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REVISIÓN

La automedicación: concepto y perfil de sus «usuarios»


F. Caamaño1 / A. Figueiras1 / E. Lado Lema1 / J. J. Gestal-Otero1,2
1
Departamento de Medicina Preventiva e Saúde Pública de la Universidade de Santiago.
2
Servicio de Medicina Preventiva. Hospital Clínico Universitario de Santiago.

Correspondencia: Francisco Caamaño Isorna. Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública. Facultad de Medicina. c/ San
Francisco, s/n. 15705 Santiago de Compostela. A Coruña. E-mail: mrpaco1@usc.es
Recibido: 8 de noviembre de 1999
Aceptado: 12 de abril de 2000
(Self-medication: Concept and «users» features)

Resumen Abstract
La automedicación constituye una de las expresiones más Self-medication constitutes one of the most modern ex-
modernas de la siempre presente necesidad de hombres y pressions of the always present need of men and women for
mujeres de velar por su propia salud. Sin embargo, y a dife- care of their health. However, in contrast to other expressions
rencia de otras expresiones de los autocuidados, la autome- of selfcare, the self-medication includes, for a good part of po-
dicación tiene, para buena parte de la población y para la ma- pulation and the most of the doctors, negative connotations.
yoría de los médicos, connotaciones negativas. Contrariamente Contrary to this vision, the WHO marks the existence of a valid
a esta visión, la OMS señala la existencia de un lugar válido role for self-medication in developed societies. This article has
para la automedicación en las sociedades desarrolladas. Este two objectives: to revise the different concepts of self-medi-
trabajo tiene como objetivos: revisar los distintos conceptos cation proposed in literature; and to revise the socio-demo-
de automedicación propuestos en la literatura, y revisar los graphic and socio-medical factors connected with the practi-
factores sociodemográficos y sociomédicos asociados a la prác- ce of self-medication.
tica de la automedicación. Key words: Self-medication; Drug utilization.
Palabras clave: Automedicación. Utilización de medicamen-
tos.

Introducción y la necesidad de que se forme a la población en el


uso de los fármacos, como un aspecto más de la edu-

L
a automedicación puede entenderse como la ex- cación para la salud5. En este sentido, en los países
presión más actual de la siempre presente ne- desarrollados la automedicación está tomando cada vez
cesidad que tienen hombres y mujeres de velar un mayor protagonismo6,7. Esto es debido a la tendencia
por su propia salud1,2,3. No obstante y a diferen- a la disminución paulatina de la cobertura de la pres-
cia de lo que sucede con otras formas de autocuida- tación farmacéutica de los sistemas de Seguridad
dos, la automedicación tiene para buena parte de la po- Social, al florecimiento de las medicinas blandas y al
blación y para la mayoría de los médicos, connotacio- aumento de los medicamentos en los medios de
nes negativas4. De hecho, a lo largo de los años se ha comunicación6,7. Así, diversos estudios realizados en
extendido la creencia de que los medicamentos son las países tan distintos como España, Sudáfrica, o
armas terapéuticas de los médicos y, que sólo a éstos, EEUU cifran entre el 40% y el 90% el número de epi-
corresponde su prescripción. En este sentido, en un es- sodios enfermizos tratados mediante la automedica-
tudio realizado en los EEUU se detectó que un 60% ción8,9,10, mientras otros apuntan que una buena parte
de los pacientes que se habían automedicado lo ne- de las personas que no se automedican no lo hacen
gaban4. Y aunque muy probablemente no toda esta pro- debido a su escaso conocimiento sobre medica-
porción corresponda a un ánimo ocultista (sesgo de me- mentos11.
moria, sesgo de apreciación), quizá una buena parte Este trabajo tiene como objetivos: primero, revisar
de ésta sí responda a esta motivación. los distintos conceptos de automedicación propuestos
Contrariamente a esta visión, la OMS viene indicando en la bibliografía; y segundo, revisar los factores so-
en los últimos años la existencia de un lugar válido para ciodemográficos y sociomédicos asociados a la prác-
la automedicación en las sociedades desarrolladas tica de la automedicación.

