ANÁLISIS Y CRÍTICA

Breve análisis del proceso judicial

de alimentos y la calidad de cosa
juzgada de la sentencia
A propósito de la
STC Exp. N° 03162-2008-PA/TC*

Juan Carlos DEL AGUILA LLANOS**

En el presente artículo el autor analiza los alcances y diversos supuestos

que envuelven al proceso judicial de alimentos, concluyendo que la sen-
tencia que fija la pensión de alimentos adquiere la autoridad de cosa juz-
RESUMEN gada, no pudiendo ser modificada posteriormente a través de un incidente.
En ese sentido, si se pretende reducir algún concepto de esta pensión de-
berá acudirse a un nuevo proceso (reducción de pensión alimentaria) para
obtener dicha pretensión, esto tomando en consideración los nuevos he-
chos acontecidos.

A MANERA DE INTRODUCCIÓN Ante el sinnúmero de conflictos, los alimen-

Hoy en día existen múltiples conflictos como
producto del incumplimiento de los deberes
que tienen los padres frente a sus hijos, sien-
do uno de los principales el deber de prestarles
alimentos. Este incumplimiento muchas veces
es producido por la falta de cultura de las per-
sonas y, muchas otras, por la carencia de in-
gresos temporales de los padres, impidiéndo-
les hacer frente a la gran responsabilidad que
implica tener esta calidad.
tistas observan en los procesos judiciales de
alimentos una de las vías para hacer valer sus
derechos y para poder obtener aquellos recur-
sos que le son necesarios. Ante esta situación,
los alimentistas se encuentran frente a múlti-
ples interrogantes: ¿Cuánto podemos solicitar
como pensión de alimentos? ¿Existe un pará-
metro que debemos observar para demandar
los alimentos? ¿Qué sucede con los alimen-
tos que debió darme mi padre hace muchos

* Nota de Gaceta Constitucional: La STC Exp. N° 03162-2008-PA/TC, objeto del presente comentario, ha sido publicada en
Jurisprudencia del Tribunal Constitucional. Tomo 10, Gaceta Jurídica, Lima, octubre de 2010, pp. 168-174.
** Especialista Legal del Juzgado Transitorio de Familia de Villa María del Triunfo. Egresado de la Universidad Nacional Mayor de
San Marcos.

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A NÁLISIS CIVIL, COMERCIAL Y PROCESAL CIVIL

años pero que nunca recla- que evaluarse desde un punto

mé? ¿Puede modificarse lo
dispuesto en la sentencia que
otorga pensión de alimentos?
Si es así, ¿por medio de qué
mecanismos?
Interrogantes que aclararemos
en la parte introductoria del pre-
sente artículo, para finalmen-
te realizar un comentario a la
STC Exp. N° 03162-2008-PA/
TC, recientemente expedida
por el Tribunal Constitucional,
que analiza –precisamente– el
derecho alimentario, la exigen-
cia de su cumplimiento en el
proceso judicial de alimentos y
“
[E]l carácter indis-
pensable de los alimentos
tendrá que evaluarse des-
de un punto de vista sub-
jetivo, ya que dependerá
de la situación y posibili-
dades de la familia, deter-
minar, realmente, qué es
lo que tiene la calidad de
indispensable para la vida
del alimentista y qué no ...
si el que pretende hacer
valer su derecho alimen-
ticio, se encuentra en el
marco de una familia pu-
diente, podrá exigir ali-
mentos que le permitan
continuar con la misma
de vista subjetivo, ya que de-
penderá de la situación y po-
sibilidades de la familia deter-
minar realmente qué es lo que
tiene la calidad de indispensa-
ble para la vida del alimentista
y qué no. En ese sentido, si el
que pretende hacer valer su de-
recho alimenticio se encuentra
en el marco de una familia pu-
diente, podrá exigir alimentos
que le permitan continuar con
la misma calidad de vida, de
manera tal que no sufra altera-
ción alguna para su desarrollo.

