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Lectura Veloz Modulo6 PDF
Lectura Veloz Modulo6 PDF
Carlos Gallego
Hola, bienvenido nuevamente a otro fascinante módulo del curso Dobla Tu Velocidad De Lectura.
Si has estado aplicando y practicando a diario tus ejercicios, seguramente habrás avanzado
muchísimo con tu velocidad de lectura.
Recuerda que la clave de estos métodos está en la constancia y en la práctica continua, si solo lees
la teoría pero no la aplicas, no verás avance alguno.
Pero estoy seguro de que tú estás practicando, así que en este módulo final te enseñaremos
técnicas complementarias que te harán alcanzar una velocidad de lectura aún mayor.
MÓDULO VI
Marcar el ritmo con un metrónomo
Una de las técnicas más efectivas para incrementar el ritmo de la lectura, es utilizar un
metrónomo que te marque el paso mientras estás leyendo.
Haz este ejercicio durante dos minutos y luego descansa otros cinco.
• Pon el metrónomo a su velocidad más lenta y lee una línea por cada “tic”.
• Cada página o media página aumenta la velocidad del metrónomo en un tic o más si te
sientes cómodo con el ritmo.
• Descansa.
El aparato alcanzará una velocidad a la que no podrás leer cada palabra. Este ejercicio “empuja”
tu ojo y tu cerebro a ver o absorber más de una palabra a la vez, lo que gradualmente ampliará tu
habilidad.
Si vas por la carretera conduciendo a 120 km/h y al llegar a una población tienes que reducir la
velocidad de golpe a 50 km/h, tal vez te parezca que a vas a 50 hasta que la policía te detiene y te
informa que ibas a 60 u 80 km/h, mucho más rápido de lo que tú creías. La similitud entre conducir
y leer con rapidez no se detiene aquí. Cuando conduces a 140 km/h tienes que concentrarte y no
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tienes tiempo de mirar el paisaje. Cuando lees con rapidez estás leyendo a tanta velocidad que tu
mente no quiere distraerse tanto como si fuera a 50 km/h.
• Para armar tu gráfico, vas a medir tu velocidad lectora durante los primeros 21 días del
programa.
• En la primera columna, vas a poner una serie de valores, que irán creciendo de forma
ascendente desde la fila inferior hacia las filas superiores. El valor más bajo será 100, y
luego irás aumentando de a 100 hasta alcanzar el valor 1.000: 100, 200, 300, etcétera. Este
valor será la cantidad de palabras que lees por minuto.
• Cada vez que midas cuántas palabras por minuto estás leyendo, haz una marca en la
casilla apropiada. Escribe en una cuaderno aparte cualquier pensamiento o idea
relacionado con el desarrollo de tu velocidad lectora.
• Cuando tu velocidad lectora sobrepasa la marca de 1.000, escribe más cifras en los
espacios en blanco que aparecen por encima de 1.000.
• Mide tu velocidad lectora en diferente momentos del día y bajo condiciones diversas (por
ejemplo, tu estado de ánimo, la presión, el tiempo, etc.)
Desarrollando el vocabulario
Aumentar el vocabulario aumenta la velocidad de lectura
Cuanto más grande sea tu vocabulario, más rápido podrás leer. Dudar ante palabras no conocidas
hace que nos detengamos e intentemos descifrar el significado de todo el pasaje, no solo de la
palabra en cuestión. Esto es una pérdida de tiempo.
Cuando nos encontramos con una palabra que no entendemos aparecen varias preguntas. ¿Qué
significa esta palabra? ¿Cambia el contexto? ¿Es importante para mi compresión de texto? Estas
preguntas se suceden rápidamente, el problema es que cuando las hemos contestado
probablemente ya nos hemos olvidado de lo que hemos estado leyendo.
Estas palabras se convierten en un verdadera pérdida de tiempo si tenemos que volver al principio
del pasaje y comenzar otra vez.
