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Hong Kong Noir

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ALLZINE
CINE ASIÁTICO
Danny Lee Sau-yin
Atravesar los tiempos de la Shaw Brothers, ser Bruce Lee, atrave-
sar la convulsa primera mitad de los ochenta, reinvenciones del
cine de acción, atravesar junto a los grandes la edad del oro de
ese cine, estar junto a Ringo Lam o John Woo, atravesar la cate-
goría III, estar con los clásicos, sobrevivir a esos noventa finales,
de cambio de nación y ánimos, atravesar el nuevo siglo como
un fantasma… Todo eso sólo estaba reservado a una persona:
Danny Lee.

Desde sus comienzos en la Shaw Brothers de la mano de Chang


Cheh (en la que entró con 17 años en sus cursos de interpre-
tación) hasta esa figura de padre arruinado y cansado que se
promete volver a empezar de Playboy cops (quizás metáfora de
él mismo), la carrera de Danny Lee es la de un cine, el de acción,
que habitó como realmente pocos, estando siempre ahí, de las
maneras más diversas.

Dirigido por los grandes de la productora de los hermanos Shaw,


Danny Lee se dejó ver en los géneros más diversos, desde pape-
les mínimos hasta el protagonismo, en películas de Chang Cheh o
de Chor Yuen, además de clásicos diversos entre los que podemos
encontrar cosas como Inframan o The call-girls (dónde hacía,
premonitoriamente, de policía), o en películas que ya buscaban
un poco ese género (The teahouse, The big holdup, The infor-
mer), además de ser el elegido para interpretar al propio mito en
ese biopic estrambótico que era Bruce Lee and I. De aquellos úl-
timos años del estudio le debió quedar alguna que otra idea, que
seguramente iba desde el concepto del héroe (aunque los suyos
no son precisamente los héroes de Chang Cheh) hasta una idea
moral de la sociedad hongkonesa (presente en The teahouse o
Big brother Cheng), que luego aplicaría con rigor en sus propias
películas.

El caso es que cuando se quiso dar cuenta andaba con una ca-
rrera de docenas de producciones a su espalda y viendo su fil-
mografía, una cierta confusión mental, hasta que los primeros
ochenta le hacen encontrarse en los primeros clásicos del cine
de acción hongkonés, como Coolie killer, y el mismo vendría a
aportar al género alguna de sus bases con una película como
Law with two phases, que protagoniza, escribe y dirige bajo la
productora de Frankie Chan y Guy Lai (Always good films), al igual
que The law enforcer, dos películas que constituyen la base de
una manera de hacer las cosas. Danny Lee perfila el papel de
policía enfrentado no sólo a la delincuencia sino también a la
propia sociedad (Law with two phases) o a las leyes, que les
dejan maniatados y casi a las ruedas de los criminales (Cops in
the town). Un policía íntegro, humano, implacable (en su cons-
tancia), y una visión de la sociedad hongkonesa nada amable (el
policía de Law with two phases vive en casa de su madre, una
sola habitación (un loft que diriamos ahora… pero en pobre), en
un barrio desolado, durmiendo en el sillón,…), sin despreciar el
lado de la acción propiamente dicha, seca y contundente, en-
frentado a seres igualmente extremos (como ese extraordinario
Bad Brain interpretado por Shing Fui-On).

A estas películas, fundacionales, le seguirán otras en la misma lí-


nea, con mismos conflictos, y la creación de la Magnum Films, su
propia productora (con su nombre escrito a disparos), en la que
desarrollaría otras líneas, incluida la comedia (para la que siem-
pre tuvo un sentido un poco desmedido). Eran los tiempos del
policía como héroe. Pero se acercan los tiempos del anti-héroe…
Y es que llegaba el heroic bloodshed, tras A better tomorrow
(reinvención del género, es decir, lo que había más los héroes
de Chang Cheh, más un esteticismo apasionado por la violencia),
y en el Danny Lee también tendría que decir lo suyo, en pelícu-
las como Tragic hero (en la que aportaba su presencia), pero
sobre todo en City on fire (dónde se pasaba al “otro lado”) o
la cumbre del género, The killer, con ese policía perseguidor.
Ahora los héroes eran otros y él, sin cambiar de bando, se había
quedado como el menos simpático de la película… Pero puestos
a ser menos simpáticos, le quedaba la Categoría III, el reino de la
desmesura.

