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LA ÉTICA PROFESIONAL DEL ABOGADO


Fernando Antonio Herazo Girón1

I. EL DERECHO COMO DISCURSO DE re decir que lo que el jurista hace, es


PODER producir un discurso en el cual se dice
que, eso llamado “derecho”, debe ser
Para hablar de la ética profesional del abogado obedecido.
es necesario, previamente, reconocer qué es el
“Esta tarea social adjudicada al jurista
derecho como discurso de poder, para luego por la enseñanza institucionalizada,
adentrarnos un tanto en conceptos tales como: GU NQ SWG GZRNKEC SWG GN FGTGEJQ UGC
¿Qué es el derecho?, ¿qué es la ética?, ¿por visto, en la facultad, como el conjunto
qué debemos considerar los códigos discipli- de “normas” que han sido producidas
RQTGNGUVCFQ'ZRNKECSWGGNGUVWFKCP-
narios de los abogados, como si se tratara de te sea adiestrado en reconocer, como
verdaderos códigos deontológicos, es decir, derecho, eso que el estado quiere que
tratados de deberes y obligaciones, que deben sea cumplido.”
EWORNKTUG CN O¶ZKOQ UQ RGPC FG UCPEKQPGU
“Sin embargo, la posterior tarea profe-
SWG RWGFGP KORNKECT JCUVC NC GZENWUKÎP GP
sional de los abogados les enseña que
el ejercicio de la abogacía, no obstante que el derecho, más que ser lo producido
la misma Corte Constitucional en Sentencia por el estado para ser obedecido, es
C-212 de 2007, estimó que –en verdad –no lo que realmente es cumplido por los
mismos funcionarios estatales, los jue-
se trataban de códigos de ética sino de lo que
ces por ejemplo. Por eso todo abogado
realmente eran: Códigos Disciplinarios, que UCDGSWGőVGPGTWPFGTGEJQŒUKIPKſEC
podían contener faltas constitutivas, incluso, no solamente encontrar una norma que
de verdaderos delitos y sanciones? lo adjudique, sino, además, un juez
que lo reconozca”.

Comencemos, entonces, trayendo a colación


Ahora bien, para un positivista legalista el
el comentario del tratadista Oscar Correas (2)
derecho está formado, en principio, por una
al referirse al derecho como discurso:
NGIKUNCEKÎPEQFKſECFC[XKIGPVGGPWPVKGORQ
y un espacio dado, que prescribe u ordena
“Reconocer como derecho lo que el
estado –mejor dicho sus funcionarios algo a alguien, como cuando la legislación
–desean que sea visto como tal, quie- penal prohíbe no matar; que también podría

1 Doctor en Derecho y Ciencias Políticas de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Cartagena. Especialista
en Didáctica del Lenguaje y la Literatura. Profesor Titular, grado IV, de la Universidad de Cartagena, Profesor de la Universidad
Libre, Sede Cartagena
2 Correas, Oscar, Introducción a la Sociología Jurídica, Distribuciones Fontamara, 1999, pag.51 y sgs.

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ser en el caso de que el legislador otorgara conducido por los norteamericanos Jerome
una facultad o, en palabras simples, per- Frank y Karl Llewellyn y el realismo escandi-
mitiera, prohibiera o castigara. Dentro del navo, bajo la batuta de Karl Olivercrona y Alf
neopositivismo legalista también se pueden Ross, contra los diseñadores del movimiento
considerar incluidos los principios jurídicos, EQFKſECFQTQRQUKVKXKUOQNGICNKUVCETGCFQTGU
los contratos válidos (“El contrato es ley para FGNC'UEWGNCFGNC'ZÃIGUKUUGIÕPNCEWCNNC
las partes contratantes”) y, en general, los ne- ley del código era la única fuente jurídica,
gocios jurídicos. CFGO¶UFGCWVQUWſEKGPVG[RGTHGEVC[SWGGN
legislador era el único que tenía la interpreta-
En Colombia, la Carta de 1991 fue consa- ción jurídica por ser el autor de la ley, siendo
grada como una Constitución Social de De- los jueces unos simples aplicadores mecáni-
recho, y la jurisprudencia de la Corte Cons- cos de la ley del código mediante el famoso
titucional ha sido prolija en señalar que la silogismo jurídico.
GZRTGUKÎP“social” no es una “colita” conte-
nida en ella, sin importancia alguna. Todo lo Ciertamente, entre otros aspectos, el movi-
contrario, hoy se admite que, en violándose miento dogmático jurídico buscaba incor-
derechos fundamentales o amenazándose su porar las nuevas aspiraciones liberales al
violación, hasta con la aplicación de leyes vi- nuevo derecho positivo y poner orden en la
gentes, es posible –a través de la acción de heterogeneidad de las fuentes jurídicas, pero
tutela –garantizar tales derechos fundamen- sin contar con la realidad que mostraba la
tales, como ha ocurrido con personas de la GZKUVGPEKC FG NCIWPCU GZKUVGPVGU GP GN FGTG-
tercera edad y en asuntos relacionados con cho y con el movimiento permanente de la
la educación y el libre desarrollo de la per- sociedad que, con rapidez, iba dejando atrás
sonalidad, así como con el derecho a la vida, muchas normas jurídicas, y dejando de lado
entre otros. VCODKÃPŌEQOQNQGZRTGUCTCFernando Sava-
ter, muchos años después, en su “Ética Para
Empero, si bien la Constitución de 1991 ha Amador” – que las leyes y los jueces preten-
sido, si se quiere, un triunfo de la teoría social den determinar obligatoriamente lo mínimo
del derecho en Colombia, tuvo su impulso SWG GN KPFKXKFWQ VKGPG FGTGEJQ C GZKIKT FG
original en los debates de los juristas soció- aquellos con quienes convive en una socie-
logos y los sociólogos socialistas como los dad, pero esto es apenas una parte mínima y
integrantes de la escuela sociológica - jurídi- nada más, porque toda ley escrita no es más
ca francesa, representada por François Gèny; que una abreviatura de lo que tus semejantes
el movimiento del derecho libre alemán, pueden esperar de ti, no del estado ni de los
representado en Eugenio Ehrlich y Herman jueces, sino del comportamiento en sí de las
Kantorowics; el realismo jurídico americano, personas y ese ideal de justicia no es más que