la calidad de cosa juzgada de la
calidad de vida ...
sentencia recaída en el proce-
so judicial.
I. ANÁLISIS SOBRE EL PROCESO JUDI-
CIAL DE ALIMENTOS
1. Concepto y alcances del derecho ali-
mentario
El Código Civil en el artículo 472 establece que
“por alimentos [se entiende] lo que es indis-
pensable para el sustento, habitación, vestido y
asistencia médica, según la situación y posibi-
lidades de la familia. Cuando el alimentista es
menor de edad, los alimentos comprenden tam-
bién su educación, instrucción y capacitación
para el trabajo” (el resaltado es nuestro).
Como puede apreciarse, nuestro ordenamien-
to al momento de regular los alimentos utiliza
términos que pueden sonar un tanto contradic-
torios. Primero, nos habla de indispensable,
lo cual implica lo necesario para subsistir.
Sin embargo, luego también hace alusión a la
atención de la situación y posibilidades de la
familia, permitiendo inferir que no se hace re-
ferencia a lo estrictamente necesario como lo
indica el término indispensable. Esta aparente
contradicción literaria no debe llevar a los jus-
ticiables a confusiones.
Lo que debe interpretarse en realidad es que el
carácter indispensable de los alimentos tendrá
”
El razonamiento antes ilustra-
do se ve también claramente
reflejado en el artículo 481 del
Código Civil, cuando se seña-
la que “los alimentos se regulan por el juez en
proporción a las necesidades de quien los pide
y a las posibilidades del que debe darlos, aten-
diendo además a las circunstancias personales
de ambos, especialmente a las obligaciones a
que se halle sujeto el deudor” (el resaltado es
nuestro).
Así, podemos indicar como primer punto de
nuestro desarrollo que el monto que se preten-
de alcanzar como pensión alimenticia debe
involucrar no solamente lo estrictamente ne-
cesario para la vida del alimentista, sino que
debe procurar que su vida no se altere y que
continúe desarrollándose tal como era antes
de que el obligado incumpliera con su deber
alimenticio.
2. Cuando uno de los padres actúa
como representante legal del alimen-
tista e interpone demanda de alimen
luarse su capacidad económica para
fijar la pensión alimenticia a cargo del
demandado o solo la de este último?
Sobre el tema existe una gran confusión dado
los criterios que se presentan en la realidad.
Unos consideran que solo debe tenerse en
cuenta la capacidad económica de aquel que