No es fácil estar (sin ser Anthony Wong) en películas como Dr.


Lamb (que él mismo dirigió, produjo e interpreto junto a Simon
Yam), Run and kill, Love to kill o The untold story (que también
produjo), en las que aportaba a su policía, en especial en esta úl-
tima con una composición en la que por una vez la policía nos
daba mucho más miedo que el psicópata, momento memorable
del cine cantonés… Fue este el género que marcó sus años no-
venta (aún con películas interesantes como Red shield, la segun-
da entrega de Tiger on the beat o Organized Triad and Crime
Bureau), y su caída en cierto modo marcó un desvanecimiento
de su presencia, que iba entre los últimos restos del naufragio de
ambos géneros, con películas a olvidar y alguna medio decente.

Habría que esperar el cambio de siglo para que nuestro hom-


bre volviera a dejarse ver, esta vez en homenajes más o menos
declarados, como en Heat team, Fatal move y Playboy cops,
que quizás nos recuerdan que este hombre, desde una posición
que puede confundirse con la de un secundario, protagonizó sin
duda el cine de acción hongkonés de los ochenta, conviertiéndo-
se en un extraño nexo de unión entre la vieja Shaw y los nuevas
productoras nerviosas y especialmente activas, que después de
todo constituyeron la fuerza y la desmesura de un género y una
cinematografía sin igual, creando obras imprevisibles e imper-
fectas, pero maravillosas desde el único lenguaje que emplea-
ban: la búsqueda de las emociones desde los extremos… (Silien)
The Imposter (1975)

Director: Pao Hsueh-li.


Reparto: David Chiang, Chen Kuan Tai, Danny Lee, Wong Chung,
Chan Ping.

Ken Tzen, el menor de los hermanos Tzen y encargado de la es-


colta de una gran suma de dinero, es acusado injustamente del
asesinato de una familia entera y del robo de los 30,000 dólares.
Su hermano, que presenció todo lo sucedido, comienza a buscar
al misterioso Ge Liang, el único hombre en el mundo capaz de
salvar a Ken Tzen y de encontrar al verdadero culpable.

La película no goza de una gran dosis de acción, ya que sólo hay


dos combates largos (muy largos) y el resto son destellos bre-
ves (muy breves). Sin embargo es de las más entretenidas que
he visto últimamente. No se desperdicia ninguna escena, todas
puestas al servicio de la trama y monopolizadas por los distintos
personajes en los que se transforma Ge Liang. Pese a que casi
todo es predecible, puede que en la parte final nos entre un atis-
bo de duda. (Fingolfin)

The Brothers (1979)

Director: Hua Shan.


Reparto: Lau Wing, Danny Lee, Chow Lai Guen, Ku Feng, Nam Hung,
Ricky Wong.

La película cuenta la historia de dos hermanos que crecieron con


su madre en la más extrema pobreza y en unas circunstancias
durísimas. Mientras que el hermano mayor consigue abrirse
paso en las calles gracias a su descaro y a su habilidad como
luchador, el hermano pequeño se retira a una academia militar
para convertirse en un honrado oficial. Ambos volverán a cruzar
sus caminos en condiciones muy diferentes y se enfrentarán a
un duro debate moral.

Es interesante porque en lugar de mostrarnos, como suele ser


habitual, el pasado de los personajes mediante flashbacks que
dan la sensación de incrustar las cosas e interrumpir el desa-
rrollo, el director nos deja los primeros quince minutos para
contemplar y conocer el trasfondo y la motivación de la historia,
para que desde ese momento en adelante podamos entender el
porqué de las decisiones que toman los dos protagonistas. Para
concluir el film tenemos los últimos diez minutos de venganza y
acción trepidante. (Fingolfin)
Law with two Phases (1984)

Director: Danny Lee.


Reparto: Danny Lee, Eddie Chan, Parkman Wong, Ngaai Dik, Patricia
Chong.