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el esfuerzo que debemos hacer cada uno si la nota de juridicidad. El derecho na-
pretendemos vivir bien y que tiene que ver tural ha representado la ideología de
las clases dominantes en cada periodo
con lo que nuestros semejantes esperan de
histórico. Es un elemento más, como el
nosotros. La vida es demasiado compleja y propio derecho positivo, de la superes-
distinta para cada persona, lo que hace difícil tructura condicionada por la infraes-
que todo esto quepa en los libros de jurispru- tructura económica, constituida por
las fuerzas productivas y los medios de
dencia; por esto lo mejor es establecer una
producción”3
EQPXKXGPEKCRCEÈſECGPVTGPWGUVTQUUGOGLCP-
tes y, ello, se logra colocándose en su lugar
El asunto problemático que se ha venido dis-
y brindando mucho amor y comprensión que
EWVKGPFQEQOQNQGZRTGUCTCFrancis Fukuya-
no se encuentra instituido en ninguna ley ni
ma, es el de los derechos naturales derivados
puede ser impuesto por ésta. Agrega Savater
fundamentalmente de las teorías iusnatura-
que quien vive bien debe ser capaz de una
NKUVCU GURGEKCNOGPVG EQOQ NQ GZRNKEC Max
“justicia simpática” o de una “compasión
Weber, de la doctrina protestante que con
justa”.
UWNGEEKQPGUTGHGTGPVGUCNCFKIPKſECEKÎPFGN
trabajo humano, le sirvieron a la burguesía
Por otro lado, en la actualidad se critica tam-
para implementar su capacidad de concentra-
bién la teoría del derecho natural o iusnatu-
ción de las riquezas y permitieron el desarro-
TCNKUOQGPEWCPVQSWGEQOQGZRQPGRamón
llo del capitalismo y la burocracia, pero en
Soriano:
el fondo, se han multiplicado de tal manera
que algunos de tales derechos se han hecho
“El primer problema del derecho na-
tural reside en la precisión de qué se GZVGPUKXQU C EKGTVQU CPKOCNGU CWPSWG VQFC-
entiende por derecho natural. Hay vía a ninguno se le haya ocurrido concederle
quienes consideran que esta clase de derechos al virus del Sida o a las cucarachas.
derecho es simplemente ética o ideolo-
gía o cualquier otra forma cultural, sin
relevancia jurídica, faltándole por tanto Fukuyama TGſTKÃPFQUG  C James Watson,
la fuerza coactiva. Admiten que el de- premio nobel, quien fuera el descubridor del
recho natural está formado por postula- ADN G KORQTVCPVG EKGPVÈſEQ FGN UKINQ ::
FQUETÈVKEQUCZKQNÎIKEQU[QTKGPVCFQTGU
FKEGSWGÃUVGGZRQPG
de las normas jurídicas positivas, pero
no están dispuestos a reconocerle nin-
gún tipo de juridicidad. Solo hay una “Los términos como <<inviolabili-
juridicidad: la del derecho positivo” dad>>, me recuerdan los derechos de

ŗ  ő.CU EQPEGREKQPGU OCTZKUVCU JCP los animales. ¿Quién le ha dado dere-
destacado el carácter ideológico del chos a un perro? La palabra <<dere-
derecho natural, además de negarle cho>> puede resultar muy peligrosa.

