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PLUMAS DE CISNE
Volver a lo natural
Plumas de cisne
Volver a lo natural
Copyright © 2017 Vilma Vivas Yepes
Fotografías: Vilma Vivas Yepes
Diseño de portada: Vilma Vivas Yepes
Todos los derechos reservados
ISBN-13: 978-1543101690
ISBN-10:1543101690
Bélgica, 2017
A mis amigas y compañeras de camino: Carla, Roxana
y Norma Beatriz.
A todas las mujeres que disfrutan de sus canas y
las celebran.
PRÓLOGO
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Cuando nosotras vamos avanzando en este proceso,
vamos aceptando nuestra naturaleza capilar, vamos
enamorándonos del nuevo tono de pelo que vemos
salir, vemos su brillo, su suavidad y a medida que más
y más crece nuestro cabello, vamos viendo que el
cambio va a ser para ganar y no para perder. Es como
ir viendo crecer a una planta y al final verla ofrendarnos
con una hermosa flor con su aroma. Hay que tener
mucha seguridad en una misma y mucha autoestima
para dejarnos crecer las canas, muy a pesar de las
críticas sociales y de los comentarios de desaprobación
que recibiremos de algunas personas, pero una vez
que hayamos podido sortear esa ola, podremos seguir
navegando hacia nuestra meta en paz y tranquilidad,
en un mar calmo y sereno, en medio de un día soleado,
lleno de luz y gaviotas.
8
I
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usando tintes ya comenzaban a hacer estragos en él.
Lo otro era que trataba de alargar el tiempo para no
tener que teñirlo tan pronto, casi siempre eran dos
meses lo que lograba sobrellevar sin teñir, incluso
usaba una barrita que tiene forma de labial que es
especial para tapar raíces y así alargaba más el tiempo
hasta que lo teñía de nuevo.
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pasó, pero sí lo de la alergia, el ardor, la picazón y la
dermatitis.
A comienzos de abril, mes en que debía volver a
pintarlo, decidí parar. Además los brotes de alergia se
me hicieron más recurrentes y fuertes, lo que hizo que
mi determinación fuera firme y parara definitivamente
con el tinte bajo consejo de mi doctora de familia. Ya
tengo cuatro años que no me pinto el cabello y se ha
reflejado en mi salud capilar, crecimiento del cabello,
fortalecimiento y brillo, además de redundar en mi
salud en general. A pesar de que me sentí liberada y
con una gran paz interior por haber decidido parar con
esa tortura del tinte, no puedo negar que me empezó a
preocupar el “qué dirán” de los demás cuando me
vieran con las raíces crecidas, y también, si sería lo
suficientemente segura de mí misma para superarlo.
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Todo llega cuando tiene que llegar.
12
II
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A veces estamos ocupadas en otras cosas como el
trabajo, la casa, los hijos, etc., y tenemos que sacar
tiempo para ir a comprar el tinte si somos nosotras las
que nos teñimos en casa o ir a la peluquería, apartar la
cita y esperar el día asignado para teñirnos de nuevo y
tapar esas “molestosas” raíces, que amenazan nuestra
imagen ante el temido “qué dirán”.
Y así, respiramos aliviadas, al menos por un mes,
cuando de nuevo comienzan a asomarse las raíces
blancas y comenzamos de nuevo la espiral del estrés,
llamado “corre a teñirte”. Si por casualidad se nos
ocurre salir a la calle con dos dedos de raíces,
comienzan a mirarte como desaliñada, descuidada,
pobretona, que no tiene dinero para comprar un bote
de tinte y muchos otros calificativos típicos de quienes
piensan que dejar de teñirse es verse vieja, fea,
decrépita y descuidada, una gran falacia social
diseñada para vender más y para sentir que si no
hacemos tal o cual cosa, no seremos aceptadas
socialmente.
En fin, que una vez que todas estas cosas dan
vueltas en nuestra cabeza, caemos en el espiral de
“corre a teñirte” y de nuevo estamos con la cabeza
llena de tinte, soportando el olor de los químicos, quizá
picazón, ardor del cuero cabelludo, alergias, dermatitis,
calvicie y tantos otros males, que sabemos que son
generados por los tintes y que si tenemos suerte,
quizá, no nos afecten tanto como a otras personas que
estoicamente lo soportan mes tras mes.
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Llega ese famoso día y digo famoso, porque es un
día muy importante en nuestras vidas, es el día en que
nos liberamos de una esclavitud impuesta social e
innecesariamente, ese día decidimos por las razones
que sean, que son además muy personales para cada
quien, que ya no nos vamos a teñir más el pelo y nos
armamos de valor, buscamos en el closet esa
armadura contra el “qué dirán”, nuestra espada y nos
plantamos en la puerta de la casa, dispuestas a salir a
combatir al mundo sin usar casco, dejando que esas
pequeñas raíces blancas asomen a la luz, deseosas de
conocer y aventurar por una vida llena de abundantes
beneficios.
Puede pasar que luego de unos días de haber
decidido esto con mucho brío y presionadas por
cualquier acontecimiento social, como un compromiso
al que asistir o porque simplemente no estamos del
todo decididas, volvemos a ponernos el tinte en la
cabeza, diciéndonos que la próxima vez sí será
definitivo, que esto es temporal, que luego que pase el
acontecimiento tal o cual, sí seremos más firmes y
aguantaremos el combate del crecimiento de nuestras
canas. De este modo pudieran haber una, dos o tres
recaídas, recaídas que son producto de ese querer
vernos aceptadas y no criticadas pero que también
forman parte del proceso. Incluso, volver al tinte, forma
parte de este proceso por el que atravesamos al tomar
la decisión de querer dejarnos las canas. Se da el caso
de personas que se dejan las canas y al tiempo
regresan al tinte, bien sea porque se cansan de verse
con canas o porque prefieren cambiar de color de pelo,
siempre y cuando no sean personas alérgicas o con
intolerancia a los químicos, ya que para éstas últimas
sí sería un problema volver al tinte.
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Puede ser que para algunas, el proceso de dejarse
las canas, sea más fácil que para otras, y es que no
todas enfrentamos los retos de la misma manera, cada
quien tiene sus tiempos y es muy respetable y natural
que así sea.
Otras decidimos parar con el tinte de una vez y sin
pararnos a pensar en nada, salimos la calle con la
cabeza de dos tonos, sin usar pañuelos, ni hacernos
mechas, ni usar sombreros, etc., y recibimos muchas
más críticas que las que, de algún modo, tratan de
sobrellevar el proceso ayudándose de algunos
elementos, todos muy válidos por supuesto y además
aconsejables. En lo personal preferí llevar mi proceso
al natural, no me puse ningún químico, en especial por
mí alergia. Pero toda decisión es respetable y toda
decisión tiene un gran valor: El del coraje y del cambio
que redunda en salud.
