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LOCOMOCIÓN EN LOS SERES VIVOS

una gran variedad de estrategias permite a los seres vivos, trasladarse de un lugar a otro.
Desplazarse es fundamental para muchos organismos, ya que les permite relacionarse con su
medio y con otros seres vivos, tanto de su especie como de otras especies; encontrar fuentes
de alimento, pareja, un lugar adecuado para vivir. Además, gracias al desplazamiento pueden
huir de sus depredadores o de otro tipo de peligros. Los organismos unicelulares se desplazan
mediante movimientos vibrátiles y ameboides, mientras que los animales lo hacen
principalmente mediante movimientos musculares.

El movimiento vibrátil:

Se realiza mediante unas estructuras filamentosas similares a cabellos que pueden ser de dos
tipos: cilios y flagelos. Los cilios son filamentos cortos presentes en protozoos ciliados como
el paramecio, y los flagelos son filamentos más largos que el organismo que los posee y
propios de protozoos flagelados como la euglena. Estas estructuras se agitan en el medio,
permitiendo el desplazamiento de los organismos.

Movimiento ameboide: se realiza mediante prolongaciones momentáneas del citoplasma


llamadas pseudópodos, que se apoyan en una superficie y atraen hacia ellos el resto de la
célula, permitiendo el desplazamiento del organismo. Este tipo de movimiento, es propio de
protozoos como las amebas.

Movimiento muscular: este tipo de movimiento se caracteriza por la acción conjunta de los
sistemas muscular y esquelético. A este nivel se presenta una gran variedad de adaptaciones
evolutivas que están estrechamente relacionadas con el hábitat de los organismos. Veamos
algunas:

Adaptaciones al medio aéreo: “El vuelo del cóndor”

El cóndor es una de las aves voladoras más grandes y pesadas que existen. La envergadura
de las alas del cóndor andino alcanza los 3,5 metros; los machos son más pesados que las
hembras y alcanzan una masa corporal de 11,5 kg y una altura de casi un metro.

Debido a su gran peso y considerable tamaño, esta ave necesita músculos grandes y fuertes
para elevarse y mantenerse en el aire. El planeo es el vuelo típico del cóndor y el aleteo le
sirve sólo para despegar, aterrizar o impulsarse cuando no puede sustentarse con las
corrientes de aire. Además, para facilitar su vuelo, el cóndor aprovecha las cálidas corrientes
aéreas ascendentes, lo que le permite ahorrar energía.

Al volar, las alas del cóndor van modificando su configuración y van aumentando
o reduciendo drásticamente su envergadura. Para aumentar la velocidad de vuelo, arquean
las alas, lo que también le brinda una mayor estabilidad en corrientes de aire turbulentas. Para
extensas jornadas de vuelo suave y recto, el cóndor flexiona moderadamente sus alas y para
prolongar su vuelo, realiza breves aleteos en círculos. Al volar en círculo, alternas posiciones
de alas flexionadas y alas extendidas.
Cuando desciende, flexiona las alas y baja las pitas. Para ascender, extiende por completo y
levanta las patas hacia atrás. Esto lo repite constantemente cuando vuela en círculo.

Adaptaciones al medio acuático: “Estrategias en peces”

— Los peces avanzan moviendo la cola hacia la izquierda y hacia la derecha. Al mover la
cola, se apoyan en el agua situada detrás de ella para empujarse y avanzar, lo que permite
desplazar un volumen de agua hacia atrás para conseguir una reacción hacia adelante. Este
movimiento es posible, gracias al desarrollo de la musculatura caudal.

— Algunos peces tienen forma de huso, es decir, aguzados en los extremos y redondeados
en sus costados. Esta adaptación les permite nadar con mayor rapidez.

— La piel secreta una sustancia mucosa que hace que sea resbalosa, lo que les permite
deslizarse rápidamente a través del agua.

— Poseen aletas, membranas epidérmicas con escasa musculatura, que actúan como
elementos estabilizadores o direccionales. Las aletas dorsales y anal, otorgan equilibrio al
pez, impidiendo que se balancee cuando se desplaza. La aleta caudal actúa como órgano
direccional; las aletas pectorales y pélvicas impiden que el pez suba y baje mientras avanza
y, a su vez, permiten el equilibrio del pez en estado de reposo.

— La mayoría de los peces poseen vejiga natatoria. Este es un órgano de paredes


membranosas situado por debajo de la columna vertebral y por encima del tubo digestivo.
Cuando la vejiga se infla, el pez asciende hacia la superficie y cuando se desinfla el pez
desciende.

— Los peces poseen en cada costado una línea lateral que va desde la cabeza hasta la base
de la aleta caudal. Estas líneas poseen nervios por medio de los cuales los peces perciben
ciertas características del agua como su temperatura, salinidad, dirección del agua y también,
le permiten determinar su posición y profundidad.

Adaptaciones al medio terrestre: “Los primates una gran variedad de movimientos” A


nivel terrestre es posible encontrar animales que no poseen patas o apéndices locomotores y
reptan, como las serpientes; y otros que extienden su cuerpo, como los gusanos; otros que
caminan de forma cuadrúpeda, como el caballo, o de forma bípeda, como el ser humano. Sin
embargo, los primates llaman la atención por la gran variedad de movimientos que se pueden
resumir en:

Salto y agarre: primates que se desplazan saltan entre las ramas de los árboles manteniendo
el cuerpo en posición vertical e impulsados por sus fuertes piernas. Para aterrizar, utilizan
sus manos y sus pies con las cuales se agarran de las ramas. La cola brinda el equilibrio que
se requiere en esta maniobra.

Braquiación: también denominado balanceo entre ramas, es propio de primates con largos
brazos y con una enérgica cola prensil.
Locomoción cuadrúpeda: como su nombre lo indica, corresponde al tipo de desplazamiento
en el que los primates utilizan sus cuatro extremidades. Para ello se apoyan en la palma de
las manos o en los nudillos o puños.

Locomoción bípeda: es el tipo de locomoción en el que se utilizan las extremidades


posteriores para el desplazamiento. Este tipo de locomoción permite que se realicen otro tipo
de tareas con las extremidades anteriores.

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