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Dermatofitosis Felinas

MV Pablo Manzuc – pmanzuc@gmail.com

Las dermatofitosis son enfermedades cutáneas casi siempre superficiales causadas por
hongos denominados dermatofitos. Este definición se contrapone con la de dermatomicosis,
enfermedades micóticas cutáneas producidas por hongos no dermatofíticos. Las especies
más comunes productoras de dermatofitosis caninas y felinas son Microsporum canis,
Microsporum gypseum y Trichophyton mentagrophytes. Entre las especies no
dermatofíticas productores de micosis cutáneas está la levadura Malassezia pachydermatis.
En líneas generales los dermatofitos son hongos adaptados a desarrollarse a una
temperatura inferior a la corporal (entre 27 y 30 grados), la cual encuentran en la superficie
cutánea. Se alimentan principalmente de queratina epidérmica y pilosa, por lo que tienen
enzimas capaces de degradarla. Pueden también utilizar los hidratos de carbono como
fuente energética, aunque prefieren las proteínas.
Microsporum canis es la causa más frecuente de
dermatofitosis canina y felina. Cerca del 80 % de las
dermatofitosis caninas y el 95 % de las felinas son
causadas por este hongo. Se trata de una especie zoofílica
siendo el gato (y otros felinos) su reservorio natural. Es
decir que muchos gatos son portadores asintomáticos del
hongo. Se contagia fácilmente a las personas y a otros
animales (más que otras especies dermatofíticas).
Microsporum gypseum es causa del 5 % de las Lesiones por Microsporum canis
dermatofitosis canina y de menos de un 1 % de las en un felino
felinas. Es geofílico (la tierra es el reservorio natural) y
se contagia en menor grado que Microsporum canis.
Trichophyton mentagrophytes es causa del 15 % de las dermatofitosis caninas y de
cerca del 5 % de las felinas. Es un hongo zoofílico actuando los roedores como reservorio
natural.
Para que un paciente adquiera una dermatofitosis clínica requiere de determinadas
condiciones, especialmente algún grado de inmunosupresión y micro lesiones en los
estratos superficiales de la piel, que le permitan al hongo colonizar y desarrollarse. Por esto
los cachorros y los animales con enfermedades pruriginosas cutáneas (alergias o pulgas)
son más propensos a contraer la enfermedad.
Los métodos existentes para el diagnóstico de las dermatofitosis canina y felina son
los siguientes:
• Raspados cutáneos (observación directa): Es la técnica inicial para la
evaluación de dermatofitos. Las esporas son fácilmente observables en pelos infectados
(denominados pelos esporados) siendo esto evidencia irrefutable de una infección
dermatofítica. La destreza del observados contribuye a la sensibilidad y especificidad de la
técnica (un observador entrenado o acostumbrado detectar pelos esporados y esporas posee
mucha menos probabilidad de emitir diagnósticos falsos positivos o falsos negativos). Sin
embargo, aun los observadores más inexpertos pueden diagnosticar por este método cerca
del 70 % de las dermatofitosis caninas y felinas, conociendo previamente qué es lo que hay
que ver en el microscopio. Por otro lado, la toma de muestra también resulta un paso clave
limitante en la fiabilidad de la técnica. La muestra consiste en pelos y escamas de los
bordes de las lesiones sospechosas. Se humecta con vaselina el borde de la lesión y con una
hoja de bisturí o una hoja de afeitar se raspa muy
superficialmente. Es conveniente que el material
obtenido sea poco, ya que luego se facilitará su
observación con la lente de 100 x (1000 aumentos o
inmersión). Al material recogido se le pone otra gotita de
vaselina, se lo homogeniza y se le coloca un
cubreobjetos. La observación microscópica se realiza
inicialmente a con el objetivo de menor aumento (10x)
en busca de pelos
degradados,
deshilachados, que Pelos esporados a 10x. Nótese el
aspecto degradado de los mismos
muchas veces aparecen (Flecha)
más gruesos que los
pelos normales a raiz de un material que los rodea (que
corresponde a las esporas micóticas). Una vez
identificados los pelos sospechosos de estar esporados se
pasa sobre ellos al objetivo de 100x (1000 aumentos) y se
Pelos esporados a 100x identifican fácilmente las esporas dermatofíticas, casi
