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INTRODUCCION
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INTRODUCCIÓN
En 1927, en un claro contexto estratigráfico del sitio de Folsom (Nuevo México, Estados
Unidos), arqueólogos sacaron a luz una punta de proyectil metida entre las costillas de un
bisonte gigante del Pleistoceno Superior (Meltzer 2006). Este hallazgo capital demostró una
hipótesis que había sido el objeto, durante décadas, de violentas controversias: la presencia del
hombre en el continente americano durante la última gran glaciación, hace más de 10,000
años (Figura 1).
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Los años 1930 vieron el descubrimiento de una cultura incluso más antigua que la de Folsom,
en el sitio de Blackwater Draw, cerca de la pequeña ciudad de Clovis, Nuevo México. Esta
cultura de “Clovis” se define principalmente por una industria de la piedra –que produjo una
famosa punta de proyectil lanceolada y acanalada- pero también del hueso, del marfil y de la
madera (Boldurian y Cotter 1999, Collins 1999, G. Haynes 2002, Collins y Lohse 2004, C. V.
Haynes 2005; Bradley et al. 2010, Waters et al. 2011; Figura 2). Fue identificada del sur de
Canadá al noroeste de Venezuela (Pearson y Ream 2005), en un gran número de lugares, que
pueden ser clasificados en cinco grandes categorías: los sitios de hallazgos aislados (los más
numerosos), los sitios de matanzas de megafauna, los escondites, los campamentos y las
canteras (las cuales están generalmente asociadas a campamentos).
Una hipótesis mucho más audaz propone una filiación entre Clovis, entidades más antiguas
del este de Estados Unidos, y la cultura paleolítica Solutrense, que floreció en Francia, España
y Portugal entre 22,000 y 17,000 años atrás. Sus defensores invocan semejanzas morfológicas
y tecnológicas entre herramientas de piedra descubiertas en ambos lados del Atlántico
(Bradley y Stanford 2006, Stanford y Bradley 2012). La “hipótesis solutrense” merece, desde
luego, ser considerada con atención y sin prejuicios. Por el momento, sin embargo, aparece
muy frágil: fuera de las incertidumbres rodeando la cronología del poblamiento inicial de
América y la posibilidad de un viaje a través del Atlántico norte en plena Era de Hielo,
constatamos que rasgos esenciales del Solutrense permanecen ausentes del legado de la
América paleoindia… Mientras que la relación de la misma con Asia es sólidamente
establecida, en base a datos arqueológicos, lingüísticos y biológicos (Straus, Meltzer y Goebel
2005, Meltzer 2009: 185-188)
ambiente, y una activa práctica de la recolección. Por otra parte, la idea de un nomadismo
pronunciado es mitigada por campamentos tales como el de Gault, en Texas. En efecto, los
vestigios de este sitio de 3 hectáreas reflejan, sin lugar a dudas, estadías prolongadas (Collins
2002a). Según Anthony Ranere (2006: 72), la velocidad de la expansión de la cultura Clovis
podría reflejar la prioridad que concedieron sus portadores, en un primer momento, a la
cacería; luego, las poblaciones, mejor familiarizadas con su medio ambiente, habrían
diversificado su modo de subsistencia, reduciendo así su movilidad. En realidad, los
desplazamientos iniciales de las bandas Clovis a través del continente debían ser motivados,
antes que todo, por la sed de exploración de tierras salvajes y prometedoras (Meltzer 2009:
280)
El presente estudio trata de los vestigios atribuidos al horizonte Clovis en América Central,
entre Chiapas (México) y Panamá. Es el resultado del proyecto “La cultura Clovis en América
Central”, conducido por el autor entre 2011 y 2013, con los apoyos institucionales del Centro
de Estudios Mexicanos y Centroamericanos (CEMCA, Ministerio de Asuntos Exteriores de
Francia) y de la Direccion General del Patrimonio Cultural y Natural de Guatemala
(Ministerio de Cultura y Deportes). Se presentarán, a continuación, las investigaciones que
fueron dedicadas al pasado paleoindio y a la tradición Clovis en la región centroamericana, el
marco geográfico y los vestigios del corpus de este trabajo, antes de abordar la cronología, las
relaciones culturales y los aspectos sociales atestiguados o sugeridos por los vestigios.
En América del Norte, donde cientos de sitios ya fueron atribuidos a la cultura Clovis, ésta
se convirtió en uno de los campos privilegiados de la investigación arqueológica. Los trabajos
que motivó comprenden numerosos estudios tecnológicos, geomorfológicos,
paleoambientales, osteológicos, odontológicos y genéticos, largas reflexiones sobre las
relaciones históricas, la vida, la organización, las costumbres, las creencias y los
comportamientos de los grupos humanos, asi como diversas síntesis regionales.
América Central fueron emprendidos varios años después, a finales de la década de 1960.
Entre ellos, las prospecciones y excavaciones realizadas por Ruth Gruhn y Alan Bryan
(Universidad de Alberta, Canada) en Los Tapiales, en las Tierras Altas occidentales de
Guatemala (departamento de Totonicapán), de 1969 a 1973, tuvieron una gran influencia
sobre las investigaciones posteriores (Gruhn y Bryan 1977; Figura 4). Pero de los 43 lugares
de Centroamérica (por los problemas de procedencia y contexto, no se puede hablar siempre
de “sitios arqueológicos”) que han revelado, hasta la fecha, vestigios paleoindios, apenas 16
han sido el objeto de excavaciones.
