera vez por una gradación media de
la violencia para aclarar el nivel de deseo de venganza y odio que embargan a esta persona y
hacen que esté dispuesto a ser apuñalado múltiples veces (como se muestra en planos cercanos
veloz (lo que también es expuesto en planos cercanos con subversión de tiempo). Es verdad
que, en contraste con lo anterior, el acto violento que efectúa el futuro genocida sólo tiene
gradación baja, pero el enunciador se concentra en enseñar la escala y efectos visibles de ese
poder (por medio de la propuesta de planos, movimientos de cámara y color) para entender el
cuando vuelve por sus mismos pasos y hace del sufrimiento el status quo perpetuo de una
persona.
Se podría argumentar que quizás el enunciador plantea que esos sujetos atemorizados y
confusos que se convierten en cuerpos inertes a causa del ataque del hombre, se buscaron lo
que les ocurrió. De cierta forma, este punto emparenta la propuesta del emisor con el discurso
planteado por Jonathan Muñoz (2014) sobre que la búsqueda de la justicia se presenta como el
argumento para pelear y para la guerra (p. 17 y 18) como ocurrió en el caso del genocida en el
pasado y después con el conflicto armado revolucionario que en el presente busca emprender.
violentos cometidos en favor de la «justicia». Como lo dijo el mismo Nagato, «la venganza se
suele disfrazar de justicia» (Hikokubo et al., 2010b) y, además, el gran imaginador muestra por
la venganza y la violencia que ha terminado este hombre. Se ha cegado por su propia sed de
castigar a los asesinos de su mejor amigo y a las cabezas de un sistema que no ha dejado de
causarle dolor. En ese sentido, el trastorno que evidencia y los resultados posteriores que han
210
tenido sus acciones y que han sido recogidas por el encodificador demuestran más injusticia
Independientemente de ello, es clara la amenaza que significa este genocida por su nivel de
poder en cuanto al empleo de la violencia y su deseo de controlar las guerras y los ciclos bélicos
de violencia que también lo crearon a él. Al respecto, el enunciador plantea por medio del
cultural y la violencia estructural (con las personas que las promueven y las perpetúan) en su
situación presente. Lo increíble es que la misma sociedad que sigue existiendo con esos dos
problemas luego condena sin más al victimario obviando o ignorando (como ocurrió con el
joven deudo, Naruto) su responsabilidad en su creación, así como en las acciones violentas que
este emprende.
de los ciclos bélicos de violencia que fue destacado en la hipótesis y se comienza a vislumbrar
que en la lucha por mantener la fe en una sociedad pacífica, la voluntad trastabilla ante el odio
que ciega al deudo y la impotencia ante las personas con poder social, las cuales optan por la
violencia y la guerra en favor de sus intereses. ¿Esto quiere decir que todo es culpa de la
sociedad y sus problemas? ¿Acaso el gran imaginador no señaló que el individuo tenía agencia,
es decir, poder de decisión? Es necesario revisar la última secuencia para entender el discurso
del encodificador al respecto, pero esta unidad de análisis reafirma la hipótesis en cuanto al
bélicos de violencia, así como la imposibilidad de detener dichos ciclos sólo acabando con el
victimario de turno.
211
En los dos siguientes cuadros, se condensan aspectos representativos del análisis que se
discursos hallados en relación con el ciclo bélico de violencia. En ese sentido, se pueden
reconocer las relaciones entre las descripciones de las variables correspondientes a cada nivel
(listadas por guiones -), los significados clave que se pueden reconocer en el contenido de la
historia que se han dividido en figuras y roles (presentados entre comillas “”) y sus respectivos
temas vinculados a la teoría del ciclo bélico de violencia (flanqueados por barras //). El último
cuadro esquematiza el discurso de la secuencia que conecta los temas y algunas figuras o roles
(el signo = se refiere a una relación de equivalencia entre los elementos; todas las flechas, a
Cuadro 1 Secuencia 3
Yahiko muere
/Trauma/
física/
“Sangre por la
boca”
“Sonrisa”
-Daño corporal “Víctima- /Efecto visible de
“Palabras de
mitigado Victimario” la violencia/
devoción”
-Concentración en “Deudo” /Muerte de seres
“Rostro maltrecho”
rostro “Ser querido” querido/
“Cadáver de ser
querido”
“Muerte trágica”
Cuadro 2 Secuencia 3
Nagato se conecta al Gedō Mazō y este absorbe su energía para enfrentar a Hanzō y
sus aliados.
/Violencia directa
física/
“Girones de ropa”
/Efectos visibles de
“Grito de víctima”
la violencia/
“Rostro de dolor de
“Deudo” /Efectos invisibles
-Violencia de víctima”
“Víctima- de la violencia/
gradación media “Autolesión
Victimario” /Odio del deudo/
violenta”
/Deseo de
“Acto violento
venganza del
impulsivo”
deudo/
/Violencia cultural/
“Absorción de
chakra”
-Resistencia /Violencia directa
“Reducción de
corporal física/
masa muscular en “Víctima-
-Daño corporal con /Efectos visibles de
rostro” Victimario”
subversión de la violencia /
“Autolesión”
tiempo /Violencia cultural/
“Acto violento
impulsivo”
214
Cuadro 3 Secuencia 3
Discurso de la secuencia 3
3.5.1. «Hay algo más importante que el método. Es el poder para creer»129
Descripción de la secuencia
Al inicio de la secuencia, Nagato le pide a Naruto que cumpla su parte del trato, es decir, que
ahora que conoce su historia, le responda qué haría él con el odio del mundo ninja, así que el
ser Leyenda de un ninja valiente, la primera novela escrita por Jiraiya. La mira con tristeza y
lo siguiente que se ve es a su maestro cuando aún estaba vivo, concretamente, cuando le dijo
que confiaba en que llegaría el día en el que las personas pudieran entenderse mutuamente.
129
(Hikokubo, Miyata, Takegami, Tanako y Kishikawa, 2010c) Frase del Nagato niño en el episodio 174 de Naruto
Shippūden, «La historia de Naruto Uzumaki».