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III
COMIENZO DEL PROCESO
Cada mañana nos paramos delante del espejo y
vamos evaluando esos pequeños pelitos blancos que
vienen asomándose tímidamente en nuestras cabezas.
Acostumbrados a ser rechazados, ellos se asoman con
cierto temor, buscando la luz del sol, buscando respirar
libremente al fin, sin el sofoco de los tintes y
agradecidos de que los dejen salir a su aire.
La ansiedad de saber cómo serán en definitiva esas
canas, nos lleva a formularnos preguntas como estas:
¿Cómo vamos a lucir con ellas?, ¿será que nos
gustará lo que veremos?, ¿podremos salir a la calle
con ellas?, ¿qué diré ante las críticas? ¿no me veré
muy apagada?, ¿seré capaz de sobrellevarlas sin
claudicar?, ¿me acostumbraré a ellas? Y así van
pasando los días que se hacen lentos, mientras vemos
poco a poco, cómo asoman brillantes y fuertes
nuestras canitas.
Yo solía pasarme el dedo por las raíces crecidas y
me asombraba la suavidad que sentía, el brillo que
comenzaban a tener, no se parecía en nada a ese pelo
casi muerto, reseco, pajizo que me dejaba el tinte,
aunque siempre tuve un buen pelo, muy noble, que a
pesar de todo, lucía bien aún con el tinte, pero si lo
detallaba bien podía notar los estragos que hacía en él.
Sin embargo, no podemos ignorar que hay cabellos
teñidos que si son bien cuidados, también, lucen muy
hermosos.
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El tiempo va pasando y las raíces van creciendo
más y más, y notamos cuatro dedos de crecimiento. Al
principio yo traté de tapar mis raíces con una barra
especial para ello, las venden del color del pelo y uno
puede disimular un poco el comienzo del crecimiento,
pero ya luego cuando hay más crecimiento se me
hacía problemático usarla. Buscaba lecturas de cómo
podía ir disimulando el proceso de crecimiento, sobre
todo sin usar baños de color, ni hacerme rayitos o
mechas ya que no deseaba volver a poner ningún otro
químico en mi cabeza.
Una vez leí que era bueno usar creyón de cera para
tapar las raíces, busqué uno marrón y traté de taparme
con él las raíces pero no resultó, luego usé máscara de
pestañas, color marrón, y fue peor, me dejó el pelo
todo pegado, que si bien tapaba, no era de mi gusto.
En fin, como a los tres meses desistí de querer taparlas
y las dejé crecer libremente.
En el verano usé sombreritos, otras veces un
pañuelo, hasta que pude hacerme el primer corte a los
ocho meses de crecimiento, que aunque no salió todo
el tinte, pude quitarme bastante cabello teñido y
dañado.
El pelo se me veía mucho mejor, aunque aún tenía
puntas teñidas, era un gran avance haber salido de la
mayor cantidad de pelo teñido.
Observar la mayor parte de mi pelo nuevo,
reluciente y brillante, me daba ánimo para seguir y
completar el proceso.
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Con tres meses de crecimiento.
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Para mí fueron ocho meses de pensar, de pararme
delante del espejo cada mañana y observar ese
crecimiento, de tomarme fotos porque deseaba
documentar cada paso que iba dando en esta aventura
de descubrir cómo iba a lucir mi “yo natural”. La que
era yo por genética, no la que tenía años viendo, la del
pelo teñido que no se parecía a mí en nada. Cada mes
era un nuevo descubrimiento, creo que en ese tiempo
uno va descubriendo tantas cosas, pasando por tantas
emociones, sintiendo que el dejarse las canas es un
acto de valor y de conciencia, un acto que nos lleva a
redescubrir a esa otra yo, capaz de salir al mundo y
decir con orgullo: “Esta soy yo”, sin ningún complejo,
sin ningún tinte que tape mi color natural. Esta “soy yo
y mis circunstancias” como bien dijera el filósofo
español Ortega y Gasset.
Estos primeros meses del proceso son decisivos,
porque son los meses donde una se puede echar para
atrás y volver al tinte, sobre todo si no sufrimos de
ningún tipo de alergia que nos lo impida. Yo no podía
volver sobre mis pasos porque era arriesgar demasiado
mi salud, no me quedaba más remedio que seguir
avanzando hasta terminar el proceso y verlo todo
completado.
Mi proceso duró once meses porque hice dos cortes
de pelo, uno a los ocho meses y otro a los once meses,
que fue el definitivo y corté bien cortito. Pero para las
que deciden no cortar, el tiempo del proceso se alarga
pero es muy válida toda decisión.
Durante el proceso comienzan a aflorar tantas
inquietudes. Con unos centímetros de crecimiento
comenzaron a aflorar tantas preguntas en mi mente:
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• ¿Qué pensarán los demás?
• ¿Cuáles serán las críticas que me harán?
• ¿Cómo voy a ocultar la transición?
• ¿Cuánto tiempo necesitaré para poder
cortar el cabello y quitar todo el tinte?
• ¿Podré aguantar con la cabeza de dos
tonos?
• ¿Cómo luciré una vez que termine el
proceso?
• ¿Me gustará verme con canas o no?
• ¿Será verdad eso de que me voy a ver
más vieja de lo que soy?
• ¿Cómo contestaré a las críticas de los
demás?
• ¿Mi marido, mis hijos, mi familia, mis
amigos, me apoyarán en este proceso?
• ¿Y si descubro que no deseo seguir con
el crecimiento de las canas y deseo pintarme
el cabello de nuevo?
• ¿Cómo serán mis canas, muchas, pocas,
de qué color?
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también se dejó sus canas y le quedan preciosas. Con
esa barra tapé un poco la raya del pelo, (usaba esa
barra antes de dejarme las canas, cuando deseaba
prolongar el tiempo entre tinte y tinte), luego se me
acabó y decidí usar máscara de pestañas marrón,
aunque tapaba fue un desastre porque cuando me
pasaba los dedos por la raya se me ponían sucios de
máscara. Ya a todas estas, tenía casi los tres meses
de crecimiento y se notaba bastante. Pero seguí en mi
empeño del crecimiento. A los tres meses decidí que
no me pondría nada ni me taparía las raíces con nada,
dejaría que creciera mi pelo libre y natural.
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largo y me empeñé en cortármelo, me lo cortaron justo
por debajo de las orejas. Mi mamá recogió el pelo e
hizo una crineja que guardó todos esos años. El ver la
suavidad de ese pelo, el color natural de mi cabello, era
algo que había olvidado, el brillo que después de tantos
años conservaba fue motivándome más y más a parar
con el tinte. El largo de la crineja es de 50 centímetros.
23
Es interesante ver el color original de nuestro pelo a
los 16 años y volverlo a ver al pasar los años, y poder
comparar un pelo contra otro, ambos en su estado
natural.