240

tiene el papel de demandado dentro del proce-
so judicial de alimentos, dejándose de lado a
aquel que tiene la calidad de representante le-
gal del alimentista e interpone la demanda en
su nombre. Esto al considerar que el represen-
tante legal en realidad cumple con sus obliga-
ciones frente al alimentista sin necesidad de
una sentencia judicial, mientras que el deman-
dado necesita de un mandato judicial para dar
cumplimiento a sus obligaciones.
Otros consideran que, en realidad, debería
evaluarse tanto la capacidad del representante
legal como la del demandado, dado que el de-
ber de prestar alimentos recae sobre ambos y
no solo sobre el demandado.
Nosotros compartimos este último punto de
vista, pues consideramos que el deber alimen-
ticio, le corresponde tanto a la madre como el
padre del alimentista. Así se desprende de lo
establecido en el artículo 418 del Código Ci-
vil que señala que “por la patria potestad los
padres tienen el deber y el derecho de cuidar
de la persona y bienes de sus hijos menores”;
siendo además que la obligación alimentaria
a cargo de los padres continúa a pesar de que
se les suspenda la patria potestad o que hayan
perdido esta por alguna circunstancia1.
La normativa citada nos permite inferir que,
sin importar quien actúe como representante
legal del alimentista en el proceso judicial de
alimentos, ambos padres tendrán el deber de
aportar económicamente para su sustento. Por
ello, el juez, al momento de fijar la pensión
alimenticia, deberá tener en cuenta no solo
la capacidad económica del demandado en el
proceso, sino también de aquel padre que ac-
túa como representante legal del alimentista.
Dicha exigencia se debe tener en cuenta para
evitar que el representante abuse de tal cali-
dad, exigiendo que solo el demandado cubra
las necesidades del alimentista, incumpliendo
con sus obligaciones frente a este.
1 Código de los Niños y Adolescentes
Artículo 94.- Subsistencia de la obligación alimentaria
La obligación alimentaria de los padres continúa en caso de suspensión o pérdida de la patria potestad.
GACETA CONSTITUCIONAL N° 34
ANÁLISIS Y CRÍTICA
A partir de lo indicado, esbozamos nuestra se-
gunda idea: el deber de prestar alimentos re-
cae sobre ambos padres, por lo que la capaci-
dad económica de ambos, y no solo de aquel
que tiene la calidad de demandado, deberá ser
observada por el juez al momento de fijar la
pensión alimenticia.
3. Cuando el padre demandado aban-
donó al alimentista antes de interpo-
nerse la demanda, ¿puede solicitarse
que la pensión tenga efectos retroac-
tivos y que el demandado cumpla con
ella desde el momento en que aban-
donó el hogar e incumplió con sus
obligaciones alimentarias?
Actualmente, la gran mayoría de los procesos
judiciales de alimentos se inician como pro-
ducto del abandono por parte de uno de los pa-
dres del hogar conyugal o convivencial en el
lapso de un largo periodo de tiempo; lo que
ocasiona que la interposición de la demanda
no sea precisamente el punto de inicio del es-
tado de necesidad del alimentista, sino que a
través de esta tan solo se pretenda que el refe-
rido estado de necesidad sea controlado, y se
evite mayores daños de los ya ocasionados al
alimentista.
Ante dicha situación, surge en la mente del
demandante como primera interrogante: “¿Po-
dré exigir el pago de alimentos desde la fecha
en que se dio verdaderamente inicio a mi es-
tado de necesidad?”. La respuesta, lastimosa-
mente, es negativa.
El punto real de partida para la exigencia de la
pensión alimenticia que se fijará en la futura
sentencia –claro está, si se declara fundada la
demanda– será el momento en que se admitió
la demanda de alimentos, toda vez que será a
partir de este preciso instante que el juez tomó
conocimiento de la existencia del estado de ne-
cesidad del alimentista, así como de la obliga-
ción y responsabilidades del demandado fren-
te a este.
241
A NÁLISIS CIVIL, COMERCIAL Y PROCESAL CIVIL