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Por último, y desde otro enfoque, Figueiras, et al18


Concepto de automedicación en un estudio sobre los factores asociados a la
automedicación en España define el concepto de au-
Diversos autores han reflexionado sobre la dificul- tomedicación indeseable. Para este autor el consumo
tad de la conceptualización de la automedicación1,6,11. de antinflamatorios (para reumatismos), cardiotónicos,
Etimológicamente la palabra está compuesta por el pre- antibióticos, antidepresivos-tranquilizantes, hipolipe-
fijo «auto» (motu proprio), y el lexema «medicación» (me- miantes y hipoglucemiantes está absolutamente
dicinas, fármacos). Así, el prefijo «auto» pretende in- desaconsejado siempre que no medie la prescripción
dicar por propia iniciativa, sin mediar prescripción. No facultativa.
obstante, diversos estudios muestran cómo la decisión
del individuo está influenciada significativamente por los
consejos del personal sanitario4,8,12. Surgen así las di-
ferencias entre los distintos autores a la hora de con- Factores sociodemográficos
siderar o no automedicación el tomar un medicamen-
to por consejo del farmacéutico, del personal de en- El primer grupo de factores que abordaremos son
fermería, o incluso por haber sido prescrito por el pro- las características sociodemográficas de los pacientes.
pio médico en anteriores consultas. En este sentido, un Dentro de éstas, la edad es la variable que mayor nú-
amplio porcentaje de los medicamentos que son con- mero de estudios coinciden en considerar relacionada
sumidos por propia iniciativa han sido anteriormente re- con la automedicación, aunque el sentido del efecto se
cetados por el facultativo en circunstancias sintomáti- muestra variable en los distintos trabajos11,19,20.
cas análogas8,12. Mientras dos estudios realizados en entornos tan
Otro aspecto sobre el que existe divergencia de cri- distintos como Canadá19 y Arabia Saudita11 no encon-
terio es si debe considerarse automedicación el cam- traron diferencias significativas en el uso de medica-
bio de la pauta posológica, el retraso o adelantamien- mentos no prescritos, la investigación que Muñoz
to del tratamiento o la supresión del mismo13,14,15, mo- Antón20 realizó sobre automedicación en tres barrios de
dificaciones todas ellas muy comunes en tratamientos la ciudad de Nicaragua, apunta a que el porcentaje de
prolongados. Así, un estudio del año 1985 señala que personas automedicadas menores de 45 años es del
el 50% de los enfermos crónicos no completa el trata- 52%, mientras entre los sujetos mayores de 45 años
miento, el 42% autorregula su medicación y el 6% mo- no llega al 45%. En este mismo estudio se observó que
difica sustancialmente la dosis16. También se podría con- los más jóvenes afirmaban con mayor frecuencia que
siderar automedicación la decisión del paciente de no los medicamentos eran peligrosos, 52,4% frente al
tomar los medicamentos prescritos. 47,5% del grupo de mayor edad.
Otra forma de automedicación que Schalekamp9 Los datos de un estudio realizado en Toledo en 1989
dio en llamar «manipulación de la prescripción» englo- observaron, igualmente, diferencias en las prácticas de
ba toda aquella prescripción que ha sido solicitada automedicación según la edad de los pacientes21. De
directamente por el paciente, prescripción que distin- hecho, encontraron que la media de edad de los indi-
tos autores han situado entre el 10% y el 14% del total. viduos que se automedican es de 40 años, frente a los
Esta cifra podría ser más elevada si se contabilizase 46 años que poseen los que no se automedican, aun-
la prescripción inducida indirectamente. Así, Carvajal que los datos carecen de significación estadística. Por
et al17 comprobaron que la demanda de medicamen- el contrario, en otro estudio del año 1991 realizado en
tos supone más de la mitad de las consultas que se Navarra se detectó una mayor automedicación entre los
atienden en atención primaria. Además, este mismo mayores de 65 años, que por otra parte son los que
autor encontró que aproximadamente el 40% de estas presentan un menor nivel de salud13.
consultas son para solicitar medicamentos que serán No obstante, cualquiera de estos estudios pre-
empleados por otra u otras personas distintas al soli- senta importantes limitaciones debido a que en el
citante, a las que el médico no tiene oportunidad de diag- análisis de sus resultados no se han utilizado técnicas
nosticar17. multivariantes. Así, posiblemente variables como sexo,
En el mismo sentido apuntado por Schalekamp9, La- estado civil, nivel socio-cultural, situación laboral, nivel
porte et al6 en un artículo publicado en Medicina Clí- de salud o el tamaño de hábitat pueden ejercer un efec-
nica en el año 1992 introducen el concepto de «auto- to confusor en la relación entre la edad y la automedi-
medicación con cargo a la Seguridad Social». De esta cación.
forma, los autores señalan el hecho de que muchos pa- En este sentido, y controlando por todas estas va-
cientes se dirigen al facultativo no para consultar, sino riables, Figueiras et al18 estudiando a sujetos mayores
en busca de una receta para un fármaco que previa- de 16 años de la Encuesta Nacional de Salud de 1993
mente y, por propia iniciativa, han comprado en la far- no encontró diferencias significativas en las prevalen-
macia. cias de automedicación para los distintos grupos de

