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1 Doctor en Derecho y Ciencias Políticas de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Cartagena. Especialista
en Didáctica del Lenguaje y la Literatura. Profesor Titular, grado IV, de la Universidad de Cartagena, Profesor de la Universidad
Libre, Sede Cartagena
2 Correas, Oscar, Introducción a la Sociología Jurídica, Distribuciones Fontamara, 1999, pag.51 y sgs.
ser en el caso de que el legislador otorgara conducido por los norteamericanos Jerome
una facultad o, en palabras simples, per- Frank y Karl Llewellyn y el realismo escandi-
mitiera, prohibiera o castigara. Dentro del navo, bajo la batuta de Karl Olivercrona y Alf
neopositivismo legalista también se pueden Ross, contra los diseñadores del movimiento
considerar incluidos los principios jurídicos, EQFKſECFQTQRQUKVKXKUOQNGICNKUVCETGCFQTGU
los contratos válidos (“El contrato es ley para FGNC'UEWGNCFGNC'ZÃIGUKUUGIÕPNCEWCNNC
las partes contratantes”) y, en general, los ne- ley del código era la única fuente jurídica,
gocios jurídicos. CFGO¶UFGCWVQUWſEKGPVG[RGTHGEVC[SWGGN
legislador era el único que tenía la interpreta-
En Colombia, la Carta de 1991 fue consa- ción jurídica por ser el autor de la ley, siendo
grada como una Constitución Social de De- los jueces unos simples aplicadores mecáni-
recho, y la jurisprudencia de la Corte Cons- cos de la ley del código mediante el famoso
titucional ha sido prolija en señalar que la silogismo jurídico.
GZRTGUKÎP“social” no es una “colita” conte-
nida en ella, sin importancia alguna. Todo lo Ciertamente, entre otros aspectos, el movi-
contrario, hoy se admite que, en violándose miento dogmático jurídico buscaba incor-
derechos fundamentales o amenazándose su porar las nuevas aspiraciones liberales al
violación, hasta con la aplicación de leyes vi- nuevo derecho positivo y poner orden en la
gentes, es posible –a través de la acción de heterogeneidad de las fuentes jurídicas, pero
tutela –garantizar tales derechos fundamen- sin contar con la realidad que mostraba la
tales, como ha ocurrido con personas de la GZKUVGPEKC FG NCIWPCU GZKUVGPVGU GP GN FGTG-
tercera edad y en asuntos relacionados con cho y con el movimiento permanente de la
la educación y el libre desarrollo de la per- sociedad que, con rapidez, iba dejando atrás
sonalidad, así como con el derecho a la vida, muchas normas jurídicas, y dejando de lado
entre otros. VCODKÃPŌEQOQNQGZRTGUCTCFernando Sava-
ter, muchos años después, en su “Ética Para
Empero, si bien la Constitución de 1991 ha Amador” – que las leyes y los jueces preten-
sido, si se quiere, un triunfo de la teoría social den determinar obligatoriamente lo mínimo
del derecho en Colombia, tuvo su impulso SWG GN KPFKXKFWQ VKGPG FGTGEJQ C GZKIKT FG
original en los debates de los juristas soció- aquellos con quienes convive en una socie-
logos y los sociólogos socialistas como los dad, pero esto es apenas una parte mínima y
integrantes de la escuela sociológica - jurídi- nada más, porque toda ley escrita no es más
ca francesa, representada por François Gèny; que una abreviatura de lo que tus semejantes
el movimiento del derecho libre alemán, pueden esperar de ti, no del estado ni de los
representado en Eugenio Ehrlich y Herman jueces, sino del comportamiento en sí de las
Kantorowics; el realismo jurídico americano, personas y ese ideal de justicia no es más que
el esfuerzo que debemos hacer cada uno si la nota de juridicidad. El derecho na-
pretendemos vivir bien y que tiene que ver tural ha representado la ideología de
las clases dominantes en cada periodo
con lo que nuestros semejantes esperan de
histórico. Es un elemento más, como el
nosotros. La vida es demasiado compleja y propio derecho positivo, de la superes-
distinta para cada persona, lo que hace difícil tructura condicionada por la infraes-
que todo esto quepa en los libros de jurispru- tructura económica, constituida por
las fuerzas productivas y los medios de
dencia; por esto lo mejor es establecer una
producción”3
EQPXKXGPEKCRCEÈſECGPVTGPWGUVTQUUGOGLCP-
tes y, ello, se logra colocándose en su lugar
El asunto problemático que se ha venido dis-
y brindando mucho amor y comprensión que
EWVKGPFQEQOQNQGZRTGUCTCFrancis Fukuya-
no se encuentra instituido en ninguna ley ni
ma, es el de los derechos naturales derivados
puede ser impuesto por ésta. Agrega Savater
fundamentalmente de las teorías iusnatura-
que quien vive bien debe ser capaz de una
NKUVCU GURGEKCNOGPVG EQOQ NQ GZRNKEC Max
“justicia simpática” o de una “compasión
Weber, de la doctrina protestante que con
justa”.