215
De vuelta en la cueva, el joven shinobi le concede al líder de Akatsuki que puede que tenga
razón, incluso acepta que él piensa de la misma manera, lo que parece comprensible para el
villano. El protagonista admite que aun cuando conoce la historia que lo llevó a ser cómo es,
no puede perdonarlo y todavía lo odia. Entonces, Pain le pregunta si desea terminar todo y
encomendó la misión de conseguir la paz, por lo tanto, decide creer en los ideales del fallecido
matarlos. El antagonista se muestra incrédulo y le cuestiona si ahora ellos deben esperar a que
convierta el mundo en un lugar pacífico, pues aclara que ya pasó el tiempo de las palabras de
Jiraiya y que no existe la paz, que es imposible en el mundo que él califica como maldito.
No obstante, el héroe remarca que él le pondrá fin a esa maldición y si la paz existe, él la
sorprende a la misma Konan, quien no entiende el porqué su amigo parece reconocer esas
palabras, pero Naruto esclarece el asunto al aceptar que ese parlamento lo sacó de la novela de
su maestro con la que este trataba de cambiar el mundo y destaca que al final de la novela, el
fallecido ninja menciona a un estudiante que lo inspiró para escribirla: Nagato. Pain se nota
con dirección a la casa en la que vivía con Yahiko, Konan y el Legendario Sannin, quien estaba
comiendo ramen, cuando el niño entra y pide hablar con él. El maestro shinobi acepta su
solicitud pues dice haber querido empezar a escribir su nueva obra, mas, como no se le había
Si bien se tarda en empezar a hablar, el pequeño le dice que ha estado pensando en el odio en
el mundo ninja, sobre el que le había hablado Jiraiya, así que el maestro le pregunta si descubrió
216
algo al respecto, pero el chico afirma que aún no sabe cómo conseguir la paz y dice las mismas
palabras de la novela que fueron citadas por Naruto. Además, agrega que más allá del método
para alcanzar la paz, lo importante es el poder de creer que es posible un cambio. Su maestro
elogia su manera de pensar diciéndole que puede que tenga razón y en ese momento a este se
le ocurre usar lo dicho por Nagato para incluirlo en su novela y le agradece por darle la idea,
mas afirma que primero debe elegir un nombre para el héroe tras lo cual mira su plato de ramen
Después de este momento, se ve que el Legendario Sannin les anuncia a los tres huérfanos que
puede volver tranquilo a su aldea, que ahora estarán por su cuenta y los felicita por lo bien que
lo han hecho en los tres años de entrenamiento. Como consecuencia, Yahiko llora, pero su
maestro le bromea diciendo que no lo haga pues la gente podría pensar que es un cobarde y
cuando Konan hace lo mismo, le dice que cuando crezca será una belleza. Tras decir que está
ansioso de volver a verlos, afirma que si bien su país es pobre y lo más probable es que aún
deban enfrentar más circunstancias tristes en el futuro, ahora ellos son capaces de generar un
cambio. Mientras se aleja, Nagato se acerca a él, por eso, el maestro ninja se detiene y aún de
espaldas le dice que los tres han crecido frente a lo que Nagato le agradece.
mejor la respuesta que dará este a su rival en cuanto a su propio camino de solución al odio en
217
el mundo ninja. Si se recuerdan los casos previos, el encodificador se vuelve a valer de las
analepsis, en este caso, externa para presentar una justificación a las acciones del protagonista,
en ese sentido, después de las palabras dichas por el Legendario Sannin en el recuerdo,
incluidas gracias a la paralepsis, se podría pensar que Naruto iba a hacer eco de ellas.
El joven ninja manifiesta que concuerda con el líder de Akatsuki en lo que ha manifestado
antes en este mismo episodio sobre la imposibilidad de la paz en medio de la violencia cultural
violencia estructural. Incluso, señala que a pesar de que parece estar consciente de la violencia
sufrida por el villano con sus efectos visibles e invisibles, el chico mismo señala que no puede
deshacerse de su odio ni reconciliarse con el asesino de sus maestros. De este modo, cabe
preguntarse, entonces, por qué a pesar de todo ello decide no emprender una venganza o alguna
acción parecida, la cual podría ser un acto violento que desencadene otro ciclo de violencia en
paralepsis del recuerdo a nivel visual, así como el carácter de relato repetitivo que detenta el
conversación entre el joven ninja y Jiraiya, el tratamiento visual permite por primera vez que
cuando el Legendario Sannin diga su parlamento a Naruto, lo haga mirando a la audiencia, así
reproducía esta situación (hasta este punto es la quinta vez que se presenta en el relato). En
218
cambio, pretende mostrar que más allá de no saber qué quiere hacer exactamente con el odio
esperanza de que en algún momento esta situación cambiará y dará paso al entendimiento
colectivo, es decir, a la paz. De esta manera, el hecho de que el protagonista luego cite el
diálogo que se presenta dentro de Leyenda de un ninja valiente no quiere decir que esté
completamente convencido de que el escenario añorado por su maestro es una realidad segura,
sino porque este en tanto su figura paterna le encomendó como misión encontrar la paz y ello
cambie.
De alguna forma, lo que el héroe aprendió en su viaje de entrenamiento, a donde pertenece este
momento de la historia, refiere a su iniciación como héroe shōnen que lo llevó a ese proceso
de maduración interior mencionado por John Ingulsrud y Kate Allen (citado en Hernández-
Pérez, 2017). Como consecuencia de ello, Naruto llega a considerar que más allá de sus
sentimientos personales, los cuales sostiene que no cambiarán, ello no quiere decir que tenga
que iniciar una venganza violenta, en cambio, decide creer y trabajar en favor de una realidad
indignación del antagonista, el joven shinobi señala que no se rendirá en conseguir esa paz en
la que creía su maestro y con ello demuestra esa determinación y voluntad mencionadas por
Laura Montero (citado en Felipe, 2010) sobre este arquetipo del anime (p. 302). Sin embargo,
lo sorpresivo es que el encodificador plantea por medio de otra analepsis externa que el que
dijo esas mismas palabras fue el líder de Akatsuki, es decir, como evidencia la paralepsis
219
En el marco teórico, se recogió el concepto de enigma narrativo, el cual, de acuerdo con Manuel
Hernández-Pérez (2017) se resuelve al final del arco argumental y suele estar relacionado con
algún misterio de la figura antagónica (p. 122) y justamente, el enunciador aborda dicho enigma
a través del relato singulativo que constituye el mencionado recuerdo de Nagato. Fue este,
quien ideó la postura que adoptó su maestro y ahora Naruto, lo que confirma una interconexión
entre ellos, una posibilidad contemplada por Manuel Hernández-Pérez (2017, p. 146) aunque
pareciese que todo esto hubiese sido olvidado por el antagonista como se evidencia por su
expresión. De esta manera, si no hubiese vivido las terribles experiencias que ya fueron
referidas hubiera podido tener un futuro parecido al de su némesis, pero existen más
El retrato del Nagato niño que se expuso en los capítulos 172 y 173 exponía el temor,
inseguridad y falta de temple como sus rasgos principales, pero en la conversación referida con
su maestro, el emisor lo representa con una firmeza y mentalidad nuevas, las cuales son
resultado del entrenamiento con Jiraiya que también para Naruto no sólo significó una
El gran imaginador destaca este aprendizaje y el papel del Legendario Sannin como guía en
ello cuando recurre a una elipsis que conecta la despedida de Jiraiya con la ya referida
a quien veía como un potencial salvador del mundo que, a pesar de dirigirse por un camino
220
difícil, era promisorio y le hacía sentir esperanza. Justamente, por ello, buscaba imprimir su
espíritu y su manera de ver un futuro positivo en la que sería su primera y más importante
novela.
