Apunte B - El Aula Curiosa y El Aprendizaje 2 PDF

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Desarrollo Humano
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Clase 3:
El aula curiosa y el aprendizaje.
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El aula curiosa y el aprendizaje
Conexiones naturales
Estar afuera en un ambiente natural instiga un nivel de curiosidad más profunda

porque nos coloca en situaciones con las que no estamos familiarizados. No
podemos depender de nuestras formas sociales comunes de negociar el mundo.
Solo nos queda aprender uno del otro, y aunque esto puede ser estresante, nos
hace más dependientes y que nos dediquemos más a depender uno del otro, y
esto puede llevarnos a una mayor curiosidad.
Este tipo de curiosidad no puede ser estimulada de la misma manera en un aula.

En un aula, utilizamos sistemas que hemos desarrollado para negociar nuestras
relaciones personales.
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La dominancia jerárquica, la autoridad, son parte de un sistema de conductas

diseñadas para navegar las rarezas de los escenarios institucionales y académicos
tradicionales.
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Pero al situarnos afuera, al remover las barreras artificiales para la conexión y la

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curiosidad interpersonal, podemos alcanzar una longitud de onda más profunda el

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uno con el otro.

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Adicionalmente, las experiencias estimulan la curiosidad. Recuerde, la curiosidad

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durante mucho tiempo fue considerada que operaba como un impulso básico que
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funcionaba como una solución para el aburrimiento o para rellenar los agujeros de
conocimiento que causaban incertidumbre.
Existe otro tipo de curiosidad que pienso que es reflexivo pro naturaleza.
Nos preguntamos por qué tal cosa o tal otra sucedieron. Porque somos capaces de
recordar el evento podemos recurrir a la experiencia y formularnos preguntas
sobre ella.
Que sucedió exactamente dentro de una memoria dada es causa de curiosidad

para la mayoría de nosotros: por qué elegimos ciertas acciones y no otras, por qué
tomamos cierta decisión en particular y dijimos lo que dijimos en un momento en
particular. Podemos ser curiosos acerca de nuestro pasado como podemos ser
curiosos sobre otras personas.
Curiosidad más experiencia igual aprendizaje. La cosa es que como en todas

las buenas ecuaciones, esta puede ser dada vuelta y reordenada.
Así como como 3 + 4 = 7, así también 4 + 3 = 7.
Y a veces es la experiencia la que da salida a la curiosidad: Experiencia más

curiosidad igual aprendizaje. Y en ningún lugar sucede esto más
frecuentemente que cuando exploramos el mundo externo, pateando hojas y
escuchando a las hojas con uno junto al otro. Porque es en los momentos que
pasamos juntos que podemos realmente comenzar a conectarnos.
Empatía, conflicto y lograr conocerte
Je suis Charlie
El 7 de enero del 2015 terroristas fuertemente armados arrasaron las oficinas

parisinas de Charlie Hebdo, una revista satírica francesa conocida por publicar a
veces crudas caricaturas que atacan la política, la sociedad y la religión.
Los terroristas eran musulmanes radicales que estaban enojados por unas
recientes desagradables representaciones del profeta Mahoma en las páginas de
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Charlie Hebdo. Doce personas fueron asesinadas durante el ataque. Las reacciones
globales fueron de profundo apoyo de los derechos de los caricaturistas y editores
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de Hebdo.
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Je suis Charlie (Yo soy Charlie) se volvió el slogan de los millones de personas que
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salieron a las calles en los días luego del ataque en una muestra de solidaridad con
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las ideas de la libertad de expresión. La indignación contra el ataque fue
internacional.
La misma semana hubo un ataque de Bojo Haram, la organización musulmana