UWNGEEKQPGUTGHGTGPVGUCNCFKIPKſECEKÎPFGN
trabajo humano, le sirvieron a la burguesía
Por otro lado, en la actualidad se critica tam-
para implementar su capacidad de concentra-
bién la teoría del derecho natural o iusnatu-
ción de las riquezas y permitieron el desarro-
TCNKUOQGPEWCPVQSWGEQOQGZRQPGRamón
llo del capitalismo y la burocracia, pero en
Soriano:
el fondo, se han multiplicado de tal manera
que algunos de tales derechos se han hecho
“El primer problema del derecho na-
tural reside en la precisión de qué se GZVGPUKXQU C EKGTVQU CPKOCNGU CWPSWG VQFC-
entiende por derecho natural. Hay vía a ninguno se le haya ocurrido concederle
quienes consideran que esta clase de derechos al virus del Sida o a las cucarachas.
derecho es simplemente ética o ideolo-
gía o cualquier otra forma cultural, sin
relevancia jurídica, faltándole por tanto Fukuyama TGſTKÃPFQUG C James Watson,
la fuerza coactiva. Admiten que el de- premio nobel, quien fuera el descubridor del
recho natural está formado por postula- ADN G KORQTVCPVG EKGPVÈſEQ FGN UKINQ ::
FQUETÈVKEQUCZKQNÎIKEQU[QTKGPVCFQTGU
FKEGSWGÃUVGGZRQPG
de las normas jurídicas positivas, pero
no están dispuestos a reconocerle nin-
gún tipo de juridicidad. Solo hay una “Los términos como <<inviolabili-
juridicidad: la del derecho positivo” dad>>, me recuerdan los derechos de
ŗ ő.CU EQPEGREKQPGU OCTZKUVCU JCP los animales. ¿Quién le ha dado dere-
destacado el carácter ideológico del chos a un perro? La palabra <<dere-
derecho natural, además de negarle cho>> puede resultar muy peligrosa.
Ya tenemos derechos de las mujeres, dignidad que tenemos por el simple hecho de
FGTGEJQUFGNQUPKÌQU[CUÈJCUVCGNKPſ- ser personas humanas, es un derecho natural,
nito. Luego vendrán los derechos de las
entonces ¿por qué continuamos viviendo en el
Salamandras y los derechos de las ranas.
5GGUV¶NNGICPFQCGZVTGOQUCDUWTFQU reino de la desigualdad económica y social? Y
si el derecho a la vida fuera tan natural, ¿por
“Me gustaría dejar de hablar de
qué razón la venganza privada o ley del Talión
<<derechos>> o de <<inviolabi-
lidad>>. Digamos mejor que los hu- sigue perdurando a través de los siglos, a pesar
manos tienen necesidades y que, como de lo que enseñara GandhiEWCPFQCſTOCDC
especie social, debemos intentar satis- que si todos continuábamos aplicando el ojo
facer las necesidades humanas como la
por ojo y el diente por diente nos quedaríamos
alimentación, la educación o la salud.
En esa dirección debemos trabajar. Tra- ſPCNOGPVGEKGIQU[UKPFGPVCFWTCU
tar de darle más sentido del que me-
rece en un plano casi místico, queda
De todas formas Fukuyama agrega que, ade-
para Steven Spielberg y gente así. Son
castillos en el aire. Es decir, chorradas.” más de los derechos de los animales, de los
PKÌQU[NCUOWLGTGUGZKUVGPVCODKÃPNQUFG-
Claro está, para Fukuyama no es posible de- TGEJQUFGNQUJQOQUGZWCNGUNQUFGTGEJQUFG
jar de hablar de los derechos para referirse los minusválidos y los discapacitados, los de-
únicamente a necesidades e intereses, ni si- rechos de los pueblos indígenas, el derecho
SWKGTCEWCPFQEKVCCNſNÎUQHQWVKNKVCTKUVC Jere- a la vida, el derecho a morir, los derechos de
mi Bentham, quien –en algún momento –se los acusados al igual que el derecho a las víc-
TGſTKÎ C NC “Declaración de Derechos del timas y el derecho a disfrutar de vacaciones.