3 Soriano, Ramón, Sociología del Derecho, editorial Ariel, 1997, pag.181

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Ya tenemos derechos de las mujeres, dignidad que tenemos por el simple hecho de
FGTGEJQUFGNQUPKÌQU[CUÈJCUVCGNKPſ- ser personas humanas, es un derecho natural,
nito. Luego vendrán los derechos de las
entonces ¿por qué continuamos viviendo en el
Salamandras y los derechos de las ranas.
5GGUV¶NNGICPFQCGZVTGOQUCDUWTFQU reino de la desigualdad económica y social? Y
si el derecho a la vida fuera tan natural, ¿por
“Me gustaría dejar de hablar de
qué razón la venganza privada o ley del Talión
<<derechos>> o de <<inviolabi-
lidad>>. Digamos mejor que los hu- sigue perdurando a través de los siglos, a pesar
manos tienen necesidades y que, como de lo que enseñara GandhiEWCPFQCſTOCDC
especie social, debemos intentar satis- que si todos continuábamos aplicando el ojo
facer las necesidades humanas como la
por ojo y el diente por diente nos quedaríamos
alimentación, la educación o la salud.
En esa dirección debemos trabajar. Tra- ſPCNOGPVGEKGIQU[UKPFGPVCFWTCU
tar de darle más sentido del que me-
rece en un plano casi místico, queda
De todas formas Fukuyama agrega que, ade-
para Steven Spielberg y gente así. Son
castillos en el aire. Es decir, chorradas.” más de los derechos de los animales, de los
PKÌQU[NCUOWLGTGUGZKUVGPVCODKÃPNQUFG-
Claro está, para Fukuyama no es posible de- TGEJQUFGNQUJQOQUGZWCNGUNQUFGTGEJQUFG
jar de hablar de los derechos para referirse los minusválidos y los discapacitados, los de-
únicamente a necesidades e intereses, ni si- rechos de los pueblos indígenas, el derecho
SWKGTCEWCPFQEKVCCNſNÎUQHQWVKNKVCTKUVC Jere- a la vida, el derecho a morir, los derechos de
mi Bentham, quien –en algún momento –se los acusados al igual que el derecho a las víc-
TGſTKÎ C NC “Declaración de Derechos del timas y el derecho a disfrutar de vacaciones.
Hombre y del Ciudadano francés”, como
una <<insensatez sobre zancos>>, menos 4GſTKÃPFQUGCRonald Dworkin dice que éste
cuando se hace referencia a las democracias propone el equivalente al derecho de dise-
liberales capitalistas porque se basan en la ñar seres humanos genéticamente, no por
naturaleza humana que, a la larga, vienen a RCTVG FG NQU RCFTGU UKPQ FG NQU EKGPVÈſEQU
ser más realistas que las demás que se susten- para lo cual postula dos principios de <<in-
tan en otras bases, aunque la verdad es que dividualismo ético>> que son básicos para
tales derechos no sean tan naturales como se una sociedad liberal; en primer lugar, cada
pretende demostrar. Basta, al respecto, con vida individual debe ser satisfactoria y no
presentar como ejemplo el derecho a la pro- debe desperdiciarse; en segundo lugar que si
piedad. ¿Será cierto que un derecho del que bien toda vida posee la misma importancia,
carecen una gran mayoría de ciudadanos pue- su dueño tiene una responsabilidad especial
de ser un derecho natural? Y si el derecho a la sobre su resultado.4

4 Fukuyama, Francis, El Fin del Hombre, Consecuencias de la Revolución Biotecnológica, Ediciones B, S. A., 2003, pags.175 y sgs.

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¿Será entonces que el derecho es un dis- II. ¿QUÉ ES EL DERECHO?


curso de poder porque, como dice Daniel
Loschak, es aceptado como una palabra &GNFGTGEJQUGJCPFCFQOÕNVKRNGUFGſPKEKQ-
CWVQTK\CFC EKGTVC [ GſEC\! 'U SWG NQ SWG PGU6CPVCUSWGRCTGEGTÈCOGLQTGZRNKECTSWÃ
describe Daniele Loschak lo podríamos no es derecho. Así, podríamos señalar que
denominar realmente una ideología jurídi- toda conducta humana que pueda realizarse
ca, es decir, el derecho convertido en valor o abstenerse de ser realizada sin que caiga en
KFGQNÎIKEQ 'N FGTGEJQ GZKUVG C EQPFKEKÎP la órbita coactiva y sancionatoria de eso que
de revestir este valor ideológico. Un dere- hemos llamado derecho, pues, no es posible
cho sin poder no es más derecho; será una involucrarla dentro de su órbita como tal. En
palabra o un escrito, pero derecho, no. El sentido contrario, derecho sería entonces esa
poder es, entonces, un elemento inherente regla coactiva y legítima que se impone des-
a la noción misma de derecho, es el ele- FG GN GZVGTKQT C NQU UGTGU JWOCPQU RQT WPC
mento mítico que transforma el discurso autoridad y que, de alguna forma, los obliga
EQTTKGPVG GP FKUEWTUQ LWTÈFKEQ 2CTC GZKUVKT a hacer o abstenerse de hacer algo, so pena
como derecho, el discurso jurídico debe de una sanción y que, por lo mismo, deter-
ser reconocido en una sociedad determina- mina en parte sus roles y sus estatus, o que,
da como un discurso de poder. Es preciso simplemente, les permite realizar la conducta
que se encuentre revestido de cierto ca- sin el temor a incurrir en falta alguna y en su
rácter <<sagrado>> SWG EQPſGTG C UWU correlato que sería, con toda probabilidad, la
OCPFCVQUXGTFCFGTCGſECEKC.CPQEKÎPFG sanción.
poder forma parte, así, de la ideología por
la cual el discurso corriente se transforma Su etimología nos dice que proviene del latín
en discurso jurídico. “directus”, dirigere, enderezar o alinear. Se-
gún Celso: “Es el arte de lo bueno y de lo jus-
¿O es que acaso el derecho representa, en to”, y para Kant: “Es el conjunto de las condi-
verdad, el diseño de fórmulas culturales de ciones por las cuales el arbitrio de cada uno
protección, no solamente de la vida huma- puede coexistir con el arbitrio de los demás,
na per se, sino de los deseos e intereses, así según una ley universal de libertad”.
como de las creencias y, en general, valores,
normas y sanciones admitidos como legíti- Para Hauriou el derecho es: “El conjunto de
mos por la sociedad aunque a veces ese dere- preceptos de conducta obligatorios, estable-
cho sea realmente injusto o no sea producido cidos por los hombres que viven en sociedad
por un cuerpo legislador incólume y absolu- y destinados a hacer reinar el orden y la jus-
tamente irreprochable? ticia en las relaciones sociales”.