Así, dejamos fijada nuestra tercera idea, que
tendrá que tomarse en cuenta al momento de
demandar alimentos: será a partir del admiso-
rio, que el demandante podrá exigir las llama-
das pensiones alimenticias devengadas, requi-
riendo retroactivamente el pago de la pensión
alimenticia fijada en la sentencia.
4. La sentencia en el proceso de alimen-
tos ¿es emitida para cumplirse o para
variarse? El constante problema de la
calidad de cosa juzgada de la sentencia
Muchos de los justiciables consideran que la
sentencia que recae en el proceso judicial de
alimentos (iniciado por o en contra ellos) será
la resolución que marcará su destino y que no
podrán hacer nada para contrarrestar sus efec-
tos atendiendo al carácter inmutable de la sen-
tencia con autoridad de cosa juzgada. Otros,
con un punto de vista “más amplio”, conside-
ran que esta sentencia es netamente “provisio-
nal” y que no tendrían el deber de cumplirla,
sino que podrían modificarla sin ningún pro-
blema, evitando así asumir la pensión alimen-
ticia fijada en la sentencia.
Ciertamente, ambos criterios tienen algo de ra-
zón. Existen dos puntos vitales que son deter-
minados en la sentencia de un proceso judicial
de alimentos, en caso de que esta se declare
fundada: la existencia de la obligación alimen-
taria y el quántum de la pensión alimenticia
a cargo del demandado. Toda sentencia debe-
rá observar, necesariamente, estos dos puntos.
Para ello, como ya hemos mencionado, debe-
rá considerarse al momento de la interposición
de la demanda, tanto la necesidad del alimen-
tista como la capacidad del demandado y, cla-
ro está, del padre que actúa como representante
legal del alimentista en el proceso. Para ello, el
demandante deberá acreditar con documentos
fehacientes que se encuentra en estado de ne-
cesidad, no necesariamente hace muchos años
atrás, sino en el momento en que interpone la
demanda de alimentos.
2 RTC Exp. N° 03552-2008-PA/TC, publicada en la página web del Tribunal Constitucional el 15 de enero de 2010.
242
Ahora bien, la gran interrogante que surge del
demandado y del alimentista es: ¿me veré con-
denado o favorecido con la pensión alimenti-
cia para toda la vida? La respuesta, para ale-
gría de unos y tristeza de otros, es negativa. Lo
dispuesto en la sentencia recaída en el proceso
judicial de alimentos si bien debe ser cumpli-
do por el demandado, podrá ser evitado, siem-
pre y cuando, el demandado acredite en otro
proceso judicial la modificación de la situa-
ción de necesidad del alimentista y/o su capa-
cidad económica para asumir la pensión ali-
menticia impuesta. Pero, ¿eso quiere decir que
la sentencia expedida en el proceso judicial de
alimentos no es inmutable y que, por lo tan-
to, no tiene la calidad de cosa juzgada? La res-
puesta es negativa.
Dentro del proceso judicial de alimentos, la
sentencia tendrá la firmeza que toda sentencia
ejecutoriada tiene y deberá ser cumplida por
las partes, toda vez que fue expedida luego de
haberse analizado los fundamentos de hecho y
de derecho tanto de la parte demandante como
del demandado, que como mencionamos, gi-
ran en torno a una determinada situación que
fue planteada por las partes durante el proceso.
Por lo tanto, lo dispuesto en la sentencia debe-
rá cumplirse mientras no se acredite en otro
proceso que ha variado tal situación.
De lo mencionado, podemos reconocer la ca-
lidad de cosa juzgada de la sentencia recaí-
da en el proceso judicial de alimentos, aun-
que muchos pretendan negarlo. Así también
lo resalta el Tribunal Constitucional al seña-
lar, en una de sus resoluciones, que “mediante
la cosa juzgada se instituye el derecho de todo
justiciable a que el contenido de las resolucio-
nes que hayan adquirido tal condición no pue-
da ser dejado sin efecto ni modificado, sea por
actos de otros poderes públicos, de terceros o
incluso, de los mismos órganos jurisdicciona-
les que resolvieron el caso en que se dictó”2.
 ANÁLISIS Y CRÍTICA