(inmersión). Nótese las esporas siempre ectotrix (en la parte externa del pelo) rodeando la
sobre la superficie del pelo
(Flecha) totalidad de la vaina pilosa, más fácilmente observables si
se mueve sutilmente el micrométrico del microscopio para
poner en evidencia su refringencia. Es conveniente, tanto para la observación a menor
aumento como para la de mayor aumento, cerrar parcialmente el diafragma del microscopio
a fin de obtener nitidez en el preparado. Si la observación ha sido negativa, es conveniente
repetir el procedimiento con una nueva muestra, y si vuelve a ser negativa ( y la sospecha
clínica lo justifica) debe realizarse un cultivo micológico. Si la observación ha sido
positiva, también debe realizarse un cultivo micológico, ya que es necesario determinar la
especie de dermatofito actuante porque las medidas terapéuticas (especialmente las
ambientales) son diferentes según la especie de que se
trate. En este último caso, hasta el resultado del cultivo
puede iniciarse la terapia con antimicóticos específicos.
• Cultivo micológico: Es la técnica más
específica para la evaluación de pacientes sospechosos de
estar afectados por dermatofitosis. La muestra debe ser
pelos y escamas de los bordes de las lesiones, tomadas
con una hoja de afeitar o un bisturí, es seco (sin vaselina).
El material puede depositarse en un sobre de papel para
ser remitido al laboratorio, o puede procesarse Agar DTM (Dermatophyte Test
directamente en el consultorio del veterinario si se cuentan Medium) con un contaminante
con los medios de cultivo adecuados. Para la (izq) y una colonia algodonosa de
identificación de pacientes felinos asintomáticos se utiliza Microsporum canis (der).
la técnica del cepillado de Mackenzie. Consiste en tomar
un cepillo de dientes nuevo y cepillar al gato sospechoso. Los pelos esporados (más frágiles
y quebradizos) quedarán adheridos en el cepillo. Los medios de cultivo utilizados son el
agar Sabouraud y el agar DTM (Dermatophyte Test Medium). Este ultimo posee un
indicador de pH que vira al colorado en el alcalino. Los dermatofitos, al consumir proteínas
liberan amonio al medio, elevando el pH y haciendo virar al indicador. Los hongos
ambientales (los contaminantes más comunes) consumen
inicialmente hidratos de carbono, liberando metabolitos
ácidos al medio. Sin embargo, estos hongos ambientales,
al agotarse los hidratos de carbono del medio, comienzan
a consumir proteínas, causando también una elevación en
el pH y el subsecuente viraje del indicador. No debe
confundirse este viraje tardío con el viraje temprano que
producen las colonias de dermatofitos. El DTM
(Dermatophyte Test Medium) también posee
Cicloheximida que ayuda a la fructificación del Macroconidias de Microsporum
dermatofito (formación de macroconidias), inhibiendo canis.
también el excesivo desarrollo de contaminantes
ambientales. Una vez desarrollada la colonia (que es algodonosa, blanca, amarillenta clara
o marrón clara), ésta debe ser observada en el microscopio, ya que la morfología
microscópica de las colonias de dermatofitos (especialmente en lo que respecta a
macroconidias) es característica de cada especie.
• Biopsias de piel: la histopatología cutánea permite la identificación de hongos
si se utilizan técnicas especiales de tinción, como el PAS.
Es especialmente útil ante lesiones tipo Querión
Dermatofítico o Pseudomicetoma Dermatofítico. Sin
embargo también pueden identificarse esporas e hifas
micóticas (fundamentalmente en el interior de los
folículos pilosos) en biopsias provenientes de lesiones
alopécicas. La muestra debe ser tomada con punch o con
bisturí de los bordes de las lesiones sospechosas y
remitida al laboratorio en formol al 10 %. El patólogo
debe estar alertado de la posibilidad de dermatofitosis Corte histopatológico con
para así realizar las técnicas de tinción especiales. Si en elementos dermatofíticos. Nótese
la biopsia aparecen elementos dermatofíticos o micóticos, las esporas (Flecha Negra) y las
debe realizarse un cultivo micológico a fin de determinar hifas micóticas en la vaina pilosa
la especie actuante, pudiendo iniciarse la terapia (Flecha verde). Tinción de PAS,
10x
especifica con antimicóticos hasta los resultados del
cultivo.