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Collage de mi cabello natural en dos facetas durante
el tiempo.
25
Con cuatro meses de crecimiento.
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Respecto a la pregunta de cuáles serían las críticas
que me harían, puedo decir que críticas negativas
fueron muy pocas, las personas suelen ser por lo
general muy diplomáticas a la hora de hacer un juicio
sobre un tema como es el de las canas que conlleva
tanto tabú y prejuicio social. Nos pueden decir cosas
como: “A ti te quedan bien tus canas pero a mí se me
ven horribles”, (y nunca se han visto con ellas porque
apenas salen las raíces corren a tapárselas con el tinte,
a menos, que sea una persona que ya haya vivido la
experiencia de ser totalmente canosa, entonces, su
comentario tiene mucha validez). Otras me dijeron: “ Yo
aún no me las dejo porque aún no tengo la edad para
ello” ( o sea que hay una “edad” específica para
dejarse las canas y las que me decían eso tenían mi
edad o más que yo. De nuevo el tabú que relaciona
canas con edad).
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elegancia y distinción”, comentario que fue de personas
más jóvenes que aún no tienen canas, entre ellas, mi
hija adolescente que estaba y está enamorada de mis
canas, y quien me ha dado mucho apoyo en esta
experiencia de volver a lo natural.
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IV
EL TIEMPO DE ESPERA
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Durante el tiempo de espera se nos pueden
presentar invitaciones a fiestas, eventos sociales y
familiares a los que quisiéramos asistir, y seguramente,
tendremos que ver cómo enfrentamos ese reto, porque
la idea no es encerrarse en casa hasta completar el
crecimiento de las canas sino seguir viviendo mientras
ellas crecen y hacerlo con la mayor naturalidad, ya sea
con un peinado, (las que llevan el pelo largo tienen
muchas oportunidades de hacerse peinados durante el
proceso), hay peinados que se ven lindos y donde el
crecimiento de las canas no desluce para nada. Es
más difícil para las que cortamos el cabello corto o con
media melenita, donde los dos tonos de color, las
canas y el tinte, se ven muy claramente y no hay modo
de disimularlo, y no es porque se vean las canas sino
porque se ven dos colores distintos, lo cual
ciertamente, no tiene nada de elegante, sobre todo, si
se nota que es crecimiento y no moda.
30
V
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En estos grupos se comparten fotos del proceso, los
avances en la espera y también avances de las que ya
han completado su proceso, consejos sobre maquillaje,
sobre colores en la ropa, accesorios, cosméticos,
artículos de opinión, consejos sobre productos para el
pelo, cortes de pelo, inquietudes, críticas que nos
hacen, etc., todo enfocado en lo que cada quien en lo
personal va descubriendo que le va mejor con sus
canas o lo que cree que le va mejor con su modo de
ser, o en experiencias que han vivido en relación a los
demás y sus canas, o en respuesta a quienes piden un
consejo o un parecer de las demás.
Y hay diversidad de gustos y de opiniones, habrá las
que no se maquillan para nada y se sienten felices así
y es muy válido. La felicidad de llevar las canas no
puede depender de un labial ni de una sombra de ojos,
ni de un color de jersey ni de unos pendientes, y todas
esas elecciones son muy válidas, pero habremos las
que nos gusta pintarnos los labios con colores fuertes,
otras que se maquillan los ojos, otras que se visten de
colores alegres, otras de colores pálidos, etc., y todas
pueden comentar o decir cómo se sienten con lo que
usan o con lo que les gusta, sin que eso quiera decir
que desean imponerles a las demás sus gustos o sus
pareceres.
En este camino y en este compartir es muy
importante el respeto por las opiniones y pareceres de
los demás. De eso es que vamos creciendo en el
camino, nos vamos enriqueciendo a modo personal y
con el contacto con otras compañeras de camino.
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La idea no es convencer a nadie de que se deje las
canas, la idea es que las que ya estamos convencidas
de ello y nos sentimos felices con nuestras canas, nos
demos apoyo, ánimo y compartamos el camino,
también apoyar a las que no están decididas del todo
pero quieren probar, siempre con libertad y respeto.
Es maravilloso leer en estos grupos, la cantidad de
comentarios de felicidad que genera el verse con canas
y el haber logrado completar el proceso.
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VI
DESCUBRIENDO EL COLOR DE MI PELO
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La eumelanina es la que hace oscurecer el cabello y la
feomelanina lo aclara. El pelo canoso surge de la
pérdida parcial o total de la producción de melanina en
los bulbos pilosos del pelo y al no haber producción de
melanina no es posible pasarla al pelo que está en
crecimiento, lo cual genera el color blanco o gris del
mismo.
Como sea, es la melanina la responsable de los
cambios de color en el cabello, y por ende, la genética
que todos traemos como herencia.
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previos suelen prevalecer sobre los nuevos, es decir,
tienden a aparecer una y otra vez cuando estamos
tratando de erradicarlos y sustituirlos por otros. El
aprendizaje sobre “cuando veas que salen las canas
debes taparlas con tinte”, se me hacía recurrente en
ocasiones, no siempre, porque me quitaba la idea de la
cabeza pensando en lo mal que lo pasaba con la
alergia y pensaba en la paz y el alivio que llevaba
sintiendo desde que había parado con el tinte. El miedo
a la alergia actuaba como muro de contención en mi
caso. Otras veces, me miraba con media cabeza
crecida de canas y quería correr al peluquero a
cortarme todo el pelo bien cortito pero me negaba a
cortarlo tan corto, tenía años con el cabello larguito
debajo de las orejas y todo parejo, y pensar en verme
con el cabello tan corto me daba desasosiego y no me
atrevía ir a cortarlo, me decía: “Espera, espera un poco
más”. A los ocho meses de crecimiento decidí cortar,
aunque no tan corto, y a los 11 meses ya corté bien
cortito y salí de todo el tinte.
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Debo decir que mi peluquero me apoyó siempre en
el proceso, conté con su ayuda y su apoyo respecto a
mis canas y hasta el día de hoy. Es muy importante
que el peluquero-a de una la apoye en este proceso y
no insista en que debemos teñirnos, sobre todo, si
nosotras estamos seguras de que hemos tomado la
decisión correcta y la que queremos. Hay algunos
peluqueros que insisten en que debemos volver al tinte
y si no estamos claras en lo que deseamos, es posible
que nos dejemos convencer. Mi peluquero tiene
muchas clientas de pelo canoso y usa el champú azul
especial, para canas y otros productos para las canas,
en sus clientas y clientes canosos. Contar con un
peluquero-a que nos apoye en nuestro proceso es muy
importante. En esta foto ya tenía 5 meses de
crecimiento.
37
VII
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deseaba cortarlo corto, él muy comprensivo, me explicó
que no lo cortara tan corto ya que según su opinión era
mejor un corte más femenino. Yo lo dejé hacer y me
dejé llevar por su consejo que me pareció apropiado.