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Kelsen, por su parte, señala que: “…el dere- o sociales”, las cuales “tienen como
cho, es por su misma naturaleza un orden características ser engendradas en el
mundo de la cultura. Si una sociedad
coactivo, o sea un orden social que prevé
careciera de estas normas se daría la
actos coactivos como sanciones a dirigirse a anomía (sic), en un sentido profundo.
título de reacciones contra la conducta con- Esto ocurre de hecho en comunidades
siderada indeseable por la autoridad social. que han sido degradadas por distin-
tas formas de violencia. Entonces las
Si ese orden social está relativamente cen-
normas legales o de segundo grado
tralizado constituye la comunidad que lla- carecen allí de vigencia. Nadie puede
mamos Estado. Por lo tanto, una teoría del aspirar a solucionar duraderamente un
derecho completa amplía necesariamente problema de esta magnitud invocando
la obediencia, sólo con el temor de la
una teoría del Estado”.
represión”.

De lo anterior, es fácil concluir que el dere- “Habría que comenzar con medidas de
cho es un concepto esencialmente metafísico rehabilitación, de mejoramiento social
y desde luego de educación. El proceso
que, de unívoco, poco tendría si no encerrara
educativo tendría entre otras razones el
conceptos tales como la amenaza cierta que cometido de restablecer la credibilidad
encierra el poder material coercitivo que, a en la normatividad social, en los va-
su vez, implica sanciones en caso de ser des- lores, en los principios, en el respeto
mutuo, en unas reglas sociales claras.
obedecido, todo lo cual nos conduce a las
Entonces y solo entonces, las normas
normas de segundo grado o jurídicas que, en de segundo orden entrarían a regir”.
el criterio de Darío Botero Uribe5:
ő5WRQPICOQUSWGRQTEKTEWPUVCPEKCUGZ-
“…son las normas que integran el dere- cepcionales, el Código Penal dejara de
cho positivo”, es decir, que: “Son nor- TGIKT [ RQT FKſEWNVCFGU FG CFQREKÎP FG
mas obligatorias, si son constituciona- un nuevo estatuto se presentara un inte-
NGU[JCPUKFQGZRGFKFCURQTNCCWVQTK- rregno sin ley penal. El homicidio con-
dad competente. En el caso de las nor- tinuaría siendo repudiado y condenado
mas constitucionales, su obligatoriedad socialmente. La conducta del homicidio
implica el haber sido establecidas en la GZKUVGGPVQFCUNCUUQEKGFCFGUFGNOWPFQ
forma prevista en la Constitución o por tengan o no tengan código Penal”.
el dispositivo simbólico de la democra-
cia” y que, además, estén plenamente ő2GTQ‹EW¶NGUGNRTQEGUQEQPſIWTCFQT
vigente. de las normas sociales? Durkheim ha-
DNC FG NC EQGTEKÎP GZVGTPC FG NCU PQT-
Por supuesto, para el mismo autor mas sociales. Toda sociedad implica la
GZKUVGP QVTCU SWG UQP ő.CU PQTOCU FG imposición de conductas por parte del
primer grado o normas preestatales grupo sobre el individuo”.6

5 Botero Uribe, Darío, Teoría Social del Derecho, Universidad Nacional de Colombia, Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y
Sociales, Santafé de Bogotá, 1999.
 (PLOH 'XUKNHLP /DV UHJODV GHO PpWRGR VRFLROyJLFR \ RWURV HVFULWRV VREUH ¿ORVRItD GH ODV FLHQFLDV VRFLDOHV 0DGULG $OLDQ]D
Editorial, 1988, pp. 17 y ss; 179 y 180.

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“En el proceso de socialización se da lo ciplinario del Abogado, establecido en el De-


que Durkheim llama coerción interna, creto 196 de 1971, y en el actual contenido
o sea la interiorización de las normas,
en la Ley 1123, de 22 de enero de 2007, aun-
las normas convertidas en un poder re-
gulador desde el fuero interno del in- que el doctor Guillermo Bueno Miranda, de
dividuo”. la presidencia del Consejo Superior de la Ju-
FKECVWTCJWDKGTCGZRTGUCFQGPNCGZRQUKEKÎP
“Las normas de primer grado no son
de motivos –entre otras opiniones – que:
tan prolijas, tan reglamentaristas, de
RTQPVQ PQ UQP VCP RTGEKUCU RGTQ GZKU-
ten y forman parte del espíritu social. “En materia sustancial, se propone un
Uso espíritu der Geist, en el sentido de régimen de deberes y faltas que ubica
*GIGNGUFGEKTEQOQWPCVKRKſECEKÎP al abogado dentro del rol que actual-
FGNCUHQTOCUGZRTGUKXCUFGNRWGDNQGP mente desempeña al interior de un
una época determinada.7 Las normas modelo de un Estado Social y Demo-
sociales son más bien pautas, criterios crático de Derecho, teniendo en cuen-
rectores, formas de entendimiento de la ta sus deberes y obligaciones no solo
conducta social”. con el cliente, sino frente al Estado y
a la sociedad, sancionando con mayor
drasticidad aquellos comportamientos
&GCEGRVCTUGNQGZRWGUVQRQTGNCWVQTEQOGP- que comprometan o afecten intereses
tado, tendríamos que concluir que el derecho de la comunidad o al erario”.
así considerado, es decir, como un arte y una
EKGPEKCPKJCGZKUVKFQUKGORTGPKPWPECFG Y es que si nos detenemos en el análisis de
la misma manera. Es más: sabemos que ori- este nuevo Código observaremos que está
ginalmente se confundía con los ritos religio- compuesto de tres libros que contienen una
sos con los cuales se forjó un sincretismo que parte general, una especial y el procedimien-
NQNNGXÎCUGTGZVTGOCFCOGPVGEGTGOQPKCN[ to disciplinario, en donde la primera parte
formalista. se ocupa de señalar los principios rectores,
las disposiciones generales como lo que se
Y más allá de que el derecho actualmente se entiende por falta disciplinaria, su ámbito
considere un arte y una ciencia, por lo menos de aplicación, los sujetos que se consideran
en este país latino llamado Colombia, no ha disciplinables, las maneras o formas de rea-
dejado de ser ritualista y compuesto de un lización del comportamiento, así como las
GZEGUKXQECV¶NQIQFGFGTGEJQU[FGDGTGUCUÈ ECWUCNGU FG GZENWUKÎP FG TGURQPUCDKNKFCF
como de faltas disciplinarias que, en parti- que si bien incluyen criterios derivados de
cular, puedan considerarse cometidas por el NC %QPUVKVWEKÎP 2QNÈVKEC FG  CN GZRQPGT
abogado, amén de sus incompatibilidades, que quien intervenga en la actuación disci-
como se desprende del anterior Código Dis- plinaria será tratado con el respeto debido a

