Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
presente en nuestra vida diaria casi en todos los aspectos, como en estos ejemplos claros:
Por lo tanto la medicina y sus aplicaciones no son la excepción, en este caso relacionado con lo
que vive el mundo de hoy en su afán de mantener la economía estable y los países en una
situación de control total, la física toma acción de la siguiente manera; todos los virus tienen un
ciclo vital y mediante unos principios básicos y aplicación de modelos sencillos obtendrá las
estructuras de la mayoría de los virus con simetría icosaédrica y otras relacionadas. Además,
analizaremos las condiciones óptimas que debe presentar el modelo para conseguir que la cinética
del autoensamblaje sea muy eficiente. La compresión de estos mecanismos son muy importantes
ya que pueden dar lugar al desarrollo de nuevas estrategias para combatir infecciones víricas.
Además, este conocimiento añadiría nuevas posibilidades en el diseño de nanocontenedores
víricos artificiales que son fundamentales en aplicaciones biotecnológicas.
Entonces podemos ver que existe un modelo que determina como los virus protegen su material
genético llamado CAPSIDES y con estas bases se pueden aplicar los métodos de desarme o
destrucción ya sea mediante las vacunas creadas o existentes en la naturaleza.
Es decir La formación de la cápside de los virus es un proceso de autoensamblaje que se rige por
un principio físico universal: la minimización de la energía. Teniendo en cuenta este hecho, se ha
realizado un estudio que identifica las estructuras potencialmente óptimas de las cápsides virales,
es decir, aquellas que minimizan la energía. Como señala Reguera, «hemos encontrado que la
geometría bien definida observada en varios virus esféricos y alargados es consecuencia de la
minimización de la energía libre en la interacción entre las diferentes unidades estructurales que
forman la cápside».
Desde los años sesenta, se sabe que los virus esféricos adoptan una estructura bien definida con
simetría icosaédrica y construida por agrupaciones de seis y cinco proteínas (hexámeros y
pentámeros, respectivamente), de forma similar a la de un balón de fútbol. En el caso de los virus
elongados, sin embargo, la estructura no se conocía completamente. Los resultados de este nuevo
estudio sugieren que las cápsides de los virus alargados están formadas, en general, por un cuerpo
tubular central cerrado en los extremos por casquetes icosaédricos centrados en uno de sus tres
ejes de simetría. Estas estructuras son similares a la de los fullerenos y los nanotubos de carbono y
tienen la ventaja de que son muy estables y resistentes.
Mediante un modelo físico sencillo, en el que también ha participado la investigadora Roya Zandi,
de la Universidad de California, se ha descubierto que la energía local es mínima para cápsides
alargadas formadas por un número determinado y discreto de proteínas distribuidas en un cuerpo
cilíndrico formado por hexámeros y cerrado con casquetes icosaédricos centrados en los ejes de
simetría de orden 5, 3 y 2. De este modo, este trabajo justifica la existencia de este tipo de
estructuras víricas, y junto con el modelo geométrico complementario, permite hacer predicciones
y reproducir la arquitectura de los virus esféricos y de los bacilos coliformes, in vivo e in vitro. Los
modelos se han aplicado satisfactoriamente a varios virus conocidos, y han confirmado, por
ejemplo, las especulaciones de estudios anteriores sobre la estructura del virus del mosaico de la
alfalfa. Este virus adopta diferentes longitudes en función de la cantidad de material genético
encapsulado, y teniendo en cuenta que las diferentes medidas cumplen las reglas establecidas en
el modelo, se ha podido determinar definitivamente su estructura.
Ya dicho todo esto, encontramos que los métodos físicos están relacionados directamente con el
estudio de los virus y el desarrollo de las medicinas o vacunas que los desactivan o destruyen.