Me hizo un corte corto pero dejándolo algo largo por los
lados y por el flequillo, lo que por supuesto, hizo que se
siguiera notando el crecimiento y los dos tonos, pero el
peluquero me dijo que en dos meses más, a lo sumo,
podría quitarme todo el pelo teñido. Paciencia, me dije,
me mantuve así por tres meses más. Por supuesto, el
corte a los dos meses ya había perdido la forma, el
flequillo que era de lado, había crecido y me
molestaba, así que yo me lo corté recto y me puse el
cabello detrás de las orejas, y así fui aguantando un
poco más el proceso, hasta lograr tenerlo mucho más
largo para ir de nuevo al peluquero, cosa que hice al
cumplir los once meses de proceso. Entonces, sí salió
todo el cabello teñido.
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cosas. Hay una cita que me gusta de Gustave Flaubert
sobre la paciencia:
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A veces, se hace necesario retroceder para tomar
mayor impulso. Si no estamos convencidas y no nos
sentimos felices con lo que vamos viendo en el proceso
del crecimiento de nuestro cabello natural, no debemos
dudarlo y debemos hacer lo que nos haga sentir
felices, si es teñirnos de nuevo, pues eso será, si es
cortar, será cortar, si es dejar el pelo largo, pues será
eso, lo importante será siempre estar seguras de lo que
queremos y buscar lograrlo, sobre todo si eso nos
traerá felicidad y beneficios.
41
Comparación de una foto del proceso donde se
aprecia el cabello teñido y otra foto con el proceso
terminado.
La diferencia entre un cabello y otro es notable,
incluso en la misma foto, donde se ven los dos
cabellos, el nuevo y el viejo.
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VIII
ALIGERAR EL PROCESO
Una de las cosas que más se busca, en esto de
dejarse las canas, es aligerar el proceso, hacer que el
proceso se haga más ligero, más llevadero y si se
quiere más corto.
Lo que he visto es que algunas prefieren cortar muy
corto todo el pelo desde los primeros meses de
crecimiento, ir haciéndose varios cortes de pelo hasta
quitar todo lo teñido. Estas personas llegan a lucir su
pelo libre de tinte en un tiempo mucho más corto.
Habrá quienes se rapen toda la cabeza y salgan de
todo lo teñido de una vez, y hay quienes van cortando
en etapas a medida de que el crecimiento del cabello
nuevo avanza, esperan unos meses y cortan un poco,
luego otros meses y cortan y así va la cosa, pero
también, hay quienes no cortan sino que esperan que
el pelo les vaya creciendo durante el tiempo. Pueden
tardar dos o tres años en completar el proceso, sobre
todo, si llevan el cabello muy largo. Podrán ir cortando
puntas para mantenerlo sano pero siempre con su
mismo largo, son las que más paciencia deberán tener
durante su proceso.
Algunas deciden hacerse mechitas o usar colorantes
de esos llamados “tono sobre tono” en la parte teñida
nada más, pero eso es algo muy personal de cada
quien. A veces es una buena solución para las que
tienen pocas canas y no les gusta ver el tono que les
da al mezclarse con su cabello natural.
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Aligerar el proceso, en cuanto a recortar el tiempo,
es algo muy complicado, porque el tiempo pasa cuando
debe pasar y el pelo tiene su tiempo de crecimiento, no
podemos hacerlo crecer más rápido, por ello, la
paciencia que hay que tener es un ingrediente
fundamental en este proceso.
El pelo crece a razón de 1.5 centímetro por mes,
aproximadamente, es lo que he leído. Acelerar este
proceso natural es algo que aún la ciencia no ha
podido lograr.
Hay muchos consejos sobre cómo hacer crecer más
rápido el cabello, que si consejos sobre masajes para
el cuero cabelludo que estimulan el crecimiento del
pelo, que si la ingesta de vitaminas, que si esto o
aquello, pero lo cierto es que hay que tener paciencia,
sólo con paciencia y perseverancia se logra el
cometido.
Y lo mismo sucede con las que ya una vez teniendo
las canas crecidas, deseamos ver crecer nuestro pelo y
llevarlo largo o semi-largo. El crecimiento de un pelo
canoso, de corto a largo, también demanda paciencia,
porque se pasa meses con el pelo sin forma, sobre
todo cuando el pelo llega a los hombros, justo por
encima de ellos en que se paran las puntas y cuesta
mantenerlo en con buen aspecto, corriendo el riesgo de
parecer descuidadas. Hasta que logramos ir al
peluquero-a para que nos dé un poco de forma y nos
haga un corte largo, moderno y bonito.
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En esta etapa estoy ahora, queriendo dejar crecer mi
pelo un poco. Una desea cambiar de vez en cuando.
La ventaja de llegar el pelo más largo es poder
hacernos peinados, moños, etc., y la ventaja de llevar
el pelo corto, es lo práctico que resulta en el verano por
el calor o cuando no tenemos mucho tiempo para
arreglarlo.
Hay una frase que dice: “Poquito a poco, hila la vieja
el copo”.
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IX
GRUPOS DE APOYO: UNA AYUDA INVALUABLE
46
Pienso que lo importante de estos grupos de apoyo
es el no sentirnos solas en medio del proceso, que
además conlleva varios meses, y es durante esos
meses en que nosotras necesitamos sentirnos
apoyadas y comprendidas, porque siempre vamos a
estar expuestas a ese “qué dirán” de los demás que
nos rodean en el día a día, y sobre todo cuando
tenemos que enfrentar la rutina diaria con dos tonos de
color en la cabeza. Es allí cuando las compañeras de
proceso nos dan consejos, nos animan, nos ayudan, y
el saber que allí, en ese espacio virtual, hay personas
que como una, están remando en el mismo bote y
hacia la misma dirección, nos hace sentir
acompañadas y menos solitarias en esta misión.
47
X
48
En cuanto anuncié en mi muro de Facebook que me
estaba dejando las canas y puse una foto donde se
notaba, la mayoría de las personas reaccionaron
favorablemente, otras dijeron que ellas no se dejaban
las canas ni locas porque las avejentaba y otras dijeron
que cuando pasaran los 60 años quizá considerarían
dejárselas. Las opiniones fueron hechas con mucho
respeto y así las tomé e interpreté, porque no todos
deben de estar de acuerdo con lo que yo haga o decida
hacer, cada quien es libre de opinar y de decir lo que le
parece, siempre que no ofenda o no lo haga con un
sentido destructivo o de burla, que no fue el caso.
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Además, el temor a sentirme de nuevo con esa
molestia de la alergia, los picores, las erupciones, no
poder dormir los primeros tres días de haberme puesto
el tinte, levantarme a medianoche a lavarme la cabeza
por no soportar el ardor y el picor, el liberarme de ese
martirio era algo que deseaba. El tinte era algo
impuesto debido al temor del “qué dirán” y a esa
ridícula creencia de que las canas envejecen, y que
son para personas decrépitas y ancianas.