 9pDVH*:)+HJHO)HQRPHQRORJtDGHO(VStULWX0p[LFR)RQGRGH&XOWXUD(FRQyPLFDSS\VV

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la dignidad inherente al ser humano, como las mismas circunstancias, lo que podría ser
lo dispone el Art. 1º de la referida Constitu- fácilmente subsanable, cuando se trate de de-
ción Política de 1991, al igual que las normas litos propiamente dichos, con la remisión por
rectoras del Código de Procedimiento Penal parte de las Salas Jurisdiccionales Disciplina-
Colombiano (Leyes 599 y 600 de 2000) y rias de los Consejos Seccionales de la Judica-
del Código Penal Colombiano (Ley 906, de tura, a la jurisdicción penal ordinaria, de la
agosto 31de 2004, corregida por el Decreto actuación preliminar, toda vez que esa doble
2770 de 2004), no obstante prácticamente investigación sí que peca contra la dignidad
trasladan al código disciplinario, buena parte humana, tanto más cuanto que el Art. 49 de
de los principios rectores de las leyes men- la señalada Ley 1123, claramente señala que
cionadas, lo que –de entrada –lo hace ver “En la aplicación de las normas procesales
más punitivo que simplemente disciplinario, de este código deberá prevalecer la efecti-
tanto más cuanto que su artículo 2º, inciso vidad de los derechos sustanciales sobre las
ſPCNFKURQPGSWG“La acción disciplinaria es disposiciones procedimentales”, lo cual está
independiente de cualquiera otra que pueda en consonancia con el Art. 29, de la Carta
surgir de la comisión de la falta” y que, en su Política, sobre el debido proceso, que –a la
trasfondo, aunque se prohíba en su artículo letra –dispone: “Toda persona se presume
9º, cuando se instituye el principio del non inocente mientras no se le haya declarado
bis idem, es decir, que nadie podrá ser juzga- judicialmente culpable”, y con el Art. 8º, de
do dos veces por el mismo hecho, se deja en la misma Ley 1123, según el cual “A quien se
claro que se trata simplemente de la misma atribuya una falta disciplinaria se presume
acción disciplinaria y no de otra que conlle- inocente mientras no se declare su responsa-
ve los ribetes del delito en materia penal. En bilidad en sentencia ejecutoriada”.
otras palabras, el sujeto disciplinario podrá
ser investigado al mismo tiempo, tanto por la 6QFQNQEWCNUGJCEGO¶UITCXQUQEQPNCGZG-
acción disciplinaria como por la acción pe- quibilidad que hizo la Corte Constitucional,
nal propiamente dicha, cuando la falta que mediante Sentencia C-398/11, cuando, entre
se investigue constituya, por sí misma, un las incompatibilidades para el ejercicio de la
delito en materia penal, lo que en el fondo CDQICEÈCFKURWUQTGſTKÃPFQUGCNPWOGTCN3,
–y en nuestro criterio –hace injusta la doble del Art. 29, de la mentada ley, según el cual
investigación y puede dar lugar a que se pro- “Las personas privadas de su libertad como
duzcan fallos contradictorios derivados de consecuencia de la imposición de una me-
las acciones disciplinarias y penales, lo que dida de aseguramiento o sentencia, excepto
RGEC ƀCITCPVGOGPVG EQPVTC GN RTKPEKRKQ FG cuando la actuación sea en causa propia, sin
lógica jurídica que nos enseña que una cosa perjuicio de los reglamentos penitenciarios y
no puede ser y no ser al mismo tiempo y en carcelarios”, lo siguiente:

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“ABOGADO-Ejercicio profesional in- Derecho y la correspondiente a cada


adecuado pone en riesgo derechos una de las profesiones”
fundamentales y principios que deben
guiar la función jurisdiccional.”
“Tratándose del ejercicio profesional, no
“INCOMPATIBILIDAD PARA EJERCI- son comparables la situación del abogado
CIO DE LA PROFESION DE ABOGA- privado de la libertad y la del que goza de
DO DE PERSONAS PRIVADAS DE LA
ella, como tampoco es comparable la regu-
LIBERTAD AUNQUE SE HALLEN INS-
lación del Derecho y la correspondiente a
CRITOS-Fines constitucionales”
cada una de las profesiones, porque “preten-
der que se adopte una regulación absoluta-
“La Corte concluye que la incompatibilidad
mente idéntica en materia de inhabilidades
EGPUWTCFCVKGPGENCTQUſPGUEQPUVKVWEKQPCNGU
e incompatibilidades para el ejercicio de las
en la previsión del riesgo social, en el interés
PWOGTQUÈUKOCURTQHGUKQPGUWQſEKQU
ŗ KO-
general inherente al ejercicio profesional de
plicaría soslayar las particularidades y espe-
la abogacía y en la protección de los dere-
EKſEKFCFGUFGECFCWPCFGGNNCUGUVQUÈGP
chos de terceros, objetivos que aportan un
detrimento del derecho a la igualdad”.
OCTEQFGLWUVKſECEKQPGUO¶UCORNKQSWGGN
fundado en la mera apreciación individual
De todas maneras, persisten los vacíos y las
de las consecuencias que la privación de la
fallas en la Ley 1123 de 2007, porque –tal
libertad tendría sobre el directamente impli-
como es de anotar con respecto a los disci-
cado. No se puede negar que el ejercicio de
RNKPCDNGUŌUGGZRQPGSWG“Son destinatarios
la profesión y el derecho al trabajo resultan
de este código, los abogados en ejercicio de
comprometidos por la privación de la liber-
su profesión que cumplan con la misión de
tad derivada de una medida de aseguramien-
asesorar, patrocinar y asistir a las personas
to y, no obstante ello, procede sostener que
naturales o jurídicas, tanto de derecho pri-
esas restricciones o limitaciones encuentran
vado como de derecho público, en la orde-
TC\QPCDNGLWUVKſECEKÎPGPNCTGCNKFCFFGNQU
nación y desenvolvimiento de sus relaciones
hechos, en los riesgos que el legislador está
jurídicas así se encuentren excluidos o sus-
autorizado para prevenir y en los intereses
pendidos del ejercicio de la profesión y quie-
públicos y de terceros que debe considerar
nes actúen con licencia provisional.”
al establecer el régimen disciplinario de los
abogados.”
“Se entienden cobijados bajo este régimen
“EJERCICIO PROFESIONAL DE ABO- los abogados que desempeñen funciones pú-
GACIA-No son comparables la situa- blicas relacionadas con dicho ejercicio, así
ción del abogado privado de la libertad
y la del que goza de ella, como tam- como los curadores ad litem. Igualmente, lo
poco es comparable la regulación del serán los abogados que en representación

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FGWPCſTOCQCUQEKCEKÎPFGCDQICFQUUWU- sería mejor y más adecuado plantear la ne-


criban contratos de prestación de servicios cesidad de aumentar a todo nivel, y no sólo
profesionales a cualquier título.” desde el marco del abogado litigante, la edu-
cación permanente desde los primeros gra-
No obstante, en el parágrafo del Art. 18, dos hasta la educación profesional, sobre los
ídem, referente al ámbito de aplicación del RTKPEKRKQUÃVKEQURQTSWGGPVTGNQUſPGUGUGP-
código, establece que: “Los estudiantes ads- ciales del Estado, al tenor del Art. 2º de la
critos a los consultorios jurídicos de las uni- Constitución Política, está “asegurar la con-
versidades del país, serán disciplinados con- XKXGPEKCRCEÈſEC[NCXKIGPEKCFGWPQTFGP
forme a los estatutos de la correspondiente justo”, y, además, conforme al Art. 67, de la
universidad.” Es decir, a estos estudiantes no Carta Política, “La educación es un derecho
los cobija el régimen disciplinario de la Ley de la persona y un servicio público que tiene
1123 de 2007, y menos si los estatutos de la una función social; con ella se busca el acce-
correspondiente universidad nada señalan al so al conocimiento, a la ciencia, a la técnica
respecto. y a los demás bienes y valores de la cultura.”

En todo caso, dejando de lado estas someras “La educación formará al colombiano en el
críticas, la Ley 1123 de 2007 también inclu- respeto a los derechos humanos, a la paz y
ye una parte especial en la cual, como ya se a la democracia; y en la práctica del trabajo
precisó, se establece un largo catálogo de y la recreación, para el mejoramiento cul-
deberes e incompatibilidades, así como una VWTCN EKGPVÈſEQ VGEPQNÎIKEQ [ RCTC NC RTQ-
ENCUKſECEKÎP RQTOGPQTK\CFC FGN TÃIKOGP FG tección del ambiente”(…) “Corresponde al
HCNVCUUKUVGOCGUVGEGTTCFQRGTQGZVTGOCFC- Estado regular y ejercer la suprema inspec-
OGPVG GZJCWUVKXQ SWG NQ JCEG GPIQTTQUQ [ EKÎP[XKIKNCPEKCFGNCGFWECEKÎPEQPGNſP
dispendioso, si bien, por aquello de la tipici- de velar por su calidad, por el cumplimiento
dad, se ha estimado preferible detallar, olvi- FGUWUſPGU[RQTNCOGLQTHQTOCEKÎPOQTCN
dándose que por mucho que los códigos dis- intelectual y física de los educandos; garan-
ciplinarios pretendan describir las conductas tizar el adecuado cubrimiento del servicio y
de este tipo, siempre habrán o surgirán otras asegurar a los menores las condiciones ne-
que, de algún modo, darán al traste con los cesarias para su acceso y permanencia en el
principios de legalidad, antijuridicidad y cul- sistema educativo” (…)
pabilidad.
Finalmente, en relación con el régimen
En este punto habrá que recordar esa senten- sancionatorio y el libro dedicado al proce-
cia popular que dice: “Hecha la ley, hecha FKOKGPVQ FG CEWGTFQ EQP NC GZRQUKEKÎP FG
la trampa”. Por lo que, en nuestro concepto, motivos, se ha dicho:

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“…en respeto a los principios de mo- III. ¿QUÉ ES LA ÉTICA PROFESIONAL?


tivación, proporcionalidad, legalidad
y función de la sanción, contempla un
Ahora bien, de la ética nos hablaron en el
GZVGPUQGNGPEQFGETKVGTKQUFGITCFWC-
ción, incluyéndose la multa como san- siglo V a. C. los estoicos, el mismo Sócrates
ción y estableciéndose el incremento y, como paradigma y portaestandarte de esta
punitivo en aquellas faltas que afecten disciplina independiente, el estagirita Aristó-
el patrimonio estatal.”
teles, quien –en su Ética Nicomaquea –suele
“En el libro dedicado al Procedimiento, GPVGPFGTCSWGNNCEQOQNCRCTVGFGNCſNQUQHÈC
se plantea un vuelco total al régimen que mira a la conducta humana, y como aña-
vigente, donde por virtud de los vacíos de Antonio Gómez Robledo8 “no al “hacer”,
JQ[ GZKUVGPVGU GP GN &GETGVQ  FG
sino al “obrar”; al bien y al mal, en suma, sin
1971, debe acudirse por remisión al
procedimiento penal, ocasionándose WNVGTKQTECNKſECEKÎPŒ En la mentalidad Helé-
FKNCEKQPGU[GPVTCDCOKGPVQUSWGFKſEWN- nica, agrega, se trata de un concepto de “vir-
tan el adecuado ejercicio de la sanción tud” (areté), que quiere decir, para un griego,
disciplinaria y generan incertidumbres
no solo una perfección moral propiamente
frente a los sujetos procesales.”
FKEJC UKPQ VQFC GZEGNGPEKC Q RGTHGEEKÎP GP
“Con el procedimiento propuesto, se general, que de algún modo es valiosa, y con-
da un paso hacia adelante en esta mate- tribuye, por ende, a plasmar un tipo mejor de
ria, acompasándolo con las tendencias
humanidad.
actuales que apuntan hacia la oralidad,
recuperando de esta manera el papel
del juez como director del proceso y 2QT GNNQ CN EQOGPVCT NC GZRTGUKÎP GN Dic-
garante de una pronta y cumplida ad- cionario de Sociología, editado por Henry
ministración de justicia, a través de una
Pratt Fairchild9PQUGZRNKECSWGNCÃVKECGU
CEVWCEKÎP ¶IKN [ GZRGFKVC SWG UG UWTVG
GPFQUCWFKGPEKCUQOKVKGPFQCNO¶ZK- “El estudio de los valores y de sus relaciones
mo los formalismos y las ritualidades, con las pautas y planes de acción. Ciertos
sin que ello comporte la más mínima aspectos de la Sociología que tratan de las
afectación de los derechos y garantías
costumbres, de las fuerzas sociales, del ajus-
de los intervinientes, especialmente del
te defectuoso, de la desorganización, de los
sujeto disciplinable.”
problemas sociales, de los movimientos de
reforma y del progreso social, pertenecen
Esperemos, pues, que haya sido un verdadero
al campo de la ética. Cuando el término se
paso adelante y que realmente, este Código
GORNGCUQNQUKPECNKſECVKXQUVCNGUEQOQőUQ-
&KUEKRNKPCTKQUKTXCRCTCFKIPKſECTNCRTQHGUKÎP
EKCNŒUGTGſGTGCNCſNQUQHÈCFGNQDWGPQ[
de abogado y no para impedir el derecho al
de lo malo.” Pero, según este mismo editor,
trabajo profesional.

 $ULVWyWHOHVeWLFD1LFRPDTXHD3ROtWLFDYHUVLyQHVSDxRODHLQWURGXFFLyQGH$QWRQLR*yPH]5REOHGR(GLWRULDO3RUU~D6$0p[LFR
1970, pp. XVII.
 'LFFLRQDULRGH6RFLRORJtD+HQU\3UDWW)DLUFKLOG(GLWRU)RQGRGH&XOWXUD(FRQyPLFD0p[LFR&XDUWD5HLPSUHVLyQS