fundamentalista que opera predominantemente en el norte de África. Los
terroristas asesinaron estimativamente 2.000 personas en una horrible masacre en
Nigeria. Durante una semana el mundo fue forzado a mirar fijamente hacia la
garganta de la intolerancia, el miedo, la violencia y el terror.
La mayoría de las personas están tristes y confusas cuando escuchan sobre estos
actos de violencia, abrumados por la escala de estas atrocidades.
Lo que las personas se suelen preguntar es por qué, por qué suceden, por qué las
personas se temen unas a otras, por qué este miedo genera que nos agredamos
unos a otros.
La curiosidad puede ser precisamente el elemento que nos movilice hacia un

mundo más justo. La alternativa (un mundo sin curiosidad) puede ser una en la
cual reinen el prejuicio y la miseria. La curiosidad puede ser uno de los
ingredientes esenciales para la empatía, algo en lo que todos podemos acordar
que el mundo podría utilizar un poco más en estos momentos.
La empatía es una cosa rara. No es ser un buen oyente, aunque esto puede ser
una expresión externa de la empatía. Y a diferencia de la simpatía, no es como la
compasión.
Finalmente la empatía no es una forma idealizada de la vieja regla del jardín de

infantes de tratar a los otros como te gustaría que te traten a vos. La empatía es
ciertamente reconocible con estas conductas y características, pero también es
algo más.
La empatía es nuestra habilidad de imaginativamente proyectarnos a nosotros

mismos en la experiencia de otra persona. Es imaginar que somos otra persona,
sintiendo lo que ella siente, pensando como ella piensa.
No están solo sentir pena por ella, la empatía es un nivel superior de comprensión
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que tan sólo datos o cifras.
Podemos conocer todo tipo de información sobre una persona, pero hasta que
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realmente tratemos de convertirnos en esa persona no estamos siendo realmente

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empáticos.
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Así como leer nos permite entrar en el mundo de la novela, la empatía nos permite
entrar en el interior de la mente y de las experiencias de otra persona, no
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meramente para husmear, pero para mirar hacia afuera con sus propios ojos y
mirar el mundo como lo hace ella.
Digamos que tenemos una amiga Juana y su madre ha muerto en un trágico

accidente de auto. Nos sentiremos muy tristes por Juana. Trataremos de
consolarla. Pero para ser empáticos con ella, imagínese ser Juana.
Por el resto de nuestras vidas, cada vez que nos subamos a un auto, cada vez que
escuchemos el chillido del frenado de unos neumáticos, cada vez que pasemos por
un accidente en una ruta, nos sentiremos forzados a revivir la pérdida de nuestra
madre.
Tendremos que enfrentar este horrible incidente una y otra vez, revivir el horro del
acto más banal imaginable, conducir un auto, que generará el terrible dolor de la
pérdida de nuestra madre. Estaremos alterados para siempre y nunca veremos los
autos de la misma manera.
Para ser realmente empáticos, tendremos que no solamente preguntarnos como se

sentirá Juana. En cierto sentido, tendremos que convertirnos en ella. Tendremos
que ser curiosos sobre ella. Y de hecho, existe un nombre para este tipo de
curiosidad: curiosidad interpersonal.
A menudo denominada curiosidad social, esta conducta está definida por un

interés en otras personas. Es evidente en extrovertidos que aparecen hablando a
todas las personas en la habitación.
Una de las características de la curiosidad interpersonal parece ser el desarrollo de

la empatía y la compasión. Así como las personas que son perceptualmente
curiosas responden a los estímulos visuales y perceptuales investigando el mundo
que los rodea, las personas con curiosidad interpersonal buscan explorar las
personas que los rodean.
Empatía diplomática
Para ser más empáticos necesitamos ser curiosos acerca de otras personas.
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Buscando comprender aquellas personas que están afuera de nuestros círculos

sociales, ampliamos nuestras perspectivas de la naturaleza humana. Necesitamos
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escuchar, estar presentes, y lo más importante de todo, ser curiosos acerca de

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otras personas, sus experiencias, motivaciones y deseos.

