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SITUACIÓN ENERGÉTICA EN EL ECUADOR

Por: William Mendieta

La crisis energética que vivimos en el año 2009 puso en evidencia las graves falencias por la
cual atraviesa el sector eléctrico en el Ecuador. Estas falencias las podemos clasificar en dos
pilares fundamentales, los cuales son la infraestructura y la planificación. A pesar de que en
este año se sufrió los mayores estiajes ocurridos en 40 años, su impacto debió ser analizado
con anterioridad con el fin de realizar proyectos de planificación y de inversión en
infraestructura que permitiera al país poder afrontar esta situación de la mejor manera y sin
tener que soportar los continuos apagones en todo el territorio nacional. En nuestro país se
tiene una tendencia de incremento de demanda de alrededor del 7% anual, pero sin embargo
en los últimos 20 años casi no se realizó inversión en infraestructura de generación, por lo cual
era obvio que algún momento el sistema eléctrico nacional no iba a poder abastecer a la
demanda y por lo tanto el sistema iba a colapsar. Al analizar la producción de energía eléctrica
en el país se puede observar que casi la mitad es de origen hidráulico, lo cual puede tener sus
ventajas y desventajas. Como ventajas se puede mencionar el bajo costo de producción de
energía y el bajo impacto ambiental, pero sin embargo la gran desventaja es que la producción
de energía tiene una gran falta de flexibilidad, ya que en la época de estiaje causa graves
estragos en la generación, y en la época de lluvias causa problemas de operación. Actualmente
la producción de energía eléctrica a partir de energía hidráulica es del 43 %, se plantea llegar al
80% de hidroelectricidad para el año 2020, ya que tan sólo se está aprovechando el 12 % del
potencial hidroeléctrico del país, lo cual nos lleva a pensar que todavía existe mucho por hacer
en este campo de la generación. En estos últimos años, el país ha tenido importantes cambios
a nivel legislativo y regulatorio, como fue en el año 2008 con la aprobación de una nueva
Constitución. Por medio de este texto, el Estado se compromete a promover la eficiencia
energética, el desarrollo y uso de prácticas y tecnologías ambientalmente limpias y sanas, así
como de energías renovables, diversificadas, de bajo impacto y que no pongan en riesgo la
soberanía alimentaria, el equilibrio ecológico de los ecosistemas ni el derecho al agua. El
objetivo de las autoridades debe ser crear políticas que permitan alcanzar niveles óptimos de
generación de energía, mediante la implementación de leyes que atraigan inversión tanto
pública como privada, es decir ingresar nuevamente a un mercado competitivo y eficiente, con
la participación activa y justa de las entidades de operación y control del estado, con lo cual se
mejoraría en muchos aspectos tanto técnicos como económicos. La inversión privada es
fundamental para poder alcanzar una restructuración del sector energético, ya que en base a
estas inversiones se podrá lograr un mejor nivel de calidad de producto y de servicio. Además
debería implementarse un plan nacional que contribuya al ahorro de energía, en base a metas
e incentivos y también porque no, a multas, a aquellas personas que no cumplan con las
disposiciones establecidas. El sistema energético ecuatoriano es un sistema basado
mayoritariamente en fuentes de energía de origen fósil y de origen hidráulico, sin embargo
gracias a la ubicación geográfica del Ecuador y sus recursos naturales se puede inclinarse por
otras alternativas de producción de energía más amigables con el planeta. Con el pasar de los
años y con el desarrollo de nuevas tecnologías que permitan abaratar los costos de este tipo de
centrales se podría optar por construirlas, ya que ahora no resultan competitivas por sus
excesivos costos de diseño y construcción. Entre las principales centrales que podrían
implantarse en el país serían Centrales Fotovoltaicas, ya que nos encontramos en el centro del
planeta y con una ubicación geografía envidiable para aprovechar al máximo la energía solar.
Centrales Eólicas, ya que resultan en una fuente energética limpia, económicamente
competitiva y con una tecnología de aprovechamiento en maduración. Centrales Geotérmicas,
el país cuenta con un gran potencial geotérmico por lo cual en la actualidad se está realizando
estudios para identificar los lugares más convenientes en donde ubicar este tipo de centralesa
futuro. Centrales Mareomotrices, puesto que tenemos una costa muy extensa y que
aprovechada correctamente este tipo de generación podría ser un soporte muy grande para el
sistema eléctrico del país. Centrales de Biomasa, la cual disminuye la dependencia externa del
abastecimiento de combustibles, la tecnología para su aprovechamiento cuenta con un buen
grado de desarrollo tecnológico para muchas aplicaciones. Centrales Hidráulicas, puesto que
como se mencionó anteriormente solo se ha explotado un 12% de todo el potencial disponible.
Adicionalmente sería una muy buena opción continuar con el desarrollo de tecnología e
implementación de las SmartGrids, las cuales integran de manera inteligente las acciones de
los usuarios que se encuentran conectados con la red con el fin de conseguir un suministro
eléctrico eficiente, seguro y sostenible. El Ecuador cuenta con todos los recursos naturales
para poder implementar el tipo de centrales mencionadas, la decisión, la voluntad y la
capacidad de cada uno de nosotros nos permitirá implementar estas nuevas opciones de
generación que ayudaran tanto al fortalecimiento del sistema eléctrico, pero más importante
aún permitirá en un cierto nivel reducir la contaminación que tanto afecta a nuestro planeta.

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