Si bien es cierto que la senten- el estado de necesidad del ali-

cia recaída en un proceso judi-
cial de alimentos puede ser mo-
dificada, ello no involucra que
pierda la calidad de cosa juz-
gada. Al respecto, debe tenerse
en cuenta que dentro del proce-
so de alimentos, la sentencia es
la última palabra y, por lo tan-
“
[E]l juez, al momen-
to de fijar la pensión ali-
menticia, deberá tener en
cuenta no solo la capa-
cidad económica del de-
mandado en el proceso,
sino también de aquel pa-
dre que actúa como re-
presentante legal del ali-
mentista o la capacidad eco-
nómica del demandado.
Empero, tal es la fortaleza y
la exigencia del cumplimien-
to de la sentencia recaída en el
proceso de judicial, que para
acudir a cualquiera de las vías
antes señaladas, el –hasta en-

”
to, determinante para la con-
clusión de la litis surgida como mentista.
producto de los hechos que se
plasmaron en la demanda.
Distinta es la situación si posteriormente se
generan nuevos hechos que varíen las circuns-
tancias que desencadenaron la emisión de la
sentencia en el proceso judicial de alimentos.
Esto no afectará la calidad de cosa juzgada
de la sentencia, sino que –sencillamente– son
nuevos hechos que deberán ser analizados en
un nuevo proceso que, en atención a los nue-
vos fundamentos de hecho y de derecho alega-
dos por las partes, tendrá su propia sentencia.
En el proceso de alimentos que se resolvió ex
ante no habrá más nada que indicar o variar.
He allí la fortaleza y calidad de cosa juzgada
de la sentencia expedida. Dejamos así esboza-
da nuestra cuarta idea.
Ahora bien, ¿cuáles son las vías a las que pue-
de acudir el demandado en caso varíe la situa-
ción que desencadenó la sentencia en el pro-
ceso judicial de alimentos que lo condenó al
pago de una pensión alimenticia? Nuestro or-
denamiento establece en los artículos 4823 y
4834 del Código Civil, que el demandado po-
drá acudir a la vía de reducción o exoneración
de alimentos, de ser el caso, si es que varía
tonces– demandado del pro-
ceso judicial de alimentos, de-
berá estar al día en el pago de
la pensión alimenticia fijada
en el anterior proceso judicial de alimentos.
Así lo ha resaltado el legislador, quien al mo-
dificar el Código Procesal Civil, estableció un
requisito especial para interponer la demanda.
El artículo 565-A señala al respecto que “es re-
quisito para la admisión de la demanda de re-
ducción, variación, prorrateo o exoneración de
pensión alimentaria que el demandante obli-
gado a la prestación de alimentos acredite en-
contrarse al día en el pago de la pensión ali-
mentaria” (el resaltado es nuestro).
II. COMENTARIO DE LA STC EXP. N° 03162-
2008-PA/TC
1. Breve resumen de la materia de litis
En la sentencia en comento se evalúa un caso
muy particular e interesante. Así, primero se
realizó un proceso judicial de alimentos en el
cual, mediante sentencia, se fijó a favor de la
demandante una pensión alimenticia ascen-
dente al treinta y cinco por ciento (35%) de los
ingresos totales del demandado; sentencia que
fue cumplida por el obligado durante el lapso
de doce años.

3 Código Civil
Artículo 482.- Modificación de la pensión alimenticia
La pensión alimenticia se incrementa o reduce según el aumento o la disminución que experimenten las necesidades del alimen-
tista y las posibilidades del que debe prestarla. Cuando el monto de la pensión se hubiese fijado en un porcentaje de las remu-
neraciones del obligado, no es necesario nuevo juicio para reajustarla. Dicho reajuste se produce automáticamente según las va-
riaciones de dichas remuneraciones.
4 Código Civil
Artículo 483.- Exoneración de la obligación alimentaria
El obligado a prestar alimentos puede pedir que se le exonere si disminuyen sus ingresos, de modo que no pueda atenderla sin
poner en peligro su propia subsistencia, o si ha desaparecido en el alimentista el estado de necesidad (…)”.