Law with two phases es seguramente la obra magna de Danny


Lee en todas sus facetas: como director, como guionista y, sobre
todo, como interprete (esta película le reportaría un Hong Kong
Film Award). En ella está contenida el núcleo de todo su pen-
samiento y hacer. Tenemos al policía integro y honrado y con
métodos expeditivos. Vive en casa de su madre, en un bloque
de pisos de esos interminables que pueblan nuestra geografía
hongkonesa, en una sola habitación que hace de todo, tanto que
él debe dormir en el sillón (pero ni tan siquiera se nos remarca
toda esa miseria… es así y ya). Un nuevo policía acaba de ser
trasladado al CID, al grupo de B (hasta su nombre es escueto). La
policía no está teniendo muy buena fama. Se les acusa de liarse
a golpes fácilmente, sino más, y uno ya no debe enfrentarse sólo
a los delincuentes, sino también a la propia sociedad que defien-
den. Entre todo, una historia de dos bandas rivales enfrentadas,
dos bandas igualmente de lo más miserable. Pero ya sabemos
que la miseria es especialmente peligrosa…

Lee, pues, pone sobre la mesa todas las cartas que más le gus-
tan. Un policía sin estudios en un ambiente miserable, con un
sentido de la ley personal, enfrentado a la incomprensión, pero
que sabemos que es justo, y que es ley y justicia no son lo mismo
para él, pero que sin embargo no es ningún liquidador, lo cual le
lleva a vivir con sus contradicciones. Un tono moral indiscutible
que no evita posicionarse, y una película que nos muestra un
Hong Kong nada simpático, de pandillas callejeras cuya única sa-
lida es intentar algo grande, de drogadictos, de violadores, en el
que la tragedia está a la vuelta de la esquina… (Silien)
Cop of the Town (1985)

Director: Wong Chun.


Reparto: Danny Lee, Wong Chun, Cher Yeung, Ricky Yi, Shing Fui-On,
Angela Mak.

A estas alturas de su carrera y tras Law with two phases (un año
antes), Danny Lee ya empezaba a tener claro lo que quería hacer
y frente a él se adivinaba un extenso futuro en películas policiales
en las que él, como no podría ser de otro modo, sería el policía.

Un policía que tiene claro que es la ley (él) y que se ve permanen-


temente enfrentado a gente que le hace la vida imposible por no
comprender algo tan básico como eso. En este caso, Romeo (ahí
es nada), el policía interpretado por él, ya reune buena parte de
esos principios (junto al gusto más que dudoso de Lee a la hora
de vestirse, aquí reflejado en una colección de chandals inolvida-
ble), se enfrenta a un fotógrafo de modas que se vuelve loco tras
dejarlo su novia, novia que va a caer en las manos de nuestro
Romeo, cómo no, un poco por interés. Los encuentros entre el
ex y nuestro hombre van en escalada, y la locura progresiva dará
lugar a un final intenso que nos dejará por el camino unas cuan-
tas escenas de acción (en especial las persecuciones automovi-
lísticas) combinadas con el humor más dudoso, y conformando
una obra irregular pero más que entretenida. (Silien)
Brotherhood (1986)

Director: Stephen Shin.


Reparto: Danny Lee, Alex Man, Lam Wai, Ku Feng, Fong Chow, Shing
Fui-On.

Un poco de acción hongkonesa a cargo de Danny Lee que por


una vez hace de… policía. Producción al más puro estilo de la
D&B (Sammo Hung, Dickson Pook y John Sham), nos encontra-
mos con los elementos prototípicos del cine con Lee: el policía de
calle, el CID de métodos contundentes, acosado por sus superio-
res y la ley que le impiden utilizar los métodos que él sabe más
efectivos, fruto de su dilatada experiencia, y que se resumen en
una buena paliza o algo más expeditivo, y que se contiene en
la frase que Alex Man le suelta a su superior y que podría ser el
lema de todo un cine: yo estoy en la calle, usted está en la ofici-
na, producto de todas las contradicciones del sistema. El caso, es
que su superior no parece muy convencido y la polícía se acaba
para él. Bajo sueldo, un padre enfermo, una familia que alimen-
tar, invitan a probar otras cosas… si no hubiera pedido un prés-
tamo a las triadas. La vida, en estas circunstancias, se complica
enormemente, y su amigo Danny Lee, que va camino de acabar
igual, intenta ayudarle hasta que… hasta que nos toca verla…

La película es una de las mejores seguramente de la carrera de


Lee, que merece un capítulo aparte en el cine de acción hon-
gkonés aunque sólo sea por haber hecho tantas veces el mismo
papel sin que nos resulte insoportable. De hecho, los Hong Kong
Film Awards debieron pensar lo mismo y lo nominaron al mejor
actor. Su papel aquí tiene una cierta dosis de dramatismo que le
favorece y las escenas de acción son pocas pero contundentes.
El producto final pues una de esas películas que nos hacen pasar
un buen rato, y como igual andamos escasos de buenos ratos, se
agradecen… (Silien)
No Compromise (1988)

Director: Billy Chan Wui-Ngai.


