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Werner Koller

Equivalencia denotativa1

[Koller establece cinco tipos de equivalencia:


a) Equivalencia denotativa: correspondencias léxicas.
b) Equivalencia connotativa: busca equivalencias a las connotaciones que aparecen en el
texto.
c) Equivalencia normativa textual: mantiene el mismo tipo textual en determinados tipos de
texto (contratos, cartas comerciales, etc.), pero respetando la forma lingüística y textual que
tiene en las distintas lenguas y culturas.
d) Equivalencia pragmática: el texto traducido debe producir en el receptor el mismo efecto
que el texto original.
e) Equivalencia formal: en determinados textos se deben respetar las propiedades estéticas
y estilísticas (por ejemplo, en la poesía).
Aquí resumiremos su tratamiento de la equivalencia denotativa.]

Tipos de correspondencia
Con relación a la categoría de la equivalencia denotativa a la ciencia de la traducción se le
plantea la tarea de describir las relaciones de equivalencia potencial entre pares de lenguas
e indicar qué factores de tipo textual determinan la selección de determinado equivalente en
cada caso concreto de traducción. El dominio central de la descripción de las relaciones de
equivalencia denotativa es el léxico (palabras y sintagmas) porque es allí donde las lenguas
son o bien tienen que ser más productivas (en especial en el aprovechamiento de
posibilidades de formación de palabras existentes o nuevas) para satisfacer las cambiantes
necesidades y finalidades comunicativas. Desde el punto de vista de la traducción hay que
partir de que en principio siempre se puede alcanzar la equivalencia denotativa mediante
procedimientos de traducción parafrástica, pero que a veces pueden resultar muy poco
económicos. “En principio” aquí significa “sin tener en cuenta otras categorías importantes
al traducir (la legibilidad y comprensibilidad, la adecuación al destinatario, los valores
connotativos y formal-estéticos del texto)”. En el dominio del léxico podemos distinguir
cinco tipos de correspondencia: uno-a-uno, uno-a-varios, varios-a-uno, uno-a-cero y
parcial.

1. La correspondencia uno-a-uno (biunívoca)

Cast. año calendario → fr. année civile


Alem. fünf → ing. fivc → cast. cinco
Ing. control signal → cast. magnitud de ajuste
Fr. bouc émissaire → cast. chivo expiatorio
Alem. die Schweiz → cast. Suiza

1
Extraído de Werner Koller: Einführung in die Übersetzungswissenschaft. Heidelberg – Wiesbaden: Quelle &
Meyer. Orig. 1979; 4ª edición renovada, 1992, páginas 228-240. Traducción, selección y adaptación de
ejemplos: Roberto Bein para el seminario “Teorías de la traducción”, 2016.
Pueden surgir algunas dificultades cuando en la lengua meta aparecen variantes que
denotativamente son iguales, pero que no lo son connotativamente; por ejemplo,
ingl. car, cast. coche o auto o automóvil, o cast. sábado, alem. Samstag o
Sonnabend [diferencia meramente regional, diatópica].

2. La correspondencia uno-a-varios (diversificación)

Ingl. control → cast. control, mando, manejo, etc.


Cast. río → fr. fleuve, rivière [“fleuve” es un río que desemboca en el mar]
Cast. abuelo → sueco y danés morfar [abuelo materno], farfar [abuelo paterno].

En la práctica de la traducción se pueden distinguir tres casos: 1) el cotexto o el


conocimiento de mundo permiten inferir cuál de las equivalencias es la acertada, es decir,
de cuál abuelo se trata o si el río en cuestión desemboca en otro río o en el mar; 2) en el
contexto puede ser irrelevante si el abuelo es materno o paterno, etc.; 3) el caso
problemático se presenta cuando se necesita la expresión inespecífica: “¿A quién no le
gustaría ser abuelo?” En ese caso se produce un hueco, pero es un hueco “impropio”, dado
que morfar + farfar cubren la suma de los abuelos posibles. Otro procedimiento posible es
apelar a una construcción en la que sí haya una forma más general: traducir la expresión al
sueco como “¿A quién no le gustaría tener nietos?”
Habría que incluir aquí todos aquellos casos en que una diferencia no es especificada en la
lengua fuente (LF) pero sí en la lengua meta (LM); por ejemplo, la diferenciación de
género:
inglés: a friend of mine → cast. un amigo mío o una amiga mía.
Esto se vuelve especialmente problemático en textos literarios en los que por razones
estéticas no se puede decir el abuelo materno o paterno. Los sonetos de Shakespeare, por
ejemplo, no permiten saber si están dirigidos a un hombre o a una mujer.

3. La correspondencia de muchos-a-uno (neutralización)

Es el caso inverso de la diversificación; en general no ofrece problemas de traducción,


porque si se necesita la especificación se puede añadir un atributo o emplear otra forma
sintáctica.
N.d.T.: puede ser más problemático el caso de la neutralización de la diferencia entre ser y
estar en lenguas que tienen un solo verbo correspondiente (ingl. to be) que no distingue
entre el estado permanente y el transitorio (“es melancólico” versus “está melancólico”).

4. La correspondencia uno-a-cero (hueco)

Sueco: ombudsman → cast.: ?


Cast.: empanada → alem., fr., ingl., etc.: ?
Ingl.: router (informática) → alem., cast., fr.: ?

En las correspondencias uno-a-cero se trata de huecos auténticos en el sistema léxico de la


LM. Pero con vistas al encargo de traducción se trata solo de huecos temporales. El
traductor tiene la tarea de cerrar esos huecos. Tales huecos existen especialmente en
designaciones de realia (elementos convencionales del país; en un sentido más amplio,
elementos específicos de cada cultura). La ciencia de la traducción de orientación
lingüística se ha ocupado extensamente de estas equivalencias 1:0 y de los procedimientos
para traducirlas.

