ANÁLISIS SOBRE LA EMPATÍA EN TIEMPOS DE CRISIS

Para cualquier persona basta con escuchar las noticias, entrar a redes sociales u oír los comentarios
de la familia para sentirse deprimido, con miedo y sin esperanza.

La lucha contra el Covid-19, que está amenazando a nuestro país, ha exigido que se prolonguen las
medidas de confinamiento; pues esta situación inédita ha trastocado nuestras vidas como hasta ahora nada lo
había hecho. Y hace que nos replanteemos muchos de nuestros hábitos, tradiciones y costumbres: la
funcionalidad de nuestros hogares; de una higiene rutinaria, a otra muchísimo más cuidadosa; de la escuela
en la muchos de nosotros teníamos profesores, a la familia que enseña y educa donde los primeros
formadores son nuestros padres; de una vida social de continuo contacto con nuestros amigos, a saber vivir
en una cierta soledad; de una sociedad en constante ruido, a otra reducida al encierro; de un tiempo de viajes,
descanso, ocio u vacaciones, a un tiempo de quietud, de silencio, de pensar y de hablar más entre nuestros
miembros de la familia; de un tiempo en que nos sentíamos fuertes, a un tiempo en que experimentamos la
debilidad.

Siempre tenemos que ver algo positivo en todo, y es que nos estamos comunicando más con
nuestros familiares y con todas las personas que conocemos aunque sea por medio de llamadas o mensajes
de textos; no hemos perdido la comunicación, y eso es lo más importante; a pesar de que estamos en un
momento de crisis, seguimos en pie; no como amigos o conocidos, sino como la gran familia que somos.

Tenemos que estar en nuestras casas para prevenir y cuidarnos. Y tenemos que poner en práctica
es que si tienes la oportunidad de ayudar a alguien, hazlo. Este es el momento de ser solidario.