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Descripción general
Pero las infecciones por estafilococo pueden volverse mortales si las bacterias
invaden el organismo e ingresan en el torrente sanguíneo, las articulaciones, los
huesos, los pulmones o el corazón. Cada vez más personas que, fuera de esto, son
sanas desarrollan infecciones por estafilococo que pueden poner en riesgo la vida.
Infecciones de la piel
Los estafilococos son una de las causas más frecuentes de intoxicación alimentaria. Los
síntomas aparecen rápidamente, en general unas horas después de comer un alimento
contaminado. A menudo, los síntomas también desaparecen rápidamente y, con
frecuencia, duran solo medio día.
Una infección por estafilococos en los alimentos no suele provocar fiebre. Los signos y
síntomas que puedes esperar con este tipo de infección por estafilococos comprenden:
Náuseas y vómitos
Diarrea
Deshidratación
Presión arterial baja
Septicemia
Esta afección que pone en riesgo la vida es el resultado de las toxinas producidas por
algunas cepas de estafilococos y se ha vinculado con ciertos tipos de tampones, con
heridas en la piel y con cirugías. En general, se presenta de repente con:
Fiebre alta
Náuseas y vómitos
Erupción cutánea en las palmas y en las plantas de los pies que parece una
quemadura de sol
Confusión
Dolores musculares
Diarrea
Dolor abdominal
Artritis séptica
La artritis séptica a menudo se produce por una infección por estafilococos. Las bacterias
suelen afectar las rodillas, los hombros, las caderas y los dedos de las manos o de los
pies. Estos son algunos de los signos y síntomas:
Tratamiento
Antibióticos. El médico puede realizar análisis para identificar los estafilococos que
provocaron la infección y así poder elegir el antibiótico que mejor funcionará. Los
antibióticos que se recetan habitualmente para tratar las infecciones por estafilococos
comprenden ciertas cefalosporinas, nafcilina o antibióticos relacionados, sulfamidas o
vancomicina.
Cada vez más se requiere la vancomicina para tratar infecciones graves por
estafilococos porque muchas cepas de estafilococos se han vuelto resistentes a otros
medicamentos tradicionales. Sin embargo, la vancomicina y otros antibióticos deben
administrarse por vía intravenosa.
Si te administran un antibiótico oral, asegúrate de tomarlo según las indicaciones y de
terminar todo el medicamento recetado por tu médico. Pregúntale al médico a qué
signos y síntomas debes estar atento porque estos pueden indicar que la infección
está empeorando.
Resistencia a antibióticos
Los estafilococos son muy adaptables: muchas variedades se han vuelto resistentes a uno
o más antibióticos. Por ejemplo, actualmente, solo alrededor del 10 por ciento de las
infecciones por estafilococos pueden curarse con penicilina.
Borreliosis
Infecciones por Salmonella
Fiebre Tifoidea
Shigelosis
Infecciones porStaphylococcus aureus
Infecciones por estreptococo
Tétanos
Síndrome de choque (shock) tóxico
La tularemia
Las infecciones pueden ser externas y leves (que afectan el oído o los folículos
pilosos) o bien infecciones internas graves (que afectan los pulmones, el torrente
sanguíneo o las válvulas cardíacas).
Los síntomas varían según cuál sea la zona del organismo infectada.
La identificación de bacterias en una muestra del tejido infectado confirma el
diagnóstico.
Los antibióticos se aplican por vía tópica para las infecciones externas, o por vía
intravenosa para las infecciones internas más graves.
Estas bacterias infectan la sangre, la piel, los huesos, los oídos, los ojos, el sistema
urinario, las válvulas cardíacas y los pulmones, así como heridas (como quemaduras,
lesiones o heridas quirúrgicas). El uso de dispositivos médicos, como catéteres insertados
en la vejiga o en una vena, tubos de respiración y ventiladores mecánicos, aumenta el
riesgo de infecciones por Pseudomonas aeruginosa. Estas infecciones se adquieren
habitualmente en los hospitales. En los hospitales, las bacterias a menudo se encuentran
en los sumideros, las soluciones antisépticas y los recipientes utilizados para recoger la
orina procedente de una sonda vesical.