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cuando trata de la “ética social”, entonces CTIWOGPVCT UQDTG UW RTQRKC ſNQUQHÈC EQP NQ
hace referencia a un “Punto de vista sobre que se sabía de antemano condenado a be-
las cuestiones morales que busca sobre todo DGTGNXGPGPQFGNCEKEWVCEQOQſPCNOGPVG
una orientación práctica respecto a proble- ocurrió. En la obra “Critón o El Deber del
mas concretos de la sociedad y que por eso Ciudadano”, de su discípulo Platón, se com-
incluye las cuestiones que se plantean en la pendia la conducta verdaderamente ética, de
vida política, en la economía y en lo sexual.” WPJQODTGSWGRTGſTKÎOQTKTRQTUWUKFGCNGU
antes que claudicar a ellos, igual a lo que le
Al respecto, la Corte Constitucional enseña pasó a Nelson Mandela –preso por muchos
que el Código Disciplinario, si bien no es CÌQU[SWKGPRQTUWGZVTCQTFKPCTKCXQNWPVCF
un manual de ética, si contiene principios y valentía, no se dejó amilanar por las voces
éticos que deberían tenerse en cuenta para de los dirigentes blancos que lo invitaban a
rehabilitar al disciplinado y sancionado con renunciar a su lucha por sus hermanos negros
NCGZENWUKÎPGPGNGLGTEKEKQFGUWRTQHGUKÎP –por todo lo cual logró ser posteriormente el
entre otros aspectos morales, pero no es una Presidente de Sud-África y reiterar su pensa-
especie de camisa de fuerza para impedir el OKGPVQSWGUKGORTGNQOCPVWXQGTIWKFQGZ-
libre desarrollo de la personalidad ni para la clamando: “Soy el amo de mi destino, soy el
perfectibilidad absoluta, y, agregamos, lo que capitán de mi alma”. Eso le permitió sobre-
debería servir a todos los abogados para el vivir y permanecer, aún vivo, aunque muy
mejor obrar, pero no para conseguir la per- enfermo, en el corazón de su pueblo.
fección helénica como en el caso del irónico
sutil y mayéutico Sócrates, quien – en aten- IV. LA ÉTICA PROFESIONAL DEL
ción al respeto que tenía por las leyes de su ABOGADO
polis griega, aunque no compartiera las ideas
paganas de sus acusadores, como lo fueron Hasta aquí, pues, podemos concebir el de-
sus detractores Anito, persona poderosa y po- recho como una forma de poder legítimo, a
pular; Melito, poeta oscuro, y Licón, orador la manera en que lo planteara Max Weber
político, quienes para obtener la condena a y, desde este punto de vista, ese derecho
OWGTVGFGGUVGITCPſNÎUQHQNQCEWUCTQPFG imbuido de poder coactivo y de sincretismo
no creer en la religión del Estado y de co- religioso, casi místico, diseña las institucio-
rromper a la juventud enseñándola a no re- nes que, al decir de Emilio Durkheim, son
conocer los dioses de la República –lo llevó, las formas de pensar, de sentir y obrar que se
enhiesto, a hacer su propia defensa, no acep- KORQPGPCNQUKPFKXKFWQUFGUFGGNGZVGTKQT[
tando el consejo de sus amigos de que se fu- conforme a la interpretación moderna de la
gara, ni el alegato que le presentara el gran cultura, determinan los roles y los estatus de
QTCFQT OCIPÈſEQ FG PQODTG Lisias, para las personas dentro de la organización social,

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casi siempre con el propósito loable de pro- damos que la pulcritud, la transparencia, la
mover la igualdad dentro de la diferencia y honradez, el sentido de la solidaridad y la
FGFKIPKſECTNCXKFCOKUOCCWPSWGGPXCTKC- compasión con nuestros semejantes, entre
das ocasiones ese mismo derecho sirva para otras muchas virtudes, se conviertan en el
implementar la injusticia, cuestión por la cual escudo con el cual choquen los intereses ras-
San Agustín señalaba: “Una ley injusta no es treros de los delincuentes de cuello blanco y
para nada una ley”, por lo que los profesio- demás malhechores que cunden por doquier,
nales del derecho deben hacer primar siem- como lobos salvajes al acecho del abogado
RTGNCLWUVKEKCEWCPFQGZKUVCWPCFKUETGRCPEKC bueno y, si se quiere, muchas veces ingenuo,
moral entre ésta y la ley. a quien se le colocan trampas tentadoras de
toda clase que, en muchas ocasiones, con su-
Para ello será importante tener siempre presen- tiles movimientos de ajedrecistas del delito,
te el “Decálogo del Abogado” que nos enseña: logran romper su coraza y desviarlo de su
honesta ruta.
“I. No pases por encima de un estado de
tu conciencia. II. No afectes una convic- Por supuesto, será conveniente y hasta nece-
ción que no tengas. III. No te rindas ante
sario que conozcamos y prohijemos como
la popularidad y adules la tiranía. IV.
Piensa siempre que tú eres para el clien- principio rector de nuestra conducta perma-
te y no el cliente para ti. V. No procures nente, el Código Disciplinario del Abogado,
nunca en los tribunales ser más que los enmarcado en la Ley 1123 de 22 de enero
magistrados, pero no consientas ser me-
2007 y, en lo no prescrito ni derogado por
nos. VI. Ten fe en la razón que es lo que
en general prevalece. VII. Pon la moral ella, lo dispuesto en el Decreto 196 de 1971,
por encima de las leyes. VIII. Aprecia SWG CÕP EQP UWU RQUKDNGU HCNNCU [ GZEGUKXQU
EQOQ GN OGLQT FG NQU VGZVQU GN UGPVKFQ dogmatismos jurídicos, encontraremos en él
EQOÕP+:2TQEWTCNCRC\EQOQGNOC-
las herramientas necesarias para enrumbar
[QTFGNQUVTKWPHQU:$WUECUKGORTGNC
justicia por el camino de la sinceridad y nuestro comportamiento por los senderos de
sin otras armas que las de tu saber.” la ética profesional porque conociendo los
deberes, incompatibilidades, faltas y sancio-
En síntesis, lo primordial será que, desde lo nes, sabremos cuál deberá ser la conducta a
más profundo de nuestra conciencia, enten- seguir.

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