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edad. Sin embargo, en este mismo estudio si se en- automedicación, según el nivel de estudios, era del
contraron diferencias significativas en cuanto a la au- 29,1% para individuos con estudios primarios y del
tomedicación indeseable, mostrando los sujetos de más 39,5% para los que tenían estudios secundarios20. Al
de 60 años un 148% (IC 95%: 58,0; 290,0) más de au- igual, que son las clases más favorecidas las que mo-
tomedicación que el grupo de 16 a 26 años. difican en mayor medida la pauta y la dosis de los fár-
En cuanto a la influencia del sexo sobre la auto- macos15, práctica que es considerada por algunos au-
medicación, la gran mayoría de los estudios apuntan tores como una forma de automedicación.
que el consumo de fármacos tanto prescritos como no El estudio de Figueiras, et al18 también encontró
prescritos es superior en las mujeres22. De hecho, el mayor prevalencia de la automedicación en los sujetos
estudio realizado en la Universidad de Alberta, Cana- con mayor nivel de estudios, tanto para aquellos con
dá, refleja que el 73% de las mujeres practican la au- transtornos agudos como para los que no mostraban
tomedicación, frente al 60,1% de los hombres. Igual- trastorno alguno. Además, este estudio encontró un efec-
mente, el consumo de medicamentos prescritos es su- to sinérgico entre nivel de estudios y trastornos agu-
perior en éstas19. También, en un estudio realizado en dos, de forma que los sujetos de mayor formación en
EEUU en el año 1976 se observó que el 33% de las presencia de trastornos agudos muestran un 137% (IC
mujeres se automedicaban, frente al 26% de los hom- 95%: 80,0; 214,0) más de automedicación que los su-
bres23. Datos que resultan consistentes con los obte- jetos de menor formación en ausencia de trastornos agu-
nidos en el estudio realizado en Navarra por Viñuales, dos.
et al12, en el que se estudiaba la influencia que las dis- Por el contrario, y en cuanto a la automedicación in-
tintas fuentes de información tenían en la toma de de- deseable, el estudio de Figueiras, et al18 muestra como
cisión del enfermo. En este trabajo se muestra cómo el mayor nivel de estudios se asocia a una menor pre-
del total de medicamentos autopresentes por las valencia, aunque los resultados no llegan a ser signi-
mujeres, el 12,5% habían sido anteriormente consu- ficativos.
midos, alcanzando este índice en los hombres sólo el George, et al25 apuntan como principales razones
6,5%. Sin embargo, algunos de estos hallazgos pue- para el autotratamiento: la autorrealización, el sentimiento
den deberse a la confusión generada por la variable de independencia y, la responsabilidad y el deseo de
edad, al disfrutar las mujeres de una mayor esperan- control de la propia salud. Ahondando en este punto,
za de vida. en un trabajo sobre los autocuidados publicado en So-