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• el vocabulario escrito
La mayoría de las personas usa entre 2.000 y 12.000 palabras en su lenguaje oral. El vocabulario
escrito es más amplio que el hablado porque tenemos más tiempo para pensar lo que queremos
decir y podemos repasar lo que hemos escrito y corregir el texto hasta sentirnos satisfechos con
él.
La mayoría de personas utiliza entre 2.000 y 25.000 palabras diferentes a lo largo de la vida para
escribir. Sin duda, el vocabulario más extenso a nuestra disposición es el vocabulario reconocido.
Está formado por las palabras que reconocemos dentro de un contexto pero que ni usamos
comúnmente. Las palabras que reconocemos a veces son difíciles de definir claramente; tenemos
la sensación de saber lo que la palabra quiere decir en el contexto en el que la leemos o
escuchamos, pero no sabemos definirla con claridad.
El vocabulario reconocido también se llama vocabulario pasivo, es decir, conocemos las palabras
pero no las usamos. El vocabulario escrito y el hablado forman nuestro vocabulario “activo”.
Una forma mejor de ampliar el vocabulario es dividir el ejercicio en intervalos de treinta minutos.
Escoger cinco palabras del diccionario cada día no funciona para todo el mundo.
• Si te gusta leer (y tienes tiempo), entonces lee libros que usen un lenguaje complicado.
Usa el diccionario mientras lees pero antes de buscar una palabra no conocida trata de
descubrir su significado por ti mismo. De este modo aprenderás el idioma a medida que
avanzas. Toma nota de las nuevas palabras que vas aprendiendo.
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• Si leer no es una de tus actividades preferidas pero hablar con la gente y comunicarte sí,
entonces trata de conocer personas que sabes que tienen un buen vocabulario y habla
con ellas. Puedes aprender muchas cosas en una conversación. Si escuchas una palabra
que no entiendes pero no quieres preguntar lo que quiere decir a la persona que la ha
usado, toma nota mentalmente para buscarla luego en el diccionario.
Vale la pena recordar que muchas personas usan una palabra porque saben que encaja en
el contexto, aunque en realidad no saben exactamente lo que significa. Si escuchas una
palabra especialmente extraña, piénsalo dos veces antes de pedir una definición, porque
su interlocutor puede sentirse incómodo si no está seguro del significado.
• Una tercera forma de aumentar el vocabulario es usar lenguaje nuevo. Elije una palabra
cada día y úsala cada vez que sea apropiado. Trata de que no sea obvio que estás
probando una palabra usándola en cada frase que dice, a no ser que te encuentres en un
entorno en el que te sientas cómodo y puedas jugar con el lenguaje.
• Una buena manera de aumentar la conciencia activa del lenguaje es llevar contigo una
libreta de vocabulario. Cada vez que escuches o lesas una palabra que no comprendes o
que no conoces, escríbela, indica qué entiendes por ella y también el contexto en el que la
has oído o leído. Luego, cuando tengas la oportunidad, busca la palabra en el diccionario
para confirmar si tu intuición era acertada. Este ejercicio es especialmente bueno para
convertir vocabulario pasivo en activo, porque estimula a pensar en la definición de una
palabra de la cual creemos conocer el significado.
• Relájate mientras aprendes. Si interpretas mal una palabra, no te preocupes. Cuanto más
practiques, leas y uses el nuevo lenguaje en la conversación, mejor se hará tu vocabulario.
Vocabulario especializado
Desarrollar la comprensión de un vocabulario especializado es algo que se debe hacer de forma
diferente a la de un vocabulario normal. En general, palabras que no entendemos en el texto
tienen sentido dentro del contexto de la frase.
Normalmente podemos seguir leyendo sin saber exactamente qué significa una palabra porque
eso no nos impide comprender el sentido de la frase o párrafo. No entender un vocabulario
especializado puede impedir la comprensión del texto, sobre todo si toda la pieza gira alrededor
de una palabra.