50
conocida en la calle y me miraba la cabeza con
extrañeza, repetía lo mismo, siempre sonriente y feliz, y
lo decía antes de que comenzaran a preguntarme qué
por qué llevaba la cabeza así. Creo que la actitud con
que enfrentamos el proceso es determinante en cómo
nos van a percibir los demás, porque si nosotras
reflejamos inseguridad y temor a las críticas, las
personas lo van a percibir y eso les dará pie a
hacernos comentarios impertinentes o fuera de lugar,
aunque no podemos descartar que aún con una actitud
decidida, nos encontremos con algunas personas que
de igual modo nos hagan críticas fuera de lugar.
51
cuentos, etc., son los mitos o tabúes de la sociedad
con los que vamos creciendo y nos van socializando.
52
personas que nos critiquen por nuestras canas y
habrán otras que nos digan que les gustan, así es la
vida y así es la sociedad. A nosotras no debe
preocuparnos en lo absoluto, debemos preocuparnos
por vivir la vida que tenemos o los años que nos restan,
haciendo lo que nos hace sentir felices y cómodas,
liberarnos de tantas imposiciones sociales que nos van
socavando la autoestima y nos van robando los
verdaderos momentos de felicidad que tenemos por
delante para vivir.
53
XI
54
Como todas sabemos el prejuicio de las canas se
basa en un patrón de belleza que no acepta el
concepto de las canas, porque el concepto de belleza
que vende y que se comercializa es el que denota
juventud, delgadez, lozanía, etc., y las canas no entran
en ese concepto comercial.
55
Las canas no dejan de existir porque se las pinten,
el cubrirlas no hace que ellas desaparezcan, ellas
siguen allí y siguen saliendo cada vez más al pasar el
tiempo, lo que hacemos con el tinte es rendirle tributo
al tabú de que las canas son feas, avejentan y nos
convierten en el blanco de críticas y chismes.
56
Cuando decidimos que deseamos parar con el tinte,
que no deseamos usar más químicos que dañen
nuestra salud, que deseamos volver a ver brillar
nuestro pelo natural, descubrir cuál es el color que se
esconde debajo de botes y botes de tintes de diversos
tonos que hemos venido usando, entonces, ese día
comienza el proceso de transformación y cambio en
nuestra vida. Uno de los tantos procesos que,
seguramente, deberemos afrontar con valentía a lo
largo de nuestra existencia terrenal.
57
Son las voces a las que debemos dar crédito y oír.
Las demás que descalifican, critican negativamente y
murmuran a las espaldas, no hay que oírlas pero
tampoco ignorarlas del todo, porque pasará que nos
vamos a enfrentar a comentarios muy fuertes que nos
dirán en nuestra cara y ante los cuales deberemos
estar preparadas para responder. Ejemplos de algunos
de esos comentarios serían:
58
• Pero es que si te vas a ver más vieja que
yo ( Mamá o abuela que comenta y que se tiñe
el pelo)
59
Y así como estas respuestas, hay muchas otras. No
podemos quedarnos calladas como si confirmáramos
esos comentarios que aunque algunos no son dados
con mala intención, otros sí buscan hacer sentir mal,
descalificar y hasta hacer tambalear nuestra decisión.
60
Todas estas reacciones son muy naturales si las
enmarcamos en una sociedad donde las canas siguen
siendo un tema tabú. A pesar de que hoy en día se
nota una cierta liberación en este sentido, sigue
existiendo mucha gente que considera que ser canosos
es casi un estigma social, algo muy malo y feo que no
desearían vivir nunca.
61
Y termino diciendo que también habrán comentarios
positivos, personas que nos dirán que les gustan
nuestras canas, que nos quedan bien y nos lucen,
personas sinceras que nos darán su opinión desde el
corazón y sin ofendernos. No podemos tampoco andar
a la defensiva pensando que todos nos van a criticar ni
que todos van a llamarnos viejas decrépitas o brujas.
62
Científicamente sabemos que la aparición de las
canas está determinada por los genes y por la
ausencia de melanina en los folículos pilosos del
cabello, y que el único modo de evitar que se vean, es
simplemente tiñéndolas, cubriéndolas con tinte.
63
XII
AFIRMACIONES SOBRE LAS CANAS Y EL
PROCESO
64
❖
Amo la vida, amo mis canas, amo mis
decisiones que son para sentirme más feliz.
❖
La única razón por la que llevo canas es
porque decido sobre mi vida lo que me gusta
hacer y cómo deseo verme.
❖
He aprendido a crecer en el respeto al
otro, respeto para ser respetada y deseo que se
respeten mis canas. Yo misma las respeto.
❖
Nada ni nadie podrá convencerme de
actuar en contra de mis convicciones. Yo sé lo
que quiero.
❖
Cada quien decide lo que la hace más
feliz, yo lo respeto, por eso también respeto lo
que yo decido.
❖
No me importa lo que opinen de mi
proceso. Me importa el resultado y la meta del
mismo.
❖
Yo no soy el proceso de crecimiento de
mis canas. Yo soy el logro total de las mismas.
❖
Mi felicidad está en complacerme con lo
que me resulta saludable, motivante y bello, y
mis canas lo son.
❖
Tomé la mejor decisión, mis canas son el
reflejo de mi madurez mental respecto a los
tabúes y prejuicios sociales.
❖
Mis canas y yo somos un TODO
indisoluble.
❖
Llevar canas me hace sentir libre y en
armonía con la naturaleza.
65
❖ Mis canas son parte de mi madurez, no
por edad sino por evolución.
❖ Tener canas me ennoblece, ellas son
sabiduría y luz.
❖ Yo sigo siendo yo, con canas o sin ellas,
pero prefiero ser con mis canas.
❖ Las canas me llenan de autenticidad.
❖ Descubro una nueva faceta de mi vida,
una nueva imagen que me llena de alegría.
❖ La felicidad puede esconderse en una
hebra de pelo blanco.
❖ Gracias canas por demostrarme que soy
capaz de superar retos.
66
XIII
CAMBIOS EN EL CUIDADO DEL CABELLO
67
hidratar las canas pero estas cosas ya son algo muy
personal, porque lo que le sirve a una persona no le
sirve a otra debido a los distintos tipo de cabellos y
también, dependiendo de lo sensible de su cuero
cabelludo o alergias.
68
Sin embargo, lo que le pase a una no tiene que
pasarle a todas. Hay personas que usan la plancha
bien caliente y no les pasa nada, o que se secan con
aire caliente o que pueden usar todo tipo de productos
sin que les dé alergia o les cause daño a las canas.