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Durante una investigación con alumnos para mejorar su curiosidad una cosa
interesante sucedió: Los conflictos interpersonales entre individuos antagonistas
disminuyó.
Uno se pregunta cual sería el efecto si un acercamiento basado en la curiosidad se

intentara en la educación. ¿Serían los alumnos más empáticos? Evidencias muy
seductoras nos muestran que esto puede ser posible.
Tentáculos tailandeses
Como hemos visto la curiosidad puede promover la empatía. También mejora

nuestras relaciones, promueve el crecimiento personal y disminuye la agresión.
Un grupo de investigadores se planteó la siguiente pregunta: ¿Cómo puede ser

utilizada la curiosidad para mejorar nuestras vidas?
Estos investigadores hallaron que aquellos individuos con altos niveles de

curiosidad interpersonal generaban un sentimiento de proximidad con aquellos que
los rodeaban. Este trabajo apoya la idea de que la curiosidad no es tan solo una
parte de nuestra mentalidad individual, es vital en construir relaciones
substanciales.
Además, este trabajo también observó que ser curioso, como parte de un afecto
positivo, también significa ser abierto y adaptable a estímulos nuevos o ambiguos,
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nuevos lugares, personas e ideas. Parte de ser abierto incluye una aceptación de lo
inusual y lo desconocido.
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Ser abierto y curioso acerca de los elementos novedosos, complejos o inciertos en

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el medio ambiente incluye la tolerancia hacia las diferencias.

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Charlie Hebdo, el ISIS, Boko Haram, Corea del Norte, Siria, Ucrania, etc.
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Los actos de agresión aparecen salpicados en los diarios todos los días.
La neuropsicología menciona que la agresión puede ser un medio de ganar el

control. Tiene un propósito. También es característica de mentalidades cerradas.
Ser curioso acerca de los otros, costumbres, experiencias y mentalidades, reduce

el miedo y la frustración que llevan a la agresión.
Recuerde, las personas que tienen una curiosidad elevada no son solamente
abiertas a comer el nuevo plato raro Tailandés con los tentáculos colgando por
fuera del plato, también son más abiertos hacia las experiencias internas de otros
individuos.
Son más abiertos con otras personas a pesar del hecho que, o tal vez porque,
pueden ser diferentes.
¿Pero como funciona ser curioso sobre otras personas? ¿Cómo sentimos al
misterioso extranjero oscuro en el extremo de la habitación tan cautivante?
La curiosidad interpersonal, como las otras formas de curiosidad, puede comenzar

con estados de aburrimiento o para cerrar un agujero en el conocimiento.
A menudo es la ambigüedad de una persona o de una situación social que no solo

estimula nuestra curiosidad interpersonal, sino que también nos hace “apetecer” la
persona acerca de la que nos sentimos curiosas.
Te amo porque vos sos yo
El misterio de por qué encontramos al extraño al fondo de la habitación tan

atractivo y fascinante tiene una causa real.
Se realizó una investigación sobre qué sentían las personas acerca de parejas
potenciales en situaciones como una primera cita, en el cual el contacto inicial es a
menudo breve y deja una gran cantidad de información sobre el otro sin conocer.
En el trabajo se observó que esta ambigüedad lleva a más deseo no a menos

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deseo. Los investigadores hallaron que cuando dos individuos se encuentran, ellos
rellenan agujeros de conocimiento acerca uno del otro con información,
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suposiciones y conjeturas, y a menudo presumían un nivel de similitud con la otra

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persona.
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En estas instancias la ambigüedad llevó a querer más a la persona.

