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Curso: Perspectivas Teóricas Contemporáneas

Docente: Luz Adriana Sánchez Segura


Examen Parcial

Nombre: Miguel Aguirre Bernal


ID: 000328938

Instrucción:
Lea atentamente la premisa, extraiga conceptos fundamentales, luego articúlelos
sintéticamente y reflexione críticamente sobre ellos a partir del material teórico
estudiado hasta ahora en el semestre. Recuerde siempre soportar sus respuestas y
enunciados argumentativamente. Su respuesta debe tener una extensión de 600 a 900
palabras. Utilice, según la pertinencia, evidencia textual (citas directas e indirectas,
resumen, parafraseo) para soportar sus ideas y argumentos. Recuerde hacer uso de las
normas de citación MLA.

* El legado de la terminología y conceptualización saussureana constituye una


piedra angular para la teoría literaria y cultural del siglo XX. De hecho, el "giro
postestructuralista" de mediados de los años sesenta demuestra cuán poderosa es
esta influencia. Explique cómo la deconstrucción pone en evidencia este legado y
profundice sobre la propuesta de Derrida de reinterpretar la concepción metafísica
del lenguaje.

R/ Las teorías lingüísticas de Saussure se han configurado como el punto de partida


y un referente ineludible de los posicionamientos teóricos del siglo XX. Asuntos como la
definición del signo como unión del significante con el significado (Saussure 41), la
arbitrariedad del mismo (41), la lengua como espacio de diferencia (ctd. en Derrida 9), la
distinción entre lengua y habla (44) y la palabra como punto de convergencia de otros
términos (48) serán determinantes para los pensadores posteriores, los cuales, a veces para
distanciarse, otras con el fin de profundizar, se remiten a sus premisas.

Con el giro postestructuralista esta herencia se hace incluso más evidente. Un


ejemplo de lo anterior son las propuestas de Barthes, del cual vale resaltar dos aportes
fundamentales: En primer lugar, la muerte del autor, teorizada en el texto homónimo, donde
se retrotrae a Saussure para mostrar cómo la lingüística ha conferido una herramienta
teórica fundamental para deslindarse de la figura autoral. Según él:

[…] la lingüística acaba de proporcionar a la destrucción del Autor un instrumento analítico


precioso, al mostrar que la enunciación en su totalidad es un proceso vacío que funciona a la
perfección sin que sea necesario rellenarlo con las personas de sus interlocutores […]: el lenguaje
conoce un “sujeto”, no una “persona”, y ese sujeto, vacío excepto en la propia enunciación, que es la
que lo define, es suficiente para conseguir que el lenguaje se “mantenga en pie”, o sea, para llegar a
agotarlo por completo. (3-4)
En segundo lugar, la reconceptualización del signo que hace en su texto “El efecto de
realidad”. Según él, el signo no siempre se configura como la unión entre significado y
significante, puesto que en el “detalle concreto” de las descripciones realistas se establece
una relación directa entre el referente y el significante (220).

Lo anterior cobra verdadero significado al considerar la deconstrucción y las teorías


sobre el lenguaje de Derrida en su trabajo La diferencia / [Différance]. Antes de proseguir,
sin embargo, es necesario apuntar que, a diferencia de Saussure, que sostiene el carácter
originalmente oral de la lengua, Derrida la ancla a la escritura (3). Sentado lo anterior,
vemos como Derrida recoge las palabras de su predecesor en las que define el lenguaje
desde la arbitrariedad y la diferencia (que trata como inseparables) (9) y muestra cómo hay
un estamento original “no originario”, que él denomina différance, en el cual se construyen
los signos (10). Según el autor, ni los significados ni los significantes tienen un núcleo
concreto positivo, sino que se configuran en las relaciones de diferencia que se establecen
entre ellos (10). La différance en este sentido no es un concepto, sino la posibilidad de
conceptualidad (10). Compárense, por ejemplo, estas dos citas para comprobar la herencia
saussureana en Derrida: “Un término dado es como el centro de una constelación, el punto
en el que convergen otros términos coordenados, cuya suma es indefinida” (Saussure 48) y
“Todo concepto está por derecho y esencialmente inscrito en una cadena o en un sistema en
el interior del cual remite al otro, a los otros conceptos, por un juego sistemático de
diferencias [différences]” (Derrida 10).

Al remitirse al origen del lenguaje en una clave que podríamos denominar


metafísica (recordando que no se trata de un origen originario, un punto específico y
rastreable, sino un movimiento, un juego constante, en el que la construcción es permanente
(10)), Derrida vuelve a Saussure para afirmar que, “si por hipótesis tenemos por
absolutamente rigurosa la oposición del habla a la lengua, la diferencia [différance] será no
sólo el juego de las diferencias en la lengua, sino la relación del habla con la lengua, el
rodeo también por el cual debo pasar para hablar, la prenda silenciosa que debo dar, y que
igualmente vale para la semiología general que rige todas las relaciones del uso y el
esquema del mensaje, el código, etc.” (14). Con esto, además, hace un proceso similar al
que ya hizo Barthes, tanto que, citando a Saussure, sostiene que “la lengua […] no es una
función de un sujeto hablante” (14) sino a la inversa (14).

Con esta differánce histórica y al mismo tiempo permanente, Derrida construye su


concepción metafísica del lenguaje, donde el presente de la enunciación cobra sentido a
partir de la relación de diferencia con el pasado y el futuro, en un “devenir-espacio del
tiempo o un devenir-tiempo del espacio” (12). De este modo queda patente cómo Derrida
recurre a las propuestas saussureanas para ampliarlas, repensarlas, profundizarlas y, en
ocasiones, contradecirlas, con el fin de replantear las nociones imperantes sobre el lenguaje.
Estos aportes son particularmente relevantes cuando se considera el desarrollo
posterior de las corrientes ligadas con la deconstrucción. Cuando Williams muestra el
origen histórico y material del concepto de lenguaje (32-58), cuando Hall expone el proceso
de en el que la identidad y el sujeto perdieron su carácter unitario (374-379) y cuando
Jameson puntualiza que en la posmodernidad la noción unitaria de sujeto ha perdido peso
en pos de una fragmentación del mismo (35) no hacen más que remitirse, entre otros
referentes, a las tesis sobre la lengua de Saussure y a su posterior desarrollo en Derrida,
donde, más que concentrarse en contenidos positivos, es necesario interpretar a partir de
relaciones de diferencia.

Lista de referencias

Barthes, Roland. "El efecto de realidad" El susurro del lenguaje. Paidós, 2016, pp 211-221.
---. "La muerte del autor". Traducido por C. Fernández Medrano,
http://www.cubaliteraria.cu/revista/laletradelescriba/n51/articulo-4.html. Consultado
2 octubre 2019.
Derrida, Jacques. "La Diferencia / [Différance]”. Escuela de Filosofía Universidad de
Arcis, 1968.
Hall, Stuart. Sin garantias. Editado por Eduardo Restrepo, Catherine Walsh y Víctor Vich,
Envión Editores, 2010.
Jameson, Fredric. Teoría de la posmodernidad. Traducido por Celia Montolío Nicholson y
Ramón del Castillo, Editorial Trotta, 1996.
Saussure, Ferdinand de. “El signo lingüístico y el estudio del lenguaje”. Teorías literarias
del siglo XX: una antología, editada por Abad, J. y Julián Jiménez Heffernan, Akal
Ediciones, 2006.
Williams, Raymond. Marxismo y literatura. Traducido por Pablo de Masso, Ediciones
Península, 2000.

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