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Suelos eólicos
Los vientos pueden arrastrar partículas cuyo tamaño puede variar desde el limo hasta el
de las renas gruesas; estos arrates pueden hacer que las partículas se depositen a muchos
kilómetros de su lugar de origen. Dos tipos principales de suelo deben su formación al
arrastre del viento: el loess y los médanos.
El loess puede definirse como un depósito eólico, constituido por una mezcla uniforme de
arenas finas cuarzosas algo feldespáticas y limos estructurado en forma abierta y algo
cohesiva.
Los médanos son aglomeraciones de arena suelta, que fue arrastrada por el viento a poca
altura y que se vio detenida por algún obstáculo natural de la superficie del terreno.
Suelen estar formados por arenas cuarzosas uniformes, con algo de mica.
Las cenizas volcánicas se pueden incluir en los suelos transportados por el viento.
Consisten en pequeños fragmentos de rocas ígneas lanzados por el vapor sobrecalentado y
los gases de los volcanes. La ceniza volcánica reciente es arena o grava arenosa ligera. Los
depósitos pueden ser estratificados o mezclas de buena graduación.
Suelos glaciares
Están formados por suelos heterogéneos (Contienen gravas y arenas permeables, arcillas y
banco de limo impermeable, de acuerdo con esta formación son de elevada
permeabilidad), no estratificados, que van desde grandes bloques, hasta material muy
finamente granulados, a causa de las grandes presiones desarrolladas y de la abrasión
producida por los movimientos de las masas de hielo, gracias a esto proceso los suelos
glaciales se diferencian de los suelos coluviales ya que sus fragmentos gruesos son más
redondos y densos .
También es importante mencionar que cuando el hielo se funde da lugar a las morrenas
que consta de un material procedente de desprendimientos, meteorización, erosión glaciar
entre otros.
Suelos residuales Es un suelo derivado de la
meteorización y descomposición de la roca in
situ, el cual no ha sido transportado de su
localización original.
El concepto convencional de grano de suelo
o tamaño de partícula es inaplicable a
muchos suelos residuales, debido a que las
Capacidad de absorción
Pueden absorber agua u otras moléculas en el espacio interlaminar
(Montmorillonita) o en los canales estructurales. La absorción de agua de arcillas
absorbentes es mayor del 100% con respecto al peso.
Capacidad de adsorción
Como resultado de la carga negativa neta de las partículas de mineral arcilloso una
parte del agua en los vacíos es atraída y se adhiere fuertemente a la superficie de
las partículas. Las moléculas de agua son de característica dipolar y algunas son
atraídas por la superficie de las partículas. Otras moléculas de agua pueden
adherirse directamente a la superficie de las partículas mediante unión del
hidrogeno, también pueden adherirse a los cationes hidratados los cuales son a su
vez atraídos por la superficie negativa.
Hidratación e hinchamiento
La hidratación y deshidratación del espacio interlaminar son propiedades
características de las Montmorillonita, La absorción de agua en el espacio
interlaminar tiene como consecuencia la separación de las láminas dando lugar al
hinchamiento.
Plasticidad
La plasticidad se le atribuye a la deformación de las capas de agua adsorbida.
Aunque esta agua es fuertemente atraída por las partículas de mineral de arcilla,
las moléculas de agua adsorbida pueden moverse con relativa facilidad a lo largo
de la superficie de las partículas. Por tanto, cuando las partículas de arcilla se
comprimen, la capa de agua adsorbida altamente viscosa se deforma con
elasticidad en tanto que las partículas sufren un desplazamiento relativo unas con
respecto a las otras.