Creo que cada tipo de cana es distinta, unas serán más
delicadas, otras más fuertes. Es un mundo de variedad
infinita.
69
XIV
CÓMO NOS VAMOS VIENDO
Durante la espera puede suceder que alguna desee
regresar al tinte o usar champús colorantes o baños de
color y es parte del proceso, avanzar, verse con canas
y descubrir que no le gusta lo que ve, y debemos
entender y aceptar que eso puede pasar y que es muy
normal que pase. No tiene que ver con tabúes ni con
prejuicios sociales respecto al tinte sino con lo que a
una, en lo personal, la hace o no feliz.
Podemos opinar pero no hacer juicios de valor, cada
quien es libre de regresar sobre sus pasos en este
proceso y así debemos aceptarlo las que deseamos
continuar en él. Porque suele pasar que no es que no
se tenga la conciencia de que el tinte es dañino y
maltrata el pelo, se la tiene, eso es una verdad que es
imposible de negar pero a pesar de ello, puede pasar
que no nos sintamos bien con canas, entonces, se
regresa al tinte, sobre todo, si no se sufre de alergias o
problemas de salud que impidan ese regreso.
También puede pasar que alguna no esté lista del
todo para verse con canas y no por la edad, que
sabemos que pensar que hay una edad para dejarse
las canas es un tabú. Para lucir las canas no hay edad,
se lucen cuando se las tienen y salen para lucirlas y se
desea lucirlas, sobre todo. El no estar listas para verse
con canas dependerá de un estado emocional y no de
la edad, y es válido esperar para estarlo o no estarlo
nunca.
Pasa que hay personas que tienen muy pocas
canas, apenas unos rayitos y eso no les gusta, o no les
agrada el tono que esos rayitos les da en combinación
70
con el color natural de su pelo, porque recordemos que
no a todas nos sale el tono de canas parejo, es decir o
todo blanco, o todo gris, o todo plata. Hay personas
que lucen tonos naturales como el negro, castaño,
marrón, debido a que aún su pelo tiene pigmentación
natural, melanina, y sólo tienen pocas canas
esparcidas o mechoncitos adelante, etc., esto no quiere
decir que a todas no les guste verse con pocas canas,
habrá muchas que les gustan sus rayitos, así sean
pocos pero habrán otras que no. Sucede que al irse
viendo en un espejo, el tono del pelo, el resultado que
les dan esas canas, deciden que no desean verse así
porque preferirían tener un tono parejo de canas o
tener muchas más canas.
71
COLLAGE DEL PROCESO
72
XV
DESCUBRIENDO UNA NUEVA IMAGEN
Vestuario, maquillaje, accesorios y colores
73
tengo que usar pañuelos, en el cuello, de tonos fuertes
que hagan contraste con el color blanco.
74
marrón, pero una amiga me aconsejó que no se me
veía bien el lápiz marrón con las canas, (sobre todo
cuando las canas son muy blancas y parejas), que
probara usando un lápiz de color gris, le hice caso, el
lápiz de cejas gris me vino muy bien con mis canas,
mucho mejor que el lápiz marrón, la diferencia fue
notable y comencé a pintarme las cejas con lápiz gris.
75
Descubrí una nueva imagen de mí misma, una versión
mejorada, gracias a mis canas.
76
XVI
77
herencia nos corresponde. La carencia de ella es la
que produce el nacimiento de los cabellos grises o
blancos, aunque hay una teoría que dice que en
realidad, las canas son amarillas, que es el amarillo, su
verdadero color.
78
El mito de que el pelo teñido rejuvenece es sólo un
mito, nada más.
79
De este modo estamos dejando en evidencia, el miedo
a envejecer y el miedo al “qué dirán”.
80
terminamos perdiendo al irnos quedando calvas o
padeciendo alergias y enfermedades producidas por
los químicos.
81
Pienso que la salud vale cualquier cambio.
Quedarnos calvas por complacer a una sociedad que
promociona el falso concepto de belleza capilar que
dan los tintes, no vale la pena. Sabemos que los tintes
dañan la salud y ocasionan caída de cabello y alergias,
y quién sabe cuántos otros males silenciosos que
desconocemos pero que van causando mella en
nuestro organismo. El tinte se absorbe a través del
cuero cabelludo y va al torrente sanguíneo, lo que nos
explica, la muerte de algunas personas por reacción
alérgica al tinte. Nunca antes les pasó nada al teñirse y
un día, de pronto, les da una reacción que las lleva a la
muerte o las coloca al borde de ella. Y aunque son
pocos los casos, se han dado.
82
XVII
83
Las canas dan además de luz, mucha elegancia a
quien las lleva y no se puede negar que infunden
respeto. Además, se suele asociar a las canas, la
seguridad y la confianza. Una persona que luce sus
canas, refleja estas dos cualidades porque la actitud
con la que se llevan las canas es fundamental, sobre
todo, si consideramos que para muchos es un tema
tabú.
84
una sensación de paz y relajación, suavizan las
facciones, dándonos un aire de distinción. Y cuando
hablo de las canas blancas, es por el color de las
canas que se ven en su mayoría blancas. El tono gris
puede estar presente cuando aún el cabello tiene cierta
pigmentación natural. Al contrario que el color blanco,
el gris es un color que no es ni negro ni blanco, está en
el medio y lo asocian con vejez al igual que el color
blanco. El gris representa lo sobrio, al estar las canas
diversificadas entre el blanco puro y el gris, se logra dar
un matizado precioso que al mezclarse nos da una
sensación placentera de equilibrio entre estos dos
colores y que es lo que suele llamarse “sal y pimienta”
o “salpimentado”.
85
XVIII
EL ANTES Y EL DESPUÉS
86
El “después” del tinte, se convirtió en un tiempo de
paz, de renovación, de resurrección si se quiere, de
realización personal y de reafirmación de creencias y
convicciones.
Además, el haber podido superar los meses del
proceso, el haber sido “valiente” para afrontar las
críticas y al final haber podido ganar en salud y en
libertad respecto a la esclavitud del tinte, es algo que
no tiene precio.
87
XIX
LAS CANAS, UNA NUEVA ETAPA DE VIDA
88
porque nos hace felices en primer lugar a nosotras
mismas y además nos reporta salud.
89
XX
OTRA VISIÓN DE MÍ MISMA Y DEL ENTORNO
Llegado a este punto, es interesante ver que
finalizado el proceso, alcanzada la meta y sabiendo
que no regresaremos sobre nuestros pasos ¿Qué
sentimos?, ¿Cómo nos vemos?, ¿Cómo vemos a los
demás?
Yo puedo hablarles con propiedad de lo que yo
sentí, me descubrí de otro modo, me di cuenta que
podía enfrentar a la sociedad con mi pelo blanco y no
tener miedo ni pena de hacerlo, sentir que había
vencido un tabú fue algo muy bueno, mi autoestima
mejoró mucho, me sentí capaz de salir y vencer
cualquier obstáculo.
