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La calidad del agua para fertirriego

Introducción
La agricultura es la actividad que mayor demanda agua a nivel mundial, representando
globalmente el 69% de toda la extracción. De acuerdo con lo anterior se han implementado
métodos modernos de producción con el fin de hacer eficiente el uso del agua y de los
insumos agrícolas, como el fertirriego, que es una técnica que suministra nutrientes a los
cultivos a través del agua de riego, que puede maximizar los rendimientos y minimizar la
contaminación ambiental.
Uno de los factores determinantes en la práctica del fertirriego es la calidad del agua. La
calidad del agua de riego para la agricultura es muy importante e influye en la planificación
del riego, debido a que nos determina los componentes de la instalación del sistema de
riego y su manejo, además del cultivo a establecer.

La calidad del agua en el fertirriego


En el manejo del fertirriego; la elección del fertilizante y la calidad del agua de riego son los
dos aspectos críticos a tomar en cuenta. Las características del agua que afectan la
operación del fertirriego y que definen la calidad son: la presencia de elementos tóxicos,
nivel de salinidad, pH y la concentración de bicarbonatos.
La calidad del agua de riego afecta tanto al rendimiento de los cultivos como a las
propiedades físicas del suelo, especialmente a la conductividad hidráulica. Si la calidad del
agua no es adecuada, no sirve de mucho que todas las demás condiciones y prácticas de
producción sean óptimas. Cabe destacar que no todos los cultivos reaccionan de igual
manera ante la calidad del agua, por ejemplo, hay plantas que toleran la presencia de
metales pesados, mientras que los mismos niveles pueden ser tóxicos para las demás
especies; o bien plantas que son tolerantes a salinidad y otras que son extremadamente
sensibles a tal condición, es por ello que es importante conocer la calidad del agua para
poder establecer un cultivo.
Problemas relacionados con la calidad del agua de riego
Los problemas más comunes resultantes del uso del agua para el riego se relacionan con
salinidad, infiltración del agua en el suelo y toxicidad de iones presentes en ella. También
es frecuente encontrar combinaciones de los problemas anteriores; otros problemas que
llegan a ocurrir son los efectos causados por sólidos en suspensión, metales pesados,
corrosividad, etc. A continuación, se describen algunos problemas:

La toxicidad de Iones Específicos


El problema de la toxicidad ocurre dentro de la planta misma, como resultado de la
acumulación de un ion específico en las hojas que puede resultar dañino y reducir el
rendimiento de los cultivos.
Los iones más comunes que pueden causar problemas de toxicidad son los cloruros, sodio,
boro y metales pesados. En fertirriego se requiere que el agua sea de mayor calidad que
en sistemas de riego rodado, en el caso de cloruros, mayor a 3 meq/L ya resulta
moderadamente tóxico, mientras que en riego rodado se considera tóxico a partir de 4
meq/L. Para bicarbonatos en aguas para fertirriego arriba de 0.6 meq/L ya ocasiona
problemas de salinidad y taponamiento de emisores de riego. Otro elemento que es muy
tóxico es el boro el cual es muy común encontrarlo en el agua, este elemento arriba de 0.7
ppm ya es moderadamente nocivo para las plantas. La sensibilidad de las plantas depende
del tipo y especie, las características del suelo y las condiciones climáticas.
Un nivel tóxico de cualquier ion puede ocasionar que el agua no sea apta para el riego. Sin
embargo, existen prácticas que pueden ayudar a minimizar los daños, estas prácticas
incluyen: dar riegos más ligeros con mayor frecuencia (en lugar de pocos riegos pesados),
evitar el riego por aspersión y el uso de fertilizantes que contengan cloruros; además es
vital hacer una selección adecuada del cultivo a establecer.
La salinidad del agua de riego
El principal problema relacionado con la calidad del agua de riego es la salinidad de la
misma, que se caracteriza por tener una alta concentración total de sales. Ésta se mide a
través de la conductividad eléctrica en dS/m (Cuadro 1). Para determinar esta condición se
usan tanto equipos portátiles como de laboratorio. En el cuadro 1 se muestran los niveles
de salinidad en el agua. El riego con aguas salinas es común en regiones áridas y
semiáridas. La sensibilidad de las plantas a las soluciones salinas varía entre las especies
y cultivos. (Cuadro 2).
El nivel alto de sales en el agua de riego reduce la disponibilidad del agua para la planta
debido a la presión osmótica, lo que reduce el rendimiento. Sin embargo, es importante
realizar un análisis del agua para determinar qué elementos están ocasionando el aumento
de la conductividad eléctrica. Las sales se componen de un anión y un catión; los aniones
(carga negativa) frecuentemente encontrados en el agua de riego son: sulfatos,
bicarbonatos y cloruros; los cationes frecuentes (carga positiva) son calcio, magnesio y
sodio.
El anión más perjudicial es el cloruro, y el catión más problemático es el sodio.
Los altos niveles de salinidad del agua de riego ocasionan daños en la estructura del suelo
y problemas de infiltración de agua.

Efecto de la calidad del agua en sistemas de riego


Uno de los mayores problemas en sistemas de riego tecnificado es la obstrucción del emisor
por sustancias físicas, químicas y biológicas que afectan negativamente a la tasa de
aplicación y la uniformidad de distribución del agua.
Presencia de Hierro (Fe). Los contenidos de hierro en el agua pueden provocar la
obstrucción completa de los emisores, debido a su precipitación (el Fe+2 presente en el
agua pasa a Fe+3 por actividad bacteriana, este último ya no es soluble). Es muy común
encontrar altas concentraciones de hierro donde predominan suelos arenosos y con altas
concentraciones de materia orgánica originado de estiércoles.
Para fines prácticos se considera que aguas con contenido superior a 0.5 g de Fe/m3 no
es viable para todos los sistemas de fertirriego, no obstante, el agua se puede tratar para
mejorar su calidad, para ello se siguen los siguientes pasos:
I) Inyección de gas cloro a través de un hidrociclón con un filtro de disco para
mejorar la uniformidad de la mezcla del gas del Cl en volúmenes pequeños con
el agua.
II) Usar filtros de arena para remover el Fe precipitado.
III) El agua tratada almacenarla y realizar su análisis para asegurar que se haya
removido el Fe precipitado.
Problemas por bicarbonatos. Los bicarbonatos (HCO3) pueden generar problemas de
taponamiento de goteros. Suele identificarse como una costra blanca cercana al gotero.
Este es un problema que se soluciona de manera relativamente fácil aplicando ácido
(sulfúrico, nítrico o fosfórico principalmente).
Interacción entre P, Ca y Fe en sistemas de fertirriego. El uso de fertilizantes fosfóricos
en fertirriego es muy delicado ya que en altas concentraciones de Ca se pueden formar
precipitados de Ca-P, además si el agua contiene Fe+2 soluble, estos dos elementos el Ca
y Fe se pueden precipitar rápidamente en presencia de P y en pH arriba de 4.0 para el Fe
y arriba de 5.5 para el Ca. Por lo tanto, no es recomendable aplicar P si el Fe está presente
en el agua en altas concentraciones. En la precipitación de Fe-P se forma una pasta (Color
chocolate) que bloquea los emisores. Cuando se llegue a formar dicha pasta la única
solución es inyectar una solución de ácido al sistema para evitar los posibles
taponamientos.

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