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VIVIENDO EN LA COMUNIÓN CON DIOS

San Lucas 24:13-35.


A manera de conmemoración, cada año la humanidad (que practica o simpatiza de alguna
forma con el cristianismo), considera estos días como un tiempo de reflexión, en los cuales
se ocupa de recordar y analizar, lo que nuestro Señor Jesucristo hizo hace ya más de 2000
años, en esa trayectoria de cruel sacrificio por amor a nosotros.
En el pasaje bíblico de referencia, encontramos la historia sobre la aparición de NSJC a
estos dos caminantes que se dirigían hacia un lugar llamado Emmaús. En su caminata (que
era el primer día de la semana), iban discutiendo sobre todo lo que había sucedido en
Jerusalén en los días anteriores, parecía tal vez un monologo por todas las regiones, ¿Te
acuerdas…?, ¿Quién iba a pensar…?; sin imaginarse que a su diálogo se sumaría un tercer
viajero que les dice: Shalom!, (como es el saludo en aquella cultura), para luego platicar
con ellos sin revelarles Su nombre, y nos dice el pasaje que caminaron pero no le
conocieron porque “los ojos de ellos estaban embargados, para que no le conociesen”,
esto es que estaban velados o como dice la versión DHH “aunque lo veían, algo les
impedía darse cuenta de quién era”. Así que Jesús sabiéndolo TODO les exhorta (porque
además ellos ya tenían información acerca de la resurrección y aun no creían v.22-24), y
como siempre Jesús… teniendo compasión de ellos, toma la iniciativa, en esta ocasión para
que hable Cleofas, externando sus pensamientos y percepciones acerca del Nazareno.
Como nos podremos imaginar fue un buen tiempo, ya que de Jerusalén a Emmaús hay
aproximadamente 11 Km, y esto nos dice que fue un largo tramo el que tuvieron para
dialogar, por lo tanto fue un buen tiempo. Así que el desenlace de lo que Jesús les enseña
durante todo este tiempo de interacción, lo podemos comprender bajo estas 3 alusiones:
1 HABLAR CON ÉL, cuando solo miramos hasta nuestras zonas limítrofes humanas,
nuestros ojos están embargados o velados, y aunque vemos materialmente, algo nos puede
impedir darnos cuenta de quién es Jesús, y es entonces que no podemos ver más allá, así
que Jesús toma la iniciativa v.17, para que nosotros en primer lugar hablemos con Él v.18,
(hoy lo hacemos como ya se nos ha enseñado) a través de la oración. Ellos estuvieron
complacidos de hablar con Él por un buen tiempo.
¿Cómo estamos nosotros cuando se trata de que hablemos con Él en el tiempo
determinado? Jesús nos dejó instrucciones muy claras sobre esto en San Mateo 26:41:
“Velad y orad…”
2 ESCUDRIÑAR SU PALABRA, esto es interesante porque nos hacer observar que aunque
estos caminantes tenían las formas para documentarse, no lo habían hecho bien.
Aquí (v.27) recordemos que cuando Jesús hace mención de Moisés, se refiere al
Pentateuco o lo que para los judíos es LA TORAH (Génesis, Éxodo, Levítico, Números y
Deuteronomio), es posible que más de alguno se pregunte: “y ¿Qué tiene que ver el
Pentateuco con Jesús? Esto es muy sencillo (en otros pasajes se alude como Ley), por
ejemplo: En el Pentateuco, el tabernáculo es una prefigura de la iglesia y también es un tipo
de Cristo. El sacrificio del cordero en la Pascua, tipifica el sacrificio de Cristo. El tipo
representa todo aquello que tiene un carácter profético, por eso es importante entender el
tipo y su representación.
Jesús también menciona los profetas, esta era otra parte donde ellos pudieron informarse
acerca de estos sucesos. (Aquí los profetas para ellos era el ONEBHIM y se divide en dos
secciones:
1) Primeros: Josué, Jueces, Samuel (un solo libro), Reyes (un solo libro).
2) Posteriores: Isaías Jeremías Ezequiel y los 12 profetas menores.
Las Escrituras, es una expresión que cuando en el Nuevo Testamento se utiliza en plural,
se emplea para referirse al Antiguo Testamento, o a cualquier parte del mismo. El término
hace referencia a Escrituras Divinas.
Sobre esto también tenemos instrucciones, y una de ellas la encontramos en San Juan
5:39: “Escudriñad las Escrituras…”
3 ENTRAR EN LA COMUNIÓN
Esto es muy grato! Estar a la mesa es algo muy singular! Para nuestro lenguaje occidental
sentarse a la mesa es sinónimo de ir a comer. En el contexto bíblico no significa
necesariamente eso. En este pasaje (v.30-32) nos indica que los caminantes ya en casa,
mantuvieron un momento de comunión especial con Jesús, y llegado ese momento, según
la costumbre Judía Él toma el alimento y dice: BARUC ATA ELOTEM MOLOI HALAM
HAMOT SHILE EPIT HALLESH (Bendito sea el Eterno Dios Creador del Universo que
hace que la tierra de su fruto), es un momento excepcional. Comunión en el griego original
es koinonía, que para nosotros significa sociedad, participación o interacción. Entendemos
entonces que arribaron y participaron de ese momento. Aquí hay algo más interesante, y
es que estando en la comunión, es cuando Jesús quita el velo de sus ojos y los hace los
hombres más felices de la vida: Lo reconocieron! Él había resucitado! Todo se cumplió!
Es posible que percibamos que Jesús hace como que se va a seguir caminando de largo
hacia otro destino, pero es nuestra oportunidad de invitarlo a que no vaya más allá, así que
es el momento en que le digamos: Quédate con nosotros! Anhelamos tu presencia!
Anhelamos la comunión contigo! Queremos que interactúes con nosotros! Queremos ver tu
gloria! Queremos reconocerte! Queremos adorarte!...
Si queremos que nuestro corazón siga ardiendo cada vez que hablamos con Él y
escuchamos su palabra, sigamos VIVIENDO EN LA COMUNIÓN CON DIOS.

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