Hombre y del Ciudadano francés”, como
una <<insensatez sobre zancos>>, menos 4GſTKÃPFQUGCRonald Dworkin dice que éste
cuando se hace referencia a las democracias propone el equivalente al derecho de dise-
liberales capitalistas porque se basan en la ñar seres humanos genéticamente, no por
naturaleza humana que, a la larga, vienen a RCTVG FG NQU RCFTGU UKPQ FG NQU EKGPVÈſEQU
ser más realistas que las demás que se susten- para lo cual postula dos principios de <<in-
tan en otras bases, aunque la verdad es que dividualismo ético>> que son básicos para
tales derechos no sean tan naturales como se una sociedad liberal; en primer lugar, cada
pretende demostrar. Basta, al respecto, con vida individual debe ser satisfactoria y no
presentar como ejemplo el derecho a la pro- debe desperdiciarse; en segundo lugar que si
piedad. ¿Será cierto que un derecho del que bien toda vida posee la misma importancia,
carecen una gran mayoría de ciudadanos pue- su dueño tiene una responsabilidad especial
de ser un derecho natural? Y si el derecho a la sobre su resultado.4
4 Fukuyama, Francis, El Fin del Hombre, Consecuencias de la Revolución Biotecnológica, Ediciones B, S. A., 2003, pags.175 y sgs.
Kelsen, por su parte, señala que: “…el dere- o sociales”, las cuales “tienen como
cho, es por su misma naturaleza un orden características ser engendradas en el
mundo de la cultura. Si una sociedad
coactivo, o sea un orden social que prevé
careciera de estas normas se daría la
actos coactivos como sanciones a dirigirse a anomía (sic), en un sentido profundo.
título de reacciones contra la conducta con- Esto ocurre de hecho en comunidades
siderada indeseable por la autoridad social. que han sido degradadas por distin-
tas formas de violencia. Entonces las
Si ese orden social está relativamente cen-
normas legales o de segundo grado
tralizado constituye la comunidad que lla- carecen allí de vigencia. Nadie puede
mamos Estado. Por lo tanto, una teoría del aspirar a solucionar duraderamente un
derecho completa amplía necesariamente problema de esta magnitud invocando
la obediencia, sólo con el temor de la
una teoría del Estado”.
represión”.
De lo anterior, es fácil concluir que el dere- “Habría que comenzar con medidas de
cho es un concepto esencialmente metafísico rehabilitación, de mejoramiento social
y desde luego de educación. El proceso
que, de unívoco, poco tendría si no encerrara
educativo tendría entre otras razones el
conceptos tales como la amenaza cierta que cometido de restablecer la credibilidad
encierra el poder material coercitivo que, a en la normatividad social, en los va-
su vez, implica sanciones en caso de ser des- lores, en los principios, en el respeto
mutuo, en unas reglas sociales claras.
obedecido, todo lo cual nos conduce a las
Entonces y solo entonces, las normas
normas de segundo grado o jurídicas que, en de segundo orden entrarían a regir”.
el criterio de Darío Botero Uribe5:
ő5WRQPICOQUSWGRQTEKTEWPUVCPEKCUGZ-
“…son las normas que integran el dere- cepcionales, el Código Penal dejara de
cho positivo”, es decir, que: “Son nor- TGIKT [ RQT FKſEWNVCFGU FG CFQREKÎP FG
mas obligatorias, si son constituciona- un nuevo estatuto se presentara un inte-
NGU[JCPUKFQGZRGFKFCURQTNCCWVQTK- rregno sin ley penal. El homicidio con-
dad competente. En el caso de las nor- tinuaría siendo repudiado y condenado
mas constitucionales, su obligatoriedad socialmente. La conducta del homicidio
implica el haber sido establecidas en la GZKUVGGPVQFCUNCUUQEKGFCFGUFGNOWPFQ
forma prevista en la Constitución o por tengan o no tengan código Penal”.
el dispositivo simbólico de la democra-
cia” y que, además, estén plenamente ő2GTQEW¶NGUGNRTQEGUQEQPſIWTCFQT
vigente. de las normas sociales? Durkheim ha-
DNC FG NC EQGTEKÎP GZVGTPC FG NCU PQT-
Por supuesto, para el mismo autor mas sociales. Toda sociedad implica la
GZKUVGP QVTCU SWG UQP ő.CU PQTOCU FG imposición de conductas por parte del
primer grado o normas preestatales grupo sobre el individuo”.6
5 Botero Uribe, Darío, Teoría Social del Derecho, Universidad Nacional de Colombia, Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y
Sociales, Santafé de Bogotá, 1999.