GACETA CONSTITUCIONAL N° 34 243

A NÁLISIS CIVIL, COMERCIAL Y PROCESAL CIVIL

Así, dentro del mismo proceso de alimentos,
el demandado, mediante un incidente, solicitó
que sus utilidades sean inafectas al pago de la
pensión alimenticia a su cargo, siendo acepta-
do dicho pedido por el juez; hecho que, a soli-
citud de la alimentista, es analizado por el Tri-
bunal Constitucional, quien tras examinar los
hechos determina que lo resuelto por el juez
ordinario es incorrecto, toda vez que vulnera
la calidad de cosa juzgada de la sentencia ex-
pedida en el proceso judicial de alimentos; se-
ñalando además, que el incidente no era la vía
idónea para conseguir la exclusión de las utili-
dades de la pensión alimenticia fijada.
2. Nuestra posición
Nosotros somos de la opinión de que, si bien
la sentencia expedida en un proceso judicial
de alimentos tiene la calidad de cosa juzga-
da, es posible acudir a otro proceso a fin de
que se emita una nueva sentencia, que sobre
la base de las nuevas circunstancias, provoque
la reducción del monto de la pensión alimen-
ticia o la extinción de la obligación alimenta-
ria. Sobre el particular, nosotros resaltamos el
término otro proceso, toda vez que en el pro-
ceso judicial de alimentos no es posible pre-
tender la variación de lo ya sentenciado, por
lo que compartimos lo resuelto por el Tribunal
Constitucional.
Llegamos a esta conclusión ya que, como lo
hemos venido mencionando, la sentencia recaí-
da en un proceso judicial de alimentos resuel-
ve el proceso atendiendo al estado de necesi-
dad del alimentista y a la capacidad económica
del obligado (a prestar los alimentos) existente
al momento de interponer la demanda. En caso
de que exista variación de tales circunstancias,
deberá acudirse a los procesos pertinentes –ar-
tículos 482 y 483 del Código Civil–, a fin de
hacer valer estas nuevas circunstancias y lograr
el objetivo que se pretende.
Intentar variar lo dispuesto en la sentencia re-
caída en el proceso judicial de alimentos, sen-
cillamente atentaría contra la calidad de cosa
juzgada de esta resolución, debido a que con-
travendría su carácter inmutable, lo cual,
como se sabe, es indebido. En efecto, lo re-
suelto en un proceso, tomando como base las
circunstancias existentes en ese preciso mo-
mento, ya no puede ser modificado. Más aún,
perjudicaría el principio de seguridad jurídi-
ca que se origina de la calidad de cosa juzga-
da de la sentencia, tal como lo resalta el Tri-
bunal Constitucional cuando sostiene que “la
identificación de una sentencia protegida por
la autoridad de cosa juzgada se condice con la
materialización del principio de seguridad ju-
rídica, el que se constituye en elemento esen-
cial del Estado de Derecho”5.
Nosotros compartimos la correcta apreciación
del Tribunal Constitucional al declarar impro-
cedente la modificación de lo dispuesto en la
sentencia recaída en el proceso judicial de ali-
mentos a través del trámite de un incidente;
y al resaltar la necesidad de acudir a un nue-
vo proceso para lograr la emisión de una nue-
va sentencia que modifique el quántum o la
existencia de la obligación alimentaria. Pensar
lo contrario, es decir, considerar que se pue-
de emplear un mecanismo distinto a los proce-
sos señalados por el ordenamiento, vulneraría
el derecho de todo justiciable a que las resolu-
ciones que han puesto fin al proceso judicial
no puedan ser recurridas mediante medios im-
pugnatorios, ya sea porque estos han sido ago-
tados o porque ha transcurrido el plazo para
impugnarla6.

5 RTC Exp. N° 06759-2006-PA/TC, publicada en la página web del Tribunal Constitucional el 28 de abril de 2010.
6 Así lo señaló el Tribunal Constitucional en la RTC Exp. N° 04225-2009-PA/TC, publicada en la página web del Tribunal Constitu-
cional el 22 de enero de 2010. Además, en la misma resolución, indicó que “el contenido de las resoluciones que hayan adquiri-
do la condición de cosa juzgada, no puede ser dejado sin efecto ni modificado, sea por actos de otros poderes públicos, de ter-
cos o, incluso, de los mismo órganos jurisdiccionales que resolvieron el caso en el que se dictó”.

244

A MANERA DE CONCLUSIÓN
No cabe duda que hoy en día los procesos ju-
diciales de alimentos tienen gran importancia
y que los diversos argumentos y medios pro-
batorios que alegan las partes del proceso ha-
cen que muchas veces estos sean intermina-
bles. Por ello, el juez, al momento de emitir
sentencia, debe considerar que su decisión tie-
ne que ser respetada y ejecutada; toda vez que
GACETA CONSTITUCIONAL N° 34
ANÁLISIS Y CRÍTICA
si una sentencia puede ser modificada inme-
diatamente después de su emisión, sin ser eje-
cutada, qué sentido tendría esta (la emisión).
Se debe, pues, respetar y acudir a los procesos
idóneos para obtener la ansiada variación de la
pensión alimenticia, y no activar nuevos me-
canismos para modificar una sentencia con ca-
lidad de cosa juzgada que debe ser ejecutada.
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