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Los participantes en el trabajo proyectaron atributos positivos en la otra persona
en vez de buscar información más definitiva, en contraste con lo que muchos
investigadores categorizan como estados de privación.
Conocer menos debería significar querer menos, pero no fue así.
Aún más extraño (o más genial) es que con el tiempo y con el incremento del
conocimiento, esto cambia. Con la adquisición de más información, la ambigüedad
se resuelve y la desemejanza se revela, causando una disminución en el agrado.
Esto tipo beneficioso de ambigüedad puede ser experimentado no solo en

referencia a personas sino también a ideas, lugares, productos y alternativas.
Parece que existen ciertos tipos de ambigüedad que son placenteros porque
asociamos similitud percibida con información que es ambigua. Pero además
parece existir ciertos ámbitos en los cuales la ambigüedad puede estar
cercanamente alineada con la curiosidad o el asombro.
Este concepto de saber mientras se está en estado de asombro tiene algunos

correlatos interesantes con la enseñanza y el aprendizaje.
Como sabemos actualmente la comúnmente sostenida comprensión de la privación

de conocimiento o ambigüedad es que causa incertidumbre y malestar. No nos
gusta no saber.
Pero es más matizado y complejo que esto cuando se introduce el contexto, la

situación, las consecuencias y la personalidad individual en la mezcla.
No nos gusta la ambigüedad cuando las “apuestas” son significativas y

potencialmente perjudiciales (La pucha, no puedo solucionar como hacer esta
estúpida ecuación cuadrática. ¡Voy a reprobar este examen!).
Pero nos gusta hacernos preguntas acerca de las cosas que nos son desconocidas
en las cual las apuestas son solamente nuestra propia curiosidad epistémica (¿Me
pregunto si el universo es realmente infinito?).
Básicamente la ambigüedad no es toda mala. Si nuevos escenarios o nueva

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información es presentada en forma favorable, entonces incrementamos nuestro

deseo a pesar de la ambigüedad.
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Pero si la introducción inicial a las ideas es irritante, imagínese un docente

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cascarrabias diciéndole que si no entiende que significa jurisprudencia nunca

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aprobara la materia y pasará su vida vendiendo papas fritas en la calle, entonces

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tenemos una tendencia a asociar todo lo que tenemos que hacer con ese
conocimiento como desagradable.
El A-B-C de la empatía
Lea la descripción de cualquier programa o currículo. Lo más probable es que

empatía no sea un resultado esperable de aprendizaje de ninguno de estos
programas o currículos. No enseñamos empatía en las escuelas.
Pero deberíamos.
La curiosidad no es un subconjunto de aprendizajes de algún constructo distante.

Es una parte integral del aprendizaje auténtico y va mas allá de la mera
adquisición cotidiana de conocimiento para una recompensa arbitraria. No ayuda
tan sólo a volvernos más abiertos a las personas y a las ideas, nos satisface en una
forma importante y nos posiciona para aprender mejor.
Nos ayuda para crecer como seres humanos.
A menos que estemos contentos con nosotros mismos, es difícil ser positivos en
nuestras relaciones. Pero si construir empatía es parte de la enseñanza, parte de la
educación, entonces necesitamos retornar a nuestra formula básica:
Curiosidad + experiencia = aprendizaje.
Dentro de esta ecuación podemos encontrar una forma de empapar nuestras

vidas, tanto dentro como afuera de la escuela, con empatía.
Existe una frágil y complicada relación entre las experiencias desestructuradas

afuera del aula y el aprendizaje. Bajo las circunstancias adecuadas, permitir que
los descubrimientos inesperados, la curiosidad y la aventura sean las fuerzas que
nos guíen y puedan satisfacernos, enseñarnos y hasta tal vez hacernos más
compasivos y empáticos.
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Viajar y la aventura son esenciales para colocar a los alumnos en lugares en el

mundo que estimulan la curiosidad, demandan experiencias y estimulan el
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aprendizaje.
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El problema es que, por supuesto, la mayoría de nosotros no estamos en estos