Reparto: Danny Lee, Carol Cheng, Lam Wai, Pauline Wong, Ken Lo
Wai-Kwong.

Danny Lee se había encontrado ya con Billy Chan (el director)


en Brotherhood, que interpretaba junto a Chow Yun-Fat (un
Brotherhood más) y con Tommy Sham el año anterior (es el
guionista de City on fire). Los tres juntos nos ofrecen una pelícu-
la que sin duda agradará especialmente a los que le gustó Blue
lightning (película posterior), guardando una cierta afinididad
de intereses… Un intento, quizás, de ofrecer una imagen más
elaborada de un policía y sus conflictos, sin olvidarse de la ac-
ción, aunque dejándola al mismo nivel que las derivas interiores
o personales, en este caso, la vida matrimonial. Lee interpreta a
un policía obsesionado con el trabajo, incapaz de desconectar
de él, por su culpa y también la de los demás. Su mujer, vive en
la preocupación de que lo maten cualquier día de estos y decide
separarse de él y llevarse al hijo de ella con ambos. Así, la pelícu-
la discurrirá entre dos polos: la banda de atracadores vietnamita
(en este caso, con el añadido de que los supervivientes son una
pareja también, y ella embarazada a punto de dar a luz) y la vida
matrimonial de nuestro protagonista, todo lo cual, como puede
ser de otro modo, acabará por cruzarse.

Lee vuelve a demostrar que es un actor versatil, que se mueve


perfectamente entre el drama, la comedia y la acción, y vuelve a
ofrecer una interpretación de alto nivel (está en su mejor época,
por otro lado), y el resto de actores no se quedan atrás, desde
Dodo Cheng, una estrella en la época, hasta ese eterno malo que
es Lam Wai. (Silien)
The Big Score (1990)

Director: Wong Jing.


Reparto: Danny Lee, Wong Jing, Joey Wong, Jimmy Lee Fong, Anthony
Wong, Agnes Aurelio.

Cojamos a Wong Jing (dirigiendo), volvamos a coger a Wong


Jing dos veces más, escribiendo e interpretando (a un jugador
muy espabilado), pongamos a Danny Lee haciendo de policía
y Anthony Wong haciendo de amigo desafortunado de ambos,
cojamos una historia de venganza, unos asesinos a sueldo, un
malo muy malo, una partida de mahjong, otra de cartas, no sé,
buenas dosis de humor (muy en la línea Jing, pero inspirado) y
escenas de acción contundente (muy en la línea de Danny Lee) y
ya tenemos The big score, película muy entretenida, que vira del
negro al gris, de la brutalidad al humor sin olvidar nada.

¿Qué no es suficiente? Bueno, pues siempre os queda ver como


era Wong Tin-Lam (ese viejo gordo y memorable de las películas
de Johnnie To, como The mission, como Election, como…) de jo-
ven (que aquí además es el productor) o ver a una Agnes Aurelio
implacable (esas ‘girls with guns’). (Silien)

Red Shield (1991)

Director: Parkman Wong.


Reparto: Danny Lee, Leung Kar-Yan, Teresa Mo, Yip San, Shing Fui-
On, Yuen Wah.

Aquí tenemos a la Magnum Films de Danny Lee volviendo a la


carga con otro producto lleno de acción contundente, interpre-
tado por él, como no podía ser de otro modo junto a Leung Kar-
Yan (actor que había protagonizado los últimos intentos del cine
de la Shaw por alcanzar la acción: Hong Kong godfather y Danger
has two faces), que aquí hace un personaje un propio impropio
de él, de policía un poco asustado con eso de disparar y obsesio-
nado por la infidelidad de su mujer. Así, entre una trama propia-
mente policial (un grupo de traficantes de origen chino y vietna-
mita, que van y vienen, y que, oh sorpresa, deciden vengarse la
muerte de uno de sus ‘hermanos de sangre’) y una de corte más
sentimental (orientada a la comedia), de las relaciones tirantes
entre Danny Lee y su mujer (por culpa del trabajo) y Leung Kar-
Yan y la suya (por culpa de los celos), discurre una de las obras
más fuertes a nivel balístico del mundo Lee (aunque en algunos
momentos pierde un poco el sentido de la historia, aunque en
otros está realmente a muy alto nivel, como en el centro de refu-
giados,…), que cuenta además con la presencia, siempre estima-
ble, de Yuen Wah. (Silien)
Blue Lightning (1991)

Director: Raymond Lee.