Descripción de la secuencia
Después de despedirse de Jiraiya, los tres niños caminan de regreso a casa y Yahiko continúa
llorando, así que Konan trata de levantarle el ánimo asegurándole que volverán a ver a su
maestro algún día, pero el chico continúa triste al igual que Nagato, a quien se le nota cabizbajo.
Luego, se ve que este último abre la puerta de su hogar y nota que sobre la mesa se encuentra
la novela del Legendario Sannin, de la que también se percatan sus amigos. Inmediatamente,
escucha una voz que pregunta—al parecer a un oponente—el porqué no claudica y lo siguiente
que se ve es al dueño de dicha voz: un ninja parado en la parte alta de un árbol con un arma en
la mano. El shinobi, quien agrega que el juego es aburrido, lleva una vestimenta muy similar a
Acto seguido, es posible ver a un Nagato mucho mayor que el que lee el libro (semejante en
edad al joven de la anterior secuencia analizada), el cual lleva puesto el traje de Akatsuki y está
escondido tras un árbol. El muchacho parece cansado y acorralado, pero al mirar sus manos
tiene lo que parecen ser dos bombas pequeñas, las cuales lanza contra el otro ninja. Este se
130
(Hikokubo et al., 2010c) Frase del Nagato niño en el episodio 174 de Naruto Shippūden, «La historia de Naruto
Uzumaki».
221
cubre y se revela que se tratan de granadas de humo que parecen confundir su visión, así como
ocurre con la audiencia, quien sólo aprecia la niebla y unas chispas al mismo tiempo que se
escucha el choque de armas ninja seguido por un quejido. Cuando la humareda se disipa, se
aprecia que Nagato está de rodillas apoyándose en el suelo aparentemente desarmado, mientras
que el otro shinobi aún tiene su cuchilla en la mano, con la cual le apunta al joven líder de
Como respuesta, el muchacho le pregunta a su rival si puede decir algo, mas este le grita que
no le interesa y lo empuja con su cuerpo contra un árbol. Justo cuando está a punto de matarlo,
esta vez, Nagato es quien le ordena a su rival que se rinda tras lo cual se revela que era un clon
de sombras131 y que el verdadero Nagato está detrás del ninja enemigo. El joven Pain termina
En seguida, el joven Nagato le da un golpe en la nuca a su contendor, quien cae al suelo, pero
todavía tiene fuerzas para decirle que aun si lo mata, otro asesino vendrá después de él a destruir
su aldea, porque mientras vivan en ese mundo maldito de los shinobi, no habrá paz jamás. Sin
embargo, Nagato le responde usando las mismas palabras que citó Naruto y que el primero dijo
cuando era niño durante su conversación con Jiraiya: «Entonces, yo romperé esa maldición. Si
hay tal cosa como la paz, la encontraré. No me rendiré» (Hikokubo et al., 2010c). Justo cuando
131
Un clon de sombras es una técnica de los ninjas en la que crean un doble de sí mismos, pero que desaparece
tras un tiempo determinado o cuando recibe un golpe muy fuerte.
222
En la parte anterior de esta secuencia, el gran imaginador decidió emplear la elipsis con el fin
de conectar dos momentos que a pesar de la distancia temporal que los separa se refieren entre
sí y algo similar ocurre en este momento de la unidad de análisis. Mientras los niños se
lamentan por la ausencia de Jiraiya, el encodificador usa este salto en el tiempo para enseñar
la novela del Legendario Sannin y así demostrar que aun cuando él no esté presente, su maestro
les dejó mucho a sus tres pupilos y no solamente el libro, sino lo que él contiene.