(PLOH 'XUKNHLP /DV UHJODV GHO PpWRGR VRFLROyJLFR \ RWURV HVFULWRV VREUH ¿ORVRItD GH ODV FLHQFLDV VRFLDOHV 0DGULG $OLDQ]D
Editorial, 1988, pp. 17 y ss; 179 y 180.
9pDVH*:)+HJHO)HQRPHQRORJtDGHO(VStULWX0p[LFR)RQGRGH&XOWXUD(FRQyPLFDSS\VV
la dignidad inherente al ser humano, como las mismas circunstancias, lo que podría ser
lo dispone el Art. 1º de la referida Constitu- fácilmente subsanable, cuando se trate de de-
ción Política de 1991, al igual que las normas litos propiamente dichos, con la remisión por
rectoras del Código de Procedimiento Penal parte de las Salas Jurisdiccionales Disciplina-
Colombiano (Leyes 599 y 600 de 2000) y rias de los Consejos Seccionales de la Judica-
del Código Penal Colombiano (Ley 906, de tura, a la jurisdicción penal ordinaria, de la
agosto 31de 2004, corregida por el Decreto actuación preliminar, toda vez que esa doble
2770 de 2004), no obstante prácticamente investigación sí que peca contra la dignidad
trasladan al código disciplinario, buena parte humana, tanto más cuanto que el Art. 49 de
de los principios rectores de las leyes men- la señalada Ley 1123, claramente señala que
cionadas, lo que –de entrada –lo hace ver “En la aplicación de las normas procesales
más punitivo que simplemente disciplinario, de este código deberá prevalecer la efecti-
tanto más cuanto que su artículo 2º, inciso vidad de los derechos sustanciales sobre las
ſPCNFKURQPGSWG“La acción disciplinaria es disposiciones procedimentales”, lo cual está
independiente de cualquiera otra que pueda en consonancia con el Art. 29, de la Carta
surgir de la comisión de la falta” y que, en su Política, sobre el debido proceso, que –a la
trasfondo, aunque se prohíba en su artículo letra –dispone: “Toda persona se presume
9º, cuando se instituye el principio del non inocente mientras no se le haya declarado
bis idem, es decir, que nadie podrá ser juzga- judicialmente culpable”, y con el Art. 8º, de
do dos veces por el mismo hecho, se deja en la misma Ley 1123, según el cual “A quien se
claro que se trata simplemente de la misma atribuya una falta disciplinaria se presume
acción disciplinaria y no de otra que conlle- inocente mientras no se declare su responsa-
ve los ribetes del delito en materia penal. En bilidad en sentencia ejecutoriada”.
