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ANALISIS DE LA LECTURA

“CUANDO EL LISTO ES TONTO”

PRESENTADO POR:
JUAN PABLO SARMIENTO BERRIO
401 621 8217

PRESENTADO A:
Mg. EDILSON DUCUARA CASTRO

ADMINISTRACIÓN DE RECURSOS HUMANOS


GRUPO: 1

CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL HUILA – CORHUILA


PROGRAMA DE INGENIERÍA INDUSTRIAL
FACULTAD DE INGENIERÍA
NEIVA – HUILA
2020
ANALISIS DE LA LECUTRA “CUANDO EL LISTO ES TONTO”

Antes de iniciar con la lectura, quise preguntarme sobre qué podría tratar esta; entre
mis aportes estuvo la idea de que este podría tratar sobre la astucia que una
persona podría tener ante cualquier situación sin importar sus conocimientos y
formación, así como también pensé que podría tratarse de la poca capacidad que
tienen muchos para interpretar y entender ciertos factores; sin embargo, al momento
de basarme realmente en lo que trata la lectura puntualmente, re afirmé un
pensamiento que he venido desarrollando durante ya varios años, especialmente
durante mi formación académica como profesional, y es el valor que se le debe
realmente dar a la aptitud, antes de la capacidad intelectual.

Dicho esto, mi intención no es expresar que es más importante tener a alguien que
tenga buena aptitud, pero que no sepa nada, a tener a alguien que sepa todo, pero
tenga una mala aptitud. La aptitud y los conocimientos, o la capacidad intelectual de
alguien, deberían trabajar de manera ecuánime y equitativa. El texto expresaba que
ser un estudiante honorable, con calificaciones sorprendentes, y resaltar más por
encima de mis compañeros, no hará que asegure tener un futuro económicamente
solvente; en muchos casos, especialmente durante nuestra vida universitaria,
creemos que entre mejores seamos o más sepamos, seremos más apetecidos por
las empresas y no es así.

Si nos vamos a épocas antiguas, tal vez así lo sea; la empresa anteriormente les
importaba más el saber, que el ser; así que preferían contratar personas muy
buenas intelectualmente, con una capacidad intelectual arrolladora, pero con una
personalidad horrible; a las empresas no les importaba si estas personas pasaban
por encima de los demás, los desmeritaban, y humillaban, sino que solo les
importaba que hicieran bien su trabajo, es más, actualmente, en muchas empresas
donde personas de edad están al mando, estas situaciones se siguen presentando
y no hay repercusiones, ni gasticos para quienes lo hagan.

Sin embargo, actualmente la situación es completamente diferente. No es un


secreto que las nuevas generaciones han ido abriendo la mentalidad de las
generaciones antiguas; es más, las nuevas generaciones hemos sido grandes
aportante de los cambios que el mundo ha tenido durante los últimos veinte años,
durante estas décadas, hemos trabajado en cambiar la mentalidad de muchos, con
relación a la tolerancia, a la igualdad, a la equidad, a la aceptación, no está de más
resaltar que a pesar de esto, existen personas de la generación actual que sigue
viviendo en un mundo antiguo, donde ninguna de estas cosas son bien vistas por
ellos, pero somos más quienes trabajamos por una sociedad más incluyente.

Con esto, y regresando al tema empresarial, y de las aptitudes, vemos como las
empresas ahora, más que la capacidad intelectual, se fijan con más exactitud en la
formación del ser y el actuar de un profesional; buscan profesionales íntegros, con
buenas bases del saber, pero además, que conserven esa empatía que actualmente
le hace falta al mundo; esa empatía que trabaja en entender a toda una
organización, esa empatía que trabaja en entender la situación del vulnerabilidad
del otro, esa empatía que brinda el privilegio de ensañar a quienes no saben, esa
empatía que ayude a formar. El saber ser, es un complemento a la capacidad
intelectual, es tener una mente abierta a cualquier posible situación que beneficie o
afecte la compañía, para así, tener también la suficiente capacidad intelectual para
saber actuar correctamente y saber solucionar prontamente la situación.

Actualmente, podemos evidenciar con la situación que vive el mundo con relación
al COVID-19 o Coronavirus, podemos evidenciar como para algunos presidentes,
especialmente para Donald Trump, presidente de Estados Unidos, fue más
importante la economía de su país, que sus propios ciudadanos, tuvo en sus manos
la potestad de evitar todo lo que actualmente está sucediendo en la capital del
mundo, sin embargo, sus intereses fueron más allá de la conservación de la vida de
sus ciudadanos, y actualmente está lamentando lo sucedido. Esto mismo, podemos
ver en otros países del primer mundo, como los son los países europeos, países
desarrollados que creían tener el poder ante cualquier situación, y hoy al minúsculo
les está ganando. Por el lado de la empatía, de la inteligencia emocional, de la
racionalidad y del desinterés, vemos como países del tercermundistas, poco
desarrollados, le han dado más prioridad a la vida de sus pobladores, que a la
misma economía, porque en estos países entiende la importancia y el valor que
tiene la vida para el desarrollo de una sociedad, posición que tal vez, Donald Trump
no quiso ver; solo le importaban los intereses económicos, y relaciones
internacionales, que siguieran alimentando su ego, y no le importó por encima de
quién tuvo que pasar para llegar a esto.

Con esto, quiero concluir que no importa quién seas, cuantas profesiones tengas,
ni tus especialidades, maestrías y doctorados, mientras no tengas una gran
capacidad intelectual emocional, mientras no aprendas a valorar a tus trabajadores,
subordinados y autoridades, mientras no aprendas a respetar, y a recalcar las
habilidades del otro, cuando entiendas que tu solo no puedes construir una mejor
sociedad, será ahí cuando entenderemos, que los conocimientos que tenemos en
nuestra cabeza no son suficientes si no tenemos aptitud, amor, tolerancia y respeto
por lo que hacemos y por quienes nos rodean.

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