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Cuanto más familiarizado estés con el texto especializado, más rápido podrás leerlo. Familiarizarte
con el texto puede llevar un cierto tiempo y depende del nivel de conocimiento que ya tengas. Si
sigues unos pasos sencillos, el proceso de aprendizaje puede resultar mucho más fácil.
Durante la lectura pasiva, destaca todas las palabras que no entiendas, sobre todo si dan la
impresión de pertenecer a un vocabulario especializado.
Si está permitido, copia el glosario del libro (si es que tiene uno). Si no lo tiene, usa un buen
diccionario especializado (casi todas las especialidades tienen uno). Si el diccionario es tuyo,
podrías resaltar cada palabra con la que hayas tenido dificultad.
Al trabajar con un diccionario, una alternativa es escribir la palabra en una libreta separada o
colocar marcadores en las páginas que te faciliten volver a encontrar la definición rápidamente
(esto es sin duda lo que tienes que hacer si el diccionario de es de tu propiedad).
Una vez que estés familiarizado con el vocabulario, dedica un poco de tiempo a pensar cómo
encaja cada palabra con las ideas que tienes sobre el tema. Piensa de qué otra forma podrías usar
el vocabulario. Considera cómo está formada la palabra. ¿La raíz, el sufijo o el prefijo te dan alguna
idea de cuál podría ser el significado? ¿En qué otro contexto podrías encontrar esa palabra?
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Lectura multisensorial
¿Recuerdas cómo es la puerta de tu casa? ¿Te acuerdas de cómo es el ruido que hace al cerrarse?
¿Qué olor tiene la pintura fresca? ¿Qué se siente cuando uno se queda encerrado por fuera? ¿De
qué color es?
La lectura multisensorial usa tantos sentidos como sea posible para ayudarte a encontrar sentido
a la información y absorberla.
He aquí algunas ideas sobre la manera de implicar tus otros sentidos a medida que lees:
• Vista. Imagina lo que estás leyendo en tu mente, crea un película de la historia que te
están contando.
• Oído. Habla con otras personas sobre el tema, haz preguntas a medida que lees, enseña a
otras personas, inventa rimas e historias.
Cuantos más sentidos impliques en aprender nueva información, más fácil será recordarla porque
la información será accesible mediante más de una función de la mente.
El sistema de cinco pasos y las técnicas de apoyo a la memoria funcionan simplemente si se usan.
Cuanto más practiques y más consciente seas de la memoria, mejor capacidad de lectura
desarrollarás rápidamente.
Cuanto más practiques la lectura visual, más confianza sentirás en lo que ves en lugar de lo que
oyes.
2. Coloca el cartón encima de cada grupo de números y/o letras del gráfico que aparece a
continuación y ve tapando y destapando cada combinación de letra/número con la mayor
rapidez posible.
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3. Cuando hayas tapado cada grupo, escribe lo que viste en la columna de al lado.
4. Trata de mantener constante el ritmo el ritmo con que tapas y destapas los números y
letras. Si comienzas destapando la columna a un ritmo de una segundo, intenta mantener la
misma velocidad al llegar a la última columna.
• ¿Las letras que más parecían palabras te parecieron inmediatamente reconocibles y fáciles
de recordar?
• ¿Algunas de las combinaciones de las letras que parecían palabras las confundiste porque
viste las primeras letras y te inventaste el resto? (por ejemplo, escribiste Juan, cuando en
realidad decía Juez?).
Acupresión
Al leer, los ojos se limitan a moverse sobre el texto o la pantalla. Una excelente forma de aliviar la
tensión que esto causa es practicar la acupresión.
Consiste primero en mirar recto hacia delante, luego hacia arriba lo máximo que puedas, luego a la
izquierda y luego a la derecha.
A continuación mira hacia arriba a la izquierda, arriba a la derecha, abajo a la derecha y abajo a la
izquierda.
Cuando lo hayas hecho, cierra los ojos bien apretados y, si te apetece, repite el ejercicio. Después
de haberlo acabado cúbrete los ojos con las palmas de las manos durante unos pocos minutos.