Una vez establecido el diagnóstico, puede procederse a la terapéutica, que constará de


3 ejes: Terapia tópica, sistémica y ambiental. Si no se realizan en conjunto, la enfermedad
no podrá ser controlada o tenderá a recidivar. En todos los casos, la terapia debe
continuarse hasta 15 o 30 días más luego de obtener un cultivo negativo, o hasta 30 días
más luego de la resolución clínica completa.
Terapia Tópica: Inicialmente es muy conveniente (y hasta algunos
opinan que fundamental para la terapia) que el pelo del paciente sea totalmente rasurado.
Los principios activos pueden utilizarse en forma de lociones o shampoos. No son
recomendables las cremas ya que no son capaces de actuar sobre toda la piel, sino solo
sobre la región en donde son aplicadas. Los principios activos más utilizados son
clorhexidina, ketoconazol o miconazol.
Terapia sistémica: Las drogas más utilizadas son:
• Griseofulvina: Es de primera elección en la terapia de
dermatofitosis de cualquier índole. No debe ser administrada en animales preñados ni en
aquellos con afección hepática preexistente. La grasa favorece la absorción de la droga. Las
dosis recomendadas son de 25 mg cada 12 hs o 50 mg/kg cada 24 hs de la micronizada. La
ultramicronizada presenta mayor absorción por lo que deben administrarse dosis menores
(5 a 10 mg/kg cada 24 hs.).
• Ketoconazol: Es un imidazólico con moderada eficacia frente
a dermatofitos y hoy en día esta siendo reemplazado por el itraconazol como la segunda
droga de elección detrás de la griseofulvina. Es hepatotóxico y su absorción se ve
incrementada por alimento ácido. La dosis recomendada es de 5 a 10 mg/kg cada 12 a 24
hs.
• Itraconazol: Constituye la segunda elección en pacientes
afectados de dermatofitosis resistentes a la griseofulvina. Es un triazólico con muchos
menos efectos colaterales que el ketoconazol. Adquiere en piel casi 10 veces más
concentración que en plasma. La dosis recomendada es de 5 mg/kg cada 12 hs o 10 mg/kg
cada 24 hs.
• Fluconazol: Posee características similares al itraconazol, solo
que vida media mas larga. Presenta actividad in vitro menor frente a dermatofitos que
itraconazol, aunque su costo es mucho menor que este último. Se lo utiliza a dosis de 2,5 a
5 mg/kg cada 24 hs, habiendo reportes de hasta 10 mg/kg cada 24 hs.
• Terbinafina: Constituye una excelente opción para
dermatofitos, aunque presenta una acción moderada a escasa frente a levaduras. Siendo un
medicamento nuevo aún no se han establecido dosis seguras, aunque se recomiendas
protocolos de entre 30 y 40 mg/kg cada 24 hs. Usar con cautela en pacientes con afección
hepática o renal.
• Lufenuron: Durante algún tiempo se lo consideró una
posibilidad terapéutica, aunque luego muchos estudios in vitro e in vivo demostraron su
ineficacia.
• Vacuna parenteral: Mínimamente efectiva por lo que no es
recomendada.
Terapia Ambiental: Constituye un eje fundamental en el manejo de
pacientes afectados de dermatofitosis. El ambiente debe ser profundamente limpiado con
medios físicos (agua, vapor a presión, etc). Todos los lugares donde estuvo el paciente
deben ser adecuadamente desinfectados con productos como lavandina o enilconazol. Las
mantas, prendas o almohadones deben ser reemplazados al inicio de la terapia, a la mitad de
la terapia y al final de la terapia. En los criaderos afectados de dermatofitosis debe
realizarse un vacio sanitario, de lo contrario será imposible eliminar la enfermedad del
criadero. Para esto puede destinarse un lugar limpio donde trasladar los animales afectados
hasta su curación, y a donde se alojarán los nuevos animales que ingresen al criadero hasta
obtener los resultados de los cultivos. Si la especie micótica es Microsporum canis, deben
realizarse cultivos de todos los gatos de la casa, identificando y tratando a todos los
animales portadores. Si el hongo fue Trichophyton mentagrophytes debe realizarse la
misma maniobra con conejos o roedores que puedan existir como mascotas,
simultáneamente de investigar y manejar (si es posible) la presencia de ratas.