Al contrario que en el caso de la variable edad, el cial Science Medicine en el año 1989 se afirma que el
estudio de Figueiras et al18 realizado sobre 20.000 su- autocuidado de la salud está firmemente enraizado en
jetos de la Encuesta Nacional de Salud es consisten- los más primitivos valores del individualismo, autorrea-
te con el resto de los estudios, mostrando un 21% más lización, democracia popular y anarquía1. En términos
de automedicación en las mujeres que en los hombres menos filosóficos, los distintos autores coinciden en que
(IC 95%: 10,0; 33,0). En cuanto a la prevalencia de la los pacientes ven en la automedicación un derecho a
automedicación indeseable, el estudio también mues- cuidar su salud, preservando su intimidad. Además, y
tra mayor autoconsumo en las mujeres, aunque las di- en un plano más práctico, la visita al médico les supo-
ferencias no llegan a ser significativas. ne en muchos casos un gran coste en tiempo, trans-
En cuanto al efecto del nivel socio-cultural sobre la porte, etc. De hecho, diversos estudios sobre las cau-
automedicación, todos los estudios coinciden en señalar sas que posiblemente llevan a la automedicación citan
que a mayor nivel socio-cultural mayor prevalencia de como uno de los motivos más repetidos el ahorro de
la automedicación9,11,15,20. Aunque, por otra parte, entre tiempo6,24.
los individuos con un mayor nivel cultural también exis- La forma de convivencia es otra de las variables so-
te una mayor conciencia de la peligrosidad potencial de ciodemográficas que ha merecido la atención de los es-
los fármacos20. tudiosos de la automedicación. Northcott et al19 en un
En un estudio realizado en Arabia Saudita se en- trabajo del año 1988 encontraron que son los solteros
contró que los pacientes con mayor nivel cultural se ha- los que más se automedican, 73,4% frente al 61,2%
bían automedicado en un 65%, siendo el porcentaje de de los que viven en familia. De nuevo, parece necesa-
consumidores de especialidades no prescritas del rio controlar por la variable edad, al ser la media de edad
43%11. Por otro lado, Abosede24 en el estudio que rea- de los casados superior a la de los solteros. En este
lizó en el año 1984 para medir la automedicación en sentido, el estudio de Figueiras, et al18 resulta consis-
un grupo de individuos sin escolarizar y en otro que leía tente, encontrando este autor una mayor prevalencia
y escribía, encontró que mientras en el primer grupo tanto de la automedicación como de la automedicación
había un 45% de individuos que afirmaban automedi- indeseable entre los sujetos que viven solos.
carse en el segundo grupo este porcentaje se elevaba También el tamaño familiar fue valorado en un es-
hasta el 70%. En un análisis sobre automedicación rea- tudio de Turibián, et al21 realizado en Toledo, encontrando
lizado en Nicaragua se encontró que la prevalencia de que las familias formadas por un menor número de