Existen las siguientes cinco posibilidades:


1) La adopción de la expresión de la LF en la LM (eventualmente entre comillas): a)
sin cambios, como palabra citada (extranjerismo): sueco ombudsman → cast.
ombudsman; ingl. input → cast. input; b) adaptación parcial o completa a las
convenciones fonéticas, grafémicas y/o morfológicas de la LM: ingl. weekend → fr.
ouiquend, ingl. football, cast. fútbol, etc.
2) Calco: la expresión en LF se traduce literalmente miembro a miembro a la LM: fr.
fermeture éclair → cast.riopl. cierre relámpago (“cremallera”, en España; “zip”, en
México).
3) Se elige como equivalencia en la LM una expresión que ya se usa con un
significado similar (se escoge el equivalente más próximo); p.ej. en lingüística
generativa, ingl. performance → cast. actuación.
4) La expresión de la LF se parafrasea, se comenta o se define en la LM; p.ej. cast.
mula → ingl. drug runner; ingl. non-foods → cast. productos que no son alimentos.
Este procedimiento se puede aplicar solo restringidamente: cuando hay que nombrar
a menudo un objeto o un estado de cosas hay que recurrir a los procedimientos 1-3,
a veces en combinación con el 4, eventualmente en forma de nota al pie o colocando
el término en LF entre corchetes para que quede claro que se trata de un empleo
terminológico específico en la LF: actuación [performance].

En la situación concreta de traducción los procedimientos 1 a 4 naturalmente solo pueden


emplearse cuando el traductor se ha asegurado, a través de la consulta de todos los recursos
auxiliares (diccionarios, repertorios terminológicos, traducciones del mismo ámbito textual,
textos paralelos, consulta con especialistas), de que efectivamente está incursionando en
tierra lingüística virgen. En los procedimientos 1 y 2 tampoco puede actuar arbitrariamente:
debe atenerse a las normas terminológicas de la LM; en otras palabras, sus innovaciones
tienen que poder integrarse con naturalidad en la lengua meta.

Mencionemos solo al margen que en los textos literarios a menudo se emplea el


procedimiento 1 para preservar el colorido local o la impresión de autenticidad; se trata de
una extranjerización consciente. Por ejemplo, el empleo de fórmulas de tratamiento y de
títulos en la traducción de novelas policiales (Mr. Green, sherif), lo cual a veces también
ocurre en la LF; piénsese en la novela Fiesta, de Ernest Hemingway.

5) Adaptación: según la Stylistique comparée de J.-P. Vinay y J. Darbelnet (1971), la


adaptación es la sustitución de un estado de cosas concebido por una expresión de la
LF por otro estado de cosas que en el contexto comunicativo de la LM desempeña
una función comparable o bien tiene un valor comparable. Por ejemplo, el inglés
Burberry (marca inglesa con la que uno suele referirse al abrigo impermeable de
esa marca) puede convertirse en alemán en un Lodenmantel –en castellano, (abrigo)
loden–, aunque no sea exactamente lo mismo, pero cumple la misma función.
Vinay y Darbelnet dan también el ejemplo de un padre inglés que besa a su hija en
la boca: en inglés muestra simplemente a un buen padre de familia que regresa
después de un largo viaje; en francés (como en castellano) sería imposible dejarlo
así y convendría decir “abrazó tiernamente a su hija”.

El procedimiento de la adaptación hay que considerarlo en conjunto con la traducción


adaptativa, es decir, con la asimilación cultural del texto en LF al contexto comunicativo d
la LM. La historia de la traducción literaria muestra que en algunas épocas –por ejemplo,
en la ilustración– este procedimiento estaba muy difundido, y en casos extremos llevó a que
el texto en LF termina siendo solamente un punto de partida para una producción original
en LM.

5. La correspondencia parcial

Ingl. mind → cast. mente


Fr. esprit → cast. espíritu

Son los casos en que los campos semánticos no están segmentados de la misma manera.
“Mente” abarca algunos significados de “mind”, pero no todo el espectro. Tampoco se
trata de la diversificación. Por ejemplo, vemos en

Castellano bruja hada sílfide/elfo duende


Inglés hag witch fairy elf

Que “bruja” abarca el inglés “hag” cuando es fea y vieja, y puede no tener poderes
mágicos; en “witch”, en cambio, es más frecuente que se destaquen (en inglés) los
elementos de belleza, juventud y magia que en “bruja” en castellano, propiedades que
se confieren más al “hada” (aunque uno pueda quedar “embrujado por su belleza”). El
inglés “elf”, además, puede ser masculino o femenino. Y en algún contexto incluso es
posible que en lugar de “duende” haya que usar “gnomo”.

Un ejemplo clásico de las correspondencias parciales son las del espectro de colores, dado
que las distintas lenguas segmentan el espectro visible de diferentes maneras. Pero las
dificultades de traducción de la correspondencia parcial no deberían ser sobreestimadas ni
subestimadas. En el caso de los colores, por ejemplo, muchas lenguas ofrecen distintas
posibilidades de adjetivación adicional u otros recursos para expresar matices.

N.d.T.: incluso entre variedades de la misma lengua tenemos en castellano el caso de


“celeste”, un color particular en la variedad rioplatense, pero no en la peninsular, en la que
solo se habla de azul. Un lápiz celeste se denominaría “azul claro” o, con menor frecuencia,
“azul celeste”, pero a través de estos adjetivos añadidos es posible separarlo del lápiz (para
nosotros, propiamente) azul.

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