Es claro que el enunciador intenta darle énfasis a la frase de Leyenda de un ninja valiente, la
cual fue citada por Naruto e ideada por Nagato y que ya se mencionó que es el resultado de la
plantearla directamente a través de alguna voz over o por medio de un encuadre que la muestre
escrita en una de las hojas de la novela, el emisor opta por transportar a la audiencia a la
imaginación del actual villano en su infancia mediante la focalización interna. La razón de ello
parece vincularse con aquello que revela la audiovisualización del pasaje que lee el infante y
personaje, constituye un relato repetitivo, así que en teoría no mostraría nada nuevo, pero se
han identificado cambios cada vez que varía la identidad del lector de la novela, por ejemplo,
el héroe adquiría la apariencia de cada lector. Por lo tanto, en este caso, se evidencia el interés
223
del emisor por mostrar las acciones que transcurren en este momento de la historia desde la
Si se observa el retrato que se hace del ahora antagonista cuando encarna al héroe de la ficción
de Jiraiya, es claro que en cuanto a su actitud se reconoce una imagen ensalzada de Nagato que
concuerda en muchos aspectos con el arquetipo del héroe shōnen con el que, en principio, se
límites» que Laura Montero (citado en Felipe 2010) destaca que son rasgos que emparentan a
este sujeto ficcional con los guerreros samurái (p. 302) así como el sentido de superación
Son estas cualidades en su carácter las que le permiten seguir luchando contra el ninja a pesar
de que parezca que estuviera acorralado como demuestra el ángulo picado. Asimismo, estas le
dan la fuerza para declarar con firmeza que acabará con esa maldición que pesa sobre el mundo
shinobi y que se expresa en las guerras, cadenas de odio y ciclos de violencia que promueven
la aparición de nuevos villanos/victimarios como al que se enfrenta, los cuales impiden que su
sociedad viva en paz. De la misma manera, cabe destacar la conducta que exhibe este personaje
El paladín del libro del fallecido maestro ninja sufre dos veces la violencia de su rival (y quizás
guiándose por efectos invisibles producto de esos actos violentos. Incluso, pareciese que estos
últimos no fueran importantes ya que el gran imaginador los representa con una gradación
baja, en un plano general (lejanos a la audiencia) u oculto por el humo así como con mínimas
224
consecuencias físicas en la persona que los padece. De este modo, cuando el héroe de la novela
tiene oportunidad de matar al otro ninja, solo le da un golpe en el cuello con su mano, ni siquiera
con la kunai que posee, la cual le podría haber causado más daño considerando que ese hombre
quiso asesinarlo. Así, el comportamiento de este personaje ilustra más la calma que el tumulto,
los cuales, según Dani Cavallaro (2010), son elementos coexistentes en el ethos del héroe
En suma, al no usar la violencia de forma gratuita, defender a otros (se menciona a una aldea
que parece querer proteger de futuros asesinos), no rendirse en alcanzar su ideal (asegurar la
paz) y no ser cruel con su enemigo evidencia que no sólo es una versión idealizada de Pain,
sino también del arquetipo del héroe shōnen. Eso explicaría el hecho de que el gran imaginador
decida obviar un mayor detalle en el daño que el acto violento de este personaje provocó en un
plano americano al otro ninja, quien a pesar de todo nunca sangra y no se le aprecia mayor
violencia o el daño que esta provoque ya sea para defenderse o alcanzar la victoria, sino es
exponer el triunfo de un ideal, lo cual es destacado por el enunciador a través del ángulo
Entonces, si se vuelve a plantear la pregunta de por qué el emisor tenía interés en volver a
mostrar esta secuencia, pero imaginada desde el punto de vista del actual victimario es porque
deseaba exponer este ideal, pero encarnado por Nagato. Es decir, quería representar ese futuro
salvador del mundo que Jiraiya reconoció en la conversación que tuvieron cuando el
antagonista era niño y que hubiera podido llegar a su máximo esplendor si sus ideas,
pensamientos, sentimientos, principios e ideales no hubiesen cambiado, pero ahora esta utopía
225
sólo vive en la diégesis de la novela. Tal vez hubiera podido llevar al mundo real, con las
contingencias que ello implica y que lo harían más real y concreto, la paz cultural con la que
Como se estableció al inicio, quizás sin saberlo, el fallecido ninja no sólo les había dejado a
sus alumnos un libro, sino una aspiración a seguir esa premisa que ya había planteado el actual
villano y que ahora desdeña, pero que es la piedra angular de la respuesta de su presente rival,
Naruto, quien al ser también discípulo del mismo Jiraiya comparte la misma aspiración. Nagato
pasó por un proceso de ideologización al que ya se hizo referencia y que convirtió al niño
asustadizo e inseguro que solía ser en un chico capaz de señalar lo mismo que el héroe fuerte
y ejemplar que ha sido retratado en la obra del Legendario Sannin y que declaró que buscaría
la paz hasta el final. El gran imaginador apunta en esa dirección en la siguiente parte de esta
secuencia.
Descripción de la secuencia
Luego de que el diálogo del héroe de la novela es interrumpido y la acción regresa a la cueva,
es posible volver a escuchar las palabras del personaje, que son nuevamente cortadas antes de
se aprecia a Jiraiya y a Nagato, durante el tiempo en que el primero entrenaba al segundo, así
como a Konan y a Yahiko. El Legendario Sannin le dice a su discípulo que quizás este último
132
(Hikokubo et al., 2010c) Frase de Jiraiya en el episodio 174 de Naruto Shippūden, «La historia de Naruto
Uzumaki».
226
sea la reencarnación del Rikudō Sennin y que tiene una corazonada de que sus ojos, que poseen
el poder del Rinnegan, llevan consigo las esperanzas de ese personaje mítico.
El fallecido ninja le cuenta que un erudito le profetizó que uno de sus estudiantes generaría una
transformación en el mundo shinobi y que era su labor guiarlo (esto último lo dice acercándose
a Nagato quien lo mira asombrado). Una vez frente al niño, Jiraiya le dice que cree que la
profecía se refiere a él, en quien tiene confianza y tras ponerle la mano en la cabeza sonríe de
A continuación, se vuelve a ver la cueva en la que Pain se nota triste, al igual que Konan, mas
Naruto mira a su rival firmemente esperando su reacción a lo que le dijo sobre que era la
ese momento, se escucha la voz de Yahiko declarando que su mejor amigo es el salvador del
En la parte anteriormente analizada de esta secuencia, el gran imaginador presentó el ideal que
Jiraiya se imaginaba cuando pensaba en Nagato convirtiéndose en el salvador del mundo, pero
a pesar de que el héroe de su novela se veía como su discípulo, el encodificador había decidido
mantener el suspenso en cuanto al nombre de dicho héroe. Esta estrategia se mantiene a través
de un relato repetitivo, que reproduce el parlamento de este último cuando está a punto de
revelarlo, pero esta vez al mismo tiempo se ve al villano, específicamente su ojo, lo que indica
227
que el enunciador no sólo está planteando la importancia de esta información para el relato,
Por esa razón, el emisor propone que la analepsis externa sólo regrese al presente a nivel visual
mientras la focalización interna con paralepsis facilita ver la turbación que se apodera del
personaje mientras recuerda el diálogo del paladín ficticio creado por el Legendario Sannin.
Incluso, pareciese que el antagonista ya sabe el nombre del héroe del libro, pero no es eso lo
que le impacta, sino lo que puede recordar a partir de ello y que el gran imaginador también
Precisamente, el encodificador destaca este impacto a través del carácter singulativo del
recuerdo de la conversación entre el Nagato niño y Jiraiya, lo que confirma que se trata de una
suerte de revelación para el personaje en relación con este diálogo, al cual los espectadores
paralepsis son clave para finalmente exponer una de las bases de la ideologización de Pain
cuando entrenaba con Jiraiya, la cual alimentó su deseo de cumplir la meta de cambiar el mundo
y que lo fortaleció para sobrellevar sus traumas pasados con el propósito de seguir creyendo en
un futuro mejor.