Reparto: Danny Lee, Tony Leung Ka-Fai, Olivia Cheng, Wong Kwan-
Yuen.

El paso de una década a otra nos ha traído desde hace mucho


tiempo muy buenas y disfrutables sorpresas a lo largo del ya fe-
necido S.XX, al menos en cuanto a cine se refiere. Así pues, a
finales de los 60 el celuloide nos agasajó con los westerns más
violentos y sangrientos rodados en América y Europa ( En asia
también tenían sus “westerns”, sobre todo en Japón y China con
sus chambaras y wuxias) y que dieron paso a los thrillers urba-
nos que no eran sino westerns actualizados con variaciones ya
fuesen cómicas o directamente tramas policíacas. En aquella
época la meca del cine comercial en Europa estaba en Italia cuya
filmografía sin duda alguna ha sido la que más influyó en el cine
asiático hasta bien entrado los 90’s. Géneros tan italianos como
el giallo, el poliziescho y el cine de denuncia se fundieron dando
lugar a títulos tan interesantes como sórdidos: Tráfico de meno-
res, Corrupción de menores, Turín Negro o Extraña muerte de
una menor entre otros muchos títulos que formaron tal híbrido.
La Categoría 3 de Hong Kong, en sus comienzos, no fue sino una
adaptación de aquellos géneros añadiéndole las características
propias del cine de Hong Kong. Blue lightning rodada en 1990 es
uno de esos títulos donde la investigación detectivesca se funde
con la acción policíaca y hasta se atreve a denunciar a las altas
esferas de la banca o la política como habían hecho sus homólo-
gos italianos 15 años antes.

La forma en la que ha sido rodada, los personajes tanto bue-


nos como malos, los colores de rojizos y azulados, los ambien-
tes mostrados y la resolución de las situaciones hacen que Blue
Lightning sea un título que nos devuelven a otra época y lugar
donde el cine no era solo un mero entretenimiento sino también
un vehículo que mostraba los miedos y la situación de una so-
ciedad que teme por su futuro mas inmediato. No faltan, pues,
nuevas referencias a 1997 en forma de chiste negro como tam-
poco podemos obviar que la película se realizó después de los
famosos sucesos de la plaza de Tiannanmen. Incluso en la banda
sonora oímos una composición que recuerda aquellas canciones
que aparecían en los films de denuncia de la new wave de HK
que trataban temas como el negro futuro de los protagonistas.

La trama es bien sencilla de seguir: Una ex-modelo divorciada de


un ex- policía alcohólico ha sido asesinada junto con su amante
y el único testigo es el hijo de ésta que volverá junto a su padre
para intentar descubrir a los asesinos. Dos policías despistados
y bienintencionados irán dando palos de ciego hasta que son re-
levados del caso. Solo la rudeza del ex-policía y la propia valentía
de su hijo pondrán al descubierto un enrevesado caso de chan-
taje que salpica a los peces gordos de las finanzas de Hong Kong.
Si bien la investigación policial y las escenas de acción no son los
suficientemente complejas o extremas, el director de la función
nos ofrece unos personajes interesantes y unos diálogos nece-
sarios para no perderle el hilo a la simple pero efectiva historia.

El papel de Danny Lee no recuerda más a los personajes tortura-


dos que Takeshi Kitano muestra en sus historias de Yakuzas que
al íntegro comisario de policía con el que solemos identificar a
Lee. Por otra parte el papel de Tony Leung Ka Fai también tiene
reminiscencias de los que el actor italiano Claudio Casinelli so-
lia ofrecer en sus films de acción policíacas: bienintencionado y
despistado.

En resumen una película de su época que estéticamente ( que


no argumentalmente) se podria emparejar con films como A mo-
ment of Romance, A Killer’s Blues e incluso a City War, estos dos
últimos al igual que Blue Lightning también producidos por la
Cinema City, la compañía que mejor supo entender la herencia
del cine de acción que los italianos ofrecieron una década antes.
(Ninjanight)

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