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Reflexión sobre el texto “El actor al interior del cine” de Raúl Zermeño y

Armando Casas.

Realizado por: Carlos Xavier Cabrera.

Al momento de conceptualizar la palabra actor, se viene a mi mente lo más simple y fácil de


relacionar, siendo el caso como el protagonista de la mejor película del año, pero al relacionarla
con la palabra actuar me permite entender a través de la lectura “el actor al interior del cine” que
no todos desarrollan las características y técnicas necesarias para ser un actor y saber actuar en
el cine televisión.
La complejidad de todo aquello que abarca ser un actor, es cada vez más ridiculizado y
distorsionado en la actualidad, por la falsa idea de tan solo ver a una persona a través de una
pantalla que, nunca desarrollo una verdadera carrera como actor y que se conforma con solo
demostrar su propio rol adaptándolo en distintas situaciones convenientes.
La televisión actual al igual que el cine, a nivel mundial, a trasmitido la idea de la popularidad
de muchos personajes que, en su momento dado, llegaron alcanzar la fama y se elevan ante el
reconocimiento como actores. Ahora no todos trazaron una línea fácil, ya que existe una
diferencia en aquellas personas que invirtieron su tiempo para entender que es ser un actor y
como llegar a ser uno en verdad.
En referencia al texto, nos describe que un actor culmina sus primeras etapas de aprendizaje
cuando es capaz de crear la máscara, dejando en un plano distinto su propio ser, para dar paso al
personaje que en si plantea tener su propia vida en mundo de ficción pero que no tiene nada que
envidiar a la realidad.
El desarrollo de un actor debe deshacerse de la idea de cumplir su rol de manera mecánica,
enterrando la idea de que, un actor solo debe actuar, ya que su formación académica y
profesional le permitirá entender la idea más básica del pensamiento humano hasta la
complejidad del mundo que puede abarcar un ser humano que se compone de una personalidad
y emociones únicas.
La ficción es el mundo donde el actor da vida y autenticidad al argumento expuesto a un
público, teniendo en cuenta que, la ficción se construye en un plano distinto a la realidad, pero
que necesariamente en su historia cuenta una verdad, en la que vive el rol de un actor. Sin
embargo, algunas veces la ficción puede verse superada por la realidad.
Una idea que debe quedar clara es que, el concepto de un actor es muy amplio ante diversos
escenarios y, que puede variar ciertos aspectos como: el tipo de público, las cosas en su entorno,
las herramientas que estarán o no disponibles en el momento. Como bien se expresa en el texto
“la técnica del actor debe ser elástica”
También se habla del lenguaje que maneja el actor, el cual está relacionado en su expresividad y
verosimilitud que puede transmitir ya que, desde mi punto de vista, es el ingrediente que puede
caracterizar un actor de otro, al permitir demostrar como un actor se deja llevar por la pasión de
su trabajo.
El teatro y el cine son dos campos en donde el actor se desarrolla de distinta manera y que
puede llegar a trasmitir al público, una idea o acción de distinta manera teniendo en cuenta que
su desarrollo se da en un tiempo y espacio distinto, dando a entender que el teatro tiene un
desenvolvimiento continuo contrario al cine que requiere del uso de la fragmentación de la toma
de cada escena para después ordenarla en una narrativa continua.
Ahora en el ámbito del cine, el actor puede ser etiquetado como un maniquí que cumple su rol y
que lo importante en estos días es el nivel de producción que es implementada con el alto
avance tecnológico en audiovisuales y efectos especiales, lo cual limita el desarrollo y
capacidad del actor.
En conclusión, ser un actor, es ser una persona que decide por voluntad propia encaminarse ante
el aprendizaje y puesta en práctica, a la actuación, bajo la tutela de un grupo de profesionales,
todo esto sumado al cariño y pasión que puede demostrar en cada uno de sus trabajos. Razón
por la cual se valora su trabajo, sus ideas, sus aportaciones y sus límites, ya que paralelo a su
formación profesional, su creciente experiencia enriquece los matices que diferencian a un
verdadero actor de aquel que pretende serlo.

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