Con el segundo corte de pelo a los once meses,
consideré finalizado el proceso, ya no me quedaba
nada de tinte y aunque el pelo lo tenía de un corto que
nunca imaginé tenerlo, me sentí feliz y realizada.
La sensación de paz y de tranquilidad que tuve al
saber que ya más nunca volvería a preocuparme por
las raíces y más nunca por correría a teñirme, es algo
que no se puede explicar sino sentir. Ver esas raíces
que tanto detestaba antes, pero que ahora, formaban
parte de mi cabello natural, que ahora es mi cabello
natural, esa sensación de libertad, no tiene precio.
Una siente que se ha quitado un peso de encima,
que la tortura y la mortificación de teñirse ha terminado
y ha dado paso a una maravillosa sensación de
libertad.
90
Acostumbrarme a verme con el cabello blanco casi
en su totalidad, tengo más blanco que gris, fue algo
que al comienzo me impresionó un poco, sobre todo al
verme en el espejo, ya que les confieso que me notaba
algo apagada, y aunque nunca fui de mucho
maquillaje, siempre me gustó ponerme rubor,
rellenarme las cejas y usar labiales, sólo que ahora
notaba que los labiales muy claros ya no me iban con
mis canas. Cada quien vive su experiencia de modo
distinto y todas son muy válidas. Mi experiencia no
tiene que ser la de los demás, es mi vivencia y es cómo
me sentí al finalizar el proceso.
Descubrí que me gustaban los labiales con más
tono, que me lucía más la ropa de colores vivos, que
me gustaban más los aretes que me hicieran juego con
la ropa, en fin, que se me activó toda una coquetería
que quizá antes no la tenía de ese modo. En mi caso
las canas fueron un aliciente que me ayudó mucho a
valorarme más, a verme como una mujer distinta a la
que fui cuando iba teñida, y es que claro, algo cambió,
no sólo el color de pelo, sino mi capacidad de enfrentar
los retos, me hizo ver que podía, no sólo con el reto de
las canas sino con el reto del peso, (yo hice los dos
procesos a la vez, el de las canas y el de perder peso),
eso hizo que me sintiera capaz de enfrentar cualquier
otro reto y ambos procesos redundaron en mi salud, no
sólo porque el tinte me generó una alergia a los
químicos, incluidos perfumes y olores fuertes sino que
ahora me sentía más saludable en todo sentido.
91
En mi caso volver atrás no era posible ni que
hubiera querido hacerlo. Menos mal que no fue así.
Desde que llevo mis canas me fijo más en el entorno,
en las mujeres que van teñidas, en cómo se les ve el
pelo, si bonito o dañado y he observado más pelos
dañados que sanos y bonitos, aunque hay quienes se
tiñen y conservan con cuidado su pelo y se les ve muy
bonito, pero la generalidad no es esa,
lamentablemente.
92
No me arrepiento de haberme teñido el pelo durante
tantos años. Creo, firmemente, que todas las
experiencias son necesarias para nuestro crecimiento,
si las vivimos es por algo, porque las necesitamos para
nuestra evolución. Cuando comencé a disfrutar de mis
canas pensaba que hubiera debido dejar de teñirme
mucho antes, me recriminaba el haber estado tan
ciega, de no haber podido parar con la esclavitud del
tinte aún a sabiendas de que me hacía daño. Pero
ahora sé, que ha debido ser así, que era necesario que
todo llegará a su debido tiempo.
Todo pasa por una razón y hay un tiempo para cada
cosa, es parte de nuestra evolución en este plano
material. Admiro a todas mis compañeras de camino,
admiro su tenacidad, convencimiento, admiro su
capacidad de enfrentar retos, de sonreír mientras los
enfrentan pero sobre todo admiro lo felices que las veo
cuando logran su objetivo.
Lo más hermoso que he visto, es la felicidad que hay
en una sonrisa coronada por unas canas radiantes,
libres y felices.
93
XXI
TESTIMONIOS DE AMIGAS Y COMPAÑERAS DE
CAMINO
He querido compartir en este libro, el testimonio de
tres amigas y compañeras de camino, de este camino
de las canas.
Ellas, amablemente, me han dado sus testimonios,
así como sus fotos para compartirlas en este libro, algo
que agradezco.
TESTIMONIO DE CARLA
Cuando comencé a considerar dejarme las canas,
fue cuando vi a Vilma que se dejó las de ella y también
cuando comencé a participar en un grupo de
“Salpimentadas” en Facebook. En ese grupo pude ver
a mujeres más jóvenes que yo que se dejaron sus
canas y se veían muy bien. Sin embargo, aún no me
sentía del todo convencida.
El último tinte que me puse era oscuro y lo combiné
con mechitas. Siempre me teñía de oscuro y aclaraba
un poco con mechas. Trataba de alargar el tiempo para
no teñirlo tan pronto, usando barras especiales para
tapar raíces y tapar el crecimiento de la coronilla.
En el verano de 2014 teniendo las raíces bastante
crecidas, comencé a usar un mousse con color para
tapar el crecimiento, este mousse se caía al lavar el
pelo. El color teñido comenzó a decolorarse con unos
tonos muy feos y fue cuando una amiga me dijo: “O te
tiñes de nuevo o te cortas el pelo”. Y decidí cortarme el
pelo.
94
En octubre fui a la peluquería y me cortaron
bastante, casi todo lo teñido salió pero quedaron
algunas puntas aún teñidas. Al verme con casi toda mi
cabeza canosa me empezó a gustar lo que vi. En el
2015 fui de nuevo a la peluquería y me cortaron todo lo
que quedaba de tinte.
En ese entonces fue cuando comencé a disfrutar del
color de mi pelo, a gustarme lo que veía y a sentirme
feliz con la decisión tomada. Algo que me favoreció
durante el proceso fue que no estaba trabajando, por
eso, pude llevar el proceso más relajada. Luego me lo
dejé crecer un poco y ahora lo mantengo con un largo
medio, debajo de las orejas. Me siento “contra-
corriente” y me gusta.
No es el color de pelo lo que nos hace mayores sino
son otras cosas, es cuestión de actitud. El resultado
logrado ha sido excelente.
El grupo de “Salpimentadas” y Vilma, fueron mi
motivación y apoyo. No doy un paso para atrás ni loca.
Personas que me ven con mis canas se están
animando a dejarse las suyas. Me contenta servir de
ejemplo en donde vivo.
95
TESTIMONIO DE ROXANA
96
Cuando llevaba ocho meses de transición decidí
cortar el cabello muy corto, eso me ayudó muchísimo a
acelerar el proceso y me encantó cuando vi parte del
cabello teñido en el suelo. Fue liberador.