En su niñez, el actual villano vivía en medio del temor, inseguridad y la desesperanza, producto
tenido que vivir en tanto testigo/deudo del asesinato de sus padres y de las terribles
consecuencias que había provocado liberar impulsivamente su increíble poder. Sin embargo,
manera muy entusiasta que tiene confianza en él y que podrá convertirse en el salvador del
mundo que cambiará la terrible realidad en la que viven, lo que le adjudica un papel muy
De acuerdo con Manuel Hernández-Pérez (2017), el arquetipo del antagonista suele poseer un
talento natural sobresaliente que lo lleva a adoptar una actitud vanidosa, egoísta e incorrecta
(p. 190) y es cierto que parte del diálogo de Jiraiya incluye infundirle confianza al niño
mencionándole su poder, su conexión con una leyenda antigua y con una profecía que
vislumbra un futuro prometedor, mas el enunciador no apunta hacia eso con la escena.
Como sugiere la mano que el fallecido ninja pone sobre la cabeza de su pupilo al igual que las
sonrisas que comparten ambos, el encodificador acentúa la fe que el primero siente hacia el
segundo en tanto persona y ser humano. Para el mentor, ese niño es capaz de cumplir la misión
a la cual está destinado, es decir, en su calidad de potencial héroe shōnen, según lo descrito por
Laura Montero (citado en Felipe 2010), tiene, como lo demostró cuando dijo que lo importante
alumno en cuanto a las dificultades que tendrá que afrontar y que incluyen a la violencia, la
guerra, la violencia cultural, así como la violencia estructural, los cuales son problemas del
mundo ninja que constituyen obstáculos en su camino hacia la paz. Por esa razón, resalta que,
para lograr cambiar esta situación, Nagato tendrá que mantener la fe en su ideología en favor
sonora y la paralepsis, que rescatan las palabras de Yahiko, las cuales antes había pronunciado
con la voz entrecortada cuando agonizada (en el capítulo 173), pero esta vez, como evidencia
villano con varias capas en cuanto a las experiencias que ha vivido como son la de victimario,
genocida, niño, hijo, deudo, testigo de la violencia, victimario accidental, amigo, aprendiz,
dirigente pacífico, vengador y genocida. Todas estos roles y el viaje a través de ellos lo han
formado como persona y le han dado su forma final a esa ideologización que lo alejó de este
camino soñado para él por su maestro y su mejor amigo. Sin embargo, existe una capa más que
Descripción de la secuencia
en la que el primero le dice que lo trascendental es el poder de creer, tras lo cual se emplea otra
conmovido.
133
(Hikokubo et al., 2010c) Frase de Naruto en el episodio 174 de Naruto Shippūden, «La historia de Naruto
Uzumaki».
230
A continuación, se escucha la voz del Legendario Sannin alabando a Yahiko por un pescado
que consiguió cazar y después de una disolvencia, es posible ver al fallecido maestro con sus
tres alumnos cuando eran niños mientras todos compartían una cena en la casa donde vivían.
El que también fue maestro de Naruto agrega que está sorprendido por el tamaño del animal
frente a lo que Yahiko le da la razón con orgullo, acto seguido, Konan le pregunta a Nagato si
concuerda con el buen sabor de la comida y este último coincide. Luego de esta imagen y otra
disolvencia, se aprecia a Pain en su infancia durante una cena con sus padres, en la que su
progenitor elogia la apariencia de la comida y su madre le dice al infante que coma, a lo que él
accede.
Esta vez aparece un fundido a blanco seguido por el rostro de Nagato en el presente, quien
pareciese que se hubiera percatado de algo, entonces, se presenta otra disolvencia. Acto
lugar de regir el mundo por medio del dolor, le hubiese gustado que viera más allá de ello y
Casi al final de su última frase, una disolvencia es la antesala de una imagen ya vista en la que
el Legendario Sannin posa su mano sobre la cabeza del Nagato niño. Sucesivamente, se
presenta a Naruto diciendo de nuevo que decide creer en lo que su mentor creía y cuando
termina su frase otra vez aparece Pain en la cueva, pero esta vez sorprendido. El protagonista,
que se encuentra frente a él, está a punto de revelar el nombre del paladín de la historia de
Jiraiya, mientras el líder de Akatsuki espera expectante, pero nuevamente aparece el héroe de
la novela personificado como Nagato y repite sus famosas líneas sobre nunca rendirse.
231
Cuando el enemigo de ese personaje le pregunta su nombre y este está en medio de su respuesta,
disolviendo), es decir una imagen que se sobrepone a la otra, con la imagen de Naruto, quien
revela que el nombre del personaje principal de la obra es Naruto, su propio nombre.
Como ya se ha mencionado anteriormente, los personajes del manga (y también del anime) se
ese rasgo cuando señala que estos sujetos ficcionales no son conscientes de todos los aspectos
de su interior, lo que él llama cualidad multicapa interna (p. 86). En esta parte de la secuencia,
el gran imaginador dirige a la audiencia a uno de los rincones más profundos del villano para
mostrar una serie de memorias que parecían haberse extraviado a tal punto que él no las
manifiesta a Jiraiya que lo importante para alcanzar la paz es creer que es posible conseguirla
y es cierto que dicho relato repetitivo sirve para sugerir de nuevo el tema de la fe del maestro
ninja y de Yahiko en el antagonista, la cual ya había sido manifestada al final del anterior
fragmento de la unidad de análisis. No obstante, al mismo tiempo, sirve como punto de partida
para entender mejor el porqué el niño dijo esas palabras en ese momento.
232
Gracias a otras dos analepsis externas, el emisor transporta a los espectadores a dos episodios
de la vida de Nagato que poseen varias similitudes entre sí. En primer lugar, ambos remiten a
dos reuniones felices con las que fueron sus dos familias (sus mejores amigos y su maestro, así
como sus padres), en segundo lugar, ninguno de los dos formó parte del subrelato del líder de
Es correcto decir que la cena entre el actual genocida, Jiraiya, Konan y Yahiko es un relato
repetitivo, pero su primera aparición fue presentada desde el punto de vista del Legendario
Sannin y como parte de su pasado, así que es su primera aparición desde la focalización interna
con paralepsis en la que Pain es el personaje focalizante. Por ello, de cierta forma, es un caso
parecido al del relato singulativo que constituye el recuerdo de la cena del presente victimario
con sus padres, pues, como se corrobora por la expresión de sorpresa de Nagato, es como si
ambas memorias recién se le revelasen debido a que parece haberlas olvidado. Este aspecto es
recalcado desde el tratamiento audiovisual que convierte a esas dos imágenes en gastadas y
descuidadas.