Figura 4: Aspecto del sitio de Los Tapiales, durante las excavaciones de 1973. Foto:
cortesía de Ruth Gruhn
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A través de Centroamérica, constatamos grandes desigualdades en el inventario de este
patrimonio. Asi, en Nicaragua, ningún sitio o artefacto anterior al período Arcaico ha sido
reportado aún. Al contrario, el país centroamericano donde el inventario paleoindio es el más
rico es Panamá, con 15 sitios registrados; de estos sitios, 6 han sido excavados. De hecho,
Panamá es el país de la región donde la arqueología paleoindia ha recibido la mayor atención,
gracias, en particular, a los proyectos desarrollados en las últimas décadas por Richard Cooke,
Anthony Ranere y Georges Pearson.
De todos los lugares paleoindios reportados entre Chiapas y Panamá, 20 han sido asociados
con la cultura Clovis. No obstante, sólo 5 sitios revelaron objetos diagnósticos de esta entidad
en excavaciones: Los Grifos, en Chiapas, México; Los Tapiales; Turrialba, en la provincia de
Cartago, Costa Rica; La Mula West y Los Vampiros, respectivamente en las provincias de
Herrera y Coclé, Panamá. En 6 sitios, los objetos diagnósticos fueron recolectados durante
reconocimientos: en Chajbal (departamento de Quiché, Guatemala) Chujuyub (departamento
de Quiché, Guatemala), Piedra Parada (departamento de Guatemala, Guatemala), Ladyville 1
(distrito de Belice, Belice), Lago Arenal (provincia de Guanacaste, Costa Rica) y Nieto
(provincia de Herrera, Panamá). Los demás artefactos de la tradición Clovis fueron
descubiertos sin control arqueológico.
El presente informe abarca los 20 lugares asociados con la cultura Clovis en Centroamérica
(Tabla 1). Entre los sitios de mi corpus, tuve la oportunidad de visitar los de la cueva de Los
Grifos, Chivacabé (departamento de Huehuetenango, Guatemala) y Piedra Parada. Además,
pude examinar personalmente artefactos de Chivacabé, Chajbal, Nahualá (departamento de
Sololá, Guatemala), San Rafael (departamento de Guatemala, Guatemala), August Pine Ridge
(distrito de Orange Walk, Belice), Ladyville 1 y Turrialba.
En el transcurso de mi proyecto, emprendí en primer lugar una compilación y síntesis de los
datos relacionados con los remanentes de la cultura Clovis en Centroamérica, creando tres
modelos de fichas de registro (la ficha de tipo A, para los objetos hallados y recolectados sin
control arqueológico; la ficha de tipo B, para los vestigios hallados en el marco de
reconocimientos; y la ficha de tipo C, para el material descubierto en excavaciones) así como
tablas presentando las informaciones esenciales sobre los lugares, los entornos geográficos y
los objetos que nos interesan aquí. Por otra parte, quise desarrollar reflexiones sobre las
implicaciones cronológicas, culturales pero también sociales de los datos arqueológicos, en el
espíritu de una famosa frase del prehistoriador francés André Leroi-Gourhan: “Busco a
hombres, no piedras”.
TABLA 1
Lugares relacionados con la cultura Clovis en América Central
Lugar Objeto Condicione Objetos Datacion Referenci
es s s del precerá es as
(tipos diagnós hallazgo de mic os absolutas bibliográfi
de tic os de los objetos asociado de los c as
sitios) la diagnóstico s, en los contextos (lista no
cultura s de la contexto paleoindio exhaustiv
Países Clovis cultura s s a)
Clovis excavados
Los Grifos Punta Excavacion Núcleos, Fechamientos Acosta
es
(campamen acanalad lascas, por Ochoa
to a 2009,
) lascas radiocarbono: 2011
retocadas, 9540 ± 150 Fregoso
BP
México dos puntas (10,867 ± 2010
219
Cola de cal BP); 9460 García-
±
Pescado, 150 (10,785 Bárcena
±
raspadores 246 cal BP); 1979
, y
raederas, 8930 ± 150 Santamaría
preforma (9987 ± 211 1981, 1984
de cal
limace, BP) Santamaría
laminas y (Santamaria y García-
buriles 1981); por Bárcena
hidratación 1989
de
la obisidiana:
9330 BP
(ibid.);
por
paleomagneti
s
mo: 10,052 ±
329 y 9884 ±
194 cal BP
(Fregoso
2010)
Chajbal Punta Reconocimi / / Brown
(campame acanalad en to 1980
nto a Lohse y
) (termina Paiz 2010
da
Guatemala o casi
termina
da)
Chivacabé Punta Hallazgo / / Ericastilla
(campamen acanalad realizado sin 1992, 1996
to a
) control Hayden
arqueológic 1980
o
Guatemala Lohse y
Paiz
2010
Mead et
al.
2012
Méndez y
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