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CAFÉ

Café de Guatemala: Lo Esencial


Los cafés guatemaltecos son familiares para la mayoría de los consumidores en los EE.
UU. y Europa, gracias a la proximidad del país a la frontera con Estados Unidos. Ofrecen
una taza limpia, con un buen cuerpo y con diversos grados de acidez. A grandes alturas,
desarrollan deliciosos aromas.

Según Anacafé, actualmente Guatemala produce un 60% más de café que hace 30
años. Con  una cosecha de 3,8 millones de sacos de 60 kilos (de acuerdo con Anacafé)
en 2016, es el segundo mayor productor de América Central.

Esta es una nación pequeña, ubicada entre México, El Salvador, Honduras y Belice, pero
tiene una gran diversidad de cafés. Hay 8 regiones diferentes de cultivo de café, pero
hecha un vistazo más cerca y descubrirás más de 300 microclimas. Las precipitaciones
varían de 800 a 5.000 mm por año, pero todo el país tiene una estación de lluvias bien
definida.

Anacafé ha recolectado con éxito datos del 95% de las cooperativas de café para crear
una imagen de la industria cafetera del país. Ana Lucrecia Glaesel Coloma explica que
hay más de 125,000 productores de café guatemaltecos distribuidos en 20
departamentos, con un total de 305,000 hectáreas de fincas cafeteras.

La altitud es, en general, alta; las fincas varían entre 1,300 y 2,000 m.s.n.m., con – según
Roberto – 86% de la cosecha de café Strictly Hard Bean (SHB). El café SHB, que se
asocia con altitudes más altas y climas más fríos, es más denso y, por lo tanto, de mejor
calidad.

Además, una cadena de 34 volcanes recorre a través del país, paralela al Pacífico. Y a lo
largo de esta cadena se encuentra el “Cinturón de Café” de Guatemala, donde las fincas
se benefician de los mayores nutrientes que se encuentran en el suelo volcánico.

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