97
Desde ese momento en que paré con el tinte, estoy
muy bien de salud y libre de la esclavitud que
significaba estar pendiente de si se veía el crecimiento
blanco de mis raíces. Además, el dejar el tinte significó
un ahorro de dinero.
98
XXII
FOTOS DE CARLA, ROXANA Y NORMA BEATRIZ
CARLA
ROXANA
99
NORMA BEATRIZ
100
XXIII
SER FELICES CON NUESTRAS CANAS
Para finalizar deseo comentar sobre la felicidad que
he notado y noto en las mujeres que han decidido lucir
sus canas, son comentarios de satisfacción personal,
de realización, de alegría, de amor por sus canas, de
liberación pero sobre todo de felicidad por haber vuelto
a lo natural.
Recojo aquí algunos de ellos que he leído en los
grupos en donde participo y que me permito
transcribirlos, por ser todos tan motivadores y
hermosos:
101
• Me encantan mis canas. Viva la libertad
del tinte.
• Una de las mejores decisiones: aceptar
mis canas.
• Hoy por hoy soy feliz con mi cabello
salpimentado.
• Me siento fenomenal con mis canas.
• Nunca había visto mi cabello tan sano.
• Me siento encantada con este pelo que
tengo.
• Me animé a mi blanco total.
• Soy una amante de mi pelo blanco.
• A disfrutar de mi pelo, suave, brilloso y
con canas.
• ¡Al fin sin tinte!
• A disfrutar de la libertad sin tinte.
• Contentísima de mi decisión.
• Cada día estoy más feliz con mis canas.
• ¡Ánimo valientes, esto es toda una
liberación!
• Mi color natural ha cogido un bonito color
ceniza.
• Lentamente va creciendo, no tengo
apuro, estoy tan feliz con mi cabello.
• Sigue creciendo y está sano y suave.
• Me encanta tocar mi pelo tan suave.
• Con mis canas me siento yo.
• Disfrutando de este proceso y
sintiéndome muy feliz de mis canitas hermosas.
• Llevo ocho meses con el cambio y estoy
feliz.
• Amo mi cabello, tres meses sin teñirlo.
102
• Cada vez salen más canas, pero poco a
poco, me encantan.
• Cada día más contenta de haber dado el
paso.
• Cada día más encantada con mis canas.
• Cada día me convenzo que dejarse las
canas tiene un efecto maravilloso en nosotras.
• Amo las canas y me encanta ver a
hombres y a mujeres, luciéndolas con elegancia
y alegría.
• ¡Lo logré! Sin tinte y cada día más
enamorada de mi cabello.
• Aprendí a amarlo.
• Feliz y orgullosa de mi cabello.
• Ahí voy, muy contenta, pero esperando a
que crezca.
• Vamos caminando orgullosas con
nuestros hilos de plata.
• ¡Arriba nuestra valentía y autoestima!
• Las canas son rayos de luna en la
cabeza.
• Amo mis canas, ellas son parte de mi ser.
• He descubierto con mis canas otra yo que
me hace feliz.
• Liberarme del tinte ha sido una bendición
en mi vida.
103
Leer estos comentarios es realmente muy motivador,
nos demuestra que la felicidad por lo decidido da
dividendos muy satisfactorios en la mayoría de los
casos, y esto motiva a quienes transitan el camino de
dejarse las canas, un camino que se hace mucho más
llevadero cuando se tiene el apoyo, el ánimo y el amor
de compañeras de camino que transitan lo mismo o
que ya lo han transitado.
Por otra parte no olvidemos que la vida, la vamos
haciendo cada una según nuestros criterios y valores,
cada quien decide lo que mejor le va y lo que llena su
vida de satisfacción. Si el dejarse las canas forma parte
de esa satisfacción, bienvenidas sean, y si no, no pasa
nada, que con el pelo teñido o con canas, podemos ser
igualmente muy felices, satisfechas y dichosas.
104
XXIV
SÉ CANOSA Y SIÉNTETE FELIZ (Poema)
105
XXV
106
-Lo lamento mucho, no quiero que mi presencia los
moleste, yo quiero que seamos amigos, que nos
llevemos bien, que podamos compartir como
hermanos.
107
sol, enseguida se dispuso a usar el tinte. Los cabellos
oscuros que habían visto el bote de pintura,
comenzaron a dar la alarma a todos los demás y
culparon a Canita por lo que iban a sufrir todos ahora.
Por su culpa les pondrían un tinte negro que a muchos
les haría daño y terminarían muriendo.
108
tenazas de pelo los habían dejado muy maltrechos.
Canita se había salvado del calor y de las tenazas
porque se había escondido entre sus hermanos, los
cabellos oscuros. Canita se ofreció a ayudarlos pero
ellos la rechazaron una vez más, diciéndole:
109
Los cabellos oscuros y las canas que habían
escuchado todo, se sintieron felices de esa decisión de
la mujer y decidieron que las diferencias no deberían
dividirlos, todos eran hermanos y todos debían
permanecer unidos para siempre, se abrazaron y se
prometieron no volver a pelear nunca más. Los
cabellos oscuros le pidieron perdón a Canita quien feliz
los abrazó y perdonó.
110
XXVI
AGRADECIMIENTO
Si has llegado hasta aquí leyendo este libro quiero
darte las gracias, no sé si lo has leído porque estás en
el proceso de dejarte tus canas, no sé si ya te las has
dejado y las luces orgullosa, no sé si aún te tiñes el
pelo y no te decides a dar el paso, no sé si te tiñes y lo
lees por curiosidad, pero sea como sea, agradezco el
tiempo que has dedicado a leer estas letras.
111
No vamos a encontrar mucha literatura que avale
este tema de dejarse las canas por lo que ya sabemos,
que es un tema no aceptado socialmente, y aunque
podamos ver que hay un poco más de apertura
respecto al mismo, aún sigue habiendo mucha
resistencia y mucho temor para poder lucir las canas
con orgullo.
Sin embargo, cada día son más las mujeres que
deciden liberarse de esa presión social y optan por
dejar su cabello al natural.
Algo que sí les puedo decir con mucha seguridad es
que el haberme dejado las canas me liberó de ese
terrible tabú de que las canas envejecen y son feas.
Nunca me he sentido más joven, guapa y feliz como
desde que dejé de teñirme el pelo.
La felicidad no está ni siquiera en una decisión
“rompe-esquemas” como es la de dejarse las canas. La
felicidad está en ser y hacer lo que nos hace
decididamente felices, más saludables y mucho más
conformes con nuestros valores y creencias.
La vida es una recolección de experiencias que nos
enseñan, nos ayudan a madurar, a crecer como seres
humanos espirituales pero sobre todo, nos enseña que
vivir es maravilloso siempre, sea con una cabeza
inundaba de rayos de luna o sin ellos.
La oscuridad no existe donde la luz brilla.
Sean todas muy felices.
112
FOTO-POEMA
113