Se podría postular que un problema de memoria es la razón por la que ninguno de estos
recuerdos fue incluido en la narración de Nagato, pero el encodificador plantea otras razones
que adquieren sentido si se recuerda que el villano señaló que su historia era una de dolor. Para
el líder de Akatsuki, después de los terribles traumas y culpas que ha padecido a causa de la
violencia y sus efectos en el marco de los ciclos bélicos de violencia que aquejan a su sociedad,
su vida estaba principalmente marcada por el sufrimiento que había minimizado y erradicado
todo lo demás. En este caso, concretamente todos esos instantes felices que pasó con sus seres
habían perdido en medio de las múltiples capas que constituyen su interior y son a las que se
refiere Miyamoto. En cambio, el niño que le dijo al Legendario Sannin que lo trascendental
para alcanzar la paz era consciente de lo bueno y feliz de su vida, que quería defender, junto a
la posibilidad de paz y eso era lo que le daba la fuerza para seguir teniendo fe en un cambio,
pero después ocurrió la muerte de Yahiko y el trauma regresó con la desesperanza y la ausencia
haber obviado estas memorias cuando por medio de una analepsis interna redunda en la
declaración de Jiraiya que justamente incluye la importancia de que Pain hubiese actuado más
allá del dolor que podría haber sentido para usar sus poderes de una forma más favorable a la
paz. De acuerdo con el emisor, el villano parece comprender que quizás si hubiese recordado
lo positivo de su vida, habría podido mantener en mente aquello por lo que debía luchar, por lo
El gran imaginador destaca este punto cuando a través de otra analepsis interna reitera las
palabras de Naruto en las que, a diferencia del genocida, el protagonista señala que ha decidido
creer en lo que creía su maestro, es decir, mirar más allá del dolor y mantener esa esperanza
que le legó su querido mentor y que el mismo victimario cuando era niño destacó como clave
El emisor sentencia esta idea con la imagen de Jiraiya cuando posa su mano sobre la cabeza de
Nagato niño (a la que viaja por la analepsis externa) y ese es el momento en que le dice que
tiene confianza en él, en que podrá salvar el mundo. En ese sentido, el gran imaginador se vale
de los tres relatos repetitivos para revelar cómo estos tres momentos adquieren un nuevo
234
significado para el villano después de haber recuperado sus recuerdos felices, ya que, de alguna
manera, parece darse cuenta de que lo manifestado tanto por Naruto como por Jiraiya es lo
mismo que en ese momento está pasando por su mente: la importancia de la confianza en que
Previamente, en el relato, el líder de Akatsuki había manifestado que las ideas del Legendario
Sannin, las cuales ha decidido compartir el protagonista, son puras ilusiones y no tienen
mundo ninja, pero, en la ficción del fallecido maestro ninja, él ideó un personaje que encarnaba
El encodificador se vale de otra analepsis interna para plantear un nuevo relato repetitivo que
recupera a ese sujeto ficcional del Legendario Sannin a través de la reiteración del parlamento
de Naruto cuando está a punto de descubrir su nombre. Del mismo modo, decide plantear una
conexión entre dicha revelación y las famosas líneas del héroe de la novela de Jiraiya por medio
de otra analepsis externa que las recupera en ese momento, pero esta vez el relato repetitivo
paralepsis para que la diégesis creada a partir de la imaginación de Pain al leer el libro, así
como la propia del relato Naruto Shippūden se combinen con la sobreimpresión y así se
demuestre que esas ideas retrógradas e irreales se han encarnado en alguien «real» que no sólo
comparte el mismo nombre que el personaje del libro, sino que también tiene su misma
Esto se conecta con la cualidad multicapa interna, pues ese mismo personaje llamado Naruto
en la novela, el que imaginó su maestro, el que tenía fe, el que recordaba que existe algo más
235
que sólo dolor en el mundo, y que es eso por lo que vale la pena seguir creyendo, también yacía
dentro de Nagato tanto en su memoria como en sus sentimientos. De este modo, queda
demostrado el clímax emocional del retorno al que hacía referencia Robin Brenner (2007, p.
62) y que parece haber sido lo central para el emisor en este momento del estadio del ciclo del
reflexión en torno a un plan de solución a los ciclos bélicos de violencia destacando lo difícil
que resulta concretarlo. La razón que desarrolló fue el hecho de que los sectores de mayor
(violencia estructural horizontal) o, incluso, desean que falle pues podrían significar un revés
ya no aborda una propuesta de transformación social per se para enfrentar esta problemática,
sino que retrocede un paso más y plantea un punto interesante, así como conflictivo. A través
del manejo de la variable de tiempo (relato repetitivo) y focalización (interna con paralepsis),
medidas determinadas para enfrentar esta problemática social, lo esencial es la fe en que algún
Se podría afirmar que esta postura es totalmente idealista y hasta divergente con lo que ha
junto a la violencia cultural y la guerra) a los que se tiene que enfrentar cualquier iniciativa de
solución, las cuales escapan al control de los individuos más bienintencionados. De este modo,
Guerra Mundial en su juventud, los cuales, según Bouissou (2010), veían el futuro con
optimismo por las nuevas generaciones que, a diferencia de sus ancestros, desterrarían a los
No obstante, si bien recalca este punto a través de la variable de tiempo (analepsis externa) con
la que plantea que dicha fe es la justificación para que un chico de esa nueva generación elija
evitar la violencia y decida creer en una alternativa, al mismo tiempo aclara que ese mismo
joven cree que el ideal es imposible. Entonces, ¿qué es lo que busca establecer el enunciador?
La respuesta parece hallarse en las mismas palabras de ese chico: decisión. El emisor conecta
que el mentor de este chico destaca que el mundo en el que se vive efectivamente tiene los
los que el odio, el dolor y la venganza tienen un importante papel. Al mismo tiempo, rescata
otra escena pasada (gracias a una analepsis externa y a la variable de focalización) en la que
ese mismo maestro infunde confianza en su alumno cuando se refiere a un posible proyecto de
salvación del mundo, es decir, de consecución de la paz y de la superación de los ciclos bélicos
de violencia.