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miembros eran las que presentaban una mayor auto- sumidos sin prescripción, el grupo de médicos exper-
medicación. Sin embargo, estos datos se muestran con- tos juzgó que tan sólo el 2% eran inadecuados y po-
tradictorios con otros estudios que señalan que una parte tencialmente dañinos26. Parece, por tanto, que en
importante de la automedicación es consecuencia del buena parte de los casos la automedicación se ade-
consumo de especialidades que han sido recetadas a cua bastante a las características que indica la OMS:
otros miembros de la unidad familiar12,15,. Este hecho en síntomas claramente identificados por el enfermo,
puede atribuirse, entre otras causas, a un posible sesgo puntual en el tiempo y con medicamentos de amplia ven-
de apreciación, ya que la persona que vive sola es más tana terapéutica5.
consciente de todo lo que compra y consume. Otro de los factores sociomédicos que condiciona-
rán la automedicación será la accesibilidad al faculta-
tivo. De hecho, la consulta lleva asociada un importante
coste de oportunidad, esto es: el paciente debe nece-
Factores sociomédicos sariamente dejar de hacer otras cosas. Frente a esto,
la automedicación representa para el enfermo una mayor
El segundo gran grupo de factores que potencial- capacidad de funcionamiento6.
mente se muestran asociados con la automedicación, En una carta publicada en Lancet, se constata que
son las características sociomédicas de los pacientes. la gran dispersión de la población en la zona rural su-
Y dentro de éstas, la percepción que tiene el pacien- dafricana es una circunstancia de primera magnitud para
te, sobre la naturaleza de su enfermedad, jugará un la interpretación de los autocuidados27. Esta dificultad
papel fundamental. Así, existe gran diferencia en la pre- de acceso al facultativo es posiblemente una de las cau-
valencia de la automedicación en pacientes con tras- sas de que la automedicación sea una parte vital de
tornos crónicos y con trastornos agudos: 90% en agu- los cuidados de la salud15.
dos frente al 18% en crónicos15. Sin embargo, no se Otro aspecto a considerar en la accesibilidad al fa-
ha podido demostrar la existencia de correlación entre cultativo es el aspecto económico. En España, la co-
la automedicación y el estado de salud percibido; así bertura farmacéutica sea vía Seguridad Social u otros
en un estudio realizado en Baltimore (EEUU) se observó seguros alcanza prácticamente al 100% de la pobla-
que los índices de automedicación disminuían alrede- ción. Esto hace difícil evaluar en nuestro medio en qué
dor de los 44 años, edad en la que se empieza a per- medida la existencia o inexistencia de seguro afecta a
cibir un peor estado de salud23. la práctica de la automedicación. Sin embargo, pare-
Para algunos autores, el enfermo es mucho más pro- ce razonable pensar que conforme exista mayor dife-
penso a la automedicación cuando percibe síntomas rencia de coste entre fármacos no-prescritos y prescritos,
claros y puntuales (fuertes dolores, gripe, descompo- la tendencia a la utilización de los segundos será mayor.
sición), que cuando éstos son más suaves y durade- A esta conclusión se llega en un estudio realizado en
ros18. Y es en esta última circunstancia cuando el in- los EE.UU. en el que se encontraron diferencias signi-
dividuo demanda un mayor número de consultas al mé- ficativas en el consumo de fármacos no prescritos entre
dico15, o cuando en mayor medida practica la autome- aquellos que disfrutaban de medicamentos gratuitos
dicación inadecuada: Figueiras et al18 encontraron un frente a los sujetos que debían costearlos: 30% y 37%
79% (IC 95%: 39,0; 131,0) más de automedicación ina- respectivamente23. No obstante, no se puede eliminar
decuada entre los sujetos con trastornos crónicos fren- la posibilidad de que realmente lo que se esté produ-
te a aquellos que no los presentaban. Además, es en ciendo es una mayor «automedicación con cargo al se-
estos tratamientos largos donde el paciente es más pro- guro»6.
penso a alterar la dosis, la pauta posológica o a no tomar Otro factor sociomédico a tener en cuenta en el es-
los fármacos, prácticas que también pueden ser con- tudio de la automedicación es la legislación existente
sideradas expresiones de la automedicación inde- sobre la dispensación de fármacos en las farmacias.
seable. En este sentido, en nuestro país el grado de cumpli-
En un estudio realizado en 1983 en Canadá, el 93% miento de la legislación vigente referente a la dis-
de los pacientes visitarían a un doctor en el caso de pensación de especialidades con receta médica, es prác-
notar una pérdida de peso y el 84% consultaría a un ticamente nulo. Los farmacéuticos sólo son rigurosos
especialista si notase dificultades de respiración; mien- en la dispensación de los psicotropos, exigiendo siem-
tras que el 61% se automedicaría y no visitaría al mé- pre receta médica28. El resto de los medicamentos son,
dico en el caso de dispepsias, y el 52% en problemas prácticamente sin excepción, dispensados sin necesi-
intestinales15. Los pacientes parecen así distinguir cla- dad de receta, aunque en el envase conste claramen-
ramente entre síntomas menores y mayores15. En otro te «con receta médica». Así, de los fármacos solicita-
estudio, realizado en una clínica de atención a muje- dos sin receta médica en 14 farmacias asturianas el
res por problemas genitourinarios en el año 1990, en 30,9% precisarían de receta y, de éstos, el 1,2% eran
el que se midió la idoneidad de los medicamentos con- psicotropos28. Estos datos son consistentes con los