otras palabras, el sujeto disciplinario podrá
ser investigado al mismo tiempo, tanto por la 6QFQNQEWCNUGJCEGO¶UITCXQUQEQPNCGZG-
acción disciplinaria como por la acción pe- quibilidad que hizo la Corte Constitucional,
nal propiamente dicha, cuando la falta que mediante Sentencia C-398/11, cuando, entre
se investigue constituya, por sí misma, un las incompatibilidades para el ejercicio de la
delito en materia penal, lo que en el fondo CDQICEÈCFKURWUQTGſTKÃPFQUGCNPWOGTCN3,
–y en nuestro criterio –hace injusta la doble del Art. 29, de la mentada ley, según el cual
investigación y puede dar lugar a que se pro- “Las personas privadas de su libertad como
duzcan fallos contradictorios derivados de consecuencia de la imposición de una me-
las acciones disciplinarias y penales, lo que dida de aseguramiento o sentencia, excepto
RGEC ƀCITCPVGOGPVG EQPVTC GN RTKPEKRKQ FG cuando la actuación sea en causa propia, sin
lógica jurídica que nos enseña que una cosa perjuicio de los reglamentos penitenciarios y
no puede ser y no ser al mismo tiempo y en carcelarios”, lo siguiente:
En todo caso, dejando de lado estas someras “La educación formará al colombiano en el
críticas, la Ley 1123 de 2007 también inclu- respeto a los derechos humanos, a la paz y
ye una parte especial en la cual, como ya se a la democracia; y en la práctica del trabajo
precisó, se establece un largo catálogo de y la recreación, para el mejoramiento cul-
deberes e incompatibilidades, así como una VWTCN EKGPVÈſEQ VGEPQNÎIKEQ [ RCTC NC RTQ-
ENCUKſECEKÎP RQTOGPQTK\CFC FGN TÃIKOGP FG tección del ambiente”(…) “Corresponde al
HCNVCUUKUVGOCGUVGEGTTCFQRGTQGZVTGOCFC- Estado regular y ejercer la suprema inspec-
OGPVG GZJCWUVKXQ SWG NQ JCEG GPIQTTQUQ [ EKÎP[XKIKNCPEKCFGNCGFWECEKÎPEQPGNſP
dispendioso, si bien, por aquello de la tipici- de velar por su calidad, por el cumplimiento
dad, se ha estimado preferible detallar, olvi- FGUWUſPGU[RQTNCOGLQTHQTOCEKÎPOQTCN
dándose que por mucho que los códigos dis- intelectual y física de los educandos; garan-
ciplinarios pretendan describir las conductas tizar el adecuado cubrimiento del servicio y
de este tipo, siempre habrán o surgirán otras asegurar a los menores las condiciones ne-
que, de algún modo, darán al traste con los cesarias para su acceso y permanencia en el
principios de legalidad, antijuridicidad y cul- sistema educativo” (…)
pabilidad.
Finalmente, en relación con el régimen
En este punto habrá que recordar esa senten- sancionatorio y el libro dedicado al proce-
cia popular que dice: “Hecha la ley, hecha FKOKGPVQ FG CEWGTFQ EQP NC GZRQUKEKÎP FG
la trampa”. Por lo que, en nuestro concepto, motivos, se ha dicho:
$ULVWyWHOHVeWLFD1LFRPDTXHD3ROtWLFDYHUVLyQHVSDxRODHLQWURGXFFLyQGH$QWRQLR*yPH]5REOHGR(GLWRULDO3RUU~D6$0p[LFR
1970, pp. XVII.
'LFFLRQDULRGH6RFLRORJtD+HQU\3UDWW)DLUFKLOG(GLWRU)RQGRGH&XOWXUD(FRQyPLFD0p[LFR&XDUWD5HLPSUHVLyQS
cuando trata de la “ética social”, entonces CTIWOGPVCT UQDTG UW RTQRKC ſNQUQHÈC EQP NQ
hace referencia a un “Punto de vista sobre que se sabía de antemano condenado a be-
las cuestiones morales que busca sobre todo DGTGNXGPGPQFGNCEKEWVCEQOQſPCNOGPVG
una orientación práctica respecto a proble- ocurrió. En la obra “Critón o El Deber del
mas concretos de la sociedad y que por eso Ciudadano”, de su discípulo Platón, se com-
incluye las cuestiones que se plantean en la pendia la conducta verdaderamente ética, de
vida política, en la economía y en lo sexual.” WPJQODTGSWGRTGſTKÎOQTKTRQTUWUKFGCNGU
antes que claudicar a ellos, igual a lo que le
Al respecto, la Corte Constitucional enseña pasó a Nelson Mandela –preso por muchos
que el Código Disciplinario, si bien no es CÌQU[SWKGPRQTUWGZVTCQTFKPCTKCXQNWPVCF
un manual de ética, si contiene principios y valentía, no se dejó amilanar por las voces
éticos que deberían tenerse en cuenta para de los dirigentes blancos que lo invitaban a
rehabilitar al disciplinado y sancionado con renunciar a su lucha por sus hermanos negros
NCGZENWUKÎPGPGNGLGTEKEKQFGUWRTQHGUKÎP –por todo lo cual logró ser posteriormente el
entre otros aspectos morales, pero no es una Presidente de Sud-África y reiterar su pensa-
especie de camisa de fuerza para impedir el OKGPVQSWGUKGORTGNQOCPVWXQGTIWKFQGZ-
libre desarrollo de la personalidad ni para la clamando: “Soy el amo de mi destino, soy el
perfectibilidad absoluta, y, agregamos, lo que capitán de mi alma”. Eso le permitió sobre-
debería servir a todos los abogados para el vivir y permanecer, aún vivo, aunque muy
mejor obrar, pero no para conseguir la per- enfermo, en el corazón de su pueblo.