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lugares con nuestros alumnos muy a menudo. La mayoría de nosotros estamos en

el aula dictando clase o en el patio tratando que nadie se golpee o sea golpeado.
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Pero aún podemos ver la relación entre experiencias, aprendizaje y empatía y ver
si existe alguna conexión.
El asombro nos lleva a experiencias que cambian nuestras percepciones del mundo
y nos pueden volver más empáticos. El asombro es algo que se construye afuera,
explorando lugares desconocidos.
Ante el asombro y lo desconocido de los ambientes que exploramos, los diferentes

paisajes, comidas, costumbres, etc., somos como niños por el hecho de que
dependemos de otros para tomar más de lo que normalmente haríamos. Esta
apreciación infantil del mundo, estimulada por el remolino de la confusión y la
naturaleza extraña del nuevo lugar pueden ayudar a promover el asombro.
Libros largos y aburridos
¿Qué hace la imaginación realmente? ¿Y cómo está conectada la curiosidad? Es

claro que la curiosidad, entre otras cosas, nos permite ponderar probabilidades y
futuros alternativos de una forma que el pensamiento orientado a la tarea, más
directo tal vez no lo logra.
Existe otra realidad conectada acerca la lectura que es que puede proyectarnos en
el mundo de varias formas. Leer curiosamente, en esta forma, encaja prolijamente
en nuestra ecuación en la cual la curiosidad aumenta a la experiencia, la cual
estimula al aprendizaje.
Las personas que son perceptualmente curiosas buscan estímulos nuevos e

interesantes en el mundo que los rodea, generalmente no son los mejores para
sentarse quietos en un aula tomando notas, pero déjelos libres en el mundo y ellos
lo asimilarán todo.
Las personas perceptualmente curiosas también se dan cuenta de más cosas, y

usan esta capacidad para informarse. Necesitan ver, escuchar, sentir y
experimentar el mundo para comprenderlo, las abstracciones intelectuales no essu

fuerte.
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Encontrando nuestra dirección (con o sin GPS)
Garry Kasparov versus Kobe Bryant
La tecnología ha sido anunciada con bombos y platillos como la salvadora de la

educación por un largo tiempo.
A los que somos docentes la presencia amenazante de los MOOCs (cursos masivos
online abiertos) nos han amenazado con derrocarnos a nosotros, los profesores y
docentes mediocres, y reemplazarnos con contenidos de las instituciones
educativas líderes mundiales. Pero eso aún no ha pasado. Como dice el personaje
de Steve McQueen en la película Papillon: “Estoy aún aquí bastardos.”
Aún afuera de la educación las pasadas décadas han visto a la tecnología digital y
la aparición de Internet como una panacea para todo lo que nos aflige, mientras
que al mismo tiempo han sido demonizados por volvernos tan solo un manojo de
perros pavlovianos salivando y haciendo clics en nuestros mouses.
Aparecen artículos como: “¿Está Google volviéndonos estúpidos?” Como así

también: “¿Cómo Google nos está volviendo más inteligentes?”
A pesar de la furiosa batalla se estima que en Estados Unidos durante el año 2013
se gastaron 13 billones dólares en tecnología educativa. En los Estados Unidos (y
en muchos otros países latinoamericanos) darles acceso a los alumnos a la
tecnología digital es ampliamente visto como una forma de aumentar el
rendimiento de los alumnos, mejorar el currículo y hacer más eficiente la entrega

de la enseñanza y personalizar el aprendizaje, permitiéndoles a los alumnos
interconectarse con el software a su propio paso y nivel de confort.
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La pregunta permanece: ¿Está todo este repiqueteo en las teclas, escaneo de la

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pantalla y clics del mouse volviendo a los alumnos más inteligentes?

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Algunos investigadores piensan que si y que la Internet y las funciones de

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búsqueda como las de Google generan una oportunidad para un mayor

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aprendizaje. Estos investigadores opinan que cuando los humanos nos dan una
clase teórica es aburrido.
Cuando son las máquinas las lo que lo hacen está bien porque nosotros tenemos el
control, de esta manera podemos tolerarlo y aún disfrutarlo.
Usted probablemente experimenta este efecto todos los días cuando utiliza sus
herramientas digitales para recordar la letra de una canción popular o quien ganó
el campeonato del mundo de futbol hace 12 años atrás, o como está el clima en
Mar del Plata.
Usted obtiene la respuesta, pero cada tanto, uuups, usted se interna más profundo
en el tema y “surfea” por unos minutos (o una hora entera si desaparece en el
agujero negro de la Wikipedia). Somos seducidos para aprender más, casi contra
nuestra voluntad.
Creo que esta descripción de los investigadores es correcta salvo en lo que se