Síntomas
El oído de nadador (otitis externa) es una infección externa leve que ocurre en personas
por lo demás sanas. El agua que contiene las bacterias entra en el oído durante la
natación. Dicha afección provoca prurito, dolor y en algunas ocasiones secreción auricular.
La foliculitis del jacuzzi o del baño caliente es otra infección externa leve. Las raíces del
pelo (folículos) se infectan en las personas que utilizan el jacuzzi o los baños calientes,
particularmente si estos no están suficientemente clorados. Pasar mucho tiempo en el
agua ablanda los folículos, lo que facilita la invasión bacteriana. Aparece una erupción con
prurito, con la formación de pequeños granos. Estos granos tienen una gota de pus en el
centro.
La otitis externa maligna es una infección del oído interno, que aparece con mayor
frecuencia en quienes sufren diabetes. Los tejidos se hinchan e inflaman, cerrando parcial
o totalmente el canal auditivo. Los síntomas consisten en fiebre, pérdida auditiva,
inflamación de los tejidos que rodean el oído infectado, fuerte dolor de oído, secreción
maloliente por la oreja y daño neurológico.
El ectima gangrenoso es una llaga cutánea que aparece en personas con una cantidad
insuficiente de glóbulos blancos (neutropenia). El centro de la llaga es de color entre
púrpura y negro y está rodeado por una banda de color rojo. Estas llagas suelen aparecer
en zonas húmedas, como la axila o los genitales.
Diagnóstico
También se realizan pruebas para determinar qué antibiótico va a ser el más efectivo (test
de sensibilidad).
Tratamiento
Por lo general, antibióticos administrados de forma tópica, por vía oral o por vía
intravenosa, dependiendo de dónde se encuentra la infección
La otitis del nadador puede tratarse eficazmente (y prevenirse) irrigando los oídos con
una solución de ácido acético (vinagre) antes y después de nadar. La infección también se
puede tratar con un antibiótico de uso tópico, como la polimixina aplicada al oído.
Cocos grampositivos
infecciones por enterococos
Infecciones por neumococos
Infecciones por estafilococos
Infecciones estreptocócicas
Síndrome de shock tóxico (TSS)
Los enterococos son parte de la flora intestinal normal. Antes se los clasificaba como
estreptococos del grupo D, pero ahora se consideran un género separado. Hay > 17
especies, pero E. faecalis y E. faecium son los que causan más comúnmente infecciones
en los seres humanos.
Infección urinaria
Bacteriemia
Endocarditis
infecciones intraabdominales y pélvicas
Infecciones de la herida
Tratamiento
Varía según el sitio de la infección y el antibiograma
Los enterococos asociados con la endocarditis son difíciles de erradicar, a menos que se
use una combinación de algunos fármacos con acción sobre la pared celular (como la
penicilina, la ampicilina, la amoxicilina, la piperacilina o la vancomicina) más un
aminoglucósido (gentamicina, estreptomicina) para lograr una actividad bactericida. Sin
embargo, algunos fármacos con acción sobre la pared celular tienen actividad nula o
limitada contra los enterococos; entre ellos se incluyen nafcilina, oxacilina,
ticarcilina, ertapenem, la mayoría de las cefalosporinas y aztreonam. E. faecium es más
resistente a la penicilina que E. faecalis. Cuando no se puede usar un aminoglucósido, la
combinación de penicilina o ampicilina con ceftriaxona es una alternativa eficaz para el
tratamiento de endocarditis por E. faecalis. El imipenem y, en menor medida,
el meropenem, son activos contra E. faecalis.
Para las infecciones complicadas de la piel debidas a enterococos sensibles a
vancomicina, las opciones terapéuticas útiles son la daptomicina, la linezolida, tedizolida y
la tigeciclina.
Resistencia
En las últimas décadas, ha aumentado rápidamente la resistencia a múltiples fármacos
antimicrobianos, especialmente en E. faecium.