fección helénica como en el caso del irónico
sutil y mayéutico Sócrates, quien – en aten- IV. LA ÉTICA PROFESIONAL DEL
ción al respeto que tenía por las leyes de su ABOGADO
polis griega, aunque no compartiera las ideas
paganas de sus acusadores, como lo fueron Hasta aquí, pues, podemos concebir el de-
sus detractores Anito, persona poderosa y po- recho como una forma de poder legítimo, a
pular; Melito, poeta oscuro, y Licón, orador la manera en que lo planteara Max Weber
político, quienes para obtener la condena a y, desde este punto de vista, ese derecho
OWGTVGFGGUVGITCPſNÎUQHQNQCEWUCTQPFG imbuido de poder coactivo y de sincretismo
no creer en la religión del Estado y de co- religioso, casi místico, diseña las institucio-
rromper a la juventud enseñándola a no re- nes que, al decir de Emilio Durkheim, son
conocer los dioses de la República –lo llevó, las formas de pensar, de sentir y obrar que se
enhiesto, a hacer su propia defensa, no acep- KORQPGPCNQUKPFKXKFWQUFGUFGGNGZVGTKQT[
tando el consejo de sus amigos de que se fu- conforme a la interpretación moderna de la
gara, ni el alegato que le presentara el gran cultura, determinan los roles y los estatus de
QTCFQT OCIPÈſEQ FG PQODTG Lisias, para las personas dentro de la organización social,
casi siempre con el propósito loable de pro- damos que la pulcritud, la transparencia, la
mover la igualdad dentro de la diferencia y honradez, el sentido de la solidaridad y la
FGFKIPKſECTNCXKFCOKUOCCWPSWGGPXCTKC- compasión con nuestros semejantes, entre
das ocasiones ese mismo derecho sirva para otras muchas virtudes, se conviertan en el
implementar la injusticia, cuestión por la cual escudo con el cual choquen los intereses ras-
San Agustín señalaba: “Una ley injusta no es treros de los delincuentes de cuello blanco y
para nada una ley”, por lo que los profesio- demás malhechores que cunden por doquier,
nales del derecho deben hacer primar siem- como lobos salvajes al acecho del abogado
RTGNCLWUVKEKCEWCPFQGZKUVCWPCFKUETGRCPEKC bueno y, si se quiere, muchas veces ingenuo,
moral entre ésta y la ley. a quien se le colocan trampas tentadoras de
toda clase que, en muchas ocasiones, con su-
Para ello será importante tener siempre presen- tiles movimientos de ajedrecistas del delito,
te el “Decálogo del Abogado” que nos enseña: logran romper su coraza y desviarlo de su
honesta ruta.
“I. No pases por encima de un estado de
tu conciencia. II. No afectes una convic- Por supuesto, será conveniente y hasta nece-
ción que no tengas. III. No te rindas ante
sario que conozcamos y prohijemos como
la popularidad y adules la tiranía. IV.
Piensa siempre que tú eres para el clien- principio rector de nuestra conducta perma-
te y no el cliente para ti. V. No procures nente, el Código Disciplinario del Abogado,
nunca en los tribunales ser más que los enmarcado en la Ley 1123 de 22 de enero
magistrados, pero no consientas ser me-
2007 y, en lo no prescrito ni derogado por
nos. VI. Ten fe en la razón que es lo que
en general prevalece. VII. Pon la moral ella, lo dispuesto en el Decreto 196 de 1971,
por encima de las leyes. VIII. Aprecia SWG CÕP EQP UWU RQUKDNGU HCNNCU [ GZEGUKXQU
EQOQ GN OGLQT FG NQU VGZVQU GN UGPVKFQ dogmatismos jurídicos, encontraremos en él
EQOÕP+:2TQEWTCNCRC\EQOQGNOC-
las herramientas necesarias para enrumbar
[QTFGNQUVTKWPHQU:$WUECUKGORTGNC
justicia por el camino de la sinceridad y nuestro comportamiento por los senderos de
sin otras armas que las de tu saber.” la ética profesional porque conociendo los
deberes, incompatibilidades, faltas y sancio-
En síntesis, lo primordial será que, desde lo nes, sabremos cuál deberá ser la conducta a
más profundo de nuestra conciencia, enten- seguir.