Como se deduce de estos dos momentos, el emisor nunca niega la realidad del mundo, sino que
señala que la base para cualquier plan de solución a los ciclos bélicos de violencia yace en la
237
decisión de mantener la fe en uno mismo (en lo que puede hacer y en lo que cree) y en el plan
de acción a pesar de las circunstancias, las mismas que continuarán arremetiendo hasta que la
iniciativa alcance una escala y fuerza lo suficientemente grande para hacerles frente. Cabría
preguntarse si ese proyecto incluirá a la violencia como método en alguna medida y qué
que ha planteado es inevitable recurrir a los actos violentos, aunque sólo sea para defenderse y
a pesar de que el diálogo ha demostrado en todas las unidades de análisis un importante poder
que el gran imaginador es consciente de lo colosal de esta misión en favor de la paz y quizás
en este punto sí coincide con los antiguos mangakas, ya que a través del uso de anacronías
así como mantener viva la fe en ellas. El encodificador no plantea estas salidas con el propósito
de que los jóvenes solucionen los problemas que sus antepasados no pudieron, sino que se
en relación con su maestro. El enunciador destaca este aspecto a través del carácter externo de
con el héroe de la novela de su maestro), ya que estas sugieren que, si esta premisa sobre la
El protagonista de la historia del emisor decide continuar con la misión de su mentor, pues esta
fue inculcada a través del proceso de ideologización que fue parte de su entrenamiento, el cual
lo llevó a adoptar esa postura. Como también ha sido destacado por el enunciador por medio
238
de la focalización interna, de los dos discípulos de dicho mentor, para este punto dicha
formación es clave, pues hará posible que la paz se sostenga a pesar de la reaparición o
persistencia de las circunstancias sociales. En ningún momento se señala que hay garantías de
éxito así que se pliega más a la incertidumbre que es la postura de los mangakas de los años 70
según Bouissou (2010, p. 29). Si bien tiene sentido en teoría mantener la fe y las barreras
sociales serán un potencial peligro siempre, hay ciertas condiciones que pueden probar que no
existe nada seguro y el emisor lo prueba a través de un caso específico sobre el que se plantea
un cuestionamiento válido: ¿cómo puede una víctima mantener la decisión de seguir creyendo?
los suyos, la cual terminó convirtiéndose en una venganza. El encodificador muestra que su
vida no estaba solamente marcada por su trágica ideologización en la violencia, sino que
existieron otras vivencias que en cambio le produjeron alegrías, las cuales se presentan dentro
de la sucesión de analepsis como aquello que olvidó y quizá aquello a lo que debió aferrarse
en tanto esperanza de futuro para no convertirse en victimario. ¿Esto quiere decir que el
Dicha crítica es poco congruente con la detallada exposición que hasta el momento ha
planteado el emisor sobre todo lo que padeció dicha víctima de la violencia, pero antes de emitir
un juicio se deben recordar algunos otros puntos importantes en esta secuencia. Cuando se
239
vez que destierra la posibilidad de una fe ilusa en favor de una decisión consciente de creer, y
se le compara con el héroe de la novela de su maestro, el emisor declara que no existen personas
como el paladín de la segunda diégesis que propuso. Ni siquiera en el mundo ficcional creado
por el gran imaginador, la primera diégesis, los sujetos poseen una fe que nunca trastabilla a
pesar de lo dura que es la lucha, su violencia no es heroica, pues causa daño y no siempre nace
del deseo del bien común, pues pueden poseer sentimientos como el dolor, odio o deseo de
venganza.
De esta manera, a pesar de que el deudo decide creer y eso implica una similitud con lo esencial
de la figura ideal (héroe de la novela de Jiraiya), la dificultad que le plantea elegir ese camino
por los efectos invisibles de la violencia que lleva consigo marca un cariz importante. Si se
tiene en cuenta que para Naruto resulta complicado el camino del dolor por el que ha pasado
el personaje en quien se centra esta tesis, Nagato/Pain, y que ha sido central para el
encodificador, es claro que este plantea que es complejo juzgar a alguien por olvidar sus
motivaciones para creer en la paz sin detenerse a pensar que nunca la ha podido experimentar
realmente. Por medio de la serie de analepsis tanto externas como internas, el enigma narrativo
y la focalización interna, el gran imaginador propone que el actual genocida tal vez pudo tener
una vida distinta y ser ese otro joven al que tanto se parecía y que ahora está frente a él.
Precisamente, esa alternativa no social, sino personal es el tema de otra importante reflexión
del encodificador.
Aunque suene inmerecido después de lo que muchas personas han sufrido, el enunciador ha
demostrado que hasta que no se produzca un cambio, la cultura y la estructura están en contra
de los individuos en sociedades dominadas por ciclos bélicos de violencia, así que
240
probablemente el sistema social les seguirá fallando. En consecuencia, así como depende de
cada uno mantener la fe en un futuro alternativo y trabajar en favor de ello, del mismo modo,
las víctimas deben decidir si continúan alimentando dichos ciclos, lo que los llevará a vivir en
medio del odio y la desesperanza, o eligen un camino diferente. Nagato/Pain eligió el camino
del dolor, a través del cual decidió disfrazar de justicia a su venganza y odio, así como pretender
Es cierto que es incorrecto plantear que el emisor critica al personaje, pero apunta que, aunque
comprensiblemente él no podía verla, también tenía una opción diferente. Incluso, toma de
nuevo una postura más humana en lugar de maniquea, ya que decide que el mismo
deudo/genocida sea quien se percate por sí mismo de lo que hizo (la focalización interna es
central para ello) y lo que decidió para llegar a la posición en la que se encuentra actualmente.