Al probar la acupresión tal vez notes que el área alrededor de los ojos está muy sensible o incluso
te duele un poco. Esto se debe a la tensión acumulada allí. Lo mismo pasa cuando tenemos
tortícolis y alguien nos dan un masaje: ¡en algunos momentos nos causa más dolor que placer!
Nunca te frotes los ojos directamente sobre el globo ocular, porque en ese lugar no hay nada que
proteja al ojo de un posible daño.
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2. Usa los pulgares para masajear el ángulo interno de las cejas (8 segundos).
4. Masajea el área del pómulo que está directamente debajo del centro del ojo (8
segundos).
5. Usando los tres dedos medios, presiona firma pero suavemente alrededor del hueso que
rodea la cuenca ocular, moviendo los dedos en el sentido de las agujas del reloj (8 veces
alrededor de cada ojo).
6. Sigue con los ojos cerrados, cúbrelos con las palmas de las manos durante unos minutos,
estírate y sigue otra vez con lo que estabas haciendo.
• Contraste con la pantalla. Asegúrate que el fondo tenga un contraste con el texto que
aparece en la pantalla. Para algunas personas una pantalla blanca puede ser demasiado
fuerte y para otras una pantalla azul puede ser demasiado oscura. Experimenta con
diferentes colores de pantalla. Merece la pena probar con un azul pálido o un gris claro
como el color del fondo de pantalla.
• Luz. Hay un concepto equivocado de que la luz natural es buena cuando se trabaja con
una pantalla de PC. La luz natural es despareja y se mueve a medida que el sol cambia de
posición en el cielo; las sombras también cambian. Esto afecta a la pantalla y puede causar
cansancio ocular. El reflejo del sol en la pantalla también puede dificultar la lectura. Si no
mueves la pantalla al trabajar con luz natural, puedes comenzar a sufrir problemas de
espalda debido a las posturas inadecuadas adoptadas para poder ver bien.
• Posición de la pantalla. Coloca la pantalla a una distancia cómoda, que sea como mínimo
el largo de un brazo. Evita poner la pantalla directamente delante de una ventana porque
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• Cambia los márgenes. Si te resulta más fácil leer líneas completas a la vez si son más
cortas que una página entera, cambia los márgenes del texto para que sea más estrecho y
fácil de leer.
• Pon todo el texto en un solo espacio. La información se puede leer con mayor rapidez si
está a un solo espacio que si estás a doble o triple espacio.
• Si usas la tecla “avanzar página” para pasar de una página a la siguiente perderás tiempo
tratando de encontrar dónde estabas antes de mover la página. Subir o bajar el texto
mediante la ruedecita del ratón no solo evita saltos sino que también proporciona un
marcador que toma la forma de la parte inferior de la pantalla.
En este módulo has aprendido a acelerar tu ritmo de lectura con la ayuda del metrónomo y a
incrementar tu vocabulario para tener una lectura más fluida. También te hemos presentado
técnicas de lectura multisensorial y algunos ejercicios para descansar la vista y evitar que se
fatiguen los ojos al leer durante mucho tiempo seguido.
Por último, te hemos dado algunas recomendaciones para acelerar tu velocidad de lectura incluso
cuando lees en la pantalla de tu computadora.
Todas estas técnicas complementan todo lo que ya has aprendido en los módulos anteriores y te
harán alcanzar una velocidad de lectura cada vez mayor.
Recuerda que debes concentrarte para aplicarlas, y mantener siempre un lugar cómodo y
tranquilo para disfrutar de tu lectura sin perder tu capacidad de comprensión.
No olvides completar el gráfico con tus avances, y espero que pronto me envíes tu testimonio
comentándome cómo han variado tus números después de finalizar este curso y continuar
practicando y aplicando estas técnicas a diario.
Ha sido un gusto acompañarte todo este tiempo, y ayudarte a alcanzar tu deseo y convertirte en
un lector veloz.
¡Hasta siempre!
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