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La formación de la falla de San Andrés se originó hace años con el choque de las
placas del Pacífico y la Norteamericana considerándose una de las más importantes
ya que en su totalidad se localiza en la superficie terrestre, este sistema abarca un
área extensa tanto continental como oceánica. Aparte esta región cuenta con
continua actividad sísmica provocando alrededor de 10 mil terremotos al año y su
predominante movimiento de rumbo. En 1906 provocó un terremoto de 7.8,
afectando a San Francisco, pero durante los últimos años ha provocado terremotos
en ciudades cercanas a ella, y, dando como resultado un problema actual. Los
estudios realizados donde se puede observar su actividad sísmica, movimiento y
que en la parte sur de esta falla no se ha producido un sismo durante 300 años, el
próximo se estima en los próximos 30 años afectando gravemente a Los Ángeles.
Por lo que es importante buscar una solución para la falta del saber cómo actuar
ante un terremoto de esta magnitud y que es a lo que se podría enfrentar. Pues en
la actualidad la densidad de población es mayor y los efectos podrían ser más
graves.
Fallas Geológicas
Las fallas se pueden clasificar en diversas formas, de acuerdo al movimiento
relativo entre bloques. Existen tres tipos principales de fallas:
Falla Normal: Se considera una falla normal cuando el bloque de techo baja y el
bloque de piso sube, respecto al plano de falla.
Falla Inversa: Se considera falla inversa cuando el bloque de techo sube y el
bloque de piso baja, respecto al plano de falla.
Falla Lateral: En lugar de tener bloque de piso y bloque de techo tenemos bloque
derecho y bloque izquierdo, deslizándose un bloque respecto al otro, a lo largo de
la falla. Si el punto de referencia se coloca sobre la falla el bloque derecho
corresponde al bloque a la derecha de la falla y el bloque izquierdo al ubicado a la
izquierda de la falla. Existen dos tipos de fallas laterales, lateral derecha o dextral
(el bloque que se desplaza hacia el punto de referencia es el derecho, sentido
horario) y lateral izquierda o sinistral (el bloque que se desplaza hacia el punto de
referencia es el izquierdo, sentido anti horario).
Una falla puede contener más de una componente de desplazamiento. Se puede
tener una falla normal con componente lateral derecho o una falla lateral izquierda
con una componente inversa. A estas fallas se le conoce como fallas oblicuas.
Estas fallas son muy comunes.
"La parte sur de la falla no se ha quebrado en cerca de tres siglos y sabemos que
durante este tiempo la tensión se ha ido acumulando”.
Esta presión desarrolla grandes tensiones geológicas hasta que, finalmente, las
dos placas se abren paso en una violenta liberación de energía contenida, bajo la
forma habitual de terremotos de por lo menos 7° Richter, como el que devastó San
Francisco en 1906.
Sismología
¿Qué ocurre bajo tierra para causar los temblores? Podemos acercarnos a la
respuesta analizando los lugares donde se originan, empezando por los grandes
sectores de la corteza terrestre, kilómetros bajo la superficie, que los geólogos
llaman placas terrestres. Toda la superficie de la Tierra se divide en placas, como
trozos de un pastel. Todas las placas se mueven, y a veces se separan y otras
veces se juntan hasta chocar entre sí. Un temblor es, entonces, una fractura, un
deslizamiento repentino de las rocas profundas en la Tierra. ¿A causa de qué? El
90% de los sismos en la República Mexicana ocurren frente a las costas del
Pacífico, lugar donde se juntan las placas llamadas de Cocos y de Norteamérica,
que se mueven una contra la otra a razón de 6 cm por año. Esa velocidad no
parecerá muy grande, pero en 20 años puede acumularse energía suficiente para
desplazarlas hasta 1.20 m. Es lo que se necesita para producir un sismo de
magnitud 7. Entonces, las placas se atoran y la energía que causa el movimiento
puede acumularse. Afortunadamente es posible estudiar los registros (llamados
sismogramas) de las ondas sísmicas con unos aparatos llamados sismómetros.
Las ondas sísmicas viajan desde el foco del temblor, por el interior de la Tierra,
hasta llegar al sismómetro. Los sismólogos, profesionistas que analizan los
sismogramas para calcular el epicentro del temblor, de paso estudian las capas de
la corteza terrestre que atravesaron las ondas.
Las fuerzas tectónicas a lo largo de la zona de la falla de San Andrés que fueron
responsables del terremoto de San Francisco de 1906 todavía siguen activas. En
la actualidad, se utilizan haces de láser y técnicas basadas en el Sistema de
Posicionamiento Global (GPS) para medir el movimiento relativo entre los lados
opuestos de esta falla.
Conclusión
La experta de Caltech cree que películas como "San Andrés" sirven para
recordarle a los habitantes de la costa oeste de EE.UU. que se trata de un área de
alta actividad sísmica, "por lo que deben prepararse para la inevitabilidad de un
terremoto".
Los últimos grandes sismos que sacudieron California fueron el de Northridge (6,7
grados), en 1994, que dejó 57 muertos en el área de Los Ángeles, y el de Loma
Prieta (6,9 grados), que se cobró la vida de 67 personas en San Francisco en
1989.
No fue hasta fines de 2014 que la alcaldía de Los Ángeles propuso una normativa
similar, que conllevará la inversión de centenares de millones de dólares.
Ahora bien, esta falla ha sido la causante de catástrofes como el terremoto de 7,8
grados que destruyó gran parte de San Francisco en el año 1906, provocando
más de 3,000 muertes.
Se esperaba que un terremoto de gran magnitud azotara la tierra, dejando 2,000
personas fallecidas y daños materiales que superarían los US$200.000 millones,
pero lo que aún no se sabe con claridad es, si el sismo que azotó México la tarde
del 19 de septiembre con una escala de 7.1 fuese tal predicción o aún existe la
posibilidad de que otro fuerte terremoto suceda en un lapso de no menos de 30
años, según Jennifer Andrews, sismóloga del Instituto de Tecnología de California
(Caltech).
Referencias
Wong, V., Legg, M., & Suárez, F. (1987). Sismicidad y tectónica de la margen
continental del sur de California (USA) y Baja California norte (México). Geofísica
Internacional, 26(3). Consultado el 24 de septiembre del 2018 en:
http://revistas.unam.mx/index.php/geofisica/article/view/39370
https://revistas.uchile.cl/index.php/ANUC/article/download/32480/34265
• Pavón, V.M. (1998). Las zonas sísmicas. Los temblores de la tierra (pp. 47-51).
México, D.F: IMCYC.