refiere a ser seducido a aprender más. Yo no pienso que leer cosas en Internet sea
aprender. O al menos no el tipo de aprendizaje auténtico que me interesa, el tipo
de aprendizaje que está relacionado con la curiosidad.
Estos investigadores están hablando del aprendizaje basado en contenidos que es

un aspecto del desarrollo intelectual. Datos, cifras y fuentes online que elegimos
ingerir ciertamente ayudan en el aprendizaje.
El aprendizaje tiene a la curiosidad como su punto de partida. Recuerde, la

curiosidad está definida por la transitoriedad, intensidad e impulsividad y puede
solamente nacer de momentos de ambigüedad.
Tal vez si su modem es aún del tipo de tortuga ultra lenta de conexión telefónica,
usted puede permitirse un rato de curiosidad mientras espera que la página de la
web se cargue, pero la mayoría de nosotros puede obtener respuestas para
nuestras preguntas curiosas en una cuestión de segundos.
El tipo de aprendizaje en el que este curso está interesado incluye esa sensación
de desconocimiento y motivación propulsora de la curiosidad, que nos levanta y
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nos mueva a través del mundo para descubrir cosas.
Recordemos un hito en la historia del ajedrez, la batalla (perdón por la metáfora

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militar) entre Garry Kasparov, campeón mundial de ajedrez de ese momento, y

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Deep Blue, una supercomputadora construida por IBM para jugar al ajedrez. En
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1997 Deep Blue venció a Kasparov, señalando el triunfo del frío poder calculador
digital sobre la ambición y el ingenio humano.
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Podemos construir computadoras que pueden ganarle en el ajedrez a los grandes
maestros mundiales. Esto sugiere que podríamos construir computadoras que
podrían superar a los seres humanos en varios desafíos y juegos intelectuales.
Una nueva etapa se ha iniciado, al menos en el mundo del ajedrez, en el cual ser
el más grande no es lo mismo que ser el número uno.
Algunos investigadores creen este tipo de cosa es un heraldo del apocalipsis, una
era en la cual las máquinas comenzarán a volver obsoletas la creatividad y el
ingenio humanos.
Comprendo sus miedos, pero no los comparto. No estoy preocupado por los
tecnofílicos como Thomson, Zimmer y Negroponte que están equivocados.
Cuando afirman que las computadoras nos ayudan a aprender o nos vuelven más
inteligentes, están dejando de lado un factor esencial: la curiosidad. La curiosidad
jamás será una característica programable. Es demasiado humana. La curiosidad
es radical e imposible de duplicar mediante la inteligencia artificial.
Adicionalmente, la curiosidad es parte de la construcción de significado.

Investigando por qué somos curiosos y sobre qué somos curiosos es útil en trazar
nuestras pasiones y determinar el curso de nuestros intereses.
Los cuales, juegan una parte muy importante en cómo vivimos nuestras vidas.
Entonces, Kasparov fue vencido por Deep Blue. ¿Qué importancia tiene?
Desnudar el ajedrez a solamente los movimientos en el tablero, a algoritmos y

probabilidades, es olvidar lo que es realmente el ajedrez.
Sin esa tensión que existe entre dos cerebros, utilizando el tablero como una
esfera física para su “disputa cerebral” deja de ser el verdadero ajedrez. Pierde ese
sentido esencial que proveen las relaciones humanas y la curiosidad.
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Estar afuera en un ambiente natural instiga un nivel de curiosidad más profunda

Este tipo de curiosidad no puede ser estimulada de la misma manera en un aula.

La dominancia jerárquica, la autoridad, son parte de un sistema de conductas

Pero al situarnos afuera, al remover las barreras artificiales para la conexión y la

curiosidad interpersonal, podemos alcanzar una longitud de onda más profunda el

uno con el otro.