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apuntados por Viñuales, et al29 en un estudio realiza- critos o, si sus empleos, resultan concurrentes,. El aná-
do en 27 farmacias navarras. lisis que Northcott, et al19 realizado sobre la concurrencia
Esta situación puede deberse a diversos motivos: de la medicina oficial/alternativa, medicinas receta-
escasa concienciación de los farmacéuticos acerca de das/OTCs, apunta a la existencia de concurrencia. Estos
la necesidad de disponer de un diagnóstico y de los efec- autores afirman que se pueden diferenciar dos grupos
tos adversos que pueden tener los medicamentos30; de población: uno con gran predisposición a la medi-
consciencia de la dificultad que puede suponer para el cina alternativa y a la automedicación, y otro con una
enfermo ir al médico; el hecho de que se trate de un gran confianza por la medicina oficial. En el primer grupo,
enfermo crónico; el ser una persona conocida; o la com- el consumo de medicamentos no prescritos es del 76%,
pleta seguridad del farmacéutico de que si no lo dis- mientras que en el segundo grupo el empleo de espe-
pensa él lo hará otro. cialidades no prescritas no alcanza el 25%19. Los au-
Además debemos tener presente, que la visión del tores señalan la existencia de un cierto flujo de indivi-
farmacéutico sobre la automedicación está condicionada duos entre ambos grupos conforme cambian sus cir-
tanto por el aspecto farmacológico como por los aspectos cunstancias personales19.
económicos31. Los farmacéuticos debido a la estrecha La literatura revisada muestra importantes diver-
relación que mantienen con los usuarios, podrían ejer- gencias en la conceptualización de la práctica de la au-
cer desde la oficina de farmacia un papel fundamental tomedicación debido, principalmente, a la dificultad para
en la formación de la población sobre estos temas32,33, delimitar el significado del prefijo «auto». La mayoría
no sólo al nivel de consultas sobre aspectos concretos de los estudios coinciden en señalar una mayor auto-
de un tratamiento, si no también ampliándolo a la cre- medicación en el sexo femenino, en las personas que
ación de actitudes hacia los medicamentos. Sin embargo, viven solas, en los sujetos con mayor formación y en
en nuestro entorno, la falta de formación de los farma- los grandes núcleos urbanos. Además, también los su-
céuticos para realizar actividades formativas dirigidas a jetos con menor acceso al facultativo o la presencia de
los usuarios30, unido a la escasa conciencia de la im- patologías agudas se han asociado a una mayor au-
portancia de estos problemas, conduce a que su parti- tomedicación. En cuanto a la automedicación inade-
cipación en campañas de información al paciente no sea cuada, ésta se encuentra asociada, además de a estos
muy elevada. Además, muchas de las actuaciones edu- grupos, a los estudiantes, sujetos de mayor edad y a
cativas en materia de fármacos pasan por la informa- la presencia de patologías crónicas. Por ello, estos se-
ción sobre la dudosa eficacia o sobre el riesgo de re- rían los grupos prioritarios a los que se deberían diri-
acciones adversas. Esto puede chocar frontalmente con gir los programas de educación sanitaria para mejorar
los legítimos intereses de un profesional liberal en el que la calidad de la automedicación.
los ingresos dependen directamente del número y coste
de los medicamentos dispensados.
Por último, otro importante factor sociomédico a con-
siderar en el estudio de la automedicación es la cre- Agradecimientos
ciente sustitución de los medicamentos prescritos por
los comúnmente conocidos como OTCs. La literatura A Carlos Fernández por sus contribuciones a las ver-
científica se muestra contradictoria acerca de si los me- siones previas de este artículo, y a M.a Xesús Cebro
dicamentos no prescritos vienen a sustituir a los pres- por la correción de estilo.

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