Así como no hay garantías en cuanto a la reforma social, el gran imaginador señala que
tampoco las hay en cuanto a si al final todo hubiera resultado bien para el personaje, mas como
él mismo también plantea, si no se puede creer en una alternativa, mucho menos se podrá
de la serie que le da importancia a una solución a los ciclos bélicos de violencia que se concibe
En los dos siguientes cuadros, se condensan aspectos representativos del análisis que se
discursos hallados en relación con el ciclo bélico de violencia. En ese sentido, se pueden
241
reconocer las relaciones entre las descripciones de las variables correspondientes a cada nivel
(listadas por guiones -), los significados clave que se pueden reconocer en el contenido de la
historia que se han dividido en figuras y roles (presentados entre comillas “”) y sus respectivos
temas vinculados a la teoría del ciclo bélico de violencia (flanqueados por barras //). El último
cuadro esquematiza el discurso de la secuencia que conecta los temas y algunas figuras o roles
(el signo = se refiere a una relación de equivalencia entre los elementos; todas las flechas, a
Cuadro 1 Secuencia 4
de la paz” la paz/
Cuadro 2 Secuencia 4
Descripción:
de la paz”
/Violencia directa
-Resistencia “Bruces”
“Héroe idealizado” física/
corporal “Violencia
“Enemigo /Violencia cultural/
-Daño corporal heroica”
violento” /Efectos visibles de
mínimo
la violencia/
243
Cuadro 3 Secuencia 4
Discurso de la secuencia 4
CONCLUSIONES
4.1. El discurso de Naruto Shippūden sobre los ciclos bélicos de violencia señala que en lugar
ideologización por la que este pasó para convertirse en autor de actos violentos, es decir,
conocer las experiencias de vida que marcaron su formación personal. De este modo, se pueden
determinar factores individuales y sociales que, posteriormente, pueden servir para enfrentar
4.2. En Naruto Shippūden, también se reconoce que no sólo una víctima se puede volver un
cometida contra sus seres queridos también puede hacerlo como es el caso de Nagato/Pain.
Según el discurso de este anime shōnen, los actos violentos y sus efectos visibles tienen un
fuerte significado emocional cuando son sufridos por personas con las que se comparte un
vínculo afectivo, por ello, en familiares y amigos de la víctima, se producen efectos invisibles
como el odio, que son la verdadera base de los ciclos bélicos de violencia.
4.3. Si bien los efectos invisibles de la violencia pueden provocar ciclos bélicos de violencia,
Naruto Shippūden establece a nivel discursivo que ello no es inevitable, ya que un deudo como
Naruto o un testigo de actos violentos puede elegir no vengarse y así no atarse a una vida
sostiene que las personas pueden poseer una cultura que promueva la paz (paz cultural)
245
deslegitimación de la violencia por venganza y, por lo tanto, los inhiba de dicha conducta.
4.4. Las guerras, de acuerdo con el discurso de Naruto Shippūden, tienen un papel clave para
los ciclos de violencia, porque son contextos de tensión y peligro en el que tanto civiles como
soldados sin ser personas violentas pueden matar a otros impulsivamente para defenderse. Este
anime propone que los traumas profundos resultantes de esas experiencias producen certezas
en victimarios, víctimas y testigos que pueden fomentar ideologías o violencia cultural que
avalan la comisión de más actos violentos y que pueden derivar en ciclos o hasta avalar otros
conflictos armados.
4.5. La violencia estructural horizontal y vertical son identificadas por Naruto Shippūden como
Amegakure donde se libran las guerras de naciones potencia como el País del Fuego (Konoha).
El discurso de esta serie de animación japonesa señala que, en medio de la indiferencia de los
privilegiados que priorizan sus intereses, los habitantes de países pobres como Nagato se ven
presionados a sobrevivir con base en la violencia cultural que les impone el conflicto armado.
4.6. A causa de las raíces sociales de los ciclos bélicos de violencia, a nivel discursivo, Naruto
Shippūden sugiere que una iniciativa para enfrentarlos debe prevalecer a la violencia
estructural, la guerra, la violencia cultural que admite actos violentos motivados por efectos
invisibles (como el odio) y el desafío de crear una alternativa a dicha violencia cultural. Por
analepsis mixtas configuran un relato de guerra singulativo que lo descubre como un deudo y
testigo de la violencia de una guerra pasada, es decir, revelan que sus actos violentos y sus
4.8. A pesar de que el relato de guerra delinea las bases del ciclo de violencia, por medio de
analepsis externas y relatos singulativos el objeto de estudio muestra que una víctima
emociones la violencia que padeció así como sus efectos, que guían su ideología así como sus
propios actos violentos. Las mencionadas herramientas narratológicas exponen que el sujeto
tuvo ideas y vivencias positivas que fueron olvidadas y de haber prevalecido en él podrían
4.9. El retrato del contexto bélico como factor condicionante de los ciclos bélicos de violencia
los soldados como de los civiles al silenciar la voz over de Nagato/Pain que es subnarrador y
247
víctima en el subrelato que narra. De esta forma, los espectadores pasan de narratarios a testigos
directos de los hechos sin la influencia directa del subnarrador y dicho punto se potencia por
audiencia en el lugar de unos y otros. No obstante, también hay momentos en que se ahonda
en la focalización del villano creando capas que evidencian cómo los efectos invisibles de la
violencia bélica son otros condicionantes para que un hombre no violento se convierta en un
4.10. La relevancia dada a los efectos invisibles de la violencia bélica en Naruto Shippūden
también es audiovisual, pues estos son destacados en planos cerrados en donde el rostro del
Nagato infante, deudo/testigo, evidencia el odio, dolor o deseo de venganza hasta que alcanzan
un punto álgido y acompañan su violencia como victimario como ocurre después de la muerte
de sus padres. Este mismo tamaño de plano es utilizado para destacar los rostros agonizantes o
fallecidos de las víctimas como Yahiko cuando se desea acentuar lo lamentable de este efecto
visible de la violencia, así como los resultantes efectos invisibles y ciclo de violencia.
el nivel más alto en cuanto a la gradación de los actos violentos y la exposición del daño físico
se registra cuando las víctimas demuestran resistencia corporal tratando de proteger a los suyos
(como es el caso del padre de Nagato y del mismo antagonista) o tratando de conseguir su
venganza (como son los casos de Naruto y Nagato). En cuanto al resto de casos, la gradación
se mantiene baja y el daño corporal es sugerido a partir de un poco de sangre, bruces, gritos o
quejidos, mientras que la muerte se representa sobre todo por la inmovilidad de los cuerpos y
Shippūden se usa una iluminación inquietante de alta intensidad con calidad dura y dirección
lateral o contraluz para iluminar a los victimarios. El alto contraste resultante de esta
combinación plantea el dominio de los tonos negros y grises que representan la violencia y la
muerte, mientras el rojo delata el odio y el peligro en relación con la violencia. La iluminación
solamente cambia en el acto violento que constituye el punto de quiebre de Nagato como
victimario, pues se vuelve suave y enfáticamente blanca, ya que apunta a sugerir el significado
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