Adicionalmente, las experiencias estimulan la curiosidad. Recuerde, la curiosidad

Que sucedió exactamente dentro de una memoria dada es causa de curiosidad

Curiosidad más experiencia igual aprendizaje. La cosa es que como en todas

Así como como 3 + 4 = 7, así también 4 + 3 = 7.

Y a veces es la experiencia la que da salida a la curiosidad: Experiencia más

Empatía, conflicto y lograr conocerte

El 7 de enero del 2015 terroristas fuertemente armados arrasaron las oficinas

La misma semana hubo un ataque de Bojo Haram, la organización musulmana

La curiosidad puede ser precisamente el elemento que nos movilice hacia un

Finalmente la empatía no es una forma idealizada de la vieja regla del jardín de

La empatía es nuestra habilidad de imaginativamente proyectarnos a nosotros

sintiendo lo que ella siente, pensando como ella piensa.

que tan sólo datos o cifras.

realmente tratemos de convertirnos en esa persona no estamos siendo realmente

Digamos que tenemos una amiga Juana y su madre ha muerto en un trágico

Para ser realmente empáticos, tendremos que no solamente preguntarnos como se

A menudo denominada curiosidad social, esta conducta está definida por un

Una de las características de la curiosidad interpersonal parece ser el desarrollo de

Buscando comprender aquellas personas que están afuera de nuestros círculos

escuchar, estar presentes, y lo más importante de todo, ser curiosos acerca de

otras personas, sus experiencias, motivaciones y deseos.

Uno se pregunta cual sería el efecto si un acercamiento basado en la curiosidad se

Como hemos visto la curiosidad puede promover la empatía. También mejora

Un grupo de investigadores se planteó la siguiente pregunta: ¿Cómo puede ser

Estos investigadores hallaron que aquellos individuos con altos niveles de

Ser abierto y curioso acerca de los elementos novedosos, complejos o inciertos en

el medio ambiente incluye la tolerancia hacia las diferencias.

La neuropsicología menciona que la agresión puede ser un medio de ganar el

Ser curioso acerca de los otros, costumbres, experiencias y mentalidades, reduce

La curiosidad interpersonal, como las otras formas de curiosidad, puede comenzar

A menudo es la ambigüedad de una persona o de una situación social que no solo

Te amo porque vos sos yo

El misterio de por qué encontramos al extraño al fondo de la habitación tan

En el trabajo se observó que esta ambigüedad lleva a más deseo no a menos

suposiciones y conjeturas, y a menudo presumían un nivel de similitud con la otra

En estas instancias la ambigüedad llevó a querer más a la persona.

Conocer menos debería significar querer menos, pero no fue así.

Esto tipo beneficioso de ambigüedad puede ser experimentado no solo en

Este concepto de saber mientras se está en estado de asombro tiene algunos

Como sabemos actualmente la comúnmente sostenida comprensión de la privación

Pero es más matizado y complejo que esto cuando se introduce el contexto, la

No nos gusta la ambigüedad cuando las “apuestas” son significativas y

pregunto si el universo es realmente infinito?).

Básicamente la ambigüedad no es toda mala. Si nuevos escenarios o nueva

información es presentada en forma favorable, entonces incrementamos nuestro

Pero si la introducción inicial a las ideas es irritante, imagínese un docente

cascarrabias diciéndole que si no entiende que significa jurisprudencia nunca

aprobara la materia y pasará su vida vendiendo papas fritas en la calle, entonces

Lea la descripción de cualquier programa o currículo. Lo más probable es que

La curiosidad no es un subconjunto de aprendizajes de algún constructo distante.

Nos ayuda para crecer como seres humanos.

Curiosidad + experiencia = aprendizaje.

Dentro de esta ecuación podemos encontrar una forma de empapar nuestras

Existe una frágil y complicada relación entre las experiencias desestructuradas

Viajar y la aventura son esenciales para colocar a los alumnos en lugares en el