Microsporiasis por Microsporum canis: Consiste en la dermatofitosis más
frecuentemente observada, tanto en felinos como en caninos. Microsporum canis es un
dermatofito zoofílico cuyo reservorio natural es el gato. Existen básicamente 2
presentaciones clínicas diferentes, la localizada y la generalizada, aunque desde el punto de
vista práctico, ambas presentaciones deben ser consideradas como generalizadas, ya que el
hongo (especialmente en los gatos) se localiza
también en áreas de la piel que no presentan
lesiones. La forma localizada se presenta como
alopecia focal o multifocal distribuidas en
diferentes áreas corporales, aunque más
frecuentemente en la cabeza y los miembros.
Las lesiones son poco pruriginosas o
apruriginosas y presentas una suave
descamación seborreica en su periferia. La
forma generalizada se presenta como alopecia
difusa en toda la piel, con parches de seborrea
oleosa y un olor muy desagradable. Ambas
formas se presentan más frecuentemente en Dermatofitosis Generalizada por Microsporum
cachorros o en pacientes inmunosuprimidos. canis en un gato persa
Los gatos portadores pueden presentar signos
de alopecia intermitentes relacionados con la presentación clínica de otras enfermedades
como retrovirosis, enfermedad respiratoria superior felina, trastornos urinarios, digestivos,
cirugías, accidentes, internación prolongada, etc. Es muy frecuente el contagio de uno o
varios miembros de la familia, lo cual ocurre en el 70 % de las dermatofitosis por
Microsporum canis. Antes de iniciar la terapia debe asegurarse el diagnóstico por alguno de
los métodos antes descriptos.
Microsporiasis por Microsporum gypseum: Es muy rara en felinos.
Microsporum gypseum es un hongo geofílico menos contagioso que Microsporum canis,
por lo que muchas veces no hay datos de contagio a personas. La enfermedad puede
presentarse también de
forma localizada o
generalizada, aunque ambas
formas debieran ser
consideradas como
presentaciones sistémicas.
La forma localizada cursa
como alopecias focales o
multifocales distribuidas en
diferentes áreas corporales.
La forma generalizada cursa
con alopecia difusa más o
menos seborreica y oleosa.
Al igual que Microsporum
canis, se presenta más
frecuentemente en
cachorros, siendo el estado inmunitario del paciente un factor clave para el desarrollo de la
enfermedad. El diagnóstico debe confirmarse por alguno de los métodos antes descriptos
antes de iniciar la terapia.
Dermatofitosis por Trichophyton mentagrophytes: Se trata de una
dermatofitosis de presentación ocasional, con signos dermatológicos característicos y
diferentes de la Microsporiasis. Trichophyton mentagrophytes es un hongo zoofílico cuyo
reservorio natural son los roedores. Es menos contagioso que Microsporum canis. Las
lesiones por lo general comienzan en la cara o los miembros. Consisten en áreas alopécicas
que avanzan en forma de mapa, abarcando toda una región cutánea. Es decir no es la típica
lesión circular de “tiña” con la que se presenta Microsporum canis y Microsporum
gypseum. El estado inmunitario es crucial para el desarrollo de la enfermedad. El
diagnóstico debe confirmarse antes de iniciar alguna terapia específica.

Diagnósticos Diferenciales: Las dermatofitosis pueden presentarse de forma similar


a muchas otras dermatopatías. Las formas localizadas y generalizadas deben ser
adecuadamente distinguidas de las otras causas de Foliculitis. La alopecia post inyección y
la alopecia por tracción pueden también presentar lesiones similares (alopecias focales no
pruriginosas). La forma generalizada debe ser adecuadamente diferenciada de la
demodicosis generalizada, piodermias generalizadas y enfermedades autoinmunes. Los
trastornos quérato-seborreicos primarios (y algunos secundarios) junto a algunas
presentaciones del linfoma cutáneo pueden presentar lesiones similares a las dermatofíticas.
El Pseudomicetoma pueden asemejarse a cualquier neoplasia cutánea.

Lecturas Recomendadas

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